Reformas Económicas Aplicadas A La Década Del 90
Reformas Económicas Aplicadas A La Década Del 90
Reformas Económicas Aplicadas A La Década Del 90
económicas
aplicadas en la
década de 1990
Economía
Argentina
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Reformas económicas
aplicadas en la década de 1990
En el año 1989, confluyeron dos hechos inéditos de la historia
argentina: el desborde hiperinflacionario y la transmisión de
mando entre dos presidentes de distinto partido elegidos
limpiamente…
La experiencia hiperinflacionaria fue, sin duda, definitoria
para moldear lo que se pensaba y se decía sobre la economía
argentina… El debate de ideas pasaba rápidamente al centro
de la escena como proveedor de posibles soluciones, y en él
dominaba una visión que incorporaba ciertas proposiciones
generales que en estas latitudes se asociaban al liberalismo,
entre las cuales sobresalía la idea de reducir el ámbito de
acción del Estado…
Esa evolución en el debate sobre los problemas
económicos argentinos se alimentaba de un clima intelectual
de época, que revalorizaba al mercado frente al Estado en los
diversos campos de la economía que estaban en conflicto…
Estas intervenciones habían detenido el crecimiento
económico. Además, el déficit fiscal persistente había
resultado primero en la alta inflación y, finalmente, en la
hiperinflación, fenómenos que a su turno acentuaban la
decadencia relativa de Argentina. (Gerchunoff y Llach, 2018,
pp. 485-486).
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1) A partir de enero de 1990, los depósitos a plazo fijo serían canjeados
compulsivamente por bonos externos serie 89 a la par por tipo de cambio
libre. No había más operatoria a plazo fijo, las cuentas de cajas de ahorros
y cuenta corriente no se verían afectadas.
2) También, la totalidad de bonos emitidos por el Gobierno nacional
nominados en pesos moneda nacional serían convertidos a bonos
externos 89 a la par.
3) Se anunciaron también medidas de restricción de gasto público y se
intentó realizar un mayor control de la empresa del Estado (Visintin,
2001, pp. 232-233).
Plan de Convertibilidad
1) Tipo de cambio fijo: la paridad era de ₳10 000 = 1 USD; a partir del 1 de
enero de 1992, con el cambio de moneda, pasa a ser $1 = 1 USD.
2) Se establece que la totalidad de los medios de pago está plenamente
respaldada por las reservas o divisas internacionales. Era una caja de
conversión similar a la existente durante los tiempos del patrón oro.
3) La única manera de expandir o contraer la cantidad de dinero es a través
del resultado en la Balanza de Pagos. Es decir que solo se podía emitir si
aumentaban las reservas internacionales.
4) Se puso un énfasis fundamental en la reducción del déficit fiscal a través
del aumento en la recaudación fiscal y de la restricción del gasto público.
5) Aplicación de políticas de desindexación de la economía.
6) Continuación de los procesos de privatización iniciados con Erman
González.
7) Solución definitiva al problema de la deuda externa a través de la
incorporación de Argentina al Plan Brady, anterior al acuerdo con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), a través del préstamo de
facilidades extendidas.
8) Continuidad de la desregulación de los mercados.
1 Ley 23928. (1991). Convertibilidad del Austral. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://goo.gl/fCgvnJ
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1) Privatización de las empresas de servicios públicos.
Los factores por los cuales se impulsaron las privatizaciones fueron: los
desequilibrios financieros de las empresas que tenían un impacto negativo
en las cuentas públicas, su bajo nivel de productividad de mano de obra y
capital y, en muchos casos, su inoperancia en la prestación de los servicios.
Los sectores energéticos son los que generaron los mayores recursos
obtenidos, considerando el sector eléctrico, el sector petróleo, el sector
gasífero y la venta de las acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
En el caso de las empresas telefónicas, el valor obtenido por la venta de
Telefónica S. A. Otra importante privatización fue la de Aerolíneas
Argentinas. También fue concesionada por el término de 30 años la
prestación del servicio del agua y cloacas de capital federal, que estaba en
manos de Obras Sanitarias. Los ferrocarriles fueron concesionados, pero con
una característica especial: al ser fuertemente deficitarias, estas actividades
se adjudicaban a aquellos grupos empresarios que solicitaron el menor
subsidio.
2Ley 23696. (1989). Reforma del Estado. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://goo.gl/KaJ6UZ
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Se aplicó con el propósito de favorecer una mejor reasignación de los
recursos. La hiperregulación de las actividades de hidrocarburo fue
totalmente abolida. A partir de enero de 1991, se liberaron los precios del
petróleo en boca de pozo, los precios de los diferentes derivados del
petróleo al nivel de refinería y de plantas de despacho. El Estado solo
establecía el impuesto a la transferencia de los combustibles, el impuesto al
valor agregado y las regalías del petróleo. Los efectos de la desregulación
petrolera se manifestaron rápidamente en el crecimiento de la producción
del petróleo, que pasó de 28 millones de m3 en 1990 a 46 millones de m3 en
1996.
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que, si ayudó a germinar un mercado de capitales de largo
plazo sobre la base del ahorro nacional, fue a costo fiscal
mayúsculo, en cuanto significó que, por un largo tiempo, los
pagos públicos a los jubilados excederían a los menguados
aportes que quedaban en manos del Estado. (Gerchunoff y
Llach, 2018, p. 504).
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erogaciones se miden en porcentaje del PBI. En términos de
su estructura, se observa una disminución de la proporción
correspondiente a las inversiones y los subsidios, resultado
de las privatizaciones y de la anulación de diversos regímenes
de apoyo fiscal al sector privado. Como contrapartida de la
reducción de esos rubros, creció la importancia el gasto
público social. (Gerchunoff y Llach, 2018, pp. 504-505).
5) Apertura de la economía.
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En materia de exportaciones, en 1991 se eliminó la mayor parte de los
impuestos a las exportaciones, con el propósito de mejorar la rentabilidad
del sector agropecuario, y se mantuvieron algunos gravámenes a las semillas
oleaginosas. A partir de 1991, también se comenzaron a incrementar los
reembolsos a las exportaciones.
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Uno de los fenómenos que más afectaron el comportamiento cíclico del
nivel de actividad se denominó riesgo país, el cual depende de las
expectativas que los agentes económicos externos tienen respecto de las
evoluciones de las políticas macroeconómicas en el país. Para medirlo se
establece la diferencia entre el rendimiento de los bonos externos emitidos
por el Estado argentino comparados con el rendimiento de los bonos que
son de libre riesgo. Esta diferencia es el valor mínimo que los inversores
extranjeros deberían recibir por realizar inversiones en activos reales y
financieros en el país. Hay que tener en cuenta que lo que influye al riesgo
país es todo lo que sucede en las economías de los países emergentes de
América Latina y el sudeste asiático.
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La reaparición del crédito de tasas más accesibles y
previsibles y el aumento del poder de compra de los salarios
reales derivado de la desaparición del impuesto inflacionario,
resultaron ser poderosas fuerzas de expansión puestas en
marcha por la estabilidad…
A ellas se sumaban los efectos de otras políticas, como el
abaratamiento de los bienes de importación que resultó de la
apertura comercial. La reacción de la demanda estimuló el
nivel de actividad, que creció a razón del 8,8% anual entre
1990 y 1994, el record del siglo para un período de cuatro
años…
La mejora de productividad fue, en efecto, muy intensa.
Aun con todo lo que significaba como indicador de progreso,
el aumento de la productividad tenía una amarga contracara,
que pronto sería el más grave problema de la economía
argentina: el desempleo. Si bien en un principio (años 1991 y
1992) la reactivación había creado una gran cantidad de
empleos, el número de puestos de trabajo apenas aumentó
(0,5% anual) entre 1992 y 1994, a pesar de la continuada
expansión productiva (605% anual). A ello se sumó un
excepcional aumento de la población dispuesta a trabajar,
fenómeno en cuya explicación intervenían, además de las
razones demográficas, la posibilidad de obtener salarios más
altos que en el pasado y la incorporación de un cierto número
de personas a la fuerza laboral como respuesta a la falta de
trabajo de otro miembro del hogar. El resultado fue un
aumento record en la tasa de desocupación urbana, de 7% en
octubre de 1992 a 12,2% en octubre de 1994. (Gerchunoff y
Llach, 2018, pp. 494-502).
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Del análisis de la evolución de las cifras de desempleo, se puede asegurar
que solo muy elevadas tasas de crecimiento económico podrían haber
resuelto el problema de desempleo. Esta resistencia a la disminución de la
tasa de desempleo que se produjo en la década de los 90 obedeció a los
importantes cambios estructurales por el lado de la demanda y de la oferta
laboral.
Con respecto a la oferta laboral, se ha ido incorporando cada vez más mano
de obra a la población económicamente activa, es decir, existe una mayor
cantidad de personas en relación con el total que está dispuesto a trabajar;
se ha producido una mayor tasa de participación. Lo anterior tiene dos
fundamentos: el primero se refiere a que el empeoramiento en las
condiciones económicas de la familia impulsó que la gente intentara
conseguir un trabajo; el segundo es que, dado que hay mayores
oportunidades laborales, las personas sacrifican ocio para conseguir un
mayor nivel de ingresos.
Crisis internacionales
A grandes rasgos podemos mencionar que, a partir de 1997, la economía
argentina comenzó a sentir los efectos de sucesivas crisis internacionales,
como la crisis del sudeste asiático, el default de Rusia y, finalmente, la
devaluación de Brasil en 1999. Estas afectaron la competitividad argentina
como consecuencia de la apreciación cambiaria y, por el lado financiero, al
incrementar el riesgo país, que derivó en una fuga masiva de capitales.
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Hay dos explicaciones para ello, la cuestión cambiaria, ya que se produjo un
atraso cambiario que derivó en pérdida de la competitividad de la economía,
y la cuestión fiscal, ya que durante toda la década de los 90 el Estado no
logró tener superávit fiscal.
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Referencias
Gerchunoff, P. y Llach, L. (2018). Grandes expectativas, grandes
decepciones (1989-2001). En Autores, El ciclo de la ilusión y el desencanto.
Un siglo de políticas económicas argentinas (pp. 485-527). Buenos Aires, AR:
Paidós.
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