Caso Semmelwais
Caso Semmelwais
Caso Semmelwais
Hempel, Carl. G (1987) Filosofía de la Ciencia Natural. corrientes en la época; rechazó algunas que se mostraban
Madrid; Alianza (pp. 1-6). incompatibles con hechos bien establecidos; a otras las sometió a
contrastación.
2. La investigación científica: invención y contrastación. Una opinión ampliamente aceptada atribuía las olas de fiebre
puerperal a «influencias epidémicas que se describían vagamente
1. Un caso histórico a título de ejemplo. como «cambios atmosférico-cósmico-telúricos», que se extendían
Como simple ilustración de algunos aspectos importantes de la por distritos enteros y producían la fiebre puerperal en mujeres
investigación científica, parémonos a considerar los trabajos de que se hallaban de postparto. Pero, ¿cómo - argüía Semmelweis -
Semmelweis en relación con la fiebre puerperal. Ignaz podían esas influencias haber infestado durante años la División
Semmelweis, un médico de origen húngaro, realizó esos trabajos Primera y haber respetado la Segunda? Y ¿cómo podía hacerse
entre 1844 y 1849 en el Hospital General de Viena. Como compatible esta concepción con el hecho de que mientras la
miembro del equipo médico de la Primera División de Maternidad fiebre asolaba el hospital, apenas se producía caso alguno en la
del hospital, Semmelweis se sentía angustiado al ver que una gran ciudad de Viena o sus alrededores? Una epidemia de verdad,
proporción de las mujeres que habían dado a luz en esa división como el cólera, no sería tan selectiva. Finalmente, Semmelweis
contraía una seria y con frecuencia fatal enfermedad conocida señala que algunas de las mujeres internadas en la División
como fiebre puerperal o fiebre de postparto. En 1844, hasta 260, Primera que vivían lejos del hospital se habían visto sorprendidas
de un total de 3.157 madres de la División Primera -un 8,2 %- por los dolores de parto cuando iban de camino, y habían dado a
murieron de esa enfermedad; en 1845, el índice de muertes era luz en la calle; sin embargo, a pesar de estas condiciones
del 6,8 %, y en 1846, del 11,4. Estas cifras eran sumamente adversas, el porcentaje de muertes por fiebre puerperal entre
alarmantes, porque en la adyacente Segunda División de estos casos de «parto callejero» era más bajo que el de la División
Maternidad del mismo hospital, en la que se hallaban instaladas Primera.
casi tantas mujeres como en la Primera, el porcentaje de muertes Según otra opinión, una causa de mortandad en la División
por fiebre puerperal era mucho más bajo: 2,3, 2,0 y 2,7 en los Primera era el hacinamiento. Pero Semmelweis señala que de
mismos años. En un libro que escribió más tarde sobre las causas hecho el hacinamiento era mayor en la División Segunda, en parte
y la prevención de la fiebre puerperal, Semmelweis relata sus como consecuencia de los esfuerzos desesperados de las
esfuerzos por resolver este terrible rompecabezas. Semmelweis pacientes para evitar que las ingresaran en la tristemente célebre
empezó por examinar varias explicaciones del fenómeno División Primera. Semmelweis descartó asimismo dos conjeturas
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similares haciendo notar que no había diferencias entre las dos directo a la enfermería. Semmelweis decidió someter a prueba
divisiones en lo que se refería a la dieta y al cuidado general de las esta suposición. Convenció al sacerdote de que debía dar un
pacientes. rodeo y suprimir el toque de campanilla para conseguir que
En 1846, una comisión designada para investigar el asunto llegara a la habitación de la enferma en silencio y sin ser
atribuyó la frecuencia de la enfermedad en la División Primera a observado. Pero la mortalidad no decreció en la División Primera.
las lesiones producidas por los reconocimientos poco cuidadosos A Semmelweis se le ocurrió una nueva idea: las mujeres, en la
a que sometían a las pacientes los estudiantes de medicina, todos División Primera, yacían de espaldas; en la Segunda, de lado.
los cuales realizaban sus prácticas de obstetricia en esta División. Aunque esta circunstancia le parecía irrelevante, decidió,
Semmelweis señala, para refutar esta opinión, que (a) las lesiones aferrándose a un clavo ardiendo, probar a ver si la diferencia de
producidas naturalmente en el proceso del parto son mucho posición resultaba significativa. Hizo, pues, que las mujeres
mayores que las que pudiera producir un examen poco internadas en la División Primera se acostaran de lado, pero, una
cuidadoso; (b) las comadronas que recibían enseñanzas en la vez más, la mortalidad continuó.
División Segunda reconocían a sus pacientes de modo muy Finalmente, en 1847, la casualidad dio a Semmelweis la clave para
análogo, sin por ello producir los mismos efectos; (c) cuando, la solución del problema. Un colega suyo, Kolletschka, recibió una
respondiendo al informe de la comisión, se redujo a la mitad el herida penetrante en un dedo, producida por el escalpelo de un
número de estudiantes y se restringió al mínimo el estudiante con el que estaba realizando una autopsia, y murió
reconocimiento de las mujeres por parte de ellos, la mortalidad, después de una agonía durante la cual mostró los mismos
después de un breve descenso, alcanzó sus cotas más altas. síntomas que Semmelweis había observado en las víctimas de la
Se acudió a varias explicaciones psicológicas. Una de ellas hacía fiebre puerperal. Aunque por esa época no se había descubierto
notar que la División Primera estaba organizada de tal modo que todavía el papel de los microorganismos en ese tipo de
un sacerdote que portaba los últimos auxilios a una moribunda infecciones, Semmelweis comprendió que la «materia
tenía que pasar por cinco salas antes de llegar a la enfermería: se cadavérica» que el escalpelo del estudiante había introducido en
sostenía que la aparición del sacerdote, precedido por un acólito la corriente sanguínea de Kolletschka había sido la causa de la
que hacía sonar una campanilla, producía un efecto terrorífico y fatal enfermedad de su colega, y las semejanzas entre el curso de
debilitante en las pacientes de las salas y las hacía así más la dolencia de Kolletschka y el de las mujeres de su clínica llevó a
propicias a contraer la fiebre puerperal. En la División Segunda no Semmelweis a la conclusión de que sus pacientes habían muerto
se daba este factor adverso, porque el sacerdote tenía acceso por un envenenamiento de la sangre del mismo tipo: él, sus
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colegas y los estudiantes de medicina habían sido los portadores recién nacidos que habían contraído la fiebre puerperal fueran
de la materia infecciosa, porque él y su equipo solían llegar a las hijos, de madres que habían contraído la enfermedad durante el
salas inmediatamente después de realizar disecciones en la sala parto; porque en ese caso la infección se le podía transmitir al
de autopsias, y reconocían a las parturientas después de haberse niño antes de su nacimiento, a través de la corriente sanguínea
lavado las manos sólo de un modo superficial, de modo que éstas común de madre e hijo, lo cual, en cambio, resultaba imposible
conservaban a menudo un característico olor a suciedad. cuando la madre estaba sana.
Una vez más, Semmelweis puso a prueba esta posibilidad. Posteriores experiencias clínicas llevaron pronto a Semmelweis a
Argumentaba él que si la suposición fuera correcta, entonces se ampliar su hipótesis. En una ocasión, por ejemplo, él y sus
podría prevenir la fiebre puerperal destruyendo químicamente el colaboradores, después de haberse desinfectado cuidadosamente
material infeccioso adherido a las manos. Dictó, por tanto, una las manos, examinaron primero a una parturienta aquejada de
orden por la que se exigía a todos los estudiantes de medicina que cáncer cervical ulcerado; procedieron luego a examinar a otras
se lavaran las manos con una solución de cal clorurada antes de doce mujeres de la misma sala, después de un lavado rutinario,
reconocer a ninguna enferma. La mortalidad puerperal comenzó a sin desinfectarse de nuevo. Once de las doce pacientes murieron
decrecer, y en el año 1848 descendió hasta el 1,27 % en la de fiebre puerperal. Semmelweis llegó a la conclusión de que la
División Primera, frente al 1,33 de la Segunda. fiebre puerperal podía ser producida no sólo por materia
En apoyo de su idea, o, como también diremos, de su hipótesis, cadavérica, sino también por «materia pútrida procedente de
Semmelweis hace notar además que con ella se explica el hecho organismos vivos».
de que la mortalidad en la División Segunda fuera mucho más
baja: en ésta las pacientes estaban atendidas por comadronas, en
cuya preparación no estaban incluidas las prácticas de anatomía
mediante la disección de cadáveres.
La hipótesis explicaba también el hecho de que la mortalidad
fuera menor entre los casos de «parto callejero»: a las mujeres
que llegaban con el niño en brazos casi nunca se las sometía a
reconocimiento después de su ingreso, y de este modo tenían
mayores posibilidades de escapar a la infección.
Asimismo, la hipótesis daba cuenta del hecho de que todos los