Historia Como Disciplina Académica
Historia Como Disciplina Académica
Historia Como Disciplina Académica
En la enseñanza media de la mayor parte de los países, los programas de historia se diseñaron
como parte esencial del currículo. En especial la agregación de historia presente en los lycées
franceses desde 1830 adquirió con el tiempo un prestigio social incomparable con los cargos
similares en otros sistemas educativos y que caracterizó el elitismo de la escuela laica republicana
hasta finales del siglo XX.
El Premio Nacional de Historia (de Chile —bianual, a una personalidad— y de España —a una obra
publicada cada año—) y el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (a una personalidad del
ámbito de la historia, la geografía u otras ciencias sociales) son los más altos reconocimientos de la
investigación histórica en el ámbito hispanohablante, mientras que en el ámbito anglosajón existe
una de las versiones del Premio Pulitzer. El Premio Nobel de Literatura, que puede recaer en
historiadores, solo lo hizo en dos ocasiones (Theodor Mommsen, en 1902, y Winston Churchill, en
1953). Desde una perspectiva más propia de la consideración actual de la historia como una
ciencia social, el Premio Nobel de economía fue concedido a Robert Fogel y Douglass North en
1993. Por otra parte, el Premio Pfizer de la History of Science Society se estableció en 1958. El
premio consiste en una medalla y una cantidad en metálico. Este premio se otorga en
reconocimiento a un libro extraordinario sobre la historia de la ciencia. Cada año, un centenar de
autores compiten por este premio, que es considerado el más importante para libros de historia
de la ciencia.21