La Corrocion en El Aluminio
La Corrocion en El Aluminio
La Corrocion en El Aluminio
Los más conocidos son las alteraciones químicas de los metales a causa del aire,
como la herrumbre del hierro y el acero o la formación de patina verde en el cobre
y sus aleaciones (bronce, latón).
Sin embargo, la corrosión es un fenómeno mucho más amplio que afecta a todos
los materiales (metales, cerámicas, polímeros...) y todos los ambientes (medios
acuosos, atmósfera, alta temperatura...).
General o Uniforme
Metales Líquidos
La corrosión con metales líquidos corresponde a una degradación de los metales
en presencia de ciertos metales líquidos como el Zinc, Mercurio, Cadmio, etc.
Ejemplos del ataque por metal líquido incluyen a las Disoluciones Químicas,
Aleaciones Metal-a-Metal (por ej., el amalgamamiento) y otras formas.
Altas Temperaturas
Algunos metales expuestos a gases oxidantes en condiciones de muy altas
temperaturas pueden reaccionar directamente con ellos sin la necesaria presencia
de un electrolito. Este tipo de corrosión es conocida como Empañamiento,
Encamamiento o Corrosión por Altas Temperaturas.
Generalmente esta clase de corrosión depende directamente de la temperatura.
Actúa de la siguiente manera: al estar expuesto el metal al gas oxidante, se forma
una pequeña capa sobre el metal, producto de la combinación entre el metal y el
gas en esas condiciones de temperatura. Esta capa o “empañamiento” actúa
como un electrolito “sólido”, el que permite que se produzca la corrosión de la
pieza metálica mediante el movimiento iónico en la superficie.
Algunas maneras de evitar esta clase de corrosión son las siguientes:
Alta estabilidad termodinámica, para generar en lo posible otros productos
para reacciones distintas.
Baja Presión de Vapor, de forma tal que los productos generados sean
sólidos y no gases que se mezclen con el ambiente.
La corrosión por Altas Temperaturas puede incluir otros tipos de corrosión, como
la Oxidación, la Sulfatación, la carburización, los Efectos del Hidrógeno, etc.
Localizada
Selección de materiales
Recubrimientos metálicos
Los recubrimientos se aplican mediante capas finas que separen el ambiente
corrosivo del metal, es decir que puedan servir como ánodos sacrificables que
puedan ser corroídos en lugar del metal subyacente. Los galvanizados son un
buen ejemplo de este caso. Un recubrimiento continuo de zinc y estaño aísla el
acero respecto al electrolito. A veces se presentan fallas con estos metales,
cuando el riesgo de corrosión es muy elevado se recomienda hacer un
recubrimiento con Alclad.
El Alclad es un producto forjado, compuesto formado por un núcleo de una
aleación de aluminio y que tiene en una o dos superficies un recubrimiento de
aluminio o aleación de aluminio que es anódico al núcleo y por lo tanto protege
electroquímicamente al núcleo contra la corrosión.
Recubrimientos inorgánicos
En algunos casos es necesario hacer recubrimientos con material inorgánico, los
más usados son el vidrio y los cerámicos, estos recubrimientos proporcionan
acabados tersos y duraderos. Aunque si se expone un pequeño lugar anódico se
experimenta una corrosión rápida pero fácil de localizar.
Recubrimientos orgánicos
El uso de pinturas, lacas, barnices y muchos materiales orgánicos poliméricos han
dado muy buen resultado como protección contra la corrosión. Estos materiales
proveen barreras finas tenaces y duraderas para proteger el sustrato metálico de
medios corrosivos. El uso de capas orgánicas protege más el metal de la corrosión
que muchos otros métodos. Aunque debe escogerse muy bien, ya que hay
procesos que incluyen tratamientos con alcoholes que en algún momento pueden
disolver los materiales orgánicos.
Diseño
Tipos de corrosión
Esta capa de alúmina tiene la propiedad de que posee una temperatura de fusión
muy elevada, de unos 2050ºC, en comparación con los 660ºC del aluminio. Esta
temperatura tan elevada de la alúmina va a ser un grave inconveniente para la
obtención de soldaduras correctas, y que se solucionará limpiando la superficie de
la pieza inmediatamente antes de soldar con cepillos de alambre de acero
inoxidable.
Cada una de estas células consta de una zona positiva o ánodo que libera
electrones y otra negativa o cátodo. Los electrones, que son partículas con carga
negativa, fluyen del ánodo al cátodo. La pérdida de electrones por parte del ánodo
convierte a algunos átomos del mismo en iones con carga positiva o cationes, los
cuales pasan al electrolito y en él reaccionan con otros iones de carga negativa o
aniones. Esta reacción entre el ánodo y el electrolito provoca la desintegración o
corrosión del metal anódico, mientras que en el metal catódico no se produce
corrosión.
El metal que hace de ánodo se corroe de forma que protege al metal catódico. La
descomposición es mayor cuanto más distanciados estén los metales en la serie
de los metales. La corrosión por contacto del aluminio lleva a un deterioro rápido
de las piezas, especialmente de aquellas que poseen poco espesor en la zona de
contacto.
Igualmente, los adhesivos, tanto de lunas como estructurales, deben mostrar una
resistencia de paso específica y no deben ser conductores de la electricidad ya
que de lo contrario se corre el riesgo de provocar corrosión de contacto por su
capacidad conductora.