Poesia Mística
Poesia Mística
Poesia Mística
1
Abbé Jean Vilnet, Bible et Mystique chez Saint lean de la Croix, París,
1949, 17-39.
2
Michael Masón, "The God oí Wrath and the Mysterium tremendum", Love
and Violence. Londres, 1954, 238.
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Und meine Seele ist ein Weib vor dir Y m» alma es una mujer en tu presencia
Und kommt zu dir, wenn alies um dich Y a ti se aproxima cuando todo reposa
ruht en el dintorno
Und meine Seele schláft dann bis es Y mi alma se adormece hasta la ma-
tagt ñaña
Zu deinen FUssen, warm von deinem A tus pies calentada por tu sangre
Blut
Und ist ein Weib vor dir. Und ist wie Y es mujer en tu presencia'. Y es como
Ruth. 3 Ruth.»
3
Rainer María Rilke, "Das Stundenbuch", Sámtliche Werke, Vol. 4, Inselver-
lag, s. d., y Libro de Horas, traducción de Marcos Fingerit, La Plata, 1942, 112.
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4
Mircea Eliade, "Le Symbolisme des ténébres dans les religions archaiques",
Polaríté du symbole, París, 1960, 15-28.
5
Lucien-Marie de St. Joseph, O. C. D., "Expérience mystique et expression
symbolique chez St Jean de la Croix", Polarité et symbole, París, 1960, 32.
21
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También Raimundo Lulio dice: "Les carreres per les quals l'amic encerca
son amat son llongues, carreres perilloses, poblades de consideracions, de
sospirs e de plors e enluminades d'amors" (Llibre d'Amic e Amat, ed. Mar-
gal Olivar, Barcelona, "Els nostres clássics", 1927, p. 26).
En efecto, la novia va por una vía invisible a un lugar muy alto, "tan
alto, tan alto", donde, como un halcón, "dio a la caza alcance"; tan alto
por cierto que una brisa pentecostal que abanica y alivia el amor de los
novios sopla desde los altos cedros (Noche, estrofa 6), y a través de las
almenas de una torre (Noche, estrofa 7), situada tan alto, cerca de "las
majadas del otero" (Cántico, estrofa 2) que los que aparecen como pastores
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más bien semejan ángeles (Cántico, estrofa 2), y a donde la novia, efecti-
vamente, llega en un vuelo extático (Cántico, estrofa 13). Este supremo es-
fuerzo amoroso anonada al igualmente herido novio que adolece de amor
y que sólo la sometió a prueba a fin de aceptarla como su igual y para
siempre. Se encuentran extáticamente en el "más allá" y sin embargo, en
esta vida. La novia en este ambiente transfigurado de gracia, por lo tanto,
entona su bien conocido epitalamio en un dichoso balbuceo sin ningún
lógico vínculo de ecuación:
III. La Paradoja.
Para evitar que este excelso simbolismo jamás decaiga a la región del
amor mundano, ha sido envuelto en una red de obstáculos paradójicos. Gra-
cias a éstos, lo concreto no se puede mover libremente, sino sólo escapar
hacia lo espiritual. Por ejemplo, la novia abandona su casa por una esca-
lera secreta por la cual a la vez se asciende a la perfección y se desciende
a la humildad; sale disfrazada, ya que la embellecedora, es decir, santifi-
cadora, agraciada mirada del Esposo (Cántico, estrofa 24) ha trocado su
imperfecto color moreno en hermosura (Cántico, estrofa 25). Un soplo de
aire con manos para palpar la novia hasta el éxtasis no puede ser sino
Dios (Noche, estrofa 7), a quien ella se abraza al mismo tiempo. La misma
situación paradójica obtiene para el esposo que como madre da su pecho
a la novia (Cántico, estrofa 19), y que como ciervo herido a su vez hiere
a su esposa cazadora (Cántico, estrofa 1), y cura su propia herida de amor
en el aire movido por el alto vuelo de su amada paloma (Cántico, estro-
fa 13).
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HELMUT HATZFELD
6
Dámaso Alonso, Poesía española. Ensayo de métodos y límites estilísticos,
Madrid, 1950, 294-311.
7
Emilio Orozco, Poesía y mística, Madrid, 1959, 47-53; 180-226.
8
Mario Giordano, "Elemento cultúrale e creativita nella elaborazione téc-
nica del linguaggio poético tassesco", Filología Romanza, 7 (1960), 85-118.