Sinzheimer 1.

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HUGO SINZHEIMER

CRISIS ECONÓMICA
Y DERECHO
DEL TRABAJO
CINCO ESTUDIOS SOBRE
LA PROBLEMÁTICA HUMANA
Y CONCEPTUAL
DEL DERECHO DEL TRABAJO

— i

INSTITUTO DE ESTUDIOS
LABORALES
Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
FELIPE VÁZQUEZ MATEO, Doctor
en Derecho, es actualmente Jefe de la
Inspección de Trabajo de Asturias. Du-
rante varios años ha estado encargado
de la Cátedra de Derecho del Trabajo de
la Universidad de Oviedo, habiendo sido
Funcionario Internacional en Ginebra y
Agregado Laboral a la Embajada de Es-
paña en Bonn.
Cuenta con numerosas publicaciones,
"Las empresas de Trabajo Temporal en
Europa" (ÍES), "Derecho individual ale-
mán del Trabajo", "Introducción al De-
recho Migratorio", etc.
Es Miembro de número de la Asocia-
ción Española de Derecho del Trabajo.

Destacar la actualidad de Sinzheimer


al afrontar los problemas del Derecho
del Trabajo, íntimamente relacionados
con la economía, y dar a conocer a un
público no especializado las ideas so-
cialdemócratas del jurista alemán, cons-
tituyen el objetivo fundamental de esta
obra.
En una breve introducción, el autor
ha procurado recoger las preocupacio-
nes del laboralista germano en torno al
hombre trabajador en un ambiente eco-
nómico adverso, preocupaciones íntima-
mente unidas a su deseo de renovar el
Derecho del Trabajo, liberándole del
"pancivilismo" en que está inmerso, que
impide su adecuada aplicación a los sis-
temas de relaciones industriales mo-
dernos.
El objetivo fundamental de esta obra,
que recoge cinco estudios de Hugo Sinz-
heimer sobre los problemas del Derecho
del Trabajo, íntimamente relacionados
con los problemas económicos, es desta-
car la actualidad del pensamiento del
autor y asimismo dar a conocer a los
lectores no especializados las ideas so-
cialdemócratas del jurista alemán.
Los estudios que se ofrecen en este
volumen son los siguientes: "El perfec-
cionamiento del Derecho del Trabajo"
(1922), "La esencia del Derecho del
Trabajo" (1927), "El hombre en el De-
recho del Trabajo" (1930), "La crisis
del Derecho del Trabajo" (1933) y "El
problema del hombre en el Derecho"
(1933).
En la introducción a estos estudios,
VÁZQUEZ MATEO expone las preocu-
paciones del laboralista germano sobre
el hombre trabajador que vive en una si-
tuación económica adversa y su deseo
de renovar el Derecho del Trabajo, libe-
rándole del "pancivilismo" que impide
su adecuada aplicación en los sistemas
industriales modernos.

O
SERVICIO DE PUBLICACIONES
MINISTERIO DE TRABAJO
Y SEGURIDAD SOCIAL
n i3o

INSTITUTO DE ESTUDIOS LABORALES


Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
COLECCIÓN ESTUDIOS E INVESTIGACIONES

HUGO SINZHEIMER

CRISIS ECONÓMICA
Y DERECHO
DEL TRABAJO
Cinco estudios sobre la problemática humana y conceptual
del Derecho del Trabajo

Estudio preliminar y traducción


FELIPE VÁZQUEZ MATEO
Doctor en Derecho,
Jefe de la Inspección de Trabajo de Asturias

Primera edición, diciembre 1984

Publica:
Instituto de Estudios Laborales y de la Seguridad Social
Edita y distribuye:
Servicio de Publicaciones
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Lope de Vega, 38. 28014 Madrid
I.S.B.N.: 84-7434-255-4 SERVICIO DE PUBLICACIONES
Depósito legal: M. 43.346-1984 MINISTERIO DE TRABAJO
Imprime: Fareso, S. A. Paseo de la Dirección, 5. 28039 Madrid Y SEGURIDAD SOCIAL
A mi querido amigo y maestro,
Jaime Montalvo Correa.
SUMARIO

Págs.

INTRODUCCIÓN. El hombre y el Derecho del Trabajo en Hugo


Sinzheimer 13
EL PERFECCIONAMIENTO DEL DERECHO DEL TRABAJO
(1922) : 45
I. Derecho unitario 48
II. Derecho del Trabajo autónomo 55
III. El Derecho Social del Trabajo 61
LA ESENCIA DEL DERECHO DEL TRABAJO (1927) 67
EL HOMBRE EN EL DERECHO DEL TRABAJO (1930) 79
LA CRISIS DEL DERECHO DEL TRABAJO (1933) 87
EL PROBLEMA DEL HOMBRE EN EL DERECHO (1933) 101
HUGO SINZHEIMER 129
BIBLIOGRAFÍA 129
I

INTRODUCCIÓN
EL HOMBRE Y EL DERECHO DEL TRABAJO,
EN HUGO SINZHEIMER

La lectura de cinco estudios escritos por Hugo Sinzhei-


mer, entre los años 1922 y 1933 (El perfeccionamiento del De-
recho del Trabajo, 1922; La esencia del Derecho del Trabajo,
1927; El hombre en el Derecho del Trabajo, 1930; La crisis del
Derecho del Trabajo, 1933, y El problema del hombre en el
Derecho, 1933), no puede menos de resultar, a la vez, aleccio-
nadora y desalentadora. Aleccionadora, porque se descubre
en ellos un caudal de ideas totalmente actuales —y sin duda
más realistas que las de gran parte de la vigente doctrina
laboralista— que nos confirman, una vez más, que en éste,
como en otros muchos ámbitos de la ciencia jurídica, muchas
aparentes novedades son profundamente viejas, con lo que el
jurista puede someterse a una profunda cura de humildad:
"My confession is one of humility", decía Otto Kahn
Freund, ferviente admirador de Sinzheimer. Y desalentado-
ra, porque, a través de las precisas, sistemáticas y a veces
reiterativas exposiciones del autor, hechas en momentos en
que la situación económica de Alemania era muy semejante a
la de los actuales países europeos azotados por la crisis eco-
nómica, se llega a pensar —y a veces a creer absolutamen-
te— en la posible ineficacia del actual Derecho del Trabajo,
14 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 15

en una sociedad donde el eje central de todas las institucio- Y es que realmente la concepción que el Derecho tenga
nes es lo económico, que se identifica exclusivamente con lo del hombre es siempre decisiva y, por ello, en Das Weltbild
material, pese a que, como señalaba Sinzheimer en 1938, en des bürgerlichen Rechts (1932) y en Das Problem des Menschen
Das Transformationsproblem in der Soziologie des Rechts, "lo im Recht (1933) se abordan las tres cuestiones que deben
económico no es sólo 'material'. Lo económico tiene siempre plantearse y responderse al enfrentarse con el tema central
algo de espiritual". de la relación del hombre y el Derecho, y muy concretamen-
Reflexionar sobre las ideas que consideramos más funda- te, en este caso, el Derecho Civil:
mentales de estos cinco estudios de Sinzheimer, ideas que a) cómo un Derecho comprende al hombre;
persisten en el resto de su obra —Der Hintengrund des Ar- b) en qué relación se halla este hombre respecto al
beitsrechts, 1935; Eine Theorie des sozialen Rechts, 1936, mundo exterior;
etcétera—, es lo que en forma muy breve pretendemos hacer c) sí y cómo un Derecho asegura la existencia del hom-
ahora y tal reflexión se apoyará, junto a los escritos de Sinz- bre, es decir, su existencia material.
heimer, en una serie de textos recientes, relativamente, que,
A la primera pregunta, Sinzheimer responde diciendo que
de una u otra manera, comparten también esta mezcla de
la concepción jurídico-civil del hombre está determinada por
entusiasmo y desilusión en torno al Derecho del Trabajo,
su lógico aislamiento. No se refiere al hombre real, sino al
aunque quizá de modo distinto, es decir, menos positivo y
hombre abstracto, que viene dado por la razón, no por la
esperanzador que los del propio Hugo Sinzheimer.
experiencia.
Debe subrayarse que Sinzheimer se enfrenta con un Precisa, respecto a la segunda cuestión, que la propiedad
tema que curiosamente se pasa por alto en muchos casos por privada es el instituto jurídico, que proporciona el metabo-
la doctrina, más preocupada de exponer y comentar las insti- lismo entre hombre y Naturaleza, y al contestar a la tercera
tuciones que el verdadero centro de la cuestión: nos referi- se hace referencia al hecho de que el Derecho Civil prescin-
mos al concepto del Derecho del Trabajo. de de la existencia humana. La existencia material del hom-
bre se excluye en el Derecho Civil. El Derecho Civil carece
Cuatro puntos esenciales destacan claramente en los es- de un principio de configuración real. Asegura sólo la liber-
tudios cuya traducción ofrecemos a continuación, que pode- tad ideal del hombre abstracto, lo "formal del libre albe-
mos resumir en la forma siguiente: drío", no el "misterio del libre albedrío".
i l.Q En primer lugar, se considera que el valor que atri- "En un principio, el hombre era solamente una cosa. El
buye al hombre el Derecho del Trabajo es completamente esclavo no era más que un valioso ganado de su dueño: el
; diferente y superior al valor que atribuye a la persona el 'contrato de trabajo libre' le hizo persona." La persona es un
i Derecho Civil. Lo que pretende el Derecho del Trabajo es ser abstracto, tan abstracto que todos los hombres son igua-
¡ "hacer de la persona, hombre". La pura exaltación de la les, porque se prescinde de su especial situación social. El
i igualdad de todos los hombres es un auténtico mito, que paso de la cosa a la persona fue un extraordinario avance en
; olvida, o no quiere expresamente ver, su situación social, con la historia jurídica de la humanidad. Todos los hombres se
| lo que en realidad el desequilibrio se acrecienta y sólo un hicieron iguales. Todos iban a ser jurídicamente capaces de
I Derecho del Trabajo, liberado de esa posición civilista, po- todo. Todos los hombres podrían tener los mismos derechos.
\ dría eliminar o, en el peor de los casos, reducir. El mundo estaba jurídicamente abierto a todos los hombres.
16 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 17

¡Pero, desafortunadamente, persistía el orden social y aquí es "una herramienta del Derecho Civil, de quien toma
donde aparece el gran vacío que ha dejado la elevación del su orientación fundamental" (La crisis del Derecho del
hombre, del mundo de las cosas al mundo de las personas, Trabajo),
donde dominan no espíritus, sino hombres de carne y hueso!
pero no lo debe ser, si se quiere hace de la persona, hombre 2 .
El orden social es algo muy distinto del orden jurídico. El
orden social nos coloca ante el dominio y distribución de los A la existencia de este "pancivilismo" hizo también refe-
bienes. Y en este terreno, los hombres ya no son iguales, sino rencia Lotmar 3 , sin que haya sido superado, ni mucho me-
desiguales... nos aún, como algún sector doctrinal nos lo pone de mani-
fiesto hoy malhumoradamente: "No hay Derecho del Traba-
"El Derecho del Trabajo quiere llenar aquel va- jo, hay un derecho burgués que se ajusta al trabajo y
cío que existe entre el hombre y la persona, implan- punto" 4 . Tal "pancivilismo", en una versión más bondadosa
tar el orden social en medio del orden jurídico, dar a y al plantearse la posibilidad que hay de una amplia exten-
la nueva época social su Derecho" (La esencia del sión y profundización del Derecho del Trabajo, se pensó po-
Derecho del Trabajo)l. dría originar un "futuro Derecho Civil totalmente remoza-
do" 5 o "un nuevo Derecho Civil" 6 , pero en definitiva un
En forma aún más rotunda se expresa Sinzheimer en Der
Wandel im Weltbild des Juristen (1928), cuando destaca la 2
gran diferencia entre capacidad jurídica y capacidad de exis- En el mismo sentido se pronuncia Sinzheimer en Das problem des
Menseben im Recht, 1933.
tencia: "El nuevo Derecho quiere asegurar la capacidad de 3
Der Arbeitsvetrag nach Privatrecht des Deustches Reiches, págs. 1902
existencia, aunque no se posea ninguna propiedad". y siguientes.
4
EDELMAN: La legalisation de la clase ouvriére, pág. 12, Ch. Bor-
Tras estas palabras que destacan los diferentes conceptos geois, Editeur.
5
de hombre y persona, se esconde el tema profundamente po- HERNÁNDEZ GIL: El concepto de Derecho Civil, págs. 140 y ss.
6
D'ORS: Presupuestos críticos para el estudio del Derecho Romano, Sa-
lémico de las relaciones entre Derecho Civil y Derecho del lamanca, 1943, págs. 18 y ss. En la doctrina laboralista, el "pancivilismo"
Trabajo. El Derecho del Trabajo sigue siendo ha dominado también durante cierto tiempo. Resulta interesante ver la
versión inicial de uno de nuestros más brillantes laboralistas: "Pues en
efecto —dice el profesor Borrajo, en "Presupuestos críticos para el estu-
dio del Derecho del Trabajo", Cuadernos de Pol. Soc, núm. 33, 1957—
1
Puede compararse con algunos trabajos actuales, entre otros: POU- admitido como dogma incuestionable que el Derecho Civil se ocupa de los
LAIN, G.: "Les consequences de l'inegalité sur la situation juridique des derechos de la persona, todo lo que haga referencia al hombre y tal es el
travailleurs", Droit Social, diciembre 1981, págs. 754 y ss. trabajador, en situación jurídica, cae bajo el análisis de la ciencia civilista.
Por el año 1927 se habló de "proyectar ficticiamente al individuo O de un modo más calmo, si el Derecho Civil se ocupa, entre otras cosas,
fuera del medio social" (MORIN: La révolte des faits contre le Code Civil, de los contratos entre personas privadas, y admitimos que trabajadores y
pág. 10) y Josserand (De Vesprit des droits et de leur relativité, pág. 7, empresarios... son personas jurídicas privadas, sus acuerdos y convenios
Dalloz, 1939) decía a este propósito: "En la realidad no es en tanto que son, sin duda alguna, de la incumbencia del Derecho Civil. Es evidente".
individuo, como el hombre interesa al legislador, a los poderes públicos y El mismo autor, en 1981 ("Nuevas normas laborales", Rev. Der. Priv.,
al jurista, sino más bien como unidad social; no es en espacios interpla- página XIX), ha dicho: "El Derecho del Trabajo, como cualquier otra
netarios donde hace valer y realiza sus derechos, sino en un medio social rama singular del Derecho, tan sólo se legitima si sirve en plenitud al
en que él constituye una de sus innumerables células, la más frágil y la hombre, y distinguir entre la 'condición humana' y i a condición laboral'
más ínfima..." Es curioso observar la dicción coincidente, para apuntar es el primer apunte para la degradación del trabajador por la vía de la
en el fondo la misma idea: el jurista francés se refiere a "les espaces ley". Tal afirmación parece indicar un significativo cambio de pensa-
interplanetaires" y Sinzheimer a: "in der Luft des Geistes". miento del autor.
18 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 19

Derecho Civil, donde habrá de seguirse partiendo, a todos pertenencia a una clase determinada, para quien no
los efectos, del concepto de persona y no de hombre. Cual- puede valer sólo una ordenación abstracta de la vo-
quiera de las dos posiciones constituyen, a juicio de Sinzhei- luntad, sino que tiene que darse un especial ordena-
mer, : miento del existir que una sus consecuencias jurídi-
cas, no a la voluntad, sino a la situación en que el
"un peligro, pues las fuerzas explosivas acumuladas hombre se encuentra" (La crisis del Derecho del
en el Derecho del Trabajo presionan hacia una direc- Trabajo).
ción totalmente distinta de las del fortalecimiento del
Derecho Civil y sus instituciones fundamentales" El Derecho del Trabajo, en una palabra, es el encargado
(La crisis del Derecho del Trabajo). y/ de compensar —o al menos equilibrar— la desventajosa si-
tuación del hombre:
Ello nos pone de manifiesto, hoy como ayer, el escaso
éxito del llamado "autonomismo anticivilista", que se consi- "El desenmascaramiento de la 'persona' era el
dera como un simple sueño de enfermo: "Es una ingenuidad deseo profundo de Sinzheimer. La técnica de la so-
creer que un subconjunto normativo pueda existir y funcio- ciedad burguesa y su Derecho es el encubrimiento de
nar como un islote de derecho 'obrero', en el seno de un los hechos y de los factores sociales de existencia, por
conjunto de derecho burgués" 7. Hay quien en este sentido medio de abstracciones: propiedad, contrato, per-
se ha hecho una pregunta comprometida: "¿Surgido inesta- sona" 8.
blemente de las luchas obreras, el Derecho del Trabajo es un Un Derecho del Trabajo, sostenido hasta la fecha por
'contra-derecho' en la sociedad capitalista o es una parte in- unos principios que rigen el Derecho Civil, bien extraños a
tegrante del orden jurídico 'burgués'?" 7 bis. los de aquella disciplina, llena de sentido social, no puede
Para Sinzheimer, sin embargo, la auténtica autonomía producir los resultados que en muchos casos esperamos de
del Derecho del Trabajo y su liberación del Derecho Civil es él. La idea está tan arraigada que se ha dicho que "no hay
absolutamente necesaria para una valoración social del hom- que sorprenderse de que en un régimen capitalista los con-
bre, sin la cual aquella disciplina sólo podrá tener una escasa ceptos de base del Derecho del Trabajo sean de alguna forma
eficacia: exteriores a él" 9 , pues la realidad es que no se ha producido
aún de forma sensible la liberación del Derecho Civil, si bien
"El Derecho Civil parte de la libertad del hom- no deja de existir quien piense que el "pancivilismo" dismi-
bre abstracto y reconduce la regulación de las rela- nuye y que el Derecho Civil, en este momento, "ya no es la
ciones del existir humano a la voluntad humana. Por carrocería del Derecho del Trabajo, sino la rueda de repues-
el contrario, el Derecho del Trabajo parte de la de- to, que deberá utilizarse en la hipótesis, cada vez más rara,
pendencia del hombre concreto, determinada por su de un fallo del Derecho Social..." 10.
7 8
JEAMMEAUD, F.: "Les fonctions du Droit du Travail", pág. 239 de O T T O KHAN FREUND. Pág. 30 del prólogo a la obra ya citada:
le Droit capitaliste du Travail, Collin, F., y otros autores. Presses Uni- Arbeitsrecht und Rechtssoziologie...
9
versitaires de Grenoble. LYON-CAEN, G.: " D U role des principes generaux de Droit Civil",
?bis en Droit du Travail. Rev. Tri. Dr. Civ., núm. 2, 1974, págs. 16 y ss.
sS SUPIOT, A.: "Le juge et la Droit du Travail", Dr. Soc, mayo 10
1980, pág. 59 (número especial), y JEAMMEAUD, A.: "Propositions pour BONBLED, J.: La notion de Droit Social, pág. 120. OLLIER, en su
une compréhensión materialiste du Droit du Travail", pág. 337, Dr. Soc, obra Le Droit du Travail", A. Colin, pág. 42, se expresa en forma muy
noviembre 1978. precisa: "El recurso a las categorías de Derecho Civil es, a veces, favora-
20 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 21

Precisamente fijando los hitos para la "liberación" del Las consecuencias de adoptar una postura u otra son de-
pancivilismo y ante este contexto, Sinzheimer observa la in- cisivas para la aplicación del Derecho del Trabajo y, en for-
congruencia de que el Derecho del Trabajo sea considerado ma muy clara, se ha puesto de manifiesto la situación en que
como una parte del Derecho de obligaciones, y señala: el juzgador se puede encontrar ante tal doble elección: "El
juez se encuentra situado ante la alternativa siguiente: bien
"La relación que liga al trabajador con su empre- considerar al trabajador como un contratante ordinario, deu-
sario no es sólo una pura relación obligacional. No dor de trabajo y acreedor de salarios, y situar así el Derecho
\S pertenece al Derecho de obligaciones. Es, ante todo, del Trabajo sobre el terreno del Derecho de obligaciones, o
una relación de poder. Pertenece al Derecho de las bien partir, por el contrario, de que el trabajador es objeto
personas" (La esencia del Derecho del Trabajo). de la relación de trabajo y colocar el Derecho del Trabajo
Y realmente se llega a pensar que sólo admitiendo esta sobre el terreno del Derecho de las personas".
vieja tesis de Sinzheimer puede llegar el Derecho del Traba-
jo a liberarse de lo que hoy se ha calificado de "incoheren- "Según se siga una u otra premisa, se llega a silogismos
cias formales del Derecho del Trabajo" (Supiot). Es real- judiciales muy diferentes y es posible bosquejar los grandes
mente sorprendente observar cómo la más reciente doctrina trazos de un Derecho del Trabajo que estaría apegado al De-
laboralista europea vuelve a los caminos trazados por el ju- recho de las personas más que al Derecho de obligaciones"
rista alemán: "El Derecho del Trabajo tiende a organizar un (Supiot, en obra citada, pág. 61) l o a .
'poder privado', es decir, el poder de una persona privada
sobre otra. Aparece aquí una primera fuente de dificultades 2.Q Que el Derecho del Trabajo está absolutamente su-
jurídicas en la medida en que aquél toma lo principal de sus bordinado a lo económico, es la segunda idea. Esto es la gran
técnicas del Derecho de obligaciones... Haciendo entrar el remora que sólo podrá vencerse mediante una serie de refor-
cuerpo humano en el campo del Derecho de obligaciones y mas que no "se intimiden ante el derecho de propiedad", lo
admitiendo que la voluntad pueda no solamente someterse a que requerirá también que el Derecho del Trabajo decida
una obligación, sino subordinarse contractualmente a otra sobre los factores económicos, tomando parte directa en
voluntad, el Derecho del Trabajo contradice dos principios ellos. Una versión en buena parte socialista de la economía
mayores de nuestro Derecho: la extrapatrimonialidad del es para Sinzheimer la única forma de superar esta limitación
cuerpo y la autonomía de la voluntad" (Supiot, en obra cita- del Derecho del Trabajo, donde radica su verdadera crisis:
da, pág. 60) 10b,s .
tarse en contra: SOLLNER: Arbeitsrecht, párrafo 28, II, 2, y en especial,
ble a la protección del asalariado: así en la aplicación de la teoría del Die Nebenspflichten des Arbeitgebers, de WEBER, H., Recht der Arbeit,
abuso de derechos al despido. Pero con más frecuencia, es lo inverso lo noviembre 1980, págs. 292 y ss., quien llega a una situación intermedia
verdadero. Y es que, pese a sus transformaciones, el Derecho Civil ha entre el matiz "obligacionista" y "personalista" del Derecho del Trabajo
seguido siendo, en el fondo, individualista... ahora bien... el Derecho del o, para ser más exacto, de la relación jurídico-laboral.
10 a
Trabajo se ha fundado sobre la repudiación del individualismo". La crítica ya es vieja y quizá una de sus primeras recepciones
Quizá una dulcificación de este matiz pueda verse en esa nueva ver- tuvo lugar en España, en la traducción del profesor Posada de la obra de
sión de nuestro Código Civil, al que se le han añadido lo que Gierke MENGER, El Derecho Civil y los pobres (1898), en que se ironiza sobre la
hubiera calificado de "gotas de aceite social", en sus artículos 3.1 y 7.2, actuación del "diligente padre de familia": "Si un obrero a su servicio o
cuya adecuada aplicación podría constituir una solución a la dureza acha- bien un inquilino que le ha arrendado una habitación malsana pierde la
cada al Derecho Civil. salud o sus fuerzas, le consuela diciendo que ha cumplido con toda exac-
loblb titud sus obligaciones contractuales" (pág. 378).
Ha de reconocerse que el tema es muy polémico. Puede consul-
22 Crisis económica y Derecho del Trabajo
Introducción 23
"La consideración de la dependencia del Derecho
"El Derecho del Trabajo está en íntima relación
del Trabajo de la economía tiene una importancia
con la idea de organización. Una gran parte de su
más grande de lo que habitualmente se cree. Pues
ordenamiento es derecho de organización interna..."
esta crisis que se ha desencadenado y que se recrude-
ce, por las circunstancias económicas actuales, descu- No existe duda de que el hombre está cada vez más in-
bre bruscamente la tensa situación en que se encuen- merso en organizaciones de las que indudablemente necesita.
tra el Derecho del Trabajo." El mundo de la empresa constituye quizá el centro de este
auge organizacional. El Derecho del Trabajo no puede lograr
"El Derecho del Trabajo no tiene existencia ais-
su objetivo —paso de la persona al hombre— sin hacerse un
lada. Se alimenta de la economía. Sólo puede el De-
auténtico Derecho de organización, y no sólo en el Derecho
recho del Trabajo tener contenido si hay una econo-
colectivo, sino también en el Derecho individual del Trabajo.
mía que asegure las condiciones de vida del trabajo,
preserve de la destrucción y sustraiga la existencia Comentando el libro de Franz Klein (Der organisations-
del Derecho del Trabajo del azar de una economía wessens der Gegenwart. Ein Grundriss, 1935), decía Sinz-
desordenada" (La crisis del Derecho del Trabajo). heimer:
"Una renovación del Derecho del Trabajo no es "Las organizaciones atan al individuo. Le quitan
ya posible sin una renovación del orden económico... una parte de la autodeterminación..., pero de lo que
Hoy el mundo económico está dividido en un infra- se trata es de saber por qué le atan. Es una ilusión
mundo y en un supramundo. La vida de los que ha- creer que el individuo está libre fuera de las organi-
bitan el inframundo está totalmente atada por las de- zaciones. Simplemente está atado de otra forma, ata-
cisiones de los señores del supramundo. El trabajador do irregularmente y abandonado inerme a todos los
quiere que su trabajo tenga un sentido social." poderes dominantes. La cuestión, pues, no puede
plantearse dicotómicamente, libertad u organización,
"De aquí que corresponda al Derecho del Traba-
sino más bien preguntando cuál ha de ser la forma
jo determinar la forma en que se disponga de los ins-
más adecuada de organización."
trumentos y del producto del trabajo. El Derecho del
Trabajo actual conoce fundamentalmente sólo el de- El Derecho del Trabajo tiene que fijar una buena parte
recho privado de disposición, bajo la forma de pro- de esta forma de organización y, con limitaciones que no se
piedad. El Derecho social del Trabajo aspira a lograr, pueden dejar de reconocer, lo viene haciendo desde hace
de modo nuevo, una puesta a disposición social de la muchos años.
total economía del pueblo. Así, el Derecho del Traba-
Con frase moderna, adoptada del mundo manegerial, di-
jo anuncia su especial participación en las formas de
ríamos que al Derecho del Trabajo le corresponde reducir la
socialización de la economía" (El perfeccionamiento
tensión entre individuo y organización, a que se refería
del Derecho del Trabajo). Argyris n .
Estas ideas nos recuerdan también cómo Sinzheimer Negar la profunda realidad de la sumisión del Derecho
concibió siempre el Derecho del Trabajo como un Derecho del Trabajo a la economía es algo realmente difícil: "Si el
de organización, cuando decía ya en 1915, en su ensayo Das
Organisationswessens der Gegenwart: 11
El individuo y la organización. Herder.
24 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 25

Derecho del Trabajo desea realizar todo lo socialmente posi- tentes, sino en su inmovilidad, con lo que aquéllas pierden
ble, sólo puede realizar lo económicamente posible" 12. Más toda su influencia;
aún, es ya verdad admitida prácticamente, con carácter gene-
ral, que el Derecho del Trabajo es el producto del propio — el empleo precario, que puede llegar, en casos extre-
sistema capitalista, reflejado en la "conveniencia de mejorar mos, a la existencia de empresas con una plantilla de perso-
la condición del obrero por medio de normas jurídicas para nas compuesta sólo de trabajadores con contratos por tiempo
evitar que su situación desesperada constituya un peligro so- determinado;
bre el orden burgués" 13, criterio expresado igualmente por — el empleo y los procedimientos de ejecución colectiva,
la doctrina francesa con posterioridad al indicar que el Dere- donde, evidentemente, los salarios de que son acreedores los
cho del Trabajo "protege con ostentación a la clase obrera de trabajadores no salen muy bien parados y protegidos;
una explotación desenfrenada, pero organiza no menos real-
mente esta explotación y contribuye a justificarla" 14. — la reducción del coste de la fuerza del trabajo, a través
de pactos que, por razones económicas, ponen límites férreos
El hecho tiene una manifestación hoy más clara que nun- a toda negociación salarial que les supere.
ca con la aparición del llamado Derecho del Trabajo de la
crisis o de la emergencia, que no significa rigurosamente que Es cierto, sin duda, que el Derecho del Trabajo de la
existan dos Derechos del Trabajo, uno de la normalidad y crisis tiene también algún gesto de generosidad: refuerzo de
otro de la crisis, sino más bien que su contenido se adapta a la legislación contra el paro, reducciones de jornada, e t c . ,
pero tales efusiones vienen caracterizadas más bien por una
los períodos de alza y de depresión —mucho más a los se-
protección a los que no pueden trabajar, que a los que real-
gundos, desde luego— con una gran flexibilidad.
mente trabajan, lo cual pudiera interpretarse como una ma-
La presentación legal de tal fenómeno ha sido recogida nifestación más del temor al mundo de los trabajadores sin
recientemente por la doctrina, al hablar de los cuatro medios colocación y sus consecuencias, con lo que iríamos a parar de
fundamentales a través de los que tal influencia de lo econó- nuevo a la justificación, ya conocida, de la existencia del De-
mico sobre el Derecho del Trabajo se manifiesta15 hoy, y recho del Trabajo.
que resumimos a continuación: Esta situación, ya advertida hace muchos años por Sinz-
— Los retrocesos, que impiden hablar ya del Derecho del heimer, le hizo decir algo profundamente significativo:
Trabajo como de un Derecho progresista, retrocesos que a "¿Qué sentido tiene el Derecho del Trabajo, si a
veces se exteriorizan no en una derogación de normas exis- lo más es un Derecho para una élite de trabajadores
que tiene la suerte de trabajar, mientras que, a la
12
yS JAVILLIER, J. G.: "Droit du Travail", Libr. Gen. de Dr. et Jur., vez, junto a la existencia de ese Derecho, se abre una
pág. 6. tumba económica de paro estructural? ¿Si las leyes
13
MONTALVO, J.: Fundamentos del Derecho del Trabajo. Civitas, naturales de la economía no son reprimidas razona-
pág. 150, y LYON-CAEN, G.: Les fondéments historiques et rationnels du
Droit du Travail. Droit Ouvrier, 1951, pág. 1. blemente en beneficio del trabajo?" (La crisis del De-
14
JEAMMEAUD, A.: "Les fonctions du Droit du Travail", pág. 157 recho del Trabajo).
de Le Droit Capitaliste du Travail, ob. cit.
15
LYON-CAEN, G.: "La crise actuelle du Droit du Travail", pág. 236 En lugar diferente —Der Hintergrund des Arbeitsrechts,
de Le Droit capitaliste du Travail, ob. cit. 1936—, decía Sinzheimer: "El Derecho del Trabajo vigente
26 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 27
no da ninguna solución al problema del paro. En su punto también nosotros nos hemos dejado inducir a error por la
central no se halla el trabajo como tal, sino la relación de teoría de la identidad. Hemos aceptado —y quizá lo creemos
trabajo. La vida económica, de la que depende la falta de muchos todavía— que con la socialización de los medios de
trabajo, no ha sido asumida por el Derecho del Trabajo". producción desaparece en la empresa la dominación del
Las ideas en el fondo se repiten: "Se ha legislado sobre el hombre sobre el hombre. La socialización resuelve muchos
mejoramiento de las condiciones de trabajo, pero qué utili- problemas que no trato de discutir, pero no éste: el de la
dad tiene si el trabajo no se generaliza y si las fábricas se relación del trabajador individual con su principal concreto,
vacían. Normas sí que abundan, pero las fábricas se' quedan como mi maestro Heinrich Titze llamaba a los que ejercen
sin hombres: tal es el desafío actual del Derecho del mando en la empresa, para el propietario jurídico.
Trabajo" 16. El poder persiste, bien sea la propiedad pública o priva-
El buscar una solución a estos casos en una socialización da: el trabajo siempre está organizado; quedan en pie los
de la economía o en un acceso de los trabajadores a la pro- problemas fundamentales de la sociedad industrial: división
piedad de los medios de producción —por usar la expresión del trabajo, orden y disciplina. Ya sea el principal abstracto o
del artículo 129,2 de nuestra flexible Constitución— supon- una corporación o institución pública, el principal concreto,
dría la necesidad de llevar previamente a cabo un cambio del es un hombre que manda en la empresa y ejerce su
modelo de sociedad, que, sin ser ni mucho menos imposible, autoridad.
es sin embargo improbable en el mundo occidental y cuyo "Si se comparte esta concepción, seguro que se deberá
éxito absoluto, por otra parte, para lograr esa eficacia huma- estar de acuerdo con sus consecuencias. El interés del traba-
na y social del Derecho del Trabajo, tampoco estaría total- jador jamás puede identificarse con el del Estado. Sus intere-
mente garantizado 17. ses se dirigirán siempre hacia la mejora de su situación jurí-
En un interesante trabajo18 el profesor Neumann hace dica y material. El trabajador siempre tendrá que defender
una curiosa observación sobre el tema: "La teoría del colec- sus derechos, bien contra el propietario privado o público.
tivismo se ha expresado repetidas veces: cuando la propiedad Tales intereses no decaerán en un Estado socialista..."
se hace propiedad colectiva, cesa de ser una propiedad extra- "Para la relación de trabajo, la teoría comunitaria signifi-
ña; el poder de la propiedad ya no es un poder extraño, el ca la subordinación de los intereses de los trabajadores al
trabajador se domina a sí mismo, surge una plena identidad interés de la comunidad, que viene, por regla general, fijado
de dominantes y dominados o, por decirlo así, una auténtica por los que ejercen el poder en la empresa, independiente-
democracia. El fascismo, el nacionalsocialismo, el bolchevis- mente de que el que domine sea socialista o capitalista..."
mo —en sus diversas formulaciones— argumentaron así y
El propio Sinzheimer, sin dejar de ser entusiasta ante la
16
LYON-CAEN, G.: "La crise actuelle du Droit du Travail", pág. 265, socialización como solución, tiene el suficiente sentido de la
en Le Droit Capitaliste du Travail, ob. cit. realidad como para decir:
17
Puede verse RUDOLF BAHRO: La alternativa: Contribución a la crí-
tica del socialismo realmente existente, Alianza Materiales. Igualmente "Todavía no podemos ver las vueltas y revueltas del ca-
constituye un estudio importante el de SCHAFF, A.: Le marxisme et l'in- mino (del Derecho del Trabajo), pues todo está aún en los
dividu, A. Colin, París, 1968.
18
comienzos y en período de formación, y habrán de ser movi-
"Das Arbeitsrecht in der modernen Gesellschaft", Recht der Ar- das pesadas rocas durante la marcha" (El perfeccionamiento
beit, enero 1951, Cuaderno 1, págs. 1 y ss. del Derecho del Trabajo).
28 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 29

En todo caso, el eje del cambio para Sinzheimer se halla había realizado hasta la fecha y un programa de su futuro
en la idea central de humanidad: "Todo orden jurídico tiene pensamiento y actividad" 18 bls.
un centro, al que se refieren todas las normas individuales. Este tercer Derecho —que él llama Derecho económi-
Este centro es, en el Derecho Civil, el derecho de propiedad; co— y que constituye al hombre como ser "social", permiti-
en el Derecho del Trabajo, la humanidad", señalaba en su rá, a su juicio, los mejores resultados, si bien no deja Sinz-
discurso de toma de posesión en la Universidad de Amster- heimer de ver sus posibles peligros, al tratar de incluir al
dam como profesor de Sociología del Derecho del Trabajo individuo en ese "todo" al que repetidas veces se refiere el
(Das Problem des Menschen im Recht, 1933). autor, dado que "puede aniquilar la fuerza creadora de la
libre personalidad" y es que realmente, cuando se estudian
Es precisamente en este discurso, en el que Sinzheimer atentamente las observaciones y características que se atribu-
se consagra como sociólogo del Derecho fuera de su país, ya yen a tal Derecho económico, se siente aún, hoy, en 1983,
que su condición de socialdemócrata y judío le habían obliga- una mezcla de temor a lo utópico o a lo demasiado arriesga-
do a expatriarse, y ello pese a los esfuerzos que una integra- do, pese a las precisas matizaciones del autor.
ción en un país ajeno supone, pero que superó hablando y
leyendo, aunque no escribiendo holandés. En esta obra 3.Q Pero Sinzheimer no se arredra ante las indudables
maestra, que es El problema del hombre en el Derecho, con- dificultades y destaca, en tercer lugar, cómo ha sido el Dere-
tinúa una tradición memorable iniciada por el estudio de cho del Trabajo el que primero se ha "rebelado" contra esta
Theilhaber sobre La valoración del hombre en el Derecho situación, que desconoce la auténtica realidad social del
(1926) y proseguida en otra conferencia inaugural por Rad- hombre. Para decirlo con palabras antiguas, el Derecho del
bruch, en la Universidad de Heidelberg, titulada "El hom- Trabajo trata de superar la idea de la existencia "del hombre
bre en el Derecho" (1927). aislado que, en el siglo XVIII, se encuentra en todas partes: en
metafísica es el hombre-estatua de Condillac, en moral es el
Las palabras del doctor Fraenkel son lo suficientemente hombre egoísta de Helvetio, en política es el hombre salvaje
clarificadoras: "Sinzheimer ha proyectado en este caso, como de J. J. Rousseau; esta tendencia a ver en el hombre el lado
su misión de sociólogo del Derecho pone de manifiesto, una individual más que el lado social ha tenido, en las ideas y
imagen del hombre que ha ido implantándose en el desarro- hasta en las leyes, una lamentable repercusión"19. Negar, sin
llo histórico en orden al despliegue del hombre desde la Ilus- embargo, que, pese a todo, el Derecho del Trabajo ha contri-
tración. En este último y gran momento crucial de su vida, buido al mejoramiento del ser humano en su existencia real y
intentó Sinzheimer elaborar una síntesis entre la imagen del concreta, sería un error. El Derecho del Trabajo ha tratado
hombre que surge del Derecho económico, y que comprende de evitar que el hombre sea considerado como un puro fac-
al hombre como miembro del proceso económico, y la que tor instrumental, la evolución que en este terreno se ha lleva-
tiene su origen en el Derecho del Trabajo, que coloca al in- do a cabo está muy unida al proceso que el concepto de
dividuo en un marco real, vital-laboral y, finalmente, una dependencia ha seguido a través de lo que Sinzheimer califi-
imagen de la vida que surge del Derecho Civil que reconoce có de concepción burguesa (civilista), social y socialista.
la esfera individual, en que el hombre sólo se pertenece a sí 18bls
mismo y a los poderes de tipo espiritual. El esfuerzo para VALKHOFF, J.: "Hugo Sinzheimers Arbeiten in der Emigration,
Recht der Arbeit, marzo 1967, págs. 81 y ss.
construir esta síntesis significó para el emigrado Hugo Sinz- 19
DE AzCÁRATE, G.: Estudios económicos y sociales. Madrid, Librería
heimer, del año 1933, una especie de resumen de todo lo que Victoriano Suárez, 1876, pág. 122, nota 4.
30 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 31

"El Derecho del Trabajo es el primer Derecho Ante esta dependencia, el Derecho se puede conducir:
que se rebela contra el libre juego de las relaciones a) Desconociéndola, según lo que hace la concepción
de poder y sus azarosos resultados" (La crisis del De- burguesa y, por supuesto, civilista, ya que:
recho del Trabajo).
"Este Derecho conoce sólo las personas o indivi-
Admirablemente pone Sinzheimer como objetivo del De- duos abstractos y que, como tales, son iguales y li-
recho del Trabajo la defensa de la dignidad humana: bres, así como independientes unos de otros" (El
"En el reino de los fines —ha dicho Kant—, todo hombre en el Derecho del Trabajo),
tiene un precio o dignidad". "El hombre tiene digni- con lo que se les entrega con pleno optimismo al mundo del
dad. Lograr tal dignidad es la misión esencial del "libre contrato de trabajo".
Derecho del Trabajo" (La esencia del Derecho del
Trabajo). b) Asumiendo la concepción social que, por el contra-
rio, destaca la dependencia y, basándose en su realidad, trata
Destaca, según decíamos, de forma especial la moderna de equilibrarla y compensarla, a través de la creación de las
consideración de la dependencia en Sinzheimer, cuyo cono- normas de protección (el Derecho de protección del Trabajo,
cimiento ha de ser algo más que un mero tratamiento legal y tan típico, aún hoy, en Alemania).
jurisprudencial, que fue duro y riguroso al principio, más
suavizado luego y eufemística y engañosamente desaparecido c) Y, finalmente, adoptando la concepción socialista,
en los últimos tiempos. Es preciso afrontar su auténtica exis- que quiere hacer desaparecer totalmente la dependencia y
tencia y efectos, pues se trata, según dice Sinzheimer, de: para ello pretende que desaparezca su raíz,
"Una dependencia real, ya que no es el trabaja- "que no es otra que la propiedad de los medios de
dor, sino otra persona quien dispone de los instru- producción, no la propiedad privada en sí" (El hom-
mentos de trabajo que aquél necesita para trabajar y bre en el Derecho del Trabajo).
subsistir."
Esta versión profundamente socializante del problema,
"Una dependencia personal, porque el trabajo no con raíces en Marx y en Otto von Gierke, tiene ya presenta-
se puede separar de la personalidad del trabajador, y ciones antiguas en el Derecho Administrativo, que, sin duda
por ello el acreedor del trabajo no sólo tiene derecho en forma indirecta, coinciden con la técnica de Sinzheimer:
a la prestación laboral, sino también a disponer de la
persona del obligado a trabajar" 20 . "Un trabajo es penoso de dos maneras: objetiva o
subjetivamente. Es un trabajo penoso objetivamente,
"Una dependencia, finalmente colectiva, porque cuando se trata de un trabajo manual, que exige es-
en la medida, precio y circunstancias del trabajo no fuerzo físico y que lleva aparejado riesgos físicos. Un
influyen solamente la voluntad del trabajador, sino trabajo es penoso subjetivamente, de cualquier tipo
que también son algo decisivo en ello las condiciones que sea, manual o intelectual, cuando no está unido
fácticas y posibles de los demás trabajadores..." (El al hacer valer de una propiedad" 21 .
hombre en el Derecho del Trabajo).
21
20
Véase SAVATIER, J.: "Pouvoir patrimonial et direction des person- HAURIOU, M.: Principes de Droit Public. Recueil Sirey, París,
1916, pág. 412.
nes. D. S., enero 1982, 1.
32 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 33

Es curioso observar la sinceridad de Sinzheimer cuando Precisamente entendemos que uno de los grandes méri-
lo que presenta como solución al grave problema de la de- tos de Sinzheimer ha sido haber anunciado que la defensa
pendencia no es su enmascaramiento, sino su erradicación. del hombre, por la que tanto luchó, es no sólo necesaria en
los Estados dictatoriales, sino también en las modernas de-
Cuando se recuerda la evolución seguida por el concepto mocracias, aspecto que en ningún caso se puede olvidar en
de dependencia en nuestro propio país 22, que, según señalá- los momentos actuales de Europa occidental, donde junto a
bamos antes, en los textos legales y jurisprudenciales se va la llamada por Lukacs "explotación absoluta" —identifícable,
haciendo progresivamente y como regla general más difusa, según nos parece, en buena parte, con la dependencia del
hasta llegar finalmente el Estatuto de los Trabajadores a trabajador estudiada por Sinzheimer— puede darse también
prescindir de la palabra dependencia, para ser sustituida por la "explotación relativa" —nueva y quizá más perniciosa
esa expresión, ya tipificada, "dentro del ámbito de organiza- dependencia— que surge como consecuencia de una eleva-
ción y dirección de otra persona, física o jurídica, denomina- ción del nivel de vida de los obreros24bls. La cuestión la ha
da empleador o empresario" (art. 1), no se puede evitar la formulado claramente Fromm en "Die Revolution der Hoff-
tentación de pensar que este tratamiento eufemístico de la nung" (Rororo, pág. 12), al decir: "¿Tendremos que 'pro-
dependencia podría ser una consecuencia más del "pancivi- ducir' hombres enfermos para tener una economía sana, o
lismo' , dominante especialmente en períodos de crisis podremos emplear nuestros tesoros materiales, nuestros des-
—"toda persona es libre"—, que quiere olvidar y desconocer cubrimientos, nuestros computadores, para servir fines hu-
expresamente —concepción burguesa— el concepto de de- manos? ¿Tendrá el hombre individual que transformarse en
pendencia, aunque indudablemente exista y se muestre a ve- algo pasivo y dependiente, si quiere tener organizaciones
ces con rigor inusitado, por lo que las recientes manifestacio- fuertes y con buen funcionamiento?"
nes jurídico laborales quieren combatirla con la creación de
derechos "nuevos", el derecho de expresión de los asalaria- La eterna amenaza de un "aburguesamiento" de la clase
dos, por ejemplo, en el reciente caso francés23, ante los que obrera, a la que aludieron Berdiaeff, Ragaz y Herzen, sigue
las esperanzas de los juristas no son excesivamente grandes: estando presente.
"Desde hace siglo y medio, la ley ha pagado siempre a los ¿Trata Sinzheimer en el fondo de implantar en la empre-
trabajadores con palabras; no es la inflación de leyes lo que sa una democracia a imagen y semejanza de la democracia
hay que temer, sino la inflación'verbal"24. política?
22 Parece que, sin eludir este tema, lo desea hacer en una
MONTALVO, J.: Ob. cit.y págs. 204 y ss., y DESPAX, M.: "L'evolu-
tion du rapport de subordinaron", Droit Social, enero 1982, págs. 11 y ss. forma especial:
Sociológicamente, el peso de la dependencia ha sido recogido por AN-
DRIEUX, A., y LlGNON, J., en sus dos obras bien conocidas: L'ouvrier "El concepto de democracia incluye un doble as-
d'aujourd'hui, Libr. Marcel Riviére, y Le militant sindycaliste d'aujourd' pecto. El primero es la libertad; el otro, la comuni-
hui. Denoel, París. dad. Pensemos en la democracia política. Tiende, de
23
Puede consultarse Droit Social, abril 1982, núm. "special", y las una parte, a los derechos de libertad frente al poder
admirables introducciones al Informe Auroux (C.E.S.) de los profesores político y, de otra, a arrancar el poder político de la
D E LA VILLA y SAGARDOY, págs. 11 y 25, respectivamente.
24
LYON-CAEN, G.: "Des droit 'nouveaux' pour les travailleurs?", en
Riv. Giur. del Lavoro e della Prev. Soziale, agosto-septiembre 1981, 24b,s
ABENDROTH, W.: Entretiens avec Georg Lukacs, Cahiers libres
pág. 476. Maspero, págs. 43 y ss.

2
34 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 35

mano privada, para transferirlo a una comunidad pú- nificativa el carácter social de este Derecho, para dar paso a
blica, en que todos los miembros participen... lo que repetitivamente califica de "nuevo Derecho Social del
Si nos referimos a la democracia económica, de- Trabajo" 2\
bemos también tener presentes ambas fuerzas clave. "El nuevo Derecho del Trabajo o será social o no
De un lado, lograr dotar al individuo de defensas existirá" (El perfeccionamiento del Derecho del Tra-
ante el poder económico y, de otro, hacer que el po- bajo).
der económico no corresponda a personas privadas, Esta idea social —que tiene íntimas conexiones con la
sino a una comunidad económica que no ha de coin- autonomía de la disciplina— va a configurar su auténtica
cidir con el Estado... esencia, que trata de superar precisamente el evidente condi-
... No basta que se conceda a la clase obrera dere- cionamiento económico en que se encuentra. Este matiz so-
chos de existencia y que se amplíen constantemente, cial ha de dominar sobre la voluntad individual y ha de con-
sino que se necesita separar el poder económico de tribuir a restaurar el equilibrio perdido por el trabajador,
sus beneficiarios privados y su traspaso a una comu- basado precisamente en que el hombre se halla siempre en
nidad económica. Sólo si coincide el desarrollo jurí- una situación social.
dicamente libre del trabajo con el desarrollo jurídico- "Cuando dos hombres establecen una relación
comunitario de la propiedad, se hará libre el trabajo, económica, ésta depende de la constelación social
es decir, libre de la explotación privada, libre para que se encuentra al producirse, y origina efectos no
servir a un todo, libre para un existir humanamente sólo en la esfera vital de los afectados por esta rela-
digno" 25. ción, sino incluso en la esfera vital de aquellos que,
Pero hoy más que nunca se observa, cuando se rechaza la como efecto del golpe de mar de la vida social, de-
transposición de las reglas de la democracia política a la em- penden socialmente de ellos."
presa, que el "pancivilismo" persiste con toda su fuerza: "El Derecho del Trabajo debe colocar la volun-
"Todo cambia —decía recientemente Ardant— cuando el tad individual al servicio de la voluntad colectiva."
ciudadano entra en la empresa, firma un contrato y aparece la "Partiendo de que todo trabajo humano es una
dependencia..."26. Y ese "pancivilismo" trasciende incluso en cuestión social y que el trabajador tiene un existir
algunas de las más recientes sentencias de nuestro Tribunal social concreto, se aspira a una forma social de traba-
Constitucional27. jo que domine las esferas colectivo-económicas y en
4.Q Por último, entre estas ideas centrales de Sinzhei- las que las especiales necesidades y aspiraciones de
mer en torno al Derecho del Trabajo, destaca de forma sig- los trabajadores, determinadas por su situación so-
cial, puedan encontrar satisfacción" (El perfecciona-
-5 Die Demokratisierung des Arbeitsverhahnisses, 1928. miento del Derecho del Trabajo).
26
"Introduction au debat", Droit Social, mayo 1982, pág. 428.
27
Véase el reciente y penetrante estudio del profesor DURAN LÓPEZ: Esta versión de Sinzheimer, que insiste en el aspecto so-
"El régimen legal de la huelga tras la Sentencia del Tribunal Constitu- cial del orden jurídico-laboral, nos pone también de mani-
cional de 8 de abril de 1981", R. P. S., abril-junio 1982, págs. 42 y ss. El
T. C. —señala— recurre a conceptos civiles como la "simulación", in- 28
Es interesante compulsar las ideas de Sinzheimer con estudios
apropiados para comprender y valorar la dinámica de las relaciones colec- muy posteriores: LEGA, C : "Sozialrecht und Arbeitsrecht", en Recht der
tivas de trabajo. Arbeit, cuaderno 5, mayo de 1959, págs. 161 y ss.
36 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 37

fíesto que no cabe un tratamiento frío de la disciplina, como A) Escasa eficacia en muchos casos del Derecho del
muchas veces se viene dando, sino que requiere ensamblar la Trabajo, víctima de la llamada "erosión judicial" 32 , obra de
norma jurídica en la norma social y, por tanto, lograr que en juzgadores que no han sabido formativamente superar el
la aplicación del Derecho del Trabajo se tengan en cuenta paso de la persona al hombre, sin duda, por su profunda,
una serie de aspectos reales, desafortunadamente olvidados, acendrada e inamovible formación civilista:
sin los que el Derecho del Trabajo se reducirá a un simple "La reforma de la justicia —dijo Sinzheimer—
cumplimiento de un contrato entre personas hipotéticamente es, en primer lugar, una cuestión de reforma de los
iguales, cuando en realidad las cosas suceden de otra manera jueces" (El perfeccionamiento del Derecho del Tra-
bien distinta. Por eso Sinzheimer ha considerado imprescin- bajo).
dible estudiar el Derecho del Trabajo de una forma íntima-
mente unida a la Sociología del Trabajo y a la Sociología del Tal ineficacia ha permitido hablar ya, entre otros autores,
Derecho 29 , como al fin hoy se viene haciendo por algunos a Javillier —cuyo enfoque sociológico del Derecho del Tra-
sectores doctrinales: bajo es notable— de ineficacia legislativa, administrativa y
judicial del Derecho del Trabajo 33 .
"Creemos ser juristas si conocemos el Derecho y le pode- B) Tendencia a privar al Derecho del Trabajo de su
mos manejar técnicamente. Olvidamos con ello que la aplica- carácter protector, expresión que se tiene por algo decimo-
ción del Derecho es sólo una parte de la actividad jurídica. nónico y paternalista (más observable en España como reac-
La parte más amplia e importante es, sin embargo, la com- ción al intervencionismo estatal del régimen político ante-
prensión y opinión que nos hagamos del mundo real" 30 . rior), con la correspondiente exaltación de la autonomía
De no producirse así las cosas, se llegará a considerar el colectiva, cuya eficacia requiere, sin embargo, unos presu-
Derecho del Trabajo como algo "vil y vergonzoso, de una puestos mínimos, no siempre fáciles de darse (sindicalismo
raza jurídica inferior, un 'Ersatz' de Derecho, como el obre- fuerte, a nivel nacional y hoy, sobre todo, a nivel internacio-
ro es un 'Ersatz' de hombre" 31 . nal, e t c . ) .
¿Cuáles son los resultados de todas estas observaciones, Sinzheimer, verdadero promotor y artífice de la autono-
que en gran parte se ven confirmadas cuando se tiene la mía colectiva, no se llama a engaño, pese a todo, en este
oportunidad de vivir diariamente el Derecho del Trabajo, en orden de cosas:
su aplicación práctica, además de considerarle reflexivamen- %
32
La expresión es frecuentemente utilizada por LYON-CAEN: "La
te en las bibliotecas? erosión judicial de todas las reformas legislativas, con la ayuda de todos
A nuestro juicio, y deducido del planteamiento de Sinz- los artificios del razonamiento jurídico, es el fenómeno mayor del Dere-
cho del Trabajo. La concertación con el patronato y los sindicatos es
heimer, podríamos perfilar aquellos resultados en tres con- muy importante y recomendable, pero la concertación con los jueces se-
clusiones fundamentales: ría aún más necesaria". Des Droits "nouveaux"... Ob. cit., pág. 475.
33
"Droit du Travail", ob. cit., págs. 42 y ss. Muy interesante sobre
29
Pueden verse los estudios de SINZHEIMER: "Über soziologische este tema, en relación con el Derecho histórico del Trabajo español, son
ünd dogmatische Methode in der Arbeitsrechtwissenschaft", 1922, y las reflexiones del profesor PALOMEQUE, en: Derecho del Trabajo e ideo-
"Die Aufgabe der Rechtssoziologie", 1935, en págs. 33 y 85, tomo II, de logia, págs. 66 y ss., Akal, Universitaria.
ob. cit. Véase una nueva y reciente versión de la ineficacia, en contra de los
30 criterios de Javillier, en el artículo de DOMINIQUE LARGER: "La cons-
FRANZ KLEIN: ZU seinen 70 Geburtstage, 1924.
31 cience commune en droit du travail (encoré quelques mots sur l'ineffecti-
EDELMAN: Ob. cit., pág. 14.
vité...)", en especial, págs. 109-112, Droit Social, febrero 1983.
38 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 39

"No hay autonomía posible en el Estado sin con- Una vez más ha de insistirse en que la distinción entre
diciones y límites. Sólo se puede conceder autonomía Derecho del Trabajo y Derecho Civil radica en aceptar o no
en el Estado cuando éste lo permita. Ello vale tam- aquella libertad económica:
bién para el Derecho del Trabajo autónomo. No po- "El Derecho Civil parte de la libre actuación de
demos basar todo el Derecho del Trabajo en el Dere- los individuos y les deja hacer. El Derecho del Tra-
cho del Trabajo autónomo. No podemos, por ejem- bajo rechaza esta libre actuación individual e intenta
plo, transferir todo el Derecho del Trabajo estatal a los someterla a un razonable orden social" (La crisis del
contratos de tarifa. Quizá hoy las fuerzas sociales Derecho del Trabajo).
puedan mantener el equilibrio. Mañana, sin embar-
go, pueden ser aplastadas por grupos capitalistas po- El admitir, pues, la eficacia natural de aquellas leyes será
derosos. ¿Es que puede entregarse el Derecho del un grave peligro, salvo que se parta de una confiada creencia
Trabajo a tal juego de azar? El Derecho del Trabajo en la bondad natural del hombre.
jamás podrá perder determinados preceptos a los que C) Finalmente, el empeñarse en mantener un Derecho
tendrán que ajustarse los contratos de tarifa. Deberá del Trabajo, dominado por el "pancivilismo" y privado, por
siempre disponer de reglas jurídicas complementa- tanto, del conocimiento de la situación real del hombre, pro-
rias que se apliquen en caso de que los contratos de vocará, entre otros, los dos siguientes efectos:
tarifa no fijen nada, no existan o no se haya alcanza- a) una progresiva utilización de la acción directa por
do un acuerdo de partido." parte de los trabajadores, que en muchos casos podrá ser
"Ante estos problemas elementales, toda autono- materialmente reprimida, pero que dejará, sin embargo, im-
mía carece de sentido" (El perfeccionamiento del De- borrables residuos intelectuales, difícilmente superables, que
recho del Trabajo). crearán dificultades graves en la marcha de las relaciones la-
borales día a día, y
No cabe, pues, volver a someter al mundo del trabajo al
"libre" contrato de trabajo. Sinzheimer cita oportunamente b) una creciente desconfianza hacia la democracia por
a Von Gierke, quien se expresa en auténticos términos de parte del mundo del trabajo que ya ha sido apuntada en al-
Lacordaire: guna ocasión: "Desde el punto de vista de la condición obre-
ra, la democracia es una farsa. No valdrá la pena que se
"Una libertad contractual sin límites se destruye luche por ella más que si desciende del cielo de las ideas
a sí misma. Terrible arma en manos de los fuertes, institucionales, para significar un poder concreto de autode-
arma tosca en manos de los débiles, se transforma en terminación de los trabajadores en su vida de trabajo, un
simple medio de opresión de los unos por los otros,
en explotación desconsiderada de superioridad social condiciones que destrocen su energía y alegría vital y condene a hombres,
y económica" 34. mujeres y niños a vivir en un ambiente dañino para su salud y bienestar,
no es más que una tiranía y es misión del liberalismo eliminar esta situa-
s- 34 OTTO VQN GlE£KE: Bedeutung für das Arbeitsrecht. i922. En Der ción". "Son palabras excelentes —dice Sinzheimer—. Respiran espíritu
Wandel im Weltbild des Juristen, recuerda Sinzheimer unas palabras de social. Pero si Lloyd George pretende llegar a ello con los medios del
Lloyd George, sobre cuya puesta en práctica duda mucho nuestro autor: liberalismo, está en un error. Sólo hay un camino para lograr la libera-
"El liberalismo —dice Lloyd George— tiene que avanzar en forma ción del hombre. Este camino está en la configuración consciente del
audaz en el terreno de la liberación económica. Toda situación económi- proceso de vida social, que hasta ahora la concepción liberal del Derecho
ca o social que fuerce a los hombres y mujeres a vivir y trabajar en ha negado."
40 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 41

poder colectivo sobre la manera de producir y sobre las fina- Si se parte de la primera tesis, queda por demostrar, se-
lidades de la producción" 35 . gún decíamos más arriba, que la terrible dependencia del
trabajador vaya a desaparecer tan pronto como se traspase el
El mundo jurídico laboral soñado por Sinzheimer no se umbral de la empresa privada y surja esa "puesta a disposi-
ha hecho aún realidad y los progresos en la consideración del ción social de la total economía del pueblo". Ello es algo que
hombre como algo distinto de la persona han sido pocos. los hechos no parecen demostrar en los países en que los
Sigue existiendo, hoy como ayer, una cierta reticencia a de- medios de producción no se encuentran en manos privadas.
clarar la necesidad absoluta de dar al Derecho del Trabajo
una versión social en la forma que propugna Sinzheimer: Si se parte de la segunda tesis, se llega a la consecuencia
"En el dominio económico la necesidad de un cambio es de que sólo una versión humana de la economía podría resol-
aceptada por los patronos... No sucede lo mismo en el terre- ver el gran problema planteado por esas oleadas periódicas
no social... En el espíritu de muchos patronos, el progreso de paro estructural.
social puede esperar; debe incluso esperar si se quiere salir
en un buen estado de la crisis económica"36 y es que, pese a En resumen: para que el Derecho pueda lograr en el
todo, debe reconocerse con Sinzheimer que: campo laboral su objetivo, deseado por todos —que la perso-
na sea considerada como hombre—, parece realmente nece-
"El Derecho del Trabajo ha elevado el valor de la sario, tanto en una economía capitalista como socialista, lo-
fuerza del trabajo. Ha hecho subir los costes del tra- grar que la diosa Justicia, como algún monumento ha j
bajo. No entrega al trabajador al destino del acaso, representado bellamente, logre pisar y pisar fuerte sobre sus \
que despreocupe al Derecho..." (La crisis del Derecho dos grandes enemigos: el egoísmo y la especulación. (
del Trabajo).
Precisamente por haber logrado todo eso, se siente terri- Puede suceder que esto sea una pura fantasía, pero desde
blemente frenado por lo económico. Una vez más nos encon- luego, mientras no lo deje de ser, nos da la impresión de que
tramos ante una nueva y auténtica "desilusión ante el pro- el Derecho del Trabajo seguirá siendo también una pura
greso". fantasía.
Después de estas reflexiones, apoyadas en textos diver- El espíritu individualista del Derecho debe "ceder" ante
sos, ¿cuál puede ser el futuro práctico del Derecho del Tra- el espíritu social o, de lo contrario, el Derecho del Trabajo
bajo? Pensamos, sinceramente, lo siguiente. Una de dos: o el no será más que lo que ha sido hasta ahora: un medio de
Derecho del Trabajo requiere necesariamente —y ésta es, en aplacar el justificado desasosiego de los trabajadores, mien-
el fondo, la tesis de Sinzheimer— prescindir absolutamente tras la economía lo permita...
de la propiedad privada de los medios de producción, para
Sinzheimer ha tenido la suerte de soñar, admirablemente
lograr su plena efectividad, o por el contrario, respetando
al menos, en un Derecho del Trabajo en que la pieza funda-
aquella propiedad, deberá seguir siendo un epígono dócil de
mental debía ser el hombre: "Su libertad y dignidad fueron
las instituciones económicas de cada país y de cada mo-
para el socialista Sinzheimer, como para todo auténtico so-
mento.
cialista, el Alfa y Omega de su vida política y espiritual" 37 .
35
GORZ, A.: Le socialisme difficile. Ed. du Seuil, 1967, pág. 32. ¿Se han hecho realidad estos sueños?
36
MURCIER, J. P.: "La C.F.D.T. et les droits nouveax pour les tra-
vailleurs". Droit Social, julio-agosto 1982, pág. 531. O T T O K H A N FREUND. Página 2, tomo I. Prólogo de ob. cit.
42 Crisis económica y Derecho del Trabajo Introducción 43

Lo que se vive en 1983 pone tristemente de manifiesto por buena y abundante que ésta sea. Hoy, más que nunca,
más bien que continúa el poco aprecio por el hombre, su podría hablarse de la necesidad de una "reconversión" men-
libertad y su dignidad, pese a los buenos deseos del brillante tal, junto a la reconversión industrial. Quizá pueda verse la
jurista germano. Sigue preocupando, en el mejor de los ca- aparición de tal evolución en la intensa inclinación de algu-
sos, la persona, pero se olvida por el propio Derecho del nos países europeos a dar entrada a lo que unos llaman "cali-
Trabajo al hombre, aunque sea a esta disciplina a la que dad de vida" y otros "humanización del trabajo", términos
fundamentalmente corresponde tenerle en cuenta, para equi- que nos hacen recordar el constante clamor de Sinzheimer
librar los efectos desestabilizadores de su situación social y por dar relevancia a la "Menschentum", a la humanidad 39,
real. porque el "Prinzip des Menschentums", recordado más tar-
de por Nipperdey, fue una creación de Sinzheimer.
Cuando se considera este estado de cosas, se llega a pen-
sar si no se estarán poniendo excesivas esperanzas en el De- Es evidente que la paz social no puede lograrse sólo por
recho como medio de lograr establecer el equilibrio entre Decretos. El Derecho del Trabajo puede contribuir, sin
unos hombres y otros. ¿Podrá sólo el Derecho conseguir tal duda, en una parte, a constituir ese estado de equilibrio al
equilibrio? Esta es la pregunta que el laboralista se llega a que aludíamos más arriba, pero no lo logrará de forma abso-
hacer, después de años de práctica profesional y estudio doc- luta mientras la sociedad no se instaure sobre unos valores
trinal. "Mientras los hombres no sepan amar, hay que obli- "metafísicos". Y es que en el fondo, el jurista, el verdadero
garlos", decía en un libro encantador Francesco Carnelut- jurista, tiene que doblegarse en un momento de su vida y
ti 38 . El verdadero problema radica en saber si en el mundo reconocer que, como señalaba el propio Carnelutti, "el De-
de las relaciones laborales, individuales y colectivas, bastará recho es simplemente la armadura del Estado..." "El arco
sólo con "obligar" para mejorarlas. Confesar nuestro escep- del puente, mientras se construye, necesita de la armadura,
ticismo sobre tal posibilidad es el resultado del constante que es el Derecho, pero cuando el arco está ya construido,
contacto con el mundo de los trabajadores y de los empre- los ladrillos se mantienen unidos en virtud de una fuerza
sarios. interior", que es la que realmente vincula a los hombres y a
Cuando en 1983 se lee a Sinzheimer y se comprueba su la que quizá quisiera referirse Sinzheimer al aludir a ese pro-
intensa preocupación por el hombre, se adivinan una serie de blemático "todo", en el que los hombres, una vez inmersos
consecuencias tal vez deseadas por tan ilustre autor. Nos re- sanamente, podrán vivir en un verdadero Derecho, pero no
ferimos, fundamentalmente, a la probada y persistente inca-
39
pacidad del Derecho para resolver los problemas derivados Puede consultarse la reciente obra de MlCHELE COLASANTO: Sul
de las relaciones industriales. Esa "ley de concretización" del "movimiento" della qualita della vita di lavoro, FGP, Fondz. Giulio Pas-
tores, 1982. En ella se encontrará un admirable resumen y abundante
hombre en el Derecho, a la que aludía el profesor alemán, bibliografía.
creo que no es excesivamente arriesgado interpretarla, como En este aspecto, resulta muy interesante por lo "profético" el artículo
una norma que exige un tratamiento individualizado del ser de GALBRAITH, J. K., en \a Revista de Occidente, de julio de 1965, titula-
humano en el trabajo y en la empresa, para lo que induda- do: "Economía frente a la calidad de vida", págs. 1 y ss., y en cuanto a
blemente se precisa algo más que la pura normativa laboral, estudios jurídico-laborales, dos nos merecen la máxima validez, pese a su
brevedad: SOLLNER, A.: "Betrieb und Menschenwürde", Recht der Ar-
beit, cuaderno 11, 1968, págs. 437 y ss., y ZÓLLNER, W.: ''Arbeitsrecht
38
Arte del Derecho. Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos und Menschen gerechte Arbeitsgetlaltung", Recht der Arbeit, cuaderno 4,
Aires, pág. 21. 1973, págs. 212 y ss.
44 Crisis económica y Derecho del Trabajo

sólo a costa del Derecho. La triste realidad es que al puente \


humano no se le ha podido hasta ahora quitar su armadura
jurídica y por ello necesitamos el Derecho del Trabajo, al
que algún día habrá de sustituir la "humanidad".
Quintueles, noviembre de 1983.

EL PERFECCIONAMIENTO
DEL DERECHO DEL TRABAJO
(1922)
Cuando echamos una mirada al movimiento social mo-
derno vemos una diversidad de tendencias fundamentales en
su actuar, cuyo conocimiento es necesario al Derecho para su
propia clarificación.
El movimiento social ya no es lo que fue en sus comien-
zos: un movimiento de trabajadores en el sentido restringido
de la palabra. El movimiento de los trabajadores se ha hecho
un movimiento de todos los que trabajan. Trabajadores son
cuantas personas prestan un trabajo dependiente. Y se inclu-
yen no sólo los trabajadores manuales o de la industria, sino
los empleados, aprendices y funcionarios. Todos ellos com-
parten el mismo destino social, al depender de un empresa-
rio, en virtud de un contrato de trabajo. Esta igualdad contri-
buye a unir cada vez más a tos trabajadores. Frente al capital
organizado aparece también el mundo, no menos organizado
del trabajo.
En este movimiento amplio y unitario surge el deseo vivo
de participar con sus propias fuerzas en la regulación de todos
los asuntos económicos y sociales, impidiendo que fuerzas
ajenas configuren en forma independiente el destino social
de sus miembros. El trabajo dependiente organizado desea
48 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 49

no sólo afirmarse frente al empresario, sino ser en el Estado Hoy apenas se discute sobre el derecho básico de la en-
y frente al Estado un actor con propia voluntad. La victoria tonces controvertida petición sobre la creación de un Derecho
de la idea sindical es un testimonio de esta tendencia voliti- del Trabajo unitario. La Constitución lo ha reconocido en su
va. Se apoya en el convencimiento de que las relaciones so- artículo 157. Un Código de Trabajo debe hacer realidad tal
ciales no pueden ser configuradas en la totalidad de sus pla- petición, y ya está en preparación. ¿Qué significa un Dere-
nes sólo por el Estado, sino directamente por las fuerzas cho del Trabajo unitario?
sociales existentes.
En primer lugar, significa la autonomía del Derecho del
Con ello surge un nuevo interés en el centro del aconte- Trabajo. Al considerar la situación jurídico-laboral de hoy,
cer social. La economía de nuestros días es una economía de vemos que las normas de Derecho del Trabajo se hallan dis-
cosas, nuestra técnica es una técnica de cosas. El hombre, persas por todos los ámbitos del Derecho. El Código Civil, la
actualmente, es sólo un medio para permitir el perfecciona- Ordenanza Industrial Imperial, la Ley de Navegación, la le-
miento de un aparato cuyo fin es la producción del mayor gislación minera de cada región y otras muchas leyes con-
número posible de mercancías, sin consideración a la suerte tienen, mezcladas con normas de otros sectores jurídicos,
de la mano de obra empleada para conseguirlo. En este apa- preceptos jurídico-laborales que carecen de conexión no sólo
rato, el hombre se ha hecho una simple mercancía. En cam- externa, sino interna. Ello nos hace tomar conciencia del
bio, el movimiento social coloca en primer plano el interés concepto del Derecho del Trabajo unitario. La dispersión
del trabajo, reivindica exigencias nuevas respecto a la esencia real del Derecho del Trabajo en otras ramas jurídicas no co-
y forma del aparato técnico económico, de manera que la rresponde al significado de su objeto. El Derecho del Traba-
economía no sea un juego absurdo de las fuerzas naturales, sino jo no puede ser por más tiempo el apéndice de otros ordena-
una comunidad que sirva humana y razonablemente al hombre mientos jurídicos que le son completamente extraños. Su
como obra estimada y fin absoluto. misma forma de ser exige un ordenamiento propio. Sólo
cuando comprendamos y configuremos el Derecho del Tra-
De estas líneas maestras del movimiento social resulta la
bajo como algo existente por sí mismo, con su centro de
triple exigencia de un Derecho del Trabajo, unitario, autó-
gravedad apoyado en su propia regulación, podremos esperar
nomo y social.
que las ideas jurídicas que le son propias alcancen pleno des-
arrollo.
I. DERECHO UNITARIO Derecho del Trabajo unitario significa un Derecho total.
A menudo se piensa que el Derecho del Trabajo se agota en
Cuando en el Congreso de Tribunales Industriales y Co- el contrato de trabajo. El contrato es una parte del Derecho
merciales Alemanes del año 1913, celebrado en Leipzig, se del Trabajo, pero no el Derecho del Trabajo. El trabajador
llevó la petición de un Derecho del Trabajo unitario, el re- tiene una triple relación con el Derecho. Se presenta ante el
presentante de los empleados de comercio manifestó que tal empresario como parte del contrato de trabajo. Es miembro
pretensión era inaceptable. Los deseos e intereses especiales de la empresa a través de sus asociaciones. Y existe, además,
de aquellos empleados se consideraban perjudicados. Pidió sin ningún tipo de relación laboral, porque tiene la conside-
se continuase con el derecho profesional. Los trabajadores ración de trabajador en virtud de su situación social en el
y los empleados se consideraban como algo fundamental- Estado y especialmente protegido frente a éste, en donde le
mente diferente. corresponden derechos y reivindicaciones que a otros profe-
B

50 Crisis económica y Derecho del Trabajo

sionales no le son reconocidos. Así, el Derecho del Trabajo El Derecho del Trabajo es, finalmente, un'Üerecho co-
se ensambla a la vez en el derecho del contrato de trabajo, mún para todos los trabajadores. En esto radica la sustancia
en el derecho de las asociaciones obreras y en el derecho práctica del Derecho del Trabajo unitario. Considérese el ac-
profesional del trabajo. El Derecho del Trabajo consta de tual estado de nuestras leyes laborales. Aparece la imagen de
estas tres ramas jurídicas. Sólo admitiendo su comprensión una dispersión formal. Piénsese, por ejemplo, en la diversi-
unitaria y su recíproco influjo se nos clarificará la idea básica dad de cláusulas de concurrencia para los dependientes de
én que se apoya el Derecho del Trabajo, y podremos esperar comercio y los técnicos. Piénsese en los altos empleados y los
una expansión plena de su contenido interno unitario. servidores domésticos, ambos deben estar sometidos a las
prescripciones del Código Civil sobre el contrato de arrenda-
El Derecho unitario del Trabajo es un derecho indivisi- miento de servicios. La casualidad histórica y no un espíritu
ble. La sistemática jurídica dominante distingue entre Dere- sistemático, la voluntad política del mundo unitario de los
cho Público y Derecho Privado. También el Derecho del trabajadores y no una aspiración real, la conculcación y
Trabajo tiene partes jurídicas desiguales. Baste con pensar abandono de especiales intereses jurídico-laborales, frente a
en las normas del Código Civil sobre el contrato de arrenda- intereses jurídico-patrimoniales, son los factores que han
miento de servicios o en los diversos preceptos de la Orde- creado esta confusión. Nuestro objetivo es desmitificar todo
nanza Industrial Imperial o en la Ordenanza de Seguros So- esto, para poner a disposición de los trabajadores, un derecho
ciales, para reconocer que también en el Derecho del común. Tal comunidad no equivale, sin embargo, a la igual-
Trabajo existen preceptos de Derecho Público y de Derecho dad de derechos. La comunidad no excluye la diversidad;
Privado. Será, sin embargo, profundamente erróneo tratar aunque estemos a favor de dar vida a un Derecho del Trabajo
de dividir el Derecho del Trabajo en una parte pública y en común para todos los trabajadores, debemos hacernos cargo
otra privada. Es preciso comprender el Derecho del Trabajo del hecho natural de que dentro de los intereses comunes de
en su propia raíz. La raíz del Derecho del Trabajo se halla los trabajadores hay intereses especiales en sus diferentes
en la necesidad social de aportación y prestación de trabajo. grupos individuales. El Derecho deberá tener en cuenta es-
Un interés comunitario origina el Derecho del Trabajo. Tal tos intereses especiales dentro del marco del Derecho gene-
interés se manifiesta unitariamente, aunque con medios diver- ral. No es una violación del carácter general del Derecho del
sos. Ya se le deje libre juego a la voluntad individual, ya se la Trabajo aspirar, por ejemplo, a que los artistas, labradores,
limite. Según eso, se pueden reconocer en el Derecho del servidores domésticos, marinos, en cuanto están sujetos a re-
Trabajo elementos jurídicos privados y jurídico públicos, laciones especiales en el marco del Derecho general, tengan
pero son sólo manifestaciones de un solo principio de confi- para ellos también un derecho especial. Lo decisivo es que lo
guración jurídica. La idea social está en ambos y se acomoda general preceda a lo especial y el derecho especial sólo debe
a la diversidad histórica. Este precepto de diversidad tiene valer en tanto en cuanto sea pedido por el grupo (interior-
un significado práctico. No hay en el Derecho del Trabajo mente). Sólo así podremos eliminar la injusticia de que gru-
ninguna parte reservada al Derecho Privado individual. pos de trabajadores sean tratados de manera diferente, sin
Todo el Derecho del Trabajo está bajo la influencia del inte- que como, por ejemplo, en materia de la competencia de
rés comunitario, que hoy se puede manifestar de forma más tribunales laborales exista un fundamento interno para el
reducida y mañana más amplia. La idea jurídico-social es tratamiento diverso. Con esto debe tenerse muy presente
inmanente al Derecho del Trabajo y al fundamento de la que la generalización del Derecho del Trabajo no sólo debe
organización social. referirse al derecho material, que regula las relaciones jurídi-
52 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 53

cas de los trabajadores, sino que también debe ser válido puede seguir de esta forma y debe ponerse fin a esta situación.
para las autoridades que se encargan de los asuntos laborales. Así como el Juzgado municipal es la síntesis de diversas fun-
El Derecho del Trabajo unitario comprende también a la ciones de su autoridad jurisprudencial, ejecutiva y jurídico-
autoridad laboral unitaria. El amorfismo del actual tema de administrativa (jurisdicción voluntaria), así puede también lo-
autoridades laborales no puede continuar. En torno a esto grarse que una autoridad laboral interna, por medio de una
debe decirse algo. Ello nos aclarará también la configuración economía más inteligente de fuerzas y medios, reúna en sí
de los futuros Tribunales Laborales. todas las funciones que existan o puedan existir, en lo sucesi-
vo, en materias laborales. Las nuevas funciones no deben ori-
La autoridad laboral unitaria debe surgir de un actuar ginar nuevos empleos, sino, a lo más, nuevas secciones en un
común en torno a dos tendencias de reforma. De una parte, servicio común.
se trata de la necesidad de una especialización en materia la- Una organización tal que comprendiese en sí todas las
boral de determinados órganos también laborales. Se observa funciones de matiz laboral deberá naturalmente contar con la
la existencia de excesivas y sobrecargadas autoridades labo- potenciación de toda la actual administración social, permi-
rales centrales, las autoridades generales de la Administra- tiendo que en ella se manifiesten contrapuestos intereses de
ción, autoridades y órganos de la Administración autonó- trabajadores y empresas, estableciendo el contacto, por espe-
mica. Estas autoridades centrales tienen hoy que llevar a ciales representantes paritarios, con las organizaciones funda-
cabo su función laboral en asuntos profundamente diversos. mentales de empresarios y trabajadores. Tal hecho permitirá
Piénsese, por ejemplo, en la exención de normas de aplica- no sólo aumentar la eficacia de las autoridades laborales,
ción para las leyes protectoras del trabajo y en las concesio- ahorrar costos y fuerzas, producir claridad y transparencia
nes y limitaciones que en cada caso concreto se producen. en el sistema de autoridad laboral, sino, sobre todo, podrá
Ello se corresponde con la necesidad de una más elevada tener un carácter popular.
objetividad y celeridad, si intentamos crear para estos temas
específicos de la autoridad central especiales autoridades la- Que los problemas de organización no carecen de dificul-
borales. De otra parte, se trata de una generalización de de- tades lo prueba la importante cuestión en torno a los Tribu-
terminadas funciones de la autoridad para los asuntos labo- nales laborales. La pieza más importante de la reforma aco-
rales. Padecemos de un paroxismo de creación de nuevos metida en el Derecho del Trabajo es la de los Tribunales
empleos. Apenas surge una nueva función se reivindica un laborales. El Tribunal laboral permite que la reforma jurí-
nuevo empleo público. Y junto a ellos quedan los viejos em- dica sea efectiva. El mejor Derecho del Trabajo se reducirá a
pleos. Entre los viejos y los jóvenes no existe la menor rela- papel mojado si no se puede hacer efectivo ante los Tribuna-
ción interna, ninguna acomodación, ningún espíritu común y les. La prueba de bondad de un Derecho no está en su con-
la mayor parte de las veces sólo se produce particularismo de tenido y formulación, sino en su posibilidad de ejecución. El
competencias y falta de ayuda mutua. Inmensos como la hecho de que, como sucede hoy, los Tribunales industriales
masa de las normas laborales, son también los órganos públi- y comerciales sean sólo competentes para una parte relativa-
cos competentes para cuestiones laborales. Junto a los referi- mente pequeña de los trabajadores, es insostenible. Todos
dos a seguros, documentación laboral, Inspección industrial, los trabajadores, sin excepción, necesitan del Tribunal labo-
Tribunales comerciales e industriales, surgen las comisiones ral, con su composición y procedimientos especiales. Pues
de arbitraje, los comisarios de desmovilización, comisiones para todos los trabajadores las demandas de su contrato de
técnicas, comisiones especiales de arbitraje, etc.. Esto no trabajo son de tal naturaleza, que de su cumplimiento de-
54 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 55

pende, como regla general, su supervivencia económica. Esta pregunta depende del cometido que se otorgue a los jueces.
singularidad del contrato de trabajo justifica ya de por sí los ¡Con el cometido entraría una nueva vida en ellos, se reque-
especiales Tribunales laborales. Que tales Tribunales deben riría un nuevo cambio en la formación y lo que en gran parte
crearse para todos los trabajadores, no debe discutirse. Pero no se da hoy, se iniciaría un auténtico contacto con la vida y
lo que sí es discutible es su forma de creación y las bases de forma de pensar de los trabajadores!
su eficacia. El objeto de la controversia se ha simplificado a
un punto, como lo prueba la reunión de juristas de Bamberg, Pese a ello, creo que el camino correcto es el de la incor-
donde casi hubo acuerdo total. La vieja reivindicación de inte- poración del Tribunal en una autoridad laboral uniforme.
grar los Tribunales laborales en los Tribunales ordinarios, tales Aquí existe la atmósfera que necesita una jurisdicción social.
como son hoy, está superada. Incluso los que aún hoy mantie- Aquí existen conocimientos y experiencias sin los que la rea-
nen tal criterio, lo hacen sometiéndolo a condiciones. Tales lidad de esta jurisdicción no podría ser tratada con prove-
condiciones consisten en que los Tribunales laborales se in- cho, aquí se da la íntima conexión entre administración, for-
cluyan en los Tribunales ordinarios, pero con todas las reser- mación jurídica y jurisdicción, que para la interpretación del
vas que poseen los Tribunales comerciales e industriales: Derecho es tan importante. Hay una objeción formal, consis-
asesores elegidos por los trabajadores y empresarios, procedi- tente en que la jurisdicción y la administración no pueden
miento barato y rápido, y también seguridades para la forma- fundirse en una misma autoridad. Prescindiendo de que con
ción y nombramiento de los Presidentes de los Tribunales la- las nuevas facultades añadidas a los jueces, y en forma espe-
borales, reservas especiales sin las que no cabe la inclusión en cial por el tratamiento a nivel administrativo de muchos te-
los Tribunales ordinarios. En estas circunstancias, la vieja dis- mas jurídicos, como el arrendamiento, pudiera ser ya claro,
cusión se reduce a plantearse si los Tribunales laborales deben según lo prueba el caso de los Juzgados Municipales, que
ser incluidos en los Tribunales ordinarios, con aquellas re- una unión exterior de Jurisdicción y Administración no da-
servas, o si deben incorporarse a una autoridad laboral unita- ñaría en manera alguna a la Jurisdicción. La independencia
ria. Sin embargo, está reconocido prácticamente por todos, de la actividad judicial puede asegurarse tanto a través de
en consideración a los costes comunitarios, que los Tribuna- una autoridad laboral unitaria como fuera de ella.
les laborales no pueden subsistir a base de que sencillamente
se extienda la competencia de los actuales Tribunales indus-
triales y comerciales a todos los trabajadores. II. DERECHO DEL TRABAJO AUTÓNOMO
* #
Dada esta alternativa la vieja discusión pierde acritud. El poderoso desarrollo de las fuerzas sociales que llevan
No desconozco lo favorable que sería para la jurisdicción el dentro de sí una voluntad organizativa, animadas de espíritu
que en el viejo edificio de la jurisdicción ordinaria fuese insta- de libertad, sentimiento de independencia y conciencia de su
lada la joven y fresca planta del Tribunal laboral, mantenien- propio valer, nos lleva a la relación del Estado con las fuerzas
do todas sus ventajas para los trabajadores. Sin embargo, la sociales. Estas conducen a nuevos modos para la formación
reforma de la justicia es, en primer lugar, una cuestión de re- de la voluntad general en el Derecho y en el Estado. Las
forma de los jueces. ¿Cómo se logrará que el pueblo alemán fuerzas sociales no se sienten ya como átomos, que vayan a
actual llegue a la comprensión de la vida social no sólo como ser dominados por la Ley y por la Administración. Desean
algo compuesto de formalismos, sino del espíritu lleno de libertad para constituirse, participación también en la activi-
justicia de la personalidad de los jueces? La respuesta a esta dad estatal, fuera de la legislación y suplantación de las deci-
56 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 57

siones estatales por las decisiones propias. Es el impulso in- Nadie puede negar las ventajas de la autonomía. El Esta-
contenible hacia la autonomía que encontramos ya en el do es aligerado de su carga. La formación jurídica se hace
Derecho del Trabajo. más móvil y flexible. El camino a recorrer entre la necesidad
y la regulación jurídica deviene más corto. No se requiere ya
La autonomía se muestra, en primer lugar, fuera de la ese rodeo en torno al Estado que permite también crear nor-
acción estatal, en el actuar libremente organizado de las fuer-
mas. Con este camino directo se aumenta la capacidad de
zas sociales. Su expresión se ve en los contratos de tarifa y en
expresión del Derecho. Penetra más íntimamente en las rela-
los acuerdos de empresa. Ambos son fuentes de derecho.
ciones humano-vitales que se captan, menos en sus formas
Ambos aportan un derecho objetivo para la profesión y para
abstractas, que en su concreta diversidad. Y lo que vale para
la empresa, la ley retrocede ampliamente ante la autodeter-
minación. Los sectores participantes crean su derecho propio. la formación del Derecho vale también para la Administra-
ción y la Jurisdicción. Sobre todo, la autonomía coloca a las
La autonomía se manifiesta, además, dentro de la propia fuentes vivas más cerca de la pura y reflejada actividad esta-
actividad estatal. Jurisdicción y Administración pierden su tal. Por eso debe ser perfeccionado el Derecho del Trabajo
carácter totalitario estatal. Por supuesto que sigue siendo ac- autónomo: tiene que ocupar un primer rango en la futura
tividad estatal, pero viene codeterminada por los represen- legislación laboral.
tantes de las fuerzas sociales. El cuidado de las funciones
estatales es confiado, aunque bajo la dirección estatal, a los La cuestión adquiere primeramente un significado espe-
propios sectores profesionales interesados. En base a estas cial para los contratos de tarifa. La obligatoriedad de las nor-
premisas surgen los Tribunales comerciales e industriales y, mas tarifarias es asegurada en todos los sentidos y su impor-
en medida ascendente, todas las organizaciones sociopolíticas. tancia en la empresa radica no sólo, como hasta ahora, en limi-
tarse al trabajo organizado, sino que también, bajo determina-
Finalmente, la autonomía penetra en el marco de la acti- dos supuestos, se extiende a todos los trabajadores de empre-
vidad estatal. Esto se produce cuando el Estado, para el sas sometidas al contrato de tarifa. El principio de libre des-
cumplimiento de fines jurídico laborales, transfiere en cier- arrollo tarifario debe mantenerse. Ello no recomienda crear
tos aspectos poder reglamentario a los titulares de los secto- artificiales organizaciones forzosas para la conclusión de con-
res autónomos dentro o fuera de la actividad estatal. Así, por tratos de tarifa. Lo fructífero del contrato de tarifa radica en
ejemplo, está previsto en el artículo 165 de la Constitución su liberación de toda atadura burocrática. Lo que no excluye
que el Estado puede transferir facultades reglamentarias a que las normas creadas para sus miembros, por el contrato
los Consejos creados por él. El Estado puede limitarse a la de tarifa, puedan ser extendidas por la declaración de obliga-
transferencia de sólo una parte de tal poder a los sujetos toriedad a los que no sean miembros de aquél, tan pronto
autónomos. Sucede ello cuando el Estado confiere la fijación como ésta haya alcanzado significado preponderante en la
de contenidos jurídicos a la acción autónoma, pero se reserva profesión. Esta declaración de obligatoriedad tiene valor,
su elevación a obligación jurídica, esto es, se reserva la san- aunque la legislación ponga su mano respectiva en los deta-
ción. Las nuevas leyes laborales han creado por esta forma lles, frente a la situación hasta ahora inexistente. Sin embar-
de configurarse el derecho, el instituto de la declaración de go, quedan en este asunto muchos puntos litigiosos, por
obligatoriedad. Su esencia consiste en que a un contenido ejemplo, los problemas de la fecha y concurrencia de varios
jurídico fijado por el titular autónomo se le atribuye, por contratos de tarifa, que tienen que ser resueltos legislativa-
orden estatal, validez jurídica. mente. En estas cuestiones parece recomendable transferir la
58 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 59

facultad de declaración de obligatoriedad a una autoridad nanza de 12 de diciembre de 1920, con base en el fallo arbi-
central más elevada y apolítica; es decir, el Tribunal Laboral tral. De aquí que en todos los casos, incluso en el de la
del Imperio. Merece la pena reflexionar sobre una amplia ordenanza del trabajo, la eficacia jurídica no esté regulada.
extensión de esta facultad. Se puede pensar también en so- ¿Son los acuerdos obligatorios como los contratos de tarifa o
meter en determinadas circunstancias a la declaración de no? De la Ordenanza de Trabajo podrá inferirse, según el
obligatoriedad no sólo las normas tarifarias, sino las normas artículo 13 de la Ordenanza Industrial, una respuesta en el
económicas de las comunidades de los trabajadores. Se crea- sentido de la no obligatoriedad. En los demás casos, la Ley
rá con ello un ágil y móvil factor para el progreso de las guarda absoluto silencio. La ley debe configurar en cuanto
organizaciones económicas autónomas. sea posible los acuerdos de empresa como un instituto jurídi-
Con especial atención debe aceptarse la futura legislación co unitario de la creación jurídica autónoma, por parte de la
laboral sobre organización de los acuerdos de empresa. Se tra- empresa. Tiene que fijar, bajo ciertos supuestos, la obliga-
ta de una planta inmadura que necesita muchos cuidados ción de concluir acuerdos de empresa, determinar los puntos
para que el embrión que encierra se pueda desarrollar. Las en que una regulación sea necesaria, dar a la comisión de
leyes existentes han descuidado la creación de un derecho arbitraje facultades decisorias en caso de desacuerdo y seña-
uniforme y bien meditado sobre los acuerdos de empresa, lar sus efectos jurídicos en el sentido de la obligatoriedad en
como ha sucedido, al menos en parte, con el contrato de forma análoga a la eficacia tarifaria.
tarifa.
También debe impulsarse la posibilidad de transferir el
Con el Decreto de 23 de diciembre de 1918, según el poder autónomo reglamentario del Estado a cuerpos autóno-
vigente derecho, debe distinguirse el acuerdo de empresa mos. El artículo 165 de la Constitución permite la creación
donde no exista representación de empresa, y el acuerdo en de Consejos. Su esencia consiste en que para la defensa de
empresas con representación. El acuerdo de empresa que tie- asuntos económicos y político-sociales se crearán órganos es-
ne representación carece, pese a varias prescripciones a él peciales en los que personal en la actividad a desarrollar actua-
referidas, de ordenación tipificada y terminada. Sólo hay una rá por sí mismo. Esta administración autónoma sólo puede
detallada regulación para la ordenación del trabajo en senti- ser eficaz si sus órganos disponen de la facultad de regular
do estricto. Cuando prescribe un contenido obligatorio debe autónomamente determinados asuntos comunes. El camino
ser acordado para varias empresas, y en caso de falta de para lograrlo es que el Estado les dote de poder reglamenta-
acuerdo decide con carácter vinculante la comisión arbitral. rio. La Administración territorial autónoma en departamen-
Esta regulación no se aplica de ninguna forma a los demás tos, provincias, e t c . , no puede existir sin tal poder regla-
acuerdos de empresa que cita la ley de consejos de empresa, mentario. La Administración autónoma funcional, que se
en especial las normas de servicios, acuerdos laborales y sa- manifiesta en los Consejos, necesita igualmente de ello para la
lariales (art. 78.2 de la Ley de Consejos de Empresa) y las defensa de asuntos comunitarios. Hasta ahora la constitución
instrucciones para la contratación de trabajadores. Todos es- de Consejos se halla sólo en el proyecto programático del
tos acuerdos pueden, pero no tienen por qué ser incluidos. artículo 165, excluidos los consejos de empresa y los consejos
Una decisión vinculante de la Comisión de arbitraje se pro- nacionales de economía. Los consejos de economía de distri-
duce en el caso de falta de acuerdo, salvo las instrucciones de to faltan aún. Debe considerarse la cuestión de la configura-
servicio. Para ellas cabe, a lo más, tener en cuenta la discuti- ción definitiva de los órganos de los consejos, de sus faculta-
da declaración de obligatoriedad del artículo 28 de la Orde- des, si se deben transferir también a ellos las facultades de
60 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 61

reglamentación en materia jurídico-laboral. La ventaja de ceder autonomía en el Estado en tanto en cuanto éste lo
una regulación de este tipo radicaría en que se evitarían mu- permita. Ello vale también para el Derecho del Trabajo
chos rodeos hasta la puesta en vigor de un reglamento por autónomo. No podemos basar el Derecho del Trabajo en el
las autoridades estatales, a la vez que desarrollaría positiva- Derecho del Trabajo autónomo. No podemos, por ejemplo,
mente el sentido de la responsabilidad en los distintos afecta- transferir todo el Derecho del Trabajo estatal a los contratos
dos. Que existen dudas sobre todo esto, me consta: surgen de de tarifa. Quizá hoy las fuerzas sociales puedan mantener el
la composición paritaria de los Consejos. ¿Qué pasará si los equilibrio. Mañana, sin embargo, pudiera ser aplastado por
diversos grupos no se ponen de acuerdo? Siempre podrá grupos capitalistas superpoderosos. ¿Puede entregarse el De-
pensarse, para este caso, en la mediación de la autoridad esta- recho del Trabajo a tal juego de azar? El Derecho del Traba-
tal. De la misma forma podría pensarse si no sería mejor la jo jamás podrá perder determinados preceptos a los que tam-
transferencia de tales facultades para fines laborales a la bién tendrán que ajustarse los contratos de tarifa. Deberá
autoridad laboral unitaria, cuya esencia se ha indicado en disponer siempre también de reglas jurídicas complementa-
líneas generales, en donde no se da una actuación paritaria, rias, que se apliquen en los casos que los contratos de tarifa
sino en los que un presidente está en situación de defender no fijen nada, o no existan, o no se alcance un acuerdo de
los intereses estatales. En todo caso, debe tenerse presente partida. Ante estos problemas elementales, toda autonomía
que una gran parte del poder reglamentario estatal en mate- carece de sentido.
ria laboral puede ser transferido a los cuerpos autónomos. La
dispersión actual del tema reglamentario, su burocratización,
su evaporación en los asuntos generales administrativos, es III. EL DERECHO SOCIAL DEL TRABAJO
difícilmente tolerable. Necesitamos para el poder reglamen-
tario en materia laboral rasgos sencillos que se abarquen fá- El pensamiento social en Derecho pretende llegar a una
cilmente y titulares que puedan trabajar con energía e interés nueva noción de las relaciones humanas, que debe hacerse
en las materias jurídico-laborales. En cualquier caso, no de- realidad mediante una nueva configuración de sus formas
bemos olvidar una cosa: el estado medieval sucumbió como jurídicas.
resultado del autoritatismo de su especial estructura. La
aportación de los nuevos tiempos es el Estado libre y autóno- La concepción universal dominante en lo jurídico ve al
mo que reivindica le correponda a él la regulación más eleva- hombre desligado de su condición social, bajo el abstracto
da de las fuerzas sociales, para no desmoronarse y ser gober- concepto de persona. Esta persona tiene voluntad, pero no
nado exclusivamente por sus particulares intereses. Retener situación social. Sus relaciones con otras personas son en
estas ideas del Estado es hoy más apremiante que nunca. Lo tanto en cuanto no se tome en consideración su posición ju-
necesitamos para poder conciliar la lucha anárquica de los rídico pública, fundamentalmente, relaciones privadas, que
poderes sociales organizados y para que, frente a la sociedad, se han pensado como para ser de aplicación fuera de una
surja la comunidad. Necesitamos además el Estado, porque comunidad humana. En la realidad hay, sin embargo, sólo
para la moderación de los intereses sociales no sólo es nece- hombres que se distinguen unos de otros por los medios so-
sario tener en cuenta los intereses económicos, sino también ciales de que disponen. La igualdad de las personas es una
cuestiones políticas y culturales, que sólo podrán ser decidi- creación conceptual, no una manifestación real. Lo mismo
das por una instancia general. Por ello, no hay autonomía po- podría decirse de las relaciones mutuas entre los hombres.
sible en el Estado sin condiciones y límites. Sólo se puede con- Cuando el Derecho les confiere carácter privado se tiene que
62 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 63

admitir también que esto ocurre en base a una abstracción. camino por medio de la autodeterminación, conduce a un
Se hace abstracción de todos los condicionamientos y efectos derecho social que se esfuerza por superar el choque de las
sociales, y de todos los intercambios humanos individuales. fuerzas sociales en un Derecho de una nueva comunidad.
Cuando dos hombres establecen una relación económica,
ésta depende de la constelación social que encuentra al pro- Si trasladamos estos puntos de vista al Derecho del Tra-
ducirse y origina efectos no sólo en la esfera vital de los afec- bajo, reconoceremos las nuevas líneas fundamentales del que
tados por esta relación, sino incluso en la esfera vital de llamamos nuevo Derecho Social del Trabajo. Partiendo de la
aquellos que, como efecto del golpe de mar de la vida social, concepción de que todo trabajo humano es una cuestión so-
dependen socialmente de ellos. Lo colectivo social impulsa el cial, y que el trabajador tiene un existir social concreto, se
hacer individual y determina su forma y contenido. Lo co- aspira a una forma social de trabajo que domine las esferas
lectivo social absorbe el hacer individual, determina conse- colectivo-económicas, y en que las especiales necesidades y
cuencias y efectos. Debemos volver a introducir en la con- aspiraciones de los trabajadores, determinadas por su situa-
cepción jurídica del mundo la contemplación de la materia ción social, puedan encontrar satisfacción.
social, es decir, formular lo real, no realizar formas. Debe- Tenemos, pues, ante nosotros las piezas para la construc-
mos ver en las personas hombres que establecen relaciones ción de la esfera colectivo-económica que ha de superar a las
funcionales al llevar a cabo relaciones jurídicas. economías individuales. Se desarrollará por la cooperación
de fuerzas sociales y estatales. Contratos de tarifa y comuni-
Sólo así podremos llegar a los principios de una modela- dades de trabajo, cuerpos de administración económico autó-
ción jurídica que haga desaparecer las tirantes relaciones en- nomos y órganos de Consejos, todos siguen una tendencia.
tre el Derecho y la realidad. El espíritu individualista en De- Por encima del dominio privado de los medios económicos y
recho debe ceder ante el espíritu social. Este último pide una fábricas, surge un nuevo derecho colectivo al que se transfie-
valoración hecha en una doble forma: de una parte, el hom- re, en medida creciente, el derecho de dominio económico
bre necesita compensar mediante el Derecho su situación so- para la administración a través de sus órganos. Sobreviene,
cial. Las fuerzas que le faltan como consecuencia de esa si- pues, en el ámbito económico, un desarrollo que en el ámbi-
tuación deben ser aportadas por la comunidad. En este to político está terminado. También el dominio político era
sentido, el Derecho sirve a la libertad humana, abre el cami- antes un dominio privado, dominio para el propio Derecho,
no a la autodeterminación que hoy el individuo tiene formal función, en una palabra, de la propiedad. El desarrollo esta-
pero no realmente, lleva a los derechos sociales de los indivi- tal ha detenido este poder privado y en su lugar ha introdu-
duos. De otra parte, las relaciones sociales necesitan la plena cido en el Estado una voluntad general personificada. En la
integración en un ente social. La vida social no debe ser una medida en que la actividad económica individual se reconoce
suma de explosiones, sino un razonable acontecer. Para que como un asunto concerniente a todos los hombres y se admite
esto suceda, el Derecho debe colocar la voluntad individual su sostenimiento económico como un interés colectivo, el ha-
al servicio de una voluntad colectiva. Las funciones de los cer económico del hombre se hará función de una colectivi-
entes privados deben hacerse funciones de órganos. Para ello dad. El caos económico del tiempo presente permite cada
se precisa la construcción de una estructura supraindividual, vez más que esta concepción se haga un bien común de la
en el ámbito que hasta ahora estaba reservado a las volunta- humanidad pensante. Nos muestra no sólo la inseparable co-
des privadas y egoístas. En este sentido, el Derecho social nexión de las economías de los individuos, sino también de
construye nuevas bóvedas sobre los individuos, deja libre el las economía individuales en el pueblo. Quién y cómo se
64 Crisis económica y Derecho del Trabajo El perfeccionamiento del Derecho del Trabajo 65

administra no es sólo cuestión privada, sino de todos. Un sional del trabajador y la afectan, aunque no exista ninguna
Derecho Social del Trabajo urge la formación de esta volun- relación de trabajo, como los citados derechos de seguridad,
tad colectiva en la economía, a través del salario. Su mundo previsión del trabajo, protección en caso de paro, etc.. Estos
no termina en la relación de trabajo. Su interés se dirige derechos sociales no se dirigen sólo contra el empresario,
también hacia la productividad social del trabajo, hacia la sino también contra el Estado u otras corporaciones públicas.
cantidad, forma y empleo del producto del trabajo, y de los Se observa en la historia un lento pero constante desarrollo
medios para su fabricación: el trabajador quiere que su tra- de este derecho humano. Debe continuar necesariamente a
bajo tenga un sentido social. De aquí que corresponda tam- medida que se desarrolla la conciencia de la dignidad huma-
bién al Derecho del Trabajo determinar _la f ° r m a en_ c l u e s e na, de la gran masa del pueblo, y con ello se destruirá el
disponga délos instrumentos y del producto deTTrabajo. El carácter del trabajo como mercancía. Parece que una misión
DefécEocIeT TráBajo actual conoce fundamentalmente el de- esencial de nuestro tiempo es la realización del Derecho del
recho privado de disposición bajo la forma de propiedad. El Trabajo por la combinación de los elementos jurídicos exis-
Derecho Social del Trabajo aspira a lograr, en forma nueva, la tentes de la protección contra el despido, distribución del
puesta a disposición social de la total economía del pueblo, a trabajo, atenciones a los parados, creación de empleo, seguro
través de un derecho colectivo para ambas cosas. de paro, certificado de trabajo, disposiciones complementa-
Junto a este Derecho Social del Trabajo se manifiesta el rias en caso de reducción de la capacidad laboral.
derecho social del trabajador en un nuevo derecho de los
hombres y de los compañeros. Une de forma directa e inaliena- El derecho de participación del trabajador le acoge como
ble esferas de vida social con la persona del trabajador y miembro de agrupaciones económicas colectivas, de que ha-
ensancha con ello su personalidad con el reconocimiento de blamos. Le asegura, en primer término, un nuevo actuar so-
poder concreto e igualdad de derechos económicos por enci- cial. Hasta ahora el empresario era el único titular económico,
ma de la pura subjetividad del Derecho y de la ciudadanía. y la legitimación jurídica para su dirección económica era
Se dispone ya del germen de este derecho, necesitándose la propiedad de los medios de producción. Esta exclusiva
sólo, para hacerle madurar, un consciente perfeccionamiento. situación del empresario y el dominio de la propiedad se ha
resentido. Consejos de empresas, colectividades de trabajo,
El derecho humano del trabajador le entiende como un ser entidades de administración autónoma permiten, más o me-
que existe como individuo. Su misión es asegurar su existen- nos, una participación de los trabajadores en la configuración
cia corporal y moral, por la unión inseparable del medio so- de la economía. Así el nuevo Derecho del Trabajo ha hecho
cial con su persona. Para ello el Derecho da normas, prohibe que el trabajo sea fuente de nuevas facultades que penetran
la intromisión en determinados bienes esenciales del trabaja- en la propiedad y que se extienden más allá del marco de la
dor, o le atribuye ciertos bienes, como, por ejemplo, la relación de trabajo. Pero esto no acaba aquí. La voluntad
prohibición de compensación contra derechos sociales sala- económica colectiva que el Derecho Social del Trabajo en
riales inembargables, o derechos de seguridad social de di- que pensamos ha construido se basa no sólo en la comunidad
versas modalidades. Los derechos positivos y negativos así de administración, sino también en la comunidad de bienes.
creados no presuponen necesariamente una relación de tra- Un Derecho Social del Trabajo no está de acuerdo ya exclu-
bajo, si bien en la mayoría de los casos tienen su fundamento sivamente con la forma hoy dominante jurídico individual de
en ella como los derechos en materia de protección del trabaja- apropiación del producto del trabajo, reivindica además un
dor. Pero también pueden tener su raíz en la situación profe- derecho económico colectivo que permita participar en el

4
66 Crisis económica y Derecho del Trabajo

producto del trabajo. El derecho de participación del traba-


jador en un derecho social del trabajo, cuando haya alcanza-
do la madurez, no se limitará, por tanto, a una participación
en la voluntad colectiva. Alcanzará pleno desarrollo con una
real participación en el bien colectivo del trabajo del pueblo.
La prestación social del trabajo será correspondida con una
contraprestación social. Así el Derecho del Trabajo anuncia
su especial participación en las formas de socialización de la
economía. Solicita no sólo una participación del trabajador
en el producto del trabajo a nivel de participación constitu-
cional, sino a nivel material. Este derecho de participación
en el producto social del trabajo no tiene nada que ver con la
participación en las ganancias y en el capital de la empresa.
Una tal modalidad de participación en la limitada colectivi-
dad de la empresa individual supone el desarrollo de una
voluntad económica colectiva del pueblo. La voluntad colec-
tiva aspira a lograr una forma colectiva sobre la empresa.
Pero toda colectividad en la empresa fortalece la propia vo-
luntad de dominación privada.
Con esto hemos intentado aclarar el camino que nos
muestra el pensamiento social del Derecho del Trabajo. To-
davía no podemos ver todas las vueltas y revueltas del cami-
no, pues todo está en los comienzos y en período de formación
y habrán de ser movidas duras rocas durante la marcha. Pero
para que podamos andar una parte del oscuro camino futuro,
un astro nos debe iluminar. El nos protegerá de permanecer
parados y de andar errantes. Pues en las ideas sociales las
viejas ideas culturales alumbran las nuevas zonas que desde
siempre acompañan a la historia de la humanidad y que la
han formado: la idea de comunidad y de personalidad.
Nos hallamos ante la creación de un nuevo Código del LA ESENCIA
Trabajo. Sólo podrá tener éxito si la idea social está viva en DEL DERECHO DEL TRABAJO
él. El nuevo Derecho del Trabajo o será social o no existirá. (1927)
Mi objetivo es exponer, antes de las intervenciones indi-
viduales que constan en el orden del día de esta reunión, una
introducción que presente el espíritu y los problemas funda-
mentales del Derecho del Trabajo y de su ciencia. Tal intro-
ducción es necesaria para conocer los puntos históricos gene-
rales que para el tratamiento de los problemas jurídico-
laborales son determinantes.

I. Lo que surge en primer lugar es la pregunta siguien-


te: ¿Qué es el Derecho del Trabajo?

Entendemos por Derecho del Trabajo el derecho unitario


que regula las relaciones de los trabajadores asalariados. Ob-
servemos en detalle lo que esta afirmación significa. Luego
pasaremos a tratar del contenido interno del Derecho del
Trabajo.

l.Q El Derecho del Trabajo es, en primer lugar, un de-


recho unitario. Comprende Derecho Privado y Derecho Pú-
blico. Ambas partes no se pueden separar en esta disciplina,
porque las dos están enlazadas interiormente. En ello se ex-
presa su doble carácter. El Derecho del Trabajo no se refiere
sólo al interés privado, que afecte a los individuos. El Dere-
cho del Trabajo se relaciona especialmente con intereses pú-
70 Crisis económica y Derecho del Trabajo La esencia del Derecho del Trabajo 71

blicos que conciernen a la colectividad. Dado que regula la aleja de su punto de origen histórico, que fue determinante
fuerza laboral del pueblo, no sólo interesa a empresarios y para su desarrollo. El Derecho del Trabajo nació del gran
trabajadores. La fuerza laboral de la gran masa del pueblo es movimiento de los trabajadores, que en un principio consis-
la fuerza popular. Lo que ocurra a tal fuerza es algo que tió en un movimiento de obreros manuales o de la industria.
debe preocupar a todo el pueblo y al Estado, que no es otra Las fuerzas que hoy están detrás del Derecho del Trabajo
cosa que la organización del pueblo. Tal organización, que son mucho más amplias que las que al principio afluyeron a
no sólo mira al presente, sino al futuro, tiene que exteriori- él. El frente del Derecho del Trabajo es el frente de todo el
zarse en leyes que impidan que el más alto bien del pueblo pueblo trabajador, es decir, de la gran masa que encuentra y
sea explotado. Antes se venía separando, en el Derecho del busca su existencia en la utilización de su fuerza laboral
Trabajo, lo público y lo privado. El Derecho del Trabajo era, Desde entonces, el trabajo dependiente es una profesión vi-
de un lado, un capítulo del derecho de obligaciones. De otro, tal; desde entonces el ser oficial no es un paso para llegar a
una parte del Derecho Administrativo. Hoy se reconoce que maestro autónomo; desde entonces el contrato de trabajo ha
el Derecho del Trabajo constituye un ordenamiento jurídico llegado a ser, para millones de nuestros compañeros, el único
en sí, cuyas normas no están dispersas en las diversas ramas título de garantía personal, del que depende su existencia du-
del Derecho Civil y del Derecho Público, sino que tiene sus rante el transcurso de toda su vida; desde entonces el Dere-
propios fundamentos. El Derecho del Trabajo no es ya, ante cho del Trabajo es lo real, la raíz del derecho popular de la
todo, un apéndice del derecho patrimonial. El Derecho del existencia humana. En este sentido cabe decir que la crea-
Trabajo se ha constituido ya como un Derecho propio y ción de un Derecho del Trabajo unitario se constituye como
autónomo que tiene sus estructuras y principios característi- uno de los más grandes objetivos de la legislación, cuyo des-
cos. Así el Derecho del Trabajo abre una brecha en el siste- tino es ser aplicable a todos los trabajadores.
ma de Derecho tradicional, al eliminar la desunión entre De-
recho público y Derecho privado y, junto al ordenamiento 3.Q El Derecho del Trabajo regula todas las relaciones
jurídico de las cosas, introduce un ordenamiento jurídico de de los trabajadores. Cuando antes se hablaba de Derecho del
las personas en el conjunto del Derecho. Trabajo, se pensaba en forma exclusiva en el contrato de
2.Q El Derecho del Trabajo regula las relaciones de los trabajo. Incluso hoy persiste todavía esta tendencia en gran
trabajadores asalariados. No se identifica con un derecho del parte de nuestra literatura científica, para la que la columna
trabajo. Es más limitado. Esta disciplina sólo tiene que ver fundamental del Derecho del Trabajo es el contrato. Pero el
con el Derecho del Trabajo, en tanto en cuanto se refiere al contrato es una de las relaciones que regula el Derecho del
derecho de los trabajadores, es decir, de las personas que Trabajo. Nuestro Derecho, en una palabra, no regula sólo
prestan trabajo dependiente. El Derecho del Trabajo tampo- relaciones contractuales. Cuando hablamos de las relaciones
co es igual que el derecho de los trabajadores. Es más. Los reguladas por el Derecho del Trabajo, debemos ver al traba-
trabajadores no son sólo los que lleva a cabo una labor ma- jador en un doble aspecto. El primero viene del hecho de
nual. Lo son también los empleados, los aprendices y funcio- hallarse en relación con el empresario. El segundo por perte-
narios. Todas estas personas prestan trabajo dependiente. necer a una clase. Por el simple hecho de pertenecer a una
Ello vale especialmente para los funcionarios. clase, se puede ser ya trabajador, aunque no se tenga relación
alguna con un empresario. Así, el trabajador en paro, el mi-
Cuando para ellos surgen relaciones especiales, su Dere- nero inválido, son trabajadores, aunque en ellos no se dé una
cho se enraiza en el Derecho del Trabajo. Con ello éste se prestación de trabajo dependiente. Por esto el Derecho del
La esencia del Derecho del Trabajo 73
72 Crisis económica y Derecho del Trabajo
pecial interés que hoy existe en torno al Derecho del
Trabajo no sólo regula aquellas relaciones que se dan entre
Trabajo?
trabajador y empresario. El Derecho del Trabajo debe tam-
bién contemplar aquellas relaciones que se siguen de que el l.Q En primer lugar, cabe decir que tal especial interés
trabajador sea un miembro de una determinada clase, que radica en que se trata del trabajo. El trabajo es una energía
tiene necesidades concretas, cuya satisfacción elemental es esencial. Quien presta trabajo no da ningún objeto patrimo-
objeto de un Derecho Social, que no sólo nace de la noción nial, sino que se da a sí mismo. El trabajo es el hombre
abstracta de "persona", sino de la aparición concreta del mismo en situación de actuar. El trabajo es fuente de patri-
hombre necesitado. Por ello el derecho relativo al empleo y a monio, pero no gasto patrimonial. El trabajo es algo exterior
la seguridad social, como el derecho contractual del trabajo, al hombre. El trabajo no tiene, según las palabras de Carlos
constituyen el Derecho del Trabajo. De otra parte, el contra- Marx, "otro continente que la sangre y la carne humana".
to de trabajo no agota de ninguna manera las relaciones entre El patrimonio es la base real de la vida humana, pertenece al
el trabajador y el empresario. El movimiento social ha des- mundo de las cosas que no tienen ningún fin en sí y cuyo
pertado en la clase trabajadora el impulso de no ser sólo un destino consiste en ser un medio para el hombre. La fuerza
objeto, sino más bien un sujeto de la economía. La economía del trabajo es la base personal de la vida humana, pertenece
se concibe como una síntesis de todas las fuerzas que actúan al mundo de los seres espirituales, que tienen su propio fin,
en ella. Y tales fuerzas no son sólo las del capital, sino tam- cuyo destino, al no poder ser abstraído, sólo es un medio
bién las del trabajo. En tanto exista capital privado, los de- para fines ajenos. "En el reino de los fines —según nos ha
tentadores de la economía serán no sólo los propietarios del dicho Kant— todo tiene un precio o una dignidad." El hom-
capital, sino los trabajadores. De esta forma, éstos no son bre tiene una dignidad. Lograr tal dignidad es la misión es-
sólo servidores de la empresa capitalista. Son también copar- pecial del Derecho del Trabajo. Su función consiste en evitar
tícipes con respecto a la ejecución del poder de disposición que el hombre sea tratado igual que las cosas. Quien quiera
económico. De ahí ha surgido la idea de estatuto del trabajo, comprender el espíritu del Derecho del Trabajo debe ver
es decir, aquel ordenamiento que convoca a los trabajadores, dominar esta idea fundamental en las múltiples disposiciones
ya por ley o por acuerdo, para ejercer la disposición de de- que contiene. Con ello, el Derecho del Trabajo rechaza cons-
terminadas zonas de actuación compartida, que antes sólo cientemente la sola concepción económico material de las co-
pertenecía en exclusiva a los empresarios. sas. Expresa la idea de la economía del hombre, que penetra
Junto al contrato del trabajo aparece con los mismos de- cada vez más en nuestro tiempo. El Derecho del Trabajo
rechos el estatuto del trabajo. Contrato y estatuto laborales hace valer una nueva concepción del hombre, viene a realizar
son las relaciones fundamentales que se deben regular en la "la humanidad real", que es mucho más que un simple hu-
relación entre el empresario y el trabajador. Por eso el Dere- manismo ideológico. Quien se enfrente con la historia del
cho del Trabajo es el Derecho total de los trabajadores. Derecho del Trabajo verá claramente ante sí este impulso
Abarca al trabajador en su totalidad, en todas sus relaciones, hacia la dignidad humana, que se hace efectivo en el Dere-
en cuanto es trabajador. cho del Trabajo. ¿Cómo sobrevino todo esto? En un princi-
pio, el hombre era solamente una cosa. El esclavo no era más
II. Una vez que hemos expuesto lo que hoy es el Dere- ni menos que un valioso ganado del dueño. El "contrato de
cho del Trabajo, podemos hacer una nueva pregunta, cuya trabajo libre" le hizo "persona". La persona es un ser abs-
respuesta puede llevarnos a calar, más aún, en la esencia del tracto, tan abstracto que todos los hombres son iguales, por-
Derecho del Trabajo. Concretamente, ¿en qué se basa el es-
74 Crisis económica y Derecho del Trabajo La esencia del Derecho del Trabajo 75

que se prescinde de su especial situación social. El paso de la dependiente. La dependencia es el gran problema del Dere-
cosa a la persona fue un extraordinario avance en la historia cho del Trabajo. Hace mucho tiempo que se ha observado
jurídica de la humanidad. Todos los hombres se hicieron tal cuestión y se sigue aún considerando por gran parte de la
iguales. Todos los hombres iban a ser capaces jurídicamente doctrina científica de nuestros días. La relación que liga al
de todo. Todos los hombres podrían tener todos los dere- trabajador con su empresario no es sólo una pura relación
chos. El mundo estaba jurídicamente abierto a todos los obligacional. No pertenece al Derecho de obligaciones. Es,
hombres. ¡Pero, desgraciadamente, persistía el orden social! ante todo, una relación de poder. Pertenece al Derecho de
¡Aquí aparece el gran vacío que ha dejado la elevación del las personas. La dependencia del trabajador es por ello no
hombre del mundo de las cosas, al mundo de las personas, sólo una dependencia económica, social o técnica, que sólo
donde dominan no espíritus, sino hombres de carne y hueso! sea un hecho que no concierna al Derecho. La dependencia
El orden social es algo muy distinto del orden jurídico. El del trabajador es una relación jurídica de poder que tiene
orden social nos coloca ante el dominio y la distribución de determinados efectos jurídicos, que se apartan, sin embargo,
los bienes. Y en este terreno ya los hombres no son iguales, de los puros efectos jurídico obligacionales. Pensemos en el
sino desiguales. Ahí ya los hombres no tienen igual poder, poder de mando del empresario. Ningún acreedor puede dar
sino desigual. Ahí no se entroniza el derecho del dominio órdenes al deudor. El Derecho de obligaciones no conoce el
privado como en la época feudal, sino el poder económico poder de obediencia del deudor. Nadie duda, sin embargo,
que ha afirmado la época capitalista. ¿Qué es la igualdad que el empresario puede dar órdenes al trabajador y que éste
jurídica en este reparto desigual del poder? Así aparece el tiene la obligación de obedecer. Esta sumisión aclara que en
movimiento social que desea hacer de las "personas" hom- el mundo del trabajo el empresario no sólo tiene un derecho
bres, lo cual es como decir que no sólo quiera todo jurídica- como acreedor, a la manera obligacional, sino un derecho de
mente, en forma abstracta, sino que pueda encontrar, en for- poder, de carácter jurídico personal. Pensemos en la apropia-
ma concreta, en un nuevo orden jurídico-social, los funda- ción directa del producto del trabajo del obrero, por el em-
mentos elementales de un existir con dignidad humana, de presario. ¿Cómo se puede explicar esta atribución al empre-
tal manera que el ser humano no disponga sólo de fuerzas sario del producto del trabajo? Desde luego, no cabe una
jurídicas, sino también sociales, que se unan a él en forma explicación obligacional. Sólo se explica por esa relación ju-
inseparable. Del ser humano desnudo, de esa "persona", rídica de poder que junta en una unidad jurídica al empresa-
sombra volatilizada del hombre, debe llegarse a un ser prote- rio y al trabajador, y cuyo titular es el primero. Se trata de
gido, que no viva sólo en el ambiente etéreo del espíritu, sino derecho unitario y que actúa como tal. Derecho unitario y
de la plena existencia. El Derecho del Trabajo contribuye de que, por supuesto, tiene otras formas jurídicas de expresión,
manera decisiva a la constitución de semejante orden jurídi- distintas a las del derecho entre individuos. La particulari-
co social, al colocar en el centro de su normativa no sólo la dad de la relación de trabajo radica en que los derechos y
propiedad, sino la humanidad. El Derecho del Trabajo quie- deberes que resultan del contrato de trabajo entre personas
re llenar aquel vacío que existe entre el hombre y la "perso- están unidos en una unidad personal en forma de dominio.
na", implantar el orden social en medio del orden jurídico, En esto se diferencia el trabajador de otras personas que
dar a la nueva época social su derecho. prestan trabajo, pero que son independientes, como el médi-
co, el abogado, el labrador, el comerciante, el agente, etc..
2.Q En segundo lugar, cabe decir que el especial interés El trabajo dependiente no es un trabajo que el trabajador se
del Derecho del Trabajo radica en que se trata del trabajo preste a sí mismo y a la colectividad. La dependencia supone
76 Crisis económica y Derecho del Trabajo La esencia del Derecho del Trabajo 11

un trabajo que se presta a una persona privada. En el trabajo concedido al hombre derechos sociales fundamentales, que le
dependiente^ el hombre que trabaja está mediatizado. Está aseguren una existencia humana digna, que contribuyen al
alienado• de sí_jr_dej todo. El trabajo, que en el estado natural mantenimiento de su fuerza de trabajo y que le garantizan
del hombre es una función social o individual, en el estado un libre círculo vital. La "liberación del trabajo" ha protegi-
de dependencia es una función ajena y función de un ajeno. do, en segundo lugar, la cooperación del trabajo en el ejerci-
Con esto se plantea para el Derecho del Trabajo el problema cio del poder económico, la sumisión económica la ha trans-
de la libertad humana, que está enraizado, como práctica- formado en ciudadanía económica. Y finalmente, la última,
mente ningún otro problema, en el elemento primitivo del la que requiere la más difícil y profunda paciencia, sabiduría
alma humana. Y sin duda, tal cuestión se presenta en una y sentimientos sociales: conducirá a una comunidad de la eco-
forma nueva. La libertad de que se trata no es la libertad nomía en la que ya las personas privadas no gestionen la eco-
abstracta jurídica, ni la libertad política, sino la libertad de nomía como negocio, sino una voluntad económica común,
empresa de nuestros tiempos, que con frecuencia oprime al descansando en titulares diversos y comunitarios, que diri-
hombre en forma más dura y adusta que todas las unidades gen y administran la economía como un todo. Dado que el
económicas anteriores. La realización de esta libertad se lleva Estado, como personificador de la voluntad común, ya habrá
a cabo en una forma que repite en el terreno social, el proce- sido arrebatado de las manos privadas, se producirá que la
so de cambio que se ha llevado a cabo en el terreno público. economía, como personificación de una voluntad común, se
La libertad pública tiene una triple presentación. En primer liberará de las manos privadas. Sólo si llega a realizarse tal
lugar es la libertad con respecto al derecho del dominio pri- "ente comunitario", la "liberación del trabajo" llegará a su
vado. La libertad pública en este sentido no ha liberado al plenitud, desaparecerá el trabajo asalariado, el ciudadano li-
hombre de deberes y cargas. De lo que fue liberado fue de bre en un Estado de trabajadores ocupará el lugar del traba-
deberes y cargas privados. El hombre público está sometido, jador. El trabajo dependiente adquirirá un nuevo sentido. No
pero no a personas privadas, sino a una comunidad política. será prestado ya a una persona privada ajena, sino a una
La libertad pública es, en segundo lugar, libertad personal. comunidad de la que el hombre es miembro protegido en su
Hay en el Estado esferas de libertad, en que el hombre es igualdad de derecho y en su particularismo humano.
protegido como ser individual en el ejercicio de su libertad.
Estas esferas de libertad pública están formadas por los lla- Estos son los bienes más importantes y valiosos, por los
mados derechos fundamentales. Sustraen los bienes persona- que el Derecho del Trabajo tiene que velar. El desarrollo del
les al dominio público. Y finalmente la libertad pública es la Derecho del Trabajo es el desarrollo de la humanidad y de la
libertad en el Estado. El ciudadano libre no es un subdito. Es libertad en la relación entre trabajo y propiedad. A través del
una parte de la voluntad comunitaria. Coopera a su forma- Derecho del Trabajo corren las arterias vitales del movi-
ción. Así la "liberación del trabajo" no es nunca separación miento social, lo que constituye la sangre de la libertad. En
del compromiso y unidad sociales. No conduce a un mundo él se decide el destino y anhelo del pueblo. Es el Derecho
imaginario, en el que el individuo pueda hacer o no hacer lo naciente de los tiempos actuales.
que quiera. No se trata de ninguna libertad con respecto al
trabajo. No la ha destruido, según podremos ver, la gran
empresa de nuestros tiempos, sino que la ha mantenido, per-
feccionado y racionalizado. Pero la ha asegurado como liber-
tad pública, en su ámbito respectivo, una triple libertad. Ha
EL HOMBRE
EN EL DERECHO DEL TRABAJO
(1930)
En todas las ramas del pensamiento se hace patente el
esfuerzo por situar al hombre en el centro de cualquier tipo
de reflexión. Ello no es, ni mucho menos, casual. Tal intento
tiene su raíz en esa profunda necesidad de nuestro tiempo de
no contentarse sólo con la verificación de hechos o normas,
sino de comprender su sentido y ahí precisamente es donde
se halla su punto de referencia. Este conocimiento jurídico
del hombre está íntimamente unido al Derecho del Trabajo.
La situación social fundamental de la que surge aquel cono-
cimiento es la dependencia del hombre trabajador. Se trata de
una dependencia real, ya que no es el trabajador, sino otra
persona, quien dispone de los instrumentos de trabajo que
necesita aquél para trabajar y subsistir. Se trata de una de-
pendencia personal, porque el trabajo no se puede separar de
la personalidad del trabajador y, por ello, el acreedor del
trabajo no sólo tiene derecho a la prestación laboral, sino
también a disponer de la persona del obligado a trabajar. Y,
finalmente, se trata de una dependencia colectiva, porque en
la medida, precio y circunstancias del trabajo no influye so-
lamente la voluntad del trabajador, sino que también son
algo decisivo en ello las condiciones fácticas y posibles de
todos los demás trabajadores, que prestan servicios con él, o
82 Crisis económica y Derecho del Trabajo
El hombre en el Derecho del Trabajo 83
están dispuestos a prestarlos en lugar de él. Lo que caracteri- en el Derecho del Trabajo. Las normas características del
za a este tipo de dependencia frente a otros (esclavitud, ser- Derecho especial del Trabajo tienen como objeto proteger al
vidumbre, etc..) es que no se basa en una cualificación jurí- hombre trabajador de los efectos sociales de la dependencia,
dica del hombre, sino que descansa en una situación social que amenazan su existencia humana. Frente a la dependen-
en que se encuentra el trabajador en el mundo capitalista. La cia real surge el seguro social. Se garantiza así la existencia
cuestión de la posición del hombre en el Derecho del Trabajo de ese hombre que depende del trabajo, pero que no tiene
radica en saber cómo se ha de conducir el Derecho respecto a tal trabajo, bien porque no puede trabajar (enfermedad, acci-
dependencia. Es preciso distinguir tres concepciones: la bur- dente, invalidez) o bien porque no encuentra trabajo (paro).
guesa, la social y la socialista. Frente a la dependencia personal aparece el Derecho de pro-
La concepción burguesa se manifiesta en el puro Derecho tección del trabajo. Este asegura la existencia del hombre
Civil. Este Derecho prescinde de la dependencia del hombre que entrega su fuerza de trabajo a manos ajenas, y con tal
trabajador. Sólo conoce personas, o lo que es lo mismo, in- derecho se excluye el peligro que pudiera nacer de un poder
dividuos abstractos, desprendidos de toda atadura social y de disposición ajeno sobre bienes vitales. Frente a la depen-
que, como tales, son iguales, libres e independientes unos de dencia colectiva se configura el nuevo Derecho colectivo del
otros. Esta abstracción del "hombre verdadero" ha sido Trabajo, que asegura la existencia del hombre, al unir, en una
transmitida a través del concepto iusnaturalista de la Ilustra- voluntad común, a todos los implicados en un trabajo igual y,
ción que destacó la "naturaleza del hombre", es decir, aque- por medio de una regulación también común, libera el conte-
llo que todos los hombres tienen en común. Sin embargo, lo nido de las condiciones de trabajo de una arbitrariedad indi-
decisivo para esta idea de "humanidad" no fue aquella trans- vidual. En estas normas se hace patente una concepción del
misión, sino el a priori social que constituye el fundamento hombre distinta de la concepción burguesa. En el Derecho del
del Derecho Civil. Tal a priori social del Derecho Civil está Trabajo el hombre no es sólo una persona, que lleva una existen-
constituido por el hombre independiente, autónomo; esto es, cia ideal, sino un ser vivo, concreto, cuya existencia real se
por el hombre que "tiene una propiedad que le sustenta" plantea. El Derecho Civil considera al hombre como una es-
(Kant). Las formas jurídicas del Derecho Civil se correspon- pecie del mundo de las cosas, destacando la idea de su auto-
den con aquel presupuesto. Están enfocadas a servir los inte- determinación frente a toda esclavitud y servidumbre. El
reses privados del hombre. La dependencia no se tiene en Derecho del Trabajo lleva más lejos la liberación del hom-
consideración, por aquel Derecho. Queda relegada al libre bre, al asegurarle no sólo una capacidad abstracta, sino una
juego de las superiores fuerzas naturales sobre las que el De- existencia real. Con ello ha comenzado a liberarse el orden
recho no tiene ninguna influencia. La consecuencia de tal jurídico del a priori social que yace en la base del Derecho
concepción fue una servidumbre real del hombre, que Marx Civil. Al Derecho Civil pudo parecerle indiferente la regula-
calificó, no sin razón, de "esclavitud emancipada". ción de la esfera real y vital del hombre, porque partió de la
existencia de esa esfera de libertad del hombre, autónomo,
La concepción social se pone de manifiesto en el actual "que la sustenta". En el momento en que el hombre depen-
Derecho del Trabajo. No prescinde ésta de la dependencia diente se hace ver al legislador y solicita de él su atención,
del hombre trabajador, sino que la destaca, sustrayéndole al tiene el Derecho que plantearse la existencia real del hombre.
libre juego de las fuerzas y sometiendo a la norma la situación
social en que se basa tal dependencia. Esa dependencia que La concepción socialista está unida al actual Derecho del
en Derecho Civil sólo era un "hecho", se hace un "estado" Trabajo. La concepción burguesa prescinde de la dependen-
84 Crisis económica y Derecho del Trabajo El hombre en el Derecho del Trabajo 85

cia, la concepción social la pone de manifiesto, la concepción miento). Un día se pondrá de manifiesto el sujeto social uni-
socialista la quiere hacer desaparecer. Y sólo lo puede conse- tario que hoy se despliega en todas estas creaciones. Ello
guir haciendo que desaparezca su raíz, que no es la propie- llevará en último término a la liberación del hombre (hoy
dad privada en sí misma, sino la propiedad privada de los perceptible) que no tolere ya más la existencia de ningún
medios de producción. En virtud de esta última se mediatiza ente privado entre el individuo y su comunidad.
el trabajo del hombre dependiente, esto es, se presta, a pesar
del matiz social de tal prestación, no directamente a la socie-
dad, sino al propietario privado de los medios de produc-
ción, que dispone de ella y adjudica el producto del trabajo.
Desea aquélla que al hombre dependiente socialmente le su-
ceda lo que le sobrevino al hombre independiente político;
en una palabra, "que no sirva a ningún otro que al ser co-
mún en el propio sentido de la palabra" (Kant). Así logra
diluir la actual oposición entre trabajadores y empresarios,
en una nueva unidad, que permitirá prestar el trabajo a un
sujeto social. La vieja e ingenua concepción de que tal sujeto
sólo podía ser el Estado, instrumentado por un único man-
damiento, también estatal, se halla superada. Aquella apertu-
ra de las barreras privadas que hoy impiden que el trabajo
dependiente efectúe la ejecución directa de su misión social
puede llevarse a cabo sólo en un proceso histórico de múlti-
ples aspectos. Tal proceso (general, no sólo estatalmente de-
terminado) le vemos realizarse a través de una despersonali-
zación del capital privado, que en forma creciente sustraiga
al sujeto del derecho privado individual, el poder de disposi-
ción sobre el capital.

De una parte, nos encontramos con una colectivización


del capital en la mano de la clase trabajadora (bancos de los
trabajadores, mutualidades), y de otra, con una funcionaliza-
ción del empresario, que transforma su derecho de propie-
dad en una tarea responsable, enlazando en una sola voluntad
el mundo del trabajo y el mundo empresarial (constitución del
trabajo, constitución de la economía). Finalmente, percibimos
una objetivación de la entidad jurídica, que se desprende de
la voluntad de los titulares para conducir ese ser social pro-
pio al cumplimiento de los fines materiales en él inherentes
(piénsese en el nuevo derecho de la empresa o del estableci-
LA CRISIS
DEL DERECHO DEL TRABAJO
(1933)
La enorme tormenta que arrecia sobre toda la organiza-
ción mundial ha alcanzado al Derecho del Trabajo en forma
más dura que a todas las restantes ramas del Derecho. Esto
no es sorprendente si se echa un vistazo a toda su normativa
y al fundamento en que descansa. Tal fundamento es la eco-
nomía, de la que el trabajo dependiente es una parte. Las
relaciones económicas, sus conceptos y sistemas, son de im-
portancia decisiva para el trabajo dependiente.
El Derecho del Trabajo presupone una economía en la
que se puedan desarrollar las fuerzas productivas existentes
y en que las necesidades de los hombres puedan satisfacerse
con su producto. El orden económico actual no cumple ya
hoy con este sentido dado por la esencia de la economía.
Dispone de un aparato productivo como el mundo no ha
visto jamás. Se ofrecen también una masa de bienes y posibi-
lidades técnicas de producción para asegurar el manteni-
miento en la forma adecuada de los hombres en los niveles
culturales de hoy. Pero el sistema de esta economía ya no
funciona. La fuerza del trabajo de las naciones está ociosa y
no puede hacer sentir sus efectos. Una gran parte del aparato
90 Crisis económica y Derecho del Trabajo La crisis del Derecho del Trabajo 91

productivo está parado, mientras que muchos hombres de- que en ningún caso pueden reclamar una consideración valo-
caen en una lenta muerte de hambre, y generaciones comple- rativa absoluta y libre de la influencia del tiempo.
tas se destruyen, se pudren los bienes en los almacenes y se La situación económica en que se encuentra el Derecho
aniquilan artículos vitales, porque faltan compradores y el del Trabajo se expresa en concepciones ideológicas que en-
capital hace huelga frente a su utilización. tran en directa colisión con sus características, con lo que se
debilita interiormente. Surgen aquellas ideas de una tenden-
El_ Derecho del Trabajo ha elevado el valor de la fuerza cia romántica fundamental que siempre se las arregla para
del trabajo. Ha hecho subir las costas del trabajo. No entrega aparecer, cuando estratos sociales dominantes se ven amena-
al trabajador al destino del acaso, que despreocupa al Dere- zados en su existencia. Lo que les falta a tales estratos en
cho. Ha surgido una nueva responsabilidad de la colectivi- función real, en períodos de decadencia es sustituido en tal
dad. No se agota ya en la sola garantía de una libertad per- estado de cosas por configuraciones, que idea el pensamien-
sonal y formal. El Derecho del Trabajo ha erigido esta to, pero que carecen de realidad.
responsabilidad en una responsabilidad del todo por la real
libertad, para que también el ser concreto del hombre pueda Así surge la idea de "universalismo", que da carta de na-
ponerse a cubierto. Tal responsabilidad presupone una pro- turaleza a las "formas de globalidad", con lo que se niega la
ductividad de la economía, que hoy no se da. Los resultados autonomía del valor intrínseco humano. Aquélla es en su
de la economía actual no se corresponden con el valor que la desconsiderada y moderna expresión un eco ideológico de
fuerza del trabajo ha alcanzado recientemente en el Derecho las formas de guerra, para las que el destino individual del
del Trabajo. Éí empresario se defiende contra las "cargas hombre es indiferente, a la vez que supone una adoración del
sociales*' que exigen el reconocimiento de este valor. La vo- espíritu del tiempo, carente de todo sentido humano, para el
luntad colectiva del trabajo que la nueva estructura de valo- que los instrumentos valen más que el mismo hombre vi-
res ha puesto de manifiesto ha perdido su poder. Las presta- viente. Aquellas "formas de globalidad" se contemplan
ciones sociales que debían corresponderse con la nueva como creaciones ideales, sin que su estructura sociológica,
reivindicación valorativa no han surgido o casi no han surgi- profundamente real y que alude a una determinada concen-
do. La consecuencia es una continua desvalorización de la tración de poder, sea investigada. Nos encontramos, además,
fuerza del trabajo, hasta llegar a la aniquilación. Basta con con la idea de "constitución corporath a", cuya esencia con-
seguir el desarrollo histórico de los Decretos-leyes de los úl- siste en que, mediante un nuevo orden de la estructura social
timos años, pasando por las cláusulas de habilitación de la artificial y construido desde fuera, se elimina la lucha de cla-
Ordenanza 4-IX-32, que sacrifican condicionalmente todo el ses, que tiene su base en la dinámica del acontecer social,
Derecho del Trabajo, para apreciar la verdad en su pleno para poner, en lugar de la igualdad jurídica, una nueva dife-
significado. La flecha indicadora de este desarrollo señala renciación jurídica de los hombres y para sustituir la libertad
claramente el restablecimiento del "libre contrato de traba- jurídica por un marco de vida limitado corporativamente. Se
jo", la liberación de las llamadas "leyes naturales de la eco- habla de comunidad donde hay libre concurrencia. Se habla
nomía", "de contención artificial", leyes naturales con las de unidad gobernada por todos los miembros de la totalidad,
que se enfrenta desde luego el Derecho del Trabajo, de lo donde sólo domina el capitalismo monopolista que en forma
que se deduce que la "naturaleza" de la economía no sólo creciente pone las condiciones de vida del pueblo en su
está marcada por el ser de la economía, sino también por el mano privada e incontrolada. Se habla de "corporación"
efecto desenfrenado sobre determinados institutos jurídicos, donde no existe una unión de individuos libres, sino trusts y
92 Crisis económica y Derecho del Trabajo La crisis del Derecho del Trabajo 93

cartels para lograr organizar jurídicamente la exclusividad enseñarse con autonomía, no se expone así en ninguna Uni-
real de sus intereses. Y esto es, en definitiva, la idea de "éli- versidad. Este vacío en el campo del Derecho del Trabajo
te". Un círculo seleccionado de hombres especiales va a en- produce no sólo daño a la igualdad de derechos de esta disci-
frentarse a la masa, porque sólo aquél está llamado a fijar el plina, en el terreno científico, sino que perjudica a la forma-
contenido cultural de una época y a acuñar también formas de ción jurídica de aquéllos, dedicados a la práctica, que, como
vida para la masa. Mientras la Escuela Histórica del Derecho políticos de la reforma, jueces, abogados, secretarios de aso-
siga viendo en el "espíritu del pueblo" el auténtico elemento ciaciones, deben participar en la aplicación del Derecho del
creador en los pueblos, quedará un "espíritu de nobleza" Trabajo. De aquí que suceda que en la discusión política
que dispondrá los elementos de la estructura social. No hay dominen los lugares comunes, y en la jurisprudencia se ex-
duda que el origen de los "sistemas estatales autoritarios" presen criterios que no siempre pueden sufrir una verifica-
está en negar todo tipo de discrepancias con los grupos natu- ción científica."
rales del mundo real, tomando sus impulsos legislativos no Que esta situación ha cambiado desde entonces, no puede
de una presencia social, sino de una inspiración de la que discutirse. Tenemos hoy una ciencia del Derecho del Tra-
cree que obtiene su metafísica, que en realidad no es otra bajo que no va a la zaga del desarrollo científico, de otras
cosa que la exigencia de una clase que en forma no visible, viejas ramas del Derecho. Casi en todas las Universidades se
pero profundamente real, persigue sus propios intereses ma- enseña el Derecho del Trabajo como disciplina aislada, y en
teriales, hondamente enraizados. casos más raros se complementa con la enseñanza de la So-
Esta dependencia del Derecho del Trabajo de la econo- ciología del Derecho, que es decisiva para el Derecho del
mía y~de~ius^concepciones dominantesse refleja también en Trabajo. Con ello la nueva ciencia goza de una especial po-
la ciencia del Derecho del Trabajo. Cuando hablamos de pularidad. Apenas existe una disciplina jurídica que haya pe-
cieñcia"dél"Derecho derTraBajo nos consta su gran progreso. netrado tanto, incluso en los llamados "sectores profanos",
En el momento de crear esta revista y al señalar en su artícu- como el Derecho del Trabajo y su misma enseñanza. Se han
lo introductorio nuestro objetivo, en febrero de 1914, se ha- fundado academias y escuelas especializadas, en que la do-
llaba la ciencia del Derecho del Trabajo aún en sus comien- cencia ocupa un lugar preeminente. De igual forma, los di-
zos, si bien ya estaban echados sus cimientos. Exponíamos el rectamente interesados en la aplicación y mejoramiento del
desarrollo del Derecho del Trabajo, que cada vez pone más Derecho del Trabajo han fomentado en forma notable esta
las cosas en claro, y escribíamos: ciencia, y la mayoría de las revistas publicadas por las asocia-
ciones profesionales contienen un abundante contenido jurí-
"La ciencia jurídica no ha seguido el mismo ritmo que dico, práctico y teórico. Si se contempla este esplendor, que
este desarrollo. Es evidente que poseemos obras fundamen- en otro tiempo ni se soñaba, dan ganas de gritar para decir:
tales que se dedican al Derecho del Trabajo y que han fun- "es una suerte vivir".
dado su ciencia. Pero en esta rama jurídica se va más retrasa-
do en número de investigadores, independencia de la pio- Y, sin embargo, debemos admitir que la ciencia del Dere-
ducción literaria, participación de lectores, que lo que sucede cho del Trabajo no ha encontrado aún su último centro de
en otros campos de la investigación jurídica. De forma espe- gravedad. Se considera sólo el Derecho del Trabajo como
cial, las Universidades no han reconocido hasta hoy la im- una herramienta del Derecho Civil, de quien toma su orien-
portancia del Derecho del Trabajo. Aunque, de hecho, el tación fundamental. En tanto en cuanto esto suceda, cabe
Derecho del Trabajo constituye una disciplina susceptible de decir que se desconocen la diversidad de ordenamientos fun-
94 Crisis económica y Derecho del Trabajo La crisis del Derecho del Trabajo 95

damentales en que se apoyan ambas ramas jurídicas. El De- conceptual del Derecho Civil será especialmente tangible, y
recho Civil parte de la libertad del hombre abstracto y re- el peligro de un desgarramiento del nuevo, peculiar y funda-
conduce la regulación de las relaciones del existir humano a mental contenido del Derecho del Trabajo será más tangible.
la voluntad humana. Por el contrario, el Derecho del Traba- Tal peligro no lo es, sin embargo, sólo para el Derecho del
jo^parte .de la dependencia del hombre concreto, determina- Trabajo, sino que se transmite a un Derecho Civil reformado
da por su pertenencia a una determinada clase, para quien en parte. Se trata de un peligro para la colectividad en que
no puede valer sólo una ordenación abstracta de la voluntad, todos nosotros vivimos. Pues las fuerzas explosivas acumu-
sino que tiene que darse un especial ordenamiento del exis- ladas en el Derecho del Trabajo presionan en una dirección
tir, que una sus consecuencias jurídicas no a la voluntad, totalmente distinta de la de un fortalecimiento del Derecho
sino a la situación en que el hombre se encuentra. De la Civil y sus institutos fundamentales.
misma forma que antes en el Derecho medieval se distinguía
entre el Derecho general (Landsrecht) y el Derecho espe- II. La consideración de la dependencia del Derecho del
cial l (Hofrecht), así se diferencia hoy el Derecho Civil del trabajo deláT economía, su concepción y ordenamiento, tiene
Derecho del Trabajo, aunque con nuevo fundamento. Como una importancia más grande de lo que habitualmente se
el Derecho general era el Derecho de la gente libre, en opo- cree. Pues esta crisis que se ha desencadenado y que se re-
sición al Derecho especial, que era el Derecho de las gentes crudece por las actuales circunstancias económicas, descubre
dependientes, así hoy nos encontramos el Derecho Civil, bruscamente la tensa situación en que se encuentra el Dere-
Derecho de los independientes, en oposición al Derecho de cho del Trabajo, lo que para su futuro será de decisiva im-
los dependientes. Por ello sólo podrá surgir un verdadero portancia.
sistema del Derecho del Trabajo, que hasta ahora no tene- Esta tensa situación resulta de su dividido carácter. El
mos, cuando salga del propio fundamento de la dependencia Derecho del Trabajo es social. El concepto del Derecho So-
y no del ajeno fundamento de la libertad. Sólo entonces se cial no puede obtenerse por una concepción abstracta, sino
harán visibles los institutos jurídicos típicos del Derecho del solamente por una verificación histórica. El mero Derecho
Trabajo, que hoy todavía están encasillados en estructuras y Civil ha construido todas sus instituciones jurídicas funda-
concepciones jurídicas del Derecho Civil. El que hoy la críti- mentales sobre la libertad individual del hombre. La garan-
ca a la jurisprudencia del Tribunal Laboral Imperial se haga tía de existencia del hombre, por la que todo Derecho debe
cada vez más fuerte, obedece a que hasta el momento actual responder, ha visto este Derecho en la circunstancia de que a
no se han valorado los institutos jurídicos propios del Dere- todo hombre le corresponde en igual forma esta libertad y
cho del Trabajo, como sucedería si el núcleo característico para ello sólo tiene que hacer un uso razonable de ella, para
del Derecho del Trabajo se constituyese en centro de su asegurarse su existencia. La historia social ha puesto de ma-
construcción científica. Es evidente que el aprieto en que se nifiesto que esta regla fundamental no llega a garantizar real-
encuentra el Derecho del Trabajo tenga que ser especialmen- mente la existencia del hombre. Los efectos sociales del De-
te duro, en un tiempo en que el mundo de los intereses de recho Civil no corresponden a sus presupuestos. Pusieron de
las personas dependientes e independientes se hace cada vez manifiesto que el existir del hombre no depende sólo de su
más intensamente opuesto. La envoltura del Derecho del autodeterminación, sino también de las relaciones económi-
Trabajo con conceptos que han sido tomados del mundo cas de poder en que vive y que hace de él un juguete del azar
económico, en cuya configuración, en el promedio de los ca-
1
Hofrecht.: Ius Curiae. sos, no tiene ninguna influencia.
96 Crisis económica y Derecho del Trabajo La crisis del Derecho del Trabajo 97

El Derecho del Trabajo es el primer Derecho que se re- nifestación especial en la idea de "democracia económica",
bela contra el libre juego de las relaciones de poder y su que tiene un doble sentido. Según ella, debe asegurarse al
azaroso resultado. El espíritu que llena el Derecho del Tra- trabajador, de una parte, un margen vital libre de autodeter-
bajo y que domina su forma de configurarse, se orienta hacia minación (derecho de seguros sociales, autonomía colectiva,
la regulación de aquellos efectos sociales del Derecho Civil protección del trabajo), y de otra, el mundo del trabajo debe
que amanazan el ser del hombre y a situar el acontecer eco- ser convocado para cooperar en materias de "economía",
nómico al servicio del hombre, dando preeminencia a ciertos que se considera como si constituyese un algo unitario. Así
factores sociales. El Derecho del Trabajo es Derecho Social se quiso hacer al trabajador "ciudadano de la economía",
porque está dirigido a lograr el señorío de estos hechos socia- quien debiera tener en la vida económica los mismos dobles
les. Lo "social" que este Derecho trata de comprender no es derechos de libertad que el ciudadano tiene en la democracia
lo social en sí, sino las manifestaciones sociales que derivan política con sus derechos fundamentales. Estas fórmulas so-
de la dinámica de las formas jurídico-civiles en la sociedad brevenidas al Derecho del Trabajo se ponen hoy en duda. La
burguesa. crisis general existente y sus efectos sobre el Derecho del
Trabajo que nosotros subrayábamos han puesto de manifies-
Con esto sobreviene la contradicción de la estructura del to cruelmente lo que durante algún tiempo fue estado de
Derecho Civil con la del Derecho del Trabajo. El Derecho tensión puramente latente en el Derecho del Trabajo, y por
Civil parte de la libre actuación de los individuos y les deja ello, han creado para él una nueva situación. La ideología en
hacer. El Derecho del Trabajo rechaza esta libre acción indi- que se apoyaba el Derecho del Trabajo vigente ha empezado a
vidual e intenta someterla a un razonable orden social. La ceder, cuando no a destruirse. El sistema económico actual,
consecuencia es que las fuerzas individuales que dominan el pese a todas las seguridades jurídico-laborales, ha fallado.
vigente ordenamiento económico buscan negar las ataduras No han podido evitar o reducir ese enorme déficit de esta
que el Derecho del Trabajo aspira lograr por su misma natu- economía, el paro. Los poderes dominantes vigentes del sis-
raleza. A esta contradicción ha hecho referencia reciente- tema económico no han sido capaces de implantar el más
mente Thall en su artículo "Del Derecho del Trabajo al De- elemental derecho vital del hombre, ganarse el pan por me-
recho Económico", en que escribe: "Los fenómenos y dio de su trabajo. Mientras millones y millones son dedica-
sucesos objeto de regulación por parte del Derecho del Tra- dos a la protección de la economía privada y se lleva a cabo
bajo son esencialmente contradictorios, esforzándose en lle- ante nuestros ojos una casi grotesca paradoja (es decir, la
gar a una igualdad en una unidad más elevada, lo que da al conservación de la empresa económica individualista con
Derecho del Trabajo el peculiar carácter dialéctico de un or- medios socialistas, mientras los ingresos y fortuna de todo el
denamiento que parte de la real oposición entre lo económi- pueblo eran arrancados para .dar vida a la empresa individual
co y lo social, como de un hecho, y busca regular sus efectos, y todo ello sin un severo control de las instancias superiores,
o donde esto no ocurre crea y sanciona métodos y medios sobre el empleo de estas subvenciones), lo cierto es que hasta
para, bien por autoayuda, o bien por intervención estatal, hoy no se ha encontrado un medio efectivo para crear trabajo
lograr producir, caso a caso, una síntesis de equilibrio". público, pese a que no es previsible ningún medio de asegu-
Hasta ahora se ha creído posible dominar esta contradic- rar de otra forma aquel derecho vital fundamental. Con ello el
ción por medio de la creación de derechos fundamentales derecho económico vigente, orientado en el Derecho Civil,
laborales y por instituciones que debían servir para lograr el ha devenido a todas luces sin función. Pues cuando el Dere-
equilibrio de las partes opuestas. Esta creencia tiene su ma- cho pone límites a la tendencia vital natural del hombre y, de
98 Crisis económica y Derecho del Trabajo
La crisis del Derecho del Trabajo 99

esa forma, somete a reglas su para él necesario "metabolismo radica en saber si después de la experiencia de la crisis, en el
con la Naturaleza", "el cuerpo inorgánico del hombre" con cuerpo mismo del pueblo, todavía es posible su posterior des-
ello acepta el Derecho y la responsabilidad de que el hombre arrollo jurídico-laboral en forma de instituto jurídico civil, o si
no se vea impedido por el orden jurídico de alcanzar su obje-
el núcleo jurídico-social del Derecho del Trabajo debe hacer
tivo vital, es decir, trabajo, vivienda y alimento. La terrible
saltar estas formas constitutivas en que hoy se haya inmerso,
expresión de "paro estructural", exigencia cuya existencia se
para asegurar el trabajo en la economía y la economía en el
considera imposible evitar, no es otra cosa que la consta-
trabajo. En torno a esta cuestión —no en torno a ninguna
tación de esta pérdida de función del derecho económico
vigente. otra— se agrupan los nuevos frentes jurídico-laborales. Rup-
tura o retirada. La gravedad de la situación en que nos en-
contramos difícilmente se puede exagerar. La cuestión exis-
Aquí radica la más profunda crisis del Derecho del Tra-
tencial humana de gran parte del pueblo alemán, que en el
bajo, que afecta a su situación hasta la fecha. Al mismo tiem-
actual sistema económico parece irresuelta, requiere con ur-
po, conduce a una crisis de las concepciones fundamentales
gencia una solución. Vivimos en tiempos de cambio. Se ten-
que hasta ahora han ganado el pensamiento del Derecho del
dría que cruzar a través de un caos oscuro y apenas imagina-
Trabajo. Ha surgido un nuevo interés del Derecho del Tra-
ble o a través de un mundo luminoso, enérgico, íntegro y
. bajo en la configuración del Derecho económico. El Derecho
ansioso de reformas que no se intimiden ante el derecho de
\ del Trabajo no tiene una existencia aislada. Se alíméntlTdéla
propiedad.
economía, üste sólo puede tener contenido si existe una eco-
nomía qué asegure las condiciones de vida del trabajo^ pre- El movimiento necesita un nuevo Barón von Stein que
; serve de la destrucción y sustraiga la existencia del Derecho comprenda interiormente el sentido de la nueva época de
deTTrábájo del azar de uña economía desordenada. Las dos libertad en que estamos, y que luego actúe.
ramas del Derecho no se pueden considerar ya como separa-
das una de otra. ¿Qué sentido tiene el Derecho del Trabajo
si a lo más es sólo un Derecho para una élite de trabajadores
que tiene la suerte de trabajar, si a la vez, junto a la existen-
cia de ese Derecho, se abre una tumba económica de paro
estructural? ¿Si las leyes "naturales de la economía" no son
reprimidas razonablemente en beneficio del trabajo? Con ello
el problema del Derecho del Trabajo se ha hecho el problema del
conjunto del orden económico. Una renovación del Derecho
del Trabajo no es ya posible sin una renovación de tal orden
económico. Sólo ello puede producir un reino del trabajo.
Hoy el mundo económico está dividido en un supramundo y
un inframundo. La vida de los que habitan en el inframundo
está brutalmente atada por las decisiones de los señores del
supramundo. El elemento social del Derecho del Trabajo no
puede conllevarse con este factor individual del orden econó-
mico. La cuestión que se plantea hoy al Derecho del Trabajo

*
EL PROBLEMA
DEL HOMBRE EN EL DERECHO
(1933)
Señoras y señores directores y miembros del Consejo
Municipal de esta ciudad, señores administradores de esta
Universidad, señores administradores, directores y miem-
bros de la "Schtichting tot bevordering der Studie van het
arbeidsrecht en de Rechtssociologie in Nederland", señoras
y señores profesores, lectores, profesores habilitados, asisten-
tes, estudiantes, honorables invitados, señoras y señores par-
ticipantes en este acto:
Todos nosotros conocemos la expresión de los juristas
romanos que habla de que todo derecho existe por la volun-
tad de los hombres. La expresión tiene un significado pro-
gramático. Pues cuando nos acercamos a ella queda planteada
una pregunta del más profundo significado que, presentado
de forma concreta, podría enunciarse así: ¿qué es el hombre?
La pregunta no es de ninguna manera algo superfluo,
sino, por el contrario, la cuestión más fundamental y decisiva
del Derecho. Baste sólo con pensar en el Derecho Romano.
Se trata de comprender si realmente es evidente que el con-
cepto de hombre no fue en ningún caso un concepto unifor-
me. Para el Derecho Romano no todo hombre era hombre.
Había hombres que sólo eran cosas. Lo mismo sucede en
104 Crisis económica y Derecho del Trabajo 105
El problema del hombre en el Derecho
una gran parte de la Edad Media. Tampoco en ella existía un bre, y dan su cuño al nuevo desarrollo jurídico desde el
concepto uniforme del hombre. tiempo de la Ilustración.
Y es que, en definitiva, la forma de cómo un Derecho se
configura depende de la concepción fundamental que aquél Al elegir como tema de esta conferencia "El problema
tenga del hombre. Tal configuración es el regulador concreto del hombre en el Derecho", me guía, en primer lugar, la
del correspondiente sistema jurídico. Recuerdo las palabras idea del fundamental significado que este problema tiene
hoy ya casi olvidadas de Friedrich Cari Savigny, que nos para la ciencia jurídica y, en segundo lugar, también la espe-
llevan al fundamento del sistema jurídico proyectado por él: cial ocasión que me ha traído a este lugar.
"La aquí intentada ordenación de la institución jurídica se Cuando por primera vez se tiene el honor de tomar la
funda en la esencia más interna del mismo, es decir, en su palabra en un nuevo centro académico, se siente la tentación
conexión orgánica con la esencia del hombre mismo que de hablar sobre la nueva rama de la ciencia, para la que se
contiene en sí. Todas sus demás propiedades deben, por el exige una especial preparación. Y, en efecto, pudiera parecer
contrario, aparecer como subordinadas y no apropiadas para preciso justificar la inclusión de la Sociología del Derecho en
la fundamentación del conjunto del sistema jurídico" 1 . la especialidad de la ciencia del Derecho, por una precisa
Esto no ha cambiado lo más mínimo desde que la idea de exposición de su significado. Si, a pesar de ello, prescindo de
que "la igualdad de todo lo que lleva apariencia de hombre" tal abstracta justificación, ello obedece al convencimiento de
rompió todas las diferencias jurídicas entre los hombres. que el objeto de una nueva rama del Derecho penetra de
Pese a ello, aún el hombre constituye un problema y, sin manera clara incluso en el trabajo concreto. Si esto es cierto,
duda, el problema fundamental del Derecho. El hombre es queda ya justificada la altura del tema, porque ello es sufi-
infinito. Es capaz no de una, sino de muchas decisiones. Y ciente en especial medida para evidenciar en su realización la
ninguna decisión, por amplia que sea, puede abarcarle en su particularidad del modo de ver jurídico sociológico.
totalidad. Cambia en el tiempo y en el espacio. Siempre apa- El tema requiere precisar aún alguna cosa más. El orden
recen nuevas e imprevisibles modificaciones exteriores y jurídico tiene diversos objetivos. El objetivo del Derecho que
también fuentes interiores, cuya existencia y esencia ninguno aquí debe ser tomado en consideración consiste en hacer po-
de nosotros puede de antemano adivinar. El Derecho sólo sible al hombre un existir humano. Se trata del problema de
puede comprender y configurar partes aisladas del hombre. la existencia del hombre, para cuya solución se concretan los
Y cuando se está a las puertas del más reciente desarrollo ordenamientos existenciales del Derecho. Mis argumentos
jurídico del hombre, es decir, del hombre como tal, que es van a limitarse a hacer un examen somero de la solución que
en todo hombre igual, no se puede decir que con ello se haya da el Derecho al problema de la existencia, para poner de
concluido la historia jurídica de aquél y únicamente comien- manifiesto, a este respecto, cómo la concepción jurídica del
za la cuestión de que para el Derecho todo hombre tiene hombre influye sobre esta solución. Con ello se fija también
igual valor. Sin embargo, a partir de ese momento emergen la materia hacia la que se dirige nuestra investigación. Es el
del umbral de esta igualdad los profundos cambios que de- Derecho Civil, el Derecho del Trabajo y el Derecho econó-
terminan la concepción del hombre en el Derecho, desde mico, con lo que yo, bajo el nombre general de Derecho
aquella general elevación del hombre a la categoría de hom- económico y en un posterior y más cercano sentido ilustrati-
vo, comprendo el Derecho que pretende reducir a una uni-
Sistema del Derecho Romano actual, tomo I, 184, págs. 386 y ss. dad el sujeto individual de la economía.
El problema del hombre en el Derecho 107
106 Crisis económica y Derecho del Trabajo
En tal ser, sin duda que necesariamente se da la libertad.
Al agrupar estos aspectos en los puntos de vista señala- Pues un ser que es capaz de decidir, es un ser libre. La
dos, describiremos un cambio de la imagen del hombre. Tal libertad es una libertad abstracta. No se relaciona con la rea-
cambio es al que deseo referirme. Quisiera intentar descubrir lidad, sino con la esencia del hombre, que es algo ajeno a la
los orígenes de este cambio. Y, finalmente, desearía también realidad. En esta esencia no tienen ninguna influencia la rea-
aludir a la cuestión del sentido de tal cambio. lidad vital del hombre. No es ni modificada ni alterada por
su situación en la vida. Que el hombre sea pobre o rico,
I señor o caballero, no tiene influencia alguna sobre lo que el
hombre es en su esencia. Las circunstancias que aquella si-
tuación determina en la vida son circunstancias puramente
El fundamento para la comprensión del hombre y de su
casuales. El Derecho Civil no las toma en consideración.
ordenación existencial es el Derecho Civil, del que hay
Porque la libertad abstracta es ilimitada. Y, en efecto, ¿dónde
que partir para reconocer los cambios que en las otras ramas
existirán barreras para el hombre si pensamos sólo en su
jurídicas han tenido lugar. Sin embargo, sólo podemos poner
esencia y le consideramos exclusivamente como alejado de
de manifiesto las formas primitivas fundamentales. Dejare-
toda realidad? La libertad del Derecho Civil no tiene barre-
mos a un lado las diversas desviaciones e interferencias que
ras materiales. Todos los bienes de la tierra están de forma
en el transcurso del tiempo han sobrevenido en las ramas
igual a disposición de todos los hombres. No existen barreras
aisladas del Derecho 2 .
colectivas. El hombre se considera como cerrado en sí mismo
1. El hombre que se nos presenta en el Derecho Civil y como separado de todos los demás seres individuales. No
no es el hombre verdadero, sino el hombre como género. El existen barreras materiales. Ningún hombre está sometido a
hombre como género está caracterizado sólo por una nota otro. El hombre es, por citar a Hegel, "una personalidad
que es común a todos los hombres. Tal nota común es meta- infinita" 3 .
física; en una palabra, la admisión de que el hombre pertene-
De aquí se explica la posición del Derecho Civil en torno
ce al reino del espíritu y que es autónomo e independiente en
al problema de la existencia del hombre, que tiene su origen
sus decisiones externas. Todo lo que no corresponde a aque-
en la esencia del hombre, no en su realidad. Presupone que el
lla nota, es decir, lo que afecta a la realidad del hombre, se
hombre es un ser libre. Su orden existencia es un orden de
elimina como algo no fundamental.
libertad, que se corresponde con la esencia del hombre, sin
2 tener en cuenta para nada cómo es su realidad.
Es sólo el "puro" Derecho Civil y el "puro" Derecho del Trabajo,
respectivamente, lo que aquí se contempla y, en defíntiva, el Derecho a) La libertad determina la forma de la existencia hu-
que se corresponde con esos principios. El que tales principios hayan mana. El Derecho Civil reconoce una determinada realidad
experimentado cambios en el acontecer histórico, que dan en parte una
imagen del contenido del Derecho distinta de la que de aquí se parte, no de la existencia humana. Le basta con que el hombre sea
puede impedirnos proyectar esa imagen según estos principios y no se- capaz de configurar su propia existencia. La única seguridad
gún su actual contenido positivo. Una "construcción" tal de una imagen que el Derecho Civil ofrece para la existencia humana es,
ideal es, pues, necesaria si de lo que se trata es de hacer resaltar los por ello, la garantía de libertad. Sólo la libertad es un "dere-
cambios que se llevan a cabo en un ordenamiento jurídico. Sobre la legi-
timidad y necesidad de este método compárese Max Weber, "La objeti-
3
vidad del conocimiento sociocientífíco y sociopolítico", en la colección de Bases de la Filosofía del Derecho (Obras completas, editadas por
artículos para la enseñanza de la ciencia, págs. 146 y ss., y en especial, H. Glockner, tomo VII, págs. 266 y 185).
páginas 190 y ss.
108 Crisis económica y Derecho del Trabajo
El problema del hombre en el Derecho 109

cho nato". Todos los otros derechos son "derechos adquiri- ca, es exterior al hombre, de todo lo que se encuentra detrás
dos". El que el hombre logre o no estos últimos derechos es de las fuerzas de la voluntad e inclusive sobre ella. Para el
algo indiferente al Derecho Civil 4 . El Derecho Civil estima Derecho Civil, y correspondiendo con su concepción del
cumplida su misión, en cuanto a la existencia del hombre se hombre, sólo será un principio rector el que el hombre sea
refiere, si se reconoce su libertad. Un tipo de responsabili- un ser libre, que sólo actúa por ello, en derechos que el acto
dad más amplia en su misión, relacionada con una situación de libertad da precisamente valor.
concreta de su existencia, no es asumida por el Derecho Ci-
vil. "Pues el estado civil —según precisa Kant— es sólo la c) La libertad determina, finalmente, la forma de la
situación jurídica por la que a cada uno se asegura lo suyo, existencia humana. Esta forma es la propiedad. La propie-
pero que en realidad no está localizado ni determinado" 5 . dad liga la libertad a la posesión material del hombre 7 . A
Todos los intentos que repetidas veces encontramos en la través suyo se realizan todas las circunstancias de la libertad.
evolución histórica del Derecho Civil, para el derecho real La propiedad procura la libertad material, al asegurar al
del hombre, a un preciso y concreto contenido, para unir al hombre la disposición de los bienes necesarios para su vida y
hombre a un existir determinado y preciso, son excluidos6. trabajo. La propiedad proporciona la libertad individual, al
hacer esta disposición dependiente sólo de su decisión. La
b) La libertad determina además el fundamento de la propiedad, en fin, procura la libertad personal, al hacer al
existencia humana. Tal fundamento es la voluntad del hom- hombre dependiente exclusivamente de sí mismo. Pero esto
bre. El Derecho Civil es el Derecho de la voluntad. Une significa, en último caso, que el hombre realmente libre del
todas las consecuencias jurídicas que son significativas para Derecho Civil es el hombre independiente. Esta concepción
la existencia del hombre, prescindiendo de excepciones aisla- se pone de manifiesto en la doctrina jurídica de Kant 8 . Lo
das, a que el hombre haya querido tales consecuencias. La que al hombre le hace ciudadano, dice aquel autor, es no
adquisición de bienes exteriores, del que depende su existen- sólo la libertad y la igualdad, sino la independencia, que sólo
cia material, está unida a su voluntad. Las relaciones necesa-
7
rias para esta adquisición se crean por su voluntad. Su es- Con exactitud, dice Lorenz von Stein: "La posesión en sí o la pose-
tructura está de tal forma configurada que estas relaciones sión como tal resalta la personalidad específica autónoma y libre de la
sólo tienen por objeto la voluntad del hombre, sus "libres ac- vida real del hombre, con relación a la personalidad del concepto, la
individualidad concreta, de la abstracta". Sistema de la ciencia política,
ciones", pero no el hombre mismo. Esta teoría de la voluntad 1856, tomo 2, pág. 156.
prescinde de todo lo que, necesario para su actuación jurídi- 8
Rudimentos metafísicos de la ensañanza del Derecho, pág. 120,46. So-
bre el aforismo: Esto puede ser exacto en teoría, pero no vale en la prác-
4 tica, Tomo V, págs. 375, 376 y ss. y 378. Compárese W. Metzger: Socie-
Significativo por ello, es una referencia de Savigny en el lugar cita- dad, Derecho y Estado en la ética del Idealismo alemán, 1917, pág. 98,
do, 369, donde habla de actos libres aceptados en el Derecho positivo donde indica que de las opiniones expresadas por Kant se deduce que
que llevan a la adquisición de la propiedad, "cuyo pleno reconocimiento éste, "entre sus sujetos jurídicos, no sólo ha imaginado personas indivi-
conduce a la posibilidad de la riqueza y de la pobreza, ambas sin limita- duales como tales, sino que tuvo que haber pensado en padres de familia,
ción alguna". bien situados, con casa, tierra y séquito, que algo tienen que defender".
5
Rudimentos metafísicos de la enseñanza del Derecho, obras de (Además, en el lugar citado 89/90). Con estas palabras salta a la vista el
Kant, E. Cassirer, tomo VII, pág. 59,9. significado del concepto de libertad jurídico-civil que ya dio al joven
6
Especialmente: Antón Menger: El Derecho al total resultado del tra- Marx ocasión de hablar de un "Derecho privado de posesión" y un "De-
bajo, 2.a edic. 1981, en especial, pág. 12,3, nota 30,2, y además los ince- recho privado de no posesión". (Debate sobre la Ley Holzdiebstahl, edi-
santes comentarios de E. Swoboda, El Código Civil general a la luz de la ción completa. Marx-Engels, edit. Inst. Marx-Engels, tomo I, pági-
enseñanza de Kant, 1926, págs. 96 y ss. nas 266 y ss. y 275.
110 Crisis económica y Derecho del Trabajo El problema del hombre en el Derecho ¡_H

le es dada si el hombre es "su propio señor (suijuris) tenien- como ya dado, y construye una ordenación de la existencia
do cualquier propiedad que le alimente". Si no se da este que en todas sus formas se corresponde con tal concepto, el
supuesto, el hombre tiene que agradecer su existencia al ca- Derecho de Trabajo ordena la concepción del hombre de
pricho de otro y no a sus propios derechos y fuerzas, de tal acuerdo con su realidad, que viene dada fácticamente e in-
forma que él no participe de la esencia común. En esta con- troduce para el hombre un nuevo sistema existencial, que
cepción no entra en juego el hombre, que no tiene más que tiene como fundamento esta realidad.
su fuerza de trabajo como sostén de la propia existencia.
Kant lo expresa claramente. "El empleado de un comercian- Esta concepción del hombre se apoya en un cambio re-
te o de un artesano —dice literalmente Kant—, el servidor y, pentino del pensamiento jurídico, comparable al cambio que
en general, todo el que no tiene su propia empresa, sino que en el campo de las ciencias llevó a cabo Bacon, que condujo
precisa estar a disposición de otro... para mantener su exis- a la ruptura con la escolástica y creó el empirismo, como
tencia... carece de personalidad civil y su existencia es sólo, nueva forma de pensamiento. En la filosofía del Derecho,
por así decirlo, 'adherencia' ". Kant no ve en esta carencia este cambio apareció con el alejamiento de la filosofía del
ninguna pérdida de derecho, en tanto en cuanto la esencia Derecho abstracta, que trataba de obtener el concepto del
metafísica del hombre permanezca intacta, lo que le da la hombre y los fundamentos de su ordenación existencial sólo
posibilidad de alcanzar "en cada rango una situación a la que de la razón. En el lugar que ocupaba esta filosofía del Dere-
le puede llevar su talento, su diligencia o su suerte". Se ve cho abstracto se iba a colocar una nueva filosofía del Dere-
aquí claramente que el Derecho Civil no debe asegurar nin- cho materialista, que encontró su mejor representante en
gún determinado sistema social, sino sólo un actuar legal del Locke: En base a ella se concibe "al hombre no partiendo de
individuo, sin consideración a las consecuencias materiales, la racionalidad de su propia voluntad y abstracta libertad...,
que de ahí surjan. Estas consecuencias son sólo empíricas, sino sensualísticamente, partiendo de su plena existencia
pero lo empírico es casual y por ello inaccesible a la com- sensible" 10.
prensión "legal" 9 . En ambos casos este cambio fue impulsado por un último
2. Un cambio absoluto de la concepción jurídica del motivo intelectual. De la misma forma que el empirismo de
hombre, con repercusión en la estructura de la ordenación las ciencias naturales mira el reconocimiento de la realidad,
de su ser, penetra con el Derecho del Trabajo. Este parte de como un medio para alcanzar un pleno dominio de la natura-
una nueva visión del hombre, que se separa fundamental- leza por el hombre, así el esfuerzo interior de la filosofía
mente de la del Derecho Civil. materialista del Derecho se dirige a configurar las fuerzas
sociales por la comprensión de la realidad social del hombre,
Mientras que el Derecho Civil sostiene la concepción del que determinan esta realidad, para que el hombre sea libera-
hombre basándose en un concepto de éste que se presupone do de aquéllas y así encuentre asegurada su existencia. Lo
que allí es la "naturaleza", aquí es lo social y con razón se
9
El concepto de un Derecho externo surge totalmente del concepto califica al Derecho del Trabajo como Derecho social. Lo
de la libertad en las relaciones mutuas y externas de los hombres y no "social", que adquiere relieve en el Derecho del Trabajo,
tiene nada que ver con el tema de que todos los hombres tienen el deseo
de felicidad y la disposición de los medios para alcanzarla: así que tam- tiene un carácter histórico determinado. Se orienta en contra
poco aquélla se tiene que mezclar en aquellas leyes simplemente como
10
base determinante de las mismas" (sobre el aforismo en el lugar cita- STAHL: La filosofía del Derecho, 3.a edic. 1854, tomo I, págs. 316
do, 373). y ss.
El problema del hombre en el Derecho 113
112 Crisis económica y Derecho del Trabajo
ma, al emprender acciones en el curso natural del proceso
de los efectos sociales del puro Derecho Civil, para transfor- vital, regulado sólo abstractamente por el Derecho Civil, que
marlos de forma que el nombre, en su existencia, no sea cambian esta realidad del hombre. Sitúa en el puesto de una
anulado y atrofiado por estos efectos u . Así lo empírico, que realidad dada fácticamente, una nueva realidad legal. En ello
según la filosofía del Derecho Civil debe ser inaccesible a la consiste la especial labor histórica del moderno Derecho del
comprensión legal, se hace el fundamento de una nueva con- Trabajo que se ha llevado a cabo en base a profundos cam-
figuración jurídica. Si el hombre es un ser empírico, estará bios de pensamiento y duras luchas.
sujeto a una reorganización por medio de la reforma de las
condiciones que le determinan. Con ello se abre el camino a La realidad del hombre, de la que parte el Derecho del
la intervención en el proceso social vital del hombre, que Trabajo, es el hombre como ser de clase. La clase se apoya
antes estaba cerrado por el imperio de principios absolutos. en la separación de la posesión del capital, de la fuerza de
El objeto del Derecho del Trabajo es diferente del objeto trabajo y de la consecuente y diversa situación vital de los
del Derecho Civil. El Derecho Civil valora la esencia del poseedores del capital y de los trabajadores. Tal separación
hombre, que para todos es igual e ignora su realidad. El De- no se ha llevado a cabo por una regulación jurídica, sino sólo
recho del Trabajo prescinde de la esencia del hombre y en- para comprender, partiendo de la viva dinámica de lo abs-
cuentra, precisamente en la realidad del hombre, el funda- tracto, el principio de libertad dominante en el Derecho Ci-
mento de su regulación. No basta que el Derecho reconozca vil. La consecuencia de esta separación es la dependencia del
la esencia del hombre. Se precisa más. Se esfuerza para que hombre, que aquella posesión exige, sin contar con él. Por
el Derecho reconozca al nombre como hombre real, cuya ello la nota característica del hombre como ser de clase no es
existencia presente un determinado contenido de la realidad. la libertad, sino la dependencia. El hombre del Derecho Ci-
Con ello la imagen del hombre se amplía notablemente. El vil no está limitado por barrera alguna. Es material, colectiva
hombre que vemos ante nosotros no es sólo el hombre al que y personalmente libre. El hombre que viene considerado en
se reconoce su dignidad abstracta, sino el hombre que tiene el Derecho del Trabajo está, por el contrario, limitado por
una existencia real concreta. El Derecho del Trabajo parte barreras. Es dependiente materialmente. Los bienes de la
de la realidad del hombre, pero no la adopta en forma sim- tierra le son accesibles sólo y en tanto que el poseedor de los
plista para reconocer legalmente esta realidad. La transfor- medios de producción los pone a su disposición. El trabaja-
dor es dependiente colectivamente. Su vida y sus condicio-
" En esencia, todo Derecho es "social", pues ordena la vida en co- nes de trabajo no van a ser determinadas sólo por su volun-
mún de los hombres. Si por ello se habla en especial de Derecho "so- tad, sino, sobre todo, por las fuerzas colectivas que dominan
cial", se hace para destacar una tendencia de este Derecho. Esta especial la economía en conjunto, la profesión y la empresa. El traba-
tendencia es, en el Derecho "social", la lucha de determinados efectos
sociales que surgen de un Derecho existente y el intento con ello de jador es dependiente personalmente. Carece de medios pro-
regular en forma nueva la vida social común de los hombres. Pero el pios de trabajo, es a la dirección de la empresa a la que está
concepto de "Derecho social" no está totalmente aclarado. Recientemen- sometido y a ella sólo a la que corresponde la disposición de
te se ha relacionado tal concepto exclusivamente con una determinada estos medios. De ahí se explica el orden existencial que el
fuente del Derecho, en el sentido de que el Derecho social debe ser el
Derecho que se origine directamente de las propias fuerzas sociales Derecho del Trabajo contiene. No puede ser el mismo que el
(L'idée du Droit Social, Gurvitch, París, 1931). Como ejemplo" de este del Derecho Civil. El Derecho Civil parte de que el hombre,
"Derecho social" considera Gurvitch como típicamente representativo en su forma de existencia, es un ser libre. Veremos, pues,
los convenios colectivos (ver Gurvitch, Le temps present et l'idée du Droit cómo esta diversa concepción jurídica del hombre ha condu-
social, París, 1931, especialmente págs. 27 y ss.)-
114 Crisis económica y Derecho del Trabajo El problema del hombre en el Derecho 115

cido a un cambio total de su forma de existencia en la legis- c) El cambio hace referencia, finalmente, a la forma de
lación laboral de todos los países civilizados. la existencia humana. Todas las consecuencias jurídicas que
el Derecho del Trabajo une a la situación del hombre, para
a) El cambio afecta, ante todo, a la forma de la existen- conseguir su real situación, se reducen a una sola idea. El
cia humana. El derecho fundamental del Derecho del Traba- hombre debe contar con determinados medios humanos de
jo no es la libertad abstracta, sino una determinación tal de vida, sin ser propietario. Se trata del derecho a la propia y
su existencia real que asegure la liberación de ciertas necesi- real existencia, que es independiente de la propiedad y sepa-
dades materiales del hombre. No garantiza al hombre la ca- ra aquella "adherencia", que Kant consideró como la esencia
pacidad de adquirir todos los derechos, sino sólo poseer de- natural, de la independencia. Comprende bienes exteriores,
terminados derechos. El Derecho del Trabajo asume la tales como atenciones médicas, indemnización en caso de en-
responsabilidad no sólo de lograr la abstracta situación del fermedad, pensiones por accidente y enfermedad. Compren-
ser del hombre, sino de conseguir una determinada y concre- de una determinada posición frente a las fuerzas colectivas
ta situación de la existencia humana. Kant atribuyó al Esta- que en la profesión y en la empresa se ejercen sobre el hom-
do sólo la misión de "asegurar a cada uno lo suyo". En cam- bre dependiente. Comprende, finalmente, las propias fuerzas
bio, ya Fichte apoyó la idea de que al Estado le corresponde vitales que determinadas intervenciones en el proceso laboral
"primero dar a cada uno lo suyo, situar a cada uno en su deben proteger. Todo orden jurídico tiene un centro al que
propiedad y, luego, protegerle en ella". El hombre que surge todas las normas individuales están referidas y del que ema-
como valor fundamental del Derecho no es sólo un ser sin nan todas las facultades individuales. Pero la propiedad, sólo
existencia concreta, sino el hombre verdadero en Una deter- relativamente tarde, se ha constituido como tal centro en la
minada realidad de su existencia. conciencia humana. Sólo ha aparecido, como un instituto ju-
rídico, cuando se llevó a cabo la unidad en la multiplicidad
b) El cambio afecta además al fundamento de la exis- de las relaciones individuales. Por ello no nos debe sorpren-
tencia humana. La voluntad que el Derecho Civil considera der que aún no podamos reconocer plenamente la humani-
con normalidad como tal fundamento es sólo la "pura" vo- dad como tal centro jurídico.
luntad desprendida de todas las condiciones empíricas. Pre- Si echamos, sin embargo, hoy un vistazo retrospectivo al
cisamente estas condiciones empíricas del hombre son, para desarrollo del Derecho del Trabajo, que a partir de ahora ha
el ordenamiento jurídico laboral, decisivas. El Derecho del alcanzado ya un cierto objetivo, reconoceremos que hay tam-
Trabajo une por ello la admisión de determinadas conse- bién una base en el Derecho del Trabajo, sobre el que levan-
cuencias jurídicas que son fundamentales para la existencia ta su edificio jurídico. El Derecho del Trabajo ha cumplido
del hombre, no a su voluntad, sino a su situación. Aquéllas se su misión desde el momento en que creó una nueva forma de
producen no porque la voluntad humana sea ordenada a su existencia del hombre dependiente.
admisión, sino porque la situación del hombre requiere su
admisión. La seguridad social le corresponde al trabajador, Pero este Derecho se viene desarrollando aún dentro de
quiera o no asegurarse. El Derecho colectivo y profesional la función del Derecho Civil. El Derecho del Trabajo parte
tiene validez para él, sin consideración a que el trabajador de la ordenación de las personas del Derecho Civil. No la
conozca y quiera las condiciones colectivas que se le aplican. altera. Sólo perfila ciertos efectos sociales de aquéllas. Nues-
La seguridad en el trabajo le afecta, aunque rechace sus tro tiempo exige más. Se supera esta concepción del Derecho
resultados. del Trabajo y se rompe la ordenación de las personas del De-
116 Crisis económica y Derecho del Trabajo
El problema del hombre en el Derecho 117
recho Civil mismo. Así, nos topamos con el último camino del
Derecho, que todavía hemos de recorrer. No le vemos aún Esta tendencia a la unidad de la economía es uno de los
ante nosotros en detalles positivos. No se puede pensar en la más fuertes impulsos de nuestro tiempo. Ya hablemos de
madurez de cualquiera de sus fuerzas. Pero vemos las ten- bolchevismo o de fascismo, de nacionalismo o de marxismo,
dencias que se hallan activas, vemos un Derecho en devenir de economía planificada o de estado corporativo, siempre
y todos nosotros estamos viviendo el curso de grandes y re- nos encontramos con las misma corriente que constantemen-
volucionarios fenómenos que tienen lugar, y parecen crear te se dirige contra las barrera de la ordenación de las perso-
una nueva imagen del hombre, con una nueva forma de nas instaurada por el Derecho Civil y que busca la aparición
existencia. de una nueva voluntad comunitaria.

3. Tanto en el Derecho Civil como en el Derecho del Es evidente que se cambia la imagen fundamental del
Trabajo el hombre existe por sí. Si prescindimos del Estado, hombre si le consideramos dentro de este marco jurídico. En
no se advierte sobre él un todo. Cierto que en el Derecho del este Derecho deja el hombre de ser un ser individual y ni tan
Trabajo penetró el ser colectivo en el Derecho, pero este ser siquiera es un ser de clase, es simplemente un ente común o,
fue sólo una parte de las fuerzas colectivas que actúan en la lo que es lo mismo, parte de un todo. El hombre que está
sociedad y su regulación servirá sólo para la ordenación de llamado, en la concepción fundamental del Derecho Civil, a
especiales colectivos sociales, como la empresa y la profesión. dominar la naturaleza no libre, ya no es aquí el hombre indi-
Estaba limitado a determinados temas, unidos sólo a la rela- vidual, sino la comunidad humana, lo que produce que que-
ción de trabajo. La idea del Derecho económico queda fuera. de abierta la cuestión de si esta comunidad va a ser sólo
Trata éste no sólo de ordenar a los participantes en la rela- comunidad de un pueblo o de los pueblos.
ción de trabajo en un todo, sino fundamentalmente a todas
las fuerzas económicas y limita el todo no al objeto de la Como ser total, el hombre no es un ser libre en el sentido
relación de trabajo, sino que extiende aquel todo a la activi- del Derecho Civil. La libertad del Derecho Civil es la libertad
dad económica principalmente. Sólo podemos comprender del individuo respecto al todo. La libertad del Derecho eco-
esto si tenemos presente su última tendencia: aspira a una nómico es la libertad del todo respecto al individuo. Aquí ya
concentración de todas las fuerzas económicas en un ente no existe la dependencia del Derecho del Trabajo. La depen-
común de la economía, ente común distinto del Estado, que dencia del Derecho del Trabajo es una dependencia particu-
tiene un objetivo de regulación diferente, y por ello necesita lar de los individuos. En el Derecho económico no existe ya
un tratamiento del hombre también diferente y otra estruc- esa dependencia, sino sólo una participación (Gliedschaft), y
tura, con su propio entramado legal, pero, sin embargo, his- de esta participación forman parte no sólo los trabajadores,
tóricamente visto, es, en esencia, una creación comunitaria sino los empresarios y, en definitiva, todas las fuerzas
que sólo es comparable con la evolución estatal del Derecho económicas.
privado de dominio hacia un derecho objetivo de la totali-
dad. El Derecho económico no es algo así como el Derecho Ello equivale a que la solución del problema de la exis-
del sujeto económico individual, en sus recíprocas relaciones tencia en el Derecho económico se distingue fundamental-
individuales, sino el derecho de aquel especial ente comuni- mente de los otros ordenamientos jurídicos. En el Derecho
tario de la relación en que se encuentran todas las fuerzas económico hay sólo una existencia. Y esta existencia es la del
económicas individuales en este ente comunitario. todo en que se concentran el conjunto de las fuerzas, dando
valor a todas las prestaciones.
118 Crisis económica y Derecho del Trabajo El problema del hombre en el Derecho 119

De aquí se sigue que no hay en el Derecho económico ra del hombre en el Derecho no está determinada por abs-
ninguna garantía de existencia humana individual. La auto- tracciones, sino por movimientos concretos que acontecen en
determinación del individuo no tiene cabida, porque el De- el proceso vital del hombre.
recho económico es justamente la conjunción del derecho de
Los movimientos surgen cuando aparecen situaciones so-
autodeterminación individual, al menos en el marco de la
ciales en que se ve afectado el centro de la personalidad hu-
producción. Para este Derecho también la existencia real or-
mana, ya que el hombre trata de preservar tal centro y confi-
denada jurídicamente es al menos cuestionable. Lo que al
gurar las relaciones sociales, de tal forma que el centro
individuo se atribuye, en realidad, sólo es un reflejo, no un
permanezca vivo 12 . Es la eterna discusión entre sentido y ser
derecho. La cuestión existencial para el individuo debe ser
del hombre, entre decisión humana y certidumbre humana.
otra cosa: se condensa en la pregunta de quién puede partici-
El movimiento en el hombre tiene, por ello, siempre un do-
par en el proceso económico y dónde se coloca al individuo en
ble carácter. Uno de tipo exterior, que se constituye como
este proceso. Según ello se determina también el fundamen-
algo objetivo. Se forma de las relaciones históricas que se
to existencial del hombre. No va a ser su voluntad, ni tam-
plantean y de la presión especial que éstas ejercen sobre los
poco su situación, sino su función. Lo que hace, da y toma,
hombres. Otro de tipo de interior, que radica en el hombre
no es su hacer, su dar y su tomar del todo. Configura el
mismo. Es precisamente la oposición que el hombre presenta
mundo no según su voluntad, sino según la función que le
al exterior, la fuerza que utiliza para su autoafirmación hu-
ha sido atribuida. A ella corresponde su forma de existencia.
mana. Solamente si ambos aspectos, interior y exterior, exis-
La propiedad privada transmitida por el Derecho Civil será
ten puede surgir el movimiento. Si falta la actividad humana
estructurada por cualquier propiedad común, es decir, la
no se origina ningún cambio, así como tampoco si en el exte-
disposición de los bienes económicos para el todo no sale ya
rior falta la ocasión para una nueva imagen del hombre.
de la suma de los individuos aislados, sino de las acciones
organizadas que se determinan no por la necesidad del pro- Este actuar recíproco de lo exterior y de lo interior, de
pietario, sino por la idea de la economía como una unidad. algo dado y su opuesto, aclara la peculiar dialéctica en que se
Qué formas surgirán en concreto de aquí, es algo que se efectúa el cambio jurídico. Consiste en que el Derecho no
sustrae al don jurídico de profecía. expresa sencillamente lo social colectivo, como si fuese sólo
el efecto de una causa, sino que configura un sentido opuesto
en cada circunstancia social, que origina una reacción. Exac-
II tamente vemos esta dialéctica en el cambio de la imagen del
hombre. El Derecho Civil ha surgido en oposición a la socie-
En todos los ordenamientos jurídicos que hemos visto, el dad feudal. Su concepto del hombre, que no admite ninguna
hombre adopta una configuración distinta. En cada uno de diferencia entre los hombres, no se acepta en la sociedad
tales ordenamientos es diferente también su orden exis- feudal, sino que lo que ocurre es precisamente lo contrario.
tencial. Mientras que el hombre en el Derecho Civil sólo es El Derecho del Trabajo surge en oposición a lo que el carác-
considerado en su contorno general, el Derecho del Trabajo ter abstracto del Derecho Civil provocó. No se acepta senci-
comprende su existencia real, y el Derecho económico, su llamente este efecto, sino que se le configura al conducir al
naturaleza social.
Lo que ahora nos vamos a preguntar es ¿cómo puede 12
Partimos de las ideas fundamentales de la enseñanza social, que
explicarse este cambio? La respuesta es la siguiente: La figu- L. von Stein ha expuesto en todas sus obras.
Crisis económica y Derecho de! Trabajo El problema del hombre en el Derecho 121
120

hombre a un determinado ámbito vital que no le puede ase- rior penetra en él, aniquilándole. Se siente amenazado por
gurar el Derecho Civil. El Derecho económico se erige fren- poderes sociales y falsas formas. De manera puramente instin-
te a la falta de plan de la economía, que cuestiona toda hu- tiva se rebela contra ello, se vuelve contra algo que considera
mana existencia. Lucha contra esta falta de plan, mientras como un enemigo, busca liberarse de lo que él percibe como
trata de organizar un todo, en que el hombre espera encon- inhumano.
trar su existencia13. 2.Q Pronto el movimiento instintivo se hace movimiento
Esta conexión explica, al mismo tiempo, el carácter histó- espiritual, el acto natural se hace acto jurídico natural. Trata
rico de la imagen del hombre. Accionado por la circunstan- de justificar lo que él quiere para fundar su exigencia vital
cia histórica, el contenido del movimiento se corresponde como una exigencia valedera con carácter general. La cues-
constantemente con la necesidad humana, que precisamente tión de si se trata de un Derecho natural es ociosa. La histo-
se despierta por esta circunstancia. El hombre no realiza en ria ha respondido ampliamente a esta cuestión. Hasta ahora
las imágenes individuales que proyecta ningún ideal absoluto se ha acompañado de conceptos de Derecho natural toda
del hombre, sino sólo partes individuales del hombre, que transición en el fundamento del Derecho. Ellos son una arti-
precisamente son provocadas por la respectiva constelación culación necesaria en el logro del movimiento fáctico de que
histórica. hablamos. La naturaleza a la que recurre el Derecho natural
es la naturaleza del hombre que se subleva contra su reali-
Pero ¿cómo se transforma, preguntamos nosotros, este dad. Con ello la lucha del hombre en torno al Derecho se
movimiento fáctico en forma jurídica? Esta cuestión es un constituye, en las grandes épocas de la historia, como su
problema fundamental de la sociología del Derecho, y lleva meta y dirección. La antinomia que surgió de la vida instin-
directamente a la puerta que quizá nos abre el camino a una tiva del hombre se traspasa en el Derecho natural al espíritu.
teoría del cambio jurídico, que no sólo consideramos necesa- Con ello el Derecho natural gana, a la vez, un tiempo sobre
rio para penetrar en lo más íntimo de Derecho, sino también su significado original. Mientras el Derecho natural expresa
para perfeccionar el Derecho, en las grandes épocas de su el condicionamiento temporal en una forma valedera en ge-
proceso de formación, de tal forma como corresponde a las neral, no es materia capaz de provocar un estallido para su
fuerzas que producen el Derecho. tiempo, sino que actúa también a través de los valores gene-
Me limitaré aquí a hacer algunas sugerencias: rales que representa, más allá de posteriores situaciones en
que el hombre invoca los valores generales, que el Derecho
l.Q El movimiento es, en primer lugar, un movimiento natural inicial contiene. Baste sólo recordar cómo el Derecho
instintivo, un acto puramente natural del hombre. Lo exte- natural de la época burguesa y sus valores de libertad e
n
igualdad surgieron en situaciones plenamente cambiantes y
Cómo esta dialéctica está fundada en la esencia profunda del hom- contribuyeron al fundamento de las exigencias del movi-
bre, lo pone de manifiesto Max Scheler en su librito La situación del
hombre en el cosmos, 1928, en especial págs. 62-3: "Consciente o incons- miento, pese a que originalmente no se pensó en tales valores
cientemente, él hombre ejercita una técnica que puede caracterizarse como factor de justificación.
como anulación a modo de ensayo del carácter de la realidad. El animal
vive absolutamente lo concreto y la realidad. Está unido con toda reali- 3.Q En base a este impulso y espíritu, pasa el movi-
dad según un lugar en el espacio y en el tiempo, un aquí y ahora, y a la miento a la conciencia social, se transforma el acto natural y
vez un casual suceder de las cosas, tal como lo ofrece la percepción sen- jurídico natural en acto social. Hay siempre individuos que
sorial de un 'aspecto'. El hombre llama ser, a dar un rotundo no a esta
especie de realidad". poseen una nueva imagen del hombre. Pero todavía no ha
122 Crisis económica y Derecho del Trabajo
El problema del hombre en el Derecho 123
surgido tal imagen. La imagen humana del individuo no
tiene ninguna fuerza revolucionaria, mientras no se hace macht zonder recht, feitelijk zien wij dat telkens weer in de
viva en la masa de los hombres. Sólo se hace viva cuando samenleving... macht zicht doet gelden tegen recht, en dat
surge de las necesidades sociales de los hombres y luego ob- het recht zelve dat weder erkennt" 14 . (En holandés el ori-
tiene la impronta social. En este sentido son ciertas las pala- ginal.) Esto no significa que el nuevo fundamento del De-
bras de Karl Marx en su "Crítica a la filosofía del Derecho recho sólo puede surgir del poder. Poder y fuerza no son, de
de Hegel": "No basta con que la idea presione a la realiza- ninguna manera, conceptos idénticos. Fuerza es compulsión
ción, sino que la realización tiene que presionar a la idea". física. Poder es toda otra forma de actuación real de la vo-
Pero por ello el "anacrónico" pensamiento que tiene lugar luntad. Por ello se puede llevar a cabo un cambio fundamen-
en detalles y sólo influye en pocos individuos no carece de su tal del Derecho en forma pacífica a través del poder, es de-
valor, sino que, cuando es auténtico, es valioso e indispensa- cir, sin ruptura violenta con el antiguo Derecho 15. Que esto
ble en el más alto grado. Pues las ideas cambian y se despier- sea posible no dependerá sólo de las fuerzas del desarrollo
tan cuando llega su tiempo. Piénsese en la suerte de la stoa, del poder, sino también de que el orden jurídico establezca
en que apareció por primera vez la idea general del hombre. válvulas que permitan la posibilidad del trasvase de las rela-
Su gran fuerza social confíguradora se alcanza después de ciones de poder. El poder de que se trata no es tampoco
diversos avatares intelectuales, hasta llegar el tiempo de la siempre el poder estatal. Con frecuencia no son tan eficaces
Ilustración, cuando la naciente burguesía encontró en ella para el cambio jurídico los cuerpos de poder estatales, como
una expresión de su situación vital. las acciones estatales. Basta pensar sólo en el poder de las
coaliciones, en las que descansa16 una gran parte del desarro-
4.Q El movimiento logra su último estadio en el acto llo jurídico laboral o en los cartels que desempeñan una acti-
político, es decir, en la organización y actuación de cuerpos vidad semejante en el marco del Derecho económico.
de poder para el logro de las pretensiones humanas. Con ello
puede surgir una nueva imagen del hombre en el ordena- El resultado de todo ello es el siguiente: Si encontramos
miento existencial de la humanidad, pero requiere también al hombre en los distintos ordenamientos jurídicos con una
el reconocimiento por fuerzas que se hallan frente a él. Tal diversa configuración, ello no lleva aparejado en el sentido
reconocimiento sólo puede esperarse normalmente si existe jurídico sólo un cambio de conceptos, sino también un com-
una necesidad para tal reconocimiento. Pero esta necesidad plicado proceso vital, que el hombre lleva a cabo en la histo-
sólo aparece cuando se ha formado una nueva relación de ria. El examen bajo el prisma y dependencia del pensamiento
poder, en la que se encarna la nueva pretensión humana. jurídico de este proceso vital no empequeñece la misión que
Hoy apenas podemos decir que el cambio del Derecho se 14
ejecute sólo por una acción pacífica del espíritu del pueblo Beschouwingen over Recht, 1924, págs. 100 y ss., especial, 108.
15
El poder es una creación multiforme compuesta de muchas fuer-
que sólo sea explicable por una acción automática de la idea zas. Un especial papel juega la impresión psicológica que ejerce. La "fe"
de justicia. La idea de poder como momento de realización en la necesidad de una transición es, a menudo, el elemento motriz en el
no se puede pensar aún hoy como forma de llegar a hacerse desarrollo de las bases fundamentales del Derecho. Cuando E. Levy, Les
el Derecho. En su "Gedachten over Macht en Recht", el Fondaments du Droit, París, 1933, considera la fe que el Derecho reivin-
dica o pierde, como una columna básica del Derecho y de su desarrollo,
profesor SCHOLTEN destaca esto. No hay solamente "de resulta importante sociológicamente, aunque no se agote con ello el pro-
macht in het recht", hay también, "de macht tegen het blema del cambio jurídico.
16
recht". "Want hoe schoon het moge klinken: er zij geen Compárese M. G. Lavenbach: "Rechtsvinding", en Arbeidsrecht.
Rechtsgeleerte opstellen, Paul Scholten, 1932, págs. 301 y ss.
El problema del hombre en el Derecho 125
124 Crisis económica y Derecho del Trabajo

está atribuida al pensamiento jurídico. Por el contrario, ad- bitos individuales de dominio. Con ello el Derecho económi-
quiere, por medio de esta forma de considerar la cuestión, co incluye en la configuración del hombre su naturaleza
un significado grande y profundo. El jurista aparece como social, que ni el Derecho Civil ni el Derecho del Trabajo
parte necesaria en un desarrollo que, a través de él, recibe su habían desarrollado. El valor fundamental de lo humano
forma y en cuyo significado participa. sube de nuevo, al comprender no sólo la esencia y la existen-
cia del hombre, sino también su inmediata solidaridad. Es
como una secreta ley que domina este desarrollo. Se puede
hablar de la ley de una creciente concretización del hombre
III
en el Derecho.
Este sentido se hace patente cuando los ordenamientos Pero consideraremos también las fuerzas que contribu-
jurídicos individuales, en los que el hombre está sometido a yan a este ascenso del hombre. Se trata de las fuerzas de la
concepciones cambiantes, se observan como un todo. Así libertad y de la comunidad. El desarrollo de la imagen del
ocurre, según vemos, que las diferencias históricas en la ex- hombre nos muestra que estas fuerzas de ninguna manera
presión jurídica del hombre tienen su conexión interior, que deben enfrentarse unas a otras, sino estar íntimamente
pueden aparecer como una unidad plena de sentido. Veo esta unidas.
conexión en el hecho de que la configuración del hombre
surge ante nosotros cada vez con más exuberancia y con ella En la medida en que el Derecho acepta bajo su protec-
el ámbito de lo humano, que el Derecho toma bajo su protec- ción ámbitos humanos, el hombre se libera del dominio de
ción, se extiende permanentemente. fuerzas caóticas, sobre las que carece de toda influencia. Por
La configuración comienza en el Derecho Civil con la ello todo escalón que permite un ascenso en la consideración
imagen ideal del hombre, con la presentación de un ser espi- del hombre supone también un ascender otro escalón en li-
ritual que se da en todo hombre y que le atribuye una prefe- bertad ganada. El Derecho Civil ha liberado al hombre, al
rencia frente a todos los otros seres. El hombre es introduci- que elevó a la categoría de un ser personal, perteneciente al
do en el Derecho como un valor fundamental absoluto, pero reino del espíritu, del mundo de las cosas y de la arbitrarie-
sólo como una idea, sin consideración a la situación vital, en dad, que se produce cuando se encaja al hombre en la cate-
que se encuentra, sin tener en cuenta la interacción social en goría de las cosas. El Derecho del Trabajo, al constituir al
que se desarrolla su vida. Esta configuración se amplía en el hombre como un ser existencial real, le sustrajo al "libre
Derecho del Trabajo, al penetrar en la realidad e introducir juego de las fuerzas sociales", cuando son tomados en cuenta
importantes elementos existenciales. Su ser metafísico se elementos esenciales de su existir, que pertenecen a su ser de
hace un ser real. La situación vital del hombre, que era indi- hombre y que son entregados a la casualidad, si tal juego
ferente para el Derecho Civil, es incluida en el concepto del domina sin limitaciones. El Derecho económico, al consti-
hombre y le atribuye amplio poder de decisión. Como valor tuirle como un ser social, quiere liberarle principalmente del
fundamental del hombre no se aprecia ya sólo su esencia, libre juego de las fuerzas sociales.
sino también su existencia. El Derecho económico incremen-
ta aún más este contenido realístico del hombre, al valorar el Pero precisamente en la medida en que el ámbito huma-
ser social del hombre. El hombre, que en el Derecho Civil no se hace libre de este modo, se amplía y se fortalece la
sólo valía como un ser aislado, es unido por medio del De- comunidad. El Derecho solamente puede liberar al hombre
recho económico con un todo, mediante la eliminación de ám- de los poderes caóticos en su existir, al hacer intervenir las
126 Crisis económica y Derecho del Trabajo El problema del hombre en el Derecho 127

fuerzas de la comunidad para tal liberación. En el Derecho opuestos situados en separados ordenamientos jurídicos, sino
Civil esta intervención es muy débil. En el Derecho del Tra- que forman parte de un sistema de Derecho unificado que
bajo tal intervención se fortalece sensiblemente al introducir está enfocado hacia el hombre y su ámbito humano. Si diri-
la comunidad no sólo para esta capacidad, sino también para gimos la mirada hacia esta imagen del hombre nacida de su
el práctico poder de disposición del hombre sobre las cosas y historia, se nos hará patente el rico acervo cultural que este
las fuerzas que le son necesarias para su existencia. En el desarrollo ha puesto en nuestras manos, pero también la res-
Derecho económico, la comunidad debe llegar a ser todopo- ponsabilidad que tenemos con respecto a la conservación y
derosa sobre todos los límites existentes hasta ahora, de tal fomento de la idea del hombre en los futuros desarrollo del
forma que abarque el total existir del hombre. Derecho.

Al comprender nosotros de esta forma el significado de Señor director del Consejo Municipal de la ciudad de
este desarrollo del Derecho, descubrimos el fundamento Amsterdam, señores administradores de esta Universidad,
para una nueva imagen del hombre. Esta imagen no sólo señores encargados de esta cátedra especial.
pertenece al Derecho Civil. El tiempo del individualismo Con la fundación de una cátedra especial para la Sociolo-
abstracto, que domina este Derecho, ha pasado. Tampoco co- gía del Derecho han puesto de manifiesto ustedes su especial
rresponde al Derecho del Trabajo. El Derecho del Trabajo interés en el tratamiento científico de los problemas a ello
abarca sólo una parte del pueblo, pero la cuestión de la exis- unidos. Por la especial confianza que ustedes y la Facultad
tencia real es común a todas las capas del pueblo, y tampoco han tenido en mí, me ha sido adjudicada esta cátedra.
corresponde sólo al Derecho económico. El Derecho econó-
mico lleva aparejado en la inclusión total del individuo en el Soy consciente de la gran responsabilidad que me incum-
todo un gran peligro, dado que puede aniquilar la fuerza be. Es para mí totalmente necesario manifestarles mi agrade-
creadora de la libre personalidad. cimiento por la posibilidad que me han dado de poder conti-
nuar en este lugar, mi actividad académica. Lo interpreto,
La imagen del hombre que se deduce de la idea de su pues, como una obligación interior, que me exige poner mi
desarrollo comprende los rasgos de todos estos ordenamien- mayor esfuerzo para corresponder a su confianza.
tos jurídicos, sin implantarse en uno solo de ellos. Toma del
Derecho económico la idea de la inmediata unión de todas Muy estimado señor Van der Bergh.
las fuerzas económicas individuales en un todo económico.
Toma del Derecho del Trabajo la idea de un marco de vida y Permítame dirigirme a usted con unas breves palabras.
trabajo seguro para el individuo, en esta unión y unidad. Y
Cuando llegué aquí fueron su confianza y amistad las que
toma, finalmente, del Derecho Civil la idea de la esfera indivi-
me dieron la esperanza de poder continuar en la labor a la
dual autonómica, en que el hombre se pertenece sólo a sí que hasta ahora estaba dedicado. Cuando tal esperanza se ha
mismo y a los poderes espirituales que le penetran. hecho realidad, sé perfectamente que ello debo agradecerlo a
En semejante imagen del hombre se reúnen todos los ele- la acción de su personalidad en alta medida. Usted lo com-
mentos culturales que se han producido en el desarrollo his- prenderá perfectamente si junto a la gran y seductora tarea
tórico y despliegue jurídico del hombre desde la Ilustración. que se me ha dado, se coloca también la idea de su esfuerzo
El Derecho individualista, el Derecho social y el Derecho de amistoso que me estimulará, a fin de lograr la mejor presta-
lo social se constituyen en esta imagen no ya como factores ción de lo que sea capaz.
128 Crisis económica y Derecho del Trabajo

Señoras y señores profesores, lectores, profesores habili-


tados de esta Universidad y, en especial, compañeros de esta
Facultad de Derecho.
Es para mí un gran honor y alegría el haber sido acepta-
do entre ustedes y poder trabajar con ustedes. El amistoso
sentimiento con que ustedes me han acogido me permite es-
perar recibir de su compañía valiosas sugerencias y encontrar
su amable apoyo, del que no puedo prescindir para el cum-
plimiento de mi tarea. Constituye para mí también una satis-
facción el saber que en el marco de la Facultad de Derecho
ya existe una valiosa tradición en la rama jurídica de Sociolo- HUGO SINZHEIMER
gía del Derecho. Considero una especial misión, por mi par- Hugo Sinzheimer nació en Worms, el 12 de abril de
te, unir esta tradición a mi trabajo. 1875. Fue fundador de la "Escuela del Trabajo" y, desde
Señoras y señores estudiantes. 1920 a 1933, profesor de Derecho del Trabajo en Frankfurt
del Meno, pasando más tarde a la Universidad de Amster-
Me satisface poder entrar en contacto en breve con la dam y Leiden, como profesor de Sociología del Derecho y
juventud académica. Les ruego también a ustedes me conce- Sociología del Derecho del Trabajo, respectivamente. Discí-
dan su confianza. Hasta ahora siempre he comprendido la pulo de Otto van Gierke, trató de llevar al Derecho del Tra-
relación entre profesores y estudiantes, de tal forma que sólo bajo el espíritu de la socialdemocracia. Sinzheimer murió en
a través de una comunidad de docentes y alumnado es posi- los Países Bajos, en Bloemendaal, el 16 de septiembre de
ble un trabajo fructífero. Haré con gusto todo lo que de mí 1945.
dependa para crear esta comunidad. Espero también lograr
su interés por los especiales problemas de la Sociología del
Derecho. La ciencia de la Sociología del Derecho es una BIBLIOGRAFÍA DE HUGO SINZHEIMER RELACIONADA
ciencia joven. Quiere aportar las fuerzas que determinen y CON EL CONCEPTO DE DERECHO DEL TRABAJO
perfeccionen el Derecho. Tal ciencia sólo puede prosperar si 1909
tiene y conserva el contacto con la juventud. Pues precisa- "El método sociológico del Derecho privado. Conferencia en la Univer-
mente existen muchos problemas en la juventud que nos sidad de Munich" (24-V-1909). Schriften des Sozialwissenschaftlicken
afectan a todos y cuya solución no es posible si no se recono- Vereins des Universitat München. Cuaderno, 3.
cen estas nuevas fuerzas interiores que actúan en la juventud 1910
y que tienen un especial significado para futuros desarrollos. "Un sistema jurídico del trabajo". Archiv für bürgerliches Recht,
Espero, pues, encontrar en ustedes colegas y amigos. Ik heb tomo 34, págs. 291-322.
gezegd. 1911
"La evolución del Derecho del Trabajo y la misión de la enseñanza del
Derecho". Soziale Praxis, año 21 (1911-12), págs. 1202-1206 v 1233-
y
1237.
1912
"El día del jurista alemán y el Derecho del Trabajo". Soziale Praxis,
año 21 (1911-12), págs. 1474-1479.
130 Crisis económica y Derecho del Trabajo Bibliografía 131

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" L a idea del Derecho del Trabajo". Arbeitsrecht, año 10, págs. 721-730.
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

6401621555
El objetivo fundamental de esta obre
que recoge cinco estudios de Hugo Sin:
heimer sobre los problemas del Derech
del Trabajo, íntimamente relacionadt
con los problemas económicos, es destc
car la actualidad del pensamiento di
autor y asimismo dar a conocer a le
lectores no especializados las ideas SÍ
cialdemócratas del jurista alemán.
Los estudios que se ofrecen en esi
volumen son los siguientes: "El perfei
cionamiento del Derecho del Trabajo
(1922), "La esencia del Derecho di
Trabajo" (1927), "El hombre en el Di
recho del Trabajo" (1930), "La cris,
del Derecho del Trabajo" (1933) y "1
problema del hombre en el Derecho
(1933).
En la introducción a estos estudio.
VÁZQUEZ MATEO expone laspreocí
ESTE LIBRO SE TERMINO DE paciones del laboralista germano sobi
IMPRIMIR EN LA IMPRENTA el hombre trabajador que vive en una s
FARESO, S. A., EL DÍA 18 DE tuación económica adversa y su dése
DICIEMBRE DE 1984. de renovar el Derecho del Trabajo, libt
rándole del "pancivilismo" que impia
su adecuada aplicación en los sisteme
industriales modernos.

SERVICIO DE PUBLICACIONES
MINISTERIO DE TRABAJO
Y SEGURIDAD SOCIAL

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