Lenguaje de Los Caballos

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LA LENGUA DE LOS CABALLOS

Los caballos no hablan... y tampoco lo necesitan. El nivel comunicacional de esta especie, lejos
de lo que en principio pueda parecernos, es muy alto. Cierto es que nada tiene que ver con el
lenguaje tal y como los humanos lo entendemos; se trata más bien de un conjunto de signos,
movimientos, sonidos, etc. que cada individuo del grupo comprende a la perfección, sirviendo
como un perfecto sistema de comunicación.
Este lenguaje equino es válido tanto entre similares como para con los humanos. Simplemente
debemos saber qué significa cada uno de sus gestos y sonidos y podremos llegar a entender
sin complicaciones lo que desea transmitirnos en cada momento.
Sepamos algo más sobre la comunicación de los caballos.
EL CABALLO COMO ANIMAL SOCIAL

Desde su nacimiento como especie, el caballo ha sido un animal social, es decir, ha formado
grupos del todo necesarios para su propia supervivencia. Efectivamente, el caballo es un
animal de presa, no predador, por lo que formar parte de un grupo es totalmente necesario
para salvaguardarse de los ataques de sus enemigos.
Esta convivencia de un número más o menos numeroso conlleva la creación de un lenguaje
que sirva para transmitir diferentes mensajes, que serán principalmente de alerta ante la
presencia de diferentes peligros.
Así el caballo ha desarrollado un sistema de lenguajes a partir de la utilización de los cinco
sentidos.
Efectivamente, a través de los sentidos los caballos son capaces de percibir su entorno y
reaccionar ante determinados estímulos; esta reacción conlleva la necesidad de manifestar
sus estados anímicos así como sus sentimientos, lo que genera a su vez la necesidad de
establecer una comunicación con sus similares, pero también con los humanos.
Manos, patas, orejas, cara, boca... todos ellos sirven para transmitir cualquier tipo de mensajes.

LAS OREJAS COMO SISTEMA DE COMUNICACIÓN

Si observamos a un caballo podremos ver como sus orejas se mantienen prácticamente en


constante movimiento. Una serie de posturas con las que comunica a los demás su estado
anímico, por lo que conviene conocerlas:
● Orejas con las aberturas hacia fuera y hacia delante: caballo tranquilo.
● Orejas en constante movimiento: actitud habitual en un caballo confiado pero vigilante.
● Orejas rectas o hacia delante: ha localizado un objeto que le inquieta.
● Orejas verticales: claro síntoma de temor.
● Orejas ligeramente hacia atrás: denotan irritación.
● Orejas totalmente hacia atrás: el caballo está enfadado, dispuesto para pelear.
● Orejas en sentidos diferentes: no habrá entendido lo que usted quiere solicitarle o
decirle.
● Orejas acostadas: connotan agresividad o enojo. Esto tiene una causa que lo justifica:
el caballo agacha sus orejas ante una pelea, para protegerlas de posibles mordiscos.
Además de esto conviene saber que si el caballo es joven, normalmente echará las orejas para
atrás al ser montado por el jinete, lo cual significa que todavía no reconoce a la persona (en
ese momento y para el caballo, un intruso) que se ha situado tras él.
Debemos observarle también cuando duerme, momento en que dejará sus orejas caídas; si
estando en esta posición no las levanta al menor ruido, deberemos vigilar su salud, porque éste
es un claro síntoma de enfermedad.

LOS SONIDOS DEL CABALLO

Los caballos emiten diferentes sonidos, con los que tratan de expresar distintos sentimientos.
Entre las señales acústicas que emiten, destacan los relinches y soplidos; ¿qué significan?, lo
cierto es que no existen unas conclusiones definitivas sobre el significado de cada uno de estos
sonidos emitidos por el caballo. Para saber lo que quieren transmitir es necesario relacionarlas
con las posturas corporales y con el contexto en que cada uno de estos sonidos es emitido.
● El Relincho: normalmente es utilizado por el caballo para advertir de su presencia, en
ocasiones en las que se ve separado del resto de la manada.
Situaciones comunes en las que podremos escuchar este sonido es cuando nos
alejamos de nuestro animal, si advierte la distancia emitirá un relincho, con el que trata
de advertirnos dónde se encuentra. También existe el relincho de “bienvenida”, que
será suave y cariñoso, cuando nos ve acercarnos con su comida o, en algunos casos,
cuando simplemente escuche nuestra voz.
● El relincho puede transmitir afecto o simplemente ser utilizado como saludo para darse
a conocer.
● El Resoplido: producido por una emanación del aire que elimina por la nariz. Este
sonido se asocia a situaciones de alarma o momentos de frustración para el animal. El
resoplido o piafe surge cuando el caballo se encuentra en una situación desconocida
para él o al asustarse ante un objeto extraño.
● En función de la intensidad del resoplido podremos llegar a determinar el estado del
caballo.
● El Resuello: sonido de alarma por excelencia. Sirve para advertir de que se acerca un
peligro, así como su dirección. Cuando el caballo perciba un sonido, un olor o un objeto
no común en su entorno natural, emitirá un resuello que servirá, además de cómo una
advertencia, para indicar al resto de caballos el lugar del que proviene la amenaza.
Suele estar acompañado por una postura del cuerpo que muestra estado de
nerviosismo y disposición para la huida.
EL OLFATO

El olfato del caballo es muy superior al humano y le sirve como un auténtico medio de
comunicación para con sus similares.
Tal y como hacen otros animales, el equino utiliza su orina y sus heces para transmitir señales
olfativas que servirán para comunicar diferentes mensajes: la identificación personal, el control
de la actividad sexual, el mantenimiento del grupo, el vínculo materno-filial...
Estas señales se mantienen durante muchas horas, incluso días después de ser depositadas.
Con ellas se coordina la actividad dentro de una manada e incluso a veces entre manadas
vecinas.

EL MOVIMIENTO CORPORAL

Las diferentes partes del cuerpo del caballo y cómo éstas se mueven, sirven para transmitir
distintos mensajes y sentimientos.
● LAS PATAS: sin duda están íntimamente relacionadas con la violencia. Todos somos
conscientes de la gran fuerza que el caballo tiene en sus patas, tal que puede producir
serias lesiones a otro animal o a nosotros mismos.
Por ello si advertimos que levanta la pata, deberemos entenderlo como una amenaza
(si bien en numerosas ocasiones se quedará sólo en eso, en amenaza).
Otro movimiento típico que podemos observar en el caballo es el de manotear, o dar
con las manos contra el suelo; lo cual deberemos entender como una protesta ante
algo que se ve obligado a hacer sin desearlo (permanecer atado, ensillarlo...).
● LA CARA: ojos y nariz pueden indicarnos muchas cosas sobre lo que el caballo está
sintiendo en cada momento.:
○ Ojos cerrados y ollares relajados: el caballo se encuentra descansado.
○ Ojos muy abiertos y ollares alargados verticalmente: muestran nerviosismo o
amenaza.
○ En un estado normal, los ojos del caballo permanecerán entrecerrados.
● LA COLA: la utilidad de la cola para el caballo reside en la necesidad de espantar a los
insectos que se posan en su lomo.
Al contrario de lo que muchos cuidadores creen, el balanceo de la cola de un lado
a otro no significa, como en el caso de los perros, alegría; sino que con él trata de
decirnos que se siente extenuado y que no es capaz de dar más de sí (lo realiza, por
ejemplo, cuando intentamos hacerle correr más rápido de lo que puede).
De cualquier manera debemos tener presente que si deseamos saber sin temor a equivocarnos
lo que el caballo desea comunicarnos, es imprescindible que observemos la totalidad de su
cuerpo:
● Caballo triste: su cuello, cabeza y cola estarán bajas. Apenas se moverá y sus orejas
estarán en una posición neutral. Conviene que determinemos las causas de esa
tristeza (puede estar motivada por una enfermedad).
● Caballo alegre: su postura será erguida, con el cogote estirado y la cola levantada,
mientras sus orejas se mostrarán alerta a todo lo que sucede a su alrededor.

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