FLAMEADO
FLAMEADO
FLAMEADO
Una situación crítica que se enfrenta en la producción de semilla híbrida de maíz es la sincronía
entre la floración masculina del progenitor macho con la receptividad de los estigmas del
progenitor hembra; la falta de sincronía ocasiona reducción en rendimiento de semilla híbrida
por la falta de polinización del macho, así como la producción de tipos de semilla “bola” que
son menos preferidos por los productores que los “planos”. Idealmente los mejoradores
deberían seleccionar progenitores con madurez similar para facilitar la producción de los
híbridos; pero en la realidad, muchas combinaciones híbridas sobresalientes involucran
progenitores de diferente precocidad. Cuando se produce semilla de híbridos cuyos
progenitores difieren en el número de días a floración, es común que se siembren en fechas
diferentes para lograr la sincronía. Sin embargo, ocurren varias complicaciones con el manejo
del cultivo; ya que no sólo implica sembrar en dos fechas de siembra, sino qué podrían ser
necesarias más labores para aplicar fertilizante, riegos y pesticidas. Asimismo, existe el riesgo
que alguno de los progenitores se afecte por condiciones ambientales no previstas.
A pesar de que el método más práctico para lograr la coincidencia es sembrar en fechas
diferenciadas; se han generado prácticas agronómicas que permiten regular el crecimiento y
desarrollo de las plantas y lograr que los progenitores que difieren en precocidad se siembren
en forma simultánea. Beck (2002) señala algunas prácticas para lograr una buena sincronía:
a. Siembras dobles de surcos macho. Consiste en hacer una segunda siembra del macho,
depositando la semilla a varios centímetros del costado de los surcos macho de la primera
siembra; esta práctica alarga el periodo de producción de polen en el campo.
c. Uso de diferentes dosis de fertilización. Esta práctica puede atrasar o adelantar el desarrollo
de las plantas en uno o dos días. Los resultados han sido más consistentes en terrenos con baja
fertilidad que en los fértiles. Altas dosis de fósforo tienden a acelerar el desarrollo de las
plantas de maíz, mientras que las mayores aplicaciones de potasio tienden a disminuirlo. Debe
tenerse cuidado en la siembra de no aplicar mucho fertilizante cerca de la semilla, debido a
que puede afectar la germinación u ocasionar quemaduras en las plántulas. También las
aplicaciones de fertilizantes foliares que normalmente incluyen fósforo se aplican para acelerar
la floración y el nitrógeno para retrasarla.
e. Defoliación. Este método se utiliza para retrazar la floración del progenitor macho y no el de
la hembra debido a que se pueden tener reducciones significativas en el rendimiento de
semilla. La mejor etapa para realizar esta práctica es cuando la altura de las plantas sea de 20 a
30 cm. Cox citado por (Beck, 2002) informó que cuando la planta tenía una altura de 20 cm el
tratamiento de defoliación de 10 cm retardó la floración cuatro días.
f. Quemado o flameado. Se realiza con quemadores de gas para quemar físicamente el follaje
del progenitor más precoz para retardar su crecimiento. El equipo de flameado debe tener dos
quemadores uno para cada lado del surco y debe dirigirse a al base de la planta. Asimismo,
debe ajustarse y calibrarse la velocidad de aplicación y la altura del quemador, para quemar la
mayor parte de la parte aérea de la planta. Al igual que en el caso de defoliación, esta práctica
se recomienda en los progenitores macho en lugar de las hembra. El flameado se recomienda
hacerlo cuando las plantas tengan 15 cm de altura debido a que el punto de crecimiento está
aún abajo de la superficie del suelo. Cuando el flameado se aplica en esta etapa se retrasa la
liberación del polen entre tres y seis días. El quemado también puede lograrse usando
fertilizante nitrogenado líquido o aplicando herbicidas desecantes. Hay que tener precaución
en no usar esta práctica en progenitores machos poco vigorosos o que produzcan poco polen
(Thielen y Pinter citados por Beck 2002). Incrementar la densidad de población de plantas es
una práctica muy útil para lograr un retraso de dos a tres días en la floración masculina.
g. Remojar la semilla en agua. Con esta práctica se puede avanzar la floración en uno o dos
días.
h. Corte de la punta del jilote. Consiste en eliminar la punta del jilote en cuanto éste aparezca
en la planta, y se utiliza para adelantar la floración femenina en dos o tres días.
Como puede observarse algunas de estas prácticas no son fácil de usarse en gran escala debido
a que son riesgosas, en ocasiones requieren de equipo especial para aplicarlas, y causan
problemas significativos de estrés en la planta, especialmente si se trata de líneas. Sin
embargo, éstas pueden ser una opción para resolver un problema inesperado que se presente
en un lote de producción de semilla de maíz. Este mismo autor presenta resultados en
progenitores e híbridos de maíz usando varias de las técnicas señaladas.
Fuego