ALABANZAS
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ALABANZAS
La alabanza a Dios es algo que ofrecemos en reconocimiento de la excelencia de Dios. Podrías pensar que alabar es lo
mismo que decir “gracias”, pero existe una diferencia. El agradecimiento describe nuestra actitud hacia lo que Dios ha
hecho, mientras que la alabanza es ofrecida por quien es Dios. El Salmo 18:13 dice, “Invocaré a Jehová, quién es digno de
ser alabado...”
¡A todos los creyentes se les manda a que alaben a Dios! De hecho, Isaías 43:21 explica que la alabanza es una de las
razones por las cuales fuimos creados, “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.” Hebreos 12:15 confirma
esto: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesús, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesen su nombre.”
La alabanza se origina en un corazón lleno de amor hacia Dios. Deuteronomio 6:5 dice, “Y amarás a Jehová tu Dios de todo
tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” ¿Eres cristiano? Si es así, sabes que amas a Dios porque ¡Él te amó
primero! Sin el amor de Dios, cualquier alabanza que puedas ofrecerle es hueca. El amor, nacido de una relación con Dios a
través de Jesucristo, es una parte esencial de tu alabanza.
La alabanza hacia Dios es expresada externamente a través de nuestras acciones diarias, de igual modo internamente en
nuestros pensamientos. La alabanza es un acto de adoración cristiana.
“¿Dónde comienzo?,” te preguntarás. “¿Cómo empiezo a alabar a Dios?” Si alabar a Dios es algo nuevo para ti, trata de
alabarle por lo que Él es para ti personalmente. ¡Proclama que la bondad de Dios es sin medida; es abundante e
inmensurable! A continuación, algunas maneras para comenzar:
Alaba a Dios por Su santidad, misericordia y justicia (2 Crónicas 20:21, Salmos 99:3-4)
Alaba a Dios por Su gracia ( Efesios 1:6)
Alaba a Dios por Su bondad (Salmos 135:3)
Alaba a Dios por Su cuidado (Salmos 117)
Alaba a Dios por Su salvación (Efesios 2:8-9)
¡La alabanza a Dios puede ser ofrecida en cualquier lugar! Con el tiempo, será tan normal como respirar. A veces alabamos
a Dios interiormente como en el Salmo 9:2, “Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.” En otras
ocasiones tenemos la oportunidad de dar gloria y alabanza a nuestro Dios públicamente. El Salmo 22:22 dice, “Anunciaré tu
nombre a mis hermanos, en medio de la congregación te alabaré.” ¡Busca oportunidades para llevar alabanza a Dios!
¿Cómo le ofreces alabanza a Dios hoy? ¿Lo conoces como tu Salvador y Señor? Si no, ¿por qué no empezar ahí? Aprende
más acerca de la salvación. Cuando otros te miran, ¿ven un reflejo de la alabanza a Dios? El Salmo 113:3 declara, “Desde el
nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.”
No todos adoramos al mismo Dios, pero todos adoramos a algo o a alguien. Ya que todos adoramos, deberíamos
preguntarnos la razón de este deseo. La conclusión más lógica es que fuimos creados por un ser supremo con el propósito
mismo de adorar.
La continuada búsqueda del hombre es encontrar respuestas a las preguntas fundamentales del origen humano, la naturaleza
humana, y el destino. Existe un libro que tiene las respuestas a todas estas preguntas, incluyendo nuestras preguntas sobre la
adoración. La Biblia es el libro maravilloso y misterioso que Dios ha escogido como una manera de comunicarse con
nosotros.
Dios es el foco de nuestra devoción tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. En Éxodo 20:2-3, Dios
dice: "Yo soy Jehová tu Dios... No tendrás dioses ajenos delante de Mí." En Mateo 4:10, Jesús dice: "Al Señor tu Dios
adorarás y a Él sólo servirás." Entonces, la adoración no es simplemente un instinto natural, es un mandamiento de Dios.
A. W. Tozer dijo: "Sin adoración nos sentimos miserables." Dios no quiere que seamos miserables -- Él tiene un plan
perfecto para nuestras vidas. Él ha hecho tantas cosas para mostrarnos que nos ama y que no quiere que nos sintamos
miserables. Él quiere que tengamos esperanza de un futuro con Él -- Él quiere que tengamos vida eterna en el cielo con Él.
Una vida de alabanza y adoración satisface nuestras más profundas necesidades, y sorprendentemente, también alegra
grandemente a Dios. Sofonías 3:17 dice: "Jehová está en medio de ti, poderoso, Él salvará. Se gozará sobre ti con alegría,
callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos."
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." (Deuteronomio 6:5)
La música afecta nuestras emociones y las palabras pueden hinchar nuestros corazones, haciendo que nos abandonemos a la
experiencia. La alabanza cristiana y la música de adoración son grandes herramientas para ayudarnos a sentir más cerca de
Dios. No es raro que la gente hasta escoja una iglesia sólo por su estilo de música de adoración. A menudo, la gente saldrá
de un servicio diciendo: "La adoración fue maravillosa hoy," o "El sermón fue muy bueno, pero lo que me conmovió fue la
música de adoración."
"Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: '¡Amén! ¡Amén!' Alzando sus manos y se
humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra." Nehemías 8:6
Tanto el canto como el inclinarse son actos de adoración, pero sólo son una parte del todo. ¡La adoración cristiana es mucho
más que eso!
Visto bajo esa luz, es fácil ver que podemos adorar a Dios, adorar al dinero, al poder, a una estrella de rock, o incluso
podemos adorar a un estilo de vida. La adoración es más que un acto de reverencia. Es una actitud del corazón.
Dios está claramente interesado en la adoración cristiana. Él sabe que tenemos una necesidad interior de adorar, así que nos
pide que le adoremos a Él. Él, siendo Dios, puede lidiar con el peso de ser adorado; los humanos no. La gente que es
adorada por otros, a menudo puede ser influenciada a pensar que son superiores de lo que en realidad son. La Biblia dice
claramente que existe sólo un Dios digno de nuestra adoración:
"A Jehová tu Dios temerás, y a Él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses
de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios es celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no
se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra." Deuteronomio 6:13-14
¿Ama usted a Dios? ¿Está agradecido de lo que Él ha hecho por usted a través de Su Hijo Jesucristo?
"Dad a Jehová la gloria debida a Su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad." Salmo 29:2
Usted puede hacer caso de la amonestación del Salmo 29 rechazando lo que adoraba anteriormente y reconociendo el
señorío de Jesús. Deje que la vida que vive sea un acto de adoración para Él. Ya sea que esté llamado a ser un predicador,
un cantante, un escritor, un ingeniero de sistemas, un vendedor, o un conductor de camiones, usted lo puede hacer todo para
la gloria de Dios. Cuando lo hace, usted está involucrado en adoración cristiana.
La Biblia dice que un día toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor (Filipenses 2:9-11). Sólo
Él es digno de nuestra adoración y alabanza. Un día, aquellos que eligieron adorarlo y aquellos que han rechazado Su regalo
gratis, reconocerán que Él es Señor sobre todas las cosas. Cuando venga ese día, sólo aquellos que lo han escogido se irán a
vivir con Él por la eternidad. De acuerdo a las Escrituras, aquellos que lo han negado pasarán la eternidad con Satanás y los
ángeles caídos que ya están condenados.
¿Conoce usted a Jesús como su Señor? ¿Por qué esperar? Descubra, mientras pueda, que el Jesucristo que dio su vida por
usted es digno de ser su Gerente General, el director de su vida, su todo. Todo lo que tiene que hacer es creer que Jesús
murió y resucitó tres días más tarde. Luego, pídale que lo perdone por sus pecados y lo salve. Millones ya han tomado esa
decisión - ¡nunca se arrepentirá!