Problemas de Motricidad en Los Niños
Problemas de Motricidad en Los Niños
Problemas de Motricidad en Los Niños
Hoy en día quien más quien menos piensa en la fisioterapia como modo de solucionar
problemas motores como esguinces, fracturas o dolores de espalda. Sin embargo no
pensamos en la fisioterapia como primera opción para los problemas neurológicos de los
adultos y personas mayores y ya ni que decir como herramienta para solventar problemas
que padecen los niños. Pues así es, para los niños la fisioterapia es igual de importante que
para la población adulta. Generalmente la fisioterapia pediátrica está relacionada con
problemas neurológicos como retraso o estancamiento en el desarrollo motor.
Tanto en bebés prematuros como en niños nacidos a término el desarrollo motor marca el
desarrollo cognitivo y el desarrollo social. Es decir que un niño necesita tener las
capacidades motrices acordes a su edad para poder explorar su entorno y crecer como
persona. Así pues, toda criatura que tenga problemas motrices necesita una atención
especial que le estimule para que pueda interactuar con su entorno e ir desarrollándose.
Hay que tener en cuenta que un niño no es un adulto en miniatura por lo que el tratamiento
que necesita no es el mismo que la que usualmente recibe la población adulta. El tratamiento
de fisioterapia pediátrica es un trabajo especifico para el cual los profesionales deben
especializarse. Es por ello por lo que no hay tantos centros como el IVANN, Instituto
Valenciano Neurociencias que ofrezcan fisioterapia dirigida a la población infantil.
Como problemas motrices entendemos toda dificultad física que interfiera en el desarrollo del
niño. Por ejemplo: deformidades, rigideces musculares, dificultad para hacer movimientos,
para mantenerse en una posición concreta… Y juntos con éstos podríamos mencionar
muchos más. Las causas también son infinitas y en muchos casos cada persona manifiesta
unas dificultades. Entre las causas más comunes destacamos dos.
Por un lado los bebés prematuros, quienes nacen sin una completa madurez y por tanto no
están preparados para la vida fuera del vientre materno. Estos bebés precisan de unos
cuidados especiales los primeros días o semanas de su vida que determinarán su futuro. Por
ello es tan frecuente, y cada vez más, pues cada vez nacen más niños prematuros,
encontrarnos bebés con un desarrollo motor distinto a otros bebés de su edad. Al nacer
antes de las 40 semanas, cuando llegan al mundo aún tienen que luchar por sobrevivir antes
de empezar a explorar como harían los bebés nacidos a termino. Estos días o semanas de
lucha marcan el retroceso que pueden tener después en su evolución motriz. En otras
palabras, son niños que tardan en mantenerse sentados solos, puede que no lleguen a
gatear, les cuesta mantenerse de pie…
Por otro lado encontramos los niños con alguna patología. Hay casos de bebés que nacen ya
con la enfermedad, casos que por complicaciones en el parto aparece la sintomatología y
otros que nacen aparentemente sanos pero que con los años sufren diversos problemas.
Los problemas motrices son diagnosticados normalmente por los neuropediatras, médicos de
cabecera y fisioterapeutas. Normalmente los niños son valorados mediante unas escalas
para determinar si realiza ciertos movimientos desde diversas posturas acordes a su edad
cronológica. Existen varias escalas con las que valorar parámetros como la motricidad fina y
gruesa, coordinación viso-motriz, el modo en que se relaciona el bebé con su entorno… Los
resultados obtenidos de cada niño se comparan con el desarrollo normal. No obstante, estos
parámetros son generales ya que cada niño tiene su propio desarrollo y sigue su propio
ritmo. Por tanto, el desarrollo normal solo debe tomarse como una referencia para valorar
posibles problemas motrices.
Los parámetros o puntos más típicos que se miden en las escalas son:
Mantenerse sentado sin respaldo o apoyos en las espalda a los 5-6 meses.
Mantenerse boca abajo y sacar brazos para poder jugar a los 4 meses.
Voltearse desde boca arriba a ambos lados a los 4 meses y voltearse desde boca
arriba a boca abajo y de nuevo a boca arriba a los 7 meses.
Coger objetos con ambas manos tumbados boca arriba a los 3-4 meses y sentados a
los 5-6 meses.
Andar solos sin cogerse a muebles o objetos o personas a los 12 meses.
Éstas son algunas pautas que si un niño no las consigue por ejemplo 4 meses después de lo
estipulado como normal pueden tomarse como alarma. No tiene porque ser algo patológico
pero es una buena manera de advertir a familiares y profesionales para que estén más
pendientes del desarrollo del niño.
Pero estos puntos de alarma no son los únicos, existen otros puntos que también pueden
ayudarnos. Por ejemplo que un bebé que nunca llore y que sea demasiado tranquilo.
También aquellos niños que lloren mucho sin relación alguna con hambre, sueño, echar de
menos a la madre… O incluso bebés que no crecen mucho ni de talla ni aumentan de peso o
los niños que están siempre muy quietos y no tienen interés por relacionarse con su entorno.
Una vez diagnosticados los problemas motrices hay que ponerse manos a la obra. El trabajo
de los fisioterapeutas se basa en estimular y darle facilidades al niño para que explore el
entorno y por tanto pueda desarrollarse. Para combatir los problemas motrices cada niños
necesitará un trabajo concreto pues cada uno tiene unas dificultades. Se trabaja con mucho
material didáctico y de juego. Importante que tenga muchos colores, texturas, tamaños…
Deben ser objetos que al bebé le llamen la atención por lo que muchas veces los propios
juguetes son las mejores herramientas de trabajo.
La rehabilitación con niños debe ser constante y muy precisa ya que cualquier detalle
determina la progresión del niño y en este caso la progresión significa el desarrollo de su
vida. Además de la importancia que tiene nuestro trabajo sobre la población infantil, al ser tan
frágiles no todos los profesionales se atreven a dedicarse a ellos. En nuestro centro, IVANN,
Instituto Valenciano Neurociencias, no hemos querido dejar de lado a esta población y por
eso asumimos la responsabilidad que supone el trabajar con niños. Queremos dar solución y
ayudar a las familias de los niños que tenga problemas de desarrollo sean cuales sean sus
problemas motrices.
La motricidad gruesa es nuestra capacidad para mover los músculos del cuerpo de forma
coordinada y mantener el equilibrio, además de la agilidad, fuerza y velocidad necesaria en
cada caso. Hace referencia a los movimientos amplios que engloban varios grupos
musculares como el control de cabeza, la sedestación, girar sobre sí mismo, gatear,
mantenerse de pie, caminar, saltar, etc.
La evolución del área motora sigue dos leyes psicofisiológicas fundamentales: Céfalo-
caudal (desde la cabeza hacia los pies) y próximo-distal (desde el eje central del cuerpo
hacia las extremidades). Esto supone que las bases principales del desarrollo motor se
asentarán sobre la motricidad gruesa y, posteriormente, podrán evolucionar hacia el
desarrollo de la motricidad fina.
Aunque los tiempos de adquisición de los distintos hitos evolutivos son individuales y
dependen en gran medida de las características biológicas y ambientales de cada
persona, podemos establecer diferentes fases en el desarrollo motor:
El desarrollo de las habilidades de psicomotricidad fina son decisivas para el niño. Sus logros
en este campo abren la puerta a la experimentación y al aprendizaje sobre su entorno y,
como consecuencia, la psicomotricidad fina juega un papel fundamental en el desarrollo de la
inteligencia.
Sin embargo, este aprendizaje está sujeto a grandes altibajos, a pesar de que requiere un
ciclo progresivo. Por tanto, no debemos alarmarnos si vemos que el niño, en ocasiones,
pasa por momentos de progresos acelerados y otras veces manifiesta frustrantes
retrasos. Ambos son inofensivos y forman parte del ciclo natural de aprendizaje y desarrollo
de la psicomotricidad fina.
Evolución de la psicomotricidad fina del bebé por edades
De 0 a 2 meses El reflejo prensil está presente en las manos del recién nacido. Cuando se
roza su palma, cerrará el puño en un acto inconsciente. Este reflejo desaparece alrededor de
los cinco meses y, mientras tanto, el recién nacido no tendrá mucho control sobre sus
manos. Alrededor de las ocho semanas, comenzará a descubrir y a jugar con sus manos. Al
principio, solamente descubrirá las sensaciones del tacto, pero después, alrededor de los
tres meses, los bebés son capaces de involucrar la vista también.
De 4 a 5 meses La mayoría de los bebés pueden agarrar a esta edad un objeto que esté a
su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos. Este logro, denominado 'máximo
nivel de alcance', se considera una base importante en el desarrollo de la motricidad fina.
De 6 a 9 meses A los seis meses, los bebés ya pueden sostener con facilidad un pequeño
objeto durante un corto periodo de tiempo y muchos comienzan a golpear lo que tienen entre
sus manos. Aunque su habilidad para sujetarlos sigue siendo torpe y habitualmente se les
caen las cosas que sostienen, empiezan a tomarle gusto a agarrar objetos pequeños con sus
manos y llevárselos a la boca.
De 12 a 15 meses En esta etapa, el bebé realizará uno de los logros motrices finos más
significativos de su evolución, que consiste en aprender a hacer las tenazas con las manos,
usando los dedos para pellizcar los objetos y para separar las piezas pequeñas de las
grandes.
A los 5 años Están preparados para cortar, pegar y trazar formas. Sus dibujos tienen trazos
definidos y formas identificables.
Una persona ambidiestra o ambidextra tiene la capacidad de usar aparentemente con la
misma habilidad la mano izquierda o la derecha. La palabra "ambidiestro" se deriva de las
palabras latinas ambi, que significa "ambos" y dext que significa "cierto" o "derecho".
Significando " ambas diestras". Hay algunos/as que solo utilizan una para cierto oficio,
ejemplo; Una se da bien para escribir y otra para hacer oficios que la otra no logra realizar.
Generalidades
Cada lado del cerebro controla el lado opuesto del cuerpo. La persona ambidiestra, en
algunos casos, medita ante la decisión de qué mano escoger para realizar determinada
tarea. Aun cuando el lado derecho del cerebro controla principalmente el lado izquierdo del
cuerpo, y el lado izquierdo del cerebro controla, en gran parte, el lado derecho del cuerpo, el
hecho de ser ambidextro refleja que las dos mitades del cerebro no han llegado a estar tan
completamente especializadas como lo están en otros individuos.
Hoy en día, es más común ver que las personas zurdas de nacimiento son ambidiestras,
pues son forzadas a ejecutar tareas con la mano derecha, incluso escribir, principalmente
durante la infancia. Entre 87% y 92% de la población es diestra, de un 8% a un 13% son
zurdos y un pequeño porcentaje es ambidiestro. El ser ambidiestro es estimulado en
actividades que requieren de una buena habilidad con ambas manos, como lucha, natación y
la ejecución de instrumentos musicales, sobre todo los instrumentos de tecla como el piano o
de percusión como la batería.
Historia
En la Antigüedad y la Edad Media, los soldados ambidiestros que luchaban con las dos
manos, eran apreciados por los gobernantes, que los tenían como guardias personales o
como soldados de élite.
Como curiosidad, se puede recordar a la artista española del siglo XVIII Mariana de Silva,
capaz de escribir y pintar con ambas manos de forma correcta.
Hoy en día, es realmente muy poco lo que se sabe con certeza, y más si lo comparamos con
otros campos de la investigación psicológica. Se sabe por ejemplo, que los dos hemisferios
del cerebro, réplica uno de otro, están implicados en diferentes tipos de actividad. El
hemisferio izquierdo más activo en los diestros, está especializado principalmente en los
procesos relativos a la inducción, la deducción y el lenguaje, mientras que el hemisferio
derecho, nos proporciona las facultades de la visión y la memoria visual, el sentido espacial,
la apreciación de la forma y del color y la creatividad. Quedan sin embargo muchas áreas
inexplicadas. Las relaciones anatómicas específicas entre las funciones intelectuales y los
grupos de células del cerebro están todavía por definir. Los procesos de la memoria a corto
plazo y la memoria a largo plazo, la conciencia del propio "yo", el "inconsciente", el lóbulo
frontal y la personalidad, las endorfinas y demás neurotransmisores, el pensamiento... por
ejemplo, son tan complejos, que su funcionamiento involucra muchas veces a la totalidad del
cerebro y no solo a regiones determinadas del mismo.
En la mayoría de los adultos, los centros del habla están situados en el lado izquierdo. No
obstante, alrededor de un 15 % de los zurdos y un 2 % de los que usan preferentemente la
mano derecha, tienen centros del habla en ambas partes del cerebro. De todos modos,
algunos zurdos desarrollan el habla en el hemisferio izquierdo únicamente; menos de la
mitad la tienen en la parte derecha. Aun cuando el lado derecho del cerebro controla
principalmente el lado izquierdo del cuerpo, y el lado izquierdo del cerebro controla, en gran
parte, el lado derecho del cuerpo, el hecho de ser ambidextro indica que las dos mitades del
cerebro no han llegado a estar tan completamente especializadas como lo están en los
individuos diestros. En los niños de corta edad, cada lado del cerebro posee, en potencia, la
facultad del habla y del lenguaje. Una lesión en el lado izquierdo en los primeros años de
vida, da como resultado el desarrollo de la facultad del lenguaje en el lado derecho del
cerebro. El dominio del habla y probablemente también de otras facultades se establece
firmemente en uno de los hemisferios hacia los diez años de edad y no puede transmitirse al
otro posteriormente. La diferencia de competencias entre los dos hemisferios cerebrales
parece ser exclusiva del ser humano. Quizás se trate simplemente de que las dos mitades
del cerebro son complementarias, o sea consecuencia de un hábito reflexivo contraído por el
ser humano en el período paleolítico.
La habilidad para escribir con ambas manos no es muy común. Un enorme porcentaje de
personas escribe con la mano derecha, mientras que los zurdos y los ambidiestros son
minorías. Incluso, aquellas personas que son ambidiestras tienen dificultades para utilizar
ambas manos por igual. Pero existen muchos más datos sobre los ambidiestros que no
conoces y que a continuación te contaremos.
6. Son el 1%
De toda la población los ambidiestros son solamente un 1%, y los que usan ambas manos
con igual habilidad, aun menos. En comparación, existe un 10% de zurdos y un 89% de
derechos. También existe la distinción entre ambidiestros y ambisiniestros. Estos últimos
son aquellos que pueden usar su mano derecha tan bien como la izquierda (significa que su
mano dominante es la zurda) y viceversa para los ambidiestros.
Los derechos muestran una dominación del hemisferio izquierdo, pero los zurdos y
ambidiestros tienen una dominación simétrica. Esto suele ocurrir en las personas
consinestesia, aquellos que pueden usar sus sentidos al mismo tiempo y mezclarlos entre
sí. Existe una alta posibilidad de que los sinestésicos sean ambidiestros.
3. Dificultades en el aprendizaje
Un estudio realizado a 8 mil niños de 7 y 8 años demostró que existe un alto riesgo de que
los ambidiestros tengan dificultades para el lenguaje, y, al llegar a la adolescencia,
problemas para el aprendizaje. Los zurdos también tienen esta predisposición, pero es más
fácil encontrarla en aquellos que usan ambas manos.
Según un estudio realizado por BBC Science en una muestra de 255 mil personas
ambidiestras, 9,2% de los hombres y 15,6% de las mujeres declararon ser bisexuales. Sin
embargo, en los derechos estos números son 4% de las mujeres y 6,2% de los hombres, y
en los zurdos 4,5% de los hombres y 6,3% de las mujeres.
1. Cambios emocionales
Los estudios demostraron también que los ambidiestros tienen mayor tendencia a enojarse y
cambiar las emociones rápidamente. Frente al ambiente y la música, son más fáciles de
sugestionar, siendo más sentimentales que el resto de las personas estudiadas.
Aunque estos estudios no son alentadores, hay evidencias de muchos ambidiestros que
triunfaron en diversos campos. Entre ellos se encuentran Leonardo Da Vinci, Paul Mccartney,
Benjamin Franklin y Harry Truman. Como vemos, los ambidiestros pueden desarrollar sus
habilidades en el arte, los deportes y la ciencia, explotando su rara habilidad que les permite
usar ambas manos.
Las personas ambidiestras son más propensas a tener creencias mágicas que otras
personas, ha revelado un estudio realizado por especialistas de la Universidad de
Auckland, en Nueva Zelanda. El estudio también demostró que esta diferencia no está
provocada por las diferencias entre el cerebro de ambidiestros y el de zurdos y
diestros, sino que tiene su origen en el comportamiento. Por Yaiza Martínez.
Las personas ambidiestras, con la misma habilidad en la mano derecha que en la izquierda,
son más propensas a tener creencias mágicas, ha revelado un estudio reciente realizado por
la neurocientífica Gjurgjica Badzakova-Trajkov y sus colaboradores de la Universidad de
Auckland, en Nueva Zelanda.
Por otro lado, los científicos determinaron quiénes eran los participantes ambidiestros a
través de preguntas sobre la mano que éstos usaban más para hacer diversas tareas, como
lanzar objetos o cortar con tijeras.
Tal y como se puede apreciar en el gráfico, los resultados obtenidos demostraron que
aquellas personas que no eran claramente diestras o zurdas, es decir, que afirmaron usar
ambas manos para realizar sus actividades, también resultaron ser más propensas a tener
ideas mágicas.
Existe una teoría que señala que los cerebros de las personas ambidiestras presentan una
organización neuronal distinta. Según los especialistas, los cerebros de estos individuos
podrían presentar una lateralidad (o especialización del cerebro en un determinado
hemisferio) menor.
En comparación, se sabe que las personas zurdas tienen un hemisferio cerebral derecho
más desarrollado, y que lo contrario sucede con las personas diestras.
En esta segunda fase del estudio, Badzakova-Trajkov y sus colaboradores analizaron los
cerebros de los participantes en el estudio y demostraron que los cerebros de aquellas
personas que pensaban mágicamente tenían la misma lateralidad que los cerebros de los
participantes más racionales.
A partir de todos estos hallazgos, los científicos han concluido que la conexión entre la
condición de ambidiestro y la imaginación mágica radica en el comportamiento, y no en la
neuropsicología.
Artículos relacionados
Los niños ambidiestros tienen más problemas académicos y con el lenguaje que
los zurdos o diestros
Los juicios de los diestros varían si éstos usan más la mano izquierda que la
derecha
Los zurdos asocian la mano izquierda con valores positivos, al contrario que los
diestros
Los gestos determinan la confianza en los propios pensamientos
Dios se aparece en la revista PLoS ONE
En uno de ellos, Niebauer y sus colaboradores demostraron que las personas ambidiestras
eran más propensas a creer en la evolución (tema importante en Estados Unidos, país en el
que existe un encarnizado debate sobre la realidad o no de las teorías de Darwin).
La explicación que dieron los investigadores a estos resultados fue que los individuos
ambidiestros tienen una mente más abierta y más creativa, más propensa a desafiar el
dogma del creacionismo, por ejemplo, pero también más dispuesta a tomar en serio
pensamientos o ideas alternativas.
Por otra parte, en otra investigación, Niebauer demostró que las personas ambidiestras
también eran más ingenuas que otras. Los resultados de un tercer estudio de Niebauer, por
último, sugirieron que estas personas también son más autorreflexivas.
Los niños ambidiestros son más propensos que sus pares diestros o zurdos a tener un bajo
rendimiento escolar, según un estudio que se publicará en la revista médica Pediatrics.
Y esos niños ambidiestros tienen más signos de alteración psiquiátrica y síntomas del
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) a los 8 y 16 años, halló el
equipo de la doctora Alina Rodríguez, de la Universidad Uppsala, en Suecia. Durante
años, ser zurdo estuvo asociado con problemas de conducta y aprendizaje, recordó
Rodríguez a Reuters Health.
Los nuevos estudios indican que, en realidad, es ser ambidiestro y no zurdo la causa de
aquella asociación. El equipo demostró hace poco que niños ambidiestros de 5 años tenían
más problemas de lenguaje y síntomas de TDAH que los que preferían usar la mano
izquierda o derecha.
En el nuevo estudio, los expertos revisaron las respuestas de los padres y los
maestros de 7.871 niños en Finlandia cuando tenían 7 u 8 años y 16 años. El 1 por
ciento era ambidiestro, una proporción similar a la encontrada en estudios de adultos;
el 9 por ciento, zurdo y, el resto, diestro.
A los 8 años, los niños ambidiestros eran dos veces más propensos a tener ciertos
problemas de desarrollo del lenguaje (tartamudez o dificultad con algunos sonidos) y a tener
un bajo rendimiento escolar que el resto. El uso indistinto de ambas manos se mostró
también como un fuerte vaticinador de problemas de conducta. Por ejemplo, los niños sin
problemas para leer o escribir a los 8 años eran casi tres veces más propensos a tener un
bajo rendimiento escolar a los 16 si eran ambidiestros.
Los niños con problemas de conducta a los 8 años que eran ambidiestros eran 14
veces más propensos a tener problemas de conducta a los 16 que los que tenían buen
comportamiento a los 8 y eran zurdos o diestros. Ambos hemisferios cerebrales son
normalmente diferentes en estructura y función, apuntó el equipo.
Los hemisferios anormalmente simétricos están asociados con los problemas cerebrales y
conductuales. Es posible que ese tipo de "lateralización atípica" esté relacionada con la
condición de ambidiestro y los problemas de conducta y de aprendizaje, opinó Rodríguez.
El hecho de que muchos genios fueran ambidiestros, como Albert Einstein y Leonardo
da Vinci, sugiere que la falta de una preferencia por una mano puede proporcionar
algunas ventajas en el desarrollo cerebral.
"Si un niño es ambidiestro, no me preocuparía si no existen otros problemas", dijo Rodríguez.
Pero si existen signos de alarma, como TDAH en la familia o problemas de aprendizaje o de
conducta, "valdría la pena realizar un examen pediátrico adicional".
Si eres diestro, seguramente sentirás que tu mano izquierda es mucho menos hábil que tu
mano dominante, ¿Por qué pasa esto? ¡Simplemente porque la mantenemos inactiva! Caso
contrario pasa con tu mano dominante razón por la cual es extraordinariamente hábil ya que
ha recibido años de entrenamiento por repetición. Realmente las dos manos serían
igualmente hábiles si se entrenaran igual desde el comienzo.
Ser ambidiestro (hábil con ambas manos), no tiene una característica genética tan clara
como la del zurdo por lo que no parece ser un rasgo heredable, sino que es
fundamentalmente de naturaleza adquirida: OSEA, SE PUEDE APRENDER!. Es una ventaja
competitiva desarrollar espontáneamente tu lateralidad funcional, darías mejor uso a tu
cerebro ya que usando mayormente un lado solo activas una parte y la otra no se desarrolla
igual. Si tienes hijos pequeños considera este plus en su educación! Como adultos, nunca es
tarde para realizar actividades que vayan en pro de nuestro cerebro.
En el área laboral, resulta muy útil. En una oportunidad se nos reportó un aumento en dolor
de hombro y muñeca en el personal administrativo de una empresa, luego de revisar las
variables ergonómicas de rigor, decidimos implementar un programa de ambidiestrismo
laboral obteniendo mejoras significativas ya que al tiempo reportaron mejorías en las
patologías y se sintieron a gusto equilibrando el compromiso de sus miembros superiores. Se
les entregaron a los trabajadores estas imágenes para que las colocaran en sitios
estrategicos para recordar usar la mano no dominante por ejemplo: el espejo del baño, el
monitor del ordenador, algun gabinete de la cocina, entre otros.
Entiende que para controlar tu mano no dominante, tu cerebro literalmente tiene que crear
nuevas conexiones entre las neuronas. Desarrollar estas habilidades motrices
probablemente te dará una nueva forma de apreciación. Te aconsejo: si estas apurado no
realices la actividad, te frustraras porque tu mano no dominante no es tan rápida como la otra
y podrías abandonar el programa.
Practica con todo lo que hagas. Agarra el vaso con tu mano no dominante, abre la puerta,
clava un clavo, lávate los dientes, aféitate, etc. Cambia los botones del ratón también.
Recuerda usar la mano opuesta con las cosas pequeñas
La paciencia es la clave. Ten la misma paciencia como la que tendrías con un niño que está
aprendiendo a abrir una lata de sopa, abrir la puerta y demás cosas. Estás sobrecargando tu
cerebro para aprender a hacer cosas tal y como lo haría un niño. No dejes que te afecte la
frustración inicial
EJERCICIOS ESPECÍFICOS
Comienza a hacer las cosas con las dos manos: haz remolinos en dos vasos de agua con
las dos manos, tira dos tacos de papel a la vez, agarra dos pelotas al mismo tiempo. Siente
lo que es usar las dos manos a la vez. Intenta conseguir el equilibrio entre los brazos y las
manos
Practica cada vez más la precisión de tus movimientos. Ahora que te sientes cómodo usando
tu mano izquierda en actividades sencillas, intenta mejorar tu coordinación ojo-mano. Trazar
es una buena forma de comenzar: tener definida el área con la que trabajarás forzará a tu ojo
a seguir la línea, y a tu mano a realizar el trazo, con lo que mejorarás la sincronización
Comienza a escribir o dibujar con las dos manos. Toma un papel y dibuja una mariposa, un
jarrón, objetos simétricos. Aunque al principio escribirás de manera horrible, escribe un par
de frases completas al día
Si te gustan los malabares: Aprende a hacer malabares con tres y cuatro bolas, es la mejor
manera de entrenar tu mano débil
Recuerda:
El término lateralidad diestra o zurda se utiliza para explicar el hemisferio cerebral que
organiza la información que entra en el cerebro, su interpretación y la salida de esta
información. Los tipos de lateralidad que hay son:
Diestro: Habitualmente utiliza la mano derecha para realizar las acciones. Cuando la
persona es diestra se debe a la existencia de un dominancia cerebral izquierda.
Zurdo: Es la persona que utiliza la mano izquierda para hacer las cosas. Un individuo
puede ser zurdo cuando los principales centros de mando se encuentran en el
hemisferio derecho.
Zurdería Contrariada: Su lado izquierdo es el dominante, pero utilizan la derecha por
influencias sociales y culturales.
Ambidextrismo: Utilización de los dos lados del cuerpo. Puede haber dificultades en
el aprendizaje relacionados con la utilización del espacio al escribir o en otras
situaciones.
Lateralidad Cruzada: Se utilizan claramente diferentes lados del cuerpo por “cruces”
de ojo, oído, o ambos. Por ejemplo, en caso de ojo derecho, oído derecho y mano y
pie zurdos, puede darse lateralidad cruzada. Si todo es diestro y el ojo es el izquierdo:
es diestro con cruce visual. Si todo es diestro y el oído es el izquierdo, es diestro con
cruce auditivo.
Lateralidad sin definir: La expresión lateralidad sin definir se refiere a la utilización
de un lado del cuerpo u otro, sin la aplicación de un patrón definido y estable. En esos
casos el empleo de una mano, ojo, oído o pierna, no es constante ni está diferenciada
totalmente.
Según cómo se distribuyan las funciones corporales en nuestro cerebro (entre los dos
hemisferios), utilizaremos preferentemente un lado u otro del cuerpo (el derecho o el
izquierdo) para realizar las diversas acciones cotidianas. A través de varios ejercicios tales
como: escribir, lanzar una pelota, abrir una puerta, enrollar un ovillo, mirar por un
caleidoscopio, coger los cubiertos, etc… podremos conocer la predominancia de la mano,
pie, ojo y oído. Si la persona presenta una lateralidad diferente para manos, pies, etc.
estaremos ante una lateralidad cruzada.
En esta expresión, hay un predominio lateral no homogéneo, es decir, mano, pie, oído y ojo
no están establecidos en el mismo lado del cuerpo, siendo frecuente el predominio diestro en
la mano y pie y el predominio zurdo en el ojo y oído.
En este caso, hay una preferencia visual en el ojo izquierdo. La información visual
procedente del ojo izquierdo la procesa el hemisferio derecho (que se encarga de lo global y
de lo no lingüístico) y la respuesta motora se produce con la mano derecha, que es la
dominante. Por tanto, tiene sentido que en estos casos aparezcan dificultades en la
lectoescritura, ya que las letras se diferencian por su orientación lateral, por lo que hay un
predominio hemisférico diferente entre la información visual que perciben y su respuesta
grafomotora.
Todo esto puede producir un rendimiento inferior al nivel intelectual real (en referencia al
potencial del niño), mostrando dificultades en la lectura, el habla y el cálculo, deficiencias en
la escritura, dificultades en concentración y comprensión, provocando además problemas de
integración escolar, conflictos familiares y desmotivación.
Terapia
Utilización indistinta de ambas manos: Realizar acciones como recortar o cepillarse los
dientes puede suponer un problema porque se necesita individualizar la lateralización.