Sujeto Copias de Yuni, Urbano
Sujeto Copias de Yuni, Urbano
Sujeto Copias de Yuni, Urbano
La palabra sujeto posee una doble significación, por un lado sujeto es quien realiza la acción,
pero también es sobre quien se aplica la acción de sujetar, es aquel que esta sujetado.
Pero sujetados ¿a qué? La respuesta varía según la teoría a que se adhiera. Haciendo coincidir
y complementar enfoques, podemos decir que el sujeto como ser biológico es/ está sujetado a
una estructura anatomo-fisiológica que lo provee. Como ser lingüístico es/está sujetado a un
lenguaje que le suministra maneras de designar el mundo, de designarse dentro de él. Cómo
ser social es/está sujetado a redes sociales y pautas culturales que lo contextualizan en el
marco de una colectividad con valores, normas, roles, cosmovisiones propias de un entorno
comunitario. Como ser psicológico es/está sujetado a una estructura psíquica individual, a
unas capacidades particulares, a una historia personal única y a una historia transpersonal que
lo trasciende.
Por todo ello el sujeto es un ser que se constituye en una red de interacciones dinámicas con el
mundo exterior y con su mundo interno.
FUNCIÓN MATERNA
El desarrollo del psiquismo del infante o cachorro humano dependerá de cómo el otro
semejante se ubique en una posición de función.
Quién cumple la función materna debe decodificar alguna necesidad no satisfecha en el bebé
(hambre, sueño, dolor, etc.).Esta necesidad es motivo de toda experiencia de contacto,
aprendizaje, vínculo, etc. Es en la experiencia de la satisfacción en donde el objeto,
representado por el Otro semejante, se transforma en Referente interno.
FUNCIÓN PATERNA
Quien impide que el discurso materno pueda cometer un exceso de interpretación sobre el
infante, es la función paterna.
Esta función constituye en la intromisión de un tercero que rompe la relación simbiótica y
fusionante entre la madre (Otro) y el infante (bebé).
La función Materna y Paterna son interdependientes entre sí, además, están enmarcadas
dentro de un contexto más amplio: El Campo Social.
Tanto la función materna como la paterna emergen y se sostienen del campo social, el cual es
cambiante, dinámico, y conflictivo.
El campo social son aquellas relaciones e interacciones que surgen en ciertos grupos o
instituciones en donde se generan dinámicas particulares para acordar las normas con las que
se van a regir.
El campo social es constitutivo para el sujeto, porque lo social es una parte esencial para
subjetividad de cada sujeto dado que la estructura social se inscribe en el individuo humano
sujetándolo a un universo organizado de reglas convencionales de carácter simbólico. El sujeto
puede constituirse sólo a partir de que lo social se inscribe en él y...él se inscribe en lo social
(Karol, M., 1999).
La complejización psíquica supone que el Yo amplíe el campo de simbolización a partir del cual
se figura a sí mismo, el Yo sustituye los objetos que tienen un valor privado por objetos
socialmente valorados.
Desde su discurso social la cultura prepara anticipadamente el lugar que ocupará el infans en
su estructura, aun antes de que éste haya nacido; pues de esta anticipación dependerá la
posibilidad de que el infans se sujete a un grupo social de pertenencia que represente la
continuidad de lo social a partir de la apropiación del enunciado de sus instituciones. Es en el
interior de la familia donde encuentra los recursos para buscar en el discurso social, referentes
que le permitan sustituir el discurso parental.
Esto es posible, dado que le inscribieron las marcas de sus propias subjetividades y ofertan
significaciones y sentidos que guardan relación con el sistema de creencias y valores de su
medio sociocultural de referencia. Por ello, el campo social amplía los referentes
identificatorios primarios al ofrecer otros códigos, pautas y prácticas socio-culturales que
confrontan y desafían aquellas que ya tenía.
El Yo permite designar el afecto a partir de ideas. Traduce lo propio y singular del sentimiento
al lenguaje de la significación compartida. A partir de las ideas, el Yo hace decible y transferible
lo indecible de la experiencia subjetiva.
Dirá Piera Aulagnier (1988) que el Yo no es más que el saber que el Yo puede tener sobre el Yo.
Todo acto de enunciación es un acto de interpretación que realiza el Yo sobre sí mismo y sobre
el conjunto de lo percibido, el Yo se ubica como el centro de la acción de enunciación y que de
ahí haga decible aquello que ha sido susceptible de nominación. A partir de poder nombrar lo
que era innombrable, incognoscible, el sujeto se transforma en enunciante, en teórico; pues
hace decible aquello que se presenta como indecible y hace cognoscible aquello que se
presenta como una vivencia incognoscible en sí, pues la liga a una causa del orden de lo
decible. De ahí que, todo acto de interpretación supone un acto de transmutación de un afecto
particular a una idea o imagen portadora de significado compartido. En el momento en que el
Yo ocupa la posición de enunciante realiza un acto de auto designación de sí mismo; se
convierte en el objeto de su propio enunciado.
Las primeras páginas del Yo se constituyen a partir de un acto de confianza que supone la
adscripción del Yo a ser enunciado por otro. El origen de la vida de un sujeto siempre está
escrito por alguien más, fundamento para que pueda existir un Yo y eso sólo puede ser
revelado a ese sujeto en constitución por esos otros significativos.
El Yo se autoconstruye en las versiones historizadas que realiza de sí mismo asi construye una
imagen ideal de sí mismo que está apoyada por el discurso idealizado de los otros parentales.
A lo largo de todo el Curso Vital la tarea del Yo consistirá en inscribirse en su propia memoria a
través del trabajo de ligar la historia en el pasado/presente/futuro. Ligazón que supone que el
Yo relea las versiones narradas por sí mismo; reelija selectivamente aquello que desea
resignificar; y re-ligue el presente a un proyecto ideal al que se adscriba a partir de su
adhesión.