Libro Lenguaje Juridico PDF
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jurídico, filosofía
del derecho
y teoría jurídica
Editor
Rubén Alberto Duarte Cuadros
RUBÉN ALBERTO
DUARTE CUADROS
Editor
Rubén Alberto Duarte Cuadros
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica / Rubén Alberto Duarte Cuadros, ed. –
Bogotá : Universidad Libre, 2019.
201 p.
Incluye referencias bibliográficas.
ISBN 978-958-5578-06-7
1. Filosofía del derecho 2. Derecho y ética 3. Argumentación jurídica
I. Duarte Cuadros, Rubén Alberto, ed.
340.1 SCDD 23
Comentarios y sugerencias:
Correo del editor: [email protected]
Decano de la Facultad de
Filosofía Rubén Alberto Duarte Cuadros
Comité Científico
Editor
Presentación 7
6
Presentación
L
a obra Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica es fruto de
las ponencias producto de investigación, evaluadas por pares externos que
seleccionaron estos trabajos presentados en el VI Congreso Internacional y
IX Nacional de Filosofía del Derecho, Ética y Política, organizado por la Facultad
de Filosofía de la Universidad Libre Sede Bogotá, D. C., llevado a cabo durante los
días 7, 8 y 9 de mayo de 2018.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica contiene doce artículos
que representan un aporte significativo al conocimiento en cada uno de estos
campos. El primero de estos trabajos se asocia, por ejemplo, con la modernización
del lenguaje jurídico; dado que se puso de manifiesto que muchos textos de este
ámbito resultan de difícil comprensión para el ciudadano del común, quien tiene
derecho a comprender este tipo de documentos con un lenguaje claro y sencillo.
Otras ponencias versaron sobre los obstáculos que los crímenes trasnacionales
ponen para la defensa de los derechos humanos; los mecanismos judiciales para
hacer efectivas las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en casos contra Colombia; el neoliberalismo y la educación en nuestro país; la
Presentación
Por último, los artículos que a continuación se relacionan forman parte del
componente de teoría jurídica:
Todo lo anterior confirma que Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría
jurídica es un trabajo realizado con suficiente criterio, una obra que esperamos que
sea una herramienta útil para analizar con mayor profundidad las problemáticas
ligadas a la filosofía del derecho, la ética y la política.
11
Hacia la modernización y mejor
comprensión del lenguaje jurídico
Juan Carlos Gettial Perengüez1
Hacia la modernización y mejor comprensión del lenguaje jurídico / Juan Carlos Gettial Perengüez
MONTESQUIEU
Introducción
Los textos jurídicos de diferencian de otros tipos de texto por su finalidad. Por
ejemplo, mientras que en los textos científicos prima la función referencial del
lenguaje, cuyo objetivo es transmitir una información al receptor y se enfoca en
el contenido del mensaje, en los escritos jurídicos se encuentra más presente la
función apelativa, centrada en influir en la conducta del receptor, se espera una
respuesta de su parte.
pasivos, sino como personas que tienen derecho a saber qué se les ordena y por
qué se les ordena; es la Justicia la que se debe poner al servicio del ciudadano y
no el ciudadano al servicio de la Justicia.
Sin embargo, en este contexto, para ser más precisos, uno debería
preguntarse qué se entiende por lenguaje claro. La PLAIN (Plain Language
Association International, en español, Asociación Internacional para un Lenguaje
Claro) sostiene la idea de que un lenguaje es claro si cumple con los siguientes
parámetros:
They need to find it easily (la audiencia logra encontrar fácilmente la información
que necesita), understand it the first time hear or read it (entiende la información
la primera vez que la oye o la lee) and be able to use what they have learned
to meet their needs (y es capaz de usar lo que encuentra para satisfacer sus
necesidades).
14
Por su parte, la Secretaría de la Función Pública de México lo define de la
siguiente manera: “Lenguaje claro es la expresión simple, clara y directa de la
información que los ciudadanos y los servidores públicos necesitan conocer”.
No obstante, las leyes no solamente deben ser escritas con claridad suficiente
para que los ciudadanos las entiendan, sino que también deben ser interpretadas
según el sentido propio de sus palabras, forjado por el uso común (Non ex
opinionibus singulorum, sed ex communi usu nomina exaudiri debent, “Las
palabras no deben interpretarse de acuerdo con las opiniones de cada uno, sino
de acuerdo con el uso común”).
Hacia la modernización y mejor comprensión del lenguaje jurídico / Juan Carlos Gettial Perengüez
Por otro lado, el ciudadano debe asumir el reto de enfrentarse a unos
párrafos de longitud exagerada, conocidos como párrafos unioracionales, esto
es, estructuras que no se encuentran fragmentadas, sino que se presentan en
un solo bloque y que exigen del receptor un gran esfuerzo para comprenderlos.
Curiosamente, a veces, el afectado no es solamente el ciudadano, sino también
los propios profesionales del derecho.
Según El libro de estilo de la Justicia (2017), otro de los factores que causa
problemas en la comprensión del texto jurídico es la referencia completa a citas
legales largas y a la jurisprudencia reiterativa; dado que rompen la secuencia de
la redacción, hacen pesada la lectura y distraen la atención.
Por otro lado, es muy común que el profesional del derecho les atribuya
a las palabras significados que no les corresponden; que, aparte de ser poco
comprensibles en el lenguaje común, se usan de manera inapropiada, por ejemplo,
muchos abogados emplean frases como El juez se abrogó un derecho que no le
correspondía, en lugar de El juez se arrogó un derecho que no le correspondía.
Abrogar significa ‘abolir, derogar’ y arrogarse quiere decir ‘atribuirse, adjudicarse’.
Todos los ejemplos descritos ilustran la dificultad del lenguaje que emplean
muchos juristas y que impiden que el ciudadano tenga total claridad de cómo
debe ejercer sus derechos y cumplir con sus deberes. Como diría Montesquieu en
Sobre el espíritu de las leyes: Quand le style des lois est enflé, on ne les regarde
que comme un ouvrage d'ostentation, “Cuando el estilo de las leyes es pomposo,
se les concibe como una obra de ostentación”.
Conclusiones
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
• Si bien los juristas deben utilizar muchas citas textuales para dar respaldo a lo
que dicen, no es recomendable transcribirlas completamente, sino que deben
recurrir a otros medios tales como las notas al pie de página o los corchetes.
Referencias bibliográficas
Hacia la modernización y mejor comprensión del lenguaje jurídico / Juan Carlos Gettial Perengüez
Espasa.
• Real Academia Española. (2017). Libro de estilo de la Justicia. Madrid: Espasa.
• Real Academia Española. (2005). Diccionario Panhispánico de Dudas. Madrid:
Espasa.
17
Vacíos jurídicos de la maternidad
subrogada en Colombia2
Diana Paola Trujillo León3
E
Vacíos jurídicos de la maternidad subrogada en Colombia / Diana Paola Trujillo León
n primer lugar, se empezará por dilucidar el concepto de familia, tanto
etimológica como jurídicamente, y qué personas la componen dentro de
la sociedad. En segundo lugar, se explicará cómo se concibe la maternidad
subrogada o maternidad sustituta en Colombia y, así mismo, se determinará
cuáles son las posturas sociales frente a la práctica de esta técnica de reproducción
asistida. Finalmente, se planteará cuál sería la solución más viable para proteger
los derechos fundamentales de las personas que recurren a este método.
2 Esta ponencia es parte del trabajo de investigación de la autora, llevado a cabo en de la Maestría de
Derecho Procesal de la Universidad Libre.
3 Abogada de la Universidad Libre. Especialista en Derecho Procesal de la misma institución, con
Diplomado en Nuevas Tecnologías para la Educación Superior. Ha sido docente de derecho en la
Universidad Militar, la Corporación Universitaria del Meta y la Universidad La Gran Colombia. 19
personas, así como sus costumbres y su desarrollo, cabe preguntarse sobre la
concepción actual de la palabra familia y quiénes forman parte de ella, puesto
que el significado de este término dependerá en gran medida de las creencias y
visión de mundo de cada sociedad.
de 2017, establece que hay una ausencia normativa frente al desarrollo de las
técnicas de reproducción humana asistida y, aún más grave, frente al estado civil
de las personas fruto de esas técnicas. Con respecto a ello, hasta que no exista
un pronunciamiento expreso del Congreso de la República ante este tema, las
interpretaciones y alcances del artículo 42 deben extenderse a las disposiciones
civiles relacionadas con este asunto, que aún siguen siendo limitativas y violatorias
del derecho a la igualdad.
4 La coparentalidad, entendida como “(…) un acuerdo entre dos personas de sexo opuesto, sin relación
matrimonial alguna, para concebir un hijo y donde establecen cual será el régimen de participación de
cada uno en la crianza del menor. En Francia, donde existe una gran experiencia al respecto, las parejas
de lesbianas se ponen de acuerdo con una pareja de gays. Uno de los hombres dona el semen para
que una de las mujeres quede embarazada. Los métodos de concepción van desde el clásico coito
hasta la inseminación “casera”. Las parejas establecen, por acuerdo privado, los límites de esta custodia
compartida, que pueden ir desde la no participación hasta establecer un régimen de visitas. Hay casos
de parejas que han ido a vivir al mismo vecindario para facilitar la crianza del hijo o hija”. http://www.
20 enfamilialg.com/parejas-homosexuales-como-tener-hijos/coparentalidad/
Por tanto, se tiene presente, e incluso la Constitución así lo reconoce, que,
con el fin de conformar una familia, surgen nuevas técnicas de reproducción
humana asistida, como el tratamiento de la maternidad subrogada; sin embargo,
estas técnicas aún son vistas, no solo en Colombia, sino a nivel mundial, como
moralmente ilícitas y totalmente contrarias al matrimonio y a la persona en sí. Así
lo menciona Cano (2001):
De igual forma, la corte declara que “la protección de la vida privada incluye
el respeto de las decisiones de ser padre o madre, incluyendo la decisión de la
pareja de convertirse en padres genéticos.
Artículo 27. Uso solidario del vientre. Sólo se podrá recurrir al vientre
de una mujer, de manera sustituta, cuando este uso sea solidario y a
fin de reemplazar artificialmente la imposibilidad natural de procrear
cuando una mujer sufre de esterilidad por algunas de las siguientes
causas:
Ahora bien, las estipulaciones previstas en este proyecto de ley, así como las
consideraciones de las altas cortes, no ofrecen una solución efectiva a los posibles
problemas derivados de este tipo de contratos de maternidad subrogada ni al
desarrollo de estos contratos. Por lo anterior, surgen diferentes preguntas como
las siguientes:
y de alto riesgo?
• ¿Qué sucede si los padres contratantes mueren durante la gestación?
• ¿Qué ocurre si la madre sustituta muere durante la gestación?
• ¿Debe modificarse la presunción a la maternidad que existe en nuestro país?
• ¿Qué sucede si el bebé tiene malformaciones?
• ¿Qué consecuencias tiene consigo el hecho de que la madre sustituta aborte?
• ¿Qué ocurre si los padres contratantes ya no quieren recibir al bebé?
• ¿Estos contratos de maternidad subrogada son lícitos?
• ¿Pueden utilizarse estos tipos de contratos para fines diferentes a los derechos
de reproducción, por ejemplo, para una trata de niños?
• De acuerdo con el derecho a la igualdad, ¿se permite el contrato con
extranjeros, solteros o parejas del mismo sexo?
En este sentido, entra a regularse una serie de derechos que bien podríamos
denominar naturales, reales y potenciales; donde los sujetos que participan en el
proceso de procreación tendrán derechos, como el derecho a la vida, la igualdad,
la confidencialidad, la procreación misma, entre otros, y con respecto a los cuales
se presentan diferentes problemas ético-morales que deben ser analizados por
nuestros legisladores.
Por otra parte, tanto los planteamientos propuestos en las sentencias como
los del proyecto de ley mencionado vulneran de manera tajante el derecho a
la igualdad de las personas, y limitan la práctica de estas TRHA para unos casos
especiales y, directamente, para parejas heterosexuales y mujeres que sufran de
los tres tipos de esterilidad descritos.
Además, se encuentra presente el tema político, social y cultural del país, que
no permite legislar acerca de este problema, y la intervención de la Iglesia; por
ello, es importante investigar e informar a las personas sobre las consecuencias
e implicaciones de la maternidad subrogada para la protección de sus derechos,
que sólo han sido examinados por la Corte Constitucional colombiana de manera
global y sin mucha profundidad.
25
Protección de los derechos fundamentales de las personas que acuden
a estas prácticas de maternidad subrogada
Referencias bibliográficas
28
La plenitud del orgasmo: la
experiencia de la Ley en el sadista y
el masoquista
William Felipe Guerrero Salazar5
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
El libre uso de lo propio es lo más difícil
FRIEDRICH HÖLDERLIN
L
o que me propongo hablar reviste, en lo personal, de una dificultad que será
evidente para ustedes. Esta dificultad tiene que ver con un cierto pudor que
tendré, quiéralo o no, que transgredir con las palabras que aquí quiero decir,
pues de lo que hablaré, siendo lo más preciso posible, será del orgasmo. ¿Cómo
podré yo hablar de esto sin atentar contra la ley púdica de las buenas costumbres
al momento de referirme no solo al orgasmo, sino al cuerpo, en un espacio como
este, fundamentado por la ley de la academia, del conocimiento, de la verdad?
¿Con qué derecho vengo yo a hablar de orgasmos y de su relación con la Ley en
un congreso consagrado a la filosofía del derecho, a la ética y a la política? Solo
podré decir, en torno a estas preguntas, que mi impudor violentará el pudor de
quien me escucha, pues, recordando las palabras de Lacan, “entre dos, el impudor
de uno basta para constituir la violación del pudor del otro” (2009, p.733). Este es
el núcleo de la incomodidad que no dejará de darme problemas en las siguientes
líneas.
Trasgrediré no solo por el pudor, sino también por la lengua, dado que no
me referiré únicamente al orgasmo como “la culminación de placer sexual”. No
se tratará exclusivamente de eso; más bien, cuando hablemos aquí de orgasmo,
habremos de tener siempre en mente la palabra griega orgasmos, que significa
5 Filósofo y Magíster en Filosofía de la Universidad de los Andes, lleva a cabo actualmente estudios de
doctorado en derecho de la misma universidad. Profesor Investigador de la Facultad de Filosofía de la
Universidad Libre. 29
‘totalidad’, ‘plenitud’. Esto porque, como veremos, el orgasmo tiene que ver con
el goce, y el goce entendido en los términos de la mística española, el éxtasis
religioso de los grandes místicos como Santa Teresa, Sor Juana Inés de la Cruz o
Juan de la Cruz.
¿Qué quiero lograr con esto? La respuesta es un poco sencilla: sugerir que
la regulación del goce, por no hablar de su prohibición, es el lugar donde la
Ley, la autoridad y el derecho operan. Si algo le da sustento a la Ley, y la Ley
siempre en mayúscula, es la domesticación de lo que podríamos denominar el
goce perverso. Eso es lo que quiero mostrarles, en una estela bastante reducida,
para entender, desde el psicoanálisis lacaniano, la fundamentación, si se quiere,
de la Ley y el límite que ella trae consigo.
Ahora, ¿qué es el goce? Esta pregunta tiene una gravedad que no podemos
abordar del todo. Responderla adecuadamente equivaldría a volver sobre todo el
corpus psicoanalítico lacaniano, pues el goce se inserta entre el deseo y el placer,
entre lo imaginario, lo simbólico y lo real. El goce tiene que ver con el Otro, con
el fantasma, con los grafos, matemas y nudos borromeos. Es por esto que me
veo obligado, aquí, ante ustedes, a realizar una disección, un corte preciso al
corpus lacaniano, que nos permitirá un ahorro de energía considerable, por cuanto
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
ayudará a tratar el problema desde un ángulo un poco más cómodo. Así, con la
precisión de un cirujano, aislaremos un párrafo, de una dificultad difícil de esconder,
del seminario sobre la ética del psicoanálisis:
6 El problema de la Ley en la perspectiva del psicoanálisis es bastante complejo; sin embargo, esta
dificultad no la podemos abordar en la presente ponencia. Aunque nos limitaremos, en lo que sigue,
a desarrollar dos experiencias concretas en donde se relaciona el psicoanálisis con la Ley, podríamos
preguntarnos en qué se fundamenta esta perspectiva de análisis. Para tomar un momento histórico,
como origen de las preocupaciones que nos invaden ahora, cabe referirse a la pregunta que formula-
ron, en los años 90 del siglo pasado, en Cardozo Law School: “¿en qué sentido, la emergencia del sujeto
posmoderno, y el fenómeno más general de la posmodernidad, afectan la disciplina jurídica?” (García,
2017, p. 13). Frente a esta pregunta, que surgió de los seminarios impartidos por autores como Jacques
Derrida, Drucilla Cornell, Slavoj Zizek, entre otros, se comenzó a pensar la relación entre el psicoanálisis
y la “ciencia jurídica”. Esto no es de extrañar, en la medida en que, tanto Freud como Lacan, abordaron
sus reflexiones en relación con el derecho. De allí que lo que propongamos en este trabajo es justa-
mente seguir por la vía que abrió el tratamiento de la Ley y del derecho en clave psicoanalítica para
pensar el derecho desde una perspectiva que, en principio, parecería ser opuesta a lo que la tradición
ha abordado. Con ello lo que buscamos es extender los problemas jurídicos a otros terrenos, ya que
30 esto, a nuestro entender, enriquece la teoría y filosofía jurídica.
El problema del goce, en tanto que este se presenta como envuelto
en un campo central, con caracteres de inaccesibilidad, de oscuridad
y de opacidad, en un campo rodeado por una barrera que vuelve
más que difícil su acceso al sujeto, inaccesible quizás, en la medida en
que el goce se presenta no pura y simplemente como la satisfacción
de una necesidad, sino como la satisfacción de una pulsión (Lacan,
2015, p.260).
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
Pero esta formulación sobre el goce nos pone en aprietos, nos sitúa ante el
problema abismal del psicoanálisis. Si la pulsión es, como lo dijo Freud, en 1915, un
concepto básico del psicoanálisis, entonces se debería leer el problema del goce
en la misma vía que Freud abrió con sus estudios. Por eso se hizo necesario, para
el padre del psicoanálisis, abordar lo que implica la pulsión: el empuje (Drang), la
meta (Ziel), el objeto (Objekt) y la fuente de pulsión (Quelle). Es así como Freud,
con respecto a la meta, asegura: “es en todos los casos la satisfacción que solo
puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión”
(Freud, 2010, p.118).
La pulsión tiene que vérselas, por ser parte constitutiva de lo que Lacan llama la
demanda, con la imposibilidad de su realización. De esta manera, la pulsión anima
la repetición que los sujetos hablantes realizan, ya que nunca podrán satisfacer
plenamente una pulsión. Así, en la demanda, para decirlo con propiedad, no hay
orgasmo. Esto sucede porque la demanda siempre está del lado del otro, siempre
se dirige a un Otro, siempre está subordinado a los caprichos ajenos. Por eso la
pulsión tiene que ver con el orden de lo simbólico, lugar de la autoridad, del falo,
de la Ley, y no con el registro de lo biológico. Esto lo explica, con magistralidad,
Braustein:
Esto es relevante, dado que el goce, al ser parte de una pulsión y no de una
necesidad, tendrá que vérselas con el capricho del Otro. Si podemos gozar, lo
diremos adelantando la conclusión a la que quiero llegar, es gracias al Otro. El
goce siempre será enajenado, en la medida en que estará siempre atravesado por
la ley que viene del Otro. Los sujetos hablantes, para designarlos con las palabras
más apropiadas, tendrán que entender que sus deseos siempre estarán en el
campo de lo otro. Pero ¿cómo se llega a este punto?, y, más importante aún, ¿qué
repercusiones tiene para los sujetos esta sujeción a la ley dictada por el Otro?
Para poder dar respuestas a esta pregunta, volvamos por un momento a la idea
de que el goce es la satisfacción de la pulsión de muerte. Es este el intríngulis del
32
asunto, pues un vistazo al problema muestra una profundidad oscura y confusa. Ya
Freud, en El malestar en la cultura, hablaba de la pulsión de muerte, concepto que
se establece en la revisión del principio de placer. En este texto Freud manifiesta la
necesidad de controlar la pulsión de muerte para que exista la cultura, pues una de
las funciones que esta tiene es mediar las relaciones humanas (2014, III).
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
del individuo, que es condenado como violencia bruta. Esta sustitución
del poder del individuo por el de la comunidad es el paso cultural
decisivo. Su esencia consiste en que los miembros de la comunidad se
limitan en sus posibilidades de satisfacción, teniendo en cuenta que el
individuo no conocía tales limitaciones. El siguiente requisito cultural
es, entonces, la justicia, o sea, la seguridad de que el orden jurídico ya
establecido no se quebrantará para favorecer a los individuos […] El
resultado último debe ser un derecho al que todos (al menos todos
los capaces de la vida comunitaria) hayan contribuido con el sacrificio
de sus pulsiones, y en el cual nadie (con la excepción ya mencionada)
puede ser víctima de la violencia bruta (Freud, 2014, III).
Por ello, es necesario que exista la autoridad, la Ley, que regule la satisfacción
de las pulsiones. De allí que lo propio del orden jurídico sea establecer qué
pulsiones son permitidas dentro de la sociedad y cuáles deben ser reprimidas
por los individuos por el bien de la mayoría. Lo que subyace a la Ley, bajo este
lente freudiano, es la necesidad de mantener a raya, de controlar y sofocar, las
pulsiones de los individuos que pongan en riesgo la vida en comunidad.
¿En qué consiste esta fábula? En la comunidad que satisface plenamente, sin
límite alguno, sus pulsiones. Pero esto es engañoso, como trataré de mostrarlo, ya
que no es posible esta pretensión porque implicaría una renuncia total al goce. Para
probar esto es necesario adentrarse en un texto bastante complejo titulado Kant
con Sade, en donde se pueden entrever las tensiones presentes en esta fábula.
Gozar del cuerpo del otro es el problema que se encuentra en todo el centro
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
7 En francés, las palabras de Sade tienen un tono mucho más fuerte, que se asemeja a la severidad de
cualquier imperativo o ley: “prêtez-moi la partie de votre corps qui peut me satisfaire un instant, et
34 jouissez, si cela vous plaît, de celle du mien que peut vous être agréable”.
La experiencia de la Ley sadeana, de la ley del goce total del cuerpo del Otro,
hace que se fragmente y transgreda la corporeidad de ese otro. Dentro del
tocador sadeano no importa gozar del otro en tanto totalidad corporal, dado
que solo se concentra en aquellas partes del cuerpo que pueden satisfacer las
pulsiones más profundas. De la misma manera, como si existiera una igualdad
absoluta, se está dispuesto a que el Otro fragmente el cuerpo propio. Paradógica
ironía: bajo la Ley del goce sadiano todos son iguales, todos gozan de lo mismo,
en cuanto se dejan gozar por el otro.
Aquí se configura la voluntad del goce que suele invocar Lacan frente a
este tema espinoso. En Kant con Sade, pero también en su seminario sobre
la Angustia, se estipula y radicaliza la voluntad de este individuo sometido al
derecho al goce: “El deseo se presenta como voluntad de goce, sea cual sea
el lado en el que se manifieste, ya sea del lado sadiano o del lado que llaman
masoquismo” (Lacan, 2016, 164). El sádico actúa con el deseo de encontrar
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
su goce en el cuerpo del otro; en ningún momento duda de que allí, en la
extensión del cuerpo del otro, se encuentra el goce. Para él, es muy claro que
el goce se halla en el cuerpo, no porque exista una autoridad, una ley que así
lo dicta. Esta autoridad, dentro del tocador sadeano, es Dolmancé. Es él quien
organiza los cuerpos, el acceso a ellos, la forma como se deben extraer de ellos
el goce y, por ende, el placer:
Esto sucede, como lo expresa Lacan en su discurso ante los médicos, porque “el
cuerpo no se caracteriza únicamente por su dimensión de la extensión; un cuerpo
es algo que está hecho para gozar, gozar de sí mismo” (Lacan, 2010, 92). He aquí 35
la diferencia, a mi entender, entre el placer y el goce: el placer solo es posible en
cuanto localizado en un órgano; el goce es la satisfacción que se puede obtener
en la posición del cuerpo como totalidad. De ahí que encontremos, de nuevo, el
problema que ya hemos mencionado antes: en la experiencia sadiana del goce
no hay orgasmo.
Esclavo mío. Las condiciones bajo las que os tomo como esclavo
y os permito estar a mi lado son las siguientes: renuncia completa
e incondicional a vuestro yo. No tendréis otra voluntad más que la
mía. Serás en mis manos un instrumento ciego, que cumplirá sin
resistirse todas mis órdenes. Si olvidáis que sois un esclavo y no me
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
puede responder a sus demandas de manera inmediata; un cuerpo que solo en
su totalidad puede ser útil para satisfacer los caprichos y deseos del Otro.
Sin embargo, quisiera concluir con algo muy particular que considero
importante. Lo que está en el fondo del problema que aquí traté de esbozar
es una cuestión fundamental: el estatuto de la propiedad de nuestros cuerpos
y nuestro goce. Si, como lo entiende Lacan, solo se puede acceder al goce por
medio del Otro, entonces la pregunta es bastante urgente y angustiosa: ¿estoy
hablando de mi cuerpo o este solo está consagrado al goce y disfrute del otro,
ese otro del significante y de la ley que me despoja de la propiedad de mi cuerpo,
que solo puede ser mío cuando consigo, de alguna manera, arrancárselo de la
ambición y el capricho del otro? Esta pregunta se formulará en el terreno que
abre Lacan, Kant con Sade, en el momento de hablar de la verdadera revolución
del deseo. Parafraseándolo ahora podría quizá preguntarme, preguntarles, si la
revolución acaso no debería procurar, por la liberación del goce, permitir que
nos relacionemos con otros y con los demás en un orgasmo que no caiga en las
experiencias de la Ley que aquí hemos transitado. Tal vez Hölderlin tenía razón al
mencionar las palabras que inician este texto: quizá el libre uso de lo propio es lo
más difícil de conseguir.
Referencias bibliográficas
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
La plenitud del orgasmo: la experiencia de la Ley en el sadista y el masoquista / William Felipe Guerrero Salazar
39
Justicia global y crímenes
transnacionales
Patricia Britos8
Introducción
8 Magíster en Ciencia y Filosofía Política de la Universidad del Mar del Plata, Doctora en Filosofía de la
Universidad Nacional del Sur Argentina. Profesora de Historia de la Universidad del Mar del Plata. 41
los crímenes producto de la vulnerabilidad de las poblaciones que no gozan de
buena calidad de vida.
En la obra de John Rawls, marco teórico donde se ubica este trabajo, y donde
también se encuentra Thomas Pogge, quien trabaja arduamente en la discusión
sobre cómo alcanzar la justicia global, parecería que no hay lugar para el problema
de la inmigración no deseada, el tráfico y la trata de personas. En Liberalismo
político, Rawls muestra su preocupación por la tolerancia y la convivencia entre
personas de diferentes doctrinas comprensivas; sin embargo, no hace referencia
al crimen organizado.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
42
¿Qué discute la justicia global?
Por las dificultades que se presentan pareciera que habría que salirse de la
lógica del contractualismo; al analizar teóricamente la necesidad de justicia para
todos los ciudadanos del mundo. Sin embargo, ¿es posible dejar de lado la
identidad nacional o la solidaridad de grupo en ciertos pueblos como para que
se solidaricen con alguien ajeno a su realidad, con el agregado de que se hallan
en una zona geográfica distante y hasta desconocida? Sería lo esperable, sería
útil que cada persona se pusiera en el lugar del otro (si ese otro está sufriendo
una injusticia) y alcanzara a sentir empatía como para solidarizarse con la víctima,
al punto de estar dispuesta a hacer algo por ella. Para describir este tipo de
relaciones entre personas, y no naciones, Nagel (2008: 183) afirma: 43
No requiere de nosotros que convirtamos en nosotros los fines de
los demás; pero sí nos exige que persigamos nuestros fines dentro
de límites que permitan a los demás perseguir los suyos, y también
que los libremos de las amenazas y obstáculos extremos que les
impiden ejercer esa libertad, si es que podemos hacerlo sin sacrificar
seriamente nuestros propios fines.
44
Es notable que, a través de la historia, se haya podido realizar un acuerdo
dentro del marco de un pueblo, nación o grupo social y, sin embargo, nunca se ha
logrado uno que alcance a todos los países del mundo o, al menos, a una buena
cantidad de países; es más, todos los intentos probaron no ser realmente eficaces
ni tampoco haber perdurado en el tiempo. Pensando en este problema, Thomas
Pogge intenta superar estas limitaciones desde el liberalismo y responsabiliza a
los países ricos por la suerte de los pobres. Y, como sostiene Puyol, “con la teoría
liberal en la mano, los deberes del ciudadano con la humanidad superan así los
límites tanto del Estado como de la mera asistencia humanitaria” (2012: 8).
Se dice que existe una realidad en la cual nadie es responsable por características
personales o por circunstancias que rodean su nacimiento o su propia vida.
Todo esto se presenta ante nosotros y se transforma en desventajas para ciertas
personas si se nace mujer, en lugar de varón; negra, en lugar de blanca; se padece
una enfermedad crónica, en vez de ser completamente saludable; se nace en
una zona marginal con extrema pobreza, en lugar de pertenecer a la clase más
aventajada; se tiene un accidente grave o se pierde el empleo, a pesar de ser un
trabajador ejemplar.
Justicia global y crímenes transnacionales / Patricia Britos
Se podrían agregar un sinnúmero de desventajas que describen una
desigualdad de la suerte; en definitiva, se trata de “muy mala suerte”, se alcanza
un estado no merecido. Si se tratara exclusivamente de un juego de azar, no sólo
no seríamos los ganadores, sino, más bien, terminaríamos pagando el premio de
nuestro propio bolsillo, cuando nunca nos habíamos comprometido a hacerlo.
Es decir, los que han llegado a una situación desafortunada no causada por ellos
mismos, sino que han llegado a eso por razones ajenas a su propia voluntad,
deben ser ayudados para salir de ella.
mediante las políticas públicas de un estado que va más allá de las fronteras
nacionales.
Y, por último, los países poderosos han creado una protección muy importante
para evitar recibir población vulnerable, esto es, la persecución de la trata de
personas –especialmente la de mujeres con bienes de explotación sexual–. ¿Existe
Justicia global y crímenes transnacionales / Patricia Britos
la trata? Sí. ¿Es más importante en el caso de la prostitución? No exactamente. ¿Se
persigue más a los hombres y niños esclavizados o a las mujeres? A las últimas.
¿Es peor la esclavización de los varones que la de las mujeres? Ciertamente la de
las mujeres porque se las viola y se las obliga a prácticas sexuales y esto es más
humillante.
No obstante, ¿por qué sostengo que los países más ricos implementan una
legislación internacional en contra de la trata sin un mínimo de solidaridad?
En primer lugar, porque en la redacción del Protocolo de Palermo se hicieron
presentes, en especial, las feministas de derecha que sostienen que la oferta de
servicios sexuales es una forma de sometimiento y se oponen fervientemente a la
comercialización de la actividad de la prostitución. Y, en segundo lugar, al parecer,
existen motivos que subyacen a los de índole ideológica, sexual y de género: los
países más ricos están muy preocupados por las masas migratorias –obviamente,
en particular, por las ilegales– que cruzan sus fronteras y alteran la forma de vida
de sus pueblos; esta situación trae consigo, en muchos casos, cierta xenofobia 47
que llevará, a la larga, a conflictos violentos difíciles de manejar. Los reclamos de
los nacionalistas suelen hacer caer a los gobiernos.
También sucede que viajan mujeres de otros países con promesas (sabiendo
que van a trabajar en la oferta de sexo) de mejores condiciones que se ven
frustradas al llegar; lo que confunde a los agentes del Estado porque dan por
sentado que, si hay extranjeras, se presenta el delito de trata. Una situación
inversa tiene lugar cuando se encuentran mujeres tratadas que difícilmente van a
reportar el delito porque temen que sus familias, en su lugar de origen, sufran las
consecuencias de su modo de proceder. Por ende, el fenómeno de la trata no es
fácil de tipificar en el mundo real, fuera de los artículos académicos.
Siguiendo con el tema del concepto de víctima, desde otra perspectiva surge
una polémica similar: la persona tratada es víctima y la traficada es delincuente.
En realidad, ambas cruzan una frontera como indocumentadas, sin embargo,
persiste una diferencia muy grande entre ellas. Por un lado, la persona traficada
es un criminal por intentar convertirse en inmigrante ilegal y la persona tratada,
se da por sentado que está en esa situación porque fue engañada y nunca tuvo
la intención de cometer tal delito. Sin embargo, la línea que divide ambos tipos
de delitos es muy borrosa; ¿cómo podemos saber qué tanta información alguien
tiene sobre su destino o sobre la naturaleza del cargo que ocupará en el exterior?
Por otro lado, cuando aparece la idea de que debería tomarse como un
trabajo la oferta de sexo, surge el término trabajadora sexual, tratándose de la 51
mujer que ofrece servicios sexuales y no se siente víctima, sino que ha llegado
a esta actividad voluntariamente. Las TS (no son sólo mujeres, se incluye a los
hombres y a los trans) intentan alcanzar los mismos derechos que el resto de los
trabajadores. Por último, una vez difundido el Protocolo de Palermo, se considera
una mujer tratada a aquella que ejerce la prostitución obligada; puesto que fue
víctima de engaño, al prometérsele un trabajo mejor remunerado en un país
extranjero, y al final ser trasladada y secuestrada con el fin de que cumpliera con
una tarea a la que no se prestó en un principio.
Cuando pienso que el que encaró una lucha férrea contra la trata de personas
fue George Bush (hijo), no puedo más que desconfiar de sus intereses. Sin
embargo, el prejuicio sin base no es serio; por eso, basaré mi pensamiento en
algunos indicios que parecen conferir un serio fundamento a mi hipótesis. En
2003, Bush denunciaba en Naciones Unidas que la trata de personas financiaba al
terrorismo y le otorgaba el mismo grado de urgencia a esta lucha como a la de
la guerra contra el terror. Esta fue la última parte de un discurso que pasó por los
ataques del 9/11 hasta las ocupaciones de Afganistán e Irak.
11 Es una minoría religiosa kurda preislámica, son monoteístas y su origen se remonta posiblemente al año
2000 a. C.
12 Son grupos fundamentalistas islámicos que persiguen la yihad o guerra santa. 53
Directamente, hace referencia al mundo civilizado, bajo la amenaza de las fuerzas
incivilizadas del islam fundamentalista. Me adhiero al pensamiento de la autora,
en cuanto a que “el peligro es oscuro, literalmente en términos de color de la piel,
y se ha convertido totalmente en lo más aterrador porque está sexualizado” (2010:
141).
Nivel 1) los países cuyos gobiernos cumplen con las normas mínimas de la
TVPA para la eliminación de la trata;
Nivel 2) los países cuyos gobiernos no cumplen completamente con las
normas mínimas de la TVPA para la eliminación de la trata, pero
están haciendo esfuerzos significativos para cumplirlas;
Nivel 3) los países cuyos gobiernos no cumplen completamente con las
normas mínimas de la TVPA para la eliminación de la trata ni hacen
esfuerzos significativos para cumplirlas.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
Vale la pena plantear otra pregunta relacionada con el tratamiento del género
si se reclama la igualdad entre hombres y mujeres (se debería agregar también
el grupo transgénero, ya que, en general, queda sin protección en medio del
debate): ¿por qué la persecución de la trata se concentra en las mujeres de las
que se sospecha que podrían ser sometidas a ejercer la prostitución? Las políticas
gubernamentales deberían apuntar a esta igualdad, identificando necesidades de
la población, carencias que sufre, y aportando algunas posibles soluciones a la
falta de igualdad de oportunidades. Pero, si se piensa esto con el objeto de lograr
la equidad, es necesario ser cautos para no crear nuevas diferencias.
Por supuesto, en cierto sentido, las mujeres y los niños son más débiles
físicamente y pueden terminar siendo más vulnerables a caer víctimas de un
delito; pero eso no justifica tanto énfasis sobre la cuestión de género. Debería
existir un equilibrio en el cuidado de las poblaciones más empobrecidas y en
conflictos armados, dado que, en definitiva, son las que se mueven por el mundo,
intentando alcanzar el bienestar para ellas y sus familias.
13 Citado en Diana Maffía (2014). Algunos ejemplos son el Plan de Igualdad de Oportunidades para la
Mujeres 1994-1999, Sernam, Chile; el Plan regional de Igualdad de Oportunidades, Región del Bio Bio
1994-1999, Sernam, Región del Bio Bio, Chile; la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, Ve-
nezuela; el Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1997-2001, Secretaría de la
Mujer, Paraguay; el Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres 2000-2005,
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, Perú; el Plan de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y
Hombres 1998-2002, Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, Colombia; el Plan de Igualdad
Municipal de Oportunidades entre Varones y Mujeres, Secretaría de Promoción Social, Rosario; el Plan
de Igualdad Real de Oportunidades y de Trato de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, establecido
por la Ley 474, en agosto de 2000. 55
Como se ha dicho, hay una agresión muy grave hacia las mujeres, la violencia
sexual en conflictos armados. La misma ONU ha denunciado la existencia de
esclavas sexuales en mercados organizados por el Estado Islámico en Raqqa
y Mosul, donde mujeres y niñas son vendidas para luego ser violadas por sus
dueños. En muchos casos, cuando las niñas son muy pequeñas y no se ofrece
mucho dinero, se las regala. Todo esto sucede a raíz de la guerra que tiene lugar
en Siria e Irak, donde miles de mujeres sufren el desarraigo, la muerte de los
miembros masculinos de la familia y el inevitable destino de dejar de pertenecer
a su grupo porque ya no serán aceptadas por su familia o vecinos, una vez que
han sido deshonradas y, la mayoría de las veces, embarazadas por los extremistas
que las secuestraron.
14 UNHCR statistics based on data for sea arrivals to Italy, Greece, and Malta (January-May 2015). It also
56 reflects data on arrivals to Spain (January-March 2015).
Por todo lo anterior, se advierte la dificultad de consensuar medidas que
salvaguarden los derechos de las personas, especialmente de los grupos más
vulnerables, en función de alcanzar la tan mencionada justicia global.
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Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
58
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
La ética del funcionario público
como garante de los derechos en
casos particulares, efectividad de
la aplicación de la extensión de la
jurisprudencia del Consejo de Estado
Elías Castro Blanco15
Martha Patricia Parrado16
Introducción
15 Filósofo egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Especialista y Magíster en Filosofía del De-
recho y Teoría Jurídica de la Universidad Libre. Magíster en Historia de la Universidad Javeriana. Doctor
en Estudios Políticos de la Universidad Externado de Colombia. Profesor titular de la Universidad Libre
y director del grupo de investigación en filosofía política, categorizado en B, 2017.
16 Abogada de la Universidad Libre. Especialista en Derecho Administrativo y Magíster de la misma Uni-
versidad. Integrante del Semillero de investigación de derecho laboral y seguridad social. 59
al deber funcional, de acuerdo con la ética y la moral que deben orientar las
acciones de los funcionarios públicos.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas;
pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y,
finalmente, siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre,
que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por
valioso que sea, para sobornar al guardián. Este acepta todo, en
efecto, pero le dice:
–Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo–.
–¿Qué quieres saber ahora?, pregunta el guardián. –Eres insaciable–. de Estado / Elías Castro Blanco y Martha Patricia Parrado
Esta breve reflexión, a causa de la crisis por la que atraviesan las instituciones y
la poca confianza que genera en los destinatarios la profusión de normas creadas
para posibilitar el acceso a la justicia, sirve como pretexto para discutir acerca del
papel que asumen las instituciones y los funcionarios que las representan, teniendo
en cuenta el silencio administrativo frente a la extensión de la jurisprudencia del
Consejo de Estado.
Cabe señalar que este escrito tuvo su origen en dos fuentes distintas: por un
lado, recién promulgada la Ley 1952 de 2019, este texto formó parte de un trabajo
de investigación presentado como tesis doctoral en la Universidad Externado de
Colombia, en 2014 (Castro, 2016).
Los argumentos expuestos enfatizaban en que los alcances que podría tener
esta figura, en virtud de dos casos suscitados en Colombia, como, en efecto,
lo fueron las Sentencias SU- 039/1997, en donde el Tribunal Superior de Santa
Fe de Bogotá, en primera instancia, concedió la tutela a la comunidad indígena
u´wa, a raíz de la consulta previa por la explotación de recursos en su territorio,
decisión que fue revocada por la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
62
Penal; finalmente, la Corte Constitucional tuteló los derechos a la participación, al
debido proceso, a la integridad étnica, cultural y social, entre otros, considerados
fundamentales para la subsistencia como grupo social.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
Si bien estos logros constituyen un alcance significativo, la Sentencia
T-634/1999 presenta un giro inesperado, en donde el grupo étnico indígena
arhuaco se pronuncia en contra de la creación del municipio de Pueblo Bello en el
departamento del Cesar, debido a que la jurisdicción municipal incorporaba parte
de los resguardos indígenas de la comunidad. La Corte consideró finalmente que
debió haberse utilizado la figura de la acción popular como mecanismo para hacer
posible la reclamación, lo que representa un retroceso en materia de derechos.
Por otro lado, los investigadores Martha Patricia Parrado y Jorge Cerquera,
en 2017, realizaron un trabajo como requisito para obtener el título de Magíster
en Derecho Administrativo en la Universidad Libre (Parrado y Cerquera, 2017). El
trabajo estuvo orientado a dar cuenta de la unificación de la jurisprudencia, con
base en una metodología de tipo etnográfico, a fin de obtener una información
que fue cuantificada de manera parcial; pues no todas las instituciones convocadas
respondieron a este llamado.
Esta investigación evidenció los criterios por los cuales las autoridades
administrativas negaron las solitudes de extender las sentencias de unificación del
Consejo de Estado; dentro de los resultados obtenidos se pudo medir el impacto
que ha tenido la figura en cuanto al propósito de igualdad ante la Ley y el acceso a
la administración de justicia. Así mismo, se estudió el impacto en la descongestión
En este sentido, se considera que los problemas de las entidades estatales que
no han hecho posibles los niveles de eficacia esperados, según la voluntad del 63
legislador de posibilitar los derechos fundamentales con la implementación de
la figura de extensión de la jurisprudencia del Consejo de Estado, se deben, en
primera instancia, a la existencia de una falta grave de los funcionarios encargados
de tramitar el derecho de petición que presentan los ciudadanos, con la pretensión
de hacer extensivos los efectos de la sentencia que invocan. Con ello, de paso,
se estarían vulnerando presupuestos constitucionales como el hecho de no tener
una pronta respuesta a su solicitud (derecho de petición) y el derecho a la justicia,
así como el derecho a la igualdad frente a la Ley.
Por lo anterior, este trabajo ha sido desarrollado en otra dirección, esta vez,
explorando una pregunta inicial común a estas dos investigaciones, el hecho de
indagar por qué no se ha dado cumplimiento a la extensión de la jurisprudencia
del Consejo de Estado, una figura que creíamos revolucionaria en su momento,
con la que se pretendió impactar el ordenamiento jurídico de lo Contencioso-
Administrativo, al darles importancia a las sentencias de unificación de esta
corporación, e imponer su obligatoria aplicación a las distintas situaciones del
orden estatal, siempre y cuando lo ameriten.
fase del procedimiento, dado que, en esta etapa, se cuestiona el hecho de guardar
silencio frente a la solicitud presentada, y se procura extender efectos de una
sentencia unificada del Consejo de Estado.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
general, para facilitar una atmósfera de confianza y certidumbre institucional.
Por otra parte, se cree que el hecho de que, por facultad legal y jurisprudencial,
las entidades administrativas puedan guardar silencio, de cierto modo, cambia
sustancialmente el sentido de lo que en la doctrina administrativa y el ordenamiento
jurídico administrativo se denomina silencio negativo o silencio positivo, que, en
cualquier caso, causaría unos efectos particulares que pueden o no favorecer al
ciudadano.
Generalidades
En este amplio escenario de normas se expidió la Ley 1437 de 2011, que derogó
el Código Contencioso-Administrativo anterior, esto es, el Decreto Ley 01 de 1984.
66
Esta norma introdujo una nueva forma de dirimir los conflictos, la figura de la
“Extensión de la jurisprudencia del Consejo de Estado”, “procedente del derecho
español, que surge con la idea de reducir litigios” (Trillo, 2008) y “posteriormente
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
se entrelaza con la pretensión de garantizar el derecho a la igualdad” (Aguilera-
Martín y Aponte-González, 2017). En el orden administrativo fue implementada
mediante la Ley 1437 de 2011, en donde el procedimiento se estableció en los
artículos 10, 102 y 269 del CPACA. El motivo por el que se introdujo esta nueva
figura fue, en primer lugar, hacer este proceso más ágil y efectivo.
68
Se tendrán como sentencias de unificación jurisprudencial las que
profiera o haya proferido por importancia jurídica, transcendencia
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
económica o social, por necesidad de unificar o sentar jurisprudencia,
al decidir los recursos extraordinarios y las del mecanismo eventual de
revisión previsto en el artículo 36A de la Ley 270 de 1996, adicionado
por el artículo 11 de la Ley 1285 de 2009.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
Posteriormente, los vacíos normativos se complementaron con la jurisprudencia
del Consejo de Estado. Los artículos 10 y 102 se refieren a la aplicación del
mecanismo ante las autoridades administrativas, a petición de parte. Por otro
lado, el artículo 269 aborda el procedimiento judicial en sede del Consejo de
Estado, en tanto que el artículo 270 desarrolla la acepción y alcance de lo que se
debe entender por sentencia unificada del Consejo de Estado.
Por su parte, el artículo 102 del CPACA establece que las autoridades
administrativas deberán extender los efectos de una sentencia de unificación
dictada por el Consejo de Estado, en la que se haya reconocido un derecho,
siempre y cuando el peticionario acredite estar bajo los mismos supuestos de
hecho y de derecho. Para ello, deberá cumplir los siguientes requisitos que se
encuentran en vía legal y jurisprudencial:
Requisitos legales
Requisitos jurisprudenciales
1. Aportar las pruebas con las cuales se cuenta para hacer efectivo el derecho,
tanto las que el interesado tenga en su poder como las que reposen en la
entidad, entendiendo que las pruebas deben presentarse como si el interesado
fuera a interponer una demanda contenciosa.
2. Allegar copia de la sentencia o de su respectiva referencia (Consejo de Estado,
Sentencia 2016).
3. Solicitar que los efectos de la providencia se extiendan y correspondan a
una sentencia de las tramitadas por el Consejo de Estado en Sala Plena o en
alguna de sus secciones.
4. Hacer que la sentencia que se invoque haya reconocido el derecho.
5. Indicar que no existe una petición anterior con el mismo propósito, dado que,
en ese caso, quedará resuelta con la decisión de la autoridad en la extensión
jurisprudencial.
Una vez cumplidos los requisitos, el procedimiento que se debe seguir consiste
en que la autoridad administrativa, para adoptar la decisión, tiene un término de
treinta (30) días luego de haber recibido la petición, aclarando que podrá negarla,
siempre y cuando manifieste razones válidas. A primera vista, no se trata de una
negativa, por lo que se deduce que, para el caso puntual, se requiere un periodo
probatorio que posibilite establecer si el demandante carece o no del derecho
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
El plazo para responder a esta solicitud, que inicialmente era de 30 días, sufrió
una modificación, en virtud del artículo 614 de la Ley 1564 de 2012, “por la cual
se expide el nuevo Código General del Proceso”, ampliando este plazo diez (10)
días más; en lo sucesivo, las entidades administrativas deberán solicitar concepto
previo a la Agencia Nacional de Defensa Judicial del Estado (ANDJE), estableciendo
veinte (20) días como término para la presentación de dicho requerimiento. Es
decir, el plazo inicial que tenía la autoridad administrativa para decidir se extendió
otros treinta (30) días a partir del momento en que se notifica personalmente el
concepto a la Agencia, o de la fecha que tenía esta para emitir dicho concepto.
72
Identificación de problemas que afectan la aplicación de la extensión
de la jurisprudencia del Consejo de Estado
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
La razón de ser de este aspecto consiste en determinar cómo, desde el punto
de vista legal, la figura (extensión de la jurisprudencia de sentencia unificada)
presenta serios problemas que no facilitan su aplicación ni para las entidades
administrativas ni para el Consejo de Estado. A esta entidad le corresponde
formular el derecho de postulación, fijar las herramientas jurídicas a las que se
puede recurrir, en caso de una respuesta negativa, y determinar el monto si la
decisión es favorable al peticionario, o el silencio administrativo, entendido como
un desconocimiento flagrante del precedente judicial.
De lo anterior se colige que son causales determinantes por las cuales las
entidades administrativas dejan en cabeza del Consejo de Estado la facultad de
resolver la pretensión de extender o no los efectos de una sentencia unificada.
Al revisar el contenido de la petición, la Corporación consideró que “no de Estado / Elías Castro Blanco y Martha Patricia Parrado
se encuentra debidamente razonado”; por tanto, consideramos pertinente y
necesario que el legislador revise el contenido normativo con el objeto de adoptar
una postura que ponga fin a la diversidad de criterios del Consejo de Estado y, en
este sentido, sería más razonado si la formulación se realizara por medio de un
abogado, ya que así se garantizaría un mayor conocimiento de la figura.
73
Cabe recordar que, apelar a este mecanismo, en primer lugar, suspende los
términos en los cuales caduca cualquiera de los medios de control del actuar de
la administración (nulidad, y nulidad y restablecimiento del derecho); en segundo
lugar, para todo caso que sea desfavorable, el ciudadano puede acudir ante la
jurisdicción contenciosa para hacer valer su derecho.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
criterios de jueces, garantiza el derecho a la igualdad y, finalmente, permite la
vigilancia y control de la actividad judicial (Sentencia SU-047 de 1999).
Los anteriores preceptos están lejos de ser alcanzados, por lo menos con
el mecanismo de la extensión de la jurisprudencia del Consejo de Estado. Lo
anterior se observa en una sentencia de tutela de la Sección Quinta del Consejo
de Estado, en donde el grupo colegiado ejerció control sobre la providencia de
un fallo emitido por la Sección Tercera “B”, que niega la extensión de efectos de
una sentencia de la Corte Constitucional (Sentencia T-025 de 1994), en donde se
trataron asuntos relacionados con el desplazamiento forzado.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
legal (artículo 102 de la Ley 1437 de 2011), se establece que, una vez presentada
la solicitud de extensión, las autoridades administrativas podrán concederla,
reconocerla en forma parcial, negarla mediante respuesta o, simplemente,
guardar silencio.
Según esta ley, nos encontraríamos ante la figura del silencio negativo cuando
a las autoridades administrativas se les faculta para guardar silencio; sin que
procedan recursos administrativos por este acto ni el control de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa (artículo 102 de la Ley 1437 de 2011), que, cabe decir,
va en contravía del artículo que contempla el silencio administrativo.
19 La Corte Constitucional no ha dado una respuesta inequívoca sobre el concepto de derechos funda-
mentales. Su postura ha oscilado entre la idea de que se trata de derechos subjetivos de aplicación
inmediata y la esencialidad e inalienabilidad del derecho para la persona. Entre estos dos extremos
se han presentado varias posturas teóricas. De la línea dogmática de la Corte Constitucional no es
posible establecer un concepto claro y preciso de derecho fundamental. Ello no quiere decir que esta
línea deba ser abandonada, sino que exige su sistematización, pues la Constitución no define qué se
entiende como derechos fundamentales y, por otro lado, autoriza reconocer como tales derechos no
positivizados. A partir de dicho análisis, es posible recoger la jurisprudencia de la Corte Constitucional
sobre el concepto de derechos fundamentales, teniendo como eje la dignidad humana como valor
central del sistema y principio de principios. Será fundamental todo derecho constitucional que fun-
cionalmente esté dirigido a lograr la dignidad humana y se traduzca en un derecho subjetivo; es decir,
en la medida en que resulte necesario para lograr la libertad de elección de un plan de vida concreto
y la posibilidad de funcionar en sociedad y desarrollar un papel activo en ella. Tal necesidad no está
determinada de manera apriorística, sino que se define desde los consensos (dogmática del derecho
constitucional) existentes sobre la naturaleza funcionalmente necesaria de cierta prestación o absten-
ción (traducibilidad en derecho subjetivo), así como desde las circunstancias particulares de cada caso
(tópica). Magistrado ponente: Eduardo Montealegre Lynett. 77
organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales
(artículo 23 de la Constitución Política).
20 Este derecho muestra, tal vez más que ningún otro derecho fundamental, la naturaleza de las relacio-
nes de los asociados con el poder público en el Estado liberal. Es, junto con los derechos políticos, el
mecanismo de participación democrática más antiguo en esa forma del Estado. En efecto, allí las rela-
ciones entre la sociedad y el Estado permiten a la primera, con la consagración del derecho de petición,
solicitar que este provea para el interés particular o general, imponiéndole al aparato institucional la
obligación de atender esas solicitudes, de acuerdo con las posibilidades que le otorga la Ley. Este tipo
de “relación política” no es propio de otras formas del Estado que atienden las peticiones de los asocia-
dos como respuesta a título de “gracia” (monarquía), o cuya legitimación resulta precaria, en razón de
que el poder estatal no busca satisfacer el interés general, sino el de una determinada clase (periodo de
la “dictadura del proletariado”); en el sistema político demoliberal, por el contrario, el individuo es per-
sonero de intereses propios y de la sociedad en general, lo que es reflejo de la aspiración democrática
que contiene el modelo político. En esto justamente se encuentra el contenido autónomo del derecho
humano que se comenta, que, además, tiene el contenido de los derechos que se piden mediante su
ejercicio, que son de la naturaleza más general, públicos o privados, absolutos o relativos, subjetivos y
objetivos, lo cual ha llevado a sustentar la aseveración de que es un derecho que sirve de instrumento
para lograr la protección de los demás derechos de los individuos. Con el aumento de las funciones
administrativas en el Estado, después de la segunda posguerra, el derecho de petición ha ampliado su
campo de aplicación, que permite un intenso diálogo entre los administrados y las agencias de servi-
cios públicos, lo que no quiere decir que este recurso sólo pueda dirigirse a la administración, porque
78 permite también formular solicitudes a las otras ramas del poder público.
parecer, a que los funcionarios tomen conciencia del servicio que prestan,
que podrían, en un momento dado, mejorar la imagen de la institución que
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
representan, como lo afirma el magistrado Vladimiro Naranjo Mesa, en Sentencia
T-159 de 1993, cuando señala que de “lo que se trata es de que las autoridades
públicas tomen conciencia de la inmensa responsabilidad que les asiste en su
ejercicio diario (Corte Constitucional, 1993):
(…) el funcionario público debe ser formado en una cultura que marque
un énfasis en la necesidad de servir diligentemente a los ciudadanos y,
en especial, a aquellos que se encuentren marginados por la pobreza, la
indefensión, la ignorancia o las necesidades de toda índole, sobre todo
cuando, como bien lo señala la Sentencia de la Corte Constitucional
T-307 de 1999, ‘esas condiciones de pobreza y vulnerabilidad pueden
llegar a producir una cierta ‘invisibilidad’ de esos grupos sociales (…)
(Corte Constitucional, Sentencia T-929 de 2013).
Por otro lado, si, en efecto, se respondieran los derechos de petición que
solicitan extender efectos de una sentencia unificada del Consejo de Estado –
sin importar que esta pretensión no favorezca al ciudadano–, se preservarían
principios propios de función administrativa como la celeridad y economía
procesal, entre otros, bajo el entendido de que a la entidad estatal a la que se
solicita su aplicabilidad, el Estado y el peticionario pueden ahorrarle esfuerzos
inoficiosos en litis.
No es justo que las personas, en el día a día, deban lidiar con la burocracia
administrativa, la pereza funcional, la indiferencia oficial y el desgano de los
servidores públicos. Así, frente a una cantidad de derechos de petición donde se
solicita la aplicabilidad de esta figura, la administración –según los trabajos que
convocó esta reflexión– no ha llevado a cabo ningún trámite alguno por parte
de las entidades estatales, sino que lo común ha sido guardar silencio y dejar
que el Consejo de Estado resuelva el asunto. Lo anterior evidencia no sólo que
desconocen su importancia, sino las implicaciones que puede tener tal omisión al
ignorarlos o denegarlos.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
En este contexto, según Parrado y Cerquera (2017), frente a ese acto omisivo
de la administración al no dar respuesta a las solicitudes de extensión de la
jurisprudencia, le ha correspondido al Consejo de Estado resolver estas peticiones
a través de demandas o procesos especiales para determinar si se extiende o no la
80
jurisprudencia. La cantidad de procesos recibidos a diario conduce a señalar que,
en efecto, es el ciudadano quien no cumple con los requisitos formales exigidos
por la norma.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
De lo anterior se concluye que la respuesta puede ser fijada por la entidad a la
cual se solicita la petición; lo que conllevaría no hacer uso del silencio administrativo
como regla general. En el marco de un estado social de derecho, a la administración
pública, teniendo en cuenta el respeto por la dignidad del ser humano, le
corresponde proporcionarle al ciudadano una eficaz protección y garantía de
derechos inalienables, con base en los artículos 10 y 102, suscrita en la Ley 1437 de
2011 (Corte Constitucional, Sentencia T-1625 de 2000), y no evadir la responsabilidad
con una serie de aspectos irrelevantes que evidencian el poco interés de conceder
los efectos de la extensión jurisprudencial de una autoridad administrativa.
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
ejemplares frente al quebrantamiento de derechos; de igual modo, no cuenta con
una entidad que haga seguimiento a este tipo de conducta, razón por la cual
parece ser que, de forma reiterada, los servidores públicos no respetan principios
constitucionales como el derecho de petición.
En ese orden de ideas, cabe precisar que los términos que la administración fija
para responder a un derecho de petición en donde se solicita hacer extensivos los
efectos de una sentencia unificada del Consejo de Estado fueron fijados inicialmente
en un término de treinta días, situación que se modificó posteriormente.
Conclusiones
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
normativos de la función pública y la ética jurídica que debe orientar la práctica
de los profesionales, sin que se caiga en conceptos de índole moral; porque de
lo que se trata es de realizar una construcción de la realidad social en el espacio
comunicacional y de ofrecer garantías constitucionales desde la institucionalidad.
Referencias bibliográficas
Doctrina
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º 0002 (julio 17). Lineamientos para la intervención de las entidades públicas
en el trámite de extensión de jurisprudencia previsto en la Ley 1437 de 2011
-Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso-Administrativo.
• Aguilera-Martin, M. y Aponte-González, J. (2017). La extensión de la
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semestre, Universidad Externado de Colombia.
• Arias, G. F. (2013). Problemáticas actuales del derecho administrativo
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Estado. Bogotá: Universidad Santo Tomás.
• Bulla Romero, Jorge Enrique. (2010). Derecho de petición. Bogotá: Ediciones
Nueva Jurídica.
• Castro Blanco, Elías. (2016). Los derechos humanos frente al debate filosófico
y político contemporáneo y el problema de la legitimación. Liberales,
comunitaristas y republicanos aplicados a un enfoque práctico colombiano
(tesis presentada en la Universidad Externado de Colombia en el programa
de Doctorado en Estudios Políticos, que obtuvo mención de reconocimiento
por unanimidad del jurado). Bogotá: Grupo Editorial Ibáñez Colección de tesis
Legislación nacional
• Congreso de la República. Ley 1437 de 2011. Por la cual se expide el Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso-Administrativo. Diario
Oficial n. ° 47956 del 18 de enero de 2011.
• Congreso de la República. Ley 1952 de 2019 (28 de enero). Por medio de la
cual se expide el Código General Disciplinario y se derogan la Ley 734 de
2002 y algunas disposiciones de la Ley 1474 de 2011, relacionadas con el
derecho disciplinario (empieza a regir el 28 de mayo de 2019).
• Congreso de la República. Ley 1755 de 2015. Por medio de la cual se regula
el derecho fundamental de petición y se sustituye un título del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso-Administrativo. Diario
Oficial n. ° 49559 del 30 de junio de 2015.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
La ética del funcionario público como garante de los derechos en casos particulares, efectividad de la aplicación de la extensión de la jurisprudencia del Consejo
• Presidencia de la República de Colombia. Decreto 01 de 1984 (2 de enero). Por
el cual se reforma el Código Contencioso-Administrativo, en ejercicio de las
facultades extraordinarias que le confirió el artículo 11 de la Ley 58 de 1982 y
oída la comisión asesora creada por el artículo 12 de esta ley. Diario Oficial n.
° 36439 del 10 de enero de 1984.
• Presidencia de la República de Colombia. Decreto 2170 de 2016 (27 de
diciembre). Por la cual se liquida el presupuesto general de la Nación para la
vigencia fiscal de 2017, se detallan las apropiaciones y se clasifican y definen
los gastos.
Jurisprudencia nacional
Corte Constitucional
• Sentencia T-452 de 1992. Magistrado ponente: Fabio Morón Díaz
• Sentencia T-159 de 1993. Magistrado ponente: Vladimiro Naranjo Mesa
• Sentencia T-025 de 1994. Magistrado ponente: Jorge Arango Mejía
• Sentencia C-037 de 1996. Magistrado ponente: Vladimiro Naranjo Mesa
• Sentencia SU-039 de 1997. Magistrado ponente: Antonio Barrera Carbonell
• Sentencia T-724 de 1998. Magistrado ponente: Alfredo Beltrán Sierra
• Sentencia T-566 de 1998. Magistrado ponente: Alfredo Eduardo Cifuentes
Muñoz
• Sentencia T-634 de 1999. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero
• Sentencia SU-047 de 1999. Magistrados ponentes: Carlos Gaviria Díaz y
Alejandro Martínez Caballero
• Sentencia T-377 de 2000. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero
• Sentencias T-1625 de 2000. Magistrado ponente: Martha Victoria Sáchica
Méndez
• Sentencia T-439 de 2000. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero
• Sentencia SU-1122 de 2001. Magistrado ponente: Eduardo Montealegre Lynett
Consejo de Estado
• Auto del 19 de diciembre de 2013, Sección Segunda
• Auto del 9 de abril de 2014, radicado 11001-03-26-0002013-00096-00 (3918-
13), Sección Segunda
• Sección Tercera. Radicado 2083275 76001-23-33-000-2013-00176-01 50125
(C. P. Stella Conto Díaz Del Castillo; 17 ab de abril de 2015)
• Sección Segunda. Radicado 2087613 11001-03-25-000-2013-00898-00 1948- 87
13 (C. P. William Hernández Gómez; 30 de agosto de 2016)
• Sección Tercera. Radicado 2085949 11001-03-26-000-2016-00032 00 56360
(C. P. Hernán Andrade Rincón; 22 de septiembre de 2016)
• Sentencia 860 de 2014
• Sentencia del 3 de abril de 2014
Cybergrafía
• Pérez, Teodoro. (2006). Ética en las entidades del Estado. Publicaciones USAID.
Disponible en http://www.incoder.gov.co/file/ calidad/modelo_gestion_etica.
pdf
• Zambrano, Cetina (2012). La protección de derechos en sede administrativa
y la eficacia de los principios constitucionales de la función administrativa en
instituciones del derecho administrativo en el nuevo Código. Una mirada
a la luz de la Ley 1437 de 2011. Disponible:http://datateca.unad.edu.co/
contenidos/109133/Documentos/Insituciones_del_ derecho_administratrivo_
en_el_nuevo_codigo.pdf [consultado el 30 de julio de 2018].
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
88
Neoliberalismo y educación en
Colombia
Holbein Giraldo Paredes21
NELSON MANDELA
Introducción
La educación en Colombia
En los años sesenta se produjo una crisis de la educación pública. Los docentes
del magisterio colombiano se organizaron y confrontaron al Estado; a partir de
allí se creó el movimiento pedagógico, un espacio de suma importancia en el
que se rescató al maestro como trabajador de la cultura y se le reconoció como
protagonista en el contexto comunitario. Además, se abrió un espacio importante
de expresión política del sector docente, gracias a la publicación de la revista
Educación y Cultura. También se propició un espacio para la investigación científica:
el Centro de Estudios e Investigaciones Docentes.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
Después de la Constituyente del 91, los actores que participaron en los diversos
espacios de planeación educativa, docentes, padres de familia y representantes
del Gobierno hicieron hincapié en la importancia de brindar cobertura y calidad a
nivel educativo en todo el territorio nacional. En ese momento, para la consecución
de este objetivo se plantearon muchas estrategias, contradictorias entre sí. La
pregunta que se debía responder era la siguiente: ¿cómo solucionar la crisis de
la educación en Colombia? Tanto la federación nacional de educadores como el
Estado tenían profundas preocupaciones con respecto a estas problemáticas:
• Mayor cobertura
• Mejor calidad
• Mejor gestión
Desde los años noventa, los gobiernos diseñaron planes que redujeran el gasto
público con el fin de mejorar la eficiencia de la educación; es decir, con el mismo
presupuesto obtener mejores resultados. Más calidad para el gobierno de César
Gaviria implicaba mayor eficiencia y, para lograr esta meta, se proponía minimizar
el índice de deserción y repitencia a través de la muy polémica, recordada y
nefasta política pública de promoción automática.
Por su parte, FECODE propuso ampliar el gasto público a fin de capacitar a los
docentes; así como crear contratos de tiempo completo, mayor independencia
curricular y pedagógica, y hacer que los docentes fueran quienes realizaran las
evaluaciones de los aprendizajes de los estudiantes. FECODE siempre ha estado
en desacuerdo en que se amplíe el número de estudiantes por salón, en busca de
aumentar la cobertura, aspecto que afecta de manera negativa la calidad.
Referencias bibliográficas
98
Responsabilidad social, virtudes
cívicas y valores
Esperanza Valencia López23
MARTHA NUSSBAUM
Este fenómeno exige de nosotros una actitud de deber, que nos conduce a
reflexionar sobre la inacción que, en general, adoptamos frente a esta realidad.
Soy de la opinión de Hans Jonas (1995), en el sentido de que lo que reclama esta
realidad es una respuesta a una exigencia ética que vale la pena porque lo que
se busca es bueno, independientemente de la deliberación del agente, y es allí
donde se encuentra la fuente del deber.
Teoría de la responsabilidad
Naturaleza
Alcance
fuera del agente, al expresar cómo, en las éticas de contenido, nos preguntamos
por el qué de la acción, mientras que, cuando las éticas se preguntan por el
cómo de la acción, se están cuestionando por la instrumentalidad para la acción.
El filósofo privilegia las cosas como fin, en lugar de la universalización de mi
querer particular, sin que, por ello, deje de contemplar las dimensiones particular
y universal de la acción y sus consecuencias, no bajo el lente de un mandato
superior o máxima, sino por exigencia ética y práctica.
Sin desconocer la dimensión del amor que acompaña al hombre por todo ser
vivo y, de manera especial, por sus iguales, pues no es el tema que nos ocupa, la
consecución del objeto bueno para la sociedad, y bueno para mí, en particular,
se traduce en que la bondad de mi acción hacia otro redundaría en beneficio
personal. Si examinamos cualquier sociedad en cualquier época, los fundamentos
de sus principios éticos hunden sus raíces en esta reciprocidad entre lo individual
La racionalidad
103
Para concluir, digamos, entonces, que no todo está perdido, sólo que la razón
está aletargada y permite estragos en los valores como construcciones sociales,
y el sentimiento de responsabilidad ha estado ausente, desatendiendo nuestros
deberes cívicos.
Reflexiones finales
contribuir a la formación de una opinión pública crítica para hacer frente a los
intereses de grupos de poder.
Por otro lado, nos hemos acostumbrado a la verdad legal, por encima de
la verdad real, con todo lo que ello implica. Esta primacía de la verdad legal ha
hecho desaparecer el concepto ético de la búsqueda de la cosa, pues todo lo
que no está prohibido por la Ley está permitido. La razón se ha acomodado
fácilmente en un letargo de inacción que corroe todos los estamentos sociales;
ese es el alcance de la corrupción, que ha llegado incluso a socavar los más caros
fines de la vida humana.
105
Además, tenemos una fuerte tradición de impunidad. Es tarea de todos
contribuir a la consecución de una paz verdadera desde cada uno de nuestros
roles, mediante conductas conducentes al establecimiento de la verdad real, no a
su encubrimiento, como contribución a la lucha contra la impunidad, nido principal
de la corrupción que campea en todas las instituciones. La corrupción es, en
parte, producto de un perverso silencio cuyo primer resultado es la impunidad. Lo
anterior, sumado a la falta de política criminal de la que sufre el Estado, contribuye
día a día al deterioro de las instituciones.
Con esta reflexión, y con todo lo que de ella se derive en acción, estaríamos
respondiendo a la exigencia ontológica de justicia, en el más amplio sentido de
la palabra, contra la corrupción. El deber es de todos y la exigencia ética es para
todos.
Referencias bibliográficas
106
La crítica de Marx al derecho24
Julián Andrés Durán Puentes25
E
n este texto se expondrán unas breves reflexiones en torno al vínculo del
filósofo alemán Karl Marx con el derecho. En su juventud y, sobre todo
en sus años como estudiante de universidad, el ámbito jurídico influyó
en gran medida en el pensamiento de Marx. Los estudios que llevó a cabo en
la Universidad de Berlín se centraron esta disciplina, antes de abandonarlos y
dedicarse por completo a la filosofía; pero también sus amistades y la influencia
paterna estuvieron marcadas por el mundo de las leyes y los códigos. Su padre
fue abogado, e incluso el propio Marx, durante algún tiempo, se vio tentado por
la idea de servir en una cámara estadual como funcionario (Sperber: 2013, 64).
Sin embargo, si hubo un campo del conocimiento sobre el cual hizo comentarios
despectivos y, peor aún, en algunos casos, guardaba silencio, fue sobre el derecho
y, en general, sobre lo relacionado con el ámbito jurídico. ¿Qué llevó a Marx a
mantener tan lejanas y displicentes relaciones con un saber que se consideraba
prestigioso y digno de todo gran pensador? No se puede olvidar que muchos
¿Por qué Marx no encontró en la filosofía del derecho de Hegel, como lo hizo
en la dialéctica, un sistema de interpretación de las relaciones sociales? Sobre la
base de estos interrogantes, se intentarán dar algunas posibles respuestas, a partir
de la revisión de los llamados Escritos de juventud del pensador alemán; pero
Ante la presencia histórica de una tensión entre estas fuerzas, cada una de
estas formas de la experiencia social asume una modalidad determinada y, así
mismo, se manifiesta. El derecho es, por lo tanto, un simple elemento de la
superestructura que, al lado de la política y la ideología, contribuye a conservar un
establecimiento determinado. Esta visión, en apariencia fuertemente economicista
y determinista, fue matizada por Engels en una carta dirigida a Conrado Schmidt,
en la cual dice lo siguiente:
Para Engels, Marx no había querido decir con ello que aspectos como el
derecho solo obedecieran a factores enteramente económicos, sino que, si
bien existía una evolución independiente en las distintas formas del saber, en el
contexto de las tensiones entre infra y superestructura, estas, necesariamente,
quedaban atrapadas por las luchas de clase.
108
Durante toda la obra madura de Marx, el derecho cumplirá esta agria misión.
Tanto en El dieciocho brumario de Luis Bonaparte como en La guerra civil en
Francia, la Ley, las constituciones y las demás formas jurídicas, se deben a una
lógica enteramente instrumental. El derecho sirve a unas clases para someter a
otras. Y la misma misión se le puede endilgar al Estado: este es solo una formación
para someter a las clases no triunfantes; pero también para que aquellas que
triunfen puedan construir el socialismo mediante el uso provisional de “la máquina
del Estado y la Ley” (Marx: 1974).
Estas reflexiones, sin duda, tienen el tono irónico y sarcástico con el cual Marx
acostumbraba hostigar a la burguesía, pero, a la vez, denotan la preocupación del
filósofo alemán por el derecho penal y su función en una sociedad.
26 El comentario es de Paúl Q. Hirst, y se encuentra en Marx y Engels sobre la ley, el delito y la moralidad.
El texto se inserta en el estudio de Taylor, Walton y Young, sobre la criminología crítica. 109
Cuando estos derechos les fueron negados a los comunistas de Colonia,
contra los cuales se siguió un juicio por actividades delictivas de carácter político,
Marx reclamó la vigencia de dichas garantías para ellos.27 Tanto Marx como Engels
contribuyeron a que se reclamaran derechos como la libertad de prensa, el
sufragio universal, la libertad sindical, entre otros, a fin de cubrir a la clase obrera y
a sus líderes con garantías que les permitieran alcanzar conquistas sociales.
Marx es directo con su padre: cada vez que intenta profundizar en el derecho
se da cuenta de que los problemas por los cuales muestra interés son filosóficos
(Marx: 2005, p. 2008); encuentra similares en Kant muchas de las cosas que el
derecho afirma y Hegel le parece aburrido. En últimas, para Marx, el derecho no
es divertido y no le interesa tanto como la filosofía. Marx abandonó la Universidad
de Berlín y sus estudios jurídicos, aproximadamente, hacia 1838.
solo un intento formal de conceder libertad de prensa a los ciudadanos. Esta será
la primera vez, pero no la última, que, de manera directa, Marx reclamará las
libertades jurídicas.
27 Así, por ejemplo, el propio Marx exaltó, en mayo de 1848, la “legalidad burguesa”, ante el tribunal que
finalmente lo absolvió en uno de los tantos procesos judiciales que tuvo en su contra (Sperber, 2013,
110 pp. 229-230).
No es, entonces, a la emancipación humana hacia la cual conduce el derecho
y, en general, el sistema jurídico, sino hacia la consolidación de una sociedad
burguesa en la cual la abstracción del hombre está representada por la figura del
burgués moderno. Para mostrar ello, Marx se remite directamente a la filosofía
del derecho de Hegel, en la que siempre vio el desarrollo de la sociedad alemana
alrededor de la idea del citoyen, del ciudadano como burgués. El ciudadano
recurre al derecho para regular su vida y para consolidar su propiedad privada, tal
como el hombre feudal hacia uso del privilegio para los mismos fines. De manera
literal, Marx manifiesta lo siguiente:
Es esta una faceta del derecho que Marx, aún bajo el ropaje de los llamados
“derechos humanos”, va a criticar duramente por su carácter reaccionario. El
derecho moderno dio tanto libertad religiosa al ciudadano como libertad de
propiedad y “seguridad”, que fue convertida en un “derecho”; pero no lo ha
librado de la religión, de la propiedad y del egoísmo. Por supuesto, para proteger
“el derecho a la seguridad” se necesitó de alguien que lo hiciera: la policía. La
igualdad de derechos es similar a “la empalizada que divide dos propiedades28”.
Entonces, ¿cuál es ese papel? Esto es difícil de saber, pero tal vez exista un
antecedente en toda la tradición judaica que ayudaría a comprender las posibles
ideas que Marx tenía sobre cómo se podrían resolver los conflictos sociales por
28 La frase literal de Marx es la siguiente: “El límite dentro del cual puede moverse todo hombre, sin per-
judicar al otro, lo determina la Ley, así como la cerca señala la línea divisoria entre dos tierras”. (2008, p.
190).
29 Dice Marx: “Los funcionarios judiciales perdieron aquella fingida independencia que solo había servido
para disfrazar su abyecta sumisión a los sucesivos gobiernos, ante los cuales iban prestando y violando,
sucesivamente, el juramento de fidelidad; igual que los demás funcionarios públicos, los magistrados y
los jueces habían de ser funcionarios electivos, responsables y revocables” (Marx y Engels: 1974, p. 234). 111
medio de mecanismos distintos a la violencia. Vale la pena recordar que, si bien el
hogar de Marx no fue un lugar en donde las prácticas judaicas tuvieran vigencia,
su origen era hebreo y, como tal, tuvo alguna relación paterna con estas prácticas;
aunque no estaban acentuadas, sí se encontraban presentes en el ambiente
familiar.
puede olvidar que Marx había crecido en un hogar con tradiciones liberales que,
sin embargo, tenía un origen hebreo. Muchos de sus escritos de juventud y de sus
primeras batallas políticas fueron libradas en contra del Estado y sus sistemas de
exclusión y opresión de los más débiles.
Al igual que sus legatarios, durante mucho tiempo Marx le restó importancia al
derecho; y consideró que este podía desaparecer a la vez que lo haría el Estado.
Lo anterior resulta muy razonable para un filósofo que no alcanzó a conocer los
procesos modernos de complejización del mundo y el desarrollo de los sistemas
burocráticos en la sociedad, en la era del capitalismo posindustrial, en la cual el
derecho pasó de ser un sistema de represión a ser un sistema de legitimación.
Curiosamente, todas las luchas sociales y políticas que enarbolan las banderas
de Marx se hacen y se hicieron, ayer y hoy, en nombre de los derechos. Esto
último, como bien podrá recordarse en su trabajo sobre “la cuestión judía”,
molestaba mucho al filósofo alemán, dado que, para él, “derecho-capitalismo-
burguesía” eran lo mismo; recuérdese como se identificó al derecho como “el
derecho del burgués”.
30 Por ejemplo, Kelsen, H. Teoría comunista del derecho y del Estado (1958).
31 Para una reflexión sobre una visión de la justicia en Marx, (Petrucciani: 1995, 235). 113
Una experiencia como la citada no es utópica. Muchas expresiones de justicia
popular han tenido este matiz y han actuado en coherencia con ello. Veamos, por
ejemplo, cómo, en un barrio de la ciudad de La Habana, Cuba, ciertas experiencias
de justicia comunitaria tienen un lugar en la sociedad:
[…]Asdrúbal relata que esa noche del juicio entró a una casa con
un espacioso corredor, en torno a un jardincito que sirvió de salón.
Algunos asientos se ocuparon por niños que, desde temprana edad,
despiertan valores y respeto por los derechos de los ciudadanos.
Una señora de tez negra, cabello blanco; un señor mulato, también
canoso; y una señora gorda y muy blanca ocuparon el estrado. Era el
pleito de dos mujeres. Una mujer casada acusaba a otra divorciada
de haberla encontrado besándose con su marido. “Mentira, estaba en
la casa de ellos porque llegué a pedir prestada una botella de aceite,
y el marido me hizo pasar a la cocina haciéndome creer que estaba
con su esposa, y allí me quiso forzar y luché por soltarme de él”. “No”,
decía la otra, “se estaba dejando besar y se soltó cuando la sorprendí”.
“Mentira”, volvió a decir la divorciada, “el marido no la quiere, le es
infiel y enamora a todas las mujeres, entre ellas, a mí, pero nunca he
aceptado, eso lo sabe todo el vecindario”. La juez también juzgaba
el pleito que había tenido en el mismo edificio, donde habían tenido
que desapartarlas otras vecinas. “Estaba hablando pacíficamente con
esta vecina”, respondió la divorciada, cuando la otra le gritó: ¡!puta!!,
desde la escalera. “Puta no, le dijo cuándo se estaban agarrando
del pelo”, decía la esposa. Varias vecinas rindieron sus testimonios
contradictorios, y el pleito que hubo en la puerta del apartamento
se volvía cada vez más embrollado, y los ánimos se caldeaban hasta
tal punto que ya decían libremente ante el jurado la palabra “puta”.
Recuerdo que el jurado tocó el timbre varias veces porque las mujeres
estaban a punto de agarrarse del cabello otra vez.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
Sin duda, las sociedades del siglo XX y XXI son distintas a aquellas que Marx
conoció. La complejidad de estas nuevas formas de agrupación y funcionamiento
colectivo requirió formas burocráticas de administración de justicia que desbordaron
Lo anterior, permite establecer, sin duda, una gran paradoja: a pesar del
escepticismo y de la incredulidad de Marx con relación al papel del derecho en
la sociedad, fue por este, y a partir de este, que todas las conquistas obreras y
sociales finalmente pudieron ser logradas y, luego, defendidas y legitimadas.
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
Con relación a la tecnología y sus grandes avances, para Marx, ello no era
un asunto problemático. Se sabe de lo desconcertante que resultó para él la
34 El biógrafo comenta cómo Marx siempre fue defensor del libre comercio, “aun después de convertirse
en comunista” (Sperber: 2013, p. 104). 117
presencia de la locomotora35. El autor veía en ella el progreso de un nuevo mundo,
sin clases sociales y donde el ser humano cada día tuviera que dedicar menos
tiempo al trabajo formal y pudiera utilizar ese tiempo en la formación cultural y
artística, es decir, en la realización del hombre genérico; igualmente, el derecho y
las formas modernas de regulación de las relaciones humanas, frente a la cuales
Marx no comprendió muy bien el papel que las leyes y las constituciones podían
desempeñar en una futura sociedad.
Sin duda, si Marx hubiera vivido un poco más, habría otorgado al derecho un
papel diferente y le hubiera concebido como el mejor y único sistema posible de
regulación colectiva; de lo contrario, hubiera tenido que aceptar formas míticas y
premodernas que estarían lejos de su ideal filosófico y político. Lo anterior hace
pensar que aquella sociedad decimonónica que conoció Marx (quien también
fue un filósofo de su tiempo, como lo afirmó Hegel) no tenía aún los rasgos de
complejidad que muy rápidamente traerían el capitalismo financiero y bursátil y,
por supuesto, la revolución de la información y la tecnología.
Referencias bibliográficas
35 Dice un testigo que Marx se mostró “emocionado” al ver una reproducción de la locomotora en una
118 vitrina (Whenn: 2007, p. 35).
• Kelsen H. (1958). Teoría comunista del derecho y del Estado. Editorial Emecé.
• Lyotard J, F. (2009). La Posmodernidad explicada a los niños. Gedisa Editorial.
• Marx, K. (2008). Escritos de juventud sobre el derecho. Antrophos. Edición de
Rubén Jaramillo.
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Antrophos.
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• Sperberg, J. (2013). Karl Marx, una vida decimonónica. Galaxia Editorial.
• Whenn, F. (2007). La historia del capital de Karl Marx. Editorial Debate.
119
El Centenario de la Revolución rusa
Ricardo Sánchez Ángel36
E
n las conferencias “George Macaulay Erevelyan” en la Universidad de
Cambridge (1967) el historiador Isaac Deutscher planteó los interrogantes
adecuados a propósito de la celebración de la Revolución de Octubre. ¿Cuál
era el significado de esa revolución a los 50 años de haberse realizado? ¿Se
justificó esa tarea histórica colosal?
Deutscher responde:
38 Claudín, Fernando. “La experiencia alemana en la crisis”. En: La crisis del movimiento comunista. De la
122 Kominter a la Komiform. Francia: Editorial Ruedo Ibérico, 1970.
En la cúspide de un Estado imperial y a la vez semifeudal, estaba la dinastía
monárquica de los Zares Romanov, de larga existencia despótica. De allí que el
objetivo inmediato de los revolucionarios fuera el derrocamiento del régimen
zarista. Richard Pipes dice:
Hay que reiterar que la Rusia imperial era una abigarrada constelación de
formas económicas, sociales, culturales y estatales, un todo donde se articulan
distintos modos de producción y desarrollo, combinando el atraso con lo más
avanzado de la técnica capitalista industrial. Sobre estas estructuras se dinamizó
el carácter permanente de la revolución, relacionando lo democrático con lo
socialista, lo nacional con lo internacional.
39 Pipes, Richard. La Revolución rusa. Barcelona: Debate: 2016. p. 99. Este libro lo considera su autor, en
la introducción, como “el primer intento, en cualquier lengua, de presentar un análisis exhaustivo de la
revolución rusa, posiblemente el acontecimiento más importante del siglo XX”. p. XXI. Es por esto que
escogí este libro de 1047 págs. para contrapuntear, entre otros con León Trotsky, un autor ponderado
ampliamente por Pipes.
40 Gramsci, Antonio. “La revolución contra “El capital””. En: Antología (Selección y notas de Manuel
Sacristán). México: Editorial Siglo XXI, 1970. pp. 34. 123
Teóricamente, Gramsci está contra el reduccionismo económico a lo Plejanov y
los mencheviques, al igual que se aparta de la idea de Kautsky de que la revolución
en pleno desarrollo era democrático-burguesa. De allí la paradoja del nombre del
artículo41.
II
III
44 Ver: Car, E. H. La revolución bolchevique (1917-1923). Madrid: Alianza Editorial, 1972. Vol. I. “La conquis-
ta y organización del poder”.
45 Trotsky, León. Historia de la Revolución rusa. Bogotá: Editorial Pluma, 1982. p. 106, tomo I. 125
Desde entonces las mujeres desplegaron su ímpetu y lograron su mayoría
de edad. Estas luchas se acompañaron de un debate feminista en Europa,
donde Clara Zetkin era secretaría de la Internacional Socialista de Mujeres y
fueron determinantes en las decisiones del gobierno revolucionario sobre sus
reivindicaciones. Un período de esplendor de las luchas. Alejandra Kollantai fue
la ministra encargada de coordinar las tareas46. Varvara Yákovleva fue ministra de
Educación en 1922 y luego ministra de Hacienda. Elena Stásova era integrante
del comité central del partido bolchevique. Otras personalidades destacadas
son Inessa Armand, Sofía Smidovich, Konkordia Samoilova, Klavdia Nikolayeva,
Nadezhda Krúpskaya y Natalia Sedova. La figura estelar a nivel internacional en
1917 hasta su asesinato el 10 de enero de 1919 es Rosa Luxemburgo.
49 Ibidem. p. 109.
50 Trotsky, León. Op. cit., p. 52. La deciatina equivale a 10.900 metros cuadrados, un poco más de una
hectárea.
51 Ibidem. p. 53. 127
asunto de la descomposición del campesinado o descampenización que Lenin
trabajó en su larga investigación El desarrollo del capitalismo en Rusia, publicada
en 189952.
52 Lenin, Vladimir Ilich. “El desarrollo del capitalismo en Rusia”. En: Obras completas. Buenos Aires: Edito-
rial Cartago, 1957. pp. 7-600, tomo III.
53 Trotsky, León. Op. cit., p. 14.
54 Ver: Lenin, Vladimir Ilich. “Carta abierta a los delegados al congreso de diputados campesinos de toda
Rusia”. En: La alianza de la clase obrera y del campesinado. Moscú: Editorial Progreso, s/f. pp. 379-383.
En el mismo libro: “I Congreso de Diputados Campesinos de toda Rusia. 4-28 de mayo (17 de mayo -10
128 de junio) de 1917” (pp. 384-386).
V
La huelga general como huelga de masas fue la forma de lucha que se expresó
en todo su esplendor en la Revolución de 1905 y que Rosa Luxemburgo teorizó y
realizó su historia55, y es clave en la demostración del poder social de los de abajo
que atrajo a la tropa a las filas de la revolución. Quizá, lo más expresivo de la
radicalidad desde abajo consistió en la negativa de las trabajadoras domésticas a
laborar: “Por esta parte, acaso, pudiera decirse que la revolución atacaba el punto
más sensible: la resistencia de los esclavos domésticos destruía definitivamente la
55 Ver: Luxemburgo, Rosa. Huelga de masas, partido y sindicatos. Buenos Aires: Ediciones Pasado y Pre-
sente, 1970.
56 Trotsky, León. Op. cit., p. 254, cap. 44, tomo 3. 129
La insurrección de octubre hay que leerla en un proceso que es el propio de
la revolución y al cual está subordinada. El período insurreccional comenzó el 9
y el 12 de octubre, cuando se creó el Comité Militar Revolucionario y ocurrió la
crisis en la guarnición de Petrogrado. A partir de allí, con reparto de armas, se
dio la ofensiva envolvente durante 6 días decisivos y 9 más: “Durante todo este
período actuaron directamente centenares de miles de soldados y de obreros,
formalmente a la defensiva, pero, en realidad, atacando”57. Hasta llegar al día
definitivo de las 2 de la mañana del 25 hasta las 2 de la mañana del 26, en que
intervinieron 30 mil insurrectos.
Rusia formaba parte del club de las potencias imperiales, con Inglaterra,
Alemania, Francia y Austria-Hungría. Pero Rusia era altamente dependiente en
materia financiera e industrial, especialmente con Francia. La alianza franco-rusa
era un pivote de la política central europea.
“La presencia en la banca rusa por parte de Francia era de 55%, los
ingleses 10% y los alemanes 35%. Este capital extranjero controlaba
la metalurgia y las locomotoras entre 60 y 80%, la fabricación de
máquinas en el 100%, al igual que los astilleros en un 96%, el carbón
75% y el petróleo 60%. De manera exponencial, la deuda externa
rusa creció durante la guerra y, hay que significar que la producción
de equipos industriales era secundaria. Entonces, la debilidad de
la burguesía rusa era significativa, lo que reforzó que el carácter
atrasado y dependiente del imperio”58.
VI
Lenin teorizó la forma del Estado revolucionario bajo los parámetros del
Estado Comuna en su libro El Estado y la revolución, escrito en agosto-septiembre
de 1917. En sus Tesis de abril60¸ que orientaron la acción de los bolcheviques para
ganar con persuasión el apoyo de las masas, define el poder soviético en lucha
contra el poder de la burguesía y sus aliados, así: “Este poder es un poder del
mismo tipo que la Comuna de París de 1871”. Es la expresión de los de abajo,
constituidos en poder alterno a los de arriba. Es el poder dual, singular momento
de la revolución en pleno desarrollo, pero que no asume el poder total, sino que
todavía apoya el gobierno de los burgueses y social-revolucionarios de Kerensky
y otros.
La mayoría de los soviets son todavía partidarios de ese gobierno que promete
la creación de una Asamblea Constituyente. Habrá que influir con audacia y en
forma sistemática en la conciencia de las mayorías de los trabajadores y, de
acuerdo a su experiencia, para que los soviets decidieran apoyar un gobierno
dirigido por Lenin y su partido. Se trató de impulsar la transición al socialismo,
donde Rusia era el comienzo de una dinámica internacional. Al capitalismo, en su
fase imperialista como sistema internacional, había que oponer el socialismo en
la escena mundial61.
60 Lenin, Vladimir Ilich. “Tesis de abril”. En: Entre dos revoluciones. Moscú: Editorial Progreso, 1974. pp.
51-57.
61 Ver: Marx, Karl. “La guerra civil en Francia”. En: Obras escogidas. Vol. II. Moscú: Editorial Progreso,
1973. pp. 188-257. También: Lenin, Vladimir Ilich. “Las tareas del proletariado en la presente revolución”.
En: Entre dos revoluciones. Moscú: Editorial Progreso, 1974. p. 50-56. Raya Dunayevskaya afirma: “La
inseparabilidad de la política y la economía fue establecida por la Comuna con su propia existencia
práctica”. Ver: Dunayevskaya, Raya. Marxismo y libertad. Desde 1776 hasta nuestros días. México: Fon-
tanara, 2007. pp. 128. 131
Richard Pipes dedica un capítulo de su obra, titulado “El golpe de octubre”62,
al triunfo de los bolcheviques y de los soviets. Se opone al relato revolucionario
y reafirma la tesis de Curzio Malaparte de que octubre fue el primer golpe de
Estado moderno y Trotsky su realizador. Dice:
VII
Sin referirse a las tesis del golpe de Estado de Cursio Malaparte y Richard
Pipes, retomando la interpretación anarquista, Taibo toma partido por la tesis del
golpe de Estado, sumándole en que este tuvo un amplio apoyo social, sobre todo
en Petrogrado y Moscú. Se aparta, eso sí, de reconocer que estaba en curso una
genuina revolución social, utilizando en cambio el eufemismo de “colapso social
64 Trotsky, León. Lecciones de octubre. ¿Qué fue la Revolución rusa? Buenos Aires: Biblioteca proletaria,
1971. pp. 83-84. 2ª edición. Aquí Trotsky está reiterando lo afirmado en sus Historia (p. 333). También:
Lenin, Vladimir Ilich Entre dos revoluciones. Op. cit.
65 Lenin, Vladimir Ilich. “El marxismo y la insurrección”. En: Obras escogidas. Moscú: Editorial Progreso,
1970. Tomo II. pp. 393-398.
66 Taibo, Carlos. Anarquismo y revolución en Rusia 1917-1921. Madrid: Editorial catarata, 2017. 2ª edición.
p. 134.
67 Ibídem. p. 76, cap. 3. 133
la inmensa mayoría de la población. La jactancia de que hacían gala
los bolcheviques de que la Revolución misma costó especialmente
pocas vidas y de que la mayor parte de las pérdidas lo fueron en los
intentos realizados por sus enemigos para arrancar la victoria de las
manos de los que ya la tenían ganada, estaba justificada”68.
Referencias bibliográficas
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
135
¿Por qué el inconsciente colectivo
jungiano no es en sí mismo algo
propiamente colectivo?
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
Leonardo Francisco Sierra70
Introducción
Según Carl Gustav Jung, los arquetipos son símbolos con autonomía
significativa, contenidos por una instancia psíquica e inalterable del inconsciente.
Estos contenidos anímicos existen en la mente de todo individuo, sin la influencia
de su experiencia consciente y circunstancial del mundo; por lo tanto, son
universales. Su especulada inmanencia les confiere una propiedad psicoidal. A
esto es a lo que Jung llama el inconsciente colectivo. No obstante, se cree que,
para el campo de la sociología, lo colectivo no es necesariamente sinónimo de lo
universal, como lo afirma Jung en su modelo psicológico.
Por lo general, las diversas acepciones del término colectivo tienden a usarse
para describir los productos socializados, que fundamentan y regulan la vida de una
comunidad, y no tanto para referirse a los contenidos, o significados universales,
que puedan permanecer tácitos en las regiones más profundas del inconsciente.
Por su parte, los significados autónomos de los símbolos arquetípicos enunciados
por Jung, admitidos como correlatos de aquellas adquisiciones fundamentales
de la humanidad, no ofrecen una explicación de los procesos sociológicos que
permitieron su empoderamiento colectivo.
Por lo tanto, se propone la crítica del uso del término colectivo, como epíteto
de los arquetipos universales jungianos. La idea general consiste en establecer
cómo se podría comprender sociológicamente la trascendencia universal de
los significados arquetípicos hacia los fundamentos colectivos de la sociedad
y sus formas prácticas, sin depender del axioma metafísico de la inmanencia.
Finalmente, se espera establecer por qué lo universal no debería de ser admitido
Este trabajo tiene como propósito principal argumentar por qué los contenidos
universales del inconsciente arquetípico jungiano no deberían comprenderse
en sí mismos como algo propiamente colectivo. Antes de continuar, conviene
construir un breve glosario de los términos que rodean la concepción jungiana del
inconsciente colectivo y de otros conceptos relacionados.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
se empoderan colectivamente sus significados arquetípicos, como fundamentos
normativos de la colectividad.
Diversas fuentes coinciden en afirmar que los pelasgos debieron ser el pueblo
más autóctono de Grecia. Al respecto, Indro Montanelli señala lo siguiente:
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
sincretismo patriarcal de Hesíodo y su teogonía mazculinizante del mundo.
141
La propuesta de un enfoque psicológico integral y su correspondencia
interdisciplinaria con los hallazgos antropológicos
Es por ello que, a diferencia de las matemáticas, que pueden excluir del
conjunto de los números pares a los impares, las ciencias humanas deben
reconocer que todos los individuos pertenecemos irremediablemente a un gran
grupo, que no es un grupo, sino un universo autocontenido. Somos y hemos sido
tanto individuos como sujetos; en esencia homogéneos, como nos lo sugieren
la mitología y la antropología, pero circunstancialmente heterogéneos, según lo
consignado por la historia y la política.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
Sin duda, la humanidad es un objeto de estudio interdisciplinario y, quizás por
sus misteriosos condimentos arquetípicos, ningún sujeto de la especie pudo ser
afirmado como tal, o despojado de manera perenne de su condición humana,
partiendo del estudio fragmentario de las ciencias humanas ni de ningún decreto
arbitrario producido por la política.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
Jung afirma que los arquetipos y sus significados universales han existido
desde siempre en esta “alma colectiva”, reconocida metafóricamente por Freud, y
que su clara coincidencia con los productos de la cultura debería admitirse como
una tendencia de estos, causalmente desligada de los efectos producidos por tal
cúmulo de experiencias. En su lectura psicoanalítica de la humanidad, el hombre
es un animal sobre todo religioso y, dentro de su ejercicio terapéutico, sostiene
que el alma colectiva es el núcleo arquetípico de la vida anímica individual y sus
aflicciones.
Ante esta posible petición de verdad, revelada por el Jung agónico, juzgamos
pertinente una reformulación menos perspectivista y religiosa de la naturaleza
psicoidal de los significados arquetípicos.
Con ello esperamos corroborar, dentro del ámbito de la psicología, los motivos
antropológicos y sociológicos de la primera representación del arquetipo de la
gran madre, defendiendo desde la cultura, y no desde la inmanencia, la propiedad
psicoidal de su impronta universal.
Es claro que ese algo que les confiere trascendencia colectiva a los símbolos
del inconsciente colectivo jungiano es la experiencia humana acumulada, o
episteme social del mundo, proyectada representativamente en beneficio de
las generaciones venideras. Esto es a lo que se refiere Freud en Tótem y tabú
146
cuando afirma: “Si los procesos psíquicos de una generación no continuaran
desarrollándose en la siguiente, cada una de ellas se vería obligada a comenzar
desde un principio el aprendizaje de la vida, lo cual excluiría toda posibilidad de
progreso en este terreno” (Obras completas, CLIX, Tótem y tabú, p. 1588).
Los significados universales del inconsciente, sobre los que Jung reafirma una
incontrovertible independencia anímica, podrían ser también objetos prácticos
del psicoanálisis freudiano. Las funciones psicológicas cognoscitivas se valen
inicialmente de los sentidos para la captación particular de los objetos del mundo.
Por el influjo del principio de realidad, estas impresiones particulares de la realidad
configuran una visión individual del mundo, en términos de placer y displacer.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
proceso de socialización. Con este se pacta la represión consciente de algunas
pulsiones placenteras, en beneficio de la estabilidad colectiva. En el caso de la
sociedad matriarcal primigenia, la identificación del nexo consanguíneo significó la
adquisición del primer valor asociativo de la humanidad y, por tanto, la proscripción
del salvajismo del individuo más fuerte, aunada a la prescripción normativa de sus
acciones arbitrarias como vicios universales.
Engels afirma que con ello emerge triunfante la sociedad matriarcal primigenia.
El propósito fundamental de estas comunidades y sus formas protodemocráticas
fue la consecución de un bienestar concertado y sostenible para la totalidad de
sus individuos. Los autores de la ley matriarcal se comprometieron a luchar, al
unísono, en contra de todo individuo que buscara su bienestar personal por
medio de la fuerza, y a costa del displacer de los demás.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
el yo parece mantener sus límites claros y precisos (Obras completas.
CLIX. El malestar en la cultura. p. 2822).
150
Sobre lo que hace del inconsciente universal jungiano algo
verdaderamente colectivo
Tal vez Jung evade el correlato antropológico de sus hallazgos, porque intuye
en este la posibilidad de una relación causal entre los eventos sociológicos y
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
el reconocimiento universal de los significados arquetípicos que invaden su
inconsciente colectivo. Sentimos que el autor esquiva los interrogantes que surgen
a partir de este dilema filosófico, argumentando que la inmanencia de su universo
arquetípico es la verdadera fuente de su potencia psicoidal (Jung, 1970).
Todas las instancias anímicas propias del ser humano, como podría
describirse el sitio inconsciente de los significados arquetípicos, son, sin duda,
constituyentes universales de la psiquis humana; pero lo universal no es sinónimo
de lo propiamente colectivo, como lo afirma Jung en la cita previa. De llegar
a aceptarse, sin reparos, la especulada existencia inmanente de los significados
arquetípicos, definitivamente esta sería algo universal, o propio de todo individuo
152
perteneciente a la especie humana.
Pese a ello, una facultad innata no es, en sí misma, una producción colectiva,
sin que la colectividad reconozca su carácter de útil. Por lo tanto, los significados
del inconsciente colectivo de Jung no podrían admitirse, en sí mismos, como algo
colectivo, por el simple hecho de representar un rasgo universal de la especie.
En otras palabras, y llevando este discurso hacia lo genérico, dentro del grupo
de las propiedades innatas y universales de la condición humana podríamos
agrupar al inconsciente colectivo de Jung con la facultad de razonar, y con la
habilidad de caminar erguidos. La falange griega, por ejemplo, caminaba erguida
como todos los demás seres humanos, pero en formación, y persiguiendo un
objetivo establecido racionalmente por la colectividad.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
que una facultad innata del ser humano sería universal. Sin embargo, notamos
que lo innato no es per se algo propiamente colectivo o mástil de la colectividad.
Comprenderemos entonces que, en sí mismos, y sin el influjo de la psiquis
individual freudiana, los contenidos arquetípicos no podrían trascender hacia
la consciencia del individuo ni del fuero anímico individual a la fundamentación
sociológica de la colectividad.
Conclusiones
Tal como ocurre con la facultad universal de pensar, o con la facultad de caminar
erguidos, los supuestos contenidos arquetípicos, en sí mismos, no ofrecen una
explicación satisfactoria de la coyuntura genética que nos hace a todos partícipes
de la humanidad. De hecho, este último concepto adquiere sentido colectivo en
los escenarios de la experiencia comunitaria, no antes. Luego, existe una diferencia
importante entre la propiedad psicoide y universal especulada en los arquetipos
jungianos y el valor colectivo que asumen desde el momento cultural que reclama
la institución simbólica de sus significados.
Aunque la propiedad psicoidal del inconsciente colectivo exista o no, tal como
Jung la postula, el significado autónomo de sus “protovalores colectivos” se vería
sujeto a transitar de lo meramente universal a lo colectivo, por mediación de la
consciencia, que posibilita la valoración comunitaria del significado arquetípico.
La estética representativa, que refuerza a ultranza la utilidad sociológica de los
significados arquetípicos, produce relatos elevados del universo; los primeros
reconocidos fueron los mitos teogónicos.
una tabula rasa; lo describe como una continuidad entre generaciones y advierte
que, de cierta forma, somos parte de una gran alma única, de un hombre único
e inmenso.
¿Por qué el inconsciente colectivo jungiano no es en sí mismo algo propiamente colectivo? / Leonardo Francisco Sierra
de la causalidad sociológica, como fuste de las adquisiciones primordiales de la
humanidad. Los significados arquetípicos afirmados por Jung son moralejas sin
historia; no dan razón de los procesos humanos que propiciaron su reconocimiento
colectivo. Aquellos reclamaron la instrumentalización consciente y socializada
de los significados arquetípicos, de acuerdo con eventos sociológicos precisos
evidenciados en parte por la antropología.
Referencias bibliográficas
156
Pensando la democracia griega con
Castoriadis y Loraux
Eduardo Geovo Almanza71
Introducción
Aquí surge una pregunta: ¿la democracia, como imaginario social instituido,
requiere para su fundamentación de una teoría? Frente a lo anterior, sostengo
como tesis que considero acertada la lectura de Castoriadis, ya que, si bien no
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
(322b) para hacer frente al acoso de las fieras y, en segundo lugar, a establecer
unas normas para el entendimiento entre la colectividad. Incluso esta capacidad
política la establecen los hombres inducidos por la necesidad y guiados por la
experiencia; ya que los primeros intentos fracasan. Así pues, se puede suponer
que estas nociones constituían la base de la teoría protagórica sobre la justicia y
la política.
160
Castoriadis: la democracia griega como autonomía, autolimitación y
autoinstitución
Ahora bien, para Castoriadis, hay dos casos en que se presenta una ruptura
acerca de las significaciones dadas en las sociedades heterónomas. Estos dos
casos son, por una parte, la Grecia antigua, que va del siglo VII al V, y, por otra
parte, la Europa occidental a partir del Renacimiento, en las que se instaura la
democracia y la filosofía (1998b: 159; 2006: 25). Lo importante para Castoriadis
es que, en ambos casos, asistimos al reconocimiento incipiente de que la fuente
de la ley es la sociedad misma, somos nosotros quienes establecemos nuestras
propias leyes, por lo que se abre la posibilidad de discutir y cuestionar la institución
existente de la sociedad. Esto significa que una sociedad es autónoma cuando no
solo sabe que es ella la que hace las leyes, sino que, además, es capaz de ponerlas
explícitamente en cuestión (1998a: 244).
Si bien es cierto que no podemos afirmar que hasta ahora haya habido una
Referencias bibliográficas
165
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
Mecanismos judiciales para asegurar
la efectividad de las sentencias
emitidas por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en casos
contra Colombia
Magda Ligia D’janon Donado72
Sergio Hernando Castillo Galvis73
Introducción
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
Estado colombiano ha asumido obligaciones en el Sistema Regional de
Protección de los derechos humanos, materializado en dos obligaciones
primarias señaladas en la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(en adelante CADH)76: a) Obligación de respetar los derechos y garantías
previstos en el instrumento y b) El deber de adoptar las medidas internas
correspondientes para garantizar la coherencia entre el instrumento regional
y las disposiciones de orden interno.
75 Es posible mencionar la Sentencia T-016 (2007), proferida por la Honorable Corte Constitucional, que,
a partir del estudio sobre el derecho a la salud, determinó lo siguiente: La implementación práctica de
los derechos constitucionales fundamentales siempre dependerá de una mayor o menor erogación
presupuestaria, de modo que despojar a los derechos prestacionales –como el derecho a la salud,
a la educación, a la vivienda, al acceso al agua potable, entre otros- de su carácter de derechos
fundamentales resultaría no sólo confuso, sino contradictorio. Al respecto, se dice, debe repararse
en que todos los derechos constitucionales fundamentales –independientemente de si son civiles,
políticos, económicos, sociales, culturales o ambientales– poseen un matiz prestacional; así que, si se
adopta esta tesis, de ninguno de los derechos, ni siquiera del derecho a la vida, se podría propugnar
la fundamentalidad. Restarles el carácter de derechos fundamentales a los derechos prestacionales no
concuerda, por lo demás, con las exigencias derivadas de los pactos internacionales sobre derechos
humanos; mediante los cuales se ha logrado superar esta diferenciación artificial que hoy resulta
obsoleta, aunque sea explicable desde una perspectiva histórica.
76 Organización de los Estados Americanos (1969); Convención Americana sobre Derechos Humanos,
artículos 1 y 2. 169
4. La efectividad de obligaciones de dar y derivar de la sentencia declaratoria
de responsabilidad internacional en contra de Colombia; y 5. Las conclusiones y
algunas recomendaciones, a partir de la ausencia de mecanismos que aseguren
el carácter integral de la reparación.
Metodología de investigación
77 CIDH. 1997. Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua (Fondo, reparaciones y costas), párrafo 74: “El artículo 8
de la Convención que se refiere a las garantías judiciales consagra los lineamientos del llamado “debido
proceso legal” o “derecho de defensa procesal”, que consisten en el derecho de toda persona a ser
oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada en su contra o para la determinación de sus derechos de carácter civil,
laboral, fiscal u otro cualquiera”.
78 OEA. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (1987). Opinión Consultiva OC-9. “garantías ju-
170 diciales en estados de emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos Humanos).
ordenamiento jurídico (a niveles tanto nacional como internacional)
que, efectivamente, salvaguarde los derechos fundamentales de la
persona humana (...)
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
dominio del jus cogens el acceso a la justicia entendido como la
plena realización de la misma, o sea, como siendo del dominio del
jus cogens la intangibilidad de todas las garantías judiciales en el
sentido de los artículos 25 y 8 tomados conjuntamente.
79 Corte Constitucional de Colombia. (2015). Sentencia T-005. Magistrado ponente: Mauricio González
172 Cuervo. Expediente T-4.426.042.
El artículo 33 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en el artículo 52
y siguientes el instrumento internacional estableció su organización,
composición y reglas procedimentales para el cumplimiento de su
misión. Así mismo, se consagró que la Corte cumpliría funciones
consultivas y también se le otorgó poderes jurisdiccionales para
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
decidir casos que los Estados Partes y la Comisión Interamericana
(conforme los artículos 34 y siguientes) pusieran en su conocimiento,
por violación de derechos reconocidos en La Convención.
ii) Concluye en la Sentencia T-654 (Corte Constitucional, 2016) que este Tribunal
Constitucional ha dejado claro que la aceptación de la jurisdicción de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos hace que sus sentencias sean de
obligatorio cumplimiento por el Estado.
Fue a partir de la sentencia emitida con ocasión del caso Velásquez Rodríguez
Lenguaje jurídico, filosofía del derecho y teoría jurídica
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
las aflicciones causados a la víctima directa y a sus allegados, el
menoscabo de valores muy significativos para las personas, así como
las alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de
existencia de la víctima o su familia. Dado que no es posible asignar
al daño inmaterial un equivalente monetario preciso, sólo puede ser
objeto de compensación, para los fines de la reparación integral a la
víctima, mediante el pago de una cantidad de dinero o la entrega de
bienes o servicios apreciables en dinero, que el Tribunal determine
en aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos de equidad,
así como mediante la realización de actos u obras de alcance o
repercusión públicos, que tengan como efecto el reconocimiento de
la dignidad de la víctima y evitar que vuelvan a ocurrir violaciones a
los derechos humanos.
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
dignidad humana, presentando un avance importante el Tribunal
Constitucional Nacional al emitir la orden al Ministerio de Relaciones
Exteriores de iniciar y coordinar todos los trámites pertinentes para
que se cumplieran los componentes de la medida de reparación
relativos a colocar una placa con los nombres de los 19 comerciantes
en el lugar en que se encontraba el monumento y efectuar una
ceremonia pública de inauguración, conforme a lo ordenado en la
Sentencia de la Corte Interamericana (parágrafo 8).
81 Partiendo del reconocimiento que ha hecho el Tribunal Internacional frente al papel que desempeña
la Corte Constitucional en el cumplimiento de las Sentencias emitidas: “Como la Corte ha señalado
con anterioridad, los tribunales internos también tienen –en el ámbito de sus competencias– un papel
fundamental en el cumplimiento o implementación de las Sentencias de la Corte Interamericana, ya
que deben velar por el acatamiento de las disposiciones convencionales. El que la Corte Interamericana
determine el estado de cumplimiento de las medidas de reparación ordenadas en sus Sentencias, no
excluye que los tribunales constitucionales asuman ese importante rol, tal como se desprende de la
referida sentencia del tribunal constitucional colombiano” (parágrafo 10). 177
a) Obligaciones de dar (indemnización / compensación); y b) Obligaciones de
hacer (medidas de rehabilitación y satisfacción.
Discusión
intensidad y, por tanto, efectuar una tasación frente al daño material y en algunos
casos, como lo ha determinado el Consejo de Estado en la Sentencia de Unificación
del 28 de agosto (2014, p. 33), un valor adicional por la configuración de un daño
autónomo denominado afectación a bienes constitucional o convencionalmente
protegidos.
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
Administrativo (Ley 1437 de 2011), referentes al cumplimiento de
las sentencias por las entidades públicas. Al respecto, la Corte
observa que sería relativamente sencillo obtener, por este medio,
el cumplimiento de las obligaciones de dar, es decir, el pago de las
indemnizaciones pecuniarias a cargo del Estado decretadas por la
Corte Interamericana, por lo que la acción de tutela, en principio, no
sería procedente en este ámbito.
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
No obstante, lo anterior materializa el flagelo de que en Colombia existe un
claro fraccionamiento en la reparación, dado que, aun cuando existen órdenes
expresas emitidas por la CIDH, en múltiples casos como 19 comerciantes, Masacre
La Rochela, Escué Zapata, Masacre de Mapiripán, entre otros, quienes fueran
encontradas por el Tribunal Interamericano como víctimas por el hecho ilícito
internacional en que incurre Colombia, generó órdenes tendientes a las medidas
de reparación con ocasión al daño generado, estableciendo como rasgo común
el carácter integral de esta reparación.
Para ello, fue necesario que las víctimas acudieran a la acción constitucional de
tutela, que solo en sede de revisión surtió los efectos debidos, en relación con la
orden dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores y, si bien es cierto que la CIDH 181
valora el cumplimiento de las medidas, igualmente señala que, para lograr dicho
cumplimiento, transcurrieron más de ocho años desde el vencimiento del plazo
dispuesto en la Sentencia para su cumplimiento (CIDH, párrafo 12, 2016).
Conclusiones
Mecanismos judiciales para asegurar la efectividad de las sentencias emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos contra
Derechos Humanos (CADH) y el reglamento interno de la CIDH, el mecanismo
por excelencia del Tribunal Internacional son las resoluciones de cumplimiento,
a partir de las cuales se efectúa un seguimiento a la debida ejecución de las
medidas impartidas en la sentencia, que corresponden a satisfacer la obligación
de reparar integralmente.
Referencias bibliográficas
184
Derecho constitucional global,
constitucionalismo crítico y
emancipación desde América Latina
Derecho constitucional global, constitucionalismo crítico y emancipación desde América Latina / Jairo Vladimir Llano Franco
Jairo Vladimir Llano Franco82
Introducción
Derecho constitucional global, constitucionalismo crítico y emancipación desde América Latina / Jairo Vladimir Llano Franco
Organización Mundial de la Salud, en 1946 (Sorensen, 2012, p. 106).
Derecho constitucional global, constitucionalismo crítico y emancipación desde América Latina / Jairo Vladimir Llano Franco
teorías del derecho se han internacionalizado desde la aparición del positivismo
jurídico; sin embargo, con la globalización las recientes teorías del derecho
llegan de una forma más directa; ya que los autores y los expertos de estas
teorías comparten sus postulados personalmente con quienes las reciben e
incorporan para sus transformaciones jurídicas por medio de foros, debates y
clases; también la innovación en las tecnologías de la comunicación determina
que las relaciones académicas sean más fluidas a través de redes sociales o
videoconferencias, a esto se suma las publicaciones que llegan casi de forma
inmediata a todas partes del mundo, es así como la difusión contemporánea del
neoconstitucionalismo como teoría del derecho y los debates que esta suscita
llegan inmediatamente a los sitios de recepción y se presenta el fenómeno de la
globalización del derecho constitucional: “El neoconstitucionalismo […] parece
contar cada día con más seguidores sobre todo en el ámbito de la cultura
jurídica italiana y española, así como en diversos países de América Latina”
(Carbonell, 2010, p. 161).
Derecho constitucional global, constitucionalismo crítico y emancipación desde América Latina / Jairo Vladimir Llano Franco
y el Sur Global: “El derecho del Sur Global, históricamente, se ha considerado un
elemento secundario de alguna de las principales tradiciones jurídicas del mundo.
La mayoría de los sistemas jurídicos del Sur Global, de acuerdo con ese argumento,
reproducen el derecho europeo o angloamericano” (Bonilla, 2015, p. 18).
En los Estados Unidos la teoría crítica del derecho está relacionada con los
diferentes enfoques y corrientes que han afectado la ciencia jurídica en una amplia
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dimensión y que se encuentra en las distintas prácticas del derecho como disciplina
científica, entre las corrientes que fueron antecedentes e incluían la perspectiva
crítica se encuentra el realismo jurídico que como teoría es la que mayor recepción
ha tenido tanto en al ámbito teórico como práctico en lo respectivo al contexto
estadounidense: “Las pistas de Holmes inspiraron al movimiento del realismo
jurídico estadounidense: en palabras de uno de sus mayores representantes, Karl
Llewellyn, el realismo consideraba que el derecho es un medio para alcanzar los
fines sociales y no un fin en sí” (González Jácome, 2017, p. 18).
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y practicantes del derecho en los distintos puntos cardinales de los Estados Unidos:
“El proyecto de los estudios jurídicos críticos tuvo su germen […] de finales de los
años sesenta a principios de los setenta […] fijó el escenario para la gestación de
una nueva camada de estudiantes, activistas y profesores de derecho rebeldes”
(Moro, 2010, p.12).
En el contexto europeo la teoría crítica del derecho tendría sus desarrollos por
medio de movimientos que se fueron consolidando por países como el derecho
alternativo en Italia, “…, al sintagma uso alternativo del derecho, que fue utilizado
para dar título a las aportaciones de un seminario de juristas celebrado entre los
días 15 y 17 de mayo de 1972, en Catania, Italia, organizado por Pietro Barcellona”
(Ibáñez, 2016, p. 442). El uso alternativo del derecho se configuraría como una
respuesta al positivismo y al formalismo jurídico dominante, determinando un
derecho que fuera más próximo a las realidades y que no pretendiera solamente
castigar o penalizar, sino también conciliar y mirar otras posibilidades distintas
a la penalización: “En Catania se reflexionó también sobre el papel del derecho
y del jurista y el juez demócrata sobre la posible contribución de ambos como
profesionales, en la perspectiva de una transición demócrata a una transición más
justa” (Ibáñez, 2016, p. 442).
Pero no solamente en Italia se propuso una perspectiva crítica del derecho, que
tuviera ruptura con el positivismo jurídico dominante, en contextos académicos
de producción, en teoría del derecho como Francia, la crítica hizo su aparición,
con postulados que impulsaban la relación del derecho con la realidad social:
“Critique du Droit, como se llamó la asociación de juristas franceses que produjo
la crítica jurídica en Francia, adoptó una posición teórica inspirada en Althusser […]
rechazaba el simplismo del positivismo tradicional de los juristas […] calificaba su
propio trabajo como “ciencia” (Correas, 2005, p.159).
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la crítica ha sido un acompañante esporádico de ciertas transformaciones
constitucionales, con la aparición de los derechos sociales a mediados del siglo XX
y la corriente neoconstitucional en los años 70 se produjo parcialmente ruptura con
el predominio positivista que el movimiento crítico del derecho había cuestionado,
desde distintos espacios académicos a nivel internacional, esta ruptura impulsaría
la aparición de múltiples teorías constitucionales que innovarían el derecho
constitucional como el constitucionalismo crítico que pretende una propuesta
alternativa del constitucionalismo y que se encuentra soportado íntimamente en
la teoría crítica: “Existe en el actual estado de desarrollo de los análisis y estudios
constitucionales numerosas y excelentes manifestaciones críticas sobre múltiples
aspectos [...] convertir la teoría en fundamento de la estrategia, para posibilitar un
alterconstitucionalismo o mostrar que otro constitucionalismo es posible” (Martin,
2014, p.11).
Este constitucionalismo crítico que se referencia cada día más por estudiosos
y ciudadanos ha tenido múltiples avances, como lo sucedido en América Latina
con la proclamación de las constituciones de Venezuela (1999), Ecuador (2008) 195
y Bolivia (2009) y surge lo que se conoce como el Nuevo Constitucionalismo
Latinoamericano, que responde de forma parcial al desafío de crear propuestas
y postulados constitucionales más adecuados a la realidad de la región, también
toma fuerza lo que se conoce como constitucionalismo popular que tiene como
concepto su desarrollo en Estados Unidos o el constitucionalismo transformador
que se relaciona con las transformaciones jurídicas del Sur-Global.
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por medio de relaciones interculturales entre las distintas comunidades indígenas,
afros, campesinas, pobladores urbanos marginados, entre otras, logran alianzas
que permiten avanzar en sus procesos reivindicativos: “…, el diálogo intercultural
[…] No son concesiones gratuitas y naturales, sino que consiguen, mediante
una acción voluntaria y deliberada, pero, a través de no pocos conflictos,
enfrentamientos y sufrimientos humanos en defensa de la autonomía y la dignidad
humana” (Fariñas, 2014, p. 80)
Conclusión
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Derecho constitucional global, constitucionalismo crítico y emancipación desde América Latina / Jairo Vladimir Llano Franco
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se terminó de imprimir en agosto de 2019.
Para su elaboración se utilizó papel bond beige de 70
gramos en páginas interiores y papel propalcote de 280
gramos para la carátula.