La Violencia Filio Parental

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Introducción

¡Bienvenido/a! Al realizar este curso aprenderás los principales conceptos


relacionados con la violencia filio-parental (VFP) o también llamada violencia
de hijos/as a padres. Para ello he organizado los contenidos en 10 lecciones que
proporcionan las principales claves para comprender este tipo de violencia:

1. Introducción
2. ¿Qué es la violencia filio-parental?
3. Tipos de violencia filio-parental
4. El ciclo de la violencia filio-parental
5. ¿Por qué se produce?
6. Perfil de los jóvenes
7. Perfil de las familias
8. Estilos educativos parentales
9. Conclusiones finales
10. Bibliografía de interés

Aunque este concepto sea reciente, los primeros estudios son de los años 50
centrados en la violencia que los hijos varones ejercían hacia sus
madres (Sears, MacCoby y Levin, 1957).

En la actualidad han aumentado las investigaciones ya que el número


de denuncias se han incrementado desde el 2003. Pero los datos oficiales
corresponden a los casos de denuncia y por tanto los más graves, por lo que es
probable que existan un mayor número de casos que no aparecen reflejados en
las estadísticas.

Por todo esto, la violencia filio-parental tiene una importante repercusión a


nivel social y también familiar ya que favorece situaciones de estrés y tensión
familiar ante la falta de ayuda y conocimientos sobre cómo lidiar esta situación.

Por lo que el objetivo de este curso es difundir y proporcionar conocimientos


relacionados con este nuevo tipo de violencia familiar. Para ello abordaremos
diferentes temas relacionados con la violencia filio-parental, por lo que espero
que aprendas y disfrutes del curso.
¿Qué es la violencia filio-parental?
En primer lugar, debemos saber cuál es la definición de violencia filio-parental.
Es un término relativamente reciente por lo que existen diferentes definiciones,
las más utilizadas son las siguientes:

 Cottrell (2001) define la violencia filio-parental como todos


aquellos actos cometidos por un hijo o una hija para causar
intencionalmente daño físico, psicológico o económico, o para
obtener control o poder sobre su progenitor.
 Para Paterson, Luntz, Perlesz y Cotton (2002) la violencia
filio-parental consiste en actos agresivos sí otros en la familia
se sienten amenazados, intimidados o controlados.

 En un intento por conjugar los elementos de diferentes


definiciones Aroca-Montolío (2010) propone la siguiente: “La violencia
filio-parental es aquella donde el hijo/a actúa intencional y
conscientemente, con el deseo de causar daño, perjuicio y/o sufrimiento
en sus progenitores, de forma reiterada, a lo largo del tiempo, y con el fin
inmediato de obtener poder, control y dominio sobre sus víctimas para
conseguir lo que desea, por medio de la violencia psicológica, económica
y/o física.” (p. 136)

 Por último, una definición más reciente sería la propuesta por Pereira
(2011) que incluye el conjunto de conductas reiteradas de agresiones
físicas (golpes, empujones, lanzamiento de objetos), verbales (insultos
repetidos, amenazas, chantajes) o no verbales (gestos amenazadores,
ruptura de objetos apreciados, robos) dirigida hacia sus progenitores.

Tipos de violencia filio-parental


Dentro de los distintos tipos de violencia, los más frecuentes son los siguientes:

 Violencia física: Consiste en el empleo voluntariamente de la fuerza física


contra ambos padres. Se caracteriza por ser un tipo de violencia con un triple
carácter: brutal, externa y dolorosa físicamente. Aquí se incluirían: golpear,
empujar, romper o arrojar objetos, escupir, etc.

 Violencia psicológica: Hace referencia a todas las conductas que producen


sufrimiento, infravaloración e intimidación en los padres suscitando temor en
ellos. Se presenta en forma de insultos, amenazas, privación de la
libertad, faltas de respeto y actitudes que producen baja
autoestima en los padres.

 Violencia emocional: Se diferencia de la violencia psicológica tal y como se ha


demostrado por numerosos estudios. La violencia emocional implica la
manipulación, hacer demandas difíciles de cumplir, hacerles pensar que están
locos o manipularles a través de amenazas.

 Violencia económica: Consiste en el control de los bienes e ingresos de los


padres. Aquí se incluirían conductas como robar dinero o pertenencias, vender
posesiones familiares, destruir el hogar o las pertenencias, generar deudas que
los padres deben cubrir y exigirles que les compren objetos.
El ciclo de la violencia-filioparental
En aquellos hogares en los que se produce este tipo de violencia nos
encontramos con jóvenes con falta de límites y con arrebatos difíciles de
controlar. A esto hay que añadir el profundo rechazo que presentan a ser
vigilados y supervisados por parte de sus padres. Es por ello que tras el análisis
de este tipo de conductas se ha propuesto un patrón o ciclo en la violencia filio-
parental (Aroca-Montolío, Lorenzo-Moledo y Miró-Pérez, 2014).

1. Los padres ante esta situación se ven desbordados ya que no saben


cómo lidiar con los jóvenes y las estrategias que ponen en práctica no
tienen efecto. Es por ello que adoptan una actitud conciliadora con la
finalidad de reducir la tensión familiar, lo que el hijo/a interpreta como
una sumisión por parte de sus padres.

2. Ante esta situación, la baja autoridad parental percibida por el hijo/a


provoca un incremento en las conductas violentas y exigencias.

3. El incremento de las conductas violentas del hijo/a aumenta frustración


en los padres debido a la tensión y hostilidad en el hogar. Por lo que en
esta situación es más probable que adopten medidas coercitivas,
castigos y reprimendas.

4. Todo lo anterior más que calmar la situación generará de nuevo


un incremento de las conductas violentas del hijo/a. Ante esta
situación los padres ceden y vuelven al paso número 1.

Por lo que nos encontramos en un ciclo difícil de romper. Se produce una


escalada de la violencia que culmina con la sumisión parental, por lo que el
hijo/a aprende a conseguir lo que quiere por medio de la violencia.

Ciclo de la violencia filio-parental

¿Por qué se produce?


Respecto a una posible explicación sobre este tipo de violencia, existen
diferentes hipótesis. En los últimos años una de las hipótesis que ha cobrado
más fuerza hace referencia a la bidireccionalidad de la violencia intra-
familiar (Ibabe y Jaureguizar, 2011).

A través de diferentes estudios se ha observado que aquellos hijos/as que han


sido maltratados por sus padres presentan una mayor probabilidad de ser
violentos con ellos, produciéndose una transmisión intergeneracional de la
violencia. Además se ha observado una correlación positiva entre la gravedad y
frecuencia de los castigos corporales cuando eran niños y las agresiones
dirigidas hacia los padres durante la adolescencia.

Dentro de la violencia intra-familiar también se incluye la violencia de género.


El hecho de estar expuesto a este tipo de violencia constituye un importante
factor de riesgo que aumenta la probabilidad de conductas violentas hacia la
madre.

Esto se explicaría a través de la teoría del aprendizaje social, a través de la


observación aprenden a ser violentos con su entorno. Diferentes estudios
reflejan como ser testigo o víctima de la violencia familiar y el estilo educativo
influye en el comportamiento de los hijos/as. Cuando se produce la violencia
intra-familiar se aprende a utilizar la violencia como método de resolución de
conflictos y el hecho de que las madres sean las principales víctimas de la
violencia filio-parental puede ser fruto de la observación en aquellas situaciones
en las que el padre maltrata o infravalora a la madre.

Por otro lado, también se han evaluado las razones de los jóvenes para ser
violentos con sus padres. Conocer las razones por las que los jóvenes son
agresivos nos proporciona más información para comprender mejor este
fenómeno. Las razones más frecuentes fueron las razones
instrumentales (utilizar la violencia como un medio para obtener lo que
desean), las razones afectivas (enfados, protestas o sentirse incomprendido
ante una situación) y las razones defensivas (incluye la defensa propia o de
otras personas), lo que estaría relacionado con la violencia intra-familiar (Calvete
y Orue, 2016).

Pero debemos tener en cuenta que aunque las investigaciones realizadas hasta
la actualidad apuntan en esta dirección, todavía es necesaria más investigación
que confirme dichas hipótesis.

Perfil de los jóvenes


De los resultados de las investigaciones realizadas hasta la actualidad, el perfil
que podríamos extraer sería el siguiente:

 La edad de los jóvenes está entre los 10 y los 19 años. El inicio de este
tipo de conductas violentas se sitúa entre los 11 y los 15 años,
disminuyendo a medida que aumenta la edad.

 Respecto al sexo, en la mayoría de las investigaciones las agresiones más


graves o que llegaban a ser denunciadas procedían de los hijos. Las tasas
también eran altas en el caso de las hijas pero es más frecuente que
utilicen la violencia psicológica.

 Suelen presentar altas tasas de fracaso escolar así como desajustes en el


aula, con indisciplina, aversión e incluso agresiones dirigidas hacia sus
profesores. Con una alta probabilidad de que presenten conductas
antisociales fuera del hogar.

 Respecto a la etnia, es más frecuente en jóvenes caucásicos que en


afroamericanos, de Medio Oriente o de Asia.

 Presentan bajos niveles de inteligencia emocional, sentimientos


de soledad e importantes dificultades a la hora de relacionarse
socialmente.

 Por último, se ha visto una relación positiva con el consumo de


drogas. En muchas ocasiones las agresiones se producían bajo los
efectos de su consumo o por la demanda de dinero para su adquisición.

Además de conocer el perfil de los jóvenes es importante saber cuáles son las
características de las familias que sufren este tipo de violencia, lo que se
abordará en la siguiente lección.
Perfil de las familias
Respecto al perfil de las familias, las investigaciones realizadas hasta la
actualidad reflejan lo siguiente:

 La estructura familiar se caracteriza porque existe una mayor


prevalencia en familias monoparentales, reconstituidas o familias de
otro tipo.

 El estatus socioeconómico de las familias no se ha visto relacionado con


este tipo de violencia, produciéndose tanto en familias con ingresos
medios como en familias con un nivel socioeconómico bajo.

 Además se ha visto una relación positiva entre un clima familiar


negativo y la violencia filio-parental. Destacan los estudios que
identifican una asociación positiva entre la violencia filio-parental con el
estar expuesto a violencia de género o recibir agresiones durante la
infancia por parte de sus progenitores. Y en un estudio se observó que
estaba asociaba con el sentimiento de culpa del adolescente sobre el
conflicto inter-parental (Zuñeda, Llamazares, Marañón y Vázquez,
2016).

 La relación existente entre padres e hijos/as se caracteriza por bajos


niveles de afecto y una comunicación problemática.

 Tradicionalmente los estudios se focalizaban en las agresiones dirigidas


exclusivamente hacia las madres. Sin embargo, en la actualidad no
existen grandes diferencias en la prevalencia de agresiones dirigidas
hacia madres y padres, pero las madres siguen siendo las principales
víctimas de este tipo de violencia.

Este sería una breve descripción de las características de las familias en las que
se produce violencia filio-parental, pero una las variables más estudiadas es el
estilo educativo parental que será tratado en la siguiente lección.
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Estilos educativos parentales


Una de las variables más estudiadas ha sido la relación entre la violencia filio-
parental y los estilos de crianza. Es por ello que antes de analizar su
asociación, debemos familiarizarnos con los siguientes términos.

El estilo educativo parental hace referencia a las estrategias o modo en que


los padres educan a sus hijos/as, establecen normas, resuelven los problemas y
el tipo de autoridad que ejercen sobre ellos.

Tradicionalmente Schaefer diferenció 4 tipos de estilos educativos en función de


la calidez y el control parental:

 Democrático: Este estilo educativo parental se caracteriza porque


presenta una buena comunicación con su hijo/a. Adopta castigos
proporcionales y razonables, y es flexible a la hora de establecer las
normas teniendo en consideración la opinión de su hijo/a.

 Permisivo: Existe una buena comunicación y afecto entre padres e


hijo/as. Pero existe una falta de normas y limites por lo que la interacción
está dirigida por los intereses y deseos del hijo/a.

 Autoritario: Se establecen normas sin tener en cuenta la opinión del


hijo/a, utiliza castigos severos y excesivos en caso de incumplimiento.
Existe una pobre comunicación, afecto, con falta de independencia y
flexibilidad.

 Negligente: No establece normas, límites y no proporciona afecto. Se


caracteriza porque no ejercen su rol como padres.

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Centrándonos en las investigaciones recientes los resultados no son claros


respecto a la asociación entre el estilo educativo parental y la violencia de
hijos/as hacia padres. Sin embargo, se ha encontrado una alta relación entre
estrategias coercitivas (castigo, supervisión y coste de respuesta) con la
violencia filio-parental (Ibabe 2015, 2016) y con una percepción de sus padres
como críticos, rechazantes y permisivos negligentes (Contreras y Cano, 2014).

Por tanto podríamos concluir, que los estilos educativos parentales negligente,
permisivo y autoritario son los que presentan un mayor riesgo para este tipo de
violencia.

Conclusiones finales
La violencia filio-parental se trata de un problema social que ha cobrado
importancia en los últimos años debido al incremento de denuncias por parte
de los progenitores, así como la creciente alarma social generada por los
medios de comunicación.

A día de hoy sigue sin existir un consenso en su definición, pero se ha


observado un ciclo que refleja las fases de las conductas violentas en el hogar
así como una posible hipótesis explicativa basada en la bidireccionalidad .

Respecto al perfil de los jóvenes y de las familias, existen diversas


características que los definen aunque los resultados de los estudios respecto a
algunas variables son contradictorios por lo que es necesaria más investigación.

Por último, se ha visto una importante relación entre el estilo educativo de los
padres y el riesgo del desarrollo de conductas violentas. De cara a la
prevención e intervención es necesario prestar atención a dicha variable ya que
puede ayudar a evitar que en un futuro se produzca este tipo de violencia.

En definitiva, aunque la investigación sobre la violencia filio-parental ha


aumentado en estos últimos años, es necesaria más investigación. Son pocos los
estudios que abordan la intervención para estos casos y hay relaciones entre
variables que no han sido clarificadas por la literatura.

Y para finalizar, me gustaría darte las gracias por realizar el curso y espero que
hayas disfrutado y aprendido.

Bibliografía de interés

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