Trastorno Depresivo
Trastorno Depresivo
Trastorno Depresivo
Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un duración
suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una disminución del
interés o del placer despertado por las actividades. Se desconoce la causa exacta, pero
probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las concentraciones de
neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina y factores psicosociales. El
diagnóstico se basa en la anamnesis. En el tratamiento se utilizan fármacos o psicoterapia y,
en ocasiones, terapia electroconvulsiva.
se clasifican algunos tipos de trastornos según los síntomas específicos:
1. Trastorno depresivo mayor (a menudo denominado depresión)
Los trastornos depresivos pueden presentarse a cualquier edad, pero es típico su desarrollo
en la adolescencia y entre los 20 y los 30 años.
Las personan que han tenido un episodio de depresión mayor tienen un riesgo más alto de
sufrir otros episodios en el futuro. Las mujeres tienen un riesgo más alto, pero no hay
ninguna teoría que explique por qué. Los posibles factores incluyen los siguientes:
Algunos pacientes con depresión descuidan su higiene personal o incluso a sus hijos, otros
seres queridos o a sus mascotas.
Para el diagnóstico, ≥ 5 de los siguientes síntomas deben haber estado presentes casi todos
los días durante un período dado de 2 semanas, y uno de ellos debe ser el estado de ánimo
depresivo o pérdida de interés o placer:
Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades la
mayor parte del día
Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del apetito
Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el mismo
paciente)
Para el diagnóstico, los pacientes deben haber tenido un estado de ánimo depresivo la
mayor parte del día, con más días presente que ausente durante ≥ 2 años, más ≥ 2 de los
siguientes:
Insomnio o hipersomnia
Baja autoestima
Sentimientos de desesperanza
Las manifestaciones son similares a las del síndrome premenstrual pero son más intensas,
causando malestar clínicamente significativo y/o notable deterioro de la actividad laboral
o social. El trastorno puede comenzar en cualquier momento después de la menarquia;
puede empeorar a medida que la menopausia se acerca, pero cesa después de la menopausia.
La prevalencia se estima en 2 a 6% de las mujeres que menstrúan en un intervalo dado de
12 meses.
Para el diagnóstico, los pacientes deben presentar ≥ 5 síntomas durante la semana anterior
a la menstruación. Los síntomas deben comenzar a remitir a los pocos días después de la
aparición de la menstruación y son mínimos o nulos en la semana después de la
menstruación. Los síntomas deben incluir ≥ 1 de los siguientes:
Hipersomnia o insomnio