ORINA
ORINA
ORINA
de orina en un pequeño recipiente de plástico. Normalmente solicitamos que se use la primera orina
de la mañana, excluyendo el primer chorro. Esta pequeña cantidad de orina excluida sirve para
eliminar las impurezas que puedan estar en la uretra (canal urinario que trae la orina de la vejiga).
Después de la eliminación del primer chorro, se llena el recipiente con el resto de la orina.
La primera orina de la mañana es la más usada, sin embargo no es obligatorio que así sea. La orina
puede ser recogida en cualquier periodo del día.
La muestra de orina debe ser recogida idealmente en el propio laboratorio, pues cuanto más fresca
esté, más confiables son los resultados. Un intervalo de más de dos horas entre la recolección y la
evaluación normalmente invalidan cualquier resultado, principalmente si la orina no hubiese
permanecido bajo refrigeración.
El análisis de orina es divido en dos partes. La primera es hecha a través de reacciones químicas y
la segunda por visualización de gotas de orina por el microscopio.
En la primera parte, se sumerge una cinta en la orina, llamada dipstick, como en la foto en el
comienzo del texto. Cada cinta posee varios cuadraditos de colores compuestos por sustancias
químicas que reaccionan con determinados elementos de la orina. Esta parte es tan simple que
puede ser hecha en el propio consultorio médico. Después de un minuto, se comparan los colores
de los cuadraditos con una tabla de referencia que suele venir en la envoltura de las propias cintas
del análisis de orina.
A través de estas reacciones y con el complemento del examen microscópico, podemos detectar la
presencia y la cantidad de los siguientes datos de la orina:
Densidad.
pH.
Glucosa.
Proteínas.
Hematíes (sangre).
Cetonas.
Urobilinógeno y bilirrubina.
Nitrito.
Cristales.
Células epiteliales y cilindros.
Los resultados del dipstick son cualitativos y no cuantitativos, es decir que la cinta identifica la
presencia de esas sustancias citadas arriba, pero la cuantificación es apenas aproximada. El
resultado es normalmente suministrado en una graduación de cruces de 1 a 4. Por ejemplo: una
orina con “proteínas 4+” presenta una gran cantidad de proteínas; una orina con “proteína s 1+”
presenta una pequeña cantidad de proteínas. Cuando la concentración es muy pequeña, algunos
laboratorios suministran el resultado como «trazos de proteínas».
1. UROBILINOGENO Y BILIRRUBINA: Son ausentes en la orina, aunque pueden indicar enfermedad
hepática (hígado) o hemólisis (destrucción anormal de los hematíes). La bilirrubina sólo suele
aparecer en la orina cuando sus niveles sanguíneos sobrepasan 1,5 mg/dL.
En ambos casos son negativos, así que no indicaría alguna patología grave.
2. CETONAS: Los cuerpos cetónicos son productos de la metabolización de grasas. Normalmente no
están presentes en la orina.
Es negativo, así que no indicaría alguna patología grave.
3. GLUCOSA: Toda la glucosa que es filtrada en los riñones es reabsorbida hacia la sangre
por los túbulos renales. De este modo, lo normal es no presentar evidencia de glucosa en la
orina. La presencia de glucosa en la orina es un fuerte indicio de que los niveles
sanguíneos están altos. Es muy común que personas con diabetes mellitus presenten
pérdida de glucosa por la orina. Esto ocurre porque la cantidad de azúcar en la sangre está
tan alta que parte de ésta acaba saliendo por la orina. Cuando los niveles de glucosa en la
sangre están arriba de 200 mg/dl, generalmente hay pérdida en la orina. La presencia de
glucosa en la orina sin que el individuo tenga diabetes suele ser una señal de enfermedad en
los túbulos renales. Eso significa que a pesar de no haber exceso de glucosa en la orina, los
riñones no consiguen impedir su pérdida. Básicamente, la presencia de glucosa en la orina indica
exceso de glucosa en la sangre o enfermedad de los riñones.
Es negativo, así que no indicaría alguna patología grave.
4. PROTEINAS: La mayoría de las proteínas no son filtradas por el riñón, por eso, en situaciones
normales, no deben estar presentes en la orina. En realidad, existe apenas una pequeña cantidad
de proteínas en la orina, pero son tan pocas que no suelen ser detectadas por el test de la cinta. Por
lo tanto, una orina normal no posee proteínas. Existen dos posibilidades de que se presente el
resultado de la proteínas en la orina: en cruces o un estimado en mg/dL:
6. DENSIDAD: La densidad del agua pura es igual a 1000. Cuanto más cerca a este valor, más
diluida está la orina. Los valores normales varían de 1005 a 1035. Orinas con densidad cerca
de 1005 están bien diluidas; cercanas a 1035 están muy concentradas, indicando
deshidratación. Orinas con densidad cerca de 1035 suelen ser muy amarillas y normalmente
poseen hedor fuerte.
- una densidad igual o superior a 1,010 podría indicar una deshidratación leve.
7. SANGRE: Así como en las proteínas, la cantidad de hematíes (glóbulos rojos) en la orina es
insignificante y no pueden ser detectados a través del examen de la cinta. Una vez más, los
resultados suelen ser suministrados en cruces. Lo normal es que haya ausencia de hematíes
(hemoglobina).
- Ccc
9. LEUCOCITOS: Los leucocitos, también llamados de piocitos, son los glóbulos blancos,
nuestras células de defensa. La presencia de leucocitos en la orina suele indicar que hay
alguna inflamación en las vías urinarias.
10. SEDIMENTACIÓN:
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las infecciones
de las vías urinarias. Los medicamentos que te receten y el tiempo de uso dependen
de tu estado de salud y del tipo de bacterias que se encuentren en la orina.
Infección simple
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones urinarias simples
comprenden:
Por lo general, los síntomas desaparecen al cabo de unos pocos días de tratamiento.
Sin embargo, es posible que tengas que continuar con los antibióticos durante
una semana o más. Completa todo el tratamiento con antibióticos según lo recetado.
En el caso de una infección urinaria sin complicaciones que se presenta cuando, por lo
demás, eres una persona sana, el médico puede recomendarte un tratamiento más
breve; por ejemplo, tomar un antibiótico durante uno a tres días. No obstante, que este
tratamiento breve sea suficiente para tratar la infección depende de tus síntomas
específicos y de tu historia clínica.
El médico también puede recetarte un medicamento para el dolor (analgésico) que
insensibiliza la vejiga y la uretra para aliviar el ardor al orinar, pero generalmente el
dolor se calma poco después de comenzar con el antibiótico.
Infecciones frecuentes
Antibióticos de dosis baja, inicialmente durante seis meses, aunque a veces por
más tiempo
Autodiagnóstico y tratamiento, si permaneces en contacto con el médico
Una sola dosis de antibiótico después de tener relaciones sexuales si las
infecciones están relacionadas con la actividad sexual
Terapia con estrógeno vaginal si estás en la posmenopausia