Rcionalidad
Rcionalidad
Rcionalidad
Summary: The mathematical systems, individual Euclid's geometry, for a long time
were considered to be valid, certain and in direct relation with the physical reality,
nevertheless what will remain clear it is that in the above mentioned systems there
Magíster en filosofía, Pontificia Universidad Javeriana de Colombia; Especialista en Docencia Universitaria,
Universidad Cooperativa de Colombia; Filósofo de la Universidad Nacional de Colombia; Lic. En Ciencias
Sociales y Económicas de la Universidad Libre. Docente e investigador de la Universidad Cooperativa de
Colombia, campus de Villavicencio. [email protected] Grupo de investigación Prometeo.
sublies a problem of logical order. Now then, the problem of the consistency ends in
a more general problem of the mathematical philosophy that it makes necessary to
judge the logic aristotélica and the absolute parmenídeo of the Being, who turns into
natural condition of the human rationality. The classic rationality is sustained by the
logical beginning that never constitute the only and absolute truth. The application of
the axiomatic one to the logic and mathematics generated several philosophical
currents: the logicismo, the formalism and the intuicionismo. The conclusion of these
currents is going to allow to ratify the superiority of the plurality of the thought on the
rational univocidad as of the closed systems. From here it passes to justify an
epistemología and complex rationality.
El primer gran intento de crítica de la razón clásica se presenta con Kant; pero,
éste no cuenta con una actitud favorable hacia la lógica y tampoco con los elementos
adecuados para llevar a cabo una crítica radical de aquella. Kant en polémica con los
empiristas la emprende en crítica arrolladora contra la razón empírica pura, sin
embargo, por cuanto parte de la validez de la ciencia misma, sólo llega a establecer la
existencia de juicios sintéticos a priori. Pero, la ciencia de la geometría no se basa en
la intuición a priori del espacio, las geometrías no-euclidianas no nacen allí, de
manera tal que, el espacio, al igual que el tiempo, como formas a priori de la intuición,
no constituyen el fundamento adecuado de las matemáticas; lo que subyace es un
problema lógico.
Entre los postulados de Euclides había uno que llamaba de manera especial la
atención. Era el quinto postulado de su famoso libro Los elementos, que hacía
referencia a su concepción de las paralelas, dando por sentado que, por un punto
exterior a una recta sólo se puede trazar una paralela y sólo una. Este postulado trató
de demostrarse como teorema en función de los cuatro postulados restantes y no fue
posible. Fue Gauss el primero que tuvo una visión clara de una geometría distinta a la
tradicional a partir de la independencia del quinto postulado. Pero no es sino hasta
1826 con N. Lobachevsky, y en 1832 con J. Bolyai que se publican los primeros
trabajos de geometría no-euclidiana. En la geometría no-euclidiana de Lobachevsky-
Bolyai se postuló que por un punto exterior a una recta, pasan dos rectas paralelas a
ella y, en caso extremo, infinitas paralelas a la recta dada. Por su parte, en el año de
1854, B. Riemann en su tesis doctoral consideró que no hay ninguna paralela a una
recta dada, y que la suma de los ángulos de un triángulo equilátero es mayor a dos
ángulos rectos (en la geometría de Euclides es igual y en la de Lobachevsky es menor).
De todo esto se desprendía una gran consecuencia: que las proposiciones
fundamentales de la geometría de Euclides no eran axiomas en su acepción tradicional
o sea, verdades evidentes, sino simples hipótesis que se eligen convenientemente y en
absoluto necesidades a priori del pensamiento, lo que dio al traste con la Estética
Trascendental de Kant y aún con toda su Crítica de la Razón Pura. Que la geometría
euclidiana no es la única representación posible del espacio lo atestiguan las
geometrías no-euclidianas, pues como bien afirma Dou (1970):
Este programa generó varias corrientes filosóficas entre las que se destaca el
logicismo, el formalismo y el intuicionismo. Los logicistas quisieron reducir la
matemática a un sistema de conceptos lógicos al considerar que la lógica es la más
general de todas las ciencias. Los primeros intentos de demostración de esta tesis se
deben a G. Frege y a J. Peano pero, son A. N. Whitehead y B. Russell quienes
realmente introducen y desarrollan la tesis de reducir la matemática a una rama de la
lógica en su ya famoso texto, Principia Mathematica.
Lo que algunos decenios antes, había pasado con la geometría. Así como
ésta había dejado de ser única, por la aparición de las geometrías no-
euclidianas, después de ser intuitiva, por la puesta en forma axiomática,
asimismo la lógica se pluraliza y se axiomatiza. Era inevitable que la lógica,
convertida en deductiva, se transformara también en el sentido de una
axiomática abstracta. (Dou, 1970: 55).
Es gracias a esta propiedad de abstracción de la lógica que podemos formular
proposiciones formales en dichas disciplinas, esto es, carente de contenido, por cuya
razón la nueva lógica –al igual que la matemática- será considerada una ciencia
analítica o tautológica de donde deriva su necesariedad y universalidad. Esta
interpretación de la lógica es la que permite el surgimiento de las lógicas divergentes,
plurivalentes o no-clásicas, puesto que la lógica clásica no es más que un sistema
formal que reduce su evidencia a una permanente confrontación empírica. Hay dos
consecuencias que debemos destacar: las nuevas lógicas no se reducen a la estructura
de sujeto y predicado (s es p) sino que consideran básicamente relaciones; por otra
parte, los valores de verdad de verdadero y falso son trascendidos en más de tres
valores, haciendo posible estas dos características una interpretación más adecuada de
la realidad del mundo como de la sociedad.
Queda claro, que la axiomática cuenta con limitantes y que los grandes avances
de las ciencias lógicas y matemáticas más recientes han tenido que admitir que la
intuición no se puede desterrar de una vez y por siempre, lo que más que un defecto,
se traduce en un alcance que ratifica que no hay ninguna dualidad en el marco de la
ciencia en tanto que ciencias formales o racionales de una parte, y ciencias fácticas o
empíricas de otra; algo así como el mundo sensible y el mundo inteligible de su
clasificación, sino que sencillamente las ciencias participan de una doble naturaleza,
o mejor, de una “doble lectura” como consecuencia de sus diferentes grados de
abstracción. No son más que dos estados distintos del pensamiento científico, como
bien lo considera Blanché (1965: 79 - 81).
Todo lo anterior nos permite atestiguar que una vez más, la historia y el
conocimiento científico demuestran que es irrefutablemente superior la pluralidad del
pensamiento y de las formas a la univocidad lineal de los sistemas cerrados. La
efectiva construcción de lógicas no-clásicas (lógicas polivalentes) utilizadas en el
ámbito matemático permiten prever modificaciones profundas en el modo de razonar
cotidiano y por consiguiente en el comportamiento humano. Esto dará como
consecuencia una revolución de la conciencia, tan indispensable en la comprensión
de la vida actual reducida al maniqueísmo de blanco y negro. Así como las geometrías
no-euclidianas refutaron el absoluto de la creación de la geometría euclidiana o el a
priori sintético, la construcción de lógicas polivalentes refutó a su vez el a priori
analítico, es decir, el carácter apodíctico y absolutista de una determinada constitución
de la razón. No cabe la menor duda que la vida ha de trascender las vacuas formas
tautológicas por la re-creación de una realidad aleatoria y, por consiguiente, de una
re-presentación de la misma en el marco de una indeterminación y, de una lógica de
racionalidad distinta: la racionalidad compleja.
Conclusión
Para Morin la epistemología compleja no está ni por encima ni por debajo del
conocimiento, y como la epistemología no se restringe al conocimiento científico en
tanto que conocimiento exclusivamente racional sino que reconoce a su vez los
conocimientos no racionales, la epistemología compleja se convierte en una pan-
epistemología lo que en sentido estricto implica hablar de un conocimiento del
conocimiento; pero al mismo tiempo la epistemología compleja es una meta-
epistemología por cuanto trasciende los criterios de demarcación establecidos por el
pensamiento neopositivista. Para Morin se trata de superar la fragmentación del
conocimiento producto de pequeñas parcelas de estudio o de objetos de estudio
restringidos que implican una división disciplinar que arroja a su vez diferentes
percepciones de la realidad, así mismo, del uso de métodos homogéneos y rígidos que
distorsionan la visión del mundo, que excluye saberes, que producen “ceguera” sobre
objetos de la realidad al tiempo que “iluminan” a otros objetos (Leyva Rodríguez,
2008: 2; Morin, 2006b: 33).
Kant, I. (1979). Crítica de la Razón Pura. Vol. I, II. Buenos Aires: Editorial Losada.