Los Pactos Biblicos Estudio
Los Pactos Biblicos Estudio
Los Pactos Biblicos Estudio
EL PACTO
Existe un patrón con respecto a los Pactos contenidos en la Biblia. Básicamente tal
patrón o modelo es la parte que toma la iniciativa y que no se describe a sí misma
y lo que ha hecho. Luego hay una lista de obligaciones mutuas entre las distintas
partes que intervienen en el Pacto. A continuación está la parte que trata de las
recompensas y los castigos que se relacionan con el cumplimiento o el
quebrantamiento del Pacto.
La idea de Pacto podría expresarse como que Dios habla a su pueblo y le dice: Si
me amas y lo demuestras guardando mis preceptos, yo seré tu Dios y tú serás mi
Pueblo consagrado y mi propiedad personal; todas mis bendiciones estarán sobre
ti. Pero si me abandonas, tendrás que experimentar qué duro es dejar a tu Dios.
Por lo general los Pactos fueron hechos por Dios con un pueblo de pactos: Israel.
El apóstol Pablo declara en Romanos 9:4 que la nación de Israel había recibido
Pactos del Señor, y aclara en Efesios 2:11-13 que los gentiles no han recibido
ninguno de tales Pactos y, por consiguiente, no gozan de las relaciones de estos
Pactos con Dios.
Estos dos pasajes bíblicos nos muestran en forma negativa que los gentiles no
gozaban de las relaciones de estos Pactos, y de forma positiva que Dios había
entrado en relaciones de Pactos con Israel. Pero en Cristo los gentiles han llegado
a ser participantes del Nuevo Pacto y, por consiguiente, de las bendiciones del
mismo.
Los Pactos de Dios contenidos en la Biblia se clasifican en dos clases: aquellos que
son condicionales y los que son incondicionales.
LOS PACTOS
Es el primero de los ocho grandes pactos bíblicos que determinan la vida del
hombre y su salvación, y en los cuales todas las Escrituras se concretan, tiene
siete elementos.
En el huerto del Edén el hombre y la mujer eran responsables de lo siguiente :
F - Abstenerse de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
G - El castigo : muerte.
El Pacto Adámico fue el primer Pacto que Dios hizo con el hombre. Fue un pacto
condicional con Adán en el cual la vida y bendición o la muerte y maldición
dependían de la fidelidad de Adán hacia Dios. Incluía el dar a Adán la
responsabilidad de ser el padre de la raza humana, sojuzgar la tierra, tener
dominio sobre los animales, cuidar las cosechas y no comer del árbol del
conocimiento del bien y del mal. Por haber fracasado Adán y Eva al comer la fruta
prohibida, fue impuesta la muerte por su desobediencia. Adán y Eva murieron
espiritualmente de inmediato y necesitaron nacer de nuevo para ser dignos de la
salvación. Más tarde murieron también físicamente. Su pecado hundió a toda la
raza humana en el pecado y en la muerte.
Pero posteriormente Dios hizo este Pacto con toda la raza humana después de la
caída. Es un Pacto en el que Dios declara al hombre lo que será su vida por causa
del pecado.
12Y Dios añadió: «Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con
ustedes y con todos los seres vivientes que los acompañan: 13He colocado mi arco
iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. 14Cuando yo
cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, 15me acordaré del pacto
que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las
aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. 16Cada vez
que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto que
establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra».
17Dios concluyó diciéndole a Noé: «Este es el pacto que establezco con todos los
seres vivientes que hay en la tierra».
Este pacto fue hecho con Noé y sus hijos y, mientras que repite algunos rasgos del
Pacto Adámico, introdujo algunos principios nuevos de gobierno humano como
un medio para frenar el pecado.
El Pacto con Noé incluía la profecía concerniente a los descendientes de sus tres
hijos, y designaba a Sem como el único de quien vendría la línea divina que
seguiría hasta la llegada del mesías. El dominio de las naciones gentiles en la
historia del mundo está implicado en la profecía concerniente a Jafet (Génesis
9:25-27). Así como el Pacto Adámico introdujo la dispensación de la conciencia,
así el Pacto Noémico introdujo la dispensación del gobierno humano.
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: —Yo
soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable. 2 Así confirmaré
mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera.3 Al oír que Dios
le hablaba, Abram cayó rostro en tierra, y Dios continuó:4 —Este es el pacto que
establezco contigo: Tú serás el padre de una multitud de naciones. 5 Ya no te
llamarás Abram,[a] sino que de ahora en adelante tu nombre será Abraham,[b]
porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones. 6 Te haré tan
fecundo que de ti saldrán reyes y naciones. 7 Estableceré mi pacto contigo y con
tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu
Dios, y el Dios de tus descendientes. 8 A ti y a tu descendencia les daré, en
posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y
yo seré su Dios.
El primero de los Pactos hechos por Dios con la nación de Israel fue el Pacto
Abrahamánico, del que abundan referencias en la Biblia. Este Pacto tiene una
importante influencia sobre la doctrina de la Salvación por Jesucristo. Pablo de
Tarso, escribiendo a los gálatas dice que los creyentes entran en las bendiciones
prometidas a Abraham (Gálatas 3:8-9). Puede decirse que el Pacto Abrahamánico
es la base de los demás Pactos con el pueblo de Israel. Las promesas de tierra de
este Pacto con Abraham se desarrollan en el Pacto Mosaico, las promesas acerca
de la simiente se desarrollan en el Pacto Davídico, y las promesas de bendiciones
se desarrollan en el Nuevo Pacto.
Segundo, a través de Abraham fue hecha la promesa de que emergería una gran
nación (Génesis 12:2). En el propósito de Dios esto se refiere a Israel y los
descendientes de Jacob, quienes formaron las doce tribus de Israel. A esta nación
le fue dada la promesa de la tierra (Génesis 12:7).
Una tercera área principal del Pacto fue la promesa de que por medio de
Abraham vendría bendición al mundo entero (Génesis 12:3). Esto tendría su
cumplimiento en que Israel sería el canal principal de la revelación divina de Dios,
la fuente de los profetas, quienes revelarían a Dios. En forma suprema, la
bendición a las naciones sería dada a través de Jesucristo, quien sería un
descendiente de Abraham. Dada la revelación especial con Dios, Él pronunció una
solemne maldición sobre aquellos que maldijeran a Israel, y una bendición a
quienes bendijeran a Israel (Génesis 12:3)
El Pacto Mosaico fue dado a través de Moisés para los hijos de Israel mientras
estaban viajando desde Egipto hacia la Tierra Prometida (Éxodo 20:1-18). En
Éxodo, y ampliado en muchas otras partes de la Sagrada Escritura, Dios le dio a
Moisés la Ley que serviría para ordenar su relación con el pueblo de Israel. Todos
los Mandamientos están clasificados en tres divisiones principales:
b) Los Juicios, relacionados con la vida social y cívica de Israel (Éxodo 21:1,
24:11)
8 »Pues bien, dile a mi siervo David que así dice el Señor Todopoderoso: “Yo te
saqué del redil para que, en vez de cuidar ovejas, gobernaras a mi pueblo Israel. 9
Yo he estado contigo por dondequiera que has ido, y he aniquilado a todos tus
enemigos. Y ahora voy a hacerte tan famoso como los más grandes de la tierra.
10 También voy a designar un lugar para mi pueblo Israel, y allí los plantaré para
que puedan vivir sin sobresaltos. Sus malvados enemigos no volverán a
humillarlos como lo han hecho desde el principio, 11 desde el día en que nombré
gobernantes sobre mi pueblo Israel. Y a ti te daré descanso de todos tus
enemigos.
»”Pero ahora el Señor te hace saber que será él quien te construya una casa. 12
Cuando tu vida llegue a su fin y vayas a descansar entre tus antepasados, yo
pondré en el trono a uno de tus propios descendientes, y afirmaré su reino. 13
Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono real para
siempre. 14 Yo seré su padre, y él será mi hijo. Así que, cuando haga lo malo, lo
castigaré con varas y azotes, como lo haría un padre. 15 Sin embargo, no le
negaré mi amor, como se lo negué a Saúl, a quien abandoné para abrirte paso. 16
Tu casa y tu reino durarán para siempre delante de mí;tu trono quedará
establecido para siempre”».
En las promesas del Pacto Davídico hecho entre Dios y David, Él amplía y confirma
las promesas de la descendencia que ya les había hecho a Abraham y a Moisés. El
Pacto Davídico era un Pacto incondicional en el cual Dios prometió a David un
linaje real sin fin, un trono y un reino, todo ello para siempre. En la declaración de
este Pacto Dios se reserva el derecho de interrumpir el reinado de los hijos de
David si era necesario el castigo (2ª. Samuel 7:14-15), pero la perpetuidad del
Pacto no podía ser quebrantada.
Desde el día en que el Pacto fue establecido y confirmado por Dios hasta el
nacimiento de Jesús, a David nunca le faltó un hijo que se sentase en el trono de
Israel (Jeremías 33:17) Porque así dice el Señor: “Nunca le faltará a David un
descendiente que ocupe el trono del pueblo de Israel.
31 »Vienen días —afirma el Señor— en que haré un nuevo pacto con el pueblo de
Israel y con la tribu de Judá. 32 No será un pacto como el que hice con sus
antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos
lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo —afirma el Señor—.33 »Este es
el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el
Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y
ellos serán mi pueblo. 34 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá
nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño
hasta el más grande, me conocerán —afirma el Señor—. Yo les perdonaré su
iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados».
Es un nuevo Pacto, en contraste con el Pacto Mosaico, el cual fue roto por Israel
(Jeremías 31:32).
El Nuevo Pacto garantiza todo lo que Dios se propone hacer para las personas
creyentes por medio de la Sangre de su Hijo Jesús. El acto de creer no es una
parte del Pacto, sino la base sobre la cual el creyente es admitido para disfrutar
de las bendiciones eternas que el Pacto ofrece. El Nuevo Pacto no es hecho con
los no redimidos, sino con los que creen en Dios, y promete que en favor de ellos
estará la fidelidad del propio Dios. Y toda otra promesa semejante a ésta,
relacionada con el poder que Dios manifiesta en la salvación y cuidado de los
suyos, es parte de este Nuevo Pacto de Gracia.
Esta salvación se efectuará sobre la base única de la Sangre que Cristo derramó
en la cruz. Por medio del sacrificio de su Hijo, Dios es tan libre para salvar una
nación como lo es para salvar a un solo individuo o a toda la humanidad.
Se esperaba que todos llegaran a ser miembros fieles del Pacto desde el
momento de su nacimiento, y fieles también a las obligaciones que les imponía el
Pacto, para así poder recibir los beneficios y bendiciones del mismo. De igual
manera se espera que aquellos que han nacido de nuevo y han entrado a formar
parte del Nuevo Pacto o Pacto de Gracia se mantengan santos y guarden los
mandatos del Pacto.
CONCLUSION
En todos los casos Dios toma la iniciativa: no se trata de un acuerdo entre partes
iguales; Dios establece los términos. Los da a conocer y sólo Él garantiza su
cumplimiento. Los seres humanos disfrutan de las bendiciones del Pacto en tanto
obedezcan y cumplan los mandatos de Dios.