Descripcion de Niveles Intelectuales (Wisc)

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Tipos de discapacidad intelectual

(y características)

Una clasificación de rangos de bajo Cociente Intelectual, con sus


características y limitaciones.
por Oscar Castillero Mimenza

Oligofrenia, retraso mental, discapacidad intelectual… todas estas palabras se


refieren a un mismo concepto, con el que nos referimos a aquellas personas que
poseen unos recursos cognitivos menores a lo esperable por su edad
cronológica. Gente que presenta alguno de los tipos de discapacidad
intelectual.

Este tipo de discapacidad provoca por norma general severas dificultades de


adaptación al medio, a menos que se les otorgue el suficiente nivel de ayuda. Pero
la discapacidad intelectual no única y homogénea en todos las personas que la
padecen, sino que podemos encontrar diferentes tipos o grados en función al
grado de afectación funcional y nivel de Cociente Intelectual.

La distribución normal y la inteligencia


La inteligencia es un constructo que se refiere a la capacidad del individuo de
ser capaz de adaptarse al medio y resolver las situaciones con las que se
encuentre. Independientemente de cómo sea vista dentro de las múltiples teorías al
respecto, diferentes personas van a tener organizadas de diferente manera y van a
ver afectadas sus capacidades mentales por diversos motivos y variables. Cada uno
de nosotros dispone de un grado de habilidad o capacidad concreto y distintivo en
los distintos ámbitos y habilidades, incluyendo la capacidad de resolver problemas
y adaptarse al medio.

Para valorar el nivel de inteligencia de la población se ha empleado de manera


tradicional el nivel de Cociente Intelectual, entendido como la relación entre
edad mental y edad cronológica del individuo a valorar. Teniendo en cuenta que
existen una gran variabilidad en las puntuaciones reflejadas por el conjunto de la
población, es necesario tener en cuenta que siempre va a ser esperable que haya
una cierta dispersión de puntuaciones en torno a la media. Esta dispersión
esperable se conceptualiza como desviación típica.

Estadísticamente, la inteligencia sigue una distribución normal. Es decir, si


puntuamos las habilidades cognitivas de una población con un test de
inteligencia, una gran mayoría de las personas tendrían puntuaciones muy
parecidas entre sí mientras que pocos individuos tendrían puntuaciones alejadas
de la mayoría. Las personas con este tipo de puntuaciones, alejadas de la mayoría,
podrían o bien puntuar más o bien menos.

Habiéndose fijado la media de Cociente Intelectual en un valor de 100 y siendo la


desviación típica de 15, son considerados normativos los valores que se encuentren
a una distancia de al menos dos desviaciones típicas. Si estas dos desviaciones se
dan por encima, estaríamos hablando de superdotación, mientras que si se dan
valores dos desviaciones por debajo de la media estaremos hablando de un nivel
de inteligencia correspondiente a la discapacidad intelectual.
 Artículo relacionado: “Inteligencia: el Factor G y la Teoría Bifactorial de
Spearman”

Tipos de discapacidad intelectual


La discapacidad intelectual es entendido como una condición en la que las
personas que la padecen tienen severas limitaciones y deficiencias en el
funcionamiento intelectual, teniendo problemas en el razonamiento, la
planificación, la resolución de problemas o el aprendizaje.

Además de ello estas personas presentan deficiencias en la adaptación al medio,


necesitando de ayudas en una o más dimensiones del funcionamiento humano para
que su vida cotidiana no se vea limitada en su autonomía personal y
participación social. Se cataloga como un trastorno del neurodesarrollo, siendo
necesario que estas dificultades sean observadas durante el desarrollo.

Sin embargo, esta no es un categoría totalmente homogénea, y es por eso que se


han establecido diferentes tipos de discapacidad intelectual según el grado en el
que se alejan de la media.

Diferentes grados de discapacidad


Las habilidades cognitivas son importantes para poder responder eficientemente a
las demandas del entorno. Así, las personas que tienen una capacidad reducida en
este tipo de habilidades se van a encontrar en dificultades para hacer frente a las
situaciones que aparezcan a lo largo de su vida.

En función del nivel de dificultad que encuentren estas personas en su día a día y
del nivel de CI reflejado por test de inteligencia, se ha considerado la existencia
de varios grupos, tipos o grados de discapacidad intelectual.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el grado de CI no es una medida absoluta,
sino relativa; siempre va en función de un grupo de referencia, ya que el Cociente
Intelectual indica la posición que ocupa la persona en la distribución de
puntuaciones obtenidas. Por consiguiente, cambiando el grupo de referencia una
puntuación puede estar dentro del rango normal de inteligencia o en lo que se
considera que es discapacidad intelectual. El CI indica diferencias individuales
entre personas, pero para medir en sí las capacidades cognitivas verdaderas de una
persona de manera exacta hay otras herramientas y métodos.

1. Leve
Se considera discapacidad intelectual leve o ligera a aquella que poseen las
personas con un Cociente Intelectual que se sitúa entre 50 y 70, correspondiendo
a dos desviaciones típicas por debajo de la media poblacional. La mayor parte de
personas con discapacidad intelectual (aproximadamente un 85%) se encuentran
en este nivel.

Las personas con este grado de discapacidad intelectual tienen principalmente un


retraso en el campo cognitivo y una leve afectación en el sensoriomotor. Las
capacidades de aprendizaje están ligeramente atrasadas, pero pueden permanecer
en el sistema educativo, formarse y ejercer una actividad profesional
adecuadamente. Son capaces de leer, escribir y realizar cálculos, si bien suelen
requerir un periodo de aprendizaje más largo que otros. De hecho, es posible que
durante preescolar no se observen grandes diferencias con sus semejantes.

Se pueden observar algunos problemas en la memoria, las funciones ejecutivas y


el pensamiento abstracto. Sus habilidades comunicativas y sociales pueden ser
buenas, si bien suelen mostrar alguna dificultad para detectar señales sociales y
regular sus emociones y comportamiento. Se trata de personas autónomas en su
mayoría, precisando de orientación social en situaciones concretas, y ayuda en
temas legales, económicos o la crianza de hijos. Si bien necesitan de apoyos, su
adaptación al medio es normalmente satisfactoria.

2. Moderado
En este grado de discapacidad intelectual las dificultades son mayores. A nivel
educativo suelen poder beneficiarse de formación laboral concreta, generalmente
de cara a realizar trabajos poco cualificados y con supervisión. Pueden tener
autonomía en el autocuidado y desplazamiento.

Las habilidades conceptuales de estos sujetos se desarrollan con gran lentitud,


habiendo una gran diferencia con respecto al grupo de iguales. Suelen necesitar
ayuda cuando las tareas a llevar a cabo exijan procesar conceptos complejos. Su
comunicación es eficiente en lo social, aunque poco compleja. El sujeto es capaz
de establecer relaciones con el entorno y hacer nuevos vínculos con personas
ajenas a la familia.

Si bien pueden tener problemas para seguir convenciones sociales, por lo general
se adaptan bien a la vida en comunidad, especialmente con supervisión. El
individuo puede responsabilizarse de sus propias decisiones y participar en la vida
social, aunque con ayudas y con un periodo de aprendizaje prolongado.

Las personas con un grado moderado de discapacidad intelectual suelen reflejar


un CI de entre 35-50.

3. Grave
Con un Cociente Intelectual de entre 20 y 35, los problemas para las personas con
este nivel de discapacidad son generalmente de gran importancia, precisando de
ayudas y supervisión continuada. Muchas de ellas presentan daños a nivel
neurológico.
A nivel conceptual las habilidades de las personas que padecen este grado de
discapacidad intelectual son reducidas, teniendo poca comprensión de la lectura y
conceptos numéricos. Comunicacionalmente el lenguaje es posible pero está
limitado, centrándose en el presente y siendo frecuente que emplean holofrases
o palabras sueltas. Comprenden comunicación gestual y oral sencilla, siendo la
relación con seres queridos fuente de alegría.

En las actividades del día a día estos sujetos necesitan siempre ser supervisados y
cuidados, dependiendo de ayudas y custodios. Pueden aprender a hablar y realizar
tareas simples. Su adaptación a la comunidad puede ser buena a menos que tengan
alguna otra discapacidad asociada. Adquirir habilidades es posible, necesitando
ayuda constante y un largo proceso de aprendizaje. Algunos de ellos se
autolesionan. A nivel legal se les considera incapaces de tomar sus propias
decisiones.

4. Profundo
El grado más elevado de discapacidad intelectual y también el más infrecuente,
las personas con este nivel de discapacidad tienen un CI inferior a 20. Necesitan
ser cuidados de manera constante, teniendo muy pocas opciones a menos que
gocen de un muy elevado nivel de ayuda y supervisión. Por lo general su tasa de
supervivencia es baja.

En su mayoría tienen grandes dificultades y otras discapacidades graves, así como


grandes problemas neurológicos. A nivel conceptual estas personas emplean tienen
en cuenta principalmente conceptos físicos, padeciendo graves dificultades para
emplear procesos simbólicos. El uso de objetos para el autocuidado, trabajo o
ocio es posible pero es frecuente que otras alteraciones impidan darles un uso
funcional. A nivel sensoriomotor están muy limitados, así como a nivel
comunicativo.
En lo que se refiere al ámbito comunicacional y social pueden llegar a comprender
instrucciones y gestos, pero tienen que ser sencillos y directos. La expresión
emocional se da principalmente mediante la comunicación no verbal directa, sin
simbolismo. Disfrutan de la relación con personas conocidas. A nivel práctico, el
sujeto tendrá dependencia para la mayor parte de actividades, aunque pueden
ayudar en algunas actividades, posibilitando que participen en la vida cotidiana del
hogar y la sociedad.

La necesidad de ayudas
Como conclusión del presente artículo es relevante mencionar que una
persona solo es discapacitada en la medida que no dispone de las herramientas
para adaptarse al medio, debido a sus dificultades y a la no presencia de apoyos
que les sirvan para resolverlas. En este sentido, la discapacidad intelectual no es
una excepción. No podemos limitarnos a señalar que alguien tiene discapacidad
intelectual y limitar el problema a lo individual; la sociedad tiene mucho que decir
a la hora de cambiar las condiciones de vida de estas personas en situación de
vulnerabilidad.

Debe trabajarse desde las diferentes disciplinas (psicología, ámbito judicial,


ámbito legislativo, educación y asistencia social, entre otros) con el fin de que estas
personas y las personas que las cuidan puedan participar de una forma activa en la
vida social de la comunidad, estableciendo puentes entre las capacidades de cada
individuo y lo que puede ofrecer y demandar la sociedad mediante la otorgación
de ayudas específicas y funcionales.
Referencias bibliográficas:

 American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de


los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.

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