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Ensayo: Los mitos de la planificación

Cuando hablamos de planificación dentro de las operaciones militares se


nos viene a la mente dos tipos de planeamiento que emplea el comandante
junto con su estado mayor, uno es planeamiento conceptual cuya herramienta
principal es la metodología del diseño y el otro es el planeamiento detallado en
donde se desarrolla el proceso militar de toma de decisiones.

A cerca de estos dos procesos surgen varios mitos que acrecientan más
la niebla que alrededor de este tema se cierne. Podemos decir que la
metodología del diseño es el proceso mediante el cual el comandante junto con
su estado mayor entienden el problema y el ambiente operacional, para ello el
comandante requiere de la participación de todo su estado mayor ya que el
planeamiento no es menester de unos pocos sino de todos en su conjunto.

Sin embargo, para iniciar el planeamiento el comandante emplea un


pequeño grupo que lo va a asesorar en el planeamiento conceptual, pero a su
vez requerirá de la participación de todos los miembros de su estado mayor
para aprovechar de ellos su experiencia y su pensamiento crítico.

En general, se puede decir que la concepción de posibles soluciones al


problema militar que se enfrenta requiere del arte de la conducción en el nivel
operacional y que éste está correlacionado con la creatividad, pero poco se
reflexiona sobre cómo se logran personalidades con esa capacidad. Es allí
donde se pone de manifiesto el arte militar del comandante para dirigir ese
planeamiento apoyado de la ciencia militar, así pues, podemos decir que el arte
militar es considerado como el “conjunto de preceptos y reglas para la
organización y acción de los ejércitos”, y debe ser complementado con la
ciencia porque ésta lo valida en su esencia y ayuda a legitimarlo.

Por otro lado, en este último aspecto, por ejemplo, la metodología ha


insistido históricamente en la personalidad del comandante y la posibilidad de
que desestime el trabajo de su estado mayor, basándose en su propia
apreciación de situación o intuición.
Otro mito que surge durante el planeamiento o alrededor de él es el
hecho de que planeamos para situaciones conocidas y empleamos el diseño
cuando hay incertidumbre, pero lo cierto es que el ambiente operacional en el
cual se desarrollan las operaciones, dada la complejidad de la guerra y la
intervención de diferentes factores y actores, está rodeado de una “niebla” que
le da al comandante y a su estado mayor una incertidumbre acerca del futuro
de las operaciones y la realidad del problema.

Los pasos necesarios para precisar el problema militar que se afronta,


analizarlo en detalle, concebir posibles soluciones, elegir la más adecuada e
impartir las órdenes para transformar esa idea en acción, constituyen, en líneas
generales, lo que se conoce como método de planeamiento militar.

Por lo que podemos afirmar que tanto el diseño como el planeamiento se


desarrollan sin tener ningún miembro del equipo de planeamiento la certeza de
la realidad del problema, y por ende podemos decir que la metodología del
diseño y el proceso militar de toma de decisiones no son procesos aislados o
diferentes, sino muy por el contrario se complementan y traslapan durante todo
el proceso de planeamiento.

El diseño genera ideas que la planificación lleva a la práctica, pero


incluso después de que comience la planificación, el diseño continúa
informando a la planificación. Ambos son necesarios para hacer frente a las
complejas situaciones asimétricas actuales, sin embargo, mientras que las
actividades de planificación están bien estudiadas y claramente delimitadas
tanto en la doctrina militar, no podemos decir lo mismo del diseño. Los
procedimientos de planificación actuales incluyen algunas medidas que podrían
ubicarse más correctamente dentro de la etapa de diseño.

Ahora abordaremos otro mito que plantea que la utilización de la


metodología del diseño asegurará la resolución del problema correcto de la
manera correcta, ante esto diremos que el método constituye una de los
sistemas de apoyo a la toma de decisiones y no reemplaza el buen juicio
profesional logrado a través de la educación continua, la experiencia y el
esfuerzo de auto preparación del militar. La insistencia en la importancia de la
personalidad del comandante como factor decisivo en el proceso de toma de
decisiones debería dejar lugar a conceptos más modernos en la conducción de
organizaciones como la gestión de equipos talentosos o los caminos para
orientar el comportamiento humano a los objetivos de la organización. Tanto en
la metodología del diseño como en el método de toma decisiones se necesita
arte y ciencia, pero aplicarlas correctamente en el nivel operacional requiere de
profesionales creativos capaces de encontrar soluciones novedosas a
problemas militares que se reconocen como complejos y de capacidad para
evaluar las alternativas científicamente de forma tal que se pueda sostener la
decisión adoptada con argumentos lo más objetivos posibles. En tiempos en
que los términos creatividad, innovación y cambio forman parte del lenguaje de
una organización moderna, es deseable que esta dinámica alcanzada después
de muchos años, en donde se encuentran presentes la reflexión, el intercambio
de opiniones y la actualización, se mantenga vigente en el tiempo evitando
interrumpirse.

Sin duda, la secuencia analítica, singular, sistemática y comprobada que


brinda este método desde sus primeros pasos, aporta un enfoque analítico que
conduce hacia la resolución de problemas y es un instrumento facilitador del
desarrollo de apreciaciones y planes para la toma final de una decisión exitosa.

En efecto, las diferentes herramientas empleadas en el mundo para la


toma de decisiones, basan su método en entender de manera detallada las
diferentes circunstancias que no solo afectan el producto final que es la
decisión, sino la misma aplicación del método o herramienta.

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