Limbo

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El limbo: es la parte ancha de la hoja.

Tiene
dos caras: el haz que es la parte de arriba de
la hoja cuando está en la planta, y el envés
que es la que queda hacia abajo.

Los nervios: son una especie de arrugas o


canales que recorren el limbo de la hoja. En
realidad, son los vasos conductores que
discurren a lo largo de su superficie.
El pecíolo: es la parte de la hoja que une el
limbo al tallo. Tiene forma de rabito y, a través
de él, discurren los vasos conductores. Hay
algunas hojas que no tienen pecíolo. Estas
hojas sin peciolo se llaman sésiles. Existen
muchos tipos de hojas, que se diferencian por
su forma: lobulada, ovalada, palmeada,
triangular, etc.
Las hojas son la parte de la planta que se encargan
de hacer la fotosíntesis y llevan a cabo los procesos
de respiración y transpiración.
Fotosíntesis, respiración y transpiración
Así como nosotros necesitamos respirar permanentemente para vivir y realizar nuestras tareas
con energía, también lo necesitan las plantas para poder crecer y reproducirse. Este proceso las
plantas lo realizan a través de las hojas, gracias a unos orificios llamados estomas. Tal vez
puedas verlos con una lupa. Cuando respiran, las plantas incorporan oxígeno y expulsan dióxido
de carbono a la atmósfera.

El proceso contrario a la respiración es la fotosíntesis, donde las plantas toman el dióxido de


carbono de la atmósfera, eliminan oxígeno y así producen materia orgánica. Las plantas
respiran durante todo el día, en cambio realizan la fotosíntesis sólo en las horas de sol ya que
necesitan de su luz.

Para la transpiración las hojas reciben el agua que ingresó a la planta a través de las raíces. Una
parte del agua la utilizan para fabricar su alimento, a través de la fotosíntesis, y el resto lo
eliminan por los estomas hacia el aire.

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