Etica y Moral de Colombia
Etica y Moral de Colombia
Etica y Moral de Colombia
La ética es el conjunto de normas morales que rigen la conducta humana, esta palabra
está muy relacionada con la moral y las buenas costumbres, es decir con lo que se cree
correcto dependiendo de la cultura y el medio en donde se estudie.
La moral se refiere al conjunto de creencias, practicas, valores y normas aceptadas por una
sociedad y que se constituyen en guías para el obrar de las personas.
Se observa que Colombia vive sitiada por el cruento problema de la violencia armada. Los insólitos
escandalo políticos. Las descaradas economías de origen delincuencial. También se palpa el
agobiante abandono estatal de la población mayoritaria por estructuras sociales, políticas y
económicas pesadamente injustas. El cumulo de problemas que sacuden al país en estos
momentos, manifiesta una evidente descomposición moral y un patente proceder contra la ética.
Colombia está políticamente limitada, por no decir atrasada. La ciudadanía está ávida en las nuevas
prácticas y liderazgos en los que a los gestores políticos se le exija públicamente responder,
respetar y ceñirse al cumplimiento de los derechos humanos, sociales y constitucionales en la
perspectiva de ampliar el panorama de lo que se conoce como democracia participativa.
El voto no solo es un derecho, sino una responsabilidad indelegable del ciudadano, ejercer el
derecho a votar es un acto moral de participación democrática y de virtud pública.
Hay que despertar el interés público y de reflexión por el derecho constitucional a votar libre y
soberanamente elegir y ser elegido. De tal forma que sufragar, no se convierta en un interés
privado capitalizado por los que hacen de la democracia electoral un festín económico y un poder
perpetuo. El reto es hacer del ejercicio político un principio de dignidad, de libertad y
responsabilidad social, para hacer de una política de lo ético y una ética de lo político.
Indiscutiblemente aunque el colombiano se caracteriza por ser pujante (“echao pa’ delante”),
creativo, amable, autocrítico, rápido para reaccionar y controvertir es también cierto que es de
mente cortoplacista y con poco “ego nacional”, lo que no le permite emprender proyectos colectivos
a largo plazo enfocados a cambiar la mentalidad tercer mundista y la copia de otras culturas de
consumo masivo que con lleva consigo el ideal de conseguir cada día más bienes materiales sin
importar el medio necesario para alcanzarlos dejando de lado la moral y la ética. A los colombianos
les falta PASIÓN y VALORES ÉTICOS fortalecidos que impliquen la búsqueda del bien común y lo
anhelado desde hace muchos años: LA PAZ.