Etica y Ciudadania
Etica y Ciudadania
Etica y Ciudadania
CONCEPTUALIZACION
GRUPO: 40002A_614
Los medios, canales informativos, redes sociales, muestran tanta información, verídica como falsa,
crean un caos y una confusión de que será la verdad verdadera, el enfrentamiento político es cada
vez más notorio y con expresiones bastante duras muy bien podemos evidenciar el caso de Uribe
con Samper al cual acusó de violador de menores, la política no se ciñe en buenos valores solo en
atacar y ser visto como el vencedor ante el pueblo, luego mentir y hacernos creer que si será elegido
creará un lugar de paz, armonía y buena economía, para luego llenarse los bolsillos.
La ética se encuentra en crisis en Colombia la corrupción se sumó a la violencia y a la quiebra de
la justicia, la justificación de la violencia fue acogida por buena parte de los intelectuales. La
violencia se hizo aceptable para los defensores del cambio revolucionario: si la sociedad es injusta,
la violencia armada se justifica.
Para finalizar podemos decir que la ética se encuentra herida en nuestro país y que hay mucha
desmoralización, claro, no solo política, podemos ver que la ciudadanía también va decayendo, los
incrementos de violencia en el hogar, los hurtos y todas esas cosas que llevan a la caída de la
sociedad. Debemos instaurar una cultura ciudadana la reincorporación de la urbanidad para el
convivir pacifico, hablar más sobre corrupción y despejarla de toda Colombia, pero todo eso lleva
tiempo, demasiado tiempo.
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR
(Eduard De Bono, 1985)
Pensamiento neutral.
En todo el mundo ha aumentado la corrupción, pero en Colombia se sumó a la
violencia y a la quiebra de la justicia.
Hoy la sociedad se encuentra hastiada de los niveles que ha alcanzado la
corrupción.
No se salva ningún sector; empresarios, políticos, gobierno, jueces,
magistrados, docentes, medios de comunicación, entidades de control fiscal y
administrativo, en fin, todo el estamento y la sociedad.
El incremento de la preocupación por la corrupción puede ser porque en efecto
hay más corrupción, porque hay más capacidad para detectar y denunciar la
corrupción, o por ambas.
En tiempos muy recientes, un factor que pudo incidir en el incremento de la
percepción de la corrupción han sido los escándalos en las altas cortes, como el
caso Pretelt o los carruseles de pensiones y nombramientos entre magistrados,
pues hasta hace relativamente poco la percepción ciudadana de las altas cortes
era bastante buena.
Pensamiento emocional:
Los colombianos viven un momento caracterizado por el pesimismo, la
polarización y la rabia, sentimientos que seguramente se reflejarán en las urnas
el año próximo.
Los colombianos han perdido la confianza y hay síntomas de una crisis de
legitimidad de las instituciones.
Colombia no puede darse el lujo de no entender el grado en el cual la corrupción
es un lastre que debemos dejar atrás.
Los colombianos estamos escandalizados por la corrupción. No sabemos
entonces si estamos peor, porque la corrupción ha aumentado, o si en cierta
forma estamos mejor, porque al menos algunas prácticas corruptas están siendo
destapadas y ahora escandalizan.
Pensamiento negativo:
Son muchos y muy variados los indicios que señalan a Colombia como un país
que está viviendo una profunda crisis ética, en todos los niveles de la
sociedad, resultando poco fácil sobre la evolución o el rumbo que va a seguir
nuestra nación si no reconstruye, orienta y cultiva sus valores éticos.
Es indudable que el fenómeno del rebusque del dinero fácil y del flagelo de la
producción y distribución de drogas ilícitas con todos sus delitos
correlacionados, han jugado un papel determinante en la estimación de la
importancia relativa de unos valores sobre otros, al punto de que la ley del menor
esfuerzo y la de que "el fin justifica los medios" han permeado la conciencia y el
espíritu de gran parte de los colombianos.
Son muchos los hechos, sucesos y realidades los que, día a día, nos permiten
vislumbrar el grado de deterioro de nuestra sociedad, es decir, que reflejan la
crisis de valores que afecta a nuestras comunidades. Estos son algunos hechos de
diaria ocurrencia:
Pensamiento positivo:
Hay que decir que las reformas tendrán validez, servirán y se podrán aplicar,
siempre y cuando se recuperen los valores éticos y valores morales que necesita
toda sociedad para comportarse de manera civilizada y respetuosa de los
derechos y deberes que se deben observar tener como referente para vivir en paz
y construir un tejido social basado en la tolerancia, la solidaridad y el interés
general como lo plantea el artículo primero de nuestra constitución.
Pensamiento lógico:
Es bueno que la corrupción esté en la agenda pública, pues es indudable que es
un problema grave y extendido que afecta la democracia y el Estado de derecho
en muchas formas.
Debemos combatir la corrupción, pero dentro del estricto respeto del Estado de
derecho, que ha sido históricamente, con la separación de poderes y los controles
mutuos, uno de los mejores antídotos contra la corrupción.
El gobierno y el congreso deben actuar siempre en defensa de los intereses del
pueblo y nunca actuar de manera personalizada con el único fin de obtener
ingresos extras para ellos y sus familiares.
Reconocer su existencia. Entender que el sistema educativo y los medios tienen
que prepararnos para una lucha que debe unir desde el papa Francisco hasta los
estudios del comportamiento humano más rigurosos.
Pensamiento creativo:
Para muchos colombianos que comparten esta reflexión sobre la crisis de nuestra
sociedad, es claro que para encontrar una salida que posibilite una convivencia
sana y edificante, dentro del marco de la dignidad humana, se requiere volver a
construir nuestros cimientos sociales.
Para ello es necesario reorientar y reconstruir nuestros conceptos y las conductas
que orientan las formas de pensar y de actuar más íntimas de las personas: sus
imaginarios, sus creencias, sus principios y sus formas de encarar la convivencia
social. Especialmente nuestros líderes, sean políticos o religiosos, deberían dar
buen ejemplo porque son responsables, frente a la comunidad, por su
comportamiento público y privado.
La responsabilidad de recuperar y actuar con valores éticos y valores morales es
de todos.
En el seno de las familias los padres deben dar ejemplo a los hijos de buenas
normas de comportamiento. Exigir y ejercer autoridad sobre los hijos, hacer
seguimiento de sus actuaciones de tal manera que así no sean iguales a sus
progenitores, por lo menos se garantice, hasta donde sea posible, que van a actuar
con responsabilidad y honestidad.
Referencias Bibliográficas (Normas APA)