Piedra Rosetta Wiki
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Piedra de Rosetta
Rosetta Stone.JPG
La piedra de Rosetta exhibida en el Museo Brit�nico.
Material Granodiorita
Altura 112,3 cm
Ancho 75,7 cm
Profundidad 28,4 cm
Peso 760 kg
Inscripci�n Decreto de Ptolomeo V en tres escrituras diferentes.
Realizaci�n 196 a. C.
Per�odo Ptolemaico
Civilizaci�n Egipto helen�stico
Descubrimiento 15 de julio de 1799
Descubridor Pierre-Fran�ois Bouchard
Ubicaci�n actual Museo Brit�nico
Londres, Bandera de Reino Unido Reino Unido
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La piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela egipcia de granodiorita
inscrita con un decreto publicado en Menfis en el a�o 196 a. C. en nombre del
fara�n Ptolomeo V. El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto
superior en jerogl�ficos egipcios, la parte intermedia en escritura dem�tica y la
inferior en griego antiguo. Gracias a que presenta esencialmente el mismo contenido
en las tres inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra
facilit� la clave para el desciframiento moderno de los jerogl�ficos egipcios.
�ndice
1 Descripci�n
1.1 Estela original
2 El decreto de Menfis y su contexto
3 Hallazgo
3.1 De posesi�n francesa a brit�nica
4 Lectura de la piedra de Rosetta
4.1 Texto griego
4.2 Texto dem�tico
4.3 Texto jerogl�fico
4.4 Labor posterior
4.5 Rivalidades
5 Peticiones de repatriaci�n a Egipto
6 Uso idiom�tico
7 V�ase tambi�n
8 Referencias
9 Bibliograf�a
10 Enlaces externos
Descripci�n
La Piedra de Rosetta tiene 112,3 cm de altura, 75,7 cm de ancho y 28,4 cm de
espesor,1? mientras que su peso se estima aproximadamente en 760 kilogramos.1?
Presenta tres inscripciones: la superior en jerogl�ficos del antiguo Egipto, la
central en escritura dem�tica egipcia y la inferior en griego antiguo.2? La
superficie frontal est� pulida y las inscripciones ligeramente incisas en ella, los
laterales est�n suavizados y la parte posterior est� toscamente trabajada, sin duda
porque no estaba a la vista en su ubicaci�n original.3?4?
La estela se describe como �una piedra de granito negro, con tres inscripciones�
encontrada en Rosetta� en un cat�logo moderno de los objetos descubiertos por la
expedici�n francesa a Egipto.5? En alg�n momento despu�s de su llegada a Londres
las inscripciones de la estela fueron rellenadas con tiza blanca para hacerlas m�s
legibles, mientras que el resto de la superficie fue cubierta por una capa de cera
de carna�ba destinada a protegerla de los dedos de los visitantes,6? lo que le dio
un color negro a la piedra, que llev� a su identificaci�n err�nea como basalto
negro.7? Estas adiciones fueron retiradas en una limpieza que se le practic� en
1999 y que revel� el gris oscuro original, el brillo de su estructura cristalina y
las vetas rosas que recorren su esquina superior izquierda.8? Las comparaciones con
la colecci�n Klemm de piedras egipcias ubicada en el Museo Brit�nico mostr� su gran
parecido con la roca de una peque�a cantera de granodiorita en Gebel Tingar, en la
orilla occidental del Nilo y al oeste de Elefantina, en la regi�n de Asu�n, cuyas
piedras de granodiorita presentan esta peculiar veta ros�cea.3?
Estela original
Las potencias extranjeras agravaron los problemas internos del reino l�gida.
Ant�oco III el Grande y Filipo V de Macedonia hicieron un pacto para dividir las
posesiones ultramarinas de Egipto, pues Filipo se hab�a apoderado de varias
ciudades e islas de Tracia y Caria, mientras que la batalla de Panio (198 a. C.)
hab�a causado la transferencia de Celesiria, con Judea incluida, de los L�gidas a
los Sel�ucidas. Mientras tanto, en el sur de Egipto exist�a un estado de revuelta
que hab�a comenzado bajo el reinado de Ptolomeo IV16? y que estuvo liderada por
Horunnefer y luego por su sucesor Anjunnefer.21? Tanto la guerra como la revuelta
interna segu�an activas cuando el joven Ptolomeo V fue oficialmente coronado en
Menfis a la edad de 12 a�os �siete a�os despu�s del inicio de su reinado tutelado�
y cuando se public� el decreto de Menfis.19?
La estela de Rosetta presenta ciertas similitudes con otras estelas de donaci�n que
representan al fara�n gobernante concediendo una exenci�n de impuestos a los
sacerdotes residentes.22? Los faraones hab�an elaborado este tipo de estelas
durante dos mil a�os, pues las m�s antiguas datan del Imperio Antiguo. Aunque en
las primeras etapas estos decretos eran emitidos por el propio fara�n, el decreto
de Menfis fue publicado por los sacerdotes, garantes de la cultura tradicional
egipcia.23? El decreto deja constancia que Ptolomeo V regal� plata y grano a los
templos,24? y que en su octavo a�o de reinado, durante una inundaci�n especialmente
alta del Nilo, orden� embalsar las aguas sobrantes para beneficio de los
agricultores.24? A cambio de estas acciones los sacerdotes elevaron plegarias en el
cumplea�os del fara�n, el d�a de coronaci�n ser�a celebrado anualmente y todos los
sacerdotes de Egipto le servir�an junto a los otros dioses. El decreto concluye con
la instrucci�n de que una copia fuera colocada en cada templo, inscrita con el
�lenguaje de los dioses� �jerogl�fico�, el �lenguaje de los documentos� �dem�tico�
y el �lenguaje de los griegos� usado por el gobierno Ptolemaico.25?26?
Asegurar el favor de la casta sacerdotal era esencial para los faraones ptolemaicos
a fin de conservar un control efectivo sobre el pueblo. Los Sumos Sacerdotes de
Menfis, ciudad en que fue coronado el fara�n, eran particularmente poderosos por
ser la m�xima autoridad religiosa de la �poca y tener influencia en todo el
reino.27? Dado que el decreto fue publicado en Menfis, la antigua capital de
Egipto, en lugar de en Alejandr�a, centro de gobierno de la dinast�a, es evidente
que el joven fara�n quer�a ganarse su apoyo activo.28? Por lo tanto, aunque el
gobierno de Egipto se serv�a del griego desde las conquistas de Alejandro Magno, el
decreto de Menfis, al igual que los dos anteriores decretos, incluy� textos en
egipcio para mostrar su relevancia para el pueblo ind�gena, sometido a la minor�a
hel�nica, por medio de la escritura sagrada vinculada a las tradiciones nativas.29?
No existe una traducci�n definitiva del decreto a ninguna lengua moderna debido a
las peque�as diferencias entre los tres textos originales y a que se contin�a
desarrollando el conocimiento de las escrituras antiguas. A continuaci�n se ofrece
una transcripci�n de los textos del decreto, traducida de la completa versi�n
inglesa ofrecida por Edwyn R. Bevan en The House of Ptolemy (1927),30? basada en el
texto griego y con comentarios sobre las variaciones entre este y los dos textos
egipcios. La versi�n de Bevan, resumida, comienza as�:
Los sumos sacerdotes y los profetas y los que entran en el sagrario para vestir a
los dioses, y los portadores de plumas y los escribas sagrados, y todos los dem�s
sacerdotes... estando reunidos en el templo de Menfis en este d�a, declararon:
Desde que reina el fara�n Ptolomeo, el eterno, el amado de Ptah, el dios Ep�fanes
Eucaristos, el hijo del rey Ptolomeo y la reina Ars�noe, dioses Filopatores, han
sido muy beneficiados tanto los templos como los que viven en ellos, adem�s de
todos los que de �l dependen, siendo un dios nacido de dios y diosa �como Horus,
hijo de Isis y Osiris, quien veng� a su padre�, y siendo benevolentemente dispuesto
hacia los dioses, ha dedicado a los ingresos de los templos dinero y grano, y ha
invertido mucho dinero para la prosperidad de Egipto, y ha consolidado los templos,
ha sido generoso con todos sus medios, y de los ingresos y los impuestos que recibe
de Egipto una parte ha sido condonada completamente y otra reducida a fin de que el
pueblo y todo lo dem�s sea pr�spero durante su reinado� ;
Hallazgo
Durante la campa�a en Egipto de Napole�n Bonaparte en 1798 el ej�rcito
expedicionario iba acompa�ado por la Comisi�n de las Ciencias y de las Artes, un
cuerpo compuesto por 167 expertos t�cnicos. El 15 de julio de 1799, mientras los
soldados franceses bajo mando del coronel d'Hautpoul trabajaban en el refuerzo de
las defensas del fuerte Julien, situado a unos 3 km al noreste de la ciudad
portuaria egipcia de Rashid (Rosetta), el teniente Pierre-Fran�ois Bouchard avist�
en un lugar donde los soldados hab�an excavado una placa con inscripciones en una
de sus caras.35? �l y d'Hautpoul vieron de inmediato que pod�a ser importante e
informaron al general Jacques-Fran�ois Menou, que se encontraba en Rosetta. El
hallazgo fue anunciado a la reci�n creada asociaci�n cient�fica de Napole�n en El
Cairo, el Institut d'�gypte, a trav�s de un informe redactado por el miembro de la
comisi�n Michel Ange Lancret, quien apuntaba que conten�a tres inscripciones, la
primera en jerogl�ficos y la tercera en griego, y suger�a acertadamente que todas
las inscripciones pod�an ser versiones de un mismo texto. El informe de Lancret,
fechado el 19 de julio de 1799, fue le�do en una reuni�n del Instituto el 25 de
julio. Mientras tanto Bouchard transport� la piedra a El Cairo para que fuera
examinada por expertos. El propio Napole�n inspeccion� la que ya hab�a empezado a
llamarse La Pierre de Rosette �la Piedra de Rosetta� poco antes de su regreso a
Francia en agosto de 1799.9?
Tras la marcha de Napole�n, las tropas francesas rechazaron los ataques brit�nicos
y otomanos durante 18 meses, hasta que en marzo de 1801 los ingleses desembarcaron
en la bah�a de Abukir. El general Jacques-Fran�ois Menou, uno de los primeros en
ver la Piedra de Rosetta, era entonces comandante de la expedici�n francesa. Sus
tropas, incluida la comisi�n, se dirigieron al norte hacia la costa mediterr�nea
para encontrarse con el enemigo, transportando la piedra junto con otras
antig�edades. Derrotado en la batalla, Menou y los restos de su ej�rcito, portando
la piedra, se retiraron a Alejandr�a, donde fueron rodeados, sitiados y obligados a
rendirse el 30 de agosto.38?39?
Cuando Hutchinson aleg� que todos los materiales eran propiedad de la Corona
brit�nica, un acad�mico franc�s, �tienne Geoffroy Saint-Hilaire, respondi� a Clarke
y Hamilton que preferir�an quemar todos sus descubrimientos � en alusi�n al
legendario incendio de la Biblioteca de Alejandr�a� antes que d�rselos a los
brit�nicos. Clarke y Hamilton comunicaron a Hutchinson la posici�n de los franceses
y �ste finalmente accedi� a que algunos hallazgos; por ejemplo los espec�menes
naturales permanecieran como propiedad privada de los acad�micos franceses.39?41?
Al enterarse, Menou reclam� r�pidamente la Piedra de Rosetta como su propiedad
privada,42? lo que hubiera significado la permanencia de la estela como posesi�n
francesa,39? pero el general Hutchinson, quien tambi�n era consciente de su valor,
no accedi� a la petici�n. Finalmente se alcanz� un acuerdo y la transferencia de
objetos fue incluida en la Capitulaci�n de Alejandr�a, firmada por los
representantes de las fuerzas brit�nicas, francesas y otomanas.
La piedra ha sido exhibida de forma casi continua en el Museo Brit�nico desde junio
de 1802.1? A mediados del siglo XIX se le adjudic� el n�mero de inventario �EA 24�
��EA� significa �Egyptian Antiquities��. Formaba parte de una colecci�n de antiguos
objetos egipcios capturados a la expedici�n francesa que inclu�an el sarc�fago de
Nectanebo II o la estatua de un sumo sacerdote de Am�n.45? Pronto se descubri� que
los objetos p�treos eran demasiado pesados para los suelos de la Casa Montagu,
edificio original del Museo Brit�nico, y fueron trasladados a una nueva zona
construida dentro de la mansi�n. La Piedra de Rosetta fue trasladada a la galer�a
de esculturas en 1834, poco despu�s de que la Casa Montagu fuera demolida y
remplazada por el edificio que actualmente alberga el Museo Brit�nico.46? De
acuerdo a los registros del museo, la Piedra de Rosetta es su objeto m�s
visitado47? y su imagen ha sido la postal m�s vendida de la instituci�n durante
d�cadas.48?
Texto griego
Reconstrucci�n del texto griego perdido sugerida por Richard Porson en 1803.
El texto griego de la Piedra de Rosetta fue el punto de partida. El griego antiguo
era muy conocido por los estudiosos, pero los detalles de su uso durante el per�odo
helen�stico como lengua de gobierno del Egipto ptolemaico no tanto, pues a�n no se
hab�an producido los descubrimientos de grandes papiros griegos. As�, las primeras
traducciones del texto griego de la piedra muestran que los traductores ten�an
dificultades con el contexto hist�rico y con la jerga administrativa y religiosa.
El anticuario Stephen Weston present� verbalmente la traducci�n al ingl�s del texto
griego en una reuni�n de la Sociedad de Anticuarios de Londres en abril de 1802.34?
57? Mientras tanto, dos de las copias litogr�ficas realizadas en Egipto hab�an
llegado al Instituto de Francia en Par�s en 1801, donde el librero y anticuario
Gabriel de La Porte du Theil se puso a trabajar en una traducci�n del griego. Sin
embargo, fue trasladado por Napole�n a otra parte y hubo de dejar su labor
inconclusa en manos de un colega, el tambi�n historiador Hubert-Pascal Ameilhon,
quien en 1803 public� por primera vez una traducci�n del texto griego, tanto en
franc�s como en lat�n para asegurar su amplia difusi�n.
En Cambridge el fil�logo Richard Porson trabaj� en la esquina perdida del texto
griego y sugiri� una posible reconstrucci�n que fue r�pidamente puesta en
circulaci�n por la Sociedad de Anticuarios mediante impresiones de la inscripci�n.
Casi al mismo tiempo en Gotinga, Alemania, el arque�logo Christian Gottlob Heyne
hizo una nueva traducci�n m�s fiable que la de Ameilhon a partir de una de las
impresiones llegadas de Inglaterra. Se public� por vez primera en 1803, y fue
reimpresa por la Sociedad de Anticuarios junto con la traducci�n al ingl�s de
Weston, el relato del coronel Turner y otros documentos, en una edici�n especial de
su revista Archaeologia en 1811.58?59?
Texto dem�tico
Detalle del texto dem�tico y tabla de Johan David �kerblad con los s�mbolos
fon�ticos dem�ticos y sus equivalentes del alfabeto copto (1802).
En el momento del hallazgo de la piedra, el diplom�tico y erudito sueco Johan David
�kerblad estaba trabajando en una escritura poco conocida y recientemente
descubierta en Egipto, que vino a llamarse dem�tico. �l la llam� �copto cursivo�
porque, aunque ten�a muy pocas similitudes con la posterior escritura copta, estaba
convencido de que fue usada para registrar de alguna forma el idioma copto,
derivado directamente de la lengua del antiguo Egipto. El orientalista franc�s
Antoine-Isaac Silvestre de Sacy, que hab�a estado hablando de este trabajo con
�kerblad, recibi� en 1801 de Jean-Antoine Chaptal, ministro franc�s del Interior,
una de las primeras impresiones litogr�ficas de la Piedra de Rosetta y se dio
cuenta de que el texto intermedio era esa misma escritura. �l y �kerblad se
pusieron a trabajar, ambos centrados en el texto intermedio y asumiendo que era una
escritura alfab�tica. Intentaron, en comparaci�n con el griego, identificar dentro
del texto desconocido d�nde deber�an estar los nombres helenos. En 1802 Silvestre
de Sacy inform� a Chaptal que hab�a identificado cinco nombres ��Alexandros�,
�Alexandreia�, �Ptolemaios�, �Arsinoe� y el t�tulo de Ptolomeo, �Ep�fanes��, y
mientras, �kerblad public� un alfabeto de 29 letras, m�s de la mitad de las cuales
eran correctas, que hab�a identificado a partir de los nombres griegos en el texto
dem�tico.34? Sin embargo, ambos estudiosos no pudieron identificar el resto de
caracteres del texto intermedio, que como sabemos ahora contiene s�mbolos
ideogr�ficos junto a los fon�ticos.60?
Texto jerogl�fico
Texto jerogl�fico.
Silvestre de Sacy dej� de trabajar en la piedra, pero hizo otra contribuci�n. En
1811, inducido por las conversaciones con un estudiante chino sobre la escritura
china, consider� una sugerencia que le hab�a hecho el arque�logo dan�s Georg Zo�ga
en 1797 acerca de que los nombres extranjeros en los jerogl�ficos egipcios pudieran
estar escritos fon�ticamente. Tambi�n record� que antes, en 1761, el arque�logo
franc�s Jean-Jacques Barth�lemy hab�a sugerido que los caracteres del interior de
los cartuchos jerogl�ficos eran nombres propios. As�, cuando Thomas Young,
secretario de Relaciones Exteriores de la Royal Society de Londres, le escribi�
acerca de la piedra en 1814, Silvestre de Sacy le respondi� con la sugerencia de
que cuando intentara leer texto jerogl�fico deber�a mirar los cartuchos que deb�an
contener los nombres griegos y tratar de identificar caracteres fon�ticos en
ellos.61?
Young lo hizo, con dos resultados que prepararon el camino para el desciframiento
final. Descubri� en el texto jerogl�fico los caracteres fon�ticos �p t o l m e s�,
que fueron usados para escribir el nombre griego �Ptolemaios�. Tambi�n se percat�
de que estos caracteres se parec�an a los equivalentes en la escritura dem�tica, y
continu� se�alando otras 80 similitudes entre los textos jerogl�fico y dem�tico de
la piedra, lo que fue un descubrimiento importante porque se pensaba que ambos eran
totalmente diferentes. Esto le llev� a deducir correctamente que la escritura
dem�tica era solo en parte fon�tica, y que tambi�n conten�a caracteres ideogr�ficos
que imitaban a los jerogl�ficos. Las nuevas ideas de Young fueron importantes en el
largo art�culo �Egypt� con que contribuy� a la Encyclop�dia Britannica en 1819. Sin
embargo, ya no avanz� m�s.62?
Champollion elabor� en 1822 esta tabla con los caracteres fon�ticos jerogl�ficos y
sus equivalentes dem�ticos y griegos.
En 1814 Young hab�a intercambiado correspondencia sobre la piedra por primera vez
con Jean-Fran�ois Champollion, un profesor franc�s de Grenoble que hab�a escrito un
trabajo acad�mico sobre el antiguo Egipto. Champollion vio en 1822 copias de las
breves inscripciones jerogl�ficas y griegas del obelisco de Fil�, en el que el
aventurero y egipt�logo brit�nico William John Bankes hab�a se�alado tentativamente
los nombres �Ptolomeo� y �Kleopatra� en ambos idiomas,63? a partir de lo cual
Champollion identific� los caracteres fon�ticos �k l e o p a t r a�.64? Sobre esta
base y la de los nombres extranjeros en la Piedra de Rosetta construy� r�pidamente
un alfabeto de caracteres jerogl�ficos fon�ticos que aparecen, escritos de su pu�o
y letra, en su c�lebre carta a M. Dacier, enviada a fines de 1822 para Bon-Joseph
Dacier, secretario de la Academia de las inscripciones y lenguas antiguas, e
inmediatamente publicada por la Academia. Esta carta marca el verdadero punto de
inflexi�n para la comprensi�n de los jerogl�ficos egipcios, no �nicamente por la
tabla del alfabeto y el texto principal, sino tambi�n por su ep�logo, en el que
Champollion se�ala que no solo aparecen en caracteres fon�ticos los nombres
griegos, sino tambi�n los nombres egipcios nativos. Durante 1823 confirm� esto al
identificar los nombres de los faraones Rams�s y Tutmosis escritos en cartuchos
mucho m�s antiguos copiados por Bankes en Abu Simbel y enviados a Champollion por
el arquitecto Jean-Nicolas Huyot. A partir de este punto las historias sobre la
Piedra de Rosetta y el desciframiento de los jerogl�ficos divergen, pues
Champollion se bas� en otros muchos textos para desarrollar la primera gram�tica
del antiguo Egipto y un diccionario de jerogl�ficos, ambos publicados tras su
muerte.65?
Labor posterior
El trabajo actual en la piedra se centra en el conocimiento completo de las
inscripciones y su contexto mediante la comparaci�n de cada una de las tres
versiones entre ellas. En 1824 el erudito clasicista Antoine-Jean Letronne se
comprometi� a realizar una nueva traducci�n literal del texto griego para el uso de
Champollion, y este a cambio prometi� un an�lisis de todos los puntos en que
parec�an diferir las tres versiones. Tras la muerte repentina de Champollion en
1832 no se pudo encontrar su proyecto de an�lisis, y el trabajo de Letronne se
estanc�. A la muerte en 1838 de Fran�ois Salvolini, antiguo alumno y asistente de
Champollion, este y otros proyectos perdidos se encontraron entre sus papeles,
demostrando adem�s que la publicaci�n de Salvolini sobre la piedra en 1837 era
plagio. Letronne fue capaz al fin de completar su comentario sobre el texto griego
y su nueva traducci�n al franc�s, que apareci� en 1841. Durante la d�cada de 1850
dos egipt�logos alemanes, Heinrich Karl Brugsch y Max Uhlemann, realizaron
traducciones latinas revisadas basadas en los textos dem�tico y jerogl�fico.
La cuesti�n sobre cu�l es el texto original del que los otros dos son traducciones
sigue siendo controvertida. En 1841 Letronne intent� demostrar que la original era
la versi�n griega, el idioma del gobierno egipcio bajo la dominaci�n ptolemaica.
Entre los autores recientes, John Ray ha afirmado que �los jerogl�ficos eran las
inscripciones m�s importantes sobre piedra: estaban ah� para que los leyeran los
dioses y el m�s erudito de sus sacerdotes�.2? Philippe Derchain y Heinz Josef
Thissen han argumentado que las tres versiones fueron creadas simult�neamente,
mientras que Stephen Quirke ve en el decreto �una intrincada fusi�n de tres
tradiciones textuales vitales�.66? Richard Parkinson se�ala que la versi�n
jerogl�fica, alejada del formalismo arcaico, cae de vez en cuando en un lenguaje
cercano al registro dem�tico que los sacerdotes usaban m�s a menudo en la vida
diaria.23? El hecho de que las tres versiones no puedan ser comparadas palabra por
palabra ayuda a entender por qu� su desciframiento ha sido m�s dif�cil de lo
inicialmente esperado, especialmente para aquellos estudiosos que estaban esperando
una clave biling�e exacta para los jerogl�ficos egipcios.67?
Rivalidades
Place des �critures. Una copia gigante de la piedra de Rosetta creada por Joseph
Kosuth en Figeac, Francia, lugar de nacimiento de Jean-Fran�ois Champollion.
La historia del descifrado de la Piedra de Rosetta ha estado marcada por disputas
acerca de la precedencia y el plagio entre sus estudiosos, incluso antes del asunto
Salvolini. El trabajo de Thomas Young es reconocido en la carta de Champollion a M.
Dacier en 1822, pero de forma incompleta: por ejemplo, James Browne, un subeditor
de la Encyclop�dia Britannica que hab�a publicado el art�culo de Young de 1819,
contribuy� de forma an�nima con una serie de art�culos en el Edinburgh Review en
1823, alabando el trabajo de Young y denunciando el plagio �sin escr�pulos� de
Champollion.68?69? Estos art�culos fueron traducidos al franc�s por Julius Klaproth
y editados en forma de libro en 1827, mientras que la publicaci�n del trabajo del
propio Young en 1823 reafirm� sus contribuciones. Las prematuras muertes de Young y
Champollion, en 1829 y 1832 respectivamente, no pusieron fin a estas disputas, y el
trabajo sobre la estela publicado en 1904 por Ernest Wallis Budge, conservador del
Museo Brit�nico, puso un �nfasis especial en las contribuciones de Young en
contraste con las de Champollion.70? A principios de la d�cada de 1970 los
visitantes franceses del museo se quejaron que el retrato de Champollion era m�s
peque�o que uno de Young en un panel informativo adyacente, mientras que los
visitantes ingleses opinaban lo contrario. En realidad ambos retratos eran del
mismo tama�o.48?
Existe una fuerte oposici�n entre los museos nacionales a la devoluci�n de objetos
de importancia cultural internacional como la Piedra de Rosetta. En este sentido,
en respuesta a las reiteradas peticiones griegas para la devoluci�n de los M�rmoles
de Elgin y solicitudes similares a otros museos de todo el mundo, en 2002 unos
treinta importantes museos de varios pa�ses, entre ellos el Museo Brit�nico,
emitieron un comunicado conjunto declarando que �los objetos adquiridos en �pocas
anteriores deben ser considerados a la luz de las diferentes sensibilidades y
valores de esa �poca pasada�, y que �los museos no sirven solo a los ciudadanos de
una naci�n, sino a gente de todas las naciones�.77?