Peligro de Obstaculizacion TC

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Fundamento destacado: 7.

[…] De la motivación anteriormente descrita se


aprecia una argumentación que no guarda relación en cuanto a la concurrencia -
en el caso- del peligro procesal, toda vez que las circunstancias en las que se ha
realizado el ilícito cuya conducta se atribuye al inculpado o la versión
incoherente de los hechos que éste pueda manifestar, no constituyen indicios
razonables de la manifestación del peligro de obstaculización del proceso por
parte del procesado en libertad, tal como lo que sostienen los emplazados. En
efecto, tal como se ha referido en el fundamento anterior, el peligro procesal se
encuentra vinculada a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria en
relación a la alteración, ocultamiento o desaparición de los medios probatorios,
de su influencia en la conducta de las partes o peritos del caso, o que, de algún
otro modo, pueda perturbar el resultado del proceso penal, aspectos de
obstaculización del proceso que no han sido considerados por los demandados.
[…]

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


EXPEDIENTE 1555-2012-HC/TC

En Lima, a los 19 días del mes de marzo de 2013, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía
Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Mikhail Vladimir Morales


Vargas contra la sentencia expedida por Sala Penal Liquidadora de la Corte
Superior de Justicia de Áncash, de fojas 107, su fecha 20 de enero de 2012, que
declaró infundada la demanda de autos,

ANTECEDENTES

Con fecha 27 de octubre de 2011, el recurrente interpone demanda de hábeas


corpus contra los vocales integrantes de la Segunda Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia de Áncash, señores Tinoco Huayaney, Arias Blas y
Velezmoro Arbaiza, y la Juez del Juzgado Mixto de la Provincia de Caraz, doña
Yamile Torres Quispe, solicitando que se declare la nulidad de las resoluciones a
través de las cuales se dictó y confirmó el mandato de detención en su contra y se
disponga su excarcelación, en el proceso que se le sigue por el delito de robo
agravado. Alega la afectación de los derechos a la motivación e las re luciones
judiciales y a la libertad personal, entre otros.

Al respeto afirma que las resoluciones cuestionadas no expresan claramente una


debida motivación respecto a la existencia del peligro procesal, tanto más si en el
caso no existe ningún indicio de la concurrencia del mencionado requisito de
detención, Precisa que el peligro procesal ha sido sustentado en las circunstancias
en que se perpetró el ilícito, pues se indica que el actor denota evidente
peligrosidad haber amenazado al agraviado con un arma blanca. Señala que el
peligro entorpecimiento de la acción de la justicia se sustenta en que el pro ces o
habría presentado una versión coherente respecto de los hechos y de los indicios
probatorios que obran en su contra argumentación que constituye una motivación
aparente Agrega que es falso que haya amenazado con un arma blanca al
agraviado, por e los autos penales no existe manifestación ni medio probatorio en
ese sentido así mismo indica que la aseveración de la supuesta versión
incoherente del inculpó cuanto a los indicios probatorios que habría presentado
es una mentira, ya que jamás se presentó indicio probatorio alguno en su contra.

Realizada la investigación sumaria, el recurrente se ratifica en los términos de la


demanda. De otro lado, el Juez penal emplazado expresa que el mandato de
detención se encuentra debidamente motivado, puesto que se ha efectuado la
calificación en base a los medios probatorios aportados por el representante del
Ministerio Público. Por otra parte, los vocales superiores demandados,
indistintamente, señalan que la resolución materia del incidente no vulnera
derecho alguno, se encuentra conforme a la ley y se encuentra debidamente
motivada, al presentarse copulativamente los presupuestos previstos en el
artículo 135° del Código Procesal Penal.

El Primer Juzgado Especializado en lo Penal de la Provincia de Huaraz, con


fecha 29 de noviembre de 2011, declaró infundada la demanda, por considerar
que las decisiones contenidas en las resoluciones cuestionadas son suficientes y
razonadas, ya que los emplazados han valorado las pruebas y observado la
concurrencia de los requisitos establecidos en la norma penal de la detención
judicial.

La Sala Superior revisora confirmó la resolución apelada por considerar que la


demanda se sustenta en cuestionamientos de responsabilidad penal y de carácter
probatorio, ya que el actor refiere que no se ha valorado medios probatorios que
deslindarían su responsabilidad penal y que se invocaron hechos falsos.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

1. El objeto de la demanda es que se declare la nulidad de la Resolución de fecha


19 de setiembre de 2011, y de su confirmatoria por Resolución de fecha 11
octubre de 2011, en el extremo que de retan y confirman el mandato de detención
provisional en contra del recurrente (Expediente N° 00362-2011-0-0207-JM-PE-
01 – Incidente N° 00737-2011-58-0201).

A tal efecto, se alega la presunta afectación del derecho a la motivación de las


resoluciones judiciales en conexidad con el derecho a la liberta individual del
actor.

Cuestión previa

2. Del análisis de los hechos de la demanda se aprecia que la pretendida nulidad


de las resoluciones judiciales cuestionadas se sustenta en que no contendrían una
debida motivación respecto a la concurrencia del peligro procesal, lo que
constituye la denuncia constitucional de la presunta vulneración del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales; al mismo tiempo, se advierte que a
efectos de refutar la supuesta indebida motivación respecto a la concurrencia del
peligro procesal, el actor alega que es mentira que haya presentado indicio
probatorio que denotaría que su versión sea incoherente y que esfalso
que su persona habría amenazado con un arma blanca al agraviado.

Estando a lo anteriormente señalado, este Colegiado debe precisar que los


alegatos referidos a la veracidad de la presentación de indicios probatorios y a
la amenaza con arma blanca que se atribuye al inculpado son cuestiones de
mera legalidad relacionadas con la apreciación de los hechos penales y la
valoración del acervo penal probatorio que no compete determinar a la justicia
constitucional, por ser competencia propia de la justicia ordinaria. En tal sentido,
sin que constituyan los referidos alegatos de mera legalidad un extremo de la
demanda, sino argumentos destinados a refutar la supuesta concurrencia del
peligro procesal, corresponde su rechazo al no estar relacionados con el
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la libertad personal; no
obstante, en lo que concierne a la denuncia de la presunta vulneración del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales con ocasión de la
fundamentación de los emplazados en cuanto al peligro procesal, merece un
análisis del fondo, lo que a continuación se expone.

Análisis del caso materia de controversia constitucional

3. El artículo 139.°, inciso 3 Constitución Política del Perú, establece los


principios y derechos de la función jurisdiccional, y la observancia del debido
proceso y de la tutela jurisdiccional; en consecuencia, cuando el órgano
jurisdiccional administra justicia está obligado a observar los principios,
derechos y garantías que la Norma Suprema establece como límites del ejercicio
de las funciones asignadas. En este sentido, la necesidad de que las resoluciones
judiciales sean motivadas (artículo 139.°, inciso 5, de la Constitución) es un
principio que informa el ejercicio de la noción jurisdiccional y, al mismo tiempo,
es un derecho fundamental de los justiciables. Mediante la debida motivación,
por un lado e garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de
conformidad con la Constitución y las leyes (artículo 138.° de la Constitución) y,
por otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de
defensa.

Respecto a la motivación de las resoluciones, se debe indicar que constitucional


ha establecido en su jurisprudencia que “[l]a constitución no garantiza una
determinada extensión de la motivación, por la que su contenido esencial se
respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido
y lo resuelto y, por sí misma, exprese una suficiente te justificación de la decisión
adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación
por remisión. Tampoco garantiza que, de manera pormenorizada, todas las
alegaciones que las partes puedan formular dentro del proceso sean objeto de un
pronunciamiento expreso y detallado (…)” [véase, entre otras, la sentencia
recaída en el Expediente 1230-2002-HC/TC, fundamento 11]. Esto es así porque
hay grados de motivación, pues la motivación ausente resulta inconstitucional;
sin embargo, la fundamentación jurídica que presente una suficiente justificación
que sustente lo resuelto no resulta inconstitucional, lo que debe ser apreciado en
el caso en particular [Cfr. STC 02004-2010-PHC/TC, fundamento 5].

4. En cuanto al derecho a la libertad personal, se debe precisar que este no es


absoluto, pues conforme a lo señalado en el artículo 2°, inciso 24, ordinales “a” y
“b” de la Constitución está sujeto a regulación, de modo que puede ser
restringido o limitado mediante ley. Al respecto, este Tribunal ha sostenido en
reiterada jurisprudencia que la detención judicial es una medida provisional que
limita la libertad física pero no por ello es per se inconstitucional, en tanto no
comporta una medida punitiva ni afecta la presunción de inocencia que asiste a
todo procesado, más aún SI legalmente se justifica siempre y cuando existan
motivos razonables y proporcionales para su dictado, lo que debe ser apreciado
en cada caso.

5. En cuanto al caso de autos se tiene que el artículo 135° del Código Procesal
Penal (D.L. 638) establece que para el dicta de la medida cautelar de detención es
necesaria la concurrencia simultánea de tres presupuestos: a) que existan
suficientes elementos probatorios de la comisión e un delito que vincule al
imputado como autor o partícipe del mismo; b) que sanción a imponerse o la
suma de ellas sea superior a un año de pena privación de libertad; y c) que
existan suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado intenta
eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria. Al respecto, el
Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia recaída en el Expediente
1091-2002-HC/TC, caso Vicente Ignacio Silva Checa, que la justicia
constitucional no es la competente a determinar la configuración de cada
presupuesto legal que legitima la adoptan de la detención judicial preventiva, lo
cual es tarea que le compete a la justicia penal ordinaria; sin embargo, sí es su
atribución verificar si estos presupuestos concurren de manera simultánea y que
su imposición sea acorde a los fines y el carácter subsidiario y proporcional de
dicha institución. lo que debe está motivado en la resolución judicial que lo
decreta.

6. El peligro procesal está representado por el peligro de fuga y el peligro de


obstaculización del proceso por parte del procesado. El primer supuesto del
peligro procesal (el de fuga) se determina a partir del análisis de una serie de
circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso
penal y que se encuentran relacionadas, entre otros, con el arraigo domiciliario,
familiar y laboral del actor en la localidad del órgano judicial que lo procesa,
aspectos que crean juicio de convicción al juzgador en cuanto a la sujeción del
actor al proceso. El segundo supuesto del peligro procesal (el de la
obstaculización del proceso) se encuentra vinculado a la injerencia del procesado
en libertad ambulatoria respecto del resultado del proceso, pudiendo ello
manifestarse con la influencia directa del actor en la alteración, ocultamiento o
desaparición de los medios probatorios, en la conducta de las partes o peritos del
caso que incida en el juzgador a efectos de un equívoco resultado del proceso e
incluso que de manera indirecta o externa el procesado en
libertadpueda perturbar el resultado del proceso penal, aspectos de
obstaculización del proceso que el juzgador debe apreciar en cada caso en
concreto, ya que de contar indicios fundados de su concurrencia deberá ser
merecedor de una especial motivación que la justifique. La justicia constitucional
no determina ni valora los elementos que dan lugar al peligro procesal del caso,
sino que verifica que su motivación resulte mínimamente suficiente a efectos de
la concurrencia de los presupuestos procesales que validan la imposición de
medida cautelar de la libertad personal, puesto que -en lo que al caso de autos
respecta- debe tenerse en cuenta que la ausencia de motivación en referencia a la
obstaculización del proceso o de la eventual sustracción del actor al o
eso convertiría a la imposición de la medida cautelar de la libertad personal
(llámese prisión preventiva o mandato de detención provisional) en arbitraria y,
por anta, vulneratoria de lo establecido por la Constitución (artículo 139°,
numeral 3.

7. En el presente caso, examinados los pronunciamientos judiciales cuestionados


(fojas 9 y 14), este Colegiado advierte que los órganos judiciales emplazados no
cumplieron con la exigencia constitucional de la motivación de las resoluciones
judiciales, adecuada a las condiciones legales de la materia, toda vez que en sus
fundamentos no se expresa una suficiente motivación en cuanto a la concurrencia
del presupuesto del peligro procesal que valide el mandato de detención
provisional decretado en contra del recurrente. El Juzgado demandado argumenta
lo siguiente:
(…) existen indicios razonables que hacen prever al juzgador que existe peligro
de fuga por parte del denunciado y la probable perturbación de la actividad
probatoria en que incurra el imputado, toda vez que por las circunstancias en
que ha perpetrado su acción denota evidente peligrosidad, que conforme a la
versión del este describe la amenaza de la que fue objeto con el arma blanca,
conducta que no es corroborada (…).

A su turno, la Sala Superior emplazada confirma la medida restrictiva de la


libertad personal argumentando, en cuanto a la concurrencia del peligro procesal,
que:

(…) los procesados recurrentes han acreditado arraigo con sus Certificados
Domiciliarios, de Estudio y de ocupación conocida en su jurisdicción (…), sin
embargo, en cuanto al Peligro de obstaculización o perturbación de la actividad
probatoria (…) se infiere pues han presentado una versión incoherente de los
hechos e indicios probatorios que obran en contra de ellos, lo que no guarda
coherencia con lo actuado hasta el momento, elementos de convicción que por
ahora los sindican; circunstancias que entorpecen la reconstrucción de la
verdad histórica de los hechos (…).

De la motivación anteriormente descrita se aprecia una argumentación que no


guarda relación en cuanto a la concurrencia -en el caso- del peligro procesal, toda
vez que las circunstancias en las que se ha realizado el ilícito cuya conducta se
atribuye al inculpado o la versión incoherente de los hechos que éste pueda
manifestar, no constituyen indicios razonables de la manifestación del peligro de
obstaculización del proceso por parte del procesado en libertad, tal como lo que
sostienen los emplazados. En efecto, tal como se ha referido en el fundamento
anterior, el peligro procesal se encuentra vinculado a la injerencia del procesado
en libertad ambulatoria en relación a la alteración, ocultamiento o desaparición
de los medios probatorios, de su influencia en la conducta de las partes o peritos
del caso, o que, de algún otro modo, pueda perturbar el resultado del proceso
penal, aspectos de obstaculización del proceso que no han sido considerados por
los demandados.

No se aprecia, en conclusión, una mínima motivación del supuesto del peligro


procesal a efectos de validar la imposición de la medida de detención decretada
en contra del recurrente de los autos (fojas 9 y 14), lo cual resulta violatorio de la
exigencia constitucional de la motivación de las resoluciones judiciales.

8. En consecuencia, la demanda debe ser estimada al haberse acreditado la


vulneración al derecho a la motivación de las resoluciones judiciales en
conexidad con el derecho a la libertad individual del recurrente; no obstante, ello
no implica la excarcelación del recurrente sino que el Juez penal competente, el
día de notificada la presente sentencia constitucional, dicte la resolución coerción
procesal que corresponda al caso, ello si a la fecha no a sentencia penal;
valoración de los medios probatorios penal los presupuestos procesales de la
medida de coerción pe que concierne realizar al juzgador penal a efectos de
dictar la sujeción del actor al proceso penal que pueda corresponder al caso en
concreto.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda al haberse acreditado la vulneración del


derecho a la motivación de las resoluciones judiciales en conexidad con el
derecho a la libertad individual de don Mikhail Vladimir Morales Vargas; en
consecuencia, NULAS las resoluciones de fechas 19 de setiembre y 11 ele
octubre de 2011, a través de las cuales se decretó y confirmó el mandato de
detención provisional en contra del actor.

2. Dispone que el juez penal competente, en el día de notificada la presente


sentencia, dicte la resolución de la medida de coerción procesal que corresponda
al caso, ello si a la fecha no se hubiera dictado la sentencia penal.

Publíquese y notifíquese.

S.S.
BEAUMONT CALLIRGOS
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ

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