Tesis Puntal PDF
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INSTITUTO DE INGENIERÍA
T E S I S
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
MAESTRO EN INGENIERÍA
INGENIERÍA CIVIL – ESTRUCTURAS
P R E S E N T A :
A mi querida Madre
Y a la tía “Queta”†.
AGRADECIMIENTOS:
Al Dr. Roberto Meli Piralla, por su apoyo y sus valiosos comentarios a la tesis.
Al Ing. Roberto Sánchez Ramírez, por su asesoría durante los ensayes
experimentales en el laboratorio del Instituto de Ingeniería de la UNAM
(IIUNAM).
Al CONACyT, por la beca otorgada durante mis estudios en la División de
Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM (DEPFI, UNAM).
Asimismo, quiero agradecer al IIUNAM, por el apoyo económico brindado
durante la etapa final de la tesis.
A Fyfe Company LLC, por la donación del CFRP utilizado en el trabajo
experimental y al Ing. Juán Luis Cottier, por las facilidades prestadas durante la
construcción, rehabilitación y refuerzo con CFRP de los especímenes.
A los Sres. Salomón Trinidad y Raymundo Mondragón, por su valiosa ayuda
durante el desarrollo del trabajo experimental.
A mis familiares y amigos que siempre me apoyaron en los momentos que más
necesité.
CONTENIDO
CONTENIDO
IV
CONTENIDO
V
CONTENIDO
VI
CONTENIDO
11
VII
RESUMEN
RESUMEN
Por otro lado, se compararon los resultados analíticos con los experimentales, de lo cual pudo
comprobarse la efectividad de los Modelos Puntal-Tensor para el cálculo de la carga última real
de estos elementos, contrario a lo obtenido con las ecuaciones de diseño de la sección 11.9 del
ACI 318-05.
ABSTRACT
Two reinforced concrete specimens were constructed to determine the bending-shear capacity
of dapped-end beams and to study their behavior of these elements under vertical loads. In one
of these specimens the efficiency of a technique of external reinforcement that uses bands with
Carbon Fibers of Reinforced Polymers could be verified. This study allowed to observe two types
of fault: crushing of the diagonal strut and debonding of the Carbon Fibers Reinforced Polymers
(CFRP).
On the other hand, the analytical and experimental results were compared, from which the
efficiency of the Strut-and-Tie Models to determine the ultimate capacity of these elements was
proved, contrarily to the results obtained with the design equations of the section 11.9 of the ACI
318-05.
VIII
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
I. INTRODUCCIÓN
Las ménsulas de concreto reforzado son usadas principalmente como soporte vertical de vigas
prefabricadas en puentes, grúas viajeras, o sistemas de piso en edificios. Debido a su función
como conexión entre dos o más elementos, este tipo de elemento es de mucha importancia y su
diseño debe tratarse con mucho detalle para evitar una falla que provoque el colapso del sistema
estructural que se apoya en él.
En la práctica, pueden encontrarse dos tipos de ménsulas de concreto estructural: aquéllas que
se encuentran pegadas a columnas de concreto (unión viga‐columna) y las que suelen
encontrarse en los extremos de vigas (unión viga‐viga). Las primeras han sido muy estudiadas y
su comportamiento y el modo de falla están bien definidos; en las segundas, por no estar pegadas
a las columnas, la fuerza de compresión en el puntal diagonal no termina incrustándose en la
columna como en el primer caso, sino que su trayectoria sobre el elemento tiende a salirse de la
trabe sin llegar a la columna, ya que ésta se encuentra muy lejos de la transmisión de carga,
haciendo más débil el puntal a compresión en el concreto.
Una ménsula es un elemento estructural que debido a su condición de carga está sometida a
esfuerzos de flexión‐cortante y su diseño debe ser tal que sea capaz de resistir los diferentes
tipos de cargas que puedan presentarse; además, debido a su función como conexión entre viga‐
columna o viga‐viga, se deberá garantizar que esta unión sea más resistente que los elementos
que se conectan a ella. Por su geometría, las ménsulas de concreto estructural están sometidas a
esfuerzos que no cumplen con la teoría básica de Bernoulli, empleada en el comportamiento de
elementos de concreto, es decir, las secciones de estos elementos no permanecen planas durante
la flexión.
Investigaciones anteriores [6, 9, 13, 18, 27, 33] han podido identificar diferentes tipos principales de
falla en ménsulas de concreto: Tensión debido a la flexión, Tensión Diagonal, Cortante de fricción,
falla de anclaje y fallas de carácter secundario.
1.1 PROBLEMÁTICA
Muchos de los elementos usados en la práctica de la ingeniería estructural están sometidos a
esfuerzos elevados de configuración compleja debido a cambios bruscos en su geometría,
aplicación de cargas puntuales, fuerzas internas en uniones viga‐columna o viga‐viga, entre otros
1
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
casos; las zonas que presentan cualquiera de las características mencionadas anteriormente, se
denominan Discontinuidades en el elemento y deben tratarse con especial cuidado en el diseño.
1.2 ALCANCES Y OBJETIVOS DEL ESTUDIO
Se construyeron dos especímenes de concreto reforzado, los cuales fueron sometidos a carga
estática vertical en laboratorio, con el fin de determinar experimentalmente la capacidad y el
comportamiento a esfuerzos de flexión‐cortante de ménsulas en extremos de vigas de concreto
reforzado. Además, con uno de estos mismos especímenes, el cual fue llevado al agrietamiento y
rehabilitado posteriormente, se pudo comprobar la efectividad de una técnica de refuerzo y
reparación que usa bandas con fibras de carbono. Por lo general, este tipo de vigas suelen ser
elementos presforzados o post‐tensados en las obras, con el fin de cubrir grandes claros
longitudinales y reducir los problemas de agrietamiento ante cargas de servicio. Los especímenes
que aquí se estudian fueron diseñados con acero de refuerzo, lo cual facilitó los problemas de
anclaje y habilitado de los tensores durante la construcción de los especímenes; aún con esta
consideración en el trabajo experimental, es posible entender el funcionamiento principal de los
Modelos Puntal‐Tensor para el diseño de estructuras de concreto presforzado y post‐tensado, ya
que la única diferencia se encuentra en la capacidad a tensión de los tensores, sin afectar el
comportamiento del elemento ante carga vertical.
Debido a que el trabajo es de carácter exploratorio y por el pequeño número de modelos
ensayados en laboratorio, los alcances y objetivos son limitados: se dio especial atención al
Método del Puntal‐Tensor como herramienta de diseño para ménsulas de concreto reforzado y a
la rehabilitación y refuerzo de estos elementos mediante Fibras de Carbono como refuerzo a
tensión en el concreto.
Los objetivos principales de esta investigación son:
Comparar los resultados experimentales de esta investigación con los obtenidos de las
ecuaciones propuestas en la Sección 11.9 para el diseño de ménsulas y cartelas y el Apéndice
A (Modelos Puntal‐Tensor) del código ACI 318‐05, con el objetivo de que el diseñador
estructural adquiera un mejor juicio sobre qué método usar para el diseño de estos
elementos.
Proponer un Modelo Puntal‐Tensor que permita analizar mejor la zona del puntal diagonal
en forma de botella que se presenta en la región discontinua; este modelo deberá
proporcionar la información suficiente del flujo de fuerzas para el dimensionamiento del
acero de refuerzo secundario, con el cual es posible evitar la falla frágil en el elemento.
Verificar si el refuerzo de estructuras con FRP realmente cumple con las suposiciones
básicas del Método del Puntal‐Tensor para su uso en el diseño de los tensores.
Proponer nuevas recomendaciones de diseño para especímenes en futuras investigaciones
de acuerdo con los modos de falla observados; esto con el fin de obtener más resultados
2
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN
experimentales que permitan interpretar con mayor detalle el comportamiento de las
ménsulas en extremos de vigas de concreto estructural.
1.3 ESTRUCTURA DE LA TESIS
Después de un capítulo de introducción donde se exponen los objetivos y alcances del estudio, se
presenta en el segundo capítulo las teorías existentes para el diseño de ménsulas, recalcando las
hipótesis fundamentales y las ecuaciones de diseño de la sección 11.9 del código ACI 318‐05.
Para no hacer muy voluminoso este capítulo se optó por omitir las deducciones de las fórmulas.
En el tercero, se explica detalladamente el proceso de diseño de elementos discontinuos con los
Modelos Puntal‐Tensor de acuerdo con el Apéndice A del ACI 318‐05. En este capítulo hallará
muchas recomendaciones sobre qué geometría es más adecuada en los modelos, así como para el
diseño de las zonas nodales. También se muestran algunos ejemplos de modelos puntal‐tensor
típicos de algunos elementos estructurales comunes; asimismo, se incluye el modelado de
estructuras presforzadas y postensadas.
En el cuarto capítulo se presenta al sistema compuesto por FRP como material de rehabilitación
en estructuras nuevas o existentes, mostrando las ventajas y desventajas en su aplicación a las
estructuras de concreto estructural.
En el capítulo cinco se describe detalladamente todo el proceso de diseño para los especímenes
ensayados: las medidas de los especímenes, la forma en que se probaron, las propiedades
mecánicas de los materiales y una descripción detallada de cada uno de los instrumentos de
medición usados en las pruebas. También se incluye la descripción de la rehabilitación de uno de
los especímenes que fue reforzado con fibras de carbono.
El sexto fue dedicado a la presentación de los resultados obtenidos en los ensayes,
presentándose en forma de gráficas los datos experimentales de cada espécimen; la
interpretación de estos resultados se encuentra en el capítulo ocho, con comentarios críticos
sobre el porqué del comportamiento y de los modos de falla observados en los especímenes, así
como la comparación de los métodos de diseño de estos elementos.
En el capítulo siete se presentan los resultados analíticos representativos a cada espécimen,
obtenidos con la ayuda de modelos matemáticos, a saber, Modelos Puntal‐Tensor.
Finalmente se presentan las conclusiones y comentarios finales del estudio así como también
algunas recomendaciones para futuras líneas de investigación.
3
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO.
COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
2.1 INTRODUCCIÓN
La gran mayoría de los miembros estructurales de concreto no pueden escapar de tener que
resistir fuerzas cortantes, como el caso de ménsulas. Estas fuerzas generalmente no se presentan
solas, sino en combinación con otras fuerzas, a saber, fuerzas de flexión, carga axial y quizás
torsión. Además de estas fuerzas siempre es necesario tomar en cuenta las interacciones posibles
con otras acciones estructurales. La transmisión de esta fuerza cortante en el concreto, al igual
que el mecanismo de flexión, se apoya en su capacidad a la tensión y compresión, es por eso que
no es de sorprender que una falla por cortante por lo general se presente en forma frágil. Debido
a esto, es recomendable siempre que en el diseño de elementos estructurales se le proporcione
cierta ductilidad que les permita incrementar los niveles de desplazamiento sin llegar a la falla
frágil [21].
En el caso de ménsulas, el efecto de las fuerzas cortantes no es nada despreciable; incluso el
comportamiento tiene configuraciones complejas de esfuerzos que la hacen más vulnerable a los
agrietamientos debidos a la interacción flexión‐cortante. Cuando las deformaciones por cortante
no son pequeñas comparadas con las de flexión, el uso de la hipótesis de esfuerzo plano,
propuesta por Bernoulli, ya no se aplica y su comportamiento debe ser estudiado por un método
más exacto.
2.2 COMPORTAMIENTO DE MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO
Una ménsula del tipo unión viga‐viga (que a partir de ahora, por ser el caso de estudio, se llamará
solamente ménsula), puede encontrarse en el extremo final de vigas prefabricadas en puentes o
en sistemas de piso en edificios que requieren grandes claros longitudinales. Estas vigas
presentan un cambio brusco en el peralte total de la sección generando configuraciones
complejas de esfuerzos en la zona de transmisión de carga; un ejemplo de estas ménsulas puede
verse en la Figura 2.1.
4
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
Trabe
Montante
Ménsula
Trabe
Portante
Columna
N.T.N.
Zapata
Prefabricada
Pilotes
Fig. 2.1. Elementos estructurales de un puente de concreto
El comportamiento de este tipo de ménsulas es similar al que presentan aquéllas que unen viga
con columna. Kriz y Raths [13] desarrollaron un amplio programa de pruebas en ménsulas. De sus
estudios se pueden identificar los siguientes mecanismos o modos de falla.
1. Ocurre falla de tensión por flexión cuando la cedencia excesiva del refuerzo a flexión
provoca que el concreto se aplaste en el extremo inclinado de la ménsula. Las grietas de
flexión se hacen sumamente anchas (Fig. 2.2a).
2. Se desarrolla una grieta a lo largo del puntal a compresión diagonal después de que se
forman las grietas por flexión. La falla se debe finalmente a la compresión por cortante
(Fig. 2.2b).
3. Una serie de grietas cortas diagonales muy inclinadas puede llevar a una falla por
cortante de fricción, conforme se interconectan las mismas, la ménsula se separa de la
columna (Fig. 2.2c).
4. Puede ocurrir una falla de fisuración a lo largo del refuerzo a flexión pobremente anclado
cuando la carga se aplica demasiado próxima al extremo libre de un voladizo corto (Fig.
2.2d). El extremo con libertad de desplazamiento de una viga libremente apoyada puede
imponer la reacción del borde de la placa de apoyo, y la excentricidad no planeada puede
provocar este tipo de falla.
5. Con placas de apoyo demasiado pequeñas o muy flexibles, o cuando la ménsula es
demasiado angosta, el concreto se puede aplastar por la parte de abajo, lo que conduce a
una falla de apoyo (Fig. 2.2e).
6. Se acentúan varios de estos mecanismos cuando hay una fuerza horizontal además de
la carga vertical lo que puede deberse a los efectos dinámicos en las trabes carriles o
puede inducirse por contracción, flujo plástico o acortamiento por temperatura de vigas
de concreto prefabricado restringidas en la ménsula. También se puede plantear un caso
de falla potencial cuando la cara exterior es poco profunda y también se introduce una
carga horizontal adversa (Fig. 2.2f)
5
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
7. El mecanismo de arco lineal implica que se debe desarrollar la capacidad del refuerzo a
flexión en la proximidad inmediata de la placa de apoyo. Esto lleva a un mecanismo de
falla importante en las ménsulas: la falla del anclaje.
Estos tres últimos modos secundarios de falla se presentan con cargas muchos menores a las
cuales se pudo haber presentado cualquiera de los cuatro modos principales (Kriz y Raths,
1965).
También se ha estudiado experimentalmente el efecto de cargas horizontales que actúan de
manera simultánea con las cargas verticales aplicadas a la ménsula. Las cargas horizontales
pueden ser de tensión o de compresión. Las primeras suelen ser producidas en la práctica por la
contracción y el flujo plástico del concreto de las vigas que se apoyan sobre la ménsula o por las
acciones de viento o sismo; es importante considerar su efecto, porque la resistencia de las
ménsulas disminuye en relación al caso en que sólo actúan verticales. Por el contrario, las fuerzas
horizontales de compresión aumentan la resistencia de las ménsulas y propician un
comportamiento menos frágil [6]. Estas fuerzas de compresión pueden lograrse colocando cierta
cantidad de acero que atraviese la ménsula por un ducto y al que se le pueda aplicar una fuerza
de tensión, la cual, como reacción, produce una fuerza de compresión en la ménsula.
Vu Vu Vu Vu Vu Vu
Nu
(a) (b) (c) (d) (e) (f)
Fig. 2.2. Modos de falla en ménsulas. a) Tensión por Flexión, b) Tensión Diagonal, c) Cor
tante por Fricción, d) Fisuración de Anclaje, e) Aplastamiento debido a esfuerzos de
apoyo y f) Tensión Horizontal (Adaptada de Park y Paulay, 1975)___________
2.3 DISEÑO DE MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO
Existen dos maneras de diseñar las ménsulas de concreto estructural de acuerdo con el ACI 318‐
05: utilizando las ecuaciones de diseño de la sección 11.9, como se verá en este capítulo, o con el
Apéndice A usando Modelos Puntal‐Tensor, que se presenta en el capítulo siguiente.
Las ménsulas se diseñan para resistir fuerzas de tensión, compresión y cortante de tal manera
que no sobrepasen los estados límite. Los esfuerzos se concentran principalmente en la esquina
reentrante de la ménsula. Es necesario que el diseño cumpla con el anclaje adecuado del acero
principal a tensión, y que se coloque refuerzo horizontal secundario (véase Fig. 2.3).
Las recomendaciones de diseño para ménsulas fueron introducidas por primera vez en el código
ACI en 1971 con dos métodos de diseño: el primero se basó en relaciones empíricas de Kriz y
Raths para ménsulas con / 1.0 (donde es el claro de cortante y el peralte efectivo de la
ménsula), y el segundo se basó en la teoría de fricción por cortante con / 0.5. En 1983, el
código fue completamente revisado y las relaciones empíricas de Kriz y Raths fueron omitidas;
las recomendaciones de Mattock [18] son las que siguen vigentes hasta ahora.
6
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
2.3.1 Tipos de refuerzo en una ménsula de concreto reforzado
Existen cuatro tipos de refuerzo que deben estar incluidos en el diseño de ménsulas:
1. Refuerzo horizontal principal — Su función es resistir la fuerza de tensión principal
debido a la flexión. Este refuerzo debe ser anclado lo suficientemente para evitar fallas
por adherencia y anclaje. Puede ser en forma de ganchos estándar o colocando refuerzo
en forma de estribos en “U”; éstos últimos son los más recomendables.
2. Refuerzo horizontal secundario — Debe ser colocado y distribuido a 2⁄3 del peralte
efectivo de la sección; esto con el fin de evitar fallas por tensión diagonal y fallas por
cortante directo en la interface de la esquina reentrante.
3. Refuerzo horizontal adicional — Es el refuerzo necesario adicional que debe ser
colocado junto con el refuerzo horizontal principal debido a los efectos de fuerza axial
que puedan generarse en la ménsula.
4. Refuerzo vertical principal — Este refuerzo, al igual que el refuerzo horizontal
principal, son de los más importantes en el diseño, ya que éste es el que se supone debe
resistir el cortante directo vertical total de la ménsula. Su correcto diseño puede
prevenir la falla por cortante y además, evita que se desarrolle el ancho de grieta
diagonal principal en la esquina reentrante.
2.3.2 Hipótesis del Cortante por Fricción para la transferencia del cortante en Ménsulas
El ACI supone un modo de falla (Fig. 2.2c) basado en cortante por fricción de acuerdo con las
hipótesis planteadas en el Capítulo 11 de resistencia a cortante para ménsulas y cartelas. La
suposición se realiza pensando en un plano vertical ya agrietado, a lo largo del cual la ménsula se
desliza para alcanzar su estado límite de falla. Un coeficiente de fricción es usado para
transformar las fuerzas horizontales resistentes de los tensores en una fuerza resistente vertical
nominal mayor que la fuerza cortante externa factorizada. Por lo tanto, la fuerza resistente por
cortante vertical nominal es:
[ N ] (2.1a)
El ACI propone los siguientes valores para el coeficiente de fricción, , de acuerdo con el tipo de
concreto que se va a utilizar:
• Concreto colado monolíticamente 1.4
• Concreto colado contra concreto rugoso endurecido 1.0
• Concreto colado contra concreto no rugoso endurecido 0.6
• Concreto anclado a acero estructural 0.7
1.0 para concreto de peso normal, 0.85 para concreto aligerado con arena, y 0.75 para todos
los demás concretos ligeros.
2.3.3 Flexión y Tensión Axial
De acuerdo con la sección 11.9.3.1 del ACI en todos los cálculos el valor de debe tomarse igual a
0.75 debido a que el comportamiento de las ménsulas es controlado por el cortante.
7
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
Por equilibrio de momentos (ver Fig. 2.3), tomando como plano de referencia la línea del eje del
refuerzo , es posible llegar a la siguiente ecuación para el refuerzo principal a tensión en una
ménsula en extremo de viga:
[ mm2 ] (2.2)
Y el refuerzo por tensión directa debido a la fuerza de tensión , es:
[ mm2 ] (2.3)
El área total del refuerzo debido a la flexión y la tensión directa debe ser, al menos, el mayor
valor de las ecuaciones 2.4a y 2.4b.
1
[ mm2 ] (2.4a)
2 1 2 [ mm2 ] (2.4b)
3 3
Con 0.75, de acuerdo con lo planteado anteriormente.
1.7ld
Av
av
Vu
Barra Asc
Nuc soldada
Estribos en "U"
Vu av + Nuc (h - d)
2d / 3
Estribos en "U"
h d
Ah
1 21 " (máx)
Fig. 2.3. Detalles de refuerzo en una ménsula de concreto reforzado
2.3.4 Cortante Directo Vertical
El refuerzo horizontal es necesario para resistir el cortante directo vertical por fricción y no
deberá ser menor que
8
CAPÍTULO II. MÉNSULAS DE CONCRETO REFORZADO. COMPORTAMIENTO Y DISEÑO
[ mm2 ] (2.5)
2
El refuerzo secundario es requerido para evitar una falla por tensión diagonal y de cortante
por fricción en la esquina reentrante de la ménsula, de manera que este refuerzo esté
debidamente distribuido a 2/3 del peralte efectivo de la ménsula, como se aprecia en la Fig. 2.3;
estos estribos horizontales contribuyen a la resistencia de cortante incrementando la resistencia
a compresión del puntal del concreto, la resistencia debido a la trabazón del agregado y la acción
de dovela en el concreto agrietado.
Debe tomarse en cuenta que la resistencia nominal a cortante para una ménsula de concreto
reforzado que según el ACI está limitada a:
Para concreto de peso normal, , tomar el menor valor de las ecuaciones 2.6a y 2.6b:
Y para cualquier tipo de concreto aligerado, tomar el menor valor de las ecuaciones 2.6c y 2.6d.
0.07
0.2 [ N ] (2.6c)
1.9
5.5 [ N ] (2.6d)
2.3.5 Tensión Diagonal en la esquina reentrante
El refuerzo necesario para resistir las grietas inclinadas por tensión diagonal que se propaga
desde el centro de concentración de esfuerzos en la esquina reentrante hacia la porción de mayor
peralte en la viga, puede ser obtenido a partir de la siguiente expresión:
[ mm2 ] (2.7)
9
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
3.1 INTRODUCCIÓN
Todas las partes de una estructura son de importancia, pero la dificultad en el dimensionamiento
para cada una de ellas no es igual debido a la diferencia en su comportamiento durante la
aplicación del sistema de cargas dado. Durante este dimensionamiento debe tenerse especial
cuidado en aquellas regiones en donde se presentan discontinuidades estáticas o geométricas,
tales como esquinas de marcos rígidos, ménsulas, apoyos en trabes, entre otras. El adecuado
diseño de tales áreas es esencial para la integridad global del sistema estructural. En la práctica
es común encontrarse con procedimientos de diseño basados en resultados de pruebas
experimentales o reglas empíricas que suelen cubrir algunos casos de tales discontinuidades en
los elementos.
Un análisis estructural debe basarse en modelos matemáticos que puedan representar los
campos de esfuerzos en cada región de la estructura de manera sencilla y adecuada para la
correcta obtención de resultados y, por consiguiente, realizar el diseño adecuado de sus
elementos. El modelo de armadura presentado por Ritter en 1899, debido a su transparencia y
adaptabilidad a muchas situaciones de diseño, fue el más utilizado para el dimensionamiento por
cortante del concreto estructural. En 1902, Mörsch presentó el modelo de la analogía de la
armadura para el diseño del refuerzo transversal de una viga basado en pruebas experimentales
y que todavía tiene aplicación en nuestros tiempos. Estos modelos proporcionan aproximaciones
aceptables para regiones con pequeñas variaciones de esfuerzos, pero cuando esta configuración
es compleja no son recomendables debido a la poca aproximación en el análisis al violar las
hipótesis del método. En otras palabras, estos métodos sólo cubren ciertas partes de una
estructura.
Posteriormente Lampert y Thürlimann [15] desarrollan un modelo conceptual basado en la teoría
de la plasticidad con la cual es posible llegar a un razonamiento matemático simplista que nos
lleva a calcular en forma adecuada la carga de colapso de un elemento. Esta teoría se compone de
dos teoremas fundamentales:
“Un sistema de cargas basado en un campo de esfuerzos estáticamente permisible, el cual no viola
la condición de fluencia, es un límite inferior de la carga última” conocido como teorema del Límite
Inferior de la Plasticidad, el cual matemáticamente puede representarse como:
10
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Por otra parte, “un sistema de cargas, el cual se encuentra en equilibrio bajo un mecanismo
cinemático y compatible con las condiciones geométricas de frontera es un límite superior de la
carga última”, denominado teorema del Límite Superior de la Plasticidad.
Recientemente Schlaich, Schäfer, et al. (1987), modificaron el modelo de la analogía de la
armadura generalizándolo para que pudiera ser aplicable a cualquier parte de una estructura.
Esta modificación tiene su justificación en el hecho de que las estructuras de concreto reforzado
soportan cargas a través de un campo de esfuerzos a compresión que se distribuyen e
interconectan por medio de tensores. Estos tensores pueden ser barras de acero de refuerzo,
tendones de presfuerzo o campos de esfuerzos a tensión en el concreto. De ahí el nombre de
“Modelos PuntalTensor” o “Método del PuntalTensor” (MPT). En el MPT, los elementos se
intersecan unos a otros; estas uniones son denominadas “nodos” y son parte importante para
detallado del modelo.
El MPT es una herramienta muy poderosa para el análisis de las partes de elementos
estructurales donde la hipótesis de la teoría de esfuerzo plano ya no se cumple. Además, permite
detallar fácilmente zonas de apoyo de vigas prefabricadas, vigas peraltadas, ménsulas y cualquier
elemento que presente configuraciones complejas de esfuerzos, contrario a los métodos estándar
de diseño. El diseño de regiones que presentan cualquier tipo de discontinuidad es el objetivo
principal del método. Sin embargo, también es posible dar solución a aquellas regiones que
todavía cumplen con las hipótesis de esfuerzo plano.
3.2 REGIONES “B” Y “D” DE UNA ESTRUCTURA
Aquella región de una estructura en la cual las hipótesis de Bernoulli de esfuerzo plano aún
pueden considerarse válidas se le denomina “Región B” (“B” haciendo referencia a Bernoulli), y
sus estados de esfuerzos internos se derivan a partir de las fuerzas en la sección transversal
(momentos de flexión y torsión, cortante y fuerza axial). Las losas planas y cascarones consisten
predominantemente de regiones B ya que la distribución de esfuerzos en esos elementos es
plana. Mientras la sección permanezca sin agrietamiento, estos esfuerzos pueden calcularse con
la ayuda de las propiedades geométricas de la sección no agrietada y si los esfuerzos a tensión
exceden a la resistencia a tensión del concreto deberá aplicarse el modelo de la analogía de la
armadura o alguna de sus variantes.
Cualquier parte de una estructura en donde la distribución de esfuerzos es significativamente no
lineal es denominada “Región D” (“D” de Discontinuidad). Si la sección se encuentra todavía en un
estado no agrietado podrá realizarse el análisis siguiendo los métodos que contemplan esfuerzos
de carácter elástico‐lineal. Por el contrario, si la sección se encuentra en el estado de
11
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
agrietamiento, los resultados del análisis basado en estos métodos son aceptadas en muy pocos
casos y deberá usarse otro método que proporcione resultados adecuados. El inadecuado e
inconsistente tratamiento de una región D ha sido una de las razones principales para el pobre
desempeño de una estructura, y esto ha llevado a fallas que provocan el colapso del sistema
estructural. Uno de los métodos adecuados para el diseño de estas regiones es el Método del
Puntal‐Tensor. El MPT también incluye a las regiones B con el modelo de la armadura pero como
un caso especial; no obstante, el uso del MPT para regiones B puede resultar mucho más
complejo que si se usa un método de diseño estándar como los mencionados al principio de este
capítulo.
Para definir la zona o los límites de una región D, se aplica el principio de Saint‐Venant de tal
forma que los esfuerzos puedan suponerse con un comportamiento lineal, lo cual ocurre a una
distancia aproximadamente de 1.0 a 1.5 de la región discontinua, donde “ ” es el peralte total de
la sección transversal. La figura 3.2 muestra ejemplos de la subdivisión de una estructura en
regiones “B” y “D” para un estudio más refinado usando Modelos Puntal‐Tensor.
En las regiones B, la variación de los esfuerzos y sus trayectorias son bastante suaves comparado
con los que se presentan cerca de las discontinuidades. Estos esfuerzos disminuyen rápidamente
al irse alejando del punto de origen de la concentración de cargas; este comportamiento permite
la identificación de las regiones B y D de una estructura de manera sencilla. Para un buen análisis
y obtención de esfuerzos es importante saber identificar y dividir la estructura en sus respectivas
regiones de acuerdo con las definiciones planteadas con anterioridad o utilizando el Método de la
Ruta de Carga, el cual permite identificar fácilmente las trayectorias de los esfuerzos en forma
gráfica y posteriormente utilizar el MPT para proporcionar el acero de refuerzo adecuado en las
zonas sometidas a tensión (véase Ref. 26).
D B D B D D B D D B D D
1.5h
B B B
1.5h
D B D D B D
D 1.5h D D h
B B B
D D D
Fig. 3.2. Regiones “B” y “D” en un edificio de concreto reforzado
3.3 MODELOS PUNTALTENSOR
En un modelo puntal‐tensor, la distribución de esfuerzos debe satisfacer las ecuaciones de
equilibrio y las condiciones estáticas de frontera del sistema; con esto se deduce que un modelo
puntal‐tensor es una solución del Límite Inferior de la Plasticidad.
12
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
La aplicación del método es más sencilla de lo que aparenta: basta con escoger la geometría
adecuada para cada modelo y dimensionar sus elementos de tal forma que esto represente un
límite inferior (o conservador) de la capacidad real de cada uno de ellos, suponiendo que fallas
de tipo frágil tales como inestabilidad o aplastamiento local en el concreto puedan evitarse.
Enseguida se enlistan las cinco suposiciones básicas para la correcta aplicación del método:
1. La falla es debida a la formación de un mecanismo resultante de la fluencia de uno o más
tensores.
2. El aplastamiento de los puntales de concreto no deben ocurrir antes de la fluencia de los
tensores.
3. Sólo existen fuerzas uniaxiales en los puntales y tensores.
4. Todas las cargas externas son aplicadas en los nodos; las fuerzas de postensado y pretensado
se aplican como cargas externas.
5. El detallado del refuerzo debe ser capaz de evitar fallas de tipo secundario, tales como
adherencia local o falla del anclaje.
Las definiciones de los elementos que conforman un modelo puntal‐tensor son:
: Puntal de concreto sujeto a compresión.
: Tensor de acero de refuerzo o presfuerzo.
Nodo: Punto de intersección entre puntales y tensores. Dependiendo de la combinación de
fuerzas que concurran a él pueden clasificarse como: CCC, CCT, CTT o TTT. Donde la letra C
representa un puntal a compresión y T un tensor.
C T T
C
C C C C T T T
T
a) CCC b) CCT c) CTT d) TTT
Fig. 3.3. Tipos de nodos
En la gran mayoría de las estructuras no es muy recomendable iniciar con el modelado de la
estructura completa usando puntales y tensores (a menos que se tenga mucha experiencia), sino
que primero se debería realizar un análisis estructural general y posteriormente usar el MPT.
Desarrollar el modelo de puntales y tensores de un elemento se hace mucho más simple si los
esfuerzos elásticos y las direcciones principales de estos esfuerzos están disponibles, como en los
ejemplos de la Fig. 3.4, en donde los esfuerzos fueron obtenidos por medio de la Teoría de la
Elasticidad. En elementos de geometría muy irregular, el uso de métodos de análisis basado en
elementos finitos puede ser de mucha ayuda para poder identificar las trayectorias de esfuerzos.
El análisis completo de la estructura contemplará a ambas regiones.
Cuando las regiones en la estructura aún permanecen en el estado no agrietado se usarán
métodos estándar disponibles que permitan realizar un análisis elástico‐lineal tanto en el
concreto como en el acero; no obstante, para el caso de esfuerzos a compresión elevados, se
recomienda sustituir la ley de Hooke por otra que tome en cuenta la no linealidad del
13
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
comportamiento de los materiales, como puede ser el modelo de Burguers. Por el contrario, si los
esfuerzos a tensión llegan a exceder la resistencia a tensión que puede soportar el concreto, las
fuerzas internas serán determinadas y diseñadas con el MPT.
P P P
(+)
σx
L=D L=D
h ( )
B B
L L L
w w w
σx
( )
h D
α
(+)
L L L
Fig. 3.4. Regiones D típicas en dos vigas peraltadas: a) Trayectorias de esfuerzos elásticos,
b) Esfuerzos Elásticos y c) Modelo PuntalTensor___________________________
El siguiente algoritmo muestra en forma general el procedimiento para diseñar y dimensionar
estructuras de concreto reforzado usando Modelos Puntal‐Tensor:
1. Determinar las cargas sobre la estructura, incluyendo las cargas debidas al presfuerzo.
2. Dividir los elementos en sus respectivas regiones B y D.
3. Dimensionar las regiones B con un análisis basado en análisis de esfuerzo plano.
4. Desarrollar Modelos Puntal‐Tensor para regiones D.
14
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
5. Estimar longitudes y dimensiones de los elementos. Los puntales a compresión son
representados por miembros de armadura localizados al eje longitudinal, y los tensores
son representados al centroide del refuerzo. Los nodos de la armadura se localizan en las
intersecciones de puntales, tensores, y cargas aplicadas o reacciones. Las dimensiones de
las zonas nodales dependen del tamaño de las placas de apoyo y de los detalles de anclaje
de los tensores.
6. Calcular las fuerzas de los puntales y tensores. Si la armadura resulta ser estáticamente
indeterminada es necesario tomar en cuenta la rigidez axial relativa de los miembros de
la armadura para resolver las fuerzas en los puntales y tensores.
7. Proporcionar el acero de refuerzo y/o presfuerzo adecuados para los tensores.
8. Checar los esfuerzos en el concreto en las zonas nodales.
9. Determinar la longitud de anclaje necesaria para los tensores.
10. ¿Es óptimo el Modelo Puntal‐Tensor?, en caso contrario regresar al punto 5.
11. Checar las condiciones de servicio bajo cargas de trabajo.
El procedimiento anterior implica que la estructura será analizada por medio de una análisis
elástico‐lineal y diseñada siguiendo la teoría del límite inferior de la plasticidad. La facilidad para
encontrar el modelo adecuado (geometría y dimensiones de los elementos) dependerá de la
habilidad del usuario para la obtención de un modelo óptimo de análisis.
Puntal
Tensor
Nodo
a) b)
Fig. 3.5. a) Ménsula de apoyo, b) Empotramiento de viga con columna
En la Fig. 3.5 se muestran dos ejemplos de modelos puntal‐tensor, ambos ejemplos pertenecen a
uniones viga‐columna; la primera figura pertenece al análisis de una ménsula de apoyo para
recibir una viga prefabricada (Fig.3.5a); la segunda, un empotramiento de viga con columna,
típica en edificios de concreto reforzado de varios niveles (Fig. 3.5b). Estos ejemplos muestran
geometrías bastante simples tomando en cuenta las suposiciones básicas. Primero se define la
región D; se genera la geometría del modelo de acuerdo con el flujo de fuerzas en la región y
posteriormente se procede a calcular las fuerzas internas: las fuerzas a compresión están
representadas con líneas punteadas y las fuerzas a tensión con líneas sólidas, con lo cual se
identifica al puntal y al tensor respectivamente. Nótese que las fuerzas están aplicadas
directamente sobre los nodos.
15
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Por otro lado, se ha podido demostrar que los métodos de análisis plástico son muy buenos para
la determinación de la carga última, mientras que los métodos elásticos son más apropiados bajo
condiciones de servicio [5].
3.3.1 Optimización del modelo
Al realizar el análisis usando el MPT es posible encontrar las deformaciones en los puntales y
tensores; estas deformaciones suelen ser significativamente mayores en los tensores que en los
puntales, es por eso que el modelo que presente la cantidad mínima de la suma del producto de
la fuerza por la longitud y la deformación unitaria de todos los tensores será el mejor modelo a
elegir. Este criterio de optimización puede ser formulado en forma sencilla como:
Mínima (3.2)
Donde
= fuerza en el puntal o tensor
= longitud del miembro
= deformación unitaria del miembro
w w
D
T T
T T
L L
(a) (b)
Fig. 3.6. El modelo (a) es mejor que el (b); la longitud de sus tensores es menor
La ecuación 3.2 se deriva a partir del principio de la energía mínima de deformación para el
comportamiento de puntales y tensores en el concreto agrietado.
16
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
3.4 DISEÑO DE ZONAS “D” EN CONCRETO REFORZADO
El diseño se seguirá de acuerdo con las recomendaciones del Apéndice A del ACI 318‐05.
3.4.1 Puntales a compresión,
Son elementos de concreto que están sujetos a esfuerzos de compresión. Su resistencia depende
de las características del concreto y la forma del puntal. Son tres las formas características en que
pueden presentarse: “prisma”, “botella” o “abanico” (Fig. 3.7).
Fig. 3.7. Formas características de los puntales a compresión
Los puntales en forma de “prisma” y “abanico” no desarrollan esfuerzos transversales al eje
longitudinal por lo que se toma la resistencia a compresión del concreto, , para su diseño. Por
el contrario, si el puntal es capaz de generar esfuerzos transversales como en el caso b) se deberá
afectar la resistencia a compresión en el concreto por un factor de eficiencia como ocurre
también en las zonas nodales. En la tabla 3.1 se muestran los diferentes tipos de puntales y nodos
con sus respectivos factores de eficiencia.
Tabla 3.1. Factores de eficiencia para Puntales y Nodos
Donde y son los factores de eficiencia para puntales y nodos, respectivamente; es el
factor de reducción de resistencia de diseño.
17
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Explicación de los tipos de Puntales descritos en la tabla 3.1
Condición I. Aplica a un puntal equivalente a un bloque rectangular de esfuerzos, como ocurre
en zonas a compresión de vigas o columnas cargadas excéntricamente. En este caso 1.0.
Condición II. Aplica a puntales en forma de botella como el que se muestra en la figura 3.8, el
cual contiene refuerzo transversal. Para que un puntal se pueda tomar como “reforzado” y pueda
tomar el valor de 0.75, debe ser atravesado por un refuerzo que cumpla con la ecuación 3.3.
La tensión que se genera en la dirección transversal combinada con la fuerza de compresión
longitudinal puede llevar a una falla prematura del concreto, dependiendo de la forma y de la
condición en que se encuentren, es por eso que el factor de eficiencia para los puntales debe
reducirse.
De acuerdo con esta segunda condición: un tensor puede atravesar uno o más puntales, como
elementos de refuerzo, pero un puntal no puede atravesar a otro puntal, éstos deben cruzarse
solamente en los nodos.
s1
s
w
Puntal
AS2
s2
α1
α2 s2
AS1
Fig. 3.8. Refuerzo que atraviesa un puntal
Condición III. Esta condición se aplica a miembros estructurales con concreto masivo, tales
como pilas de apoyo en cimentaciones. Debido a que en los puntales sin refuerzo fallan después
de que el concreto se haya agrietado, el valor de es multiplicado por un factor de corrección, .
18
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Los valores de este factor de corrección son: 1.0 para concreto de peso normal, 0.85 para
concreto aligerado con arena, y 0.75 para todos los demás concretos ligeros.
Condición IV. Este valor de se utiliza en modelos puntal‐tensor usados para diseñar el
refuerzo a tensión de patines de vigas prefabricadas, largueros y otras vigas similares en puentes.
Este factor toma en cuenta el hecho de que las grietas en esta zona de la viga tienden a
ensancharse más que las grietas que se generan en el alma.
Condición V. Esta condición aplica a todos los demás casos.
3.4.1.1 Ancho Efectivo de un Puntal
El ancho de un puntal, , se define como la menor dimensión perpendicular al eje del puntal en
sus extremos, estas dimensiones de los extremos dependen del ancho de la zona nodal, para el
caso de apoyos, o ancho de placas por donde se aplica la carga vertical (ver Fig. 3.9). Para
estructuras de dos dimensiones, como vigas peraltadas, el espesor de los puntales puede ser
tomado como el ancho de la sección transversal del elemento.
De acuerdo con Hwang et al. (2000), el ancho del puntal a compresión, , en una ménsula está
dado por la profundidad del eje neutro de la sección transversal.
(3.4)
Donde es obtenida de la teoría clásica de flexión en vigas de concreto reforzado con acero por
tensión.
2 (3.5)
En el cual, es la relación entre el módulo elástico del acero y del concreto ⁄ , y la
cuantía del refuerzo por flexión, , está dada por la ecuación 3.6.
(3.6)
3.4.1.2 Resistencia Nominal de un Puntal
Si un puntal no tiene refuerzo transversal, la resistencia debe tomarse como la compresión que
causa el agrietamiento, calculada como:
Si el puntal está reforzado, entonces verificar la condición en que se encuentra y tomar los
valores de los factores de eficiencia en los puntales dados en la tabla 3.1; la resistencia nominal
de un puntal reforzado puede calcularse como:
19
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
(3.8)
a) La resistencia efectiva a la compresión del concreto en el puntal:
0.85 (3.9)
b) La resistencia efectiva de la zona nodal, dada por la ecuación 3.12
Los factores principales que afectan la resistencia a compresión efectiva en un puntal son:
1. La resistencia del concreto. El concreto llega a ser más frágil y tiende a ser más
pequeño cuando la resistencia del concreto se incrementa.
2. Efectos de larga duración. La resistencia de vigas de concreto y columnas tiende a ser
menor que la resistencia del cilindro para calcular . Hay muchas razones por las que
esta resistencia puede disminuir, incluyendo la reducción observada en la resistencia a
compresión bajo carga sostenida, la debilidad del concreto cerca de las fibras extremas
superiores de los elementos debido al sangrado del concreto después del colado. En la
ecuación 3.9, se toma en cuenta las incertidumbres del cálculo de la resistencia debido a
los factores anteriores, en parte, porque toma un bloque rectangular equivalente de
esfuerzos igual a 0.85 .
3. Esfuerzos de tensión transversal al puntal. Estos resultan de fuerzas a tensión del
refuerzo que atraviesa las grietas.
4. Agrietamiento del puntal. Los puntales atravesados por grietas inclinadas al eje del
puntal son debilitados por estas grietas.
5. Ángulo de inclinación del puntal. En un puntal a compresión, la resistencia disminuirá
cuando el ángulo de inclinación del puntal sea menor con respecto a la horizontal. El
código recomienda que el ángulo entre un puntal y un tensor no debe ser menor de 25°
ni mayor de 65°.
3.4.2 Tensores,
Su función es resistir las fuerzas a tensión en el modelo y su diseño es muy simple; su resistencia
depende de las propiedades de la sección transversal y del esfuerzo de fluencia del acero.
(3.10)
Donde
Ts = suma de las cargas externas.
As, Ap = área del acero de refuerzo y del presfuerzo, respectivamente.
fy = esfuerzo de fluencia del acero.
= porción de la resistencia a tensión en el acero de presfuerzo.
20
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
3.4.2.1 Ancho efectivo de un Tensor
El ancho efectivo de un tensor supuesto en el diseño puede variar en los límites siguientes,
dependiendo de la distribución del refuerzo del tensor:
a) Si las barras en el tensor se encuentran en una capa, el ancho efectivo de un tensor puede
ser tomado como el diámetro de las barras en el tensor más dos veces el recubrimiento
con respecto a la superficie de las barras.
b) Un límite superior práctico del ancho del tensor puede tomarse como el ancho
correspondiente a una zona nodal hidrostática, calculado como
, á (3.11)
Donde es la resistencia nominal a tensión de un tensor
3.4.3 Nodos
Son elementos ficticios que representan un punto específico de intersección entre puntales o
tensores. Son similares a los que se representan en el análisis estructural y su resistencia
depende del tipo de fuerzas que concurran a ellos y del tipo de anclaje que esté contenido dentro
del nodo. Cuando el campo de esfuerzos es alto se denominan “Singulares” y cuando dicho campo
se extiende y se reduce a lo largo de un área o longitud son llamados “Continuos”. Los nodos
singulares se originan principalmente en reacciones de apoyo y cargas concentradas
introducidas por el refuerzo por medio de placas de anclaje o por la presión radial ejercida por
las barras de refuerzo cuando se forman dobleces en forma de “gancho en U” para el anclaje al
concreto. Discontinuidades geométricas tales como esquinas reentrantes en ménsulas, pueden
causar concentraciones de esfuerzo las cuales suelen representarse por un nodo singular.
Para diseñar un nodo singular se debe tomar en cuenta lo siguiente:
• Sólo deberán existir tres fuerzas en un nodo, si concurren cuatro, por ejemplo, esto se
resolverá sacando la resultante a dos de ellas para reducir el número de fuerzas
concurrentes.
• La geometría del nodo va de acuerdo con las fuerzas que llegan a él.
• Checar si las presiones en el concreto dentro del nodo no exceden los límites marcados en los
códigos de diseño actuales.
• Asegurar un adecuado anclaje de los tensores en los nodos (excepto para nodos CCC).
Los nodos continuos no son críticos como los singulares y sólo deberá asegurarse el anclaje
adecuado de las barras de refuerzo o presfuerzo que lleguen a estos nodos.
3.4.3.1 Resistencia de los nodos
Siempre y cuando el nodo se encuentre confinado, los esfuerzos a compresión efectivos ,
calculados en una cara de una zona nodal debidos a las fuerzas del modelo puntal‐tensor, no
deben exceder el valor dado por:
0.85 (3.12)
21
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
w w
s w s
wt t c
co os
sα α
lb
Puntal lb
se se
nα C nα
C
Puntal
α
α wt T
wt T
C C
a) Una capa de refuerzo b) Refuerzo distribuido
Fig. 3.9. Distribución de las fuerzas de tensión y compresión en una zona nodal
P
P/2 P/2
Zona Nodal
Puntal en C
forma de
botella
T C
C
Nodo
Idealización C
del puntal
T
C
Tensor
C T
a) b)
Fig. 3.10. Elementos de un Modelo PuntalTensor: a) Idealización y b) Modelado
3.5 ASPECTOS ESPECÍFICOS DE ESTRUCTURAS PRETENSADAS Y POSTENSADAS
El diseño sigue las mismas reglas que para las estructuras de concreto reforzado con acero
normal, la diferencia en el proceso de diseño radica en el detallado del refuerzo de anclaje
necesario en los alrededores del dispositivo de anclaje.
3.5.1 Zonas de anclaje postensadas: Teorías ElásticoLineales y del PuntalTensor
La zona de anclaje puede definirse como el volumen de concreto mediante el cual la fuerza
concentrada de presfuerzo en el dispositivo de anclaje se distribuye linealmente a través de la
sección transversal completa a lo largo del claro del elemento. La longitud de esta zona,
siguiendo los principios de Saint Venant, es aquélla en donde los esfuerzos llegan a ser uniformes
a una distancia igual al peralte “ ”. El prisma entero, de una longitud de transferencia “ ”, se
considera la zona total de anclaje.
22
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Esta zona está compuesta de dos partes:
1. Zona General: Su longitud es idéntica a la zona de anclaje total y se extiende a lo largo del
claro del elemento, es por lo tanto igual a la profundidad total de la sección “ ” en casos
estándar.
2. Zona Local: Esta zona es el prisma de concreto que se encuentra cercano e
inmediatamente después del dispositivo de anclaje y del refuerzo de confinamiento que
lo contiene. La longitud de la zona local tiene que ser considerada como el valor más
grande entre su ancho máximo y la longitud de anclaje del dispositivo confinado con
refuerzo.
El refuerzo de confinamiento a través de la zona total de anclaje debe elegirse de tal manera que
pueda evitarse cualquier cuarteadura del concreto como resultado de alta concentración de
fuerzas de compresión transmitidas por medio de los dispositivos de anclaje. Además, se deben
checar los esfuerzos admisibles sobre concreto en la zona local para asegurar que la capacidad de
carga admisible a compresión del concreto no se exceda.
3.5.2 Métodos de Diseño para la Zona General de Anclaje
Existen tres métodos para el diseño de la zona de anclaje.
1. Análisis de Esfuerzos ElásticoLineales aproximado que incluye el uso de elementos finitos:
Este método incluye el cálculo del estado detallado de esfuerzos linealmente elásticos. La
aplicación del método de elementos finitos está un poco limitada por la dificultad de
desarrollar modelos adecuados que puedan modelar correctamente el agrietamiento en
el concreto. Sin embargo, las suposiciones apropiadas pueden siempre llevar a resultados
razonables en el análisis.
2. Equilibrio Basado en la Plasticidad, tales como los Modelos Puntal‐Tensor: El método del
puntal‐tensor proporciona las trayectorias idealizadas de las fuerzas de presfuerzo como
elementos de armadura, las cuales siguen los principios de equilibrio estático. La carga
última predicha mediante este método generalmente da resultados conservadores para
estos casos.
3. Métodos Aproximados: Estos aplican para secciones transversales rectangulares sin
discontinuidades.
3.5.3 Determinación del refuerzo de confinamiento de la zona de anclaje empleando
Métodos ElásticoLineales
La zona de anclaje está sujeta a tres niveles de esfuerzo:
a) Altos esfuerzos de apoyo inmediatamente después de los dispositivos de anclaje. El
confinamiento del concreto en esa zona es de mucha importancia para prevenir una falla
de compresión.
b) Esfuerzos de tensión que provocan la ruptura del concreto, normales al eje longitudinal
del tendón.
c) Alta compresión en el campo de esfuerzos en el elemento.
El área del refuerzo de tensión se calcula para soportar la fuerza de tensión que provoca el
agrietamiento en el concreto. En regiones de esfuerzos a compresión, si esta compresión es muy
alta, puede ser necesario un refuerzo adicional de compresión.
23
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Un análisis elástico‐lineal basado en elementos finitos resulta más adecuado para determinar el
estado de esfuerzos en la zona de anclaje. Sin embargo, el proceso de análisis consume mucho
tiempo y costo y los resultados pueden estar limitados por la dificultad de desarrollar modelos
adecuados que representen correctamente el fenómeno del agrietamiento en el concreto; esto
puede solucionarse empleando un análisis no lineal por elementos finitos. Otra vez, la dificultad
para desarrollar tales análisis se vuelve todavía más difícil y no resulta práctico para el ingeniero
estructural que día a día busca procesos de análisis menos rigurosos y más rápidos de aplicar.
Eje Neutro
P P
a) b)
lt
Eje Neutro
Fuerza de Tensión, T
e Fuerza de Compresión, C
M máx
P
x Fuerza Cortante,V
lt
c)
Fig. 3.11. Efecto del presfuerzo en la zona de anclaje: a) bloque de anclaje, b) Agrietamien
to en la zona local debido a la fuerza de presfuerzo y c) diagrama de cuerpo libre
en el bloque de anclaje _____________________________________________________
El valor del momento máximo á determina la posición de la grieta horizontal potencial. Este
momento es resistido por el par proporcionado por la fuerza de tensión del refuerzo vertical de
la zona de anclaje y la fuerza de compresión proporcionada por el bloque de concreto, mientras
que la fuerza cortante vertical en la superficie agrietada es resistida por los estribos verticales.
24
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
Por equilibrio de momentos,
á
(3.13)
Y el área total requerida del acero de refuerzo es
(3.14)
3.5.4 Determinación del refuerzo de confinamiento de la zona de anclaje empleando
Modelos PuntalTensor
En la siguiente figura se muestran tres ejemplos de modelos puntal‐tensor para la zona de
anclaje de una viga presforzada.
P/2
P/2 P/2
Tendón
P/2
Puntal P/2
inclinado V2
V2
b) Puntales inclinados
Tendón P/2
P/2
Tensor
inclinado c) Desviación brusca del Tendón
Fig. 3.12. Modelos Puntal para cargas de presfuerzo inclinadas
El primer caso se trata de una viga simplemente apoyada a la cual se le aplica una carga inclinada
a compresión, producto de la fuerza de los gatos hidráulicos de presfuerzo; nótese como los
puntales tienden a ser horizontales a lo largo de la longitud del elemento. El segundo ejemplo
muestra puntales inclinados, lo cual induce a generar reacciones verticales de fuerza cortante;
25
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
estas reacciones tendrán que ser resistidas por algún tensor vertical en esa zona. El último caso
muestra un cambio brusco de la curvatura del tendón, lo cual genera una fuerza transversal a su
eje y que tiene que ser resistida por el tensor; nótese como el tensor en esa zona tiene una ligera
inclinación.
Después de que se haya generado la grieta debido al presfuerzo, las trayectorias de esfuerzos a
compresión en el concreto tienden a unirse con líneas rectas que pueden idealizarse como
puntales prismáticos a compresión uniaxial (Fig. 3.13). Usando el MPT resulta más fácil y rápido
determinar el refuerzo de confinamiento de la zona de anclaje, debido a que las trayectorias son
muy fáciles de visualizar y no se requieren grandes métodos numéricos para la solución del
equilibrio en los modelos. Asimismo, es mucho más fácil calcular la fuerza vertical necesaria para
evitar agrietamientos como el que se presenta en la figura 3.11b. Estos agrietamientos suelen
presentarse cerca de la zona de los dispositivos de anclaje y de aplicación de cargas; es necesario
calcular la longitud de transferencia que define la región local de anclaje.
En la figura 3.14 se muestra un ejemplo del diseño de una viga de concreto presforzado con
ménsulas en ambos extremos, sometida a cargas horizontales debidas al presfuerzo y cargas
verticales en sus extremos. El acero de presfuerzo se encuentra traslapado atravesando ambos
extremos de la viga, el motivo de esta configuración de los tendones es por los cambios de signo
en los momentos flexionantes que presentan estos elementos ante cargas de servicio; estos
elementos suelen apoyarse simétricamente en columnas, quedando ambos extremos de la viga
en voladizo (ver Fig. 2.1), lo cual genera momentos negativos en la unión con la columna. El
diseño con modelos puntal‐tensor de esta viga puede realizarse en dos etapas: efectos debido al
presfuerzo y los efectos debido a la carga vertical; luego pueden superponerse ambos diseños
para proporcionar el acero de refuerzo o presfuerzo adecuados. Además, es posible calcular el
acero transversal inferior y superior a lo ancho de la sección con puntales y tensores como lo
muestra la figura 3.14d, en forma sencilla y práctica. Las cargas aplicadas a los nodos en el
modelo 3.14d, son producto de la componente horizontal (superior e inferior según sea el caso)
de los puntales diagonales a compresión de las figuras 3.14b y 3.14c.
Un diseño de un modelo puntal‐tensor para una estructura de concreto presforzado se realiza de
la misma manera al de una de concreto reforzado, pero tomando en cuenta las consideraciones
necesarias para evitar fallas de compresión en la zona de anclaje. Además, la fuerza de
compresión debida al presfuerzo se descompone en un par de fuerzas horizontales que son
aplicadas en los nodos superior e inferior del modelo, respectivamente: la fuerza horizontal debe
ser distribuida a una longitud de transferencia, , la cual es aproximadamente 50 veces el
diámetro del acero de presfuerzo (nótese cómo la fuerza inferior se descompone y se
distribuye en dos fuerzas, a saber, y ; lo mismo sucede con que es igual a ).
Solamente se recomienda que la fuerza de presfuerzo se aplique de manera total y directamente
sobre el nodo para asegurar el diseño adecuado de la zona de anclaje como lo ilustran los
ejemplos de la figura 3.13.
26
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
ACTUAL IDEALIZADO
h/2
P/2
P/2
P h
P/2
P/2
P P
P
P P
C=T
h
h
C=T
P
P P
P/2 P/2
P
P/2
P/2
P/2
P/2
P h
P/2
P/2
P/2
P/2
P
P/2 P/2
Fig. 3.13. Modelos PuntalTensor para determinar el acero de anclaje necesario en la zona
nodal ________________________________________________________________________
27
CAPÍTULO III. EL MÉTODO DEL PUNTALTENSOR
P1 Tendón P1
V B V
D D
P2 P2
lt
P3 P4 P4 P3
Fuerza debido
a la curvatura
del tendón
P6 P6
P5 P5
V V
28
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL
DE ELEMENTOS DE CONCRETO
CON FIBRAS DE CARBONO
4.1 INTRODUCCIÓN
Recientes investigaciones en materiales y métodos y técnicas de refuerzo estructural a dado
lugar a una nueva técnica para la rehabilitación estructural usando Polímeros Reforzados con
Fibras (FRP por sus siglas en inglés). Estos materiales compuestos están disponibles hoy en día
en forma de bandas delgadas con refuerzo unidireccional; hojas o láminas flexibles de textiles
hechos de fibra en una, dos o más direcciones.
La razón por la cual estos compuestos han incrementado su uso en la rehabilitación de
estructuras de concreto estructural es debido a que es un sistema liviano, con una densidad de
cuatro a seis veces menor que la del acero; es inmune a la corrosión y proporciona alta
resistencia a la tensión; su disponibilidad en hojas o láminas flexibles con diferentes dimensiones
lo convierte en un sistema fácil de manipular y de aplicar en zonas de difícil acceso al sitio de
reparación. Se usa principalmente como refuerzo a tensión, no se recomienda para el refuerzo en
zonas sometidas a compresión, ya que puede presentarse el pandeo transversal de las fibras
debido a su baja capacidad ante este tipo de esfuerzos. Sin embargo, estos sistemas compuestos
también tienen sus desventajas, las cuales no deben ser despreciadas por ningún motivo por los
ingenieros: contrario al acero, el cual se comporta de una manera elasto‐plástica, los compuestos
en general tienen un comportamiento elástico‐lineal hasta la falla (sin embargo, esto ocurre a
grandes deformaciones de las fibras) sin ninguna fluencia o deformación plástica. También su
alto costo y la vulnerabilidad a la degradación de su resistencia por su exposición a altas
temperaturas han sido factores desfavorables para su elección como refuerzo. A pesar de esto, el
sistema, como refuerzo supera con creces las desventajas mencionadas. Existen variedad de
sistemas de refuerzo con FRP, entre los que destacan el refuerzo con fibra de vidrio (GFRP),
aramida (AFRP) o carbono (CFRP); se entiende como sistema al trabajo en conjunto de la fibra
con la resina utilizada para su adherencia a la superficie de concreto. En este capítulo se hace
énfasis al sistema compuesto con CFRP con resina epóxica como aglutinante.
Dentro de los códigos de diseño que han incorporado el diseño de elementos reforzados con FRP
se encuentran el código europeo (EN 1998‐3:2005, Parte 3), el código italiano (CNR‐DT 200‐
2004) y el americano (ACI 440.2R‐02), por mencionar algunos. En este trabajo, con el fin de
continuar con la nomenclatura utilizada en ecuaciones anteriores y por facilidad de uso, las
29
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
recomendaciones del ACI son las que se utilizarán en el diseño del refuerzo de uno de los
especímenes.
4.2 PROPIEDADES FÍSICAS DEL FRP
De la tabla 4.1 podemos hacer varias observaciones. Las fibras de carbono tienen el módulo de
elasticidad más elevado, pero tanto las fibras de vidrio como las de aramida tienen una
resistencia mayor a la tensión. Esta mayor resistencia no se traduce en una resistencia mayor del
material compuesto, ya que las fibras de vidrio son muy sensibles a pequeños defectos, los cuales
pueden reducir de manera importante su resistencia.
Tabla 4.1. Valores típicos de las propiedades del FRP [8]
Módulo de
Resistencia a la Deformación máxima 3
Tipo de Fibra Elasticidad a Densidad, g/cm
tensión, MPa a la rotura, %
Tensión, GPa
Carbono 215-235
1380 0.90 1.90
(módulo bajo)
Carbono 350-500
1720 0.40 2.0
(módulo alto)
Carbono 500-700
2210 0.30 2.15
(módulo muy alto)
Vidrio 70
3450 4.88 2.60
(E-Glass)
Vidrio
85-90 4590 5.7 2.48
(S-Glass)
Aramida 70-80
3620 4.0 1.44
(alta tenacidad)
Aramida 115-130
3620-4140 2.8 1.44
(módulo alto)
Aramida
186 3450 2.0 1.47
(módulo muy alto)
4.2.1 Tipos de resinas
La mayoría de las resinas contribuyen muy poco a la capacidad de carga de los materiales
compuestos. De cualquier manera pueden ser muy importantes en la tenacidad de los materiales
compuestos, mientras más dúctil sea la resina más tenaces será el laminado de FRP.
Tabla 4.2. Valores típicos de las propiedades de la resina [8]
Módulo de
Resistencia a la Deformación máxima
Tipo de Fibra Elasticidad a
tensión, MPa a la rotura, %
Tensión, GPa
Epóxicas 4.83 a 6.21 103 a 172 2
30
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
Tabla 4.3. Módulos de elasticidad de un laminado unidireccional de FRP [8]
Coeficiente de
Tipo de Fibra Longitudinal, GPa Transversal, GPa Cortante, GPa
Poisson
Carbono / Epoxi 181 10.3 7.17 0.30
4.2.2 Coeficiente de expansión térmica
El coeficiente térmico difiere en el material dependiendo de la orientación de las fibras, ya sea
longitudinal o transversal.
Tabla 4.4. Coeficientes de expansión térmica para materiales con FRP [1]
Longitudinal 6 a 10 -6 a -2 -1 a 0
Transversal 19 a 23 60 a 80 22 a 50
4.2.3 Efectos a altas temperaturas
Las fibras por sí solas pueden resistir a altas temperaturas: Aramida presenta problema arriba de
los 200°C, Vidrio a 300‐500°C y Carbono a 800‐1000°C. Sin embargo, deberá evitarse el contacto
del material con altas temperaturas, ya que por lo general las resinas epóxicas empiezan a
suavizarse alrededor de los 45‐70°C y pueden reducir la resistencia de las fibras provocando el
colapso del sistema [8].
4.3 PROPIEDADES MECÁNICAS DEL FRP
4.3.1 Comportamiento a Tensión
El comportamiento de estos materiales no presenta algún comportamiento plástico (fluencia)
antes de la ruptura. La relación esfuerzo‐deformación tiene comportamiento elástico lineal hasta
la falla, como se puede apreciar la gráfica de la figura 4.1. En las curvas de esa misma figura, se
puede apreciar un módulo de elasticidad bajo del CFRP comparado con el del acero, esto implica
que en el diseño sea posible considerar grandes deformaciones para alcanzar una adecuada
ductilidad en las estructuras de concreto.
4.3.2 Comportamiento a Compresión
Puede presentarse la falla por tensión transversal en la hoja, micro pandeo o falla por cortante.
No se recomienda su uso como refuerzo a compresión.
31
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
σ
12000
8000
4000
2000
0
e
0.005 0.01 0.015 0.02 0.025
Fig. 4.1. Gráfica EsfuerzoDeformación del CFRP y del acero (Adaptada de Fyfe Co LLC
Design Manual)____________________________________________________________
4.4 COMPORTAMIENTO DEPENDIENTE DEL TIEMPO
4.4.1 Ruptura por flujo plástico en la resina
Los materiales compuestos sometidos a una carga constante pueden fallar de manera repentina
después tiempo de endurecimiento de la resina. Este tipo de falla es conocida como flujo plástico
del material. Las fibras de carbono son las menos susceptibles a este tipo de falla. La fluencia
puede ocurrir a temperatura ambiente para muchos materiales compuestos. La parte que
generalmente sufre la fluencia es la resina. Las fibras de vidrio y las de carbono no fluyen
significativamente a temperatura ambiente. La fluencia está en función de la tensión, de la
orientación de las fibras y de la ductilidad de la resina aplicada. La dirección de las fibras es muy
importante porque cuando más fibras estén alineadas en dirección de la carga, la tensión será
menor en la resina.
4.4.2 Fatiga
Las propiedades a la fatiga de un material estructural representan su respuesta a las cargas
cíclicas. Las cargas cíclicas repetidas dan lugar a una disminución de la resistencia en los
materiales metálicos por ejemplo. Los materiales compuestos poseen una excelente respuesta
ante cargas cíclicas. La resistencia a la fatiga es en general de un 60 70% de la resistencia
última estática del material y no es afectada de manera significativa por la humedad ni por la
exposición a la temperatura de la estructura de concreto a reforzar, a menos que la resina se
encuentre degradada por el medio ambiente.
32
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
4.5 DURABILIDAD
En general, la vida útil de los materiales utilizados en la ingeniería civil es difícil de determinar.
Existen muchos factores que reducen la vida útil de un material y las características de éstos a lo
largo del tiempo. Los mecanismos que controlan la durabilidad de los materiales son bien
conocidos, como pueden ser cambios físicos debido a daños por accidente, cambios debido a
ataques químicos y el medio ambiente en general (véase tabla 4.4). Es por esto que debe tomarse
en cuenta que puede existir una reducción de las propiedades mecánicas del material estando
bajo estas condiciones.
4.6 FRP PRESFORZADO
En algunos casos el utilizar presfuerzo en el FRP proporciona muchas ventajas. Triantafillou et al.
(1992), observaron que utilizando este tipo de técnica en el FRP es posible darle mejores
condiciones al refuerzo. Enseguida se muestran algunas ventajas y desventajas del sistema FRP
presforzado:
Ventajas
• Proporciona un comportamiento rígido en tiempos cortos, más cuando el concreto se
encuentra a compresión contribuyendo con el aumento del momento resistente.
• La formación de grietas disminuye, incluso cierran las grietas en estructuras en estado
agrietado.
• Mejora la ductilidad y las condiciones de servicio debido a la reducción de grietas.
• Mejora la resistencia al cortante de la sección completa, manteniendo a la sección sin
agrietamiento.
• Con un adecuado anclaje se incrementa la capacidad del elemento a resistir momentos
flexionantes y se evitan fallas por desprendimiento de la fibra.
• El eje neutro permanece en un nivel inferior para el caso del presfuerzo que para un caso
sin presfuerzo, aumentando la eficiencia estructural.
Desventajas
• La aplicación no es económica debido a las complicaciones y el equipo a utilizar para el
presforzado.
• La operación de la aplicación puede ser tardada.
• El equipo que presiona a la lámina o estribo de FRP debe permanecer por un tiempo
prolongado hasta que la resina haya endurecido completamente.
Usando la técnica del presfuerzo puede llevar a fallas por desprendimiento en los extremos
cuando la fuerza es demasiado alta, debido a que se desarrollan esfuerzos muy altos entre la
superficie de concreto y el FRP. Por esto, estas zonas de extremo son las que requieren mucha
atención en el diseño. También pudieron observar que utilizando presfuerzo, la capacidad de la
fibra puede aumentar en un 50% siempre y cuando se realice el anclaje adecuado al concreto.
4.7 CONFINAMIENTO
El FRP es un material muy completo, incluso puede incrementar la capacidad de un elemento por
confinamiento. Usando FRP como material de confinamiento en columnas se incrementa la
capacidad axial del elemento y la capacidad de deformación lateral del miembro debido a que se
33
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
mejoran las articulaciones plásticas y se disminuye el pandeo lateral de las barras de refuerzo
(Triantafillou et al., 2006).
4.8 RECOMENDACIONES DE DISEÑO
Estas recomendaciones están basadas en los principios básicos establecidos en el código ACI
440.2R‐02 con el conocimiento específico del comportamiento mecánico del refuerzo con FRP.
4.8.1 Filosofía de Diseño
Basado en el diseño por estados límite. El sistema FRP debe diseñarse de acuerdo con los
requerimientos de resistencia y las condiciones de servicio marcados por el ACI 318‐05 usando
factores de reducción de resistencia marcados en el código ( 0.9 ó
0.75 ).
4.8.2 Consideraciones ambientales
El medio ambiente puede afectar las propiedades físicas y mecánicas del CFRP, por lo que deberá
tomarse en cuenta su efecto en el diseño.
Tabla 4.5. Factor de reducción ambiental [1]
4.8.3 Propiedades de diseño del refuerzo con FRP
Enseguida se presentan las propiedades a tensión del material para el diseño tomando en cuenta
las condiciones de exposición ambiental del refuerzo con base en los valores recomendados en la
tabla 4.5.
La resistencia a tensión última de diseño se afecta con el factor de reducción ambiental como
sigue:
(4.1)
De manera similar, la deformación a la ruptura de diseño es:
(4.2)
Debido a que el material tiene comportamiento lineal hasta la falla, el módulo de elasticidad debe
calcularse de acuerdo con la ley de Hooke, usando los resultados obtenidos de las dos ecuaciones
anteriores. Así, el Módulo de Elasticidad del material puede expresarse como:
34
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
(4.3)
Donde
= resistencia a tensión última del material, proporcionada por el fabricante.
= deformación a la ruptura del material, proporcionada por el fabricante.
Las ecuaciones 4.1 ‐ 4.3 deberán utilizarse en el proceso de diseño ya que toman en cuenta las
condiciones ambientales de exposición del material al ser afectadas por el factor .
4.9 FLEXIÓN
4.9.1 Nivel de deformación de la fibra
Debido a que la fibra puede presentar delaminación, el código propone un coeficiente de
reducción por adherencia, , para evitar niveles de esfuerzos considerables y no ocurra el
desprendimiento prematuro de la fibra.
1
1 0.90 180,000
60 360,000
(4.4)
1 90,000
0.90 180,000
60
Donde es la rigidez axial de la fibra; el término se refiere al número de bandas de
refuerzo con FRP. El nivel de deformación efectivo del refuerzo con FRP en el estado último
puede calcularse con la siguiente ecuación:
(4.5)
Donde es la deformación inicial obtenida por medio de un análisis elástico, tomando en
cuenta los efectos de carga muerta con la sección agrietada. En el diseño se supone un valor
inicial de la profundidad del eje neutro, , el cual tiene que ser comparado con el valor obtenido
en la ecuación 4.9
4.9.2 Nivel de deformación del acero de refuerzo a flexión existente
El nivel de deformación en el acero, , puede calcularse tomando en cuenta la compatibilidad de
deformaciones.
(4.6)
35
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
4.9.3 Nivel de esfuerzos en la fibra
Es el nivel máximo efectivo de esfuerzos que puede presentarse en la fibra antes de la falla por
flexión. Este esfuerzo se calcula considerando un comportamiento perfectamente elástico como
lo muestra la siguiente ecuación:
(4.7)
4.9.4 Nivel de esfuerzos en el acero de refuerzo por flexión
El nivel de esfuerzo del acero, , se calcula suponiendo un comportamiento elasto‐plástico.
(4.8)
es el módulo de elasticidad del acero; el nivel de deformación, tomado de la ecuación 4.6, y
el esfuerzo a fluencia del acero de refuerzo.
Con la ecuación 4.9 puede checarse el equilibrio de fuerzas internas en la sección, este nuevo
valor de debe coincidir con el valor inicial supuesto en las ecuaciones anteriores, en caso
contrario repetir el proceso.
(4.9)
Con 0.85 y de acuerdo con la sección 10.2.7.3 del ACI 318‐05. y son el área
correspondiente al refuerzo de acero y el FRP, respectivamente; el ancho de la sección y la
resistencia a compresión del concreto.
4.9.5 Resistencia nominal a la flexión
(4.10)
2 2
Donde 0.85 para flexión.
4.10 CORTANTE
4.10.1 Nivel de deformación de la fibra
Para el diseño por cortante, el nivel de deformaciones, , no es igual al que se definió en la
sección 4.7 para el diseño por flexión. De acuerdo con Priestley et al. (1996), el nivel de
deformaciones en la fibra para refuerzo con estribos cerrados debe cumplir con:
36
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
Y para estribos en forma de “U” o colocados en los laterales de la sección (Triantafillou, 1998):
0.004 (4.12)
El coeficiente de reducción por adherencia , es función de la resistencia del concreto, del tipo
de estribos a utilizar y de la rigidez de la fibra. Este coeficiente puede calcularse como:
0.75 (4.13)
11,900
Y los coeficientes que toman en cuenta la resistencia del concreto y el tipo de estribos a utilizar
son:
/
(4.14)
27
Y finalmente,
" "
(4.15)
2
4.10.2 Resistencia Nominal al cortante
Tomando en cuenta la contribución total de los refuerzos existentes en el elemento nos queda:
(4.16)
La contribución del FRP a la resistencia al cortante basado en la sección 11.5.7.4 del ACI 318‐05
es:
sen cos
(4.17)
Donde
= 0.85 para estribos en “U” y 0.95 para estribos cerrados.
= área del FRP utilizada para el refuerzo de cortante igual a 2 .
= ancho del estribo de FRP.
= peralte efectivo del estribo de FRP.
= espaciamiento de los estribos de FRP para el refuerzo de cortante.
= ángulo que forman los estribos con respecto al eje de la viga.
37
CAPÍTULO IV. REHABILITACIÓN ESTRUCTURAL DE ELEMENTOS DE CONCRETO CON FIBRAS DE CARBONO
4.11 LONGITUD DE ANCLAJE EFECTIVA
Uno de los problemas que suelen presentar este tipo de sistemas es la falla prematura por
delaminación de las fibras. Un aspecto peculiar e importante se refiere a la falla de anclaje que
ocurre en la lámina de fibra adherida al concreto. Más allá de una cierta fuerza de tensión, una
grieta puede formarse y propagarse paralela al FRP adherido en una interface débil del sistema
lámina‐adhesivo‐concreto. Se han observado varios modos de delaminación, entre los más
comunes podemos encontrar el desprendimiento de la lámina en vigas reforzadas por cortante y
trabes o losas reforzadas por flexión con estribos en forma de “U” colocados en la parte inferior
de la trabe o losa. Este tipo de falla es conocida como falla por adherencia de la lámina y se
produce en el concreto a pocos milímetros por debajo de la interface concreto/adhesivo. Por eso,
cuando no se usa un mecanismo que sujete a la lámina, la eficiencia del elemento reforzado
depende del correcto diseño de su longitud de anclaje. Así, el esfuerzo máximo que toma el FRP
depende de la longitud de anclaje, a lo largo de la cual se transfieren estos esfuerzos a través del
mecanismo de adherencia con el concreto. El comité 440 propone la siguiente ecuación (usando
el SI de unidades) para determinar la longitud efectiva para el FRP:
23,300
. [ mm ] (4.18a)
De acuerdo con Harmon et al. (2003), la distribución de esfuerzos de adherencia entre la
superficie del FRP y el substrato depende de la rigidez relativa del concreto, el FRP, y el
mecanismo de transferencia entre el FRP y el substrato de resina. Este mecanismo de
transferencia de la adherencia depende de la rigidez a cortante del espesor de concreto capaz de
transferir fuerzas al FRP a través del substrato de la resina. El modelo presentado por Harmon et
al., supone que la adherencia del material y las fibras muestran deformaciones elástico‐lineales
hasta la falla. Además, observaron que el espesor y el módulo a cortante del substrato de resina
son parámetros críticos para una buena adherencia y los esfuerzos de transferencia están
limitados por el concreto: la resistencia es proporcional a . De estas conclusiones pudieron
llegar a la siguiente ecuación:
[ mm ] (4.18b)
38
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
En este capítulo se describe cómo se realizó el programa experimental, tanto para el proceso
constructivo de los especímenes de concreto como para la parte correspondiente a los ensayes
de cada uno de ellos en el laboratorio; asimismo, se da una descripción de la instrumentación del
espécimen para la medición de las fuerzas, desplazamientos y deformaciones durante los
ensayes.
Se construyeron dos especímenes de concreto reforzado, los cuales fueron sometidos a carga
estática vertical en laboratorio, con el fin de determinar experimentalmente la capacidad y el
comportamiento a esfuerzos de flexión‐cortante de ménsulas en extremos de vigas de concreto
reforzado. Además, con uno de estos mismos especímenes, el cual fue llevado al agrietamiento y
rehabilitado posteriormente, se pudo comprobar la efectividad de una técnica de refuerzo y
reparación que usa bandas con fibras de carbono. Dado que el objetivo principal es comprobar
los métodos de diseño actuales y el funcionamiento principal del MPT, estos especímenes no se
diseñaron con el detallado de acero más eficiente sino como un refuerzo elemental que
permitiera entender el funcionamiento de la ménsula y la aplicación de los Modelos Puntal‐
Tensor en este tipo de vigas.
Para poder demostrar lo anterior, las dos vigas en voladizo de 750 de longitud fueron
sometidas a carga estática vertical en su extremo final, sobre la superficie de la ménsula; no se
aplicó carga estática horizontal debido a la dificultad que representa realizar esta tarea en
laboratorio. Pese a esta desconsideración en los ensayes no hubo diferencia significativa en
cuanto al comportamiento de estos elementos que pudiera repercutir en los objetivos señalados
al principio de este trabajo. Cabe mencionar que a escala real estas vigas suelen ser de
dimensiones mayores a las que aquí se presentan, incluso con secciones transversales más
eficientes y con diámetros de acero considerables; esto último hace que tanto en obra como en
laboratorio los detalles de anclaje se vuelvan más complicados y difíciles de resolver. La razón
por la cual los especímenes se construyeron con dimensiones pequeñas fue con el fin de
manipularlos mejor en el laboratorio; esto no afecta los resultados obtenidos con los modelos
puntal‐tensor para el diseño de elementos con mayores dimensiones, ya que tanto el agregado
para el concreto como el acero de refuerzo utilizados fueron de dimensiones reales, es decir, sin
ningún efecto a escala, por lo que el comportamiento no tiene efecto alguno sobre estos
pequeños especímenes. En los modelos estudiados sólo se presenta una parte de estas vigas, a
saber, el extremo final de la zona discontinua y no todo el conjunto, por ser ésta la zona de
interés principal en la investigación. Además, se utilizó acero de refuerzo como refuerzo original
39
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
y no acero de presfuerzo, por lo que los problemas de anclaje fueron fáciles de resolver en
laboratorio. De igual manera, esto no hace mucha diferencia en cuanto al comportamiento del
elemento, más que en la capacidad a tensión del refuerzo; esto es, que con los modelos
experimentales que aquí se estudian es posible entender el funcionamiento principal de los
modelos puntal‐tensor para el diseño de estructuras de concreto presforzado o post‐tensado
sometidos a carga estática sin mucho problema.
Se pensaron estudiar dos tipos de falla: falla debido al aplastamiento del puntal diagonal debido
al nulo refuerzo horizontal secundario en esa zona de la ménsula y falla por tensión debido a la
flexión, pero ésta última no se presentó debido a que uno de los tensores mostró debilidad en la
adherencia del sistema CFRP‐resina‐concreto y no se logró desarrollar la capacidad máxima del
tensor, como se verá más adelante. Se realizaron tres pruebas en total.
El espécimen ED‐01, al igual que el EF‐01, fue planeado para llevarlo al agrietamiento, repararlo
con la técnica de inyección de resina epóxica y reforzarlo con bandas de fibras de carbono; sin
embargo, estos agrietamientos sobrepasaron los niveles esperados, provocando la falla repentina
de la ménsula en este espécimen. Posterior a la falla, se determinó que no era factible efectuar la
reparación y se tendría que sustituir la ménsula completa, lo cual no se realizó ya que
afectaríamos la resistencia del concreto en la reparación y tendríamos una variable más en la
investigación, lo cual no era lo deseado.
El espécimen EF‐01 fue sometido a dos ensayes: el primero sólo se llevó al 80% de su capacidad
máxima, pero sin provocar alguna falla; posteriormente, fue reparado y reforzado con bandas de
fibra de carbono para darle mayor capacidad a la tensión y al cortante, reforzándose además la
zona del puntal que provocó la falla repentina en el espécimen ED‐01. El segundo ensaye
consistió en llevarlo a su máxima capacidad una vez hecha la reparación de las grietas.
5.1 MATERIALES Y PROCESO CONSTRUCTIVO
5.1.1 Materiales
σ
6000
5000
Esfuerzo [ kgf/cm²]
4000
3000
2000
1000
e
0
0.005 0.01 0.015 0.02 0.025 0.03 0.035
Deformación [ mm/mm ]
40
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
concreto a los 28 días. También se realizaron ensayes a compresión de cilindros el día de la
prueba; sin embargo, los resultados no variaron en más de 10% del valor de la resistencia, por lo
que se optó manejar una resistencia promedio, a saber, la correspondiente a los 28 días.
Para el refuerzo exterior a tensión se usaron fibras de carbono con 1.0 de espesor y
resistencia última a la tensión, , igual a 876 8760 / , de acuerdo con la ficha
técnica del material proporcionada por el fabricante.
5.1.2 Preparación de los especímenes
La cimbra se construyó con madera tipo cimbraplay de primera calidad y su interior fue
humedecido con aceite diesel, con el propósito de facilitar el descimbrado una vez que el
concreto haya endurecido. Para la consolidación del concreto dentro de la cimbra se utilizó un
vibrador eléctrico con cabeza vibradora de 1 ½ ” 38 , evitando siempre golpear a los
deformímetros instalados sobre las barras de acero. El curado fue realizado durante catorce días
después del colado del espécimen con el objetivo de evitar la pérdida de humedad del concreto
durante el fraguado.
a) b)
Fig. 5.2. Preparación de los especímenes: a) Habilitado de los deformímetros sobre las
barras de refuerzo, b) Cimbra de madera utilizada para el colado de los especímenes
5.1.3 Descripción de los especímenes
El espécimen consta de una viga de concreto reforzado de 750 de longitud unida a un dado
de concreto con las dimensiones que muestra la Fig. 5.3. En el extremo final de la viga se presenta
41
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
una reducción brusca del peralte total de la sección que da origen a la ménsula con una sección
transversal de 250 250 . El dado del espécimen descansa sobre un zoclo de concreto
reforzado que lo separa 200 del piso de la losa de reacción. El espécimen y el zoclo se fijaron
al piso de la losa, la cual tiene 400 de espesor, mediante un sistema de cuatro barras de acero
de 38 . Las barras fueron atornilladas a unas placas de 9.5 de espesor, con una tensión
inicial de 50 toneladas. Este sistema tiene la función de evitar el giro del dado, con el fin de lograr
la condición de empotramiento de la viga.
Se construyeron dos especímenes con armados diferentes, identificados como ED‐01 y EF‐01,
haciendo referencia al espécimen con armado débil y fuerte, respectivamente. La configuración
del refuerzo para cada espécimen se muestra en la tabla 5.1.
Tabla 5.1. Configuración del Refuerzo de los especímenes
145
P
Ménsula
250
Zoclo 200
Losa de Reacción
Barras de acero
φ 38 mm Zoclo
Punto de Aplicación
Ménsula PL 9.5 mm
de la carga
Dado
250 500 700 750
125 Barra de acero
100 φ 38 mm
Viga
145
100
500
Cotas en mm 700
725
Fig. 5.3. Dimensiones del espécimen de concreto reforzado
El espécimen EF‐01 fue reforzado con fibras de carbono con el objetivo de incrementar la
capacidad del puntal y la resistencia a cortante en la zona de la ménsula; la configuración de este
refuerzo se muestra en la tabla 5.2.
42
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
Tabla 5.2. Configuración del refuerzo con CFRP en el espécimen EF01
Long. de
Número de Ancho Espesor Área transversal
Tipo de Refuerzo Externo 2 anclaje
láminas [cm] [cm] [cm ]
[cm]
E-13mm @ 250
2 - 13mm
2 - 13mm
barra de E -10mm
anclaje
Strain gauge
Espécimen ED-01
E-13mm @ 250
4 - 13mm
2 - 13mm
barra de E -10mm
anclaje
Strain gauge
Espécimen EF-01
Fig. 5.4. Configuración del armado original de los especímenes de concreto reforzado
5.1.4 Rehabilitación postagrietamiento del espécimen EF01
La rehabilitación y reparación de las grietas de uno de los especímenes se realizó utilizando la
técnica de inyección con resina epóxica. Esta técnica consiste en la limpieza y sellado de las
grietas por medio de una pasta endurecedora. Se dejaron dos orificios en la esquina reentrante
de la ménsula para colocar una boquilla de plástico de 4 de diámetro y 60 de largo en
43
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
cada uno de ellos. Con la ayuda de un equipo de bombeo a presión se procedió al llenado de las
grietas con resina epóxica a través de las boquillas, como se ilustra en la figura 5.5a.
a) b)
Fig. 5.5. Rehabilitación y reforzamiento del espécimen: a) Inyección de la resina epóxica a
través de las boquillas; b) Colocación de las bandas de FRP sobre el espécimen___
300
H3
50
CFRP
V1
Anclaje del CFRP
25
H1
H2 50
50 H2
300
550
Cotas en mm
Fig. 5.6. Configuración del CFRP sobre el espécimen EF01
Para la instalación de las fibras de carbono se dejó la superficie de concreto libre de polvo y agua
para aplicar sobre ésta una resina epóxica bi‐componente y predosificada por el fabricante, la
cual está compuesta por una base y un endurecedor. La colocación de las bandas de fibra de
carbono se realizó manualmente, cuidando que la dirección de cada una de las fibras fueran las
correctas. Se ejerció presión sobre ellas con la ayuda de un rodillo y finalmente se aplicó una
segunda capa de resina sobre la fibra de carbono para asegurar la adherencia del epóxico con el
concreto (Fig. 5.5b).
5.1.5 Sistema de anclaje utilizado
En esta sección se presenta el sistema de anclaje que se utilizó para las bandas de carbono. El
sistema de anclaje utilizado consistió en la colocación de una pequeña parte de fibra de carbono,
44
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
la cual fue introducida en un agujero previamente perforado, expandida en forma radial y
adherida con resina epóxica sobre la superficie de concreto, como lo muestra la figura 5.7a. Una
vez instalado el ancla de CFRP se procedió a colocar la banda de fibra de carbono por encima de
ésta; de igual manera, le fue aplicada una capa de resina epóxica a toda la banda.
C
Placa de acero Tornillo de anclaje
Ancla de CFRP
A A' B B'
a
Planta Le
Le
Banda de CFRP
Banda de CFRP
Tensión Tensión
Banda de CFRP
Epoxi
Ancla de CFRP C'
Banda de CFRP
Tornillo de
50 Placa de acero Anclaje
Epoxi
13 Epoxi 75
Corte B-B'
Corte A-A'
15
sección crítica
a) Le
Banda de
Doblez CFRP
Tensión
Corte C-C'
Epoxi
Cotas en mm
b)
Fig. 5.7. Sistemas de anclaje para el CFRP. a) Anclaje utilizado, b) Anclaje propuesto
En la figura 5.7b se presenta un sistema de anclaje que pudiera ser mucho más completo y
eficiente. Éste consiste en la colocación de una placa de acero sobre la banda de carbono de tal
manera que ésta presione a la banda de carbono por medio de unos pernos o tornillos de anclaje
debidamente atornillados; con esto, puede reducirse con mayor eficiencia el corrimiento de la
banda sobre la superficie de concreto, haciendo más fuerte el sistema ante una falla por
adherencia. La banda de carbono termina con un doblez de longitud , que puede utilizarse como
medida de seguridad para darle mayor fijación al sistema. Este último sistema es una propuesta
para el mejoramiento del anclaje del CFRP, faltaría comprobar su eficiencia en futuras
investigaciones.
45
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
5.2 DESCRIPCIÓN DE LA INSTRUMENTACIÓN Y DEL ENSAYE
Para la instrumentación del modelo experimental se utilizaron deformímetros eléctricos
adheridos a las barras de acero, previamente instalados durante el habilitado del acero de
refuerzo, con el fin de obtener las deformaciones unitarias sobre las barras de acero, con las
cuales fue posible detectar la fluencia de las barras y observar el nivel de esfuerzos alcanzados
para una carga aplicada dada; los desplazamientos relativos fueron medidos con los
transductores de desplazamiento, estos resultados nos permitieron realizar las curvas Carga vs
Desplazamiento, con las cuales fue posible detectar, de acuerdo con el comportamiento de la
curva, el fenómeno del primer agrietamiento, la carga de fluencia y de colapso; asimismo, con
estos resultados obtenidos de los transductores se observó el comportamiento de la grieta
diagonal principal. Las lecturas que realizan estos instrumentos de medición son enviadas a un
sistema de adquisición de datos conocido como TDS, el cual permite transformar señales de
voltaje (asociadas a fuerzas, desplazamientos o deformaciones) en señal digital.
Los deformímetros fueron debidamente cuidados antes y después del colado del espécimen; el
rango de resistencia eléctrica de estos aparatos debe estar entre los 120 0.5Ω para un
funcionamiento adecuado; esto pudo ser verificado con la ayuda de un aparato de medición de
resistencia, comúnmente conocido como multímetro.
Los transductores de desplazamiento, conocidos también como DCDT’s, poseen un rango de
medición de 25 . Los factores de calibración de estos aparatos se obtuvieron mediante un
ajuste lineal de curvas, para lo cual se tuvo que realizar un registro de mediciones de cada
instrumento antes de ser instalados para el ensaye.
5.2.1 Descripción de la instrumentación sobre los especímenes
El espécimen ED‐01 contaba con ocho deformímetros: dos para las barras horizontales y seis
para las verticales. Los transductores de desplazamiento fueron distribuidos en ambos lados y de
manera simétrica sobre el espécimen de la siguiente manera: dos en la dirección con el eje del
gato hidráulico, (DCDT’s 1 y 2), y cuatro en la sección de transición de la ménsula con la sección
de mayor peralte, (DCDT’s 3‐6); además, se instalaron dos transductores al inicio de la viga con el
fin de detectar movimientos longitudinales y/o transversales que pudieran ocurrir en el dado
durante la aplicación de la carga sobre la ménsula; estos movimientos pudieron ser detectados
con los DCDT’s 7 y 8, pero fueron pequeños (del orden de 0.1% del desplazamiento máximo) y
fueron despreciados para el análisis de resultados que se presenta en el Capítulo 8. La
distribución de los deformímetros eléctricos y de los transductores de desplazamiento se puede
apreciar en las imágenes de la Fig. 5.4 y en la Fig. 5.8, respectivamente.
En el espécimen EF‐01 se instalaron doce deformímetros, distribuidos de manera uniforme sobre
las barras de refuerzo. En la Figura 5.4 se pueden observar dos deformímetros instalados sobre
las barras horizontales, seis para las barras verticales laterales y cuatro para las barras verticales
centrales; esta configuración se definió con base en los tipos de falla que se esperaba, ya sea para
una falla por tensión debido a la tensión o una posible falla por cortante, lo cual podría ser
detectado con los deformímetros ubicados sobre las barras horizontales y verticales,
respectivamente. La distribución de los transductores de desplazamiento fue similar a la que se
presentó el espécimen ED‐01 (Fig. 5.8).
Los DCDT’s 1 y 2 tienen la función de medir los desplazamientos verticales de la ménsula, con los
cuales se generaron las curvas Carga‐Desplazamiento, que se discutirán más adelante. Los
DCDT’s 3 y 4 se instalaron con el objetivo de medir los desplazamientos verticales en la sección
46
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
de la viga con mayor peralte, este dato es muy importante para obtener el desplazamiento
relativo de la ménsula con respecto a la viga. Los DCDT’s 5 y 6, instalados horizontalmente sobre
el espécimen, sirvieron para la medición del desplazamiento horizontal de la ménsula, dato
importante para medir el ancho de la grieta principal que se presentó en la sección de la esquina
reentrante; estas mediciones fueron ajustadas, de acuerdo con el ángulo de inclinación de la
grieta, para obtener la medida perpendicular a ésta.
DCDT’s
7y8
DCDT’s
5y6
DCDT’s DCDT’s
1y2 3y4
Fig. 5.8. Ubicación de los transductores de desplazamiento sobre el espécimen
Debido a la simetría de la configuración de los aparatos de medición, las lecturas fueron
promediadas para obtener el desplazamiento vertical u horizontal, según fuera el caso.
5.2.2 Descripción del ensaye
La prueba consistió en la aplicación de carga estática, aplicada directamente sobre la ménsula,
por medio de un gato hidráulico con una capacidad máxima de 500 (50 toneladas), el cual está
sujeto a un marco de acero debidamente anclado a la losa de reacción. Al actuador se le anexó un
tubo de acero macizo que termina ajustándose con una placa de acero de 2.54 de espesor, la
cual asienta sobre la superficie de la ménsula con el propósito de distribuir de manera uniforme
la carga. La parte inferior del actuador finaliza con un cabezal unido a una rótula que le
proporciona libertad de giro, junto con el giro de la ménsula (Fig. 5.9)
Las cargas fueron aplicadas (y controladas a partir de los desplazamientos del actuador) en
intervalos de 0.5 hasta haber alcanzado la carga correspondiente a la primera grieta, , de la
ménsula; posteriormente, los intervalos de carga fueron de 1.0 hasta alcanzar la fluencia de
alguna de las barras de acero; este fenómeno pudo observarse por medio de una gráfica esfuerzo
deformación generada en tiempo real, a partir de las mediciones realizadas por los
deformímetros y la celda de carga. Al igual que los demás aparatos de medición, la celda de carga
fue instrumentada en el actuador del gato hidráulico y conectada al sistema de adquisición de
datos, TDS.
47
CAPÍTULO V. PROGRAMA EXPERIMENTAL
a) b)
Fig. 5.9. Sistema de aplicación de cargas: a) Vista Lateral, b) Perspectiva
48
CAPÍTULO VI. RESULTADOS EXPERIMENTALES
VI. RESULTADOS EXPERIMENTALES
Los resultados que enseguida se presentan pertenecen a las tres pruebas realizadas en
laboratorio a los especímenes ED‐01 y EF‐01, los cuales fueron sometidos solamente a carga
estática vertical.
6.1 MODELO EXPERIMENTAL “ED01”
P
14
P u = 12.82 tf
P y = 12.10 tf
12
2ª Grieta
10 Falla del Puntal
a compresión
Carga [ tf ]
2 Pcr = 2.72 tf
1ª Grieta
d
0
2 4 6 8 10
δ = 0.7 cm Desplazamiento [ cm ]
Permanente
Fig. 6.1. Curva CargaDesplazamiento Vertical de la ménsula, ED01
49
CAPÍTULO VI. RESULTADOS EX
XPERIMENTALESS
En laa gráfica Caarga‐Desplazzamiento dee la figura 6.1 se muestra el commportamientto real de laa
ménssula de con ncreto refo
orzado corrrespondientte al espéccimen ED‐0 01. Desde el
e inicio dee
aplicación de carrgas hasta lla carga de aagrietamien nto, Pcr , el ccomportamieento es elásstico lineal yy
los essfuerzos en el refuerzo principal a ttensión son proporcion nales a la carrga.
La ap
parición de lla primera ggrieta sobree el elemento o nos indicaa que los esffuerzos en eesa zona han n
rebassado la resiistencia lím mite a tensió
ón en el conncreto y, a partir de ahhora, esta resistencia
r a
a
tensiión, fct vuelvve nula; la carga de agrietamient
a to, Pcr, fue de 2.72tf. Hasta
H antes de Pcr , lass
deforrmaciones u unitarias tan nto en el con ncreto como o en el acero o permaneccen iguales een magnitud d
debiddo a los efecctos de adheerencia del aagregado co on el concreeto; una vez rebasado lo os límites dee
resistencia del concreto
c a esfuerzos
e dee tensión, ell acero emppieza a adqu uirir un nivel mayor dee
esfueerzos. Esta primera
p grieta inicia desde la esquuina reentraante hasta p proyectarsee en la partee
inferior de la seccción, a un ángulo prom medio de 60° con la horizzontal.
F
Fig. 6.2. Agrietamientos principa
ales en la essquina reen
ntrante
La seegunda grietta surge commo una contiinuación de la primera, pero con un na inclinació
ón de 35° en
n
prommedio, despu ués de haberrse aplicado o 9.1 toneladdas de cargaa vertical al espécimen. El ancho dee
esta ssegunda grieta presentó incrementtos significaativos en los siguientes iintervalos d de carga (verr
Fig. 6
6.7); es por eso que la iimportanciaa del agrietaamiento incllinado para niveles de ccargas bajoss
50
CAPÍTULO VI. RESULTADOS EX
XPERIMENTALESS
no debe ser nad
da despreciaable en el diseño
d de estos elemen
ntos y debeen tomarse las medidass
necessarias para reducir su eefecto. Paraa los niveles de carga ap plicados hassta ese mom mento (cercaa
de 100tf) no se ap
preció este ssegundo tip po de grieta en la cara sur, lo cual n
nos hace sup poner que el
eje del gato paraa la aplicació
ón de la cargga tuvo una lligera excenntricidad haccia el lado norte.
Fiig. 6.3. Vistta general d
de agrietam
mientos en a
ambas cara
as, ED01
En laas imágenes de la figuraa 6.3, se obseervan tres d diferentes grrietas en diaagonal: dos een la secciónn
discoontinua y un na en el pun ntal diagonaal ubicado ceerca del extremo iniciall de la viga en voladizo o.
Esta última grieeta inicia en uperior y termina hastaa el nodo d
n el nodo su de conexión inferior del
puntaal, siguiendo o una trayectoria similaar a la líneaa punteada d del modelo p puntal‐tensor generado o
para este espéccimen. Esta grieta es debida
d a lo
os efectos del
d momentto negativo flexionantee
ubicaado en el em mpotramien nto de la vigga en cantileever; la incliinación de lla grieta se presenta en n
form
ma inversa a llas de una v viga simplem mente apoyaada con cargga vertical; eesto es debid do al cambio o
de siigno del moomento flexxionante en n la zona dee empotram miento de la viga; caso
o similar see
preseenta en los nnodos de un nión de vigass continuas.
6.2 MODEL
LO EXPERIM
MENTAL “EF
F01”
P
15
14
Idealización
hasta la falla
12
8
Carga [ tf ]
4
Pcr = 2.2tf
1ª Grieta
2
0
d
2 4 6 8 10
d= 0.47 cm Desplazamiento [ cm ]
Permanente
Fig. 6.4. Curva CargaDesplazamiento Vertical de la ménsula, EF01
5
5 3
2
2 1 1
3 4 4
Fig. 6.5. Vista general de agrietamientos en ambas caras, EF01
La figura 6.5 muestra un panorama general de agrietamientos después de haberse aplicado
9.75 sobre la superficie de la ménsula. Se presentaron cinco tipos de grieta: la primera inicia en
la esquina reentrante y tiene un desarrollo en diagonal de 60° en promedio; la segunda surge a
partir de la primera y continúa hacia abajo con una inclinación aproximada de 45°, muy similar al
del espécimen ED‐01. La tercera grieta se presentó en dos distintas zonas para ambas caras: una
en la zona cercana a la ménsula y la otra en la zona del puntal diagonal de la viga, para las caras
norte y sur, respectivamente. Una cuarta grieta de ancho muy pequeño se generó en el puntal
diagonal a compresión en la ménsula; la quinta grieta, al igual que la anterior, presentó una ligera
52
CAPÍTULO VI. RESULTADOS EXPERIMENTALES
apertura casi indistinguible a simple vista; ésta sigue una trayectoria muy parecida al puntal
diagonal del modelo puntal‐tensor marcado con línea punteada.
6.3 MODELO EXPERIMENTAL “EF01” REFORZADO CON FIBRAS DE CARBONO
En la figura 6.6 se muestran los resultados para el espécimen EF‐01 reforzado con CFRP. En la
gráfica puede notarse que la carga vertical a la fluencia aumentó un 60% respecto al del
espécimen EF‐01 sin CFRP; en este espécimen la falla se produjo por falta de adherencia de la
fibra con el concreto (ver sección 8.1). Posterior al desprendimiento de la fibra del refuerzo
horizontal principal, en un tiempo casi inmediato, las barras de acero horizontales del refuerzo
original comenzaron a fluir debido a que la contribución a tensión CFRP se redujo casi en su
totalidad (ver Fig. 6.8b).
Este espécimen tuvo un mejor comportamiento a carga vertical debido a la contribución de la
fibra de carbono, la cual no sólo ayudó a incrementar la capacidad a flexión‐cortante en la
ménsula, sino también a desarrollar mayores niveles de desplazamiento, presentando una falla
frágil en el elemento. El refuerzo de fibra de carbono fue colocado en las zonas de tensión y
cortante: se realizó el refuerzo de tal forma que se pudiera producir la falla por flexión. Sin
embargo, debido a la falta de adherencia de la fibra con la superficie de concreto, el CFRP no
pudo desarrollar su capacidad máxima a la ruptura.
P
24
22
P y = 21.60 tf
20
18
16
Desprendimiento del CFRP
14 (Tensor horizontal principal)
Carga [ tf ]
12
10
0 d
2 4 6 8 10
d= 0.53 cm Desplazamiento [ cm ]
Permanente
Fig. 6.6. Curva CargaDesplazamiento vertical, EF01 reforzado con CFRP
53
CAPÍTULO VI. RESULTADOS EXPERIMENTALES
P P
14 14
12 12
εy = 0.003
10 10
Carga Axial [ tf ]
Carga axial [ tf ]
8 8
barra vertical B1 barra horizontal B3
barra vertical B2 barra horizontal B4
6 6
P y =10.9 tf
4 4
2 2
0
e 0
e
0.001 0.002 0.003 0.004 0.005 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025
Deformación [ mm/mm ] Deformación [ mm/mm ]
Fig. 6.7. Curva CargaDeformación del acero de refuerzo ubicado en el tensor vertical y
horizontal, ED01 ____________________________________________
P P
22 B2 B3 B1 B4
22
20 20
ey = 0.003
18 18
16 16
Carga Axial [ tf ]
14 14
Carga Axial [ tf ]
barra horizontal B5
12 barra vertical B1 12
barra horizontal B6
10
barra vertical B2
10
barra vertical B3
8 barra vertical B4 8
P y = 17.30 tf
6 6
4 4
2 2
e 0
e
0
0.001 0.002 0.003 0.004 0.005 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025
Deformación [ mm/mm ] Deformación [ mm/mm ]
Fig. 6.8. Curva CargaDeformación del acero de refuerzo ubicado en el tensor vertical y
horizontal, EF01 reforzado con CFRP_ ___________________
54
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA
DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
Se realizaron tres Modelos Puntal‐Tensor: uno para el espécimen ED‐01 y dos para el EF‐01;
estos modelos permitieron calcular las fuerzas resultantes en cada uno de los elementos y la
carga crítica que llevaría a la falla; los resultados analíticos fueron comparados con los
experimentales que se presentaron en el capítulo anterior. Cabe mencionar que durante todo el
proceso de diseño se utilizaron los anchos mínimos requeridos, tanto para los puntales como
para los tensores, y el factor de reducción de resistencia, , utilizado en los MPT se tomó igual a
la unidad.
En los MPT se utilizaron las siguientes propiedades mecánicas de los elementos:
• 265 ⁄ para los puntales de concreto.
• 5200 ⁄ para los tensores de acero.
• 8760 ⁄ para los tensores de FRP.
7.1 MODELO ANALÍTICO PARA EL ESPÉCIMEN ED01, MPT1
La geometría del modelo de la figura 7.1 se puede representar como un sistema de armadura
isostática, la cual consta de catorce elementos conectados en once nodos, formando en total siete
puntales y siete tensores. Este modelo de puntales y tensores corresponde al espécimen ED‐01.
La distribución de cargas sobre los tensores horizontal y vertical y el puntal diagonal de la
ménsula tiene una relación de 0.85, 1.00 y 1.30 veces , siendo la carga vertical aplicada sobre
la superficie de la ménsula; así, el elemento más esforzado en un MPT con esta configuración,
será su elemento diagonal.
En el código ACI, Sección A.2.3, se recomienda que en un nodo no actúen más de tres fuerzas; sin
embargo, para el caso de los nodos N4, N6 y N7, en los cuales concurren más de tres, este
problema generalmente puede resolverse obteniendo la resultante de dos de ellas para reducir la
cantidad de fuerzas y mantener al nodo en equilibrio. Por otro lado, de acuerdo con la sección
A.2.5 del código, se permite que un tensor pueda atravesar uno o más puntales, como el caso del
tensor E2 que atraviesa a los puntales diagonales E12 y E13; pero un puntal no puede atravesar a
otro puntal, éstos deben atravesarse o superponerse solamente en los nodos.
55
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
N3 E9 N6 E10
N8
E5
E1
N1
E1
E6
3
E1 E2
E14
2
N9
N2 N4
E1
1
E3
E4
N10
E7 E8
N11
N5 N7
Fig. 7.1. Modelo Puntal – Tensor para el espécimen ED01, MPT1
En la tabla 7.1, que se presenta al final de este capítulo, se muestra un resumen de los elementos
mecánicos en los elementos del modelo. Las fuerzas axiales de los elementos y sus esfuerzos se
presentan en la segunda y tercera columna, respectivamente. La cuarta columna muestra la
relación demanda‐capacidad de cada elemento; como se puede apreciar, el elemento E3,
perteneciente al puntal diagonal de la ménsula, es el elemento crítico y con mayores
probabilidades de falla.
La tabla 7.2 muestra los elementos mecánicos sobre los nodos; nótese que en los resultados de la
quinta columna los esfuerzos no rebasan la capacidad en ningún caso; esto es, de acuerdo con el
MPT, se garantiza la capacidad de resistencia en cada uno de los nodos.
56
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
NA
0.000
5.72 tf 12.13 tf 0.050
12.13 tf
0.426 0.904 0.100
0.150
0.200
0.250
10.29 tf
P = 12.11 tf
0.767
0.300
0.350
0.400
-13 .517
-110.444
0.450
12.11 tf
0
0.903
-12.11 tf
.71
0.247
.78
0.500
10.30 tf 12.57 tf
tf
12.57 tf
tf
0.550
0.768 0.937
0.600
0.650
-2
12.11 tf
-1 1.0
0. .92
0.700
0.582
5. 00
48 tf
90
0.750
9
tf
0.800
0.850
-13
1.000
.71
O/S
tf
Fig. 7.2. Elementos Mecánicos del Modelo Puntal Tensor para el espécimen ED01
7.2 MODELO ANALÍTICO PARA EL ESPÉCIMEN EF01, MPT2A
El modelo que se presenta a continuación es idéntico en geometría respecto al del espécimen ED‐
01, la única diferencia es la cantidad de refuerzo proporcionado en los elementos E4, E5, E9 y
E10 con cuatro barras de acero de 13 , en lugar de dos barras de 13 del modelo anterior
(ver también Fig. 5.4).
N3 E9 N6 E10
N8
P
E5
E1
N1
E1
E6
E1 E2
E14
N9
N2 N4
E1
1
E3
E4
N10
E7 E8
N11
N5 N7
Fig. 7.3. Modelo PuntalTensor para el espécimen EF01, MPT2A
57
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
En la figura 7.4 se muestran las fuerzas resultantes sobre los elementos del MPT generado para
este espécimen. El incremento en la cantidad de acero en los elementos mencionados con
anterioridad no permitió aumentar la capacidad resistente de la ménsula, debido a que, como en
el caso anterior, el elemento débil es el puntal diagonal, por lo que se debió reforzar dicho puntal
y no el tensor vertical. Debido a este detalle, el espécimen no fue llevado a la falla con el acero de
refuerzo original; el modelo experimental solo fue sometido a 9.64 toneladas de carga vertical,
apenas un 80% de su capacidad máxima, llevándolo solamente a niveles de agrietamiento, esto
con el fin de reparar las grietas, reforzarlo con bandas de CFRP y probar la efectividad de este
material para aumentar la capacidad resistente de la ménsula.
Una vez realizado lo anterior el espécimen de concreto fue ensayado hasta su capacidad máxima,
tomando en cuenta la contribución del CFRP, como se verá más adelante. En las tablas 7.3 y 7.4 se
muestran los elementos mecánicos por elemento y por nodo, respectivamente. Al igual que en el
caso anterior, el elemento con mayores probabilidades de falla fue el elemento E3, perteneciente
al puntal diagonal (ver Tabla 7.3, tercera fila). La columna cinco de la tabla 7.4 demuestra, según
el modelo analítico, que la capacidad de todos los nodos está garantizada.
NA
0.000
5.72 tf 12.13 tf 0.050
12.13 tf
0.517 0.362 0.100
0.150
0.200
0.250
10.29 tf
P = 12.11 tf
0.307
0.300
0.350
0.400
-13 .517
-110.444
12.11 tf
0.450
0
0.903
-12.11 tf
.71
0.247
.78
0.500
10.30 tf 12.57 tf
tf
12.57 tf
tf
0.550
0.768 0.937
0.600
0.650
-2
12.11 tf
-1 1.0
0. .92
0.700
0.301
5. 00
4 8 tf
90
0.750
9
tf
0.800
0.850
1.000
.71
O/S
t
f
Fig. 7.4. Elementos Mecánicos del Modelo Puntal Tensor para el espécimen EF01
7.3 MODELO ANALÍTICO PARA EL ESPÉCIMEN EF01 CON CFRP, MPT2B
El siguiente modelo de puntales y tensores (Fig. 7.5), es el que corresponde al espécimen EF‐01
que fue reforzado con CFRP debido a las razones mencionadas en la sección anterior. La
geometría que presenta la zona del puntal es mucho más compleja que en los dos modelos
presentados con anterioridad.
Los elementos horizontales E7 y E8, que representan al refuerzo horizontal secundario
proporcionado por las bandas de CFRP, son tensores de refuerzo del puntal diagonal en forma de
botella que tienen el propósito de evitar agrietamientos mayores y aumentar la capacidad a
58
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
compresión en esa zona. Los elementos E2, E3, E4, E5 y E6 representan la trayectoria de las
fuerzas a compresión del puntal; éstos dos últimos terminan distribuyendo sus componentes
sobre los elementos E9, E10 y E11, que vienen representando al refuerzo vertical (Acero +
CFRP). Los elementos E20 y E21 no existen en la realidad, solamente fueron utilizados como
elementos estabilizadores para cumplir con la estabilidad del modelo de armadura.
Para el diseño de los tensores se tomó en cuenta la contribución de la resistencia del acero y del
CFRP juntos. Debido a que en este trabajo no se pudieron realizar ensayes a tensión del CFRP, en
el diseño se asume que las propiedades mecánicas de ese material son las reportadas en las
especificaciones del material por el fabricante. Sin embargo, para el cálculo de la capacidad
máxima resistente del modelo se tomó en cuenta un 10% de sobreresistencia de los tensores
(Acero + CFRP), es por eso que el esfuerzo correspondiente al elemento con mayores
probabilidades de falla, a saber, el elemento horizontal E12, fue de 5720 ⁄ (ver tercera
columna de la tabla 7.5).
Dentro del programa CAST, el cual fue diseñado especialmente para Modelos Puntal‐Tensor por
Kuchma y Thjin (2004), se agregaron las propiedades del CFRP (resistencia a la ruptura) en
función de la fluencia del acero de refuerzo; para esto fue necesario obtener una relación de
resistencias y obtener un área equivalente de acero por centímetro cuadrado de CFRP para
tomar en cuenta la contribución de las fibras de carbono sobre los tensores.
P
E1
N1
E1
E11
E18
E12
E1
N2
7
N13
E21
E2
E5
N3 N5 E20 N7
E7
E10
E3
E6
N4 E8 N8
E4
E9
N14
E13 E14
N15
N9 N11
Fig. 7.5. Modelo Puntal – Tensor para el espécimen EF01 reforzado con FRP, MPT2B
59
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
NA
0.000
12.71 tf 24.82 tf 0.050
24.82 tf
0.237 0.463 0.100
0.150
0.200
0.250
P = 22.88 tf 0.300
0.350
0.400
-25 .584
-26 591
22.88 tf
22.88 tf
0.450
0.434
0.434
0
.89
-22.88 tf
.17
0.
0.500
0.305
19.45 tf
tf
19.45 tf
tf
0.550
-23 1.000
-10.56 tf
0.5 .29
0.268
0.600
92 tf
0.650
8.98 tf
-1
0.514
6 . .4 1
0.700
10.56 tf 22.98 tf
-1 0.3
35 3
0.200 0.436
0
3. 52
tf
0.750
86
tf
10.47 tf 0.800
-220.599
.
0.5 13 tf 0.850
62
-19.45 tf -32.16 tf -32.16 tf
0.900
-25
1.000
.89
O/S
tf
Fig. 7.6. Elementos Mecánicos del Modelo Puntal Tensor, EF01 reforzado con FRP
Tabla 7.1. Elementos Mecánicos por Elemento, MPT1
Elemento ID Fuerza (tf) Esfuerzo (kgf/cm²) Demanda/Capacidad Relación f'c Descripción
60
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
Tabla 7.2. Elementos Mecánicos por Nodo, MPT1
61
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
Tabla 7.3. Elementos Mecánicos por Elemento, MPT2A
Elemento ID Fuerza (tf) Esfuerzo (kgf/cm²) Demanda/Capacidad Relación f'c Descripción
Tabla 7.4. Elementos Mecánicos por nodo, MPT2A
62
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
Tabla 7.5. Elementos Mecánicos por Elemento, MPT2B
Elemento ID Fuerza (tf) Esfuerzo (kgf/cm²) Demanda/Capacidad Relación f'c Descripción
63
CAPÍTULO VII. MODELACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESPECÍMENES ENSAYADOS
Tabla 7.6. Elementos Mecánicos por Nodo, MPT2B
Nodo ID Lado Fuerzas (tf) Esfuerzos (kgf/cm²) Demanda/Capacidad Relación f'c
64
CA
APÍTULO VIII. INT
TERPRETACIÓN DE RESULTADOSS
VIIII. INTERPRE
ETACIÓ
ÓN DE
E RESU
ULTADO
OS
8.1 MODOS
S DE FALLA
8.1.1
1. Falla porr tensión diagonal en la ménsula
a, Modo I
Este primer modo de falla se presentó ó en el espéécimen ED‐01 a una caarga última,, Pu , igual a
a
12.822tf con el aplastamien
a nto del punntal diagonaal sujeto a compresión n. Apareció ó una grietaa
diagoonal al inicioo de la placca de apoyo,, extendiénd dose hasta lla parte infeerior de la ssección de laa
ménssula y finalizzando en la zona nodal;; la aperturaa de esta grieta se desarrrolló muy rrápidamentee
hastaa quebrar ell puntal diaagonal y pro
ovocar la fallla. Además,, se presenttó un aplasttamiento del
concrreto en la parte inferior del puntall, correspon ndiente a la zona nodal inferior, con n la fluenciaa
de las barras de refuerzo corrrespondien ntes al tenso or horizontaal posterior aa la falla (Fig. 8.1).
PP PP 3
4
3
4
5
1 2
1
N N
Fig. 8.1. Falla po
or Tensión D
Diagonal en
n la ménsulla
65
CA
APÍTULO VIII. INT
TERPRETACIÓN DE RESULTADOSS
expone al acero de refuerzo o a ataques p por corrosió ón, fenómen no muy dañiino para lass estructurass
oncreto, con efectos que
de co q produceen disminución de áreeas efectivaas de acero o que, como o
conseecuencia, pu uede llevar a la falla deel elemento; la colocació ón de aceroo de refuerzo horizontaal
secunndario tamb bién tiene la función de evitar aagrietamienttos mayores en esa zo ona, incluso o
aumeentar el valo or de la cargga de agrietamiento Pcr.. Ahora bien n, esto puedde mejorarsee aún más si
en el diseño see proporcioona acero de
d refuerzo transversaal a la trayyectoria de esta grietaa
coloccando un teensor en diagonal debidamente anclado
a al concreto
c on el fin dee
[34]; esto es co
La grrieta señaladda con la flecha 2 es unaa grieta que se desarrollla en formaa diagonal y termina conn
una lligera inclinaación en la zzona de com
mpresión de la viga. Nueevamente, laa colocaciónn de acero dee
refueerzo horizon ntal secundaario en ménssulas puedee evitar que eesta grieta ccontinúe abrriéndose.
8.1.2
2. Falla porr Adherenccia del refue
erzo con CF
FRP, Modo I
II
Fig.. 8.2. Falla p
por adherencia del CF
FRP, Tensorr horizontal principal
Esta falla se preesentó en ell espécimen orzado con CFRP, el cual fue ensay
n EF‐01 refo yado en doss
etapaas como ya se ha comeentado anterriormente: een la primerra se llevó aal 80% de ssu capacidad d
66
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
máxima, de tal forma que se generasen agrietamientos significativos en la ménsula; en la segunda
etapa se repararon las grietas generadas con la técnica de inyección de resina epóxica y se
reforzaron la zona del puntal diagonal así como también los tensores vertical y horizontal;
posteriormente el espécimen fue sometido a su capacidad máxima. De acuerdo con el MPT‐2B, se
presentaría una falla en el tensor horizontal principal; si no fuera por la falla de adherencia,
seguramente este tensor hubiera fallado a su capacidad máxima de rotura, como había sido
previsto en dicho modelo.
8.1.3. Discusión de las fallas observadas
El primer modo de falla se atribuye a que el espécimen no cuenta con estribos horizontales en la
zona de la ménsula, lo cual hace débil al puntal de compresión; en un puntal en forma de botella,
los esfuerzos a tensión son mayores en la parte más ancha; cuando los esfuerzos a tensión
exceden la resistencia a tensión del concreto, aparece una grieta que se desarrolla paralela al eje
del puntal. La ausencia de refuerzo horizontal secundario en las ménsulas de concreto reforzado
permite la apertura muy rápida de esta grieta provocando una falla frágil; este fenómeno es la
base de la cuarteadura de los cilindros de concreto usados para determinar la resistencia a
tensión en el concreto [3]. De acuerdo con los experimentos realizados y los códigos de diseño
actuales, se recomienda el uso del refuerzo horizontal secundario en la zona del puntal para
garantizar la eficiencia de este elemento a fuerzas de compresión; asimismo, con este refuerzo
secundario es posible incrementar la ductilidad en la ménsula y se evitan agrietamientos
mayores en el puntal diagonal, evitando así este tipo de falla por tensión diagonal o por cortante
directo [9]. El incremento en la capacidad del puntal a compresión pudo ser comprobado con el
espécimen EF‐01, el cual fue reforzado con estribos de refuerzo horizontal secundario usando
fibras de carbono como refuerzo externo. Las ménsulas deben ser diseñadas de tal manera que
nunca ocurra una falla por tensión diagonal o por cortante directo, antes que una falla por
tensión debido a la flexión, con el propósito de evitar resultados catastróficos en las estructuras.
El segundo modo de falla observado es muy común en el refuerzo con bandas de CFRP. Para
asegurarse que la longitud de anclaje de este tipo de estribos abiertos funcione adecuadamente y
resista los efectos de la tensión debido a la flexión, es necesario el uso de un sistema de anclaje
que evite la delaminación de la fibra con el concreto; resulta evidente que el sistema de anclaje
que se empleó en este espécimen no funcionó correctamente, ya que la longitud de anclaje del
tensor era suficiente para desarrollar la capacidad a tensión de la fibra hasta la ruptura. En las
recomendaciones de diseño del ACI se hace énfasis en el problema de la delaminación; es por eso
que recomienda utilizar una longitud de anclaje adecuada; además, en las ecuaciones de diseño
se limitan las deformaciones en el FRP mediante un factor de reducción por adherencia para
evitar este tipo de fallas y garantizar la resistencia a la tensión de estos materiales; sin embargo,
la ecuación del ACI no toma en cuenta las características mecánicas del conjunto FRP‐resina‐
concreto, y por tanto, no es muy adecuada para el diseño. Las hipótesis planteadas por Harmon et
al. para el cálculo de la longitud de anclaje efectiva son más adecuadas ya que sí toman en cuenta
dichas propiedades. Estas medidas de prevención ante una posible falla de anclaje fueron
tomadas en cuenta durante el diseño del refuerzo del espécimen EF‐01. Sin embargo, el problema
de la adherencia radicó en la aplicación incorrecta del sistema de adhesivo y el tipo de anclaje
utilizado en la prueba (ver Fig. 5.7a).
En resumen, de acuerdo con lo observado en esta investigación, el uso de refuerzo horizontal
secundario ayuda a incrementar la resistencia del puntal y a desarrollar un comportamiento
dúctil de la ménsula ante cargas verticales, es por eso que debe incluirse en el diseño para
reducir el riesgo de fallas frágiles; además, puede reducir el ancho de grietas y evitar fallas por
67
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
cortante directo en ménsulas. En relación al segundo modo de falla, las fibras de carbono sí
funcionaron como refuerzo a tensión, pero su contribución fue limitada por la falla de adherencia
en el tensor horizontal principal y es recomendable que en el diseño se tomen las precauciones
necesarias en el sistema de anclaje que se vaya a utilizar, así como también del tipo de resina que
se usará como adhesivo, ya que la longitud de anclaje efectiva se ve afectada por la energía de
fractura del adhesivo, la cual permite que el tensor desarrolle su capacidad a la ruptura [32].
8.2 COMPARACIÓN DE RESULTADOS ANALÍTICOS Y EXPERIMENTALES
8.2.1 Condiciones de Servicio
En la gráfica de la figura 8.3 se presenta el comportamiento de la grieta diagonal principal de
cada espécimen; nótese cómo la pendiente varía en cada uno de ellos. Comparemos las dos
curvas pertenecientes a los modelos sin CFRP: el espécimen EF‐01, es decir, el espécimen con
armado fuerte, presenta una mayor pendiente que la del espécimen ED‐01; este comportamiento
se debe a que su tensor vertical supera en dos el área de acero del tensor vertical del espécimen
débil; con esto, queda demostrado que el tensor vertical es efectivo para la reducción del ancho
de la grieta en la diagonal principal.
P
22
20
w = 3.7mm
18
EF-01 con CFRP
16
14
w = 22.6mm
Carga [ tf ]
12
10 w = 4.7mm
EF-01 sin CFRP ED-01 sin CFRP
8
0 w
10 20 30
Ancho de grieta principal [ mm ]
Fig. 8.3. Comparación del ancho de grieta principal de los especímenes con y sin CFRP
Ahora bien, si comparamos los modelos con y sin CFRP, no cabe la menor duda cuál modelo es el
que presenta el mejor de los resultados en cuanto al ancho de grieta se refiere, a saber, aquél que
fue reforzado con fibras de carbono. Si definimos a como el ancho de la grieta principal de la
esquina reentrante, éste presentó un valor máximo de 22.6 para el espécimen ED‐01, 4.7
para el EF‐01 (llevado a 80% de su capacidad máxima) y de 3.7 para el EF‐01 reforzado con
CFRP (ver Figura 8.3).
68
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
La relación Carga de Fluencia/Ancho de Grieta Principal para el espécimen con CFRP fue de 5.8,
mientras que para el espécimen ED‐01 fue de 0.53, es decir, que el efecto de reducción del
agrietamiento en el rango elástico fue de once unidades menos usando CFRP (Fig.8.3).
Esta grieta diagonal principal presentó anchos del orden de un 13% comparado con el
desplazamiento vertical en el rango elástico. Tomando en cuenta que estas vigas, por lo general
suelen ser diseñadas con acero de presfuerzo, este problema se presenta en menor grado, ya que
el presfuerzo en el concreto es bastante efectivo para la reducción de este y otro tipo de grietas.
Sin embargo, siempre deberá tomarse las medidas necesarias para controlarlas; por el contrario,
si los agrietamientos son importantes, puede introducirse agua entre los intersticios de estas
grietas, lo cual provoca corrosión en el acero debilitando el refuerzo por tensión en el elemento y
provocar la falla. Colocando una cantidad adecuada de acero en el tensor vertical es posible
minimizar los efectos de esta grieta y si en conjunto se coloca acero de refuerzo horizontal
secundario y acero transversal a la grieta, es decir, en diagonal, su apertura puede controlarse
todavía más.
P
22
EF-01
20 con CFRP
18
16
Carga [ tf ]
14 Curva Idealizada
EF-01 sin CFRP
12
10 ED-01
Carga máxima sin CFRP
aplicada
8
4 Curva Real
0 d
0 2 4 6 8 10
Desplazamiento [ cm ]
Fig. 8.4. Comparación de las curvas CargaDesplazamiento de los especímenes con y sin
CFRP ________________________________________________________________________________
En la gráfica de la figura 8.4 se presenta la comparación de los tres ensayes realizados. En ella se
puede notar cómo el espécimen reforzado con fibras de carbono permitió mayores
desplazamientos en el rango elástico sin llegar al colapso de la ménsula, contrario a los otros dos
ensayes en donde el espécimen no fue reforzado con CFRP. Con el uso de este tipo de refuerzo, el
elemento fue capaz de desarrollar mayores desplazamientos, pero mostrando siempre una falla
frágil, al igual que en el espécimen ED‐01 sin CFRP. Cabe mencionar que el espécimen reforzado
con CFRP presentó una falla por adherencia en el tensor horizontal principal, lo cual no permitió
que desarrollara su capacidad máxima; pese a esto, los resultados observados permiten deducir
que el CFRP es un excelente material compuesto que sí incrementa la capacidad del elemento de
69
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
manera considerable y reduce el problema de agrietamiento, mejorando así, las condiciones de
servicio de estos elementos.
De las gráficas 8.3 y 8.4 podemos hacer la siguiente observación: existe una diferencia notable
entre los comportamientos de los tres modelos; estas diferencias (sobre todo las de rigidez) son
muy marcadas en las gráficas de la figura 8.4; este fenómeno se atribuye al efecto de la relación
entre los módulos de elasticidad a compresión y tensión en el concreto, a saber, el efecto de la
relación de Poisson, el cual alcanzó un valor experimental máximo de 0.13 para el concreto.
Nótese como la pendiente de las curvas es menor en la del espécimen que no fue reforzado con
las fibras de carbono, debido al nulo confinamiento del concreto, contrario a la curva
correspondiente al espécimen que sí fue reforzado con fibras.
Por otro lado, siempre es importante señalar qué barras son las que presentaron fluencia, ya que
una barra en estado plástico permitirá que el elemento de concreto reforzado desarrolle grietas
más fácilmente que si la barra permanece en el rango elástico. En las figuras 6.7 y 6.8 se observa
que sólo las barras de acero de refuerzo horizontales fluyeron para cada espécimen; las barras
verticales no presentaron ningún signo de fluencia a tensión. Sin embargo, para el espécimen
ED‐01, en la figura 6.7, se puede notar que las deformaciones axiales en las barras verticales
estuvieron cerca de la deformación plástica (aproximadamente 0.003). Los resultados generados
por el MPT‐1, en la Sección 7.1, mostraron que esta barra estaría a un 76% de su capacidad
máxima a tensión, lo cual es muy cercano al comportamiento experimental. En las curvas de la
figura 6.8 se aprecia un comportamiento lineal de las deformaciones axiales en las barras de
acero verticales del espécimen EF‐01 reforzado con CFRP, sin llegar a la fluencia. En el MPT‐2B
generado para este espécimen se muestra que a una carga vertical de 22.8 , se tendría un 43%
de su capacidad a la fluencia (ver Fig. 7.6). No se presenta el comportamiento de las barras del
espécimen EF‐01 correspondiente al primer ensaye, ya que no representó relevancia alguna en el
comportamiento que pudiera ser comentada en esta sección.
En resumen: colocando el refuerzo adecuado en la zona apropiada, es posible mejorar las
condiciones de servicio del elemento; usando fibras de carbono se reduce en mayor grado los
anchos de grieta y ayuda a incrementar las cargas de servicio del elemento estructural.
8.2.2 Carga Última Analítica vs Experimental
En la tabla 8.1 se muestra un resumen de los resultados obtenidos experimentalmente para los
especímenes denominados ED‐01 y EF‐01; además, se incluye un nuevo espécimen denominado
originalmente como D‐1 (Cook y Mitchell, 1988), el cual consta con características geométricas
similares a las que se estudian en esta investigación (el Modelo Puntal‐Tensor de Cook y Mitchell,
similar en geometría al MPT‐1, produjo resultados no tan cercanos a la carga última
experimental; se analizó nuevamente este espécimen, pero usando un modelo con geometría
similar al MPT‐2B propuesto en esta investigación y los resultados analíticos fueron más
aproximados, incluso en la predicción del modo de falla). Asimismo, se presenta un resumen de
los resultados experimentales de la carga última comparados con los resultados de diseño
calculados con tres diferentes métodos: usando la sección 11.9 del ACI 318‐05 para ménsulas y
cartelas, usando las ecuaciones propuestas por Russo et al. (2006), y con los Modelos Puntal‐
Tensor propuestos en este trabajo.
Los resultados analíticos usando las ecuaciones de la sección 11.9 del ACI 318‐05 para ménsulas
y cartelas, no dieron resultados conservadores (con el factor de reducción de resistencia 1.0
utilizado) excepto en el espécimen D‐1 que subestimó la capacidad última a carga vertical. Esto
es debido a que estas ecuaciones son adecuadas para ménsulas de concreto estructural pegadas a
70
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
las columnas. De acuerdo con estos resultados experimentales, no es muy confiable el uso de
estas ecuaciones para el diseño de ménsulas que se encuentran en extremos de vigas, como fue el
caso estudiado. Además, no toman en cuenta la contribución del acero de refuerzo secundario
como refuerzo transversal del puntal por lo que es difícil obtener resultados cercanos a la carga
última real. Los resultados más aproximados fueron para los modelos de Russo et al. y para los
Modelos Puntal‐Tensor propuestos en esta investigación.
Russo et al. presentan un modelo de puntales y tensores para una ménsula del tipo unión viga
con columna, idéntica a las estudiadas en la sección 11.9 del ACI, pero su modelo sí toma en
cuenta la contribución del acero de refuerzo secundario en la zona del puntal diagonal. Estos dos
últimos modelos fueron diseñados especialmente para ménsulas pegadas a las columnas y no es
muy adecuado usarlos para el diseño de ménsulas que unen viga con viga como las estudiadas en
este trabajo. Sin embargo, se pudo notar que los resultados obtenidos de las ecuaciones de Russo
et al, fueron bastante confiables.
Los Modelos Puntal‐Tensor propuestos para los especímenes ED‐01 y EF‐01 (incluso para el D‐1
de Cook y Mitchell) proporcionaron resultados conservadores y muy cercanos a la carga última.
En la tabla 8.1, el valor de la relación ⁄ 0.94 correspondiente al espécimen EF‐01
usando MPT debió ser mayor, incluso conservador, debido a que el tensor no alcanzó desarrollar
su capacidad máxima, sino que fue limitada por la falla de adherencia, como ya hemos
mencionado con anterioridad. Estos modelos son mucho más adecuados para el diseño de este
tipo de ménsulas en extremos de vigas y son mucho más confiables y sencillos de aplicar.
Además, son muy útiles para cualquier elemento que presenta variaciones complejas de
esfuerzos, incluso es posible predecir el modo de falla, siempre y cuando no ocurra una falla por
adherencia entre el tensor y el concreto. Asimismo, es posible modelar cualquier refuerzo en
zonas discontinuas, como fue el caso del refuerzo horizontal secundario en el puntal diagonal
para la ménsula, en donde se usó el modelo MPT‐2B. Este modelo mostró mucha aproximación
para el espécimen EF‐01 y el D‐1 de Cook y Mitchell (1988).
Tabla 8.1. Comparación de Resultados Analíticos y Experimentales
[ tf ] ⁄ Modo de falla
Espécimen [ tf ]
Sección Russo MPT Sección Russo MPT
Exp / Calc
11.9 - ACI et al propuesto 11.9 - ACI et al propuesto
D-1
(Cook & 31.3 26.5 32.06 29.6 1.18 0.98 1.06 CC/CC
Mitchell)
TD: Tensión Diagonal; ADH:Adherencia; TF: Tensión debido a la Flexión; CC: Compresión por Cortante
Los resultados mostrados en la tabla anterior se presentan en forma gráfica en la figura 8.5;
nótese cómo los valores obtenidos de los Modelos Puntal‐Tensor propuestos quedan por encima
de la línea diagonal (lo cual significa que están del lado conservador), contrario a los resultados
analíticos obtenidos de la sección 11.9 del ACI, los cuales, además, no se aproximaron al valor de
la carga última experimental.
71
CAPÍTULO VIII. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
40
30
Pu [ tf ]
20
exp
10
Sección 11.9 - ACI
Russo, et al
MPT Propuesto
0
10 20 30 40
Pu [ tf ]
calc
Fig. 8.5. Carga Experimental vs Carga Última de Ménsulas en extremos de vigas de
concreto reforzado_____________________________________________________
72
CAPÍTULO IX. CONCLUSIONES
IX. CONCLUSIONES
Se construyeron dos especímenes de concreto reforzado, los cuales fueron sometidos a carga
estática vertical en laboratorio, con el fin de determinar experimentalmente la capacidad y el
comportamiento a esfuerzos de flexión‐cortante de ménsulas en extremos de vigas de concreto
reforzado. Además, con uno de estos mismos especímenes, el cual fue llevado al agrietamiento y
rehabilitado posteriormente, se pudo comprobar la efectividad de una técnica de refuerzo y
reparación que usa bandas con fibras de carbono.
El diseño de ménsulas en extremos de vigas de concreto ha sido un tema explorado por muy
pocos investigadores, especialmente usando métodos basados en teoría de la plasticidad, como lo
es el Método del Puntal‐Tensor. Y en cuanto al comportamiento de estos elementos, no existe
mucha diferencia respecto a las ménsulas pegadas a columnas, pero sí lo hay en su diseño, como
se pudo demostrar en este trabajo. Los dos especímenes ensayados en laboratorio mostraron
comportamientos y modos de falla muy cercanos a los predichos por el Método del Puntal‐
Tensor. Otro punto interesante fue el desarrollo de la grieta diagonal principal en la zona
discontinua. Esta grieta mostró aperturas significativas en los experimentos y en el diseño
deberá tomarse las medidas necesarias para minimizar su efecto sobre estos elementos, ya que
una grieta puede permitir el paso de agua por entre los intersticios, lo cual genera corrosión en el
acero de refuerzo y esto puede llevar a una falla del elemento.
Pese a que el trabajo presentado fue de carácter exploratorio y por el pequeño número de
modelos ensayados en laboratorio, fue posible alcanzar los objetivos principales planteados al
principio de este trabajo y obtener las siguientes conclusiones:
USO DE LOS DIFERENTES MÉTODOS DE DISEÑO. El primer objetivo de esta investigación nos
llevó a demostrar que con el uso de las ecuaciones de la sección 11.9 del ACI‐318‐05 los
resultados analíticos no son conservadores para el cálculo de la carga última real. Esto es debido
a que estas ecuaciones están adecuadas para ménsulas pegadas a las columnas y no para aquéllas
que se encuentran en los extremos de vigas, como fue el caso estudiado. En cambio, con el uso de
Modelos Puntal‐Tensor los resultados fueron bastante aproximados y ofrecen mucha confianza
para el diseñador estructural. Los Modelos Puntal‐Tensor no sólo se acercaron a la carga última
experimental sino que también fueron capaces de predecir el modo de falla en el elemento; con
este método es posible resolver ambos tipos de ménsulas y cualquier tipo de elemento que
presente configuraciones complejas de esfuerzos. Además, con el uso de un modelo como el MPT‐
2B, fue posible tomar en cuenta el acero de refuerzo secundario en la zona del puntal diagonal en
73
CAPÍTULO IX. CONCLUSIONES
la ménsula, lo cual se vio representado con una buena aproximación en el valor de la carga última
experimental, cumpliéndose así, el segundo objetivo.
MODOS DE FALLA. En cuanto al comportamiento de las dos ménsulas de concreto reforzado, se
pudieron observar dos tipos de fallas: Tensión diagonal con el aplastamiento del puntal diagonal
a compresión (Modo I) y falla por adherencia de la fibra de carbono utilizada como refuerzo
externo (Modo II). El primer modo de falla se presentó en el espécimen ED‐01 debido a la
ausencia de refuerzo horizontal secundario en la zona del puntal diagonal de la ménsula. La
ausencia de este refuerzo hizo débil al puntal diagonal llevándolo a una falla frágil, en forma
repentina. El segundo modo de falla se presentó en el extremo final del refuerzo con CFRP del
tensor horizontal del espécimen EF‐01; esto fue debido a un sistema de anclaje ineficiente. Fallas
por adherencia es muy común en este tipo de materiales que usan resinas epóxicas como
adhesivo; sin embargo, es posible reducirlas utilizando una longitud de anclaje efectiva y con un
sistema que evite el corrimiento de las fibras de carbono sobre el concreto.
USO DE LAS FIBRAS DE CARBONO COMO REFUERZO EXTERNO. Con el uso de las fibras de
carbono, fue posible obtener muchas ventajas en cuanto al comportamiento del elemento, entre
las que destacan:
1. Reducción significativa del ancho de la grieta diagonal principal en la esquina reentrante
de la ménsulas, hasta once veces menor.
2. Permitió mayores desplazamientos verticales a la ménsula, sin llegar al colapso.
3. Se logró el confinamiento en la zona del puntal diagonal con el refuerzo secundario
transversal a su eje, proporcionando una mejor ductilidad en la ménsula.
Las fibras de carbono como material de refuerzo a tensión en elementos de concreto son muy
recomendables ya que es posible obtener grandes ventajas en cuanto a resistencia y
manejabilidad y su aplicación no requieren grandes esfuerzos en obra.
Una de las hipótesis planteadas en este trabajo, lo cual nos llevó a plantear el tercer objetivo, fue
la aplicabilidad de las fibras de carbono como tensores de refuerzo en el Método del Puntal‐
Tensor. Su vulnerabilidad a las fallas por adherencia hace que en el diseño se tengan que tomar
las precauciones necesarias; esta debilidad puede crear cierta desconfianza en su aplicación
como refuerzo de tensores en el Método del Puntal‐Tensor; sin embargo, se concluye que,
proporcionando un sistema de anclaje adecuado y una correcta aplicación del adhesivo es
posible obtener resultados muy favorables como refuerzo a tensión y aplicarlo con seguridad en
el método.
RECOMENDACIONES PARA ESTUDIOS FUTUROS. De acuerdo con lo que se observó en este
trabajo, se tienen las siguientes recomendaciones:
• Justificar con más ensayes el uso del MPT como herramienta de diseño para este tipo de
elementos.
• Ensayar más especímenes de concreto reforzado o presforzado que sí usen acero de
refuerzo horizontal secundario y, además, contengan acero transversal a las grietas
diagonales para probar la efectividad de estos dos tipos de refuerzo en la reducción de la
grieta diagonal principal que se origina en la esquina reentrante de la ménsula.
• A partir del punto anterior, se recomienda estudiar el uso de diferentes tipos de armado
que puedan proporcionar información valiosa sobre qué configuración de refuerzo es
más eficiente para la reducción de esta grieta en la diagonal principal.
74
CAPÍTULO IX. CONCLUSIONES
• Realizar pruebas de ménsulas en extremos de vigas a escala real, con secciones
transversales más eficientes y con el acero de refuerzo o presfuerzo adecuado; con esto,
será posible estudiar con mayor detalle los problemas de anclaje en la zona discontinua
que pudieran afectar las suposiciones básicas en la aplicación de los modelos puntal‐
tensor. Conjuntamente, el problema en la zona de anclaje de los tendones de presfuerzo
es un tema muy interesante y que bien puede ser estudiado con los MPT.
• Estudiar el efecto de la relación / en el análisis y diseño de ménsulas en extremos de
vigas de concreto reforzado o presforzado.
• Por otro lado, se debe estudiar más el problema de adherencia del FRP ensayando
diferentes sistemas de anclaje, así como también el uso adecuado de las ecuaciones para
determinar la longitud de anclaje efectiva.
• Debido a que este tipo de ménsulas en extremos de vigas pueden estar sometidas a
cargas cíclicas reversibles, puede estudiarse el fenómeno de fallas por fatiga y probar la
efectividad del refuerzo con fibras de carbono ante este tipo de fallas.
Queda como labor para el interesado mejorar las condiciones de prueba y el detallado de los
especímenes, con el fin de obtener mejores resultados en los experimentos, así como la búsqueda
de geometrías que puedan representar mejor el comportamiento de ménsulas en extremos de
vigas usando Modelos Puntal‐Tensor. Con esto, se concluye con los objetivos planteados en este
trabajo.
COMENTARIOS FINALES. Los Modelos Puntal‐Tensor son muy sensibles a la geometría
(dimensiones de los elementos, así como su orientación) y debe tenerse especial cuidado en el
detallado de las zonas nodales, especialmente en la zona de aplicación de cargas; tomando las
medidas necesarias y con un buen dimensionamiento es siempre posible obtener resultados
satisfactorios y muy cercanos a la carga última real. Con el empleo de Modelos Puntal‐Tensor el
ingeniero no encontrará recetas de diseño de algún elemento estructural en particular, ya que
cada caso y cada modelo resulta ser diferente y siempre es posible encontrar geometrías que
puedan llevar a un diseño óptimo; en cambio, podrá ejercitar su capacidad creativa en la
generación de modelos estructurales que sean capaces de representar cualquier campo de
esfuerzos en estructuras de concreto ante cualquier situación de cargas y sin tener que utilizar
rigurosos cálculos matemáticos en el análisis que generan pérdidas de tiempo y altos costos en el
diseño. El MPT es una de las muchas innovaciones más de bella sencillez en ingeniería
estructural, con la que es posible abrir una enorme perspectiva para la aplicación de una idea
simple que puede ser capaz de llevarnos a una solución práctica y elegante de un problema
estructural.
75
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS
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