Bases para Declamar

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Colegio Polivalente Don Orione

Departamento de Lenguaje

Bases para declamar

En suma, las cualidades básicas que deben dominarse para lograr el virtuosismo en el arte
declamatorio, son:

Ser un excelente lector

Se recomienda practicar la lectura frecuente y en voz alta, escuchar la propia voz para
hacer conscientes errores de fraseo como: omitir o agregar letras, tartamudear, quedarnos
cortos con la respiración y dejar trunca la idea del poema, dar una entonación inadecuada,
etc. La vista es más rápida que la voz, y entonces, vemos letras de más o de menos; ese
defecto se puede corregir practicando la lectura frecuente o repitiendo diferentes
trabalenguas e ir aumentando la velocidad al pronunciarlos.

Una buena memorización

Preparar la memorización del poema es parte de la declamación. Para ello es


recomendable “escuchar y ver” una lectura declamada. De ese modo se podrá memorizar
el conjunto de ella, incluidos los gestos. Es conveniente que, en el caso de los aprendices,
un asesor modele la primera lectura. Para recordar y declamar adecuadamente se debe
buscar una lectura plenamente comprensiva del texto; ayudarse con el diccionario si es
necesario, hasta lograr captar el sentido de lo que el poeta plasmó en su obra.

Ejecutar perfectamente la mímica

La forma en que se dice algo y el aspecto que uno tiene al decirlo, son mucho más
importantes que las palabras que de hecho se pronuncian. Los signos de la comunicación
no verbal, tales como las expresiones faciales, el contacto ocular, el movimiento del
cuerpo, entre otros, son fundamentales. Por ello se debe considerar que “el aspecto” del
declamador constituye más de la mitad del mensaje.
Los gestos o mímica no deben ser exagerados, ya que pueden distraer a los oyentes.
Hay que adaptar la gestualidad a cada poema. El contenido de este nos orientará a emplear
los gestos adecuados al mensaje. Hay que tener presente que la columna vertebral de una
declamación es la palabra, no la mímica. El declamador no debe ser el centro, sino el
mensaje poético.

Dominar las cualidades de la voz (volumen, dicción y modulación)

Es recomendable ejercitar la buena respiración. Estos ejercicios alivian el nerviosismo, el


miedo al público y el estrés. Los ejercicios de respiración más adecuados deben tender a
enseñarnos a sostener el aire mientras se dice un poema, lo cual ayuda a que la voz no se
debilite, sobre todo en lo que los instructores en declamación llaman “fin de verso”.
Cada voz es original (en rapidez, altura, tono y articulación). Estos elementos dan al que
escucha más información sobre el que habla que las palabras que dice. Uno puede
aprender a reconocer los signos de tensión y estrés en su propia voz y en la de otros, y
también a usar una o varias características vocales qué tono o qué altura, para estimular a
los oyentes.

Saber contagiar la emotividad del poema

Comunicarse no es transmitir información, sino que es transmitir un significado. Una


comunicación coherente es un poderoso instrumento. Es imposible no comunicar.
Cualquier cosa que uno diga o haga – o no diga ni haga –, comunica algo. Dionisio Ortiz
nos dice que la práctica hará del declamador un buen intérprete de cada sentimiento
humano, para lograr transmitirlo artísticamente.

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