Detiene El Sol II
Detiene El Sol II
Detiene El Sol II
Sol, Detente
Josué 10:12-14
Ese día en que el Señ or entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué
le dijo al Señ or en presencia de todo el pueblo: «Sol, detente en Gabaón, luna,
párate sobre Ayalón.»13 El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se
vengó de sus adversarios. Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol
se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero.14 Nunca antes ni
después ha habido un día como aquél; fue el día en que el Señ or obedeció la orden
de un *ser humano. ¡No cabe duda de que el Señ or estaba peleando por Israel!
3. Mostrar la fe.
Josué casi había ganado la victoria en la batalla contra los ejércitos aliados. Pero
el sol había comenzado a ponerse. Si el sol se ponía y obscurecía, las cosas serían
desfavorables para Israel. Así que Josué oró a Dios y mando al sol y a la luna,
diciendo" «Sol, deténte en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón.» " (Jos 10:12). É l
oró con autoridad espiritual, y lo declaró en frente de todos. Dios respondió a la
oración de Josué (Jos 10:14), y el sol y la luna se detuvieron y no se movieron
hasta que los ejércitos aliados fueron derrotados. Dios realizó un milagro sin
precedentes (Jos 10:13). La oración de fe crea milagros. Jesú s reprendió a sus
discípulos por temer a la tormenta y tener poca fe (Mt 8:26). Jesú s dijo al padre,
Jesú s le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Mc 9:23). Nada es
imposible en Jesú s. Convirtámonos en personas de gran fe y los milagros
sucederán.
Sol détente
Josué 10:12-14 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al
amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol,
detente en Gabaón; Y tú , luna, en el valle de Ajalón. 13Y el sol se detuvo y la luna
se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito
esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a
ponerse casi un día entero. 14Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él,
habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por
Israel.
La vida cristiana es una vida positiva, es una vida de esperanza plena. En Cristo
no existe la desesperación. La vida del cristiano es una vida de milagros.
Siendo nosotros pecadores ahora creemos en Jesú s, el ser hijos de Dios es el
milagro de milagros, el estar vivos y estar en este lugar es el milagro de la gracia
de Dios.
Cada instante de la vida del cristiano es un milagro de Dios.
Vivamos una vida llena de agradecimiento.
La palabra de hoy trata del gran milagro que el pueblo de Israel experimento
mientras conquistaban la tierra de Canaán.