La Corte Suprema de Justicia de Panamá no admite el amparo de garantías constitucionales interpuesto por la Asociación Nacional de Ganaderos contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley No1 de 2006. La Corte argumenta que el amparo solo procede contra actos individualizados que vulneren derechos de forma directa y personal, mientras que la ley impugnada es de carácter general. Además, la Corte recuerda su jurisprudencia de no admitir amparos contra leyes formales, las cuales deben ser impugnadas a trav
La Corte Suprema de Justicia de Panamá no admite el amparo de garantías constitucionales interpuesto por la Asociación Nacional de Ganaderos contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley No1 de 2006. La Corte argumenta que el amparo solo procede contra actos individualizados que vulneren derechos de forma directa y personal, mientras que la ley impugnada es de carácter general. Además, la Corte recuerda su jurisprudencia de no admitir amparos contra leyes formales, las cuales deben ser impugnadas a trav
La Corte Suprema de Justicia de Panamá no admite el amparo de garantías constitucionales interpuesto por la Asociación Nacional de Ganaderos contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley No1 de 2006. La Corte argumenta que el amparo solo procede contra actos individualizados que vulneren derechos de forma directa y personal, mientras que la ley impugnada es de carácter general. Además, la Corte recuerda su jurisprudencia de no admitir amparos contra leyes formales, las cuales deben ser impugnadas a trav
La Corte Suprema de Justicia de Panamá no admite el amparo de garantías constitucionales interpuesto por la Asociación Nacional de Ganaderos contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley No1 de 2006. La Corte argumenta que el amparo solo procede contra actos individualizados que vulneren derechos de forma directa y personal, mientras que la ley impugnada es de carácter general. Además, la Corte recuerda su jurisprudencia de no admitir amparos contra leyes formales, las cuales deben ser impugnadas a trav
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AMPARO DE GARANTÍAS CONSTITUCIONALES INTERPUESTO POR LA
FIRMA FORENSE SOLÍS, ENDARA, DELGADO Y GUEVARA EN
REPRESENTACIÓN DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE GANADEROS CONTRA LA ORDEN DE HACER CONTENIDA EN EL NUMERAL 10 DEL ARTÍCULO PRIMERO DE LA LEY Nº1 DE 3 DE ENERO DE 2006. PONENTE: ALBERTO CIGARRUISTA CORTEZ. PANAMA, DIECISÉIS (16) DE ENERO DE DOS MIL SIETE (2007).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Pleno Ponente: Alberto Cigarruista Cortez Fecha: 16 de enero de 2007 Materia: Amparo de Garantías Constitucionales Primera instancia Expediente: 168-06 VISTOS:
Conoce el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, la acción de Amparo de
Garantías Constitucionales promovida por la firma forense Solís, Endara, Delgado y Guevara actuando como apoderados judiciales de la ASOCIACIÓN NACIONAL DE GANADEROS, contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley Nº1 de 3 de enero de 2006.
En el libelo de demanda se pone de manifiesto que el "acto autorizante" que
por esta vía constitucional se impugna, consiste "en conceder facultades extraordinarias al Órgano Ejecutivo, conforme lo dispone el numeral 16 del artículo 159 de la Constitución Política". En virtud de ello, considera la firma recurrente que dicho numeral inserto en una Ley, contraviene las disposiciones constitucionales contenidas en los artículos 17 y 49 de la Carta Fundamental.
No obstante las circunstancias descritas, conviene recordar que esta acción
al igual que los demás procesos que son de conocimiento de este Órgano del Estado, previamente deben reunir una serie de requisitos formales, los cuales procedemos a verificar en la presente etapa de admisibilidad.
Consideraciones y Decisión del Pleno:
Antes de entrar en materia e identificar y explicar los defectos de que
adolece la presente iniciativa constitucional, es oportuno recordar que el acto impugnado lo constituye el numeral 10 del artículo 1 de la Ley Nº1 de 3 de enero de 2006, cuyo contenido reza lo siguiente: "Artículo 1. Se conceden facultades extraordinarias precisas al Órgano Ejecutivo, que serán ejercidas mediante Decretos-Ley, conforme lo dispone el numeral 16 del artículo 159 de la Constitución Política, para que dicte disposiciones relativas a las siguientes materias y fines: ... 10. Con la finalidad superior de proteger la salud humana, el patrimonio animal y vegetal, bajo criterios estrictamente científicos, crear una entidad autónoma independiente, que establezca los lineamientos, regule y administre los procesos que rigen las importaciones de productos alimenticios". Teniendo claro lo anterior, verifiquemos la procedencia de la acción que nos ocupa, no sin antes recordar que lo impugnado por este medio se encuentra contenido dentro de una ley formal. Dicho lo anterior, resulta evidente que la acción que nos ocupa no puede ser admitida. Las razones para esta consideración preliminar, se fundamentan en que, si nos remitimos a las normas que rigen las acciones de Amparo de Garantías Constitucionales, y comparamos esta figura con otras de rango constitucional, se constata que cada una de ellas tiene un objetivo o fin particular, es decir, que han sido instituidas para dilucidar controversias jurídicas cuyas circunstancias fácticas difieren o son disímiles entre sí. Si bien podríamos manifestar que estas acciones de rango constitucional buscan a grosso modo, tutelar y resguardar garantías y derechos consagrados en las Normas Fundamentales, no significa esto que todas estas acciones constitucionales puedan ser utilizadas indistintamente para impugnar la vulneración de cualquiera de estos derechos y garantías. Por lo tanto, la naturaleza de cada uno de los actos que se impugnan, conducen a la interposición específica de acciones distintas, lo que a su vez impide que en el caso que nos ocupa, se interponga una acción de Amparo de Garantías Constitucionales contra leyes formales de carácter general.
De la lectura de los artículos 2615 del Código Judicial y 54 de la Constitución
Política, se desprende la existencia de un requisito indispensable para que resulte viable la interposición del Amparo de Garantías Constitucionales, y que se refiere a que el acto que se impugne, se encuentre debidamente individualizado, es decir que el mismo no sea de carácter general, sino específico y que en consecuencia vulnere derechos del recurrente, de forma directa y personal, individual y contra determinada persona. Por lo tanto, no todo acto expedido por un servidor público, se constituye como aquellos susceptibles de impugnación a través de Amparo. De lo expuesto concluimos entonces, que la acción de Amparo de Garantías Constitucionales, ha sido instituida para que una persona en particular, afectada por una orden de hacer o no hacer, pueda atacarla a título personal, produciéndose con esto, que la acción que nos ocupa tenga un carácter individual, y no popular propiamente tal. En atención al hecho referido, esta Máxima Corporación de Justicia ha reiterado en diversas ocasiones que resulta improcedente la interposición de Amparos de Garantías Constitucionales contra leyes formales.
Las consideraciones expuestas con anterioridad, han sido objeto de diversos
pronunciamientos por parte de esta Corporación Judicial, en los que se ha aclarado lo relacionado a la necesidad de que el acto impugnado sea individualizado, así como también que toda ley debidamente formulada, no pueda ser objeto de impugnación a través de la acción de Amparo de Garantías Constitucionales. Al respecto los criterior jurisprudenciales, son del tenor siguiente: "Por otra parte, la supuesta orden de no hacer, aprecia esta Superioridad, no lo es, por cuanto en dicha resolución no se expresa ningún mandato contra la accionante, es decir, no se le impone que haga algo o deje de hacerlo. Además, la citada resolución es de carácter genérico, por cuanto no está dirigida directamente contra la persona del amparista, por lo que dicho acto no cabe impugnarlo mediante la acción constitucional de amparo de garantías, como ha tenido el Pleno la oportunidad de reiterarlo en la resolución de 30 de junio de 1999: 'En este sentido, esta Superioridad ha expresado que los actos de índole general (leyes, decretos, reglamentos, resoluciones, etc.) no son impugnables a través de la acción de amparo. Este criterio se dejó expuesto, entre otros, en fallo de 21 de diciembre de 1990'" (Amparo de Garantías Constitucionales. Mag Rogelio Fábrega Z. 3 de abril de 2001). Lo resaltado es de la Corte. "No debe perderse de vista, por otra parte, que en nuestro ordenamiento jurídico el 'control o la defensa de la constitucionalidad' se realiza de dos formas: una 'a priori', que se da antes de la expedición de las leyes formales y otra "a posteriori", que ocurre después que ésta es promulgada en la Gaceta Oficial. El control a priori, también llamado "control preventivo", se materializa a través de la llamada "objeción de inexequibilidad" que opera respecto de los proyectos de leyes (artículo 165 de la Constitución Política) y de los proyectos de reformas de la Constitución Política (artículo 2547 del Código Judicial). El control a posteriori, conocido como "control sucesivo", se lleva a cabo por medio de la acción de inconstitucionalidad, la consulta y la advertencia de inconstitucionalidad. Puede agregarse, como afirma el doctor César Quintero, que a la par de estos medios de control constitucional a posteriori, en sentido estricto, existen otros mecanismos jurisdiccionales destinados a proteger determinados derechos y garantías que la Constitución consagra y, consecuentemente, a mantener la supremacía de la misma, como son las acciones de amparo de garantías constitucionales, de habeas corpus y la propia jurisdicción contenciosa-administrativa (QUINTERO, César. "La Jurisdicción Constitucional en Panamá", en Estudios de Derecho. Constitucional Panameño. Compilado por Fábrega, Jorge P. Editora Jurídica Panameña. Panamá. 1997. pág. 810-811). Debe quedar claro, no obstante, que estos últimos mecanismos jurisdiccionales de control constitucional operan contra actos jurídicos de distinta naturaleza y no contra las leyes en sentido formal. ... A nivel legal, la objeción de inexequibilidad está regulada en los Capítulos I y II del Título I del Libro IV del Código Judicial, denominado "Instituciones de Garantía", concretamente, en el artículo 2545, que faculta al Pleno de la Corte para conocer de las objeciones de inexequibilidad de los proyectos de leyes objetados por el Órgano Ejecutivo y en el artículo 4546 que establece el procedimiento que debe seguirse en estos casos. En esta regulación sistemática que trae el Código Judicial, debe observarse que tanto la objeción de inexequibilidad como el amparo de garantías constitucionales están regulados bajo el Título I del Libro IV que, precisamente, se denomina "Instituciones de Garantía", es decir, que ambos instrumentos han sido considerados por nuestro Legislador como instituciones de garantía, en la medida en que tutelan y garantizan la supremacía del ordenamiento jurídico constitucional. No obstante ello, el Legislador destinó el primero de estos mecanismos al control exclusivo de la constitucionalidad de los "proyectos de leyes", mientras que el segundo, al control de "actos" de naturaleza jurídica totalmente distinta, sin incluir siquiera a las leyes formales (como sí ocurre en otras legislaciones, v.gr. la mejicana), ni mucho menos los actos inherentes a la formación de éstas, como es la aprobación de los proyectos de leyes en los distintos debates". (Amparo de Garantías Constitucionales. Mag Luis Cervantes Díaz. 20 de septiembre de 2000). Lo resaltado es de la Corte.
"El presente negocio está dirigido a impugnar el artículo 28 de la citada Ley
Nº 49 de 24 de octubre de 1999; la jurisprudencia producida por esta Colegiatura ha sentado que no cabe la acción de amparo de garantías constitucionales contra leyes de carácter general; así lo expresó el Ex- Magistrado Edgardo Molino Mola en su monografía "LOS ACTOS SUJETOS A LA ACCIÓN DE AMPARO", al señalar en la página 11, lo siguiente: Ya hemos dicho que no todas las órdenes caen dentro de este control, pues la jurisprudencia ha sostenido que las órdenes que violen derechos no establecidos en el Título III de la Constitución, deben ser objeto de la acción de inconstitucionalidad, como serían por ejemplo las leyes, que violen derechos, que por su carácter genérico, podrían violar derechos en formas abstracta pero no concreta, es decir, tiene que ser en casos específicos. Igual ocurre con las órdenes de detención, que no son susceptibles de amparo, ya que para ellas existe el recurso especial de habeas corpus. De lo dicho vemos entonces que no cabe amparo contra leyes o actos de carácter general ni contra las órdenes o medidas cautelares que afecten la libertad ambulatoria. En el presente caso, vemos que lo impugnado mediante la acción de amparo es una norma perteneciente a una ley formal, que es de carácter general por su naturaleza, al haber cumplido el procedimiento establecido en la Constitución Nacional para la formación de leyes -Título V, Capítulo II- de carácter formal, por lo que no puede ser impugnada mediante esta vía; el medio idóneo para refutar la constitucionalidad de la norma, es la demanda de inconstitucionalidad, que contempla la defensa de la integridad de la Constitución desde un ángulo objetivo, e idóneo para el estudio de normas legales de carácter general. ... Es decir, que por formar la norma impugnada parte de un acto legislativo de carácter general -emisión de leyes formales- por una autoridad facultada constitucionalmente para ello -Asamblea Legislativa-, aunque se le atribuya una orden de hacer individualizada, no es susceptible de impugnación vía amparo de garantías". (Amparo de Garantías Constitucionales. Mag José A. Troyano. 20 de marzo de 2000). Lo resaltado es de la Corte. "En ese sentido, ésta Superioridad ha expresado que los actos de índole general (leyes, decretos, reglamentos, resoluciones, etc.) no son impugnables a través de la acción de amparo. Ése criterio se dejó expuesto, entre otros, en fallo de 21 de diciembre de 1990: Lo anterior significa que la orden de hacer o de no hacer expedida por cualquier servidor público debe tener como característica indispensable su particularidad o individualización, es decir, que se dirija específicamente contra determinada persona ... Ello no ocurre en el caso que nos ocupa. Se trata de un decreto ejecutivo que, por su naturaleza es de carácter general, es decir, no es expedido contra una determinada persona natural o jurídica, sino que rige de manera genérica para todas aquellas personas que se encuentran relacionadas con las actividades que en él se regulan ... Esa particularidad es la que no hace viable su impugnación a través del amparo ... Y es que el amparo no es una acción popular por excelencia, muy al contrario, es una acción individual que posee la persona contra quien, a título personal, se expide o se ejecuta una orden de hacer o no hacer por parte de cualquier servidor público ..." (Amparo de Garantías Constitucionales. Mag Humberto Collado. 30 de junio de 1999). Lo resaltado es de la Corte. Tratándose pues que en el caso que nos ocupa, lo que se impugna es una ley formal emanada del seno de la Asamblea Nacional que atiende a una función y un mandato constitucional, la vía idónea para el estudio y decisión de la controversia jurídica formulada por la firma recurrente, es la acción popular de Inconstitucionalidad, y no la de Amparo de Garantías Constitucionales. Tomándose en consideración para esta conclusión, no sólo las normas constitucionales y legales antes referidas, sino los diversos y reiterados pronunciamientos y criterios que esta Corporación de Justicia ha proferido y mantenido a lo largo de los años. Existen pues razones suficientes y sobre todo de peso jurídico, que impiden a esta Corporación de Justicia admitir la acción de Amparo de Garantías Constitucionales sometida a su consideración, razón por la que nos vemos obligados no solo a decretar la inadmisibilidad de la demanda, sino a mantener el criterio jurisprudencial indicado, que valga aclarar, se encuentra al alcance tanto de particulares como de profesionales del derecho.
En mérito de lo expuesto, el Pleno de la Corte Suprema, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO ADMITE la acción de Amparo de Garantías Constitucionales promovida por la firma forense Solís, Endara, Delgado y Guevara actuando como apoderados judiciales de la ASOCIACIÓN NACIONAL DE GANADEROS, contra el numeral 10 del artículo 1 de la Ley Nº1 de 3 de enero de 2006.
Notifíquese.
ALBERTO CIGARRUISTA CORTEZ
GRACIELA J. DIXON C. -- HARLEY J. MITCHELL D. -- HIPÓLITO GILL SUAZO -- WINSTON SPADAFORA FRANCO -- JOSÉ A. TROYANO -- HIPÓLITO GILL SUAZO -- ESMERALDA AROSEMENA DE TROITIÑO -- VICTOR L. BENAVIDES P. YANIXSA Y. YUEN C. (Secretaria General)