Barrio Porvenir

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GÉNESIS Y EVOLUCIÓN DEL BARRIO DE EL PORVENIR

Vicente Flores Alés

1. INTRODUCCIÓN. UN BARRIO AISLADO

El barrio conocido hoy como de El Porvenir tiene su génesis a principios del siglo XX a
partir de la incipiente urbanización de terrenos ocupados por huertas en el entorno de
la ermita de San Sebastián (Figura 1). Estos terrenos, en ese momento y de acuerdo
con la idea de ciudad propia de la época, se encontraban ciertamente lejanos y
separados formalmente del conjunto habitado por el Parque de María Luisa y el Prado
de San Sebastián.

Los jardines pertenecientes al Palacio de San Telmo fueron cedidos a la ciudad por
S.A.R. Luisa Fernanda de Orleans el 19 de junio de 1893 y el parque, configurado por
Forestier, fue inaugurado el 18 de abril de 1914; este, si bien se convirtió desde un
primer momento en un importante atractivo para los sevillanos, jugando un papel
esencial en el desarrollo ligado a la Exposición Iberoamericana de 1929, no dejaba de
ser una suerte de frontera natural que separaba a la ciudad tradicional de aquel barrio
que crecía poco a poco.

Figura 1. Fotografía de 1914 tomada desde una azotea de las Casas del Patronato, se
puede apreciar la Huerta de San Sebastián y las dos únicas construcciones existentes:
la ermita y el Cuartel de Ingenieros. Archivo Moreno. Casa baratas área del Porvenir
fachada (fragmento) . IPCE. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

El concepto de barrio aislado se entiende de forma evidente con un primer análisis de


la configuración urbana en torno a la que va surgiendo el caserío desde sus orígenes.
El primer gran edifico que se levanta en El Porvenir, al margen de la antigua ermita de
San Sebastián, es el cuartel de Zapadores, conocido popularmente como cuartel de
Ingenieros, en 1901, que determinaría la alineación de la actual avenida de la Borbolla
frente al Parque y que, desde un principio, con una dimensión de fachada de unos 250
metros se sumará a la barrera urbana que suponían los jardines ganados para la
ciudad, ocultando la visión del barrio primitivo. A partir de esta primera construcción de
envergadura, hay que considerar como las instalaciones industriales y las vías de
ferrocarril, que delimitaron la zona este hasta los años noventa, iban cercando
aquellas huertas y el incipiente núcleo de viviendas que en ellas nacía. La central
eléctrica levantada por la Compañía Sevillana de Electricidad en 1906 en la zona norte
y la fábrica edificada en torno a 1915 por la compañía Catalana de Gas en la zona sur,
obras ambas de Aníbal González, contribuyeron a reforzar esas fronteras que aislaban
al barrio. Todo ello, unido a los terrenos de uso industrial y talleres que circundaban
ambas fábricas y a los descampados, próximos al Prado de San Sebastián, vinculados
a la celebración de la Feria de Abril, suponían verdaderas barreras físicas para los
sevillanos, que veían como El Porvenir evolucionaba lentamente ajeno al resto de la
ciudad.

El Porvenir fue evolucionando lentamente, desde las primeras décadas del siglo XX,
hasta que en los años sesenta se desarrolla la urbanización de la Avenida Felipe II,
produciéndose el primer crecimiento urbano de envergadura. Este desarrollo no
consiguió romper el concepto de barrio aislado, ya que los elementos que
determinaban ese aislamiento permanecieron prácticamente inalterables, con la
salvedad de la central eléctrica demolida en 1968 y cuyos terrenos fueron ocupados
por la sede central de la empresa, que llega hasta nuestros días.

En los años ochenta del pasado siglo se produjo el primer cambio que
verdaderamente quiebra el aislamiento histórico del barrio; la urbanización de los
suelos industriales abandonados y los suelos ligados a la Feria, una vez que se
produce el trasladado a Los Remedios en 1973, en los terrenos de la Huerta de la
Salud. Este hecho, plasmado explícitamente en la demolición de la tapia existente en
la actual calle Plácido Fernández Viagas, supuso una nueva visualización de El
Porvenir, aunque por la propia configuración urbana no aportaría apenas
permeabilidad.

Es en los años noventa prosiguió la apertura con el soterramiento de las vías de


ferrocarril que determinaban la conexión con Cádiz, que permitió la recuperación de
los terrenos baldíos del corredor ferroviario y la apertura del barrio hacia el este. Esta
apertura culminaría pocos años después con la urbanización de los suelos de la
fábrica de gas y el desarrollo del conocido como Nuevo Porvenir .

Este aislamiento histórico descrito, se ha plasmado en la personalidad del barrio; al


igual que en los barrios históricos
entre los antiguos vecinos de El Porvenir. Este carácter, geográficamente singular del
barrio, ha hecho que su excepcional arquitectura y la cálida estructura de su callejero
hayan sido grandes desconocidas para muchos sevillanos hasta hace pocos años.
Este capítulo trata de exponer los distintos períodos evolutivos de El Porvenir desde su
génesis y los elementos más representativos del mismo.

2. LOS ORÍGENES. LOS BARRIOS DE SAN SEBASTIÁN Y EL PORVENIR.

Como se indicó con anterioridad, los orígenes del barrio de El Porvenir se encuentran
en los terrenos de huertas ocupados desde hace siglos más allá de los suelos que
ocupaba el Palacio de San Telmo, propiedad los Duques de Montpensier.
Históricamente, la tradición, no verificada documentalmente, atribuye la primera
ocupación de lo que hoy es el barrio a una ermita dedicada a la Virgen María, ligada a
los campamentos que las tropas del rey Fernando III levantaron durante el asedio a la
ciudad, previo a su toma en 1248. La misma tradición, transcrita en el siglo XVII a
partir de testimonios orales por el abad Gordillo, relaciona la ermita con la colonia
genovesa existente en la ciudad, tradición que vincula a destacados genoveses de la
ciudad con la Hermandad de San Sebastián, que a su vez se relaciona con el antiguo
cementerio sito junto a la ermita cuyo origen podría datar de los enterramientos
llevados a cabo allí a raíz de la peste de 1363. El origen de dicha hermandad aparece
citado en un documento de 1827, en el que se menciona el año de 1475 como año de
fundación de la misma1.

Independientemente del desarrollo del cementerio y ermita de San Sebastián, cuya


historia es tratada en otro capítulo, es evidente que lo que se conoce como barrio de
El Porvenir tiene su origen en la progresiva ocupación y urbanización de las huertas
colindantes a la ermita. Huertas conocidas como Huerta de San Sebastián, Huerta de
la Cruz, Huerta del Fraile, Huertas de San José y El Rosario, conocidas como de Los
Camino, y Huerta Nueva del Prado, posteriormente llamada de la Salud. Colindantes
con estas se encontraban otras, algunas de cuyos nombres aún perduran en el
callejero de la ciudad, como las huertas de la Enramadilla, de Tabladilla, de Borbolla,
de Barrau o del Naranjal. Parte de estos terrenos era históricamente inundable, siendo
a partir de la previsión de traslado de la Asociación de Alumbrado por Gas cuando
comienzaron las operaciones de relleno con las tierras extraídas en la ejecución del
Canal de Alfonso XIII favoreciéndose así la posibilidad de urbanizar la zona.

Como dato interesante cabe destacar que la Huerta de San Sebastián, formada por los
terrenos que iban desde la ermita hasta la actual calle Porvenir, tras la desaparición de
la primitiva Hermandad de San Sebastián pasó a propiedad de Dña. María Jesús
Bocanegra, de ella a D. Antonio Sánchez Torres, quien la vendería en 1885 a Dña.
Rosa de la Llave, a su fallecimiento pasaría a su nieta Rosa Ramos Tassara que
casaría con D. José Zambrano y Zambrano (Figura 2), siendo estos los últimos
propietarios de la huerta como tal2. Curiosamente fue en ese mismo año de 1885
cuando se clausuró oficialmente el cementerio de San Sebastián3.

Figura 2. Documento manuscrito de D. José Zambrano sobre la historia de la ermita


y Huerta de San Sebastián

Como ya se ha indicado, la primera construcción importante que se levantó en el


barrio fue el cuartel de Zapadores, posteriormente llamado de Ingenieros, edificado en

1
2

3
Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla de 28 de Enero de 1885.
1901. En 1907 se solicita al Ayuntamiento por parte de los propietarios permiso para
edificar en la Huerta de San Sebastián4; esta circunstancia daría lugar a que
originalmente el barrio no se denominase del El Porvenir, si no de San Sebastián,
formado por la zona comprendida por lo que había sido la huerta del mismo nombre y,
más tarde, de El Porvenir desde la calle de dicho nombre hacia el sur. Testimonio de
ello es la placa de 1941 existente en la fachada de la casa Hermandad de La Paz, en
la que al hacer memoria de los donativos aportados para el levantamiento de la
primera planta de la misma, se citan expresamente los vecinos de los barrios de San
Sebastián y El Porvenir.

En esos primeros momentos los suelos de aquellas huertas comienzan a ser


ocupados por fábricas, algunas de ellas obras del emblemático arquitecto Aníbal
González, como las ya citadas de Sevillana de Electricidad y Catalana de Gas, o la
fábrica de ácido carbónico líquido de Coromina Industrial (1917), como recoge el rótulo
cerámico que corona el edificio y que se conserva actualmente siendo propiedad de la
Universidad de Sevilla. Amén de estas tres instalaciones, en el barrio se asentaron la
fábrica de radiadores Hertri, la de aceites y jabones de Luca de Tena, Cristalería
Española-La Veneciana, los almacenes de maderas de Gaspar Alonso Cueli en la
calle Porvenir, suelos posteriormente ocupados por SEAT, o la fábrica de lámparas de
la calle Valparaiso; así como algunas otras, mayormente en la zona norte y en las
proximidades de la Pirotecnia Militar.

Este pasado industrial parece contrapuesto claramente a la configuración social que


fue adquiriendo El Porvenir con las familias que van construyendo de forma inconexa
las primeras viviendas. Familias de clase alta, apellidos reconocidos en la ciudad y
burguesía agraria conforman el perfil de muchos de los primeros moradores del barrio.
Ahora bien, en El Porvenir se produce desde un primer momento una interesante
amalgama social y a la par que las casas señoriales, se van levantando bloques de
pisos vinculados a los trabajadores de las fábricas del entorno. El elemento más
C
un punto de vista sociológico, El Porvenir en pocos años se convierte en un modelo de
barrio heterogéneo en el que conviven distintos estratos sociales, contrario a una
visión simplista de barrio de élites, en el que se constata una mezcla de clases
sociales muy diferentes, que a su vez se plasma en la propia arquitectura.
Al margen de las diferencias, propias del contexto histórico, el barrio creció con una
interesante cohesión social generando lo que hoy definimos como una fuerte
conciencia de barrio. En 1925, Joaquín Guichot, en El Cicerone de Sevilla, define esa
diversidad de los barrios de San Sebastián y El Porvenir de la siguiente manera:

quintas de variados gustos, regionales y exóticos, fábricas y almacenes, escuelas,


cuarteles, todo construido con variedad artística decorativa...".

3. DEL BARRIO RURAL AL BARRIO URBANO

En 1905 se procedió a la delimitación y alineación de la avenida de San Sebastián,


posteriormente denominada de la Borbolla, tomando como referencia el cuarte de
Ingenieros ya existente y, como se indicó anteriormente, en 1907 se concede permiso
para la urbanización de la huerta. Esta autorización delimita el que inicialmente sería
barrio de San Sebastián, entre las actuales calles San Salvador, determinada por la
ermita; Diego de la Barrera, determinada por la linde con la Huerta del Fraile, Porvenir,
determinada por la linde con la Huerta de Los Camino; y la avenida de San Sebastián

4
AAM
y el cuartel. La parcelación se hace mediante un trazado de planta hipodámica, con
calles de dimensiones similares cruzadas en ángulo recto; tres paralelas a la avenida
de San Sebastián y cuatro perpendiculares. Todo ello sin una planificación urbanística
formal.

Así, a partir de la primera década del siglo XX comienzan a levantarse las primeras
villas y quintas, el barrio comienza a conformarse de manera inconexa con un cierto
aire rural. Las parcelas se van ocupando sin una ordenación clara preestablecida,
inicialmente en las proximidades de la avenida de San Sebastián hasta su extensión
hacia Eritaña. Las primeras viviendas datadas y aún existentes son mayoritariamente
casas señoriales de gran valor arquitectónico como Villa Ozama (avenida de la
Borbolla esquina. 1912-1916), Villa Adelaida (c/Brasil. 1912), Villa Concha (avenida de
la Borbolla. 1915), Villa Pilar (calle Porvenir. 1915). En esos primeros años se
construyen otras casas de carácter unifamiliar de menor envergadura que conforman
básicamente lo que serían las calles Progreso e inicio de Montevideo, Brasil y
Porvenir.

El espíritu con el que se construyen estas villas es el de un barrio abierto y diferente,


de ahí que el posterior nombre de barrio de El Porvenir se asociara a esa idea de
nueva ciudad, ciudad del porvenir, con baja densidad edificatoria y predominio de la
torre unifamiliar5. En cierto modo se recoge, de manera casi inconsciente e
involuntaria, parte de la teoría de ciudad-jardín de Ebenezer Howard (1902)6, que se
desarrollaría de manera más planificada en los barrios de Heliópolis y Ciudad Jardín.
Este concepto urbanístico aplicado al barrio se recogería explícitamente en los Planes
Generales de 1945 y 1963.

El desarrollo urbano y constructivo de El Porvenir supone una traslación del campo a


la ciudad, el barrio va naciendo con un indudable aire rural, que se ve acrecentado por
la voluntad y origen de muchas de las familias que vienen a vivir a él. Se pretende vivir
en un entorno rural próximo a la ciudad y no son pocas las familias que, procedentes
de la burguesía agraria de los pueblos de la provincia, vienen a vivir a la ciudad en un
entorno próximo a sus orígenes. En este escenario, son numerosos apellidos de la alta
sociedad sevillana los que conforman el vecindario del barrio: Rodríguez de la
Borbolla, Aceña, Rojas-Marcos, Benjumea Burín, Bravo-Ferrer, García Oviedo,
(Figura 3)

5
BARRIONUEVO FERRER, A.: Sevilla : Las formas de crecimiento y construcción de la ciudad. IUCC /
Sec. Pub. Universidad de Sevilla 2003.
6 Ebenezer Garden Cities of To-morrow n el que plantea un nuevo
concepto de ciudad.
Figura 3. Fotografía de la Avenida de la Borbolla perteneciente al archivo Loty.
Colección Museística de Andalucía. Museo de Artes y Costumbres Populares de
Sevilla. Consejería de Educación, Cultura y Deporte

A mediados de los años veinte, el barrio de San Sebastián ya goza de un importante


nivel de ocupación, según se observa en la fotografía aérea de Cecilio Sánchez del
Pando7 (Figura 4), habiéndose extendido ya las construcciones a la Huerta de Los
Camino.

Figura 4. Fotografía aérea de El Porvenir fechada en 1926. Archivo Sánchez del


Pando. Fototeca Municipal de Sevilla.

7
La imagen aparece referida como Fototeca Municipal de Sevilla 1922-1925 , aunque por la datación de
las viviendas que se ven en la misma la fecha de realización se situaría en 1926.
En otro orden, un elemento interesante en la génesis del barrio es la llegada de
personas de origen extranjero motivada fundamentalmente por los desplazamientos
derivados de la I Guerra Mundial. Es de señalar la población alemana que en los
primeros momentos se afinca en el barrio, ubicándose en él el consulado alemán y
desde 1921 el Colegio Alemán, bajo la inspiración de atender a la población
expatriada. De la población foránea cabe destacar a dos personas que, por su
relevancia e integración, han quedado en la memoria sentimental. Son el alemán,
nacido en Madrid, Enrique Otte y el francés Enrique Normand. Enrique Otte, que
terminaría siendo profesor de Historia Latinoamericana en la Universidad de Berlín,
era hijo de una familia que huyendo de la persecución de la guerra llegó a Sevilla,
donde regentaron el Hotel Otte desde 1941 en la confluencia de las calles Brasil y
Santa Rosa, en una casa ya desaparecida donde se alojaron personajes como
Margueritte Youcenar o Henry Miller8 (Figura 5). El caso de Enrique Normand es
realmente peculiar, natural de Francia estudia ingeniería industrial, llega a España
como jugador de fútbol formando parte del Real Madrid desde 1904 a 1915, con un
paréntesis en 1908-1909 en el que juega en el F.C. Barcelona. Una vez retirado de la
práctica deportiva Normand viene a Sevilla, viviendo en la calle Brasil e integrándose
absolutamente en el barrio, siendo el primer presidente del Club de Tenis Betis,
directivo del Real Betis, delegado del campo del Patronato y miembro de las primeras
juntas de gobierno de la Hermandad de La Paz hasta 19439.

Figura 5. Fotografía publicitaria del Hotel-Pensión Otte. Archivo Pedro González


Laguillo

El crecimiento urbano del barrio se lleva a cabo de manera ajena al ayuntamiento lo


que hizo que las calles fuesen terrizas durante años, con la consiguiente incomodidad
para los vecinos. No es hasta 1935 cuando los propietarios de los terrenos ceden las
calles al ayuntamiento haciéndose este cargo de la urbanización y pavimentación de

8
La necrológica que escribe sobre Enrique Otte Mario Boneti en Hoy Digital (4-9-2007) resulta muy
ilustrativa sobre el personaje, así como el prólogo d
9
ARENADO, S. AÑINO, E.: Historia de nuestros hermanos, Bol. Hdad. de la Paz octubre 2011. El texto
recoge la vida de Enrique Normand desde su llegada a España.
las calles del barrio bajo proyecto del arquitecto municipal Juan Talavera (Figura 6). El
modelo de configuración de las vías que propone Talavera es el que llega hasta
nuestros días en algunas calles, con aceras diseñadas con una banda pavimentada y
otra de albero con arbolado.

Figura 6. Procesión de impedidos por la calle Paz (hoy Virgen de la Paz) esquina a
Río de la Plata, en la que se observa el pavimento terrizo. Archivo Familia
Zambrano

Este periodo de nacimiento a la realidad urbana y de la ciudad, se hace con una


planificación involuntaria en la que, al margen de la convivencia de las viviendas y las
instalaciones industriales; siendo de destacar como en el original barrio de San
Sebastián predominan villas y casas unifamiliares sobre las plurifamiliares, mientras
que en el de El Porvenir, situado al sur de la calle del mismo nombre, se construyen
fundamentalmente casas de vecinos.

4. LAS CASAS DEL PATRONATO

A la par que comienzan a levantarse las primeras villas, construidas por familias de
clase alta, en El Porvenir se da un hecho relevante desde el punto de vista social, la
construcción de las primeras viviendas del Real Patronato de Casas Baratas, creado
en 1913 bajo el auspicio del rey Alfonso XIII y del alcalde de Sevilla, el Conde de
Halcón.

Esta experiencia es pionera en España y de un cierto carácter utópico10. Surge a partir


de una cierta conciencia social de las clases altas que asumen la necesidad de
mejorar las condiciones de vida de los trabajadores a partir de la dignificación de sus
viviendas y la necesidad de estas que en ese momento había en la ciudad; ello hace
que sean numerosos personajes de la sociedad sevillana los que se sumen al mismo.
Estas primeras viviendas se levantan al final de la actual calle Porvenir sobre el relleno
de terrenos inundables, bajo criterios de economía en la construcción y, a su vez, en
los alquileres; pero también de comodidad y confort para los inquilinos. El proyecto
tiene su origen en un determinante impulso económico por la donación de 100.000

10
Así lo señala Rosa María Añón en sus tesis doctoral (2005) En 1915, se construyeron fas escuelas
públicas del Porvenir, en los terrenos procedentes de la urbanización de fa Huerta del Fraile, a remolque
de la operación de viviendas baratas que la motivó, la primera iniciativa del Real Patronato de Casas
Baratas, creado en 1911 y que para su experiencia piloto contaría con la ayuda de múltiples instituciones
. Igualmente, este carácter idealista se asocia a las tendencias arquitectónicas y
urbanísticas de la época, como es el caso del Movimiento Moderno
pesetas al rey Alfonso XIII para una obra benéfica por parte D. José Pastor Rodríguez,
valenciano de Alcoy emigrado a Chile. El Rey determina que dicha donación sea para
11
. El

Traver, estaba constituido por setenta y cuatro viviendas distribuidas en dos manzanas
de cuarenta y dos y treinta y dos viviendas respectivamente.

La zona, urbanizada de acuerdo con el proyecto de Juan Talavera, era susceptible de


inundación como constatan las fotografías de la época, y ello hizo necesario el relleno
por parte de la Junta de Obras del Puerto recurriendo, al igual que en otras zonas del
barrio, a las tierras extraídas del río. Estos rellenos se reflejan hoy en día en los
desniveles que hay en la calle Diego de la Barrera en su confluencia con la calle
Porvenir (Figura 7).

Figura 7. Fotografía de 1914 de las Casas del Patronato, se puede apreciar


claramente los rellenos realizados para salvar la inundabilidad del terreno. Archivo
Moreno. Casas baratas área del Porvenir fachadas emplazamiento y vista de
conjunto . Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

La concienciación social que supuso el proyecto de las viviendas para obreros en ese
momento en Sevilla, tuvo un factor añadido, ya que se consideró que la construcción
de estas viviendas debía ir acompañada de la construcción de un centro escolar,
siendo la Marquesa de Yanduri quien decisivamente apoyó esta iniciativa, costeándola
en su totalidad. El mismo se levanta enfrentado a las dos manzanas del mismo
conjunto, con lo que indirectamente se le da traza a la zona final de lo que sería años
después la calle Porvenir. Este edificio, conocido como Grupo Escolar Porvenir sería el
que permanecería en pie hasta los años noventa, bastante después del derribo de las
casas, que se produjo en 1960. A esta calle se le quiso poner el nombre del Marqués
de la Vega Inclán, por haber sido este uno de principales artífices del proyecto de las
casas del Patronato, aunque dicha propuesta fue desechada.

o que da
idea de la importancia que el mismo tuvo en la España del momento. Este
acontecimiento quedó recogido en la prensa de la época, recalcando insistentemente

11
Resultan de interés los apuntes históricos recogidos en la web de la Real Fundación Patronato de la
Vivienda de Sevilla http://www.rfpv.es/
el carácter pionero de la iniciativa12. La edificación de las casas del Patronato, definiría
de manera determinante la zona marcando lo que sería la avenida Felipe II, que
terminaría convirtiéndose en la artería principal del barrio; hasta tal punto es así que la
configuración original marca la distribución actual de la zona, ya que viviendas
construidas posteriormente junto a la parcela que ocuparon las casas del Patronato, y
que actualmente conforman la fachada a la avenida Felipe II, conservan la distribución
en dos manzanas con una calle peatonal que las divide.

Posteriormente, generando hondo pesar en los vecinos de las primitivas casas, el


Patronato edificó en 1954 una promoción de viviendas de lujo (Felipe II nº23-29), a
espaldas del solar ocupado originalmente. Esta promoción tenía como finalidad
obtener liquidez para financiar una promoción de viviendas en el barrio de Amate y
terminó siendo la causa del derribo de las casas de 1915. En 1967 la entidad promovió
un nuevo grupo de 90 viviendas en la parcela sita entre la Avda. Felipe II y la calle
Porvenir que llegaba hasta la vía de tren y en 1974 un último grupo de 58 viviendas en

5. LOS PRIMEROS DESARROLLOS

Una vez establecidas las bases de lo que será El Porvenir, el desarrollo urbano se
extiende progresivamente hacia el sur con la ocupación de los terrenos de la Huerta
de Los Camino, entre la avenida de San Sebastián y la fábrica de gas. Esta zona
acoge en uno de sus extremos un edificio particularmente emblemático levantado
entre 1919 y 1925, Villa Luisa13. Tanto la valía arquitectónica del edificio como sus
bellos jardines han hecho de Villa Luisa un referente arquitectónico de la época en
Sevilla.

Las actuales calles Progreso (desde Felipe II hacia el sur), Valparaiso, Juan Pablos y
Colombia ven nacer casas de vecinos y viviendas unifamiliares de menor porte que las
que se levantaban en la zona norte del barrio y junto a estas, pequeñas instalaciones
industriales y auxiliares.

Entre las casas de vecinos construidas en el barrio de El Porvenir a partir de mediados


de los años veinte, destacan particularmente dos de ellas, las construidas en la
avenida Felipe II y que conforman las esquinas con la calle Progreso. La primera, un
proyecto del maestro de obras Manuel Martín Más de 1917, fue el primitivo cuartel de
la Guardia Civil, reformado posteriormente en los años ochenta. El otro edificio, obra
de Aníbal González para los hermanos Abascal en 1927, se sitúa justo enfrente
ocupando dos parcelas, con un lucido estilo regionalista e interesante decoración de
azulejería.

Por otra parte, a raíz de la urbanización y pavimentación del barrio de San Sebastián,
en los años cuarenta se produce la apertura hacia la Huerta de la Cruz,
desarrollándose la ocupación de la zona limitada entre las calles Isabela y California.
En los primeros años la zona colindante con la Huerta de la Cruz había visto
levantarse dos construcciones con una cierta singularidad: una construcción de estilo
regionalista con pisos y talleres en la esquina de la calle Exposición, que sería el

12
Revista Bética, nº 29 y 30 de 15 y 30 de marzo de 2015. Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional.
13
Villa Luisa fue construida bajo proyecto de Vicente Traver para el compositor argentino de origen
alemán Herman Bemberg y Ocampo, uno de los herederos del fundador de la cervecera argentina
Quilmes, Otto Bemberg, y gran enamorado de Sevilla.
edificio de mayor altura del barrio, y la espectacular casa que para María Luisa García
de Tejada proyecta Antonio Arévalo en la confluencia con la calle Isabela14.

Esta zona, en la que permanece la referencia original a la huerta con el nombre de la


calle central, calle Cruz, formaba un fondo de saco cerrado por una tapia en la que
posteriormente sería la calle Plácido Fernández Viagas. Curiosamente, de nuevo se
produce en este pequeño desarrollo una diversidad social evidente, ya que junto con
los chalets unifamiliares que se levantan, se construyen viviendas más humildes, de
una única planta, en la calle California.

Al describir la evolución inicial del barrio es importante hacer referencia a la singular


ocupación que se hace de los terrenos de la Huerta del Fraile para uso deportivo. Los
terrenos de dicha huerta que lindaban con el barrio de San Sebastián son los primeros
en Sevilla destinados de forma genérica a albergar instalaciones para uso deportivo.

191815. El Betis inaugura oficialmente su nuevo campo el 1 de noviembre de 1918,


realizándose una ampliación y modernización importante en 1924, allí permanecería
hasta su traslado en 1929 al Estadio de la Exposición, en el barrio de Heliópolis. Unos
años después a la construcción de nuevo campo, los suelos anexos ven nacer el Club
de Tenis Betis y el Frontón Betis.

El Club de Tenis Betis tiene su origen en 1928, constituyéndose como entidad un año
después con el nombre de Betis Tennis Club, con el apoyo del club de fútbol pero de
carácter independiente. El Club crece al calor de los vecinos y, en particular, de las
familias extrajeras que llegan a vivir al barrio y que encuentran allí un foco de vida
social y de cierta modernidad por lo inusual del juego del tenis en esos momentos,
llegando hasta nuestros días como un referente deportivo nacional e internacional
(Figura 8).

Figura 8. Fotografía de las instalaciones del Real Club de Tenis Betis y casas
colindantes. Archivo RCTB

14
Antonio Arévalo llegó a Sevilla después de dieciséis años como arquitecto municipal en Sanlúcar de
Barrameda, esta casa presenta evidentes similitudes con la arquitectura de las casas señoriales de la
localidad gaditana.
15
El campo de fútbol es así denominado por su proximidad con las Casas del Patronato Obrero, cuya
construcción, como se ha indicado, supuso un hito en la ciudad. El Betis jugaría allí hasta su traslado en
1929 a Heliópolis al Estadio de la Exposición.
En noviembre de 1929 se inaugura el Frontón Betis, una instalación de primer nivel en
su momento obra del arquitecto José Miguel de la Quadra Salcedo. La nave del
frontón se convertiría en un importante epicentro de la vida social y política sevillana,
de una parte por los eventos deportivos que acogía, y de otra porque albergó los más
relevantes mítines políticos celebrados en la ciudad durante los años treinta. Anexo al
mismo, unos años después se construiría un grupo de viviendas para empleados
municipales. Tras muchos años sin uso, la nave del Frontón alberga actualmente la
sede de la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla.

Una vez desarrollada la ocupación de las huertas de San Sebastián, Los Camino (de
San José y del Rosario) y de la Cruz, el barrio queda con su configuración inicial bien
delimitada, poco a poco se va terminando de ocupar y el caserío continúa creciendo
con su particular idiosincrasia estética.

6. LOS ARQUITECTOS Y LOS ESTILOS

El Porvenir se convierte en la primera mitad del pasado siglo en una suerte de barrio
experimental en cuanto a la arquitectura del momento. Las posibilidades económicas
de muchas de las familias que llegaron a vivir al barrio dieron lugar a que los más
prestigiosos arquitectos sevillanos desarrollaran en él interesantes proyectos, algunos
de ellos de carácter novedoso y singular. Del mismo modo, arquitectos de otros
lugares de España también dejaron su impronta con una amplia variedad de estilos
sobre la que domina claramente el regionalismo. Si bien el regionalismo, como estilo
arquitectónico, tuvo un periodo de vigencia relativamente corto, este coincidió con el
nacimineto de El Porvenir y de ahí que muchas de las villas tengan el carácter del que
16
.

Junto con la predominante arquitectura regionalista conviven edificios racionalistas,

en la que se conjugan las modas de la época, generando una riqueza estética y de


estilos que hasta entonces no se había dado en Sevilla. Los arquitectos más
directamente vinculados a la Exposición Iberoamericana, como Anibal González, Juan
Talavera, Vicente Traver, los hermanos Gómez Millán o Espiau participan en el
nacimiento constructivo de El Porvenir, junto otros como Pedro Fernández de Heredia,
Antonio y Rafael Arévalo, Pablo Gutiérrez Moreno, José Granados, Juan José López

hacerlo mayormente con casas unifamiliares, independientes, no sujetas a las


limitaciones de construcciones entre viviendas ni a la presión de una homogeneidad
estética inexistente en este área urbana de nueva creación.

El regionalismo como estilo arquitectónico nace de una cierta conciencia andaluza en


la que se conjugan el historicismo con el localismo, buscando sus raíces en la
arquitectura del campo, de los cortijos. Igualmente busca enseñar lo que se había
guardado en los interiores de las casas, saliendo al exterior la decoración con una
gran profusión nacida a la esencia barroca de la ciudad17. La naturaleza de las familias
adineradas que vienen a poblar El Porvenir, muchas de ellas vinculadas a la burguesía
agrícola, hace que la arquitectura, en ese momento de moda, vinculada al campo
encuentre acogida y se desborde dando lugar a edificios excepcionales, como Villa
Susana y su casa simétrica, obras de Juan Talavera, villa Concha de Aníbal González,
ambas en la avenida de la Borbolla; o Villa Pilar, de José Espiau en la calle Porvenir;

16
VILLAR MOVELLÁN A.: Arquitectura del regionalismo en Sevilla : 1900-1935, 2ªed. Diputación de
Sevilla, 2010.
17
VILLAR MOVELLÁN A.: Introducción a la arquitectura regionalista : el modelo sevillano. 2ªed.,
Universidad de Córdoba, 2007.
por citar sólo algunos de los conservados, así como a otros de menor envergadura
pero no menor valía artística.

Aníbal González destaca por ser el autor de referencia en la arquitectura regionalista


sevillana, de su mano nacen numerosas villas construidas en El Porvenir y algunas
construcciones industriales muy significativas. Desgraciadamente tres de las viviendas
más interesantes, han desaparecido: Villa María y Villa Ramona, enmarcadas dentro
de la producción que desarrolla para Pedro Rodríguez de la Borbolla al margen del
estilo regionalista, y la villa que construye para la familia Abascal en la esquina de
Felipe II (Figura 9). La primera era una de las escasas obras de estilo modernista del
arquitecto, mientras que la segunda era una auténtica mansión con aire ecléctico;
ambas estaban ubicadas en la avenida de la Borbolla en el entorno ocupado hoy por el
Colegio de Médicos; del conjunto de casas construidas por el arquitecto para la familia
Borbolla en esa parcela se conservan dos casas más pequeñas en la calle Progreso
situadas a espaldas de las desaparecidas. Al margen de estas portentosas casas
desaparecidas, también es de su autoría Villa Concha, excepcional casa situada frente
al cuartel de Eritaña construida para Simón López y que sufrió una ampliación en 1950
que desvirtuó parte de su original traza, recuperada posteriormente como hoy puede
contemplarse. Aníbal González interviene también en el desarrollo industrial que se da
en los primeros años siendo el arquitecto, como ya se ha citado de la fábrica de gas, la
de Coromina y la desaparecida central de la Compañía Sevillana.

Figura 9. Casa Abascal, villa desaparecida obra de Aníbal González, sita en la


confluencia de las avenidas de la Borbolla y Felipe II. Fototeca de la Universidad de
Sevilla

Juan Talavera es, junto con González, posiblemente el arquitecto más determinante
en el paisaje urbano de la Sevilla surgida en el primer tercio del siglo XX. De su
estudio salen obras determinantes para la imagen del barrio como las dos viviendas
pareadas que proyecta en 1918 para Vicente Aceña en la avenida de la Borbolla con
fuerte carácter regionalista y elementos noemudéjares, una de ellas conocida por el
nombre de Villa Susana. También es autor de otras obras muy diversas: como los
talleres industriales de la calle Gaspar Alonso, un vivienda con una cierta singularidad
sentimental como es la que hace la esquina de la calle Porvenir donde está Casa

Moro Alonso en Brasil nº26.


De entre los arquitectos menos conocidos a nivel popular y que trabajaron
profusamente en El Porvenir destaca el madrileño afincado en Sevilla Pablo Gutiérrez
Moreno, vecino del barrio y personaje con mucho predicamento en los círculos
artísticos de la Sevilla de principios de siglo, donde era conocido como Don Pablito 18.
De su mano salieron muchas de las casas construidas en los primeros momentos para
José Zambrano y para Joaquín Benjumea Burín19, algunas de ellas de gran porte,
como son los casos de Villa Adelaida (Brasil nº3) o Villa Nela (Avda. de la Borbolla
esquina a Brasil, hoy desaparecida)20 (Figura 10), construidas entre 1912 y 1917, la
primera de ellas fue posteriormente adquirida por la Marquesa de Jerez de los
Caballeros, cuyo escudo corona la entrada en un magnífico azulejo. De Gutiérrez
Moreno son otras obras no menos interesantes como las del las calle Porvenir nº5 y
nº15, los conjuntos de Brasil nº2, 4 y 6 y Montevideo nº12, 14 y 16.

Figura 10. Casa Benjumea, villa desaparecida obra de Pablo Gutiérrez, sita en la
confluencia de las avenidas de la Borbolla y Brasil. Archivo Alberto Villar Movellán

Un caso particular supone el edificio del cuartel de la Guardia Civil de Eritaña, que
forma parte de la unidad urbana y simbólica del barrio. Originalmente fue un proyecto
de hotel para la Exposición Iberoamericana nacido del personalísimo Gabriel Lupiáñez
que no llegó a inaugurarse, su abandono culminó con la cesión en 1933 a la Guardia
Civil. Edificio de estilo asociado al Movimiento Moderno, son especialmente
interesantes los elementos decorativos singulares de los herrajes de sus ventanas21.

Al margen de los arquitectos referidos, son otros muchos los que intervienen en el
nacimiento y desarrollo inicial, dejando su impronta y contribuyendo a ese resultado

18
19
Los hermanos Salvador y Joaquín Benjumea Burín, este último llegó a ser alcalde de Sevilla,
promovieron la construcción de varias villas en El Porvenir en los primeros años, la mayoría de ellas en la
confluencia de las calles Brasil y Progreso.
20 Esta espectacular casa aparece recogida en el libro del profesor Villar Movellán
regionalismo en Sevilla (1900-1935), identificándola como
21
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estético tan espectacular que distingue El Porvenir. Merece la pena detenerse en
algunas casas cuyo carácter excepcional o las circunstancias que concurren en ellas
las dota de un carácter particular entre el resto del caserío.

Villa Ozama (Avda. de la Borbolla nº59), su autoría se atribuye al maestro de obras


Manuel Martín Más, fechada entre 1912 y 1917. Construida para Antonio María Albert,
está incluida en el catálogo de patrimonio inmueble de Andalucía, posiblemente sea de
la más representativa del barrio por su situación, valía arquitectónica y su originalidad.
De estilo predominantemente modernista, incorpora elementos variados en su
decoración. Inicialmente fue conocida como Villa Albert, posteriormente fue adquirida
por el gaditano Juan Parra Alba, que había hecho fortuna en las Indias y que fue quien
le puso el nombre actual en recuerdo al río dominicano Ozama. Posteriormente fue
adquirida por Federico Crespo Zorrilla, gran impulsor del cultivo del algodón;
testimonios orales citan la presencia en ella del rey Alfonso XIII en algunas de sus
visitas a Sevilla por su relación con el propietario.

Villa Pilar (Porvenir nº18), obra de José Espiau fechada en 1918 que también aparece
denominada como Villa Emilia. Concebida inicialmente como casa de una planta se le
incorporó una adicional en el transcurso de su construcción con un resultado
imponente. De marcado carácter regionalista, ha sido vivienda, sede de emisora de
radio, empresas,....

Casa con jardín (Brasil nº19), proyecto inicial de Pedro Sánchez Núñez en 1923 y
transformada durante la obra por Ricardo Magdalena en 1928, posteriormente fue
reformada en 196922. Magnífica villa regionalista con una fachada muy cuidada,
actualmente con elementos cegados. Fue proyectada como vivienda unifamililar
pasando a manos del entonces vicepresidente de la Diputación Provincial y posterior
Rector de la Universidad de Sevilla Carlos García Oviedo, que construyó varias casas
en la calle Brasil. Ha albergado otros usos como el de clínica y residencia de
enfermos.

Ntra. Sra. de la Paz (San Salvador nº17), obra de Antonio Arévalo fechada en 1925.
Gran villa de estilo ecléctico-historicista, extremadamente original y sorprendente,
guarda similitudes con las casas señoriales de Sanlúcar de Barrameda, donde el
arquitecto trabajó muchos años.

Villa Esperanza (Montevideo nº17), obra también de Antonio Arévalo fechada en 1916.
Casa de una planta con una interesante decoración de cerámica oculta tras la
abundante vegetación del jardín delantero en la que vivió algún tiempo Blas Infante
hasta su traslado a Coria del Río23.

Villa Donostia (San Salvador nº19) y Villa Moya (San Salvador nº21), obras de José
Granados de la Vega fechadas en 1932 y 1933 respectivamente. Construidas ambas,
según algunas referencias24, para el pintor Fausto Antonio Moya, sólo existe
constancia explícita de la segunda. Los dos chalets, influenciados por los movimientos
centroeuropeos de la época25, tienen la singularidad de ser las primeras muestras de

22
VILLAR MOVELLÁN A.: Arquitectura del regionalismo en Sevilla : 1900-1935, 2ªed. Diputación de
Sevilla, 2010.
23 INIESTA ENRIQUE: Blas Infante. Toda su verdad. Vol. II, Atrio s.l. Granada, 2003.
24 OLMEDO MANUEL ABC de Sevilla, 8 de marzo de 1980, p.14
25
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construida en 1933 por Granados de la Vega para Fausto A. Moya. Una casa con fuerte inspiración de la
arquitectura Austriaca y Alemana. Líneas curvas y ventanas, poco adornada. Pero donde realmente se
nota la influencia de los Bauhaus, es en su interior. Sino observen el gran parecido entre la Villa Moya
arquitectura racionalista en El Porvenir, dentro del preponderante regionalismo
imperante en el barrio. Estas viviendas han sido sensiblemente reformadas respecto
de sus aspectos originales. Villa Moya tiene además la peculiaridad de estar coronada
por una estatua que reproduce la Venus de Milo.

Vivienda plurifamiliar (Exposición nº 5), obra de Pedro Fernández de Heredia fechada


en 1937. Significativamente distinta al resto de la arquitectura del barrio. Este edificio
es una muestra de estilo Art Decó propio de los años 30, poco habitual en Sevilla26.
Tiene elementos muy interesantes como su propio color gris, las pilastras o su
mirador. La intervención del arquitecto en las casas colindantes de la calle Montevideo
nº32 y 34 (1943) incorpora en su fachada elementos de estilo Decó. Otras casas en el
barrio con interesantes elementos asociables a este estilo arquitectónico son los
edificios de Montevideo nº2 y 4, reformados en 1931 por Mariano González Rojas, y el
chalet sito en la calle Cruz nº7, de José López Sáez de 194627.

Viviendas plurifamiliares (Progreso nº20 y Porvenir nº29/Exposición nº 17), obras de


Juan Manuel Bringas fechadas en 1938 y 1939 respectivamente. Ambos bloques de
viviendas de inspiración racionalista, presentan su interés en el hecho de incorporar en
sus fachadas elementos decorativos de inspiración andaluza, particularmente la
ladrillería, de estilo Decó en la forja y balcones curvos y predominio de líneas
horizontales28.

7. EL CALLEJERO

Si algo caracteriza al callejero del barrio de El Porvenir es la homogeneidad. La


secuencia de nombres relacionados con los países iberoamericanos, el
Descubrimiento y con la Exposición de 1929 es continua y pasear el barrio conlleva un
viaje sentimental por el pasado indiano: Brasil, Montevideo, Río de la Plata, San

nomenclátor vías que recuerdan la voluntad de evolución que inspiró los años veinte y
que se plasma en el nombre del barrio, alusivo a un futuro ilusionante, en la calle que
lleva su nombre, Porvenir, o la calle Progreso. Conmemorativa del evento
determinante en esos años es la calle Exposición, y así se podría seguir prácticamente
con todo el callejero, siguiendo un argumentario ligado al 29.

Como arterias más determinantes destacan las avenidas de la Borbolla y Felipe II. La
primera se rotula en 1922 en honor del que fuera ministro y alcalde de Sevilla en 1918
Pedro Rodríguez de la Borbolla Amoscótegui de Saavedra. Anteriormente, un tramo
de esta había sido conocido como Camino del Cementerio por ser el acceso desde la
ciudad hasta el cementerio de San Sebastián. En 1910, a raíz de la incipiente
ocupación de las huertas, se rotuló oficialmente como avenida de San Sebastián. Con
el fallecimiento del insigne político liberal tan vinculado al barrio, donde había
construido varias villas salidas de la mano de Aníbal González, se le da su nombre a la
avenida, quedando un hito singular en un pequeño elemento de piedra que aún existe
frente a donde estuviera su casa, ubicación actual del Colegio Oficial de Médicos de
Sevilla29. En este pedestal aparece la siguiente leyenda: ntegro y caballeroso fue
mucho para todos y poco para s .

26
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corresponde a Exposición nº5.
27
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28
JIMENEZ RAMÓN, J.M.: Algunas notas acerca de la arquitectura racionalista en Sevilla 1926-1942, pH
nº28, pp 80-97
29
Sobre este hito se recoge información en http://www.galeon.com/juliodominguez
La avenida de Felipe II se comienza a urbanizar en 1915 una vez construidas las
Casas del Patronato, siendo el eje que vertebraría la conexión hacia el este por el
también incipiente barrio del Tiro de Línea y de allí a Nervión. En 1920 se le da el
nombre de Felipe II en honor al rey durante cuyo reinado se desarrollaría la presencia
española en América. Durante el período de tiempo que va de 1931 a 1937 cambió su
nombre por el de Juan Béjar Delgado30, para de nuevo retomar el nombre original. Una
característica singular de esta avenida fue su finalización hasta los años noventa en el
paso a nivel que regulaba la vía de ferrocarril, cuya campana de aviso marcó la vida
diaria de sus vecinos durante años.

Sobre la rotulación de las calles, llama la atención como sólo algunas aparecen
oficialmente denominadas en el Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla antes de
1950, año en el que se desarrolla sustancialmente el nomenclátor del barrio, si bien la
mayoría de los nombres ya eran comúnmente utilizados desde 192931. Es
precisamente en 1929 cuando se da nombre a la calle Paz, que posteriormente en
1965 cambiaría el mismo por el de Nuestra Señora de la Paz con motivo del XXV
Aniversario de la Hermandad. Un año antes, en 1928, parece que se da el nombre de
Méjico a la actual calle Juan Pablos, que recibiría esta denominación en 1939 en
honor al impresor italiano que partió de Sevilla para llevar la imprenta a tierras
americanas. En 1936 se rotula la calle Brasil y ya en 1950 se rotulan la práctica
totalidad de las vías del El Porvenir. Curiosamente, aparecen formalmente
denominadas con anterioridad calles sueltas como la citada calle Brasil (1936); la calle
Cruz (1934), anteriormente llamada Miguel Barrera (1929)32; la calle Filipinas, que
recibía el nombre de Cruz; la calle California, que en 1929 se denominaba Caserío, y
la calle Costa Rica, que aparecía como Conde Urbina; y así algunas otras. Por último
las calles Diego de la Barrera y Gonzalo Díaz se rotulan con los nombres de dos
pintores sevillanos en 1951 y en 1968 la pequeña calle Francisco Guerrero en honor
del insigne músico del XVI.

Se debe señalar como curiosidad el nombre de la calle Santa Rosa, que debe el
mismo a la primera santa americana y patrona del Nuevo Mundo, haciendo a su vez
alusión indirecta la que fuera propietaria de la Huerta de San Sebastián, Rosa Ramos,
que rehusó que su nombre apareciera expresamente en el nomenclátor del barrio,
optando por el de la Santa a la que debía el suyo.

Muy posteriormente se rotularon las calles de la Huerta de Salud con nombres de


sevillanos ilustres, y en la zona liberada por los terrenos de la fábrica de gas con
nombres relacionados con la literatura.

Las últimas calles del barrio aparecen ya en el siglo XXI con la desaparición de las
cocheras de autobuses urbanos, dándosele a una vía peatonal paralela a la calle
Porvenir el nombre de Doctor Cristobal Pera y a la vía que conecta la avenida Felipe II
con la calle San Salvador el de Jesús de la Victoria, desde 2013, en honor al titular de
la Hermandad de La Paz.

30
Juan Béjar Delgado fue miembro de la Escuela Profesional de las Artes de Imprimir, creada durante la I

ilustres en las ciencias y en las artes), que recoge la conferencia pronunciada como cierre del curso de
1918.
31
Calles del El Porvenir recogidas en el Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla editado por la
Consejería de OO.PP. y Transportes y el Ayto de Sevilla en 1993
32
de los sabios
(Revista
Mediodía nº3. 1926)
8. LOS DESARROLLOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

A partir de la segunda mitad del siglo XX, al calor del desarrollismo que posibilitó un
crecimiento económico en una España hasta entonces estancada, se lleva a cabo la
urbanización definitiva del barrio. Básicamente la ordenación completa y ocupación de
la gran arteria del barrio, la avenida Felipe II, supuso la primera gran expansión de El
Porvenir. Es en este período, entre los años sesenta y setenta, cuando numerosas
familias de otros barrios de la ciudad llegan a vivir a El Porvenir, con el consiguiente
incremento demográfico, y se produce un desarrollo comercial que poco a poco va
sustituyendo las instalaciones industriales que van quedando limitadas a talleres e
instalaciones industriales, con la salvedad de la fábrica de gas que se mantuvo hasta
1992.

Del crecimiento del barrio dan fe circunstancias tan llamativas como el hecho de que
inicialmente hubiera un cine, el Cinema Porvenir en la calle Gaspar Alonso, y
posteriormente llegara a haber cuatro hasta mediados de los años sesenta: la sala
Felipe II, en la confluencia de la avenida de Felipe II con la calle Progreso, que se
cerró en 1967; y tres de verano, el cine Albéniz entre las calles Juan Pablos y Bogotá,
el Parque Cinema en la calle Progreso y en Cine Venta Eritaña entre el cuartel de la
Guardia Civil y el Pabellón de Méjico.

Al tiempo, nacen centros escolares para acoger a la creciente población infantil. Hasta
ese momento los centros que habían recibido a los niños del barrio habían sido el
grupo escolar del Patronato (1915) y el colegio España del Parque (1936), como
colegios nacionales y el Colegio Alemán, fundado en 1921 para acoger a los hijos de
familias alemanas que llegaron a Sevilla huyendo de Portugal con motivo de la I
Guerra Mundial, y que pasó por múltiples vicisitudes desde su primera ubicación en
Villa Minerva (Montevideo nº26), ocupando varios chalets del barrio hasta su traslado
en los años ochenta a Sevilla Este33. Algo después se crearon el colegio San Alberto
Magno (1945), fundado por la familia Martín Prats, que se ubicaba inicialmente en la
calle Brasil esquina a exposición y posterio rmente en el chalet de la calle Brasil nº5, y
el colegio Santa Elena (Figura 11), germen del colegio de las Calasancias, que estuvo
situado en la magnífica Villa Soledad en la avenida de la Borbolla desde 1945 hasta
196934, cuando se hizo necesaria una ampliación de sus instalaciones y se trasladó al
vecino barrio de Bami. El aumento demográfico trajo consigo una demanda mucho
mayor de plazas y ello dio lugar a la construcción de dos colegios mucho más
grandes; es el caso de la Compañía de María, que en 1960 inicia el curso en la calle
Colombia, y del Colegio Alfonso X El Sabio, que en 1966 se traslada desde su sede
fundacional en la Plaza del Duque a la calle Isabela hasta su desaparición en 1991.

33
ABC de Sevilla S.C., 20 de noviembre de 1996
34
Historia del Colegio de las RR. Calasancias http://www.calasancias-sevilla.es/
Figura 11. Fotografía de Villa Soledad, donde estuvo el Colegio Santa Elena.
Archivo familia Zambrano

Los dos grandes colegios del barrio, por su capacidad, el Alfonso X y la Compañía, en
sus orígenes colegios masculino y femenino respectivamente, se conviertieron en
centros neurálgicos para la nueva población de El Porvenir. Más tarde, tras el cierre
del Grupo Escolar El Porvenir, se construiría el Colegio Joaquín Turina y ya en el
presente siglo el Maestra Isabel Álvarez.

Las promociones de viviendas en Felipe II son numerosas en esos momentos: las ya


citadas, del Patronato en 1954 y 1967, las viviendas construidas en los números 9 al
21 y el Parque de El Porvenir, números 18 a 32, suponen un cambio estético con la
lógica de los tiempos. El desarrollo de esta zona del barrio se culmina con la voladura
de la fábrica de Flex35, en la confluencia de Felipe II con Bogotá, en septiembre de
1983, y la construcción de la última gran promoción de viviendas que guarda la línea
industrial de la primitiva fábrica en su fachada. Un hecho significativo de la integración
definitivamente conseguida en este período es la implantación de las sedes de dos
colegios profesionales de la relevancia del Colegio Oficial de Médicos y el de
Aparejadores y Arquitectos Técnicos, así como de diversos servicios de la Universidad
de Sevilla.

A pesar del crecimiento y de la evidente integración, El Porvenir no termina de


conseguir una permeabilidad clara con el resto de la ciudad. Sigue siendo un barrio
periférico y, tanto la fábrica de gas como la vía ferroviaria y terrenos colindantes,
siguen siendo fronteras duras. De hecho el siguiente desarrollo urbano que
experimenta la zona no se da propiamente en El Porvenir, sino hacia la Huerta de la
Salud, aunque el paso de los años ha supuesto una indudable simbiosis. El traslado
de la Feria en 1973 y el progresivo abandono de las instalaciones industriales
existentes en los terrenos situados al norte de El Porvenir dieron lugar a la
urbanización y construcción progresiva de viviendas desde mediados de los años
ochenta; ello, junto a la desaparición del Puente de la Enramadilla, favoreció la
definitiva apertura geográfica del barrio. De nuevo, al igual que ocurrió en la década
anterior, se produce un crecimiento y renovación demográfica. Hoy en día, se puede
considerar la Huerta de la Salud como parte de El Porvenir, con las lógicas salvedades
históricas y urbanísticas.

9. EL PORVENIR HOY

35
ABC de Sevilla 27 de marzo de 1983
A principio de los años noventa, tras la demolición parcial de las instalaciones de la
fábrica de gas y el consiguiente abandono de la actividad industrial, se lleva a cabo la
urbanización de los terrenos liberados, conociéndose popularmente los nuevos suelos

acogido una segunda generación procedente de los vecinos llegados a El Porvenir en


los años sesenta y setenta. Por tanto, más allá de una nueva oleada de población se
puede hablar en este caso, mayoritariamente, de incardinación de población del propio
barrio. Este desarrollo ha dado lugar a servicios hasta entonces muy limitados o
inexistentes, como son una gran plaza pública, la Plaza Vicente Aleixandre, el centro
cívico Torre del Agua o un centro deportivo de carácter público.

La aprobación el 4 de diciembre de 2003 por parte del Ayuntamiento de Sevilla del


Plan Especial de
constatación del valor patrimonial que en su conjunto tiene el barrio. En los
antecedentes del documento se indica expresamente:
cinto amurallado sino
que incluye los arrabales históricos, el recinto de la exposición Iberoamericana de
1929, los entornos aislados de monumentos exteriores (La Cartuja y Hospital de las
Cinco Llagas), y zonas como El Porvenir o la Huerta de la Salud, quedando ésta
aprobada por la Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía el
27 de Septiembre de 1990, y elevándose a Real Decreto 1.339/1990 de 2 de
.

Igualmente, merece indicarse lo referido en la memoria de ordenación donde se


constata la idiosincrasia urbana de El Porvenir:

Histórico de Sevilla, dicho sector se identificó como un área homogénea dentro del
Conjunto Histórico por su conformación a lo largo del tiempo, sus tipologías
edificatorias y las características del espacio urbano.
El Plan Especial pretende ordenar el sector completo, por una parte nos encontramos
con el barrio original, barrio de San Sebastián, surgido en el primer tercio del siglo XX
y donde muchas de las edificaciones originales han sido sustituidas por otras
modernas que en muchos casos no responden ni al uso ni a la tipología original del
barrio, con lo que se pretende, desde el Plan, un control de estas sustituciones cuando
sea posible y la edificación no se haya protegido. Con relación al espacio urbano se
persigue dar un tratamiento homogéneo a éste área proponiendo para ello un viario de
coexistencia para equilibrar el uso peatonal y el rodado o, al menos, este último no se
imponga sobre aquel, tal y como sucede actualmente.

Más allá de la pérdida del caserío original que se produjo a finales del siglo pasado,
como evidencia desgraciada en lo patrimonial de los cambios sustanciales en los
modos de vida, El Porvenir merece hoy esa atención y protección del patrimonio
edificado conservado y la salvaguarda de su estructura urbana. El arraigo de la
población ha resultado esencial en este hecho, perdiendo el carácter de vecindario de
aluvión procedente de otros barrios que mantenían muchos de los habitantes del
barrio, en beneficio de un sentirse originario de El Porvenir.

El barrio ha dejado de lado casi por completo el concepto original de barrio aislado
para abrirse a la ciudad y ofrecerse como un tesoro arquitectónico y urbano muestra
de la Sevilla de principios del siglo XX.

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