Correa y Polea
Correa y Polea
Correa y Polea
creo que lo que le atraía a la gente de mí -tanto manes como nenas- era que
tenía mi propia personalidad, así ésta fuera una mierda, pero era yo y no
dejaba de serlo y esto le simpatizaba a la gente y tal vez hasta por eso lo hacía,
pero paradójicamente no podía ser yo mismo al frente de la única persona que
me gustaba, era como si sintiera que no era lo suficientemente digno para
estar con Tara, para ver sus ojos y para tener una conversación con ella; ya al
final era una tortura para mí y no hallaba comodidad, me sentía
constantemente como cuando se está en la propia racha de muertes en algún
juego de video y llega alguien a ver el juego y entonces paila, por más que uno
quiera entonces jugar de manera correcta, el observador ejerce su presión y
eso hace que todo se vaya a la mierda.
**
Pero es que la cuestión tampoco era simple, recién conocí a Tara lo veía como algo
informal y que no podía pasar de ahí, y desde ahí todo se iba yendo cada vez más
en barranco y yo ni me daba cuenta por lo despacio que ocurrió toda esta transición.
Al principio me dolió, sus actitudes, las palabras que me dijo cuando habíamos
acabado de follar en la casa de sus padres (la primera vez), así que me blinde en
un montón de armatostes psicológicos, en literatura barata existencial y en fumar
marihuana como si mi cabeza no viviera para nada más, porque quería estar bobo,
porque me dolía pensar; la moda de pensamiento en mi cabeza de esa semana se
la llevó por muuucho el saber que la persona que yo deseaba y había deseado a
primera vista se había postrado ante mí en labios y en persona, y yo mago oscuro
aproveché para succionar su fuerza vital completamente a través de mis
latidos…¿pero después? después me dijo que me podía abrir a la mierda; me dijo
la verdad: que yo no era nada. ¡Severa cabrona! Y yo todavía pensando en que algo
podía surgir de eso. Dejé que pasaran unos días como intentando convencerme de
que no iba a pasar nada, de que no me iba a doler ni mierda -y al principio fue así-,
sabía que pasarían unos días y su nombre cambiaría por el de otra chica y me
estaré torturando entonces por otra persona, y al principio estaba funcionando eso,
pero ahora, ahora la misma gran-puta de Tara me dejó claras las cosas y yo no
pude hacer más, también es cierto que yo no quería ser en ningún aspecto una
carga para ella, por eso accedí tan fácilmente a dejar de verme con ella a su primera
proposición de esto, aunque en realidad me doliera mucho, pero a la vez sabía que
en una semana ya ni me acordaría de ella (o eso me forzaba a pensar)
Luego la vida se tornó con miles de azules de amaneceres de los más bonitos,
desde que ella me volvió a contactar, ni lo creía como algo serio primeramente, sino
como ese típico mensaje de Facebook que está para recordar que X persona sigue
existiendo, luego empezamos a hablar, más y más, y yo inmiscuido en babas de
mujer aún después de lo que me había dicho, pero a la vez lo veía como una
pequeña venganza, creía que acercándome a ella podría llegar a hacerle daño
posteriormente con mi ausencia, o algo así, nooo tan equivocado que uno está en
las cosas… en un punto ya estábamos ambos cayéndonos con toda, y
posteriormente a eso vino lo típico, pensar resto en ella durante largos lapsos del
día, que si a lo bien quiere algo conmigo o sólo necesita un pañuelo de lágrimas
temporal, aghh, una tortura meta-existencial que no es digna ni de existir, se resume
a que uno es un güevón, hasta que nos empezamos a ver y desde el primer
momento dejamos las cosas marcadas. Desde el primer día hasta el final nos vimos
todos los días seguidos, como con dos o tres excepciones, eso también a su vez
fue lo que nos sobreexplotó tan rápido ¿Que por qué me volvió a buscar después
de que me dijo lo que sentía, como si yo fuera un pelo de última opción? No sé y
como buen cobarde me abstuve desde el principio a forzarla a responder estas
preguntas. Era algo que no me importaba como su edad o su segundo apellido. Por
el momento sólo me podía importar el hecho de hacerme notar ante ella para que
no se aburriera de mí.
“Juntos todo lo podemos, y juntos podemos contra todo” me dijo, y por primera vez
confié, iluso, enamorado de todo, del mundo, nuevamente de la poesía, de Tara,
Tara Tara Tara, malparida, era lo único que me hacía enamorar una y otra vez, y
entonces decidí confiar… vaya pedazo de ingenuo en el que muté sin siquiera
darme cuenta.
Tal vez ni buscara algo en específico sino solamente ese desamure existencial para
no sentirme tan mierda todo el tiempo, como una segunda bareta o una segunda
mamá, un psicólogo personal las 24 horas, pensaba yo como un marica, sin siquiera
imaginarme que yo terminaría siendo el psicólogo y el desamure al mismo tiempo.
-risas- en serio me creía ese cuentico de que Tara me iba a salvar de ahogarme en
ese vaso de mierda en donde se encontraba flotando mi vida en ese entonces*
- Recuerdo vivamente el primer año de su vida: desde el día en que lo pude ver salir
de mis genitales, hasta el día en que había cumplido tan solo un añito y se escurrió
por las escaleras -jajaja casi se mata el chino marica, hubiera sido algo terrible, no
podría hablar de él con tanta facilidad-, pero de ahí para delante todo empezó a
cambiar; ya no veía ese germen divino del que se desprendían alegrías, dioses,
celestialidades, ¡humanidades enteras! dejó gradualmente de ser algo único y
especial para mí para convertirse en un castigo interno del que no podía hablar con
nadie por miedo a que me tildaran de pésima madre; de repente, ya no me veía
como la María que cuida a su Jesús, sino me vi como un peón más de la especie,
me sentí engañada, controlada, sentí que todo lo que había logrado en mi vida se
limitaba a una cuadrada forma de hacer las cosas a mi modo, y que mi único mérito
había sido el de dar a luz, pues en mi cabeza sentía que mi única razón de existir
era seguir reproduciendo y reproduciendo la vida de la especie humana, humanos
machos y hembras como herramientas de reproducción masiva ¡como si tuviera
algún sentido preservar la vida!. O tal vez yo sólo veía a mi bebé como un basurero
erróneo donde debía arrojar toda la basura que yo pensaba en ese entonces, a ver
si cuando creciera se convertía en lo que yo siempre quise ser y no me atreví por
patética! no pensaba que idealizándome en ese niño chiquitico lleno de baba vaginal
lo estaría cohibiendo de no ser un moralista arcaico en un futuro –
*El visaje con la mamá siempre es re-difícil: uno la quiere tanto que no quiere que
haga parte de la vida de uno ni un poquito. Ya a este punto no se lo que pueda
pensar mi madre de mí, puede ser absolutamente cualquier cosa. ¡Desearía por un
momento que se muriera para que yo pudiese descansar de cargas y culpas así
fuese por un poquito…!
[ ……. ¡Insulso! ¡Despreciable pensador! ¡Cómo has podido pensar eso, inmoral!
Has roto el pacto con la divinidad. ¡Cómo pudiste hacerme eso! ¡Cómo te has
atrevido a alzarle la mano a tu madre! ¡Cómo es posible que un individuo sea capaz
de pensar tales cosas………………
[ Así que quieres jugar a ser Dios, niño… déjame hacerte una pregunta, ya que tanto
te las das de psíquico… ¿Alguna vez te has puesto a pensar en por qué cuando
actúas “mal” te suelen suceder “cosas malas”? ¡No me dirás que te quedaste con el
concepto tan pobre de karma! ¡JAJAJA! ¿A lo bien no pudiste pensar nada más
inteligente y un poco menos moralizante? ¿No crees tal vez que seas tú mismo,
quien interiormente te logras sentir tan mal que inconsciente despiertas toda tu
consciencia y eres capaz de cambiar los sucesos del mundo en tu contra? Eres
Dios; no permitas que nadie te diga eso, o que te lo contradiga, ¡rómpelos entonces!
Usa tu consciencia a tu favor ¡Usa éste mundo!
despierta muchacho, sólo nos queda sobrevivir ]
* ¿Es realmente esta sensación algo que se pueda llamar digno de un dios? ¡Noo!
Ni los dioses más venerados y prostituidos, ni los reyes con más mujeres y más
riquezas del mundo van a ser capaces de sentir algo parecido a lo que estoy
sintiendo en este momento mientras mis dedos mojados acarician las fibras de tu
cabello y te miro fijamente a los ojos, simplemente eso, prediciendo un gran lazo a
futuro con el simple brillo y la tonalidad de la mirada, te miro como hablándote
mentalmente diciéndote que nada es eterno, que no veo el día que nos separemos
por alguna razón, que por favor nunca te alejes de mí. ¿Me entiendes, niña?
¿realmente soy capaz de hablarte con mi mirada? El lenguaje español -u otros
lenguajes- sería capaz nunca de expresar en metáforas o aforismos lo que yo
siento, el dulzor vicioso que nos tendrá que llenar a todos mínimo una vez en la
vida, y que en mí creía había llegado ese cañón a fragmentar mi sentimiento, como
una telaraña de momento, no puedo pensar en otra cosa que no sea hacer lo que
sea, inclusive matar, para lograr que este momento -así fuese en cualquiera de los
tantos universos- durase hasta el final de los tiempos conocidos y los que vendrán;
iluminissentia de segundos que nunca acabarán.
Cuando era muy pequeño sentía siempre que yo estaba destinado a sacar a una
específica muchacha del abismo, obvio yo lo veía con un tono más fantástico, pero
con el paso de los años le empecé a coger mística a este supuesto destino. Lo
curioso es que todas las mujeres que había tenido el placer de conocer, todas me
parecían tan superficiales, tan dependientes del maquillaje; todas ellas estaban
sumidas ya en un abismo, sin embargo, ninguna sería jamás digna de ser la
doncella de mis fantasías, o eso pensaba hasta que supe de la existencia de Tara.
Y de hecho, cuando ya no podía echar pa’trás con ella, me mataba la cabeza
preguntándome hasta el final si realmente esta era el soberano caramelo que yo
siempre había buscado y que siempre había estado a mi espera, yo no quería
creerlo, ni ella, pero entonces nos abrazaba una misma conexión que viajaba en
diferentes caminos, uníamos las pieles y se nos caía el sentido del tiempo porque
no necesitábamos algo tan estúpido como eso, no necesitábamos algo tan estúpido
como un mundo material o un dios, no necesitábamos nada más que nosotros, o
eso decía yo antes de darme cuenta que sólo queríamos vernos reflejados el uno
en el otro. Pero igual nunca se niega lo bonito, así que me volví esclavo de esa
epidermis. Y las estrellas nos hundían dolores al corazón, nos hundían el corazón
como tal y nos hundían a ambos en una misma esencia, había desaparecido toda
toda la materia del mundo y sólo quedábamos dos bacterias que se abrazaban y se
tocaba al calor de las estrellas *
[ Tú eres tu conciencia, nada más. Si ésta se apaga quiere decir que mueres.
Cuando duermes tu conciencia se apaga -risotas sordas con las bocas abiertas al
desnudo-. Estás buscando donde no es, cabrón ¿a lo bien no te las dabas de mucha
y muchas filosofía como para caer de culo en la trampa más vieja creada por la
humanidad?
Ahora me vas dando cada vez más pesar que pena, hemos visto cómo te
retuerces y lloras, cubriendo tu cara con ambas manos porque crees que tus
patéticos ojos no son dignos de ver algo tan bello y defecante como ese mundo de
sueños en el que vives. Tú y tu madre saben que la verdadera ambición de los
hombres es servir a dios, así sea de manera interior.
Sólo buscas dependencias y más dependencias, hijo de puta, ¿y en serio
eres tan inadaptado que no te pudiste acomodar más de un mes viviendo sólo
porque ya extrañabas a tu mami y tuviste que buscar una segunda mami con la que
pudieses follar? En serio das pena, pelele, sin embargo no te juzgaré porque yo
mismo en mi tiempo divino fui el propio amor personificado en esencia; por favor,
abre esos ojos y escúchame un momento, deja de pensar que la divinidad es un
personaje, porque esto que estás leyendo lo pudiste haber dicho tú cualquier día
normalmente: quieres amar y sentirte amado y haz encontrado ese destello fugaz
que fue capaz de derretir tus ojos, pero no seas marica, no busques el pétalo
rosalino en las espinas más puntiagudas y feroces, busca el rocío de la tensión,
busca a tu madre busca a tu pareja, rompe todo tipo de conexión y entonces por
más penosa que sea la cosa no te arrepentirás nunca de haber amado; por favor,
no te equivoques, chico, las estrellas no anuncian nada, ni dictan ningún camino, ni
siquiera están vivas y tú viéndolas como si fueran ojos encima tuyo, paranoico
maricón.]
- …Y pues qué te puedo decir, mi Dios, si te he pedido ya de tantas maneras de
todas las formas posibles, que te aparezcas así sea por un simple momento y me
digas porque me has castigado con ese niño.
O tal vez sea algo que tenga que pasar. Tal vez el puto niño sólo debería cambiarme
por un momento… por sus amigos, por su novia, por sus distrabes. Sin embargo
hay algo en mí, como si fuese un demonio, que no me deja soltarlo del todo, dejarlo
a la deriva de él en un mundo de amenazas y de tristezas; ¿pero es que de qué lo
puedo ocultar si tarde o temprano tendrá que verse enfrentado a la tristeza? La
tristeza en expresiones realistas. Es algo de todos. Es una simple etapa –
[Si pudiesen hacer un recuento aproximado de su relación personal con la vida los
diferentes días del año quedarían decepcionados de ustedes mismos. Se darían
cuenta que de los 365 días normales de un año, aproximadamente, cincuenta se
están en felicidad y cincuenta en ese dolor tan puerco; el resto de tiempo es puro
dilema mental que nada que ver con el mundo mundo
El secreto de absolutamente todo es romper la barrera de lo prohibido. Pero debe
ser en un solo golpe y uno contundente, pues si se pone a hacerlo poco a poco va
a terminar pegándose un tiro…]
* Lo que más me encantaba a mi era cuando mi cubrelecho quedaba oliendo a ella,
a su jabón íntimo, a sus senos, a ese olor que sabía sólo podía ser de ella. Estaba
tan tragado que no me daba cuenta que esa opción mía de “informalidad erótica”
iba decayendo poco a poco, y yo no quería eso, nunca quise que nuestros caminos
se volvieran uno mismo, sólo quería compartir mi miseria con alguien de confianza,
pero cuando me había dado cuenta ya estaba internado en un momento de mi vida
donde solo existíamos los dos, ya no importaba mi madre, no importaba mi falsa
independencia, sólo importaba existir para Tara… como si a lo bien me creyera que
ella fuera la indicada para salvarme de ahogarme en el gran vaso de mierda en el
que se había transformado mi existencia solitaria de polvos rápidos y pajazos
mentales
~
A la nada de tiempo de haber estado juntos –como un mes o menos- ya había
sucumbido completamente ante ella en cuerpo y alma; no sin ese fastidio que tiene
el que sabe que es dependiente, me sentía incompleto sin ella, me sentía aquel
insulso que sólo servía como consuelo provisional, y a la vez, me despreciaba en
cierta parte por creer que alguien perteneciente a esta puta especie me pudiera
llenar; los momentos de soledad se hacían cada vez más difíciles ¡Ja, como si no
hubiese pasado una y otra vez por aquellos momentos, como si fuese yo el jinete
de la decepción misma! Pero ahora no puedo decir nada, no puedo decir que me
sentía vacío porque sería tremenda redundancia, me sentía amarrado, encadenado,
más de mí hacia mí que de Tara hacia mí; Tara de hecho no hacía nada, estar
ausente, lo único que sabía hacer bien la desgraciada, pero con su ausencia me
demostraba que realmente me había perforado el pecho con esos senos
puntiagudos, pues de lo contrario no me hubiera molestado ni un poquito el hecho
de estar nuevamente encerrado en mí y sin deriva; no era el hecho de estar solo lo
que me incomodaba, era el tener que estar sin ella.
¡Severo imbécil! Diciéndolo en serio. Ya me había vuelto adicto a ella. Mi colchón
olía a polvo cosmitifijádo en brevísimos momentos con ella, y yo solo podía
confortarme oliéndolo como un loco porque no podía tener a Tara a mi lado en ese
momento, y todo ya me daba igual para ese entonces. No había sido capaz de
hablar con mi madre desde las vez que llevé a Tara a mi casa, no era vergüenza ni
nada, sólo me sentía abandonado por las únicas mujeres que creí querer en toda
mi vida. Y nuevamente estaba solo.
- En estos momentos, hijito, crees estar comprendiendo aquellas cosas de la vida
que creímos llegarían más tarde. Se ha fragmentado la generación, y es hora que
el hombre se desligue de su familia para ser hombre. No olvides tus calles, amor,
no olvides tu clan y quienes te cuidaban cuando no podías levantar tus puños, esos
puñitos maricas de los que tú te sientes tan orgulloso.
Es difícil ver cómo eres capaz de llevar tu independencia, o eso es lo que me has
demostrado, y ahora que tienes el privilegio de compartir las capturas de tu vida
junto a quien crees querer en estos momento, es hora de que tú seas familia. No es
algo que yo pueda prever pero yo lo he difundido por tu sangre como si fuese un
virus, el virus terrible de la empatía del homínido. Igualmente nada dura para
siempre nunca, no nos olvidemos. Es un adiós temporal, mi niño -
* ¿A lo bien, Tara? ¿A lo bien te he perdido en tan ni mierda de tiempo? Y
ahora que no te tengo conmigo, ni siquiera en mi cabeza que es el único lugar
donde me puedo sentir seguro ¿qué será de mí, o de ti? ¿A lo bien ya no
sentimos ninguno eso que experimentábamos al principio, que nos hacía
retorcer las venas y nos paralizaba los ojos por las horas que fuesen
necesarias? Naa, muchacha, creí que mi desnudez afectiva ideal iba a durar
más que una temporada de despecho. Qué haré sin tus consuelos maricas,
y tu compañía de silencios. Todo este lío sentimental fue más como un
tiempo para conmigo mismo: unas vacaciones de mí para mi conciencia,
demostrarme que sí soy capaz de algo bonito, pero al parecer la he cagado
y ni siquiera sé cómo, era algo que simplemente tenía que suceder y ya, sin
más explicaciones o giros argumentales; y ahora que tengo que estar de
vuelta en esta realidad material ¿qué haré con todas esas dependencias que
cree y ahora no puedo desligar de mí? *