Tesis-Blanca Loscertales PDF
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FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
DEPARTAMENTO DE ESTOMATOLOGÍA
ANOMALÍAS DENTARIAS:
PREVALENCIA, PATRONES DE ASOCIACIÓN
Y RELACIÓN CON LA EDAD DENTAL
Tesis Doctoral
Blanca Loscertales Martín de Agar
Sevilla, 2017
A mis padres, mi ejemplo de vida.
A mi hermanos, mis compañeros.
A mis cuatros sobrinos, mi alegría.
A Manu, mi compañero de vida.
AGRADECIMIENTOS
Fdo. Daniel Torres Lagares Fdo. Jesús Loscertales Abril Fdo. Eliseo Plasencia Alcina
ÍNDICE
ÍNDICE
A. INTRODUCCIÓN 13
1.-DENTICIÓN HUMANA 15
2.-DESARROLLO DE LA DENTICIÓN 15
2.1.-ODONTOGÉNESIS Y ERUPCIÓN DENTARIA 15
2.2.-CRONOLOGÍA DEL DESARROLLO DENTARIO 25
2.3.-EDAD DENTAL 31
3.-ANOMALÍAS DENTARIAS 33
3.1.-ALTERACIONES CRONOLÓGICAS 33
3.1.1.-DENTICIÓN PRECOZ 34
3.1.2.-DENTICIÓN TARDÍA 35
3.2.-ALTERACIONES DE TAMAÑO Y FORMA 39
3.2.1.-MICRODONCIA 39
3.2.2.-MACRODONCIA 40
3.2.3.-FUSIÓN Y GEMINACIÓN 41
3.3.-ALTERACIONES NUMÉRICAS 42
3.3.1.-HIPERODONCIA 42
3.3.2.-HIPODONCIA 48
3.4.-ALTERACIONES DEL TRAYECTO 63
3.4.1.-IMPACTACIONES 63
3.4.1.1.-INCISIVOS 64
3.4.1.2.-CANINOS SUPERIORES 65
3.4.1.3.-CANINOS INFERIORES 78
3.4.1.4.-PREMOLARES 79
3.4.1.5.-TERCEROS MOLARES 80
3.4.2.-TRANSPOSICIONES 81
3.4.3.-TRANSMIGRACIÓN 87
3.4.4.-ANQUILOSIS 88
3.4.5.-ALTERACIONES DE LA ERUPCIÓN DE LOS MOLARES
PERMANENTES SUPERIORES 91
3.4.5.1.-ERUPCIÓN ECTÓPICA DE LOS PRIMEROS MOLARES
PERMANENTES SUPERIORES 91
3.4.5.2.-IMPACTACIÓN DE LOS SEGUNDOS MOLARES
PERMANENTES SUPERIORES 93
3.4.6.-IMPACTACIÓN DE LOS SEGUNDOS MOLARES PERMANENTES
INFERIORES 93
3.4.7.-FALLO PRIMARIO DE ERUPCIÓN 95
B. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 101
C. OBJETIVOS 105
11
D. MATERIAL Y MÉTODO 109
1.MATERIAL 111
2. MÉTODO 113
2.1.-VARIABLES 113
2.2.-ANÁLISIS RADIOGRÁFICO 119
2.3.-MÉTODO ESTADÍSTICO 119
E. RESULTADOS 125
1. PREVALENCIA DE LAS ANOMALIAS DENTALES EN LA MUESTRA ESTUDIADA 127
2. PREVALENCIA DE LAS ANOMALÍAS DENTALES SEGÚN EL SEXO EN LA
MUESTRA ESTUDIADA 140
3. RELACIÓN DE LAS ANOMALÍAS DENTALES CON LA EDAD DENTAL EN LA
MUESTRA ESTUDIADA 149
4. PATRONES DE ASOCIACIÓN DE ANOMALIAS DENTALES EN LA MUESTRA
ESTUDIADA. ANÁLISIS MULTIVARIBLE (CLUSTER). 162
5. PATRONES DE ASOCIACIÓN DE ANOMALIAS DENTALES EN LA MUESTRA
ESTUDIADA. ANÁLISIS SEGÚN EL MODELO DE BACCETTI. 169
F. DISCUSIÓN 177
1. DISCUSIÓN DEL MATERIAL Y MÉTODO EMPLEADOS. 179
2. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA PREVALENCIA DE LAS ANOMALÍAS
DENTALES. 183
3. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA PREVALENCIA DE LAS ANOMALÍAS
DENTALES SEGÚN EL SEXO. 188
4. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA RELACIÓN DE LAS ANOMALÍAS
DENTALES CON LA EDAD DENTAL. 190
5. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA ASOCIACIÓN DE ANOMALÍAS
DENTALES. 191
G. CONCLUSIONES 203
H. BIBLIOGRAFÍA 207
I. RESUMEN 229
J. ANEXOS 235
I. MÉTODO DE MEDICIÓN DE LA EDAD DENTAL DE HARRIS Y BUCK (2002). 237
12
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
1. Dentición humana
2. Desarrollo de la dentición
2.1. Odontogénesis y erupción dentaria
2.2. Cronología del desarrollo dentario
2.3. Edad dental
15
INTRODUCCIÓN
16
INTRODUCCIÓN
Figura 1. Desarrollo de la dentición temporal. 1 Corte parasagital de la mandíbula de un embrión humano de 14 semanas
de edad, en el que se aprecia la localización relativa de los gérmenes dentarios. 2. Germen dentario. 3. Fase de casquete.
4. Etapa de campana, previa al depósito de esmalte y dentina. 5. Incisivo antes de emerger en la cavidad oral, en un feto a
término. 6. Incisivo parcialmente erupcionado. Se observa el primordio del diente permanente en la cara lingual del mismo
2
(tomado de Magnusson y Persliden ).
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
encía. La longitud del trayecto que recorre el diente es igual que el crecimiento que va
experimentando su raíz, de forma que lo que podría considerarse el ápice radicular
(aún no formado), permanece a la misma distancia de la base maxilar, mientras la
corona se acerca a su lugar de emergencia en la encía. La duración de esta fase es de
dos años a dos años y medio1–3.
La fase prefuncional, que dura tres meses aproximadamente, se inicia en el
momento en que el borde incisal o el vértice cuspídeo alcanzan la cresta alveolar, y
atraviesan la encía, de forma que el diente hace su aparición en la boca. Esto ocurre
generalmente cuando la raíz ha alcanzado las tres cuartas partes de su longitud total,
excepto en el caso de los incisivos permanentes centrales inferiores y los primeros
molares permanentes inferiores, cuya emergencia puede tener lugar con sólo la mitad
de la raíz formada. Durante esta fase, el movimiento vertical eruptivo del diente
también es equivalente al desarrollo radicular, de forma que se mantiene la distancia
del punto más apical de la raíz hasta la base ósea. Por otra parte, en este periodo se
acelera mucho el proceso eruptivo –aunque posteriormente, en la segunda mitad de
este estadio, se enlentece de nuevo-, y así se caracteriza porque la erupción dentaria
es mayor que el crecimiento vertical del proceso alveolar. Esta fase termina cuando el
diente alcanza el plano oclusal y entra en contacto con su antagonista1–3.
En la tercera fase, llamada fase funcional, el diente entra en un estado de
equilibrio, se consolida su soporte periodontal y se detiene su crecimiento vertical. Una
vez que el diente se encuentra en su posición funcional, el mecanismo de erupción
sigue presente y potencialmente activo. Así, dado que el potencial eruptivo no se agota
con la edad, existirán de nuevo movimientos de erupción activa, a un ritmo mucho más
lento, durante el brote de crecimiento puberal, para mantener la dimensión vertical, y
posteriormente, como mecanismo de adaptación al crecimiento vertical continuo de los
maxilares -que puede tener lugar incluso hasta la quinta década de la vida-, así como
para compensar el desgaste oclusal y proximal, todo ello con el objeto de mantener el
contacto oclusal. Si se pierde el contacto con el diente antagonista, el ritmo eruptivo
aumenta de nuevo 1–3,8,17,18.
Se han propuesto numerosas teorías sobre los mecanismos de la erupción dental,
pero el origen de las fuerzas eruptivas es aún un tema controvertido. Actualmente se
considera que se trata de un proceso multifactorial, sin que se conozca si los factores
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
erupción dentaria. Sin embargo, tampoco es un factor que por sí sólo sea suficiente
para explicar este fenómeno, pues existen situaciones en las que la formación ósea es
normal, o incluso superior a lo habitual, como la osteopetrosis, y a pesar de ello es
frecuente la presencia de dientes no erupcionados. Por otra parte, el proceso de
erupción requiere además que tenga lugar un proceso de reabsorción ósea en la
dirección en que se mueve el diente19,21.
Magnusson y Persliden2 consideran que la erupción es el resultado de la
interrelación de estos dos últimos factores, el crecimiento radicular y el desarrollo óseo,
tanto en la zona apical al diente como en los tabiques alveolares.
Diversos estudios demuestran que el folículo dental es el principal factor iniciador
y regulador, a nivel molecular, de los distintos fenómenos que se desarrollan durante la
erupción dental, que son, por un lado, la reabsorción ósea, dirigida a crear el trayecto
eruptivo, y, por otro, la formación de la raíz, y la aposición ósea interradicular y apical,
como mecanismos activos para dar lugar a que el diente se mueva en dicho trayecto.
Así, la porción coronal del folículo dentario estimula la reabsorción del hueso y la
porción apical, la aposición de tejido óseo. Para el control de estos procesos, el folículo
dental desarrolla determinadas áreas destinadas a iniciarlos y regularlos, de forma que
según dónde se desarrollen se determinará la trayectoria eruptiva; según cuándo
ocurran, se establecerá el momento de erupción; y dependiendo de cómo se
sincronicen, aparecerán complicaciones o no3,17,19,21,22,25,26.
La dentición permanente comienza su formación en la 17ª semana de vida
intrauterina, a partir de extensiones de la lámina dental, que aparecen en la cara lingual
de los gérmenes de la dentición temporal y que posteriormente se desarrollan en el
mesénquima, siguiendo el mismo proceso de odontogénesis descrito, dando lugar a los
dientes definitivos. El cordón gubernacular, que une el saco dentario con la encía, es
un cordón de tejido conectivo fibroso que incluye restos del epitelio de la lámina dental.
Este epitelio inicialmente conecta el órgano del esmalte del diente permanente en
desarrollo con la lámina dental del predecesor temporal y con el epitelio oral. La función
de esta estructura, que atraviesa el hueso alveolar a través del canal gubernacular,
parece que es simplemente servir de guía para el diente permanente en su etapa
eruptiva intraósea, pero no se trata de un mecanismo de erupción1–3,17,27.
La erupción de la mayoría de los dientes permanentes va precedida de la
24
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INTRODUCCIÓN
misma ocurren muy pocos cambios en la cavidad oral. Sin embargo, en el interior de
los maxilares continúa la formación de los dientes permanentes y la reabsorción de las
raíces de los caninos y molares temporales, junto con cambios intensos de
remodelación de la apófisis alveolar. Esta fase comienza una vez que los incisivos
permanentes alcanzan la oclusión y termina cuando se exfolian los molares o caninos
temporales1,2,8.
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INTRODUCCIÓN
siguen un trayecto hacia distal y vestibular, mientras que los inferiores están más
enderezados y su trayecto eruptivo presenta cierta inclinación hacia mesial y
lingual1,2,8.
La cronología de los acontecimientos en esta fase también es muy variable y
puede oscilar en un rango de hasta cinco años. En general, comienza a los 10 años de
edad en el sexo femenino y a los 10 años y medio en el masculino, de forma que en las
niñas suele coincidir con el inicio de la pubertad y el posterior brote de crecimiento,
mientras que en los niños, que normalmente concluyen los cambios somáticos dos
años más tarde, la segunda fase de la dentición mixta suele haber terminado cuando
alcanzan este momento del desarrollo, y así entran en la pubertad con los premolares y
caninos permanentes ya en oclusión29.
Se ha visto que en general hay una fuerte correlación entre la etapa de formación
radicular y el momento de la emergencia de los dientes permanentes, de forma que la
mayoría de ellos erupcionan cuando se han formado tres cuartas partes de la raíz,
excepto los incisivos centrales inferiores y los primeros molares, que generalmente
emergen con sólo la mitad de sus raíces formadas. Los factores genéticos influyen en
el control de la emergencia dentaria, pues los gemelos monocigóticos muestran una
concordancia de 0,9 mientras que en los gemelos dicigóticos y otros hermanos la
concordancia es menor -aunque mucho mayor que en individuos no familiares-.
Además, los estudios clínicos han mostrado diferencias significativas entre las distintas
razas15,16.
30
INTRODUCCIÓN
El diferente grado de desarrollo que pueden presentar los niños de la misma edad
cronológica ha llevado a definir el concepto de edad fisiológica, biológica o de
desarrollo, que describe el momento de desarrollo somático del paciente estudiado. Se
determina en función de la maduración de uno o más órganos, mediante la observación
de etapas definidas y constantes de una secuencia de múltiples acontecimientos
irreversibles. El estudio de la dentición es uno de los métodos empleados, pues la edad
de desarrollo dental es considerada uno de los índices de maduración biológica, y,
además, en comparación con la edad esquelética, sexual y morfológica, es la menos
afectada por alteraciones sistémicas, nutricionales y endocrinas8,31–33.
La edad dental puede determinarse tanto mediante la emergencia de los dientes
como mediante su estadio de formación, pero esto último es más útil porque se puede
registrar en cada observación, y se puede registrar de forma permanente por medios
radiológicos, mientras que la emergencia es una parte muy puntual del proceso de
erupción –que es algo continuo- y tan sólo se observa en un momento
determinado30,31,33.
Por otra parte, las distintas fases de la calcificación cubren todo el rango del
desarrollo dentario, no sólo el corto período cubierto por la emergencia, y por tanto, se
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INTRODUCCIÓN
puede usar a todas las edades, desde el nacimiento hasta el fin de la adolescencia,
incluso cuando no existe emergencia dental, como ocurre entre los 2,5-3 y los 6 años
de edad. Y por otro lado, permite realizar estudios longitudinales, mediante el
seguimiento de los estadios de calcificación de uno o más dientes durante un periodo
determinado de tiempo30,32,33.
Ocurre también que la emergencia se ve más fácilmente influida por factores
ambientales, como la pérdida prematura del predecesor deciduo, la anquilosis del
mismo, la falta de espacio en la arcada, etc., lo cual explicaría en parte las diferencias
que pueden existir en la longitud radicular de los dientes en el momento de su aparición
en la cavidad oral. Sin embargo, dado que el proceso de formación dental está muy
controlado por factores genéticos, el estadio de desarrollo de los dientes nos permite
determinar la edad dental de los niños de forma más fiable30,31,33.
Los dientes atraviesan distintos estadios de desarrollo, el primero de los cuales
corresponde a la formación de la cripta, y el último al cierre del ápice. Durante este
proceso se pueden ver cambios continuos en el tamaño y la forma del diente. Todos
los dientes siguen la misma secuencia, por lo que para estudiar su desarrollo se deben
seleccionar unos determinados estadios, de forma que mediante los mismos se
describa completamente este proceso de principio a fin30. Así, existen distintos
métodos que han sistematizado las estimaciones de la edad dental dando valores
numéricos a las distintas fases del desarrollo dentario, de forma que las observaciones
realizadas en un individuo pueden compararse con los datos recogidos de la
población2,31–33.
Utilizando estos métodos, la calcificación gradual de cada diente puede servir
para estimar el grado de desarrollo individual o como referencia para estudios
comparativos en grupos de población normales o patológicos28,29.
El desarrollo de la dentición no siempre presenta correlación con la edad
cronológica, ni con la maduración ósea y sexual. Para la estimación de la edad dental
hemos de tener en cuenta el dimorfismo sexual, pues en el crecimiento somático las
niñas generalmente se encuentran adelantadas con respecto a los niños hasta la
preadolescencia, y esto también ocurre con la dentición permanente -excluyendo el
tercer molar-, entre los 6 y los 12 años de forma que el sexo femenino generalmente
presenta adelanto en la formación y erupción dentarias. Esta diferencia en función del
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INTRODUCCIÓN
3. Anomalías dentarias
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
esperado para la erupción ayuda a establecer una base para la evaluación clínica de
los pacientes16.
-La erupción biológica, en función del grado de desarrollo radicular (edad dental).
En circunstancias normales, un diente comienza su erupción cuando se han formado
tres cuartas partes de la longitud total de su raíz, como regla general. Basándose en
esto, Becker y Chaushu39 y Chaushu et al.40 establecen que el criterio para determinar
el momento de emergencia de los diferentes dientes no debe ser la edad cronológica,
sino el grado de desarrollo radicular, de forma que si la emergencia ocurre con una raíz
cuya longitud es menor a tres cuartos del total, podemos hablar de erupción
adelantada, mientras que si una vez alcanzada dicha longitud, el diente no ha hecho
aparición en boca, se trata de un retraso de la erupción.
La erupción de la dentición temporal está más sujeta a influencias genéticas que
la dentición permanente, por lo que tanto la cronología como la secuencia eruptivas
tienen unos márgenes de variabilidad mucho más estrechos en la dentición decidua,
mientras que en la definitiva la variación individual es mayor, debido a la acción de los
factores ambientales, especialmente los locales1,2.
No se conoce bien la etiología de los dientes connatales y neonatales, pero
parece existir un trasfondo hereditario, ya que suelen formar parte del complejo
sintomático de ciertos síndromes, como la displasia condroectodérmica (Ellis-van
Creveld), en la que se observan en el 25% de los pacientes, generalmente asociados a
hipodoncia, la oculomandibulodiscefalia (Hallerman-Streiff y Weyers-Fülling), la
paquioniquia congénita (Jadasohn-Lewandowsky) y el síndrome de Sotos (gigantismo
cerebral), en el que también existen alteraciones dentarias morfológicas1,2,41.
Parece existir poca relación entre la cronología de la erupción de los dientes
deciduos y determinados factores generales, como el crecimiento esquelético, la talla
corporal o la madurez psicomotora del niño1,2.
Dado que la cronología y secuencia de la erupción están genéticamente
determinadas, en el retraso eruptivo también es probable que exista una influencia
genética, y así se ha registrado en algunas familias la existencia de tendencia hacia
erupciones moderadamente precoces o tardías1,2,42, rasgo que se transmite de forma
autosómica dominante15.
Durante el siglo XX se observó en los países desarrollados una tendencia hacia la
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
dilaceración de los sucesores permanentes. Otros causas que se han invocado son el
apiñamiento en la arcada dentaria -aunque éste generalmente da lugar a impactación
dentaria más que a retraso de la erupción-, la irradiación por rayos X -por las
alteraciones locales que produce-, así como factores idiopáticos1,2,15,23,27.
Algunos trastornos sistémicos, tales como la reticulosis endotelial, la queratosis
palmoplantar, la hiperinmunoglobulinemia E y el enanismo pituitario retrasan
sensiblemente la exfoliación fisiológica de la dentición temporal1,16.
La influencia de los factores nutricionales como causa de retraso en la
calcificación y la erupción dental se ha demostrado sólo en casos de extrema
desnutrición. Sin embargo, sí tienen gran importancia los trastornos endocrinos, dado
que las alteraciones metabólicas afectan a los tejidos en crecimiento, incluyendo los
tejidos dentales y el proceso eruptivo. Así, se observa erupción retrasada en ambas
denticiones en el hipotiroidismo, hipopituitarismo, hipoparatiroidismo y
pseudohipoparatiroidismo, aunque no es patognomónica de ninguno de estas
alteraciones endocrinas16,23,41.
También se han asociado el retraso de la erupción dental y otras anomalías del
desarrollo dentofacial con otras alteraciones sistémicas relacionadas con trastornos del
crecimiento, como bajo peso al nacer, parálisis cerebral, hipovitaminosis D, anemia y
fallo renal2,16,23.
Asimismo, esta anomalía aparece como síntoma de muchos síndromes de origen
genético. Los más frecuentemente relacionados son el síndrome de Apert, la displasia
cleidocraneal -parece ser que en relación con alteraciones de la reabsorción ósea y los
dientes supernumerarios presentes-, el síndrome de Gardner -en el que también se
observan dientes supernumerarios, junto a múltiples osteomas y anquilosis múltiples-,
la osteopetrosis -también por trastornos del metabolismo óseo-, la displasia
craneofacial, la acondroplasia, la displasia ectodérmica y la fisura labiopalatina1,2,15,16,23.
Se ha observado retraso de la erupción asociado a hipodoncia en otras
alteraciones sistémicas de origen genético, como el síndrome de Aarskog y el
síndrome de Down, en el que hay retraso de la erupción en las dos denticiones,
temporal y permanente en el 75% de los pacientes, y suele haber también alteración de
la secuencia eruptiva41–43.
También se asocia a agenesias dentarias en casos no sindrómicos, por lo que se
38
INTRODUCCIÓN
3.2.1. Microdoncia
El término microdoncia define aquellos dientes que son más pequeños de los
límites de variación considerados normales. Suele ir acompañada de diastemas y se
distinguen tres tipos52:
a) Microdoncia generalizada verdadera. Se observa cuando todos los dientes
presentan una morfología normal, pero con tamaño reducido. Esta condición es poco
frecuente y suele estar asociada a otras alteraciones sistémicas, como el síndrome de
Down o el enanismo hipofisario.
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INTRODUCCIÓN
3.2.2. Macrodoncia
Los dientes macrodónticos son aquellos que presentan un tamaño mayor del
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
3.3.1. Hiperodoncia
Es un aumento del número de dientes con respecto a la fórmula dental normal,
independientemente de su localización y forma52,74–79.
Histológicamente no hay diferencia entre los dientes normales y los dientes
supernumerarios, aunque macroscópicamente pueden variar tanto la morfología como
la proporción de los distintos tejidos52. Los dientes supernumerarios se pueden
clasificar en función de distintos criterios80:
-Morfológicamente: reciben el nombre de dientes suplementarios cuando se trata
de dientes eumórficos, con una morfología similar a la de los dientes de la misma
región de la arcada; o rudimentarios, cuando son heteromórficos (generalmente
conoides, tuberculados o molariformes); o se trata de odontomas2,8,73,78,81–83.
En la dentición temporal, los dientes suplementarios son los más frecuentes, y
42
INTRODUCCIÓN
43
INTRODUCCIÓN
mientras que entre el 12 y 23% de los pacientes presentan dos dientes extras y en
menos del 1% se observan tres o más, constituyendo entonces hiperodoncia múltiple,
que se asocia frecuentemente a la presencia de algún síndrome41,42,74,75,78,81–83,86,88,89.
Aunque existen algunos casos publicados2,75,78,80,82,84–86,88,90–93, los supernumerarios
múltiples no sindrómicos tienen una baja incidencia, y según Scanlan y Hodges80 y
Díaz et al.82 se encuentran con mayor frecuencia en la región premolar mandibular,
aunque en el estudio de Yagüe et al.88 el mesiodens apareció como el diente
supernumerario más frecuente en las hiperodoncias múltiples.
Los dientes supernumerarios pueden aparecer en cualquier zona de ambas
arcadas dentales, pero las afectadas con mayor frecuencia son la región incisiva y
molar del maxilar superior (el 90-98% de los dientes supernumerarios se observan en
el maxilar), y la región premolar mandibular2,8,41,52,74,75,78,79,81,91. Otros autores coinciden
en la mayor prevalencia en el maxilar superior, pero con menor frecuencia que los
anteriores (Altug-Atac y Erdem54 67%, Leco et al.90 79,2% de los dientes
supernumerarios en el maxilar, frente al 20,8%, que se encontraron en la mandíbula y
Vahid-Dastjerdi et al.83 78,5% y 21,5% respectivamente).
Foster73, Scanlan y Hodges80 y Bartolo et al.94 observaron que tanto los dientes
suplementarios como los dientes dobles son mucho más frecuentes en la región
incisiva maxilar, por lo que proponen que son distintas manifestaciones de la misma
anomalía del desarrollo.
Con respecto al tipo de diente, la mayoría de los autores encuentran que el
mesiodens es el que se presenta con mayor frecuencia, constituyendo entre el 45 y el
67% del total de dientes supernumerarios, con una prevalencia en la población general
de 0,15-1,9%. El orden de frecuencia del resto de supernumerarios es el siguiente:
distomolares o cuartos molares supernumerarios (26% de los supernumerarios, 0,13-
0,6% en la población), paramolares (con prevalencias del 15% y 0,08-0,5%
respectivamente), y premolares supernumerarios (8-9% y 0,09-0,29%). Mucho menos
frecuentes son los incisivos laterales supernumerarios (2,05% y 0,01-0,08%) y los
caninos (0,40% y 0,002-0,02%)34,36,41,59,74,77,80,87. Fernández et al.78, Vahid-Dastjerdi et
al.83 y Mossaz et al.89 también encontraron como diente supernumerario más frecuente
el mesiodens (43-48,5% de los casos), pero en el segundo puesto encontraron los
premolares supernumerarios (21,5-24%), seguidos por los distomolares (18%) y los
44
INTRODUCCIÓN
paramolares (5,6%), aunque en el estudio de Mossaz et al.89 los terceros fueron los
incisivos laterales supernumerarios (19%). Sin embargo, otros autores han descrito otro
orden de frecuencia: Guttal et al.55 encontraron que los paramolares eran los más
frecuentes, seguidos de los mesiodentes y otros supernumerarios en la región anterior,
mientras que en el estudio de Leco et al.90 la localización más frecuente en la arcada
superior fue la distomolar (38%), seguida de los mesiodentes (28,6%), premolares
(9,6%) y caninos (4,8%). En la mandíbula la localización más frecuente es la zona de
premolares (14,2%), seguida de la distomolar (4,8%)90.
Los dientes deciduos supernumerarios suelen ser dientes suplementarios, con
una morfología prácticamente normal, y generalmente están localizados en la región
incisiva y canina del maxilar superior. En un 30% de estos casos, podemos encontrar
también hiperodoncia en la dentición permanente2,52,95.
Aunque la mayoría de los dientes supernumerarios son asintomáticos, en
ocasiones se asocian a la presencia de problemas locales de diversa índole,
especialmente al retraso eruptivo de los dientes vecinos, la retención de los mismos o
su erupción ectópica por desplazamiento del germen dentario, así como otras
malposiciones dentarias (por ejemplo, la presencia de un diastema entre los incisivos
centrales superiores en el caso de los mesiodentes) y malformaciones radiculares,
como dilaceraciones. También pueden dar lugar al desarrollo de quistes foliculares o
dentígeros, y a la reabsorción radicular y/o lesiones periodontales de los dientes
adyacentes. En ocasiones, los dientes supernumerarios se reabsorben de forma
espontánea a lo largo del tiempo8,73,75,78,80,81,83,88–90,92,96,97.
El método más fiable y definitivo para el diagnóstico de los dientes
supernumerarios es el estudio radiológico. Las proyecciones más utilizadas son la
radiografía panorámica, la radiografía periapical y la oclusal81,82,96. Aunque la
ortopantomografía generalmente es muy útil para la exploración completa de la
dentición y la detección de posibles anomalías, Oliver y Lardeau-Randall97, Frame y
Evans86 y Andreasen y Sewerin81 consideran que para diagnosticar la presencia de
dientes supernumerarios son necesarias otras radiografías como la lateral de cráneo,
o, preferentemente, las radiografías intraorales, pues el diente supernumerario puede
no verse en una radiografía panorámica si se encuentra muy alejado del foco, por la
superposición de otras estructuras calcificadas, o por ser tan radiotransparente que no
45
INTRODUCCIÓN
es visible en las radiografías extraorales. Kim et al.98 y Mossaz et al.89 aconsejan el uso
de CBCT (Cone Beam Computed Tomography), pues las imágenes en tres
dimensiones permiten realizar un diagnóstico más preciso.
La etiología exacta de los dientes supernumerarios es desconocida, y es posible
que los distintos tipos de dientes supernumerarios se desarrollen de forma diferente.
Se han propuesto los siguientes mecanismos como posibles causas de la
hiperodoncia:
-Alteraciones embriológicas de distinto tipo80,91,95. Entre ellas se encuentra la
dicotomía de los gérmenes dentarios, que según Barrachina52 y Andreasen y Sewerin81
ha sido comprobada experimentalmente mediante cultivos in vitro de gérmenes
dentales divididos. Sin embargo, So75 considera que si los dientes supernumerarios
fueran el resultado de la división de un germen dental, el estadio de desarrollo del
diente supernumerario debería ser aproximadamente el mismo que el de los dientes
normales de la serie dentaria en la que aparecen. Otra alteración embriológica descrita
es la hiperactividad de la lámina dentaria, que ocasiona la aparición de gérmenes
dentarios extra, de forma que la extensión lingual de un germen dentario adicional
daría lugar a un diente suplementario, mientras que los dientes supernumerarios
rudimentarios se formarían a partir de proliferación de restos epiteliales de la lámina
dental52,73,81,92.
-Teoría filogenética, como un retroceso a los antropoides, que tenían una fórmula
dental con mayor número de dientes80. Actualmente esta teoría ha sido descartada76.
-Factores genéticos. Esta teoría se apoya en el hecho de que los dientes
supernumerarios no siempre constituyen una anomalía aislada, sino que con cierta
frecuencia forman parte de síndromes más amplios, como la displasia cleidocraneal, el
síndrome de Gardner –en los que además se asocia con retraso de la erupción
dentaria-, el síndrome oro-digito-facial, el síndrome de Ehlers-Danlos, el síndrome de
Ellis-Van-Creveld, la fisura labiopalatina y el síndrome de Down -en los que se
observan múltiples variaciones numéricas-, y de otros como el síndrome de Hallerman-
Streiff y el síndrome de Fabry-Anderson2,8,23,41,42,52,74,78,81,86,93,99,100. También se basa en
la existencia de casos con patrones familiares9,80,84,85,91.
Hay autores que consideran que la mayor incidencia en hombres apunta la
posibilidad de que se trate de herencia ligada al sexo52,80, mientras que otros proponen
46
INTRODUCCIÓN
47
INTRODUCCIÓN
3.3.2. Hipodoncia
La ausencia congénita de los dientes temporales y permanentes se puede
clasificar como hipodoncia, oligodoncia o anodoncia62,74.
-Anodoncia: es la ausencia total de dientes, tanto en la dentición decidua como
en la permanente. Es muy rara como entidad aislada, pero se presenta ocasionalmente
como manifestación de ciertos síndromes, sobre todo de la displasia ectodérmica -
especialmente del tipo hipohidrótico-, en la que se encuentran afectadas distintas
estructuras orgánicas de origen ectodérmico2,8,52,74,102,103. Altug-Atac y Erdem54 en un
estudio en población ortodóncica encontraron sólo un caso con anodoncia en una
muestra de 3.043 pacientes (0,033%).
-Oligodoncia: en ocasiones se usa como sinónimo de hipodoncia cuando se
encuentra asociada a problemas sistémicos. En la mayoría de las clasificaciones no
aparece este término, porque muchos autores lo consideran una forma severa de
hipodoncia, sin determinar claramente el límite entre una forma y otra74. No existe una
definición clara en la literatura, pues si bien hay estudios en los que el término
hipodoncia se utiliza para describir la ausencia de uno a seis dientes, y oligodoncia
para la ausencia de más de seis dientes (excluyendo los terceros molares)37,55,62,102–107,
en otros el término oligodoncia o “hipodoncia severa” se aplica a los casos en los que
faltan más de cuatro dientes (terceros molares excluidos)108–110. Duterloo8 define la
oligodoncia como la ausencia congénita de un número considerable de piezas dentales
temporales, permanentes o de ambos tipos, junto a alteraciones morfológicas de la
corona y/o de la raíz, y retraso del desarrollo dental.
-Hipodoncia o agenesia: es la ausencia congénita de uno o más dientes
temporales o permanentes. Un diente se define como agenésico cuando no ha
erupcionado en la cavidad oral y no es visible radiográficamente a una edad en la que
debería estar presente, y no existe historia de exfoliación, pérdida traumática o
extracción del mismo. Por ello es importante conocer la historia dental del paciente,
para poder descartar estos antecedentes36,41,62,74,104,111–113.
Así pues, para un correcto diagnóstico de las agenesias es necesario llevar a
48
INTRODUCCIÓN
cabo un estudio radiográfico, y a su vez, para que haya evidencia radiográfica de los
gérmenes dentales, es preciso que estos hayan alcanzado cierto grado de
calcificación114. Dado que los segundos premolares pueden iniciar su calcificación
bastante más tarde de lo establecido (tres años de edad), desde el punto de vista
diagnóstico se debe tener en cuenta la posibilidad de que sean dientes de formación
tardía1. No existe acuerdo con respecto a la edad para confirmar el diagnóstico de
agenesia de los segundo premolares, ya que unos autores consideran que el límite
debe ser los cinco años -pues a esa edad generalmente ya existe evidencia
radiográfica de mineralización1-, mientras que otros recomiendan esperar hasta los
siete años102, 8-9 años8,111,114, e incluso hasta los 12 años de edad107.
Este criterio también se debe aplicar al diagnóstico de ausencia congénita de los
segundos molares permanentes -que también suelen presentar retraso en su
formación1-, y de los terceros molares, dada la gran variabilidad individual existente en
el inicio de su formación -que puede tener lugar hasta los 15-16 años de edad- y en su
erupción con respecto a la edad cronológica, y al desarrollo de los otros molares y de
los premolares. Sin embargo, sí se ha observado un alto grado de correlación en el
desarrollo de los terceros molares superiores e inferiores115,116.
La agenesia es la anomalía dental más frecuente en la población
36,41,54,62,99,109
caucásica , e incluso hay autores que la definen como la anomalía
craneofacial humana más frecuente102,113,117,118.
Es más frecuente en la dentición permanente que en la temporal. En la dentición
decidua su prevalencia es inferior al 1% (entre 0,1 y 0,97%) y afecta principalmente a
los incisivos superiores, especialmente a los laterales, seguidos en orden de frecuencia
por los incisivos inferiores, tanto centrales como laterales, y los primeros molares
superiores. No parecen existir diferencias significativas en función del
sexo2,16,34,52,103,112,119.
La agenesia de dientes definitivos en la población general oscila entre el 2,3 y el
2,8,16,36,52,56,74,104,119–121
10,1% , excluyendo los terceros molares, cuya incidencia es
mucho mayor (10-37%)2,8,16,52,103,115,122. Los estudios realizados en población
ortodóncica muestran una frecuencia muy similar a la de la población general (2,6-
11,3%)37,52,54,59,61,62,103,123.
Se han observado diferentes prevalencias en los distintos grupos raciales. La
49
INTRODUCCIÓN
50
INTRODUCCIÓN
ambos maxilares102,121.
En cuanto al tipo de diente, los terceros molares son los dientes que más
frecuentemente están ausentes de forma congénita, con una prevalencia entre 10 y
37% de la población. Generalmente la hipodoncia afecta a más de uno, con el siguiente
orden de frecuencia: dos terceros molares agenésicos, uno, tres y
cuatro2,8,44,52,103,115,122.
Excluyendo los terceros molares, la mayoría de los autores encuentran el
segundo premolar inferior como el diente más frecuentemente agenésico, con variación
en la frecuencia obtenida en los distintos estudios2,36,44,52,59,61,102,105,118,120,121,123,
mientras que otros describen el incisivo lateral superior como el diente más
frecuentemente ausente8,37,54,62,103,119,122,124. En la mayoría de los estudios son
seguidos, en orden de frecuencia decreciente, por el segundo premolar superior y el
incisivo central inferior. La ausencia de otros dientes no suele clasificarse debido a su
baja incidencia de presentación8,52,61,112,119.
Existe variación entre poblaciones -que se atribuye a diferencias raciales-, y así,
en los estudios en población de Estados Unidos122, Turquía54 y Arabia Saudí121 el
diente más afectado es el incisivo lateral superior, seguido de los premolares, tanto
superiores como inferiores, mientras que en la población asiática los premolares de
ambas arcadas presentan mayor frecuencia que el incisivo lateral, y los incisivos
inferiores tienen una prevalencia mucho mayor que la de la raza caucásica110.
Harris y Clark122 en su estudio observaron también que en la población negra los
siguientes dientes permanentes nunca presentan agenesia: incisivos centrales
superiores, caninos inferiores y primeros y segundos molares de ambas arcadas;
mientras que en la raza blanca esto sólo ocurre con los caninos inferiores y los
primeros molares inferiores. Garn y Lewis126 y Garib et al.116 en caucásicos no
encontraron ninguna agenesia de primeros molares, y los primeros tampoco registraron
ningún incisivo central superior ausente, y Maj y Attina61 no hallaron agenesia de
primeros molares superiores ni segundos molares inferiores.
La agenesia de uno o varios dientes se asocia frecuentemente a alteraciones en
la morfología, tamaño y número de los dientes restantes, así como a anomalías
eruptivas de los mismos, y a determinadas características dentoalveolares y
esqueléticas1,51,52,104,108,109,119,124:
51
INTRODUCCIÓN
1.- Agenesia de otros dientes: cuando hay agenesia de algún diente, existe una
mayor posibilidad de que existan otras agenesias52,60,116.
Garn y Lewis51 encontraron que la hipodoncia de los terceros molares está
relacionada con una disminución en el número en seis de los siete dientes restantes de
la hemiarcada, de forma que cuando faltan uno o más terceros molares, aumenta 13
veces la incidencia de otras agenesias.
En el estudio de Vastardis et al.127 se apreció relación entre la agenesia de los
segundos premolares inferiores y la de los terceros molares y los segundos premolares
superiores.
Garib et al.60 observaron que el 21% de los pacientes con agenesia de segundos
premolares presentaban hipodoncia de otros dientes (excluyendo los terceros molares),
especialmente de los incisivos laterales superiores. En estudios posteriores116
registraron asociadas la agenesia de los incisivos laterales superiores con la de otras
piezas dentales, especialmente los segundos premolares superiores, los segundos
premolares inferiores, y los terceros molares, en este orden de frecuencia. Ghafari et
al.44 y Al-Nimri y Bsoul63 también observaron asociación de la agenesia de incisivos
laterales superiores con otras agenesias, en ambos maxilares, especialmente de los
segundos premolares inferiores y los incisivos inferiores.
Por otro lado, existe una fuerte correlación entre la hipodoncia en la dentición
decidua y en la permanente, de forma que en más del 50% de los casos de agenesias
en dentición temporal, los sucesores permanentes también faltan. En este sentido, la
agenesia de un incisivo temporal suele ir acompañada de agenesia del sucesor
permanente, pero también de una mayor prevalencia de hipodoncia en otras zonas de
ambas arcadas2,34,119.
2.- Retraso generalizado en la formación y erupción de los dientes presentes. La
hipodoncia suele ir acompañada de retraso en la formación y la erupción del resto de la
dentición permanente. No sólo faltan otras piezas, sino que además las que están
presentes sufren retraso en su desarrollo1,2,8,15,16,44,52,61,71,109,128. Cuanto mayor es el
número de dientes ausentes, más acusado es este retraso129.
En los casos de agenesia de los terceros molares, se ha observado asociada la
formación tardía de los premolares y de los primeros y segundos molares
permanentes, tanto en los pacientes con hipodoncia como en sus hermanos51,115,119.
52
INTRODUCCIÓN
53
INTRODUCCIÓN
sujeta a estas modificaciones fue la cúspide distal del primer molar permanente, y en el
maxilar la más variable fue el hipocono del segundo molar definitivo.
La agenesia de un incisivo lateral superior se asocia frecuentemente a
malformación del otro incisivo lateral, que puedes ser microdóntico y/o conoide,
además de presentar retraso de su desarrollo8,57,61,62,112,116. En su estudio, Baccetti77
encontró que la microdoncia de incisivos laterales superiores también era la anomalía
más frecuentemente asociada a hipodoncia de los segundos premolares.
Hay autores que sugieren que la hipodoncia y los incisivos laterales superiores
microdónticos y/o conoides son distintas formas de manifestación de la misma
alteración genética62.
5.- Erupción ectópica de otros dientes y alteración de la secuencia de
erupción109,119,124. Chattopadhyay y Srinivas138 y Shapira y Kuftinec66 registraron una
frecuencia significativamente elevada de agenesias en los pacientes con
transposiciones, en comparación con los casos que no presentan esta alteración
eruptiva. Peck et al.64 encontraron asociación entre la agenesia de incisivos superiores
laterales y/o incisivos laterales conoides con la transposición de los caninos superiores
con los primeros premolares, mientras que otros autores62,66 observaron también
asociación con la transposición del canino, cuando ésta tiene lugar con el incisivo
lateral permanente superior, y Peck et al.139,140 registraron relación con la transposición
entre canino e incisivo lateral inferiores.
Peck et al.65,140 registraron una mayor prevalencia de agenesias en pacientes con
los caninos superiores impactados en palatino o en transposición con el primer
premolar. Asimismo, en otros estudios58,60,62,63,77,116,140–143 se ha observado correlación
entre la presencia de impactación palatina de los caninos maxilares y la hipodoncia.
Bjerklin et al.111, Mercuri et al.68 y Lempesi et al.144 encontraron asociación entre
las agenesias y la impactación de los caninos superiores tanto en vestibular como en
palatino, siendo en este último caso más frecuente la hipodoncia de incisivos laterales
superiores.
En ausencia de alteraciones mecánicas locales que afecten a la posición del
segundo premolar inferior no erupcionado, se ha observado una mayor frecuencia de
inclinación distal aumentada de forma significativa cuando existe agenesia del segundo
premolar inferior contralateral. Esta distoangulación incrementada del segundo
54
INTRODUCCIÓN
55
INTRODUCCIÓN
56
INTRODUCCIÓN
57
INTRODUCCIÓN
58
INTRODUCCIÓN
mesénquima, por lo que cualquier alteración en uno o más de los genes que regulan
las interacciones epitelio-mesenquimatosas durante el desarrollo dentario puede tener
un papel importante en la hipodoncia157. Así, aunque en ocasiones puede ser causada
por factores ambientales, en la mayoría de los casos la agenesia tiene origen genético,
y es posible que estos factores estén implicados en algunos de los mecanismos
anteriormente descritos9,109,158.
La hipodoncia cumple muchos de los criterios de los rasgos
hereditarios2,9,52,56,74,103,104:
1.-En la mayoría de los pacientes no se observa ninguna alteración ambiental.
2.-Exhibe una serie de patrones que se repiten en los individuos que la
presentan.
3.-Numerosos casos muestran distribución familiar.
4.-Presenta una concordancia significativamente alta en gemelos monocigóticos,
y diferencias en la concordancia en gemelos dizigóticos (de acuerdo con su
distinta cigosidad).
5.-La prevalencia y los patrones de presentación varían en función del sexo y la
raza.
Con respecto al tipo de herencia, aunque en ocasiones –sólo en las formas
sindrómicas- es autosómica recesiva o ligada al cromosoma X74,106,158, en la mayoría
de los estudios genéticos en familias se observa que la agenesia dental se transmite
como un rasgo autosómico dominante, con penetrancia incompleta y expresión
variable13,74,109,119,127,157,158,163. Diversos autores han propuesto un modelo de herencia
poligénica, pues el hecho de que la penetrancia no sea completa sugiere la existencia
de un mecanismo en el que los genes epistáticos interfieren en la expresión fenotípica
del gen causante, ya que, aunque no se conoce bien como ocurre, la evidencia
existente en la literatura apunta a la presencia de una alteración genética principal
modificada por otros factores genéticos y/o ambientales52,64,74,104,106,157,158.
En su trabajo, Boruchov y Green120 encontraron una concordancia menor de la
esperada en gemelos monocigóticos, sin diferencias significativas con la observada en
gemelos dicigóticos, así como una frecuencia menor de lo previsible en el resto de
hermanos, por lo que concluyeron que los factores ambientales deben tener también
un papel muy importante en la etiología de esta condición, tratándose por tanto de
59
INTRODUCCIÓN
Figura 2. Modelo multifactorial de Brook, acerca de la etiología de las anomalías dentales de tamaño y número
71
(tomado de Brook ).
60
INTRODUCCIÓN
61
INTRODUCCIÓN
cáncer colorrectal, de forma que se ha sugerido que la agenesia familiar severa puede
ser un indicador de susceptibilidad al cáncer colorrectal7.
Además, es frecuente encontrar asociación de agenesia con otras
anomalías dentales con origen genético como la microdoncia, alteraciones de la
morfología dental, tanto coronal como radicular, retraso del desarrollo dentario,
diferentes ectopias dentales, hipoplasia de esmalte, infraoclusión de molares
temporales y erupción ectópica de los primeros molares permanentes
superiores8,51,60,61,63,64,67,71,77,103,104,109,111,116,129,139,140,145,168–171, lo que sugiere que estas
anomalías asociadas están controlados por mecanismos genéticos similares. Así, una
misma mutación puede dar lugar a distintas expresiones fenotípicas, de forma que las
alteraciones presentes en un mismo individuo son diferentes manifestaciones de una
misma alteración genética, muy probablemente con herencia multifactorial. Sin
embargo, actualmente no existen estudios moleculares que confirmen esta posible
etiología común de las distintas anomalías dentales77,116,139,140,158,169.
En los estudios clínicos se observa que la hipodoncia y la reducción del tamaño
dental presentan correlación13,52,71,77,104,112,126,133–135. En el caso de la agenesia de
incisivos laterales superiores, cuando ésta ocurre unilateralmente, suele estar asociada
a anomalías estructurales del diente contralateral (microdóntico y/o conoide), lo que
puede implicar que la hipodoncia y la reducción del tamaño dentario son expresiones
variables del mismo defecto genético, de forma que ambas estarían controlados por el
mismo gen o por genes relacionados13,57,62,63,102,112,116,134, lo que concuerda con el
modelo poligénico multifactorial propuesto por Brook 71. Según Magnusson y Persliden2
y Hua et al.57, los incisivos laterales microdónticos y/o conoides constituyen un forma
leve del fenotipo correspondiente a la hipodoncia.
Dado que el rango de anomalías del incisivo superior lateral, que varía desde
incisivos microdónticos y/o conoides a la agenesia de los mismos, presenta tendencia
familiar, predilección por el sexo femenino y asociación con otras anomalías dentales
hereditarias, se ha propuesto herencia poligénica para las mismas13,63,134.
62
INTRODUCCIÓN
3.4.1. Impactaciones
Las inclusiones dentarias, se clasifican, en función de la etiología, en tres
categorías15,16:
-Impactación: detención del proceso eruptivo de un diente causado por una
barrera física detectable clínica o radiológicamente o por una posición ectópica del
diente. Factores comunes en la etiología de los dientes impactados incluyen la
presencia de supernumerarios, odontomas o quistes, así como la falta de espacio, bien
por apiñamiento primario, bien por pérdida prematura de los predecesores temporales.
También es frecuente que se deba a que los gérmenes se encuentren rotados o
desplazados intraóseamente, dando lugar a un trayecto eruptivo anómalo y la posterior
impactación15,16.
-Retención primaria: detención de la erupción de un diente antes de su
63
INTRODUCCIÓN
emergencia en la cavidad oral, sin que exista una barrera física en el trayecto eruptivo
ni posición ectópica del germen. Es pues la detención de un diente correctamente
orientado, con un desarrollo adecuado y sin obstáculos que impidan dicha erupción.
Cuando la erupción de un diente se retrasa dos años o más, hay que considerar que se
trata de una retención primaria, pero para confirmarlo es necesario un seguimiento de
seis meses con el fin de detectar radiográficamente si ha habido algún movimiento
eruptivo o se ha establecido este estatus de retención primaria15,17,174.
En la mayoría de los casos la causa es desconocida, y se considera que se debe
a defectos primarios, idiopáticos, en los mecanismos de erupción, aunque hay casos
en los que se relaciona con síndromes que presentan una actividad osteoclástica
deficiente, como la displasia cleidocraneal y la osteopetrosis17,174.
-Retención secundaria: detención de la erupción de un diente, tras aparecer en la
cavidad oral, sin una barrera física en el trayecto eruptivo o posición anormal del
diente. La etiología es aún desconocida y existe controversia en torno a la influencia de
factores genéticos y ambientales15,17,174.
En un estudio realizado por Krarup et al.175, tras un análisis en tres dimensiones
del crecimiento mandibular y la erupción dental, los resultados parecen confirmar la
hipótesis de que los dientes que no han iniciado la formación radicular están
relativamente estables en su posición en el interior de la mandíbula.
3.4.1.1. Incisivos
La prevalencia de incisivos impactados en la raza caucásica se encuentra entre
0,1 y 0,5% en la población general, mientras que en la ortodóncica ascienden hasta el
1-2%, aunque en otras razas la prevalencia es mayor. La frecuencia es mayor en el
sexo masculino que en el femenino (proporción 2,7:1). Los incisivos maxilares
presentan una frecuencia entre 0,06 y 0,2% y los mandibulares de 0,01%36,94,176. El tipo
de incisivo más frecuentemente impactado es el central superior (95%), que, según
Bartolo et al.94, es el tercero en frecuencia de todos los dientes impactados, tras los
terceros molares y los caninos superiores.
Los incisivos homólogos generalmente erupcionan de forma simultánea, pero en
ocasiones existen asimetrías, y así pueden observarse diferencias de hasta cuatro
meses en el maxilar y doce en la mandíbula. Por ello, para el diagnóstico de la
64
INTRODUCCIÓN
65
INTRODUCCIÓN
a los cinco años de edad, esta inclinación se incrementa progresivamente hacia mesial
(98º±6 a los nueve años de edad), para posteriormente volver a disminuir, de forma
que el canino va enderezándose hasta su completa erupción (88º±5 al hacer
emergencia en la cavidad oral)178,179. Durante su erupción, la trayectoria del canino
también se modifica en el plano vestíbulo-lingual, pues inicialmente el diente se
desplaza en sentido palatino y en torno a los nueve años cambia su dirección,
orientándose hacia vestibular178. Por tanto, a los nueve años de edad el trayecto
eruptivo del canino, que estaba orientado hacia mesial y palatino, se modifica,
dirigiéndose a distal y vestibular, apareciendo algo después (10 años) la prominencia
de su corona en el fondo de vestíbulo45,178,180, para hacer su aparición en boca sobre
los 12,3-13,9 años en mujeres y 13,1-14,6 años en los hombres178.
Los caninos maxilares son los segundos dientes más frecuentemente afectados
por la impactación, tras los terceros molares, con una prevalencia entre 0,9 y 2,8% en
la población general36,45,180–182, aunque Chung et al.183 en una población genéticamente
aislada observaron una prevalencia mucho más alta (4,9%). En la población
ortodóncica esta prevalencia alcanza hasta el 9%68. Esta anomalía es más frecuente
en mujeres que en hombres, con una relación variable en la literatura (entre
1,5:1 y 3,5:1)37,45,46,58,68,141,173,180,181,184–188. Generalmente es de presentación
unilateral37,45,156,187, con una prevalencia similar de casos derechos (entre 32 y 40%) e
izquierdos (entre 28 y 43%) cuando se encuentran impactados en
49,58,68,141,143,184,186
palatino , mientras que los que se encuentran en vestibular presentan
predilección por el lado izquierdo (51,4%)68. Por otro lado, los palatinos tienen una
elevada frecuencia de casos bilaterales (21-45%)58,68,141,156,184,186,187,189, que en los
vestibulares sólo alcanza el 16%68.
Se ha observado la existencia de casos familiares8,45,50,142,190 y una frecuencia
más elevada de caninos impactados en palatino en la población europea50. Shapira et
al.43 registraron una alta prevalencia de impactación de caninos superiores en
pacientes con síndrome de Down (15%).
La alteración de la trayectoria eruptiva del canino en la mayoría de los casos (80-
85%) produce un trayecto hacia palatino y mesial; el 15-20% restante de los caninos
impactados se encuentra en vestibular28,45,68,180,181,187,191,192. La prevalencia en la
población ortodóncica de la impactación palatina de caninos está entre 5,277 y 6,8%68,
66
INTRODUCCIÓN
mientras que la descrita para los caninos impactados en vestibular es del 2,2%68. Sin
embargo, Alif et al.182 en la población bangladesí observaron mayoría de caninos
impactados en vestibular, que suponían el 71,4% del total, con una prevalencia en la
población de 0,9%, mientras que en palatino se encontraba el 28,6% (prevalencia en la
población de 0,3%). Por otro lado, Peck et al.50 y Mercuri et al.68 no encontraron
relación entre el sexo y la prevalencia de caninos impactados en palatino o en
vestibular.
Con respecto a los caninos en vestibular, Jacoby191 describió la dificultad de
determinar cuándo un canino se encuentra impactado en vestibular y cuándo será
capaz de erupcionar espontáneamente en una posición ectópica. Este autor considera
que el límite entre la impactación vestibular y la erupción ectópica en vestibular no está
claramente establecido, por lo que debería hablarse de caninos no erupcionados en
vestibular y caninos impactados en palatino. Chaushu et al.49 en su estudio dividieron
los caninos vestibulares en dos subgrupos: los que solamente se encontraban
desplazados de la arcada en el plano buco-lingual –que asociaron a la presencia de
apiñamiento-, y los que además presentaban inclinación de la corona hacia mesial –
cuya trayectoria eruptiva se estimó alterada-, y así los consideraron dos entidades
distintas.
La mayoría de los caninos impactados permanecen asintomáticos, pero en
ocasiones originan problemas45,185. Las posibles complicaciones derivadas de la
impactación de los caninos son:
- Malposición vestibular o palatina del propio canino impactado45.
- Migración de los dientes adyacentes y pérdida de longitud de arcada45,181,185.
- Reabsorción externa del canino impactado185.
- Formación de un quiste dentígero, y degeneración neoplásica del mismo45,180,185.
- Complicaciones infecciosas, sobre todo cuando erupciona parcialmente185.
- Dolor185.
- Combinación de las anteriores185.
- Reabsorción radicular externa de los dientes adyacentes28,45,180,185,190,191,193–195.
Ericson y Kurol180 encontraron reabsorción de los incisivos en
aproximadamente el 12% de los casos con caninos impactados, por lo que la
prevalencia estimada en la población de 10 a 13 años es de 0,7%. En un
67
INTRODUCCIÓN
68
INTRODUCCIÓN
69
INTRODUCCIÓN
lingual45,185,197, sobre todo junto con la ortopantomografía, aplicando la regla del objeto
bucal en el plano vertical187,196.
-Radiografías extraorales: la telerradiografía lateral de cráneo y la frontal pueden
proporcionar información para la determinación de la posición del canino,
especialmente en relación con las estructuras adyacentes (seno maxilar, suelo de las
fosas nasales,…), pero no es útil para clasificar en el plano vestíbulo-palatino los
caninos impactados192, mientras que la radiografía panorámica ayuda a localizar el
canino en los tres planos del espacio, teniendo en cuenta que la fuente de radiación se
encuentra detrás del paciente45,182,184,185,187,192.
Combinando el uso de radiografías periapicales, proyección oclusal y
ortopantomografía se puede localizar el canino impactado en los tres planos del
espacio y se puede describir con bastante detalle la relación del canino con los dientes
y estructuras adyacentes185,187. Gavel y Dermaut198 estiman que mediante la
ortopantomografía y la telerradiografía lateral en conjunto se puede determinar con
precisión la posición del canino.
-Tomografía computerizada: es el método más eficaz para determinar con detalle
la posición exacta del canino, la existencia o no de reabsorción radicular de los
incisivos y la relación con las estructuras adyacentes 45,46,190,193,194,196,199, especialmente
cuando se realizan en tres dimensiones98,200,201.
Para diagnosticar y localizar la posición de los caninos impactados mediante
radiografías panorámicas se han descrito distintas variables:
-Distancia vertical de la cúspide del canino al plano oclusal (altura del canino con
respecto al plano oclusal)184,186,192,197.
-Altura del canino en relación a la raíz de los incisivos186,192.
-Posición del ápice del canino en sentido antero-posterior192.
-Inclinación del canino. Según Bishara185 y Yan et al.201, los caninos impactados
en palatino suelen tener una dirección horizontal-oblicua, mientras que los vestibulares
tienen una angulación vertical más favorable y menor solapamiento del incisivo lateral
adyacente.
Se puede medir el ángulo externo formado por el eje longitudinal del canino y el
plano suborbitario, de forma que si es mayor a 90º, existe un aumento de la inclinación
mesial, lo cual puede indicar que se trata de un canino impactado, aunque es preciso
70
INTRODUCCIÓN
Figura 3. Inclinación del canino superior (angulación con la línea media maxilar)
186
(tomado de Power y Short ).
Este método localiza la posición de la corona del canino en relación a la raíz del
incisivo lateral adyacente utilizando cuatro sectores (Figura 4). Se traza una línea
tangente al perfil distal del lateral, otra a lo largo de su eje longitudinal y una tercera
tangente al perfil mesial, delimitando así los cuatro sectores. Los caninos cuya cúspide
se encuentra en los sectores III y IV se diagnostican como impactados, los localizados
en el sector I como no impactados y para los que se están en el II, se debe
complementar el diagnóstico con el resto de los datos203. Chung et al.183 observaron
que el 85% de los caninos impactados en palatino se encuentran en los sectores III y
IV.
Power y Short186 y Warford et al.202 en sus respectivos estudios concluyeron que
la localización del canino por sectores es el mejor predictor de la impactación del
canino. Sin embargo, Sajnani y King197 observaron que la distancia vertical de la
cúspide al plano oclusal es el parámetro más importante y más temprano para poder
diagnosticar la futura impactación del canino en ortopantomografías.
72
INTRODUCCIÓN
73
INTRODUCCIÓN
agenesia de los mismos, aunque esta anomalía presentaba una alta frecuencia. Por
otro lado, Alqerban et al.199 en su estudio mediante CBCT no observaron diferencias
entre los caninos impactados y los no impactados en cuanto a longitud o anchura de la
corona de los incisivos laterales.
-Agenesia de otros dientes, sobre todo de terceros molares y segundos
premolares50,60,67,68,77,111,140,143,171,183,189,205. Peck et al.140 y Garib et al.60,116 en sus
respectivos estudios encontraron que la asociación entre caninos impactados y
agenesia de segundos premolares fue más fuerte que la observada con la hipodoncia
de incisivos laterales superiores.
-Infraoclusión de molares deciduos60,77,205.
-Hipoplasia de esmalte23,205.
-Ciertos rasgos maloclusivos, fundamentalmente la sobremordida aumentada y la
retroinclinación de los incisivos superiores, características de la maloclusión de clase II,
división 2ª63,70,143,206–209.
El canino superior es el diente con el periodo de desarrollo más prolongado, y el
trayecto más largo –en torno a 22 mm.- y tortuoso desde su lugar de formación, bajo el
suelo de la órbita, hasta alcanzar su posición final en la arcada en oclusión con los
antagonistas, por lo que es el diente más propenso a sufrir alteraciones de su trayecto
eruptivo45,178,179,185,190,210,211. Cuando se desvía de su trayectoria eruptiva normal, puede
desplazarse hacia vestibular o palatino, quedando impactado, mientras que si lo hace
en sentido mesial queda en transposición con el incisivo lateral y si es hacia distal, en
transposición con el primer premolar210. Para explicar la etiología de la impactación del
canino superior se han propuesto muy diversas causas:
-Posición anormal del germen dentario al inicio de su formación, dando lugar a un
trayecto ectópico del canino, que le lleva a impactarse27,28,45,185,190,212.
-Retención prolongada del canino temporal28,180,190,213. Existen estudios que
demuestran la corrección espontánea de la trayectoria de erupción del canino
impactado en palatino tras la extracción del canino temporal retenido en un 78%184 y
62%186 de los casos. Sin embargo, hay autores que creen que la falta de reabsorción
del predecesor temporal es consecuencia de la erupción ectópica del canino
permanente y no su causa8,45,50,185,212.
-Pérdida prematura del canino temporal8.
74
INTRODUCCIÓN
-Dilaceración de la raíz185,212, aunque hay autores45 que consideran que, dado que
ésta no se observa en las fases iniciales del desarrollo, no se trata de la causa de la
impactación, sino que es secundaria a la misma.
-Obstáculos en la trayectoria eruptiva del canino, como densidad ósea aumentada
o fibrosis mucosa, o la presencia de dientes supernumerarios o formaciones quísticas o
tumorales8,27,45,181,185,212.
-Anquilosis181,185,190.
-Traumatismos en la región anterior del maxilar superior en estadios tempranos
del desarrollo45,49,181,190,201,212.
-Fisura alveolar45,185,190.
-Iatrogenia, por la corrección de la inclinación de los incisivos laterales abanicados
hacia distal185.
-Discrepancias óseodentarias. No está clara la relación entre la falta de espacio y
la impactación de los caninos superiores, pues en la mayoría de los casos, éstas
ocurren no sólo en ausencia de apiñamiento, sino incluso con exceso de espacio en la
arcada. Sin embargo, hay casos en los que sí existe discrepancia óseodentaria
negativa, especialmente en las impactaciones vestibulares25,45,50,181,185,191,201,204,206,214.
-Herencia, dado que se ha observado tendencia familiar en la impactación de los
caninos 8,45,50,190.
A pesar de los numerosos factores descritos, la etiología de los caninos
superiores impactados es aún muy controvertida, aunque actualmente se acepta que
los caninos impactados en vestibular y los caninos impactados en palatino presentan
una etiopatogenia distinta50,58,215–217, ya que en el caso de los vestibulares, el principal
factor es la falta de espacio en la arcada (el 83% no tienen espacio suficiente para su
erupción), mientras que cuando se encuentran en palatino, lo frecuente es que exista
exceso de espacio (85%)45,68,183,191.
En el caso de los caninos impactados en vestibular, la explicación consiste en que
la secuencia de erupción de los dientes de la arcada superior generalmente determina
que cuando el canino erupciona, el incisivo lateral y el primer premolar han alcanzado
ya su posición en la arcada, por lo que si hay algún grado de apiñamiento en la arcada,
éste se hace más evidente en el sitio de erupción del canino, en el que el se encuentra
el predecesor deciduo, bastante más pequeño que el permanente. Esta situación
75
INTRODUCCIÓN
predispone a una desviación hacia bucal del canino al erupcionar, que puede dar lugar
a su impactación48–50,58,182,191,201,204.
Por otro lado, para la impactación palatina de los caninos maxilares se han
propuesto distintas hipótesis que se pueden agrupar en dos: la teoría de la guía
eruptiva y la teoría genética.
La primera se basa en que durante su erupción normal, el canino desciende en
estrecha relación con la cara distal de la raíz del incisivo lateral, de forma que cuando
se priva al canino de esta guía, necesaria para seguir su correcto patrón eruptivo,
persiste su inclinación axial hacia mesial y palatino, que da lugar a la migración
horizontal del mismo. Esta guía puede perderse en caso de agenesia del incisivo
lateral, malformación del mismo -con una raíz pequeña-, o retraso en su desarrollo
–con formación radicular tardía-, o cuando existe un crecimiento excesivo del maxilar
en la región canina, de forma que el exceso de espacio permite al canino desplazarse
en sentido lingual y colocarse detrás de los gérmenes de los otros dientes, quedando
impactado40,45,58,63,141,142,181,191,204,206,212,215.
Se ha demostrado la asociación de la impactación palatina de los caninos
superiores con la presencia de anomalías del incisivo lateral superior63,142,206. Tanto la
investigación de Becker et al.58 como la de Barrachina et al.141 apoyan esta hipótesis de
la guía eruptiva, pues encontraron una alta prevalencia (47% y 56% respectivamente)
de incisivos microdónticos, conoides o ausentes asociados a caninos impactados por
palatino; así como los estudios de Apajalahti et al.168 y de Liuk et al.69,70, que
observaron relación entre la disminución de la longitud radicular de los incisivos
laterales microdónticos y la impactación palatina de los caninos.
Sin embargo, esta teoría sólo puede explicar una parte de los casos de caninos
impactados en palatino, que son los que presentan agenesia o microdoncia del incisivo
lateral adyacente, pero no justifica dicha anomalía cuando los incisivos adyacentes
presentan un desarrollo normal50,143,216,217.
Por otra parte, la evidencia de la posible etiología genética de la impactación
palatina de los caninos superiores se encuentra en distintas características de esta
anomalía, como son la presentación familiar, la elevada frecuencia de casos
bilaterales, la diferente prevalencia en función del sexo y la raza, y la asociación a otras
anomalías dentales. Así, los caninos impactados en palatino serían sólo una
76
INTRODUCCIÓN
77
INTRODUCCIÓN
poligénica, multifactorial, con baja penetrancia y expresión variable, al igual que otras
anomalías dentales asociadas45,50,64,185.
Peck et al.140 analizaron el patrón de agenesias relacionada con los caninos
impactados en palatino, y dado que encontraron una fuerte asociación con la ausencia
de molares, proponen los genes MSX1 y PAX9, relacionados con la hipodoncia del
campo posterior, como candidatos al control de estas impactaciones.
Stewart et al.200 observaron que la duración del tratamiento ortodóncico de los
caninos impactados fue mayor en los casos bilaterales, porque en estos pacientes las
impactaciones eran más severas que en los casos con una sola, y así sugieren que la
impactación bilateral puede ser la expresión de una alteración genética más importante
que la existente en los casos unilaterales.
Fernández et al.179 en su estudio sobre la trayectoria eruptiva de los caninos
superiores, desarrollaron una hipótesis en la que aúnan el origen genético de los
caninos impactados en palatino con la etiología descrita para la impactación vestibular.
Estos autores consideran que puede existir una predeterminación genética que altere
el patrón eruptivo del canino, aumentando su inclinación hacia palatino y mesial, pero
como éste se encuentra situado vestibularmente con respecto a los incisivos laterales,
cuando existe falta de espacio en la arcada, el canino no puede desplazarse en ese
sentido, por encontrarse solapado con el incisivo lateral, que supone una barrera a este
desplazamiento. Sin embargo, cuando existe exceso de espacio en la arcada,
fundamentalmente en los casos de microdoncia o agenesia de los incisivos laterales, o
cuando los incisivos están retroinclinados209, esta desviación palatina del trayecto
eruptivo del canino sí puede tener lugar, al no encontrar ningún obstáculo, quedando
así impactado el canino.
78
INTRODUCCIÓN
3.4.1.4. Premolares
Los premolares se forman a partir de una extensión de la lámina dental lingual a
los molares deciduos, con el germen centrado entre las raíces de éstos. Su trayectoria
eruptiva generalmente está guiada por la presencia del canal gubernacular, que se
encuentra en lingual de los primeros molares temporales y entre las raíces de los
segundos, y así, normalmente, el trayecto eruptivo del premolar sigue la reabsorción de
las raíces del molar temporal predecesor, con cierta inclinación distal, de grado
variable. Es frecuente que se encuentren rotados, pero esta situación se corrige
espontáneamente, de forma que los premolares se enderezan durante su desarrollo y
erupción. Sin embargo, en ocasiones no se corrige la angulación y el premolar queda
impactado. Los premolares superiores impactados generalmente presentan inclinación
hacia palatino, mientras que los segundos premolares inferiores no erupcionados se
encuentran en lingual, inclinados hacia distal, pues al no haberse corregido la
distoangulación inicial, migran distalmente a través del hueso, bajo las raíces de los
molares, y quedan impactados8,38,145,220–222.
En la radiografía panorámica los premolares impactados aparecen inclinados y no
se observa reabsorción de las raíces de los molares temporales8,38. Wasserstein et
al.221 estudiaron los cambios de inclinación del germen de los segundos premolares
inferiores durante su trayecto eruptivo, pero no encontraron correlación de las cifras
obtenidas con la posibilidad de que se impacten o no.
Existen pocos datos, y con importantes variaciones entre sí, acerca de la
prevalencia de la impactación de los premolares en conjunto38,223. Los más frecuentes
son los segundos premolares inferiores, que representan el 24% de todos los dientes
impactados (excluyendo los terceros molares)223, y así, según Andreasen38 y Shapira y
Kuftinec220, tras el tercer molar y el canino superior, el diente más frecuentemente
impactado es el segundo premolar inferior, con una prevalencia entre 2,1 y 2,7%.
79
INTRODUCCIÓN
Las causas más frecuentes que alteran la erupción de los premolares son la falta
de espacio y la posición ectópica del germen8,38. El segundo premolar inferior es uno
de los últimos dientes mandibulares en emerger en la cavidad oral, de forma que por su
erupción naturalmente tardía (unido a que en ocasiones tiene un desarrollo
significativamente retrasado, especialmente cuando existen agenesias asociadas221),
es frecuente que no tenga suficiente espacio en la arcada, dando lugar a problemas
tales como apiñamiento, desplazamiento o impactación de los mismos145. Esta falta de
espacio puede verse agravada tras la pérdida prematura del molar temporal y la
migración mesial del primer molar permanente, con la consiguiente reducción de la
longitud de arcada disponible28,38. Asimismo, la pérdida prematura del molar temporal
predecesor puede dar lugar a la formación de una gruesa capa ósea en el proceso
alveolar sobre el germen del premolar, lo que constituye un obstáculo en sí mismo,
además de obliterar el canal gubernacular, que aunque generalmente conduce a un
retraso de la erupción, en ocasiones origina la impactación del mismo38.
Esta anomalía puede deberse también a un obstáculo en el trayecto eruptivo de
los premolares, como la anquilosis del predecesor temporal o la presencia de dientes
supernumerarios o de odontomas38,190. Hay casos en los que se ha observado un
patrón familiar de erupción ectópica de premolares, lo que apunta a un posible origen
genético38,221.
Hay estudios en los que se ha observado una distoangulación aumentada de los
segundos premolares inferiores en asociación con la agenesia de otros premolares,
tanto del inferior contralateral, como de los superiores, lo que sugiere que esta
anomalía es un fenotipo distinto del mismo defecto genético responsable de la
agenesia60,116,135,145,146.
80
INTRODUCCIÓN
3.4.2. Transposiciones
La transposición dental es un tipo de erupción ectópica que consiste en el
intercambio de la posición de dos dientes permanentes de la misma hemiarcada.
Según el grado de desplazamiento dentario, las transposiciones pueden ser completas
81
INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
84
INTRODUCCIÓN
Papadopoulos et al.138 porque la expresión del genoma suele ser asimétrica en todo el
organismo.
Algunos autores45,190,193 atribuyen esta alteración a una mutación autosómica
recesiva, mientras que otros138,139 postulan herencia ligada al sexo. Sin embargo,
Papadopoulos et al.138 no encontraron dimorfismo sexual en su revisión meta-analítica,
por lo que no se puede confirmar esta última teoría.
Dado que se asocia a agenesias dentales y a impactaciones dentarias, ambas
con herencia poligénica, y que en gemelos monocigóticos se han observado fenotipos
distintos –lo que apunta a la participación de otros factores además del genético- lo
más probable es que la transposición del canino y primer premolar tenga también
origen poligénico, dentro de un patrón de herencia más amplio, multifactorial64,140,231.
Chattopadhyay y Srinivas138 consideran que la transposición canino superior-incisivo
lateral y canino superior-primer premolar constituyen la misma alteración del genotipo,
con distinta expresión fenotípica.
La etiología genética se explica por una alteración en la posición de los folículos
dentarios en desarrollo, ya que los genes Homeobox regulan la formación dental desde
antes de su inicio4, aunque aún no se ha identificado ninguna mutación que origine las
transposiciones dentarias231.
Peck et al.64,140, basándose en la teoría de los campos morfogenéticos,
consideran que el canino es el diente más frecuentemente afectado porque se
encuentra en el límite entre el campo anterior y el campo premolar, siendo por tanto
más susceptible a alteraciones de la actividad genética, y por ello estiman que en la
etiología se encuentran implicados los genes Hox. Sin embargo, Ely et al.231 descartan
estos genes, dado que no se expresan en el primordio de los maxilares, aunque
pueden ser otros genes Homeobox los responsables.
-Factores locales, que supongan alteraciones mecánicas del trayecto normal de
erupción de los dientes permanentes, como patología óseas, tumores o quistes210,230.
Según Papadopoulos et al.228, el papel de estos factores ambientales es conducir
la expresión unilateral del genoma.
Dentro de los factores ambientales, se han propuesto también los traumatismos
en la dentición temporal, que pueden ocasionar un desplazamiento de los gérmenes
permanentes fuera de su posición normal210,227. Sin embargo, Plunkett at el.230
85
INTRODUCCIÓN
encontraron una muy baja incidencia de antecedentes traumáticos, por lo que no creen
que se puedan considerar un factor en la etiología del desarrollo de esta alteración, y
Chattopadhyay y Srinivas138 también lo excluyen de las posibles causas, porque un
traumatismo produciría una alteración posicional de distintos dientes, y no un
intercambio de posiciones tan específicas como son las transposiciones.
Por otro lado, a pesar de que con frecuencia se encuentran asociados, la relación
entre dientes temporales retenidos y diente permanentes con erupción ectópica no está
clara, por lo que no se puede asegurar que haya una relación causa-efecto172,210. Hay
autores que defienden que la presencia prolongada del diente deciduo es el resultado,
y no la causa, de la transposición, ya que no existe un sucesor en posición adecuada
para la reabsorción de las raíces del temporal64,138,226, mientras que otros consideran
que el retraso en la exfoliación del predecesor deciduo es la causa de la transposición,
porque impide al diente permanente tomar su trayectoria correcta230.
El apiñamiento no parece tener un papel en la etiología de las transposiciones, y
en muchos casos existe incluso exceso de espacio138,230, lo que apunta a la posibilidad
de que se trate de falta de guía de la raíz del incisivo lateral.
Becker215 y Becker y Chaushu212 consideran que la etiología de la transposición
entre canino y primer premolar en el maxilar superior es puramente ambiental. El
canino superior tiene el trayecto eruptivo más largo, desde su lugar de formación, en la
parte alta del maxilar superior y por palatino del germen del primer premolar, hasta
alcanzar su lugar en la arcada, por lo que durante su erupción son precisos
movimientos hacia vestibular y mesial. Por ello, al encontrarse con alteraciones como
algún tipo de barrera física en el hueso, insuficiente desarrollo alveolar, apiñamiento,
obstáculos por parte de los dientes adyacentes -como un canino temporal retenido-, o
anomalías de la forma, tamaño y número de los dientes adyacentes -especialmente del
incisivo lateral permanente-, pierde su guía de erupción natural, facilitando así la
transposición del canino con el primer premolar (cuando se desplaza a distal) o la
impactación palatina del mismo. Esto explica que el canino superior sea el diente que
más frecuentemente presenta erupción ectópica. Chattopadhyay y Srinivas138 y
Plunkett et al.230 consideran que esta teoría podría ser válida para la transposición
entre el canino superior y el primer premolar, que tienen una edad de erupción similar,
pero no explica la transposición con el incisivo lateral, que erupciona mucho antes (2-3
86
INTRODUCCIÓN
3.4.3. Transmigración
Consiste en un tipo especial dentro de las erupciones ectópicas, en la que el
canino inferior se vuelca, migra hacia la línea media mandibular, y la traspasa139,210,235.
Javid236 añade que para poder considerarlo transmigrado, el canino tiene que haber
traspasado la línea media al menos en la mitad de su longitud. Aunque algunos
autores28,139,237 clasifican esta alteración dentro de las transposiciones, son muy
infrecuentes (5%) los caninos transmigrados que acaban por erupcionar y se
convierten en transposiciones; mientras que la mayoría permanecen sin erupcionar en
el interior del hueso mandibular139,220,235,238. Normalmente son asintomáticos y, por
tanto, un hallazgo radiológico. Su prevalencia es muy baja, entre 0,02 y 0,16%37,139.
Son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y lo más habitual es
encontrarlos en el lado izquierdo. Se han observado casos en los que concurren otras
anomalías, especialmente la persistencia del canino temporal inferior en la arcada más
allá de su edad de exfoliación, pero no son asociaciones significativas37,139,235,237,239.
La etiología y el mecanismo exacto por el que se produce esta anomalía no se
conocen bien. Se han propuesto distintos factores, como un desplazamiento del
germen dentario durante la vida embrionaria, o la desviación del canino de su
trayectoria normal por la presencia de distintos obstáculos en su zona de erupción,
como los restos de una raíz, o la presencia de un dientes supernumerario, o lesiones
quísticas o tumorales. En algunas ocasiones se trata de la consecuencia de un
87
INTRODUCCIÓN
3.4.4. Anquilosis
La anquilosis alveolodentaria es el desarrollo de una fusión anatómica entre el
hueso alveolar y el cemento radicular, con desaparición del ligamento periodontal -que
puede ser total o parcial-, de forma que al quedar el diente unido directamente al
hueso, pierde la capacidad de mantener el potencial de erupción a medida que crecen
los maxilares. Por este motivo, los dientes anquilosados permanecen estáticos durante
el crecimiento vertical del proceso alveolar, quedando progresivamente en posición
inferior con respecto al plano oclusal formado por los dientes adyacentes, por lo que
también reciben el nombre de dientes en infraoclusión o sumergidos, ya que dan la
impresión clínica de estar sumergiéndose. Este déficit de erupción vertical puede variar
desde un grado leve hasta la completa desaparición en boca del diente, que queda
alojado en el interior del hueso (“reinclusión”), ya que la infraoclusión va progresando
con el tiempo. En estos casos, la presencia de facetas de degaste, caries e incluso
obturaciones indican que el diente ha estado presente en la cavidad oral. Es un
proceso que puede ocurrir desde los tres años y que está relacionado con la edad. Si el
diente se anquilosa antes de la emergencia en la cavidad oral, permanece
impactado8,16,25,26,28,111,130,135,190,240.
La frecuencia de la anquilosis es mucho mayor en la dentición temporal que en la
permanente (relación 10:1), siendo los molares los más frecuentemente afectados
(90%), en especial los mandibulares (relación 2:1 con respecto a los molares
maxilares)28. Los segundos molares deciduos inferiores constituyen entre el 40 y el
99% de las piezas anquilosadas, según los distintos estudios, mientras que entre el 32
y el 44% de las anquilosis corresponden al primer molar temporal inferior, seguido del
segundo molar deciduo superior (16-33%), y el menos frecuente es el primer molar
temporal superior (5-9%)28,135. Winter et al.147, sin embargo, observaron el siguiente
88
INTRODUCCIÓN
89
INTRODUCCIÓN
a la fusión del cemento radicular con el hueso alveolar- probablemente ocasionada por
alteraciones del desarrollo en el periodonto-, no se ha descrito la etiopatogenia de esta
anomalía27,28,130,151,240.
En la anquilosis de los molares temporales se ha observado que tras la completa
erupción de los mismos, y habiendo alcanzado la oclusión funcional, la raíz de dichos
molares es reabsorbida por la acción de los osteoclastos y sustituida por tejido óseo
depositado por los osteoblastos, uniendo de esta forma la dentina al hueso
alveolar8,16,28,130,190.
Para explicar el mecanismo por el que se produce dicha unión se han propuesto
diversos factores etiológicos, tanto generales como locales. Entre estos últimos se han
descrito un posible defecto congénito de la membrana periodontal, o una rotura de la
misma por presión masticatoria excesiva, por un trauma local o como consecuencia de
un error metabólico localizado28. Hay estudios que sugieren que determinados cambios
en la distribución de las células epiteliales de los restos de Malassez observados en el
periodonto de los molares temporales anquilosados, pueden tener un papel relevante
en la etiología de esta anomalía eruptiva147.
Por otro lado, hay autores que proponen que en esta anomalía existe un trasfondo
genético, basándose en estudios en los que se observa una tendencia familiar13,130,190.
Winter et al.147 al analizar el árbol genealógico de los casos con antecedentes
familiares, encontraron que la mayoría seguía un patrón de herencia autosómica
dominante, que es lo que sugieren la mayor parte de los autores60,77,111,148,170,190,
aunque uno de los casos se explicaba mejor como rasgo autosómico recesivo (los
padres eran primos hermanos); mientras que en los casos sin antecedentes familiares
conocidos, lo más probable es que exista una alteración genética cuyo modo de
herencia sea poligénico y multifactorial, o bien una anomalía de un gen aislado sensible
a los factores ambientales, con penetrancia reducida130,147,190.
Asimismo, corroborando la existencia de factores genéticos en la etiología de la
anquilosis, encontramos estudios en los que ésta se observa asociada a otras
alteraciones del desarrollo dentario con mayor frecuencia de la que cabría esperar sólo
por casualidad: agenesias dentarias, dientes microdónticos y/o conoides, retraso del
desarrollo dentario, caninos impactados en palatino, transposiciones y segundos
premolares inferiores con distoangulación60,77,111,135,147,148,170.
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los molares más frecuentemente afectados por esta anomalía (excluyendo los terceros
molares), llegando a un 44% de casos con más de un molar no erupcionado.
La impactación de los molares inferiores también se debe fundamentalmente a la
presencia de un obstáculo físico o a una posición ectópica del germen dentario. La
barrera física pueden constituirla la falta de espacio, que es la causa más frecuente, o
la presencia de dientes supernumerarios u odontomas, tumores odontogénicos o
fibromatosis de células gigantes en el trayecto de erupción17,174.
Al igual que para los segundos molares superiores, Valmaseda-Castellón et al.24
no consideran el tercer molar como un posible factor etiológico, por la diferencia en la
edad de erupción con la de los segundos molares.
Hay autores14 que relacionan esta patología con el exceso de espacio en distal
del primer molar en aquellos casos en los que se observa que tras un desarrollo
normal, la inclinación del segundo molar cambia, aumentando su angulación a mesial,
y así apuntan a la teoría de la guía eruptiva descrita para la erupción de caninos
superiores215. La explicación de esta alteración consiste en la posibilidad de que exista
un espacio idóneo para que las raíces del primer molar actúen como guía de la
erupción del segundo molar, de forma que cuando hay un exceso de espacio entre
ambos molares, al no existir esta guía, el segundo molar aumenta su inclinación hacia
mesial, quedando impactado.
Por otro lado, estos mismos autores14 consideran la existencia de factores
genéticos en la etiología de la impactación de los segundos molares inferiores,
basándose en la distinta prevalencia observada en diferentes razas, así como en las
diferencias raciales encontradas en la proporción de casos unilaterales frente a casos
bilaterales, que podrían deberse a la influencia de la penetrancia en la gravedad de la
anomalía, y concluyen que, dado que no encontraron dimorfismo sexual, la herencia es
autosómica. Los resultados del estudio de Garib et al.60 apoyan el posible origen
genético de esta alteración, que se observó asociada a la agenesia de segundos
premolares inferiores.
También observaron que estos molares presentan una raíz mesial menos
desarrollada que la de los molares erupcionados. Esta característica corroboraría el
origen genético de esta anomalía, y, aunque se desconoce el mecanismo exacto de la
misma, se ha demostrado que al administrar Proteína Morfogenética-4 directamente en
94
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
103
OBJETIVOS
OBJETIVOS
Objetivos Específicos.-
107
MATERIAL Y
MÉTODO
MATERIAL Y MÉTODO
1. Material
T1.-1.SEXO
Tabla Distribución muestral según el sexo.
N %
Percentiles
5 10 25 50 75 90 95
112
MATERIAL Y MÉTODO
2. Método
2.1. Variables
113
MATERIAL Y MÉTODO
B- Anomalías dentarias:
1. Hiperodoncia: aumento del número de dientes con respecto a la fórmula dental
normal.
a. Mesiodens: diente supernumerario en la línea media del maxilar superior.
Valores: sí/no
b. Otros dientes supernumerarios: incisivos, premolares y región molar.
Se determinó cual era el diente normal y cual el supernumerario en función
de su morfología, tamaño y posición. Dentro de la hiperodoncia se incluyeron
los dientes dobles (fusión y geminación). Valores: sí/no; señalar el diente
supernumerario; unilateral (derecho/izquierdo)/bilateral.
114
MATERIAL Y MÉTODO
115
MATERIAL Y MÉTODO
116
MATERIAL Y MÉTODO
5. Transposiciones
a. Maxilar superior:
i. Canino con primer premolar
ii. Canino con incisivo lateral.
iii. Canino con incisivo central
iv. Canino con segundo premolar
v. Otras transposiciones: las demás transposiciones se incluyeron
todas en el mismo grupo.
b. Mandíbula:
i. Canino con incisivo lateral
Valores: sí/no; tipo de transposición; unilateral (derecho/izquierdo)/bilateral. No
hicimos distinción entre completa/incompleta.
117
MATERIAL Y MÉTODO
118
MATERIAL Y MÉTODO
Los datos se codificaron de forma que cumpliesen los requisitos del programa
estadístico que se iba a utilizar y los de los análisis que se iban a hacer, y se tabularon
en una hoja Excel para su paso a dicho programa.
!!
!!!(𝑥!!− 𝑥!! )!
𝑑=
66
119
MATERIAL Y MÉTODO
Se calculó también el error relativo del método como cociente entre d y la media
de la variable implicada y expresado en porcentaje:
!
𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑖𝑣𝑜 = ! 100
2.1- El análisis descriptivo contiene los estadísticos más relevantes para todas
las variables del análisis:
120
MATERIAL Y MÉTODO
121
MATERIAL Y MÉTODO
122
MATERIAL Y MÉTODO
123
RESULTADOS
RESULTADOS
1. 1. Hiperodoncia
La prevalencia de hiperodoncia en la muestra fue 1,47% (28 casos). Puede
estimarse, con una confianza del 95%, que la verdadera prevalencia en la población
está entre los límites 0,93 y 2,01% (Tabla 4). La prevalencia de mesiodentes y la de
otros dientes supernumerarios fue la misma (0,74%) (Tablas 5 y 6). En la Tabla 7
aparecen identificados todos los supernumerarios distintos de los mesiodentes, para
los cuales no se realizó estimación para la población, por tratarse de subgrupos de
tamaño muy pequeño.
127
RESULTADOS
N %
1.2. Hipodoncia
Como se observa en la Tabla 8, la prevalencia en la muestra de la hipodoncia en
conjunto fue 14,97% (285 sujetos), con una estimación de la verdadera prevalencia en
la población cifrada entre 13,37 y 16,57%.
A continuación se exponen los datos obtenidos para esta anomalía en función del
tipo de agenesia.
128
RESULTADOS
129
RESULTADOS
N %
130
RESULTADOS
N %
1.3. Impactaciones
1.3.a. Impactación de caninos permanentes superiores en palatino
Dentro de este grupo de anomalías, la más frecuentemente observada, y segunda
en frecuencia del total de las anomalías, fue la impactación en palatino de los caninos
superiores, hallada en 175 pacientes, por lo que la prevalencia muestral fue 9,19%, y la
estimación de la prevalencia en la población se encuentra entre los límites 7,89 y
10,49% con una confianza del 95% (Tabla 15). La prevalencia, tanto la de la muestra
como la estimada para la población, de los casos unilaterales derechos e izquierdos,
así como de los bilaterales, aparece desagregada en dicha tabla.
131
RESULTADOS
132
RESULTADOS
N %
133
RESULTADOS
N %
134
RESULTADOS
1.5. Transposiciones
La prevalencia muestral de las transposiciones fue 1,42%, para la cual se estimó
en la población un intervalo de confianza al 95% entre 0,89 y 1,95%. La mayor parte de
ellas eran superiores (1,26% frente a 0,16% de transposiciones inferiores) (Tabla 23).
En cuanto al tipo, en las Tablas 24, 25, 26, 27 y 28 se puede apreciar que la más
frecuente fue la del canino superior con el primer premolar (0,79%) -en su mayoría
unilaterales izquierdas (0,47%)-, seguida en orden de frecuencia por la transposición
del canino superior con el incisivo lateral (0,32%), otras transposiciones maxilares
(0,21%) -que aparecen identificadas en la tabla 27-, y la del canino inferior con el
incisivo lateral (0,16%). En ningún individuo de la muestra se observaron las
transposiciones del canino superior con el incisivo central ni del canino superior con el
segundo premolar.
Tabla 24. Prevalencia de la transposición del canino superior con el primer premolar.
Lím.inf. Lím.sup.
N % IC 95% IC 95%
Tabla 25. Prevalencia de la transposición del canino superior con el incisivo lateral.
Lím.inf. Lím.sup.
N % IC 95% IC 95%
135
RESULTADOS
N %
Tabla 28. Prevalencia de la transposición del canino inferior con el incisivo lateral.
Lím.inf. Lím.sup.
N % IC 95% IC 95%
1.6. Transmigración
No se observó ningún paciente con transmigración en la muestra.
136
RESULTADOS
N %
Tabla 31. Prevalencia de la erupción ectópica de los primeros molares permanentes superiores.
Lím.inf. Lím.sup.
N % IC 95% IC 95%
137
RESULTADOS
Tabla 33. Prevalencia del fallo primario de erupción de los molares inferiores.
Lím.inf. Lím.sup.
N % IC 95% IC 95%
Tabla 34. Prevalencia del fallo primario de erupción de los molares inferiores en función de su posición.
N %
138
RESULTADOS
'!"!
&"!
! %"!
$"!
#"!
!"!
139
RESULTADOS
2.1. Hiperodoncia
La hiperodoncia en conjunto no presentó diferencias en cuanto a su prevalencia
en función del sexo, como se observa en la Tabla 35. Los mesiodentes fueron más algo
más frecuentes en el sexo masculino, mientras que los otros dientes supernumerarios
presentaron una mayor prevalencia en el sexo femenino, cifras que se exponen en las
Tablas 36 y 37.
T 26+27 .- SUPERNUMERARIOS
Tabla 35. Prevalencia de lasegún SEXO
hiperodoncia en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
SEXO
N % N % N %
T27.-Tabla
OTROS SUPERNUMERARIOS
37. Prevalencia según
de los otros dientes SEXO
supernumerarios en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
140
RESULTADOS
2.2. Hipodoncia
Tanto para la hipodoncia globalmente como para los distintos subtipos de esta
anomalía se registró una frecuencia más elevada en el sexo femenino, como se aprecia
en las Tablas 38 a 42.
SEXO
N % N % N %
T4.-39.
Tabla AGENESIA
Prevalencia5-5
de lasegún SEXO
agenesia de segundos premolares inferiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
Tabla
T5.-40. Prevalencia 5+5
AGENESIA de la según
agenesiaSEXO
de segundos premolares superiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
Tabla
T6.- 41. Prevalencia2+2
AGENESIA de laREDUCIDOS
hipodoncia de incisivos
según laterales
SEXO superiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
141
RESULTADOS
SEXO
N % N % N %
2.3. Impactaciones
Los datos relativos a la prevalencia de las distintas impactaciones en función del
sexo aparecen reflejados en las Tablas 43 a 51. Como se puede observar, la
impactación de caninos superiores, tanto en palatino como en vestibular, la impactación
de premolares y la de incisivos inferiores resultaron más frecuentes en las mujeres,
mientras que la impactación de caninos inferiores no presentó diferencias en los dos
sexos, y la de incisivos superiores fue mayor en el sexo masculino.
T9.-43.
Tabla IMPACTACIÓN
Prevalencia de la3+3 segúnpalatina
impactación SEXO de caninos superiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
T11.-
Tabla 44.IMPACTACIÓN 3+3 EN VESTIBULAR
Prevalencia de la impactación según
vestibular de caninos SEXO en función del sexo.
superiores
SEXO
N % N % N %
Tabla
T10.- 45. Prevalencia de
IMPACTACIÓN la impactación
3-3 según SEXO de caninos inferiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
142
RESULTADOS
SEXO
N % N % N %
Tabla 47.
T12C.- Prevalencia de laINCISIVOS
IMPACTACIÓN impactación de incisivos superiores
SUPERIORES según enSEXO
función del sexo.
SEXO
N % N % N %
T12E.-
TablaIMPACTACIÓN
48. Prevalencia de INCISIVOS
la impactaciónINFERIORES según
de incisivos inferiores enSEXO
función del sexo.
SEXO
N % N % N %
SEXO
N % N % N %
T13C.- IMPACTACIÓN
Tabla 50. Prevalencia de la PREMOLARES SUPERIORES
impactación de premolares según
superiores SEXOdel sexo.
en función
SEXO
N % N % N %
143
RESULTADOS
T13E.-
Tabla IMPACTACIÓN
51. Prevalencia de laPREMOLARES INFERIORES
impactación de premolares según
inferiores SEXO
en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
T14.-Tabla
BLOQUEO 3+3 según
52. Prevalencia SEXO
del bloqueo de los caninos superiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
2.5. Transposiciones
Los datos para las transposiciones de forma global reflejan una mayor frecuencia
de esta alteración en las mujeres, diferencia registrada también para los distintos
subtipos de la misma, excepto para la transposición del canino superior con el incisivo
lateral, cuya prevalencia fue igual en ambos sexos, y la del canino inferior con el
incisivo lateral, que se registró en un mayor número de hombres (Tablas 53 a 58).
T 15+16+17+18+19+20+21.- TRANSPOSICIÓN
Tabla 53. Prevalencia de las segúndelSEXO
transposiciones en función sexo.
SEXO
N % N % N %
144
RESULTADOS
SEXO
N % N % N %
SEXO
N % N % N %
T16.-
Tabla 56. TRANSPOSICIÓN
Prevalencia MAXILAR
de la transposición CANINO
del canino superior CON
con el INC.LAT. según
incisivo lateral SEXO
en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
T19.- OTRAS
Tabla TRANSPOSICIONES
57. Prevalencia EN MAXILAR
de las otras transposiciones según
maxilares SEXOdel sexo.
en función
SEXO
N % N % N %
SEXO
N % N % N %
145
RESULTADOS
T23.- ANQUILOSIS
Tabla según
59. Prevalencia SEXO de molares temporales en función del sexo.
de la anquilosis
SEXO
N % N % N %
T22.- ERUPCIÓN
Tabla 60. Prevalencia ECTÓPICA
de la erupción ectópica de 1ºs MOLARES
los primeros según
molares SEXOsuperiores en función del sexo.
permanentes
SEXO
N % N % N %
T24.-
Tabla 61. IMPACTACIÓN
Prevalencia 7-7
de impactación de según SEXO
los segundos molares permanentes inferiores en función del sexo.
SEXO
N % N % N %
146
RESULTADOS
SEXO
N % N % N %
Anomalía p-valor
-HIPERODONCIA 0,330
-MESIODENTES 0,076
-OTROS SUPERNUMERARIOS 0,685
-HIPODONCIA 0,522
-AGENESIA DE SEGUNDOS PREMOLARES INF. 0,756
-AGENESIA DE SEGUNDOS PREMOLARES SUP. 0,691
-HIPODONCIA DE INCISIVOS LATERALES SUP. 0,369
-OTRAS AGENESIAS 0,400
-IMPACTACIÓN PALATINA DE CANINOS SUP. 0,542
-IMPACTACIÓN VESTIBULAR DE CANINOS SUP. 0,823
-IMPACTACIÓN DE CANINOS INFERIORES 0,749 (Fisher)
-IMPACTACIÓN DE INCISIVOS 0,008**
-IMPACTACIÓN DE INCISIVOS SUPERIORES 0,004**
-IMPACTACIÓN DE INCISIVOS INFERIORES 1,000 (Fisher)
-IMPACTACIÓN DE PREMOLARES 0,942
-IMPACTACIÓN DE PREMOLARES SUPERIORES 0,558
-IMPACTACIÓN DE PREMOLARES INFERIORES 0,863
-BLOQUEO DE CANINOS SUPERIORES 0,926
-TRANSPOSICIONES 0,716
-TRANSPOSICIONES MAXILARES 0,948
-TRANSPOSICIÓN CANINO-PRIMER PREMOLAR SUP. 0,936
-TRANSPOSICIÓN CANINO-INCISIVO LATERAL SUP. 0,694 (Fisher)
-OTRAS TRANSPOSICIONES MAXILARES 0,648 (Fisher)
-TRANSPOSICIÓN CANINO-INCISIVO LATERAL INF. 0,572 (Fisher)
-ERUPCIÓN ECTÓPICA DE PRIMEROS MOLARES SUP. 0,136
-ANQUILOSIS DE MOLARES TEMPORALES 0,097
-IMPACTACIÓN DE SEGUNDOS MOLARES 0,876
-FALLO PRIMARIO DE ERUPCIÓN DE MOLARES 0,923
**p<0,01
147
RESULTADOS
**p<0,01
148
RESULTADOS
3.1. Hiperodoncia
3.1.a. Mesiodens
Como se observa en la Tabla 64, la edad dental media en los individuos que
presentaban mesiodentes fue 7,62 ± 1,69 años, mientras que en los pacientes sin esta
anomalía fue 7,19 ± 1,66, siendo por tanto positiva la diferencia media (0,43 ± 0,72), lo
que indica que la edad dental se encontraba adelantada en presencia de esta anomalía
(Tabla 65). Debido a que sólo se disponía de 13 pares de individuos, por la baja
prevalencia de la misma, se aplicó el test de Wilcoxon para comprobar la
homogeneidad de la edad dental en ambos grupos, obteniéndose que la distribución de
la misma fue significativamente distinta (Z=0,046) (Tabla 66).
Estadísticos de 64.
Tabla muestras relacionadas
Estadísticos de muestras relacionadas (mesiodens).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Prueba Tabla
de muestras
65. Pruebarelacionadas
de muestras relacionadas (mesiodens).
Diferencias relacionadas
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
149
RESULTADOS
Tabla 66. Test estadístico de contraste (prueba de los rangos con signo de Wilcoxon)
Estadísticos de contraste
(mesiodens). 2
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -1,9921
Sig. asintót. (bilateral) ,046
1. Basado en los rangos positivos.
Estadísticos de muestras
Tabla 67. Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (otros dientes supernumerarios).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Prueba
Tabla 68. de muestras
Prueba relacionadas
de muestras relacionadas (otros dientes supernumerarios).
Diferencias relacionadas
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
Tabla 69. Test estadístico de contraste (prueba de2los rangos con signo de Wilcoxon)
Estadísticos de contraste
(otros dientes supernumerarios).
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -,1051
Sig. asintót. (bilateral) ,917
1. Basado en lo s rangos positivos.
150
RESULTADOS
3.2. Hipodoncia
3.2.a. Segundos premolares inferiores
En los individuos con agenesia de segundos premolares inferiores se registró una
edad dental media de 8,47 ± 2,34 años, que en el subgrupo emparejado fue 8,89 ±
2,41, como se aprecia en la Tabla 70. La diferencia media entre ambas fue -0,42 ±
1,15, para la que se estimó el intervalo de confianza (IC) al 95% [-0,66 -0,18], que
indica que este retraso fue estadísticamente significativo (p=0,001) (Tabla 71).
Estadísticos
Tabla de de
70. Estadísticos muestras relacionadas
muestras relacionadas (agenesia de segundos premolares inferiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Tabla relacionadas
Prueba de muestras 71. Prueba de muestras relacionadas (agenesia de segundos premolares inferiores).
Diferencias relacionadas
Estadísticos
Tabla dedemuestras
72. Estadísticos relacionadas
muestras relacionadas (agenesia de segundos premolares superiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
151
RESULTADOS
Tabla 73.
Prueba de muestras Prueba de muestras relacionadas (agenesia de segundos premolares superiores).
relacionadas
Diferencias relacionadas
Estadísticos
Tabla de muestras
74. Estadísticos de muestras relacionadas
relacionadas (hipodoncia de incisivos laterales superiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Prueba de muestras
Tabla relacionadas
75. Prueba de muestras relacionadas (hipodoncia de incisivos laterales superiores).
Diferencias relacionadas
152
RESULTADOS
Estadísticos
Tablade
76.muestras
Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (“otras agenesias”).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Diferencias relacionadas
3.3. Impactaciones
3.3.a. Impactación de caninos permanentes superiores en palatino
En el subgrupo de individuos con caninos permanentes superiores impactados en
palatino la edad dental media fue 10,08 ± 2,34 años, mientras que en los casos sin esta
anomalía fue 10,23 ± 2,38 años, datos que se muestran en la Tabla 78. Dada la
pequeña diferencia entre ambas (-0,15 ± 1,31) con un IC al 95% [-0,33 0,59], se
consideró que en presencia de dicha impactación no existió retraso de la edad dental
significativamente no nulo (p=0,157), como queda reflejado en la Tabla 79.
Estadísticos
Tabla de muestras
78. Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (impactación palatina de caninos superiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Tabla 79.
Prueba de muestras Prueba de muestras relacionadas (impactación palatina de caninos superiores).
relacionadas
Diferencias relacionadas
153
RESULTADOS
Tabla Estadísticos
80. Estadísticosde
demuestras
muestras relacionadas (impactación vestibular de caninos superiores).
relacionadas
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Tabla relacionadas
Prueba de muestras 81. Prueba de muestras relacionadas (impactación vestibular de caninos superiores).
Diferencias relacionadas
Estadísticos de muestras
Tabla 82. Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (impactación de caninos inferiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
154
RESULTADOS
Prueba
Tabla de muestras
83. Prueba relacionadas
de muestras relacionadas (impactación de caninos inferiores).
Diferencias relacionadas
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
Tabla 84. Test estadístico de contraste (prueba de los rangos con signo de Wilcoxon)
Estadísticos dede
(impactación contraste 2
caninos inferiores).
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -,0591
Sig. asintót. (bilateral) ,953
1. Basado en lo s rangos negativos.
Diferencias relacionadas
155
RESULTADOS
3.3.e.Impactación de premolares
La edad dental media en los casos que presentaban impactación de premolares
fue 9,04 ± 2,11 años, mientras que en el subgrupo control fue 9,52 ± 2,31 años. Así
pues, para esta anomalía se obtuvo un retraso en la edad dental de -0,47 ± 1,03 años,
con un intervalo de confianza al 95% [-0,80 -0,15], por lo que la diferencia se aceptó
como estadísticamente significativa (p=0,005) (Tablas 87 y 88).
Estadísticos
Tabla 87. de muestras
Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (impactación de premolares).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Diferencias relacionadas
156
RESULTADOS
Prueba de muestrasTabla
relacionadas
90. Prueba de muestras relacionadas (bloqueo de los caninos superiores).
Diferencias relacionadas
3.5. Transposiciones
Con respecto a la transposición del canino superior con el primer premolar, los
datos descriptivos se presentan en las Tablas 91 y 92. Dado que la muestra de esta
anomalía era reducida, por la baja prevalencia de la misma, estos datos se analizaron
mediante el test de Wilcoxon (Tabla 93). El resultado obtenido indicó que no existían
diferencias en la distribución de la edad dental en los dos subgrupos (con y sin
transposición) (Z=-1,491).
Para el resto de transposiciones se descartó la realización de cualquier tipo de
prueba estadística por tratarse de anomalías con muy baja prevalencia (inferior a 7
individuos).
Estadísticos
Tabla 91. Estadísticos dede muestras
muestras relacionadas
relacionadas (transposición del canino superior con el primer premolar).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
157
RESULTADOS
Tabla 93. Test estadístico de contraste (prueba de los rangos con signo de Wilcoxon)
Estadísticos
(transposición de superior
del canino con2 el primer premolar).
contraste
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -1,4911
Sig. asintót. (bilateral) ,136
1. Basado en los rangos negativos.
Estadísticos de muestras
Tabla 94. Estadísticos relacionadas
de muestras relacionadas (anquilosis de molares temporales).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Prueba
Tabla de muestras
95. Prueba relacionadas
de muestras relacionadas (anquilosis de molares temporales).
Diferencias relacionadas
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
Tabla 96. Test estadístico de contraste (prueba de los rangos con signo de Wilcoxon)
(anquilosisde
Estadísticos de contraste 2
molares temporales).
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -1,3631
Sig. asintót. (bilateral) ,173
1. Basado en los rangos negativos.
158
RESULTADOS
159
RESULTADOS
Diferencias relacionadas
Estadísticos
Tabla 101. Estadísticosde
de muestras relacionadas
muestras relacionadas (fallo primario de erupción de los molares inferiores).
Error típ.
Desviación
Media N de la
típ.
media
Diferencias relacionadas
Error típ.
Desviación
Media de la
típ.
media
Tabla 103. Test estadístico de contraste (prueba de los rangos con signo de Wilcoxon)
(fallo primario de erupción
Estadísticos 2
de los molares
de contraste inferiores).
EDAD
DENTAL
AUSENTE -
EDAD
DENTAL
PRESENTE
Z -1,6571
Sig. asintót. (bilateral) ,097
1. Basado en lo s rangos positivos.
160
RESULTADOS
! *p<0,05; **p<0,01
Gráfico 5. Diferencia media de edad dental e IC 95% (éste sólo para anomalías con prevalencia mayor a n=30)
entre grupos con y sin anomalías dentarias.
Las barras con valores negativos indican retraso de la edad dental de los individuos con anomalía en comparación
con los que no la presentan, mientras que las barras con valores positivos tienen el significado contrario.
Los intervalos de confianza que cortan por escaso margen el eje horizontal de 0 indican
un resultado no significativo, pero con fuerte tendencia al retraso.
En las anomalías con baja prevalencia (n<30 casos en la muestra), no se representa el IC, sino la media. Teniendo
en cuenta que el test de Wilcoxon compara la distribución de la edad dental, el tamaño de estas barras no es
indicativo de la significatividad de las diferencias.
161
RESULTADOS
N %
Sobre estos 197 individuos que presentaban al menos dos anomalías dentales, se
desarrolló un análisis de conglomerados jerárquicos, procedimiento que consiguió
clasificar el 82,7% de los mismos en cinco segmentos diferentes (Tabla 105), cuyo
tamaño relativo se muestra en el Gráfico 7.
162
RESULTADOS
N %
Segmentos
Resto
17,3% Seg. 1
Seg. 5 35,5%
6,6%
Seg. 4
7,1%
Seg. 3
16,2% Seg. 2
17,3%
163
RESULTADOS
Tabla 106.
T31.- PRESENCIA ANOMALÍAS Distribución
según CLUSTER de(% la presencia de anomalías según cluster (% vertical).
VERT.)
CLUSTER2
N % N % N % N % N % N % N %
164
RESULTADOS
25,0
0,0
165
RESULTADOS
25,0
0,0
25,0
0,0
166
RESULTADOS
25,0
0,0
25,0
0,0
167
RESULTADOS
25,0
0,0
168
RESULTADOS
169
RESULTADOS
Prevalencia
Muestra total Submuestra
(n=1904) control (n=600)
Tabla ANOMALÍAS
T33.- PREVALENCIA 108. Prevalencia
ENde las anomalías
GRUPO CONTROLen elYgrupo control y los
SUBGRUPOS DE cuatro subgrupos
ANOMALÍAS de anomalías primarias.
PRIMARIAS
ANOMALÍA PRIMARIA
Total Control Agenesia 5-5 Agenesia 2+2 red Impactación 3+3 Bloqueo 3+3
N % N % N % N % N % N %
170
RESULTADOS
2
Tabla 109. Resultados de los test Chi para la asociación de las cuatro anomalías mas frecuentes.
Anomalías asociadas
Ag.(5-5) Hip. (2+2) Imp.(3+3) Bloq.(3+3)
Anomalía Agenesia (5-5) 0,007 0,161 0,931
0,368 <0,001 0,931
primaria Hipodoncia (2+2) 0,176 0,901 0,437
Impactación P (3+3)
Bloqueo (3+3) 0,176 0,259 0,184
p≤0,05
Los valores significativos (p≤0,05) aparecen resaltados en negrita.
Tabla 110. Comparación de la prevalencia de las anomalías en el subgrupo control y la muestra original.
Prevalencia
Muestra total Submuestra
(n=1904) control (n=200)
171
RESULTADOS
de los casos, frente a sólo el 1,0% en el grupo control, por lo que el resultado fue
estadísticamente significativo (p=0,042).
La relación recíproca también resultó significativa, pues en el grupo en que la
agenesia de segundos premolares superiores era la anomalía primaria, la agenesia de
segundos premolares inferiores tuvo una prevalencia del 45,0%, a diferencia del grupo
control, en el que la frecuencia de la misma era del 3,0%. Esta relación entre anomalías
resultó ser una de las más intensas de todas las contrastadas (p<0,001).
2.- La agenesia de segundos premolares inferiores como anomalía primaria
también presentó tendencia a la asociación con la hipodoncia de incisivos laterales
superiores, pues ésta se observó en el 25,0% de los casos, mientras que en el grupo
control se registró en el 10,5%. Esta diferencia no alcanzó el límite de significatividad,
pero el valor de p (p=0,069) apuntaba a esta tendencia.
Sin embargo, la asociación inversa sí resultó estadísticamente significativa
(p=0,038), de forma que cuando se consideró la hipodoncia de incisivos laterales
superiores como anomalía primaria, la prevalencia de la agenesia de segundos
premolares inferiores fue del 15,0%, cinco veces superior a la que presentó en el grupo
control (3%).
3.- Asimismo se observó relación recíproca entre la impactación de incisivos y la
presencia de dientes supernumerarios.
En el subgrupo en que dicha impactación era la anomalía primaria, el 30,0% de
los casos presentaba también hiperodoncia, frente al 1,5% de individuos con esta
última anomalía en el grupo control, siendo este resultado estadísticamente significativo
(p<0,001).
A la inversa, en el subgrupo de dientes supernumerarios, la prevalencia de
impactación de incisivos fue el 20,0%, mientras que la registrada en el grupo control fue
el 2,0%, diferencia que también resultó significativa (p=0,003).
4.- Se observaron otras asociaciones significativas, que se verificaron sólo en un
sentido:
4.1.-La frecuencia de transposiciones registrada en el subgrupo cuya
anomalía primaria era la hiperodoncia fue del 15,0% de los individuos,
considerablemente superior a la del grupo control, en el que fue sólo el
0,5%, resultando por tanto una asociación estadísticamente significativa
(p=0,002).
172
RESULTADOS
173
T34.- PREVALENCIA ANOMALÍAS EN GRUPO CONTROL Y SUBGRUPOS DE ANOMALÍAS PRIMARIAS
ANOMALÍA PRIMARIA
Agenesia 2+2 Impactación Impactación Impactación Impactación Erup. ectópica Impactación Supernumerari
Total Control Agenesia 5-5 Agenesia 5+5 Bloqueo 3+3 Transposición
red 3+3 3+3 vb incisivos premolares 1ºs molares 7-7 o
N % N % N % N % N % N % N % N % N % N % N % N % N % N %
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Agenesia 5-5 No 395 89,8% 194 97,0% 0 ,0% 11 55,0% 17 85,0% 19 95,0% 20 100,0% 19 95,0% 19 95,0% 20 100,0% 17 85,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0%
Sí 45 10,2% 6 3,0% 20 100,0% 9 45,0% 3 15,0% 1 5,0% 0 ,0% 1 5,0% 1 5,0% 0 ,0% 3 15,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Agenesia 5+5 No 414 94,1% 198 99,0% 18 90,0% 0 ,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Sí 26 5,9% 2 1,0% 2 10,0% 20 100,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Agenesia 2+2
No 365 83,0% 179 89,5% 15 75,0% 16 80,0% 0 ,0% 16 80,0% 15 75,0% 19 95,0% 16 80,0% 19 95,0% 15 75,0% 19 95,0% 18 90,0% 18 90,0%
red
Sí 75 17,0% 21 10,5% 5 25,0% 4 20,0% 20 100,0% 4 20,0% 5 25,0% 1 5,0% 4 20,0% 1 5,0% 5 25,0% 1 5,0% 2 10,0% 2 10,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Impactación 3+3 No 381 86,6% 183 91,5% 18 90,0% 19 95,0% 14 70,0% 0 ,0% 19 95,0% 19 95,0% 17 85,0% 19 95,0% 16 80,0% 19 95,0% 19 95,0% 19 95,0%
Sí 59 13,4% 17 8,5% 2 10,0% 1 5,0% 6 30,0% 20 100,0% 1 5,0% 1 5,0% 3 15,0% 1 5,0% 4 20,0% 1 5,0% 1 5,0% 1 5,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Impactación 3+3
No 410 93,2% 196 98,0% 20 100,0% 19 95,0% 19 95,0% 20 100,0% 0 ,0% 17 85,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
vb
Sí 30 6,8% 4 2,0% 0 ,0% 1 5,0% 1 5,0% 0 ,0% 20 100,0% 3 15,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
174
Impactación
No 410 93,2% 196 98,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 0 ,0% 19 95,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 16 80,0%
incisivos
Sí 30 6,8% 4 2,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 20 100,0% 1 5,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 4 20,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Impactación
No 408 92,7% 196 98,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 0 ,0% 19 95,0% 20 100,0% 17 85,0% 19 95,0% 19 95,0%
premolares
Sí 32 7,3% 4 2,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 20 100,0% 1 5,0% 0 ,0% 3 15,0% 1 5,0% 1 5,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Bloqueo 3+3 No 397 90,2% 192 96,0% 19 95,0% 20 100,0% 19 95,0% 18 90,0% 20 100,0% 19 95,0% 16 80,0% 0 ,0% 20 100,0% 19 95,0% 17 85,0% 18 90,0%
Sí 43 9,8% 8 4,0% 1 5,0% 0 ,0% 1 5,0% 2 10,0% 0 ,0% 1 5,0% 4 20,0% 20 100,0% 0 ,0% 1 5,0% 3 15,0% 2 10,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Transposición No 413 93,9% 199 99,5% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 18 90,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 0 ,0% 20 100,0% 20 100,0% 17 85,0%
Sí 27 6,1% 1 ,5% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 2 10,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 20 100,0% 0 ,0% 0 ,0% 3 15,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Erup. ectópica
No 409 93,0% 195 97,5% 20 100,0% 18 90,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 18 90,0% 20 100,0% 20 100,0% 0 ,0% 20 100,0% 19 95,0%
1ºs molares
Sí 31 7,0% 5 2,5% 0 ,0% 2 10,0% 0 ,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 2 10,0% 0 ,0% 0 ,0% 20 100,0% 0 ,0% 1 5,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Impactación 7-7 No 409 93,0% 195 97,5% 18 90,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 19 95,0% 20 100,0% 19 95,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 0 ,0% 20 100,0%
Sí 31 7,0% 5 2,5% 2 10,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 1 5,0% 0 ,0% 1 5,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 20 100,0% 0 ,0%
Total 440 100,0% 200 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0% 20 100,0%
Supernumerario No 409 93,0% 197 98,5% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 14 70,0% 20 100,0% 20 100,0% 19 95,0% 20 100,0% 20 100,0% 0 ,0%
Tabla 111. Prevalencia de las anomalías en el grupo control y los doce subgrupos de anomalías primarias.
Sí 31 7,0% 3 1,5% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 6 30,0% 0 ,0% 0 ,0% 1 5,0% 0 ,0% 0 ,0% 20 100,0%
RESULTADOS
Anomalías asociadas
Agenesia Agenesia Hipodoncia Imp. P Imp. V Imp. Imp. Bloqueo Transp. E. ect. Imp. Supernum.
(5-5) (5+5) (2+2) (3+3) (3+3) inc. prem. (3+3) (6+6) (7-7)
Ag. (5-5) 0,042 0,069 0,686 1,000 1,000 0,382 0,583 0,174 1,000 0,125 1,000
Ag. (5+5) <0,001 0,257 1,000 0,382 1,000 1,000 1,000 1,000 0,125 1,000 1,000
Hip. (2+2) 0,038 1,000 0,010 0,382 1,000 1,000 0,583 1,000 1,000 1,000 0,319
Imp. P (3+3) 0,492 0,250 0,257 1,000 1,000 1,000 0,227 0,022 1,000 0,439 1,000
Imp. V (3+3) 1,000 1,000 0,069 1,000 1,000 0,382 1,000 1,000 1,000 0,439 1,000
175
Anomalía Imp. inc. 0,492 1,000 0,701 1,000 0,018 1,000 0,583 1,000 0,439 1,000 <0,001
primaria Imp. prem. 0,492 1,000 0,257 0,403 1,000 0,382 0,015 1,000 0,125 0,439 1,000
Bloqueo (3+3) 1,000 1,000 0,701 1,000 1,000 1,000 0,382 1,000 1,000 0,439 1,000
Transposiciones 0,038 0,250 0,069 0,107 0,382 0,382 1,000 1,000 1,000 1,000 0,319
E.ect. (6+6) 1,000 1,000 0,701 1,000 1,000 1,000 0,018 0,583 1,000 1,000 1,000
0,492 1,000 1,000 1,000 1,000 1,000 0,382 0,066 1,000 1,000 1,000
p≤0,05
Imp. (7-7)
Supernumerarios 1,000 1,000 1,000 1,000 1,000 0,003 0,382 0,227 0,002 0,439 1,000
Los valores significativos (p≤0,05) aparecen resaltados en negrita, así como otros cuatro que indicaron
tendencia a la asociación (p<0,07). Los resultados significativos cuyo recíproco también lo fue (o presentó
RESULTADOS
DISCUSIÓN
DISCUSIÓN
179
DISCUSIÓN
180
DISCUSIÓN
181
DISCUSIÓN
cuenta la posible formación y/o erupción tardías de dichos molares1,8,15,16,254. Por otra
parte, en el diseño de una investigación de este tipo se debe considerar la dificultad de
reunir una muestra con la edad apropiada para registrar datos epidemiológicos fiables
con respecto al tercer molar53,65,106,126,154, y, aunque se sabe que es el diente con mayor
prevalencia de agenesias2,8,16,44,52,103,115,122 y de impactaciones15,115,212, en la literatura
no existe uniformidad en la recolección de datos ni en la interpretación de los mismos
respecto de las anomalías de los terceros molares, lo que dificulta la comparación
objetiva de los resultados122,126,154,255. Por todo ello, en nuestro trabajo se excluyeron
los terceros molares en todas las anomalías estudiadas, siguiendo el mismo criterio de
otros estudios previos37,44,55,56,59,65,68,106,124.
Para la medición de la edad dental existen distintos métodos, de los que el
descrito por Moorrees et al.31, es el que presenta una mayor correlación entre la edad
dental y la edad cronológica, además de ser el único cuya muestra abarca edades
desde el nacimiento, y tener la mayor reproducibilidad en su aplicación a los niños de
más corta edad32. Por otra parte, dicho método está basado en datos longitudinales
obtenidos en poblaciones estadounidenses con ascendencia europea, y se estima
aplicable a otras poblaciones caucásicas32,33.
En nuestra investigación empleamos el procedimiento descrito por Harris y
Buck33, que consiste en una modificación y actualización del de Moorrees et al.31,
basadas en las posibles variaciones debidas a diferencias raciales y tendencias
seculares8,29.
El hecho de que la reproducibilidad de la medición de la edad dental no fuera
absoluta puede deberse, más que a error de los investigadores, a dos imprecisiones
inherentes al propio método de medición31: 1) la falta de hitos concretos en la
determinación de la longitud radicular de los incisivos superiores e inferiores, de forma
que su estimación es menos precisa que la del resto de dientes mandibulares; y 2) el
periodo de tiempo existente entre los distintos estadios puede llevar a confusión en la
asignación de un estadio concreto a cada diente, afectando así a la precisión de la
determinación de la edad dental. Teniendo en cuenta estos factores, consideramos que
la reproducibilidad de la medición de la edad dental realizada –con un error relativo del
1,22%- fue adecuada al objeto de nuestro estudio.
Para el análisis de la posible asociación de retraso en la edad dental y
alteraciones del desarrollo dentario se optó por una variedad de diseño de los estudios
182
DISCUSIÓN
de casos y controles, llamada pares armonizados, con el fin de identificar en los sujetos
emparejados las posibles diferencias en la edad dental, en función de la presencia o
ausencia de las anomalías estudiadas. De esta forma, las variables mediante las que
emparejamos los casos y los controles (sexo y edad cronológica) no podían funcionar
como variables independientes en el análisis256–258. En las anomalías con baja
prevalencia, al disponer de pocos pares de individuos, se pudo obtener una tabla
descriptiva de la diferencia media, como en el resto de anomalías, pero se omitió la
estimación del intervalo de confianza, por considerarse excesivamente insegura. En
estos casos se realizó el test estadístico de Wilcoxon para comprobar la homogeneidad
de la edad dental en uno y otro grupo, si bien existía una clara limitación de la potencia
estadística, y, por tanto, las diferencias en la edad dental tenían que ser muy grandes
para detectarse como estadísticamente significativas.
Para el primer análisis de asociación de anomalías, en el que tratamos de
identificar subgrupos homogéneos de pacientes en función de dichos patrones de
asociación, se decidió una agregación en un número no muy grande de segmentos,
con el fin de evitar que fueran demasiado pequeños, dada la disminución del tamaño
de la muestra (n= 197 pacientes con dos o más anomalías).
Un segundo estudio de patrones asociativos se realizó siguiendo el modelo
aplicado por Baccetti77, consistente en calcular en cada subgrupo la prevalencia de las
otras variables en asociación con la anomalía diagnosticada primariamente y
compararla con la prevalencia de aquéllas en el grupo control. La principal limitación de
este diseño es el tamaño muestral, que disminuye mucho en los subgrupos más
pequeños, con la consiguiente pérdida de potencia de los tests estadísticos. Aún así,
decidimos extender al análisis a las 12 anomalías más frecuentes, con el objetivo de
tener una visión descriptiva más amplia del conjunto de anomalías y las asociaciones
existentes entre las mismas.
183
DISCUSIÓN
184
DISCUSIÓN
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DISCUSIÓN
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DISCUSIÓN
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DISCUSIÓN
188
DISCUSIÓN
y, por otro lado, la impactación de caninos inferiores, cuya frecuencia fue la misma en
ambos sexos. Esta distribución está en concordancia con el modelo de Brook71, según
el cual las mujeres presentan mayor prevalencia de hipodoncia, mientras que los
dientes supernumerarios son más frecuentes en los hombres9.
Aunque la mayoría de los autores2,8,34,36,37,59,75,78,79,88–90 encuentran una mayor
prevalencia en los hombres, en nuestro estudio, al igual que en el de Vahid-Dastjerdi et
al.83, los dientes supernumerarios en conjunto no presentaron dimorfismo sexual. Sin
embargo, los mesiodentes sí resultaron más frecuentes en el sexo masculino –sin
llegar a tener significatividad estadística-, lo cual puede estar relacionado con la mayor
frecuencia en hombres de impactación de incisivos superiores –que sí fue significativa-,
como describen otros trabajos36,94,176.
En distintas investigaciones37,44,54,58,66,107,173,189 se observa una mayor frecuencia
de anomalías dentarias en el sexo femenino, lo que algunos autores consideran que,
más que deberse la etiología de las alteraciones estudiadas, es simplemente un reflejo
de la proporción de hombres y mujeres en la población ortodóncica, dado que las
mujeres demandan más este tipo de tratamientos66,107,173,189. Así, el hecho de que en
nuestro trabajo la mayor prevalencia de anomalías en las mujeres no tuviera
significatividad estadística, a diferencia de los estudios anteriores, puede deberse al
propio origen de la muestra, que no era puramente ortodóncica, por provenir una parte
de la misma de una clínica de odontopediatría, de forma que, aunque el porcentaje de
mujeres era mayor, la distribución de ambos sexos en nuestra muestra era más
homogénea.
Sin embargo, por otra parte, los resultados de nuestro estudio también podrían
corroborar la hipótesis que plantean otros autores, que estiman que aunque los
estudios en que la muestra procede de población ortodóncica pueden presentar sesgo
a favor de una mayor prevalencia de alteraciones del desarrollo dentario en mujeres,
existe un fenómeno de mayor presencia de anomalías congénitas en el sexo femenino,
especialmente de aquéllas para las cuales se ha observado asociación entre las
mismas, como son la hipodoncia de incisivos laterales, la agenesia de segundos
premolares, las otras agenesias, la impactación palatina de los caninos superiores, las
transposiciones y el fallo primario de erupción. Esta diferente prevalencia entre sexos
puede ser una evidencia de que estas anomalías comparten un mismo mecanismo
etiológico57,66,67,139,148,216.
189
DISCUSIÓN
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en las que se describe relación entre la impactación palatina de los caninos superiores
y la presencia de transposiciones maxilares66,68,143,169,189, y con los de aquéllas en las
que se encuentra una mayor prevalencia de hipodoncia en los pacientes con
transposiciones del canino superior que en la población general, especialmente de
incisivos laterales superiores (incluyendo los microdónticos y/o conoides)64–
66,138,140,169,230,231
, pero también de segundos premolares inferiores64,66,67,145, como
registramos en la última parte de nuestro análisis de asociaciones.
Sin embargo, al igual que Mercuri et al.68 y Yan et al.201, en la
presente investigación no se confirmó la asociación encontrada en otros
60,67,77,111,116,140,144,169
estudios entre la agenesia de segundos premolares inferiores y la
impactación palatina de los caninos superiores.
A diferencia de Shapira y Kuftinec66, en nuestro trabajo no pudimos determinar la
distribución de las distintas anomalías en relación al tipo de transposición, pues dado
el escaso número de casos habría resultado una excesiva desagregación, con la
consiguiente pérdida de potencia de los tests estadísticos. Tampoco encontramos
concomitancia de la transposición mandibular con otras anomalías dentarias, como
registran otros autores139,140,172,231,232, muy posiblemente debido a su baja frecuencia de
presentación en la muestra.
Así pues, observamos que la impactación palatina de los caninos superiores y las
transposiciones maxilares están relacionadas entre sí y con la hipodoncia, condición de
naturaleza hereditaria5,7,9,13,106,109,117,118,127,157–159,164–167. Por tanto, nuestros datos
parecen indicar que estas dos desviaciones eruptivas del canino son variantes
genéticas similares, así como la posibilidad de que el defecto genético responsable de
estas alteraciones del canino superior sea el mismo que el causante de la
hipodoncia140,169,189.
En el segmento 5 (13 individuos) se registraron asociadas distintas alteraciones
del trayecto eruptivo (impactación de caninos superiores en palatino, impactación de
premolares, erupción ectópica de primeros molares permanentes superiores y fallo
primario de erupción de molares inferiores) y el grupo de “otras agenesias”. A su vez,
en el segundo examen de las asociaciones, se observó una mayor frecuencia
significativa de impactación de premolares en los pacientes diagnosticados
primariamente con erupción ectópica de los primeros molares permanentes superiores.
Por tanto, la impactación palatina de caninos mostró también asociación
194
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asociación confirmada por el estudio de Baccetti77, mientras que otros autores registran
una mayor prevalencia de infraoclusión de los molares deciduos en presencia de
agenesia de los premolares60,124,130,135, así como la relación inversa147.
Aunque, a diferencia de publicaciones anteriores60,77,111,147,148,170, en el presente
trabajo la infraoclusión no se asoció a otras anomalías, esta relación con la agenesia
apunta a la existencia de un origen común, muy probablemente hereditario, ya que el
mismo se ha demostrado para la hipodoncia5,7,9,13,106,109,117,118,127,157–159,164–167. Así pues,
como proponen Shalish et al.135, la infraoclusión podría ser considerada un marcador
precoz del posterior desarrollo de otras anomalías dentales, como la agenesia dental y
las alteraciones relacionadas con ésta.
En el segmento 3 (32 individuos) se asociaron principalmente el bloqueo de
caninos superiores y la impactación de segundos molares permanentes inferiores.
Dado que principal causa de impactación de estos molares es la falta de espacio17,174, y
que en este mismo subgrupo aparecieron con una prevalencia superior a la media
general otras anomalías que con frecuencia se observan en arcadas con longitud
deficiente8,28,38,145,241,243–245,247, la existencia de estas relaciones indica un papel
principal de los factores locales en la etiología del bloqueo de los caninos superiores.
Además, en la primera parte del análisis realizado siguiendo el modelo de
Baccetti77, el bloqueo de los caninos superiores no presentó asociación a ninguna de
las otras anomalías, mientras que en el segundo examen se relacionó de nuevo con la
impactación de segundos molares permanentes, y, además, se asoció de forma
significativa a la impactación de premolares, resultados que estimamos se pueden
deber también al hecho de que esta última anomalía frecuentemente tiene lugar
cuando existe una discrepancia óseodentaria negativa8,28,38,145.
Nuestros resultados apoyan la teoría sugerida por Chaushu et al.49 que estiman
que el bloqueo de los caninos permanentes superiores no es una categoría de erupción
ectópica, sino, como la describimos, una situación ocasionada por la falta de espacio
en la arcada –primaria o secundaria a la presencia de algún obstáculo-, que impide que
los caninos alcancen su lugar correcto en la misma, sin que exista un trayecto eruptivo
anómalo, de forma que se trata de una condición distinta a la impactación vestibular de
los caninos superiores, en la que la trayectoria de erupción sí se encuentra alterada.
Por tanto, según la metodología utilizada en nuestra investigación, dada la falta de
asociación significativa del bloqueo de caninos superiores con el resto de anomalías
198
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200
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por azar, y así, según este autor, está integrado por agenesias, dientes microdónticos
y/o conoides, retraso del desarrollo dentario (generalizado o localizado), impactación
palatina del canino superior, infraoclusión de los molares temporales, transposición de
canino superior y primer premolar, transposición de canino inferior e incisivo lateral y
distoangulación del segundo premolar mandibular en erupción. Estudios posteriores
han añadido la posibilidad de que la erupción ectópica de primeros molares superiores
y el fallo primario de erupción formen parte de este conjunto de anomalías148,149,218.
Los resultados del presente estudio refuerzan esta hipótesis acerca de la
concurrencia de anomalías dentales que comparten etiología genética. Estas
asociaciones afectaron a un porcentaje de la muestra similar al estimado por Peck170
en los pacientes ortodóncicos.
Del conjunto las anomalías dentales, la más frecuente es la agenesia, en cuya
etiología hoy día es indiscutible el papel primordial de los factores genéticos109,170.
Actualmente disponemos de escasos datos relativos a la etiología molecular de otras
anomalías dentales en asociación con la hipodoncia, pero dado que no se puede
establecer una relación causa-efecto entre las mismas, se consideran fenómenos
covariables dentro de un patrón más amplio de múltiples anomalías, de forma que cada
una de ellas serían distintas expresiones fenotípicas del mismo código genético, con
penetrancia incompleta y expresión variable50,65,77,111,139,169. Nuevamente, nuestros
datos refuerzan esta teoría, al relacionar entre sí alteraciones del desarrollo que no se
encuentran próximas ni relacionadas por factores locales, contribuyendo por tanto a la
definición de la base genética de este conjunto de anomalías.
Así pues, consideramos que estas alteraciones del desarrollo dentario no deben
ser interpretadas como rasgos aislados, lo que podría cambiar la práctica de la
ortodoncia cínica. Pero para entender mejor el efecto de estas relaciones en el
tratamiento ortodóncico se necesitan conocimientos más amplios acerca de las
mismas.
El futuro debe ir encaminado a investigar estas asociaciones, estudiar su variable
expresión fenotípica, y conocer la forma en que podría verse modificada por otros
factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Además, sería interesante poder
determinar el tipo de herencia, que podría ser poligénica y/o multifactorial.
Y por otro lado, para las anomalías que han resultado ser independientes, se
necesitan hipótesis adicionales que expliquen su etiología y desarrollo.
201
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CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
1.- El 35,5% de la muestra estudiada presentó al menos una anomalía dental. Dentro
de las alteraciones del desarrollo dental, las de mayor prevalencia fueron la hipodoncia
de incisivos laterales superiores y la impactación palatina de los caninos superiores
(Conclusión referida al Objetivo Específico nº 1).
4.- El 10,4% de los pacientes de la muestra presentó dos o más anomalías. Se han
identificado cinco segmentos en el análisis de los patrones asociativos de las
alteraciones dentarias, de los cuales los tres primeros acumulan el 69% de los
pacientes de la muestra con alteraciones dentarias (Conclusión referida al Objetivo
Específico nº 4).
6.- A partir de los datos aportados en nuestro estudio, hemos mejorado el conocimiento
científico disponible acerca de la prevalencia de las anomalías dentarias, así como de
205
CONCLUSIONES
los patrones asociativos de las mismas, como un primer paso para seguir investigando
su posible origen genético (Conclusión referida al Objetivo General).
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BIBLIOGRAFÍA
228
RESUMEN
RESUMEN
Se conocen las causas de algunas anomalías del desarrollo, pero la mayoría de ellas
tiene un origen aún desconocido. La contribución de los genes y de los factores
ambientales a la aparición de las mismas sigue siendo un tema controvertido.
Las alteraciones genéticas pueden dar lugar a una sola alteración fenotípica, o bien a
un conjunto de éstas. Así pues, dado que sabemos que un mismo defecto genético
puede verse reflejado en el fenotipo de distintas formas simultáneas, no es arriesgado
pensar que puedan identificarse patrones asociativos de anomalías dentales originadas
por una misma alteración genética.
El 10,4% de los pacientes presentó dos o más anomalías. Se han identificado cinco
231
RESUMEN
ABSTRACT
The causes of some developmental anomalies have been identified, but most are still of
unknown etiology. The contribution of genes and environmental factors remains
controversial.
Objective: This research intends to identify, within our population sample, the
association patterns of the different dental anomalies, which could constitute a starting
point for research into a possible genetic etiology.
Material and method: We have reviewed the medical records of patients in three
232
RESUMEN
We calculated the dental age, identified the presence of dental anomalies, and looked
for any associative patterns in this sample.
Results: 35,5% of the sampled patients presented at least one dental anomaly. The
developmental dental disturbances with the highest prevalence were the hypodontia of
upper lateral incisors and the palatal impaction of upper canines.
10,4% of patients presented two or more anomalies. Five groups have been identified in
the analysis of the associative patterns of dental anomalies, the first three accounting
for 69% of the patients in the sample with developmental dental disturbances.
Conclusion: The data provided by our research has improved the available scientific
knowledge of dental anomalies prevalence and their associative patterns, as the first
step for further research into its possible genetic etiology.
233
ANEXOS
ANEXOS
Edad (años) en la consecución de los estadios de formación corono-radicular de los incisivos permanentes.
237
ANEXOS
Edad en la consecución de los estadios de formación corono-radicular de los dientes permanentes mandibulares.
GRADO C P1 P2 M1 M2 M3
x dt x dt x dt x dt x dt x dt
MUJERES
C i 0,5 0,12 1,7 0,24 2,9 0,35 0,1 0,05 3,5 0,41 9,6 1,00
C co 0,7 0,15 2,2 0,28 3,5 0,40 0,2 0,09 3,8 0,43 10,1 1,05
C oc 1,2 0,18 2,9 0,35 4,1 0,47 0,7 0,14 4,3 0,49 10,7 1,11
Cr ½ 1,9 0,25 3,5 0,41 4,7 0,53 1,0 0,17 4,8 0,54 11,3 1,17
Cr ¾ 2,9 0,35 4,2 0,49 5,3 0,59 1,4 0,20 5,4 0,59 11,7 1,2
Cr c 3,9 0,54 5,0 0,56 6,2 0,66 2,2 0,28 6,2 0,68 12,3 1,27
R i 4,7 0,52 5,7 0,63 6,7 0,73 2,6 0,32 7,0 0,75 12,9 1,32
Rcl ! ! ! ! ! ! 3,5 0,41 7,8 0,83 13,5 1,39
R ¼ 5,3 0,57 6,5 0,69 7,5 0,79 4,6 0,52 9,1 0,96 14,9 1,53
R ½ 7,1 0,75 8,1 0,86 8,7 0,92 5,1 0,57 9,8 1.01 15,8 1,62
R ¾ 8,3 0,88 8,8 0,97 10 1.05 5,5 0,60 10,5 1.09 16,4 1.67
R c 8,8 0,93 9,9 1,03 10,6 1,12 5,9 0,63 11.00 1,13 17,0 1,71
A ½ 9,9 1,03 11,0 1,15 12,0 1,24 6,5 0,71 12,0 1,23 18 1,82
A c 11,3 1,18 12,1 1,26 13,6 1,40 8,0 0,85 13,8 1,43 20,1 2,01
HOMBRESS
C i 0,5 0,11 1,8 0,24 3,00 0,37 0 0,09 3,7 0,42 9,2 0,98
C co 0,8 0,15 2,3 0,31 3,5 0,42 0,2 0,11 4 0,44 9,7 1,01
C oc 1,2 0,19 2,9 0,36 4,2 0,48 0,5 0,11 4,8 0,52 10,3 1,07
Cr ½ 2,1 0,27 3,6 0,43 4,7 0,53 1,0 0,17 5,1 0,56 10,9 1,14
Cr ¾ 2,9 0,35 4,4 0,52 5,3 0,59 1,5 0,21 5,7 0,61 11,6 1,20
Cr c 4,0 0,46 5,2 0,58 6,2 0,69 2,1 0,29 6,5 0,69 12,0 1,24
R i 4,8 0,55 5,8 0,64 0,69 0,74 2,7 0,34 7,1 0,76 12,7 1,32
Rcl ! ! ! ! ! ! 3,5 0,41 8,1 0,84 13,6 1,41
R ¼ 5,7 0,63 6,8 0,74 7,8 0,83 4,7 0,53 9,3 0,98 146 1,50
R ½ 8 0,86 8,5 0,91 9,4 0,99 5,1 0,57 10,1 1,04 15,1 1,54
R ¾ 9,6 1,00 9,9 1,04 10,8 1,13 5,4 0,61 10,8 1,12 15,9 1,62
R c 10,2 1,06 10,3 1,09 11,5 1,21 5,8 0,64 11,3 1,16 16,3 1,67
A ½ 11,8 1,23 11,9 1,24 12,7 1,30 6,9 0,75 12,2 1,25 17,6 1,79
A c 13,0 1,35 13,3 1,38 14,2 1,46 8,5 0,91 14,2 1,46 19,2 1,95
238
ANEXOS
DIENTES DIENTES
UNIRRADICULARES DEFINICIONES MULTIRRADICULARES
1 Formación cuspídea inicial: la amelogénesis comienza 1
en las vértices cuspídeas.
2 Coalescencia cuspídea: los centros de mineralización se fusionan, 2
pero los bordes no son completamente radioopacos.
3 Contorno cuspídeo completo: el contorno de la corona 3
del diente está mineralizado.
4 Corona formada ½: la amelogénesis ha alcanzado la mitad de la 4
corona, determinado por la morfología de la porción radioopaca.
5 Corona completa ½. 5
6 Corona completa: morfológicamente, toda la corona está 6
mineralizada, pero la formación radicular no ha comenzado.
7 Formación radicular inicial: existe indicio de radioopacidad 7
radicular bajo el contorno de la corona.
--- Formación inicial de la furca: la mineralización es evidente 8
en el área interradicular.
8 Longitud radicular ¼: la morfología radiológica de la raíz es 9
¼ del tamaño total pronosticado.
9 Longitud radicular completa ½. 10
10 Longitud radicular completa ¾. 11
11 Longitud radicular completa. 12
12 Ápice medio cerrado: los bordes laterales del ápice radicular son 13
convexos en lugar de ahusados, como previamente.
13 Cierre apical completo: el tamaño del foramen apical se ha 14
reducido a su tamaño maduro.
239