Squiggle Game de Winnicott

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Squiggle Game (Juego de Garabatos),

una técnica de Donald Winnicott


Por
Dimas Villarreal
-
09/09/2013

El “Squiggle Game” o mejor conocido en español como “El Juego del


Garabato” fue utilizado por Donald Woods Winnicott en su consulta para
favorecer el contacto y la comunicación terapéutica, preferentemente con
niños, pero también se puede utilizar con adultos.

Vale la pena mencionar que Winnicott crea y desarrolla esta técnica, de


modo equivalente al método de asociación libre, descrito por el padre del
psicoanálisis Sigmund Freud a sus pacientes en la terapia psicoanalítica,
después de abandonar las técnicas hipnóticas. Donald empieza a
desarrollar esta técnica en los años cincuenta cuando realiza uno de sus
más importantes trabajos: “Los objetos y fenómenos transicionales”,
donde implementa el concepto de espacio transicional, porque considera
que la consulta terapéutica se da en una zona que no es ni externa, ni
interna. Entonces, se trata de una zona potencial de desarrollo o tercera
zona que tiene la capacidad para la creatividad y sobre todo la
espontaneidad.

D. W. Winnicott:

ES EN EL JUEGO Y SÓLO EN EL
JUEGO QUE EL NIÑO O EL ADULTO
COMO INDIVIDUOS SON CAPACES DE
SER CREATIVOS Y DE USAR LA
TOTALIDAD DE SU PERSONALIDAD Y
SÓLO AL SER CREATIVO EL
INDIVIDUO SE DESCUBRE A SÍ
MISMO.
Para continuar me parece fundamental repasar algunos conceptos
winnicottianos como:

Espacio transicional: es una zona intermedia o neutral entre la


subjetividad y la objetividad, necesaria para el inicio de una relación entre
el bebé y el mundo exterior y se da gracias a una madre suficientemente
buena. En esta zona se dan los fenómenos u objetos transicionales.

Objeto transicional: es la primera posesión descrita por Winnicott “no-


yo”del bebé. El objeto transicional representa el pecho materno, o el
objeto de la primera relación. Porque el objeto transicional puede cobrar
más importancia que la madre, pero a su vez la incluye.

Fenómenos transicionales: son el conjunto de conductas y


circunstancias que rodean al objeto transicional (acariciar el pecho,
salivar o balbucear).

El objeto transicional es un precursor simbólico, el uso de este objeto es lo


que permite la transición de lo subjetivo a lo objetivo, dando paso a los
procesos de diferenciación y semejanzaS. Después no habrá un objeto
como tal, pero queda esa zona intermedia, y es allí donde se da el juego, la
creatividad, el aprendizaje, el arte, la cultura y la religión.

Algunos autores plantean que es en esta zona intermedia o espacio


transicional donde se puede ubicar al psicoanálisis y también al
psicodrama.

Entonces retomando el tema el “Squiggle Game”, se utiliza


preferiblemente en la consulta que consiste en una o varias entrevistas, se
hace de forma transferencial y terapéutica, donde se utiliza la capacidad
de creer (en el terapeuta/psicólogo) del paciente. Partiendo de esto, al
trabajar con el “self” (sí mismo) se influye en la totalidad del niño o
adolescente.

Ejemplo número: 1, publicado en el artículo: El Juego del Garabato (de


Winnicott)
El sentido del juego para Winnicott está en conocer los límites del espacio
transicional, con lo que también se le puede dar un componente
diagnóstico, donde se puede conocer el grado de rigidez o flexibilidad de
las defensas.

Recordemos que este autor planteaba que su proceso terapéutico se


adaptaba a las necesidades del paciente, como la madre se adaptaba a las
de su hijo. Además, él consideró al “Squiggle Game” como diagnóstico y a
su vez terapéutico por razones técnicas y por la necesidad del paciente.

¿Por qué la necesidad del paciente y por qué en una o más entrevistas?
Sencillo, Winnicot desarrolló su consulta terapéutica en el Hospital
Paddington Green Children’s al cual llamaba “Psychiatric Snack Bar
(cafetería psiquiátrica)”, con el fin de aprovechar la primera entrevista o
entrevistas, porque para algunos de sus pacientes por diversas situaciones
no era recomendable un tratamiento psicoanalítico.

Winnicott afirma que las personas que vienen a nuestra consulta esperan
algo más que un diagnóstico, quiere ser ayudado, por lo menos en algún
aspecto puntual de su dificultad o conflicto, y desea que el encuentro
produzca un cambio favorable en él. Entonces dice que, cuando se trata de
un niño, la hipótesis plantea que si él “… se halla atrapado en un punto de
su desarrollo emocional, la entrevista tiene como efecto una liberación de
las ataduras y un paso adelante en el proceso del desarrollo”.[1]

Es importante conocer que Winnicott sólo aplica este tipo de tratamiento


si el niño se encuentra en una “familia en funcionamiento o al menos una
situación familiar” (estructura que implica grados de interdependencia y
permanencia entre los miembros de un grupo que convive con uno o más
niños de modo que sea confiable para que el niño pueda sacar provecho).
“La mayoría de los padres comete errores y al tratar de enmendarlos,
suele ser suficiente, argumenta el teórico”.

En su artículo titulado “El juego del garabato”, expresa: “Al realizar esta
tarea, que yo llamo consulta terapéutica, con un niño (o con un adulto, lo
mismo da), es preciso ser capaz de usar con provecho el limitado tiempo
disponible, y tener listas las técnicas, por flexibles que ellas sean. Hay que
dar por sentado que en muchos de estos casos, lo que no se logra en la
consulta no se logrará en ningún otro lado. La primera consulta puede
repetirse, pero si el niño tiene que ver al consultor varias veces, se vuelve
indispensable el trabajo en equipo dentro de una institución, y es muy
posible que deba derivarse al niño para un tratamiento psicoterapéutico
prolongado.”[2]

Artículo relacionado: Una nueva mutación genética estaría relacionada tanto a


los patrones inusuales de sueño como a la depresión estacional

Podemos mencionar que el “Squiggle Game” es una técnica gráfica sin


reglas (porque Winnicott se opone a formalizar la técnica ante el riesgo de
perder su espontaneidad, dinamismo e interactividad) en la que el
terapeuta y el paciente alternativamente realizan sus garabatos, que son
transformados por el otro miembro del juego.

El terapeuta le dice al niño que van a jugar a un juego que a él le gusta,


escoge unas hojas del escritorio o mesita que está entre él y el niño y rasga
una sin darle mucha importancia, brindándole al niño la impresión de
libertad en el juego. Luego toma una hoja y le dice este juego no tiene
reglas, simplemente tomo el papel y hago esto, se cierran los ojos y se
hace un primer garabato, después se invita al niño a decir qué le parece o
también se le dice que puede convertirlo en algo; luego se lo invita a hacer
lo mismo y el terapeuta ve si puede hacer algo con lo del niño.

A partir de esta premisa o consigna se establece una relación de igualdad


entre el niño y el terapeuta sobre la creatividad y la flexibilidad, ya que se
mostraba dispuesto a jugar o realizar alguna actividad placentera para el
niño.

Recordemos que el juego es uno de los modos de acceso al inconsciente,


mientras lo pueden acompañar la palabra, el chiste, los dibujos y los
gestos.

Winnicott se encontró que algunos preadolescentes o adolescentes


trataban de jugar a cruz y cero, pero durante la sesión o sesiones se
amoldaban al “Squiggle Game”.

En muchas ocasiones, durante una sesión se pueden tener varias hojas


con garabatos y su significación se va haciendo cada vez más profunda, y
el niño la siente como parte de una comunicación importante.

Durante el recorrido, se acelera el proceso de la transferencia y los objetos


subjetivos del individuo se plasman en la hoja o papel.

Con adultos es importante mencionarles que no se trata de un tipo de test,


sino sencillamente de un espacio compartido donde se pueden plasmar
las imágenes mentales y representaciones de la psiquis. En este espacio se
pueden desarrollar los requisitos para una relación, un vínculo emocional
donde se han representado elementos muy íntimos que empezarán a
cobrar significación en el encuadre y trabajo terapéuticos.

Usos del “Squiggle Game”:

 Es una técnica importante para el trabajo con niños y


adolescentes.

 Además puede ser un preludio para la terapia más profunda.

 Durante la entrevista se puede dar una movilización de las fallas


del desarrollo emocional del niño.

 Puede tener como objetivo que el paciente comunique a través de


los juegos su conflicto.

 El juego permite encontrar el self del paciente. Es un encuentro


que se da por las significaciones que ofrece el paciente y son
interpretadas por el terapeuta.
Ejemplo número: 2, publicado en el artículo: El Juego del Garabato (de
Winnicott)

EN LO FUNDAMENTAL INTERPRETO
PARA QUE EL PACIENTE CONOZCA
LOS LÍMITES DE MI COMPRENSIÓN[3]
La interpretación, no deja de ser un “Squiggle” (garabato), que requiere
para su construcción de la participación de ambos protagonistas
(terapeuta y paciente).

Entonces, durante el “Juego del Garabato” (el proceso de asociación libre


que se desarrolla en el relato que se realiza sobre los dibujos) puede
desarrollarse una transferencia particular y es donde se permite o facilita
la comunicación de la problemática inconsciente que aqueja al paciente.
Esta transferencia se apoya sobre la confianza, facilita el proceso de
reconocimiento del modo de falla ocurrida durante el desarrollo
emocional del niño, brindándole al garabato un carácter terapéutico,
teniendo como sostén al terapeuta en esta particular transferencia
regresiva.

Es importante tener en cuenta que el terapeuta no debe abandonar su


identidad terapéutica, aunque para jugar lo hace con su verdadero self,
mientras que simultáneamente, no es necesario que deba abandonar sus
identificaciones. Porque estas mismas identificaciones serán las que le
ayudaran a conocer al individuo, además de permitirle, sin dejar de ser el
mismo, identificarse con el paciente.

Con esto último podemos decir que es de suma importancia que el


terapeuta que aplica la técnica esté en un proceso de formación
psicoterapéutica o ya tenga la formación propiamente dicha.

Cuando el terapeuta no está preparado para el juego, puede utilizar las


reglas proyectivas ante un inconsciente que se muestra, pero recordemos
que puede ser una lectura defensiva de protección del propio terapeuta
para no mostrar su propio self en el juego y es uno de los bloques de la
transferencia.

Bibliografía

[1] Winnicott, D. W. (1993). “Clínica Psicoanalítica Infantil”. Bs. As.,


Paidós, p. 13.
[2] Winnicott, Donald: Exploraciones psicoanalíticas II, Paidós, Buenos
Aires, 1991, p. 25.

[3] Winnicott; Donald (1971): Realidad y Juego. Gedisa, Barcelona, pág.


118.

Además les recomiendo leer el artículo:

El Juego del Garabato (de Winnicott)

(Amalgama de dos artículos: uno inédito, escrito en 1964, y el otro


publicado en 1968) publicado en Voices: The Art and Science of
Psychotherapy, vol. 4, Nº1 (1968).

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