Datos Generales de Honduras

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Datos Generales de Honduras

Geografía

Honduras es un país de América, que tiene ubicación en la parte centro-


norte de América Central, entre Nicaragua, Guatemala, El Salvador, limita al
norte con él mar caribe y al sur con el océano pacifico.

Capital: Tegucigalpa
Símbolos patrios:

Himno:

Guacamayo rojo , venado cola blanca

Bandera: Azul turquesa Las franjas azules representan el cielo hondureño, los
océanos Atlántico y Pacifico que bañan las costas del territorio nacional. Además
simboliza la justicia, la lealtad, la fraternidad, la fortaleza, la dulzura, el valor, el
amor fraternal y los generosos ideales que unen a los hondureños.
Las cinco estrellas azules simbolizan los cinco países que formaron la antigua
Federación Centroamericana y el ideal de la unión de Centroamérica.
La franja blanca significa la pureza, la integridad, la fe, la obediencia, la paz, la
firmeza, la vigilancia, la bondad y la nación.

El Escudo posee una forma ovalada, con el interior compuesto por:

 Una pirámide, formando un triángulo equilátero (tres lados iguales), que


simboliza la igualdad de todos los hondureños ante la ley.
 Dos castillos, que simbolizan los baluartes desde donde los antepasados
aborígenes defendieron la soberanía nacional.
 Un volcán -situado entre los castillos- en recuerdo de que el país
perteneció al pequeño grupo de los cinco volcanes que en otros escudos
centroamericanos aún simbolizan las cinco provincias de la que una vez
fuera la República Federal de Centro América y que figuraron en la base
del triángulo equilátero del Escudo Federal.
 Un arco iris -por encima de los castillos- que simboliza la paz, la unión
de la familia hondureña y la elevación de ideales.
 Un sol naciente -debajo del arco iris- que simboliza la libertad, el amor a
la patria y la esperanza, virtudes por las cuales vivió y murió el cacique
Lempira a manos de los conquistadores.
 Agua -debajo de la pirámide- que representa a los océanos Atlántico y
Pacífico, los cuales simbolizan la ruta que siguió Cristóbal Colón para
llegar a esta tierra en 1502.
El óvalo del Escudo posee escrita, en letras doradas, la leyenda “República de
Honduras, libre, soberana e independiente. 15 de septiembre de 1821” en
alusión a la fecha en la cual Honduras se independizó de España.

Por encima del Escudo se encuentra una aljaba llena de flechas, que simboliza
a la población indígena del país, la vida guerrera de los indios y el recuerdo del
cacique Lempira. A ambos lados de la aljaba se encuentran dos cuernos de la
abundancia con flores y frutas -unidos por un lazo y sujetos a la aljaba- como
símbolo de la riqueza vegetal de Honduras.

A cada lado del Escudo se encuentran tres árboles (de roble a la derecha y
pino, el árbol nacional, a la izquierda), que significan los recursos naturales del
país.

En la base del Escudo se encuentra una cordillera de montañas, que significa


que el territorio es montañoso con una gran variedad de climas. Además,
presenta minas y herramientas de mineros, que son indicio de la riqueza
hondureña en oro y plata.

Presidente: Juan Orlando Hernández Alvarado Su primer periodo de mandato comenzó


el 27 de enero de 2014 y finalizó el 27 de enero de 2018, fecha en que inició su segundo
período, que concluirá el 27 de enero de 2022.

Honduras se define como un Estado de Derecho, Soberano constituido como


República libre, democrática e independiente. Su forma de Gobierno es
republicana, democrática y representativa, al mando se ejerce por tres
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Independencia

El 15 de septiembre de 1821 se firma el acta de independencia de Centro


América respecto a México que se proclama en 1823, es en 1838 cuando
Honduras se independiza de Centro América y se inicia el proceso de
integración definitivo que da lugar a la Honduras contemporánea.

Economía

Honduras es una república democrática constitucional con una población


aproximada de 8 millones de habitantes. El PIB anual de Honduras es de
17.366 millones USD en 2011.

Honduras es uno de los principales productores de Banano, Café y Palma


Africana en la región. Su principal sector económico es el de agricultura,
seguido por la minería.

Comida:

Las baleadas hondureñas son, con mucho, el alimento


Baleadas:
número uno que no puedes dejar en Honduras sin intentarlo. Las
baleadas son las favoritas clásicas que nunca envejecen, y te harán
rogar por más. Se componen de frijoles refritos ,mantequilla (crema
agria al estilo hondureño), queso, aguacate, huevos revueltos y, en
algunas ocasiones, chorizo o bistec, todo ello en tortillas de harina
hechas a mano.
Los tamales hondureños, también conocidos como nacatamales , se
componen de una masa hecha de maíz y se rellenan con pollo, cerdo o
frijoles. Son moldeadas y envueltas en hojas de plátano. En Honduras,
no hay Navidad sin nacatamales auténticos , pero también son buenos
para cualquier hora o comida del día, uno de los alimentos hondureños
más tradicionales.
plato típico en Honduras abarca prácticamente todos los alimentos
que se cultivan localmente en el área. El desayuno típico consiste en un
huevo frito, frijoles refritos, tortillas de maíz, queso y plátanos fritos,
además de un vaso de jugo de naranja y una taza de café al lado.
Choripan es esencialmente, como su propio nombre lo
describe, pan (pan, generalmente baguette) con un chorizo en
medio. Es popular en países sudamericanos como Argentina,
Brasil, Uruguay y Chile. Los choripanes se rellenan
principalmente con salsa chimichurri , una salsa hecha de
cilantro, perejil y orégano.
Para el almuerzo o la cena, el plato típico se compone de
carne, chorizo, frijoles refritos, arroz, aguacate, queso, pico de
gallo, mantequilla, tortillas de maíz y plátanos fritos.
La horchata es una bebida muy popular en varios países de
América Latina, y cada país tiene su forma única de
prepararla. En Honduras, sin embargo, la horchata está hecha
de arroz molido y muchas especias, como la canela, la nuez
moscada y la vainilla. Se sirve mejor sobre hielo y se disfruta
durante todo el año.
es atol de elote, una bebida de maíz endulzada, espesa y
purificada rematada con canela y vainilla.
Frijoles rojos refritos, queso y, a veces, incluso chorizo servido
con chips de tortillafrescos se colocan en un horno hecho de
arcilla. El queso se derrite y los frijoles hierven, lo que hace que
el dip sea perfecto y el mejor entrante.
La semita o semita de yema es un pan dulce que vuelve locos
a los hondureños, y la rosquilla es una galleta de maíz
ligeramente sabrosa con forma de rosquilla.
Catrachas , o en otras palabras, "hondureños" (ya que la
palabra catracho es otra forma de identificar a alguien de
herencia hondureña) es una combinación auténtica de sabores
hondureños básicos.Se preparan fácilmente y, básicamente,
están al alcance de todos. Todo lo que necesitas para
preparar catrachas son tortillas crujientes, frijoles refritos
y queso fresco . A veces, las catrachas se rematan con
aguacate o salsa roja para agregar sabor y especias.
Por último, pero no menos importante, el arroz con leche ,
también conocido como pudín de arroz , es un postre clásico en
todo el mundo. Sin embargo, en Honduras, a menudo se prepara
en una cazuela gigante y está pensado para ser disfrutado por
una gran multitud, familiares, amigos o simplemente miembros
de la comunidad. Cubierto con canela y clavos de olor, este
postre es un favorito que nunca envejecerá.
Historia de la IASD en honduras:

Elizabeth siendo la hija mayor del gobernador Elwin, residentes en


Roatán, Islas de la Bahía, Honduras. Fue enviada por su padre a estudiar a
Belice, con el propósito que al regresar a casa fuera la maestra de sus otros
hermanos. Pero Elizabeth tenía otros planes y a su regreso se enamoró del
Capitán Carlos Willats, con quien se casaría más tarde.

Después de una breve luna de miel, su esposo regresó a su antiguo oficio


como lobo del mar. A los Willats les nacieron 3 hijos: “Alicia, Uwin y Carlos”.
Como el oficio del señor Willats lo mantenían fuera de casa, Elizabeth se veía
con la dificultad de criar sola a sus hijos.

Un día Carlitos se enfermó gravemente, Elizabeth lo cuidó toda la noche


sin embargo, murió al amanecer. Su padre se encontraba en alguna parte
entre Inglaterra e Islas de la Bahía. Pero, al amanecer de ese mismo día,
Elizabeth pudo divisar que un barco se acerca a la Isla, era el barco de su
esposo. Pero algo había pasado, ya que el barco traía la bandera a media
asta, alguien había fallecido. Elizabeth recibió la noticia que el fallecido era
su esposo. Al día siguiente, padre e hijo fueron enterrados juntos. Tiempo
después el carpintero francés Tomás Gauterau, se enamoró de Elizabeth y
le propuso matrimonio. De esa manera Elizabeth Elwin de Willats se convirtió
en Elizabeth Elwin de Gauterau, tía abuela del pastor Perry Elwin. Después
de su boda, los Gauterau se mudaron a Nueva York y más tarde se
establecieron en San Francisco, California.
Una vecina de los Gauterau, la señora Able, invitó a Elizabeth a un
Campestre Adventista. Allí aceptó a Cristo y se hizo Adventista del Séptimo
Día. En 1887 Elizabeth ansiosa de compartir su nueva fe, empacó un baúl
con libros y revistas y regresó a las Islas de la Bahía, Honduras. En poco
tiempo logró compartir su fe con una docena de isleños.

Elizabeth Gauterau

La llegada de los Hutchins

Para cuando L. C. Chadwick, presidente de la Asociación Internacional de


Literatura visitó las islas en 1891, habían unas 20 personas listas para ser
bautizadas. En ese mismo año llegó el pastor Francisco J. Hutchins con su
esposa Cora, y establecieron su centro de trabajo en la isla de Roatán,
Honduras.

En los años que siguieron los Hutchins regaron cientos de hojas de


literatura a lo largo de la costa, desde Belice hasta Colón. Muy pronto otros
aceptaron el mensaje de la verdad presente en las islas de Utila y Guanaja.
El crecimiento del mensaje adventista fue tan rápido que un edificio que se
había comenzado a construir para una iglesia de la comunidad en Guanaja
(Bannaca), terminó como una iglesia Adventista del Séptimo Día, ya que casi
la totalidad de la población aceptó la verdad presente mientras se construía.

Cuando el pastor Hutchins organizó la iglesia Adventista en Guanaja en


1892 la feligresía de la iglesia en ese entonces era de 25 miembros, aunque
unas 60 personas asistían a la Escuela Sabática. Esta fue la primera iglesia
que se organizó en todo el territorio que hoy compone la División
Interamericana.

Francisco y Cora Hutchins

Primer campestre Centroamericano

El primer campestre se llevó a cabo en el pueblo de Coxen Hole, en la isla


de Roatán, entre el 5 y 15 de marzo del año 1908.

Algunos creyentes hicieron la solicitud para que alguien de la Asociación


General visitara el campo. La respuesta a esta petición fue positiva. El pastor
William A. Spicer, ex presidente de la Asociación General pero para ese
entonces fungía como secretarios de la Asociación General, fue comisionado
para atender dicha solicitud. Esto implicaría hacer un largo viaje. Los
creyentes urgieron la solicitud aduciendo que durante los 18 años en las
cuales su trabajo había estado creciendo, nunca habían recibido la visita de
un representante de la Asociación General.

El campestre fue excelente, estuvo bien representado, 150 personas se


hicieron presentes. Los creyentes llegaron en pequeñas embarcaciones
desde Belice, la costa de Honduras y las islas de Utila, Roatán y Guanaja.

Se tomaron importantes decisiones para el avance de la Obra. El pastor


U. Bender, presidente de la Unión de Indias Occidentales, no pudo estar
presente ya que tuvo problemas con su conexión de barcos.

La primera Asociación Centroamericana

En ese mismo campestre de 1908 después de bastante discusión y con


profundo interés en el campo misionero, se decidió organizar la Asociación
Centroamericana. Cuando fue aceptada la moción de organizar la
Asociación, la congregación se levantó y comenzó a cantar con renovado
entusiasmo: “A Dios el Padre Celestial.”

El territorio abarcaba Honduras, las Islas de la Bahía, Belice, Guatemala


y el Salvador. La población total era de aproximadamente 3 millones y medio
de habitantes, de los cuales unos 50 mil eran de habla inglesa. El resto era
de habla hispana.

Esa fue la primera vez en que se habían reunidos los representantes de


todo el campo centroamericano, y ese primer campestre y esa primera sesión
de Asociación, marcaría otra etapa en el desarrollo y fortalecimiento de la
obra en Centroamérica. Se votó que el próximo campestre se llevaría a cabo
en la ciudad de Belice.

Los siguientes fueron elegidos como oficiales:

Presidente: E. L. Cardey

Secretaria y Tesorera: Sra. E. T. Nowlen

Comité Ejecutivo: E. L. Cardey, C. A. Nowlen (Belice), C. E. Morgan


(La Ceiba), David Haylock (Guanaja), C. Jones (Roatán).

Secretario de Educación: J. G. Smalley

Secretaria de Escuela Sabática y Trabajo Juvenil: Srita. Ida Shirley.

Asistente e Escuela Sabática y Trabajo Juvenil: Srita. Alma Osgood.

El hermano J. R. Green, uno de los primeros creyentes de Roatán, donó


una casa grande que tenía en el campo. Esta casa sería trasladada luego al
pueblo y serviría de lugar de reunión y casa pastoral. Un lote de terreno
donde ubicar la casa fue ofrecido por otro creyente a un muy bajo costo. Se
hizo una recolecta entre los asistentes durante una de las sesiones de la
noche y el lote fue adquirido inmediatamente.

La nueva Asociación tenía un campo misionero bastante grande y difícil.


La mayor parte del trabajo se había realizado en las Islas de la Bahía y en
Belice. También se habían bautizado algunos creyentes en la Ceiba y se
reportaban 3 creyentes adultos en el sector de Olanchito.

Los países de Guatemala y El Salvador todavía no tenían presencia


Adventista, así que se votó abrir la obra en Guatemala lo antes posible y si
las condiciones fueran favorables, las oficinas de la nueva Asociación debían
establecerse en Guatemala, el país más poblado de todas las repúblicas
centroamericanas.

Entre los misioneros estadunidenses que asistieron al campestre estaban


los esposos C. A. Nowlen, quienes llegaron desde Belice. También estuvo
presente el hermano C. E. Morgan y su esposa de California; el hermano
Morgan colportaba en la costa de Honduras. El hermano J. G. Smalley, había
venido desde Michigan hacía cinco años atrás y trabajaba como maestro en
French Harbor, Roatán.

El hermano Frank y George Carey, de California, estaban en Guanaja,


trabajando en la escuela, colportando y haciendo trabajos de agricultura. La
hermana Shirley, de California, quien se encontraba enseñando en Utila, fue
transferida a la isla de Guanaja, donde había muchos jóvenes ansiosos por
ser educados. De la Ceiba, asistió el hermano Hipólito Moncada padre del
pastor Daniel Moncada, abogado y uno de los primeros hispanos de
Honduras en aceptar la verdad.

La nueva Asociación centroamericana era la más pequeña de todas en el


mundo ya tenía alrededor de trescientos miembros.

Una vez terminado el congreso el Pastor Cardey y el hermano Nowlen


regresaron a Belice y un mes más tarde fueron a Guatemala para buscar un
lugar que fuera apto para poner las oficinas de la nueva Asociación. Durante
ese mes de abril de 1908 mientras ellos estaban en Guatemala, la pequeña
Majorie, hija del hermano Nowlen murió de malaria en Belice. A su regreso a
casa, ellos reportaron que “un nuevo país abría las puertas al evangelio: La
República de Guatemala”. Habían logrado hacer un contrato para alquilar dos
casas que estaban ubicadas en la Villa Blanca, W. Hipódromo, Ciudad de
Guatemala, Guatemala.

La primera División de la Asociación

En 1913 Guatemala y El Salvador se separaron de la Asociación


Centroamericana y se formó lo que se conocería como la Misión de
Guatemala, con J. B. Stuyvesant como presidente. En mayo de 1914 se llevó
a cabo una reunión del comité de la Unión Asociación de Indias Occidentales.
Allí se consideraron cuidadosamente las necesidades de los campos. Los
dirigentes de la Unión, eran de la opinión que el territorio era demasiado
grande para un solo hombre. Así que le pidieron a la Asociación General que
se hiciera cargo de tomar la Asociación Centroamericana, la Misión de
Guatemala, Cuba, Haití, y Puerto Rico. Después de la debida consideración,
esta solicitud fue aprobada.

Octavo campestre Centroamericano

El octavo campestre centroamericano se llevó a cabo en la Ceiba,


Honduras, del 21 al 30 de mayo del año 1915. Al menos 100 miembros
estuvieron presentes. La mayoría eran de habla inglesa; pero había un
pequeño grupo de creyentes de habla hispana. Todas las sesiones de
negocios fueron conducidos en los dos idiomas.

Como el mensaje adventista se había difundido principalmente entre las


personas de habla inglesa en las Islas de la Bahía y Belice; y como los
obreros habían sido mayormente de habla inglesa también, y muy poco se
había trabajado entre las personas de habla hispana, siendo ésta una
población del 96%. La hermandad sentía que tenían que trazarse planes
definitivos en esa reunión para alcanzar con el mensaje de la verdad presente
a la población hispana. Con este objetivo la siguiente recomendación fue
votada unánimemente y con gran entusiasmo:

“Siendo que el idioma español es el más hablado en la mayor parte de


nuestro campo; es necesario que el hombre encargado de dirigirlo, tenga la
habilidad de hablar este idioma, en vista de esto recomendamos, que el
presidente del campo organice su trabajo de tal manera que pueda dedicar
por lo menos la mitad de su tiempo a estudiar el idioma español durante los
próximos doce meses”.

“Siendo que la falta de comunicación y transporte entre las regiones norte


y sur de la República de Honduras hacen prácticamente imposible el trabajo
en la región sur desde el norte. Recomendamos que toda la región de
Honduras que se encuentra al sur de las cinco provincias del norte sean
separadas de la Asociación Centroamericana, para formar una Misión por sí
sola”.

“Nosotros también recomendamos que la Asociación Centroamericana


sea disuelta, y solicitamos a la Asociación General organizarla en dos
Misiones sobre las mismas bases en que se encuentran México, Cuba y
Puerto Rico”.

Se acordó por lo tanto, para el interés general de la obra, la división del


campo de Honduras en dos campos. El campo del sur sería conocido como
Misión Sur de Honduras, y la parte norte que incluía las Islas de la Bahía y
Belice, sería conocida como Misión Norte de Honduras.

El pastor Isaac Baker quien era el presidente de la Asociación antes de la


división, fue reelegido para continuar como presidente de la Misión Norte de
Honduras. El pastor Henry Brown fue nombrado presidente de la Misión Sur
de Honduras.

También la Misión de Guatemala se dividió del Salvador y debido a


problemas de salud, el pastor Stuyvesant quien fungía como presidente de la
Misión de Guatemala, tuvo que retirarse del campo y el pastor B. W. Thuiber
lo reemplazó. El pastor John Brown fue nombrado presidente de El Salvador.

Al momento de la división de la Asociación Centroamericana, la


membrecía de la iglesia quedó conformada así en 1915: Honduras Norte 200
miembros; Honduras Sur 38; Guatemala 17; y El Salvador 40.

Una casa para la Asociación se había comenzado a construir a finales de


1914 en la Ceiba, y aunque no se habían terminado los trabajos de
construcción cuando se votó la creación de la nueva Misión Sur, se comenzó
a usar el edificio para las oficinas y la sociedad de revistas.

Los oficiales sugeridos para liderar la Misión Norte fueron:

Director: Isaac Baker

Comité de asesores: Isaac Baker, Dr. A. J. Hetherington, Christopher


Jones, S. J. Bennett, H. Moncada.

Secretaria de Escuela Sabática y Misioneros Voluntarios: Sra. Alma


O. Jones.

Al Comité de la Asociación General se le solicitó él envió de un secretario


y un tesorero para la Misión Norte. En agosto de ese año llegó al campo el
hermano Charles M. Paden, con su esposa y su bebé, para trabajar como
Secretario-Tesorero de la Misión y de la Agencia de revistas.

También se había votado en el campestre solicitar a la Asociación General


un colportor con la capacidad de instruir a otros en el trabajo del colportaje.
“Nos han prometido enviar a dos colportores, los cuales esperamos lleguen
en alguna fecha de enero de 1916” - decía el pastor Baker.

Nace la Unión Asociación

En 1918 y de acuerdo con la resolución votada en la reciente sesión de la


Asociación General, los representantes de las Misiones Latinoamericanas de
Norte y los de la Asociación del Caribe Occidental organizaron el campo en
una Unión Asociación, que fue conocida como la Unión Asociación
Latinoamericana del Norte. Después de aprobarse la constitución, los
siguientes oficiales fueron elegidos:

Presidente: Pr. E. W. Pabmele

Secretario, Tesorero y Auditor: Pr. C. E. Knight

Secretaria de Jóvenes Voluntarios y Escuela Sabática: Prof. W. B.


Miramontez

Agentes del campo misionero: J. A. P. Frejan y A. T. J. Cochran.

Los siguientes países integraron el territorio de esa Unión Asociación:


México, Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica,
Panamá (incluida la Zona del Canal), Colombia, Venezuela, Cuba, Haití,
Santo Domingo, Puerto Rico, Guadalupe y Martinica.

Al momento de su organización tenía nueve Misiones y una Asociación


fuerte. Algunos de las Misiones se consideraban muy cerca de llenar los
requisitos para organizarse en Asociaciones. De acuerdo al consejo del
comité de la Asociación General, se decidió ubicar las oficinas de esta Unión
Asociación en Nueva Orleans, ya que no había un lugar dentro el campo
mismo desde donde todos los campos pudieran ser alcanzados con mayor
rapidez. Los oficiales electos debían estar completamente listos para el
ejercicio de sus funciones el 1 de julio.

Organización oficial de la Misión Adventista de Honduras

A raíz de la sesión de la Asociación General de 1918 las Repúblicas de


Honduras y Honduras Británica (Belice), se organizaron como la Misión
Adventista de Honduras con una feligresía de 267 miembros.

En vista que desde 1915 la Misión Norte de Honduras tenía una oficina
en Belice y la Misión Sur tenía otra en la Ceiba, ahora con la nueva
organización del campo debían unificar la sede. El pastor E. W. Pabmele,
presidente de la Unión, creía que esa sede debía de ubicarse en San Pedro
Sula. Así que pasó dos semanas en San Pedro Sula tratando de encontrar
una propiedad adecuada para llevar la sede de la Misión para esa ciudad. De
esta manera, en San Pedro Sula se estableció la primera sede oficial para el
desarrollo de la obra Adventista en Honduras.

A principios de febrero de 1918 el pastor W. E. Lanier y su esposa habían


llegado de Estados Unidos para trabajar con la Misión Sur de Honduras que
tenía hasta ese momento su sede en la Ceiba. Cuando la sesión de la
Asociación General votó la organización oficial de la Misión Adventista de
Honduras, el pastor Lanier fue nombrado presidente y estuvo en ese cargo
hasta junio de 1923.

Belice se separa de Honduras


A finales de 1929 los líderes de la iglesia convocaron a una sesión en la
isla de Guanaja, ya que allí estaba organizada la iglesia más grande de la
Misión de Honduras. El pastor W. E. Baxter, presidente de la Unión
Centroamericana, y W. D. Kieser, Secretario de Obras Misioneras de la
Unión, estaban presentes y lideraron las instrucciones espirituales que fueron
apreciadas por todos.

El Sábado por la tarde fue un momento memorable de la reunión, cuando


los “antiguos padres” y pioneros del mensaje Adventista en las islas de la
Bahía relataron sus experiencias en los primeros años.

Ellos contaron de cómo el pastor y la hermana Hutchins habían llegado a


las islas y habían ganado el corazón de la gente con sus implacables
esfuerzos a favor de ellos. El “tío Dave” Haylock, quien había sido un gran
bebedor, sirvió después por muchos años como anciano de la iglesia. Richard
Wood y S. J. Bennett contaron acerca de sus muchas travesía en el barco
misionero “El Heraldo” y todavía recordaban los detalles de cómo se
manejaron ciertas velas durante algunas tormentas memorables que les tocó
enfrentar.

Stephen Haylock, Jarret Wood, y Eva K. Bodden junto con otros,


añadieron sus experiencias y la reunión finalizó con el himno “Fe de Santos”.
Todos los presentes fueron inspirados a permanecer más leales a este
mensaje y a pelear la buena batalla hasta que retorne el Maestro.

Como el trabajo entre la población hispana había crecido


considerablemente, y era muy difícil combinar el inglés con el español, el plan
de separar la obra inglesa de la hispana se consideró que era conveniente y
urgente. Por ello, se dispuso que para el 1 de enero de 1930 Belice y las Islas
de la Bahía formarían la Misión de Honduras Británica y su sede se
establecería en Belice. C. B. Sutton, quien había laborado por muchos años
en ese país caribeño, fue elegido como presidente de ese campo.

La sede de la Misión de Honduras se quedaría en San Pedro Sula y el


pastor E. J. Lorntz procedente de Iowa, quien había estado fungiendo como
presidente de la Misión de Honduras desde enero de 1925 continuó en su
cargo hasta que tuvo que regresar a Estados Unidos en febrero de 1931.

Con la partida del pastor Lorntz, El pastor A. V. Larson quien había estado
trabajando en Panamá, fue llamado para servir como presidente de la Misión
de Honduras, a partir de marzo de 1931.

Con el nacimiento de la Misión de Belice en 1930 la Unión


Centroamericana estaba formada por siete países: Guatemala, El Salvador,
Honduras, Belice, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. La población era de 6,
668,764 habitantes y había 3,735 miembros de iglesia en toda la Unión.
Para finales de 1930 en la Misión de Honduras había 15 iglesias
organizadas con 624 miembros.

Islas de la Bahía se separa de Belice

Cuando Belice se separó de la Misión de Honduras en 1930 tenía


solamente 56 miembros en todo el país. Pero con el trabajo tesonero que
realizó el pastor C. B. Sutton ya para 1937 Belice reportó la organización de
dos nuevas iglesias y la feligresía había crecido a 385 miembros. Esto sin
tomar en cuenta los 302 feligreses que vivían en las Islas de la Bahía.

Los hermanos beliceños ahora podían sostener la obra en su país.


Además, por alguna razón las oficinas de la Misión que se habían ubicado en
San Pedro Sula, fueron trasladadas de nuevo a la Ceiba alrededor del año
1936 esto facilitaba al menos dos cosas: Primero la cercanía al territorio
insular. Era más fácil atender la feligresía de las Islas de la Bahía desde la
Ceiba que desde Belice. Segundo no había fronteras. El gobierno de
Honduras había reclamado el territorio de las Islas de la Bahía al gobierno
británico y el 28 de noviembre del año 1859 el gobierno británico había
firmado un acuerdo en donde reconocía que las Islas de la Bahía eran parte
del territorio hondureño.

De esta manera las Islas de la Bahía fueron anexadas de nuevo a la Misión


de Honduras. El pastor Chester Westphal fungía como presidente de la
Misión en esa época.

Mudanza a Tegucigalpa

El lunes 27 de febrero del año 1949 poco antes del mediodía, un fuego
comenzó a consumir el edificio que estaba a la par de la iglesia Adventista.
Casi todos los hermanos se hicieron presentes para intentar detener el fuego
y que no fuera a dañar el edificio de la iglesia. Sin embargo, el fuego estaba
fuera de control. Para colmo de males, el viento soplaba en dirección a la
capilla. Un segundo fuego se inició en la casa que estaba en el otro costado
de la iglesia. Era imposible al hombre detener la bravura de la naturaleza.
Fue entonces cuando los hermanos decidieron orar a Dios para pedir su
ayuda. El Señor respondió inmediatamente las oraciones. El curso del viento
cambió y se volvió opuesta a la dirección de la iglesia.

El edificio en donde inició el fuego fue reducido a cenizas. La casa que


estaba al otro costado de la iglesia de quemó en su mayoría, pero el edificio
de la iglesia Adventista se mantuvo en pie, como un testimonio de la
misericordia y bondad de Dios. Más de 700 curiosos quedaron asombrados
por la forma como Dios había contestado las oraciones de los adventistas.
Las personas no dejaban de exclamar: “Dios está con los adventistas”.
Pocos años después de este incidente, entre 1953 y 1958 bajo la
administración del pastor R. E. Rieger, presidente de la Misión de Honduras
se tomó la decisión de trasladar de nuevo las oficinas de la Misión. Esta vez
se pensó en la capital del país. Para cuando el pastor Kenneth Fleck fue
llamado a presidir la Misión de Honduras en 1958 ya estaban ubicadas las
oficinas de la Misión en Tegucigalpa. El pastor Fleck fue el que solicitó al
gobierno de Honduras la primera personería jurídica de la iglesia.

Las oficinas de la Misión se ubicaron en algún lugar cercano al centro de


Tegucigalpa, para luego mudarse al barrio el Finlay. En 1979 el pastor Bert
Elkins, trasladó las oficinas de la Misión a Valle de Ángeles y allí
permanecieron hasta que en el año 2007 fueron traídas de nuevo a
Tegucigalpa.

Nacimiento de la Misión Islas de la Bahía

En 1988 ciento dos años después que Elizabeth Gauterau trajera el


mensaje adventista a Honduras, se reorganizó nuevamente la Misión de
Honduras, dando pasó al nacimiento de una nueva misión: “La Misión de las
Islas de la Bahía”.

Para aquel entonces, más del 40% de los ingresos de la Misión de


Honduras, provenían del sector de la Islas de la Bahía. Los administradores
y pastores del territorio continental estaban asustados, pensando que una
reorganización tal, podría dejarlos en la bancarrota. Cuando se fijó el
presupuesto para el territorio continental se necesitaban 47 mil dólares
mensuales para operar. Ese primer mes, recolectaron exactamente los 47 mil
dólares; sobrevivieron.

Con la restructuración del campo, nuevamente 2 misiones comenzaron a


trabajar en Honduras. La antigua Misión Adventista de Honduras, pasó a ser
la Misión Adventista de Honduras Continental.

Nacimiento de la Misión Noroccidental

Once años más tarde, la Misión de Honduras Continental sufriría una


nueva reorganización. Los planes estaban trazados, la ruta había sido
marcada, para enero de 1998 nació una nueva Misión experimental, que dos
años más tarde se oficializaría como la Misión de Honduras Noroccidental,
con sede en San Pedro Sula.

Al momento de la división oficial la Misión Continental tenía hasta el 30 de


junio de 1999 una membrecía de 74,321 personas, 435 Escuelas Sabáticas
organizadas, 226 Escuelas Sabáticas filiales, 12 escuelas primarias, 5
colegios secundarios y 118 obreros entre pastores, maestros,
administradores, etc.

Nacimiento de la Región Atlántica


El año 2003 fue un año de cambios muy significativos para la obra en
Centroamérica. La antigua Unión Centroamericana se dividió en tres
Uniones, una sede se estableció en Guatemala, la otra en Honduras y la
original quedó en Costa Rica. La nueva unión con sede en Honduras llegó a
ser conocida como la Unión Centroamericana Central y abarcaba los países
de Honduras y El Salvador. El pastor Alfredo Argueta fue nombrado
presidente, el pastor Abel Pacheco como secretario y el hermano Saúl Ortiz
como tesorero. El crecimiento de la iglesia adventista en Honduras ha sido
extraordinario, solo la mano de Dios puede permitir una obra de tal magnitud.
Las finanzas saludables de la Misión Noroccidental y su crecimiento
desbordante en la plantación de nuevas iglesias dieron un embarazo
prematuro.

3 años después de haberse oficializado como La Misión Noroccidental ya


se rumoraban de nuevo los vientos de cambio. La nueva Misión experimental
con sede en la Ceiba, iniciaría operaciones el primero de enero del año 2004.
Dos años más tarde esta Misión experimental tomó el estatus de Región.

Cambio de estatus de las hijas y nieta

Entre el 6 y 7 de agosto del año 2007 se llevó a cabo el congreso que dio
paso al primer cambio de estatus de una Misión a Asociación en Honduras.
La Misión Adventista de Honduras Noroccidental, pasó a ser “La Asociación
Noroccidental de Honduras de los Adventistas del Séptimo Día”.

El siguiente año 2008 la junta de la División Interamericana voto cambiar


el estatus de dos campos más, la Misión de las islas de la Bahía y la Región
Atlántica, quienes a partir del año 2009 pasaron a ser Asociaciones. Cabe
mencionar que la Región Atlántica nunca recibió el estatus de Misión. El
crecimiento en la feligresía y el buen manejo de las finanzas, fueron puntos
fuertes para que saltaran de Región a Asociación.

Nacimiento de la Región Suroriental

En el año 2008 se tomó otra decisión importante para el desarrollo de la


obra en Honduras. La Misión de Honduras Central, siendo madre de dos hijas
y una nieta, estaba de nuevo embarazada, la abuela iba a ser madre otra
vez. La nueva Región iniciaría operaciones a partir del 2 de enero del año
2009.

Cambio de estatus de la Misión madre

Después de una prolongada espera, producto del crecimiento en la


apertura de nuevos campos, la madre y abuela de todas las Misiones
modernas en Honduras está finalmente lista para ser Asociación.

Desde que se organizó la Misión de Honduras en 1918 la Misión ha tenido


25 presidentes. 18 de ellos fueron extranjeros que dejando su tierra y su
parentela se aventuraron por amor al Maestro a evangelizar Honduras. 7
presidentes nacionales, que de acuerdo al deseo de los pioneros: “obreros
locales debían ser preparados para hacerse cargo del avance de la obra, una
vez que ellos salieran del país”. Es interesante notar que en esta lista se
encuentran algunos presidentes que llegaron a servir a la iglesia mundial en
la Asociación General; entre ellos destacan los pastores Lanier, Beddoe,
Lorntz, Larson, Cleaves, Westphal, Nygaard, Jensen, Rieger, Fleck,
Folkenberg quien fue presidente de la Asociación General, Zacrikson entre
otros.

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