Lenguaje, Palabras y Dramaturgia
Lenguaje, Palabras y Dramaturgia
Lenguaje, Palabras y Dramaturgia
Lenguaje, palabras
y dramaturgia: un
cuento chino*
{Abstract} {Resumo}
Words are usually given a predominant role in theater Usualmente é outorgada à palavra um lugar dominante
performance and allowed to determine the staging no exercício teatral, o que lhe permite determinar a
of the dramatic setting. This article aims to rethink cena do espaço dramático. Este artigo propõe repensar
the role of words and the tension they create with the esse lugar da palavra e sua tensão com a encenação,
performance, perceiving them instead as a resource to com o fim de compreendê-la melhor como o recurso de
set the different ways of affecting the perception and uma fixação de formas de afetar a percepção e a expe-
experience that are liberated in their dramatization. riência que se libera em sua dramatização. Em suma,
In other words, it seeks to understand the words of a se busca compreender a palavra do texto dramático
dramatic text in their most basic paradox: as carriers em seu paradoxo de base: ela é portadora da imagem
of the image in the text but simultaneously as a com- no texto, mas, a sua vez, componente da imagem na
ponent of the image of the materialized play. obra materializada.
o alternas, superpuestas, lo que equivale a Por supuesto, trabajo con un concepto de dra-
descubrir, a revelar lo oculto o lo desconocido maturgia que remite a los orígenes etimoló-
que se esconde. gicos del término, es decir: la composición
o disposición de las acciones en el espacio
Siguiendo esta idea, la escritura es ante todo textual o escénico. Pero esto, que es un lugar
fijación; acto mediante el cual se fija en el común en los estudios literarios y teatrales,
papel una experiencia que por su propia na- genera otras implicaciones: porque si la es-
turaleza no es escrita sino sensorial, emo- critura es el lenguaje cifrado de la imagen,
cional, visual, olfativa y sonora, y que solo la estructura (gráfica y sonora) que contiene
como preservación y transmisión pasa a ser el estallido de las percepciones, entonces lo
escrita. Como es bien sabido, la poesía en poético no es la letra en sí, sino lo que escapa,
sus orígenes era cantada (y no solo la lírica lo que se desprende e ilumina un ángulo, una
sino también la épica, de donde surgen las relación o un sentido no previsto de lo real.
raíces narrativas del drama). De allí preserva Así, si digo: «La casa verde», en cada lec-
su musicalidad pero también lo que nos inte- tor u oyente (actor, director o espectador) se
resa: relatar es convertir en material visual y dispara su percepción de la figura de la casa
sonoro una experiencia personal o colectiva y el color, y si agrego: «está ardiendo», las
o de otros (visualizar esa experiencia) y, en llamas del fuego deben inflamar el imaginario
esa medida, la escritura es el soporte, la grafía del receptor como si fueran reales.
que atrapa y fija esa experiencia transmisi-
ble. Si lo pensamos así, el texto escrito es, He tratado de resumir en estas páginas lo que
desde luego, cárcel y preservación al mismo considero fundamental de mi trabajo en la en-
tiempo de la imagen (mental o escénica). Pero señanza y el teatro. Desde hace más de veinte
entonces el oficio de leer –y, sobre todo, de años imparto el Seminario de Dramaturgia en
re-presentar lo escrito– se vuelve un acto de la Facultad de Teatro de la Universidad de
liberación: liberación de las imágenes, ac- Artes en Cuba y paralelamente trabajo como
ciones y relaciones de los personajes hacia asesora y dramaturga en el Teatro Buendía,
nuevas percepciones y sentidos. Es lo que un grupo establecido en 1985 con alumnos
permite que de un mismo texto, con las mis- graduados de la Facultad, en el que los fun-
mas palabras, puedan derivarse dramaturgias dadores ya nos vamos haciendo viejos pero
y montajes diferentes.
fragmentos, zonas oscuras y destellos que re- y en Charenton un sótano del hospicio de
velan una identidad. locos como analogía de nuestro propio lugar
de trabajo. En todos los casos, solo a partir de
Apresar estos destellos, fragmentos y muta- ese espacio –concebido como un aleph don-
ciones, a veces fugaces o enigmáticos, sería de caben todos los tiempos y lugares– se va
el oficio que he elegido en el teatro, a caballo leyendo y re-escribiendo el texto inicial en
entre la palabra y la imagen, buscando la busca de una dramaturgia que narre desde
conversión de una en otra, aunque este oficio dentro, desde la evocación, la complicidad
de alquimista me obligue a una re-escritura o el rechazo.
continua de los signos durante los largos pro-
cesos de montaje en los que la directora, los La pregunta que nos hacemos siempre es la
actores y los músicos van proponiendo más y siguiente: ¿qué relación existe entre un es-
más variantes posibles de cada escenario. Sin pacio físico desde el que se invoca, a través
embargo, el área común es el espacio. Pue- del personaje, una emoción, un recuerdo o
den surgir acciones y relaciones no previstas, un impulso, y la palabra que nace, no como
alejadas incluso del texto inicial; lo que las ilustración o enunciado de una idea, sino
vincula es ese lugar, ese espacio analógico, como resonancia íntima y desconocida de
metafórico, desde el que se invoca el desve- ese sentimiento o ese impulso?
lamiento de relaciones sumergidas.
Sería largo detallar aquí cómo lo hicimos en
Por ejemplo, en Otra tempestad (una versión Otra tempestad, Bacantes, La vida en rosa, El
de La tempestad shakesperiana que parte de paraíso verde o Charenton. Pero pondré un
los cantos, danzas y relatos –los llamados pa- ejemplo que es un cuento chino y, a la vez,
takkines– de las culturas yoruba y arará en el un ejercicio de exploración y dramaturgia.
Caribe), el espacio genitor es la isla: la isla
como laberinto, como lugar de encuentros, Existe una vieja leyenda del puerto de La
cruces y espejismos entre los navegantes eu- Habana que narra la historia de una mujer
ropeos y los dioses de la isla; en La vida en llamada Palma. La palma es un árbol que en
rosa, es el Cabaret cubano; en Bacantes, son Cuba es un símbolo nacional. La obra literaria
los muros de la ciudad destruida por la guerra que cuenta esa historia se llama El Chino, y
y los exilios; en La comparsa, es el carnaval, su autor, Carlos Felipe, escribía entre los años
tal como pasó esa noche. Ella quiere saber ya es un viejo. Nada que ver con el hermoso
si los otros recuerdan, si la historia realmen- marinero que recordaba Palma. Pero la emo-
te pasó o si solamente ella soñó esa noche. ción está intacta.
Logran encontrar a los personajes: el chino
dueño del burdel, Renata la Silenciosa (que ¿Qué ha ocurrido realmente? La palabra creó
limpiaba el lugar), las prostitutas y alguien la imagen; pero la fuerza de la imagen hizo
que sustituye a un violinista que se suicidó que las palabras fluyeran libremente, como
esa noche. Llegan a las ruinas del burdel. No fragmentos a un imán que es la intensidad
existe nada. Pero han escrito un guion con las real en la construcción del personaje.
acciones fundamentales del relato. Empiezan Creo que este ejercicio de palabras y drama-
a preparar el lugar. Una de las prostitutas turgia en el espacio nos acompaña siempre.
canta una canción. Las otras la siguen. Y de Aunque parezca extraño, es casi una metodo-
repente comienzan a encenderse luces rojas. logía de trabajo. Tal vez por eso, si no fuera
Las piedras vuelven a su sitio; los biombos, demasiado irreverente con las metodologías,
los abanicos y los faroles chinos: el burdel en esta lectura debería llamarse Burdel: un estu-
todo su esplendor. Se oye en vivo el sonido dio de la pasión a través del lenguaje.
del violín. El chino, Renata la Silenciosa y
las prostitutas (Fe, Esperanza y Caridad) re-
cuerdan los gestos y luego las palabras. No Referencias
sabemos si son las mismas palabras u otras.
Pero de repente aparece el Mexicano. ¿Magia, Loynaz, D. M. (1980). Poesía completa. La
hechicería, poder invocatorio? El Mexicano Habana: Arte y Literatura.