Gauss 1
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Gauss 1
ESPECIALIDAD DE MATEMÁTICA E
INFORMÁTICA
HISTORIA DE LA
MATEMÁTICA
BIBLIOGRAFÍA DE JOHANN KARL
FRIEDRICH GAUSS
INTRODUCCIÓN
Los matemáticos más importantes de la época de la Revolución Francesa fueron, casi sin
excepción, franceses, pero coincidiendo con los comienzos del siglo XIX Francia tuvo
que compartir de nuevo los honores del liderazgo con otros países. El matemático más
grande de la primera mitad del siglo XIX, y quizá de todos los tiempos, fue un alemán
que nunca viajó fuera de Alemania, es a este personaje a quien dedicaremos las siguientes
páginas; su nombre: Carl Friedrich Gauss. Es claro que F. Gauss era un genio en varias
disciplinas, pero no se decidió por las matemáticas hasta el 30 de marzo de 1796, porque
ese mismo día, cuando le faltaba aún un mes para cumplir los diecinueve años, hizo un
brillante descubrimiento. Desde hacía más de 2000 años, se sabía cómo construir con
regla y compás el triángulo equilátero, el cuadrado y el pentágono regular (así como
algunos otros polígonos regulares cuyos números de lados son múltiplos de dos, de tres o
de cinco), pero ningún otro polígono regular con un número primo de lados. Ese día en
cuestión Gauss halló un método para construir un polígono regular de 17 lados con ayuda
de regla y compás, e incluso fue más allá, demostrando que sólo ciertos polígonos.
El gran matemático llego a ser historia en la humanidad ya que dejo diferentes teorías en
mundo de las ciencias que son las matemáticas tanto en sus diferentes ramas de la
matemática: la representación gráfica de los números complejos, teorema fundamental de
álgebra en entre otros.
1. LA BIBLIOGRAFÍA
Nació el 30 de abril del año 1777 en la ciudad de Brunswick (Alemania), fue un
matemático, astrónomo, geodesia, y físico alemán. Considerado “El príncipe de las
matemáticas” Su nombre real fue Johann Karl Friedrich Gauss. Nació en una familia muy
humilde, y nunca logro superar su pobreza económica.
Su padre de Gauss fue Gerhard Diedrich Gauss, quien murió cuando Gauss tenía 30 años
y su madre fue Dorothea Benz.
1792 ingreso al colegio de Carolina, 1795 estudio en la Universidad de Gotinga hasta
1798, 1796 demostró un polígono regular de 17 lados solo con regla y compás.
En 1799 Su tesis doctoral versó sobre el teorema fundamental del álgebra (que establece
que toda ecuación algebraica de coeficientes complejos tiene soluciones igualmente
complejas) que el mismo Gauss lo demostró. En 1801 Gauss publicó una obra destinada
a influir de forma decisiva en la conformación de la matemática del resto del siglo, y
particularmente en el ámbito de la teoría de números, las “Disquisiciones aritméticas”.
1.1.Actividades Matemáticas en su vida
Antes de cumplir los tres años de edad aprendió a leer y hacer cálculos aritméticos
mentales con tanta habilidad que descubrió un error en los cálculos que hizo su padre
para pagar unos sueldos a sus empleados.
Se cuenta la anécdota de que, a los dos años de estar en la escuela, durante la clase
de Aritmética, el maestro propuso el problema de sumar todos los números del 1 al
100. El maestro, pensando que con ello la clase estaría ocupada algún tiempo, quedó
asombrado cuando Gauss, levantó en seguida la mano y dio la respuesta correcta.
Al acabar la hora se comprobaron las soluciones y se vio que la solución de Gauss
era correcta, mientras que no lo eran muchas de las de sus compañeros.
A los 10 años se familiarizo con el binomio de newton para exponentes no enteros
y con las series infinitas e inicio los primeros pasos por el análisis.
A los 12 años, criticó los fundamentos de la geometría euclidiana
A los trece le interesaba las posibilidades de la geometría no euclidiana.
Intentó encontrar la solución del problema clásico de la construcción de un
heptágono regular, o figura de siete lados, con una regla y un compás.
Gauss redescubrió varios teoremas importantes de forma independiente.
Un mes antes de cumplir los 19 años, Gauss consiguió la construcción de un
polígono regular de 17 lados con regla y compás, como se exigía en la Geometría
desde Grecia.
1.2.OBRAS REALIZADAS
1799: Disertación sobre el teorema fundamental del álgebra
1801: Aritmética disquisición
1809: El movimiento de los cuerpos celestes en la teoría de las secciones cónicas
1821, 1823 y 1826: Teoría de la combinación de observaciones al sujeto a errores.
1827: Preguntas generales sobre la superficie curva, la Real Sociedad de Ciencias
Perspectivas Gottingesis reciente Volumen 6, pp 99-146. "La investigación de
superficies curvas" (publicado en 1965) Raven Press, Nueva York, relata. × y A.M.
Hiltebeitel J.C. Morehead.
2. APORTES A LA MATEMÁTICA
2.1. LA REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LOS NÚMEROS COMPLEJOS
En un número complejo Z=a+bi, hay dos números reales que lo caracterizan, su parte Real a y
su parte imaginaria b, las cuales, de acuerdo al concepto de igualdad en C si se intercambian
entre sí, alteran al número complejo Z, pues a+bi ≠ b+ai; esto hace que los números a y b tengan
la misma característica de la pareja (ab) en el sentido de que: a+bi=c+di a=c y b=d y (a, d) =
(c, d) a=c y b=d. Esto motiva a representar cada número complejo a+bi como la pareja (a, b),
donde la primera componente "a" corresponde a la parte Real del complejo y se ubicará sobre
el eje de las x, que se llamará eje Real y la segunda componente "b" representará la parte
imaginaria del complejo y se ubicará sobre el eje y, que se llamará eje imaginario.
P’
Si nuestra ecuación polinómica original hubiera sido de tercer grado en vez de segundo
grado, habría habido una rama de una de las dos curvas que se aproximase a las
1π 3π
direcciones θ = 6 y θ = 6 y la otra curva se aproximaría a las direcciones θ =
0π 2π
yθ= Las ramas son continuas en todos los casos, por lo tanto tienen que cortarse
6 6
π
en algún punto en el ángulo que va de θ = 0 y θ = Para una ecuación de grado n
3
1π 3π
habrá una rama de una de las dos curvas con direcciones asintóticas θ = yθ =
2n 2n
0π 2π
mientras que una rama de la otra curva tendrá las direcciones asintóticas θ = 2n y θ = 2n
π
y estas dos ramas tienen que cortarse necesariamente en un punto entre θ = 0 y θ = n y
las coordenadas a y b del punto de intersección serán de nuevo las partes real e imaginaria
de un número complejo, que es una raíz de la ecuación. Vemos pues así que, sea cual sea
el grado de la ecuación polinómica, tiene que haber al menos una raíz compleja. A partir
de este resultado se puede demostrar ya fácilmente el teorema de la tesis de Gauss de que
un polinomio cualquiera se puede factorizar en factores reales lineales y cuadráticos.
2.3. EL ÁLGEBRA DE LAS CONGRUENCIAS
Solamente dos años después de la publicación de su tesis, publicó Gauss su libro más
conocido, un tratado de teoría de números en latín, titulado Disquisitiones arithmeticae,
dedicado a su protector el duque de Brunswick. Esta obra es la principal responsable del
desarrollo del lenguaje y de las notaciones de la rama de la teoría de números conocida
como el álgebra de las congruencias, ejemplo primitivo de trabajo con clases de
equivalencia. La exposición se abre con la definición siguiente:
Si un número a divide a la diferencia entre dos números b y c, entonces b y c se
llaman congruentes, y en caso contrario incongruentes, y el número a se llama
módulo. Cada uno de los dos números se llama un residuo del otro en el primer
caso, un no residuo en el segundo caso.
La notación que adoptó Gauss es la misma que seguimos usando hoy, b c (mod. a), y a
continuación procedió a construir un álgebra para la relación análoga al álgebra usual
expresada en el lenguaje de la igualdad. Algunas, pero no todas las reglas estándares del
álgebra, se pueden aplicar a la nueva situación. Por ejemplo, en el álgebra usual, en el
anillo de los primeros enteros, si ax = by con a ≠ 0 entonces se deduce x =y, pero esta
ley de cancelación no se verifica para las congruencias, como se ve fácilmente con un
contra ejemplo a = 3 x = 4 e y = 7 se tiene que 3.4 ≡ 3.7 (mod 9) el divisor a, para
que se pueda cancelar en una congruencia, ha de ser primo con el módulo. Por otra parte,
si tenemos x. y=0 podemos deducir en álgebra ordinaria que o bien x, o y, o ambos, son
cero. Que éste no es el caso para congruencias se ve fácilmente del hecho que 6.5 ≡
0 (mod 15) pero ni 6 ni 5 es congruente con cero módulo 15. Para que sea válida esta
regla para congruencias, el módulo y los factores x e y deben ser primos entre sí. Otro
ejemplo: en el álgebra usual la ecuación general de primer grado ax = b con a, b, x,
enteros y a ≠ 0, tiene una solución como máximo. En cambio, una congruencia lineal
puede tener varias soluciones distintas, como puede verse del hecho que x=1, x=4 y x=7
son soluciones de la congruencia6x ≡ 15 (mod 9) solo si a y m son primos entre si
podemos asegurar que ax = b (mod m) tendrá una y solo una solución menor que m.
por otra parte, la relación ≡ tiene las mismas propiedades fundamentales de reflexiva,
simetría y transitividad que la relación.
2.4.LOS POLÍGONOS REGULARES CONSTRUCTIBLES
Los problemas relativos al número y distribución de los números primos han fascinado,
como hemos dicho, a muchos de los matemáticos más importantes de la historia, desde
Euclides o antes hasta nuestros días. Un teorema que podemos considerar como un
profundo y difícil corolario al teorema de Euclides sobre la infinitud de los primos fue el
que demostró un amigo de Gauss que le sucedió en Götingen en 1855. Nos referimos a
Peter Gustav Lejeune Dirichlet (1805-1859), el hombre que hizo más que ningún otro por
extender las Disquisitiones. El teorema de Dirichlet afirma que no sólo el número de los
primos es infinito, sino que si consideramos solamente los números naturales de una
progresión aritmética indefinida.
Hacia el final de las Disquisitiones incluye Gauss el primer descubrimiento matemático
importante que había hecho, es decir, la construcción del polígono regular de 17 lados,
llevando el tema a su final lógico al demostrar cuáles de los infinitos polígonos regulares
posibles se pueden construir con regla y compás y cuáles no. Los teoremas generales,
tales como el que demuestra aquí Gauss, son siempre de una importancia teórica mucho
mayor que un caso particular, por muy espectacular que éste pueda ser. Recordemos que
n
Fermat creía que todos los números de forma22 + 1 eran primos conjetura incorrecta,
2 3
según lo demostró Euler. El numero 22 + 1 = 17 si es primo, lo mismo que lo son 22 +
4
1 = 257 y 22 + 1 = 65.537 Gauss había demostrado ya que el polígono de 17 lados es
constructible, y por lo tanto se planteaba también de una manera natural la cuestión de si
el polígono regular de 257 o de 65.537 lados se pueden construir por métodos Euclides.
Gauss contesta a esta pregunta en sentido afirmativo en las Disquisitiones, al demostrar
que un polígono regular de N lados puede construirse con regla y compás si y sólo si el
número N es de la forma N = 2m . p1 p2 … . pr como m>0 y p1 p2 … . pr , primos de
Fermat distintos. Quedaba aún un aspecto del problema al que Gauss no dio respuesta, y
que todavía no ha sido resuelto hasta hoy. Se trata de la pregunta ¿es finito o infinito el
número de primos de Fermat? Para n=0, 1, 2, 3 y 4 los números de Fermat son primos,
mientras que para n= 5, 6, 7, 8 y 9 se sabe que no son primos, y parece posible al menos
que haya cinco y sólo cinco polígonos regulares constructibles de un número primo de
lados, dos de ellos conocidos ya en la antigüedad y los tres que descubió Gauss. Un amigo
a quien Gauss admiraba mucho, Ferdinand Gotthold Eisenstein (1823-1852), profesor de
matemáticas en Berlín, añadió una nueva conjetura sobre números primos a la teoría de
números, al aventurar la hipótesis, no comprobada hasta hoy, de que todos los números
2
2 22 22
de la forma22 + 1, 22 + 1, 22 + 1, 22 + 1, etc. son primos se le atribuye a Gauss la
afirmación de que “ha habido sólo tres matemáticos de excepcional importancia:
Arquímedes, Newton y Eisenstein”. La cuestión de si Eisenstein, en el tiempo de duración
de una vida normal, hubiera llegado a cumplir con predicción tan entusiasta, queda
pendiente de conjetura, puesto que este joven matemático murió antes de cumplir los 30
años, siendo aún “Privatdozent”.
2.5. LA ASTRONOMÍA Y LA LEY DE MÍNIMOS CUADRADOS
Gauss había planeado las Disquisitiones como una obra en dos volúmenes, pero lo cierto
es que nunca llegó a escribir el segundo volumen. Aunque en una ocasión se refirió a la
matemática como la reina de las ciencias y a la aritmética (es decir, la teoría de números)
como la reina de las Matemáticas, durante los primeros años del siglo XIX, fue reclamada
su atención por tantos otros temas interesantes. Entre los otros campos que cautivaron su
atención tuvo un papel destacado la astronomía, a la que se vio conducido de una manera
casi accidental. En las dos primeras décadas del siglo XIX, Gauss produjo un flujo
permanente de trabajos sobre temas astronómicos, de los que destaca el tratado “Theoria
Motus Corporum Coelestium” (1809), fue la biblia de los astrónomos planetarios durante
un siglo. Más tarde se lamentaba de haber abandonado su “primer amor”. Exactamente el
primer día del siglo XIX se descubrió un nuevo planeta o asteroide, al que se le puso por
nombre Ceres, y que al cabo de unas semanas se perdió de vista de nuevo, debido a su
tamaño pequeño. Gauss gozaba de una facilidad excepcional para el cálculo numérico, a
la que venía a unirse la ventaja de su método de los mínimos cuadrados, y con estas armas
se encontró al verdadero desafío que suponía el calcular, a partir de las pocas
observaciones registradas del asteroide, la órbita que recorría en su movimiento. Gauss
inventó un método para el cálculo de órbitas de cuerpos celestes a partir de un número
limitado de observaciones, conocido como “método de Gauss”, que aún se utiliza para
seguir la trayectoria de los satélites artificiales.
El resultado de los cálculos de Gauss fue un éxito resonante: a finales del año volvió a
encontrarse el asteroide casi exactamente en la posición que indicaban dichos cálculos.
Desde este momento la astronomía y la estadística contaron entre los intereses más serios
de Gauss, que dedicó gran parte de los siguientes 20 años a cálculos astronómicos. Esta
actividad está en contraste con la opinión expresada por Gauss de que “todas las medidas
del mundo no equivalen a un solo teorema que produzca un avance importante en nuestra
ciencia, la más grande de todas”. Sin embargo, a partir de entonces su fama en astronomía
quedó tan sólidamente establecida como en matemáticas; como consecuencia de ello fue
nombrado director del Observatorio Astronómico de Götingen en 1807, puesto que ocupó
durante unos 40 años.
2.6.FUNCIONES ELÍPTICAS
El puesto de Gauss en el observatorio no le impidió, sin embargo, continuar haciendo
importantes contribuciones a la matemática. En 1811 informaba a un astrónomo amigo,
F. W. Bessel (1784-1846), de un descubrimiento que había hecho a lo que pronto se iba
a convertir en un campo de investigación nuevo en las manos del matemático francés más
importante de la época, Augustin-Louis Cauchy (1789-1857), y que hoy lleva su nombre.
La teoría de funciones de una variable real la había desarrollado Lagrange, pero la teoría
de funciones de una variable compleja esperaba aún los trabajos de Cauchy. Sin embargo,
Gauss se dio cuenta de un teorema de una importancia fundamental en este territorio aún
no explorado. Se trata del hecho siguiente: si en el plano complejo o de Guass dibujamos
una curva cerrada simple, y si la función f(z) de la variable compleja z=x+iy es analítica
(es decir, tiene derivada) en todo punto de la curva y en todo punto interior, entonces la
integral de línea de f(z) tomada a lo largo de la curva es cero.
Los resultados no publicados de Gauss pendían como una auténtica espada de Damocles
sobre la matemática de la primera mitad del siglo XIX. Cuando algún otro matemático
anunciaba un nuevo resultado importante, ocurría muy a menudo que Gauss había tenido
ya la idea anteriormente, pero no se había molestado en publicarla. Entre los ejemplos
más sorprendentes de esta situación está el del descubrimiento de las funciones elípticas,
descubrimiento en el que estuvieron mezclados cuatro matemáticos de primera fila. Uno
de ellos era Legendre, desde luego, que había estado casi 40 años estudiando las integrales
elípticas de una manera casi aislada. Legendre desarrolló una gran cantidad de fórmulas
en este contexto, algunas de las cuales recordaban en cierto sentido las relaciones entre
las funciones trigonométricas inversas, algunas de las cuales ya eran conocidas desde
mucho antes por Euler. Este hecho no es sorprendente, dado que la integral elíptica
incluye la integral
como caso particular para K=0. Sin embargo, quedaba para Gauss y dos de sus
contemporáneos más jóvenes el mérito de aprovechar de una manera completa las
ventajas de un punto de vista que facilita enormemente el estudio de las integrales
elípticas. Si escribimos la integral
como u=arcsen v, entonces u viene expresada como función de la variable independiente
v (puesto que x es la variable ligada de integración), pero resulta más ventajoso invertir
los papeles de u y v eligiendo u como variable independiente. En este caso tendremos
v=f(u) o, en el lenguaje trigonométrico usual, v= sen u. Esta función v= sen u es mucho
más cómoda de manejar y tiene además una notable propiedad que u=arcsen v no tiene:
es una función periódica. Los papeles privados de Gauss muestran que quizá tan pronto
como hacia el 1800 había descubierto ya la doble periodicidad de las funciones elípticas
(o “lemniscáticas”). Sin embargo, hasta el 1827-1828 fue redescubierta esta notable
propiedad por uno de los matemáticos más brillantes de todos los tiempos, Niels Henrik
Abel (18021829), en una memoria publicada en el Journal de Crelle. El joven Abel murió
cuando sólo tenía 26 años, dejando tras sí varios resultados muy profundos en álgebra y
teoría de funciones.
2.7.DISCUSIONES GENERALES ACERCA DE SUPERFICIES CURVAS
Alrededor de 1820 el gobierno de Hannover le pidió un estudio geodésico del reino, y
varios aspectos de su labor, incluyendo un extensivo trabajo de campo y muchas
triangulaciones tediosas, le ocuparon durante algunos años. Es natural suponer que una
mente como la suya se hubiera sentido asfixiada por tal cometido, pero las grandes ideas
científicas surgen por extraños caminos. Esta labor aparentemente carente de interés
desembocó en una de las aportaciones más profundas y de mayor alcance a la matemática
pura, sin la cual la teoría de la relatividad general de Einstein hubiese sido imposible.
La tarea encomendada a Gauss se refería a la medición precisa de grandes triángulos sobre
la superficie terrestre. Esto proporcionó el estímulo que le condujo a las ideas de su
artículo Disquisitiones generales circa superficies curvas (1827), en él desarrolló la
geometría diferencial intrínseca de superficies curvadas arbitrarias. En ese trabajo
introdujo coordenadas curvilíneas u y v sobre una superficie; obtuvo la forma diferencial
cuadrática fundamenta
para el elemento de longitud de arco, ds que hace posible determinar las curvas
geodésicas; y formuló los conceptos de curvatura gaussiana y curvatura integral. Sus
principales resultados fueron el famoso teorema egregium, según el cual la curvatura
gaussiana depende sólo de E, F y G, siendo por tanto invariante bajo transformaciones
que preserven la distancia intrínseca, y el teorema de Gauss-Bonnet sobre curvatura
integral para el caso de un triángulo geodésico, que en su versión general constituyen el
hecho central de la moderna geometría diferencial global. Además de sus descubrimientos
específicos, la línea medular de la intuición de Gauss radica en la palabra intrínseca, ya
que mostró cómo estudiar la geometría de una superficie operando sólo sobre la propia
superficie sin prestar atención al espacio al que se halla inmersa. Para precisar más este
aspecto, imaginemos una criatura bidimensional inteligente que habita en una superficie,
pero no es consciente de la tercera dimensión o de cualquier otro concepto exterior a su
superficie. Si esta criatura es capaz de moverse por la superficie midiendo distancias y de
determinar los caminos más cortos (geodésicos) entre dos puntos, entonces será capaz de
medir también la curvatura gaussiana en cualquier punto y de crear una rica geometría
sobre la superficie.
REFERENCIAS
Boyer, Carl B. (1986). Historia de la Matemática. Alianza editorial. Págs. 627-639.
Noreña, Francisco (1992). El debelador de las incógnitas Carl F. Gauss. Pangea
editores, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
Simmons, George F. (1993). Ecuaciones Diferenciales con aplicaciones y notas
históricas. Editorial McGraw-Hill. Págs. 229-237