Diccionario Del Pensamiento Kleiniano R D Hinshelwood PDF
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Diccionario Del Pensamiento Kleiniano R D Hinshelwood PDF
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Indice general
Bebés, 294
Introducción, 15
Esther Bick, 294
Castración, 303
A. Entradas principales, 23
Celos, 304
l. Técnica, 25
Coito, 305
2. Fantasía inconciente, 53
Contenimiento, 305
3. Agresión, sadismo e
Continuidad genética, 314
instintos parciales, 72
Contratrasferencia, 315
4. Complejo de Edipo, 84
Creatividad, 324
5. Objetos internos, 98
Criminalidad, 327
7. Supery6, 129
Culpa, 328
8. Situaciones de angustia
Culpa inconciente, 330
tempranas, 150
Defensa paranoide frente a la
9. Mecanismos de defensa
angustia depresiva, 331
primitivos, 162
Defensa psicológica, 332
paranoide, 203
[Denigración 1, 340
13. Identificación
Desmentida, 346
proyectiva, 231
Despersonalización, 347
Desprecio, 347
Dientes, 348
Agresión, 271
Elementos beta, 354
[Ambiente], 272
Ello, 355
Ambivalencia, 272
Empatfa, 356
Amor, 273
Ensoñación, 357
Angustia, 278
Ep-D, 359
Aniquilación, 286
Escena primordial, 365
Asimilación, 289
Escisión, 366
9
Escuela de las relaciones
Objetos bizarros, 464
(Técnica del juego], 562 Voracidad, 572
objetales, 369
Objetos-partes, 465
Terror sin nombre, 562 Yo, 573
Estados confusionales, 376
Objeto total, 469
Trasferencia, 563
Estructura, 377
[Observación del bebé], 470
Vaciamiento, 568 Bibliografia de publicaciones
Externalización, 382
Observación del infante, 470
Vinculación, 569 kleinianas, 577
Factor constitucional, 882
Omnipotencia, 472
Feminidad, 393
Pecho, 477
Fragmentación, 405
Pérdida, 484
Gratitud, 407
Perversión, 486
[Grilla}, 408
Piel, 489
Heces, 410
Posición, 4.97
Identificación, 414
Problema de mente-cuerpo, 500
El inconciente, 418
[Psicoanálisis clásico], 507
Incorporación, 419
Psicología del yo, 507
Inhibición, 419
Psicosis, 518
Instintos, 423
negativa, 524
Integración, 427
Realidad interna, 527
Introyección, 428
[Realidad psíquica], 529
Juego, 432
Reparación, 529
Libido, 435
Represión, 535
Madre, 438
Resistencia, 537
Madre-con-pene, 439
Restitución!
[Masculinidad}, 439
restablecimiento, 539
Narcisismo, 444
Self, 547
Niño, 452
Sistemas de defensa
Objetos, 457
Supuestos básicos, 559
10 11
Prólogo del editor
Robert M. Young
13
Introducción
15
y las teorías que los pacientes elaboran acerca de su propia psi El pensamiento de Klein no siempre avanzó en una dirección úni
que constituyen la base de las teorías kleinianas de la psique. ca. En un orden cronológíco aproximado, podemos enumerar sus
Esta inclinación a tomar en serio la experiencia subjetiva del pa pasos:
ciente tendió a confundir por la circunstancia de que el lenguaje
del sujeto y el del observador son discursos tradicionalmente se 1919. Importancia del contenido de la angustia (en comparación
parados en la psicología «científica». con su origen instintual)
1922. Terapia del juego
Se registran varias características principales en la formación del 1923. Violencia y sadismo en la vida de fantasía (fantasía incon
pensamiento kleiniano: ciente)
1925. Abandono de la secuencia cronológica de las fases del de
1. Klein ingresó en la vida profesional, yen el psicoanálisis, rela sarrollo
tivamente tarde. A causa de esto -y tal vez por razones inhe 1925. Ciclos de persecución (en este caso la fecha es muy aproxi
rentes a su propia personalidad-, luchó siempre por conquistar mada)
una posición segura, y siempre sin conseguirlo. El psicoanálisis 1926. Objetos internos
kleiniano ha quedado como un cuerpo de saber que es custodia 1926. Culpa y superyó temprano
do por un grupo de personas (el Grupo Kleiniano) animadas por 1927. Introyección de imágenes fantásticas de los padres
la misma áspera sensación de inseguridad y por una preocupa 1928. Simbolización, personificación y externalización
ción acerca de lo que puedan hacer con ese saber otras personas 1930. Mecanismos de defensa primitivos
que entren en posesión de él. El debate con las demás escuelas 1933. Instinto de muerte
de psicoanálisis no existió o, cuando se produjo, degeneró en dis 1935. La importancia del objeto amado
cusiones de tipo personal. 1935. Posición depresiva
1946. Posición pre-depresiva, persecución y defensas (posición
2. No obstante, como todos los innovadores, Klein tuvo la fortu esquizo-paranoide)
na de verse en posesión de una técnica nueva que le permitió 1957. Envidia
llegar mucho más lejos que sus predecesores en su campo de des
cubrimiento. Se sintió sacudida por la potencia de su técnica del Algunos de estos conceptos son a mi juicio tan fundamentales
juego, arrebatada por el entusiasmo de demostrar su fecundidad. que la primera sección del diccionario (Parte A) consiste en 13
Pero la novedad y la potencia de su técnica no consiguieron ase Entradas principales que tratan de esos conceptos básicos. Las
gurarle la posición que deseaba; en realidad, sucedió lo inverso: «Entradas principales» están dispuestas en orden cronológico. Al
los resultados excepcionales que obtenía la situaron como un gunos conceptos aparecen y se eclipsan (como la Fase defemini
miembro heterodoxo e incómodo de la comunidad psicoanalítica dad); otros conservan una importancia organizadora (en particu
internacional. lar, Fantasía inconciente y Objetos internos); uno (Técnica) se
refiere al poderoso instrumento del que provienen todos los des
3. Otra de las grandes Hneas del pensamiento kleiniano fue la cubrimientos. Acaso estas 13 entradas se puedan leer como los
importancia de las «relaciones objetales», que cobraron relieve capítulos de una obra introductoria al psicoanálisis kleiniano.
poco a poco a medida que insistía en el aspecto que singulariza La última de estas «Entradas principales» (Identificación pro
al vínculo analítico: la trasferencia. La vida profesional de Klein yectiva) es el trampolín para la mayor parte de las elaboraciones
es la historia de su progresiva comprensión de la realidad con que los colegas aportaron en la última parte de la carrera de Klein
creta de las relaciones objetales internas, de la averiguación de (1945-1960), y después.
estas a través del juego de los niños y la locura de los psicóticos La segunda parte del diccionario (Parte B) consiste en las En
y, por fin, como resultado de estos descubrimientos, de la revi tradas generales dispuestas según el orden alfabético corriente.
sión radical de la naturaleza y el uso de la trasferencia. Todas se proponen brindar un acceso adecuado, por medio de
referencias cruzadas, a la matriz de conceptos, y pensamos que
16 17
el lector resuelto seguirá en su lectura su propia vía de interés. Aunque los conceptos kleinianos surgieron de lo que era el
Las «Entradas generales» incluyen también las elaboraciones pos psicoanálisis clásico, hoy existen en contraposición a la psicolo
teriores a Klein. Como Freud, Klein dejó un legado que repre gía del yo, que es la tradición dominante derivada del psicoaná
senta un rico patrimonio para otros que puedan seguir acrecen lisis freudiano clásico. Todas las veces que me resultó posible,
tándolo. Son numerosas las elaboraciones posteriores, en par fijé referencias para señalar los diferentes caminos de estas dos
ticular: escuelas.
Por último, he compilado una Bibliografía muy completa pa
ra mi propio uso en la redacción del diccionario, y me pareció
(i) Elaboraciones sobre el concepto de identificación proyectiva:
conveniente incluirla porque existe una delimitación bastante cla
diferenciación entre la identificación proyectiva normal y la pa
ra entre los que trabajan rigurosamente con el psicoanálisis klei
tológica (Bion, 1959); formación de símbolo y sus anormalidades
niano y los que no lo hacen.
(Segal, 1957); teorías del contenimiento y del pensar (Bion, 1962,
El uso de los pronombres de la tercera persona me trajo in
1970); desarrollo del concepto de contratrasferencia para consti
convenientes. El neutro «ello» es desagradablemente impersonal,
tuir una teoría de la acción terapéutica (Money-Kyrle, 1956).
me parece, para descripciones de un material tan humano y per
(ii) Manifestaciones clínicas del instinto de muerte: investiga
sonal. Precisar de continuo el pronombre con la frase «él o ella»,
ción del narcisismo negativo (Rosenfeld, 1971); estructuración pa
o «de él o de ella», recargaría el estilo. Por eso a veces escribo
tológica de la personalidad (Meltzer, 1968; Joseph, 1975).
«él», «a él» o «de él» cuando la identidad puede ser lo mismo mas
(iii) Observación directa de infantes en lasfases iniciales de la
culina que femenina, y no lo hago con un propósito ofensivo.
vida: piel e identificación adhesiva (Bick, 1968; Meltzer, 1975);
En realidad, mi opinión -y la de los psicoanalistas en general
autismo (Meltzer et al., 1975; Tustin, 1981).
es que el género no se define por la epidermis, y que todos somos
una amalgama de los dos estereotipos del género; por eso el em
Mientras redactaba este diccionario, quedé más que nunca con
pleo de «él» o «ella» reduce la identidad a un objeto-parte, punto
vencido de que los conceptos kleinianos surgieron del contexto
este que acaso se aclare con la lectura de la entrada PADRE.
del pensamiento de Freud. Por eso consideré indispensable in
Deseo agradecer a mi propio analista kleiniano, a mis maes
cluir referencias a las ideas de este, y debí evaluar hasta dónde
tros de psicoanálisis y a mis pacientes, de quienes aprendí el uso
los fundamentos freudianos eran indispensables para la explica
de estos difíciles instrumentos conceptuales, y también a un con
ción. Para algunos lectores, habré expuesto demasiadas cosas que
junto de personas que me ayudaron en la preparación de este
ya conocían; para otros, habré sido avaro, porque tal vez necesi
libro: Gillian Beaumont, Joe Berke, Susanna Isaacs Elmhirst, Karl
ten más información; si este es el caso, sólo puedo remitirlos a
Figlio, Selina O'Grady, Frank Orford, Hanna Segal, Elizabeth Spi
Laplanche y Pontalis, The LanguageofPsycho-Analysis, yal Cri
llius, Victor Wolfenstein, Bob Young.
tical Dictionary ofPsycho-Analysis de Charles Rycroft, excelente
Por fin, mi reconocimiento hacia alguien que no tuvo ningu
por su simplicidad. na relación direct·a con este diccionario, salvo por este importan
La tradición kleiniana siempre puso el acento en el trabajo
te consejo:
clínico, y se puede afirmar que no se publican obras kleinianas
que no respalden su argumentación en un sustancial aporte de
~Algunas personas, cuando ven una palabra, piensan que lo pri
material clínico. Klein, que era una sobresaliente observadora
mero que se debe hacer es definirla. Así se producen dicciona
en el consultorio, siempre se amparó en esta virtud cuando, du
rios y, con un gesto de autoridad al que su común limitación en
rante los años de polémica entre 1926 y 1946, se sintió urgida
(~I espacio y en el tiempo no le hace perder arrogancia, atribuyen
a defender sus puntos de vista. Nunca dejó de tomar como base
a la palabra lo que se llama su significado correcto. Pero si es
el contenido psicológico de la mente de sus pacientes, tal como
pmlible hacer esto, de manera más o menos satisfactoria, con cier
se manifestaba en el material. Produce entonces una sensación
tO!; nombres simples de cosas y efectos, en el caso de ideas más
extraña escribir una exposición no clínica del pensamiento klei
('omplicadas no sólo es imposible, sino también irrelevante. Por
niano, pero el propósito central de este diccionario es reunir los
que lo que en estas interesa no es su significado correcto sino
hilos teóricos.
18 19
la historia y la complejidad de sus significados: los cambios con Tustin, Franees (1981) Autistic States in Children. Routledge & Kegan
cientes, o los usos que difieren inconcientemente; y en no menor Paul.
medida, aquellos cambios y diferencias que, enmascarados por Williams, Raymond (1972) «Ideas of nature», en (1980) Problems in
una continuidad nominal, vienen a expresar trasformaciones ra Materialism and Culture. Verso, pags. 67-85.
Biek, Esther (1968) .The experienee oC the skin in early objeet relatíons»,
ther Biek, The Collected Papers ofMartha Harris and Esther Bick. Perth:
93-109.
20 21
1. Técnica
CRONOLOGIA
lidad.
1921. Empleo de juguetes y del juego (Klein, Melanie, 1920, "The deve
1926. Polémica con Anna Freud (Klein, Melanie, 1926, "The psychologi
25
1934. Insistencia de Strachey en la trasferencia (Strachey, .James, 1934, el contenido psicológico del miedo (fantasías) en la medida en
"The nature of the therapeutic action of psycho-analysis»). que lo hizo Melanie Klein» (Riviere, 1952, pág. 8).
1956. Insistencia en la contratrasferencia y en los ciclos de identificacio
nes proyectivas e introyectivas (Money-Kyrle, Roger, 1956, .Normal La técnica de Klein puso el acento más en el contenido de la psi
counter-transference and sorne of its deviations»; Bion, Wilfred, 1959,
.Attacks on linking.).
que [véase 2. FANTASIAINCONCIENTE] que en las fuerzas pulsiona
les básicas -los instintos-, objeto de estudio de los analistas clá
sicos hasta entonces. Esto introdujo muchas modificaciones de
Freud descubrió la psicología de la niñez (en particular las fases
vastas consecuencias que siguen marcando la diferencia entre
de la sexualidad de la niñez y la teoría del trauma reprimido)
psicoanálisis kleiniano y ortodoxo (psicología del yo):
a partir de su psicoanálisis de adultos [véase 3. AGRESION; LIBI-
Cuando quiso verificar sus teorías con los niños reales, pi
dió a sus conocidos y colegas que reunieran observaciones sobre
sus propios hijos e hijas. De esto resultó el «historial clínico» del l. La técnica del juego
pequeño Hans (Freud, 1909), que consistió en un análisis basado
en registros manuscritos que el padre llevaba de sus diarias con (1) El juego de los niños se consideró como el equivalente de la
versaciones con su hijo Hans, de cuatro años y medio. El «análi asociación libre en los adultos;
sis» del pequeño Hans consiguió dos cosas. En primer lugar, con (2) las interpretaciones dirigidas a la angustia inconciente la mo
firmó las teorías de Freud sobre el desarrollo de la niñez, pero, difican visiblemente;
en segundo lugar, su pesimismo en cuanto a la posibilidad de tra (3) la actividad del juego es una forma de expulsar al encuadre
bajar directamente con niños pareció disuadir a los demás de in analítico preocupaciones internas, en particular una preocupa
tentarlo, ya fuera con fines terapéuticos o de investigación. De ción por relaciones con objetos en cuya existencia interna se cree.
bieron trascurrir otros quince años hasta que renaciera el interés
por el estudio de niños, en esta ocasión orientado a verificar las
recientes teorías sobre el narcisismo (Freud, 1914) [véase NARCI
SISMO]. Esto dio origen a un intento de instituir una forma de aná
11. Psicoanálisis de adultos
lisis de niños más terapéutica que investigadora. Al comienzo se
(1) Las asociaciones libres de los adultos se llegaron a considerar
asoció con la educación (Hugh-Hellmuth, 1921; Pfister, 1922; Hof
como un juego con objetos (con el analista o con las partes de
fer, 1945). Hug-Hellmuth consideró que el empleo óptimo del psi
su psique);
coanálisis sería el de inspirar la educación de los niños: maestros
(2) se trajo al primer plano al niño en el paciente adulto;
con formación psicoanalítica. En cambio, Klein fue la primera (3) la importancia de la trasferencia negativa;
en intentar una forma rigurosa de psicoanálisis con niños que ex (4) la «situación total» (o sea, todas las asociaciones) está referida
cluía todo elemento pedagógico.
a la trasferencia sobre el analista;
(5) puede ocurrir que el analista, así como sus partes corporales
CONTRIBUCION DE KLEIN A LA TECNICA PSICOANALITICA. y las funciones de su psique, se experimenten como objetos
Todas las elaboraciones de Klein sobre técnica y práctica se ori partes;
ginaron en su interés inicial por la angustia y, en particular, por (6) el infante en el paciente.
el contenido de la angustia:
l. LA TECNICA DEL JUEGO. Melanie Klein conoció personalmente
«Esto fue para ella la piedra de toque, el hilo rojo que la orientó a Freud en 1918, cuando asistió al Congreso Internacional de Bu
a través del laberinto ( ... ) También para Freud la angustia era dapest, donde él leyó «Nuevos caminos de la terapia psicoanalíti
importantísima ( ... ) hasta cierto punto se puede decir que la ca» (Freud, 1919). Esto debió de inspirarla y alentarla a contri
abordó desde el ángulo fisiológico, como una condición de ten buir a las nuevas elaboraciones. Klein inició la práctica del psi
sión que se debía investigar y comprender, sin interesarse por coanálisis de niños por sugerencia de su propio psicoanalista,
26 27
Ferenczi, en Budapest, probablemente en 1917; su primer sujeto Introducción de pequeños juguetes (1923): A fin de convidar a
fue uno de sus propios hijos (Petot, 1979). Esto resulta un poco la expresión de estas fantasías, Klein empezó a usar conjuntos
chocante hoy; pero estaba en línea con el análisis del pequeño de juguetes muy personales:
Hans por su propio padre, con el análisis de una de sus hijas (An
na Freud) por Freud, y el análisis de su hija por Abraham. Estos «En una sesión en la que de nuevo me encontré con que la niña
primeros ensayos condujeron a Klein a especializarse en el análi no respondía y se mostraba retraída, la dejé, diciéndole que re
sis de niños. gresaría en un momento. Fui al cuarto de mis propios hijos, reco
gí unos pocos juguetes, autitos, figuritas, unos ladrillos de cons
La elaboración de la técnica: Durante un período que abarcó unos trucción y un tren, los coloqué en una caja y volví adonde estaba
cinco años, Klein elaboró una técnica específica que denominó mi paciente. La niña, que no había atinado a dibujar ni a hacer
técnica del juego, gracias a la cual consiguió analizar niños me otras actividades, se interesó por los pequeños juguetes y ense
nores de tres años; por este camino consideró que podía llegar guida se puso a jugar» (Klein, 1955, pág. 125).
más lejos que nadie en la investigación de la zona gris de la in
fancia. Klein tomó como modelo las interpretaciones que ofreció Freud
La técnica no nació de una sola pieza, sino en una serie de de un infante de dieciocho meses que jugaba con un carretel
pasos. Klein empezó reservando tiempo para hablar con los ni (Freud, 1920).
ños, respondía a las preguntas de ellos y, sobre todo, a las referi
das a la vida sexual de los padres. Se mostraba franca y abierta, (1) El juego como asociación libre. El método de K1ein para el
y seguía el ejemplo de Freud en su abordaje de los problemas análisis de niños muy pequeños fue simple y fresco: la libertad
del pequeño Hans (Freud, 1909). Descubrió que producía un efec de juego podía hacer las veces de la asociación libre, y las fanta
to positivo sobre el niño encontrarse con un adulto abierto y to sías expresadas representaban «el mismo lenguaje, el mismo mo
talmente franco, y era evidente que el juego y la vida de fanta do de expresión arcaico, adquirido filogenéticamente, con el que
sía se enriquecían a consecuencia de ello. nos han familiarizado los sueños» (K1ein, 1926, pág. 134). Se asig
Ahora bien, cuando en 1919, en Budapest, informó sobre sus naba a cada niño su propio cajón, lo que sigue siendo hoy un
trabajos en una reunión de la Sociedad Psicoanalítica Húngara, aspecto importante de la técnica del juego. El cajón contenía pe
un colega, Anton von Freund, le objetó que ella abordaba sólo queños juguetes, agua y un cuenco, papel, tijeras, engrudo, etc.
las interrogaciones concientes que intrigaban al niño, no las in Klein observaba y, en caso necesario, participaba del juego del
concientes. Sus interpretaciones, sostuvo el colega, no eran psi niño.
coanalíticas, aunque lo fuera el modo en que formulaba sus ob
servaciones. El nuevo encuadre: Se trataba de un nuevo encuadre que incluía
Klein, tras esto, empezó a abordar las interrogaciones incon juguetes y objetos reales. Por lo tanto, la trasferencia interesaba
dentes [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. Al comienzo fue muy a todos los objetos de este encuadre, y no sólo al analista [véase
cautelosa con estas interpretaciones; aun así, quedó pasmada ante infra, .la situación total»]. Klein adoptó un método estricto, or
los vastos cambios que se producían. El resultado era un asom todoxo. Por tal entendía que interpretaba exclusivamente lo in
broso brotar de fantasías y juegos: «( ... ) con toda espontanei conciente, y se abstenía de otro tipo de intervenciones, como
dad empezó a hablar, y desde ese momento narró cuentos fan aquellas que por la misma época proponían Hug-Hellmuth y An
tásticos más breves o más extensos ( ... ) Hasta entonces el niño na Freud.
había mostrado muy escasa tendencia a contar cuentos o a ju Interpretaba los elementos del juego y respetaba su valor sim
gar» (Klein, 1920, pág. 31). Parece haberse casi alarmado por la bólico como si fueran fragmentos de un sueño. Empleaba el len
repentina e interminable producción de fantasías, quizás, no en guaje usual del niño, pero hablaba de manera explícita y franca
último término, a causa de la violencia que a menudo descubría sobre cuestiones sexuales, sobre partes del cuerpo, y sobre las
en ellas. Pero inmediatamente vio confirmada la potencia de la relaciones agresivas y sádicas prominentes, no menos que sobre
técnica. las relaciones amorosas sexuales. Al parecer, K1ein era muy acti
28 29
va en su juego con sus pequeños pacientes, dispuesta a hacer
papeles en las fantasías de ellos, con lo cual escenificaba los dra atención y empezó a jugar de una manera diferente, menos
!iU
mas también representados con juguetes. Interpretaba las rela constreñida. (Klein, 1932, págs. 26-7).
ciones entre objetos como el contenido pSicOlÓgico de la mente.
En una ojeada retrospectiva, lo contrapuso a la técnica corriente: La angustia y la tr~erencia negativa: Los aspectos negativos
de la relación del niño con el analista (trasferencia negativa) ad
«( ... ) era un principio establecido que se debía ser muy parco quirieron una importancia considerable porque el juego que Klein
en interpretaciones. Con pocas excepciones, los psicoanalistas no presenciaba estaba muy inficionado por fantasías agresivas, y a
habían explorado los estratos profundos del inconciente: se con causa del miedo y de la alarma a que estas parecían dar origen.
sideraba que esa exploración era peligrosa en los niños» (Klein, .Juzgó evidente que el acto de interpretación debía abordar ante
1955, pág. 122). todo los aspectos negativos de las fantasías del niño, porque este
era el punto de máxima angustia y también porque descubrió que
El juego y las relaciones objetales: Los objetos poseídos por los así reorientaba en una dirección positiva los sentimientos del ni
pequeños dentro del encuadre analítico dejaron su marca no só ño hacia el analista, Isaacs (1939) confirmó la eficacia de inter
lo sobre la técnica del psicoanálisis de niños, sino también sobre pretar el punto de 'máxima angustia. No obstante, otras analis
el tipo de observaciones que Klein empezó a hacer y, en conse tas de niños de la época, alarmadas por las interpretaciones ex
cuencia, sobre las teorías que elaboró. La sala de juegos es un plfcitas y profundas, desaprobaron fuertemente este proceder
recinto donde los juguetes son manipulados, y necesariamente (Anna Freud, 1927) [véase infra; también, ANALlSIS DE NIÑOS].
se ordenan en relaciones espaciales recíprocas. La percepción de
un cortiunto de relaciones activas entre objetos, dentro de un es (3) El juego como expulsión. La importancia del juego condujo
pacio deslindado Con claridad, viene promovida ya por el encua a Klein a inter-esarse por su naturaleza; la expulsión de un con
dre dentro del cual hizo Klein su descubrimiento de las relacio flicto interno lo externalizaba, y de esa manera lo hada más to
nes objetales. La idea del mundo interno ya venía preparada por lerable. Searl (1929) apuntó que «las fantasías son siempre mejo
su elección del encuadre (véase 5. OBJETOS INTERNOS]. Por una res o peores que la realidad» (pág. 289); por eso, mientras que
feliz casualidad, había dado Con un medio ideal para traer a la tendemos a hacernos concientes de aquellas que son mejores (sue
luz la concepción de la psique humana en función de las relacio ños diurnos), nos inclinamos a externalizar las que son peores,
nes objetales [véase ESCUE~A DE LAS RELACIONES OBJETALES]. a fin de mitigarlas. En consecuencia, el juego tiene un aspecto
desesperado y, en realidad, constituye una forma de defensa: ex
(2) La interpretación como modificadora de la angustia. Klein des pulsión o proyección [véase PROYECCION].
cubrió que la interpretación modificaba la angustia. En un análi La idea que tenía Klein del juego era entonces más bien som
sis realizado en 1924, Ruth (de cuatro años y tres meses) se nega br(a y pesimista. No es una diversión. Su función es procurar ali
ba a relacionarse con la analista y sólo admitía quedarse en el vio de aquellos estados internos perseguidores:
consultorio si estaba presente su hermana mayor. Klein fracasó
durante muchas sesiones en sus intentos de establecer un con _Por la división de papeles, el niño logra expeler al padre y a la
tacto positivo con la niña: .Por eso me vi forzada a adoptar otras madre, a quienes, en la elaboración del complejo de Edipo, ha
medidas, medidas que una vez más proporcionaron una notable absorbido en sí, y que ahora lo atormentan desde adentro con
prueba de la eficacia de la interpretación para reducir la angus HU severidad. El resultado de esta expulsión es un alivio, que ha
tia y la trasferencia negativa del paciente». y explica a continua ee un aporte considerable al placer derivado del juego» (Klein,
ción que empleó material de varias sesiones para formular una 1Il26, pág. 133).
interpretación de la angustia de la niña ante las Cosas que su ma
dre tenía dentro de su cuerpo, y el miedo de que llegara un be ¡.)xternalización y culpa inconciente: Freud (1916) había mos
bé. Se sorprendió por lo repentino del cambio: .El efecto de mi trado que criminales que tienen un severo sentimiento de culpa
interpretación fue asombroso. Por primera vez, Ruth me dirigió lnconciente extemalizan la persecución [véase CULPA INCONCIEN
TF;}. Esto anticipaba el definitivo desarrollo de su teoría del su- .
30
31
peryó. También Freud había considerado el juego de los niños, «Mi trabajo con niños me hizo extraer ciertas conclusiones que
y lo había descrito con términos similares: «En cuanto el niño true han influido hasta cierto punto en mi técnica con adl.dtos. Consi
ca la pasividad del vivenciar por la actividad del jugar, inflige deremos en primer lugar la trasferencia. Descubrí que con niños
a un compañero de juegos lo desagradable que a él mismo le ocu la trasferencia (positiva o negativa) se encuentra activa desde
rrió» (Freud, 1920, pág. 17 [pág. 17]). Klein consideró que sus el comienzo del análisis, puesto que, por ejemplo, incluso una
contribuciones a esta idea de la externalización de una culpa in actitud de indiferencia esconde angustia y hostilidad. Con adul
conciente eran significativas, puesto que analizaba niños cuya tos también descubrí que la situación trasferencial está presente
edad era justamente aquella a la cual Freud suponía que se for de un modo o de otro desde el comienzo, y en consecuencia he
maba el superyó, o aun anterior (de los cuatro a los seis años) llegado a emplear interpretaciones trasferenciales al comienzo
[véase 7. SUPERYO]. del análisis» (Klein, 1943).
11. LA TECNICA KLEINIANA CON ADULTOS. Esta idea, deriva Se considera que la relación con el analista adquiere sentido pa
da del análisis de niños, de un estado interno externalizado se ra el paciente con arreglo a los impulsos que están activos en
elaboró mucho más en la técnica kleiniana para el psicoanálisis l~l paciente en ese momento [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
de adultos. El empleo de la técnica del juego por ;Klein, y los su
puestos a que ella responde, influyeron sobre el desarrollo de Bxternalización de lafantasía inconciente: No se trata, en con
la técnica psicoanalítica con adultos. Hecuencia, de una mera repetición de actitudes antiguas, o de
Hucesos y traumas del pasado; está en juego una externalización
(1) La asociación libre como juego. Aunque originalmente se con de fantasía inconciente «aquí y ahora». La primacía de los proce
sideró que el juego en el niño equivalía a las asociaciones libres !lOS de externalización (procesos proyectivos) confiere significa
del adulto, se introducía un matiz nuevo si, en sentido contrario, dón tanto espacial como temporal al concepto de trasferencia,
se veía en las asociaciones libres de los adultos una especie de por oposición a un concepto sólo temporal [véase TRASFERENCIA].
juego con el analista. Las propias asociaciones libres pueden ser La tradición kleiniana ha puesto el acento en la importancia
una forma de actuación (expulsión) de conflictos internos, esta de la angustia y las actitudes negativas en el «aquí-y-ahora» de
dos psíquicos, y partes del self. la trasferencia. Strachey (1937) amplió esto, por razones teóricas
Ya el acto de la interpretación puede ofrecer una oportuni que derivaban de la teoría de los objetos internos y el superyó
dad para que el paciente inicie maniobras defensivas, proceso (véase 5. OBJETOS INTERNOS; 7. SUPERYO]:
este que los kleinianos han venido precisando (Joseph, 1975;
O'Shaughnessy, 1981; Reisenberg-Malcolm, 1981; Brenman, 1985) .Supongamos que el analista ofrezca a una paciente una inter
[véase ESTRUCTURA; PERVERSION]. Esta actuación dentro de la si pretación según la cual en cierta ocasión ella tuvo el deseo de
tuación trasferencial es una función de identificación proyecti que su esposo muriera. Pues bien, el efecto que se debería pro
va, en la que ciertos aspectos de la experiencia y de los impulsos ducir en este caso (según nuestra teoría de la interpretación) se
del paciente se proyectan sobre el analista, a lo cual este puede na que la paciente, al tomar conciencia de este particular impul
responder (i) reaccionando a ellos o (ii) verbalizándolos. Este as 1t0 del ello, quedara en condiciones de discriminar su objeto real
pecto de la contratrasferencia se ha venido elaborando cada vez (una imago paterna, quizá) y así pudiera corregir su actitud ha
más, y ha sensibilizado mucho al analista para los aspectos no da la realidad externa y, en definitiva, producir un reajuste in
verbales de las comunicaciones del paciente [véase CONTRATRAS t.erno. Pero lo que de hecho ocurre es algo por entero diferente.
FERENCIA; e infra]. Cuando la interpretación es ofrecida, todo el conflicto se trasfie
rtl de la situación de la cual habla el analista a otra situación de
(2) La trasferencia como fantasía inconciente. Klein llegó a reco la que él no habla. La paciente puede, es cierto, admitir que de
mendar una visión mucho más rigurosa de la trasferencia: Meó que su esposo muriera, pero sus intereses emocionales se ha
brán volcado automáticamente a otro problema, constituido esta
vez por el analista y su interpretación. Ahora rebosa de senti
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33
mientos conflictivos sobre él: ira, miedo, desconfianza, gratitud, .Durante muchos años se consideró que la trasferencia concer
y muchos más. Y este nuevo conflicto en su totalidad se encuen nía a referencias directas al analista, contenidas en el material
tra por el momento fuera de la vista y del alcance del analista» del paciente. Mi concepción de la trasferencia, a la que pienso
(Strachey, 1937, págs. 142-3). tmraizada en los estadios más tempranos del desarrollo y en ca
pas profundas del inconciente, es mucho más amplia y supone
Estos puntos de vista vinieron a corroborar la insistencia de Klein una técnica con la que se deducen los elementos inconcientes de
en los objetos internos y coincidieron con su concepción acerca la trasferencia a partir del cOI\Íunto del material presentado.
de la posición depresiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. (Klein, 1952, pág. 55).
(3) La significación de la trasferencia negativa. La importancia Msto ha llevado a que se ponga el acento en la situación totaL
de los conflictos inmediatos en la relación con el analista cobró El análisis clásico, en cambio, escatima estas interpretaciones
más relieve cuando en la década de 1940 se elaboró una técnica «profundas» [véase infra].
psicoanalítica para el tratamiento de esquizofrénicos. Rosenfeld He ahí un rasgo crucial del abordaje de Klein, sobre el que
(1947) y otros descubrieron que se podía emplear una técnica ge ella volvió una y otra vez:
nuinamente psicoanalítica con pacientes psicóticos, siempre que
se prestara una atención adecuada, inmediata y lo bastante pro «El principio en disputa es el fundamentalísimo de la significa
funda a la trasferencia, sobre todo en las fases negativas. ción de lo incondente en la vida conciente. Cuando comprende
La trasferencia negativa había sidotan llamativa en niños que mos esta radical diferencia de perspectiva, nos explicamos que
Klein estaba alertada para descubrirla en adultos, aunque en mu algunos analistas vean tan poco en el material de sus pacientes,
chos casos permaneciera escondida, punto este sobre el cual Abra Interpreten tan poco, y ni siquiera reconozcan una situación tras
ham (1919) y otros habían llamado ocasionalmente la atención. ferencial si el propio paciente no expresa algo de ella en una re
La trasferencia negativa es también importante por razones teó ferencia conciente y directa al analista» (Riviere, 1952, pág. 17).
ricas. Puesto que es cuestión de derivados del instinto de muer
te, tenemos que apresar en la trasferencia la agresión y la des Klein mostró que en ocasiones el paciente se aparta del analista
tructividad para investigarlas e interpretarlas. con sus impulsos y fantasías agresivos y negativos, y los vuelca
Hobre otras figuras, que en el relato (o el juego) del paciente se
(4) La situación total como situación trasferencial. La trasferen presentan como extrañas:
cia como un todo se revela si se presta atención a las manifesta
ciones escondidas de aspectos profundamente negativos, tanto «( •.. ) el paciente no podrá menos que tramitar conflictos y an
como de aspectos positivos: l'Iustias revividos frente al analista con los mismos métodos que
utilizó en el pasado. Es decir: se aparta del analista como intentó
«Estamos acostumbrados a hablar de la situación trasferenciaL .partarse de sus objetos primordiales; intenta segregar las rela
¿Pero tenemos de verdad presente la importancia fundamental dones con él, y mantenerlo o bien como un personaje bueno o
de este concepto? Mi experiencia me indica que para desentra bien como un personaje malo: difracta parte de los sentimientos
ñar los detalles de la trasferencia es esencial pensar en términos y angustias que experimenta hacia el analista sobre otras perso
de situaciones totales trasferidas del pasado al presente, así co nas de su vida cotidiana, y esto constituye una ., actuación""
mo de emociones, defensas y relaciones objetales» (Klein, 1952, (Klein, 1952, págs. 55-6).
pág. 55).
EHtO repite la actividad de escisión primaria del yo infantil [véa
Klein estableció que la totalidad de las asociaciones libres que He ESCISÍON]. En consecuencia, todos los personajes que apare
se le ocurrían al paciente podía ser referida a la trasferencia, por ('f'n en el juego o en las asociaciones libres se deben considerar
alejado de la conciencia que .se encontrara ese nexo: Mpectos del analista que han sido segregados y proyectados [véase
ItROYECCION]; esta es una escisión destinada a regular la relación
34 35
con el analista para alcanzar niveles controlables de angustia. He cia. En su forma normal, la identificación proyectiva tiene una
ahí la importancia de la situación total (Joseph, 1985). función comunicativa en un nivel no simbólico. Esta perspectiva
sobre el drama trasferencial escenificado entre madre e infante
(5) Objetos-partes en la trasferencia. Muchos aspectos de la tras ha atraído la atención, en años recientes, hacia la contratrasfe
ferencia acaso pasen inadvertidos si no se consigue interpretar rencia [véase infra y CONTRATRASFERENCIA]. A través de la com
la totalidad del material producido hasta arrojar una luz impor prensión y el contenimiento maternos, el infante, y el paciente,
tante sobre la trasferencia, en especial sobre los elementos in pueden acumular experiencias de ser comprendidos, y esto, co
concientes: H( ... ) no nos lleva muy lejos darnos cuenta de que mo explica Segal, «( ... ) es un comienzo de estabilidad mental»
el analista hace las veces del padre o de la madre reales si no (1975, pág. 135). Este modelo de acción terapéutica en función
averiguamos qué aspecto de los progenitores se ha revivido» de contenimiento materno impone como prioridad comprender
(Klein, 1952, pág. 54). En los niveles más profundos de la mente, al infante en los pacientes adultos [véase NIÑO].
el infante experimenta funciones maternas distintas -ama
mantamiento, limpieza, amparo, etc.- como si estuvieran de EFECTOS TERAPEUTICOS. Klein justificó su método invocando
sempeñadas por objetos distintos [véase OBJETOS-PARTES]; y, en su notable eficacia para la reducción de la angustia, la remoción
particular, los aspectos buenos de la madre (la que amamanta, de las inhibiciones del juego, la reducción de la angustia inme
por ejemplo) y sus aspectos malos (la que tiene al bebé esperan (liata, y un cambio que promueve una relación más positiva con
do su mamada en un estado de desesperación, por ejemplo) se el analista:
atribuyen a objetos distintos. En la trasferencia se aclara la fun
ción que la madre cumple o no cumple en cada momento. El ana (.En repetidas ocasiones he asistido al muy rápido efecto de las
lista (t( ... ) no sólo hace las veces de personas reales del pasado interpretaciones ( ... ) aunque se presentan numerosos e inequí
y el presente del paciente, sino también de los objetos que el pa vocos indicios de este efecto: el desarrollo del juego, la consoli
ciente ha internalizado desde sus primeros días de vida» (Klein, dación de la trasferencia, la disminución de la angustia, etc., em
1943). El progenitor internalizado ha experimentado una distor pero durante un período prolongado el niño no elabora las inter
sión en la mente del paciente a través de «( .•. ) proyección e idea pretaciones concientemente ( ... ) Mi impresión es que la
lización, yen muchos casos ha conservado buena parte de su na interpretación se asimila al comienzo sólo inconcientemente. No
turaleza fantástica» (Klein, 1952, pág. 54). ('8 sino después cuando su relación con la realidad penetra poco
Fue gracias a esta técnica, que sitúa toda asociación en una Il poco en la comprensión del niño ( ... ) lo primero que ocurre
ilación de pensamiento del paciente referida inconcientemente en un análisis es que la relación emocional con los padres mejo
al analista, como los kleinianos lograron abrirse paso hasta el es ra; la comprensión condente sólo sobreviene una vez que ha ocu
quizofrénico. Freud consideraba que los esquizofrénicos.no eran rrido esto» (Klein, 1926, pág. 137).
analizables, y por eso intentó estudiar a Schreber sobre la base
de sus memorias publicadas en forma de libro (Freud, 1911). Klein tomó nota de que las reacciones del paciente eran más sig
Freud sustentó este punto de vista porque no alcanzó a discernir nificativas que sus respuestas concientes. El sentido inconciente
la idea de los aspectos segregados de la trasferencia. En realidad de la asociación que se produce inmediatamente después de una
detectó el fenómeno de la escisión sólo tardíamente, y su impor interpretación es más importante que cualquier admisión o argu
tancia para la comprensión del esquizofrénico no fue elaborada mento concientes.
por Klein hasta 1946 [véase PSICOSIS]. Poco a poco, KIein logró formular los efectos terapéuticos:
(6) El infante en el paciente. Estas ideas adquirieron más preci (1) el sujeto desarrolla la percatación de su realidad psíquica, y
sión cuando Bion (1959, 1962) distinguió entre identificación pro (11) equilibra las corrientes de amor y de odio que se agitan en él.
yectiva normal y anormal [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA;
CONTENIMIENTO] y mostró que la «actuación» en la trasferencia res Expresó esto por referencia a las primerísimas angustias que el
pondía al contenimiento de miedos infantiles y a la dependen IIuJeto sufre: «( ... ) mi manera de abordar el problema de la ter
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minación de los análisis tanto del niño como del adulto se puede y reforzado con una creciente comprensión de la contratrasfe
definir como sigue: la angustia persecutoria y depresiva se tiene rencia. Joseph (1985), en su examen de la situación trasferencial
que haber reducido lo suficiente, lo cual - en mi opinión- pre total, abundó sobre la importancia de las reacciones del analista
supone el análisis de las primeras experiencias de duelo» (Klein, hacia el paciente; ¡en su trabajo, llegó a describir las reacciones
1950, pág. 45). En función de sus posteriores teorías sobre las que los miembros de un seminario de posgrado experimentaron
posiciones depresiva y esquizo-paranoide, esto significaba el es hacia un paciente acerca de quien se les había presentado un
tablecimiento de un objeto interno bueno más afianzado. Informe!
Klein no acompañó este sesgo hacia la contratrasferencia. No
La interpretación mutativa: Strachey (1934) influyó mucho con obstante, la teoría de la contratrasferencia se basa en sus des
la elaboración de su teoría según la cual el efecto terapéutico cripciones de la posición esquizo-paranoide y, en particular, de
se origina en la internalización satisfactoria de un objeto bueno. la identificación proyectiva. Si el analista se mantiene en con
Por obra de la escisión, el analista puede llegar a ser uno u otro tacto con el paciente, recibirá en sí mismo, en la mayoría de los
de dos personajes arcaicos: un personaje excepcionalmente bue ('asas, la proyección de las experiencias propias de aquel; en con
no, o uno fantásticamente malo. La introyección del analista ba /'Iecuencia, experimentará en sí mismo o bien los sentimientos pro
jo cualquiera de estas dos formas no traería beneficio terapéuti yectados del paciente, o bien los resultados de su propia lucha
co. Acrecentaría la escisión de los objetos internos en estas for defensiva contra esos sentimientos. Por ejemplo, si el paciente
mas excepcionalmente e irrealistamente buenas o malas. proyecta culpa, es posible que el analista experimente culpa, res
Strachey elaboró una teoría de la interpretación inmediata del ponsabilidad, insuficiencia; o, a causa de su lucha defensiva, quizá
aquí-y-ahora, que ponía al analista a salvo de estas desfiguracio /'le sorprenda autojustificándose, o quiera protestar [véase CON
1'HATRASFERENCIA] .
nes trasferenciales y permitía al paciente introyectar una ima
gen más realista: una mezcla de bueno y malo. De esta manera El analista se habilita así para tener un conocimiento "de pri
el analista, por vía de interpretación, se convierte en una influen mera mano» de las experiencias de su paciente, salvo si se deja
cia moderadora capaz de mejorar la situación interna y mediar obnubilar por sus distorsiones defensivas:
entre los objetos internos arcaicos, irrealistas, en tanto constitu
ye la base de un nuevo objeto interno: menos arcaico, más rea .A lo largo del último medio siglo, los psicoanalistas han modifi
lista. Estas interpretaciones son mutativas. ('ado su punto de vista acerca de su propio método. Hoy se acep
La de Strachey es, en la práctica, una teoría que procura mos ta que las interpretaciones, en lugar de recaer sobre la dinámica
trar la manera en que el objeto externo puede llegar a modificar intrapsíquica del paciente, deben estar referidas a la interacción
la rudeza primaria del superyó; en efecto, menciona al analista de paciente y analista en un nivel intrapsíquico» (O'Shaughnessy,
como "superyó auxiliar». Este es un modelo estructural del cam 1983, pág. 281) [véase CONTRATRASFERENCIA].
bio intrapsíquico, por oposición a un modelo económico [véase
MODELO ECONOMICO]. 1..a situación analítica de trasferencia y contratrasferencia es una
El pensamiento de Strachey brotaba del marco de las ideas interacción de procesos intrapsíquicos distintos, por vía de intro
kleinianas; esto demuestra la vasta influencia que Klein había yeeción y proyección. El analista, en este sentido, tiene la fun
ejercido sobre los analistas de la Sociedad Psicoanalítica Británi ción de aceptar las experiencias del propio paciente, y por lo tanto
ca. De hecho, su trabajo es un aporte notable a la sistematiza "M más bien un yo auxiliar (a diferencia del punto de vista de
ción de la teoría de Klein sobre la posición depresiva, que ella Htrachey, mencionado supra, que presentaba al objeto ahora in
elaboraba por esa misma época. Todavía hoy se lo considera una tt'rnalizado, el analista interno, como un superyó auxiliar). Esta
pieza importante para la comprensión de la acción terapéutica ('oncepción se había iniciado con Heimann (1950): "Mi tesis es que
del psicoanálisis (Rosenfeld, 1972; Etchegoyen, 1983). la reHpuesta emocional del analista a su paciente dentro de la
"ltuaci6n analítica representa uno de los instrumentos más im
Contratrasferencia: El vuelco hacia la trasferencia no ha hecho lJOrtantes para el trabajo ( ... ) un.lnstrumento que permite in
sino cobrar vigor con el paso de los años, y se ha complementado ve..tlgar el inconciente del paciente» (pág. 81). Ella expuso argu
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mentos contra el analista que cree que debe permanecer inmu pretación no ha de presentar al analista como uno de los objetos
table ante su paciente. arcaicos polarizados (<<bueno» o «malo»). Money-Kyrle la denomi
La psique del analista es un elemento ambiental para el pa na contratrasferencia normal. Pero no todo es tan limpio. Un
ciente, acaso el elemento más significativo: deterioro del proceso da origen a empleos «anormales» del analis
ta, con un creciente enjaretamiento de proyecciones al analista
«La comprensión [por el analista] de las raíces de la angustia será [véase CONTRATRASFERENCIA; VINCULACION].
rudimentaria al comienzo, pero la percepción de la angustia per Existen situaciones en que el proceso de introyección desde
se no necesita ser rudimentaria. Es por su disposición a entrar el paciente causa perturbaciones en la psique del analista, por
en contacto con las angustias del paciente, a no verse abrumado lo cual la reproyección sobre el paciente se paraliza. El analista
por ellas, a trabajar con ellas, como el analista forja una relación puede sufrir estados prolongados en los que ampare a un pacien
terapéutica de trabajo» (Jaques, 1982, pág. 503). te introyectado, piense sobre él tras la sesión con ánimo preocu
pado, etc.; o estados prolongados de proyección, en los cuales
La psique del paciente busca unafunción contenedora en el ana atribuya exageradamente al paciente su propio self infantil. En
lista, quien, por tener experiencias y reelaborarlas en su propia t.ales casos, el psicoanalista debe recurrir a un trabajo interno
psique, es el aspecto importante de la «situación total». De suerte para desatascar la situación. De hecho tendrá que elaborar lo per
que la psique del analista, con sus capacidades y falencias, llega turbado en él por lo que el paciente le ha proyectado [véase CON
a ser en el análisis el objeto contenedor decisivo que, si es rein TRATRASFERENCIA] .
troyectado por el paciente en su propia psique, forma un objeto
interno que funciona como la base de una estabilidad mental [véa ¡Precauciones!: Klein, como Freud, objetó este uso de la contra
se CONTENIMIENTO]. Una interpretación será mutativa en la me trasferencia porque podía prestarse a que el analista proyectara
dida en que el analista trabaje, psíquicamente, para contenerse sentimientos propios cualesquiera sobre el paciente por vía de
a sí mismo en lugar de hacer el papel de algún personaje arcaico fensiva, y así diera la impresión de ccacusar» al paciente por ccpo
(Elmhirst, 1978). ner sus sentimientos en mÍ». Es importante tener presente este
error (Finell, 1986). Los sentimientos propios del analista sólo sir
Contratrasferencia normal y anormal: Money-Kyrle (1956) y ven de guía para averiguar la experiencia del paciente. La difi
Bion (1959) formularon la descripción más clara del contenimiento cultad con que el analista necesariamente se encuentra cuando
proyectivo e introyectivo de las experiencias del paciente. Money quiere distinguir su entreveramiento inconciente en el encuadre
Kyrle (1956) elaboró la teoría de Strachey. Mientras que Stra lo obliga a verificar sus propios sentimientos, para lo cual debe
chey atendió al problema de la introyección del analista por el recurrir a los detalles de las asociaciones del paciente a fin de
paciente, y describió la manera en que las proyecciones del pa explicarse su propia experiencia con el paciente.
ciente asignaban aspectos primitivos del objeto al analista, Money En el mismo espíritu, es posible que el analista produzca in
Kyrle expuso la situación desde dos puntos de vista intrapsíqui tervenciones que suenen a interpretaciones trasferenciales, pe
cos: el del paciente y el del analista. Si el paciente proyecta so ro que estas sean mecánicas, y:
bre el analista, y después reintroyecta a este en tanto desfigura
do por la proyección, tenemos también la situación del analista .( ... ) refiera a la trasferencia de una manera vaga todo el mate
que introyecta la proyección del paciente, y lo que hace con esta rial que le sea presentado, por ejemplo, "Es lo que usted siente
en su interior antes de devolvérsela al paciente para su reintro acerca de mí ahora" o "Es a mí a quien hace eso", o repita como
yección. En este proceso normal, el analista recoge lo que el pa un loro las palabras del paciente y las refiera a la sesión. Creo
ciente dice y, en la forma de una interpretación, proyecta con que esta variedad estereotipada de interpretación, que pretende
calma una versión modificada de la comunicación del paciente. Mer una interpretación de la situación aquí-y-ahora, convierte el
La conversión de la proyección del paciente, mientras reside en valioso aporte de Strachey de la interpretación mutativa en algo
el interior del analista, debe mantenerse acorde, en circunstan absurdo» (Rosenfeld, 1972, pág. 457).
cias normales, con el punto de vista de Strachey de que la inter
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car los impulsos a medida que emergían en el preconciente como
El paciente experimentará esta variedad mecánica de interpre
retoños de las pulsiones del inconciente, o sea, en identificar pa
tación como una defensa del analista frente al paciente y a las
ra el paciente el impulso inmediato -casi sobre la superficie
angustias que este proyecta.
que pugna por irrumpir; e interpretar la posición defensiva que
ofrece resistencia a su afloramiento a la conciencia. Los analis
Técnica kleiniana contemporánea: La técnica kleiniana pone hoy
tas clásicos creían que de esta manera, describiendo los retoños
el acento en (i) la situación inm.ediata aquí-y-ahora, (ii) la totali
instintuales más próximos a la superficie que todavia no eran ple
dad de los aspectos del encuadre, (ili) la importancia de compren
namente concientes, mantenían una cooperación basada en una
der el contenido de la angustia, (iv) la consecuencia de interpre
t.rasferencia positiva -que después se denominó la alianza de tra
tar más bien la angustia que las defensas exclusivamente (es la tamiento (Zetzel, 1956)-, y que se ponían a salvo de acicatear una
denominada interpretación profunda). Estos principios fundamen
dañosa trasferencia negativa que podía producirse si cuestiona
tales provienen de la práctica del análisis de niños y se vieron
ban las defensas más allá de cierto nivel mínimo que puede ser
reforzados por el análisis de los esquizofrénicos en las décadas
controlado (véase Fenichel, 1941). El método clásico de inter
de 1940 y de 1950. En esa época, el descubrimiento de la impor
pretación desde la superficie, y que sólo con cautela avanza ha
tancia de la escisión y la identificación proyectiva tuvo por con
cia lo profundo sistemáticamente a través de las capas de la psi
secuencia un notable inflLÚo de la teoría sobre la práctica, lo que que, se basa en el enfoque «fisiológico» de Freud de la energía
se manifestó en el empleo indiferenciado y amplio de palabras
mental [véase LIBIDO; MODELO ECONOMICO]. Para un claro resumen
que denotaban objetos-partes (denotados como pecho, pene, pe
de la divergencia entre las dos técnicas, véase Payne (1946).
zón, etc.). En las dos últimas décadas se ha producido un cambio
basado en la comprensión de la identificación proyectiva y de
EL DEBATE CON ANNA FREUD. En 1926, Anna Freud dio en
la actuación en la trasferencia, lo que llevó a hacer foco sobre
Viena una serie de conferencias sobre su experiencia en el análi
la manera en que estos procesos, dentro del encuadre analítico,
sis de niños. El núcleo de ellas era una crítica de la obra de Klein
obran como defensas frente a la experiencia dé dependencia y y de su técnica del juego (Anna Freud, 1927). Aunque estas críti
de envidia del paciente en el aquí-y-ahora (Spillius, 1983): cas se mitigaron después en algo, constituyen la base del hondo
«Poco a poco, si bien de modo desparejo, cuatro tendencias de divorcio entre la técnica según la exponemos en esta entrada y
la técnica clásica que adoptó la escuela de psicoanálisis conocida
cambio emergen en ( ... ) las décadas de 1960 y 1970: (1) La des
como psicología del yo [véase PSICOLOGIA DEL YO].
tructividad se empeZó a interpretar más equilibradamente. (2)
En 1927, al año siguiente de las conferencias de Anna Freud,
El empleo inmediato de un lenguaje referido a objetos-partes ten
se realizó un simposio en el 10° Congreso de Psicoanálisis en lnn
dió a ser remplazado por un abordaje más gradual de las expre
sbruck, donde Anna Freud presentó un breve resumen de sus
siones corporales de una fantasía inconciente. (3) El concepto
conferencias, y Klein (1927) produjo una refutación total de las
de identificación proyectiva recibió un uso más directo para el
análisis de la trasferencia. (4) Sobre la base de la tercera tenden criticas de Anna Freud.
cia, se puso cada vez más el acento en la actuación en la trasfe
Las criticas iniciales de Anna Freud. Anna Freud expuso una se
rencia, y en la presión ejercida sobre el analista para obligarlo
rie de críticas específicas, en un lenguaje intransigente. Sostuvo
a participar» (SpilUus, 1983, pág. 325).
que el sustento teórico del abordaje de Klein adolecla·de graves
defectos. Estas críticas se pueden considerar bajo varios títulos:
Técnica clásica y técnica kleiniana: El interés de Klein por la
(1) la fase preparatoria; (ü) el cambio en la situación analítica;
angustia la llevó a producir interpretaciones que describían la
(tu) la trasferencia de los niños, y (iv) el juego y la asociación
situación de angustia temprana [véase 8. SITUACIONES DE ANGUS
Ubre.
TIA TEMPRANAS], Y que por lo tanto eran profundas en el sentido
de que intentaban alcanzar la angustia por debajo de las defen
(a) IAJase preparatoria: Anna Freud comenzaba señalando que
sas. En cambio, la técnica clásica, tal como se la elaboró en Vie
el niño no entra en análisis por su propia voluntad, sino porque
na, era por entero diferente. Esta técnica consistía en identifi
43
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otros -familia, escuela- sufren a causa de sus síntomas. El niño defectuosa, una crítica que más recientemente ha sido repetida
comienza sin comprender el sentido del análisis, y el analista tie por Greenson (1974).
ne que suscitar su interés mostrándole que de una forma u otra
él puede servirle de aliado. Anna Freud sostenía la necesidad de Las refutaciones de Klein. Klein (1927) argumentó de manera ex
una «fase preparatoria» destinada a ligar al niño con el analista haustiva contra todas estas críticas. Se nota impaciencia y cierto
en un apego emocional tierno. Era un argumento contra el pun sarcasmo en la manera de presentar sus pruebas contra Anna
to de vista de Klein acerca de la importancia de atenerse a la Freud:
estrategia psicoanalítica esencial de interpretar loinconciente.
.Mi experiencia ha confirmado mi creencia en que si imagino en
(b) El cambio en la situación analítica: Anna Freud pensaba que seguida que el disgusto es angustia y un sentimiento de trasfe
el analista no podía presentarse ante el niño como un personaje rencia negativa, e interpreto esto como tal en conexión con el
desvaído, sino que debía manifestarse como una personalidad ca material que el niño produce al mismo tiempo, y después lo re
bal para que el niño desarrollara un lazo tierno.•En consecuen conduzco a su objeto original, la madre, puedo observar que la
cia, el analista combina en su propia persona dos funciones difí angustia disminuye en el acto. Esto se manifiesta en el anuda
ciles y diametralmente opuestas: tiene que analizar y educar» (An miento de una trasferencia más positiva y, con esta, de un juego
na Freud, 1927, pág. 49). Puesto que la práctica aceptada en la más vigoroso ( ... ) Si resolvemos una parte de la trasferencia ne
época consistía en que el analista debía presentar una pantalla ~ativa, obtendremos, como en el caso de los adultos, un aumen
en blanco para no deformar el desarrollo de la trasferencia del to de la trasferencia positiva, y esta, en armonía con la ambiva
paciente, parecía que una trasferencia en sentido propio no se lencia de la niñez, pronto será sucedida a su vez por una re
podía desarrollar en un análisis de niños y, por lo tanto, era im emergencia de la negativa)) (Klein, 1927, págs. 145-6).
posible aplicar una técnica clásica que consistiera en interpretar
las resistencias trasferenciales. Sin concesiones, puso de manifiesto la manera inconsistente en
que Anna Freud trataba la trasferencia negativa.
(e) La trasferencia de los niños: Según la teoría de la trasferen
cia prevaleciente en esa época, el niño seguía al cuidado de sus -Hasta donde lo puedo entender por su libro [el de Anna Freud]
objetos primarios (padre o madre) y, mientras mantuviera esos ( ... ) ella intenta por todos los medios producir una trasferencia
mismos objetos, los primarios, no trasferiría afectos e impulsos positiva a fin de satisfacer la condición, que considera indispen
desde esos vínculos para producir una «reedición» con el analis sable para su trabajo, de que el niño se apegue a su personalidad
ta. Desarrollar una trasferencia supondría retirar al niño de su ( ... ) [Pero] disponemos de otra arma excelente y bien probada,
hogar para internarlo en algún tipo de escuela residencial. Y en que utilizamos de una manera análoga a aquella en que la em
efecto, este paso ha sido adoptado, por ejemplo, por la Escuela pleamos en el análisis de adultos ( ... ) quiero decir que interpre
Ortogénica de Chicago fundada por Bettelheim para niños aque tamos» (Klein, 1927, págs. 145-6).
jados de autismo grave (Bettelheim, 1975; Sanders, 1985).
Klein sostuvo que el método de Anna Freud no era analítico, y
(d) El juego y la asociación libre: Anna Freud criticó en particu avanzó hasta formular la acusación que era el colmo para otro
lar el punto de vista de Klein de que el juego del niño es equiva analista: -Los ejemplos que presenta Anna Freud de hecho no
lente a la asociación libre del adulto. No es esa la intención del incluyen un análisis del complejo de Edipoll (Klein, 1927, pág.
juego del niño. En consecuencia, juzgó que el método de inter 14). Y como el complejo de Edipo es el núcleo de la teoría y la
pretación de Klein era silvestre porque se aplicaba en ausencia práctica del psicoanálisis, Klein sostenía que la técnica de Anna
de asociaciones que pudieran confirmar los significados del jue l<'1reud no se podía clasificar como psicoanálisis. Klein se vio lle
go. En 1937, Waelder todavía criticaba la técnica de Klein y creía vada a esta áspera réplica porque Anna Freud había pretendido
que los resultados obtenidos por ella provenían de una técnica ser más ortodoxa en su abordaje teórico.
44 45
En definitiva, los puntos de vista de Klein sobre el abordaje El sesgo en extremo polémico de estos intercambios tendió
de Anna Freud se pueden resumir bajo los mismos títulos: a polarizar las opiniones sobre cada uno de estos puntos, e hizo
que cada partido se atrincherara en sus propias posiciones.
(a) Lafase preparatoria: Klein argumentaba que los niños no ne
cesitan ser inducidos ni persuadidos, sino que comprenden (in La técnica posterior de Anna Freud. Las conferencias de Anna
concientemente) de una manera inmediata los beneficios del aná Freud de 1926 no se publicaron en Gran Bretaña hasta 1946, he
lisis desde la primera interpretación. Sostenía que la motivación <:ho que provocó algún encono Y la sospecha de que los ingleses
del paciente era su sensación inconciente de ser comprendido. saboteaban a los vieneses. Ahora bien, en el momento de su pu
blicación, la técnica de Anna Freud había cambiado algo, y en:
(b) El cambio en la situación analítica: Klein (1927) recurrió a dirección a la de Klein. Ella incluyó comentarios en este sentido
ejemplos clínicos detallados en un intento de demostrar que el en su prefacio a la edición del libro en inglés, y Klein, con tono
encuadre basado en, la interpretación del inconciente no necesi bastante triunfal, lo hizo notar en una posterior edición (1948)
ta ser modificado. La interpretación de la trasferencia negativa de su propio trabajo de 1927. Geleerd (1963) confirmó, por su
(sentimientos hostiles), en el momento en que se manifestaba, parte, que la «fase preparatoria» ya no se requería, y que buena
producía resultados asombrosos que permitían al niño volcarse parte del roi educativo era innecesario. Esta autora reconoció
inmediatamente al analista. Klein se atuvo a su tesis de que no Que muchas de
había necesidad de cambiar la situación analítica interpretativa
para incluir elementos educativos o inducir una actitud positiva «( ... ) las críticas [de Klein] a Anna Freud son válidas hoy; por
en el paciente. ejemplo, la preparación manipulativa del niño para el análisis,
como en aquel momento la proponía Anna Freud, ha sido supe
(e) La trasferencia de los niños: Klein produjo también ejemplos rada. Un análisis sistemático de las defensas y los afectos la ha
clínicos en que el analista, o los juguetes, aparecían especialmente remplazado» (Geleerd, 1963, pág. 496).
ligados con los padres, y los representaban. La evidencia de que
objetos primarios [véase OBJETOS-PARTES] eran representados sin Niveles y profundidad. No obstante, Geleerd mantuvo una pos
cesar de este modo la llevó por fin a discernirlos como objetos tura profundamente crítica hacia el método de interpretación de
internos, que constantemente se externalizaban sobre objetos ex Klein, en que los diversos niveles son confundidos de continuo,
ternos, incluidos los padres reales. En la práctica, cualquiera que o parece que se los seleccionara al azar, mientras.que en la técni
fuese la teoría, una resolución de los conflictos dentro de la tras ca clásica el nivel del impulso activo -oral, anal o genital- debe
ferencia analítica tenia por resultado una mejor relación con los /oler discernido con exactitud [véase LIBIDO].
padres. No existe, como suponía Anna Freud, un conflicto entre Aunque el trabajo inicial de Klein consistió en demostrar, so
análisis y hogar. Klein concedió que el analista que se proponga hre la base de abundantes pruebas clínicas, que las fases de la
establecer un particular vinculo con el niño no puede formar una libido (nivel oral, anal o genital) no se deslindan de manera ta
trasferencia. Ella y otros analistas ingleses indicaron polémica .lante, la preocupación por el nivel de interpretación se ha man
mente una autocontradicción en Anna Freud: se desviaba de la tenido constante [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO]. Greenson (1974)
técnica clásica, y después se quejaba de que no podía emplear adoptó una postura muy crítica hacia la tesis de los kleinianos
interpretaciones trasferenciales. (p.ej., Rosenfeld, 1965) de que los esquizofrénicos se podían ana
lizar sin modificar la técnica clásica, cuando cabía presumir que
(d) El juego y la asociación libre: Klein negó que produjera in la técnica kleiniana había abandonado casi por completo la téc
terpretaciones silvestres sobre el sentido de los símbolos en el nica clásica. Esto mismo se refleja en los trabajos reiteradamen
juego, y sostuvo que, antes de interpretar, siempre había tenido te eríticos de Kernberg (p.ej., 1969, 1980). Estos autores denun
pruebas sobre el nexo entre el personaje del juego y el objeto <:Iaron también aquellas interpretaciones que se denominan pro
primario. Sin embargo, en sus trabajos es frecuente que no cite fundas porque existe el peligro de que el paciente las experimente
los nexos efectivos averiguados en las sesiones. (!omo intrusivas. No sorprende -arguyen- que los kleinianos des
46 47
cubran con tanta frecuencia una angustia persecutoria en sus pa ataques, enconos Ysufrimientos en su carrera profesional, a ella
cientes, puesto que sus mismas interpretaciones la provocan. En ya los que trabajaban como colegas (Grosskurth, 1986). Existe
respuesta, Rosenfeld (1987) ha intentado distinguir en el mate una notable diferencia entre los escritos de Anna Freud y los de
rial clínico aquellas ocasiones en que el paciente es dañado por Melanie Klein. La primera abordaba su trabajo con niños sobre
una interpretación incorrecta, de aquellas respuestas paranoides la base de la teoría del desarrollo infantil existente en la época,
que derivan de otras fuentes. También ha puesto de relieve el mientras que Klein, más simplemente, observaba situaciones clí
importante alivio de sentimientos paranoides que es capaz de pro nicas y el efecto de sus interpretaciones.
porcionar una interpretación «profunda» correcta. El poder de la técnica original de Klein para el psicoanálisis
con niños dio origen a todos los desarrollos posteriores de su teo
La naturaleza del juego. La crítica de Anna Freud al supuesto ría, así como a su técnica para el psicoanálisis con adultos. Los
de la equivaiencia del juego con la asociación libre instiló en Klein escritos kleinianos siguen reflejando esta preferencia por la clí
un interés permanente por la naturaleza de la simbolización. De nica; son muy pocos los trabajos publicados que no contengan,
continuo volvió sobre la importancia de la externalización que en apoyo de sus tesis, detallados informes de casos.
simbolizaba un contenido de fantasías angustiantes y era una for
ma de volcarse hacia nuevos objetos [véase FORMACION DE SIMBO
Abraham, Karl (1919) «A particular form of neurotic resistance against
Freud, consideraban el juego como una actividad más inocente; on Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 303-11.
no obstante, Waelder (1933), siguiendo a Freud (1920), conside Betthelheim, Bruno (1975) Hame for the Heart. Thames & Hudson.
ró el juego como una repetición; en esta, una situación o un epi Bíon, Wilfred R. (1959) "Attacks on linking», Int. J. Psycho-Anal. 40:
sodio penosos se reescenifican de continuo con el fin de dar trá 308-15; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann,
Klein la externalización de la fantasía constituye una maniobra Etchegoyen, Horacio (1983) .Fifty years after the mutative interpreta
defensiva, mientras que en el psicoanálisis clásico la fantasía es tion» , Int. J. Psycho-Anal. 64: 445-59.
empleada para reelaborar el trauma [véase DEFENSA PSICOLOGICA]. Fenichel, Otto (1941) The Psycho-Analytic Theory qf the Neuroses. Nue
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cada, se inclinaba a respaldar sus puntos de vista más con obser jective identification», Psychoanal. Rev. 73: 103-20.
vaciones que había recogido en la situación clínica que por me Freud, Anna (1927) The Psycho-Analytic Treatment of Children, edi
dio de una elucidación teórica. La ayudaba en esto ser natural ción en inglés, 1946. Imago.
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DEFINICION. Fantasías inconcientes están en la base de cada proceso
mental y acompañan toda actividad mental. Son la representación men
tal de aquellos sucesos somáticos entre los que se incluyen los instintos,
y son sensaCÍones físicas interpretadas como relaciones con objetos cau
santes de esas sensaciones. Las fantasías inconcientes, que brotan des
de su ocasionamiento biológico, experimentan poco a poco dos tipos de
conversión: (i) el cambio introducido por el desarrollo de los órganos
de percepción a distancia de la realidad externa, y (H) la emergencia
al mundo simbólico de la cultura desde el mundo primario del cuerpo.
Se pueden elaborar fantasías para aliviar estados mentales internos por
vía de manipulación del cuerpo y sus sensaciones (fantasías masturbato
rias) , o por vía de fantaseo directo. La fantasía es la expresión psíquica
de los impulsos instintuales y también de los mecanismos de defensa
enderezados contra impulsos instintuales.
CRONOLOGIA
1920. Fantasía conciente y curiosidad sexual (Klein, Melanie, 1920, .The
development of a child»).
1921. Fantasías pregenitales (Klein, Melanie, 192:1, .The role of the school
in the libidinal development of the child.).
1925. Fantasías masturbatorias (Klein, Melanie, 1925, «A contribution
to the psychogenesis of tics»).
1948. Instinto y fantasía (Isaacs, Susan, 1948, .The nature and function
of phantasy.).
52
53
nada por esta forma de pensamiento narrativo con objetos, puso
en tela de juicio la teoría del narcisismo primario. Abraham (1921) fantasía que se representaban simbólicamente en el tic: fanta
y Ferenczi (1921) habían aducido el síntoma psicológico del tic sías en que se hace algo a objetos, o en que le hacen cosas al
como una prueba clínica del narcisismo primario. La actividad sujeto pasivo. Estas fantasías, que acompañaban a la acción in
motora del tic no era sino una descarga de energía psíquica. En voluntaria del tic, se definieron como fantasías masturbatorias
oposición a esto, Klein (1925) se propuso demostrar que aun en [véase FANTASIAS MASTURBATORIAS], y eran inconcientes, por más
el caso de este prototipo del impulso sin objeto, operaban unas que la expresión «fantasía inconciente» pudiera parecer casi una
fantasías básicas en la parte inconciente de la psique infantil [véa contradicción. Estas fantasías (que en la bibliografía en lengua
se NARCISISMO). inglesa se suelen escribir con una «ph" inicial en lugar de una «f»
[phantasy en lugar de fantasy)) se ponen en evidencia a través
(2) Los extraordinarios efectos de la interpretación sobre la pro de retoños de diversos tipos, del mismo modo como lo hace el
ducción de fantasías [véase 1. TECNICA]. Klein quedó atónita por inconciente. Se las averigua por inferencia sobre la base del ma
la escala en que se producían fantasías después de removida una terial clínico.
inhibición, pero tuvo la agudeza de comprender que una libera
ción de la fantasía y la adopción de una actitud más positiva ha Fantasías pregenitales: Reforzaba esta convicción el hecho de
cia el analista eran indicadores terapéuticos esenciales y marca que los niños analizados por Klein tenían fantasías orales y ana
ban un funcionamiento psíquico sano. Ya no se alteraría en el les acerca del comercio sexual. Tales fantasías pregenitales no
desarrollo del pensamiento kleiniano la importancia clínica bási reciben explicación en la teoría de Freud del narcisismo prima
ca atribuida a la fantasía inconciente. rio, según la cual no existen otros genuinos (objetos) hasta la fa
No obstante, la comprensión de su importancia teórica se al se genital. Estas fantasías, que expresan impulsos sádicos horro
canzó en varios pasos: (1) actividad de fantasía en las fases pre rosos que provienen de fuentes pregenitales, constituyen otras
genitales y, en realidad, desde el nacimiento; (11) fantasía como tantas pruebas contra el narcisismo primario.
la representación psíquica de instintos biológicos; (III) fantasía
inconciente y defensas; (IV) diferenciación frente a la teoría clá 11. INSTINTO Y FANTASIA INCONCIENTE. Isaacs fue quien más
sica de Freud de la fantasía [fantasy) (fantasía [phantasy) y rea claramente formuló el concepto de fantasía inconciente, en apo
lidad), y (V) el papel evolutivo de la fantasía inconciente. yo del Grupo Kleiniano; lo hizo en 1943, en un trabajo que se
proponía especificar las controversias entre los puntos de vista
l. ACTIVIDAD DE FANTASIA TEMPRANA. En apoyo del trabajo de Klein y de los psicoanalistas clásicos de Viena. El núcleo de
de Freud (1914) sobre el narcisismo, tanto Abraham (1921) como su trabajo lo constituyó esta enunciación: .La fantasía es el con
Ferenczi (1921) describieron casos psicoanalíticos de tic en los tenido primario de los procesos psíquicos inconcientes» (Isaac s ,
que ningún objeto sexual se conectaba con la descarga motora. 1948, pág. 82). Es una idea de vastos alcances: toda actividad
El tic era, en consecuencia, un simple sustituto de la masturba psíquica se cumple sobre la base de relaciones fantaseadas con
ción. Impulsos libidinales, simplemente, se descargaban y satis objetos, incluida la actividad de percepción, fantaseada como una
facían. Así se confirmaba la idea de que existía una fase de nar incorporación concreta por medio del aparato perceptual, e in
cisismo primario o autoerotismo en la que no existía un vínculo cluidos también los pensamientos como objetos [véase BION]. La
con objetos en sentido propio. fantasía inconciente, en tanto es la representación psíquica de
La profusa producción de fantasías suscitada por la nueva téc impulsos instintuales, constituye el fenómeno psicológico que está
nica del juego impresionó a Klein como una forma de pensamiento más cerca de la naturaleza biológica del ser humano.
narrativo con objetos, y esto la llevó a poner en tela de juicio
la teoría del narcisismo primario. Demostró que aun en el caso Fantasías primarias: Las fantasías innatas, de derivación ins
del tic, el aparente prototipo de un impulso sin objetos, opera tintual, son primariamente inconcientes. Incluyen un saber so
ban fantasías básicas en la parte inconciente de la psique infantil bre el pezón y la boca, de los que el recién nacido tiene una con
(Klein, 1925). Descubrió que podía interpretar las actividades de cepción innata para la succión. Isaacs despeja una objeción habi
tual:
54
55
..A veces se ha sostenido que fantasías inconcientes como la de de una dotación biológica: es algo instintivo, y probablemente
"despedazar a mordiscos" no podrían surgir en la mente del ni un reflejo basado en los primeros enlaces neuronales de su pe
ño antes que hubiera adquirido el saber conciente de que despe queño sistema nervioso. Ahora bien, podemos preguntamos si
dazar a mordiscos a una persona significa matarla. Esta manera además experimenta este episodio como uno en el que partici
de ver no es correcta. Pasa por alto el hecho de que ese saber pan la piel de su mejilla, sus labios y un objeto que entra en con
es inherente a los impulsos corporales como vehículo del instin tacto con ellos. Y si es así, ¿qué tipo de experiencia tiene el be
to, a la meta del instinto, a la excitación del órgano, es decir, bé? Por este camino, lo biológico y lo psicológico aparecen fusio
en este caso, la boca» (Isaacs, 1948, págs. 93-4) [véase SABER IN nados en un solo episodio, por más que se los pueda distinguir
NATO]. conceptualmente. Isaacs describe esto como una ,( ... ) experien
cia indiferenciada única de mamar y fantasear» (Isaacs, 1948, pág.
Orígenes somáticos: El inconciente está constituido por relacio 92n).
nes con objetos. Una fantasía inconciente es una creencia en la El crescendo de rabia y miedo que experimenta el bebé cuan
actividad de objetos -internos» sentidos en concreto [véase 5. OB do su hambre no es satisfecha deriva, desde luego, de respuestas
JETOS INTERNOS]. Es difícil aprehender este concepto. Una sensa instintivas, pero él lo vive a su modo como la creciente amenaza
ción somática fuerza el surgimiento de una experiencia psíquica de un perseguidor cada vez más hostil que consigue atacar su
que es interpretada como una relación con un objeto que desea pancita y aumentar más y más el dolor. Esta es una situación
causar esa sensación, y que es amado u odiado por el sujeto se temible, y parece que los bebés tienen la capacidad de sentir mie
gún que el objeto tenga buenas o malas intenciones (es decir, se do y rabia desde el comienzo. El contenido de la rabia es justa
gún que se trate de una sensación placentera o displacentera). mente esta creencia de que existe algo dentro de la pancita que
Entonces, una sensación displacentera obtiene su representación con malignidad intenta dañar y destruir. Estas fantasías de mie
psíquica como una relación con un objeto «malo» que quiere per do son lo más próximo a una manifestación directa del instinto
judicar y dañar al sujeto. Por ejemplo, un bebé con hambre ex de muerte, que se experimenta como difractado sobre un objeto
perimentará las sensaciones displacenteras del hambre en su es [véase INSTINTO DE MUERTE].
tómago. Esto alcanza representación psíquica en su sensación de
que un objeto malévolo alojado de manera real y concreta en su 111. FANTASIAS y DEFENSAS INCONCIENTES
pancita quiere producirle el malestar del hambre allí. Cuando de
cimos coloquialmente «El hambre me retuerce el estómago», vol Fantasía elaborada: El infante, desde el comienzo mismo, se ve
vemos a esta forma de vivencia primitiva animista y concreta, asediado por estas situaciones en las que teme ser dañado por
si bien no suspendemos nuestro saber de que el hambre se rela algo alojado dentro de éL En consecuencia, intentará dar pasos
ciona con nuestra fisiología. El bebé no posee este saber comple para evitar este daño y esta situación. No es mucho lo que puede
jo, sino que está absorbido en interpretaciones primitivas de su hacer, yen lo esencial depende de su madre para que le alivie
realidad [véase REALIDAD INTERNA]. A la inversa, cuando lo ama la situación en tanto ella se presente como un objeto -bueno» no
mantan, hace la experiencia de un objeto que nosotros podemos menos fantástico [véase 5. OBJETOS INTERNOS]. No obstante, el in
identificar como la madre, o su leche, pero que el infante identi fante puede recurrir a ciertas fantasías, que pueden hacer las
fica como un objeto que, alojado en su pancita, tiene la inten veces, por así decir, de una defensa [véase DEFENSA PSICOLOGI
ción benévola de causarle allí sensaciones placenteras. Después CA; 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS]. Sega! (1964) ha seña
del amamantamiento, las sensaciones de saciedad concurren a lado que la fantasía no es sólo la representación psíquica de un
la deleitosa fantasía según la cual un objeto benévolo maravillo instinto, sino que puede ser elaborada para que represente ac
so reside en su pancita. ciones defensivas frente a la angustia [véase 8. SITUACIONES DE
ANGUSTIA TEMPRANAS]. La fantasía inconciente del be.bé se enla
Reflejos yfantasías: Cuando vemos que en los primeros momen za con sensaciones corporales, pero las sensaciones corporales
tos de su vida se puede lograr que el bebé dé vuelta la cabeza y su manipulación le permiten estimular su mundo de fantasía
y mame si le tocan la mejilla, podemos considerar que se trata de modo de generar situaciones más tolerables. La externaliza
56 57
ción del objeto «malo» [véase PRUYECCION] y la internalización del «Para Fritz, cuando escribía, las líneas significaban caminos, y
objeto -bueno» [véase INTROYECCION] son los mecanismos de de las letras viajaban por ellos sobre ciclomotores -sobre la pluma-o
fensa prototípicos y están relacionados con procesos en los que Por ejemplo, "i" y "e" viajan juntas en un ciclomotor que casi
unas sustancias atraviesan las fronteras del yo. Por ejemplo, la siempre es manejado por "i", y se aman entre ellas con una ter
expulsión de excrementos da origen a sensaciones en el ano y nura que es desconocida en el mundo real. Por viajar siempre
la uretra que son interpretadas como si objetos pasaran del mun juntas, se asemejan tanto que apenas hay diferencias entre ellas,
do interno hacia el externo. Después, la fantasía ya no guarda porque el principio y el final de "i" y "e" son el mismo, sólo
un contacto tan estrecho con sensaciones corporales, cuando, con que en el medio la "i" tiene un breve trazo y la "e" tiene un
la posición depresiva, el mundo interno se empieza a poblar más agujerito» (Klein, 1923, pág. 64).
de objetos simbólicos, a diferencia de los reales y concretos [véa
se 10. PUSICION DEPRESIVA]. Sobreviven, no obstante, remanen Estas fantasías acerca de los genitales masculinos y femeninos
tes de los objetos concretos primitivos y, en ocasiones, se los ex que se juntan en amor son parte de la experiencia común de ir
perimenta como somatizaciones y condiciones psicosomáticas. La a la escuela. Desde luego, se puede producir un trastorno del
angustia se sigue expresando, y aun experimentando, como «ma aprendizaje si en la escuela se tienen fantasías especialmente te
riposas en el estómago)), o la tristeza se vive como «un nudo en rribles, por el miedo que ellas producen. En el informe de un
la garganta». caso, Isaacs (1943b) apuntó «( •.. ) la manera muy íntima en que
Así ha surgido un ordenamiento bastante complejo en el que la realidad externa y la interna se entretejen en los síntomas,
impulsos instintuales y mecanismos de defensa primarios apare la historia evolutiva y las respuestas analíticas» (pág. 31). Klein
cen representados por fantasías similares en el inconciente [véa y sus discípulos sostuvieron que, con su noción de fantasía in
se DEFENSA PSICOLOGICA; 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS]. conciente, respetaban el concepto de Freud de lo ¡nconciente,
8ólo que le sumaban aportes y elaboraciones.
IV. LA FANTASIA INCONCIENTE y LA TEORIA DE FREUD DE Las fantasías inconcientes, por su omnipresencia, constituyen
LÁ FANTASIA. Con anterioridad, Freud había definido el cum una categoría de sucesos especialísima. La diferencia en los pun
plimiento aluci:patorio de deseo como la actividad mental del in tos de vista sobre la fantasía es radical, y cada analista debe de
fante en estado de frustración. Klein modificó tal concepción, cidir el partido que adoptará. Por un lado tenemos el punto de
y sostuvo que era un acompañamiento continuo de la actividad vista del psicoanálisis ortodoxo, según el cual existe o bien reali
del niño en todo momento. Así, la teoría de KleÍn de la fantasía dad o bien fantasía; por el otro, el punto de vista según el cual
inconciente significó una radical extensión de la teoría de Freud, la fantasía inconciente acompaña toda experiencia de la reali
o -según señaló Glover (1945) en son de crítica- su suplanta dad. Todo el trabajo de Klein, así como el de sus colegas, estuvo
ción. Freud sostenía que las fantasías eran gratificaciones susti presidido por el intento de investigar la manera en que la fanta
tutivas de impulsos instintuales que no encontraban satisfacción. lI(a inconciente interna penetra los «sucesos reales» del mundo
Al acumularse la frustración y la tensión, la energía se descarga externo y les da sentido, y, al mismo tiempo, la manera en que
ba en sentido retrocedente, en dirección a la memoria y al apa el mundo externo aporta sentido en la forma de fantasías ¡ncon
rato perceptual, y no en sentido progrediente hacia la descarga dentes.
muscular y la acción. Entonces, la fantasía entraba enjuego sólo
cuando la satisfacción no sobrevenía; era un punto de vista mu La teoría de Freud de la seducción: La teoría de la seducción
cho más restringido que el de Klein. fue un intento de traducir en forma fisiológica la anormalidad
Ya muy al comienzo de sus estudios, Klein describió una vida de una neurosis psicológica (Freud, 1896). Un trauma de la niñez
de fantasía extraordinaria que de hecho acompañaba la conduc causaba un trauma físico en algún lugar de los circuitos eléctri
ta orientada hacia la realidad. Elementos simbólicos de juego y cos del encéfalo, a consecuencia del cual las tensiones aumenta
escenificación expresaban toda clase de relaciones entre las más ban. Con posterioridad, Freud remplazó esta teoría por otra en
diversas variedades de objetos y personas: la que el trauma era resultado de un suceso imaginado (desfigu
ra.do), y de este modo introdujo la noción de fantasía inconcien
58
59
te. Lo que constituye el trauma perturbador es la fantasía de se tenidos corporales hacen las veces de sensaciones corporales pri
ducción del niño, no el suceso físico real perpetrado en su cuer marias reales. Después, el infante emerge al mundo social de sím
po. (La idea de Freud de interferencia física en los circuitos bolos, en el cual las fantasías se componen de objetos que no son
eléctricos del encéfalo ha sobrevivido en la psiquiatría general corporales y tampoco materiales [véase FORMACION DE SIMBOLO]. El
bajo la forma de tratamientos eléctricos y otros tratamientos fí movimiento que va desde la experiencia de un objeto que se siente
sicos, a pesar de que el psicoanálisis la ha abandonado (Caper, en concreto, y que se construye en la fantasía inconciente, hasta
1986).) un objeto simbólico no físico, es un paso evolutivo rector; repre
senta el abandono de las formas idiosincrásicas e innatas de re
Fantasía o realidad: La controversia reciente inspirada por Mas presentación, que discurren con arreglo a la fantasía inconcien
son (1984) se basa en el argumento de que Freud en realidad es te, para revestir con los significados correspondientes unos obje
camoteó su teoría de la seducción física como causa del trauma tos que son ofrecidos socialmente (símbolos).
neurológico. Ello suponía que el «suceso real» debía ser rescata Este movimiento supone otro cambio: de la omnipotencia de
do del olvido. La naturaleza o bienio bien del problema (o bien la fantasía a un reconocimiento del objeto en tanto es separado
seducción real o bien fantasía), que en su origen expresó el con y diferente de la cosa simbolizada (Segal, 1957) [véase ECUACION
flicto entre fisiOlogía y psicología, se ha trasladado a un conflicto SIMBOLICA1.
entre la realidad externa y el mundo interno (de hecho, sociolo Susan Isaacs, con su formación académica y su enorme capa
gía versus psicología) [véase PROBLEMA DE MENTE-CUERPO; SUBJE cidad para el debate intelectual, discurrió sobre la naturaleza
TIVIDAD], con la idea de una sutil interpenetración de los mun de la fantasía inconciente. Mostró que era la base de una con
dos externo e interno. cepción enteramente nueva de la constitución de la psique, con
siderada como una pequeña sociedad de relaciones con objetos.
V. FANTASIA INCONCIENTE y DESARROLLO. Otro problema Por su íntima conexión con la naturaleza biológica del hombre,
desconcertante es que ciertos mecanismos, en especial la intro la fantasía inconciente proporciona un puente, susceptible de ela
yección y la identificación, tienen por resultado que el yo ad boración clínica, hacia el problema de mente-cuerpo [véase PRO
quiera nuevas habilidades y atributos. Como todos los demás pro BLEMA DE MENTE-CUERPo1.
cesos mentales, estas introyecciones e identificaciones están tam
bién representadas por fantasías, de incorporación y asimilación, LAS POLEMICAS DE 1943-1944. Ningún otro tema absorbió más
que forman la base de mecanismos de defensa e impulsos orales tiempo -ni ocasionó más acaloramiento- en las Polémicas de
primitivos. Por lo tanto, fantasías inconcientes de incorporación la Sociedad Psicoanalítica Británica que el de la «fantasía incon
o expulsión influyen sobre la experiencia de lo que el sujeto con ciente» [véase POLEMICAS1. La primera ronda de cinco discusio
tiene, y de aquello con lo cual se identifica, y a lo cual se llega nes se produjo en respuesta a un trabajo de Susan Isaacs, {['he
a asemejar. En este sentido, la fantasía se presenta como una nature and function of phantasy» (publicado con posterioridad,
realidad efectiva, y de hecho sus consecuencias son bien reales. en 1948). En él se leía una clara enunciación del concepto, con
La fantasía inconciente así entendida es omnipotente [véase OM acopio de citas de Freud y algunos comentarios interesantes es
NIPOTENCIA]. pigados en escritos recientes de Anna Freud, quien, según se sos
No ha sido resuelto el problema filosófico que consiste en ave tenía, había evolucionado hacia la posición kleiniana con poste
riguar el camino por el cual una entidad biolÓgica puede pasar rioridad a la primera controversia (de 1926-1927) sobre el análi
de un mundo de satisfacciones y necesidades corporales a un mun sis de niños [véase 1. TECNICA; ANALISIS DE NIÑOS].
do de satisfacciones simbólicas y de significados [véase PROBLE Algunas cuestiones se deslindaron en medio del apasionamien
MADE MENTE-CUERPO]. La posición clave de la fantasía inconcien to, y las resumiremos bajo siete títulos: (1) el método de inferen
te sobre la línea de frontera entre el instinto fisiológico y la re cia; (2) el narcisismo primario; (3) la complejidad en el primer
presentación psicológica ha llevado a los kleinianos a buscar año de vida; (4) el proceso secundario; (5) la confusión de térmi
confiados una mayor comprensión de los símbolos en su trabajo nos; (6) los conceptos y las fantasías; (7) la regresión.
clínico [véase FORMACION DE SIMBOL01. Las fantasías sobre los con
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61
(1) El método de inferencia. Uno de los argumentos empleados cuanto el infante podía apreciar, por carecer de la capacidad de
contra Klein era que no existía un método que permitiera inves Imaginar las fuentes que producían dolor o placer. Barbara Lan
tigar o comprobar la existencia de fantasías en el primer año de tos (1943), en su respuesta a las exposiciones de Isaacs sobre las
vida, o aun desde el comienzo de la vida, como lo pretendía Klein pruebas que demostraban la existencia de una fantasía incon
(Waelder, 1937). Isaacs presentó exposiciones circunstanciadas dente en el primer año de vida del infante, afirmó:
de la investigación psicológica que se venía llevando a cabo so
bre el primer año de vida, con especial acento en la obra de Midd .El hecho de que él [el infante] sea capaz de reconocer a perso
lemore (1941). Estas investigaciones demostraban, a juicio de nas, de que se percate de su llegada y su partida y tema perder
Isaacs, que signos de angustia y aflicción eran más variados y las, y que reaccione en consecuencia, está en nuestra opinión
frecuentes en el recién nacido que signos de placer o contento. ligado con el desarrollo del aparato sensorial y mental, sin que
Estos últimos aparecían sólo después del amamantamiento. Sos pUo indique la existencia de fantasías".
tuvo que estas proporciones se modificaban trascurridos de tres
a cuatro meses, lo que indicaba el paso de la fase paranoide a Aquí la disputa parece girar en torno de la distinción entre un
la posición depresiva, a medida que se movilizaba el amor por registro de objetos meramente perceptual y mnémico, por un la
el objeto. Estas observaciones fueron cuestionadas con varios ar do, y la capacidad de concebir actividades que se anhele tener
gumentos: (i) las proporciones entre momentos angustiados y mo eon ellos o por iniciativa de ellos, por el otro. Después, esta con
mentos de contento eran incorrectas, y, puesto que en los pri troversia se convirtió en un debate sobre la época en que el in
meros meses la lactación ocupa la mayor parte del tiempo, los fante establece conexiones entre estas imágenes percibidas y re
períodos de contento sobrepasan a los de angustia; (H) estas ob eordadas, y el reconocimiento emocional de ellas como fuentes
servaciones directas de estados de sentimiento en los infantes amadas u odiadas de placer o de dolor.
no pueden ser corroboradas por el psicoanálisis, que es un méto
do aplicable sólo a niños mucho mayores. La réplica de Isaacs (3) La complejidad en el primer afto de vida. Se discutió mucho
(que desarrolló en plenitud en la versión publicada de su traba sobre la edad a la cual se inicia una función tan compleja como
jo, en 1948) fue que todo conocimiento científico era inferencial, el fantaseo.
y que la inferencia era un método válido en las propias descrip
ciones de Freud sobre el desarrollo del niño. Isaacs argumentó Complejidad retrospectiva: Se sostuvo, contra el punto de vista
que las conclusiones psicoanalíticas pueden ser y necesitan ser de Isaacs, que, por tener los niños de mayor edad estas fanta
verificadas sobre la base de la observación directa de infantes. s(as, el complejo de Edipo ha sido afectado por una regresión.
No se han disipado las profundas dudas acerca del método El niño de tres o de cuatro años a quien preocupan angustias
con el cual los kleinianos adquieren sus teorías, y se ha lanzado por las relaciones entre sus padres, y que está presionado por
la sospecha de que el propio método de la interpretación profun una frustración, regresa a deseos e impulsos orales, que después
da crea artefactos en las observaciones. colorean sus teorías sobre lo que sus padres hacen juntos. Esta
f'R una forma de «complejidad retrospectiva». Fue uno de los ar
(2) Narcisismo primario. Según los analistas ortodoxos, los pri "umentos más agudos dirigidos contra el punto de vista de Klein
meros años de vida están ocupados por una satisfacción autoeró acerca de la concepción de la fantasía en el primer año de vida.
tica y narcisista en la que los objetos son sólo instrumentos de Waelder (1937) sostuvo con vigor en este mismo sentido: «(. .. )
satisfacción instintual. Existe sólo «placer sin significado,). El amor I4t,mejante argumento no me parece más convincente de lo que
de objeto no aparece hasta el período que va del tercero al quin !lería sostener que el Hamlet o el Lear de Shakespeare debieron
to;año, y sólo entonces pueden existir fantasías de relaciones con (lxistir en la mente de su autor desde su niñez" (pág. 429). La
objetos: «La fantasía como corolario imaginal del instinto ocupa rt'spuesta de Ernest Jones (1943) fue demoledora:
el lugar del corolario sensorial (placer-dolor). (A. Freud, 1943),
concepción esta que retoma de manera ortodoxa el punto de vis dUna regresión gratuita hacia atrás no tiene significado para mí.
ta de Freud de que las cualidades de dolor o de placer eran todo Por eso, cuando Waelder menciona unas extraordinarias fanta
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sías canibálicas que son familiares a la edad de tres o cuatro años, o sea, un proceso que depende de la condensación y el desplaza
pero las atribuye a una regresión, esto no me dice absolutamen miento, según se lo comprueba en la lógica y el simbolismo de
te nada si no significa una reanimación de las correspondientes los sueños. Sostienen que el concepto kleiniano de fantasía in
fantasías orales que se tuvieron a la edad de seis meses, por ejem (~onciente suponía signos de negación, una concepción del tiem
plo; la razón por la cual a un niño de cuatro años repentinamen po, y una interacción de impulsos: cualidades todas que corres
te le entraría el deseo de devorar pechos sobrepasa mi compren ponden a una actividad 'mental de proceso secundario, que no
sión». parece que pueda ocurrir en el inconciente, o que sin duda no
ocurre en el primer año de vida. Contra la existencia de un «yo
Su tesis es que la regresión a fantasías orales de esta clase impli placer temprano.. integrado, que parecía implícito en la teoría de
ca la existencia de fantasías orales, originadas en la fase oral, la fantasía inconciente, Anna Freud argumentó que presuponía
a las cuales regresar. un yo que tuviera esas fantasías. En respuesta a esto, Isaacs citó
pasajes de Freud en apoyo de su punto de vista de que un apara
Complejidad cognitiva: Se sostuvo que las fantasías de despeda t.o psíquico que poseyera sólo un proceso primario es una ficción
zar a mordiscos, matar, ahogar a la madre, y otras de este tipo, (i"reud, 1900) y que el funcionamiento del inconciente presenta
eran demasiado complejas para la psique de un infante en su pri derta organización. Sostuvo que carecía de consistencia teórica
mer año de vida. A esa edad, el infante no puede saber qué sig admitir la existencia de deseos orales en el primer año, con re
nifica matar y morir. Isaacs (1948) se esforzó en exponer el ca euerdo conciente de las experiencias, según lo había expuesto
rácter primitivo de las fantasías -no verbales, no visuales, una Anna Freud en sus escritos, y negar al mismo tiempo la función
fantasía experimentada somáticamente- y afirmó que existe un de la fantasía.
saber que es de dotación filogenética. Quiso decir con esto que
en la constitución del cuerpo y sus impulsos ya existe un saber (5) La confusión de términos. Se manifestó mucha preocupación
intrínseco o innato; las sensaciones corporales postulan algo en ante la posibilidad de que la precisión de la terminología psico
la forma de una acción [véase SABER INNATO]. analítica establecida sufriera menoscabo. Un ejemplo de esto es
Con posterioridad a los furiosos debates de la década de 1940, la crítica de Anna. Freud, ya citada, en torno del proceso prima
la controversia sobre las aptitudes del infante en orden a la com rio y la naturaleza del inconciente. Glover (1945) desechó la teo
plejidad cognitiva se ha circunscrito a los psicólogos académicos, rla de la fantasía inconciente porque en mayor o menor medida
lo que ha llevado a que se acumulara una gran cantidad de in mezclaba todos los términos psicoanalíticos conocidos en uno so
vestigaciones académicas de psicología del infante (Trevarthen, lo, y así reducía a la nada la teoría psicoanalítica. Entre lo que
1980; Chamberlain, 1987). Los procesos que Trevarthen llama «in ",e pierde, en su opinión, se incluyen los conceptos de la progre
tersubjetividad primaria» sugieren que existe complejidad desde ",Ión de las fases libidinales, la regresión y la fijación, así como
muy temprano en las relaciones con objetos, lo que es un argu el (~omplejo de Edipo.
mento contra los detractores de Klein. La investigación indica Marjorie Brierley se preocupó también. Aunque admitía que
también que se registra un sentido de realidad muy grande res (,ra convincente la argumentación de Isaacs basada en la conti
pecto del contexto emocional de los vínculos infante-madre, lo nuidad genética, la extensión del término -fantasía» hasta abar
que tiende a refutar las exposiciones de Klein sobre las relacio car todos los aspectos de la actividad mental en el pasado y ser
nes solipsistas con objetos de fantasía. Lo que se comprueba es vir de base a toda actividad mental de los pacientes en el presen
que los niños son de hecho más complicados de lo que suponían I,t, dejaba en la sombra importantes distingos entre las etapas
Klein o sus críticos vieneses. Lichtenberg (1983) y Stern (1985) Iniciales y las posteriores; por ejemplo, las etapas iniciales del
han iniciado la reseña de esta bibliografía en busca de sus conse
(!umplejo de Edipo y las etapas posteriores [véase 4. COMPLEJO
cuencias psicoanalíticas.
UE ImIPo].
Isaacs rebatió esto sosteniendo que el descubrimiento de fac
(4)El proceso secundario. Los psicoanalistas ortodoxos definen t.ores que son importantes en el desarrollo de un estado psíquico
la actividad mental del inconciente como de proceso primario, o de una organización psíquica en particular, como lo es el com
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pIejo de Edipo, no quita significación al concepto del complejo ceptos puramente mentales como "sentido" y "vitalidad"» (pág.
de Edipo; al contrario, permite comprenderlo mejor. Por ejem 131).
plo, sostuvo, Klein había realzado el papel del complejo de Edipo
al mostrar que su influjo era más temprano y que aspectos signi (7) La regresión. Con anterioridad a la fantasía de Klein, se pen
ficativos del infante pregenital se relacionaban con el complejo saba en una regresión de la libido que resultaba de una frustra
de Edipo. ción, la que excitaba el aparato perceptual y causaba alucinacio
nes, o daba lugar al desarrollo de fantasías en lugar de pensa
(6) Los conceptos y las fantasías. Glover señaló lo que denominó mientos. Isaacs reconoció que la teoría de la fantasía inconciente
la «adicción ( ... ) [de Kleinj a una especie de antropomorfismo alteraba el significado de la regresión, puesto que las fantasías
psíquico ( ... ) que consiste en confundir conceptos del aparato inconcientes de los primeros años de vida están en continua acti
psíquico con mecanismos psíquicos» (Glover, 1943). Si se procede vidad y se encuentran en la base de todas las etapas evolutivas
de manera que los mecanismos de introyección y proyección co posteriores (al mismo tiempo que les dan sentido). Aunque Freud
muniquen además el significado de fantasías (de incorporación y Abraham, y el psicoanálisis clásico, sostuvieron que las pulsio
y de expulsión), entonces se produce una mezcla de la observa nes instintuales tempranas ejercen su influjo posterior a conse
ción objetiva con la experiencia subjetiva del paciente. cuencia de una regresión, Isaacs señaló que reconocer la influen
Brierley se ocupó también de la sustitución de experiencias da omnipresente de aquellos primeros estadios llevaba a discer
por conceptos, y argumentó con vigor para mantener «la descrip nir tanto el funcionamiento como el contexto de los primerísimos
ción de la experiencia en tanto es vivida, distinta de la descrip mecanismos de defensa en las repeticiones posteriores [véase 9.
ción, inferida desde la experiencia, del condicionamiento objeti MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIvOSj; en consecuencia, la impor
vo de ella» (Brierley, 1943). Este debate, aunque sólo rozado en tancia de la regresión consiste en incluir las configuraciones de
las Polémicas de 1943-1944, tiene ramificaciones profundas en fensivas que corresponden a los estadios tempranos a los que ella
la filo~ofía de la ciencia y respecto de la posición especial de las vuelve.
disciplinas que conciernen a sujetos humanos, a diferencia de ob Glover se mantuvo inconmovible en su opinión de que am
jetos inanimados. Heimann (1943), por ejemplo, señaló que el tra pliar el término «fantasía» más allá de las satisfacciones regresi
bajo en el que se encuentra empeñado el psicoanalista constitu vas y alucinatorias volvía redundantes otros términos. Una fan
ye un caso especial; es una ciencia objetiva de lo subjetivo [véa tasía in~onciente de un tipo primitivo en continua actividad pa
se SUBJETIVIDADj. recía dejar de lado el concepto de puntos de fijación, así como
Brierley prefirió proponer un término de alternativa, «senti el de regresión de la libido, o el de regresión de las relaciones
do», que introdujera claridad en el distingo entre des,cripciones objetales, desde formas posteriores hasta formas anteriores.
objetivas y subjetivas, puesto que «fantasía» las confunde. El tér
mino «sentido» localiza la cualidad subjetiva de la fantasía incon Fijación permanente: Se argum:entó que con la tesis de la impor
ciente y la mantiene apartada de los aspectos instintuales y obje tancia de la fantasía inconciente en todos los estadios desde el
tivos (véase también Rycroft, 1966). Isaacs disintió con esto, y primero, y con la insistencia puesta en las fantasías primordiales
decidió atenerse al término «fantasía», en parte porque la fuerza de la etapa oral (incorporación, introyección, etc.), la metapsico
de este concepto parece consistir en que abarca los aspectos tan logía de Klein implicaba una fijación permanente a las etapas más
to biológicos como psicológicos que corresponden a la base de t.empranas. Así, según esta argumentación, la ocurrencia de fan
las funciones psíquicas. No obstante, Meltzer (1973) ha reflexio-' t.aslas conectadas con impulsos orales, anales y genitales dese
nado sobre la necesidad de destacar este cambio en la metapsi (~haba por completo la regresión, puesto que Klein había abando
cología: nado el concepto de progresión a través de estas fases [véase 11
nmoj.
«A medida que el marco de referencia neuropsicológico original El empleo de fantasías contra otras fantasías -por ejemplo:
de Freud se trocaba en uno puramente psicológico, la idea cuasi 01 desarrollo de fantasías genitales como medio de tramitar un
fisiológica de "energía psíquica" debió ser remplazada por con Nadismo pregenital [véase DESARROLLOj- deja en efecto de lado
66 67
el modelo económico de conservación cuantitativa de la energía escaso en lo sucesivo. En consecuencia, no pocas de aquellas cues
[véase MODELO ECONOMICO]. tiones, aunque los diversos partidos parecen haberlas olvidado
hace mucho tiempo, siguen estando en la raíz de las divergencias
El «enclave)) según Glover: Glover insistió en que la idea de unas actuales entre los psicoanalistas kleinianos y clásicos o partida
fantasías de tipo primitivo que estuvieran de continuo activas rios de la psicología del yo.
en el inconciente no era freudiana. Lo conceptualizó como un
enclave de actividad mental primitiva que conservaba cierta auto Abraham, Karl (1921) "Contribution to a discussion on tic», en Karl Abra
nomía en el inconciente. Puso de relieve la índole herética de ham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 323-5.
estas ideas con el argumento de que, si se otorga preeminencia Balint, Michael (1943) «Contribution to the Controversial Discussions
a este enclave primario, el complejo de Edipo es destituido de 1$)43-1944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
la posición clave que tiene en el psiCoanálisis. Más adelante con Brierley, Marjorie (1943) "Contribution to the Controversial Discussions
sideramos esta crítica sobre el relegamiento del complejo de Edi I H43-1944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
po [véase 4. COMPLEJO DE EDlPO]. Ningún otro analista se sumó (1951) Trends in Psycho-Analysis. Hogarth.
Caper, Robert (1986) "Immaterial facts: Melanie Klein's development of
Polémicas de 1943-1944 no admitieron un debate serio con Glo Chamberlain, David (1987) "The cognitive newborn», Br. J. Psychother.
Ahora bien, lo paradójico es que el tiempo parece haber sido rcnczi, Further Contributions to the Theory and Technique of Psycho
más amable con Glover. La idea de un enclave autónomo (segre Analysis. Hogarth.
gado) reapareció ... pero en la bibliografía kleiniana. La propia I"reud, Anna (1943) "Contribution to the Controversial Discussions
Klein pasó a sostener el punto de vista de que existe un área 1943-1944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
en extremo primitiva de objetos arcaicos (KÍein, 1958) [véase 7. I"reud, Sigmund (1896) «The aetiology of hysteria», en James Strachey,
SUPERYO]. Con posterioridad, Rosenfeld (1971), en sus investiga ed. The Standard Edition of the Complete Psychological Works of
ciones de las manifestaciones clínicas del instinto de muerte, des Sigmund Freud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vol. 3, págs. 187-221. [«La
etiología de la histeria», en Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu
cribió una especie de "mafia» interna, no integrada con el resto
('ditores (AE), 24 vols., 1978-85, vol. 3, 1981, págs. 185-218.]
de la personalidad. Este tipo de estructuración de la personali (1900) The Interpretation of Dreams. SE 4-5. [La interpretación de
dad ha pasado a ser uno de los principales centros de interés en los sueños, en AE 4-5, 1979.]
el pensamiento kleiniano contemporáneo de Gran Bretaña [véa (1914) «On narcissism: an introduction». SE 14, págs. 67-102. [,<Intro
se ESTRUCTURA]. ducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.]
A pesar del acaloramiento de estas discusiones, del orgullo (1915) "The unconscious». SE 14, págs. 159-215. ["Lo inconciente»,
herido y del afán de prevalecer sobre el oponente, se plantearon pn AE 14, 1979, págs. 153-213.]
muchas cuestiones de importancia fundamental. Y si bien la lec (1926) Inhibitions, Symptoms and Anxiety. SE 20, págs. 75-175.
tura de los registros de aquellas Polémicas comunica la impre Ilnhibición, síntoma y angustia, en AE 20, 1979, págs. 71-164.]
sión de que el método de debate preciso, de inspiración académi (;Jover, Edward (1932) "On the aetiology of drug addiction», Int. J. Psycho
ca, aplicado por Isaacs llevó la mejor parte en la discusión, las Anal. 13: 300-7.
(1943) «Contribution to the Controversial Discussions 1943-1944 of
cuestiones mismas no quedaron en realidad resueltas. Como es
the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
sabido, se estableció un "acuerdo de caballeros» en la Sociedad (1945) «An examination of the Klein system of child psychology»,
Psicoanalítica Británica para la afiliación de sus miembros en tres I'sychoanal. Study Child 1: 3-43.
grupos (el de los kleinianos, el Grupo Independiente y el Grupo (lrosskurth, Phyllis (1986) Melanie Klein. Hodder & Stoughton.
"B» de los freudianos ortodoxos) y la distribución del poder en Ill'imann, Paula (1943) «Contribution to the Controversial Discussions
todos los comités de la Sociedad (Steiner, 1985; Grosskurth, 1986). 1H4:H944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
En cambio, las Polémicas sirvieron para sepultar el debate "cien IHUUCS, Susan (1943a) "Contribution to the Controversial Discussions
tífico» entre los grupos, y el compromiso en ese sentido fue muy 11I4:H 944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito).
68 69
(1943b) KAn acute psychotic anxiety occurring in a boy of four years», ed. The Social Foundations ofLanguage and Thought. Nueva York: Nor
Int. J. Psycho-Anal. 24: 13-32. ton,
(1948) «The nature and function of phantasy», en Melanie Klein, Paula Waelder, Robert (1937) .The problem oí the genesis oí psychical con
Heimann, Susan Isaacs y Joan Riviere, eds. (1952) Developments in fllct in earliest infancy», Int, J. Psycho-Anal. 18: 406-73,
70
71
3. Agresión, sadismo e instintos parciales
Cuando Klein inició sus investígaciones en 1918-1919, la teoría
freudiana ortodoxa tomaba como una base sólida el modelo evo
lutivo de las fases sexuales infantiles. Existían varios instintos
parciales de la sexualidad y varias fases en el desarrollo sexual
de la niñez (Freud, 1905).
impulse»).
(:¿) "~n segundo lugar, el componente sádico, estrechamente rela
1932. El sadismo como manifestación del instinto de muerte (Klein, Me donado con el anterior. Le pareció qu.e la curiosidad sexual frus
1932, The Psycho-Analysis oJ Children). LrRda era la responsable de esta manifestación chocante de una
1935. La posición depresiva (Klein, Melanie, 1935, .A contribution to the rantasfa horrorosa en los niños. Ahora bien, es algo que trae con
psychogenesis of manic-depressive states»). fII~(!uencias profundas; entre otras, el factor que está en la base
d~ la paranoia y la psicosis. El término «sadismo», tal como apa
re'(',' {'n los escritos de Klein, está tomado de Freud y, en espe
72 73
cial, de Abraham. Derivaba del impulso sexual perverso, sobre «Reunamos esta intelección [la forma peculiarmente concreta de
todo en los niveles oral o anal. Cada vez más, en el pensamiento los símbolos en los esquizofrénicos] con el supuesto según el cual
de Klein, «sadismo» se volvió sinónimo de cualquier forma extre en la esquizofrenia son resignadas las investiduras de objeto. Ten
ma de agr.esión. dríamos que modificarlo ahora: la investidura de las represen
taciones-palabra de los objetos se mantiene» (Freud, 1915, pág.
(3) A diferencia de Abraham, que se empeñó en refinar cada vez 201 [pág. 197]).
con mayor precisión el horario de las fases libidinales, Klein des
cubrió que si observaba el desarrollo tal y como sucedía en los Klein se dio cuenta de que podía examinar las rafces de este pro
niños, las fases presentaban Uf! orden muy impreciso y, de he blema en el niño en el momento mismo en que las cosas ocurrían.
cho, a menudo se superponían.
En el afán de expresar fantasías de algún tipo en el juego o
(4) Finalmente, en 1932, Klein otorgó su cabal importancia a las en cualquier otra actividad simbólica, sobreviene un proceso de
fantasías sádicas que le habían impresionado tanto y la habían externalización. La externalización se enlaza con el proceso de
llevado a chocar con Freud. Ya no consideró el sadismo como tlxpulsión, o proyección, como una defensa frente a conflictos
un componente de la libido, sino como un instinto por sí mismo, Internos intolerables y a un castigo sádico del superyó. Klein te
innato. Con esto adoptaba la teoría de Freud del instinto de muer n(a presente la crueldad de este tipo de situación interna cuando
te. Pero mientras que Freud consideraba que el instinto de muerte mlcribió:
era clínicamente mudo, Klein pretendió que la vida de fantasía
sádica de los niños era una manifestación clínica del instinto de -Esta defensa, en conformidad con el grado de sadismo [dentro
muerte. de la situación interna], es de un carácter vÍolento y difiere fun
damentalmente del posterior mecanismo de la represión. En re
(1) Epistemofilia. En sus primeros trabajos, Klein mostró que si lación con el sadismo del propio sujeto, esta defensa implica ex
se interpretaban al ,niño preguntas y fantasías referidas a la es pulsión, mientras que, en relación con el objeto, supone destruc
cena primaria, se desencadenaba un potente brote de fantasía. ción. El sadismo se convierte en una fuente de peligro porque
Vio en esto la liberación de una fantasía inhibida acerca de la ofrece una ocasión para liberar angustia y también porque el su
escena primaria. El deseo de saber, la curiosidad, parecía ser, Jet.o siente que las armas empleadas para destruir al objeto tam
con evidencia, una poderosa pulsión primordial y primitiva [véa bién le apuntan a él ( ... ) el yo totalmente subdesarrollado en
se EPISTEMOFILIA]. Esto le interesó por dos razones teóricas. En frenta una tarea que en esta etapa lo supera por completo» (Klein,
primer lugar, su técnica, que usaba los juguetes y el juego como 1930, pág. 220).
símbolos, le sugirió prestar atención a la naturaleza del simbolis
mo [véase 1. TECNICA; FORMACIONDE SIMBOLO]. En segundo lugar, (1) Sadismo. La conexión temprana entre el impulso epistemofíli
en algunos casos se encontraba frente a una masiva ausencia de eo y el sadismo es muy importante para el desarrollo psíquico
funcionamiento simbólico (Klein, 1930); esto le hizo suponer que en HU conjunto.
acaso había descubierto la naturaleza de la psicosis [véase PARA~
NOIA; PSICOSIS]. d!lHte instinto ( ... ) al comienzo concierne principalmente al cuer
La inhibición de la curiosidad era especialmente intensa en po de la madre, que se toma como el escenario de todos los pro
los niños psicóticos o cuasi psicóticos. Este descubrimiento pare celos y desarrollos sexuales. El niño está dominado todavía por
ció de gran importancia para comprender los trastornos de la psi la posición libidinal anal-sádica, que lo impulsa a desear apro
cosis, acerca de los cuales ya se sabía que incluían dificultades plarse de los contenidos del cuerpo. Entonces comienza a mos
en la formación adecuada de símbolos. Freud distinguió repre trarse curioso por lo que este contiene, por cómo es, etc. Así,
sentaciones-palabra de representaciones-cosa (Freud, 1915), y ha 11 Instinto epistemofílico y el deseo de tomar posesión entran des
bía llegado a esta hipótesis a partir de las perturbaciones de los d. muy temprano en la más íntima conexión» (Klein, 1928, pág.
esquizofrénicos. 1aH).
74 75
Aprender, venía a decir Klein, representa una intrusión en el 212). Este tip~ de círculo vicioso representa un estado paranoide
cuerpo de la madre (1931) y, en consecuencia, entra en relación de hostilidad, ~on una desconfianza intensa hacia todos los per
con las angustias que brotan de la fantasía de penetrar a la ma sonajes «buen~» [véase PARANOIA].
dre sádicamente [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS]:
(3) Fases pregenitales. Klein originalmente siguió a Abraham y
«El niño espera encontrar dentro de la madre (a) el pene del pa asignó el sadismo a un período situado al final del primer año
dre, (b) excremento, y (c) hijos, y asimila estas cosas a sustancias de vida, y se inclinó a retrotraer las fantasías que descubría en
comestibles. Con arreglo a sus fantasías más tempranas (o "teo niños mayores a aquel período como punto de fijación. Al fin lle
rías sexuales") sobre el coito parental, el pene del padre (o todo RÓ a la conclusión de que todos los diversos impulsos libidinales
su cuerpo) es incorporado en el interior de la madre durante el eoinciden, aunque alguno de ellos alcance preeminencia en de
acto. De esta manera, los ataques sádicos del niño tienen por ob terminado momento. «Las fases libidinales se superponen desde
jeto tanto al padre como a la madre, quienes en la fantasía son los primeros meses de vida en adelante. Las tendencias del Edi
mordidos, desgarrados, cortados o despedazados. Los ataques dan po positivo, y las del invertido, mantienen una estrecha interac
origen a la angustia de que el sujeto pudiera ser castigado por ción desde que se incoan» (Klein, 1945, pág. 416). Las fantasías
los padres unidos; como esta angustia se internaliza a consecuen Hádicas son atribuidas en gran parte a las fases oral y anal, y los
cia de la introyección oral-sádica de los objetos, ya va encamina Impulsos pregenitales predominan al comienzo sobre los impul
da hacia el superyó temprano» (Klein, 1930, pág. 219). flOS genitales. De esta manera, el niño desde sus primeros mo
mentos tiene que luchar contra la angustia causada por estos im
Las claras pruebas de la agresión del infante constituyeron para pulsos sádicos. Klein llegó a la concepción de que existía cierta
ella un perturbador descubrimiento: excitación de impulsos genitales (a saber, hacia ambos padres co
mo pareja) desde el primer año de vida, pero con posterioridad
«La idea de un infante de seis a doce meses que intenta destruir los impulsos genitales se fortalecen y refuerzan el amor del niño.
a su madre por cualquier método al alcance de sus tendencias A menudo Klein parece suponer en sus escritos que los im
sádicas -con dientes, uñas y excreciones, y Con la totalidad de pulsos pregenitales (sádicos) se contraponen a los genitales, amo
su cuerpo, trasformado en la fantasía en toda clase de armas rosos:
presenta a nuestro espíritu una imagen terrorífica, por no decir
increíble. Y es difícil, según sé por mí propia experiencia, con t( ... ) el sadismo es superado a medida que el sujeto avanza ha
vencerse de que esa idea aborrecible responde a la verdad~ (Klein, cia el nivel genital. Mientras más vigorosamente se establezca es
1932, pág. 130). te, más apto será el niño para el amor de objeto, y más capaz
de conquistar su sadismo por medio de la piedad y la simpatía»
Este descubrimiento, por haber sido tan inesperado, ocupó su. (Klein, 1929, pág. 214).
atención de manera más o menos exclusiva durante los primeros
quince años de su práctica clínica. A su juicio, los impq.lsos agresivos influyen sobre el desarrollo,
fin particular promoviendo un movimiento del yo hacia adelan
Círt::Ulo vicioso: Esta especial absorción en la agresión yen las te, en dirección a impulsos genitales (estimulaciones), con el re
consecuencias vengativas que provocan miedo y más agresión es lIultado de movilizar los sentimientos amorosos. Por lo tanto, los
un fenómeno que se perpetúa a sí mismo. Los ataques a los per Nentimientos agresivos pueden tanto reforzar como inhibir el mo
seguidores los vuelven más dañinos, y no menos, porque en la vimiento evolutivo; sucede también, a veces, que el movimiento
fantasía se supone que los anima una furia todavía mayor de vio hada adelante sea empujado prematuramente, lo que trae diver
lencia retorsiva; «( ... ) cuando los objetos son introyectadús, el 1188 consecuencias. Así fue como Klein elaboró su controvertido
ataque lanzado contra ellos con todas las armas del sadismo sus punto de vista de que el influjo de los impulsos agresivos en es
cita el terror del sujeto a un ataque análogo dirigido a él mismo ta" etapas muy tempranas determinaba el curso del desarrollo
por los objetos externos y los internalizados» (Klein, 1929, pág. o BU obstaculización [véase LIBIDO; DESARROLLO].
76 77
Fue basada en la evidencia de las fantasías pre~nitales
como AniquilaCi6n~qUiZOide: En 1946, Klein revisó su teoría sobre
Klein empezó a revisar la concepción clásica tanf del complejo el período int samente sádico y paranoide del comienzo de la
de Edipo como del origen del Sllperyó [véase 4. qbMPLEJO DE EDI vida (denomin o por entonces posici6n paranoide). Descubrió
po; 7. SUPERYO]. Que impulsos a . esivos podían operar contra el yo del sujeto lo
mismo que en dirección a objetos. Este sadismo sugería Que el
(4) Instinto de muerte. Con posterioridad (a partir de 1932), Klein Instinto de muertle (que porfía en la recaída del individuo en la
consideró que el primer año de vida como un todo era la época disolución y la muerte) no había sido adecuadamente vuelto ha
de máximo sadismo. Esta extensión de sus puntos de vista se pro da afuera al nacer [véase 7. SUPERYO]. En su teoría del instinto
dujo a consecuencia de haber adoptado, en 1932, el instinto de de muerte, se atuvo a la concepción de Freud sobre el aparta
muerte como una fuente primaria de impulsos agresivos desde miento del instinto de muerte hacia afuera. En estados esquizoi
el comienzo: «( ... ) un apartamiento del instinto de muerte hacia des se produce un fracaso inicial de ese apartamiento; esta es
afuera influye sobre las relaciones del niño con sus objetos y con la base de la posterior teoría de Klein sobre la envidia [véase 11.
duce además al desarrollo pleno de su sadismo~) (Klein, 1932, pág. "OSICION ESQUIZO-PARANOIDE; 12. ENVIDIA]. En consecuencia, el in
128); y: dividuo esquizoide tiene miedo de una fuerza aniquiladora que
actúa desde adentro, y teme por sí y por la disolución en frag
«( ... ) sus instintos destructivos le han provocado angustia ya en mentos de su propio yo y su identidad (Klein, 1946). Hacia esta
los primeros meses de vida. En consecuencia, sus fantasías sádi época, Klein expuso el prototipo de una relaci6n objetal agresi
cas pasan a enlazarse con angustia, y este lazo entre aquellas y 1,a en la que estos fragmentos del yo pueden ser expelidos sobre
esta da origen a situaciones de angustia específicas ( ... ) Una sa objetos externos [véase 13. IDENTIFlCACION PROYECTIVA].
tisfacción libidinal, como expresión de Eros, refuerza su fe en
sus imagos benignas y disminuye los peligros que lo amenazan b'nvidia: En 1957, Klein hizo el último aporte a su teoría. Como
desde su instinto de muerte y su superyó» (Klein, 1932, pág. 201) (~I de las preocupaciones tempranísimas, se relacionaba con las
[véase INSTINTO DE MUERTE]. (mormes cantidades de agresión sádica de los seres humanos. No
,,610 había descubierto desde muy temprano vastas cantidades
Desde este momento, la concepción de Klein de la psique y su de agresión en el juego de los niños, sino que más adelante en
desarrollo tiene por eje el conflicto inherente entre el instinto HU carrera pudo confirmar esta agresión y este sadismo excesi
de muerte y la libido (los instintos de vida) y la manera en que vos en el material clínico registrado en pacientes psicóticos adul
el mundo externo asista efectivamente en el desarrollo de la per tos. Una forma primaria de envidia parecía representar una de
catación de realidades externas e internas. las manifestaciones más primitivas de los impulsos agresivos, y
Klein pensó que, en el punto de partida, el infante estaba dotado
Posici6n depresiva: El conflicto de sentimientos que originalmen de una discrepancia innata en las cantidades de instinto de vida
te se discernió entre los impulsos pregenitales y genitales fue re y de muerte, junto con otras insuficiencias, en el caso de los es
ferido después a conflictos entre el complejo de Edipo positivo quizofrénicos, en especial una dificultad para separar impulsos
y el negativo, que existen en fantasías inconcientes en formas agresivos de impulsos libidinales (y una escasa tolerancia a la frus
pregenitales así como genitales [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO]. Es tración, un ambiente desfavorable para el desarrollo, etc.). La
tos confusos saltos entre categorías teóricas se volvieron menos (mvidia primaria es una agresión y un sadismo innatos dirigidos
problemáticos cuando Klein avanzó en su teoría, en 1935, con hacia los objetos buenos o sus atributos buenos, a diferencia de
la elaboración de la idea de la posición depresiva, que firmemen la agresión más paranoide dirigida a los objetos malos que pare
te adquirió más importancia que el complejo de Edipo y las se een amenazar al sujeto [véase 12. ENVIDIA].
cuencias de fase [véase 10. POSICION DEPRESIVA] puesto que for
maba la base sobre la cual ocurrían aquellos pasos evolutivos clá DEBATE SOBRE EL INSTINTO DE MUERTE. En realidad no se
sicos. dlHcute la existencia misma de fases sádicas en la niñez, pero sí
que tengan su origen en el instinto de muerte. Se han hecho cua
78 79
tro objeciones principales a la fecundidad del~ cepto de «ins más conSider~, sostiene que resulta imposible aislar los dife
tinto de muerte»: (a) las exposiciones de Freud eron en gran rentes instinto parciales por medio de investigación psicoanalí
medida especulativas, y lo definieron como "m o» clínicamen ilca. Los desac erdos entre psicoanalistas en torno del instinto
te; (b) es ocioso postular que la proyección del i stinto de muer de muerte abu an, desde ambos partidos, en ingeniosos argu
te es fuente de agresión, porque esta se explicl de manera ade mentos a posteriqri que tratan sobre este problema [véase 2. FAN
cuada por la frustración libidinal; (c) no eXist$ pruebas de que TASIA INCONCIENTE,; CONTINUIDAD GENETICA].
una destructividad dirigida al propio ser trabajé dentro de la per
sonalidad, y (d) la importancia concedida por Klein al instinto (e) La destructividad interna: Klein mostró que, al menos en los
de muerte despoja a la libido de su lugar central en la teoría psi niños, el instinto de muerte no era mudo ni silente; de algún mo
coanalítica. do, el yo, o parte de lo que este contenía, permanecía adentro
(lara ejercer un influjo mortífero sobre la personalidad. Estos son
(a) El instinto mudo: Según una apreciación muy difundida, Freud los objetos internos ,.malos», que en el curso del desarrollo dan
concibió la idea del instinto de muerte a partir de ejemplos bioló origen al superyó severo [véase 7. SUPERYO]. En los adultos, la
gicos, de sus reflexiones sobre la mortalidad de los organismos (~xperiencia de un objeto destructivo que existe en el interior del
y las tendencias universales de la materia viva a regresar al esta yo es comunicada por el paciente que tiene una fobia al cáncer,
do inanimado, y de la materia inanimada, a degenerar hacia ni cm cuyo caso este representa un objeto interno devorador. Ade
veles inferiores de organización. El entronque de esta segunda más, el miedo general del cáncer se enlaza de manera parecida
ley de la termodinámica, la ley de la entropía, con el modelo de eon fantasías inconcientes sobre un objeto ..malo» concebido en
Freud de la psique amenazaba introducir un tinte de misticismo un plano oral-sádico. Otras formas de hipocondría pueden ser ilus
en el psicoanálisis. Por esa razón la mayoría de los psicoanalistas t.raciones equivalentes.
omitieron concederle un lugar importante en su pensamiento clí Una destructividad interna con manifestación clínica ha sido
nico. Resultaba posible relegar el instinto de muerte al olvido por (~xaminada por Rosenfeld (1971), y últimamente por muchos otros,
que Freud lo había caracterizado como «un instinto mudo y si en respuesta a la queja de que los kleinianos no han respondido
lente». Esta inaudibilidad explicaba, ajuicio de Freud, que él mis a las críticas dirigidas a su empleo d~l" concepto de ..instinto de
mo lo hubiera pasado por alto al comienzo de sus trabajos. muerte». La estructura de los pacientes fronterizos consiste en
En cambio, Klein sostuvo con vigor que el «instinto de muer la organización de partes ..malas» del self que atacan al seIf ..bue
te. es un concepto clínico, puesto que Freud (1920) introdujo su no» con estrategias de seducción o intimidación [véase ESTRUC
argumentación con datQs tomados del trabajo clínico sobre la tras 'ruRAl·
ferencia (la compulsión de repetición), de los sueños de pacien
tes aquejados de neurosis traumáticas, y de la observación del (d) La importancia relativa del instinto de muerte y de la libi
juego de los niños. Justamente, el problema clínico de la compul do; En otra dirección, se ha argumentado que Klein afirmó que
sión de repetición originó el título elegido por Freud para su obra el instinto de muerte tiene mayor influencia que la libido, ¡y que
de 1920, Más allá del principio de placer. Los pacientes parecen la pulsión de relacionarse con objetos deriva del instinto de muer
compelidos a repetir experiencias penosas, y esto infringe el prin te! Se sostiene que esto es por entero contrario a la teoría freu
cipio de placer. Por lo tanto, tiene que haber algo más allá del diana. Las acusaciones de que Klein había desechado la teoría
placer. de Freud de la progresión de las fases libidinales alcanzaron un
o'rescendo cuando los analistas vieneses emigraron a Londres en
(b) La libido frustrada: Además, en su forma proyectada, el ins 19:39 [véase POLEMICAS]. La acusación era excesiva, pero es ver
tinto de muerte en modo alguno es silente: es ruidoso y estrepi ciad que para Klein los problemas e inhibiciones en el desarrollo
toso [véase INSTINTO DE MUERTE]. A menudo se sostiene que los de la libido (así como las inhibiciones intelectuales) se debían a
impulsos destructivos no son en sí mismos pruebas del instinto la angustia causada por los impulsos agresivos. En realidad, no
de muerte, puesto que puede tratarse de retoños de impulsos li arrojó por la borda la teoría de la libido ni la secuencia de las
bidinales que hayan sido frustrados. El argumento, en su forma fases sexuales infantiles. Se atuvo a ellas formalmente, al tiem
80 81
\,
págs. 418-501.
109-224.)
83
82
4. Complejo de Edipo
El psicoanálisis ortodoxo en la época en que Klein inició sus tra
bajos había establecido que el problema nuclear de todas las neu
rosis era el complejo de Edipo. Klein nunca cuestionó este pun
t.o, No obstante, consideró el complejo de Edipo desde un ángulo
('ada vez más divergente.
('la el otro:
1935. El complejo de Edipo y la posición depresiva (Klein, Melanie, 1940,
84
85
zán. Los monos marchan a través de la jungla; (¡m. su fantasía,
él marcha tras ellos y se adapta a su modo de ansiar. Las asocia Apuntó que «( ... ) tal manifestación de tendencias primitivas es
ciones mostraron con claridad su admiración por,su padre, quien leguida invariablemente de angustia)) (Klein, 1927, pág. 175). Es
copula con su madre, y su deseo de participar como tercero. Es tos impulsos sádicos causan mucho miedo y remordimiento en
ta identificación, de nuevo tanto Con la madre como Con el pa 108 niños pequeños, quienes temen por lo que pueda sucederles
dre, formaba también la base de sus muchos otros pensamientos a los padres reales y también temen la retorsión de estos [véase
"inquietantes", todo lo cual se pudo reconocer como fantasías a. AGRESION; PARANOIA].
masturbatorias» (Klein, 1925, pág. 118).
(2) Los orígenes tempranos del complejo de Edipo. Para Freud,
108 impulsos pregenitales eran meramente descargados, mientras
Basada en estasjantasías infantiles, en el período de 1919 a 1935,
Klein hizo cuatro descubrimientos clínicos principales sobre el (¡ue las genuinas fantasías edípicas sólo comenzaban con la fase
complejo de Edipo. Cada uno de estos pasos fue de tal magnitud ,",cnital (hacia la edad de tres a cinco años). Ahora bien, Klein
que el resultado fue una teoría por completo diferente: la teoría registró fantasías edípicas a edades pregenitales: «( ... ) los niños
de la posición depreSiva.
Huelen mostrar, ya al comienzo de su segundo año, una marcada
Los pasos fueron:
preferencia por el padre del sexo opuesto, así como otros indi
dos de tendencias edípicas incipientes» (Klein, 1926, pág. 129).
(1) la cualidad particular de sadismo adherida a las fantasías de Impulsos pregenitales aparecen en las reacciones de los niños ha
la pareja edípica, que da origen a una gran angustia [véase 8. da sus padres y la relación sexual entre ellos, y su juego gira en
SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANASJ; torno de ideas, fantasías y angustias que se conectan con la esce
(2) la evidencia clínica de las fantasías pregenitales, que en efec na primaria; dada la ignorancia del niño acerca de los hechos,
to eran de origen pregenital, lo que difiere por completo de la mitas fantasías se basan en interpretaciones de sus propias nece
opinión de Freud según la cual el complejo de Edipo surge en Hldades (orales o anales) y su cruel frustración:
la fase genital entre el tercer y el quinto año de vida [véase LIBI
DO; SUPERYO]; «Según sea la etapa oral-sádica y anal-sádica por la que él mismo
(3) la concepción de los padres edípicos en función de órganos atraviese, el comercio sexual llega a significar para el niño una
individuales -el pene en la vagina (el pezón en el pecho)-, que operación en la que comer, cocinar, intercambiar heces y actos
da origen a una temible fantasía de los padres eternamente uni sádicos de todo tipo (morder, cortar, etc.) desempeñan el papel
dos que forman una figura parental combinada [véase FIGURA PA principal» (Klein, 1927, pág. 175).
RENTAL COMBINADA}, Y
(4) la ambigüedad de los complejos de Edipo positivo e invertido, Con esta masa de pruebas clínicas sobre la existencia de fanta
que, por existir juntos, dan origen a sentimientos ambivalentes lIías pregenitales, Klein se vio obligada a concluir que el comple
hacia cada uno de los padres [véase 10. POSI9ION DEPRESIVA]. jo de Edipo surge antes de la fase genital.
En consecuencia, los padres se dan de mamar uno a otro, se
(1) Angustia. Klein hizo un aporte a la teoría ortodoxa del com
Incorporan, se despedazan a mordiscos, ensucian el interior del
plejo de Edipo en tanto atendió al contenido de las angustias que
otro, se controlan, todo lo cual corre junto a las fantasías genita
naCÍan de fantasías acerca de los objetos edípicos (madre y pa
¡mo¡ de penetrar, cortar, cuidarse o protegerse los padres entre sí:
dre):
~( ... ) el análisis temprano ha demostrado que él [el niño] desa
«El varoncito que odia al padre como un rival por el amor de la rrolla esas teorías en un momento muy anterior, en el que impul
HOS pregenitales dominan todavía el cuadro, aunque sus impul
madre se ve animado por el odio, la agresión y las fantasías que
derivan de sus fijaciones oral-sádicas y anal-sádicas ( . ~ .) En es HOS genitales todavía escondidos tienen alguna participación. Es
te caso [el de Gerard], el pene del padre iría a ser arrancado a t.as teorías sostienen que en la copulación la madre de continuo
mordiscos, cocido y comido» (Klein, 1927, pág. 172). Incorpora el pene del padre por vía bucal, de manera que su cuer
po está lleno de muchísimos penes y bebés. El niño desea comér
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selos y destruirlos. En consecuencia, al atacar el interior de la
de Freud de la bisexualidad innata. Las oscilaciones entre el com
madre, el niño ataca un gran número de objetos» (Klein, 1933,
pág. 254). plejo de Edipo positivo y el invertido adquirieron creciente im
portancia, y llevaron en definitiva a Klein a elaborar el concepto
elc' la posición depresiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA].
(3) Objetos-partes. Buena parte de la vida de fantasía del niño
está concebida en función de objetos-partes; esto quiere decir
LAS CONSECUENCIAS TEORICAS DE LOS APORTES DE KLEIN.
que imagina órganos en relación unos con otros, objetos apenas
Los aportes de Klein avanzaron en varias direcciones:
visualizados, imaginados, que tienen una única función, pero que
se juntan en el comercio sexuaL En particular, está el pecho de ( 1) una distinta concepción sobre el origen del superyó;
la madre, que se enredará con el pene del padre, o el pene del (2) que las angustias clásicas conectadas con la castración y la
padre dentro de la vagina de la madre: «( ... ) en esta etapa tem (!nvidia del pene son de índole «secundaria»;
prana del desarrollo, el principio de pars pro toto es el que impe (a) la teoría de la posición depresiva, referida a la pérdida del
ra y el pene representa también al padre en persona» (Klein, 1932,
objeto amado;
pág. 132) [véase OBJETOS-PARTES]. Mezclados con este mundo de
(4) con posterioridad, el discípulo más original de Klein, Bion
órganos están además los bebés, que el cuerpo creador de la ma
(1962), elaboró la importante noción de los objetos-partes que
dre contiene, y que dan lugar a otras fantasías, también predo ~e acoplan como un contenedor con sus contenidos [véase CON
minantemente agresivas. Todas estas nociones primitivas de ór 'I'(':NIMIENTO] .
ganos, todavía no conectadas entre sí, son probablemente pro
pensiones innatas a imaginar tales cosas: fantasías inconcientes I~l problema de Klein consistió en que sus observaciones clínicas
[véase 2. FANTASIA INCONCIENTE; SABER INNATO].
de niños traían vastas consecuencias que entraban en conflicto
con la observación clínica de los psicoanalistas de adultos. No
Lafigura parental combinada: En las primeras etapas del com Jlodía esperar otra cosa que reticencias aquel que cuestionara los
plejo de Edipo desempeña un papel esencial una imagen de los dt'scubrimientos que el mismo Freud había hecho. El ambiente
padres que los presenta como una temible pareja unida en la fae J,sicoanalítico de la década de 1920 no era indulgente. Sólo en
na de un violento comercio sexual que amenaza destruirlos a ellos la década de 1930 pudo Klein desarrollar sus propias teorías, con
y destruir al infante (Klein, 1932). De esta manera, los padres Independencia de Freud. Para esa época, su concepción de la an
combinados (o sus órganos) se destruyen entre sí en un hundi gustia y de la situación edípica se había modificado como conse
miento del mundo que no deja sitio alguno al infante; al mismo c'uencia de haber asimilado el concepto de Freud del instinto de
tiempo, esa figura se vuelve contra él, a causa de sus propias muerte en la comprensión de sus pruebas clínicas, y esto la con
fantasías omnipotentes dirigidas a los padres, y lo somete a las dujo al concepto de la posición depresiva.
mismas fuerzas destructivas que él cree que sus padres descar
gan uno contra otro [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA]. (l) El superyó temprano. La agresión suscitada en estas fases pre
g(mitales del complejo ya da lugar a relaciones complicadas con
(4) Complejo de Edipo invertido. Por la circunstancia de analizar
Ins objetos primarios aun antes que intervengan los impulsos ge
a niños muy pequeños, Klein estaba en una posición particular
nitales. Estas figuras complejas, ambiguas y terroríficas, una vez
mente ventajosa para demostrar que el complejo de Edipo no con
Illtroyectadas, se convierten en perseguidores internos. Klein sos
siste sólo en el amor al padre del sexo opuesto y en el odio al
tu vo que versiones internalizadas de padres que atacan al yo cons
progenitor rival del mismo sexo. En efecto, descubrió la existen tituyen a todas luces fenómenos de la misma categoría que el
cia de sentimientos muy mezclados, y por eso puso el acento en Huperyó según Freud lo expuso. En consecuencia, el superyó tie~
el complejo de Edipo invertido, según el cual las niñitas al mismo
nf' que surgir a una edad muy anterior a la establecida por Freud
tiempo aman a su madre y se identifican con ella, y los varonci (tm 1923) cuando sostuvo que era el «heredero del complejo de
tos aman a su padre y se identifican con él, con exclusión del i'ldipo» y que, por lo tanto, representaba el desenlace del com
progenitor del sexo opuesto. Esto armoniza con la concepción
ph~Jo de Edipo. Y un origen más temprano del superyó indicaba
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89
un origen más temprano de su precursor, el complejo de Edipo.
~uerpo de la madre, con el miedo de una retorsión comparable
Como esto armonizaba con su descubrimiento de las fantasías pre
"obre el cuerpo del propio niño. Su adhesión a Freud la obligó
genitales de la pareja edípica, Klein creyó que los hechos clínicos
n suscribir el punto de vista de este sobre las angustias primor
demostraban el acierto de la secuencia general de sucesos defi
diales; lo hizo presentando sus descubrimientos como si se trata
nida por Freud, siempre que se la hiciera remontar hasta un mo
ra de amplificadores que estuvieran en la base de la angustia de
mento anterior del desarrollo. A medida que hacía más observa
('Ustración y la envidia del pene.
ciones, se encontró Con que debía trasladar cada vez más atrás
tanto el superyó como el complejo de Edipo. Ahora bien, en disi
(3) Pérdida del objeto amado. Freud pensaba que los padres edí
dencia con la opinión de Freud, los dos procesos que consisten
pkos debían ser en definitiva resignados, y que esta pérdida ter
en la reelaboración del complejo de Edipo y en la formación del
minaba como otras pérdidas que él había expuesto en 1917: con
superyó no se sitúan en clara secuencia, puesto que el «( ... ) aná
una introyección del objeto. En 1923, definió como superyó el
lisis de niños muy pequeños muestra que, tan pronto como surge
()I~ieto interno resultante. Ahora bien, hacia fines de la década
el complejo de Edipo, ellos empiezan a reelaborarlo, y por ese
d(' 1920, ya instalada en el marco amparador de la Sociedad Psi
camino desarrollan el superyó" (Klein, 1926, pág. 133). Pero al ('()analítica Británica, Klein tuvo más libertad para entregarse a
fin los dos procesos se alinearon de tal modo en el primer año
HUS deducciones teóricas.
de vida que Klein terminó por desacoplarlos entre sí y por decla
Estos objetos internos que resultaban de los padres edípicos
rarlos independientes; en la práctica, el superyó retrocedía has
1I(~gaban a ser, a juicio de Klein, las figuras psicológicas impor
ta los primeros momentos de la vida [véase 7. SUPERYO].
tuntes, más importantes que los objetos externos, de los cuales,
c\(>sde luego, derivaban. Creía que las oscilaciones entre los com
(2) Angustia de castración y envidia del pene. Klein se esforzó
plejos de Edipo positivo y negativo, en el curso del desarrollo
por refirmar todos los aspectos y angustias que se describían en Infantil, daban como fruto los objetos internos amados y tam
la teoría clásica del complejo de Edipo, y nunca dejó de sostener hién los odiados. Por fin se prodUCÍa una confluencia entre las
que su descubrimiento de aquellas fantasías no haCÍa sino llenar fI~uras amadas y las odiadas, y se establecía un objeto interno
los huecos de la teoría aceptada. Esto la autorizó a pretender
(progenitor) que era amado y también odiado. Esta confluencia
que las angustias enormes que ella había expuesto contribuían de amor y ataques sádicos daba origen a una constelación espe
muchísimo al carácter temible de las angustias «ortodoxas». Así, dal de afectos, actitudes, relaciones objetales y defensas, que
la angustia de castración se ve reforzada y multiplicada por las Klein denominó la posición depresiva [véase 10. POSICION DEPRE
fantasías del varoncito de llevar ataques violentos sobre el cuer ¡OUVA] .
po de la madre para destruir el pene alojado ahí, Con el terror
de una retorsión mutiladora sobre su propio pene, es decir, una
1.A POSICION DEPRESIVA. El advenimiento de la posición de
devolución en especie. La envidia del pene en las niñitas se rela presiva en el pensamiento de Klein impuso una reordenación de
ciona más bien con la angustia que Klein definió como incursión MlIS teorías. En primer lugar, ya no mencionó de manera tan con
violenta sobre el cuerpo de su madre en tanto es receptáculo del fiada el destete como la frustración más importante; puso el acen
pene del padre y de los bebés a los cuales da vida. La envidia en cambio, en las vicisitudes del objeto interno y su temida
del pene es un concepto más circunscrito que las descripciones ~)(>rdida, y no tanto en el destino del objeto externo (el pecho
que hace Klein de la diversidad de fantasías que asedian a la ni ft>al). En segundo lugar, el vuelco hacia el padre, que antes se
ña pequeña [véase 6. FASE DE FEMINIDAD].
atribuía a la reacción contra la madre por el destete, se pasó a
No obstante su aseveración de que sólo llenaba huecos en las ('onsiderar más bien como algo inherente a las inevitables frus
teorías de Freud con fantasías más detalladas que se observan I.rueiones y a los conflictos de ambivalencia en relación con la
cuando se trabaja con niños que se encuentran en el apogeo del nmelre, que se producen desde el comienzo. Este conflicto se con
complejo de Edipo, en realidad las angustias que Klein describía ..Iciera necesari<il, inevitable e inherente a la naturaleza conflic
no eran las expuestas por Freud. En la década de 1920, ella ha t.ual de los instintos: un conflicto entre el complejo de Edipo po
bía descrito una angustia distinta, la de invadir con violencia el ..IUvo (desear el amor del progenitor del sexo opuesto en rivali
90
91
dad con el progenitor del mismo sexo) y el complejo de Edipo damento es la manera en que el infante emplea los objetos rea
invertido (amar al padre del mismo sexo, e identificarse con él, les, en los que él «escucha» su propio mundo de fantasía y a los
oponiéndose al padre del otro sexo). Existe entonces cierta co que manipula (defensivamente). para obtener alivio [véase DEFEN
rrespondencia entre la reunión de los padres en la situación edí lA PSICOLOGlCA].
pica, y la reunión del objeto-parte «bueno» con el «malo»: Esta aptitud de apartarse Y observar una relación entre dos
objetos requiere la capacidad de soportar el sentimiento de ser
«Cada objeto, en consecuencia, se presta a su vez a volverse por relegado y, en consecuencia, todo el golpe del dolor edípico clá
111<:0. Este momento, en que a la aptitud para el amor Y el odio
momentos bueno, por momentos malo. Este movimiento de vai
JII(, suma la de observar y saber, es justamente una de las caracte
vén entre diversos aspectos de las imagos primarias [figuras pa
rentales] implica una interacción estrecha entre las etapas tem r(Rticas determinantes de la posición depresiva [véase VINCULA
pranas de los complejos de Edipo invertido y positivo» (Klein, IlION¡ 10. POSICION DEPRESIVA]. De este modo, la posición depresi
1945, pág. 409) [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. va es más que el momento en que se alcanza el complejo de Edi
po. Supone la aptitud para iniciar un mejor conocimiento de los
Reparación: La importancia de la reparación se evidencia tam mundos externo e interno:
bién en ciertas fantasías edípicas. La reparación interviene para
realzar los aspectos amorosos de la situación edípica. Los impul .Mientras más fuerte y coherente es el yo ( ... ) más reúne Y sin
sos edípicos genitales representan un paso hacia el fortalecimiento t.etiza los aspectos segregados del objeto y del self ( ... ) Todos
de los sentimientos amorosos; estos cobran importancia en los estos desarrollos llevan a una adaptación cada vez mayor a la
actos de reparación, para mitigar la posibilidad triunfalista de realidad externa e interna- (KIein, 1952, pág. 75).
una reparación omnipotente basada en mecanismos maníacos
[véase REPARACION]. l.as partes «madre» y «padre» de la mente del analista: En la si
tuación clínica, el empleo de esta interpretación del complejo de
La posición esquizo-paranoide: Con la tesis de la escisión de la Edipo según «objetos-partes» ha influido mucho sobre la compren
mente infantil en partes o fragmentos, y la escisión asociada de lión de la trasferencia [véase 1. TECNICA]. En el contacto que el
los objetos, la reunión de esas partes y fragmentos tomó sobre paciente establece con el estado mental del analista, con frecuen
sí el papel del objeto edípico clásico [véase ESCISION¡ POSICION cia influye el hecho de que experimente las partes de la mente
ESQUIZO-PARANOIDE]. En la experiencia del infante, la madre buena del analista como separadas o conectadas entre sí. El analista tal
y satisfaciente desaparece cuando él está insatisfecho; en ese mo verz sea experimentado como simpático, por ejemplo, pero al mis
mento hace intrusión un objeto diferente. Dentro de su mundo mo tiempo se segregará otra parte de él, aquella en que se mues
externo, que él percibe sólo en parte, el padre, un hermano, un tra severo Y analiza, y que a juicio del. paciente puede llegar a
visitante o el perro de la familia, lo mismo que cualquier otra criticarlo. Tales aspectos de la mente del analista pueden ser ex
cosa, puede representar a esta tercera figura intrusiva y dañosa. perimentados en términos de género, como una parte materna
Pero en esta etapa, tales figuras se mantienen separadas en el y otra paterna, que el paciente desee mantener separadas. De
tiempo, y así se reduce al mínimo la experiencia de una configu manera similar, se puede echar de menos una parte sensible e
ración triangular. El infante, en los momentos en que experimenta intuitiva del analista en el momento en que este interpreta con
su objeto bueno, se encuentra en plena posesión de este: una " ...curso, según cree el paciente, a sus funciones intelectuales. La
posesión interna y externa. Ahora bien, con el desarrollo de los reunión de las partes de la mente del analista puede ser muy re
potenciales cognitivo y emocional, los objetos se juntan, y el co lIiMUda, y atacada con violencia por el paciente.
mienzo de la posición depresiva crea una situación en la que el
infante ya no posee al objeto «bueno. sino que es testigo de la
posesión de dos objetos el uno por el otro (Britton, 1987). IIlL DISENSO: ¿FASES PRELIMINARES O PRECURSORES? Se ha
El complejo de Edipo, en esta versión, da muy poca cabida manifestado una continua renuencia a aceptar las conclusiones
a los padres reales y su real comercio sexual, puesto que su fun de Klein de que el complejo de Edipo comienza antes de la fase
93
92
genital (fase del primado genital) [véase también 7. SUPERyo1. Fue rroilan a partir de algo anterior; este mismo argumento se utilizó
Fenichel quien la expresó con la mayor claridad: en sustento del superyó temprann. Además, la regresión por fuer
za es regresión a algo; es decir, las Jantasías tempranas, orales
.Es sin duda cierto que, desde un período muy temprano, el niño o anales, sobre el comercio sexual parental tuvieron que existir
siente apego hacia el progenitor del sexo opuesto, y celos y odio para que se pudiera hacer regresión a ellas. Esta querella entre
hacia el otro progenitor. Pero estas fases preliminares difieren, la idea de regresión a una actividad de fantasía de una edad tem
en ciertos puntos fundamentales, del complejo de Edipo en la l)fana y la idea de una elaboración retrospectiva de impulsos tem
época de su apogeo. Esas fases preliminares tienen contenidos pranos es de difícil decisión sobre la base de pruebas clínicas y,
(no genitales) que no son los del complejo de Edipo genuino; to eomo tantos otros disensos, se ha ido eclipsando en los debates
davía compiten con tendencias autoeróticas; el odio celoso aún ('11 lugar de alcanzar una resolución.
coexiste sin conflicto con el amor hacia el progenitor del mismo Los intercambios de mandobles, el orgullo herido y las posi
sexo que el sujeto" (Fenichel, 1931, págs. 141-2). dones irreconciliables de las Polémicas de 1943 ilustraron la difi
('uitad de adoptar una actitud estrictamente científica sobre es
Este argumento se basa en la ausencia de nexos entre los celos t.os temas [véase POLEMICAS]. La discusión se encarnizó especial
y el amor. Pero el propio Fenichel expuso una cantidad de situa mente en el concepto clave del complejo de Edipo porque este
ciones pregenitales distintas e independientes: la prohibición de (~()nstituía un punto central en la teoría clásica de Freud en aquella
impulsos autoeróticos; el aumento de la angustia de castración t'lpoca. La acusación esgrimida por Klein (1927) de que Anna Freud
a partir de la pérdida del pecho de la madre (destete); impulsos no interpretaba el complejo de Edipo [véase 1. TECNICA] fue el
amorosos pregenitales; la igualación del pene con el pecho o con. pr61ogo de una penosa y acerba batalla que se expresó con labo
las heces; la igualación de los hijos de la madre Con el pecho o riosa minucia en una correspondencia entre el propio Freud y
con las heces, y la igualación del coito con la incorporación oral. "~rnest Jones, los respectivos protectores de las mujeres empe
Todos estos elementos parciales influyen en definitiva sobre el t\adas en la liza (Steiner, 1985) [véase 1. TECNICA].
complejo de Edipo desde que se alcanza la fase genital, lo que Comoquiera que fuere, la elaboración de la teoría kleiniana
de hecho parece gravitar en contra del argumento de Fenichel del complejo de EdiJlo lo apartó de la noción clásica de los pa
y en favor de la importancia de los estadios tempranos del com clft.~s "reales» para trasladarlo al mundo de fantasía de los objetos
plejo de Edipo. partes en la posición esquizo-paranoide. En la práctica, dentro
El mencionado punto de vista se opone a la concepción klei d(~l consultorio, la alianza del analista con el psicoanálisis y su
niana de unos estados emocionales contraríos (por ejemplo, los dt~dicación a este, o la reunión de los pensamientos o de las par
celos y el amor) que se separarían de manera secundaria (a con tos de la mente del analista, constituyen las parejas cruciales fren
secuencia de una escisión de los objetos y del Vínculo); contem t(! a las cuales el paciente reacciona. Para algunos (los analistas
pla, más bien, una no integración primaria anterior a que el yo clásicos), la teoría ha quedado irreconocible; para los kleinianos,
empiece a funcionar como una fuerza integradora. Para los ana lo que de verdad interesa es la continuidad entre las fantasías
listas freudianos clásicos, las fantasías pregenitales sobre el co IObre objetos-partes en las etapas tempranas del complejo de Edi
mercio sexual parental y la situación edípica se originaban por IJO y la etapa edípica posterior (clásica) [véase CONTINUIDAD GE
vía retrospectiva: la pareja edípica recibía una elaboración pos N~~T1CA].
terior, producida en la fase genital, enfunción de impulsos pree
dípicos que se reintroducían por regresión. La tesis kleiniana de
que impulsos de todas las fases (oral, anal y genital) tendían a
coincidir parecía suprimir el fenómeno psicoanalítico de la re "'un, Wilfred (1962) Learni?1g from Experience. Heinemann.
nrttton, Ronald (1987) «The missifig link: parental sexuality in the Oedi
continuidad genética [véase CONTINUIDAD GENETICA1; los fenóme PUM complex", trabajo presentado ante The Melanie Klein Conference
nos de la vida adulta, o aun de la niñez, inevitablemente se desa fin Thfl Oedipus Complex Today, University College, Londres:
94
95
Fenichel, Otto (1931) .The pre-genital antecedents of the Oedipus com
troversial Discussions 1943-1944., Int. Rev. Psycho-Anal. 12: 27-71.
plexo, Int. J. Psycho-Anal. 12: 138-70.
Winnicott, Donald (1962) .Providing for the child in health and crisis.,
Freud, Sigmund (1917) «Mouming and melancholia», en James Strachey,
en (1965) The MaturationalProcesses and the Facilitating Environment.
ed. The Standard Edition of the Complete Psychological Works of
Hogarth, págs. 64-72.
SigrnundFreud, 24 voIs. Hogarth, 1953-73, vol. 14, págs. 237-58. [.Duelo
97
96
5. Objetos internos
(3) el mundo interno;
(4) el superyó;
(5) los ayudantes;
(6) la realidad interna de los objetos, y
(7) la omnipotencia y la concreción.
parte del ritual para dormir incluía poner junto a la cama un ele
ficativa, por vía de proyección, la experiencia y percepción que se tiene
fante, que hacía las veces del padre:
de esos mismos objetos externos.
98 99
11:." _
tor). Procuró re-crear el efecto dramático a fin de comunicar el «Erna hacía con frecuencia que yo fuera un niño mientras ella
sentir de todo un mundo de fantasía en que el niño está inmerso. era la madre o la maestra. Entonces tenía que soportar fantásti
Ya en 1923 se había dedicado a estudiar la manera en que cas torturas y humillaciones ( . ) Me espiaban en todo momen
los niños se preocupaban por las entrañas de los cuerpos, su pro to, la gente adivinaba mis pensamientos, y el padre o la maestra
pio cuerpo y el de su madre: se aliaban con la madre contra mí; en suma, siempre estaba ro
deada de perseguidores. Yo misma, en el papel del niño, tenía
«La niña pequeña tiene un deseo sádico, que se origina en las que espiar y atormentar a otros de continuo ( ... ) En las fanta
primeras etapas del conflicto edípico, de despojar el cuerpo de sías de esta niña, todos los papeles asumidos se podían reducir
la :madre de sus contenidos, o sea, el pene del padre, las heces, a una sola fórmula: la de dos papeles principales, el superyó per
los hijos, y de destruir a la madre misma. Este deseo da lugar seguidor y el ello o yo, según fuera el caso, amenazado, pero en
a la angustia de que la madre pueda a su vez despojar a la niña modo alguno menos cruel» (Klein, 1929a, págs. 199-200).
de los contenidos de su cuerpo (en especial, de hijos), y que de
ese modo su cuerpo resulte destruido o mutilado» (Klein, 1929b, De este modo, los dramas escenificados en la sala de juegos son
pág. 217). al mismo tiempo, según la interpretación de Klein, dramas inter
nos de la psique del niño, que ella ingeniosamente vinculó con
La niña tiene entonces una concepción de objetos que están den la estructura que Freud había expuesto poco antes.
tro de su propio cuerpo, figurados, según dice Klein aquí, como
sus propios hijos. Pero esto no se aplica sólo a las niñas; acerca (5) Los objetos internos ayudantes. Empero, no sólo existía el su
del varoncito, señala: peryó terrorífico y severo; Klein registró también figuras ayu
dantes:
«Pero no es sólo su pene lo que él cree tener que preservar, sino
también los contenidos buenos de su cuerpo, las heces y la orina «George siempre se había sentido concientemente rodeado y ame
buenas, los bebés que desea recibir en la posición femenina y nazado (por magos, brujas y soldados) pero ( ... ) había intentado
los bebés que -por identificación con el padre bueno y creativo defenderse de ellos por medio de figuras ayudantes ( ... ) Tres
desea producir en la posición masculina» (Klein, 1945, pág. 412). papeles principales se representaban en sus juegos: el del ello
y los del superyó en sus aspectos perseguidor y ayudante» (Klein,
Dilucidada la preocupación por el interior de la madre, Klein de 1929a, pág. 201).
nominó a esto la fase de feminidad [véase 6. FASE DE FEMINIDAD].
Sostuvo que desde muy temprano los niños tienen un interés ab "Las figuras ayudantes así inventadas son casi siempre de un ti
sorbente por sus entrañas, creen que contienen objetos buenos po extremadamente fantástico" (Klein, 1929a, pág. 203). Mien
y enriquecedores, y que son amenazadas y, con frecuencia, da tras que las primeras impresiones que había extraído del análisis
ñadas por ataques de objetos malos, situados en el interior de de niños le mostraron luchas terroríficas con perseguidores ho
ellos mismos o afuera. rrorosos, versiones distorsionadas de los padres, ahora «( ... ) de
bía reconocer que la operación de estas imagos, de característi
(4) El superyó. Por la época en que Klein investigaba las ideas cas fantásticamente buenas y fantásticamente malas, es un me
de los niños sobre un mundo que contendrían en su interior, Freud canismo general en los adultos lo mismo que en los niños» (Klein,
producía su propia teoría sobre la estructura de la personalidad: 1929a, pág. 203).
ello, yo y superyó. En realidad, el superyó es el único objeto in En este período, Klein pensaba que las figuras ayudantes eran
troyectado e interno descrito por Freud. El interés de Klein, en convocadas coma una defensa contra los perseguidores, y prose
tonces, se aplicó a relacionar las observaciones que ella venía guía, en la elaboración de estas imagos, señalanpo los problemas
haciendo sobre los objetos introyectados de los niños con el nue que se siguen de una «( ... ) influencia excesivamente fuerte ejer
vo modelo de Freud de la psique. En el juego de una niñita, dice: cida por estos tipos extremos de imagos, la intensidad del ansia
de figuras benévolas en oposición a las amenazadoras, la rapidez
100 101
l d.. _
con la cual los aliados se trasforman en enemigos" (Klein, 1929a, 1933) y Schmideberg (1934) intentaron dar informes descripti
pág. 204). Esta concepción que contempla muy variadas <<Íma vos. Karin Stephen llegó a esta enunciación lúcida y categórica:
gos» se sitúa en marcada discrepancia con las muy limitadas rela «( ... ) la creencia en estos objetos internos fantásticos se origina
ciones que Freud describió entre el superyó y el yo y el ello. Des en experiencias corporales reales de la niñez muy temprana, que
pués, Klein presentó a estas figuras ayudantes como objetos «bue se conectan con descargas violentas, a menudo incontrolables,
nos»; en especial, como el objeto interno bueno. de tensión emociona!>, (Stephen, 1934, pág. 321). Isaacs (1940)
informó sobre un caso con fines de demostración, para presentar
Objetos internos múltiples: La averiguación de los dos costados la prueba clínica de los objetos internos; y Heimann (1942) narró
del superyó -el que maltrata y el que ayuda-, expresados en con detalle un caso en que el material clínico evidenciaba la in
la forma de objetos diferentes, y, por otra parte, la considera troyección de un objeto materno hostil que entorpecía la aptitud
ción de los objetos que provienen de \os distintos niveles libidi del yo; las habilidades creadoras del paciente retornaron cuando
nales -oral, anal y genital-, condujeron a un concepción del. el objeto pudo ser identificado (asimilado).
mundo interno poblado por un gran número de objetos variados,
que derivaban del ambiente real y de la historia del infante. En El objeto interno y la identificación: El objeto internalizado se
un afán de lealtad hacia Freud, Klein escribió: «(, , ,) el superyó percibe por lo común, aunque no siempre, como perteneciente
como un todo está constituido por estas diversas identificacio al yo. Por ejemplo, si, con propósito ilustrativo, extiendo las fron
nes adoptadas en los distintos niveles [fases] del desarrollo» (Klein, teras del yo, puedo decir que dentro de los límites de mi casa
1929a, pág. 204); y a fin de acordar sus propias observaciones tengo a «mi esposa» o a -mi inquilino». No se niega a estos objetos
con la concepción de Freud de una amalgama monolítica de pa su propia identidad, pero de hecho constituyen también mi pro
dre y madre en lo interno, expuso un proceso que consiste en pia identidad -como esposo, como locador- porque forman parte
«( ... ) la síntesis de las identificaciones en un supe9ó total». Sin de mi hogar. Pero no diría «mi asaltante» ni «mi el\Íambre de abe
embargo, con el paso del tiempo, el pensamiento kleiniano ha jas» si alguno de estos objetos se metiera en mi casa. En efecto,
llegado a aceptar que el mundo interno' es un escenario rebosan estarían dentro de sus límites, pero no se los percibe como perte
te de objetos variados, que presentan diversos grados de síntesis necientes a, ella.
y de independencia con relación a diferentes contextos y para Lo mismo se aplica a los límites del yo: lo normal es que los
distintos tiempos. objetos se sientan como propios de aquel (el yo se identifica con
ellos). Pero pueden residir en el yo como objetos ajenos [véase
(6) La realidad interna de los objetos. El concepto del objeto in infra, y ASIMILACION].
terno se convirtió con posterioridad en motivo de gran mistifica
ción, y de repetidos intentos de elucidación. La dificultad con (7) La omnipotencia y la concreción. El objeto es ante todo un
sistía en que los objetos internos descritos sobre la base del ma objeto emocional porque brota de las sensaciones de placer o de
terial clínico del juego de los niños (y, más adelante, del análisis dolor del infante. Ahora bien, esas sensaciones son corporales,
de esquizofrénicos) eran de un tipo muy concreto. Es desde lue y por lo tanto el infante experimenta estos objetos como entida
go cierto que los niños (y también los adultos) tienen fantasías des reales concretas, tan concretas como su propio cuerpo: las
muy concretas acerca de lo que hay en el interior de su cuerpo. sensaciones existen y, en consecuencia, han de existir también
No obstante, las fantasías inconcientes sobre esos contenidos SOn los objetos que las causan. En el origen, los objetos no se cono
de todo punto extraordinarias. Los objetos internos no son «re cen en función de sus atributos físicos, pero esto en modo algu
presentaciones», como pueden serlo en los recuerdos o en las fan no impide creer en su presencia física real, puesto que el niño
tasías concientes (sueños diurnos). Se los siente constitutivos de «sabe» los efectos que tienen: sus propias sensaciones corporales
la sustancia del cuerpo y de la psique. son la prueba.
En las décadas de 1930 y de 1940, un grupo de kleinianos for Heimann (1949) resumió la relación corporal con objetos in
maron lo que denominaron el Grupo de Objetos Internos con el ternos:
propósito de esclarecer este misterioso concepto. Searl (1932,
102 103
1.1_
.( ... ) el instinto procura objetos ( ... ) Entonces, la situación pa' LOS OBJETOS INTERNOS Y EL CUERPO. La acepción kleiniana
rece ser esta: bajo el acicate del hambre y de los deseos oraleS¡ del término «objeto interno» denota casi siempre esta experien
el infante en cierto modo conjura el objeto que satisfaría estos cia en extremo primitiva de objetos internos como algo real con
impulsos. Cuando este objeto, el pecho de la madre, le es ofreci~ creto. Schilder y Wechsler (1935), en un estudio empírico mode
do en la realidad, él lo acepta y lo incorpora en la fantasía» (Hei"f lo, averiguaron en niños lo que ellos creían tener dentro de su
mann, 1949, pág. 10).
('uerpo, y así trajeron a la luz una asombrosa variedad de objetos
Imaginados en concreto. En el caso de Schmideberg (1934), sín
Esta experiencia se vive como algo real concreto; la fantasía es tomas corporales derivaban de causas psicológicas (síntomas de
omnipotente y produce resultados reales en el yo, que lo modifi conversión e hipocondría): <{ ... ) sus síntomas de conversión y
can y constituyen la base de su desarrollo.
HU angustia estaban determinados en gran parte por su angustia
ante el objeto incorporado. Ella sentía que el objeto peligroso alo
El mundo de representaciones y el mundo interno: En el curso Jado en su interior estaba en oposición con su yo» (pág. 263); y
del desarrollo ulterior, a este nivel primero y concretísimo de la ('uando la condición de la paciente mejoró: «( ... ) el contraste
fantasía se superpone el mundo de las representaciones de obje (~ntre el objeto incorporado y el yo se volvió menos marcado, y
to y de self, aunque nunca llega a remplazarlo. El mundo con (~na se identificó entonces con el objeto que tenía en su interior»
creto del objeto interno persiste como una roca de base de la per (pág. 263).
sonalidad, que aflora en los sueños, el delirio, la alucinación, la
hipocondría yesos estados de ilusión más benignos determina
Este modo de vivencia de objetos internos persiste durante
dos por los prejuicios y las preferencias. La metáfora de un «nu
t.odo el desarrollo y dura toda la vida; no obstante, se le superpo
do en la garganta» para designar un momento emocional de aflic
ne un conjunto progresivo de modos agregados de vivencia. La
ción corresponde a una realidad constituida por una efectiva ex
(\xperiencia del cuerpo, con el desarrollo de los receptores a dis
periencia corporal de sensaciones en la garganta [véase OBJETOS]. t.ancia, aprovecha las posibilidades de una apreciación más obje
tiva. Su resultado es lo que después se denomina «representacio
El concepto que Freud tiene de las representaciones (Freud;
nes» mentales de objetos internos y externos. Las representacio
19(0) es que cumplen la función de símbolos personales, puesto
nes, en consecuencia, obedecen a una capacidad que el infante
que no se las confunde con el objeto externo real. Cuando estas
adquiere en su desarrollo. Sobreviene después la sustitución del
representaciones en efecto se confunden con el objeto externo,
objeto primario por otros objetos, y así nos encontramos con el
a consecuencia de la operación de una fantasía omnipotente, la
d{~sarrollo de la formación de símbolos. Este progreso paso por
experiencia es la de un objeto por completo real que existe den
paso de la vivencia de objetos fue esbozado por Money-Kyrle
tro del sujeto (Rosenfeld, 1964). De manera similar, en la repre
(1968), quien distinguió tres etapas: (i) la creencia concreta en
sentación del self, si la fantasía es de índole omnipotente, el self un objeto con presencia física; (ti) la representación de un objeto
de hecho se fusiona o se confunde con el objeto [véase ASIMILA-
(m la mente y la memoria, y (iti) una representación simbólica
(m palabras u otros símbolos [véase FORMACION DE SIMBOLO]. Este
Los objetos internos son concebidos en un nivel del desarrollo
proceso por el cual se emerge desde la experiencia concreta de
bien deslindado (y anterior), y se basan en la fantasía omnipo
objetos hasta un modo más representativo complementa los pun
tente de incorporar un objeto en el yo y de identificarse con él.
tos de vista de Piaget (1954; véase también Matthews, 1980) y
Esto último tiene por consecuencia una modificación radical del
H(' conecta con el fenómeno que Bion denominó función alfa [véa
yo a causa de la confusión del objeto externo con el introyecto
Me PENSAMIENTO; FUNCION ALFA].
efectivo, que es consecuencia del carácter omnipotente de la fan
tasía primitiva. De la misma manera, una proyección omnipotente
LA VIVENCIA DE OBJETOS. Esta experiencia especial de unos
tiene por resultado la experiencia de una pérdida real de partes
ubjetos internos primitivos que se viven en concreto es oscura,
del mundo interno o del self, que se cree situadas ahora en el
pero podemos tomar el ejemplo del infante con hambre. Sus sen
objeto externo [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA].
"adones corporales, mediadas por su fisiología, se experimentan
104
105
también mentalmente como un vínculo con un objeto. El males y para que se produzca una representación en el recuerdo o; por
tar es atribuido a la motivación de un objeto malévolo alojado último, en símbolos.
realmente en su pancita, que tiene la intención de causar el ma
lestar del hambre. Bion, de una manera ambigúa, designó a este LAS PRIMERAS RELACIONES OBJETALES. Al nacer -creía
objeto «no-pecho», con lo que reconocía que objetivamente exis Klein-, el infante se relaciona con objetos que ya presentan una
te una ausencia, pero, para el infante, no existe una cosa tal co distinción primitiva respecto del yo: «existen relaciones objeta
mo una ausencia, sino sólo la presencia de algo que es aquello les desde el nacimiento-. Estas relaciones derivan de la aptitud
que causa el dolor. innata del infante para interpretar sus sensaciones corporales:
En este ejemplo, el objeto está localizado dentro del yo, en objetos buenos que quieren causar sensaciones placenteras, gus
su pancita. Este objeto interno es un objeto «bueno)) cuando el tosas (por ejemplo, una sensación de completud con el pezón que
niño es amamantado y siente la leche tibia que le produce sensa llena su boca; o la pancita llena de leche tibia); objetos malos
ciones de satisfacción en su pancita [véase 2. FANTASIA INCONCIEN· que quieren causar sensaciones displacenteras (el objeto morde
TE]. Los objetos internos derivan sus características de los im dor, por ejemplo, que causa dolor en la boca cuando salen los
pulsos instintuales que están activos (objetos frustradores o «ma dientes; o el que le roe la pancita causándole la sensación de ham
los»), o que son satisfechos (objetos satisfacientes o «buenos»), bre).
según sean las sensaciones corporales que constituyan el centro Hacia 1935, Klein ya había llegado a sostener que procesos
de atención en el momento. La significación del objeto queda en introyectivos estaban activos y creaban objetos internos desde
tonces reducida a una sola clase: guarda conexión con las sensa- . el nacimiento: «( ... ) desde el comienzo, el yo introyecta objetos
ciones del momento -comer, calidez, comodidad, ensuciarse, mo- . "buenos" y "malos", y para unos y otros, el pecho de la madre
jarse, etc.-, y depende también de que el objeto procure alguna es el prototipo. (Klein, 1935, pág. 262). Entonces ya no se podía
satisfacción o frustre aquellos impulsos. Cada objeto representa sostener que la introyección de objetos se produjera por la pérdi
sólo un aspecto muy parcial del mundo del infante, y también da de un objeto amado, ni que dependiera de la resolución del
sólo una parte de la persona que lo cuida («madre»), que es su complejo de Edipo. La introyección y consecución de un objeto
mundo externo. Técnicamente, esto se conoce como objeto-parte. «bueno" en el interior del yo es una defensa frente al instinto
Sólo después puede el niño conseguir una imagen más completa de muerte. Ahora bien, las imagos terroríficas
de sus objetos por medio de sus percepciones mejor afinadas, y
entonces sus objetos llegan a tener intenciones múltiples y senti «( ... ) son una imagen fantásticamente distorsionada de los obje
mientos mezclados, así como atributo's físicos y consistencia en tos reales [los padres externos] en los cuales se basan, [estos] se
el tiempo. instalan no sólo en el mundo externo sino, por el proceso de in
Por lo tanto, la principal característica del objeto es su moti corporación, también dentro del yo ( ... ) Muy pronto, además,
vación para causar la sensación corporal. Como se encuentran el yo trata de defenderse de perseguidores internalizados, por
radicalmente reducidos a una única entidad motivada, estos ob el proceso de expulsión y de proyección. (Klein, 1935, pág. 262).
jetos son, desde un punto de vista objetivo, a lo sumo parciales.
"~sto sucede tanto con los objetos terroríficos (ahora denomina
Se los denomina objetos-partes [véase OBJETOS-PARTES; n. POSI
CION ESQUIZO-PARANOIDE].
dos «malos») como con los ayudantes (los «buenos»). Esos estados
Los primeros objetos concretos tienen sólo atributos emocio de existir en relación con objetos fantásticamente malos o bue
nales. Esto da lugar a un mundo animista donde todo siente y nos se generan por círculos viciosos o virtuosos en virtud de la
tiene intenciones. Sólo después, con el desarrollo de otras habili proyección repetida del objeto interno fantáStico sobre un obje
dades perceptuales, en especial los receptores a distancia, un con to externo, y una reintroyección del objeto distorsionado que en
junto objetivo de atributos podrá llegar a ser conocido y asigna riquece el objeto interno: «Parece que aquí tenemos dos círculos,
do a los objetos que ya tenían existencia emocional real. Por fin, uno virtuoso y otro vicioso, y los dos se basan en la interacción
hará falta un gran refinamiento para separar el mundo de los de factores externos o ambientales y de factores psíquicos inter
objetos del sentimiento y el mundo de los objetos inanimados, nos» (Klein, 1936, pág. 292). La instalación de estas objetos fu
106 107
ternos fantásticos, que se inicia con el naci.)niento, hizo que Klein tre el objeto introyectado, el yo y los otros objetos internos. Freud
abandonara el intento de annonizar sus observaciones con la con había supuesto, en 1917, que la introyección implicaba una iden
cepción de Freud del superyó. En realidad, esto le concedió una tificación del objeto con el yo. En realidad empleó el ténnino
libertad mucho mayor para investigar las peripecias de los obje «identificación» para describir la internalización, por un paciente
tos internos, y en 1935 y 1940 esbozó lo esencial de la posición maníaco-depresivo, de su objeto ambivalentemente amado. Des
depresiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA). pués, en 1923, describió la internalización del superyó, que tiene
un desenlace diferente, puesto que se mantiene aparte del yo,
Narcisismo: Parte de los resultados del «Grupo de Objetos Inter o se separa del yo. Esto parece contradictorio, como ya había
nos» consistió en una concepción nueva del narcisismo, que Hei sido señalado por otros psicoanalistas (p.ej., Rado, 1928) [véase
mann (1952) elaboró a partir de la idea, sugerida antes por Schmi ASIMILACION). Ahora bien, la cuestión es que las descripciones de
deberg (1931) y Riviere (1936), de que el narcisismo representa Klein del juego de los nmos mostraron que ellos en un momento
ba el retiro de libido del objeto externo sobre un objeto interno acaso se identifiquen con cierta parte de la relación (por caso,
identificado con el yo [véase NARCISISMO], y no simplemente so el superyó) y, en otro momento, se conviertan en el niño culpa
bre el yo como tal. ble y díscolo, censurado por el superyó. Esta fluida selección de
Pero en un trabajo formativo de los comienzos de su labor, identificaciones (identificación introyectiva) indica que el yo tie
Klein (1925) analizaba a dos muchachos con ties, que hasta ese ne a su disposici6n objetos internos con los que se puede identi
momento se habían considerado ficar, y existen para el yo, en cada momento y para cada contex
to, como un repertorio de identidades, actitudes, papeles, etc.
«( ... ) un síntoma narcisista primario ( ... ) La experiencia me ha Pero existen objetos internos de índole más patológica, que
convencido de que el tic no es accesible a un influjo terapéutico se asemejan a intrusos o extraños (son como los objetos internos
mientras el análisis no haya conseguido descubrir las relaciones descritos por Schmideberg, 1934, y Heimann, 1942). Heimann
objetales en que se basa» (Klein, 1925, pág. 121). (1942) los definió como cuerpos extraños que no pueden ser asi
milados. Klein (1946) expuso después este problema, con acep
El tic no se reduce a una satisfacción autoerótica como la mas tación del material clínico de Heimann. A su parecer, en estos
turbación, sino que .( ... ) fantasías masturbatorias se ligan ade casos el yo se ha debilitado a causa de una excesiva identifica
más con él" (Klein, 1925, pág. 124). Klein sostuvo que estas fan ción proyectiva, a saber: gran cantidad de fragmentos del self
tasías masturbatorias consistían en partes del cuerpo del infante han sido colocados en objetos externos, y en consecuencia el self
que participaban en los movimientos del tic, identificadas con se experimenta como v;acío -y aun despersonalizado-, débil Y
uno u otro de los padres que había sido introyectado y objeto vulnerable. Cuando el yo se encuentra en ese estado, los objetos
de identificación. Este vínculo intensamente emocional, que se introyectados, aunque se los crea buenos, resultan avasallado
compone de introyección y de identificación con objetos, existe res; son inasimilables al yo Ilorque no es posible identificarse con
desde un momento muy temprano del desarrollo; en la práctica, ellos.
desde el nacimiento. Por ejemplo, es complicada la psicologra de
un infante que se chupa el pulgar. Tiene introyectado el pecho LOS OBJETOS EN LA POSICION DEPRESIVA. El logro de la po
amamantador, de manera que este ya se encuentra en parte ase sición depresiva, en consecuencia, no se reduce a la adquisición
gurado adentro por medio de una identificación con una parte de una mayor capacidad perceptual. Supone una intensa situa
del cuerpo del infante. En este caso, la identificación es del pe ción emocional que atañe a los ob;'etos-partes emocionales y que
cho con su pulgar. Así, cuando lo chupa, está en relación con da origen a un singular cambio y conmoción emocionales: la po
el pecho internalizado, identificado con una parte del yo (Hei sición depresiva.
mann, 1952).
El cambio en el objeto: La descripción: inicial de Klein de la posi
Asimilaci6n del ob;'eto: El concepto de objetos internos plantea ción depresiva se basó en la distinción entre objetos parciales y
ba, entre otras dificultades, la de figurar las relaciones reales en totales:
108 109
.( ... ) la pérdida del objeto amado se produce durante aquella los círculos viciosos paranoides [véase PARANOIA]. Con la posición
fase del desarrollo en que el yo hace la transición de la incorpo depresiva, pasó a insistir en la importancia del objeto bueno: aquel
ración parcial a la incorporación total del objeto ( .. ) Los proce que nos hace falta, del que dependemos y al que amamos, y que
SOl que después salen a luz como la •'pérdida del objeto amado" tenemos que cuidar. En el desarrollo normal, el individuo está
elt4n determinados por el sentimiento de fracaso del sujeto (du protegido de las relaciones deprimentes y paranoides con el ob
rante el destete y en los períodos que le preceden y le siguen) jeto malo perseguidor porque tiene, internamente, un objeto bue
en asegurar su objeto "bueno, internalizado" ( ... ) Una razón no que lo apoya. La sensación de tener un objeto bueno adentro
de su fracaso es que ha sido incapaz de superar su miedo para es la base de la confianza en sí mismo, y perturbaciones de la
noide a los perseguidores internalizados» (Klein, 1935, pág. 267). confianza en sí son consecuencia de problemas para el cuidado
de un objeto buen(). Por ejemplo, Klein dice a propósito de Rt
La posición depresiva surge cuando el objeto despierta una con ehard, cuando su análisis hizo progresos:
fluencia de amor y odio. Es promovida, en consecuencia, por la
integración de objetos buenos con objetos malos, con lo cual el «La creencia en la madre interna buena era su mayor apoyo. Siem
dolor de odiar al objeto que se ama representa una amenaza to pre que esta creencia se fortalecía, se instalaban la esperanza,
tal para este. «La pérdida no se puede experimentar como un to la confianza, y una sensación de mayor seguridad. Cuando esta
do», explica Klein, «hasta que no se ame al objeto como un todo» sensación de confianza se veía conmovida -por una enferme
(1935, pág. 264). Quiere decir con esto que antes la pérdida se dad o cualquier otra causa-, aumentaban la depresión y las an
vivía como un.desposeimiento activo por parte de un objeto ma gustias hipocondríacas») (Klein, 1945, pág. 391).
lo: el objeto bueno se convierte en un perseguidor; en cambio,
en la posición depresiva el objeto se vive como un todo que se Mantenimiento del objeto inter1W: La importancia del objeto in
puede echar de menos, perder, dañar, etc., y por el cual se pue terno es mayor en la posterior obra de Klein, puesto que la lucha
de «penar•. por alcanzar un objeto interno bueno seguro y estable -con el
cual nos identifiquemos- se considera el núcleo de una persona
Los objetos internos y el mundo exterrw: Con el inicio de una lidad estable capaz de sobrellevar grandes perturbaciones emo
apreciación del objeto externo como un «objeto total», el infante cionales. La extensión de la obra de Freud sobre el duelo y la
es instado a aceptar una visión más realista de su naturaleza. afección maníaco-depresiva por parte de Abraham mostró lo pre
El mundo animista del objeto interno concreto retrocede, y el caria que es, en estados patológicos, la posesión de objetos intro
mundo interno poco a poco es deslindado con más precisión. La yectados en el yo. Esta precariedad está en el fondo de muchas
identificación concreta de partes del self y de los objetos deja afecciones y perturbaciones psicológicas. El objeto interno bue
sitio a· una capacidad para representarse objetos, y la posición no tiene que ser cuidado de las fantasías de ataque y daño intro
depresiva introduce un cambio crucial en la exactitud de la per ducidas por el lamentable lado «malo» del «objeto total».
cepción del objeto externo (véase MUNDO EXTERNO).
El objeto interno concreto se sigue conectando con un objeto Duelo: El descubrimiento de la posición depresiva, entonces, per
externo por vía de proyección y bajo el influjo de las demandas mitió a Klein hacer un aporte notable acerca de la naturaleza
corporales. El objeto externo es construido en parte desde fuen del duelo. En el posterior trabajo sobre la posición depresiva, de
tes internas; esta parte de la construcción va disminuyendo, pe 1940, dice:
ro no se puede decir que desaparezca. De igual manera, la cons
trucción del mundo interno de objetos por introyección de obje liLa aflicción por la pérdida real de una persona amada aumenta
tos externos continúa, acaso con intensidad cada vez menor, mucho en el doliente, me parece, por las fantasías inconcientes
durante toda la vida. de haber perdido también sus objetos "internos buenos". Siente
entonces que sus objetos internos "malos" predominan, y su mun
La importancia del objeto bueno: Antes de 1935, Klein había des do interior se encuentra en peligro de desquiCiamiento. Sabemos
tacado la importancia del ob.jeto perseguidor, que daba lugar a qu'e la pérdida de una persona amada genera en el doliente un
110 111
impulso de restituir el objeto amado perdido (Freud, Abraham). de núcleos, cada uno de los cuales se constituye en torno de los
Pero, en mi opinión, no sólo toma dentro de sí (reincorpora) a fragmentos independientes de sensaciones corporales que el in
la persona que él acaba de perder, sino que también reinstituye fante experimenta. Estos núcleos del yo po(:o a poco se cohesio
a sus objetos buenos internalizados (en definitiva, a sus padres nan para integrarse en el yo a medida que el desarrollo avanza.
amados) ( ... ) Porque también a ellos se los siente sepultados, Ahora bien, en estados de perturbación grave no todos ellos se
destruidos, cada vez que se experimenta la pérdida de una per integran, o puede suceder que, bajo tensión, se regrese a un es
sona amada. A continuación se reactivan la posición depresiva tado menos integrado del yo, con la consecuencia de dejar nú
inicial y, con ella, angustias, culpabilidad y sentimientos de pér cleos independientes que, según la teoría de Brierley, generan
dida y pena. Si, por ejemplo, una mujer pierde a su hijo por muer la sensación de tener algo independiente adentro. Brierley, en
te, junto con la cuita y el dolor se reactiva su miedo inicial de el afán de sustentar esta teoría, apuntó que Klein había suscrito
ser devastada por una madre "mala" vengativa» (Klein, 1940, la teoría de Glover de los núcleos del yo. No obstante, Klein des
pág. 353) [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. pués (1946) modificó sus puntos de vista [véase 10. POSICION DE
PRESIVA]. Lo que Brierley hacía de verdad en este punto era ela
WS OBJETOS INTERNOS Y LA POSICION ESQUIZO·P ARA borar ideas acerca de los estados anormales del yo, yen la prác
NOIDE. La angustia propia de la posición esquizo-paranoide se ex tica pasaba por alto el objeto descrito por Klein.
presa principalmente en el miedo a la fragmentación y pérdida Fuchs (1937), en un trabajo en el que tomaba en serio a los
del yo. Esto se conecta de manera íntima con el destino del o~je analistas ingleses (pero que fue desconocido por estos), elaboró
to interno, que es un objeto-parte, en alto grado inestable, que una idea bastante parecida. Intentó esclarecer el fenómeno dis
oscila entre «bueno» y {{malo». Si el objeto es atacado en esta posi tinguiendo dos formas de identificación, con arreglo al carácter
ción, es fragmentado; y al mismo tiempo se siente fragmentado de los procesos de internalización: por un lado existe una forma
el yo [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE]. En descripciones de pregenital de identificación con un objeto, basada en la intro
la posición esquizo-paranoide se registra una extremada sensibi yección, y que constituye una defensa frente a la pérdida real
lidad para el destino de los objetos, tanto internos como exter de un objeto externo, lo cual lleva a una identificación narcisis
nos. Los miedos de que el objeto interno bueno se pierda a causa ta; por el otro lado, una identificación parcial con un objeto, co
de proyecciones forzadas, como si fuera por error (que se arroje mo resultado de impulsos genitales, con preservación del objeto
el bebé junto con el agua del baño), o que objetos malos se intro externo, lo cual conduce a una identificación histérica.
yectenjunto con objetos buenos (el caballo de Troya), son angus En una teoría afín, Matte-Blanco (1941) enunció la hipótesis
tias persistentes en las etapas tempranas. de que el objeto interno no pudo ser asimilado y ha sido segrega
do por vía de agresión; en caso contrario, los objetos son asimila
LA LUCHA POR COMPRENDER LOS OBJETOS INTERNOS. No dos en el yo de una manera armoniosa y desembarazada.
todos los analistas interesados en los objetos internos siguieron Los diversos intentos de solución teórica no desembocaron en
a KIein en su concepción de que los objetos internos son aspec una aceptación general de la posición kleinhlna según la definie
tos del desarrollo normal del yo en virtud de la importancia cen ron Klein (1935, 1946), Isaacs (1940) y Heimann (1942, 1952). Esta
tral del objeto interno bueno, su pérdida y su reinstitución en situación confusa fue mostrada por Alix Strachey (1941), quien
la posición depresiva. Brierley inició una nueva línea argumen discernió tres usos distintos del término «interno»: (a) mental; (b)
tal: «Los objetos internalizados sólo se anuncian como tales en imaginario; (c) adentro. Las publicaciones kleinianas que se ex
la práctica clínica en casos en que la síntesis normal del yo es tendían a lo largo de diez años indicaban que se encaminaban
a todas luces insuficiente» (Brierley, 1939, pág. 241). Venía a sos hacia la tercera de estas acepciones, la creencia en algo que exis
tener así que la aparición de un objeto interno es señal de una te adentro; no obstante, Brierley todavía estaba ínsegura en 1942,
psicopatología grave, y adujo, en este sentido, que el objeto in y pidió que los kleinianos dijeran a cuál de las acepciones enu
terno había sido dilucidado en el trabajo con psicosis maníaco meradas por Alix Strachey se atenían.
depresivas, y otras. Basó su idea en la teoría de Glover de los
núcleos del yo (Glover, 1932). Según esta, el yo se forma a partir
112 113
Estructura endopsíquwa: Fairbairn, en una serie de trabajos de cología del yo, que se hubiera centrado la atención en el distingo
la década de 1940 (compilados en 1952), empezó a describir un entre objetos internos y representaciones, en lugar de partici
nuevo modelo estructural de la mente, en el que tres partes del par, corno es más habitual, en los disensos que se plantean en
yo mantienen relaciones internas independientes con tres obje torno de la eficacia del concepto de «identificación proyectiva,•.
tos internos [véase FAIRBAIRN]. Según Fairbairn, el objeto intro
yectado es sólo el objeto «malo», internalizado como una manera
de controlarlo. A partir de aquí, la estructura se presentaba en
forma estable tal como había sido definida en el modelo estruc
Brierley, Marjorie (1939) .A prefatory note on "internalized objects"
tural de Freud. Por ambos rasgos, el modelo estructural de Fair and depression», Int. J. Psycho-Anal. 20: 241-7.
bairn se diferenciaba del modelo fluido y de matices psicológicos (1942) ."Internalized objects" and theory., Int. J. Psycho-Anal. 23:
de Klein.
107-12.
Fairbairn, Ronald (1952) Psycho-A nalytic Studies 01 the Personality. Rou
Objetos internos y representaciones: Freud se refirió a la forma tledge & Kegan Paul.
ción de representaciones cuando elaboró la teoría de los sueños Freud, Sigmund (1900) TIte Interpretatíon 01 Dreams, en James Stra
(Freud, 1900). En la teoría psicoanalítica clásica, el único objeto chey, ed. TIte Standard Edition 01 the Complete Psychological Works
interno es el superyó. Todos los otros objetos son '(representa 01 Sigmund Freud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vols. 4-5 .• [La
dos» en la percepción o en el recuerdo. En consecuencia, mu interpretacián de los sueños, en Obras completas, Buenos Aires: Amo
chos analistas han entendido que el concepto de Klein de objetos rrortu editores (AE), 24 vols., 1978-85, vols. 4-5, 1979.]
(1917) «Mourning and melancholia•. SE 14, págs. 237-58. [.Duelo y
internos es una traducción de la noción clásica de «representación
melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
objeto»; pero esto es incorrecto. Es una distinción significativa (1923) El yo y el ello. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en AE 19,
la que separa a un objeto concreto, que se experimenta en la fan 1979, págs. 1-66.]
tasía corno activo dentro de la personalidad (cuerpo), por un la fuchs (Foulkes) S. H. (1937) .On introjection», Int. J. Psycho-Anal. 18:
do, y, por el otro, una representación de un objeto en el recuer 269-93.
do. Los distingue, en un caso, una creencia omnipotente en la Glover, Edward (1932) .A psycho-analytical approach to the classifica
presencia concreta del objeto, y, en el otro, una representación tion of mental disorders.,-Journal 01 Mental Science 78: 819-42.
que lo simboliza para el yo, pero que no se confunde con él [véa Heimann, Paula (1942) .A contribution to the problem oC sublimation
se REALIDAD INTERNA]. Este distingo se corresponde al que media and its relation to processes of internalization», Int. J. Psycho-Anal. 23:
entre ecuación simbólica y símbolos genuinos [véase FORMACION 8-17.
DE SIMBOLO; ECUACION SIMBOLICA]. (1949) .Some notes on the psycho-analytic concept of introjected ob
jects., Br. J. Med. Psychol. 22: 8-17.
El concepto del «objeto interno» comparte con la «fantasía in
(1952) .Certain functions of projection and introjection in early in
conciente» el título de ser los aspectos más originales e innova fancy., en Melanie Klein, Paula Heimann, Susan Isaacs y Joan Riviere,
dores de la obra de Klein, y ambos conceptos profundizan la no eds. (1952) Developments in Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 122-68;
ción freudiana del inconciente. El concepto del «objeto interno»
originalmente fue leido en 1943 en las Polémicas de la Sociedad Psico
sigue siendo una herramienta potente para comprender los tras
analítica Británica.
tornos mentales más graves, y al mismo tiempo es un arma pode
lsaacs, Susan (1940) .Temper tantrums in early childhood and their
rosa en los malentendidos más serios entre la escuela kleiniana
relation to internal objects., Int. J. Psycho-Anal. 21: 280-93.
y otras escuelas psicoanalíticas. Klein, Melanie (1925) «A contribution to he psychogenesis of tíes», en
La situación en que hoy nos encontramos es que los enigmas Tite Writings 01 Melanie Klein, vol. 1. Hogarth, págs. 106-27.
de los «objetos internos», que tanto preocuparon a los analistas (1926) «'!'he psychological principIes of early analysÍS», en TIte Wrítings
en las décadas de 1930 y 1940, han sido tapados (no resueltos), q{ Melanie Klein, vol. 1, págs. 128-37.
(1927) .Criminal tendencies in normal children», en TIte Wrítings 01
en las décadas de 1970 y 1980, por los enigmas de la «identifica
Melanie Klein, vol. 1, págs. 170-85.
ción proyectiva». Acaso habría sido más fecundo, en un intento (1929a) .Personification in the play of children», en TIte Wrítings 01
de evaluar. los méritos relativos de la escuela kleiniana y la psi Melanie Klein, vol. 1, págs. 199-200.
114
115
(1929b) «Infantíle anxiety-situations reflected in a work of art and 6. Fase de feminidad
117
116
LOS APORTES DE KLEIN A LA SEXUALIDAD TEMPRANA. En sivos de la niña hacia la madre, y en sus anhelos, que brotan de
esa época, la década de 1920, este era un campo abierto. No te las primeras etapas del conflicto edípico, de matarla Y despojar
nía motivo para mostrarse vacilante con sus conclusiones) y no la» (Klein, 1932, pág. 31).
lo hizo. Atribuyó a sus descubrimientos una importancia compa Cuando Klein descubrió estas fantasías angustiosas en los análi
rable a la angustia de castración en los varoncitos. sis de 1923-1924, eran una novedad en psicoanálisis. El ataque
Los descubrimientos importantes fueron dos: al cuerpo de la madre y sus contenidos se mostraba vívidamente
en las manipulaciones de juguetes en la sala de juegos. Riviere
(1) la ferocidad y frecuencia, en la fantasía, de los ataques al expuso el efecto del destete:
cuerpo de la madre por parte de la niñita (y también del varonci
to), que inducían el miedo de perder a la madre, y también mie .Como consecuencia de una decepción o frustración durante la
dos de su venganza, y acción de mamar o deÍ destete, sumado esto a experiencias en
el curso de la escena primaria, que es interpretada en términos
(2) el importante proceso que conduce a hallar objetos relaciona orales, se desarrolla hacia los dos padres un sadismo extremada
les nuevos, con la meta de evitar la constelación penosa de am mente intenso. El deseo de arrancar el pezón a mordiscos deja
bivalencia y miedo que se ha desarrollado con un objeto antiguo. sitio a los deseos de destruir, penetrar y despachurrar a la ma
Volcarse hacia el padre como objeto nuevo representa una fase dre, y devorarla con los contenidos de su cuerpo. Estos. conteni
normal de desarrollo en la que se despliega una actitudfemeni dos incluyen el pene del padre, las heces y el abdomen de la ma
na para relacionarse con él. dre, todas sus posesiones y objetos amados, que se imagina aloja
dos dentro de su cuerpo. El deseo de arrancar a mordiscos el
(1) Ataques a la madre. Los primeros análisis conducidos por Klein pezón es remplazado también, como sabemos, por el de castrar
empezaron a revelarle una particular fantasía de violencia: al padre arrancándole a mordiscos su pene» (Riviere, 1929, págs.
309-10).
"Entonces salió de aquel rincón que llamaba su cuarto, se pre
sentó de repente ante mí y me dirigió toda clase de amenazas. (2) Objetos nuevos. El desenlace de la agresión hacia la madre
Me cortaría el pescuezo, me arrojaría al patio, me prendería fue es que el niño se vuelque hacia el padre con una actitud femeni
go o me entregaría al policía. Intentó atarme de manos y pies, na: lafase defeminidad. Al comienzo, Klein pensaba que el mo
quitó la cubierta del sofá y dijo que hacía po-kaki-kucki [nal tor de esto era una afrenta real hecha al niño por la madre (el
gas/heces) ( ... ) Por esa época ya había deseado robar a su ma destete): "Considero que la privación del pecho es la causa fun
dre, que estaba embarazada, despojarla de sus hijos, matarla y damental del vuelco hacia el padre" (Klein, 1928, pág. 193). Pero
ocupar su lugar en el coito con su padre. Estas tendencias alodio después juzgó que brotaba de la ambivalencia innata hacia los
y la agresión fueron la causa de su fijación a su madre, así como objetos.
de sus sentimientos de angustia y culpa» (Klein, 1926, pág. 131). El vuelco hacia objetos nuevos es el inicio de uno de los más
importantes pasos evolutivos: la aptitud de remplazar objetos pri
Todo este descubrimiento fue resumido después con una gran marios de interés por símbolos [véase FORMACION DE SIMBOL01· El
claridad: impulso para explorar objetos nuevos y ampliar el mundo del in
fante nace de la ofensa, la pérdida y las fantasías terribles con
«Mi observación de los casos de Trude, Ruth y Rita ( ... ) [me ha] comitantes. Los símbolos tienen, en consecuencia, la cualidad de
llevado a reconocer la existencia de una angustia o, mejor, de defender de las angustias de la agresión temprana, Y forman parte
una situación de angustia, que es específica de las niñas y es el de la reelaboración de la posición depresiva [véase 10. POSICION
equivalente de la angustia de castración experimentada por los DEPRESIVA].
varones. Esta situación de angustia culmina en la idea de la niña
de que su madre destruirá su cuerpo, hará desaparecer sus con SEXUALIDAD FEMENINA. El interés por el desarrollo de las ni
tenidos y le arrancará los hijos ( ... ) Se basa en los impulsos agre ñas fue muy grande durante la década de 1920. Con la creciente
119
118
emancipación de las mujeres tras la Primera Guerra Mundial, y que ya se habían hecho a los puntos de vista de Freud sobre el
su ingreso en la actividad profesional, hubo muchas que estuvie papel de la envidia del pene en el desarrollo de la niña pequeña.
ron en condiciones de cuestionar la visión de Freud sobre el «con Según esos puntos de vista, una lllujer no es más que un hombre
tinente oscuro» del desarrollo sexual de la niña: al que le falta algo, y el desarrollo de la niña pequeña está deter
minado por la penosa comprobación de un defecto en su cuerpo,
«No obstante, la conclusión que hasta este momento se ha extraí y después por la búsqueda de un objeto culpable, que por lo co
do de las investigaciones -equivale a sostener que una mitad mún es la madre.
de la raza humana está descontenta con el sexo que se le ha asig
nado, y sólo en circunstancias favorables puede superar ese Críticas a Freud: La idea de Freud sobre la mujer es relativa
descontento- es decididamente insatisfactoria, no sólo para el al momento histórico: deriva de las relaciones sociales del siglo
narcisismo femenino sino también para la ciencia biológica» (Hor XIX. Para la realidad social de la época, las mujeres eran inferio
ney, 1924, pág. 52).
res en lo anatómico, lo económico, lo moral y lo social.
El clamoroso coro de protestas que se elevó contra Freud se
Horney arrojó el guante, y avanzó con segregaciones cada vez centró en que había subestimado la percatación que la niña pe
más estridentes respecto de la visión psicoanalítica de la mujer queña alcanza de su espacio interno, y del potencial de su cuer
tal Como la dictaban los varones (Horney, 1926). Freud (1925, po como creador de vida: «la negación de la vagina».
1931) Y Jones (1927) intentaron marchar al mismo paso, pero el
ritmo fue impuesto por analistas mujeres (Lampl-de Groot, 1928; El vínculo previo con la madre: Klein se empeñó sobre todo en
Riviere, 1929; Deutsch, 1930; Klein, 1932; Horney, 1932, 1933). presentar una explicación genuinamente psicoanalítica del desa
En 1930, Deutsch pronunció una serie de conferencias sobre rrollo de la feminidad. Para ello consideró el contenido de las
.El desarrollo psíquico de las mujeres>. en el Instituto Psicoanalí angustias de la niña a medida que recorre las peripecias del de
tico de Viena, y Horney (1933), que se volvía provocativamente sarrollo instintual, en especial en las fases pregenitales. El apor
cada vez más independiente, declaró su acuerd9 con el descubri te de Klein consistió en mostrar la importancia del vínculo con
miento de Klein de la relación furiosa y vengativa con las entra la madre antes de la entrada en escena del padre, y esto indujo
ñas de la madre. Riviere (1934) aprovechó la oportunidad que a ciertos autores a contraponer Klein a Freud (p.ej., Chodorow,
le ofreció la publicación de las Nuevas conferencias de introduc 1978). No obstante, la posición de Klein es en realidad más sutil,
ci6n al psicoanálisis de Freud para criticar su concepción de la porque no opone un mentís a la actitud denigratoria que se de
psicología femenina, en una reseña que elogiaba los demás as tecta en Freud, sino que la atribuye a las fantasías de la pacien
pectos. Jones (1935) reseñó la -nueva comprensión» de la psico te, capturada entre sus impulsos destructivos hacia madres y mu
logía de la mujer en una conferencia que dictó en la Sociedad jeres, e impulsos de amor e identificación.
Psicoañalítica de Viena. Fue la primera de una serie de Confe Freud mismo, en un trabajo posterior, admitió el buen funda
rencias de Intercambio entre Londres y Viena, instituidas en vis mento de estas correcciones:
ta de las divergencias teóricas que existían entre estos dos cen
tros del psicoanálisis, los principales en la época. Es significativo !,La intelección de la prehistoria preedípica de la niña tiene el
que Jones, para abordar esas crecientes diferencias y el divorcio
efecto de una sorpresa, semejante a la que en otro campo produ
que amenazaba, tomara Como tema central la sexualidad feme
jo el descubrimiento de la cultura minoico-micénica tras la grie
nina. Con ello osaba llevar a Viena una de las divergencias más
ga. En este ámbito de la primera ligazón-madre todo me parece
importantes respecto de las concepciones de Freud, sustentadas
tan difícil de asir analíticamente, tan antiguo, vagaroso, apenas
en el mundo psicoanalítico [véase POLEMICAS].
reanimable, como si hubiera sucumbido a una represión particu
larmente despiadada. Empero, esta impresión puede venirme de
EL DESARROLLO PSICOLOGICO DE LAS NI~AS. El interés de que las mujeres acaso establecieron conmigo en el análisis la mis
Klein por el desarrollo de la niña fue una etapa decisiva en la ma ligazón-padre en la que se habían refugiado al salir de esa
elaboración de su obra posterior. Se sumó a las diversas críticas prehistoria.. (Freud, 1931, pág. 226 [pág. 228]).
120 121
.~~
Es una concesión graciosa de su disposición a reconocer al me da elaboración sobre sentimientos hostiles hacia la madre y los
nos las mayores posibilidades abiertas a las analistas mujeres en pildres unidos. Siembra las semillas de las angustias de la mujer
esta esfera. Admitía que la fase de apego femenino al padre era adulta acerca de su atracción física, o su carencia de ella, y de
algo posterior. las ajaduras del proceso de envejecimiento.
El conflicto terrorífico de la angustia de castración, que indu
ce procesos de maduración y también la amnesia infantil en el Elfundamento de la envidia del pene: Estas angustias horroro
varoncito, tiene su equivalente en la niña pequeña. Klein hizo las están en la base de la creencia en un cuerpo dañado que en
este descubrimiento al comienzo de su trabaJo con niños, y lo definitiva llega a expresarse como el problema clásico de la an
presentó de manera categórica como «el equivalente de la angus Mustia del pene. La niña sufre el miedo de tener un defecto en
MU cuerpo (simbolizado por el pequeño genital externo), que se
tia de castración en el varoncito~ en sus conferencias de Londres
de 1925 (véase The Psyoho-Analysis of Children, Klein, 1932).. manifestará en Jos temores, durante el embarazo, de dar a luz
En su opinión, la niña está muy preocupada por las entrañas de I)('bés deformes, todo lo cual se corresponde con las deformida
su madre. Esta preocupación es atraída allí por la evidencia de des que la niña pequeña infligió, en su fantasía, a los bebés y
la creatividad de la madre en la producción de nuevos hijos, y ül pene que ella atacaba en las entrañas de su madre.
de las alteraciones del vientre de la madre y su tamaño durante
el embarazo. El interés por el cuerpo de la madre está determi EL DESARROLLO DE LOS VARONES. A continuación de estos
nado por muchos factores, y Klein sostiene que existe una noti d(~scubrimientos sobre las niñas pequeñas y la base de su envidia
cia innata del padre alojado en las entrañas de la madre [véase dt~l pene, Klein extendió la teoría al varoncito. La admisión de
FIGURA PARENTAL COMBINADA]. Estas son fantasías complejas y su ¡"reud de su dificultad para remontarse hasta la primera ligazón
ponen relaciones con partes del cuerpo de la madre y del padre, eon la madre en el caso de la niña pequeña sugería que tal vez
y entre esas partes: pecho, vientre, trasero y pene [véase OBJETOS la ligazón temprana del varoncito con su madre hubiera sido igual
PARTES]. No se trata de percepciones o de imaginaciones, sino mente descuidada por la teoría psicoanalítica clásica, y era tam
que se las vive con una intensidad de emoción muy mesturada. bién un ámbito vagaroso.
La fantasía del pene del padre dentro del vientre de la madre, Klein resumió la fase femenina:
123
122
el parto, cuya existencia el varón supone en la madre, y, ade El vuelco hacia el padre representaba la fase femenina tanto
más, sobre la vagina y los pechos, la fuente de leche ( ... ) El en varones como en niñas, y la ambivalencia era inherente a es
varón teme ser castigado por haber destruido el cuerpo de su te vínculo vuelto hacia él. Por lo tanto, también intervienen aquí
madre, pero, además de esto, su miedo es de una índole más ge el dolor y el sufrimiento de la posición depresiva.
neral, y aquí tenemos una analogía asociada con los deseos de Estas angustias [véase ANGUSTIA DEPRESIVA], en "las etapas
castración de la niña. Teme que su cuerpo resulte mutilado y des tempranas del complejo de Edipo", son fuerzas poderosas que pro
membrado, y este miedo también significa castración ( ... ) Este mueven el desarrollo, pero que también causan dificultades y de
miedo a la madre es tan sobrecogedor porque se combina con tienen el crecimiento (fijaciones):
un miedo intenso de castración por el padre. Las tendencias des
tructivas cuyo objeto es el útero se dirigen también, con toda "La gratificación experimentada en los pechos de la madre habi
su intensidad oral-sádica y anal-sádica, contra el pene del padre, lita al infante para volcar sus deseos hacia objetos nuevos y, an
al que se supone alojado allí ( ... ) Asr, la fase de feminidad se te todo, hacia el pene de su padre. Ahora bien, este deseo nuevo
caracteriza por una angustia en relación con el útero y el pene adquiere un impulso particular si se produce una frustración en
del padre, y esta angustia somete al varón a la tiranía de un su la relación con el pecho» (Klein, 1945, pág. 408).
peryó que devora, desmembra y castra, y que está constituido
a partir de la imagen del padre y de la madre por igual» (Klein, La relación con el pecho es doble. Tanto su aspecto positivo, co
1928, pág. 190). mo acicate para el desarrollo de experiencias y relaciones nue
vas, cuanto sus aspectos negativos, pueden fomentar un paso evo
El fundamento de la angustia de castraci6n: Por este camino, lutivo hacia adelante (los aspectos negativos quizá promuevan
Klein investigaba los factores que estaban en la base de la angus un paso prematuro y angustiado) [véase DESARROLLO]. Esta acti
tia de castración. Pero pasaba por alto que de ese modo arranca tud dual (ambivalente) se trasfiere por fin al pene:
ba brutalmente el concepto de angustia de castración de sus in
trincados lazos teóricos con el complejo de Ed~po. Lo cierto es "Desde el comienzo, frustración y gratificación moldean la rela
que estas hipótesis la empujaron cada vez más a modificar el com ción del infante con un pecho bueno amado y con un pecho malo
plejo de Edipo [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO]. odiado. La necesidad de sobrellevar la frustración, y la agresión
La fase de feminidad contiene una particular atención a cues resultante, es uno de los factores que llevan a idealizar el pecho
tiones internas y a un particular afán de movilizar, en compen bueno y la madre buena, y, de manera correspondiente, a inten
sación, solidaridad, amor e identificación con las mujeres y sus sificar el odio y los miedos al pecho malo y la madre mala, que
preocupaciones. Este centramiento en lo interno constituyó una !le convierten en el prototipo de todos los objetos perseguidores
intelección importante que dio por fruto la teoría plena del mun y aterrorizadores. Las dos actitudes conflictivas hacia el pecho
do y los objetos internos. Supuso también una comprensión del materno se trasladan a la nueva relación con el pene del padre.
desarrollo caracterológico del interés de las mujeres por el inte La frustración experimentada en la primera relación aumenta las
rior de su cuerpo y, recíprocamente, el interés de los hombres demandas y esperanzas dirigidas a la nueva fuente, y estimula
por el interior del cuerpo de las mujeres. el amor por el nuevo oQjeto» (Klein, 1945, pág. 408).
ETAPAS TEMPRANAS DEL COMPLEJO DE EDIPO. La importan Las dos actitudes conflictivas hacia la madre -en presencia del
cia de la fase de feminidad disminuyó poco a poco después que t.ercer objeto (el padre)- se ven introducidas en la enredada tra
Klein expuso la posición depresiva. Su interés por los efectos de ma de los complejos de Edipo coexistentes, el positivo y el inver
la ambivalencia en las relaciones dejó de depender tanto del afán tido [véase 4. COMPLEJO DE EDIPOJ.
de mantenerse en armonía con las teorías clásicas. La penosa ex
periencia de atacar a la madre, sus pechos, su cuerpo y todo lo EL DESARROLLO SEXUAL ANORMAL. El desarrollo de la iden
contenido en ella quedó subsumida bajo la angustia general de Udad sexual depende de que esas angustias persecutorias tem
atacar y hacer daño al objeto amado. I,ranas se puedan tramitar logradamente. Las desviaciones res
124 125
pecto del desarrollo heterosexual resultan, según Klein, de la per La idea de la fase de feminidad 4e niñas y varones, que se
sistencia de una angustia persecutoria y paranoide intensa. En (~aracteriza por grandes celos y agresión, fue importante para
este punto elaboró las ideas a partir del psicoanálisis clásico. Freud Klein en esa época (las décadas de 1920 y 1930) porque esa hipó
había atribuido la homosexualidad a un rechazo por el progeni tesis en especial mostraba el poder de su técnica del juego para
tor amado del sexo opuesto, con un vuelco consiguiente al pro traer a la luz con mayor detalle el desarrollo sexual de la niñez,
genitor del mismo sexo como obje,to amado. Abraham fue quien usí como sus aberraciones, que eran el fundamento de la psico
empezó a considerar la homosexualidad en función de las identi patología de la niñez (y de la edad adulta), de la cual se había
ficaciones que se basaban en introyecciones de los progenitores. ocupado hasta entonces el psicoanálisis clásico. No obstante, des
Klein contempló la homosexualidad desde esos dos puntos de vis pués de aceptar que el instinto de muerte tenía la misma impor
ta. Su aporte particular consistió en señalar que el alejamiento tancia que la libido sexual (1932), la atención prestada por Klein
en pos de un nuevo objeto, y la introyección satisfactoria de un al desarrollo de los objetos y las identificaciones sexuales dismi
objeto de identificación, eran consecuencia del equilibrio de fuer nuyó un poco, en tanto pasaba al primer plano la importancia
zas sádicas y amorosas, en una compleja acción recíproca con los de la agresión primaria. Pero la fantasía específica de intrusión
objetos externos reales: "Cuando su miedo al padre castrador es ('on daño en el interior del objeto recobró su vigencia. En 1957,
mitigado por la confianza en el padre bueno, puede enfrentar la teoría de la envidia primaria [véase 12. ENVIDIA] la puso de
su rivalidad y su odio edípicos» (Klein, 1945, pág. 411). En este relieve como una fantasía innata representante del instinto de
pasaje, quería decir que el varón busca un padre bueno al que muerte; aunque es cierto que sus connotaciones específicas con
pueda introyectar como un apoyo interno que refuerce su con el desarrollo sexual habían desaparecido.
fianza en sí mismo como hombre, y le ayude a enfrentar su pro
pio odio hacia el padre. A su vez, esto depende en gran medida
de que el padre real sea capaz de soportar el odio del hijo sin
privarlo de su apoyo. Chodorow, Nancy (1978) The Reproduction ojMothering. Berkeley: Uní
Por oposición a la tesis de Freud de que una homosexualidad VNsity of California Press.
latente está en la base de la paranoia -como lo sostuvo en el Dcutsch. HeUme (1930) .The significance of masochism in the mental
análisis de Schreber (Freud, 1911)-, Klein apuntó la posibilidad Ilfe of women., 1nt. J. Psycho-Anal. 11: 48-60.
de que miedos paranoides estén en la base de la homosexuali noía» , en James Strachey, ed. The Standard Edition oj the Complete
dad. Rosenfeld (1949) examinó esta revisión de una manera ex 1~r¡lIChological Works ojSigmundFreud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vol.
Las perversiones sexuales, aun las sado-masoquistas, han si noia (Dementia paranoides) descrito autobíográficamente., en Obras com
do l).1Uy poco estudiadas por los kleinianos. Hunter (1954) y Jo pletas, Buenos Aires: Amorrortu editores (AE), 24 vols., 1978-85, voL
seph (1971) analizaron a fetichistas y mostraron el vuelco hacia 12, 1980, págs. 1-76.]
un objeto sustitutivo que, por ser inanimado, aliviaba en parte (1925) "Sorne psychical consequences of the anatomical distinction
ht~tween the sexes». SE 19, págs. 241-58. [«Algunas consecuencias psí
la penosa ambivalencia de los objetos humanos amados. Joseph
Ilulcas de la diferencia anatómica entre los sexos», en AE 19, 1979, págs.
definió con notable minucia la necesidad del objeto como un apre
21)0-76.]
mio enfebrecido por meterse dentro de él, lo que constituye una (1931) «Female sexuality». SE21, págs. 221-43. [«Sobre la sexualidad
forma concreta de identificación proyectiva. En general, se con rmnenina., en AE 21, 1979, págs. 223-44.]
sidera que las perversiones presentan la forma típica descrita por Onl\wey, Patrick (1979) .Symbolic dysfunction in the perversions», 1nt.
Rosenfeld (1949), en que el vuelco hacia sustitutos sexuales deri-· R,m. Psycho-Anal. 6: 155-61.
va de una angustia persecutoria paranoide. El interés, por consi lJorney, Karen (1924) «On the generation of the castration complex in
guiente, no recae tanto en la forma específica de sexualidad per women., 1nt. J. Psycho-Anal. 5: 50-65.
versa, sino en la paranoia o envidia que está en la base, en direc (1926) «The flight from womanhood», 1nt. J. Psycno-Anal. 7: 324-9.
ción a la cual el analista ha rastreado el conflicto (Gallwey, 1979) (1932) .The dread of women., 1m. J. Psycho-Anal. 13: 348-66.
[véase PERVERSION]. (1933) .The denial of the vagina., 1nt. J. Psycho-Anal. 14: 57-70.
126 127
~ .. _~
Hunter, Dugmore (1954) .Object relation changes in the analysis of fe
7.
Superyó
J. Psycho-Anal. 8: 459-72.
(1935) «Early female sexuality», Int. J. Psycho-Anal. 16: 263-73.
Joseph, Betty (1971) "A clínical contribution to the analysis of a perver
sion» , Int. J. Psycho-ArULl. 52: 441-9.
Klein, Melanie (1926) "The psychological principIes of early analysis»,
en The Writings of Melanie Klein, vol. 1. Hogarth, págs. 128-38.
(1928) .Early stages of the Oedipus conflicb, en The Writings· of
Melanie Klein, vol. 1, págs. 186-98. DEFINICION. La obra de Klein puso en tela de juicio la teoría clásica
(1932) The Psycho-Analysis of Children, en The Writings ofMelanie del superyó, según la cual este consistía en los padres internalizados (ima
3, págs. 176-235.
nocidas como objetos internos, que están en relación unas con otras y
men», Int. J. Psycho-Anal. 9: 332-45. se preocupó mucho por el superyó y sus orígenes, y descubrió que estos
10: 303-13.
período de embarazosa aceptación de la teoría clásica de Freud, elaboró
garth, págs. 34-51. 1926. La culpa inconciente y el superyó severo (Klein, Melanie, 1927,
128
129
que hoy como entonces es opuesto al psicoanálisis clásico. No la teoría afirmaba de manera categórica que la institución moral
obstante, la importancia del concepto del superyó ha disminuido interna, el superyó, se formaba hacia los cuatro o cinco años.
en el pensamiento kleiniano desde 1935, cuando Klein introdujo Freud confirmó la importancia de sus puntos de vista el año si
el concepto de la posición depresiva, que se convirtió en su teo guiente, con su trabajo sobre el sepultamiento del complejo de
ría general de la culpa. Edipo (Freud, 1924b). Así quedaba establecido el molde para una
nueva ortodoxia en psicoanálisis, que ha persistido hasta hoy.
El problema: El principal problema fue que Klein había descu
bierto, desde sus primeros trabajos de 1918, los sentimientos in El heredero del complejo de Edipo. En esta concepción, el super
tensos de remordimiento en niños, de los que algunos tenían ape yó es el «heredero del complejo de Edipo» (Freud, 1923, pág. 48
nas dos años y pocos meses. Ahora bien, cinco años después, en [pág. 49]). Está formado por la introyección de los objetos edípi
1923, Freud sostuvo que la culpa nacía del superyó, el cual se cos amados (madre y padre): la introyección de las «identifica
formaba después del complejo de Edipo en la posición genital; ciones primarias». Son acogidos dentro del yo (dentro de la per
con ello fechaba el surgimiento evolutivo del superyó entre los sonalidad) e instituidos como parte de la instancia interna de vi
cuatro y los cinco años. Los puntos de vista de Klein resultaron gilancia y autocrítica. Freud construyó su concepción del superyó
divergentes en tres aspectos principales: (i) las formas tempra sobre los descubrimientos que había hecho acerca del duelo
nas; (ii) los constituyentes múltiples, y (iii) una historia evolutiva (1917): presentó la resolución del complejo de Edipo como un
específica del superyó, que al principio es severo para suavizar proceso por el cual los objetos amados (sexuales) de la niñez se
se después. introyectaban en el acto mismo en que se los abandonaba a cau
sa de la angustia de castración. El resultado era un vínculo inter
REMORDIMIENTO. Klein fechó en 1923 el momento en que ad no con una figura calcada de los padres y que tenía el mismo
virtió la importancia de la culpa (Klein, 1955), durante su análi papel de guardián/censor. Estas ideas surgieron de una asidua
sis de Rita, una niña de sólo dos años y nueve meses: «la causa colaboración con Abraham (este trabajaba en Berlín), quien ex
de este fenómeno común era un sentimiento de culpa particular puso sus propios puntos de vista en un extenso trab~o de 1924,
mente intenso que estaba en la base de su pavor nocturnus [te el mismo año en que Klein se psicoanalizaba con él.
rror nocturno]. (Klein, 1926, pág. 131). Rita era asediada por su
propia agresión, y la atenacearon el remordimiento y la culpa La lucha de Klein. Una vez que la teoría del superyó quedó bien
desde los quince meses, cuando se iniciaron sus síntomas. elaborada, Freud pudo explicar mucho mejor la culpa inconcien
En ese mismo año, 1923, Freud presentó la culpa como el te y, además, ligarla con el masoquismo (Freud, 1924a). La nue
sultado de un conflicto interno entre los instintos (el ello) y va teoría convirtió la culpa inconciente y la necesidad de castigo
«superyó•. Desde hacía algún tiempo, se venía ocupando de un. f!ll temas que suscitaron considerable interés y confusión (p.ej.,
fenómeno que denominó sentimiento inconciente de culpa o ne';: l mover, 1926; Fenichel, 1928). Y donde existían desconcierto y
cesidad inconciente de castigo (Freud, 1916, 1920). Y con la ex";: confusión en el mundo psicoanalítico, Klein no tardaba en pre
posición de su teoría del superyó ese mismo año (Freud, 1923), pmntarse para mostrar la luz que el análisis de hiños podía arrojar
la culpa se anotaba en la agenda de debates de toda la comunH· Induso sobre los puntos más oscuros. Su primera referencia al
dad psicoanalítica [véase CULPA INCONCIENTE]. Iuperyó data de 1926, y al año siguiente investigó la teoría origi
í nul de Freud (Freud, 1916) de que la culpa inconciente era la
La teoría de Freud sobre la culpa y el superyó. En este punto,: tuerza que impulsaba la conducta criminal (Klein, 1927).
Freud no conocía a Klein ni sabía de sus pruebas sobre la exis-" Ahora bien, el concepto de Freud del superyó había intrigado
tencia de un remordimiento temprano. A ella debe de haberla. • Klein en un momento en que ella misma se analizaba con el
entusiasmado y también desalentado la nueva teoría de Freud~· más estrecho colaborador de aquel, Abraham. Nunca puso en du
entusiasmado, porque confería un marco y un significado teóri. da la existencia del superyó; todo el problema se reducía a su
cos a su propia obra, y le daba la oportunidad de aportar pruebas datación. La fuente de la culpa en la teoría de Freud dependía
clínicas para el gran hombre; pero también desalentado, porque d" la resolución del complejo de Edipo hacia los cuatro o cinco
130 131
años, pero Klein había recogido pruebas en sus pacientes de la introducido la noción de una «moralidad esfinteriana» que deri
existencia de culpa y remordimiento ya en el segundo año. vaba de la fase anal.
En la Sociedad Psicoanalitica de Berlín, tenía la posición pre
caria de una recién llegada joven y sin experiencia, y aun de una El apoyo de la Sociedad Británica: Por desgracia, Abraham mu
persona difícil. Esta situación se le presentó sobre todo tras la rió en 1925, y la Sociedad Psicoanalítica de Berlín tenía que ele
muerte, ocurrida en 1925, de su mentor y analista, Abraham. En gir entre respaldar los puntos de vista de esta analista nueva cues
tonces insistió con desesperación en que no estaba en conflicto tionadora, pero todavía insignificante, o rechazarlos junto a su
con Freud. Escribió, esperanzada (en su primera referencia al no verificado trabajo con niños. Ya había presentado trabajos im
superyó): populares y revulsivos; por ejemplo, su ensayo sobre los tics
(Klein, 1925) [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. La Sociedad de
,.En los casos por mí analizados, el efecto inhibitorio de unos sen Berlín no le brindó el reconocimiento y apoyo inmediatos que
timientos de culpa era evidente a una edad muy temprana. Lo ella deseaba y necesitaba, lo que la volvió sensible a los ofreci
que descubrimos aquí corresponde a lo que conocemos como el mientos que le hicieran desde Gran Bretaña. Se había propuesto
superyó en adultos. El hecho de que aceptemos que el complejo analizar las formas tempranas de vida mental y de angustia, y,
de Edipo alcanza su cenit hacia el cuarto año de vida, y reconoz para obtener el espacio que le permitiera hacerlo sin ser impor
camos que el desarrollo del superyó es el resultado final del com tunada, se trasladó a Londres (1926), donde encontró un consi
plejo, me parece que en modo alguno contradice aquellas obser derable apoyo para sus descubrimientos (Jones, 1926, 1927;
vaciones» (Klein, 1926, pág. 133). Isaacs, 1929).
No está clara la razón por la cual Ernest Jones, una persona
Hasta 1932 sostuvo que no existía desacuerdo real con Freud, de mucho predicamento en el mundo psicoanalítico internacio
posición esta que rebatía con ardor Anna Freud en la enconada nal, pudo hacer tales ofrecimientos a una «advenediza» casi des
querella (1926-1927) entre las dos mujeres [véase ANNA FREUD; conocida. Acaso lo movió un subrepticio deseo de traer de Viena
ANALISIS DE NIÑOS; 1. TECNICA]. a Londres un poco de iniciativa científica; o quizá necesitaba a
No obstante sus protestas, Klein modificó la téoría de Freud alguien que tratara a un joven miembro de su propia familia. Al
y le hizo significativos aportes: proseguir su propia línea de desarrollo tras el foso defensivo del
Canal de la Mancha, Klein provocó por todo el continente euro
«Aquellos fenómenos precisos, típicos, cuya existencia en su for peo un conflicto con su rival, Anna Freud [véase ANNA FREUD].
ma más claramente desarrollada podemos reconocer cuando el·· El conflicto entre ambas alcanzó su apogeo entre 1926 y 1943,
complejo de Edipo ha alcanzado su cenit, y que preceden a su y se centró, en primer término, en torno de la naturaleza y cro
desvanecimiento, no son sino la terminación de un desarrollo que nología del origen del superyó.
ocupa años. El análisis de niños muy pequeños muestra que, tan Jones adoptó una actitud muy crítica hacia el concepto de
pronto como surge el complejo de Edipo, ellos empiezan a elabo ¡"reud y, poco después de las descripciones originales (Freud,
rarlo y, así, a desarrollar el superyó» (Klein, 1926, pág. 133). 1923), escribió, con cierta mezcla de obsequiosidad y crítica in
cisiva:
Lo que ella venía a decir en este pasaje era que el superyó en
su pleno despliegue es todo lo que se puede discernir desde la .Pero cuando abandonamos estas valiosas y vastas generalizacio
distancia de los análisis de adultos, pero que desde la perspecti nes y pasamos a un estudio atento de los problemas en cuestión,
va privilegiada del análisis de niños se podía describir con deta aparece un considerable número de molestas dificultades. Para
lles mucho más finos el proceso temprano de formación del su mencionar sólo unas pocas aquí: ¿cómo entender que la misma
peryó. Y ciertamente, con anterioridad a la nueva teoría estruc Imltitución pueda ser un objeto que se presente al ello para ser
tural de Freud, hubo barruntos sobre la existencia de instancias amado en lugar de los padres y, al mismo tiempo, una fuerza ac
-morales» tempranas en la psique: Abraham (1924) describió la tiva que critique al yo? Si el superyó se genera tras la incorpora
inhibición interna de la voracidad oral, y Ferenczi (1925) había dón del objeto de amor abandonado, ¿cómo puede ocurrir que
132 133
de hecho derive más a menudo del progenitor del mismo sexo? Schmideberg enuncia el aspecto lógico con claridad:
Si está compuesto por elementos tomados de los instintos no se
xuales, "morales", del yo, según nos lo hace esperar el papel «Supongo que los determinantes de los síntomas que descubrí a
que desempeña en la represión de los instintos sexuales inces los tres años habían operado de manera continua desde la prime
tuosos, ¿de dónde extrae su naturaleza sádica, o sea, sexual?» ra aparición de los síntomas. Esto no es susceptible de prueba.
(Jones, 1926, pág. 304). Pero Freud hizo el mismo supuesto cuando utilizó los factores
descubiertos en el análisis de adultos para explicar síntomas que
LAS DIVERGENCIAS DE KLEIN. Los puntos de vista de Klein habían ocurrido en la niñez» (Schmideberg, 1934, págs. 257-8).
sobre el superyó divergieron de los de Freud en tres aspectos
principales: (e) La severidad del superyó del niño: Algo en lo que Klein nun
ca dejó de insistir fue la índole de la culpa, que indicaba un su
el origen del superyó resulta muy anterior a lo que Freud peryó severo en extremo, mucho más que en los adultos; este
proponía; es el único aspecto de la obra de Klein que fue mencionado por
Freud (Freud, 1930). Por ejemplo, Erna había experimentado un
(2) los constituyentes del superyó son múltiples y variados y no entrenamiento muy temprano para la bacinilla, a la edad de do
una amalgama monolítica de padres edípicos introyectados, y ce meses: «( ... ) consumado en realidad sin ninguna severidad»,
pero la niñita lo experimentó «( ... ) como un acto de coerción
(3) puesto que su curso de desarrollo es mucho más prolongado, en extremo cruel» a partir del cual se desarrollaron sus síntomas,
el superyó atraviesa procesos de modificación, en particular un indicados por «( ... ) su sensibilidad para la censura y el desarro
suavizamiento de su severidad y una integración de sus partes llo precoz y acusado de su sentimiento de culpa) a esa edad (Klein,
contradictorias. 1926, pág. 136n).
Más aun, Klein mostró que a menor edad del niño, más seve
(1) El origen del superyó. Aunque Klein aceptó la exposición que ro su superyó, indicio de que en el desarrollo infantil existe un
dio Freud del superyó, no estuvo de acuerdo con-la idea de que proceso de modificación y mitigación continua de un superyó sá
se originaba tardíamente, en el cuarto o quinto año; las eviden dico temprano, que persigue al niño con las ideas de unos casti
tes pruebas que había recogido de la existencia de sentimientos ~os horrorosos. Esto supone que el superyó severo se relaciona
de culpa tempranos demostraban que los orígenes del superyó con fases pregenitales de sadismo, según las describió y dató Abra
se situaban a lo sumo en el segundo año de vida. ¿En qué consis ham (1924).
tían esas pruebas? En 1927 refirmó este punto de vista del superyó severo cuan
do, siguiendo a Freud (1916), se interesó por rasgos criminales
(a) Pruebas directas: El análisis de niños que no habían llegado en niños y por la relación de estos rasgos con la culpa y el sadis
a aquella edad de los cuatro a cinco años obtenía testimonios di mo a que esta daba origen (Klein, 1927) [véase CRIMINALIDAD].
rectos de remordimiento y culpa.
(d) El superyó pregenital: La cuarta clase de pruebas consiste
(b) Pruebas por la continuación de síntomas: Cabe suponer que tm el carácter pregenital de las fantasías intervinientes, indicati
las fantasías que están en la base de los síntomas operaron en vo de un origen en las fases pregenitales. La severidad particu
el momento en que estos comenzaron, por ejemplo: lar del superyó en ciertos niños (Erna, por ejemplo) «( ... ) porta
el sello de los impulsos pregenitales» (Klein, 1929, pág. 204):
«El caso de Rita mostró con claridad que el pavor nocturnus que
apareció a la edad de dieciocho meses era una elaboración neu .( ... ) el niño entonces teme un castigo proporcionado a la ofen
rótica de su complejo de Edipo ( ... ) (y tenía una] relación muy Ha: el superyó se convierte en algo que muerde, devora y corta.
estrecha con intensos sentimientos de culpa nacidos de ese tem La conexión entre la formación del superyó y las fases pregeni·
prano conflicto edípico» (Klein, 1932, pág. 4). tales del desarrollo es muy importante desde dos puntos de vis
134
135
CI
tao Por un lado, el sentimiento de culpa adhiere a las fases oral peryó ( ... ) Los "personajes", como en el caso de George, con
sádica y anal-sádica, que todavía predominan; y por otro lado, sisten en tres papeles principales: el del yo o el ello, el de una
el superyó nace mientras estas fases conservan su imperio, lo que figura que ayuda y el de una que amenaza o frustra. (Klein, 1929,
explica su actividad sádica» (Klein, 1928, pág. 167). págs. 202-3).
(2) Los constituyentes del superyó. El superyó, que se forma en Esta variedad se amplifica por una distinción entre bueno y ma
el contexto de impulsos orales y anales, desemboca en varias fi lo: «He llegado a averiguar que la operación de tales imagos, que
guras internalizadas que se basan tanto en la madre como en el tienen características fantásticamente buenas y fantásticamente
padre: malas, es un mecanismo general». Las imagos son además dife
rentes según el nivel pregenital que representen: «Las ¡magos
«el análisis de niños pequeños revela la estructura del superyó, adoptadas en esta fase temprana del desarrollo yoico llevan el
que se construye con identificaciones que datan de períodos y sello de los impulsos instintuales pregenitales, aunque de hecho
estratos muy diferentes de la vida mental. Estas identificaciones se construyan sobre la base de los objetos edípicos reales», agre
son de naturaleza sorprendentemente contradictoria, una bon ga con afán de acatamiento, y continúa:
dad excesiva y una severidad excesiva coexisten juntas» (Klein,
1928, pág. 187). -Estos niveles tempranos son responsables de las imagos fantás
ticas que devoran, cortan en pedazos y avasallan, y en las que
Estas imagos (figuras internalizadas que se basan en los padres), vemos una mezcla de los diversos impulsos pregenitales operan
en consecuencia, representan para el niño actividades orales o tes. Con la evolución de la libido, estas ¡magos son introyectadas
anales dirigidas hacia el niño mismo. He ahí unas relaciones in bajo el influjo de los puntos de iyación libidinales. Pero el super
ternas que pueden estar representadas por fantasías de ser ama yó como un todo está constituido por las diversas identificacio
mantado, o de ser devorado, mordido, o de amamantar al objeto, nes adoptadas en los diferentes niveles de desarrollo, cuyo sello
etc. (el «remordimiento de conciencia., por ejemplo); y lo mismo portan. (Klein, 1929, pág. 204).
vale para los impulsos anales. Klein describió este catálogo de
relaciones con fabuloso detalle en el juego de los niños con toda Figuras ayudantes: Klein fue advirtiendo que estas figuras in
clase de objetos. cluían tanto a las que ayudan como a las terroríficas, sádicas.
A partir de ese momento, el superyó fue visto como un con Las que ayudan corresponden a las que dan satisfacción a los
junto de objetos internos, dotado cada uno de específicas funcio impulsos pregenitales. Pero la importancia de las figuras ayudan
nes de fantasía [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE], y el psicoanáli Les parece haber sido secundaria para Klein en esta etapa de su
sis kleiniano, en la práctica, se redujo cada vez más a un análisis pensamiento, tan prominentes y chocantes le resultaron sus ob
de tales objetos internalizados. Esto llevaba a ampliar el concep servaciones de la agresividad en el juego de los niños y de la cul
to, en contraste con Freud, quien, al remplazar «el ideal del yo pa y el remordimiento que aquella suscitaba. Sólo en 1935 pasó
por el superyó tendió a reducir las relaciones objetales intrapsí realmente al primer plano la importancia de las figuras internas
quicas a la relación entre el yo y el superyó» (Heimann, 1955, ayudantes; desde ese momento, con la introducción de la posi
pá~¡. 251). ción depresiva, el objeto interno bueno ysu preservación se con
virtieron en el factor dominante [véase 5. OBJETOS INTERNOS].
La comunidad de objetos internos: La psique del niño está ocu
pada por muchos «objetos» que se podrían denominar «superyós» (3) Modificación del superyó. La severidad del superyó se modifi
[véase 5. OBJETOS INTERNOS]. Klein los denomina imagos, y su va ('a poco a poco, sobre todo por el influjo del objeto externo real:
riedad presta una gran riqueza a las características de la mente:
.Comparada con la precedente, en la que el juego estaba inhibi
«( ... ) dos' 'personajes" principales: el de la muñeca, que encar do por completo, esta etapa significó un progreso, porque ahora
naba al ello, y el del elefante disuasor, que representaba al su· f'1 8uperyó no se reducía a amenazar de una manera terrorífica
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y desprovista de sentido, sino que ensayaba amenazas destina tigación de los procesos que intervienen en esa distorsión extre
das a impedir las acciones prohibidas» (Klein, 1929, pág. 202). ma se ha convertido en el rasgo distintivo del psicoanálisis klei
niano.
Se establecen también las figur-as ayudantes. Son «de índole en Por el hecho de considerar el superyó como una interacción
extremo fantástica la mayoría de ellas» (Klein, 1929, pág. 203) de figuras externas introyectadas bajo el influjo distorsionador
y derivan, al menos en parte, de un afloramiento de los impulsos de impulsos tempranos sádicos, Klein profundizó la teoría de los
genitales, que da acceso a sentimientos más positivos y a la posi orígenes del superyó más allá de suponer una mera correspon
bilidad de que más figuras ayudantes mitiguen la severidad. dencia entre algún objeto externo y la introyección resultante.
Síntesis de objetos internos: Klein advertía bien la divergencia El superyó y el efecto terapéutico: James Strachey (1934) esbozó
entre sus puntos de vista y los de Freud. Este había descrito un una teoría formal de la acción terapéutica del psicoanálisis. Se
objeto relativamente unificado para la edad de cuatro o cinco basó en la idea de que el objeto externo, el analista, es introyec
años, y Klein quiso enlazar su propia teoría con esa concepción. tado y se convierte en un superyó auxiliar. La ventaja especial
Concibió la reunión de las diversas imagos en una especie de ob de este nuevo objeto interno consiste en que, en virtud de su
jeto unitario que después se volvería observable en la forma del función de interpretar la trasferencia, el analista evita ser dis
superyó descrito por Freud: «La necesidad de alcanzar una sínte torsionado por una fantasía inconciente primitiva; no se lo iden
sis del superyó nace de la dificultad en que se ve el sujeto para tifica, en consecuencia, con el objeto interno primitivamente bue
llegar a un entendimiento con un superyó compuesto por imagos no o el primitivamente malo (las imagos primitivas). Así las co
de índole tan diversa» (Klein, 1929, pág. 205). Esta idea de un sas, el paciente en lo sucesivo es capaz de mantener una relación
yo esforzado hacia una unificación de los objetos internos pare objetal interna que no se base en una horrible autocondena ni
ce situarse en esa época (1929) en el contexto de la preocupa- . en una idealización extrema [véase 1. TECNICA].
ción de Klein por su divergencia respecto de los puntos de vista
de Freud. Sin embargo, la idea de la unificación reaparece en EL ABANDONO DE LA TEORIA CLASICA. Strachey escribió su
una forma muy diferente y poderosa en 1935, como parte de la celebrado trabaje en un momento crítico del pensamiento klei
elaboración de lo que denominó la posición depresiva [véase 10. niano. Sus ideas en parte se enlazaron con el radical cambio de
POSICION DEPRESIVA]. dirección que Klein producía por entonces: (1) en 1932, ella aban
donó la teoría ortodoxa del superyó, para concebirlo corno Una
El objeto externo: En una síntesis de sus ideas en esta etapa, Klein manifestación clínica e intrapsíquica del instinto de muerte, y
escribió: (2) en 1935, publicó su teoría de la posición depresiva, referida
ala historia evolutiva de aquellas imagos primitivas que también
-En el adulto, es verdad, descubrirnos un superyó operante que Strachey conceptualizaba.
es mucho más severo que los padres reales del sujeto ( ... ) en
el niño pequeño nos encontramos con un superyó que presenta (1) El superyó y el instinto de muerte. Klein se vio llevada cada
el más increíble y fantástico carácter ( ... ) mis propias observa vez más a abandonar su adhesión a la teoría clásica. La «peque
ciones analíticas no me dejan dudas de que los objetos reales que r\a» modificación que introdujo en los puntos de vista de Freud
se ocultan tras esas figuras imaginarias, terroríficas, son los pro Hobre los orígenes del superyó - a saber, que este surge desde
pios padres del niño, y que esas figuras temibles de algún modo t'1 momento en que aparece el complejo de Edipo- tuvo de he
reflejan los rasgos de su padre o su madre, por distorsionada y ('hu una significación más profunda que la declarada por ella mis
fantástica que pueda ser la semejanza» (Klein, 1933, pág. 249). ma en esa época [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO]. En particular, sos
tuvo que la introyección de los padres no sobreviene tras la «pér
En estas enunciaciones se aferraba a la teorIa clásica según la eUda de los objetos amados» de la infancia, sino que es un proceso
cual el superyó se origina en el carácter de los padres. Pero le «tue avanza en el curso de un vínculo activo, y en realidad desde
preocupaba la distorsión extrema de aquellas figuras; y la inves HU mismo comienzo. Este supuesto es mucho más acorde con los
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puntos de vista de Abraham: introyección y proyección son pro ra expulsarlo hacia afuera y dirigirlo contra sus objetos ( ... ) Di
cesos en continua actividad, que se conectan con impulsos ora ría, además, que paralelamente a este apartamiento del instinto
les y anales, y permanecen activos de manera continua desde de muerte hacia afuera, hacia objetos, una reacción intrapsíqui
el comienzo y durante toda la vida [véase 9. MECANISMOS DE DE ca defensiva opera sobre aquella parte del instinto que no pudo
FENSA PRIMITIVOS]. ser externalizada de ese modo. En efecto, el peligro de ser des
Hacia 1932, las posiciones se habían endurecido, con escasas truido por este instinto de agresión introduce, creo, una tensión
perspectivas de que los puntos de vista de Klein y los de Anna excesiva en el yo, que este percibe como angustia ( ... ) Una divi
Freud se reconciliaran. Klein estaba segura bajo la protección de sión sobreviene en el ello, o en niveles instintuales de la psique,
Ernest Jones, y existe una interesante correspondencia entre Jo yen virtud de ella una parte de los impulsos instintuales se diri
nes y Freud acerca de los conflictos que oponían a sus respecti ge contra la otra. Este paso defensivo del yo, evidentemente ini
vas protegidas (Steiner, 1985). Así se aflojaban másy más las ata cial, constituye, me parece, la piedra fundamental del desarrollo
duras que impedían a Klein dar el paso fatal de abandonar la del superyó, cuya violencia excesiva en esta etapa temprana que
teoría clásica del superyó tal corno la había establecido Freud. daría entonces explicada por el hecho de que es un retoño de
Su libro The Psycho-Analysis ofChildren, publicado en 1932, fue instintos destructivos muy intensos» (Klein, 1933, pág. 250) [véa
una colección de trabajos clinicos (la Primera parte), originalmente se 3. AGRESION; INSTINTO DE MUERTE].
conferencias pronunciadas en 1925, y de capítulos teóricos (la
'Segunda parte) re-escritos sobre la base de conferencias pronun Por este camino, con una argumentación apoyada en las teorías
ciadas en 1927, que trataban sobre las consecuencias que las ob de Freud (si bien muy seleCcionadas), demostró el origen tem
servaciones clínicas traían para las teorías del complejo de Edi prano del superyó (de hecho, se remonta al naCimiento), las ra
po, el desarrollo temprano de varones y niñas, y el superyó. La zones de su extrema severidad, y la necesidad de revisar la rela
parte teórica había sido revisada, y en algunos aspectos es in~ ción del superyó con el complejo de Edipo. En consecuencia, el
consistente: «Es su informe más exhaustivo sobre su primera se:' superyó surge antes del complejo de Edipo.
rie de descubrimientos y concepciones, pero ha sido escrito en Lo enredado de su argumentación estaba destinado a ponerla
un momento de transición. Enuncia opiniones que-sólo de mane a cubierto de la crítica de que su teoría no era verdaderamente
ra parcial armonizan con su base teórica principah (Melanie Klein psícoanalítica porque se apartaba de Freud. En realidad, los de
Trust, 1974). Entre las nuevas elaboraciones, una de las más fa talles precisos de la formación del superyó, descritos por ella,
tídicas, introducida en escorzo aquí y allí en el texto, era la con son tan especulativos corno las teorías de Freud, y, después que
cepción enteramente novedosa sobre el origen del superyó en hubo desconectado el superyó del complejo de Edipo, casi ya no
el instinto de muerte. . volvió sobre estas argumentaciones, con la excepción de 1958,
cuando investigaba ciertos fenómenos observados en esquizofré
El superyó y el instinto de muerte: Klein elaboró más sistemáti nicos [véase infra]. En la práctica, una vez que abandonó la teo
camente en 1933 la teoría del origen del superyó en el instinto ría clásica del superyó, la importancia de este corno tal disminu
de muerte. Al tiempo que rompía con las opiniones clásicas, des yó en las teorías de Klein. Se convirtió en un concepto mucho
plegó su ingenio para descubrir en Freud pasajes que pudiera in menos estorboso. En cambio, Klein otorgó significación mucho
vocar. Apoyada en las exposiciones que este había hecho sobre mayor a la idea de objetos internos, un mundo mucho más rico,
el instinto de muerte en Más allá del principio de placer (Freud, que ella entonces pudo tornar como objeto de investigación [véa
1920), recurrió a la idea allí enunciada de que la primera función se 5. OBJETOS INTERNOS].
del yo es apartar el instinto de muerte hacia afuera, hacia un
objeto del mundo exterior. Este acto primero es el que da naci (2) La posición depresiva. Al perder su precisión, el término «su
miento al yo: peryó» se ha conservado com.') descripción general de objetos in
t.ernos que tienen un carácter de severidad y de autocrítica. Con
«A fin de salvarse de ser destruido por su propio instinto de muer frecuencia su uso parece más bien adjetivo: «superyoíco». Para
te, el organismo emplea su libido narcisista, o de amor de sí, pa- el Grupo Kleiniano, «se podría decir que el superyó no alcanza
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un establecimiento definitivo» (Segal, 1987). En primer lugar, sig APORTES POSTERIORES
nifica la integración de los objetos ideales y persecutorios. En
segundo lugar, «designa un aspecto de los objetos internos que (1) Asimilación. Un problema investigado en especial por Heimann
ejerce presión moral; por ejemplo, los padres internos en comer fue la interesante cuestión de saber si el objeto externo era in
cio sexuaL No conocemos el aporte que esto hace al superyó, tal troyectado en el yo o en el superyó (Heimann, 1952) [véase ASI
vez influya sobre el modo de hacer el amor» (Segal, 1987). MILACION]. En un resumen sobre los orígenes del superyó, que
Searl (1936), un tiempo partidaria de Klein, intentó rescatar representa una de sus escasas referencias al concepto, y que fue
el concepto del superyó: describió una estructura de dos ideales escrito mucho después, dice Klein:
que se basaba en parte en la exposición de Strachey (1934) sobre
los O:Qjetos buenos y malos. Propuso emplear el término «super «el yo, apoyado por el objeto bueno internalizado, y fortalecido
yó» para denotar el "ideal negativo» (el imperativo «no debes»), por la identificación con este, proyecta una porción del instinto
mientras que el positivo «(debes») sería el ideal del yo. Por esta de muerte sobre aquella parte de sí mismo que él ha escindido,
época, Searl empezaba a apartarse del Grupo Kleiniano, y poco una parte que entonces se sitúa en oposición con el resto del yo
después renunció a la Sociedad Psicoanalítica Británica. Esta idea y forma la base del superyó» (Klein, 1958, pág. 240).
fue resucitada mucho después por Meltzer (1967) y Manda y Melt
zer (1981) para distinguir la posición depresiva (en la que predo La importancia de este pasaje consiste en que describe la intro
mina el paso de las figuras internas que persiguen a las que ayu yección como un proceso que identifica un objeto externo con
dan) de la envidia (la razón que lleva a permanecer atascado en el yo. Pero un proceso diferente fue investigado por Heimann
un superyó persecutorio). (1955), quien había informado sobre el caso de un paciente ma
La mayor consecuencia del abandono de la teona clásica del soquista cuya excitación cuando lo azotaban en las nalgas era re
superyó fue permitir elaboraciones en direcciones muy diversas; sultado de la introyección de la imago de un padre odiado y hos
en particular, en 1935, la de la posición depresiva [véase 10. PO til que había pasado a identificarse con aquella parte de su yo
SICION DEPRESIVA]. Esto ofreció a Money-Kyrle (1951) la posibili que debía ser azotada: sus nalgas. El objeto externo se identifica
dad de utilizar el distingo entre la posición depresiya y la posi con una parte del yo solamente; esta resulta, por así decir, desa
ción esquizo-paranoide para distinguir dos amplias categorías de propiada; en verdad el yo no la asimila, sino que, al contrario,
superyó. Aplicó esta formulación psicoanalítica en Alemania en ella lo vacía. He ahí un modo de describir, en términos de rela
el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial, en un intento ciones objetales internas, la índole y el desarrollo específicos de
de predecir cuáles, entre los nazis, serían susceptibles de rehabi la forma severa del superyó.
litación para el desempeño de puestos responsables (personas con El proceso contrario es «una asimilación progresiva del super
un superyó más civilizado: en la posición depresiva), y cuáles, yó por el yo» (Klein, 1952, pág. 74). Klein es imprecisa acerca
en cambio, tenían un superyó sádico y autoritario, y por eso ha de este proceso: «la aumentada capacidad del yo para aceptar
bían prosperado bajo el régimen nazi, que se basaba en la obe las normas de los objetos externos ( ... ) se liga con una mayor
diencia y la persecución más que en la responsabilidad personal síntesis en el interior del superyó y la creciente asimilación de
(funcionamiento esquizo-paranoide). Grinberg (1978) destacó los este por el yo» (Klein, 1952, pág. 87). El objeto no asimilado es
diferentes tipos de culpa: persecutoria (o severamente punitiva) descrito por Klein y por Heimann: -los objetos internos actúan
y depresiva (con posibilidades de reparación) [véase ANGUSTIA DE como cuerpos extraños insertos en el interior del self» (Klein, 1946,
PRESIVA]. Lo común a estos escritos es insistir en la secuencia de pág. 9n). Esto trae por resultado un debilitamiento del yo (con
afectos cambiantes en el curso del desarrollo: (i) persecución; (ii) secuencia de una excesiva identificación proyectiva), que ya no
culpa persecutoria, y (iií) culpa y reparación [véase ANGUSTIA DE tiene la fuerza suficiente para asimilar al objeto sin ser avasalla
PRESIVA].
do y dominado por este. Reisenberg-Malcolm (1981) ha descrito
una forma de seudo-acatamiento que es resultado de esto. Aho
ra bien, el objeto ajeno, independiente, se parece en algo al su
peryó originalmente descrito por Freud.
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(2) El superyó y la esquizofrenia. El número cada vez mayor de bién retomó esta idea y concibió una dominación interna de la
trabajos psicoanalíticos con esquizofrénicos llevados a cabo en personalidad por unas partes crueles, segregadas, que aterrori
las décadas de 1940 y 1950 por psicoanalistas jóvenes que tenían zaban a las partes buenas de la personalidad como una mafia (Ro
formación médica (Scott, Rosenfeld, Segal, Bion) -por ejemplo, senfeld, 1971); y una línea similar de pensamiento ha sido elabo
el trabajo de Rosenfeld sobre el superyó del esquizofrénico (Ro rada por Sidney Klein para describir aspectos autistas encapsu
senfeld, 1952)- movió a Klein a retomar su obra inicial con ni lados en personalidades neuróticas (Sidney Klein, 1980) [véase
ños esquizofrénicos. Describió algo que se había pasado por alto. ESTRUCTURA].
Perseguidores segregaoos: Describió, entonces, objetos extrema OBJECIONES A LAS MODIFICACIONES INTRODUCIDAS POR
damente hostiles, que preocupan al esquizofrénico: KLEIN EN EL CONCEPTO DEL SUPERYO. Al comienzo, Anna
Freud (1927) combatió, con argumentos teóricos, ia descripción
-Estos objetos en extremo peligrosos dan origen, en la primera de Melanie Klein del superyó en las etapas tempranas. Esto montó
infancia, a un conflicto y una angustia en el interior del yo; pero el escenario para un prolongado desacuerdo entre kleinianos y
bajo la presión de una angustia aguda, estos objetos, y otras figu freudianos ortodoxos que hacían remontar su linaje a los analis
ras terroríficas, son segregados de una manera diferente de aquel.. tas vieneses [véase 1. TECNICA]. Fenichel (1928, 1931) estableció
Ha por la cual se forma el superyó, y son relegados a los estratos un distingo entre el superyó, según lo expuso Freud, y precurso
más profundos del inconciente ( ... ) el superyó normalmente se res del superyó que es posible descubrir en los niveles pregenita
establece en estrecha relación con el yo y comparte diferentes les, con un estilo de crítica similar al que empleó para referirse
aspectos de los mismos objetos buenos. Esto posibilita al yo inte a la modificación conceptual introducida por Klein en el comple
grar y aceptar al superyó en mayor o menor grado,) (Klein, 1958, jo de Edipo [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO]. A su juicio, una seve
pág. 241). ridad y un sadismo orales y anales pueden dar origen a un auto
castigo masoquista, pero no se los puede confundir con el super
Aun en la época de la latencia, y después, estas figuras especial yó plenamente formado, que contiene un componente «moral»
mente violentas persisten: derivado del amor genital de los padres. Los argumentos de Fe
nichel acerca de los «precursores del superyó» muestran un para
«( ... ) la parte organizada del superyó, aunque severa muy a me lelismo con los que esgrime en su similar consideración de los
nudo, está mucho más separada de su parte inconciente ( ... ) componentes pregenitales tempranos del complejo de Edipo [véa
cuando penetramos en estratos más profundos del inconciente, se 4. COMPLEJO DE EDIPO]. Estos diversos objetos provenientes de
descubrimos que aquellas figuras peligrosas y persecutorias coe las fases pregenitales que Fenichel estaba dispuesto a aceptar con
xisten con las idealizadas» (Klein, 1958, pág. 242). fluyen en la constitución del superyó, y sólo son integrados cuan
do el yo comienza y entra en operación su función integradora;
Aunque la persistencia de un cOl\Íunto de objetos primordiales esto se contrapone a la concepción de Klein de que los compo
en lo profundo del inconciente se reconocía ahora en los esqui nentes tempranos son apartados de manera activa y manipula
zofrénicos, no se trataba de algo por entero novedoso, porque dos por un yo que desempeña funciones y opera defensas.
se asemejaba a un regreso a las descrípciones de niños (algunos La diferencia recae, también aquí, sobre la existencia de un
de ellos en la etapa de latencia) en el primer período de las in funcionamiento temprano de un yo en el primer año de vida.
vestigaciones de Klein; además, por su parte, Strachey (1934) ha En opinión de Fenichel, la datación del superyó tiene que ser
bía empleado la noción de objetos arcaicos, ¡magos persecutorias posterior a los comienzos del yo y sus funciones integradoras;
e idealizadas. para Klein, el superyó data del primer acto de escisión, cuando
La persistencia, en un estado segregado, de relaciones COn ob el yo tiene que enfrentarse al instinto de muerte. Waelder (1937)
jetos especialmente arcaicos ha sido empleada por Bion para tra reiteró aquellas objeciones, pero, como ha sucedido con tantas
zar un distingo entre partes psicóticas y no psicóticas de una per de las controversias entre kleinianos y psicoanalistas clásicos, el
sonalidad [véase 13. IDENTIF1CACIONPROYECTIVA]. Rosenfeld tam punto en debate se fue olvidando sin que se lo resolviera.
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k.(_~~
Otro. tema en debate era la especial severidad del superyó, nizacio.nes esco.ndidas de la perso.nalidad (la parte psicótica, la
incluso. en adulto.s y, po.r lo. general, en lo.s criminales. Freud ha parte perversa, etc.), que establecen relacio.nes internas que de
bía explicado. esta severidad diciendo. que era co.nsecuencia de manera co.nstante destruyen o. pervierten las experiencias del yo.
no. haber intro.yectado. la perso.nalidad to.tal de lo.s padres sino. [véase ESTRUCTURA].
su superyó. No. o.bstante, esta explicación no. hacía sino. eludir Mucho.s de lo.s punto.s en lo.s cuales la teo.ría kleiniana diver
la cuestión de la índo.le del superyó en relación co.n el desarro.llo. gió del psico.análisis clásico. se co.njugan en la histo.ria del co.ncep
de lo.s impulso.s del ello., y el pensamiento. de Freud avanzó des to. del «superyó»: el entreveramiento. de las fases libidinales tem
pués hacia una po.sición más cercana a la de Klein (Véase la no.ta pranas po.r o.po.sición a su pro.gresión deslindada claramente en
al pie en Klein, 1933, pág. 250). Pero. el tema en debate atañe el tiempo.; la manifestación del instinto. de muerte en el rnterio.r
a la explicación de la severidad co.mo. una disto.rsión retro.specti de la perso.nalidad po.r o.po.sición a la tesis de que el instinto. de
va en el recuerdo. que niño.s mayo.res y adulto.s co.nservan del trato. muerte es clínicamente mudo.; el funcio.namiento. inicial del yo.
recibido. de sus padres, po.r o.po.sición a la o.bservación directa de desde el nacimiento. po.r o.po.sición a su desarro.llo. mucho. más tar
las fantasías y el remo.rdimiento. en niño.s pequeño.s hasta de do.s dío.; el primer acto. de escisión y apartamiento. (pro.yección) del
año.s. Este tema aflo.ró co.n fuerza en las Po.lémicas so.bre la fan yo. po.r o.po.siCión a su función integrado.ra inicial; la feno.meno.lo.
tasía inco.nciente [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE] y so.bre si las gía y la experiencia subjetiva de diverso.s tipo.s de o.bjeto.s inter
fantasías de lo.s niño.s mayo.res y lo.s adulto.s so.n las mismas que no.s percibido.s en co.ncreto. po.r o.po.sición a la experiencia de re
han persistido. desde etapas muy tempranas del yo. (lo.s primero.s presentacio.nes mentales simbólicas. Esto.s punto.s de divergen
seis meses) o. co.nstituyen un refinamiento. retro.spectivo. que es cia aflo.raro.n en ardo.ro.sas co.ntro.versias entre Melanie Klein y
co.nsecuencia de la regresión de una ho.stilidad más tardía hasta Anna Freud, entre la So.ciedad Psico.analítica Británica y la de
fantasías o.rales y anales. Viena y, po.r fin, entre diferentes grupo.s de la pro.pia Sociedad
Las pruebas to.madas de niño.s muy pequeño.s eran co.nvincen Británica. Este clima no. era pro.picio. para una reso.lución de eso.s
tes, y Waelder (1937) co.ncedió que la severidad del superyó pro. debates, y po.r eso. lo.s punto.s de divergencia co.nviven co.n no.so.
venía en parte de fuentes internas, aunque mantuvo. su o.po.si tro.s, a menudo. sin que lo.s reco.no.zca una nueva generación que
ción al punto. de vista de que esto. indicara un o.rigen más tem parece haber heredado. el ardo.r, pero. no. la claridad en las po.si
prano. del superyó. A pesar de esto.s cruces de o.pinio.nes, lo.s cio.nes. Ambas partes tendiero.n a co.ntinuar la disputa en to.rno.
desacuerdo.s en general no. alcanzaron una reso.lución adecuada, de elabo.racio.nes po.sterio.res de la teo.ría [véase 13. IDENTIFICA
y han tendido. a difuminarse, lo. que en parte se debe a que lo.s ClON PROYECTIVA; PSICOLOGIA DEL yo].
pro.pio.s kleiniano.s dejaro.n de insistir en el superyó cuando. em
pezaron a interesarse po.r el examen de la po.sición depresiva y,
después, la po.sición esquizo.-parano.ide y la identificación pro.yec
tiva. Abraham, Karl (1924) «A short study of the development of the libido-,
La situó en o.po.sición al punto. de vista o.rto.do.xo., y ella luchó Fenichel, Otto (1928) «The clinical aspect of the need for punishment.,
para mantenerse fiel a sus pro.pio.s descubrimiento.s pero. co.n cierto. Int. J. Psycho-Anal. 9: 47-70.
gusto. po.r mo.strarse levemente escandalo.sa. Fracasó en su em (1931) «The pregenital antecedents of the Oedipus complex», Int. J.
peño. po.r mantenerse fiel a la teo.ría o.rto.do.xa que Freud so.stenía I'sycho-Anal. 12: 412-30.
en esa épo.ca (la década de 1930), y sufrió a causa de ello.. Su ~'crenczi, Sandor (1925) .Psycho-analysis of sexual habits», en (1950)
pro.pio. avance teórico. dejó a un lado. la teo.ría estructural de Freud I"urther Contrilmtions to the Theoryand Technique ofPsycho-Analysis.
del ello., el yo. y el superyó. No. es exagerado. definir la elabo.ra llogarth, págs. 259-97.
ción de la idea de Klein del superyó co.mo. una nueva teo.ría es {"reud, Anna (1927) Psycho-Analytic Treatment ofChildren, edición en
tructural. La pro.liferación de to.do. un co.njunto. de o.bjeto.s inter Inl'llés, 1946. Imago.
~'reud, Sigmund (1916) .Some character-types met with in psycho-analytic
no.s crea un mundo. genuinamente interno., po.blado. de imago.s de
work: III. Criminals from a sense of guilt., en James Strachey, ed. The
figuras externas, y da lugar al po.sterio.r reco.no.cimiento. de o.rga 8ttmdard Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund
146
147
~ ... ~-_ ..
Freud, 24 voIs. Hogarth, 1953-73, vol. 14, págs. 332-3. [«Algunos tipos:
de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalitico: III. Los que delin: (1946) «Notes on sorne schizoid mechanisms», en The Writings 01
quen por conciencia de culpa., en Obras completas, Buenos Aires: Amo-, Melanie Klein, vol. 3, págs. 1~24.
rrortu editores (AE), 24 vols., 1978-85, vol. 14, 1979, págs. 338-9.) (1952) .Some theoretical conclusions regarding the emotionallife of
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149
8. Situaciones de angustia tempranas He centró en la angustia y su causación» (Klein, 1948, pág. 41).
No dejó de advertir que estuvo a un paso de ser rechazada por
herética: «Me aparté de algunas de las reglas establecidas hasta
('ntonces, porque interpreté lo que a mi juicio era lo más urgente
('n el material que el niño me presentaba, y así me sucedió que.
mi interés se centrara en sus angustias y en las defensas con que
las enfrentaba» (Klein, 1955, pág. 122).
La obra de Freud de 1926, Inhibición, síntoma y angustia,
(~jerció un influjo notable y duradero sobre el desarrollo teórico
DEFINICION. Klein tomó esta expresión de la referencia de Freud a si de Klein. Una y otra vez volvió sobre ese trabajo en busca de
tuaciones de angustia o de peligro para el ni(lo, y la aplicó a su propio
ayuda para sus propias formulaciones teóricas. Adoptó cuatro
descubrimiento de los miedos que nacen de fantasías sádicas en las que
se ataca el cuerpo de la madre, con la retorsión esperada. La intensidad'
ideas principales, de vastas consecuencias:
de la angustia, y su importancia en niños de ambos sexos, llevó a descu-:
brir la fase de feminidad, que se registra tanto en varones como en ni (a) Freud introdujo la expresión «situaciones infantiles de peligro
ñas. En 1935, Klein introdujo la posición depresiva; en este punto vol y angustia», lo que confirmó a Klein en la corrección de su pro
vió a la concepción de Freud de que la angustia decisiva proviene de pio abordaje del contenido de la angustia, a diferencia del inte
la pérdida del objeto amado, pero introdqjo significativas modificacio rés más ortodoxo por las trasformaciones de la libido.
nes en esa idea. Klein se centró en la pérdida del objeto amado interno.
Después, a partir de 1946, la descripción de la fase esquizo-paranoide, (h) Freud examinó el trauma del nacimiento y la naturaleza ge
que supone una escisión muy temprana, indicó u'na situación de angus neral de la «pérdida del objeto amado», que habría de constituir
tia diferente: un miedo de aniquilación del yo (consecuencia del instinto una base teórica importante para la teoría de Klein de la posi
de muerte innato que opera en el mundo interno); y en los escritos pos
teriores a Klein, la angustia se ha concebido predOminantemente en es
dón depresiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA].
te sentido (angustia persecutoria).
(e) Las observaciones de Freud sobre la naturaleza especial de
CRONOLOGIA las defensas en relación con el instinto de muerte proporciona
1927. Ataques al cuerpo de la madre, con retorsión (Klein, Melanie, 1928, ron en definitiva sustento a Klein para sus propias observacio
«Early stages of the Oedipus conflicto; Klein, Melanie, 1929, «Infantile nes de niños. Los puntos de vista de Freild fueron el instrumen
anxiety-situations
PUlse.). as reflected in a work of art and in the creative im t.o que pronto habría de permitir a Klein iniciar una deriva desde
las teorías clásicas del superyó y del complejo de Edipo [véase
1935. Una angustia no paranoide conectada Con una pérdida del objeto 7. SUPERYO; 4. COMPLEJO DE EDlPOJ.
interno bueno (Klein, Melanie, 1935, <lA contribution to the Psychoge
nesis of manic-depressive states»; Klein, Melanie, 1945, «The Oedipus (d) La formación del superyó desde un apartamiento hacia afue
complex in the light of early anxieties»).
Un aspecto del camino singular por el cual Klein abordó el psi El influjo de este trabajo se hizo sentir en el giro radical que lle
coanálisis fue la particular atención que prestó a la angustia, con vó a Klein en 1932 a producir una ruptura teórica con el psico
preferencia sobre los retoños instintuales. El PSicoanálisis comen análisis ortodoxo (el superyó como manifestación clínica del ins
zó por ocuparse de los síntomas y avanzó hasta interesarse por Unto de muerte), yen la elaboración del concepto de la posición
los mecanismos de defensa. Klein inició una trayectoria diferen depresiva. Lo que le inspiró confianza en el camino que en lo
te: «Desde el comienzo de mi trabajo pSicoanalítico, mi interés sucesivo seguiría fue el sustento obtenido para su interés por el
Cfmtenido, que introducía un cambio radical en la manera de con
150
151
,,.,¡..... _--,~'"
cebir la naturaleza de la angustia: un contenido psicológico en su insistencia en la agresión y el sadismo. Había descubierto las
lugar de una trasfonnación fisiológica. Todavía hoy, esta sigue vastas consecuencias que la culpa y la angustia podían tener so
siendo una de las diferencias más importantes entre la Escuela bre eljuego de los niños, con el resultado de severas inhibiciones
Kleiniana y otros psicoanalistas. de la fantasía, que se correlacionaban con inhibiciones no menos
severas del desarrollo en general (1930) y del intelecto en parti
LA CONCEPCION DE KLEIN DE LA ANGUSTIA. El trabajo de cular (1931) [véase 1. TECNICA).
Freud de 1926 sobre la angustia estaba destinado a tener un in
flujo notable y de vastos alcances sobre el desarrollo teórico de (2) Conflicto instintual. En sus comienzos, las interpretaciones
Klein. Al introducir la expresión «situaciones infantiles de peli de Klein, como las de Freud, se referían a la manera en que la
gro y angustia», Freud confirmaba a Klein que era correcto su vida de fantasía era iÍlhibida por la represión de libido, a conse
abordaje del contenido de la angustia. En realidad, Freud se pro cuencia, en especial, de frustraciones en la búsqueda de un co
ponía responder al libro de Rank, donde se sostenía que toda an nocimiento sobre la escena primaria. La concepción clásica de
gustia obedecía a una sola causa: el trauma del nacimiento. El la angustia en esa época (la década de 1920) atendía a un conflic
sostuvo, en cambio, que la situación de angustia se modificaba to central que interesaba a los instintos sexuales del niño, surgi
para diferentes etapas de la vida. Pero con esta tesis venía a sus dos a una edad prematura y en una sociedad que prohibía la li
cribir de hecho la importancia del contenido de fantasía, o de bre satisfacción de los impulsos sexuales.
realidad, que otorga significado a la angustia. La versión que Freud dio de esta teoría en 1926 fue impor
El abordaje no ortodoxo de Klein, que concedió prioridad al tante para Klein (véase (3) infra), y hacia 1932 sus puntos de
contenido de la angustia, dio por resultado aportes específicos vista experimentaron un cambio radical. Empezó a admitir la fe
sobre la angustia: cundidad clínica del instinto de muerte [véase INSTINTO DE MUER
TEJ. En el plano de la clínica, en efecto, llegó a la conclusión de
(1) la angustia en niños, ligada con agresión, como se manifiesta que la angustia que veía en niños pequeños se relacionaba con
en el juego; un conflicto muy primitivo entre la agresión y la reacción de re
(2) la angustia como conflicto instintual; mordimiento a esta. De repente fue mucho más allá de su teoría
(3) la insistencia en el contenido de fantasía de la angustia; anterior de la angustia, en tanto pasó a exponer la propensión
(4) los ataques al cuerpo de la madre; . que mostraba el instinto de muerte, en su fonna proyectada co
(5) las angustias psicóticas, y mo agresión, a entrar en conflicto con los instintos amorosos. Es
(6) la técnica. te conflicto se vuelve inevitable porque brota de la dotación con
tradictoria, heredada, de instintos de vida y de muerte. La idea
(1) Juego y sadismo. Klein descubrió que la crueldad y la agre de un conflicto primordial de los instintos era por entero compa
sión del juego daban lugar a. una fonna en extremo severa de tible con su concepción de la angustia psicótica como un círculo
remordimiento y culpa, nacida de la agresión. Ella misma quedó vicioso de agresión y miedo, que se perpetuaba a sí mismo. A
impresionada por la violencia de las fantasías de los niños: «( ... ) su juicio, la concepción clásica de la angustia se refería a una
es difícil, según lo sé por mi propia experiencia, decidirse a reco forma posterior, que surge sobre la base del conflicto preceden
nocer que esa idea horrible responde a la verdad» (Klein, 1932, te entre los instintos.
pág. 130).
Se hizo cada vez más evidente para Klein que el sadismo de (3) Situaciones infantiles de peligro y angustia. Freud (1926) ha
los niños pequeños era lo que los aterrorizaba y les hacía temer bía comenzado a insistir en el contenido psicol6gico de la angus
una retribución igualmente sádica. Si bien al comienzo se atuvo tia. Es decir, la angustia representaba una situación vivida psi
a la opinión de que angustia y culpa nacían de la libido sexual cológicamente, una situación peligrosa, real o imaginaria (situa
y el complejo de Edipo, era evidente que interpretaba los inten ción de angustia). Por esa época (1926), Klein estaba enzarzada
tos de los niños por controlar su agresión, y no su sexualidad. en su disputa con Anna Freud [véase ANALlSIS DE NIÑOS), Y. se sin
En 1927 (sobre todo en su trabajo sobre Criminalidad) aumentó tió agradecida por poder recurrir al escrito de Freud en apoyo
152
153
1..
de su propio abordaje. Adoptó con entusiasmo la expresión «si una angustia específica en varios análisis: el de Rita en 1923, y
tuación de angustia temprana» porque consideró que reforzaba los de Trude y Ruth en 1924:
su posición en el mapa de la teoría psicoanalítica clásica.
Freud había indicado que de una manera general existían si «Mi observación de los casos de Trude, Ruth y Rita, junto con
tuaciones de angustia específicas para diferentes períodos del de el conocimiento que he obtenido en los últimos años, me ha lle
sarrollo. Klein aportó sus propios descubrimientos a fin de llenar vado a discernir la existencia de una angustia o, más bien, de
el esquema de Freud con un contenido psicológico detallado. una situación de angustia, que es específica de las niñas y que
Adoptó la expresión de Freud, «situación de angustia», por pri equivale a la angustia de castración que experimentan los varo
mera vez en 1929, en un trabajo extraordinario basado en la re nes ( ... ) Tiene por base los impulsos agresivos de la niña hacia
seña que un diario de Berlín había publicado sobre la represen su madre, y sus deseos, que provienen de las etapas tempranas
tación en Viena de una opereta de Ravel, a la que ella misma de su conflicto edípico, de matarla y despojarla. Estos impulsos
no había asistido. El empleo del término de Freud la ponía a sal no sólo conducen a la angustia o el miedo de ser atacada por la
vo de la acusación de heterodoxia (una acusación común entre madre, sino al miedo de que la madre la abandone o muera»
los psicoanalistas de Viena): (Klein, 1932, pág. 31).
«Quisiera llamar la atención de ustedes sobre estos conceptos míos Esta situación de angustia nace de la provocación edípica de una
porque puedo establecer un puente desde ellos hasta un concep agresión extrema a las entrañas de la madre, con el consiguiente
to de Freud: una de las más importantes entre las conclusiones miedo de retorsión por parte de la madre y el padre, cuyo pene
nuevas que nos ha presentado en Inhibici6n, símoma y angus reside dentro del cuerpo atacado de la madre y es atacado tam
tia (1926), a saber, la hipótesis de una situación infantil tempra bién en razón de su residencia allí. Estas fantasías infantiles son
na de angustia o peligro» (Klein, 1929, pág. 212). extraordinariamente ricas (Searl, 1929), y el entusiasmo intenso
de poder hacer por este camino aportes a la teoría de Freud de
y proseguía su elaboración: la angustia debe de haber tropezado con una frialdad no menos
intensa de parte de Anna Freud y los analistas del continente
«Freüd supone que la situación infantil de peligro se puede redu europeo que se oponían a este abordaje [véase POLEMICAS].
cir en definitiva a la pérdida de la persona amada (añorada). En
las niñas -piensa-, la situación de peligro que opera con más Perseguidores destructivos: Una de las defensas frente a estas
fuerza es la pérdida del objeto, mientras que en los varones lo imagos parentales de severidad horrorosa (como la de los padres
es la castración. Mi trabajo me ha demostrado que estas dos si combinados) consiste en lanzarles ataques directos para destruir
tuaciones de peligro constituyen una modificación de situacio los, con el resultado de que después el objeto es temido todavía
nes todavía anteriores. He descubierto que en los varones la ame más a causa de sus potencialidades de violencia retorsiva. De es
naza de castración por el padre se conecta con una situación muy to se sigue el círculo vicioso de la paranoia [véase PARANOIA]. La
especial que, a mi parecer, demuestra ser la situación de angus intensidad del miedo que se puede acumular llega a proporcio
tia primerísima. Como ya señalé, el ataque al cuerpo de la ma nes tales que Klein empezó a definir esta angustia como psicóti
dre, que es datable psicológicamente en el apogeo de la fase sá (:a, y terminó por revisar su teoría de que se originaba en el com
dica, implica también la lucha con el pene del padre en la madre. plejo de Edipo.
(Klein, 1929, pág. 213) [véase 6. FASE DE FEMINlDAD; FIGURA PA
RENTAL COMBINADA]. (5) Angustias psicóticas. En su trabajo de 1935, Klein mostró que
la angustia se modifica de la manera más significativa con el in
(4) Ataques al cuerpo de la madre. La primera situación de an ureso en la posición depresiva [véase 10. POSICIONDEPRESIVA]. En
gustia que Klein describió fue, decisivamente, la de los ataques üllte punto del desarrollo (más o menos de los cuatro a los seis
infantiles al cuerpo de la madre, con miedo de una retorsión en meses), el objeto bueno y el objeto malo dejan de estar separados
especie [véase 6. FASE DE FEMINlDAD]. Klein ya había descubierto de manera tan tajante, y uno empieza a contaminar al otro. El
154 155
objeto bueno, en particular, ya no lo es de manera tan completa.
malo y la movilización del odio a ese objeto, lo cual origina el
Este objeto total es una experiencia nueva [véase OBJETO TOTAL].
primer paradigma de «una relación objetal malalt , en la que «par
SU bondad ahora incompleta da lugar a un serio temor por él y
te del instinto de muerte es proyectada sobre el objeto y, en con
por su supervivencia, a un agudo sentimiento de responsabili
secuencia, este se convierte en un perseguidor, mientras que
dad por él y por la posibilidad de haber contaminado y. dañado
aquella parte del instinto de muerte que es retenida en el yo de
al objeto bueno. Estas son las primeras manifestaciones del sen
termina que la agresión se vuelva contra aquel objeto persecuto
timiento de responsabilidad y culpa, y explican la concepción de
rio» (Klein, 1958, pág. 238n). El elemento paranoide de estas re
Klein de que el superyó aparece a una edad muy temprana [véa
laciones objetales malas es evidente; y en efecto, resultaron es
se 7. SUPERYO; ANGUSTIA DEPRESIVA]. Esta culpa es de una índole
clarecidas en el trabajo con pacientes y niños paranoides y
especialmente penosa; una culpa en bruto, por así decir, con los
esquizofrénicos, llevado a cabo por Klein y sus colaboradores más
sentimientos persecutorios de la posición esquizo-paranoide.Pre
estrechos (Segal, Rosenfeld).
senta una cualidad intensamente persecutoria, y da origen a sen
Este tipo de angustia se denomina angustia persecutoria, Y
timientos en que se desespera de poder reparar el daño [véase
es el rasgo distintivo de lo que finalmente se definió como la po
REPARACION].
157
156
mo envidia primaria, reconducida a un conflicto innato e instin
tivo [véase 12. ENVIDIA). 1.0 decisivo de la vida instintual; y si una angustia excesiva inhi
be o distorsiona el desarrollo en tanto estorba el progreso natu
(6) Técnica. Klein empezó tomando nota del cambio que sobreve ral de la libido, la agresión resulta ser el motor real del desarrollo
nía en la angustia a consecuencia de sus intervenciones inter [véase 3. AGRESION; LIBIDO]. Anna Freud concibió el despliegue
pretativas. E9te ha seguido siendo un indicador importante del natural (epigénesis) de las fases de la libido como una cualidad
trabajo analítico. Joseph (1978, 1981) ha mostrado con fino deta Innata del organismo, que da lugar a una tendencia normal a la
lle la importancia de seguir las oscilaciones de angustia que ocu adaptación y a aspectos del yo exentos de su conflicto con las
rren durante una sesión psicoanalítica. Esta autora señaló que otras instancias de la psique [véase PSICOLOGIA DEL YO]. De esta
lo importante, más que la mera disminución global de la angus manera, el desarrollo aparece en dos perspectivas por entero di
tia, es el movimiento que va de la angustia persecutoria a la de ferentes: un despliegue natural y adaptativo, según la psicología
presiva. Estos movimientos entre las posiciones esquizo-paranoide del yo, o bien un perturbado envión hacia adelante cuyo motor
PS una angustia que deriva de los instintos.
y depresiva, según llegó a convencerse Klein, eran los pasos que
conducían a la maduración [véase l. TECNICA; DEFENSA PARANOI
DE FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRESIVA]. Las oscilaciones entre las l'Y1stinto de muerte: La insistencia de Klein en las manifestacio
posiciones depresiva y esquizo-paranoide fueron recogidas por nes del instinto de muerte no ha dejado de ser cuestionada con
Bion en una teoría abarcadora del desarrollo y del pensamiento Ires argumentos principales:
[véase Ep-D; BION].
(a) el instinto de muerte según Freud es prácticamente mudo des
CONTROVERSIAS SOBRE LA CONCEPCION DE KLEIN DE LA de el punto de vista clínico (Freud, 1920);
ANGUSTIA. La concepción clásica de la angustia sigue vigente (b) es innecesario postular que la agresión manifiesta (por pro
en la psicolOgía del yo. La angustia es una señal que advierte yección) el instinto de muerte, porque basta considerarla nacida
sobre un conflicto libidínal que traería por resultado el endica de la frustración de los instintos de vida, tal como lo expone Freud
miento de cargas de energía psíquica, que se descargarían en es (1915), y
tados inespecíficos de tensión física y mental. La concepción de (e) se ponen en duda las pruebas, presentadas por los kleinianos,
Klein la define como un estado de tensión entre amor y agresión de que exista un proceso interno de destructividad dirigida so
(instintos de vida y de muerte), lo que supone modificaciones ra hre sí mismo [véase INSTINTO DE MUERTE]: la teoría de Klein del
dicales del «modelo económico» de la psique según Freud [véase Huperyó (Klein, 1933) y teorías posteriores sobre la estructura de
MODELO ECONOMICO). Estas consecuencias envueltas en la teoría personalidades fronterizas (Heimann, 1952; Rosenfeld, 1971) [véa
de Klein respecto del concepto de energía psíquica y del modelo He ESTRUCTURA].
económico no fueron convenientemente abordadas por los klei
nianos posteriores. Pero las analogías físicas del modelo econó
Angustia y técnica: El interés de Klein por el contenido de la
mico no parecen compatibles, en la práctica, con una concep
ungustia la llevó a elaborar su técnica de las interpretaciones que
ción psicológica del contenido de fantasía de la angustia.
Imnetran en lo profundo. En cambio, la técnica clásica desarro
llada por los partidarios de la psicología del yo se encaminaba
Angustia y desarrollo: Anna Freud (1927) y GIover (1945) esta u analizar los mecanismos de defensa del yo (y sus mecanismos
ban convencidos de que la teoría de Klein de la angustia como d(\ adaptación); desde esta postura, se criticó la técnica de Klein
tensión entre los instintos había desechado la teoría de Freud didendo que las mismas interpretaciones profundas eran la cau
HU de la angustia, porque el paciente no podía sino vivirlas como
del desarrollo de la libido y, al mismo tiempo, otorgaba preemi
nencia a la agresión (instinto de muerte) y reducía el papel y la Intrusivas y, en consecuencia, persecutorias, con el resultado de
<IIW los kleínianos encuentran un gran monto de angustia perse
importancia de la libido. Si la angustia es una interacción entre
sadismo y libido, con lo cual libido y agresión se sitúan en pie ('utoría (Geleerd, 1963; Greenson, 1974) [véase 1. TECNICA].
de igualdad, esto destrona a la libido de su condición de elemen
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163
162
~
Así, Klein llenó ese período temprano con datos clínicos reales a poner de manifiesto estados paranoides en niños; tales estados
tomados del análisis de niños. «Esta defensa -escribe, retoman~ aparecían impregnados de una angustia ante una violencia inter
do el citado pasaje de Freud-, en consonancia con el grado de na primitiva, afín, por su carácter y sus consecuencias, a condi
sadismo, es de un carácter violento y difiere fundamentalmente ciones psicóticas en adultos [véase PARANOIA; SITUACIONES DE AN
del posterior mecanismo de la represión» (Klein, 1930, pág. 220). GUSTIA TEMPRANAS]. Expuso círculos viciosos que formaban la base
Enlazó la cualidad especial de las angustias paranoides del niño de esta paranoia. Ataques retorsivos a los perseguidores volvían
con defensas especiales que operaban desde muy temprano en a estos más dañinos, y no menos, porque en la fantasía se los
la vida; estas defensas eran por entero diferentes de la repre suponía más ensañados en una violencia retorsiva. Este tipo de
sión, de la que se ocupaba en lo esencial el análisis de adultos: círculo vicioso representa un estado paranoide de hostilidad, con
una desconfianza intensa hacia todos los objetos «buenos». La ope
«La defensa frente a·los impulsos libidinales aparece sólo en las ración de estos mecanismos da origen, nuevamente, a un abuso
etapas posteriores del conflicto edípico; en las primeras etapas, de los mecanismos de defensa primitivos, a un vaciamiento del
la defensa se dirige contra los impulsos destructivos concomitan yo y una fijación en esta estructura de defensas, que representa
tes ( ... ) Esta defensa es de un carácter violento, diferente del un riesgo permanente de regresión a una psicosis.
mecanismo de la represión» (Klein, 1930, pág. 232).
Defensas especiales: Al comienzo, siguiendo a Abraham (1924),
Este fue un momento importante en el desarrollo teórico de Klein. le pareció que el candidato más adecuado para el papel de de
A partir de entonces, se interesó mucho por las defensas pri fensa especial frente a impulsos sádicos eran las d,(ifensas obsesi
merísimas, y se desentendió relativamente de la represión y las vas [véase DEFENSAS OBSESIVAS]. Por sus observaciones clínicas,
«defensas neuróticas». Por contraste, denominó a las defensas muy fue evidente para Klein que sus pequeños pacientes empleaban
tempranas «defensas psicóticas» o mecanismos de defensa pri formas obsesivas de control y dominio de sus angustias e impul
mitivos. Ligó esto con su descubrimiento de la existencia de an sos por medio de toda clase de rituales. No obstante, muy pronto
gustias intensas en ciertos niños, que alcanzaban casi una inten advirtió la cualidad psicótica tras esos síntomas obsesivos. Por
sidad psicótica y presentaban una cualidad psicótica: la paranoia ejemplo, en el análisis de la pequeña Erna, conducido hacia 1925,
[véase PARANOIA]. Se entusiasmó más con estas defensas primiti «A medida que el análisis avanzaba, yo descubría que la neurosis
vas cuando advirtió que la teoría de Freud sobre una operación obsesiva severa enmascaraba una paranoia» (Klein, 1927, pág.
especial temprana de proyección podía resolver el problema del 160n). En consecuencia, se interesó más por el mecanismo de
origen del superyó que le había causado tantos desvel()s y ostra la proyección, cuya intervención en la paranoia había demostra
cismo. Sus observaciones sobre el superyó le permitieron poner do Freud (1911), del mismo modo como también participaba el
de manifiesto esta ({ ... ) medida defensiva del yo, que parece mecanismo de la introyección (Abraham, 1924).
ser la primera» (Klein, 1933, pág. 250) [véase 7. SUPERYO].
Procesos mentales tempranos. Si los mecanismos obsesivos pro
Omnipotencia: Una de las características más importantes de los porcionaban control, los mecanismos de proyección y de intro
mecanismos de defensa primitivos es la cualidad de la omnipo yección eran fundamentales para el desarrollo de un sentimien
tencia, que da lugar a cambios importantes en la estructura de to de sí y de la personalidad, y, en definitiva, de la composición
la psique y la personalidad. Estos mecanismos se conectan con misma del mundo interno [véase PROYECCION; lNTROYECCION]. Klein
la operación de fantasías primitivas e inconcientes acerca de los se basó en un pasaje de Freud (1925) que exponía de manera su
contenidos del self y del mundo externo, por vía de desmentida, cinta este desarrollo del sentimiento de sí, junto con la naturale
proyección e introyección [véase OMNIPOTENCIA]. za de los dos mecanismos de proyección y de introyección:
ANGUSTIA PSICOTICA. El inicial descubrimiento de Klein de que «La función del juicio tiene, en lo esencial, dos decisiones que
las fantasías escenificadas en el juego derivaban de fases tem adoptar. Debe atribuir o desatribuir una propiedad a una cosa,
pranas (sobre todo orales), dominadas por el sadismo, la condujo y debe admitir o impugnar la existencia de una representación
164 165
en la realidad. La propiedad sobre la cual se debe decidir pudo
haber sido originariamente buena o mala, útil o dañina. Expre "Por la división de los papeles, el niño consigue expeler al padre
sado en el lenguaje de las mociones pulsionales orales, las más ya la madre, a quienes, en la elaboración del complejo de Edipo,
antiguas: "Quiero comer o quiero escupir esto". Y en una tra ha absorbido en sí y que ahora lo atormentan desde adentro con
ducción más amplia: "Quiero introducir esto en mí o quiero ex su severidad» (Klein, 1926, pág. 133).
cluir esto de mí". Vale decir: "Eso debe estar en mí o fuera de
mí". El yo-placer originario quiere, como lo he expuesto en otro La importancia de la proyección como una externalización de con
lugar, introyectarse todo lo bueno, arrojar de sí todo lo malo» flictos internos (Klein, 1927) confirmó los puntos de vista de Freud
(Freud, 1925, pág. 237 [pág. 254]). acerca de crímenes cometidos por un sentimiento inconciente de
culpa (Freud, 1916). La externalización del conflicto interno (en
El efecto conjugado de los mecanismos de proyección y de intro el juego, por ejemplo) escapa a la crueldad torturadora de los
yección consiste en edificar un mundo interno de objetos [véase objetos internos [véase 7. SUPERYO):
REALIDAD INTERNA] Y un sentimiento de sí.
.Su angustia refuerza la compulsión de repetición, y su necesi
LOS MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS. Klein no fue el dad de castigo se pone al servicio de la compulsión (que ahora
único analista en retomar la investigación de Abraham sobre la se ha vuelto muy fuerte) a hacerse merecedor de un castigo real
proyección y la introyección (por ejemplo, Hárnik, 1932). No obs susceptible de aliviar la angustia por medio de una punición me
tante, la elaboración que imprimió a estas ideas fue completa nos severa que aquella que la situación de angustia lo induce a
mente original, y terminó alejada de los conceptos clásicos. Klein anticipar» (Klein, 1929, pág. 214).
puso el acento en los nexos entre estos mecanismos y unas fan
tasías, y Stephen (1934) resumió, de manera esquemática, las co Introyección. Ferenczi (1909) juzgó que la introyección sobreve
nexiones de aquellos más con estados de sentimiento, y con ob nía por identificación, idea que Freud pareció adoptar en su tra
jetos, que con impulsos. bajo sobre el duelo (1917), donde empleó el término identifica
ción para denotar lo que hoy llamaríamos introyección. La intro
Proyección. El término «proyección» se emplea en diversas acep yección y la identificación se consideran hoy mecanismos
ciones [véase PROYECCION]: en particular, denota la extemaliza independientes, que a veces se combinan. No obstante, los in
ción de un conflicto interno o la externalización de un objeto tJe tentos de separar introyección e identificación no siempre resul
rriblemente hostil, como resultado de lo cual la agresión se vuel taron consistentes, y en algunos casos fueron rebuscados (Fuchs,
ve hacia afuera: 1937; de Saussure, 1939; Alice Balint, 1943). Dentro de la tradi
ción kleiniana, ha sido formalizada con esmero la elaboración del
(O Klein, siguiendo a Freud, asignó a la proyección un papel pri mundo interno como un espacio en el que entran y salen objetos
mario en la existencia del yo: «La proyección ( ... ) se origina en que se relacionan unos con otros por sí mismos [véase 5. OB.JE
la desviación del instinto de muerte hacia afuera y, en mi opi TOS INTERNOS] (Klein, 1935, 1940).
nión, ayuda al yo a superar la angustia librándolo de peligro y Freud describió la función defensiva de la introyección en
maldad» (Klein, 1946, pág. 6). Es decisiva, entonces, para la de 1917, cuando mostró que un objeto externo puede resultar iden
fensa inicial del yo frente a la angustia de supervivencia, que tificado con el yo, o con una parte del yo, y que se puede esta
surge desde el comienzo mismo. blecer una relación interna con ese objeto. Freud originalmente
llamó identificación a esto, cuando hoy hablaríamos de identifi
(ii) En el curso de sus investigaciones sobre simbolización, Klein cación introyectiva. Esta es una clase de introyección; en ella,
~ entendió que uno de los motores del juego es el alivio que se ob
tiene al externalizar situaciones internas penosas. Al comienzo,
la teoría las consideraba relaciones atormentadoras entre el yo
el objeto internalizado se identifica con una parte del yo. No obs
tante, existe una situación diferente, en que el objeto permane
ce separado dentro del mundo interno «( ... ) como un cuerpo ex
y el superyó: traño» (Klein, 1946, pág. 9n). Cabe establecer un importante dis
tingo entre el objeto interno (o s€\a, introyectado) que ha sido
166
iAL
167
asimilado y aquel que no lo ha sido [véase INTROYECCION; ASIMI pendiente. En las etapas iniciales del yo, representa la fantasía
LACIoNj. de aniquilar percepciones y partes del yo [véase VINCULACION].
Además, «Existen otros mecanismos estrechamente conecta
dos con la proyección y la introyección ( ... ) la escisión, la idea Identificación. Este mecanismo es de una honda importancia pa
lización y la desmentida» (Klein, 1946, pág. 6). ra que se establezca un sentir de mundo personal, interno y ex
terno. La capacidad de discernir un nexo personal de identidad,
Escisión. Existe una variedad de formas de escisión. Es un me de pertenencia de los objetos al yo, es la base de la existencia
canismo que al comienzo se definió vagamente, pero hoy se lo psicológica y del sentimiento de sí. La identificación, según Klein,
puede describir de manera sistemática con ayuda de dos especi puede sobrevenir por vía de los mecanismos asociados de la in
ficaciones: (i) existe una escisión del objeto, o del yo, y (ii) la troyección o la proyección [véase IDENTIFICACION; 13. IDENTIFICA
escisión puede ser coherente (por ejemplo, segregar lo bueno de CION PROYECTIVAj.
lo malo) o fragmentante. En consecuencia, existen cuatro clases
posibles de escisión: una segregación coherente en el objeto, una DEFENSAS QUE COMBATEN LA PARANOIA. En la época en que
segregación coherente en el yo, una fragmentación del objeto y Klein empleaba la idea de posición paranoide (hasta 1946), con
una fragmentación del yo [véase ESCISIONj. La distinción entre sideraba que la principal defensa para combatir la angustia naci
estas formas puede no resultar tan clara en la práctica porque, da de las amenazas de los objetos malos era el impulso de des
como dice Klein: «( ... ) el yo es incapaz de dividir el objeto sin truir el objeto: cc( ... ) las defensas predominantes para combatir
que una división correspondiente se produzca en el interior del estos miedos son la destrucción de los perseguidores con méto
yo» (Klein, 1946, pág. 6) lvéase ESCISIONj. dos violentos o de una astucia taimada» (Klein, 1940, pág. 348)
[véase 8. SITUACIONES DE.ANGUSTIA TEMPRANAS]. Klein había dis
Idealización. La idealización incluye varios pasos defensivos: cernido que la relación con el objeto malo se manifestaba en la
«Es común descubrir una idealización del objeto bueno que está violenta agresión que se observa en el juego de los niños y en
destinada a mantenerlo lo más lejos posible del objeto malo per sus luchas para sobrellevarla. Ahora bien, la agresión misma en-O
seguidor y, así, a evitar la confusión con él. Este proceso defen gendra más angustias -comúnmente, de retorsión- e instila ma
sivo se combina con el mecanismo de la desmentida, que a su yores expectativas de recibir una violencia acrecentada de los
vez es sustentado por la omnipotencia: es una desmentida omni objetos, lo que tiene por resultado una hostilidad en espiral:
potente la que puede desmentir por completo la existencia de
objetos malos ( ... ) En el inconciente, este proceso equivale a cc( ... ) la defensa, en conformidad con el grado del sadismo, es
la aniquilación de la íntegra relación objetal perturbadora, lo que de carácter violento ( ... ) En relación con el sadismo del propio
pone en evidencia que implica la desmentida no sólo del objeto sujeto implica expulsión, mientras que en relación con el objeto
malo, sino también de una parte importante del yo, la que está implica destrucción ( ... ) El objeto atacado se convierte en una
en relación con el objeto» (Rosenfeld, 1983, pág. 262) [véase OB fuente de peligro porque el sujeto teme de él ataques similares
JETO IDEAL j. -retorsivos-» (Klein, 1930, pág. 220).
Uno de los problemas consiguientes es la imposibilidad de que He ahí sentadas las bases de un círculo vicioso en el que relacio- .
el objeto ideal permanezca perfecto. Cualquier imperfección que nes hostiles alimentan miedo y agresión, prometen retorsión y
se produzca (una sensación de dolor o de frustración) empuja a un aumento del miedo: «De este modo, el yo enteramente rudi
un paso brusco a un objeto «malo». Esta tremenda precariedad mentario se enfrenta a una tarea que en esta etapa supera por
aminora sólo cuando adviene la posición depresiva y se desarro completo sus fuerzas: la tarea de dominar la angustia más seve
lla cierta tolerancia para un objeto ccbueno» que no sea perfecto. ra» (Klein, 1930, pág. 220).
El ataque hostil destinado a aniquilar al perseguidor se puede
Desmentida. La desmentida es un mecanismo importante como reforzar expeliendo el estado interno al mundo externo, para ani
parte de la idealización. Pero tiene también una función inde Quilar el objeto (ahora externo): ccEn el bebé, procesos de intro
168 169
yección y de proyección (, , .) están dominados por una agresión
y por unas angustias que se refuerzan entre sÍ» (Klein, 1940, pág. se asocia con otro mecanismo importante: el de hacer reparación
348); esto da origen a ulteriores intentos de defenderse de estas al objeto» y, de pasada, «(, .. ) los mecanismos de expulsión y de
situaciones de fantasía: «( .. ,) varias defensas típicas del yo tem proyección pierden valor». La introyección es en consecuencia
prano, como los mecanismos que llevan a escindir el objeto y los muy característica de esta fase, así como lo es el crucial afán de
impulsos, la idealización, la desmentida de la realidad interior restauración: la reparación.
y exterior, y la sofocacióri de emociones•• (Klein, 1946, pág. 2). La defensa paranoide frente a la posición depresiva: Las prue
Todos estos mecanismos defensivos potencialmente violentos que bas reunidas por Klein de que la posición depresiva aparece tan
operan en el período tempranísimo agravan de hecho la sensa próxima a los estados precedentes de paranoia, y nace de
ción de ser perseguido, y dan origen a un círculo vicioso. le sugirieron que existía un proceso de fluctuación en el que so
brevenía. repetidamente, una retirada desde la posición depresi
LA ORGANIZACION DE LAS DEFENSAS PRIMITIVAS. Después va cuando las angustias depresivas se volvían demasiado inten
de 1932, la teoría de Klein alcanzó mayor sistematicidad porque sas. En ese caso, «(, .. ) miedos y desconfianzas paranoides se re
definió los mecanismos de defensa primitivos como aquellos en forzaban a modo de una defensa frente a la posición depresiva»
derezados contra el instinto de muerte. Lo común es que las an (Klein, 1935, pág. 274) [véase DEFENSA PARANOIDE FRENTE ALA AN
gustias que brotan del instinto de muerte adopten dos formas: GUSTIA DEPRESIVA]. Yen un movimiento de vaivén, se produce
(1) las angustias depresivas asociadas con la posición depresiva, después otro avance hacia la posición depresiva y el sostenimiento
un tipo de angustia que incluye un alto grado de culpa, y (2) las de una angustia depresiva (Jos~ph, 1978, 1981) [véase Ep-D].
angustias paranoides en que se es atacado o despedazado (esqui El suicidio es una forma drástica de «defensa», encaminada
zoide). Existen defensas específicas y constelaciones de defen a «(. .) destruir la (, .. ) parte del yo que está identificada con
sas (posiciones) para combatir cada una de estas angustias. Ade los objetos malos y el ello» (Klein, 1935, pág. 276). Sorprende un
más, está la angustia que deriva de la envidia: agresión dirigida poco, en vista de la disputa con los psicoanalistas clásicos en tor
al objeto bueno, por oposición a la agresión paranoide dirigida no de las pruebas del instinto de muerte como destructividad di
al objeto malo. Ultimamente ha despertado creciente' interés la rigida sobre sí mismo, que los kleinianos no hayan prestado más
estructura de las defensas, a consecuencia de las demandas de atención a las ideas, las fantasías y la conducta suicidas.
análisis de personalidades fronterizas, narcisistas o esquizoides
[véase ESTRUCTURA]. Das defensas maníacas: Las defensas maníacas, como la defensa
paranoide, son un intento de escapar al dolor extremo de la cul
Las defensas en la posición depresiva. El interés de Klein por pa al comienzo de la posición depresiva. Esta defensa es en reali
los miedos paranoides tempranísimos disminuyó en 1935 cuando dad un conjunto de defensas que incluyen una desmentida de
advirtió la importancia del objeto interno «bueno» y su destino, la realidad psíquica y, por lo tanto, de la importancia de los obje
El eje de sus descripciones de un mundo interno poblado de ob t.os amados y asimilados, un desdén denigratorio por los objetos
jetos internos [véase REALIDAD INTERNA; 5. OB.JETOS INTERNOS] pa amados, con lo cual su pérdida no se experimentaría como algo
só a ser la necesidad de sustentar un objeto interno bueno y importante, una manera triunfante y omnipotente de declarar
seguro [véase 10. POSICION DEPRESIVA] (Klein, 1935). La angustia que todo está bien. Todos estos son recursos para reducir al mí
de perder el objeto interno amado ocasionaba formas especiales nimo los sentimientos de pérdida y culpa [véase DEFENSAS MA
de defensa, en particular la defensa paranoide frente a la angus NIACAS].
tia depresiva, las defensas maníacas, y la reparación.
La angustia de la posición depresiva teme .( ... ) los peligros Ileparación: En buena parte, el concepto de reparación se intro
que aguardan al objeto en el interior del yo» (Klein, 1935, pág. dujo en el pensamiento de Klein a partir de las defensas obsesi
265) porque «( ... ) el yo pasa a identificarse con sus objetos in vas, en particular la defensa conocida como «deshacer lo aconte
ternalizados buenos.,. Además, «(. .. ) el yo recurre más a la in que consiste en un intento de desandar exactamente los
troyección del objeto bueno como mecanismo de defensa. Esto pasos de la acción destructiva (real o imaginada) y así restaurar
una situación preexistente. Además, la reparación suplantó, en
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171
'-f_
ción de los fragmentos restantes buenos, con desmentida y ani
buena medida, a la noción de sublimación, es decir, la descarga
quilación de los objetos malos, y su expulsión:
saludable de instintos en una forma modificada a través de cana
les aceptados y provistos por la sociedad. Para decirlo de otro
«La desmentida omnipotente ( ... ) equivale en el inconciente a
modo: la forma de la sublimación era, para Klein, la reparación,
una aniquilación por el impulso destructivo. Pero no son sólo una
o sea, la «sublimaciónll de la culpa en una acción constructiva
situación y un objeto los que resultan desmentidos y aniquila
[véase ~EPARACION].
dos: es una relación objetalla que sufre este destino; y lo sufre,
en consecuencia, una parte del yo, de la que brotan los senti
Las defensas en la posición esquizo-paranoide. En 1946, Klein des
mientos hacia el objeto» (Klein, 1946, pág. 7),
cribió la posición esquizo-paranoide [véase 11. POSICION ESQUIZO
PARANOIDE]. La angustia primaria, según ella la definió, consis
y (üi) la identificación proyectiva determina que partes del self
tía en el miedo de aniquilación, que era el miedo del instinto de
se pierdan:
muerte que laboraba desde adentro para aniquilar al yo. Hay una
insuficiencia en el apartamiento del instinto de muerte hacia afue
«Junto con estos dañinos excrementos, expelidos con odio, par
ra sobre un objeto externo, y el resultado es el miedo de un per
tes segregadas del yo son también proyectadas sobre [dentro de]
seguidor interno que labora por la muerte del sujeto desde aden
la madre. Estos excrementos y partes malas del self están dirigi
tro. Las consecuencias de estas fantasías -cuando son particu
dos no sólo a ofender, sino también a controlar el objeto y tomar
larmente intensas, y cuando las defensas no consiguen enfrentar
posesión de él» (Klein, 1946, pág. 8) [véase 13. IDENTIF1CACION PRO
la angustia de manera conveniente- son una diversidad de ex
YECTIVA].
periencias de despedazamiento y fragmentación del self, o de mie
dos hipocondríacos de un objeto mortífero alojado adentro; por
Otras defensas en la posición esquizo-paranoide se enlazan con
ejemplo, una fobia al cáncer. La maniobra defensiva predomi
la identificación proyectiva; en particular, la escisión del objeto
nante es una proyección destinada a consumar el desvío del ins
y del yo. También se enlaza con aquella la escisión primaria en
tinto de muerte, para entonces relocalizar al persegpidor en el
un objeto bueno y un objeto malo. Los instintos primarios (libido
mundo externo; esto se contrapone a la posición depresiva, en
e instin~o de muerte) se desmezclan para dar como fruto tales
la que pasa al primer plano la introyección.
estados polarizados de amor y odio. En el mecanismo primitivo
KIein puso de relieve la escisión dentro de la posición esquizo
de la idealizaci6n, se produce una división del objeto en partes
paranoide, pero en una forma particular: escisión del yo. Esto
presuntamente buenas y malas. Las partes malas son después pro
por oposición a la escisiónde objetós [véase ESCISION], en que el
yectadas y/o desmentidas, de manera que para el yo sobrevive
objeto es reducido a una función única (objeto-parte) o recibe
sólo un objeto bueno sin aspectos malos (objeto idealizado), mien
sólo características buenas (o sólo malas): objeto idealizado (o per
tras que se elimina la amenaza que un objeto malo pudiera supo
seguidor). Hasta cierto punto, los problemas de este período tem
ner para el yo (desmentida y proyección) (Rosenfeld, 1983) [véa
prano resultan efectivamente agravados por el empleo de proce
se IDEALIZACION].
sos de escisión:
Las defensasfrente a la envidia: En 1957, Klein introdujo su úl
«( ... ) el yo inicial divide el objeto y la relación con este de una
timo gran concepto teórico, el de envidia [véase 12. ENVIDIA]. Este
manera activa, y esto puede determinar una escisión activa del
nació de su interés por los esquizofrénicos, y concernía a las for
yo como tal. Una consecuencia es entonces la experiencia del
mas muy primitivas de agresión al objeto bueno (o idealizado)
yo fragmentado y despedazado» (Klein, 1946, pág. 5).
[véase OBJETOS]. En parte, el interés de Klein recayó sobre las
manifestaciones defensivas que el infante tiene que adoptar desde
Muchos de estos procesos defensivos traen por resultado el debi
el comienzo mismo de la formación del yo. La envidia es conse
litamiento o la fragmentación del yo como tal, en especial (i) la
cuencia de la dotación heredada de libido e instinto de muerte,
escisión, y los impulsos que la sustentan, que derivan del impul
y del grado de confusión entre estos-: El infante tiene al comien
so oral de morder y despedazar con los dientes; (H) la idealiza
173
172
zo la urgente necesidad de separar estos dos impulsos contrapues~ segundo plano por teorías de lo anormal. Aunque en la psicolo
tos, y lo hace por recurso al proceso de la escisión gía del yo existe una teoría de la adaptación normal, se la decla
Este constituye el primer momento en que las cosas pueden ra exenta de conflictos y situada fuera del dominio del interés
mal, y da origen a ciertas formas de patología [véase PSICOSIS; psicoanalítico. Desentrañar lo normal y lo anormal ha sido siem
ESTADOSCONFUSIONALES; NARCISISMO]. Entre estas defensas se des~ pre un cuco para las teorías kleinianas, no menos que para otras
taca la pronta separación de las dos clases de impulsos instintua escuelas psicoanalíticas. Bion ha hecho un aporte con la impor
les, que equivale a una forma normal de escisión, esencial para tante distinción entre los mecanismos omnipotentes y aquella otra
la supervivencia. operación más benigna de mecanismos defensivos [véase OMNI
Klein (1957, págs. 216-9) detalló otras defensas [véase 12. EN POTENCIA].
VIDIA]: omnipotencia, desmentida y escisión, y confusión; huida Que un mecanismo psíquico esté destinado a un uso defensi
del objeto primordial, desvalorización del objeto y, paradójica vo o a la satisfacción de un impulso, he ahí algo que se tiene
mente, desvalorización del self; internalización voraz del objeto, que desentrañar sobre la base del material clínico en cada caso.
suscitación de envidia en otros, sofocación de sentimientos de Por ejemplo, la proyección de un perseguidor interno dentro del
amor, con la correspondiente intensificación del odio; y, por fin, mundo externo de la sala de juegos constituía una defensa muy
una forma especial de actuación, que ha sido descrita por Rosen importante según Klein la entendió, porque convertía una ame
feld (1952). Con esta última se relaciona en parte una defensa naza interna en una externa, más manejable. No obstante, al mis
descrita por Segal (1962), que ella definió como segregación de mo tiempo la proyección como tal puede ser un ataque dirigido
la envidia primaria dentro de un estado no integrado [véase 12; Il un perseguidor externo_
ENVIDIA]. Esta lista de defensas compiladas por Klein son orga~
nizaciones características de los mecanismos de defensa primiti Defensas y desarrollo. Además, estos mecanismos, tanto impul
vos comunes que se pueden descubrir en las posiciones depresi MOS instintuales como defensas, son las piezas con las que se edi
va o paranoide. fica el desarrollo del yo. La introyección, por ejemplo, tomada
por separado, es el mecanismo más importante para el desarro
FIJACION y DESARROLLO. Klein sostuvo en muchas ocasiones· llo, porque es el medio por el cual el objeto bueno, «( ... ) una
que los mecanismos de defensa pueden tener consecuencias de~ precondición del desarrollo normal ( ... ) llega a constituir un pun
letéreas. Describió círculos viciosos, en especial en conexión con to focal en el yo y ayuda a su cohesividad» (Klein, 1946, pág. 9):
los estados paranoides muy tempranos, donde las medidas hosti
les tomadas por el yo para salvarse del peligro sólo lo aumentan ceNo obstante, los deseos oral-sádicos del infante, que están acti
[véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS; PARANOIA]. vos desde el comienzo de la vida y son incitados con facilidad
por una frustración originada en fuentes externas e internas, ine
Defensas e impulsos. Un problema más intrincado lo plantea el vitablemente engendran, una y otra vez, una sensación de que
hecho de que procesos que se presentan como una expresión psi ('1 pecho está destruido y hecho pedazos en el interior del niño
cológica normal de un impulso instintivo se definen también co ("nmo consecuencia de sus ávidos ataques devoradores. Estos dos
mo defensas frente a los impulsos instintivos. Esta relación en IlMpectos de la introyección coexisten» (Klein, 1952, pág. 67).
tre las defensas del yo y los impulsos del ello tiene gran impor
tancia en ciertas ramas del psicoanálisis, pero no ocurre así en Las introyecciones edifican de manera efectiva al yo sobre la ba
la escuela kleiniana. Los términos proyección e introyección se /Wde acumular los atributos del objeto en el self; y la proyección
emplean con independencia de que denoten la manifestación de despoja al yo en la fantasía (y después, de rechazo, en la reali
un proceso normal (incorporación o expulsión, que se descubren dad) de ciertos atributos desapropiados.
en los procesos normales de percepción), o las manifestaciones
defensivas, o los abusos (como los llamó Freud). Identificación proyectiva normal y anormal. Con posterioridad,
Es una posición complicada, en parte porque las teorías psi Hlon (1959) investigó la identificación proyectiva para descubrir
coanalíticas de la pSicología «normah han sido desplazadas a un 11 na forma normal y una anormal, según fuera el grado de hosti
174
175
lidad y destructividad inherentes al estado mental con que la iden Los psicólogos del yo sosteIÚan que estados autoeróticos y nar
tificación proyectiva se consumaba. En su forma más normal, es., cisistas ocupaban el primer año de vida, y en su trascurso la fun
tablece la base de una comunicación, con un objeto, del estado' ción del yo estaba más o menos ausente. No había, por lo tanto,
mental del sujeto. Esto es importante en el terreno interpersonal relaciones objetales, ni funciones integradoras del yo, y la vida
del infante con su madre y del paciente con su analista [véase de fantasía no había comenzado; no existía un yo.
13. IDENTIFICACION PROYECTIVA]. Ha resultado difícil sostener esta proposición negativa. La in
En consecuencia, estos mecanismos de defensa primitivos cum vestigación sobre las primeras semanas Y meses de vida, llevada
plen cuatro funciones yoicas: a cabo por la psicología académica, ha tendido a probar la exis
tencia de un considerable refinamiento cognitivo en el niño muy
(i) una defensa frente a la angustia y el dolor; pequeño (Chamberlain, 1987). Buena parte de esto se sabía ya
(ii) una descarga de impulsos pregenitales, orales y anales; en la década de 1940 (Middlemore, 1941, Y véase el capítulo 3,
(iii) un paso en el desarrollo del yo, a través de la identificación nota 2, de Isaacs, 1952). Mahler et al. (1975) han emprendido
proyectiva con un objeto, modelado a menudo por procesos pro amplios estudios de inspiración psicoanalítica, aunque se ha cues
yectivos, y tionado (Stern, 1985) su interpretación de las observaciones. Es
(iv) una comunicación no verbal de estados emocionales. . to no necesariamente viene en socorro de la concepción kleinia
Represión. De tiempo en tiempo, Klein mencionó la distinción na, puesto que la teoría de la fantasía inconciente atañe mucho
entre mecanismos de defensa primitivos y represión. Consideró más a un desarrollo afectivo en relación con un objeto que a un
la represión como una modificación posterior del mecanismo de refinamiento cognitivo o perceptual. Es necesario examinar y elu
la escisión: la conciencia es escindida de la psique inconciente. cidar la masa de la bibliografía antes de emplearla para demos
En cierto momento describió diversos grados de esa división, que trar que el mundo del infante es o no es un mundo sin objetos.
llevaban a formas más o menos permeables de represiones [véa El trabajo de Murray sobre las perturbaciones afectivas de la re
se REPRESION]. Ese cambio va desde una variedad de escisión ver lación madre-hijo promete proporcionar una discriminación po
tical de la psique, en la que cada parte mantiene un elemento sible (véase, por ejemplo, Murray y Trevarthen, 1985; Murray,
del yo en una relación parcial con un objeto-parte, hasta una di 1987).
visión horizontal de la psique en capas inconciente, preconcien
te y condente (el modelo tópico) [véase REPRESION]. Desconsideración del desarrollo tardío. Los psicólogos del yo se
quejan de la desconsideración Y el desprecio por los mecanismos
CRITICAS PRINCIPALES A LA CONCEPCION DE KLEIN DE LAS de defensa más tardíos y los aspectos posteriores del desarrollo
DEFENSAS. La insistencia en estos mecanismos primitivos supo del yo, su estructura y funciones, implícitos en el método de re
ne aceptar la importancia de una destructividad primaria como conducir de manera sistemática todos los procesos posteriores a
factor determinante (a) en la producción de angustia, y (b) en las formas de los mecanismos tempranos. La insistencia en estas
la inhibición o el refuerzo precoz de la progresión normal de la funciones primitivas del yo hácía temer que el conjunto de la
libido. teoría y la terminología psicoanalíticas se dejara de lado, pues
to que nada dejaba de ser reformulado en los términos de aque
El yo temprano. Los psicólogos del yo, que se habían impuesto llos procesos tempranos. Hubo muchas quejas por la supresión
la tarea de analizar las estructuras y funciones del yo (Anna de términos, que todo lo condensaba en los procesos primitivos.
Freud, 1936; Hartmann, 1939), sintieron que en cierto modo les Glover (1945) se mostró particularmente incrédulo de que un pro
ganaba de mano la concentración de los kleinianos en estas fun ceso que daba origen al yo y su desarrollo hubiera de ser a su
ciones tempranas del yo. Las descripciones de Klein de los as vez una función del yo, y criticó la inconsistencia interna de ese
pectos iniciales del yo en el período remoto y nebuloso del pri proceder.
mer año de vida desbarataban la concentración de los psicólogos
del yo en las fases posteriores, en las que el yo se manifestaba El in.fante psicótico. Schmideberg (1931) consideró que los meca
más en la conducta [véase PSICOLOGIA DEL yo]. nismos de defensa primitivos eran supervivencias en pacientes
176 177
psicóticos (p.ej., los maníaco-depresivos de Abraham, 1924) de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico: III. Los que delinquen
mecanismos tempranos que normalmente se absorbían en las pos por conciencia de culpa», en AE 14, 1979, págs. 338-9.)
teriores funciones del yo sin mayores consecuencias. Surgió la (1917) «Mourmng and melancholia•. SE 14, págs. 237-58. [«Duelo y
sospecha de que se atribuían al infante normal procesos que en melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
su esencia eran psicóticos; además, se adjudicaba al inconciente (1925) .Negation •. SE 19, págs. 233-9. [«La negación», en AE 19, 1979,
de los adultos un carácter psicótico declarado: un «enclave» psi págs. 249-57.]
cótico inalterable, residual (Glover, 1945). (1926) Inhibitions, Symptoms and Anxiety. SE 20, págs. 75-175.
Klein (1946) acusó el cargo de que confundía «primitivo» con [Inhibición, sintoma y angustia, en AE 20, 1979, págs. 71-164.]
«psicótico», y de que se podía conjeturar que en su opinión todos Fuchs (Foulkes), S. H. (1937) «On identification., Int. J. Psycho-Anal.
18: 269: 93.
kleinianas de las constelaciones de estas defensas primitivas en psychology», Psychoanal. Study Child 1: 3-43.
las posiciones depresiva y esquizo-paranoide siguieron siendo vul Hárnik, J. (1932) .On introjection and projection in the rnechanism of
nerables al cargo de considerar a los infantes como psicóticos has depression», Int. J. Psycho-Anal. 13: 425-32.
ta que Bion y otros distinguieron el uso psicótico del uso no psi Hartmann, Heinz (1939) Ego Psychology and the Problem 01 Adaptation.
cótico de aquellos mecanismos primitivos [véase OMNIPOTENCIA; Nueva York: International Universities Press.
VINCULACION; 13. lDENTlFICAClON PROYECTIVA]. Heimann, Paula (1955) .Certain functions of introjection and projection
Isaacs, Susan (1952) .On the nature and function of phantasy», en Mela
178 179
(1952) .Some theoretical conclusíons regardíng the emotionallife of
ínfants», en The Writings of Melanie Klein, vol. 3,> págs. 61-93. 10. Posición depresiva
kingham and R. Kumar, eds. (1982) Motherhood and Mental Illness, vol.
DEFINICION. La confluencia de odio y amor hacia el objeto da origen
2. Academic.
a una tristeza muy acongojante que Klein denominó angustia depresiva
Murray, Lynne y Trevarthen, Colín (1985) .Emotional regulation of in
(o «penar»). Expresa la forma primera y más angustiada de culpa debida
teractions between two-month-olds and their mothers», en Tiffany Field
a sentimientos ambivalentes hacia el objeto. El infante, en cierta etapa
y Nathan Fox, eds. Social Perception in In/ants. Norwood, NJ: Ablex,
(normalmente de los cuatro a los seis meses), alcanza suficiente madu
págs. 177-97.
rez física y emocional para integrar sus percepciones fragmentadas de
Rosenfeld, Herbert (1952) .Notes on the psycho-analysis of the supere
la madre, y reunir las versiones (imagos) buenas y malas que antes ha
go conflict in an acute catatonic schizophrenic», Int. J. Psycho-Anal. 33:
bía experimentado separadas. Cuando estos objetos-partes son col'\iuga
457-64; reimpreso (1955) en Melanie Klein, Paula Heimann y Roger
dos en un todo, amenazan formar un objeto total contaminado, dañado
Money-Kyrle, eds. New Directions in Psycho-Analysis. Tavistock, págs.
o muerto.
180-219; Y (1965) en Herbert Rosenfeld, Psychotic States. Hogarth, págs.
La angustia depresiva es el elemento decisivo para entrar en relacio
52-62.
nes maduras, la fuente de sentimientos generosos y altruistas dedicados
(1983) .Primitive object relations and mechanisms», Int. J. Psycho al bienestar del objeto. En la p.osición depresiva, se movilizan esfuerzos
Anal. 64: 261-7. por aumentar el aspecto amoroso del vínculo ambivalente con el «objeto
de Saussure, R. (1939) .Identification and substitution., Int. J. Psycho total» dañado (reparación). Pero también se movilizan los mecanismos
Anal. 20: 465-70.
defensivos. Estos incluyen la constelación de las defensas paranoides
Schmideberg, Melitta (1931).A contribution to the psychology of perse
(que Klein denominó originalmente la .posición paranoide», expresión
cutory ideas and delusions», Int. J. Psycho-Anal. 12: 331-67.
que después abandonó) y las defensas maníacas.
Segal, Hanna (1962) .Curative factors in psycho-analysÍS», Int. J. Psycho
Anal. 43: 212-7; reimpreso (1971) en The Work of Hanna Segal. Nueva
CRONOLOGIA
Stephen, Karin (19'34) .Introjection and projection: guilt and rage», Br.
alcanzan los objetos totales (Klein, Melanie, 1935, .A contribution to the
Stern, David (1985) The Interpersonal World ofthe In/ant. Nueva York: 1945. Duelo por la pérdida del objeto amado interno (KIeín, Melanie,
180
181
(1) integró de una manera notable los principales aspectos teóri
internaliza un objeto externo; las observaciones de Abraham
(1924) sobre el destino del objeto en los estados melancólicos y cos de las fases precedentes de su obra;
obsesivos. (2) el núcleo de esta elaboración nueva es la idea de la reunión
de objetos-partes, que a la edad de cuatro a seis meses son su
Precursores: Klein tomó nota del fenómeno de la depresión en plantados, en la experiencia del infante en desarrollo, por obje
niños, y su conexión con la propia agresión y la culpa que ellos tos totales;
experimentaban: «Después que su sadismo se cebó en estas fan en oposición a su anterior interés por la relación de objeto
tasías, no estorbado en apariencia por inhibición alguna, pareció malo y la angustia paranoide, Klein pasó a destacar de una ma
sobrevenir una reacción en la forma de depresión profunda, an nera novedosa la importancia del objeto bueno y de los impulsos
gustia y agotamiento físico» (Klein, 1929a, pág. 200). Con Freud, amorosos;
sabía que culpa y depresión se relacionaban con la pérdida y el (4) el objeto bueno perdido es el objeto interno, y
duelo por un objeto amado de manera ambivalente: «En un esta (5) la posición depresiva representaba un paso evolutivo hacia
dio posterior del desarrollo, el contenido del terror deja de ser la introyección, desde la proyección característica de los prece
el de una madre que ataca, y se convierte en el terror de que dentes estados paranoides.
la madre real, amorosa, se pierda y la niña quede sola y abando
nada)) (Klein, 1919b, pág. 217): (1) La integración teórica. La insistencia de Klein en la vida de
fantasía, por oposición al abordaje económico clásico de la ener
«( ... ) tan pronto como el sadismo del niño disminuye y el carác gía instintual, inauguró un mundo nuevo: un mundo de objetos
ter y la función de su superyó se modifican de manera que este que se experimentan alojados en concreto en el interior de la per
produce menos angustia y más sentimiento de culpa, se activan sonalidad. Las fantasías del sadismo y la agresión habían
aquellos mecanismos defensivos que forman la base de una acti do una teoría nueva del complejo de Edipo y habían centrado
tud moral y ética, y el niño empieza a tener consideración por la controversia psicoanalítica en el primer año de vida. La com
sus objetos y es proclive a un sentimiento sociah (Klein, 1933, binación de las fases libidinales, el complejo de Edipo y la forma
pág. 252). ción del superyó había modificado la significación de cada uno
de esos conceptos. Los frutos fueron de los aspectos rivales del
Sobreviene un movimiento del sadismo [véase SADISMO] a la de superyó (perseguidores y ayudantes) y del complejo de Edipo
presión, el miedo de perder a la madre que también es amada, (complejos positivo e invertido [negativo)), así como la tensión
y esto da origen a las actitudes morales y éticas. entre los instintos libidinales (considerados en principio como ge
nitales) y los instintos agresivos (en principio, pregenitales). To
EL GRAN SALTO TEORICO. Klein agregó, en 1935, que en el mo do esto había confluido con anterioridad en la fase de feminidad
mento en que se empieza a resolver la gran fase del sadismo de y en la situación de angustia específica en que el niño devasta,
la niñez, se inicia una relación nueva con los objetos: una rela ensucia, roba y destruye el cuerpo de la madre y el pene del pa
ción de objeto total. Entonces se esbozan en el cuadro impulsos dre, que reside dentro de la madre [véase 6. FASE DE FEMINIDAD;
amorosos, y un remordimiento y un cuidado hondos ocupan al H. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS).
niño. Klein comprendió que este cuidado es fruto de una con Ahora bien, Klein vio cada vez más la importancia que tenían
fluencia de amor y odio (instintuales y heredados) hacia la mis para el niño las entrañas de las personas, y esto la condujo a otor
ma persona (objeto), que contiene aspectos tanto «buenos)) como gar mayor significación a los procesos de proyección e introyec
«malos». eión y al movimiento constante, en la fantasía, entre los mundos
interno y externo. Cuando advirtió la importancia del objeto bue
Los rasgos de la posición depresiva: La posición depresiva fue no, y del daño inferido a él, pudo considerar que el mundo inter
la primera y principal elaboración teórica de la obra de Klein. no se centraba en torno del objeto interno bueno, y comprender
Se la puede considerar desde cinco puntos de vista: 108 problemas que se plantean al infante cuando descubre sus
Impulsos agresivos hacia ese objeto, que coexisten con su amor.
182 183
De esta manera, la posición depresiva se construye a partir pechoso. Se trata de una nueva relación con la madre, en que
la apreciación más lúcida de la presencia lacerante de impul:su~ la madre excelente y excepcionalmente buena, bien intenciona
ambivalentes [véase AMOR; GRATITUD], de la importancia del da sin desfallecimiento (un objeto-parte), resulta ser un persona
do interno en la fundación de la personalidad como tal, y de Je mixto, particularmente hostil, y por lo tanto contaminado, da
percatación creciente de un mundo interno de objetos e tl.ado, y que ya no es la perfección que el niño desea. Esta nueva
sos buenos y malos (insight). relación con la madre es el núcleo de la posición depresiva y la
fuente de muchas fantasías penosas acerca de lo que le ha suce
(2) Objetos totales. Por varias razones, incluida la falta de desa~ dido. Puede parecer vaciada pur completo de su bondad, o ha
rrollo perceptual, el niño muy pequeño reconoce al comienzo só her sido contaminada de maldad, o lastimada, dañada o brutal
lo objetos muy polarizados, personas buenas o malas. A causa· mente mutilada. Todas estas fantasías, que se basan en las clases
de esta insuficiencia de percepciones, el infante no discierne to de impulsos que el infante conoce en él mismo, conducen a un
davía personas totales, sino sólo partes de personas, en especial. Hentimiento intenso de responsabilidad, así como a una aflicción
el pecho o, tal vez, el rostro de la madre: «La pérdida del objeto extrema [véase ANGUSTIA DEPRESIVA]. El infante se ve frente al
amado se produce durante esta fase del desarrollo en la que el hecho de que odia, con la intensidad más irrestricta y paranoide,
yo hace la transición de la incorporación parcial a la incorpora n su madre, cuando ahora sabe que es la misma persona a quien
ción total del objeto» (Klein, 1935, pág. 267). Klein retomaba ~ /tma porque lo amamanta, lo cuida y lo ama a él [véase AMOR].
empleo de Freud de la frase «pérdida del objeto amado», que pro\" En suma, el objeto se vuelve independiente en sentido pro
viene de su trabajo sobre la angustia (Freud, 1926), donde la de pio, y potencialmente es una persona por sí misma. La omnipo
finió como la situación de angustia primaria común por la tencia de la fantasía disminuye, y el yo se ve en la dolorosa apre
todo infante pasa. Klein enlazó esto de una manera totalment~ t.ura de ocupar un lugar más pequeño dentro de su propio mun
original con la teoría de Abraham de los objetos parciales y do en aumento. Los objetos entran y salen a despecho de él.
les [véase OBJETO TOTAL]. La pérdida crucial del objeto amado
la experiencia del infante de perder el objeto ideal, (b) Con este paso, se adquiere una nueva aptitud para amar. Cui
mente perfecto (la madre), cuando descubre las dado, preocupación Y amor por el objeto total son en bien del
de ella. El pecho que lo amamanta es también la madre que objeto mismo, no a causa de la gratificación que procura. Abra
hace esperar. ham (1924) fue el primero en describir un «objeto de amor genui
Tales objetos iniciales tienen muy poca presencia física o no», por contraposición al deseo de objetos parciales. Esta forma
escasos atributos, s,implementé porque el infante no está en nueva de amor trae consecuencias nuevas para el odio y la pér
diciones de reconocer estos últimos [véase 5. OBJETOS INTERNOS]~ dida [véase AMOR]. Klein consideró que esto ayudaba a compren
Con el progreso evolutivo, el infante desarrolla la capacidad der las condiciones psicóticas: «Creo que la principal diferencia
percibir personas como objetos totales, sobre todo cuando el apa~ de la incorporación en la paranoia y en la melancolía se conecta
rato visual entra en operación. No se trata sólo de una aptitud con cambios en la relación del sujeto con el objeto» (Klein, 1935,
del aparato perceptual, sino también de un logro emocional. Pues~ pág. 263). En la posición depresiva, el objeto es amado a pesar
to que los objetos separados se definen para el infante, en buenQ. de sus partes malas, mientras que, en la posición esquizo
medida, por sus intenciones y sentimientos benévolos o malévo J)aranoide, la percatación de las partes malas convierte de re
los, reunir estas partes para formar algo más completo supone l)(mteal objeto bueno en un perseguidor. El amor, en consecuen
fusionar un objeto que posee una mezcla de intenciones. da, puede recibir sustento en la posición depresiva, y establecer
Este paso (que se da entre los cuatro y los seis meses) trae los comienzos de una estabilidad.
consigo tribulaciones emocionales intensas que son enteramente La confluencia de emociones es en extremo perturbadora, y
nuevas y muy dolorosas. Presenta dos aspectos: oHte paso adelante desde el estado paranoide puede ser resisti
do, de modo que el infante crezca con una propensión inusual
(a) El objeto bueno se ha trocado, en la psique del niño, en algo mente intensa a las relaciones paranoides (o sea, un potencial
más realista (en un sentido objetivo) y, al mismo tiempo, más sos· JI,dcótico se ha fijado en la personálidad). Klein definió la rever
184 185
en el desarrollo y la experiencia humanas tiene el «miedo de la
sión a relaciones paranoides como una defensa paranoide frente pérdida del objeto amado».
a la angustia depresiva. Freud descubrió el nexo entre duelo (pérdida del objeto ex
terno) y melancolía, en la que se establece, a causa de la ambiva
(3) La importancia del objeto bueno. Hasta este momento (1935), lencia, un vínculo anormal y perseguidor con un «objeto inter
Klein se había concentrado en las relaciones paranoides -el miedo no». Después, Abraham discernió que duelo y melancolía forman
y el odio- y en el objeto de estos impulsos -el objeto malo parte del mismo fenómeno. Y Klein definió la importancia de un
Era el objeto malo el que dominaba el mundo del niño y su mun equilibrio: la melancolía tendía más alodio que al amor; el due
do interno, y controlaba el desarrollo normal o anormal de la li lo, más al amor que alodio.
bido. Pero en este punto Klein empezó a advertir la importancia El infante se ve precisado a hacer el traba.jo del duelo. Para
del objeto bueno, el ansia de mantenerlo y la relación con él, Klein, el trabajo de la posición depresiva es el trabajo del duelo:
así como la congoja y el dolor del amor por él. «Mi tesis es que el niño pasa por estados mentales comparables
Percatarse del vínculo con el objeto bueno iniciaba todo un con el duelo del adulto» (Klein, 1940, pág. 344). Ahora bien, al
reordenamiento de las porfías evolutivas del niño. En remplazo mismo tiempo hizo una propuesta radicalmente nueva acerca del
de los conflictos por el control de la libido, descritos por Freud, duelo como tal: «( ... ) este duelo temprano revive cada vez que
y de las luchas por gobernar los impulsos agresivos, Klein ahora se experimenta pena en un momento posterior de la vida» (Klein,
veía en el esfuerzo por proteger y reparar el objeto bueno el fun 1940, pág. 344). El duelo es un duelo interno por algo muerto
damento de aquellas porfías. Atribuyó a la inseguridad un papel adentro, un objeto interno muerto o moribundo; y es una repeti
especialmente significativo respecto del objeto bueno interno: ción de innumerables ocasiones anteriores.
este consiste en una sensación de que existe dentro de la perso Klein consideró importante la correspondencia entre los obje
nalidad una figura buena, que ayuda; se la siente residir en ella, tos externo e interno, especialmente con referencia: a los miedos
y se la ama tan íntimamente que constituye la identificación pri de pérdida de uno u otro.•Desde el comienzo del desarrollo psí
maria básica en torno de la cual se forma el todo de una identi quico existe una correlación constante de objetos reales con los
dad. El objeto interno bueno provee el diálogo interno continua instalados en el interior del yo» (Klein, 1935, pág. 266). Para re
do de aliento y autoestima que es la base de la confianza y de cuperarse del estado de duelo, el doliente .( ... ) no sólo toma
la seguridad psicológica. dentro de sí (reincorpora) a la persona a quien acaba de perd~r,
sino que también reinstituye objetos buenos (en definitiva, los
padres amados)>> (Klein, 1940, pág. 353).
(4) El objeto interno. Con su teoría de los objetos internos, Klein Este es un agregado importante a la concepción de Freud del
se habilitó para definir aquella pérdida de objeto que es impor trabajo del duelo en que el doliente introyecta a la persona real
tante. En consonancia con la teoría de Freud de la melancolía, perdida y se identifica con ella. Lo que ahora dice Klein es que
la pérdida interna del objeto bueno es la que importa. Esta pér esto constituye parte integrante de un proceso de reinstitución
dida se conecta de manera estrecha con lo externo. Un rechazo.) de un objeto primordial, un progenitor, al que se sintió dañado,
externo, o un abandono, supone una amenaza también para la destruido y perdido en correspondencia con la muerte del objeto
fantasía de un objeto interno bueno que nutra desde adentro a externo.
la persona con un apoyo psicológico. Klein discernió en el duelo «Muchos dolientes sólo pueden dar lentos pasos para restable
de la persona abandonada nada más que una manifestación visi cer los lazos con el mundo externo porque se debaten con su caos
ble y declarada de un proceso interno que se produce de conti interior ( ... ) este desarrollo gradual en las relaciones objetales
nuo, durante toda la vida, aunque de manera más asordinada, del bebé ( ... ) se debe también al estado caótico de su mundo
cada vez que se sufren rechazos y pérdklas de menor cuantía. interior» (Klein, 1940, pág. 361). El infante tiene una experien
cia en que todo es torbellino y caos dentro de él. No se trata sólo
Duelo: El concepto de Klein de la posición depresiva es una ela de que sus sentimientos estén caóticamente mezclados. En su psi
boración directa de los descubrimientos de Freud (1917) y de que, estos se representan siempre como fantasías; en consecuen
Abraham (1924) sobre la melancolía y la importancia central que
l 186
187
cia, cree que el objeto reside en concreto dentro de él, o dentro mismo y (H) miedo por el objeto amado, respectivamente. El cam
de su propio cuerpo, con lo cual es su mismo estado interno el bio en la relación con el objeto (de los cuatro a los seis meses)
que resulta confundido y mezclado, con una coexistencia entre hace que la angustia predominante varíe: «El miedo de persecu
unos objetos "buenos» y otros que son peligrosamente «malos», ción, que antes se experimentaba en cabeza del yo, ahora es re
amados y odiados al mismo tiempo. En particular, siente que su ferido también al objeto bueno» (Klein, 1935, pág. 264). Asedia
odio daña a su madre amada real, y esto llega a reflejarse tam la vida de fantasía del infante la idea de que el odio ha inferido
bién en la experiencia de que el objeto que reside dentro de él un daño real a la persona amada, y él ha sido arrojado en un
está dañado o muerto, y puede ocurrirle que se identifique con estado que Klein denomina (siguiendo a Freud y a Abraham) la
esa condición de muerto. Un caos interno sobreviene por la in pérdida del objeto amado, el desasosiego emocional ante la idea
troyección de un objeto ya dañado o muerto en lo externo. KIein de que el objeto «bueno» maravilloso (madre, pecho) ha desapa
fue más lejos: «( ... ) todo dolor causado por experiencias infor recido [véase ANGUSTIA DEPRESIVA]. En una valiosa síntesis, Jo
tunadas, cualquiera que sea su naturaleza, tiene algo en común seph ha dicho:
con el duelo» (Klein, 1940, pág. 360).
Algo después, cuando ya se comprendían mejor los estados «Freud [1926] ( ... ) reunió los diversos tipos de angustia en rela
no integrados del yo [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE], Grin ción con los impulsos y el superyó, y por ese camino incluyó sen
berg (1978) señaló que el duelo por la pérdida del objeto amado timientos de culpa como un tipo de angustia. Además, indicó que
no puede menos que incluir un duelo por la parte del self qUE: la existencia misma de los instintos de vida y de muerte, y la
está ligada a ese objeto. percatación conjunta de ellos en la forma de una ambivalencia,
producía, según él lo expuso, "la fatal inevitabilidad de un senti
(5) El equilibrio de proyección e introyecdón. Alcanzar la posi miento de culpa". La obra de Klein retoma estos descubrimien
ción depresiva supone un paso evolutivo, un paso incierto, y que tos. Sostuvo que en el momento en que el individuo se hace con
en consecuencia es una tarea para toda la vida. Sobreviene des ciente de que el objeto que ama es el mismo con el cual se enoja
de los estados paranoides precedentes, y desde la posición esquizo y enfurece, la culpa es fatal e inevitable, y señaló el dolor y la
paranoide. En aquellos estados previos, el yo mantiene la sepa angustia que causan, en la posición depresiva, la culpa y los re
ración de lo bueno y lo malo en el objeto y en sí mismo, por el proches de los objetos, internos y externos, hacia quienes se ex
continuo recurso al mecanismo de la proyección para enfrentar perimenta esa culpa. Según su punto de vista, antes que se al
esas cosas malas. Pero en el momento en que alcanza la posición cance esta posición, el instinto de muerte da origen a angustias
depresiva, el equilibrio se modifica. La proyección misma da ori que son de índole persecutoria» (Joseph, 1978, págs. 223-4).
gen a miedos, por ejemplo, de que el objeto interno bueno se pier
da por el hecho de proyectarlo afuera (según lo informó Abra El infante tiene miedo de que la madre amada haya sido muerta
harn en los detalles clínicos). Como consecuencia de esto, se tiende o destruida:
más a introyectar cosas buenas en el mundo interno, y disminu
ye el impulso a proyectar afuera cosas malas. Declina entonces· «( ... ) sólo cuando el yo ha introyectado el objeto como un todo
el recurso a la proyección, y por eso mismo hay más oportunidad ( ... ) es capaz de comprender plenamente el desastre engendra
de percatarse del estado del mundo interno y, por vía de conse do por su sadismo y, en especial, por su canibalismo ( ... ) Enton
cuencia, del mundo externo: el primero impone reconocer aspec ces el yo se ve frente a la realidad psíquica de que sus objetos
tos desagradables de uno mismo; el segundo lleva a admitir las amados se encuentran en un estado de disolución -despeda
mejores cualidades del mundo externo. zados- y se angustia por no saber cómo reunir los pedazos de la
manera correcta y deshacerse de los malos; cómo volver el obje
ANGUSTIA DEPRESIVA. Las primeras angustias nacen de un mie to a la vida una vez que lo ha reunido; y se angustia también
do de los impulsos agresivos; en definitiva, de un miedo del ins por el hecho de que objetos malos y su propiO odio lo estorben
tinto de muerte. Estas son las angustias psicóticas, de las cuales en esa tarea, etc.» (Klein, 1935, pág. 269).
existen dos clases: persecutorias y depresivas, (i) miedo por uno
188 189
El núcleo de esto es el cuidado de reparar algo tia depresiva») es en extremo compleja, y se la administra con
mente dañado o muerto: «Los procesos que después se ponen combinaciones muy entrelazadas de introyecciones Y proyeccio
evidencia como "la pérdida del objeto amado" están determina~ nes de objetos entre los mundos interno y externo. Las angustias
dos por el sentimiento del sujeto de que ha fracasado en poner paranoides precedentes no desaparecen sino que persisten como
a salvo su objeto intemalizado bueno, es decir, en posesionarse un fondo importante que colorea la posición depresiva, lo que
de él» (Klein, 1935, pág. 267) [véase AMOR]. trae por consecuencia
En estos momentos iniciales de la apreciación del objeto to
tal, el dolor es particularmente extremo. Aparece coronando las ,( ... ) que el estado depresivo sea el resultado de una mezcla de
antiguas angustias paranoides: angustia paranoide y de aquellos contenidos de angustia, senti
mientos de aflicción y defensas que se conectan con la pérdida
«( ... ) el yo se siente amenazado de continuo en su posesión de imninente del objeto amado como un todo» (Klein, 1935, pág. 275).
objetos buenos intemalizados. Está lleno de angustia de que esos
objetos mueran. Tanto en niños como en adultos que sufren de Las angustias persecutoria y depresiva interactúan; en particu
depresión, he descubierto el miedo de albergar objetos moribun lar por el influjo, en la posición depresiva, del círculo vicioso que
dos o muertos (especialmente los padres) dentro de sí, y una iden produce angustia persecutoria a través de la proyección y la rein
tificación del yo con objetos en esta condición» (Klein, 1935, pág. troyección: «Una razón de su fracaso es que ha sido incapaz de
266). superar su miedo paranoide a los perseguidores internalizados»
(Klein, 1935, pág. 267). El término culpa denota entonces la com
La angustia del sujeto es personal, un miedo por su propia super binación de las dos angustias en una diversidad de proporciones
vivencia sin la madre que lo sustente, y también un genuino cui diferentes.
dado por ella [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS; La intensidad de la culpa varía con el tiempo. Si el objeto ex
AMOR]. terno es razonablemente consistente, se desarrolla cierta confian
En el primer período de los escritos kleinianos se hablaba de za en la restauración Y la reparación. La variedad de culpa per
«angustia y sentimiento de culpa», pero esto se r~solvió en 1935 secutoria, castigadora, cede poco a poco el paso a una forma que
en un distingo neto entre una angustia paranoide de persecución da más aliento a los intentos realistas [véase ANGUSTIA DEPRESI
y una culpa asociada con la posición depresiva, que es denomi VA; CULPA].
nada angustia depresiva. La angustia persecutoria es un miedo
por el yo; la angustia depresiva es un miedo por la supervivencia DEFENSAS FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRESIVA. El infante
del objeto amado: cuenta con otros recursos para tratar de enfrentar los abruma
dores sentimientos de la posición depresiva. A saber, puede es
«Existen en consecuencia dos conjuntos de miedos, de sentimien tablecer defensas psicológicas. Con la nueva forma de vinculo
tos y de defensas, que, aunque presenten variación dentro de (con objetos totales) sobreviene una angustia nueva (la angustia
cada uno de ellos y se liguen íntimamente entre sí, pueden, en depresiva), y esta suscita defensas nuevas. Existen dos formas
mi opinión, con fines de claridad teórica, ser distinguidos uno defensivas principales para evadirse de la angustia depresiva (de
de otro. El primer conjunto de sentimientos y fantasías son los fensas paranoides y maníacas). Klein pensaba que normalmente
persecutorios, que se caracterizan por miedos referidos a la des existía una fluctuación continua entre (i) la posición depresiva
trucción del yo por perseguidores internos con métodos violen y los estados paranoides, por un lado, y entre (ü) las defensas
tos o disimulados y taimados ( ... ) El segundo conjunto de senti depresivas y las maníacas, por el otro. De acuerdo con esto, ha
mientos ( ... ) concurre a formar la posición depresiva» (Klein, hló primero de tres posiciones: depresiva, paranoide y maníaca.
,1940, pág. 348). Pero con posterioridad reservó el término «posición» a la posi
ción depresiva, mientras que las otras dos son en realidad cons
Pero, en la práctica, la angustia es mixta. La acción recíproca telaciones de defensas [véase POSICION].
entre angustia persecutoria y culpa (ahora denominada «angus
190 191
La defensa paranoide. Primero se produce una retirada defensi dén denigratorio por los objetos que son amados, de suerte que
va de la posición depresiva, de regreso a las formas más directa su pérdida no se deba experimentar como algo importante, y una
mente paranoides de trato: «He descubierto que miedos y des forma triunfante y omnipotente de declarar que todo está bien.
confianzas paranoides se reforzaban como defensa frente a la po He ahí otros tantos medios de reducir al mínimo los sentimientos
sición depresiva» (Klein, 1935, pág. 274). Esto supone hacer de de pérdida y culpa [véas~ 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS;
modo que los objetos se vean como objetos-partes: enteramente DEFENSAS MANIACAS].
buenos o enteramente malos [véase DEFENSA PARANOIDE FRENTE Klein señaló que las defensas maníacas se dirigen a los senti
ALAANGUSTIADEPRESIVA]. A menudo se produce una escisión ar mientos tanto depresivos como paranoides que existen en la po
bitraria del objeto para evitar la confluencia del odio con el amor. sición depresiva: ~~En la manía, el yo busca refugio no sólo de
Esto da protección frente a la angustia depresiva (culpa). la melancolía, sino también de una condición paranoide que él
es incapaz de dominar» (Klein, 1935, pág. 277).
Suicidio: Klein apenas tocó en sus escritos el tema del suicidio,
tema sobre el cual los analistas se han mostrado en general reti Defensas obsesivas: En razón de que en las primeras etapas las
centes. Pero le dedicó un párrafo: angustias de la posición depresiva se conectan de manera muy
estrecha con las angustias paranoides, las defensas específicas
«( •.. ) en algunos casos las fantasías que están en la base del sui de la posición depresiva se mezclan con las defensas frente a la
cidio tienen el designio de preservar los objetos buenos internali angustia persecutoria que resulta de las fases sádicas. Esto es
zados y aquella parte del yo que se ha identificado con objetos válido para la defensa específica que consiste en destruir a los
buenos, y también el de destruir la otra parte del yo que se ha perseguidores, y también para las defensas obsesivas. En diver
identificado con objetos malos y con el ello. De esta manera el sas ocasiones, Klein percibió variadas relaciones entre las defen
yo puede quedar unido con sus objetos amados. En otros casos sas maníacas y las obsesivas [véase DEFENSASOBSESIVAS1. Los dos
( ... ) las mismas fantasías ( ... ) se refieren al mundo externo y tipos de defensa suponen un dominio y un control sobre los obje
a objetos reales, en parte como sustitutos de los objetos interna tos. Esto se traduce sobre todo en las variedades de reparación
lizados» (Klein, 1935, pág. 276). intentada. A menudo el stijeto fantasea que hace reparación al
objeto, pero si tales defensas se entremezclan en exceso con las
La defensa maniaca. Lo central en la defensa maníaca es la no que enfrentan la persecución (sean maníacas u obsesivas), la re
ción omnipotente de que las relaciones objetales no tienen gran paración se llevará a cabo con todas las características odiosas
importancia. El yo se dice que el objeto amado, que le parece del estado paranoide: el dominio y el control presentarán una
muerto o dañado, adentro o afuera, no tiene en realidad gran cualidad odiosa y despreciativa, lo que instilará la angustia de
importancia; puede arreglárselas perfectamente bien sin ser de que los objetos hayan podido resultar todavía más dañados en
pendiente de nadie: el proceso de reparación.
«( ... ) en este estado, la fuente del conflicto es que el yo no quie REPARACION. La reparación no constituye una posición por sí
re renunciar a sus objetos internos buenos, ni es capaz de hacer misma; es una modificación progresiva de la angustia depresiva.
lo, y sin embargo trata de escapar de los peligros de depender Tampoco es un mecanismo de defensa, puesto que representa
de ellos, así como de los objetos malos ( ... ) Sale de este compro más una modificación de la angustia que una huida de ella. Se
miso desmintiendo la importancia de sus objetos buenos y tam la debe agrupar con la sublimación como un método destinado
bién de los peligros que lo amenazan desde sus objetos malos y más al gobierno de los impulsos que a la defensa frente a estos:
el ello» (Klein, 1935, pág. 277). un «mecanismo de aceptación», según la terminología de Grots
tein (1983).
La defensa maníaca es en realidad un coI\iunto de defensas que Klein investigó por primera vez esta idea en una nota sobre
incluyen una desmentida de la realidad psíquica y, por lo tanto, la creación artística (1929b), y ese mismo año Riviere razonaba
de la importancia de los objetos amados e incorporados, un des Higuiendo una argumentación evidentemente afín (Riviere, 1929).
192 193
Otra colega de aquella época, Ella Freeman Sharpe (1930), reco «( ... ) la madre es capaz de ponerse en el lugar del hijo ( ... ) y
gió las sugerencias de Klein y se propuso estudiar la reparación, el hecho de que pueda hacerlo con amor y simpatía se relaciona
para lo cual examinó el material de pacientes con la hipótesis estrechamente, según hemos visto, con sentimientos de culpa y
de que dramatizaban conflictos y relaciones objetales, tal como la pulsión de reparación ( ... ) [y] puede conducir a una actitud
lo hace el niño cuando juega. de autosacrificio total» (Klein, 1937, pág. 318).
La experiencia de la reparación es una toleranéia de la pérdi
da, y de la culpa y la responsabilidad por la pérdida, al mismo Pero el problema es complejo porque la teoría de la posición de
tiempo que se tiene la sensación de que no todo se ha perdido. presiva afirma que el cuidado va dirigido en la misma medida
La posibilidad de enmendar el desastre permanece como una es al objeto interno, que las más de las veces se identifica con el
peranza. Esta se basa en la percepción de un mundo interno don yo. Por lo tanto, la reparación destinada a restaurar la madre
de sobrevive cierta bondad, por más que que lo azoten paroxis buena (objeto externo) tiene como aspecto correspondiente la
mos de sentimientos malos. Es la perseveración en un optimismo efectiva y simultánea restauración de un estado interno en el
último. interior del sujeto [véase NARCISISMO).
Klein entendió que la culpa por lo general da origen a un cui
dado, que es una reacción más esperanzada frente a la posición DESARROLLO. ¿Cómo se abre paso el infante hacia este objeto
depresiva. El cuidado promueve intentos de arreglar las cosas, bueno internalizado? Intervienen cuatro factores principales:
y así fue como adoptó el término «reparación»:
(i) La naturaleza real de la madre tiene importancia decisiva en
uInmediatamente después que hemos presenciado los impulsos cuanto a permitir el progreso del niño a través del dolor de la
más sádicos, nos encontramos con manifestaciones de la mayor posición depresiva.
capacidad de amor y del deseo de hacer todos los sacrificios posi
bles para ser amado ( ... ) En el análisis impresiona ver el modo Oi) La aptitud de hacer reparación (véase supra) presupone ha
en que estas tendencias destructivas pueden ser empleadas en ber tolerado en medida suficiente una culpa y un remordimiento
la sublimación ( ... ) el modo en que las fantasías pueden ser li dolorosos.
bradas para un trabajo artístico y constructivo en grado sumo»
(Klein, 1927, pág. 176). (iii) La predisposición a sentirse seguro nace de la fase preceden
te, que proporciona un recurso al infante en su primera aproxi
Posteriormente, cuando Klein dejó de preocuparse tanto por su mación a la posición depresiva. Este aspecto sólo fue considera
fidelidad a la teoría clásica, la idea de sublimación perdió pree do en un momento posterior de los trabajos teóricos de Klein,
minencia, al tiempo que se desarrollaba la idea de reparación, sobre la base del material que obtuvo cuando, en 1946, pasó a
convertida en la piedra angular de los procesos madurativos que un examen atento de esta primerísima fase de la vida mental [véa
labran una salida de la posición depresiva [véase AMOR]. se 11. POSICION ESQUIZO·PARANOIDE].
La reparación es suscitada de manera específica por las an~
gustias de la posición depresiva y, junto con las diversas formas (iv) La posición depresiva es en cierto sentido una salida para
de examen de la realidad, constituye uno de los dos métodos prin la posición paranoide, aunque el dolor y el desasosiego de la po
cipales que permiten superar la angustia depresiva. Klein señaló sición depresiva no parecen una invitación atractiva. La manera
que el cuidado no se reduce al afán del niño de asegurar su su en que el niño sobrelleve esto dependerá de su capacidad para
pervivencia manteniendo a una madre que lo sustente y lo asis construir y mantener un sentimiento de su condición amorosa,
ta, si bien este es, sin duda, un aspecto de la angustia. La repara sopesada con su odio. No obstante, el infante es empujado hacia
ción nace también de un cuidado real por el objeto, un penar la posición depresiva por la maduración de su percepción del ob
por él, yen ocasiones demanda mucho autosacrificio. Por ejem jeto externo y también por el natural despliegue de las fases de
plo, en su descripción de sentimientos maternos: la libido. La movilización de impulsos genitales por el amor de
objeto total infunde renovadas fuerzas al amor y la reparación.
194 195
En definitiva, esto concurre a la capacidad del infante de sus lugar a la culpa y y al dolor intolerables, a la necesidad de sacri
tentar un sentimiento de amor hacia un «objeto» que es bueno ficar su vida por los suyos y, con ello, a la perspectiva de la muer
y que él percibe en concreto en el interior de sí mismo, como te. Y sólo podremos enfrentar esta resistencia si desenterramos
parte de su personalidad. Un sentimiento de seguridad equivale ese amor y, con él, la culpa. Para estos pacientes, el analista re
en definitiva, según sostiene Klein, a la sensación de un núcleo presenta un objeto interno. Es entonces la trasferencia positiva
amoroso firme de la personalidad. lo que tenemos qpe traer a la conciencia en estos pacientes; y
Klein vio en la posición depresiva el umbral de un enorme esto es lo que ellos resisten sobre todo, aunque saben bien cómo
potencial de desarrollo, puesto que se basa en el reconocimiento aparentar una "amistosidad" sustitutiva. (Riviere, 1936, pág. 319)
emergente de la realidad de los objetos. Por fantásticos que sean [véase REACCION TERAPEUTlCA NEGATIVA].
los componentes buenos y malos, si puede afirmarse el desarro
llo perceptual, se obtendrán discriminaciones sobre los objetos Hubo otros dos agregados pequeños, aunque importantes, a la
según ellos son de hecho en la realidad y, también, un conoci teoría de Klein sobre la posición depresiva [véase ANGUSTIA DE
miento y una comprensión de sí. A su turno, se desarrolla tam PRESIVA). En primer lugar, en 1948, Klein describió la posibili
bién una evaluación genuina de la realidad interna (la aptitud dad de la integración de objetos en el nivel del objeto-parte, si
para la autoevaluación honesta). La aptitud para el cuidado es bien agregó que era algo transitorio:
muy estimulada por la angustia depresiva, y desemboca en el im
«porque desde el comienzo de la vida el yo tiende a integrarse
pulso hacia el compromiso social e interpersonal con otras perso
a sí mismo y a sintetizar los diferentes aspectos del objeto. Pare
nas reales. El potencial de desarrollo del cuidado es el sustituto
cen existir estados transitorios de integración aun en infantes muy
kIeiniano del superyó: en contraposición al cuidado genuino, el
pequeños, los que se vuelven más frecuentes y duraderos a me
superyó induce al sujeto a admitir consideraciones sociales a tra
dida que avanza el desarrollo» (Klein, 1948, pág. 34).
vés de amenazas de castigo; en cambio, el cuidado reparador es
un acto de amor que brota de la tristeza. Esto iba dirigido a explicar nuevas observaciones clínicas sobre
pacientes esquizoides que parecían estar bajo los efectos de te
MODIFICACIONES POSTERIORES. Klein, como Freud, nunca ce ner que defenderse de una angustia depresiva.
só de ensayar ideas nuevas y de introducir modificaciones. Has El segundo desarrollo de la teoría es similar. Consistió en ob
ta cierto punto, el concepto de la posición depresiva ha quedado servaciones hechas por Hanna Segal en el curso de un análisis
relegado, como tantos aspectos de su pensamiento inicial, por innovador de un esquizofrénico grave (Segal, 1956). Demostró
el desarrollo del concepto de la posición esquizo-paranoide y, en que existían indicios de depresión en el esquizofrénico, pero sin
particular, de la identificación proyectiva. Los años que siguie que este los percibiera. En lugar de ello, ocurría un proceso en
ron a la introducción de la posición depresiva fueron ásperos pa que la depreSión era percibida por otras personas: el analista,
ra Klein, por los disensos que por entonces se manifestaron, en en el curso del análisis. Klein quedó impresionada por este tra
tre ellos los de Glover y Melitta Schmideberg (la hija de Klein). bajo de una de sus discípulas más jóvenes (Klein, 1960) [véase
Pareció haber escaso interés por desarrollar la idea, aunque Scott PSICOSIS].
(1947) produjo un importante historial clínico detallado.
Riviere fue una de las pocas personas que recogieron inme LA RECEPCION DE LA TEORIA DE LA POSICION DEPRESIVA.
diatamente la idea de la posición depresiva. Recurrió a ella para El gran salto que supuso la teoría encarnada en la posición de
comprender la manera en que la depresión y la culpa, con inclu presiva creó una distancia entre Klein y sus críticos. Fuera del
sión del retraimiento a una preocupación por objetos internos círculo kleiniano, eran pocos los que podían hacer aportes. Otros
(narcisismo), se podían expresar como una reacción terapéutica analistas estaban absorbidos por la noción de objetos internos,
negativa al análisis: trasladada de repente de la oscuridad al escenario central de la
teoría y la práctica psicoanalíticas de Klein. Por esta razón, mu
«En mi opinión, lo que vuelve tan obstinada su resistencia es el chas de las críticas a este sector de la teoría kleiniana aparecen
amor hacia sus objetos internos, que permanece soterrado y da en otras entradas [véase 5. OBJETOS INTERNOS].
196 197
En un nivel general, Brierley (1950), en su intento de gustia depresiva, que era un sustrato sobre el cual se desarrolla
una reseña equilibrada de una compilación de trabajos de ba la personalidad posterior, la que entonces podía ser descrita
(publicada con el título de Contributions to Psycho-Anatymsl en los términos de la terminología freudiana ortodoxa.
1948), expresó reservas acerca de la posición depresiva con
argumentos: en primer lugar, expulsaba el complejo de Edipo Angustia depresiva: El rasgo crucial de la posición depresiva, que
eje central de la teoría psicoanalítica, puesto que no discernía es angustiarse por el estado del objeto, ha sido criticado por Gold
en las fluctuaciones entre el complejo de Edipo positivo y el in~ stein (1983) desde el punto de vista de la psicología del self:
vertido el prototipo de la reunión de los objetos buenos y malos
en la posición depresiva; y, en segundo lugar, le pareció inco "Klein ha insistido demasiado en la preocupación del niño por
rrecto que la idea de la posición depresiva dejara de lado la im el bienestar del objeto, y parece haber sacrificado el derecho del
portancia de la regresión por el hecho mismo de poner el acento niño a tener un "self" propio y/o a que reconozcan las necesida
en la importancia del paso «progresivo» hacia la mejor percata des de su self con independencia de toda consideración por el
ción de la realidad (tanto interna como externa) y el desarrollo bienestar del objeto» (pág. 529).
de la reparación.
Ahora bien, lo que Goldstein expone es exactamente el dolor de
Reparación: Glover (1945) desdeñó la reparación por considerarla la posición depresiva en sus etapas tempranas en que la culpa
un mero mecanismo obsesivo, en lo cual había consistido, en efec tiene un tono fuertemente persecutorio, que demanda un auto
to, la idea precursora: el intento de deshacer un entuerto. No sacrificio y un sometimiento extremos [véase ANGUSTIA DEPRESI
obstante, como lo señaló Klein, el deshacimiento obsesivo tiene VA]. Esta misma cualidad de la angustia depresiva, que aparece
propiedades mágicas y consiste en una exacta inversión de la ac~ temp¡ano en el desarrollo, es lo que hace que la persona le esca
ción (volver a cerrar la canilla que había sido abierta) [véase RE pe, se defienda de ella o se retire hacia la posición esquizo
PARACION MANIACA], en tanto que la reparación supone un arre paranoide. Sólo si esto se reelabora puede el infante o pueden
glo más imaginativo de la situación, muy a menudo en forma sim los individuos de más edad alcanzar un ajuste menos trabajoso
bólica, lo que puede traer consigo procesos muy creadores o entre el cuidado por su objeto y el grado normal de auto-respeto
artísticos [véase FORMACION DE SIMBOLO]. (una especie de narcisismo normal) requerido para mirar por ellos
También se ha señalado la similitud entre la reparación y la mismos (véase Rosenfeld, 1987).
formación reactiva, pero el hecho de basarse en la realidad es
una cualidad que distingue a la reparación. Es cierto que una Pairbairn y la futilidad: La crítica más sólida de la posición de
reparación omnipotente (o mágica) incorpora metas fantásticas presiva fue en realidad muy simpática, y tal que, desacostum
y hazañas delirantes comparables al deshacimiento obsesivo o a hradamente, Klein tomó en serio. Fairbairn (1941) consideró que
la formación reactiva; se la suele denominar {{reparación manía la posición depresiva no era más que un desarrollo lógico de los
ca». Por más que se haya criticado la introducción de un nuevo puntos de vista de Freud, después que este y Abraham desvia
término, el de «reparación» tiene la virtud de referir unos a otros ron su atención de la histeria a la melancolía. Fairbairn conside
estos diversos mecanismos, realistas e irrealistas. r6 que este era un error, y sostuvo que la estructura descrita
La relación entre reparación y mecanismos de defensa como como superyó era en realidad una organización defensiva del yo
lo son el deshacimiento y la formación reactiva es similar a la que escondía debajo de la superficie una estructura radicalmen
que existe entre reparación y sublimación. En los dos casos se te diferente, caracterizada por segregaciones entre el yo y el ob
presenta la diferencia entre tramitar un impulso (deshacimien jüto. Afirmó que, si se volvía a un estudio de la histeria, de esta
to, formación reactiva y sublimación) por oposición a amar a un dos de disociación y de individuos esquizoides, era posible inves
objeto. Estrictamente hablando, se trata de dos vocabularios tigar esta posición anterior, que él denominó la posición esqui
emergentes que no tienen entre ellos reglas precisas de traduc" wide. La clave de ella estaba en los afectos.
ción. El nexo, en opinión de Klein, consistía en que la reparación Apuntó que a menudo lo que se !!ama depresión es de hecho
se relacionaba con los mecanismos de defensa primitivos y la an un afecto muy diferente, que denominófutilidad. Lo enlazó con
198 199
estados psíquicos histéricos, ejemplarmente la belle indifférence 65-143. [Psicología de las rrw,sas y análisis del yo, enAE 18, 1979, 1980,
desafecta, que se caracteriza por una aparente ausencia de afec págs. 63-136.]
tos. Fairbairn atribuyó esta vaciedad a una escisión de la psique, (1926) Inhibitions, Symptoms and Anxiety. SE 20, págs. 75-175.
y recomendó fuertemente que se prestara más atención a los fe [Inhibición, síntoma y angustia, en AE 20, 1979, págs. 71-164.]
nómenos disociativos. Klein (1946) estuvo enteramente de acuer Glover, Edward (1945) .An examination of the Klein system of child
psychology», Psychoanal. Study Child 1: 3-43.
do con esto [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE). Fairbairn con Grinberg, León (1978) .The "razor's edge" in depression and mourning»,
sideró que los fenómenos depresivos enmascaraban los propios Int. J. Psycho-Anal. 59: 245-54.
de los estados esquizoides y, en particular, la escisión del yo y Grotstein, James (1983) «The si~nificance of Kleinian contributions to
el consiguiente temor por el self, puntos que Klein tomó en serio. psycho-analysis: IV Critiques of Klein», Int. J. Psycho-Anal. Psychother.
9: 511-35.
En lo que se refiere a Klein y a sus discípulos más directos, Joseph, Betty (1978) «Different types of anxiety and their handling in
la posición depresiva enseguida alcanzó importancia central, y' the analytic situation», Int. J. Psycho-Anal. 59: 223-8.
esta situación apenas se ha modificado. El logro de la posición Klein, Melanie (1927) «Criminal tendencies in normal children», en The
depresiva, con una visión equilibrada de la realidad de los obje Writings 01 Melanie Klein, vol. 1. Hogarth, págs. 170-85.
tos, se sigue considerando el rasgo distintivo del progreso psico (1929a) «Personification in the play of children», en The Writings 01
lógico. James Strachey (1934), en su teoría de la modificación Melanie Klein, vol. 1, págs. 199-209.
de objetos irrealistamente buenos y malos, sin duda que le pisó (1929b) .Infantile anxiety-situations reflected in a work of art and
los talones en la comprensión de la importancia terapéutica de in the creative impulse», en The Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs.
modificar los objetos arcaicos buenos y malos. Stephen (1934), 210-8.
por cierto que a partir de un trato estrecho con Klein, investigó (1933) «The early development of conscience in the child», en The
Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs. 248-57.
también la relación entre internalización de objetos, destructivi
dad y culpa. (1935) .A contribution to the psychogenesis of manic-depressive sta
tes», en The Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs. 262-89.
Sin embargo, a poco de la publicación de los trabajos sobre (1936) «Weaning», en The Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs.
la posición depresiva (1935, 1940), el mundo psicoanalítico se vio 290-305.
,envuelto en las turbulencias de la situación política de Europa (1937) Love, Guilt and Reparation, en The Writings 01 Melanie Klein,
y, después, en las querellas de la Sociedad Psicoanalítica Británi vol. 1, págs. 306-43.
ca. Cuando salió de todo esto, Klein había avanzado hacia su des (1940) .Mourning and its relation to manic-depressive states», en The
cubrimiento de la posición esquizo-paranoide. Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs. 344-69.
(1945) «The Oedipus complex in the light of early anxieties», en The
Writings 01 Melanie Klein, vol. 1, págs. 370-419.
Abraham, Karl (1924) «A short study of the development of the libido», (1946) «Notes on sorne schizoid mechanisms», en The Writings 01
en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth, Melanie Klein, vol. 3, págs. 1-24.
págs. 418-501. (1948) .On the theory of anxiety and guilt», en The Writings 01 Melanie
Brierley, Marjorie (1950) .Review of Klein's Contributions to Psycho Klein, vol. 3, págs. 25-42.
Analysis», Int. J., Psycho-Anal. 31: 209-11. (1960) .A note on depression in the schizophrenic», en The Writings
Fairbairn, Ronald (1941) .A revised psychopathology of the psychoses 01 Melanie Klein, vol. 3, págs. 264-7.
and psychoneuroses», en Ronald Fairbairn (1952) Psycho-Analytic Studies Riviere, Joan (1929) «Magical regeneration by dancing», Int. J. Psycho
01 the Personality. Routledge & Kegan PauL Anal. 10: 340.
Freud, Sigmund (1917) .Mourning and melancholia», en James Strachey, (1936) .A contribution in the analysis of the negative therapeutic reac
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SigmundFreud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vol. 14, págs. 237-58. [.Duelo Rosenfeld, Herbert (1987) Impasse and Interpretation. Tavistock.
y melancolía», en Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu editores Scott, W. Clifford M. (1947) .On the intense affects encountered in trea
(AE), 24 vols., 1978-135, vol. 14, 1979, págs. 235-55.] t1ng asevere manic-depressive disorder», Int. J. Psycho-Anal. 28: 139-45.
(1921) Group Psychology and the Analysis 01 the Ego. SE 18, págs. Segal, Hanna (1956) .Depression in the schizophrenic», Int. J. Psycho
200 201
Anal. 37: 339-43; reimpreso (1981) en The Work ofHanna Segal.
11. Posición esquizo~paranoide
CRONOLOGIA
202 203
ftLa situación moral que resulta pertenece, desde luego, a un ni vos. «Esquizofrenia» significa una psique dividida ~n fragmentos,
vel más alto de desarrollo mental que la situación original ( ... ) y en consecuencia Fairbairn sostuvo la existencia de una posi
es preciso considerar que la culpa participa de la naturaleza de ción esquizoide anterior a la posición depresiva de Klein, y que
una defensa. En una palabra, la culpa opera como una resisten constituía su fundamento. Aquella explicaba y determinaba la
cia en psicoterapia» (Fairbairn, 1943, págs. 68-9). patología futura de la personalidad. Fairbairn pasó entonces a
exponer una categorización sistemática de condiciones, que to
Consideró aquella situación original como una experiencia que maba por base escisiones dentro del yo y del objeto. Klein reco
«no es tanto culpable cuanto simplemente "mala"» (Fairbairn, gió esta tesis, y estuvo de acuerdo en que la esquizofrenia se re
1943, pág. 63). Klein llegó a la conclusión de que este distingo feria a la experiencia de una psique despedazada. Pero -debió
era correcto: de preguntarse-, ¿cómo llega a experimentarse despedazada?
Klein quedó impresionada, y en ese mismo momento se determi
«Si los miedos persecutorios son muy intensos, y por esta razón nó a incorporar esto en un marco genuinamente kleiniano. Ad
(entre otras) el infante no puede elaborar la posición esquizo virtió que no había prestado suficiente atención a los primerísi
paranoide, también resulta impedida la elaboración de la posi mos meses de vida, puesto que había situado el comienzo de la
ción depresiva» (Klein, 1946, pág. 2). posición depresiva en el segundo trimestre del primer año.
Se podía decir que Klein había capeado los ataques dirigidos
Estados esquizoides: Alejado del resto de la comunidad psico a sus puntos de vista a comienzos de la década de 1940 [véase
analítica, Fairbairn vivia y trabajaba en Escocia, pero había sido POLEMICAS], pero el resultado era un empate, desafortunado pe
influido por el trabajo de KIein sobre los estados paranoides [véase ro estable. No había razón para esperar que otros analistas aje
FAIRBAIRN]. Sin embargo, sostuvo que la posición paranoide no nos a su grupo se metieran con sus ideas; se limitó entonces a
era una mera defensa frente a la posición depresiva [véase DE seguir adelante retomando su antiguo interés por la psicosis. An
FENSA PARANOIDE FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRESIVA]. Argumentó tes se había tratado de niños y de sus estados de pensamiento
en favor de la importancia de procesos que escinden al yo, y se inhibidos y fragmentados (Klein, 1930, 1931). Siempre había in
pronunció contra el relativo descuido en que habían caído lahis sistido en el miedo paranoide que inhibía el desarrollo del pensa
teria y los mecanismos de disociación, que constituyeron el suelo miento y de la simbolización. Así, sin abandonar la importancia
original del psicoanálisis. Insistió en los esquizofrénicos y en los de la posición depresiva, coincidió con Fairbairn en que el co
estados esquizoides, por oposición a la afección maníaco-depre mienzo de esta dependía de una adecuada reelaboración previa
siva, que habia acaparado la atención (Abraham, 1911, 1924; de otro tipo de angustia, que no era depresiva. Admitió también
Freud, 1917): que esto concernía a mecanismos esquizoides, y atribuyó un pa
pel primordial al mecanismo de la escisión. En consecuencia, acep
«Se verá que algunas de las conclusiones que presento en este tó el aporte de Fairbairn combinando la «posición esquizoide»
trabajo coinciden con las conclusiones de Fairbairn, mientras que enunciada por este con su propia expresión «posición paranoide»
otras difieren fundamentalmente. En lo principal, Fairbairn con" para producir la denominación clara, aunque un poco farragosa,
sidera las cosas desde el ángulo del desarrollo del yo en relación de «posición esquizo-paranoide».
con objetos, mientras que mi enfoque toma sobre todo el ángulo
de las angustias y sus vicisitudes ( ... ) Su particular insistencia RASGOS DE LA POSICION ESQUIZO·PARANOIDE. Esta presen
en la relación intrínseca entre histeria y esquizofrenia merece taba cierto número de rasgos, que Klein expuso en términos clí
plena atención. Su término "esquizoide" sería adecuado si se en nicos:
tendiera que abarca tanto miedo persecutorio como mecanismos
esquizoides» (Klein, 1946, pág. 3). (1)La fragmentación y el instinto de muerte. Klein pudo aceptar
la crítica de Fairbairn porque habia acertado con una idea ele
La esquizofrenia, en opinión de Fairbairn, se comprendería me gante: la experiencia de estar despedazado acaso se relacionaba
jor si se la refiriera más a la histeria y a los fenómenos disociati con el trabajo del instinto de muerte en el interior del yo. Esto
204 205
le sugirió buscar más pruebas clínicas del instinto de muerte en formado ya a partir de un objeto interno bueno seguro, y con
el análisis de los pacientes más perturbados, los esquizofrénicos la ayuda de este. Por lo tanto, el apartamiento del instinto de
desintegrados. Pasó entonces a investigar la hipótesis con la ayuda muerte no es el suceso primario que dé existencia al yo, sino que
de sus discípulos que trataban a esquizofrénicos [véase GRUPO tal vez consista en un proceso continuado de apartamiento y es
KLEINIANO; PSICOSIS]. cisión, pero que también puede no producirse.
Con anterioridad, Klein había aceptado la hipótesis de Freud
(2) El yo temprano. El yo, al comienzo, alterna entre estados de de un apartamiento primario del instinto de muerte, con una es
integración y desintegración: ,o( ..• ) el yo temprano en gran me cisión del ello [véase 7. SUPERYO]. Así consiguió abandonar el psi
dida carece de cohesión, y una tendencia hacia la integración coanálisis clásico mientras se aferraba a Freud, en una habilido
alterna con una tendencia hacia la desintegración, el despedaza sa pirueta. Para ello, había proporcionado pruebas clínicas acer
miento» (Klein, 1946, pág. 4). Después Bick (1968) describiría es ca del instinto de muerte. La descripción de la posición esquizo
to mismo a partir de la observación directa de infantes en su pri paranoide aporta nuevas comprobaciones del instinto de muerte
mera semana de vida [véase IDENTIFICACION ADHESIVA]. Mientras introduciendo los detalles de los primeros momentos del yo. La
que el análisis clásico considera el yo como un órgano que procu angustia temprana es «( ... ) un miedo de aniquilación (muerte)
ra descarga de las tensiones instintuales en alguna forma de sa y adopta la forma de un miedo de persecución ( ... ) experimen
tisfacción, y que admite una descripción objetiva en términos de tado como un miedo de un objeto avasallador incontrolable ( ... )
su estructura y su función, Klein lo vio bajo una luz diferente: la angustia de ser destruido desde adentro» (Klein, 1946, págs.
la de su función de vivenciarse a sí mismo. Y como era caracte 4-5).
rístico en ella, expuso esto en los términos de las fantasías del La experiencia de la propia psique en pedazos, sostuvo Klein,
yo de luchar con angustias vivenciadas en el curso de sus rela- . tiene alguna relación con la acción del instinto de muerte en el
ciones con objetos. mundo interno. Tal vez dependa de cierto grado de fracaso en
Desde muy temprano, se atribuyó a los estados de persecu el apartamiento del instinto de muerte hacia afuera. Terminó por
ción y paranoia en niños pequeños una importancia considerable afirmar que se trata de una angustia primaria que está en la base
en el progreso relativamente parejo (o desparejo) del desarrollo. de todas las demás angustias; de hecho, se trata precisamente
Searl (1932), una de las colegas más próximas a Klein en esa épo de aquella angustia suscitada por la acción del instinto de muer
ca, explicó que tales estados mentales podían originar una «( ... ) te: un objeto amenaza aniquilar al yo desde adentro [véase 8.
tendencia a producir formaciones yoicas tempranas y anticipa SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS].
das, por ejemplo en el caso del niño precoz, que empobrecen la Esto difiere de exposiciones anteriores de Klein sobre la si
vida libidinal precisamente porque están al servicio de una re tuación de angustia temprana, en las que había adoptado con en
ducción de sentimientos y s~nsaciones de tensión» (Searl, 1932, tusiasmo la idea de Freud y utilizado su propio material clínico
pág. 346). Describió el fenómeno de un niño que eliminaba sus para dotársela de contenido; después (en 1927) consideró que la
estados de sentimiento ,i( ... ) volviéndose imperturbable y duro» .' angustia derivaba de las incursiones sobre el cuerpo de la ma
(pág. 334). Con esto, SearI presagiaba las exposiciones que pro dre, perpetradas en la fantasía, y de la temida retorsión en espe
ducirían Klein en 1946 y Bick en 1968. cie de la madre o de sus contenidos dañados. Es este un conteni
do específico de la angustia, que se conecta con impulsos genita
(3) La angustia. El yo lucha por mantener su propia integridad les, y que en esa época Klein veía integrado en el complejo de
frente a sus experiencias penosas de objetos que amenazan ani Edipo ortodoxo. En 1932, adoptó la hipótesis de Freud del apar
quilarlo. Klein partió, en consonancia con esto, de la experien tamiento hacia afuera del instinto de muerte, y la reintroyección
cia del yo dividido, la angustia de ser dividido en pedazos. Modi temida de un perseguidor interno. Fue en 1946, con su defini
ficó en consecuencia la tesis de Freud de que el primer acto del ción de la posición esquizo-paranoide, cuando introdujo la expe
yo es apartar el instinto de muerte. Aunque le rindió tributo de riencia del instinto de muerte, en los términos de fantasías de
labios para afuera, indicó que una proyección adecuada del ins objetos que amenazan con la muerte desde adentro, y que pre
tinto de muerte sólo puede ser consumada por un yo que se haya sentan cualidades pregenitales sádicas tanto como edípicas.
206 207
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(4) La ausencia de angustia. Con frecuencia, el paciente esquizoi, . PENSAMIENTO; VINCULACION). El concepto de narcisismo negativo
de o esquizofrénico, atascado en mayor o menor medida en la de Rosenfeld, que él expuso en términos clínicos como la mani
posición esquizo-paranoide, aparenta experimentar escasa o nin festación de un objeto mortífero interno, semejante a una banda
guna angustia, y aun carecer de. sentimientos. Klein (1946) de mafiosa, representa una similar amenaza activa de procedencia
mostró que esto no significaba su efectiva ausencia, sólo que era interna (Rosenfeld, 1971) [véase NARCISISMO; PERVERSION].
extremo el método aplicado para eliminar la angustia. Es decir,
esta era proyectada a otra parte, y el sujeto quedaba en aparien (5) La primera introyección. Antes de 1946, Klein seguía a Freud
cia desafecto y emocionalmente vacío. Esto fue confirmado por y consideraba el primer acto del yo como una proyección; el ins
las observaciones de Segal (1956), quien demostró que la depre tinto de muerte era proyectado hacia afuera, a lo cual sucedía
sión presente en el esquizofrénico de hecho no aparecía en el el riesgo de introyectar un perseguidor terrorífico y atormenta
esquizofrénico mismo sino, invariablemente, en el analista (Klein, dor. Pero en 1946 presentó las primeras introyecciones bajo una
1960). La comprensión de ese estado en que faltan los afectos, luz diferente: resultaron mucho más primitivas. Sobre la base de
y en que de manera similar se echan de menos aspectos de la la importancia atribuida al objeto interno bueno, que ella había
trasferencia, ha tenido una influencia importante sobre la técni elaborado en su concepción de la pOSición depresiva, expuso la
ca kleiniana para el tratamiento de pacientes adultos psicóticos introyección del objeto bueno y amado como una actividad pri
y fronterizos [véase lo TECNICA) y también sobre la teoría de la maria destinada a crear un objeto interno bueno que pase a cons
psicodinámica de grupos, en especial los grandes [véase SISTEMAS tituirse en el foco del yo frágil, un foco en torno del cual este
DE DEFENSA SOCIALES). pueda integrarse:
Dominio sobre la angustia persecutoria: La posición esquizo «El primer objeto interno bueno opera como un punto focal en
paranoide es la lucha por obtener y mantener un apartamiento el yo. Contrarresta el proceso de escisión y dispersión, contribu
adecuado del instinto de muerte, a fin de ponerse a salvo de ser ye a la cohesividad y la integración, y concurre a la formación
despedazado. Lo que expuso Klein fueron diversos estados del del yo» (Klein, 1946, pág. 6).
yo en que la preocupación dominante era si este se encontraba
despedazado o no. Indicó que el yo se divide a sí mismo de mane El objeto bueno integrador: Estados alternados de integración y
ra activa: desintegración se conectan con la aparición y desaparición del
objeto externo bueno. Estados de frustración se desarrollan con
«( .•. ) ciertos procesos activos de escisión en el interior del yo la pérdida del objeto bueno introyectado, y sólo se mitigan cuan
[pueden) ocurrir en una etapa muy temprana [y ellos llevan a] do se le presenta al infante un objeto externo bueno que pueda
( .. ,) la angustia primaria de ser aniquilado por una fuerza des seguir introyectando. El objeto que el infante necesita al comienzo
tructiva interior, donde la respuesta específica del yo es frag es uno capaz de amparar o contener sus experiencias [véase CON
mentarse en pedazos o escindirse» (Klein, 1946, pág. 5). TENIMIENTO; ENSOÑACION]. Bick (1968) fue todavía más categóri
ca al afirmar que el primer acto del yo es una introyección: la
En cuanto al suicidio, puede representar la acción del instinto de un objeto que brinda una aptitud para reunir cosas interna
de muerte en que el yo se ataca a sí mismo. Es también una de mente de suerte de impartir el primario sentimiento de sí [véase
fensa frente a los objetos internos malos y el self malo, que los
destruye por la destrucción del yo como un todo.
Con posterioridad, Bion (1957) demostró la presencia de este lA" introyeccián omnipotente en la posición esquizo-paranoide:
proceso activo de escisión en un material clínico extraído de ca Es importante distinguir entre la introyección del objeto bueno
sos de esquizofrénicos; puso de manifiesto, en particular, la des en la posición esquizo-paranoide -que llega a ser el núcleo del
trucción activa de su aparato perceptual, porque este les presen yo, cohesionándolo- y la introyección del objeto bueno en la po
ta su propio dolor, que los pacientes no pueden tolerar (dan muer sición depresiva, donde es amado:y cuidado por un yo que está
te al mensajero que trae las malas noticias) [véase PSICOSIS; en relación con él. La diferencia es producto de la cualidad de
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la introyección. Cuando esta se consuma en la fantasía con
va de los impulsos anales y uretrales y supone expeler sustancias
cuota de omnipotencia (Rosenfeld, 1964), sobreviene una
peligrosas (excrementos) del self al interior de la madre" (KleÍn,
ción de la frontera entre el yo y el objeto interno, que es poseído
1946, pág. 8).
por el yo Simplemente como una parte del self. La posición de.
presiva señala un eclipse de esta disolución narcisista omnipo.:.
Estos son los mecanismos de introyección y proyección expresa
tente de las fronteras del yo, y los objetos se experimentan de
dos en términos de experiencias de fantasía.
manera más realista como una totalidad independiente [véase
NARCISISMOJ.
Identificación proyectiva: El interés dominante de Klein recayó
Con frecuencia el yo se debilita mucho por la escisión y se
sobre la violenta expulsión de excrementos. En asociación con
vuelve incapaz de introyectar y hacer identificaciones adecua..
estas proyecciones violentas, la escisión del yo tiene por resulta
damente. Como consecuencia, se generan objetos internos no asi
do la expulsión concomitante de partes malas, desapropiadas, del
milados [véase ASIMILACION]; además, fantasías omnipotentes de
self:
incorporación pueden traer consigo una agresión considerable y
tener por resultado la pérdida de todos los objetos internos no
«Junto con estos excrementos dañinos, expelidos con odio, par
dañados [véase VORACIDADJ. La introyección puede sufrir de he
tes segregadas del yo son también proyectadas sobre la madre
cho un gran deterioro en esta posición, a causa del miedo de in
o, como preferiría decirlo, en la madre. Estos excrementos y par
troducir objetos buenos en un mundo interno desastrosamente
destructivo. tes malas del self están destinados no sólo a dañar sino también
a controlar el objeto y tomar posesión de él. En la medida en
que la madre llega a contener las partes malas del self, no se la
LOS MECANISMOS DE DEFENSA EN LA POSICION ESQUIZO.
siente como un individuo separado sino como el self malo ( ... )
PARANOIDE. La crítica de Fairbairn había consistido en que Klein
insistía demasiado en la depresión y además seguía a Abraham Esto conduce a una particular forma de identificación que esta
en su interés por los mecanismos obsesivos y los estados maníaco blece el prototipo de una relación agresiva» (Klein, 1946, pág. 8).
depresivos. Tras haber dado por supuesto en sus primeros traba
jos (de la década de 1920) que las defensas específicas frente al Yen este punto del texto se agregó en 1952 la oración «Sugiero
sadismo y la angustia paranoide eran obsesivas, Klein empezó para estos procesos el término "identificación proyectiva"». La
a comprender que existía toda una clase de mecanismos de de intención de esta forma de proyección es diversa, pero de mane
fensa primitivos de índole muy diferente [véase 9. MECANISMOS ra invariable incluye un control violento del objeto; los resulta
dos son síntomas psicóticos severos y el sentimiento profundo
DE DEFENSA PRIMITIVOS]. Todavía en 1940 intentaba descubrir un
de un yo vaciado o debilitado, que produce despersonalización
lugar para los mecanismos obsesivos en su diseño de la posición
depresiva. Pero después parece haberles restado toda importan [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA].
cia y, en años recientes, los kleíníanos han llegado a considerar Esta agresión prototípica es comprometida porque «( ... ) si este
la neurosis obsesiva como una manifestación particular y tardía proceso proyectivo se lleva adelante con exceso, se tiene la im
de algunas de las defensas maníacas de dominio y control. presión de haber perdido partes buenas de la personalidad» (Klein,
1946, pág. 9). En especial si las partes buenas del self se han per
Fundamental para la posición esquizo-paranoide en su con
210
211
del cuerpo de la madre, en fantasías de control agresivo, latroci básico de la aptitud para la empatía (ponerse en la piel del otro).
nio y despojo [véase 6. FASE DE FEMINIDAD]. De suerte que la historia del pensamiento kleiniano, desde me
El yo queda entonces segregado y disperso, no sólo dentro de diados de la década de 1950 en adelante, ha consistido en buena
su propio mundo interno, sino también en el mundo externo. En parte en la elaboración del concepto de identificación proyecti
este, ahora, semejan el yo unos objetos que contienen, según se va [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA] y, en menor medida,
cree en lo sucesivo en la fantasía, la parte del self que ha sido del concepto de envidia [véase 12. ENVIDIA].
expelida. El odio con que el objeto es de esta manera atacado
hace sentir al yo que sus partes están en peligro, y esto aumenta Otras formas de identificaci6n: En la década de 1970, sobre la
sus estados de angustia. Como resultado de tal fragmentación del base de observaciones minuciosas de la interacción madre-bebé
. yo, este siente que es el más débil. Aunque estos procesos ocu a partir del alumbramiento, se elaboró la noción de adhesión o
rren en la fantasía, la convicción con la cual se los sostiene, y identificación adhesiva (Bick, 1986; Meltzer, 1975) [véase IDEN
la incapacidad del infante para examinar de algún modo la reali TIFICACION ADHESIVA].
dad de él mismo y de otros, tiene por consecuencia que el yo Bleger, un kleiniano sudamericano, describió (Bleger, 1971)
de hecho resulte 'afectado por la fantasía como si todo aquello una posición que es anterior a las posiciones esquizo-paranoide
hubiera ocurrido: en términos de Freud, sobreviene una «altera y depresiva (véase Amati, 1987, para la única exposición que exis
ción del yo» (Freud, 1940) [véase OMNIPOTENCIA]. Así, la disper te en lengua inglesa hasta el presente de las concepciones de Ble
sión en la fantasía se cónvierte, en efecto, en una realidad, una ger), pero que sobrevive en forma de núcleos (núcleos aglutina
realidad psíquica o emocional. El yo queda debilitado por la pér dos). Estos son aglutinados en el sentido de que afectos e impul
dida de sus partes. Esto puede dificultar el manejo de las intro sos en conflicto son indiferenciados y, por consiguiente, no
yecciones, que tal vez parezcan dominar por completo un yo ahora conflictivos. Tales núcleos aglutinados pueden ser depositados
debilitado dentro de su propio mundo interno, que puede creer en el mundo externo (no en un objeto, puesto que no existe un
que es una mera cáscara destinada a contener un objeto ajeno, objeto distinguido cabalmente, aunque parece haber un mundo
lo cual lo hará sentirse avasallado y «subordinado compulsiva fuera del self). Esta acción de depósito en modo alguno es una
mente» incluso al objeto interno bueno. En estas descripciones, identificación proyectiva, puesto que no existe objeto en el que
muchos procesos se asemejan, sin ninguna duda, a los estados proyectar y con el cual identificarse. Tal vez se asemeje al escu
de identidad bizarros de que adolece el paciente esquizofrénico rrimiento en un espacio vacío descrito por Bick (1968), y la idea
[véase PSICOSIS]. de unos sentimientos indiferenciados parece afín a las exposicio
nes de Rosenfeld de la confusión de la libido con impulsos des
ELABORACIONES POSTERIORES. En las últimas cuatro décadas, tructivos en la envidia primaria.
se asistió a un denodado empeño por mantener vivo y con pleni
tud de sentido el concepto de .identificación proyectiva)). Aun RESPUESTAS A LA TEORIA DE LA POSICION ESQUIZO·
que en el pensamiento y la exposición de Klein la angustia perse PARANOIDE. Por la época en que Klein elaboró la noción de la
cutoria era el rasgo distintivo de la posición esquizo-paranoide, posición depresiva, la mayoría de sus críticos habían dejado de
la identificación proyectiva ha terminado casi por suplantarla en estar atentos a su obra. Por eso, cuando pasó de aquella a expo
ese papel. Esta tiene una importancia particular porque abarca. ner la posición esquizo-paranoide, muy pocos -fuera de su pro
los estados extravagantes de identidad confundida y desperso pio círculo - estaban en condiciones de hacer aportes. No obs
nalización que se observan en condiciones psicóticas o fronteri tante, Fairbairn, que había iniciado la discusión de la posición
zas. Las experiencias bizarras de los esquizofrénicos -no sólo su anterior, admite comparación. Fairbairn había afirmado de ma
desintegración, sino también la externalización de partes de su nera consistente que la posición depresiva era una extensión ló
propia psique en alucinaciones e ideas de autorreferimiento- se gica de la argumentación de Freud, pero que era un enfoque des
pueden abarcar con la expresión .identificación proyectiva». Es caminado. La organización oral de la estructura del superyó en
ta ha sido descrita para un número cada vez mayor de situacio mascaraba la posición previa, que se caracterizaba por la escisión,
nes, sin excluir la no desatinada tesis de que es el mecanismo y era una defensa frente a esta.
212 213
Sostuvo que los procesos introyectivos se emplean sólo en la (1924) "A short study of the development of the libido», en Selected
defensa, en lo cual su opinión difería de la de Klein; afirmó, en Papers on Psycho-Analysis, págs. 418-501.
Amati, Sylvia (1987) .Some thoughts on torture», Free Assns. 8: 94-114.
consecuencia, que sólo el objeto «malo» es internalizado. Insistió Bick, Esther (1968) «The experience of the skin in early object relations»,
entonces en la importancia del destino interno del objeto malo
Int. J. Psycho-Anal. 49: págs. 484-6.
a manos de la escisión. En esto difiere radicalmente de Klein, (1986) «Further considerations on the function of the skin in early
quien pensaba que el desarrollo del yo era un proceso que de object relations», Br. J. Psychother. 2: 292-9.
pendía por entero de ciclos de proyección-introyección de los ob Bion, Wilfred (1957) .Differentiation of the psychotic from the non
jetos tanto «buenos» como «malos». psychotic personalities., Int. J. Psycho-Anal. 38: 266-75.
Fairbairn atribuyó a un ambiente inclemente los problemas Bleger, J. (1971) Simbiosis y ambig'ÜedCI,d. Buenos Aires: Paidós.
suscitados por los procesos de escisión temprana, y no tomó en Fairbairn, Ronald (1943) «The repression and the return of bad objects»,
cuenta el punto de vista de Klein sobre el conflicto innato, y por Br. J. Med. Psychol. 19: 327-41; reimpreso con correcciones (1952) en
lo tanto primariamente interno, suscitado entre los instintos. Es Ronald Fairbairn, Psycho-Analytic Studies of the Personality. Routled
to condujo a Klein a insistir mucho más en la fantasía, una orien ge & Kegan Paul, págs. 59-81.
Algunos miembros del grupo de Klein no aceptaron sus elabo SígrnundFreud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vol. 14, págs. 237-58. [«Duelo
raciones teóricas, y se alejaron. Winnicott, por ejemplo, si bien y melancolía», en Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu editores
admitía la importancia de la posición depresiva (1945), produjo (AE), 24 vols., 1978-85, vol. 14, 1979, págs. 235-55.]
una concepción enteramente diferente sobre el período tempra (1940) .Splitting of the ego in the process of defence». SE 23, págs.
no, en lá que volvía a la noción clásica de una fase de autoerotis 271-8. [«La escisión del yo en el proceso defensivo», en AE 23, 1980,
mo donde no existe distinción entre el self y el objeto. Lo llamó págs. 271-8.]
omnipotencia infantil primaria, y sostuvo que cualquier intru Heimann, Paula (1955) «A combination of defences in paranoid states»,
sión ambiental en ella produce una profunda distorsión del self. en Melanie Klein, Paula Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. New
La otra gran defección del campo kleiniano fue la de Paula Directíons in Psycho-Analysis. Tavistock.
manera acaso semejante al alejamiento protagonizado dos déca (1930) .The importance of symbol-formation in the development of
das antes por la hija de Klein, Melitta Schmideberg. Heimann nun the ego», en The Writings of Melanie Klein, vol. 1, págs. 219-32.
ca empleó la idea de identificación proyectiva y parece haber (1931).A contribution to the theory of intellectual inhibition», en The
tenido una concepción muy diferente acerca de las divisiones del Writings of Melanie Klein, vol. 1, págs. 236-47.
yo, basada en sus ideas sobre los objetos asimilados y no asimila (1932) Th.e Psycho-Analysis ofChildren, en The Writings ofMelanie
dos (según se exponen en Heimann, 1955). Klein, vol. 2.
(1940) «Mourning and its relation to manic-depressive states», en The
Identificación proyectiva: En años recientes se ha despertado Writings oi Melanie Klein, vol. 1, págs. 344-69.
un interés considerable por la identificación proyectiva fuera del (1946) .Notes on sorne schizoid mechanisms») en Th.e Writings of
Grupo Kleiniano. Como era de esperar, esto ha dado origen a un Melanie Klein, vol. 3, págs. 1-24.
(1960) .A note on depression in the schizophrenic») en The Writings
alto grado de variación del concepto, así como de simple confu
sión. En otra entrada de este diccionario intentamos desentra of Melanie Klein, vol. 3, págs. 264-7.
Abraham, Karl (1911) "Notes on the psycho-analytical investigation and bert Rosenfeld, Psychotic States. Hogarth, págs. 13-33.
treatment of manic-depressive insanity and allied conditions., en Karl (1954) .Considerations regarding the psycho-analytic approach to acute
Abraham (1927) Sélected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth, págs. and chroníc schizophrenia», 1m. J. PsYS;ho-Anal. 35: 138-40; reimpreso
137-56. (1965) en Psychotic States, págs. 117-27.
215
214
(1964) .On the psychopathology of narcissism: a clínical approach.,
Int. J. Psycho-Anal. 45: 332-7; reimpreso (1965) en Psychotic States, págs. 12. Envidia
169-79.
(1971) .A clinical approach to the psycho-analytic theory of the life
and death instinct: an investigation into the aggressive aspects of nar
cissism., Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
Searl, Mina (1932) .A note on depersonalization., Int. J. Psycho-Anal.
13: 329-47.
Anal. 37: 339-43; reimpreso (1981) en The Work ofHanna Segal. Nueva
CRONOWGIA
zophrenic.).
Gratitude).
~1 ¡1¡.
It.-'
. .. 216
217
cionado con la envidia. En esos pacientes, la fantasía de entrar existe una necesidad imperiosa e inmediata de mantener se
en un objeto «bueno» y devastarlo y arruinar sus contenidos es parados objetos .buenos» y .malos», lo mismo que los impulsos
muy destacada. Esta fantasía es una expresión primaria de un . buenos y malos del infante. Esta es una forma de escisión «nor
instinto: el instinto de muerte. Mientras que con anterioridad se mal)) que fracasa en las perturbaciones esquizofrénicas;
suponía que el instinto de muerte era desviado hacia afuera so
bre un objeto, acaso elegido de manera arbitraria, que se con (v) la intolerancia al estado de separación dependiente conduce
vertía en un objeto «malo» con intenciones hostiles hacia el suje a una tendencia hacia una confusión (fusión) con el objeto «bue
to, Klein describió un despliegue diferente de los impulsos del no», un proceso (identificación proyectiva) que presenta los ras
instinto de muerte. Ahora los consideró dirigidos hacia el objeto gos de la posición esquizo-paranoide: la dificultad de alcanzar un
"bueno)), con lo cual se presentaban confundidos los impulsos "bue sentimiento de realidad, y una estructura de personalidad po
nos» y «malos" y los objetos .buenos» y "malos)). Ese estado, por tencialmente narcisista.
el que el infante pasa inevitablemente, tiene que ser resuelto de
inmediato, pero el empeño de hacerlo se convierte en una lucha, Envidia yfrustración: Es importante distinguir esta fantasía de
que dura toda la vida, por distinguir entre lo bueno y lo malo atacar el objeto bueno, de entrar en él y devastarlo por ser bue
en uno mismo y en el mundo externo circundante. no, de otras formas de ataque y odio. No es el odio hacia un obje
to frustrante que mezquina lo que tiene, ni la violencia de senti
ENVIDIA PRIMARIA. En los comienzos de los análisis de pacien mientos hacia un rival que haya acaparado el objeto bueno.
tes adultos esquizofrénicos (realizados a fines de la década de
1930, yen la de 1940), se vio que los problemas y trasferencias Precursores. Abraham (1919) había presentado observaciones clí
que se encontraban eran los relictos de las primeras etapas de nicas de pacientes exasperantes que son incapaces de responder
la actividad psíquica, los primerísimos momentos de la vida. Klein a los esfuerzos y habilidades del analista y se obstinan en no de
siempre había aceptado las hipótesis de Freud sobre el aparta jarse asistir, y Klein había considerado originariamente la envi
miento del instinto de muerte al nacer, pero los analistas de es dia, desde el punto de vista teórico, como una manifestación de
quizofrénicos se vieron frente a una propensión, al parecer inna sadismo oral (Klein, 1929). Riviere (1932), en una exposición so
ta, al conflicto y a la confusión, por la que el objeto bueno es bre los celos, discurría sobre «( ... ) la envidia y la devastación
atacado a causa de su bondad. Este fenómeno se repetía una y del objeto», sin distinguirla con claridad de los celos. Horney (1936)
otra vez, de las maneras más primitivas, en las trasferencias de se había propuesto describir la envidia con algún detalle como
adultos esquizofrénicos crónicos (Rosenfeld, 1947, 1952; Segal, partícipe de la reacción terapéutica negativa [véase REACCIONTE
1950) [véase PSICOSIS RAPEUTICA NEGATIVA].
El concepto rondó el Grupo Kleiniano durante algún tiempo
Los rasgos de la envidia primaria: La entidad descrita por Klein antes que apareciera el trabajo sobre Envy and Gratitude (1957).
posee rasgos específicos que la distinguen de estados psíquicos En 1952, Rosenfeld empezó a investigar la idea. Expuso material
afines de frustración o rivalidad: clínico de detalle para demostrar la existencia de envidia prima
ria en un paciente esquizofrénico:
(i) la fantasía es innata;
«Dijo entonces: "El mundo es esférico", y prosiguió, decidida y
(ii) el ataque se dirige al objeto 4cbuenol> a causa de su bondad; tajantemente: "Aborrezco eso porque me siento incendiado por
adentro". Y agregó, como para explicarlo mejor: "amarillo", "en
(iii) consiguientemente, la conciencia de estar separado del obje vidia". Le interpreté que el mundo esférico me representaba,
to «bueno» que despierta envidia resulta intolerable. percibido como un pecho bueno) y que él aborrecía mi ser exter
no porque le despertaba envidia, a causa de que su envidia le
Esta constelación de rasgos conduce a otros dos: e
hacía sentir deseos de matarme incendiarme dentro de él mis
mo. Por eso no podía conservarme bueno y con vida, y sentía
218 219
que me tenía como algo malo y quemante adentro» (RosenfelQ¡ tinto de muerte, que se experimenta como un perseguidor [véa
1952, pág. 92). le 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE]. Era claro para Klein -y lo
comunicó vívídamente- que es mucho lo que puede fracasar en este
En 1952, Klein, en un comentario sobre la voracidad, c""'tnu"·...: proceso. Diversas formas de desequilibrio en los sistemas de pro
yecciones e introyecciones pueden dejar como secuelas desastro
«Mi trabajo analítico me ha demostrado que la envidia (en Has-propensiones de la personalidad a caer en la fragmentación
nación con sentimientos de amor y gratificación) se dirige en pri, y la psicosis en algún momento posterior de la vida (Klein, 1946).
mer lugar hacia el pecho amamantador. A esta envidia primaria El concepto de envidia estuvo destinado a mostrar la razón
se suman los celos cuando surge la situación edípica» (Klein" por la cual ciertos infantes adolecen de problemas de integra
1952a, pág. 79). dón. La respuesta, según Klein la descubrió, residía en la confu
sión innata de la cual el bebé no atinaba a salir. La envidia es
Advirtió también que la envidia, aunque característica de las pri la tendencia a establecer relaciones hostiles con el objeto bueno,
merísimas fases (las sádico-orales), es empero responsable de fon no con el perseguidor malo y temido. El que satisface los impul
mas de proyección en objetps, y expuso !-lOS libidinales resulta atacado, como si fuera por error, pero en
realidad porque es bueno. Esta confusión en las relaciones de
.( ... ) los caminos por los cuales las persecuciones internas influ1 objeto en el momento de nacer es genuinamente primordial, y
yen, proyección mediante, sobre la relación con objetos exter7 !-I~~ la considera dotación innata. Un potencial heredado especial
nos. La intensidad de su envidia y su odio [los de Erna] dejaban (IUe incline a confundir de esta manera los impulsos instintuales
ver de manera inequívoca que derivaban de la relación sádico~ acaso armonice con las comprobaciones acumuladas desde fuen
oral con el pecho de la madre» (Klein, 1955a, pág. 135). tes psiquiátricas en el sentido de que en la esquizofrenia existe
un factor genéticO [véase FACTOR CONSTITUCIONAL].
y en otro trabajo de ese año presentó la envidia como uno de. La envidia es, en consecuencia, uno de los varios factores que
los motores principales de las fantasías agresivas: «( ... ) estas emo. Klein consideró constitucionales. Esto no significa que sea inmo
ciones empujan a Fabian a apoderarse de los bienes, materialelil dificable, aunque es una crítica que se ha dirigido a este concep
y espirituales, de otras personas; lo conducen irresistiblemente to. Es notable en el esquizofrénico, en quien no ha sido modifi
a lo que he definido como identificaciones proyectivas» (Klein, (~ada. En cambio, en el curso del desarrollo normal el infante hu
1955b, pág. 154). Atribuyó a la envidia considerable importancia mano la modifica lo suficiente para poder nutrirse y desarrollar
como factor que promueve la identificación proyectiva [véase 13. una psique de evolución normal. Sólo en las perturbaciones men
IDENTIFICACION PROYECTIVA]. Lales graves esa modificación ha fallado, y en ciertos estados se
gregados se mantiene primitivamente activa.
Confusión primaria. La envidia fue uno de los últimos aportes
al esquema teórico de Klein. Derivó del trabajo iniciado con Su La lucha por el objeto bueno: Klein, sobre la base de la tendencia
ensayo sobre la posición esquizo-paranoide (1946) y de los esfuer a atacar el objeto bueno, estableció que el acto primero y nece
zos que hizo por tomar en serio el instinto de muerte y lo que sario del yo era discriminar entre estados psíquicos buenos y ma
significaba. Había tomado de Freud (1926) la idea del apartamien los y objetos buenos y malos. Esta es una forma de escisión que
to del instinto de muerte como un fundamento para su novedosa parece saludable, o sea, realizada sin excesivo odio. En los casos
teoría del superyó, y la severidad del superyó en el niño muy en que está presente un odio excesivo, esta forma de escisión
pequeño era una prueba clínica del instinto de muerte que se He ve perturbada Ypermanecen confusiones entre impulsos y ob
manifestaba como conciencia moral sádica (Klein, 1933) [véase jetos buenos y malos.
7. SUPERYO]. La introyección del objeto bueno, que de manera Si el infante no consigue que el objeto bueno quede a salvo
consistente proporciona satisfacciones básicas de los impulsos ti de ataques, no podrá introyectarlo adecuadamente, con seguri
bidinales, constituye el núcleo estabilizador del yo, que se inte dad y sin daño. No lo desenredará de objetos malos de los que
gra situando en su centro el objeto bueno y ahuyentando el ¡ns He ve precisado a escapar, y así arrancará con la incapacidad bá
220 221
222 223
y, al mismo ~iempo, castigarse a causa de ella» (Klein, 1957, pág.
sista de personalidad (Rosenfeld, 1987) [véase NARCISISMO; ESTRUC
218); (v) internalizaci6n voraz del pecho, con la consecuencia TURA].
de que «( ... ) en la mente del niño este pasa a ser su entera pose
sión, que controla por completo, con la sensación de apropiarse
Envidia y narcisismo: Klein dice poco en su trabajo (1957) acer
de todo lo bueno que le atribuye» (Klein, 1957, pág. 218); (vi)
ca de la estructura y los sistemas de fantasía del narcisismo. Po
la envidia puede ser proyectada: «Un método frecuente de de
ne el acento en los detalles de observación de las defensas, y
fensa consiste en despertar envidia en otros por el éxito, las po
a partir de esto es claro que expone una elaboración de la posi
sesiones y la buena suerte que uno tiene, invirtiendo así la situa
ción esquizo-paranoide. Puesto que se trata aquí de un estado
ción. (Klein, 1957, pág. 218); (vii) la soJocaci6n de sentimientos
del yo, es una posición narcisista (en efecto, Segal, 1983, la lla
de amor y la intensificacwn correspondiente del odio «( ... ) son mó .la posición narcisista»):
menos penosas que soportar la culpa que nace de la combinación
de amor, odio y envidia. Esto puede no expresarse como odio,
.El hallazgo del objeto se convierte en una experiencia radical
sino tomar el aspecto de indiferencia» (Klein, 1957, pág. 219);
mente frustrante sólo sí el sujeto desea ser el objeto en lugar de
(viii) por último, existe una defensa que opera de manera especí
tenerlo ( ... ) la intolerancia a las relaciones objetales implica en
fica para evitar que se elimine una división que hasta ese mo
vidia, y toda teoría que defina las relaciones objetales como frus
mento contrarrestó la envidia. Esta defensa fue descrita origi
trantes introduce subrepticiamente la envidia en la teoría» (Et
nalmente por Rosenfeld (1952), y constituye una «( ... ) actua
chegoyen et al., 1987, págs. 54-5) ..
cwn empleada para evitar la integración. (Klein, 1957, pág. 219;
véase también Rosenfeld, 1955). Un poco después, Segal (1962)
La envidia es un ataque a las relaciones objetales mismas, desti
expuso en detalle (ix) la segregaci6n de la envidia, que trae por
nado a preservar la omnipotencia y la idealización de sí [véase
resultado un vaciamiento del yo: se trata en realidad de una iden
tificación proyectiva. NARCISISMO], no simplemente un ataque al objeto a causa de su
conducta frustrante. «Envidia y narcisismo se relacionan estre
chamente como dos caras de la misma moneda. (Etchegoyen et
ELABORACIONES POSTERIORES. En el desarrollo posterior de
al., 1987).
la teoría kleiniana, la envidia ha sido desplazada a un segundo
término por la identificación proyectiva. No obstante, ha sido ob
Narcisismo negativo: En 1971, Rosenfeld expuso con detalle una
jeto de una considerable ampliación, aunque de hecho no hayan
considerable cantidad de pruebas clínicas del instinto de muer
existido aportes importantes fuera del Grupo Kleiniano. El tra
te que opera dentro de las relaciones objetales internas [véase
bajo de Joffe (1969) se refirió sólo a la obra de Klein y dejó de
NARCISISMO]. Describió un objeto interno semejante a una banda
lado elaboraciones posteriores.
mafiosa que dominaba e intimidaba a las mejores partes de la
personalidad y que idealizaba la agresión y la destrucción. Había
ConJusi6n entre el self y el objeto: Uno de los efectos más primi
descubierto este tipo de objeto interno (estructura) en pacientes
tivos e inmediatos de la confusión de impulsos hacia el objeto
fronterizos. Localizó una vida de fantasía concerniente a un con
~~bueno» es la disolución de los límites que separan al objeto del
flicto interno en que el instinto de muerte sigue siendo una fuer
self. La fantasía de envidia supone incursionar en el objeto y apo
za poderosa que idealiza las partes malas del self, sus impulsos
derarse de él con el fin de devastarlo (identificaCión proyectiva).
y sus objetos malos. Estos estados segregados de fenómenos cua
La omnipotencia incluida en esta fantasía destruye la condición
si psicóticos fueron ampliados por Sidney Klein (1980), quien ex
independiente del objeto y el dolor de envidiarlo. Rosenfeld (1965)
puso fenómenos autistas aun en pacientes neuróticos y los re
expuso esta confusión omnipotente de self y de objeto en diver
sas formas de perturbación grave. condujo a objetos internos que sobreviven como emparedados,
rO,deados por un caparazón [véase ESTRUCTURA]. Esta organiza
A medida que la destrucción del vínculo con un objeto exter
no «bueno» avanza en la fantasía, se genera un estado narcisis ción psicótica interna fue expuesta otra vez por Steiner (1982),
quien mostró la índole perversa de ciertos vínculos internos.
ta omnipotente que puede. persistir como una estructura narci
En un abordaje afín, Joseph (1971, 1975) describió manifes
224
225
.-....
taciones clínicas del instinto de muerte en la forma de perversio del estadio narcisista (hacia los dos años, según él cOI\Íetura). Dis
nes o, más precisamente, en la forma de una perversión del ca tinguió cuatro componentes yoicos: (O la aptitud de distinguir en
rácter (en contraposición a las perversiones sexuales) en que los tre sí mismo y objeto; (ii) cierta capacidad de fantasía; (iii) la ap
aspectos destructivos están solapados, a menudo ocultos bajo el titud de distinguir entre un cumplimiento de deseo fantaseado
disfraz de aspectos buenos del self y de relaciones objetales bue y una satisfacción alucinatoria (o sea, entre la realidad interna
nas. La índole perversa impregna la trasferencia y es en extremo y el mundo externo), y (iv) la existencia de una cualidad de sen
importante en pacientes gravemente perturbados. timiento duradera: «Deberíamos hablar quizá de una "organiza
ción de envidia" de carácter permanente o semi-permanente»
CRITICAS DE LA ENVIDIA KLEINIANA. Las críticas generales (pág. 540).
del instinto de muerte son aplicables al concepto de «envidia» [véa No es del todo correcto afirmar que .Joffe ha criticado el con
se 3. AGRESION]. No es de hecho verdadera la acusación de que cepto kleiniano . .Joffe equivocó la comprensión del concepto klei
los kleinianos han omitido responder'a esas críticas: «( ... ) su omi niano porque lo supuso relacionado con la frustración de impul
sión en responder a las críticas de estos conceptos demuestra su sos instintuales; en efecto, según él, lo envidiado es «( ... ) el pe
incapacidad de hacerlo o bien su dogmatismo» (Kernberg, 1980, cho que amamanta ( ... ) visto desde el nacimiento como si
pág. 41). Pruebas clínicas se obtienen en la observación de niños rehusara deliberadamente la satisfacción para su propio benefi
(Klein, 1952b; Bick, 1964, 1968, 1986) Y también en los psicoaná cio» (pág. 538). En realidad, la envidia es la devastación de algo
lisis (en particular, Riviere, 1936; Meltzer, 1963, 1973; Rosenfeld, bueno a causa de su bondad, y no porque frustre rehusando su
1971, 1987), sobre todo en lo que concierne a la reacción tera bondad: en análisis, a menudo porque el analista no ha rehusado
péutica negativa [véase REACCION TERAPEUTICA NEGATIVA]. su interpretación, sino que en efecto se la ha dado al paciente.
La tentación -a la que con frecuencia ceden los analistas .Joffe ha pasado por alto esta idea de una confusión de sentimien
,inexpertos- de atribuir todas las reacciones indeseadas a una tos malos hacia un objeto bueno.
reacción terapéutica negativa de envidia no es válida, como lo .Joffe ha demostrado con evidencia que el concepto kleiniano
han señalado en son de denuncia Kernberg (1969) y Greenson . de envidia no es compatible con el marco conceptual de la psico
(1974). Kemberg (1980, pág. 49) criticó con acrimonia la trasfe logía del yo, pero no ha elaborado una crítica desde una posición
rencia perversa que nace como consecuencia directa de la técni que lo pusiera en perspectiva. Es sólo cuestión de elegir entre
ca kleiniana. En respuesta, Rosenfeld (1987) ha intentado pro dos marcos generales. En verdad, desde 1946, aproximadamen
porcionar datos clínicos detallados que permitan distinguir reac te, la teoría kleiniana se ha apartado tanto de la psicología del
ciones negativas nacidas de errores de interpre~ación y una yo que resulta difícil para los que militan en uno de los campos
técnica defectuosa, de aquellas otras que surgen de un brote de aprehender los rasgos y matices importantes del marco concep
envidia. tual del otro campo y, en consecuencia, distinguir con precisión
.Joffe (1969) llevó a cabo un estudio cuidadoso de la envidia los puntos a partir de los cuales se han engendrado las diferen
y expuso el concepto desde un punto de vista clínico. Demostró cias. Por lo tanto, el diálogo fecundo entre los dos campos ha
que la idea de envidia constitucional ya había sido presentada tendido a desfallecer.
en 1921 (Eisler, 1921, quien reconoció una importante deuda con Entre los que se sitúan fuera del Grupo Kleiniano, el concep
Abraham, 1919). Pero .Joffe afirmó intransigentemente que el con to de «envidia» ha dado aliento a la creencia de que el psicoanáli
cepto es insostenible dentro del marco teórico por él empleado. sis kleiniano es profundamente pesimista. Puesto que la envidia
Desestimó los puntos de vista de Klein con el argumento de que es constitucional, se la supone inmutable, lo que inspira intentos
«envidia implica relaciones objetales y tiene que ocurrir después de reducirla a conceptos más simpátiCOS. Que los seres humanos
de la fase primaria del narcisismo». No es primaria sino, de he lleven la agresión y una destructividad gratuita en la raíz misma
cho, más un complejo de afectos que una pulsión unitaria innata de su naturaleza es una idea triste que a nadie le gusta. De he
en el ello: «Aunque ciertos elementos del ello son componentes cho, puede haber algo de verdad en la concepción de que Klein
indispensables de la envidia, su índole específica reside en la con era pesimista con relación a este trabajo:
tribución del yo,) (1969, pág. 540), Y el yo sólo aparece después
226 227
«Ella y yo dimos en reconocer la i~portancia de su envidia des [/nhibici6n, síntoma y angustia, en Obras completas, Buenos Aires:
tructiva hacia mí, y, como sucede siempre que alcanzamos estos Amorrortu editores (AE), 24 vols., 1978-85, vol. 20, 1979, págs. 7l-164.}
estratos profundos, pareció que allí se encontraban todos los ins Greenson, Ralph (1974) .Transference: Freud or Klein?», Int. J. Psycho
Anal. 55: 37-48.
cia, irrevocables e irremediables» (Klein, 1957, pág. 207). Horney, Karen (1936) .The problem of the negative therapeutic reac
Los que estaban habilitados para producir críticas informadas del Joffe, Walter (1969) .A critical review of the envy concepto, Int. J.
concepto de Klein de «envidia» -sobre todo Heimann y Winni Psycho-Anal. 50: 533-45.
cott- ya se habían apartado en medida considerable del pen Joseph, Betty (1971).A clínical contribution to the analysis of a perver
samiento kleiniano tras la introducción de la teoría de la posi sion» , 1m. J. Psycho-Anal. 52: 441-9.
ción esquizo-paranoide. Heimann nunca utilizó el concepto de (1975) «The patient who is hard to reach., en Peter Giovacchini, ed.
identificación proyectiva ni las ideas de escisión según se los des Tadies and Techniques inPsycho-Analytie Therapy, vol. 2. Nueva York:
cribió en la posición esquizo-paranoide, y no dejó versión alguna Jason Aronson, págs. 205-16.
publicada de su opinión sobre «envidia,). Winnicott, que había (1986) «Envy in everyday life»,Psycho-Analytic Psychotherapy 2:
13-30.
aceptado la importancia de la posición depresiva y del amor ha
Kernberg, Otto (1969) .A contribution to the ego-psychological critique
cia el objeto bueno, no estuvo de acuerdo con la insistencia de of the Kleinian School», Int. J. Psycho-Anal. 50: 317-33.
Klein en la destructividad en la posición esquizo-paranoide, em (1980) Internal World and Exterrial Reality. Nueva York: Jason Aron
pleó sólo escasamente el concepto de identificación proyectiva, son.
y parece haber disentido mucho con el concepto de «envidia. se Klein, Melanie (1929) .Personification in the play of children», en The
gún lo definió Klein. No existe exposición publicada de sus críti Writings qf Melanie Klein, vol. 1. Hogarth, págs. 199-209.
cas, pero al parecer, a su juicio, la envidia innata descuidaba la (1932) The Psycho-Analysis ofChildren, en The Writings ofMelanie
importancia del medio y del lazo singular madre-hijo (según in Klein, vol. 2.
forma Grosskurth, 1985, pág. 417). (1933) .The early development of conscience in the child», en The
Writings of Melanie Klein, vol. 1, págs. 248-57.
(1946) .Notes onsome schizoid mechanisms», en The Writings of
Melanie Klein, vol. 3, págs. 1-24.
Abraham, Karl (1919) «A particular form of f1eurotic resistance against
(1952a) «Sorne theoretical conclusions regarding the emotional life
the psycho-analytic method», en Karl Abraham (1927) Selected Papers
of infants», en The Writings of Melanie Klein, vol. 3, págs. 61-93.
on Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 303-11.
(1952b) "On observing the behaviour of young infants», en The
Bick, Esther (1964) «Notes on infant observation in psycho-analytic trai
Writings of Melanie Klein, vol. 3, págs. 94-121.
ning., Int. J. Psycho-Anal. 45: 558-66; reimpreso (1987) en Martha Ha
(1955a) .The psycho-analytic play technique: its history and signifi
rris y Esther Bick, The Collected Papers of Martha Harris and Esther
canee», en The Writings of Melanie Klein, vol. 3, págs. 122-40.
Biek. Perth: Clunie, págs. 240-56.
(1955b) .On identification», en The Writings of Melanie Klein, vol.
(1968) «The experience of the skin in early object relations», Int. J. 3, págs. 141-75.
Psycho-Anal. 49: 484-6; reimpreso (1987) en The Collected Papers of (1957) Envy and Gratitude, en The Writings of Melanie Klein, vol.
Martha Hams and Esther Bick, págs. 114-8. 3, págs. 176-235.
(1986) "Further considerations of the function of the skin in early Klein, Sidney (1980) .Autistic phenomena in neurotic patients», Int. J.
object relations», Br. J. Psychother. 2: 292-9. Psycho-Anal. 61: 395-402.
Eisler, M. J. (1921) "Pleasure in sleep and the disturbed capacity for Meltzer, Donald (1963) .A contribution to the metapsycology of cyclo
sleep., 1m. J. Psycho-Anal. 3: 30-42. thymic states», 1m. J. Psycho-Anal. 44: 83-96.
Etchegoyen, Horacio, López, Benito y Rabih, Moses (1987) «Envy and (1973) Sexual States of Mind. Perth: Clunie.
how to interpret it», 1m. J. Psycho-Anal. 68: 49-61. Riviere, Joan (1932) «Jealousy as a mechanism of defence», 1m. J. Psycho
Freud, Sigmund (1926) Inhibitions, Symptoms and Anxiety, en James Anal. 13: 414-24.
Strachey, ed. The Standard Edition of the Complete Psychologieal Works (1936) .A contribution to the analysis of the negative therapeutic reac
Sigmund Freud, 24 vols. Hogarth, 1953-73, vol. 20, págs. 75-175. tions» , Int. J. Psycho-Anal. 17: 304-2().
228 229
Rosenfeld, Herbert (1947) "Analysis of a schizophrenic state with deper
sonalization», en Herbert Rosenfeld (1965) Psychotic States. Hogarth, 13. Identificación proyectiva
CRONOLOGIA
to, etc. (Segal, Hanna, 1957, "Notes on symbol formation»; Bion, Wil
230
231
bernarlos y, en consecuencia, los proyectaba sobre él» (Rosen
contigua para que fuera portador de sus deseos agresivos
feld, 1947, pág. 18).
su padre ( ... ) Esta parte primitiva de su personalidad estaba
presentada en este caso por el tigre» (Klein, 1927, pág. 172).
Entretanto fueron apareciendo otros significados de «proyección».
embargo, sólo en 1946 el concepto recibió una definición
y se situó en su marco teórico [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARA.i Abraham: En 1924, Abraham formalizó una concepción de los
NOIDE]. En este punto, Klein describía la patología grave del
estados maníaco-depresivos basada en pruebas clínicas circuns
sarrollo yoico del esquizofrénico.
t.anciadas de- la existencia de ciclos de proyección seguidos de
Cuando Klein, en 1952, en Contributions to Psycho-Anaty:;'I,s,
una introyección de objetos recuperadora. La eliminación anal
reimprimió su trabajo de 1946, introdujo un agregado para pro
de objetos (en el caso típico, heces y lo que ellas representan)
poner la expresión «identificación proyectiva» como designacióI\
se convirtió en un aspecto importante para el desarrollo de la
de este proceso. Desde ese momento, el concepto de «identific~~
concepción de las relaciones objetales, sobre todo en Gran Bre
ción proyectiva» no hizo sino situarse cada vez más en el cent:l".o¡ t.aña, porque muchos analistas de Londres se habían analizado
de la escena del psicoanálisis kleiniano. Tras la muerte de Klein'l en Berlín con Abraham (James y Edward Glover, Alix Strachey;
ocurrida en 1960, los principales aportes producidos se volcaroll.'
y la propia Klein se instaló en Londres tras la muerte de Abra
a comprender este concepto en sus vastos alcances. En otro
ham). A consecuencia de esto, cuando en las décadas de 1920
gar examinamos los orígenes y el marco del concepto [véase 1
y de 1930 floreció la comprensión de las relaciones objetales en
POSICION ESQUIZO-PARANOIDE; PROYECCION]. En esta entrada
detalle, quedó consolidada la concepción de Abraham: la proyec
daremos los problemas que presenta la definición del término'jl'
oión en el' mundo externo de un objeto interno.
las principales elaboraciones dedicadas al empleo del conceptd
(con referencia a exámenes más amplios contenidos en algunas
Proyecci6n del supery6: Klein hizo considerables aportes a este
entradas generales), y también usos y críticas del concepto
tema en el curso de sus importantes estudios sobre la índole del
parte de no kleinianos.
juego y del simbolismo [véase 1. TECNICA; FORMACION DE SIMBO
_ La externalizaci6n en el mundo exterior se formuló al co
PROYECCION E IDENTIFICACION PROYECTIVA. En razón
mienzo por referencia a la externalización del superyó o partes
la larga historia de su uso en psicoanálisis, el término "proy
de este, porque en aquella época el mundo psicoanalítico se preo
ción» se ha confundido con el de «identificación proyectiva». cupaba por asimilar la nueva teoría de Freud (1923) del superyó
distingo entre estas expresiones suele representar un gran
[véase 7. SUPERYO]; por ejemplo, Klein afirmó acerca de George
terio para muchos de los que se aproximan a este tema por
(de seis años): ((Tres partes principales estaban representadas en
mera vez. La verdad es que históricamente las dos se han
lIusjuegos: la del ello y las del superyó en sus aspectos persegui
pleado en acepciones que se superponen para designar fenóme;'¡
dor y ayudante,~ (Klein, 1929, pág. 201).
nos que no se distinguen cabalmente [véase PROYECCION].
El empleo inicial del término proyección por parte de Freud
Self u objeto: En esa etapa, Klein se debatía por reunir la idea
denotaba el «( ... ) abuso del mecanismo de proyección a los fil
de Abraham de objetos que eran expelidos desde adentro con
nes de la defensa» (Freud, 1895, pág. 209 [pág. 249]); él expusd la teoría de Freud del superyó (el único objeto interno que Freud
la manera en que las representaciones de una persona puede~
reconocía). No obstante, su material clínico no era tan dócil: «( ... )
ser atribuidas a otra, lo cual crea un estado de paranoia. Un con¡
al arrojarlos [a unos juguetes] de esta manera fuera de la sala,
cepto muy similar aparece en Rosenfeld (1947) cuando describtl
Indicaba una expulsión tanto de los objetos dañados como de su
la proyección de los impulsos sexuales de una paciente:
propio sadismo» (Klein, 1930b, pág. 226). Lo proyectado, en con
Hecuencia, era tanto el objeto como una parte del self (su propio
«Toda su angustia giraba en tomo de si podría controlar los de
Hadismo).
seos y argumentos de él. Me repitió algunos de sus argumentos,
Hasta 1946, Klein tomó el destino del objeto como centro de
y era evidente que DeniS hacia las veces de los voraces deseos
HUS trabajos. Esto cobró mayor relieve en 1935, con la teoría de
sexuales de mi propia paciente, quien tenía dificultades para go.
232 233
la posición depresiva [véase 10. POSICION DEPa,ESIVA]. El destiné o puede permanecer como un objeto interno en apariencia dis
de partes del self no sobresalía en el pensamiento de Klein, tinto del yo y aun ajeno a este.
ta que Fairbairn se lo señaló. Desde ese momento, se conc' De esta manera, el yo y sus objetos se construyen a partir de
en la fragmentación del yo en procesos esquizoides, y en el diversos grados de mezcla e integración del self y del mundo ex
no proyectivo de los fragmentos [véase ll. POSICION ES\q/U1W terno. Las experiencias de aquellos, según sean parte del self o
PARANOIDE]. Se los podía considerar identificados con objetos estén internamente -o externamente- separados como objetos,
ternos a través de un proceso de proyección determinado, qué son muy fluidas y varían con el tiempo, lo que exige un análisis
ella denominó ,ddentificación proyectiva),. Escogió este términé constante del proceso de las relaciones objetales internas y ex
porque había existido un debate prolongado entre los mismos klei' ternas.
ruanos y partidarios de otras corrientes en torno de la relación·· La conclusión es que no existe un distingo claro entre proyec
entre la introyección y la variedad de identificación basada en ción e identificación proyectiva:
la incorporación [véase ASIMILACION]. La identificación proyecti;"
va parecía ofrecer la posibilidad de un significado simétrico. Nó «No me parece útil distinguir proyección de identificación pro
obstante, sus ramificaciones no han concretado esa esperanza. yectiva. A mi parecer, lo que hizo Klein fue sumar profundidad
En este punto pudiera ser tentador proponer el empleo del y sentido al concepto de Freud de proyección, en tanto señaló
término «proyección» en la acepción de Abraham de proyectar que es imposible proyectar impulsos sin proyectar una parte del
objetos, y de «identificación proyectiva» en la acepción de Klein yo, lo que supone una escisión, y, además, que los impulsos no
de proyectar partes del self. Pero esta solución fácil fracasa. se extinguen cuando son proyectados; entran en un objeto, y dis
En primer lugar, como lo deja en claro la cita trascrita (Klein, torsionan la percepción de este» (Spillius, 1983, pág. 322).
1930b, pág. 226), partes del yo (selO son proyectadas con el obje
to interno. Esto se destaca en la definición de Klein de la identi Ahora bien, Freud mencionó en ocasiones este aspecto más pro
ficación proyectiva: «Junto con estos excrementos dañinos, ex: fundo de la proyección. Refiriéndose al juego de los niños, en
pelidos con odio, son proyectadas también partes segregadas del un pasaje que sin duda influyó sobre KIein al comienzo de su obra,
yo» (Klein, 1946, pág. 8). En las ideas últimas sobre la identifica Freud expuso la manera en que los niños intentan reelaborar ex
ción proyectiva, en consecuencia, la proyección de un objeto periencias traumáticas: «En cuanto el niño trueca la pasividad
paz de contener una proyección es un prerrequisito para proyec" del vivenciar por la actividad del jugar, inflige a un compañero
tar una parte del self en el objeto externo [véase PIEL]. de juegos lo desagradable que a él mismo le ocurrió y así se ven
Aumenta la dificultad, en segundo lugar, la manera en que ga en la persona de este sosias» (Freud, 1920, pág. 17 [pág. 17]).
los objetos y el yo son construidos psicológicamente. Muestra así el camino por el cual una experiencia del sujeto es
trasferida para convertirse en la experiencia de un objeto (en
La construcción del yo y de los objetos: El desarrollo del yo se remplazo).
produce en buena medida por la introyección de objetos en él,
que llega a ser una integración, más o menos estable, de objetos La identificación proyectiva y la contratrasferencia: El recla
introyectados asimilados y que se perCiben pertenecientes al yo, mo de propiedad que hacen los kleinianos sobre el término .iden
que en gran medida está estructurado por ellos. Al mismo tiem tificación proyectivan contrasta con la extrema dificultad de acla
po, los objetos externos se construyen a través de proyecciones rar la manera de reconocer el fenómeno cuando se lo encuentra:
en el mundo externo de objetos que derivan en parte de una fan I,La descripción de estos procesos encuentra una gran dificultad,
tasía inconciente y, en parte, de experiencias previas de objetos. porque estas fantasías surgen en una época en que el infante to
Estos objetos del mundo externo se construyen por lo tanto, en davía no ha empezado a pensar en palabras» (Klein, 1946). Jo
cierto grado, a partir de aspectos intrínsecos del yo (fantasía in seph, por ejemplo, en diversos trabajos (1975, 1981, 1982) ha
conciente), junto con características reales de los objetos presen adoptado un modo de descripción que se basa en indicar el pro
tes y pasados. Esta amalgama, una vez introyectada, puede ser (~eso en el material clínico, por opo§ición al intento de obtener
entonces asimilada como una parte del yo [véase ASIMILACION], una definición; ningún conjunto de definiciones del color rojo,
234 235
para alguien que nunca lo ha visto antes, remplazará al acto correcta; en la segunda, se percibe ser una clase particular de
señalarle un objeto rojo. Joseph mostró el uso que un paciente persona en determinada situación emocional. Creo que el princi
puede hacer del analista, y el entusiasmo que le produce pal requisito es la posibilidad de sacudirse la engañosa sensación
airoso en ese uso. No se trata de un uso destinado a lograr de realidad que es concomitante de este estado» (Bion, 1961, pág.
el analista represente algo -una figura parental, etc.-, sino de 149).
un uso destinado a escapar de un vínculo comprometido con el ana-r
lista, que significa para el paciente el riesgo de sufrir experien~ Aunque se refería al analista que trabaja en un grupo, Bion in . '11;
cias penosas y una desestabilización de su estructura de perso" tentaba comunicar tanto la intensidad cuanto lo engañoso de la
nalidad. Tras informar sobre un intercambio dentro de cierto ma~ sensación subjetiva de recibir una potente identificación proyec
terial clínico, Joseph comentó: tiva. Sí bien el suyo es uno de los mejores intentos de describir
la identificación proyectiva, se trata de una sensación subjetiva
«Considero probable que haya cometido un error técnico al in que es más fácil apuntar que definir.
terpretar la fantasía de la vaca de manera tan completa o, me"
jor, prematura, por referencia al cuerpo de la madre; con elle IDENTIFICACION PROYECTIVA NORMAL Y ANORMAL. Bion
acaso di pie a mi paciente para creer inconcientemente que de (1959, 1962a, b) estableció que se trata de un concepto complejo
hecho conseguía arrastrarme a su excitante mundo de fantasía; y que se lo podía categorizar en identificación proyectiva normal
y así lo alenté en una proliferación de sus fantasías» (Joseph, 1975¡ y anormal. La diferencia depende del grado de violencia en la
págs. 215-6). ejecución del mecanismo .. Existen dos propósitos de alternativa
para la identificación proyectiva:
El analista, por un momento, fue tomado desprevenido e induci
do a comportarse como un analista, lo que el paciente enseguida (O uno consiste en evacuar de manera violenta un estado psíqui
disfruta en la forma de un dominio sobre el analista, porque Pu& .' co penoso, lo que conduce a la entrada forzada en un objeto, en
de creer que este se comporta en obediencia al .control de que la fantasía, en el afán de obtener un alivio inmediato y, a menu
lo hace objeto. Estos descuidos del analista, que lo llevan a do, con el designio de obtener un control intimidatorio del obje
juguete de las fantasías del paciente, pueden ser aprovechados to [véase OBJETOS BIZARROS; PSICOSIS], Y
está en definir lo que ocurre en el analista cuando, como en el Oi) el otro consiste en introducir en el objeto un estado psíquico,
paciente, eso no ocurre en palabras. Es difícil aprehender la como medio para comunicarse con él acerca de ese estado psí
desempeñar un papel, no importa cuán difícil sea discernirlo, en Omnipotencia y fusión: La evacuación y la comunicación se co
la fantasía de otro; o sentiría esa manipulación si no se encontra nectan con funciones defensivas diferentes y también con dife
ra en lo que en la consideración retrospectiva no puedo menos rentes efectos, producidos en la fantasía, sobre el objeto y el yo.
que denominar una pérdida temporaria de insight, una experien Lo que caracteriza a la forma patológica es la gran violencia y
cia de sentimientos intensos, pero que al mismo tiempo le pare omnipotencia con la que se lleva a cabo:
punto de vista del analista, la experiencia consta de dos fases «Cuandó Melanie Klein se refiere a una identificación proyectiva
estrechamente relacionadas: en la primera, se tiene la sensaci6n "excesiva", creo'que el término "excesiva" se debe entender
de que, comoquiera que sea, no se ha dado una interpretaci6n aplicado no sólo a la frecuencia con que se emplea la identifica
236 237
.~
ción proyectiva, sino también a una excesiva creencia en la om emocionales del infante. Esta respuesta concienzuda contenía un
nipotencia» (Bion, 1962a, pág. 114). elemento dé impaciente "No sé qué le pasa a este chico" . Mi de
ducción fue que a fin de comprender lo que deseaba el niño, la
El objeto deja de ser independiente (Rosenfeld, 1964b). Sobre madre trataba el llanto del infante como si no fuera sólo una de
viene una fusión del self con el objeto y esto representa, entre manda de su presencia. Desde el punto de vista del infante, ella
otras cosas, una defensa frente a la condición separada, la nece debió admitir en ella, y así experimentar, el miedo que hacía que
sidad y la envidia [véase 12. ENVIDIA]. el niño se sintiera morir. Este miedo era lo que el niño no podía
contener. Pugnaba por segregarlo de sí, junto con la parte de la
La identificación proyectiva como comunicación: Cuando ela personalidad donde residía, y proyectarlo en la madre. Una ma
boró la teoría de Klein del desarrollo del yo a través de ciclos dre comprensiva sería capaz de experimentar el sentimiento de
repetidos de introyección y proyección, Bion la hizo avanzar con espanto del que este bebé trataba de librarse por medio de iden
el discernimiento de que estos ciclos eran de identificación pro tificación proyectiva, y de conservar empero una visión equili
yectiva y de identificación introyectiva. Presentó su modelo ya brada. Este paciente se había visto frente a una madre que no
maduro en 1959: podía tolerar la experiencia de esos sentimientos, y que reaccio
naba negándoles el ingreso o, en otros casos, siendo presa de la
«Durante todo el análisis, el paciente recurrió a la identificación, angustia que resultaba de la introyección de los sentimientos ma
proyectiva con una persistencia indicadora de que nunca había los del bebé ( ... ) Para algunos, esta reconstrucción puede pare
sido capaz de valerse en medida suficiente de ese mecanismo; cer fantasiosa en exceso; para mí ( ... ) es la respuesta a cual
el análisis le brindó la oportunidad de ejercitar un mecanismo quiera que objete que se insiste demasiado en la trasferencia con
que lo había decepcionado ( ... ) algunas sesiones me llevaron a exclusión de una elucidación adecuada de los recuerdos tempra
suponer que el paciente creía que un objeto le negaba el empleo nos ( ... ) De esta manera, el vínculo entre paciente y analista,
de la identificación proyectiva (. .) el paciente consideraba que o infante y pecho, es el mecanismo de la identificación proyecti
yo negaba la entrada a partes de su personalidad Que él deseaba va» (Bion, 1959, págs. 103-4).
hacer reposar en mí ( ... ) Cuando el paciente pugnaba por librarse,
de miedos de muerte que sentía demasiado potentes para que Si el analista permanece cerrado o insensible, «El resultado es
su personalidad los pudiera contener, segregaba sus miedos y los una identificación proyectiva excesiva por parte del paciente,
ponía en mí, al parecer con la idea de que si se los dejaba reposar y un deterioro de sus procesos de desarrollo» (pág. 105).
allí el tiempo suficiente, serían modificados por mi psique y po En el esquizofrénico,
drían ser reintroyectados después sin peligro. En este caso, me
parece que el paciente había considerado ( ... ) que yo los eva «( ... ) la perturbación es doble. Por un lado está la disposición
cuaba con tanta rapidez que los sentimientos no eran modifica innata del paciente a una destructividad excesiva, alodio y la
dos sino que se volvían más penosos ( ... ) pugnó por introducir envidia; por el otro, el ambiente que, en el caso peor, niega al
los en mí con creciente desesperación y violencia. Su conducta, paciente el uso de los mecanismos de la escisión y la identifica
aislada del contexto del análisis, habría parecido una expresión ción proyectiva» (pág. 106).
de agresión primaria. Más violentas eran sus fantasías de identi
ficación proyectiva, más terror le causaba yo. Hubo sesiones en Bion describe perturbaciones tanto heredadas como ambientales
que esa conducta expresaba agresión no provocada, pero cito es de la identificación proyectiva normal.
ta serie porque muestra al paciente bajo una luz diferente; su El distingo entre psicótico y no psicótico fue importante. Klein
violencia era una reacción a lo que él apreciaba como mi posi había sido criticada con frecuencia por pretender que los niños
ción defensiva hostil ( ... ) la situación analItica instiló en mi men- í pasaban normalmente por un período de psicosis en su desarro
te la sensadón de presenciar una escena tempranísima. Me pare llo (Waelder, 1937; Bibring, 1947; Kernberg, 1969). El distingo
ció que el paciente había convivido en su infancia con una ma sirvió de clara refutación de esa crítica, y adujo rasgos clínicos
dre que respondía de manera concienzuda a las manifestaciones para deslindar entre (i) un empleo de mecanismos psicóticos en
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el desarrollo «normal~ y (H) el carácter psicótico de su empleo. (d) Expulsión de tensión por parte de alguien que ha sido trau
Los rasgos distintivos del empleo arwrmal, patológico, de la iden matizado cuando niño por intrusiones violentas.
tificación proyectiva (designada a veces como identificación pro
yectiva «masiva» o «excesiva.) son (H) Identificación proyectiva empleada con fines de comunica
ción.
(a) el grado de odio y violencia de la escisión y la intrusión;
(b) la cualidad de control omnipotente y, en consecuencia, fu (a) Un método para abrirse PflSO hasta un objeto al que se cree
sión con el objeto; distante.
(c) el monto de lo perdido del yo, y (b) Inversión del vínculo hijo/progenitor.
(d) la meta específica de destruir la percatación, en especial de (e) Identificación con similitudes encontradas en el objeto, con
la realidad interna. En contraste, la identificación proyectiva «nor fines narcisistas.
mal» persigue la meta de obtener comunicación y empatía, y de
sempeña su papel en la participación de la realidad social [véase (iii) Identificación proyectiva destinada a reconocer objetos e iden
EMPATIA1· tificarse con ellos (empatia).
LAS FANTASIAS DE LA IDENTIFICACION PROYECTIVA. Klein Consecuencias en la fantasía: Las identificaciones proyectivas,
tenía conciencia del problema que significaba encontrar un tér por ser una función de fantasía que interviene en la construc
mino: «La descripción de estos procesos primitivos tropieza con ción de la identidad del self y los objetos, traen consecuencias
una gran dificultad, porque estas fantasías nacen en una época importantes para las experiencias del individuo. La dislocación
en que el infante todavía no ha empezado a pensar en palabras» del self se experimenta de diversas maneras:
(Klein, 1946, pág. 8n), y esta preocupación sigue encontrando
eco: la identificación proyectiva «( ... ) podría, llegado el caso, (i) la escisión que está en su base comunica la sensación de estar
tener que cambiarse por algo así como una "identificación intru despedazado [véase ESCISION];
siva" con tal que alguien pudiera encontrar una designación que (H) la experiencia de un yo vaciado y debilitado mueve a la queja
expresara una función de fantasía tan alejada de la conciencia, de no tener sentimientos o ganas, Y a una sensación de futilidad;
salvo en los cuentos de hadas» (Meltzer, 1967, pág. xi). (jii) esta pérdida del yo se puede experimentar como una sensa
El problema ha.sido definido de otra manera, tal vez con más ción de no ser en definitiva una persona (despersonalización);
provecho: ~ddentificación proyectiva es una designación general (iv) la identificación con el objeto termina en una confusión con
para una cantidad de procesos distintos, pero relacionados, que otro;
se conectan con la escisión y la proyección» (O'Shaughnessy, 1975, (v) el yo puede tener la sensación de que se le han arrancado
pág. 325). Rosenfeld (1983), al cabo de una larga experiencia, partes por la fuerza, o sentirse aprisionado y controlado (claus
terminó por ensayar un catálogo de las clases de fantasías parti trofobia);
cipantes. Comprendía las siguientes: (vi) la identificación puede traer por resultado un aferramiento
singularmente tenaz al objeto donde se han localizado partes del
(i) Identificación proyectiva con propósitos defensivos tales co self;
mo librar al self de partes indeseadas. (vii) se generan angustias por haber dañado al objeto como con
secuencia de la intrusión y el control¡
(a) Intrusión omnipotente que lleva a la fusión o confusión con (viii) pueden sobrevenir angustias graves a una eventual retor
el objeto. sión del objeto a causa de la intrusión violenta;
(b) La fantasía concreta de vivir pasivamente dentro del objeto (ix) el destino del objeto en la identificación proyectiva patológi
(parasitismo). ca eS el destino del self perdido, que se puede llegar a percibir
(c) La creencia en una identidad de sentimiento con el objeto (sIm como ajeno y perseguidor [véase ESTRUCTURA].
biosis).
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ELABORACIONES POSTERIORES: 1952-1987. La comprensión
cisión del yo, que consistían en que diversas funciones y piezas
la identificación proyectiva condujo enseguida a una
de conocimiento no eran puestos en contacto entre sí. En un ca
sión mucho m~or de las experiencias del psicótico. Rosenfeld
so, conocer el tiempo que demandaba llegar hasta la casa del ana
(1952) expuso en detalle sesiones con un paciente esquizofrénif
lista no se conectaba con el conocimiento de la hora de la sesión,
co, e incluyó muchas referencias a la fantasía del paciente de
de modo que el paciente no podía partir con la antelación sufi
invadir al analista. Estas ideas se aplicaron también al análisis
ciente para ser puntual. En otro ejemplo (que ya citamos), la pa
de niños (RodrigUé, 1955). Ahora bien, desde mediados de la dé
ciente encontraba sus propios impulsos sexuales en un compañe
cada de 1950, la identificación proyectiva dio origen a una enor
ro, y los controlaba en él en lugar de hacerlo en ella misma.
me cantidad de elaboraciones radicales dentro de la teoría psi- .
coanalítica kleiniana. En 1956, Segal describió el proceso por el cual el esquizofré
nico proyecta depresión en el analista, lo que produce la deses
El alcance de estos descubrimientos ha dejado en la sombra
peración característica de los que están a cargo de esquizofréni
y aun eclipsado otras investigaciones. Es muy notable el descui
cos. Desde 1953, Bion empezó a estudiar esquizofrénicos con la
do relativo de ciertos problemas introyectivos (la introyección
forzada, por ejemplo). Consideremos por orden los puntos prin óptica de la perturbación de pensamiento que los aqueja. Demos
cipales del desarrollo: tró que el esquizofrénico escinde cierta parte del yo, el aparato
perceptual. Esto origina una forma patológica de identificación
proyectiva en que las funciones de percepción le parecen al es
Vinculación.
quizofrénico desempeñadas por objetos externos de su medio
Pensamiento.
[véase OBJETOS BIZARROS].
(iv) Formación de símbolo.
(v) Contenedores y cambio. (ii) Vinculación [véase VINCULACION]: Bion extendió la teoría de
(vi) Contratrasferencia. la esquizofrenia para convertirla en uno de los ataques generali
(vii) Identificación adhesiva. zados a la percatación; en especial, la percatación de la realidad
(viii) Estructura, y interna. La desconexión de pensamientos en la mente, según la
(ix) El contenedor social. describieron Rosenfeld y Segal, es un ataque activo a los víncu
los entre contenidos mentales. Bion lo comparó con la vincula
ción edípica; el ataque al vínculo entre contenidos mentales es
(i) Psicosis [véase PSICOSIS]: Klein se interesó por la psicosis casi
un ataque a la pareja parental experimentada como objetos
accidentalmente. Su urgencia en justificar la técnica del juego
partes. En su forma más básica, se trata de la vinculación de la
y la naturaleza del proceso de simbolización inherente a la pro
boca con el pecho, o de la vagina con el pene.
ducción del juego la llevaron a estudiar niños que no jugaban y
Bion consiguió establecer una teoría general de la vinculación
que tenían inhibida su aptitud de formar símbolos y emplearlos.
como una teoría de la psique como tal; en esta, las funciones de
Por este camino se encontró con la psicosis de niños, y reparó
pensamiento más elevadas se componen de elementos de cons
en su frecuencia (Klein, 1930a). Otros se interesaron también.
trucción emocional muy básicos, cuyo núcleo es el vínculo edípi
Melitta Schmideberg, la hija de Klein, se vio influida en este sen
co. En consecuencia, el pensamiento se basa en las fantasías, ex
tido desde temprano e hizo sus propios aportes (Schmideberg,
1931). perimentadas corporalmente, de la succión y del sexo [véase SA
BERINNATO]. Denominó este vínculo según una de sus propiedades
Pero las nuevas ideas sobre la escisión y la identificación pro
yectiva llevaron mucho más lejos. Rosenfeld fue el primero en claves - la de calzar un elemento dentro de otro- como la rela
informar sobre el análisis de un esquizofrénico en 1947. Este aná ción contenedor-contenido. Tomó en consideración el acoplamien
lisis comenzó hacia 1944-1945, un período en el que la propia to de los dos objetos, uno metido dentro de otro, y así empezó
a ampliar la idea de la identificación proyectiva hasta convertir
Klein escribía su trabajo sobre mecanismos esquizoides (Klein,
1946) mientras Rosenfeld se analizaba con ella. El y Segal (1950) la en una función muy ubicua [véase CONTENIMIENTO].
pusieron de manifiesto en la situación clínica los procesos de es En este punto, Bion consumó un tour deforce teórico que lo
condujo a un vasto examen de muy variados problemas en las
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esferas psicológica, filosófica, religiosa y social [véase BION;
~,Bion no hizo todo lo que habría podido para enlazar sus tres mo
cirá un tercero que sea más que una suma de las dos partes.
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de otro para producir un tercero que es destructivo de los tres»
traerme su deyección. El creía habérmela ofrecido de hecho» (Se (Bion, 1970, pág. 95).
gal, 1950, pág. 104). Con posterioridad (1957), ella sistematizó
con más claridad sus puntos de vista, y mostró que semejante Bion se había interesado durante mucho tiempo por el hecho de
confusión entre el símbolo y el objeto simbolizado es el resultad('\ que tanto la terapia como el pensar dependen de un cambio psí
de una identificación proyectiva. Esto coincide con aquella va:~¡ quico. El psicoanálisis se debe ocupar de las posibilidades Y con
riedad de identificación proyectiva que es llevada a cabo con om diciones del cambio. La actividad mental está contenida en un
nipotencia y violencia y que se propone eliminar la separación marco de pensamientos Y expectativas que él denominó conjun
[véase ECUACION SIMBOLICA]. ciones. En consecuencia, el cambio exige desestructurar las teo
rías contenedoras internas existentes, Y restablecer conjuncio
(v) Contenedores y cambio [véase CONTENIMIENTO]: La teoría del nes nuevas. Bion prefería pensar este proceso como un quebran
contenedor-contenido es un intento de elevar el concepto de iden to mental leve ("cambio catastrófico») que era seguido por una
tificación proyectiva a una teoría general del funcionamiento hu recuperación. La desestructuración es un proceso de fragmenta
mano: de las relaciones entre personas y entre grupos; de las re ción afín a las descripciones ofrecidas por Klein respecto de los
laciones con objetos internos; y de las relaciones dentro del uni problemas de la posición esquizo-paranoide, mientras que la rees
verso simbólico entre pensamientos, ideas, teorías, experiencias, tructuración se alinea con la posición depresiva. Se trata de osci
etc. La relación contenedor-contenido existe entre dos elemen laciones constantes a las que Bion dio la denominación de Ep-D
tos, uno que contiene al otro, con la producción, o algún otro [véase Ep-D].
tipo de relación, de un tercer elemento. Los atributos de esta
relación son diversos, y fueron estudiados en extenso por Bion (vi) Contratrasferencia [véase CONTRATRASFERENCIA]: La identi
(1970). El prototipo es la unión sexual, donde una parte es con ficación proyectiva normal ha dado origen a una comprensión
tenida dentro de otra. Sin embargo, no se restringe a la unión de la empatía y del efecto terapéutiCO del psicoanálisis. "Ponerse
sexual, sino que en el caso típico se puede tratar de un matrimo en el pellejo de otro» es una descripción de la empatía, pero es
nio que contenga a la actividad sexual. Está también el conteni también una fantasía del tipo de la identificación proyectiva: in
miento de significado en el lenguaje. cluirse uno mismo en la posición de otro.
Bion categorizó diversos tipos de relación continente-contenido El trabajo innovador de Heimann (1950) instó a tomar en se
y utilizó, de una manera algo desconcertante, dos distintos con rio la contratrasferencia. Esta es una respuesta específica al pa
juntos de categorías con alguna indiscriminación: ciente, Y en consecuencia puede funcionar como un instrumento
preferencial para investigar su psique. Esta notable idea fue re
(a) El primer col1iunto se compone de nHaciones que causan efec chazada por la propia Klein, quien desconfiaba de analistas que
tivo daño a uno u otro de los elementos de la relación. O el con pudieran, sobre esa base, atribuir todos sus sentimientos al pa
tenido es tan forzado que desgarra al continente, o el continente ciente. No obstante, se ha convertido en un pilar de la técnica
es tan fuerte e inflexible que constriñe "e ... ) por compresión o kleiniana después de Klein [véase 1. TECNICA]. El propósito es
denudación" al elemento contenido. Estas relaciones se contra que el analista llegue a recibir las identificaciones proyectivas
ponen a la relación en que cada uno promueve al otro con un del paciente (Money-Kyrle, 1956).
crecimiento mutuo. La teoría va más lejos y propone que el analista modifique
entonces aquella parte del paciente que él ahora contiene, por
(b) Por separado, Bion clasificó la relación como comensal, sim medio de una actividad mental directa propia, realizada dentro
biótica o parásita. Las define brevemente: de él mismo. Después de esto, re-proyectará (enunciandO una in
terpretación) en el paciente una forma modificada de la proyec
"Por "comensal" entiendo una relación en que dos objetos com ción. El paciente entonces tiene la ventaja de introyectar no sólo
parten un tercero para ventaja de los tres. Por' 'simbiótica" en esa parte de él mismo, sino también un aspecto del analista, la
tiendo una relación en que uno depende de otro para ventaja parte comprensiva de la psique del analista, que a partir de ese
mutua. Por "parásita" denoto una relación en que uno depende
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objetos ajenos, o cuerpos extraños [véase 5. OBJETOS INTERNOS; te una aplicación interpersonal. Jaques (1953), hace ya tiempo,
ASIMILACION] . describió estructuras sociales en función de identificaciones pro
El yo no se mantiene permanentemente en un estado de iden yectivas e introyectivas. Grupos enteros pueden elaborar siste
tificación con sus objetos. Esto varía de momento en momento,: mas de fantasía concordantes acerca de ellos mismos y su traba
según el contexto. En su trabajo, una persona puede identificar jo, y de otros grupos. Como ocurre en los individuos, los grupos
se fuertemente con un superior, mientras que de regreso a su pueden actuar de modo de absorber los estados psíquicos de un
hogar ese mismo hombre, cuando juega con sus hijos, acaso se individuo o de varios individuos. Los funerales son ocasiones en
identifique con su padre. La fluidez de esta estructura es acorde que el dolor de uno es compartido por varios. Es evidente que
con la adaptabilidad de las personas a su contexto inmediato. Esto un grupo que mantenga una solidaridad sobre la base de un ene
representa «el otro extremo de un continuo que parte de la frag migo externo común se proyecta, como grupo, en el enemigo.
mentación» (Orford, 1987). De manera similar, un grupo que sostenga su coherencia por la
Por un camino diferente, el yo puede tender a divisiones más común lealtad a un conductor único representa un estado de co
violentas. Así, diferentes cOI\iuntos de ideas o sentimientos pue sas en que los miembros proyectan colectivamente cualidades en
den existir de manera contemporánea e incompatible. Bajo es aquel; y un conductor triunfante responde con una proyección
trés, el yo tiende a desintegrarse, por lo común siguiendo las lí-c de cualidades complementarias que sus seguidores introyectan
neas de falla, por así decir, de los objetos que han sido asimila colectivamente y con las que después se identifican.
dos. Ahora bien, pueden producirse procesos de escisión más La identificación proyectiva fue de este modo ampliada por
activos, con una fragmentación considerable, y perturbaciones Jaques para poner de manifiesto el importante proceso de la co
del pensamiento y de todas las demás funciones [véase PSICOSIS]. hesión de grupo y la cualidad de ligamen tenaz de las lealtades
La estructura del mundo interno se ve fuertemente influida a grupos, desarrolladas por los miembros individuales. Esto ex
por vía de identificación proyectiva, si partes del yo se proyec~ plicaba el misterioso efecto del «contagio» en los grupos, que Le
tan en objetos externos. Esto da lugar a una estructura narcisis", Bon había expuesto y que Freud (1921) había referido al poder
ta en la que el yo se encuentra identificado con objetos exter~ del hipnotizador sobre su sujeto en trance. Aunque la explica
nos, que se considera que son el yo o una parte de este. ción de Freud no hacía sino remplazar un misterio por otro (el
El mundo interno puede llegar a estructurarse, en las pertur de la hipnosis), era posible continuarla mostrando que los proce
baciones de la personalidad fronteriza, con arreglo a los instintos sos de la identificación proyectiva e introyectiva son, precisa
primarios. Los aspectos negativos de la personalidad se reúnen mente, los que están en la base del hipnotismo.
y sustentan, como por obra de violencia, en la forma de una es
pecie de mafia (Rosenfeld, 1971). Esta estructura interna negati EMPLEOS NO KLEINIANOS y CRITICAS. A medida que el psi
va es una forma interna organizada y duradera de la reacción coanálisis en los Estados Unidos empezaba a perder terreno y
terapéutica negativa [véase REACCION TERAPEUTICA NEGATIVA; 12, consideración, se elaboraban aspectos nuevos de la psicología del
ENVIDIA]. Esta organización tiraniza a la personalidad y, en es~ yo. Un campo de interés se ciñó a la experiencia del «self»; tam
pecial, a sus partes buenas, que se suele percibir aprisionadas, bién las relaciones objetales atrajeron la atención (Greenberg y
intimidadas y desactivadas. A menudo esto se muestra en el he Mitchell, 1983). Esto ha llevado a que se tomara en cuenta la
cho de que la motivación para el tratamiento se vuelve oculta Escuela Británica de psicoanalistas, respecto, entre otras cosas,
o inconciente. La trasferencia toma un sesgo perverso, y se la de la «identificación proyectiva». Entretanto, el concepto era ex
usa como si fuera para bien, pero en realidad con fines retorci traído del marco general de la teoría kleiniana, para ser usado
dos destinados a arruinar el tratamiento y frustrar el cambio [véa en el marco teórico elaborado en los Estados Unidos.
se PERVERSION]. En este proceso se han descuidado muy diversos aspectos de
la identificación proyectiva: la particular variedad de identifica
(ix) El contenedor social [véase SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES]: ción proyectiva que se emplea, su propósito intrapsíquico espe
El empleo de Bion del concepto de identificación proyectiva pa cífico, si la proyección se produce con odio o no, el grado de om
ra describir una función de contenimiento entre personas admi nipotencia en las fantasías y, en definitiva, un descuido de la
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naturaleza fantasiosa de todo el mecanismo. El peligro es Como la identificación proyectiva es el proceso por el cual par
la fecundidad del concepto decline con rapidez si se convierlll tes del self se ven en el otro, no puede menos que depender del
en un comodín para designar cualquier fenómeno interpe.."nn<iH limite self-otro, y vigorizarlo en consecuencia. Por eso Kernberg
Por desdicha, el concepto de identificación proyectiva ha UC;lllU~ hizo intervenir la identificación proyectiva en el proceso a partir
trado ser una fuente de pensamiento confuso no menos potent61 del cual emergen en definitiva las fronteras del yo.
que el propio mecanismo.
Kernberg definió la identificación proyectiva como un meca
El desarrollo diferente del psicoanálisis en los Estados Unidos! nismo temprano basado en procesos de escisión; en cambio, la
[véase PSICOLOGIA DEL yo1 ha llevado a poner el acento en los ~. proyección depende de una defensa más tardía y refinada: la re
pectos adaptativos del yo y en los influjos interpersonales o cul~' presión. Otro distingo estuvo referido al aspecto «identificación»,
turales sobre el desarrollo. En consecuencia, la «identificación' que él presentó como un componente «empático» de la identifi
proyectiva» ha sido adoptada por su valor Como (1) descripciórt cación proyectiva; según su definición, esta «es una forma primi
de aquellos estados de fusión entre el yo y sus objetos que sé' tiva de proyección ( ... ) se establece "empatía" con el objeto
observan en pacientes psicóticos o fronterizos, o (2) concepto in'" , real sobre el cual se ha hecho la proyección, y esto obedece a
terpersonal que contribuye a la comprensión psicoanalítica de un esfuerzo de controlar al objeto» (Kernberg, 1975, pág. 80). La
los procesos adaptativos así como del influjo ejercido por el con",l proyección es la equivocada percepción del objeto, sin más com
texto social.
promiso con él. Así se ponía de relieve, en la identificación pro
yectiva, la cualidad de ser capaz de afectar el «interior» del obje
(1) El mecanismo intrapsiquico. El interés por la ulentíticación to y de hacerle sentir algo bajo el control del sujeto, lo que es
proyectiva como concepto intrapsíquico ha recaído en Particut similar a la insistencia de Klein en hablar de proyección en el
lar sobre el origen y desarrollo de las fronteras del yo a travp!il. objeto, por oposición a proyección sobre el objeto (Klein, 1946,
de las cuales se produce la identificación proyectiva. pág. 8n). Para Kernberg, la identificación proyectiva nace sólo
cuando la frontera del yo se ha formado; sostuvo que aquella,
Kernberg: Kernberg (1975) es quizás, entre los partidarios de ta, puesto que consiste en el proceso por el cual se ven partes del
psicología del yo, el más próximo a la concepción británica de self en el otro, no puede menos que depender de la frontera self
las relaciones objetales. El suyo es un intento genuino de unit otro, y acaso tenga una participación profunda en su formación
la psicología del yo y la teoría británica de las relaciones objeta:" y su refuerzo. Lo singular es que así la identificación proyectiva
les. Específicamente, ha ensayado una integración con perspec" queda en una posición insólita, porque originalmente se la expu
tivas kleinianas, y ha empleado la "identificación proyectiva» co so a partir de un material clínico en el que contribuía a la confu
mo un importante concepto puente entre pSicología del yo y teot sión entre self y objeto (Rosenfeld, 1965). Estas visiones dispares
ría de las relaciones objetales. Se propuso demostrar que lo~ tienen que ser reconciliadas.
«objetos» desempeñan un papel primario, lo que tiende a pres Ahora bien, cuando Kernberg intentó implantar el concepto
cindir de la noción de narcisismo primario: en el marco teórico a que él adhiere, revistió sus explicaciones
de una terminología enteramente ajena: ~~( ... ) lo proyectado de
«( ... ) en contraste con el punto de vista psicoanalítico tradicio una manera muy ineficaz no es "agresión pura", sino una repre
nal, según el cual existe primero una investidura libidinal narci sentación de sí o una representación de objeto enlazada con aquel
sista, y después una investidura libidinal de objeto ( ... ) creo que derivado pulsionah (Kernberg, 1975, págs. 80-1). Las «represen
el desarrollo del narcisismo normal y patológico siempre supone taciones de SÍ» y las «representaciones de objeto» no son contem
la relación del self con representaciones de objeto y objetos ex poráneas en su desarrollo con la identificación proyectiva en su
ternos ( ... ) La conclusión general es que el concepto de "narci forma original. Y un «derivado pulsionah remplaza a una «parte
sismo primario" ya no parece justificado porque, "metapsicoló escindida del self». Está ausente la noción de fantasía de objetos
gícamente", "narcisismo primario" e "investidura primaria de sentidos en concreto como partes del self. El resultado es un ex
objeto" en realidad coinciden" (Kernberg, 1975, pág. 341). t.raño híbrido de términos teóricos, en que los conceptos de psi
('ología del yo y teoría de relaciones objetales han sido distorsio
252
253
nadas hasta adquirir una forma muy diferente. Lo que parece bran sentido los mecanismos de defensa primitivos. La identifi
haber ocurrido es que se produjo un choque inevitable entre pro cación proyectiva representa las luchas del infante con aquellas
cesos psíquicos y estructuras descritas objetivamente, y fanta relaciones tempranísimas. Las propuestas de Grotstein para dar
sías inconcientes experimentadas subjetivamente. La metapsico-< cabida a las dos concepciones al mismo tiempo arroja un resulta
logía kleiniana, que se expresa en los términos de las fantasías do insatisfactorio.
del propio paciente, ha sido traducida en parte en la terminolo Grotstein se interesó también en distinguir entre proyección
gía de una ciencia objetiva [véase SUBJETIVIDAD]. e identificación proyectiva, con esta tesis: «"proyección" es el
mecanismo que tramita las pulsiones que son proyectadas sobre
Grotstein: A veces, Grotstein (1981) escribe con un fuerte sesgo objetos; en cambio, las partes del self, conectadas con esas pul
kleiniano, pero también tiene dificultades para sacudirse el mar siones, son tramitadas por vía de "identificación proyectiva".
co de referencia de la psicología del yo. También él intentó echar (Malin y Grotstein, 1966).
un puente sobre la divisoria teórica. Los kleinianos, afirmó, han
empleado el concepto de identificación proyectiva y otros meca Jacobson: Jacobson (1967) no admitió que la identificación pro
nismos de defensa primitivos «( ... ) más que para verlos como yectiva fuera un mecanismo primitivo: argumentó que el yo no
mecanismos neuróticos primitivos, para explicar la formación de existe en aquellas primerísimas etapas. Para ella, el de identifi
estados psicóticos y, como consecuencia de esto, suelen pasar por cación proyectiva es un concepto fecundo, pero que sólo puede
alto los aspectos normales o neuróticos de la escisión y la identi ser una respuesta compleja del paciente adulto, y no una repeti
ficación proyectiva» (Grotstein, 1983, págs. 529-30). ción de los mecanismos infantiles. Rosenfeld (1987) discutió este
Los intentos de Grotstein de reunir las dos teorías no han con punto de vista y sostuvo que Jacobson no entendía que la difi
sistido en mezclarlas en un cóctel de conceptos para ver lo que cultad de hacer interpretaciones a pacientes psicóticos provenía
resulta. Concibió la idea de un desarrollo de «doble vía» en que de la recurrencia de un pensamiento infantil concreto basado en
aspectos primitivos coexisten armoniosamente con otros aspec~ la identificación proyectiva.
tos del yo. La crítica de los que sostienen que el concepto de identifica
Con este mismo método conciliador intentó abordar los pri, ción proyectiva es demasiado complejo parece significativa y ati
meros momentos de la vida, en que la identificación proyectiva nada, y apunta a una diferencia importante y profunda entre teo
opera en todo su esplendor; a su juicio, es posible resolver la esen~ rías referidas a las primerísimas funciones del yo. Es verdad que
cial incompatibilidad entre el abandono del narcisismo primario la capacidad de entrar en un objeto y controlar su modo de sen
por Klein, y su mantenimiento por Mahler: tir y responder tiene el aspecto de algo muy complejo. Se com
prueba que ocurre en pacientes neuróticos y en niños en psico
«El concepto de Klein de una separación psíquica inicial del in análisis. Pero, ¿puede existir tal fantasía al nacer? La respuesta
fante choca con la concepción de Mahler (y de otros) de un nar depende de la índole del objeto con el que el infante se relaciona
cisismo primario que es continuación posnatal, o identificación cuando empieza a funcionar. Por un lado, los que sostienen que
primaria. La teoría de la doble vía permite admitir la corrección el yo no funciona al nacer ven en los primeros objetos unos obje
de uno y otro punto de vista, en dos vías» (Grotstein, 1981, pág. tos externos que se construyen con propiedades físicas cuando
88). el infante puede percibirlos, es decir, cuando ya maneja sus re
ceptores a distancia, en particular los ojos y los oídos; empero,
La confirmación experimental de Mahler (Mahler et al., 1975) del por otra parte, la teoría de la fantasía inconciente llevaría a su
punto de vista freudiano clásico de que no existe separación en poner que los primeros objetos se construyen como interpreta
las primeras semanas y meses de vida ha constituido siempre un dones primitivas de sensaciones corporales básicas que produ
problema para los psicoanalistas de la Escuela Británica de las <:en dolor o placer; en tal caso, el objeto es un objeto emocional
relaciones objetales [véase NARCISISMO]. Klein se atuvo a la lógi que tiene motivaciones pero carece de cualidades físicas. El pro
ca de su propia trayectoria y afirmó de manera categórica que hlema que esto nos plantea es saber si los objetos tienen primero
existen «relaciones objetales al nacer.. Sólo sobre esta base co· un significado emocional que después se enlaza con objetos físi
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cos, o si tienen atributos físicos en los que se termina por descu Ahora bien, existe una diferencia entre una definición como
brir una vida emocional. la de Ogden y el concepto original. No es fácil especificarla: «La
Parece que contiene cierta validez la crítica de que los infan descripción de estos procesos tropieza con una gran dificultad,
tes no pueden consumar sus identificaciones proyectivas de ma porque estas fantasías nacen en una época en que el infante to
nera tan complicada como los pacientes adultos. Los métodos ex davía no ha empezado a pensar en palabras» (Klein, 1946). La
traordinariamente sutiles de uso del analista, como los describe formulación de Ogden resta importancia al vivenciar subjetivo
Joseph (1975), están muy lejos del simple llanto de un infante del sujeto y a sus fantasías inconcientes, similar en esto a otras
que atrapa a su madre en su mundo. La afirmación kleiniana del formulaciones de la psicología del yo. No obstante, la diferencia
carácter primitivo de la identificación proyectiva se debe mati no se reduce a esto. Joseph (1975, y en muchos artículos), por
zar cuando se describen maniobras interpersonales tan comple ejemplo, ha adoptado una manera de describir estos fenómenos
jas, para restringirla a la cualidad primitiva de ser'concretas las que difiere por completo de la de Ogden, Kernberg, Grotstein,
fantasías que sustentan a aquellos métodos sutiles. etc. (Sandler, 1988). Es un intento de indicar dentro del mate
rial clínico, por oposición al intento de derivar una definición.
(2) El proceso interpersonal. La identificación proyectiva permi Se relaciona con la experiencia subjetiva del analista, acerca de
te describir interacciones entre personas (Money-Kyrle, 1956) la cual también es muy dificil pensar en palabras, y con el uso
[véase CONTRATRASFERENCIA]. La insistencia en este aspecto de de que el analista es objeto cuando se lo atrae inadvertidamente
la identificación proyectiva con preferencia a las funciones in al mundo de fantasía del paciente.
trapsíquicas de fantasía (Ashbach y Shermer, 1987) se puede de
nominar el concepto interpersonal de identificación proyectiva. La ampliación del concepto: Una cantidad de personas han apun
tado una notable ampliación del concepto de identificación pro
Ogden: Una diversidad de conceptos similares en la bibliografía yectiva. Kernberg, por ejemplo, escribió (1980): «La identifica
del psicoanálisis clásico fue registrada por Ogden (1979, 1982). ción proyectiva se amplía hasta incluir la reacción del objeto, o
Este autor (1982, pág. 80) los especificó: la «identificación con sea, se describe un proceso interpersonal como parte de un me
el agresor» de Anna Freud (1936); la «externalización» de Brodey canismo intrapsíquico ( ... ) [Este] deslizamiento en la definición
(1965); la «evocación por procuración» de Wangh (1962); la «ac del concepto básico trae no menos problemas clínicos que teóri
tualización de rol- de Sandler (1976); y los agrupó a todos como cos» (pág. 45). Atribuyó esta ampliación al concepto de Rosen
una única manifestación clínica, que denominó «identificación feld (1964a). Meissner (1980) se la adjudicó a Bion (1962a y b)
proyectiva•. y a Segal (1957). Por el otro lado, Spillius (1983) responsabilizó
En esta formulación, el término abarca un suceso clínico com a autores norteamericanos como Ogden (1979):
plejo de tipo interpersonal: una persona desconoce sus sentimien
tos y manipula para inducir a que los experimente el otro, con «( ... ) el concepto es empleado hoy por no kleinianos, y hasta
los consiguientes cambios visibles en la conducta de ambos. Aun se escriben trabajos sobre él en los Estados Unidos. Mientras ad
que admite el telón de fondo intrapsíquico, Ogden pone el acen quiría esta popularidad general, el concepto fue ampliado, y a
to en sucesos interpersonales observables, la «actualización in veces se lo emplea sin rigor» (Spillius, 1983, pág. 321).
terpersonah (Ogden, 1982, pág. 177). Estos acontecimientos in
terpersonales son observables y no pueden ser negados; son Lo que los kleinianos denominan un empleo sin rigor de este tér
entonces susceptibles de introducir alguna claridad, puesto que mino es en gran medida fruto de la renuencia de los no kleinia
la naturaleza conductal del fenómeno es potencialmente verifi nos a mantener el concepto inserto en el conjunto conceptual
cable de una manera objetiva. Por esta razón, sin duda, la for de la posición esquizo-paranoide. Otros han eliminado buena parte
mulación de Ogden ha adquirido popularidad en el campo de las del arsenal kleiniano: los distingos entre (a) identificación pro
terapias interpersonales como la terapia de familia (Bannister y yectiva patológica o normal; (b) fantasía omnipotente o empatía;
Pincus, 1965; Zinner y Shapiro, 1972; Box, 1978) y la terapia de (e) objetos-partes u objetos totales; y la aceptación de (a) fusio
grupo (p.ej., Main, 1975; Rogers, 1987). nes defensivas, secundarias, descritas por Rosenfeld en tanto se
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oponen al narcisismo primario, y (b) fantasía inconciente y signi tamente a la psicosis, sino que se la describe en condiciones en
ficado subjetivo, en tanto se oponen a estructur3$ y mecanismos las que existe una buena apreciación de la realidad del self y el
objetivos. Con respecto a saber si el concepto resultante sobre objeto, el término queda reducido a una simple «proyección» y,
el cual «se escriben trabajos en los Estados Unidos» es fecundo, en consecuencia, genera confusión.
acaso ya no sea una cuestión que los kleinianos deban resolver,
pero, a juzgar por la profusión de publicaciones en favor yen (c) De manera similar, Meissner argumentó que es injustificada
contra, la opinión está muy dividida. también la significación que Segalle atribuye en la ecuación sim
bólica (Segal, 1957), y presenta argumentos específicos para de
Meissner: La más exigente entre las críticas dirigidas a la identi mostrar que el empleo concreto de símbolos que Segal describió
ficación proyectiva desde las posiciones de la psicología del yo no necesariamente es resultado de una identificación proyecti
es la que expone el trabajo de Meissner (1980). En parte, sus ar va. Apeló a las formas de pensamiento «paleológicas», pre
gumentos versan sobre el concepto kleiniano [véase ECUACION SIM. aristotélicas, descritas por Von Domarus (1944) [véase ECUACION
BOLICA] y, en parte, sobre la ampliación de los norteamericanos SIMBOLICA] .
hacia lo interpersonal: «( ... ) una extensión y una aplicación ex- .
cesivas del término han conducido a una situación en la que ha (d) Meissner abordó después el empleo proliferante de la expre
adquirido significados múltiples y a veces inadecuados, con el sión "identificación proyectiva» como descripción interpersonal
resultado de que se ha empobrecido la significación del ténnino» (Zinner y Shapiro, 1972; Greenspan y Mannoni, 1975; Slipp, 1973).
(pág. 43). En estos autores, registró que el término designa complejos pro
Coincide en que la identificación proyectiva incluye una di cesos proyectivo-introyectivos en sistemas familiares, entre per
fusión de los límites del yo, una pérdida de la diferenciación en- ~ sonas:
tre self y objeto y una absorción del objeto como parte del self,
elementos claves, todos ellos, de la concepción de la psicosis en «La cuestión básica que se debe plantear como objeción al em
la psicolOgía del yo; y el término posee sentido sobre esta base· pleo de la identificación proyectiva en estos contextos es la de
estrictamente limitada. El problema empieza, a juicio de Meiss. averiguar si las interacciones complejas que estos conceptos con
ner, cuando se lo emplea fuera de su referencia a pacientes psi sideran suponen de hecho algo más que interacciones complejas
cóticos. Enumeremos los puntos que Meissner señala: de proyección e introyección» (1980, pág. 62).
(a) La concepción (Klein, 1959) según la cual la empatía se basa Condenó la extrapolación a contextos interpersonales con el ar
en una identificación proyectiva es una de las ampliaciones del gumento de que esto nuevamente nos aparta de los fenómenos
término que Meissner objeta, puesto que no se produce pérdida de la psicosis.
de los límites del yo en los momentos en que se hace empatía.
(e) Meissner, de manera correcta, señaló que el empleo de la ex
(b) La teoría de los contenedores de Bion [véase CONTENIMIENTO] presión "identificación proyectiva» implicaba un conjunto de su
es, según sostiene Meissner, una extensión indebida del término: posiciones tácitas: la índole del conflicto instintual, las primeras
etapas en el procesamiento de estos elementos instintuales, la
«( ... ) la identificación proyectiva se convierte en una metáfora, confusión self-objeto como defensa. En consecuencia, el térmi
traducida sin rigor en los términos de contenedor y contenido, no se ha distorsionado porque se lo injertó en otros conjuntos
que se aplica a casi cualquier variedad de fenómeno relacional de suposiciones: narcisismo primario, confusión self-objeto co
o cognitivo en que se puedan invocar las notas comunes de rela~ mo angustia primaria, la objetividad de la observación psicoana
ción, contenimiento o implicación» (1980, pág. 59). Utica.
Pierde su referencia precisa a la experiencia psicótica. Meissnef Contratrasferencia; El desarrollo del concepto de identificación
sostiene que si la identificación proyectiva no se confina estric proyectiva coincidió con la reciente apreciación de la contratras
258 259
J
ferencia. Al menos en Gran Bretaña, las dos elaboraciones este caso, la potente invitación del paciente a ser arrastrado a
cen haberse entret~ido y reforzado una con otra. En virtud la escenificación de algo fue resistida. El recurso del analista con
su aspecto interpersonal, la identificación proyectiva importa sistió en apartarse del encuadre analítico y afirmar que el análi
la relación de trasferencia-contratrasferencia. Pero esto sis era imposible si el paciente no podía garantizar que no ataca
inspirar métodos simplistas de conducción del análisis. Que el ría físicamente al analista. Kemberg defendió su manejo no in
lista interprete la identificación proyectiva en el material terpretativo de ese intento de hacerle proyecciones, con el
sobre la base de sus propias reacciones se presta a la sospechs argumento de que en el caso de ciertos pacientes especialmente
de que no hace sino atribuir al paciente, de manera irreflexh agresivos es imprescindible introducir ese parámetro en el análi
sus propios sentimientos, y por este camino intuitivo directo sis. Estas técnicas de disyuntiva -proseguir con las interpreta
tende un «saber» omnipotente sobre los sentimientos de dones o introducir parámetros- requieren una ulterior evalua
Semejante racionalización del análisis silvestre fue condenada eión comparativa.
Finell (1986). Esta autora se basó en viñetas extraídas de El procedimiento d~ Kemberg se basa en el punto de vista
y de Grotstein para poner de manifiesto los subterfugios y la de que la agresividad extrema representa un déficit primario del
nipotencia defensiva del analista. Esta crítica de un empleo yo, una regresión al estado del yo apenas formado que empieza
plista de la «identificación proyectiva» en la contratrasferenciai a emerger del narcisismo primario. En este sentido, la violencia
es válida, como lo sostiene también Rosenfeld (1972). Interp..p~ desplegada hacia el analista es un fenómeno muy diferente de
taciones superficiales de este tipo llevan al paciente a obrar la concepción kleiniana de los efectos destructivos que sobre él
gún el supuesto de que el analista se defiende de las proyeccio": tiene la identificación proyectiva que se propone controlarlo por
nes del paciente; y Grinberg (1962) apuntó que en ciertos casos,' la vía de disolver los límites. La afirmación de Kemberg en su
bajo estas condiciones, el paciente puede sentir que lo fuerzan control de la sesión hacía falta, según su punto de vista, para
a recibir las identificaciones proyectivas del analista [véase CON compensar el incierto control de su paciente.
TRATRASFERENCIA). Siguiendo esta línea argumental, Dorpat (1983} Esto suscita un debate importante que también se roza en el
sostuvo que es necesario abandonar por completo el uso del tér-" punto (e), el último punto de Meissner (supra): ¿en qué contexto
mino. de suposiciones se debe emplear el término "identificación pro
A veces existe acuerdo en el nivel clínico entre kleinianos y yectiva,,? ¿Sigue siendo el de "identificación proyectiva» el mis
no kleinianos acerca de ciertos momentos extremos que se pre~ mo concepto si los déficit psicóticos del yo se consideran surgi
sentan en la situación de trasferencia-contratrasferencia y que dos de la ausencia primaria de límites del yo (narcisismo prima
se caracterizan por el hecho de que el analista es tomado despre-" rio), en oposición al punto de vista de que provienen de las
venido y captado para hacer algún movimiento con el paciente fantasías omnipotentes que participan en la identificación pro
en dirección a apartarse de la situación analítica. Joseph (1975) . yectiva? Visiones muy diferentes sobre los orígenes de la psico
describió algunas manifestaciones extremadamente sutiles de es sis llevan a apreciaciones muy distintas sobre el significado y el
to, para lo cual prestó atención a la manera en que los pacientes valor del término, y sobre lo que se debe hacer con éL No parece
usaban al analista, así como al entusiasmo del paciente cuando existir consenso sobre el valor del término "identificación pro
prevalecía en este uso. No se trata de un uso del analista para yectiva)) fuera del marco conceptual kleiniano.
que represente algo -una figura parental, etc.-, sino de un uso
destinado a evitar ciertas experiencias de dependencia, celos, se
paración, envidia. Es preciso hacérselo ver al paciente para asis Abraham, Karl (1924) .A short study of the development of the libido»,
tirIo en su entusiasmo y sensación de triunfo. Kemberg (1988) en KarI Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth,
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B. Entradas generales
269
aquel período temprano. Abraham presentó claras pruebas de la genitales tempranas y la importancia de la introyección y la pro
existencia de impulsos orales y anales en estas condiciones pato yección [véase ANALISIS DE NIÑOS]. Aunque Abraham, como Freud,
lógicas, de las cuales ofreció una magnífica descripción en su gran apenas menciona a Klein, es posible que sus propias observacio
trabajo de síntesis (Abraham, 1924). En particular, descubrió que nes expuestas en 1924 provinieran del material aportado por Me
las fases oral y anal están representadas por la prominencia de lanie Klein desde 1919.
la introyección (incorporación oral) y la proyección (expulsión
anal) [véase INTROYECCION; PROYECCION]. La psicosis maníaco
depresiva parece consistir en una preocupación que presenta ci Abraham, Hilda (1974) .Karl Abraham: an uníinished biography», lnt.
clos repetidos de incorporación y expulsión, unida a una angus Rev. Psycho-Anal. 1: 17-72.
tia extrema ante los objetos incorporados o expelidos. Abraham, Karl (1911) -Notes on the psycho-analytic investigation and
270 271
sos agresivos. Además, Klein opinaba que esta destructividad era sición central con el concepto clave de la posición depresiva [véase
un factor importante en el desarrollo de la libido, punto de vista 10. POSICION DEPRESIVA].
que le valió la crítica, incorrecta, de que invalidaba las teorías En un éaso diferente, sentimientos en conflicto pueden alter
nucleares del psicoanálisis: las fases de la libido, la sexualidad nar en estados psíquicamente disociados entre sí, o escindidos
y el complejcl de Edipo (Glover, 1945; Yorke, 1971). [véase ESCISION], lo que da origen a una considerable inestabili
Cuando en años posteriores se elaboró la comprensión del nar dad porque odio y amor se suplantan uno a otro de manera brus
cisismo negativo (sobre todo siguiendo a Rosenfeld, 1971), la prác ca [véase OBJETO IDEAL]; también es posible que se fusionen im
tica clínica kleiniana tendió -y tiende hoy- a hacer foco en prin pulsos; por ejemplo: la mezcla de libido y destructividad (sadis
cipio sobre la organización de lo destructivo en la personalidad mo), que da lugar a una perversión sádica sexual irritada.
[véase ESTRUCTURA].
Véase INSTINTOS
Freud, Sigmund (1920) Beyond the Pleasure Principle. SE 18, págs. 1-64.
[Más allá del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.] Amor
Glover, Edward (1933) War, Sadism andPacifism. George Allen & Un
win. Klein siguió a Abraham en su intento de comprender la índole
(1945) .An examination of the Klein systern of child psychology.,
del amor en bien del objeto, a diferencia del amor descrito en
Psychoanal. Study Child 1: 3-43.
el psicoanálisis clásico, en que el objeto no era sino aquello con
Rosenfeld, Herbert (1971) «A clinical approach to the psycho-analytic
theory of the life and death instincts: an investigation into the aggressi
lo cual el sujeto se satisfacía. Esta última forma de satisfacción
ve aspects of narcissisrn», Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78. es un amor anaclítico, un amor de alacena. En cambio, Klein se
Yorke, Clifford (1971) "Sorne suggestions for a critique of Kleinian psycho ñaló, a partir de la observación directa de infantes, que .la grati
logy», Psychoanal. Study Child 29: 129-55. ficación es relacionada con el objeto que da el alimento en no
menor medida que lo es con el alimento mismo» (Klein, 1952, pág.
96). Wisdom (1970) se empeñó en aclarar este distingo, como lo
había hecho Fairbairn (1952).
Ambiente Eagle (1984), en un repaso de las comprobaciones que tam
bién Bowlby (1969) había interpretado, demostró que las expe
Véase MUNDO EXTERNO riencias de objetos no se hacen en función de la gratificación de
instintos, por ejemplo el hambre: .Estos descubrimientos supo
nen un serio cuestionamiento a los modelos "homeostáticos de
reducción del impulso"»; y se preguntó, ante los experimentos
Ambivalencia de Harlow de crianza de macacos (Harlow y Zimmermann, 1969),
El psicoanálisis siempre asentó su base teorica en la noción de .Si el apego a un objeto deriva del papel que desempeña en la
conflicto psíquico, y ambivalencia significa sustentar estados gratificación de impulsos, ¿por qué los macacos bebés no se ape
afectivos contradictorios en la relación con determinado objeto. gan a la madre proveedora de leche, que proporciona una satis
Freud habia expuesto la bisexualidad del organismo humano, que facción más próxima a un modelo de descarga del impulso que
da origen a los complejos de Edipo normal e invertido, con la la gratificación por "consuelo de contacto" brindada por la ma
consecuencia de que es posible sentir amor y odio hacia los dos dre de felpa?» (Eagle, 1984, pág. 11).
padres. Esta idea recibió un considerable refuerzo cuando Freud
postuló la existencia de una dualidad de instintos (libido e instin· ¡';n opinión de Klein, existe un amor generoso desde el comien
to de muerte). KIein elevó ese estado de ambivalencia a una po zo. La satisfacción mueve a gratitud hacia el objeto.
272 273
La posición esquizo-paranoide: Sin embargo, la satisfacción, Bowlby, John (1969) Attachment and Loss. Hogarth.
de el comienzo, trae consigo no sólo gratitud sino también envH Eagle, Morris (1984) Recent Developments in Psycho-Analysis. Nueva
dia. En la medida en que el infante pueda sostener una actitud York: McGraw-Hill.
de agradecimiento hacia el objeto amado, y en que el objeto Fairbairn, Ronald (1952) Psycho-Analytic Studies ofthe Personality. Rou
temo (la madre) pueda suscitar gratitud, el infante podrá afirmarse tledge & Kegan PauL
en su creencia en el amor y en las partes buenaS de sí Harlow, H. F. Y Zimmermann, R. R. (1969) .Affectional responses in the
La seguridad del infante depende del equilibrio entre envidia, infant monkey», Science 130: 412-32.
En lo sustancial, el infante se desempeña escindiendo un objeto Wisdom, J. O. (1970) .Freud and Melanie Klein: psychology, ontology
gratificante «idea!», hacia el que se siente agradecido, de un per and Weltanschauungn, en Charles Hanly y Morris Lanzerowitz, eds. (1970)
seguidor envidiado y odiado. Ahora bien, esta escisión como tal Psycho-Analysis and Philosophy. Nueva York: lnternational Universi
trae consigo una forma de inseguridad, puesto que la menor frus ties Press, págs. 327-62.
274 275
el peso adicional de una interpretación psicoanalítica. Creía, tam~
bién, que los nitíos debían ser atendidos en su propio hogar; y 1924, en Viena, dio una conferencia acerca de su método, que
por lo tanto, no existía la posibilidad de desarrollar una trasfe~ para entonces se había apartado por completo del elaborado por
rencia con nitíos. Hug-HelImuth. Esta había muerto hacía poco tiempo, asesinada
por su propio sobrino (¡criado por ella!), pero Anna Freud era
Los primeros pacientes niños: En Budapest, Klein (1918-1919) su sucesora en Viena. La diferencia de técnica dio lugar a un cli
empezó a practicar una forma diferente de análisis de niños. Hoy ma de resentimiento allí, exacerbada por la personalidad de Klein,
sabemos que la aplicó al comienzo a sus propios hijos, actividad áspera y enérgica.
esta que en nuestros días se habría juzgado con desaprobación La fricción se convirtió en guerra durante 1926-1927. Cuan
(y ella misma parece haber ocultado el hecho después de la pu do, en 1926, ante la Sociedad de Berlín, Anna Freud produjo un
blicación de su primer trabajo en 1919: Petot, 1979; Grosskurth, duro y circunstanciado ataque a la técnica de Klein, esta ya se
1986), aunque en aquella época, con la evidencia del logrado tra había mudado a Londres. Pero la batalla había comenzado, y el
tamiento del pequeño Hans, parecía mucho más naturaL La ha siguiente choque ocurrió en un simposio organizado al año siguien
bía alentado a hacerlo Abraham, quien analizó a su propia hija te por la Sociedad Psicoanalítica Británica para discutir un libro
(Abraham, 1974); y hasta el propio Freud analizó a su hija (Gay, en el que Anna Freud había reunido sus conferencias (¡se publi
1988). có en Inglaterra sólo en 1946!).
Klein muy pronto llegó a conclusiones diferentes de las obte Los argumentos corrieron en buena parte en torno de las re
nidas por Hug-Hellmuth. Consideró (Klein, 1927) que, tras reci firmaciones de Anna Freud de los principios generales que ella
bir interpretaciones de sus angustias, los niños podían ser moti había aprendido en Viena de Hug-Hellmuth. Para entonces, Klein
vados en su interioridad (inconcientemente) para el análisis. Su poseía suficientes pruebas clínicas que le permitieron desestimar
puso que en verdad tenían una comprensión inconciente de sus y demoler esas objeciones [véase 1. TECNICA].
propios problemas y de la índole de la asistencia interpretativa Los argumentos del simposio británico no amilanaron a los vie
mucho mejor de lo que parecía (informado por Alix Strachey, neses, que se atrincheraron más en defensa de Anna Freudj es
1924). una situación no decidida que hoy persiste en las teorías siste
La primera práctica de Klein consistió en responder de mane matizadas de la psicología del yo [véase PSICOLOGIA DEL yo] y del
ra franca y abierta a la demanda de conocimiento sexual que los psicoanálisis kleiniano.
niños le presentaban. En esto se vio influida por el consejo de
Freud al padre del pequeño Hans (Freud, 1909) y también por
el historial clínico del Hombre de los Lobos, cuyas fantasías se. Abraham, Karl (1974) «Little Hilda: daydreams and a symptom in a seven
xuales pregenitales resultaron traumáticas porque coincidierol year-old gir1» , Int. Rev. Psycho-Anal. 1: 5-14.
con su observación de la escena primaria de comercio sexual Freud, Anna (1946) ThePsycho-Analytical Treatment of Children. Ima
tre sus padres (Freud, 1918). No obstante, cuando en 1919 Klem go.
presentó su tra.bajo en una reunión de la Sociedad Psicoanalítica Freud, Sigmund (1909) .Analysis of a phobia in a five-year-old boy». SE
inconcientes que el niño no hacía. Klein recogió esta observa (1914) «On narcissism: an introduction». SE 14, págs. 67-102. «<Intro
ción y desde entonces se convirtió en una entusiasta partidaria ducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.]
de la interpretación de lo inconciente. Con posterioridad emple6 (1917) «Mouming and melancholia». SE 14, págs. 237-58. [«Duelo y
juguetes, y elaboró la técnica lúdica estándar [véase 1. TECNICA]. melancolía., en·AE 14, 1979, págs. 235-55.]
(1918) .From the history of an infantile neurosis". SE 17, págs. 1-123
Una técnica con niños: Klein produjo entonces rápidamente una [«De la historia de una neurosis infantil., en AE 17, 1979, págs. 1-111.]
serie de trabajos, todos los cuales iban dirigidos a mostrar que (1923) The Ego and the Id. SE 19, págs, 1-66. [El yo y el ello, en AE
el análisis infantil y su técnica del juego eran pertinentes para 19, 1979, págs. 1-66.]
comprender las formas tempranas de neurosis del adulto, y en Gay, Peter (1988) Freud: A Lije for our Time. Dent.
Grosskurth, Phyllis (1986) Melanie Kletn. Hodder & Stoughton.
276
277
Hug-Hellmuth, Hermine von (1921) «On the technique of child aIlalVlSliSlII
Angustia depresiva
Angustia Tanto Segal (1979) como Grosskurth (1986) han sugerido que Klein
elaboró su comprensión del dolor de la posición depresiva esti
Teorías psicoanalíticas de la angustia han proliferado a lo mulada por su propio duelo a causa de la muerte de su hijo en
de los años. En buena parte se relacionan con el conflicto. 1933.
(i) Primero, Freud expuso el conflicto entre el individuo y la Pérdida del objeto amado. En dos trabajos (1935, 1940), Klein
gencia de una conducta civilizada (desexualizada). se interesó por estados maníaco-depresivos Y por el duelo. Par
tió de las concepciones de Freud y de Abraham de que esos esta
(H) Después lo convirtió en un conflicto entre la libido y los dos resultan de la experiencia de perder a un objeto amado. El
tintos de autoconservación o .instintos yoicos». En esta aporte de Klein consistió en:
una libido endicada se trasformaba en una angustia
experimentada. (i) mostrar que la pérdida se vive, en la fantasía, en relación con
los impulsos sádicos que, se cree, han conseguido lesionar o da
(iii) Tras el cambio introducido por Freud en su teoría de los ñar al objeto amado [véase 10. POSICION DEPRESIVA], y
tintos (cuando adoptó una teoría dualista de libido e instinto (H) elaborar la descripción de Freud (1926) de «la pérdida del ob
muerte), el conflicto fue localizado (por Klein) como un conflkw'!i jeto amado» definiendo la experiencia fantaseada de la pérdida
interno entre los instintos. Según Klein, este conflicto del objeto amado interno.
dos formas: angustia depresiva y angustia persecutoria [véase
QUILACION; PERSECUCION; ANGUSTIA DEPRESIVA]. El objeto interno bueno nace de la introyección de un objeto ex
terno, y el yo desarrolla una identificación con este objeto (iden
(iv) El último trabajo de Freud sobre la angustia (Freud, 1926), tificación introyectiva). Se trata de un logro gradual:
definió una señal de angustia que no consistía en una tensión
instintual conflictiva sino que era una señal, producida por el «A medida que el yo se organiza más completamente, las imagos
yo, de una tensión instintual anticipada. Según la exposición deinternas (los progenitores introyectados Y la base del superyó)
Freud, el yo apreciaba ciertas situaciones que podían dar origense aproximarán más a la realidad y el yo se identificará más ple
a la angustia. Estas situaciones de angustia, por lo tanto, no eran
namente con objetos "buenos". El miedo de persecución, que
instintuales en sí mismas, sino que podían residir en funciones al comienzo se experimentaba en cabeza del yo, ahora se relacio
puramente yoicas, como la memoria. na también con el objeto bueno, yen lo sucesivo la preservación
del objeto bueno se considera sinónima de la supervivencia del
(v) Klein a menudo citó el término de Freud situaci6n de angus yo» (Klein, 1935, pág. 264).
tia temprana como una confirmación de que iba por el camino
correcto cuando en la f.antasía atendía más al contenido de an
279
278
Esta apreciación más certera de la realidad, paralela a la rela la angustia depresiva? ¿Una y otra son aspectos del mismo pro
ción con objetos totales hacia la edad que va de los cuatro a los ceso, o una es resultado o manifestación de la otra? ( ... ) Hoy
seis meses, da origen a sentimientos muy conmovedores dirigi por hoy no puedo dar una respuesta precisa» (Klein, 1948, pág.
dos al objeto: 36). Pero en general se acepta que la angustia que se origina en
el miedo de los ataques perpetrados sobre el objeto amado cons
«De la mano de este desarrollo se produce un cambio de la máxi tituye de hecho una culpa. Joseph lo ha resumido no hace mu
ma importancia, a saber: de una relación de objeto parcial a la cho tiempo:
relación con un objeto completo ( ... ) el yo alcanza una posición
nueva, que constituye el fundamento de la situación que deno (Freud [1926J ( ... ) reunió los diversos tipos de angustia, en rela
minamos la pérdida del objeto amado, Hasta que el objeto no sea ción con los impulsos y el superyó; entonces consideró los senti
amado como un todo, no se experimentará su pérdida total» (Klein; mientos de culpa como un tipo de angustia. Además, señaló que
1935, pág. 264). la existencia misma de los instintos de vida y de muerte, así co
mo su percepción conjunta en la forma de la ambivalencia, pro
El miedo de la pérdida del objeto, que es característico del duelo ducían, según él lo expuso, "la fatal inevitabilidad de un senti
real, repite una pérdida infantil: miento de culpa"» (Joseph, 1978, pág. 223).
.La pérdida real de una persona amada se vuelve mucho más la~ An!JlMStias persecutorias y depresivas.' El distingo entre angus
cerante, en mi opinión, a causa de las fantasías inconcientes, de tias persecutorias y depresivas es, según afirmó Klein, teórica
la persona que hace duelo, de haber perdido también sus objetos mente claro (Grinberg, 1964). Pero en la práctica no lo es tanto;
inlerrws "buenos". Tiene entonces la sensación de que sus obje la angustia depresiva depende de que la
tos internos "malos" predominan y de que su mundo interno co
rre peligro de desagregaciów> (Klein, 1940, pág. 353). «angustia se relacione sobre todo con la preservación del yo -en
cuyo caso será paranoica- o con la preservación de los objetos
Miedo y culpa. En la angustia depresiva: buenosinternalizados con los cuales el yo se identifica como un
todo ( ... ) La angustia ante la perspectiva de que se destruyan
((( ... ) existen dos conjuntos de miedos, sentimientos y defensas los objetos buenos, y el yo con ellos, o de que se encuentren en
[que1 pueden ser distinguidos con miras a la claridad teórica. El un estado de desintegración, se entreteje con esfuerzos continuos
primer conjunto de sentimientos y fantasías es el persecutorio y desesperados por salvar los objetos buenos» (Klein, 1935, pág.
( ... ) El segundo conjunto de sentimientos, que he descrito an 269) [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS; 10. POSICION
tes sin proponer un término para él, concurre a formar la posi DEPRESIVAJ.
ción depresiva. Ahora sugiero emplear, para estos sentimientos
de lástima y cuidado por los objetos amados, el miedo de perder~ La angustia persecutoria es un temor por el yo, y la angustia de
los y la añoranza de recuperarlos, una palabra simple tomada del presiva es un temor por la supervivencia del objeto amado. El
lenguaje cotidiano, a saber: "penar" por el objeto amado. En su movimiento entre ambas no es un cambio repentino, que se rea
ma, la persecución (por objetos "malos") y las defensas caracte lice de una sola vez, de la persecución a la culpa, sino un cambio
rísticas frente a esto, por un lado, y un penar por el objeto ama gradual con muchos vaivenes (Joseph, 1978), de (i) persecución
do ("bueno"), por el otro, constituyen la posición depresiva» , a (H) una forma persecutoria de culpa, a Oii) una forma de culpa
(Klein, 1940, pág. 348). que admita reparación [véase Ep-D; DEFENSA PARANOlDE FRENTE
A LA ANGUSTIA DEPRESIVA1·
El término "penar» no se impuso en realidad, y en lugar de él Es difícil abordar la posición depresiva y sostenerla, a causa
se suelen emplear los dos términos «culpa» o «angustia depresi de que los comienzos de la culpa están penetrados de una perse
va». En realidad no está claro si significan exactamente lo mis y
cución en extremo punitiva omnipotente. La culpa (y el super
mo: .Se plantea ahora el problema: ¿es la culpa un elemento de yó) se vuelve menos severa sólo cuando se intentan reparacio
280 281
nes, proceso este que supone renunciar a las fantasías nr;""iH"",& den surgir estados en los que impulsos de amor y de odio, y obje
de omnipotencia [véase REPARACION]. tos buenos y malos, no se puedan mantener separados y, en con
secuencia, se los viva mezclados. o confundidos» (Rosenfeld, 1950,
Modificaciones posteriores. Modificaciones leves de los CUHl:ep'l pág. 53).
tos de culpa fueron introducidas después por la propia
Este fracaso de la escisión primaria, que es la que guarda intacto
(i) No se puede seguir sosteniendo la simple asimilación de al objeto bueno y lo mantiene separado del objeto malo en la ini
gustia persecutoria y objetos parciales, y de angustia depresiva cial posición esquizo-paranoide, trae por resultado una confusión
y objetos totales: de impulsos y objetos.
Klein suscribió esto en parte, y estuvo de acuerdo en que una
«Mi trabajo posterior ( ... ) me llevó a concluir que si en la prime forma de culpa particularmente persecutoria se originaba en cir
ra etapa predominan impulsos destructivos y una angustia per, cunstancias especiales en las que la envidia tenía una intensidad
secutoria, la angustia depresiva y la culpa ya desempeñan algún anormal, sobre todo por razones constitucionales, pero pareció
papel en la primerísima relación objetal del infante, o sea, preferir el término culpa para describir esa experiencia:
su relación con el pecho materno ( ... ) Esto significa que ahora
refiero el comienzo de la angustia depresiva a la relación con "Al parecer, una de las consecuencias de un exceso de envidia
objetos-partes. Esta modificación es consecuencia ( ... ) de un re~ es un comienzo precoz de la culpa. Si una culpa prematura es
conociri.üento más pleno de la naturaleza gradual del desarrollo experimentada por un yo todavía incapaz de tolerarla, la culpa
emocional del infante» (Klein, 1948, págs. 35-6). se vive como persecución, y el objeto que despierta culpa se con
vierte en un perseguidor. En tal caso, el infante no puede reelli
«La síntesis entre sentimientos de amor e impulsos destructivos borar ni la angustia depresiva ni la persecutoria, porque estas
dirigidos a un mismo objeto da origen a la culpa y al ansia de se confunden entre sÍ» (Klein, 1957, pág. 194).
reparar el objeto amado dañado, el pecho bueno. Esto lleva a
experimentar a veces ambivalencia en relación con un objeto par' También Segal (1956), en el análisis de esquizofrénicos, mostró
cial, el pecho de la madre. Durante los primeros meses de vidal con claridad que estos tienen una aptitud de experimentar de
esos estados de integración son efímeros» (Klein, 195.2, pág. 65). presión a pesar de estar fijados en la posición esquizo-paranoide.
Cuando se sienten en peligro a causa de sentimientos depresi
Tales estados representan un inicial «( ... ) progreso en la inte~ vos, su recurso es una inmediata fragmentación y proyección de
gración, que depende de que unos impulsos de amOr predomi los fragmentos de ellos mismos. El consiguiente deterioro de su
nen temporariamente sobre unos impulsos destructivos» (Klein, estado psíquico guarda relación con el hecho de que el analista
1952, pág. 69). Esto indica que esos momentos de integración son vivencie, en lugar del paciente, la desesperación y depresión pro
comienzos promisorios hacia una disminución del imperio de la yectadas.
angustia persecutoria.
Las defensas frente a la culpa y la angustia depresiva. Existen
(H) Con posterioridad se describió un estado de cosas más sinies varias defensas frente a la culpa y la angustia depresiva, que son
tro a consecuencia de los primeros intentos de psicoanalizar a específicas. Todas son primitivas y se relacionan con la cualidad
esquizofrénicos con empleo de conceptos kleinianos. Rosenfeld, psicótica de la angustia.
si bien admitió la existencia de esos estados transitorios de inte Una de las formas de defensa más frecuentes es el airado dis
gración, agregó: tanciamiento del objeto, mecanismo susceptible de promover la
situación edípica a causa del distanciamiento del pecho o de la
«Deseo introducir algunas adiciones tentativas a estos conceptos, madre, y que es susceptible también, si el mecanismo se pone
e indico que bajo c~ertas condiciones externas e internas, en las en práctica con una ira excesiva, de causar problemas considera
que predominan de manera temporaria impulsos agresivos, pue bles dentro de la nueva relación objeta!. En una forma atenua
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da, es el proceso de la difracción. Otro mecanismo común men Ahora bien, en su trabajo de 1940, Klein mostró que existen
cionado en los primeros trabajos de Klein es la externalización varias formas de reparación:
del superyó, que se produce para alivio de una persecución y
una culpa internas. (a) la reparación maníaca contiene una nota triunfante en que
Otra defensa es la reversión a una relación paranoide con la reparación se basa en una inversión, humillante para los pa
el objeto [véase DEFENSA PARANOIDE FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRE dres, de la relación hijo-padres [véase REPARACION MANIACA];
SIVA]. En los primerísimos estadios de la posición depresiva, la eb) la reparación obsesiva consiste en una repetición compulsiva
culpa es tan penosa que se la experimenta como una persecu de acciones del tipo de la anulación de lo acontecido, en ausen
ción deliberada, y esta es la base de la mencionada reversión. cia de un elemento creador real, con el afán de aplacar, a menu
do por vía mágica, y
Defensas maníacas: Sin embargo, las defensas más importantes (e) una forma de reparación fundada en el amor y el respeto ha
enderezadas de manera específica contra la angustia depresiva cia el objeto [véase REPARACION).
se reúnen en un grupo y se las designa como defensas maníacas
[véase DEFENSAS MANIACAS]. La constancia de la constelación de
defensas llevó a Klein a emplear, por breve tiempo, el término Freud, Sigmund (1926) Inhibitions, Symptams and Ana:iety. SE 20, págs.
"posición maníaca». En 1935, las describió por primera vez en su 75-175. [Inhibición, síntoma y angustia, en AE20, 1979, págs. 71-164.]
conjunto. Su «( ... ) torturante y peligrosa dependencia de sus ob, Grosskurth, PhyIlis (1986) Melanie Klein. Hodder & Stoughton.
jetos amados empuja al yo a la libertad. Pero su identificación Grinberg, León (1964) .On two kinds of guilt: their relation with normal
con estos objetos es demasiado profunda para renunciar a ella. Joseph, Betty (1978) «Different types of anxiety and their handling in
( ... ) El sentimiento de omnipotencia es, en mi opinión, lo que the analytic situation», Int. J. Psycho-Anal. 59: 223-8.
por sobre todo caracteriza a la manía» (Klein, 1935, pág. 277). Klein, Melanie (1930) "The importance of symbol-íormation in the deve
Las defensas maníacas comprenden: lopment oí the ego». WMK 1, págs. 219-32.
284 285
Aniquilación Tustin (1981) siguió a Winnicott en la descripción de las con
secuencias de una intrusión sobre el infante todavía inmaduro
La historia del psicoanálisis ha sido la del intento de comprender para abandonar el estado primario (ella lo denominó «autismo pri
la angustia nuclear de la condición humana. Freud (1926) ence mario») [véase AUTISMO]. Bick (1968), por otro lado, describió el
rró esta búsqueda en el término situación de angustia (de peli vínculo con el objeto externo que mantiene unido al infante co
gro) temprana [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS], Y mo un genuino vínculo con un objeto, que se experimenta senso
apuntó que esta difiere con arreglo al estadio de desarrollo. En rialmente a través del contacto de piel, y que es capaz de conte
ese momento argumentaba en contra de la teoría de Rank del ner las partes de la personalidad [véase PIEL].
trauma del nacimiento como única y universal angustia que es Klein presentó la aniquilación (o fragmentación del yo) como
taría en la base de todas las otras; para Freud, el trauma del na el miedo común en la posición esquizo-paranoide.
cimiento puede ser suplantado por la pérdida del pecho, la pér
dida de amor y, por último, la angustia de castración. (i) La angustia en la posición esquizo-paranoide: La aniquila
Klein adoptó el punto de vista de que lo central en el viven ción del yo (del self), especialmente por un objeto interno, que
ciar más temprano era un miedo de aniquilación similar al que es el miedo primerísimo, obedece al trabajo del instinto de muer
sienten los pacientes psicóticos, y que esta era la manera en que te, que está activo desde el comienzo. La aniquilación incluye
se experimentaba el trabajo del instinto de muerte en el interior una fragmentación y desintegración del yo como proceso activo
de la personalidad. de este sobre sí mismo, y da origen a la fenomenología de la con
La existencia de un miedo de aniquilación ha sido postulada dición esquizofrénica [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE].
por varios psicoanalistas. Jones (1927), por ejemplo, concibió una El miedo de ser aniquilado es parte de las experiencias de fan
pérdida catastrófica, la afánisis, un miedo que rebasaba la an tasía inconciente que son dotación innata del infante. Además,
gustia de castración hacia una privación de todos los instrumen está representado entre los mecanismos de defensa primitivos
tos posibles de placer y, por lo tanto, de existencia. por la desmentida, que se experimenta como aniquilación del as
pecto desmentido del objeto o del self. Esta es tanto una defensa
Intrusión: Winnicott (1960) creía que la experiencia de aniquila como un factor que contribuye al miedo de aniquilación, y que
ción derivaba de una intrusión del ambiente en la omnipotencia forma el círculo vicioso de la paranoia [véase PARANOIA].
infantil, que destruía la «continuidad de existir» del infante. En
las primerísimas etapas de la infancia, la madre debe dar pábulo (ii) Las defensas frente al miedo de aniquilación: Muchos klei
al punto de vista del niño de que no existe un objeto separado nianos, en particular Bion (1958), Segal (1972) y Sidney Klein
más allá de su propio ser. Cuando aporta el pecho anhelado en (1974), han descrito las manifestaciones clínicas de defensas fren
el lugar exacto y el momento justo en que el infante lo alucina, te a la experiencia de una aniquilación catastrófica. Además de
lo protege de comprender el verdadero modo en que sus necesi la desmentida, estas defensas incluyen las formas omnipotentes
dades son atendidas. Si la madre no acude a sustentar esta creen de las defensas primitivas de proyección, introyección, identifi
cia del infante de que se satisface él mismo, el niño sufre una cación proyectiva, escisión e idealización.
experiencia particular, que Winnicott denomina intrusión, y que
lo hace sentirse aniquilado en su ser. Winnicott modificó el sen (iii) La piel continente: Sobre la base de la observación de infan
tido que Klein atribuía a la experiencia de aniquilación: vio en tes desde el nacimiento [véase OBSERVACION DEL INFANTE], Bick
la destrucción el efecto de un agente externo, y no de un objeto (1964) presentó el testimonio observacional de una experiencia
destructivo interno. El fracaso del ambiente (la madre) en facili primaria de aniquilación. Puso de manifiesto los métodos, común
tar la convicción de omnipotencia del infante tiene por resulta mente somáticos y sensoriales, por medio de los cuales el am
do una ruptura en su «sentimiento de continuidad de existir». En biente puede ayudar al infante a sobrevivir a estas experiencias,
lo sucesivo, la personalidad que está en desarrollo solamente pue fenómenos que designó como lafuncion de la piel. Describió tam
de sentirse infiel a su propio existir: adoptará un selffalso [véase bién métodos corporales omnipotentes con los que el niño puede
PIEL]. sobrevivir en ausencia de un contenimiento adecuado por parte
286 287
del objeto externo, métodos que denominó la segunda piel [véa Asimilación
se PIEL; IDENTIFICACION ADHESIVA].
Durante el prolongado período de las décadas de 1930 y de 1940
(iv) El cambio catastrófico: Bion recogió el punto de vista de Klein en el cual se elaboró el concepto de objeto interno, Heimann
de que existe una oscilación constante entre la posición esquizo (1942) comenzó a examinar la pregunta: ¿Qué destino sigue el
paranoide, con su angustia de aniquilación, y la posición depre objeto externo una vez que ha sido introyectado? ¿Va al yo o
siva, con su angustia característica de cuidado y culpa. Vio en al superyó? Rado (1928) ya se había visto en la misma perpleji
tonces en el miedo de aniquilación una experiencia que consti dad respecto de este problema en el trabajo de Freud y de Abra
tuía una amenaza persistente durante toda la vida. ham con pacientes maníaco-depresivos. Freud (1917) originalmen
Todo cambio trae consigo esa amenaza, pero el cambio es una te llamó identificación al proceso por el cual «la sombra del obje
parte indispensable de la vida y el pensamiento; Bion estudió la to cayó sobre el yo». Después (1921) intentó despejar estas
necesidad de cambiar y elaborar el pensamiento, y sus puntos confusiones explicando que el objeto se ponía «( ... ) en el lugar
de vista se aplican a todas las formas de cambio de personalidad. del yo o en el del ideal del yo» (pág. 114 [pág. 108]); con posterio
La consecuencia de sus posiciones es que todo desarrollo trae con ridad (1923), formalizó el concepto del superyó. Expuso además
sigo la amenaza de una catástrofe para la psique, y el desarrollo el estado de enamoramiento como de «( ... ) fascinación y servi
se basa en pequeñas oscilaciones entre la fragmentación esquizo dumbre ( ... ) [el yo] se ha empobrecido, se ha entregado al obje
paranoide y el cuidado de la posición depresiva, para lo cual in to, le ha concedido el lugar de su ingrediente más importante»
ventó la notación «Ep-D" [véase Ep-D]. (Freud, 1921, pág. 113 [pág.
Dificultades para comprender el descubrimiento kleiniano de
los objetos internos [véase 5. OBJETOS INTERNOS] provienen del ca
Bick, Esther (1964) .Notes on infant observation in psycho-analytic trai rácter confuso de estos primeros intentos de entender la identi
ning», Int. J. Psycho-Anal. 45: 558-66; reimpreso (1987) en Martha Ha ficación y la proyección. Por ejemplo, cuando Klein escribió:
rris y Esther Bick, The Collected Papers of Martha Harris and Esther
Bick. Perth: Clunie, págs. 240-56. «( ... ) el yo, apoyado por el objeto bueno internalizado y fortale
(1968) .The experience of the skin in early object relations», Int. J. cido por una identificación con este, proyecta una porción del
Psycho-Anal. 49: 484-8; reimpreso en The Collected Papers of Martha instinto de muerte sobre aquella parte de sí que él ha segregado,
Harris and Esther Bick, págs. 114-8. una parte que llega a entrar en oposición con lo restante del yo
Bion, Wilfred (1958) .On arrogance», Int. J. Psycho-Anal. 39: 144-6; reim
y que forma la base del superyó" (Klein, 1958, pág. 240),
preso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs. 86-92.
Freud, Sigmund (1926) Inhibitions, SympttYms andAnxiety. SE 20, págs.
75-175. [Inhibición, síntoma y angustia, enAE20, 1979, págs. 71-164.) en verdad exponía una cantidad de relaciones internas diferen
Jones, Ernest (1927) .The early development of female sexuality», Int. tes entre el yo y sus objetos: (i) el yo mantiene un vínculo de
J. Psycho-Anal. 8: reimpreso (1948) en Ernest Jones, Papers on
apoyo con un objeto interno; (ii) el yo es fortalecido y sustentado
Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 438-5l.
por una identificación con el objeto; (iii) una parte segregada del
Klein, Sidney (1974) .Transference and defence in manic states», Int.
yo se convierte en un objeto interno hostil.
J. Psycho-Anal. 55: 261-8.
permite concebir objetos internos que pasan a ser una parte del
PauL
288 289
extraños insertos en el self. Si bien esto es más evidente con Freud, Sigmund (1917) «Mourning and melancholia». SE 14, págs. 237-58.
pecto a los objetos malos, también vale para los buenos si el [«Duelo y melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
se ve subordinado compulsivamente a la preservación de (1921) Group Psychology and the Analysis oi the Ego. SE 18, págs.
65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, págs.
(Klein, 1946, pág. 9n).
63-136.]
Heimann (1942) había informado sobre el historial clínico (1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en AE
una mujer artista cuyo material ponía de manifiesto la 19, 1979, págs. 1-66.]
ción de un objeto hostil que tenía por resultado una persecucióD(' Heimann, Paula (1942) .A contributíon to the problem of sublimation
interna del yo y una disminución de su aptitud creadora. En el. and its relation to processes of internalization», Int. J. Psycho-Anal. 23:
curso del proceso psicoanalítico, esta madre interna hostil se ma,,! 8-17.
dificó y se pudo asimilar como sustento y fortaleza para el yo" (1955) .A combination of defences in paranoid states», en Melanie
Una modificación similar de un objeto interno hostil fue descrita. Klein, Paula Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. (1955) New Directions
por Schmideberg (1934) en Un niño. in Psycho-Analysis. Tavistock, págs. 240-65; una versión anterior se pu
Con posterioridad, Heimann (1955) expuso un caso en que blicó (1952) con el título "Preliminary notes on sorne defence mecha
nisms in paranoid states», lnt. J. Psycho-Anal. 33: 208-13.
objeto interno hostil se había identificado con una parte del yq
Klein, Melanie (1946) "Notes on sorne schizoid mechanisms», en WMK
(una parte anatómica) y era tratado, en consecuencia, como
3, págs. 1-24.
objeto ajeno. Se trataba de un paciente masoquista cuya excita:') (1952) .Some theoretícal conclusions regarding the emotionallife of
ción cuando le pegaban en las nalgas provenía de la jntroyecció~.1 the infant». WMK 3, págs. 61-93.
de una imago de un padre odiado y hostil y de una identificacióllj (1958) "On the development of mental functioning•. WMK 3, págs.
de esta imago con la parte de su yo donde le pegaban, sus nalgas. 236-46.
Este objeto interno, considerado «malo», era un perseguidor ini Rado, S. (1928) "The problem of melancholia», lnt. J. Psycho-Anal. 9:
terno dotado de similares impulsos sádicos. a aquellos con los 420-38.
era atacado, y resultaba indistinguible del objeto interno r>",... "r>i~ Schmideberg, Melitta (1934) .The play analysis of a three-year-old
do como superyó. Int. J. Psycho-Anal. 15: 245-64.
Heimann (1955) ilustró también la situación común de un
jeto que ha sido asimilado y que se convierte en un recurso
plementario para el yo; es el caso del niño que introyecta el
cho de la madre después de mamar, y lo identifica con su pulg¡.:u;~ Autismo
de suerte que, cuando tiene hambre, puede succionar ese objet~,
interno en la figura de su pulgar para, en un momento posterinr La grave perturbación de los niños conocida como autismo ha
generar fantasías de satisfacción que lo protejan de un objeto sido estudiada (Meltzer et al., 1975; Tustin, 1981, 1986) después
til que produce hambre [véase 5. OBJETOS INTERNOS]. de un trabajo psicoanalítico logrado Con pacientes adultos psicó
En el curso del desarrollo sobreviene '( ... ) una asimilanvJ,t; ticos [véase PSICOSIS]. El interés teórico se dirige a estados psico
progresiva del superyó [objeto interno hostil] por el yo» lógicos tempranísimos, en los que se suscita la predisposición al
1952, pág. 74); «(. , .) la acrecentada aptitud del yo para acepta» autismo. Por eso se considera que esta condición ofrece una puer
las normas de los objetos externos ( ... ) se debe a la síntesis más ta de acceso a las primerísimas etapas del desarrollo; con más
grande que el superyó presenta y a la asimilación creciente del precisión, los momentos inmediatamente anteriores y posterio
superyó por el yo» (Klein, 1952, pág. 87). A medida que en la, res a la experiencia del nacimiento.
posición depresiva se desarrollan los objetos totales, aumenta su
disponibilidad interna para servir de apoyo y de identificación, Frances Tustin: Tustin muestra que Klein «( ... ) ya en 1930, se
y el mundo interno empieza a dejar de ser un cOl\Íunto hostil de anticipó en trece años a la diferenciación establecida por Leo Kan
objetos internos ajenos. ner del "autismo infantil temprano" respecto de la insuficiencia
mental.. (Tustin, 1983, pág. 130). Esta autora sostuvo (1981, 1986)
VéilSe 5. OBJETOS INTERNOS la existencia de un estado primario de «autismo normal», que en
290 291
lazó con el autoerotismo descrito por Freud, una búsqueda de no a él mismo o externo, caracteriza al niño autista [véase PIEL];
sensaciones corporales placenteras sin allegamiento a objetos. como consecuencia, el niño se procura percepciones intensas u
Aceptó además la concepción de Winnicott de la omnipotencia otras sensaciones corporales como mecanismos para mantenerse
infantil primaria, y la consideró equivalente al concepto que ella unido.
había elaborado. Pasó a distinguir después dos clases de autis Como sucede cada vez que se alcanza una comprensión nue
mo: (i) una en la que el «autismo normal» ha sido interrumpido va de las experiencias tempranas de la infancia, se las puede em
de manera prematura; es el caso del infante que, en un estado plear para entender los problemas posteriores de perturbaciones
de hipersensibilidad ante la experiencia de separación, reaccio en el adulto. Sidney Klein (1980) puso de manifiesto aspectos
na abroquelándose en una preocupación impenetrable por sus autistas en pacientes que se presentaban con problemas neuróti
solas sensaciones corporales, y desarrolla una fusión psicótica per cos. Eran personas encapsuladas en un aislamiento estructural
manente con el ambiente (la madre), y (ii) otra forma en que el rígido, que a menudo se imaginaban a sí mismas en los sueños
infante, con un trauma de menor gravedad, se entrega al recur como insectos duros o animales con caparazón; esto presenta una
so permanente de una identificación proyectiva patológica, en semejanza con la defensividad secundaria muscular, dura, tal co
confusión permanente con objetos externos. Ambas formas tie mo la ha descrito Bick (1968). Tales partes escindidas de la per
nen por consecuencia una falta de desarrollo del mundo interno sonalidad pueden ser referidas a la organización de elementos
y la absorción en sensaciones corporales. La primera de estas cla narcisistas profundos, descrita por Rosenfeld (1971) [véase ES
ses de estados autistas se discierne con claridad en la noción de TRUCTURA].
Winnicott de una intrusión de objetos externos, sobrevenida an
tes del estadio de desarrollo en que se puede tolerar la separa
ción [véase ANIQUILACION]. De esta manera, las concepciones de Bick, Esther (1968) «The experienee of the skin in early objeet relations»,
Tustin echan un puente entre los puntos de vista de Klein y los Int. J. Psycho-Anal. 49: 484-8; reimpreso (1987) en Martha Harris y Es
de Winnicott acerca de las primerísimas etapas de la psicología ther Bick, The Collected Papers ofMartha Harris and Esther Bick. Perth:
Donald Meltzer: En una dirección algo diferente, Meltzer et al. Psycho-Anal. 61: 395-402.
rato psíquico y sobre las formas aberrantes en que este se puede (1978) .A note on Bion's eoneept of reversal of alpha-funetion», en
disolver. El trastorno del proceso normal de integración psíquica The Kleinian Development, Part IIl. Perth: Clunie, págs. 119-26; reim
trae consigo una desintegración de los datos sensoriales en frag preso (1981) en James Grotstein, ed. Do I Dare Disturb the Universe?
mentos [véase PENSAMIENTO; ELEMENTOS BETA], con el resultado Beverly Hills: Caesura, págs. 529-35.
de que no sobreviene un desarrollo adecuado hacia pensamien Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y Wit
tos pensables (Meltzer, 1978). Además, enlazó esto con el trabajo tenberg, Isea (1975) Explorations in Autisrn. Perth: Clunie.
de Bick sobre una identificación adhesiva, que había partido de Rosenfeld, Herbert (1971) "A clinical approaeh to the tic theory of the
la observación de infantes «normales» desde el nacimiento [véa life and death instinets: an investigation into the aggressive aspeets of
se IDENTIFICACION ADHESIVA]. Parece existir una correspondencia narcissism», Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
Tustin, Franees (1981) Autistic States in Childhood. Routledge & Kegan
significativa entre observaciones de niños autistas y de infantes
Paul.
normales desde los primeros días de vida (Meltzer, 1975). Bick
(1983) "Thoughts on autism with special referenee to a paper by Me
(1968) expuso la manera en que el infante·adquiere por primera lanie Klein», Journal of Child Psychotherapy 9: 119-3l.
vez el sentimiento de ser uno, a través de la estimulación de la (1986) Autistic Barriers in Neurotic Patients. Karnae. [Barreras
piel. Cuando esto no se produce adecuadamente, el infante se autistas en pacientes neuróticos, Buenos Aires: Amorrortu editores,
queda con un sentir de integración defectuoso, que se describe 1989.]
como una incapacidad para sustentar la sensación de un espacio
continente. La ausencia de un espacio continente, ya sea inter
292 293
Bebés vistock Clínic, y elaboró el método de la observación del infante
como herramienta para psicoterapeutas de niños. Ahora bien, su
Freud mostró en toda su hondura la significación de los bebés. interés se dirigía a verificar mediante observación directa las con
Representaban para la niña el exultante sustituto del pene, y un· clusiones de Klein sobre el primer año de vida. En esa tarea, pro
triunfo para su creatividad. dl\io sus descubrimientos originales. A pesar de su lealtad a Klein,
las opiniones de Bick, después de su muerte, ocurrida en 1983,
Ataques al cuerpo de la madre: Según las primeras concepciones fueron dejadas atrás por el avance de la corriente kleiniana.
de Klein (1932), los bebés de la madre, alojados dentro de su cuer
po, según se cree, representan una provocación extrema a los APORTES CIENTIFICOS. Bick aportó un método que permitió ob
celos y a la envidia desde la temprana infancia. Esto da lugar tener tres resultados principales con respecto a las etapas tem
a violentos ataques, perpetrados en la fantasía, sobre el cuerpo pranísimas del desarrollo, de los primeros días y semanas de vida
de la madre y sus contenidos, ya espantosos miedos de retorsión (Harris, 1984).
[véase 6. FASE DE FEMINIDAD; 8. SITUACIONES DE ANGUSTIATEMPRA
NAS]. Las fantasías de la niña pequeña sobre sus propios bebés (i) Observación del infante: Bick instituyó un método riguroso
son, por lo tanto, tranquilizadoras frente a la angustia paranoide de observaciones semanales de madres con sus bebés en el hogar
de retorsión por parte de la madre. (Bick, 1964). Originalmente se trató de un método destinado a
enseñar a psicoterapeutas de niños y psicoanalistas en formación
En buena medida lo mismo ocurre en el caso del varoncito, quien a observar en lugar de intervenir. Sin embargo, las observacio
se ve movido a la violencia (y al miedo paranoide) por la fantasía nes producían resultados inmediatos [véase OBSERVACION DEL IN
suplementaria de que el cuerpo de la madre contiene el pene del FANTE].
padre [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA]. En los dos sexos, la
idea de que hay bebés alojados en el cuerpo de la madre (y de (ii) Sensación primaria de la piel: La observación más notable
que ahí está también el pene del padre) produce agresión y mie~ de Bick fue la referida a la experiencia pasiva del infante de ser
dos paranoides [véase PARANOIA] que aumentan la angustia nor reunido por un objeto externo percibido a través de las sensacio
mal de castración y la envidia del pene descritas por Freud; eSe nes cutáneas [véase PIEL]; Y sobre un pasivo desmembramiento
tas afectan mucho el desarrollo sexual del niño, y tienen la pOc si este objeto fallaba (Bick, 1968). La piel tiene la decisiva fun
tencialidad de generar inhibiciones en la edad adulta; además, ción de dar testimonio de un objeto semejante. Esto se contrapo
pueden influir en las relaciones de los adultos con sus propios ne a las experiencias, descritas por Bion y otros en su trabajo·
bebés cuando sean madres o padres. con esquizofrénicos, de un proceso activo de escisión yaniquila
ción del self.
Véase NIÑO La idea de que la vivencia de un espacio interno se tiene que
adquirir implica la posibilidad de un fracaso en lograrlo y, en con
secuencia, de la adopción de medidas compensatorias, las más
Klein, Melanie (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2. primitivas entre todas las defensas, que Bick (1968) denominó
fenómenos de «segunda pie},. [véase PIEL].
294 295
vencia innata del espacio interno, que se da por supuesta en las de vanguardia de la investigación psicoanalítica de la esquizofre
teorías de Bion. nia. Su extraordinaria capacidad para descollar en cualquier me
dio donde actuara sólo era comparable a la continua decepción
(iv) Identificaci6n adhesiva: La posibilidad de un fracaso en el que experimentaba a causa de la resistencia que creía ver opues
desarrollo de ese objeto primario integrador (espacio) parece con ta a sus empeños. Esto lo llevó en la década de 1970 a alejarse
firmada en el trabajo con niños autistas (Meltzer et al., 1975) [véa de Gran Bretaña en un intento de instalarse en California, tam
se AUTISMO]. Bick y Meltzer (Meltzer, 1975, 1986) colaboraron en bién fallido. Regresó para sostener una iniciativa de crear un gru
la descripción de los caminos por los cuales los niños autistas se po psicoanalítico (de persuasión kleiniana) en Oxford. Este paso
desarrollan sin alcanzar una sensación de espacio interno o ex final lo realizó pocos meses antes de su muerte, ocurrida en 1979.
terno. Su relación con los objetos parece ser la de ccestar pegado» Su búsqueda geográfica, hacia el fin de su vida, de un lugar que
al objeto, mecanismo este denominado identificación adhesiva pudiera convertir en su hogar fue una metáfora de sus porfías
[véase IDENTIFICACION ADHESIVA]. teóricas no menos incesantes en el campo del psicoanálisis. Sus
logros sólo fueron superados por los de la propia Klein, aunque
algunos (Meltzer et al., 1982) dirían que su potencial era mucho
Bick, Esther (1964) "Notes on infant observation in psyeho-analytic trai mayor que el de aquella. Si se puede afirmar que exista una es
ning», Int. J. Psycho-Anal. 45: 558-66; reimpreso (1987) en Martha Ha cuela o tradición pos-kleiniana, esta es la de Bion.
rris y Esther Bick, The Collected Papers of Martha Harris and Esther Los aportes de Bion son muy varios, y se los encontrará ex
Bick. Perth: Clunie, págs. 240-56. puestos en detalle en otras entradas de este diccionario, a las
(1968) «The experienee of the skin in early objeet relations», Int. J. que remitiremos. Sus escritos son aforísticos, irritantes e inten
Psycho-Anal. 49: 484-6; reimpreso en The Collected Papers of Martha
samente estimuladores, y ese estilo ha sido responsable de una
Harris and Esther Bick, págs. 114-8.
(1986) «Further eonsiderations of the funetion of the skin in early tendencia a santificarlo al mismo tiempo que no se lo entendía
objeet relations», Br. J. Psychother. 2: 292-9. bien. Todos los kleinianos consideran hoy que su práctica y su
Harris, Martha (1984) «Esther Bick», Journal of Child Psychotherapy 10: teoría actuales han recibido el significativo influjo de la obra de
2-14. Bion (O'Shaughnessy, 1981).
Meltzer,Donald (1975) «Adhesive identifieation», Contemporary Psycho
Analysis 11: 289-301. APORTES CIENTIFICOS. Mientras se formaba corno psicoanalis
(1986) «Diseussion of Esther Bick's paper "Further eonsiderations of ta, Bion conducía terapia en grupos (Bion, 1961) [véase SUPUES
the funetion of the skin in early objeet relations"», Br. J. Psychother. TOS BASICOS]. No obstante que su interés duró unos pocos años,
2: 300-1.
su abordaje imaginativo produjo: (i) el desarrollo de una tradi
Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y Wit
ción de terapia de grupo conocida corno el estilo de Tavistock
tenberg, Isea (1975) Explorations in Autism. Perth: Clunie.
296 297
(1) Psicosis. Como psicoanalista, Bion se unió al grupo de analis (4) Contenimiento. Bion (1962a) expuso una nueva teoría de las
tas kleinianos que intentaba sacar partido del esclarecimiento relaciones, que desbordaba el paradigma tradicional de la sexua
acerca de la esquizofrenia introducido por el trabajo de Klein lidad. No obstante, también se puede afirmar lo inverso: que el
(1946) sobre mecanismos esquizoides. Una elaboración novedosa complejo de Edipo y su perturbación pueden asediar a cualquie
para la práctica se originó en el descubrimiento de aspectos se ra de estos contactos de interpenetración. El contacto se puede
gregados de la trasferencia, según se los exponía en aquel traba concebir como un proceso de contenimiento. Una cosa es enca
jo. En su primer ensayo sobre este tema, de 1954, Bion basó su jada en otra, con violencia o sin ella. Bion pasó a describir pos
concepción del esquizofrénico definiéndolo como alguien que teriormente toda una fenomenología de la relación contenedor
«( ... ) o segrega sus objetos o se pega a ellos o los rehúye» (Bion, contenido, donde el contenido podía hacer estallar al contene
1954, pág. 24). En el simposio ante el cual presentó aquel ensa dor, o bien podía ser constreñido y sofocado por este; pero tam
yo, se debatió un trabajo de Katan, que exponía criterios para bién podía producirse una adaptación mutua entre ambos. Defi
distinguir partes psicóticas de partes no psicóticas de la persona nió formas de relación simbiótica, parásita y comensal (Bion,
lidad, lo que parece haber fructificado en el enunciado clásico 1970). Aunque Bion primero mostró esta forma de contacto por
de Bion, de 1957, sobre la distinción entre lo psicótico y lo no interpenetración en el proceso de elaborar pensamientos y teo
psicótico. En 1959, Bion expuso la diferencia esencial entre una rías, la extendió después a los más variados fenómenos: poner
forma normal y una patológica de identificación proyectiva [Véa pensamientos en palabras; colocar el pensamiento, o el sentimien
se 13. IDENTIFICACIONPROYECTIVA; OBJETOS BIZARROS]. Así introdujo to, en la mente del individuo; introducir al individuo en su grupo
orden en el confuso concepto de identificación proyectiva. social, o al infante, en la conciencia de la madre (ensoñación),
En la forma patológica, este proceso se consuma con máximo etc. [véase CONTENIMIENTO].
sadismo y violencia, y el resultado es un objeto externo invadi
do, penetrado de un odio retorsivo: un objeto bizarro. Esta no Técnica psicoanalítica: La teoría del contenimiento contribuyó
ción constituyó la base de todas las elaboraciones posteriores de a la revisión de la técnica psieoanalítica que estaba en marcha
las teorías de Bion [véase PSICOSIS]. en la década de 1950 (Racker, 1948; Heimann, 1950; Rosenfeld,
1952; Money-Kyrle, 1956), a través del don característico de Bíon
(2) Empatia. Una vez que se hubo dilucidado una forma patológi de presentar descripciones vívidas y cuestionadoras [véase 1. TEC
ca de identificación proyectiva, se pudo comprender una forma NICA; CONTRATRASFERENCIA].
más «oormal», consumada con menos odio. Procesos benignos ta
les como la empatía, que supone «ponerse en la piel del objeto», Memoria y deseo: A juicio de Bion, cuando se aborda un análisis,
pasaron a ser aspectos importantes para la comprensión del efecto tanto analista como analizando temen la experiencia de cambio
terapéutico del psicoanálisis [véase 1. TECNICA]. y desarrollo que aquel trae consigo. Sobrevienen pequeñas ca
tástrofes para la paz del espíritu de ambos [véase Ep-D; ANIQUI
(3) Pensamiento. La violencia y omnipotencia de la intrusividad LACION]. Bion exhortaba al analista a evitar ciertas maniobras
del esquizofrénico es la causa de su dificultad para pensar. Aho mentales que estorbarían su aproximación a la catástrofe poten
ra bien, una vez discernidas las anormalidades del pensamiento cial de desarrollo en el análisis [véase CONTENIMIENTO]. Conside
esquizofrénico quedó en claro que los procesos de pensamiento " raba que los obstáculos principales eran el despiste mental del
más normales se basan también en una identificación proyectiva analista con un saber consabido acerca del paciente o del psico
(una forma más normal). Bion experimentó con paradigmas para análisis (lo contrario de estar alerta para la experiencia inmedia
la vinculación de pensamientos [véase VINCULACION]. La inter~ ta) y un celo terapéutico que pretendiera planificar el desarrollo
penetración de un elemento dentro de otro se podía edificar en futuro sin permitir que este surja en la experiencia mutua. Estas
estructuras abstractivas muy complejas, con repeticiones seria vías de escape desde el presente inmediato hacia el pasado o el
les de esta clase de vinculación emocional [véase PENSAMIENTO]. futuro podían ser clausuradas por el mandamiento de Bion (1965,
Se trata de un proceso que genera sentido a partir de sensacio 1970) de «abolir la memoria y el deseo». Despejar de esta manera
nes y experiencias [véase FUNCION ALFA; EPISTEMOFILIA]. su mente supone una actividad extenuante para el analista., aun
298 299
que tambi~n es cierto que, lo mismo que la teoría de la contra ción alfa» quería describir el proceso mental por el cual se ad
trasferencia, puede ser objeto de abuso y tomarse como excusa quiere significado a partir de impresiones sensoriales; al mismo
para la «ignorancia e indolencia» (Spillius, 1988). tiempo, el término se eligió por carecer de significado, y en el
curso de los escritos de Bion experimentó el proceso de ir adqui
(5) La comunicabilidad del pensamiento psicoanalítico. Más ade riendo significado. La conjugación del proceso con etmétodo que
lante en su carrera, Bion empezó a interesarse por el entendi lleva a describirlo se asemeja a la incapacidad del esquizofrénico
miento -o los malentendidos- de los psicoanalistas entre ellos. de distinguir comunicación de acción. Pero no se trata en Bion
En primer lugar inventó una grilla (Bion, 1963) en la que anotó de incapacidad, sino de un intento calculado de ofrecer un signi
todas las clases posibles de comunicación sobre dos coordenadas. ficado.a través de la experiencia así como de la exposición didác
Una coordenada era una cascada serial de relaciones de conteni tica:' «La ventaja de emplear un signo ( ... ) consiste en que al
miento para diferentes niveles de abstracción, desde datos sen menos indica que la comprensión del lector de lo que yo quiero
soriales muy primitivos hasta las teorías generales más abstrac significar habrá de contener un elemento que permanezca insa
tas (desde los sueños y las fantasías hasta los conceptos, los sis tisfecho hasta que reciba la realización adecuada» (Bion, 1962b,
temas teóricos y el cálculo algebraico). La otra coordenada págs. 95-6). Se pide al lector que llene las palabras de Bion con
desplegaba el empleo que se podía hacer de aquellos elementos su propia experiencia.
mentales. Así, Bion intentó introducir cierta precisión en la co
municación acerca del psicoanálisis y, desde luego, cierto rigor La importancia de Bion. Es imposible, en una entrada resumida,
en el pensamiento que se quiere comunicar. comunicar todo el influjo de Bion sobre el pensamiento kleinia
no. El carácter del psicoanálisis kleiniano se desarrolló de mane
, Vértices: En otro intento por introducir orden en todo aquel ma ra notable a partir del trabajo de Klein sobre los mecanismos es
lentendido, Bion (1970) intentó producir una teoría sobre dife quizoides (Klein, 1946), pero la elaboración de esas ideas fue obra,
rentes puntos de vista: vértices. Los niveles de contenimiento en buena parte, del grupo de sus seguidores [véase GRUPO KLEI
proporcionan diferentes puntos de vista: mítico, científico, etc; NIANO; 13. IDENTIF1CACION PROYECTIVA], y Bion ha surgido como
Esto sugiere vértices religioso, individual, sociológico, que él es el más original entre ellos. Las elaboraCiones de consecuencias
peraba que se pudieran reconciliar entre sí. más vastas son: (a) el discernimiento de la identificación proyec
tiva normal y omnipotente; (b) la teoría del contenimiento emo
Fenómenos sociales: Sus ideas sobre la comunicación y los pun cional de la personalidad, y (c) la teoría del pensamiento, que
tos de vista (vértices) condujeron a Bion a conjeturar acerca de deriva su significado a partir de las configuraciones emocionales
fenómenos sociales desde un marco psicoanalítico (Bion, 1970) infantiles más primitivas [véase FUNCION ALFA; ELEMENTOS BETA;
[véase SUPUESTOS BASICOS; SOCIEDAD]. La tensión entre un indivi OBJETOS BIZARROS; CONTENIMIENTO; CONTRATRASFERENCIA; VINCULA
duo y su sociedad se presentó en función de contenimiento; estc> CION; TERROR SIN NOMBRE; PRE-CONCEPCION; Ep-D; PENSAMIENTO]. En
traducía una idea que mucho tiempo antes había considerad(') todas estas elaboraciones fue Bion la figura más destacada.
Pichon-Riviere (1931). Un punto importante en el debate kleiniano contemporáneo
es la evaluación que cabe hacer de Bion: si ha superado a Klein
Estilo de escritura de Bion: El singular estilo de escritura de BiOR de suerte que se lo deba reconocer como el fundador de una nue
parece relacionado con el contenido de las ideas sobre las que va escuela de psicoanálisis, según han empezado a sugerir Melt
escribía. Al comienzo es pulido, un poco irascible: tal vez desti~ zer y algunos de sus colegas (Meltzer et al., 1982; Harris, 1982;
nado a cuestionar con ideas nuevas. Pero después, cuando hubo Meltzer, 1986), o si las elaboraeiones a las que Bion se asoció de
comprendido mejor su propia teoría del pensamiento y de la co manera especial forman parte de un desarrollo general del pen
municación con otros, su estilo evolucionó para exigir al lector samiento kleiniano que incluye también (a) la elaboración de Se
que pensara por sí mismo. Perfeccionó un truco: al describir cier gal de una teoría kleiniana del simbolismo y de la experiencia
tos procesos psíquicos, simultáneamente introducía ese mismo estética [véase FORMACION DE SIMBOLü; ECUACION SIMBOLICA]; (b) las
proceso en el acto de describirlo. Por ejemplo, su término «fun elaboraciones que debemos a Rosenfeld, a Joseph y a otros acer
300 301
ca de la estructura de la personalidad [véase NARCISISMO NEGATI (Klein) and container-contained (Bion)>>, Journal ofChild Psychotherapy
vo; PERVEBSION; ESTRUCTURA], y Cc) el incesante estudio de niños 8: 185-202.
e infantes por Bick y otros, con la elaboración de la teoría de Menzies Lyth, Isabel (1981) «Bion's contribution to thinking about groups»,
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Castración
Hinshelwood, R. D. (1987) 'What Happens in Groups. Free Association
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El punto de vista clásico de Freud sostenía que el núcleo del pro
Katan, M. (1954) .The importance of the non-psychotic part of the per
blema edípico era que unos deseos sexuales (libidínales) traían
sonality in schizophrenia», Int. J. Psycho-Anal. 55: 119-28.
consigo el riesgo de que el varoncíto fuera castrado por su pa
Klein, Melanie (1946) «Notes on sorne schizoid mechanisms», en WMK
302 303
este da lugar a un coito permanente dentro de la madre). El ob del objeto bueno, que hace su aporte al extremo persecutorio del
jeto combinado·de madre-can-pene o pene dentro del pecho es espectro de los celos [véase 12. ENVIDIA].
en extremo violento yaterrorizador [véase FIGURA PARENTAL COM
BINADA]. La niñita teme la devolución en especie de sus ataques
de invasión, devastación y robo perpetrados en el cuerpo de la
madre y sus contenidos [véase 6. FASE DE FEMINIDAD; 8. SITUACIO Coito
NES DE ANGUSTIA TEMPRANAS]. El varoncito, por su parte, tiene fan
tasías similares de ataque a la madre, pero estas se centran en El juego de los niños pone en evidencia las numerosas teorías
mayor medida en el pene del padre, alojado dentro de ella. sexuales que ellos intentan investigar. Klein descubrió (en la dé
Klein creía haber descubierto un precursor de la angustia de cada de 1920) que muchas de estas teorías derivaban de fanta
castración que, basado en las fases pregenitales en extremo sádi sías pregenitales: succión mutua, mordedura, amamantamiento
cas, instila un miedo particularmente intenso en la angustia de con leche, con heces, azotarse, etc. A su juicio, esto suponía que
castración. Su aporte en aquella época (la década de 1930) con las fantasías de la escena primaria comenzaban en un momento
sistió, pues, en reforzar la concepción clásica de las angustias que muy temprano de la vida, y que debían de existir estimulaciones
asedian al infante y al niño; en ese sentido, mostró los elementos genitales (premoniciones de una pareja parental) incluso en las
especialmente primitivos que están en la base de la configura etapas oral y anal. Esto se contraponía a la teoría ortodoxa en
ción genital, y que son inherentes a ella, desde las primeras fases una época en que las ideas sobre el comercio sexual parental no
del desarrollo. Creía, por eso, que no hacía sino refirmar la teo se situaban antes de la fase genital, y constituían la base del com
ría clásica, en tanto la extendía hacia períodos más temprano!, plejo de Edipo. Elresultado fue que Klein se encontró exponien
con los cuales había continuidad genética, método este que el do formas pregenitales del complejo de Edipo, y fechando sus
propio Freud había empleado siempre [véase CONTINUIDAD GENE orígenes cada vez más temprano [véase 4. COMPLEJO DE EDIPol·
TICA}. Klein describió también un objeto que denominó ola figura pa
rental combinada», que es la fantasia del infante sobre sus pa
dres ensartados y absortos uno con otro.
Klein, Melanie (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
Véase FIGURA PARENTAL COMBINADA; VINCULACION
Celos
Contenimiento
Si los celos son la clave de bóveda de la teoría freudiana clásica
en la forma del complejo de Edipo, Klein tomó el concepto y le La noción de «contenimientoll se ha convertido en un concepto
confirió renovada hondura. Demostró que las tempranísimas ex decisivo para la mayoría de las variedades de psicoterapia analí
periencias de antagonismo son casi pura violencia y persecución, tica británicas, tanto dentro del Grupo Kleiniano de psicoanalis
y que a partir de aquí los celos cristalizan como un afecto más tas como fuera de este. Deriva de la descripción original de Klein
específico que deja sitio a la admiración por la misma persona de la identificación proyectiva [véase 13. IDENTlFICACION PROYEC
hacia quien se sienten celos. Como en el caso de la culpa [véase TIVA], en la que una persona contiene en cierto sentido una par
existe un espectro de afectos que va desde la persecu te de otra. Esto ha dado origen a una teoría del desarrollo basa
ción, pasando Ca medida que se alcanza y reelabora la posición da en el contacto emocionaÍ del infante con su madre y, por ex
depresiva) por diversos grados de intensidad, hasta desembocar., tensión, a una teoría del contacto en psicoanálisis.
en el otro extremo, en una competencia sana. Esta descripción El concepto fue cobrando forma poco a poco en la bibliogra
cobró relieve cuando, en 1957, Klein expuso la envidia primaria, na al paso que los analistas kleinianos investigaban a tientas la
que ella caracterizó como una invasión frenética y destructiva identificación proyectiva:
304 305
.El paciente ( ... ) dejó ver que había proyectado su self uctllau~ defensiva hostil ( ... ) la situación analitica instiló en mi mente
que contenía el mundo destruido, no sólo sobre todos los la sensación de presenciar una escena tempranísima. Me pareció
pacientes, sino también sobre mí, y que me había modificado que el paciente había convivido en su infancia con una madre
esa manera. Pero en lugar de aliviarlo, esta proyección lo que respondía de manera concienzuda a las manifestaciones emo
tió más, porque le daba miedo lo que yo pudiera devolverle cionales del infante. Esta respuesta concienzuda contenía un ele
mi vez, tras lo cual sus procesos introyectivos mento de impaciente "No sé qué le pasa a este chico". Mi de
una grave perturbación» (Rosenfeld, 1952, págs. 80-1). ducción fue que a fin de comprender lo que deseaba el niño, la
madre trataba el llanto del infante como si no fuera sólo una de
Aquí Rosenfeld utiliza la teoría establecida por Klein acerca de1 manda de su presencia. Desde el punto de vista del infante, ella
desarrollo del yo, que se produce a través de ciclos repetidos de' debió admitir en sí misma, y por lo tanto experimentar, el miedo
introyección y de proyección; pero la lleva más adelante porque que hacía que el niño se sintiera morir. Este miedo era lo que
discierne no la mera proyección del objeto, sino también la el niño no podía contener. Pugnaba por segregarlo de sí, junto
yección de partes del self: una identificación proyectiva en cicl~ con la parte de la personalidad donde residía, y proyectarlo en
con una identificación introyectiva. Jaques (1953) experimentó la madre. Una madre comprensiva sería capaz de experimentar
de manera parecida con estas ideas hacia la misma época [véase el sentimiento de espanto del que este bebé trataba de librarse
SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES].
por medio de identificación proyectiva, y de conservar empero
En general se atribuye a Bion (1959) la forma madura de
una visión equilibrada. Este paciente se había visto frente a una
modelo:
306
307
modelo, la relaci6n del infante con su objeto primero se puede Espejamiento del infante: Winnicott (1967) elaboró la noción de
describir como sigue: Cuando un infante siente una angustia in un estado materno que reflejaba el del infante. Aceptó las expo
tolerable, se libra de ella proyectándola sobre la madre. La res siciones de Lacan (1949) sobre los descubrimientos que el niño
puesta de la madre consiste en reconocer esa angustia y en ha hace acerca de sí mismo frente a un espejo, pero dio un paso
cer todo lo necesario para aliviar la aflicción del infante. El in más: describió el papel de ¡¡espejo» emocional que el rostro de
fante percibe que ha proyectado algo intolerable sobre su objeto, la madre cumple para el infante y el niño. Lo definió como un
pero que este fue capaz de contenerlo y darle trámite. Puede método que permite a este enterarse de sus propios estados in
entonces reintroyectar no sólo su angustia original, sino también ternos. Esto guarda evidente afinidad con los ciclos del tipo pro
una angustia modificada por haber sido contenida. Introyecta ade yectivo/introyectivo que los kleinianos venían elaborando. No obs
más un objeto capaz de contener la angustia y darle trámite. El tante, al describir esta interacción visual, era inevitable que Win
contenimiento de la angustia por un objeto externo capaz de com~ nicott se concentrara en un período posterior del desarrollo.
prensión es un comienzo de estabilidad mental. Esta estabilidad Cualquier dificultad en esta interacción es atribuida con exclusi
mental puede ser desequilibrada desde dos fuentes. La madre vidad al objeto externo.
de que el proyectado inicialmente. También puede resultar de una teoría general. Postuló la existencia de tres formas básicas
sequilibrada si la fantasía del infante es de una omnipotencia des de relación contenedor-contenido: parásita, simbiótica y comen
tructiva excesiva. En este modelo, la situación analítica propor sal:
ciona un contenedor» (Segal, 1975, págs. 134-5).
"Por "comensal" entiendo una relación en que dos objetos com
El analista es ciertamente un contenedor, y la madre es otro, parten un tercero para ventaja de los tres. Por "simbiótica" en
pero la teoría no se detiene aquí. Como es evidente, cualquiera tiendo una relación en que uno depende de otro para ventaja
cuyo carácter tenga un aspecto materno capaz de escuchar (véa mutua. Por "parásita" denoto una relación en que uno depende
se Langs, 1978) [véase ENSOÑACION] podrá funcionar de ese mo de otro para producir un tercero que es desfructivo de los tres»
do. Hasta la propia sociedad llega a ser un contenedor emocional (Bion, 1970, pág. 95).
en algún sentido, defensivo en mayor o menor grado. En un em
pleo inicial de esta idea, Jaques (1953) investigó en detalle insti La teoría del pensamiento de Bion consiste en la coincidencia
tuciones sociales, como las ceremonias funerarias: de una pre-concepción Y una realización, cuyo resultado es una
concepción Y un paso dado hacia la edificación de pensamientos
"Los individuos pueden poner sus conflictos internos en perso y teorías [véase PENSAMIENTO; PRE-CONCEPCION]. La relación en
nas del mundo externo, seguir inconcientemente el curso del con tre lOS términos de este proceso es la que media entre el conte
flicto por medio de una identificación proyectiva, y-re-internalizar nedor y el contenido. .
el curso y el desenlace del conflicto percibido en lo externo por
medio de una identificación introyectiva» (pág. 21) [véase SISTE" La mística y el régimen establecido: Bion (1970) aplicó esta teo
MAS DE DEFENSA SOCIALES]. ría a sistemas sociales, de una manera radicalmente diferente de
la esbozada por Jaques [véase SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES]. Con
Aunque esta elaboración del concepto de identificación proyec sideró que el grupo social contenía al individuo. Esta idea había
tiva fue en parte un esfuerzo del Grupo Kleiniano en su conjun sido considerada mucho antes por Pichon-Riviere (1931), pero sin
to durante la década de 1950, Bion se convirtió en su mayor ex el respaldO teórico que Bion (1970) llegó a poseer después. Un
ponente, y cosechó los mejores frutos [véase 13. IDENTIFICACION grupo social funciona de modo de establecer un orden de cosas
PROYECTIVA]. La psique materna en ese estado de «ensoñación» social fijo (el régimen establecido). Esto entra en conflicto con
desempeña una función a la que Bion atribuyó un ténnino neu la inspiración Y originalidad del individuo (denotada como la mís
tro: «función alfa:» [véase ENSOÑACION; FUNCION ALFA]. tica, o el genio). El debe ser contenido por el régimen estableci
309
308
do del grupo. A menudo la creatividad del individuo resulta
tada por la rigidez del sistema «por compresión o denudación»; nes, que entonces irrumpían y la dispersaban como unas fuerzas
o bien ciertos individuos especiales hacen erupción en el grupo, enemigas que se abrieran paso a través de las fuerzas empeña
que se despedaza bajo su influencia (Bion cita a Jesús dentro d~ das en contenerlas» (Bion, 1970, pág. 94).
la rígida ley de Israel); una última posibilidad es la adaptacióq
mutua del uno al otro, con un desarrollo tanto del individl:!0 co~ Bion está aquí empeñado en una maniobra característica con su
mo del grupo. Estas ideas amplían y elaboran un elemento de lector. Por un lado, vemos la palabra como contenedora de signi
su anterior teoría de grupos {véase SUPUESTOS BASICOS]: el grupo ficado; por el otro, en el mismo ejemplo, el significado prevalece
de apareamiento, en que el par es el contenedor y el contenido. y contiene la palabra. Este repentino cambio de perspectiva era
De esta manera, el resultado perjudica al contenido, o al con7 una maniobra que encantaba a Bion. La denominó cambio de vér
tenedor, o consiste en el mutuo desarrollo de ambos. Bion consi~ tice, o trasformación, y le concedió gran importancia; sobre to
deró que esta aplicación de la teoría de contenedores no era más do, porque tiene por resultado una «catástrofe" psíquica en la men
que un nivel posible: pautas similares de contenimiento se pre~ te del lector (véase in/ra).
sentaban en el individuo que se contenía a sí mismo. Como ejem~
plo de un individuo que luchaba por contenerse a sí mismo, citó Memoria: La reciprocidad es particularmente importante para
al tartamudo, que intentaba contener sus emociones en palabras. el psicoanalista cuando pasa a considerar la memoria: su propia
Por último, Bion ensayó con la idea de la unión sexual del pene memoria. Puede tener abundancia de memorias. O bien las me
contenido en la vagina, experimentada en todas las formas de morias pueden estar saturadas de emociones. En esta relación
unión y vinculación. Los problemas que esta relación plantea, recíproca de saturación el analista es incapaz de descubrimien
con referencia a los estadios tempranos del complejo de Edipo to, justamente a causa de la saturación. Bion quería distinguir
según Klein, afectan la vinculación de todos los problemas men~ «memoria», en este sentido, de algo que denominó «recordación».
tales {véase YINCULACION; 4. COMPLEJO DE EDIPO; FIGURA PARENTAL Estableció el distingo considerando dos situaciones: una en la que
COMBINADA]. el paciente acude con la memoria de un sueño para contárselo
al analista, y otra en que un sueño de repente aflora, como un
Reciprocidad: Bion presentó también una tesis elaborada acerca todo coherente, en la mente del paciente, tras haber estado ausen
de la reciprocidad de la relación contenedor~contenido. Una pa te de ella el momento anterior (recordación). La función que co
labra puede contener un significado, pero «( .•. ) inversamente, rresponde al analista es la segunda -la recordación-, y tiene
un significado puede contener una palabra, que puede ser descu~ que mantenerse abierto para que el recuerdo sobrevenga sin es
bierta o no» (Bion, 1970, pág. 106). Esta tesis críptica es una re fuerzo (ni deseo) en un momento int.emporal.
ferencia al hombre que tartamudea, de suerte que las palabras Cuando el contacto entre paciente y analista se vuelve estul
que deberían contener sus emociones son ahogadas y deforma to, la falta de momentos espontáneos -que rebosan de catás
das por la fuerza de la emoción en un tartamudeo o balbuceo. trofes- es una causa importante de fracaso de un tratamiento
La palabra, en este sentido, es un contenedor afectado y desqui psicoanalítico:
ciado por la emoción que debía contener, ejemplo este que Bion
expuso en otros términos: .EI paciente no atinará a trasmitir su significado, o el significado
que desea trasmitir será demasiado intenso para que lo exprese
«( ... ) el intentaba "contener" sus emociones dentro de una for~ de manera adecuada, o la formulación será tan rígida que sienta
ma de palabras, como se podría decir que un general intentara que el significado trasmitido carece de t.odo interés o vitalidad.
"contener" a las fuerzas enemigas dentro de una región dada. De manera similar, las interpretaciones dadas por el analista, "el
Las palabras que debían haber representado el significado que contenido", recibirán la respuesta en apariencia cooperativa de
este hombre deseaba expresar resultaban fragmentadas por las ser repetidas en busca de su confirmación, lo que privará al "con
fuerzas emocionales a las que él deseaba dar sólo una expresión tenido" de su significado, por compresión o por denudación. Si
verbal: la formulación verbal no podía "contener" sus emocio se omite reparar en esto o ponerlo de manifiesto, el resultado
puede ser un análisis que parezca progresivo pero de hecho sea
310
311
estéril. La clave reside en la observación de las fluctuaciones qu~ lo representó como Ep-D [véase Ep-D]. Ahora bien, estas oscila
convierten en cierto momento al analista en "el contenedor" y ciones suponen serias exigencias emocionales. Soportar la deses
al analizando en "el contenido" , y que en el momento que sigue tructuración implica soportar angustias de desintegración de la
invierten los papeles ( ... ) Mientras más se familiarice el analista psique; este es el origen de la opinión de Bjon de que el cambio
con la configuración "contenedor" y "contenido", así como con trae consigo una catástrofe potencial. Por otro lado, la reestruc
sucesos de la sesión que se aproximan a estas dos representacio turación arrastra todas las emociones de la posición depresiva
nes, mejor será.. (Bion, 1970, pág. 108). en relación con un objeto dañado que demanda reparación. La
capacidad de desarrollarse constituye un proceso de cambio ca
Si no se reconoce la reciprocidad, es posible que los aspectos da tastrófico y la capacidad de sobrellevar y contener aquellos ele
ñinos de la relación contenedor-contenido se impongan inadver mentos del proceso que representan aniquilación y muerte.
tidamente.
Cambio: Bion se había interesado desde hacía mucho tiempo por Bion, Wilfred (1959) "Attacks on linking., 1m. J. Psycho-Anal. 30: 308-15;
la naturaleza del cambio psíquico. Su trabajo sobre la naturaleza reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs.
lación semejante a una identificación proyectiva entre elemen (1962) «A theory of thinking., Int. J. Psycho-Anal. 43: 306-10; reim
tos mentales construía poco a poco un aparato de pensamiento preso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts, págs. 110-9.
que llevaba a cabo la trasmutación de una experiencia emocio (1970) Attention and Interpretation. Tavistock.
nal en una actividad cognitiva [véase PENSAMIENTO]. Este apara Jaques, ElIiot (1953) .On the dynamics of social structure., Human
to de pensamiento es al mismo tiempo un contenedor de estados Relation,<; 6: 3-23; reimpreso (1955) con el título .Social systems as a de
fence against persecutory and depressive anxiety» , en Melanie Klein,
tenedor de pensamiento. Lacan, Jacques (1949) "Le stade du miroir comme formateur de la fonc
Ahota bien, le impresionó la necesidad de comprender el cam tion du Je», Revue Fraru;,aise de Psychanalyse 20: 449-55.
bio en el análisis, y de reconocer que este suponía desbalancear Langs, Robert (1978) The Listening Process. Nueva York: Jason Aron
el contenedor de estados emocionales. Empezó a buscar fuera son.
del psicoanálisis, en otras ciencias, para examinar las condicio Pichon-Riviere, Eduardo (1931) .Position du probleme de l'adaptation
nes en que sobreviene el cambio en las teorías. Llamó a las teo réciproque entre la société et les psychismes exceptionnels», Revue
rías -y a todas las demás entidades contenidas en la mente Fraru;,aise de Psychanalyse 2: 135-70.
conjunciones de sucesos: las teorías son co:njunciones regulares. Rosenfeld, Herbert (1952) .Notes on the analysis of the superego con
En consecuencia, para cambiar la estructura del aparato de pen flict in an acute catatonic schizophrenic», Int. J. Psycho-A nal. 33: 111-31;
samiento es preciso desestructurar las teorías y restablecer con reimpreso (1955) en Klein et al., eQs. New Directions ínPsycho-Analysis.
Tavistock, págs. 180-219; y (1965) en Herbert Rosenfeld, Psychotic Sta
junciones nuevas.
He ahí una actividad muy afín a la exposición que hace Sto tes. Hogarth, págs. 63-103.
kes (1955) del proceso artístico, y se la podría considerar un pro Psycho-Anal. 33: 196-207; reimpreso (1981) en The Work of Hanna Se
ceso psíquico general [véase FORMACION DE SIMBOLO). Bion, en efec galo Nueva York: Jason Aronson, págs. 185-206.
to, la convirtió en un proceso psíquico general, y la relacionó con (1975) «A PSifcho-analytic approach to the treatment of schizophre
los aspectos fundamentales de la teoría kleiniana. La desestruc nía», en The Work ofHanna Segal, págs. 131-6; publicado antes en Mal
turación es un proceso de fragmentación, y Bion lo designó co colm Lader, ed. StudíesofSchizophrenia. Ashford: Headley, págs. 94-7.
mo una manifestación de procesos esquizo-paranoides. En armo Stokes, Adrian (1955) "Forro in art», en Klein et al., eds. New Directions
nía con Segal (1952), consideró la reestructuración como parte in Psycho-Analysi,<i. Tavistock, págs. 406-20.
de la posición depresiva. Por lo tanto, el cambio supone oscila Winnicott, Donald (1967) .Mirror-role of mother and family in child de
ciones entre las posiciones esquizo-paranoide y depresiva, y Bion velopment», en Peter Lomas, ed. (1967) TIre Predicament ofthe Family.
313
312
Hogarth; reimpreso (1971) en D. W. Winnicott, Playing andReality.
plica de Isaacs en defensa de la validez científica de las inferen
vistock, págs. 111-8.
cias de Klein sobre el primer año de vida (Isaacs, 1938). Una con
troversia franca estalló durante las Polémicas de 1943-1944 [véase
POLEMICAS].
En realidad, nunca se resolvió este disenso sobre lo que es
Continuidad genética una inferencia psicoanaIítica válida y lo que no lo es; se tiende
a desacreditar las inferencias de los otros autores. El general
El término «continuidad genética» tiene un importante papel en acuerdo de que el presente tiene sus precursores en el pasado
la teoría y la práctica psicoanalíticas. Es el supuesto de que as no se ha extendido a un acuerdo sobre la exacta índole de esos
pectos psicológicos de la personalidad en el presente se sitúan precursores. Por ejemplo, Klein atribuyó, en parte sobre la base
en continuidad con estados de desarrollo anteriores. Así, Freud de la continuidad genética, una forma temprana del superyó a
elaboró el punto de vista de que la neurosis del adulto surgía de las fases pregenitales tempranas del desarrollo [véase 7. SUPER
sucesos y fantasías traumáticas de la niñez. Pero, más todavía: yo]. Con el mismo argumento de la continuidad genética, Feni
rasgos normales de la personalidad, como el superyó, se desarro chel (1931) admitió que muy bien podían existir «precursores del
llan a partir de sus precursores, los padres edípicos del estadio superyó», pero que estos eran por entero diferentes del superyó
anterior de desarrollo. mismo, y no se los debía designar con idéntico término porque
Basado en la noción de continuidad genética, justamente, ex~ esos precursores tenían algunas características diferentes. El pro
trajo Freud sus inferencias, a partir de los adultos, acerca del blema se situaba, en consecuencia, en la terminología: si existe
desarrollo psicológico de los niños. La teoría de la continuidad, una continuidad genética, ¿cómo se debe dividir el continuo? Las
genética fue puesta a prueba cuando Freud y el padre del pe,: respuestas a esta pregunta se han basado en una mezcla de moti
queño Hans investigaron la teoría psicoanalítica del desarrollo vos no científicos, incluida la mera adhesión a cierta teoría pre
infantil por medio del análisis directo de un material tomado de cedente.
un niño de cinco años (el pequeño Hans) durante las fases de
desarrollo que se habían postulado como hipótesis a partir del
análisis de adultos (Freud, 1909). Fenichel, Otto (1931) .The pregenital antecedents of the Oedipus com
Cuando Klein pasó a analizar niños, ella también se vio espe plex», Int. J. Psycho-Anal. 9: 47-70.
culando sobre etapas de desarrollo anteriores a aquellas que ana Freud, Sigmund (1909) .Analysis of a phobia in a five-year-old boy». SE
lizaba. Aunque llegó a analizar niños muy pequeños, hasta de 10, págs. 1-149. [«Análisis de la fobia de un niño de cinco años», en AE
dos años y nueve meses, descubrió que antes de esa edad queda,
Isaacs, Susan (1938) «The nature of the evidence concerning mentallife
ba todavía mucho por describir en cuanto a desarrollos funda in the earliest years», inédito, pero incorporado a lsaacs (1952) .The na
mentales. En consecuencia, también sus inferencias se basaron ture and function of phantasy», en Klein et al., eds. Developments in
en el principio de la continuidad genética, junto con otras prue Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 67-121.
,1
bas que, llegado el caso, incluyeron la observación directa del Waelder, Robert (1937) .The problem of the genesis of psychical con
infante [véase BICK; OBSERVACION DEL INFANTE]. flict in earliest infancy», Int. J. Psycho-Anal. 18: 406-73.
Descorazonada, Klein se encontró con que sus aportes a la teo
ría psicoanalítica del desarrollo eran puestos en tela de juicio.
Waelder, en un despliegue de psicoanálisis ortodoxo según se lo
entendía en Viena, leyó en 1936 ante la Sociedad Psicoanalítica Contratrasferencia
Británica un trabajo magistral (una versión diferente se publicó
después, Waelder, 1937), en el que amonestaba las elaboracio La contratrasferencia experimentó una notable metamorfosis en
nes de Klein como desviaciones de la genuina teoría freudiana. la década de 1950, hasta convertirse en un elegante concepto,
Se internó en un largo debate sobre lo que se puede considerar nuclear para las técnicas psicoanaIíticas modernas. Heimann des
una inferencia psicoanalítica válida. Esto dio ocasión a una ré tacó el costado humano de la transacción paciente/analista:
314 315
«El propósito del análisis del propio analista no es convertirlo en (2) La identificación proyectiva normal. Con posterioridad, Mo
un cerebro mecánico capaz de producir interpretaciones sobre ney-Kyrle (lH56) y después Bion (1959).formularon descripcio
la base de un procedimiento puramente intelectual, sino habili~ nes más claras del analista como contenedor de las experiencias
tarlo para sostener sus sentimientos, que es lo opuesto de descar intolerables del paciente; aquellas resultan contenidas a través
garlos, como lo hace el paciente» (Heimann, 1960, págs. 9-10). del proceso analítico que consiste en poner experiencias en pala
bras. Esto fue consecuencia de haber distinguido entre una iden
Su tesis principal era que por '{ ... ) comparación de los senti~ tificación proyectiva normal y su forma patológica [véase 13.
mientas que suscita en él mismo el contenido de las asociaciones IDENTIFICACION PROYECTIVA] y dio lugar a una teoría sobre la na
del paciente y la índole de su talante y conducta, el analista dis turaleza de la empatía y también sobre el camino por el cual se
pone de los medios para corroborar si ha comprendido o no a produce el efecto terapéutico de las interpretaciones psicoanalí
su paciente» (pág. 10). Con anterioridad, ya Ferenczi (1919) ha ticas. Tras el descubrimiento de las fantasías implícitas en el me
bía abundado sobre lo desconocedor del analista que se defiende canismo de la identificación proyectiva, se hizo posible formu
de toda contratrasferencia, y Fenichel (1941) criticó también la lar, en términos intrapsíquicos, la situación interpersonal del
concepción del papel del analista como «pantalla en blanco». Por encuadre analítico. El analista, no menos que el paciente, tiene
aquella época, además de Heimann y Racker dentro de la tradi de hecho sus propios sentimientos (Heimann, 1950). Aunque Klein
ción kleiniana, muchos otros autores respondían a una tenden nunca adoptó de verdad este modo de considerar la sesión analí
cia general a tomar la contratrasferencia en serio (Winnkott, tica (si bien es cierto que sus observaciones de madres y bebés
1947; Berman, 1949; Little, 1951; Gitelson, 1952; Annie Reich, [Klein, 1952] enfocan de manera precisa la interacción interper
1952; Weigert, 1952). sonal en el nivel inconciente), este interés «no kleiniano» en la
Existen varios pasos en la historia del concepto kleiniano de contratrasferencia se ha vuelto central en la práctica kleiniana
«contratrasferencia»: (1) La importancia de los sentimientos del de nuestros días. Y si bien Heimann nunca aceptó la identifica
analista como un indicador del estado psíquico del paciente; (2) ción proyectiva como concepto significativo, y terminó por apar
el descubrimiento de una forma normal de identificación proyec tarse de Klein [véase HEIMANN; GRUPO KLEINIANO], empero influ
tiva, que es utilizada como un método de comunicación no yó mucho sobre la generación más joven de kleinianos, quienes
simbólica; (3) ciclos de identificaciones introyectivas y proyecti establecieron una relación entre contratrasferencia e identifica
vas, que constituyen la base de una comprensión intrapsíquica ción proyectiva.
de la situación interpersonal de trasferencia/contratrasferencia
entre analista y paciente; (4) la idea de una contratrasferencia (3) El analista como contenedor maternal. Bion (1959, 1962) ela
«normal», y (5) la importancia de la psique del analista, por sobre boró estos puntos de vista para constituirlos en una teoría más
todo lo demás, en tanto es el aspecto significativo del ambiente rigurosa del contenimiento maternal y terapéutico, y empleó el
donde el paciente se encuentra [véase 1. TECNICA]. concepto de identificación proyectiva para iluminar la interac
ción interpersonal [véase CONTENIMIENTO]. Según esta concepción,
(1) La contratrasferencia como indicador. Heimann (1950, 1960)
llamó la atención sobre el aspecto contratrasferencial que cons
• el infante llora y consuma una variedad de comunicación pro
yectiva en la que su aflicción es de hecho sentida (introyectada)
tituye una respuesta especifica al paciente, y lo distinguió de la por la madre. Si se trata de una madre capaz que se encuentre
intrusión de la neurosis y la trasferencia neurótica del propio ana en condiciones razonablemente buenas en ese momento, podrá
lista en el trabajo psicoanalítico. La contratrasferencia, a causa hacer dentro de sí un trabajo mental para definir el problema
de su potencial especificidad para el paciente individual, puede y lo preciso para resolverlo. Esta es una importante función yoi
en consecuencia convertirse en un instrumento afinado para exa ca reclamada por el cuidado maternal [véase ENSOÑACION]. Si con
minar-al paciente. Esta notable idea, aunque rechazada por la' sigue discernir algo de lo que se echa de menos, podrá actuar
propia Klein, recibió un reconocimiento especial por parte de Ro para proporcionárselo al niño de manera de aliviarle parte de su
senfeld (1952, pág. 72) y de Bion (1955, pág. 225). aflicción. El proceso por el cual se define la aflicción y se la re
suelve es comunicado en el acto de trato dispensado al niño; por
316
317
ejemplo, el amamantamiento. Esta es una forma de reproyectat medio de interpretación, en el mundo externo» (Money-Kyrle,
la aflicción en la forma de una acción comprensiva. El niño, des; 1956, págs. 331-2).
pués que la madre ha empezado a proveer a su aflicción y a re~
solvérsela, puede recapturar su experiencia afligida -reintroyec~ Money-Kyrle exponía en estas líneas la experiencia familiar de
tarla-, pero ahora la asumirá en una forma modificada. Esta moJ darse cuenta el analista de que muy bien pudo producir una in
dificación es obra de la madre, cuyo papel consiste en definit terpretación aplicable a él mismo; y admitió también la posibili
la aflicción y comprenderla y se expresa al bebé a través de laS dad, no menos familiar, de que «(. ..) por el descubrimiento de
acciones convenientes de asistencia. Toda la vivencia lleva en~ nuevas pautas en un paciente, el analista pueda obtener un pro
tonces las marcas de la comprensión de la madre, impresas en greso "de posgrado" en su propio análisis» (pág. 341).
la modificación de la experiencia. Se trata ahora de una expe~
riencia comprendida y, en la interacción entre estos dos mundos El problema de la contratrasferencia: Ahora bien, esto es «( ... )
intrapsíquicos, se ha generado un significado. Por la introyec normal sólo en el sentido de que es un ideal ( ... ) su compren
ción de esta experiencia comprendida, el infante puede llegar sión [la del analista] lo desasiste si el paciente coincide demasia
a adquirir la comprensión que la madre tiene. Por ejemplo, si es~ do con algún aspecto de él mismo que todavía no ha atinado a
ta es concienzuda, a través de los cuidados que ella le brinda en~ comprender» (pág. 332). En ese caso el analista no consigue, a
tenderá que cierta experiencia significa hambre (o sea, requiere causa de su propia neurosis, comprender al paciente. La eviden
que le pongan algo contra los labios a fin de que lo chupe y co~ cia de que esto ocurre para el analista eS el sentimiento «( ... )
ma). Las ocasiones acumuladas en que tales experiencias fuerorl de que el material se ha vuelto oscuro». Esto causa tensión en
comprendidas empieza a equivaler a la adquisición, dentro del el analista, y es una circunstancia a la que también el paciente
niño mismo, de un objeto interno que tiene la capacidad de com· responde. La tensión y la angustia tienden, según dice Money
prender sus experiencias. Esto, como lo señala Segal, «( ... ) es Kyrle, a disminuir más todavía la capacidad de comprender, con
un comienzo de estabilidad mental» (Segal, 1975, pág. 135). Se· lo cual se instala un círculo vicioso. Estos son los puntos conside
gal expuso esta interacción madre-hijo como un modelo para el rados en el concepto tradicional de la contratrasferencia: las di
quehacer terapéutico del analista [véase CONTENIMIENTO]. ficultades personales del propio analista lo estorban en su inten
to de comprender las dificultades del paciente. El analista
(4)Contratrasferencia normal. Uno de los problemas que plantea
este empleo de la contratrasferencia es el estatuto de los senti~ «( ... ) puede hacerse conciente de un sentimiento de fracaso co
mientos del analista: si en efecto lo guían para comprender mo expresión de una culpa inconciente persecutoria o depresiva
paciente, o se reducen a una escapatoria defensiva de sus ( ... ) cuando ese juego recíproco entre introyección y proyec
pios sentimientos, con el consiguiente daño para el progreso ción se interrumpe, puede ocurrir que el analista se atasque en
análisis. Money-Kyrle enunció bien este problema cuando distin" '¡alguna de estas dos posiciones; y lo que haga con su culpa acaso
guió una «contratrasferencia normal». Si el proceso del análisis determine la posición en la que quede varado. Si la acepta, ten
marcha adecuadamente derá a vararse con un paciente introyectado. Si la proyecta, el
paciente quedará como una figura incomprensible en el mundo
«( ... ) se produce una oscilación bastante rápida entre introyec~ externo» (pág. 334).
ción y proyección. A medida que el paciente hable, el analista
se irá identificando introyectivamente con él, por así decir, y des-' Este enfoque proporciona una visión clarísima de una contratras
pués que lo haya comprendido adentro, lo reproyectará e inter ferencia equivocada.
pretará. Pero aquella fase de la que me parece que el analista Little (1951), Gitelson (1952) y muchos otros han considerado
es más conciente es la fase proyectiva, o sea, la fase en que el un método particular de salir de este entrampamiento en el pro
paciente es el representante de una parte anterior inmadura o pio inconciente: consiste en confiar al paciente el error cometi
enferma de sí mismo, incluyendo en esto sus objetos dañados, do. Pero este método es condenado por Heimann (1960) porque
que él puede ahora comprender y, en consecuencia, tratar por carga al paciente con dificultades personales del analista. Money
318 319
Kyrle sostuvo también, con ilustración clínica, que semejante con Contra-identificación proyectiva: Grinberg (1962), refirmado por
fesión puede equivaler a una colusión con las proyecciones del Segal (1977), expuso el caso de pacientes que sentían que el ana
paciente. Si el analista no ha logrado comprender, el paciente lista hacía en ellos identificaciones proyectivas violentas. Esta
está en condiciones de proyectar sobre el analista una parte im- . susceptibilidad del paciente se basa en la experiencia de proge
potente de él mismo, de modo que una consiguiente actitud de nitores que habían hecho en él, durante su infancia y niñez, iden
contrición y humildad por parte del analista no necesariamente tificaciones proyectivas masivas. Grinberg inventó el término
será recibida según su intención. En lugar de ello, el paciente .contra-identificación proyectiva" para este caso que se presenta
puede tomar la actitud del analista como confirmación de la im en la situación analítica.
potencia proyectada. Money-Kyrle describió a un paciente que
respondió a la falta de comprensión del analista (5) La psique del analista como objeto del paciente. En años re
cientes se ha demostrado cada vez más lo sensibles que son los
«( ... ) comportándose como si hubiera tomado de mí lo que en pacientes para los sentimientos del analista y los métodos de que
su sentir él mismo había perdido, el intelecto claro, pero agresi se valen para darles trámite, sean defensivos o de otra índole.
vo, de su padre, con el cual atacó a su self impotente en mí. Para Puesto que uno de los supuestos del ciclo de las identificaciones
entonces, desde luego, de nada valía tratar de recoger el hilo ahí proyectivas e introyectivas es el proceso de modificación en el
donde se me había caído por primera vez. Había surgido una si analista, que debe tener una estabilidad psíquica que le permita
tuación nueva que nos había afectado a los dos. Y antes que pu afrontar angustias intolerables sin quedar manifiestamente per
diera interpretar la contribución de mi paciente a esa situación, turbado él mismo, el componente que de hecho interesa son las
tuve que hacer un fragmento silencioso de autoanálisis que su percepciones que hace el paciente de la capacidad del analista
ponía discriminar entre dos cosas que pueden parecer muy simi para modificar la angustia. Rosenfeld (1987) y muchos otros han
lares: mi propio sentimiento de impotencia por haber perdido el llamado la atención sobre esto. Por ejemplo, en una considera
hilo, y el desdén de mi paciente hacia su self impotente, que per ción sobre el momento oportuno para las interpretaciones, Ro
cibía dentro de mí. Después que me hice esta interpretación a senfeld escribió:
mí mismo, pude al fin comunicar la segunda parte de ella a mi
paciente y, al hacerlo, restaurar la situación analítica normal» «En ciertas situaciones se puede interpretar demasiado rápida
(Money-Kyrle, 1956, págs. 336-7). mente lo que se ha discernido, con el reiultado de que el pacien
te experimente lo dicho como un rechazo de él ( ... ) el analista
Este proceso descrito por Money-Kyrle es a todas luces un ciclo ha sido experimentado en concreto como si expeliera los senti
de identificacIón proyectiva en el propio analista, seguido de su mientos proyectados y así expeliera también al paciente» (Rosen
modificación por parte de él (fragmento silencioso de autoanáli feld, 1987, pág. 16).
sis), y la reproyección al paciente en la forma de la interpreta
ción del analista, con miras a una posible reintroyección por el Brenman Pick, en un examen circunstanciado de este tema, afir
paciente. • mó: «El paciente que reciba una interpretación no sólo "oirá"
Esta concepción de la contratrasferencia es acorde con la idea palabras o su significado intencional conciente. Algunos pacien
kleiniana de la trasferencia [véase TRASFERENCIA]. Para la idea tes en realidad sólo escuchan el "talante" y no parece que oye
de la identificación proyectiva, no ocurre sólo que el paciente ran las palabras» (Brenman Pick, 1985, pág. 158). ¡Ojalá fuera
tenga una percepción falsa del analista: tan sencillo como el ((fragmento silencioso de autoanálisis» de
Money-Kyrle! En el examen sobre un paciente muy perturbado,
.Nos parece que el paciente no sólo percibe al analista dé una Brenman Pick destacó que este problema ({ ... ) supone un es
manera distorsionada, reacciona a esta visión distorsionada, y co fuerzo masivo para gobernar los propios sentimientos, y que aun
munica tales reacciones al analista, sino que también hace cosas en el caso de un paciente tan enfermo, estaba sujeto a escruti
a la psique del analista, proyecta en el analista de un modo que nio, me parece, el modo en que yo daba trámite a mis sentimien
afecta a este" (Segal, 1977, pág. 82). tos» (pág. 163). El objeto externo significativo para el paciente
320 321
es psíquico, no físico; consiste en la psique del analista y su (1959) .Attacks on linking.., Int. J. Psycho-Anal. 40: 308-15; reimpre
do de trabajo [véase ENSOÑACION; CONTENIMIENTO]. so (1967) en Second Thoughts, págs. 93-109.
(1962) Learning from Experience. Heinemann.
Brenman Pick, Irma (1985) .Working through in the counter-transfe
Reelaboraci6n en la contratrasferencia: La contratrasferencia rence», Int. J. Psycho-Anal. 66: 157-66.
ahora un instrumento importante para comprender la tras-fQ"o,,~ Fenichel, Otto (1941) Problems of Psycho-Analytic Technique. Nueva
cia; se ha estudiado al analista en tanto se ve precisado a York: Psycho-Analytic Quarterly Inc.
borar experiencias en su propia psique, y hoy se considera Ferenczi, Sandor (1919) «Theory and technique of psycho-analysis», en
la psique del analista, con sus falencias y sus interpretacion~~ Further Contributions to Psycho-Analysis. Hogarth.
es un aspecto en extremo importante de la situación total (Jo Freud, Sigmund (1912) «Recommendations to physicians practising psy
seph, 1985). Con anterioridad (en las décadas de 1940 y de choanalysis». SE 12, págs. 109-20. [.Consejos al médico sobre el trata
los objetos del paciente se conceptualizaban como partes del miento psicoanalítico», en AE 12, 1980, págs. 107-19.]
po del analista (en especial, el pecho y el pene). Gitelsón, M. (1952) -The emotional position of the analyst in the psycho
Pero posteriormente se advirtió que los objetos-partes con analytic situation», Int. J. Psycho-Anal. 33: 1-10.
partes de la psique del analista, por lo menos en pacientes neu1 Heimann, Paula (1950) -On counter-transference», Int. J. Psycho-Anal.
pacientes tienen suficiente habilidad para proyectar en' Klein, Melanie (1952) .On observing the behaviour of young infants».
placentero, en su sadismo instintual, o en sus defensas se to it", Int. J. Psycho-Anal. 32: 32-40.
a este. Y sobre todo, el paciente o la paciente hace proyol"l"iÁ", Money-Kyrle, Roger (1956) .Nonnal counter-transference and sorne of
en la culpa del analista, o en los objetos internos de este Perth: Clunie, págs. 330-42; publicado antes (1956) Int. J. Psycho-Anal.
Esta aguda percatación de la psique del analista y sus contenidOIJ ference", publicado (1953) Int. J. Psycho-Anal. 34: 313-24; reimpreso
y funcionamiento condujo a Brenman Pick a describir de (1968) con el título «The countertransference neurosis», en Transference
manera el encuentro psicoanalítico: .Si existe una boca que and Countertran¡iference. Hogarth, págs. 105-26.
estado psíquico» (pág. 157) [véase 1. TECNICA]. Rosenfeld, Herbert (1952) .Notes on the analysis of the superego con
flict in an acute catatonic schizophrenic», lnt. J. Psycho-Anal. 33: 111-31;
reimpreso (1955) en Melanie Klein, Paula Heimann y Roger Money-Kyrle,
eds. New Directions inPsycho-Analysis. Tavistock, págs. 180-219; yen
Bennan, Leo (1949) "Counter-transferences and attitudes of the analyst Herbert Rosenfeld (1965), Psychotic States. Hogarth, págs. 63-103. '
in the therapeutic process», Psychiatry 12: 159-66. i (1987) Impasse and Interpretation. Tavistock.
Bion, Wilfred (1955) «Languáge and the schizophrenÍC», en Melanie Klein; Segal, Hanna (1975) .A psycho-analytic approach to the treatment of
Paula Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. (1955) New Directions in schizophrenia», en Malcolm Lader, ed. Studies of Schizophrenia. Ash
ford: Headley Brothers, págs. 94-7; reimpreso (1981) en The Work of
Psycho-Analysis. Tavistock, págs. 220-39; una versión anterior se pu':'
blicó (1954) con el título .Notes on the theory of schizophrenia», IntJ Hanna Segal. Nueva York: Jason Aronson, págs. 131-6.
J. Psycho-Anal. 35: 113-8; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Secona (1977) «Counter-transference», Int. J. Psycho-Anal. Psychother. 6:
Thoughts. Heinemann, págs. 23-35. 31-7; reimpreso (1981) en The Work of Hanna Segal, págs. 81-7.
322 323
Weigert, E. (1952) .Contribution to the problem of terminating psycho
hecho seleccionado». Bion vio en esto un proceso que describió
analysis», Psychoanal. Q. 21: 465-80.
como un movimiento hacia la posición esquizo-paranoide (afloja
Winnicott, Donald W. (1947) «Hate in the counter-transferencel>, en D.
miento de la integración), seguido de la reorganización en torno
W. Winnicott (1958) Collected Papers: Through Paediatrics to Psycho de un punto nuevo, un pezón, que vuelve a reunir las partes en
Analysis. Hogarth, págs. 194-203. un movimiento de regreso a la posición depresiva. Lo representó
con el símbolo Ep-D [véase Ep-D).
324
325
se incluye en la categoría de los fenómenos transicionales, míen" Criminalidad
tras que para Klein se trata de un asunto serio con intrusión de
fantasías inconcientes dolorosas y temibles. En las grandes discusiones sobre la técnica del análisis de niños
(1926-1927) [véase ANALISIS DE NIÑOS; POLEMICAS], Anna Freud cri
Instintos de vida: Además, en la reformulación de Freud de ticó a Klein por asimilar el juego a las asociaciones libres verba
su teoría de los instintos, la libido (instintos de vida) adquirió ca les [véase 1. TECNICA]. Klein se vio obligada a justificar esto, y
racterísticas que rebasaban lo sexual, y entre estas, una función empezó a comprender que el juego era una actividad que se po
sintética de reunión de cosas, cuyo paradigma, desde luego, era. día comparar a aquella que Freud (1916) había descrito en cier
la reunión de los compañeros en el comercio sexual. Este aspec tos tipos de carácter empeñados en infligirse fracasos. En parti
to de la creatividad ha sido destacado más por Meltzer (1973) cular, señaló que la criminalidad era una externalización de cul
en la descripción de la estructura de la personalidad, que a su pa que brotaba de fuentes inconcientes [véase CULPA INCON
parecer viene dada por los progenitores internos en un vínculo CIENTE].
creador dentro del individuo. Lo expone como una presencia cuasi
divina que dentro de cada persona instila una inspiración crea- . Culpa inconciente: Freud (entre 1916 y 1924) insistió en prestar
dora; es capaz de animar al individuo en sus propios esfuerzos atención a la culpa inconciente. Klein se había ocupado de los
constructivos y creadores, y de ella también deriva el importan grados de violencia excepcionales que encontraba en el juego de
te aspecto de la personalidad que consiste en la relación que el niños por lo demás comunes, junto con sus respuestas a esto y
individuo mantiene con su pareja parental interna en cópula [véa su lucha por doblegar esos impulsos en ellos mismos. Durante la
se FIGURA PARENTAL COMBINADA]. enconada polémica con Anna Freud (1927) [véase ANALISIS DE NI
ÑOs], informó sobre el caso de un niño que mostraba tendencias
violentísimas en sus fantasías, junto a un superyó inhibidor se
Bion, Wilfred (1962) Learning from Experience. Heinemann.
vero (Klein, 1927) [véase CULPA INCONCIENTE]. Se interesó por el
Freud, Sigmund (1909) «Analysis of a phobia in a five-year-old boy». SE
10, págs. 1-149. [«Análisis de la fobia de un niño de cinco años», en AE
hecho de que los peores entre los crímenes violentos cometidos
10, 1980, págs. 1-118.J por adultos a menudo se parecían a los deseos fantaseados de
(1920) Beyond the Pleasure Principie. SE 18, págs. 1-64. [Más allá los niños. En los dos casos, advirtió que un proceso de externali
del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.] zación (en el juego o en el crimen real) se correspondía con la
Klein, Melanie (1929) "Infantile anxiety-situations reflected in a work concepción de Freud sobre los que delinquen por sentimiento de
of art and in the creative impulse... WMK 1, págs. 210-8. culpa, y que esa externalización era un método destinado a miti
Meltzer, Donald (1973) Sexual States of Mind. Perth: Clunie. gar la violencia interna entre los deseos y las prohibiciones del
Segal, Hanna (1952) "A psycho-analytic approach to aesthetics», Int. superyó. La acción externa permite que el mundo real cerciore
J. Psycho-Anal. 33: 196-207; reimpreso (1955) en Melanie Klein, Paula al yo de que las amenazas de una venganza violenta y despiada
Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. New Directions in Psycho-Analysis. da no son tan temibles como las amenazas internas, que el super
Tavistock, ·págs. 384-405; y (1981) en The Work of Hanna Segal. Nueva
York: Jason Aronson, págs. 185-206.
yó externo no es tan omnipotente y puede ser engañado, y que,
(1974) «Delusion and artistic creativity», Int. Rev. Psycho-Anal. 1:
en el caso del juego, se pueden generar fantasías nuevas que ami
135-41; reimpreso (1981) en The Work of Hanna Segal, págs. 207-16. noren la violencia [véase 7. SUPERYO].
Stokes, Adrian (1955) "Form in arb, en Melanie Paula Heimann Con esto, Klein confirmaba además la idea de Freud de que
y Roger Money-Kyrle, eds. (1955) New Directions in Psycho-Analysis. tendencias criminales eran resultado de una situación interna de
Tavistock, págs. 406-20. culpa que provenía de un superyó de una severidad extraordina
Winnicott, D. W. (1971) Playing and Realitu. Tavistock. ria; y registró la afinidad de estos niveles inconcíentes de culpa
con la paranoia de los pacientes psicóticos [véase 3. AGRESION;
7. SUPERYO; PSICOSIS].
326
327
flicto entre un instinto de muerte y un instinto de vida. Así, con
Freud, Anna (1927) The Psycho-A'IUJ,lytic Treatment of Children, publi
el nacimiento, el yo se ve frente a la tarea de debatirse para go
cado en 1946. Imago. bernar estos dos instintos opuestos (en definitiva, para conseguÍÍ'
Freud, Sigmund (1916) .Some charncter-types met with in psycho-analytic
work: IlI. Criminals from a sense of guilt». SE 14, págs. 332-3. [«Algunos el predominio del amor sobre el odio) [véase 10. POSICION DEPRE
tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico: III. Los que SIVA].
delinquen por conciencia de culpa», en AE 14, 1979, págs. 338-9.]
(1920) Beyond the Pleasure Principle. SE 18, págs. 1-64. [Más allá Culpa persecutoria: La versión inicial de este conflicto, empero,
del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.]
no es de sentido moral. En la posición esquizo-paranoide, el con
Klein, Melanie (1927) «Criminal tendencies in normal children•. WMK
flicto se juega más bien en torno de la supervivencia del yo, que
1, págs. 170-85.
se siente bajo amenaza de muerte. En la posición depresiva, la
amenaza se traslada más hacia los objetos amados, y ~l sujeto
lamenta que ellos sufran, con un remordimiento intenso que se
vive como culpa y responsabilidad [véase ANGUSTIA DEPRESIVA].
Cuidado La culpa tal como se desarrolla en la posición depresiva proviene
del sentimiento precedente de persecución y de miedo a la muer
Véase GRATITUD; AMOR te. En consecuencia, la culpa presenta muy diversos matices, que
se extienden a,lo largo del espectro que va del castigo horrendo
y perseguidor al remordimiento apenado, el duelo y la repara
ción.
Al comienzo, en la posición esquizo-para,noide, la culpa es una
Culpa persecución retorsiva no mitigada. A medida que se instala la
posición depresiva y los objetos se vuelven «objetos totales», la
La culpa es un estado psíquico angustiado que nace de un con
violencia de la persecución se mitiga por la ayuda y el cuidado
flicto interno, en particular de un conflicto en torno de la valía que brindan los aspectos «buenos» del objeto. Esto inspira temor
del self. Freud insistió durante un prolongado período en la im por la supervivencia del objeto «buenon, pero el remordimiento
portancia de la culpa, y advirtió que una culpa inconciente [véa y la culpa son inherentes a ese temor. Al comienzo, esta culpa
se CULPA INCONCIENTE] era una poderosa fuerza motora del auto es persecutoria y punitiva, y la colorea el precedente estado pa
castigo o de un fracaso buscado por el propio individuo (Freud, ranoide de persecución. Pero a medida que se acumulan expe
1916, 1924). Por último la erigió en un aspecto central de su mo riencias buenas con el objeto total y su tendencia a sobrevivir,
delo definitivo de la psique, el modelo estructural, en el cual el
la culpa resulta modificada por el impulso de hacer justicia al
yo se encuentra en una lucha constante por defenderse de los
objeto bueno y contribuir a su supervivencia. En este punto, la
ataques del superyó. Ese conflicto entre el yo y el superyó de culpa se impregna de deseos de reparación, y desde ella se re
semboca en la experiencia de la culpa, cuando el superyó amo fuerza el empeño de construcción y creación.
nesta al yo por contravenir las normas internas encarnadas en
aquel. Véase ANGUSTIA DEPRESIVA; 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRA
NAS; REPARACION
Posición depresiva: Klein dio un paso más al describir la posi
ción depresiva, en la cual la culpa es el rasgo central. Ahora bien,
el conflicto que da origen a la culpa en la posición depresiva fue
Freud, Sigrnund (1916) Introductory Lectures on Psycho-A'IUJ,lysis. SE
descrito en términos muy diferentes de los empleados en el mo 15-16. [Conferencias de introducción al psicoanálisis, en AE 15-16,
delo estructural. En la concepción de Klein, el conflicto entre 1978.]
yo y superyó es intrínseco a la psique desde el nacimiento (o sea, (1924) «The economic problem of masochism•. SE 19, págs. 155-70.
tiene raíces innatas en la dotación instintual). y enlazó esto con [-El problema económico del masoquismo», enAE 19, 1979, págs. 161-76.}
la (l1tima teoría de Freud de los instintos, que postulaba un con
329
328
Culpa inconciente del desarrollo del niño (Klein, 1932). Cuando en el vínculo con
un objeto se engendra excesiva hostilidad, se buscan objetos nue
Freud habia llamado la atención sobre la importancia de la culpa . vos: por ejemplo, el alejamiento de la madre, que decepCiona al
inconciente en 1916, en sus consideraciones sobre la criminali infante con el destete y da lugar a una crisis de sadismo y perse
dad y la voluntad de fracaso. Esta idea adquirió fuerza en 1923, cución, en dirección a un objeto nuevo, el padre; o, también, las
cuando introdujo el concepto del superyó y atribuyó a la culpa relaciones objetales sádicas de las fases pregenitales pueden pro
un papel central en el desarrollo del carácter; o se podría decir, vocar un movimiento hacia impulsos y hacia objetos genitales (lle
más bien, que la importancia de la culpa lo movió a hacer de gado el caso, darán lugar a una genitalidad prematura) [véase
la instancia que la provocaba el factor central en el desarrollo DESARROLLO] .
del carácter.
A continuación de este cambio introducido en la teoría, hubo
gran interés por la culpa y la necesidad de castigo. En 1924, Freud Fenichel, Otto (1928) «The clinical aspect of the need for punishment»,
la ligó con el masoquismo, y muy pronto otros autores iniciaron Int. J. Psycho-Anal. 9: 47-70.
el examen del p:roblema (p.ej., Glover, 1926; Fenichel, 1928). Freud, Sigmund (1916) .Some character-types met with in psycho-analytic
Klein, siempre interesada en demostrar que el análisis de ni work: III. Criminals from a sense of guilt». SE 14, págs. 332-3. [«Algunos
ños servía para arrojar luz sobre los temas del día, hizo un aporte tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico: III. Los que
significativo en este campo. Sin duda, disponía de mucho mate delinquen por conciencia de culpa», en AE 14, 1979, págs. 338-9.]
rial que mostraba la aparición temprana de remordimiento, lásti (1923) TIte Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en AE
ma y culpa en los niños, así como sus orígenes en las relaciones 19, 1979, págs. 1-66.1
objetales agresivas y sádicas [véase 3. AGRESION; 7. SUPERYO]. En (1924) «The economic problem of masochism». SE 19, págs. 155-70.
1927, retomó las concepciones de Freud sobre el papel de la cul [«El problema económico del masoquismo», enAE 19, 1979, págs. 161-76.]
pa inconciente en la conducta criminal con su trabajo sobre ten Glover, Edward (1926) .The neurotic character», Int. J. Psycho-Anal.
7: 11-29.
dencias criminales en los níños [véase CRIMINALIDAD].
Klein, Melanie (1927) "Criminal tendendes in normal children». WMK
Confirmó la opinión de Freud de que la conducta criminal da 1, págs. 170-85.
trámite a una externalízación de la culpa sentida inconciente (1929) "Personification in the play of children». WMK 1, págs. 199-209.
mente. La situación externa refleja la forma de los violentos ata (1930) «The importance of symbol-formation in the development of
ques internos perpetrados sobre el yo por un superyó severo, the ego». WMK 1, págs. 219-32.
que está representado en objetos internos hostiles. Klein confir (1932) TIte Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
330
331
posición depresiva y otros intentos de sobrellevar la angustia de cosis y representaban puntos de fijación tempranos para la es
presiva (Joseph, 1978). quizofrenia y la paranoia (Klein, 1930).
Véase 10. POSICION DEPRESIVA; Ep-D Impulso y defensa: El estricto distingo de Klein entre las fanta
sías angustiadas que constituían el contenido de la angustia y las
defensas que la enfrentaban no era sencillo. Ella no elucidó esta
Joseph, Betty (1978) .Different types of anxiety and their handling in
complejidad claramente, sino que se atuvo a los descubrimientos
the analytic situation», Int. J. Psycho-Anal. 59: 223-8.
clínicos de Abraham de que las defensas primitivas suponían la
Klein, Melanie (1935) .A contribution to the psychogenesis of rnanic
actividad de impulsos instintuales: una proyección que dependía
depressive states». WMK 1, págs. ,262-89.
de una expulsión anal, y una introyección que obedecía a una
incorporación oral. Abraham (1924) presentó la descripción clí
nica de estos procesos en función de las fantasías actuadas por
pacientes psicóticos, y Klein pudo comprobar los paralelismos en
Defensa psicológica su propio material, cuando los niños actuaban sus fantasías en
la sala de juegos. Fantasías, en consecuencia, intervenían tanto
El interés de Klein por las defensas fue subsidiario de su afán en el contenido de la angustia objeto de defensa cuanto en los
por comprender la angustia que estaba en la base de ellas y que procesos de defensa dirigidos contra esa angustia. Sobre esta ba
suscitaba los pasos defensivos. Le interesó en particular la ma se se elaboró poco a poco la teoría de la naturaleza omnipresente
nera en que los niños producían o inhibían sus fantasías y su jue de una fantasía inconciente corno función esencial de la psique
go. La inhibición de la fantasía constituía una resistencia en el [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
análisis y, por lo tanto, una defensa frente a aquellas fantasías Por lo tanto, se desarrollan fantasías, inconcientemente, co
que eran la fuente de la angustia. Demostró que la interpreta rno defensa frente a otras fantasías. Esta es una confusión que
ción de la angustia soterrada tenía la virtud de movilizar fácil ha sido señalada y elucidada por Segal (1964). La manipulación
mente la vida de fantasía del niño (Klein, 1920) [véase 1. TEC de fantasías que protejan de la angustia puede ocurrir al comien
NICA]. zo por medio de sensaciones somáticas estimuladoras [véase 5.
OBJETOS INTERNOS; FANTASIAS MASTURBATORIAS]. Corno observó
Defensas y psicosis: Klein tornó aguda conciencia, acaso por in Bick, estas fantasías manipuladas pueden haber sido provocadas
fluencia de Abraham, de que los pasos defensivos intervinientes inicialmente por el objeto externo, la madre, sobre todo a través
en estos niños pequeños se asemejaban a las defensas que Abra del contacto por la piel [véase PIEL]. Joseph expuso la manera
harn (1924) y Freud (1917) describían en pacientes psicóticos: pro~ , en que estas fantasías defensivas se movilizan en la relación tras
yección, introyección e identificación. ferencial: .
Entre 1924 y 1926, en un análisis determinado (el de Erna;
la niña de seis años), Klein descubrió que la neurosis obsesiva .Podemos observar la imposición de fantasías al analista, corno
motivo de la queja recubría una efectiva paranoia, y empezó a si se lo forzara a adoptar determinado papel, en un proceso cons
advertir que el grado de sadismo que encontraba en tantos niños tante que discurre en la situación analítica, de manera que se
no distaba mu~ho del tipo de violencia que postulaba la hipótesis generan angustias, se movilizan defensas, el analista es inducido
de'los puntos de fijación en el caso de las psicosis. Esta idea se a este proceso en la intencionalidad del paciente, quien lo em
confirmó después, en 1929, en el análisis de Dick, un niño de plea de continuo corno parte de su sistema defensivo» (Joseph,
cuatro años (Klein, 1930) [véase PSICOSIS]. En 1932 y 1933, Klein 1981, pág. 24).
comenzó a ver en cierta clase de defensa una defensa específiCa
frente a la manifestación del instinto de muerte, los impulsos des Defensas y desarrollo: Klein recogió además la línea de pensa
tructivos. Estos intervenían sobre todo en los miedos paranoides miento iniciada por Freud en 1917, aquella con arreglo a la cual
y, en consecuencia, se enlazaban con procesos incipientes de psi demostró que una experiencia de intenso dolor psíquico (pérdi
332 333
da de un objeto amado) podía hacer que ciertos individuos incor de introyección. A causa de la omnipotencia que el infante atri
poraran objetos en su yo. Después, Freud (1921) vio en esto un buye a la operación de su psique, estas introyecciones tienen efec
fenómeno más general y un rasgo común de la vida social. Ahora tos duraderos en tanto concurren a la sensación de que cosas rea
bien, esto lleva a la interesante conclusión de que una defensa les son absorbidas por la psique en un funcionamiento primitivo
(introyección) estimula el desarrollo del yo; en verdad, con el tra [véase OMNIPOTENCIA]. Aunque en el curso del desarrollo este ni
bajo de Abraham (1924), la introyección constituía la base de una vel de operación es recubierto por el pensamiento simbólico, exis
teoría del desarrollo del yo (Heimann, 1952). El yo se compone te un nivel en el que ciertas experiencias dan origen a la sensa
de ·un «precipitado de relaciones objetales». ción efectiva de absorber o entregar, que deja a la persona con
En este punto surge el riesgo de que sobrevenga cierta confu la impresión de estar mejor o peor. Tales sentidos primitivos de
sión, si es que una defensa ha de constituir también un paso evo esas experiencias perviven como parte de la personalidad consu
lutivo. A medida que Klein avanzó en la elaboración de la teoría mada por esas funciones primitivas. Con posterioridad, Bion
de los objetos internos, se fue haciendo más claro el distingo en (1957) demostró que el aparato perceptual puede ser el órgano
tre un aspecto defensivo y un aspecto evolutivo de la introyec de la proyección (expulsión) en el funcionamiento psicótico.
ción, a pesar de que era en .extremo difícil -y lo es todavía
asir el concepto de un «objeto interno» [véase 5. OBJETOS INTER· Véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS
NOS; OBJETOS]. Heimann (1942) propuso distinguir entre objetos
internos que son asimilados en el yo y otros que permanecen,
por así decir, como cuerpos extraños dentro del yo [véase ASIMI Abraham, Karl (1924) "A short study of the development of the libido»,
LACION), y Klein escribió por extenso sobre la importancia del ob en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth,
El yo temprano: Estos mecanismos son fundamentales en los es en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs. 543-64.
tadios iniciales de la existencia del yo y su vivenciar, y atañen Freud, Sigmund (1917) "Mouming and melancholia». SE 14, págs. 237-58.
al desarrollo de la percepción del mundo interno y del mundo [«Duelo y melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
externo, y de lo bueno y lo malo en ambos, o a una escapatoria (1921) Group Psychology and the Analysis of the Ego. SE 18, págs.
de todo ello. Procesos de proyección y de introyección concu 65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, págs.
rren a construir un cuadro fundamental de los mundos interno 63-136.]
y externo. Procesos de escisión y desmentida influyen mucho, Heimann, Paula (1942) "A contribution to the problem of sublimation
por su parte, en el sentimiento de integridad y plenitud del self, and its relation to intemalization», lnt. J. Psycho-Anal. 23: 8-17.
o ·en la falta de esos sentimientos. Se trata de procesos referidos (1952) «Certain functions of introjection and projection in early in
a objetos, que ocurren en una época para la cual el psicoanálisis fancy», en Melanie Klein, Paula Heimann, Susan Isaacs y Roger Money
Kyrle, eds. (1952) Developments in Psycho-Analysis. Hogarth, págs.
clásico, o psicología del yo, sostiene que la personalidad se en
122-68.
cuentra en un estado de narcisismo primario [véase PSICOLOGIA Joseph, Betty (1981) "Defence mechanisms and phantasy in the psycho
DEL YO]. Mecanismos primitivos son por lo tanto responsables de analytic process», Bulletin of the European Psycho-Analytical Federa
la manera en que se desarrollan las primerísimas etapas del yo, tion 17: 11-24.
y así, además de obrar como defensas, desempeñan un papel sig Klein, Melanie (1920) «The development of a child». WMK 1, págs. 1-53.
334 335
II
Defensas maniacas Tanta importancia tienen los mecanismos que intervienen en la
manía que Klein, durante un período a fines de la década de 1930,
El dolor de la posición depresiva se presenta durante toda la vi habló de la posici6n maníaca.
da, y en la mayoría de las personas es enfrentado a veces con Estas defensas protegen al sujeto de experimentar las doloro
medidas defensivas [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. Una impor sas consecuencias de depender de objetos amados buenos y de
tancia enorme tienen las defensas que pasan a constituir los es lo que esta dependencia trae consigo. No obstante, las defensas
tados de manía y de hipomanía, que en un grado menor son co maníacas dan lugar a nuevos problemas:
munes en todas las personas. Es característico de las defensas
maníacas ser omnipotentes: «El sentimiento de omnipotencia es .la gratificación sádica de prevalecer sobre él y humillarlo, de
lo que caracteriza por sobre todo a la manía y, además, esta se mostrarse superior, el triunfo sobre él, puede tener una partici
basa en el mecanismo de la desmentida . .. ~~ (Klein, 1935, pág. pación tan intensa en el acto de reparación que rompa el "círcu
277). Las defensas incluyen: lo benéfico" iniciado por este acto. Los objetos que se debían
restaurar se truecan de nuevo en perseguidores ( ... ) Como con
(i) Desmentida: La omnipotencia se basa en la desmentida; «lo secuencia del fracaso del acto de reparación, el yo tiene que re
que ante todo se desmiente es una realidad psíquica)~ (Klein, 1935, currir una y otra vez a las defensas obsesivas y maníacas» (Klein,
pág. 277). 1940, pág. 35.1) [véase REPARACION].
(ii) Desdén: Relación entre las defensas maniacas y las obsesivas. En 1940,
Kleín sostuvo que las defensas maníacas se desenvuelven a par
«El yo no está dispuesto a renunciar a sus objetos internos bue tir de las defensas obsesivas empleadas contra la angustia perse
nos y es incapaz de hacerlo; no obstante, trata de escapar de los cutoria (ellas «ligan» la angustia persecutoria). En esta inspira
peligros de la dependencia de ellos ( ... ) Su intento de desasirse ción, insistió en el control omnipotente, lo denominó «triunfo~~
de un objeto sin renunciar a él al mismo tiempo [se consuma] y señaló: «Quiero destacar la importancia del triunfo, que se liga
desmintiendo la importancia de sus objetos buenos» (Klein, 1935, de manera estrecha con el desprecio y la omnipotencia» (Klein,
pág. 277). 1940, pág. 351). Esta relación parece tenue, y aunque las defen
sas obsesivas tuvieron gran interés para Klein en los comienzos
El yo: de su obra, como defensas específicas frente a sentimientos per
secutorios, tras la influencia que recibió de Fairbairn en 1946 las
«desmiente su cuidado por él. "Sin duda", arguye el yo, "no im defensas obsesivas desaparecieron de la bibliografía kleiniana
porta mucho que este objeto particular se destruya. Existen tan [véase DEFENSAS OBSESIVAS]. Estamos aquí frente a uno entre los
tos otros objetos para incorporar ... ". Este desdén de la impor muchos casos en que los conceptos kleinianos se han apartado
tancia del objeto y el despreciQ de este constituye, me parece, tanto de la terminología clásica que la han desplazado, pero sin
una característica específica de la manía» (Klein, 1935, pág. 278). que se haya enunciado nunca con claridad la redundancia de es
tos conceptos clásicos.
(iii) Control: .Pero al mismo tiempo sin cesar trata de dominar
y controlar todos sus objetos» (Klein, 1935, pág. 277). «Esto es
necesario por dos razones: (a) a fin de desmentir el miedo de ellos Klein, Melanie (1935) .A contribution to the psychogenesis of manic
[de los objetos de los cuales se depende] que realmente experi depressive states». WMK 1, págs. 262-89.
menta, y (b) para dejar el camino libre al mecanismo de hacer (1940) «Mouming and its relation to manic-depressive states». WMK
reparación del objeto» (Klein, 1935, pág. 278). 1, págs. 344-69.
336
337
·~*,. . .lvaB La defensa obsesiva específica de deshacer lo acontecido resultó
desplazada por el descubrimiento de la reparación, que se le ase
Lu defina.. obsesivas son actos o pensamientos repetitivos que meja en ciertos aspectos; la reparación es el intento de endere
por 10 comón Be empeñan en un acto de control -por desplaza zar un entuerto [véase REPARACION].
miento de la angustia de controlar un estado interno, un impulso El destronamiento de las defensas obsesivas se completó en
o una emoción- y que ritualmente invierten un impulso de ha 1946, cuando Klein pasó al estudio de los procesos de escisión
cer dai\o. Klein siguió a Freud (1909) ya Abraham (1924) en con que resaltaban en los trabajos con esquizofrénicos realizados por
siderar que las defensas obsesivas combaten impulsos sádicos: ella misma y por sus colegas psiquiatras. Las críticas de Fairbairn
influyeron sobre Klein, quien admitió haber insistido demasiado
«( .•. ) los mecanismos y síntomas obsesivos en general concurren en la depresión y cedido en exceso al interés de Abraham por
al propósito de ligar, modificar y combatir la angustia que co los mecanismos obsesivos en las fases tempranas «psicóticas•. Em
rresponde a los niveles más tempranos de la psique; de manera pezó a ver, en la base de las «defensas neuróticas», toda una cla
que las neurosis obsesivas se construyen sobre la angustia de las . se de mecanismos de defensa primitivos, de naturaleza por ente
primeras situaciones de peligro» (Klein, 1931, pág. 246). ro diferente, dirigidos contra el sadismo y la angustia paranoide
[véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS].
Tanta importancia atribuyó a esta idea que en una o dos ocasio A partir de ese momento, las defensas obsesivas se considera
nes mencionó la «posición obsesiva ... El deshacer repetidamente ron mecanismos de defensa neuróticos constituidos por elemen
lo acontecido (una defensa clave en los mecanismos obsesivos) tos de los mecanismos de defensa primitivos que son anteriores
se destacaba mucho en su material clínico de niños pequeños, en el orden del desarrollo. En una nota al pie de 1957 (pág. 221),
y lo atribuyó, para esa etapa, a los efectos de la culpa: «(. .. ) señaló al pasar que los mecanismos obsesivos son específicos del
de la mayor importancia en el desarrollo de la neurosis obsesiva segundo año de vida, muy posteriores a los decisivos primeros
( ... ) es el sentimiento de culpa engendrado por el superyó.. (Klein, seis meses, que es el período de la posición esquizo-paranoide
1927, pág. 179).
y del comienzo de la posición depresiva.
Sin embargo, los mecanismos obsesivos empezaron a perder
Para todos los fines, las defensas obsesivas se dividieron en
importancia en años posteriores, cuando sus descripciones de la
tre las defensas maníacas (control y ·aislamiento) y la reparación
posición depresiva la llevaron a revisar su concepción de la cul
(deshacimiento). Están absorbidos en buena medida en las for
pa. Las defensas predominantes que expuso en ese momento fue
mas omnipotentes de reparación [véase REPARACION MANIACA]; no
ron las maníacas [véase DEFENSAS MANIACAS], Y se volvió difícil
obstante, las defensas obsesivas presentan también importantes
distinguirlas de las defensas obsesivas:
aspectos proyectivos, que imprimen la cualidad de «actividad es
finteriana» a tantos síntomas obsesivos.
«( ... ) donde la neurosis obsesiva era el factor más potente en
el caso, ese dominio atestiguaba una separación forzada de dos
(o más) objetos; en cambio, donde predominaba la manía, el pa Abraham, Karl (1924) «A short account of the development of the libi
ciente recurría a métodos más violentos. Es decir que se daba do», en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Ho
muerte a los objetos pero, como el sujeto era omnipotente, supo garth, págs. 418-501.
nía poder resucitarlos inmediatamente» (Klein, 1935, pág. 278). Freud, Sigmund (1909) «Notes upon a case of obsessional neurosis». SE
1, págs. 170-85.
«El hecho mismo de que las defensas maníacas operen en cone
(1931) .A contribution to the theory of intellectual.development».
xión tan estrecha con las obsesivas aumenta el miedo del yo de
WMK 1, págs. 236-47.
que la reparación intentada por medios obsesivos haya fracasa (1935) «A contribution to the psychogenesis of manic-depressive sta
do también» (Klein, 1940, pág. 351). tes•. WMK 1, págs. 262-89.
338
339
(1940) «Mouming and ita relation to rnanic-depressive states». WMK
1, págs. 344-69. «El curso del desarrollo libidinal es estimulado y reforzado en ca
(1946) -Notes on sorne schizoid rnechanisrns». WMK 3, págs. 1-24. da paso, entonces, por el impulso de reparación y, en definitiva,
(1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235. por el sentimiento de culpa. Por otro lado, la culpa, que da ori
gen al impulso de reparación, inhibe también los deseos libidina
les. En efecto, cuando el niño siente que su agresividad predo
mina, los deseos libidinales se le aparecen como un peligro para
Denigración sus objetos amados y, en consecuencia, tienen que ser reprimi
dos» (Klein, 1945, pág. 410) [véase LIBIDO].
Véase DESPRECIO; DEFENSAS MANIACAS
(3) El principio de realidad. El infante depende de su desarrollo
neurológico en cuanto a alcanzar un punto en que los receptores
puedan empezar a distinguir la realidad de los objetos externos.
Desarrollo Para la época en que esto sucede, entre el quinto y el sexto mes
de vida, tiene que existir una considerable maduración psicoló
gica a fin de que las angustias depresivas se puedan tolerar lo
El desarrollo psicológico presenta diversos aspectos: (1) la madu
suficiente con miras a un ulterior proceso de maduración, que
ración fisiológica; (2) las fases de la libido; (3) el principio de rea
depende de la elaboración del mundo interno. La capacidad de
lidad; (4) el desarrollo de las relaciones objetales; (5) el desarro
relacionarse con un objeto total supone renunciar a proyeccio
llo del yo, y (6) la secuencia de las situaciones de angustia. Ex
pondremos estos aspectos por orden: nes e introyecciones omnipotentes que distorsionan la percep
ción. Esta aptitud para tolerar la ambivalencia [véase ANGUSTIA
DEPRESIVA] es un prerrequisito para el desarrollo del principio de
(1)La maduración fisiológica. Existe un despliegue epigenético
realidad.
natural del cuerpo físico y también de la psique. El desarrollo
corporal es fundamento directo del psicológico en tanto (a) fija
(4) El desarrollo de las relaciones objetales. Klein, puesto que tra
las fases de la libido; (b) determina ciertas características del yo,
taba de las relaciones con objetos, se interesó en consecuencia
y (c) establece un equilibrio entre los instintos de vida y los de
por el desarrollo de las relaciones objetales. Según la teoría de
muerte. Indirectamente influye sobre el desarrollo de la psique
las relaciones objetales, existe un yo que las establece desde el
por (d) un desarrollo del aparato perceptual, que ofrece nuevas
clases de objetos (objetos totales). nacimiento, como un dato biológico. Su forma y desarrollo supo
nen la acción recíproca entre las posiciones esquizo-paranoide
y depresiva.
(2) Las fases de la libido. Klein aceptó la importancia de la se
340
341
zón en su boca y de la leche en su pancita le provocan reprp~pn. internos que dan oportunidades de identificación y de asimila
taciones mentales de fantasías inconcientes de un objeto ción. Un objeto interno identificado con el yo trae consigo las
que anda adentro (introyección). El resultado es la progresiv:¡l habilidades y atributos del objeto, que a partir de entonces que
capacidad de mantener el estado en que el infante siente en con~ dan a disposición del yo, quien puede identificarse con un papel
creto algo bueno adentro, o de volver a ese estado con la mayor en el mundo .externo real y ponerlo en práctica.
rapidez. Esta es la base de la confianza.
Según la concepción de Klein, por lo tanto, la defensa inicial (5) El desarrollo del yo. Cuando la descripción de la posición
frente al instinto de muerte esquizo-paranoide y el trabajo con esquizofrénicos permitió com
prender mucho mejor las formas de la escisión, se advirtió el efec
(a) supone un proceso introyectivo importante (del objeto bueno to debilitante de segregar partes del self. Cada vez más se consi
contenedor) no menos que el proceso proyectivo, y deró que el desarrollo en el análisis (lo mismo que en el curso
(b) este primer paso del desarrollo se consuma sólo poco a poco. de las posiciones esquizo-paranoide y depresiva) consistía en reu
nir los fragmentos para formar un yo más integrado [véase ANI
Para Klein, este primer objeto bueno es el pecho de la madre, QUILACION; ESCISION]. Tal integración no significa conferir un va
o sea, el objeto-parte que satisface las necesidades físicas inme lor uniforme a las diversas partes del self, sino la existencia de
diatas del infante. Bick (1968) agregó esta elaboración: el primer una selección más flexible entre diversos aspectos del self, o una
objeto introyectado es tal que proporciona un sentido de espacio identificación más libre y flexible con los objetos asimilados que
interno y, en consecuencia, externo, donde poder proyectar [véa lo constituyen [véase INTEGRACION].
se PIEL].
Estructura del yo: El yo desarrolla estructura y también atribu
Posición depresiva: El objeto bueno, que hasta ese momento se tos por la acumulación introyectiva y la asimilación de objetos
ha experimentado sólo como parte de la madre, y que se contro introyectados. En la teoría clásica de Freud, el yo introyecta só
laba de manera omnipotente por medio de mecanismos primiti lo al superyó, que pasa a ser una parte segregada del yo; esto
vos [véase OBJETOS-PARTES], se llega a experimentar por fin co-. no armoniza con las descripciones kleinianas de objetos internos
mo un todo que tiene aspectos buenos y malos. La maduración múltiples que mantienen una relación fluida con el yo [véase 5.
física del sistema nervioso y de la percepción se enlaza con el OBJETOS INTERNOS].
desarrollo de fantasías buenas. El objeto bueno se percibe ahora
dañado o contaminado por el malo (o por los malos sentimientos (6) La secuencia de las situaciones de angustia. Las angustias im
del yo dirigidos hacia los elementos malos del objeto total) y pa portantes que asedian al bebé humano y de las que se tiene que
rece ser bueno sólo en parte. Objetos buenos se absorben ahora defender son muy numerosas, y en el curso de la historia del psi
con afán o se los mantiene adentro para dar sustento al estado coanálisis se las ha expuesto de manera diferente. Existe gene
interno del yo cuando aumenta la angustia por el estado del ob ral acuerdo en que las angustias centrales giran en torno del com
jeto interno bueno. La introyección cobra relieve, con una ma plejo de Edipo; pero el trabajo kleiniano sobre las etapas prime
yor percatación del mundo interno y su discriminación respecto rísimas ha ampliado el catálogo de las situaciones de angustia
del mundo externo [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. tempranas: aniquilación, terror paranoide, pérdida del objeto
amado, miedos neuróticos [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEM·
Identificación introyectiva: El desarrollo que la posición depre PRANAS]. El desarrollo hace que estas situaciones de angustia tem
siva representa descansa en un cambio en el equilibrio entre iden pranas evolucionen hasta dar lugar a las posteriores situaciones
tificaciones introyectivas y proyectivas, en favor de las prime clásicas (complejo de Edipo, angustia de castración y envidia del
ras. Se abandona poco a poco la identificación proyectiva omni pene) [véase 6. FASE DE FEMINIDAD].
potente (patológica), que es característica de la posición esquizo
paranoide. La adquisición de objetos nuevos y su introyección INHIBICION y AVANCE DEL DESARROLLO. Existen varios fac
produce un mundo interno cada vez más rico, con más objetos tores que influyen sobre el ritmo del desarrollo: los objetos ex
342 343
ternos, los factores constitucionales que intervienen en el les, con su concomitante refuerzo de los impulsos amorosos. En
rrollo del yo y, en particular, la interferencia que causan los este paso hacia objetos nuevos es importante el proceso de susti
tentes impulsos agresivos. Estos factores tienen variados efectos; tución de los objetos originales por símbolos; esto conduce a la
gigantesca expansión del mundo simbólico civilizado, con el enor
(a) Inhibición del desarrollo: Klein (1930, 1931) demostró me aumento que supone de las oportunidades de nuevas búsque
impulsos sádicos podían inhibir o detener gravemente el das [véase FORMACION DE SIMBOLO].
rrollo cognitivo. Expuso la manera en que los miedos de
y retorsión impedían el avance de las fases de la libido Interacción con el mundo externo. Esta visión de la angustia co
LIBIDO]. Esta inhibición del desarrollo que podía ver en sus mo conflicto entre los instintos ha dado lugar a que se acusara
cientes niños constituía, a su juicio, una prueba directa de la teo a Klein de descuidar el mundo interno y desconocer los factores
ría ortodoxa de Freud de la fijación en fases infantiles del desa externos tanto benignos como malignos, Y también de adoptar
rrollo. una visión totalmente pesimista de la naturaleza humana, con
la consiguiente imposibilidad para la tarea terapéutica del psi
(b) Desarrollo en razón de la culpa: Es una tesis central de la coanálisis [véase MUNDO EXTERNO; FACTOR CONSTITUCIONAL]. Pero
teoría kleiniana que la reparación que deriva de la culpa y en realidad ella no desconoció la importancia de los factores ex
amor constituye el resultado creador más fecundo (Klein, 1929).. ternos ni negó la eficacia terapéutica del psicoanálisis. En sus
Cuando el niño consigue restaurar sus objetos, el aporte impor escritos abundan pruebas del efecto asombroso de las interpre
tante para el desarrollo consiste en que de ese modo reconstitu taciones, que eran sucesos externos modificadores de la situa
ye una situación interna [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. El obje ción interna de sus pacientes.
to bueno se restaura adentro, y el mundo interno queda mejor JI Klein consideró el mundo interno [véase REALIDAD INTERNA]
ordenado. Secuencias repetidas de esta variedad de reparación como una situación dramática [véase POSICION] que mantenía una
refuerzan la sensación de tener un objeto bueno interno durade interacción continua con el mundo externo por vía de introyec
ro y, por lo tanto, una sensación de seguridad interna. Además ción y proyección [véase CONTENIMIENTO]. El proceso de madu
ración depende por entero de la modificación progresiva de la
«( ... ) cuando la fe y la confianza del niño en su capacidad de angustia, y esto es algo facilitado por el ambiente, que funciona
amor, en sus poderes reparadores y en la integración y seguri como un contenedor de angustia. Así, la desesperación del ín
dad de su mundo interno bueno aumentan ( ... ) disminuye la fantea causa de su angustia encuentra una madre que en primer
omnipotencia maniaca y también cede la índole obsesiva de los lugar puede interpretarla como una necesidad que ella es capaz
impulsos dirigidos a la reparación, lo que en general significa de satisfacer [véase ENSOÑACION] Y que, en segundo lugar, pue
la neurosis infantil ha pasado» (Klein, 1940, pág. 353) [véase RE- . de seguir tolerando la angustia del infante aunque a este le re
PARACION]. sulte imposible [véase CONTENIMIENTO]. El resultado es un infan
te que tiene la oportunidad de introyectar un objeto capaz de
(e) Búsqueda de objetos nuevos: Parte de la respuesta al conflicto tolerar y explicar la angustia.
y a las situaciones internas de desastre consiste en buscar obje A la inversa, un ambiente que no explique satisfaciendo una
tos nuevos con los que se pueda mantener una relación menos necesidad, o que no tolere la angustia del infante, tendrá sobre
conflictiva. Es característico que con ocasión del destete el niño este un efecto deletéreo. La única opción en ese caso será intro
se vuelque de la madre (que lo lla decepcionado) al padre. Pro yectar un objeto que no sólo no explica sino que suma elementos
cesos de esta clase difunden los impulsos, disminuyen la intensi a lo inexplicable. El infante sufre entonces una angustia agudi
dad de cada uno de ellos, conducen a una expansión de las rela zada de una clase especial que Bion denominó «terror sin nom
ciones objetales. De este modo, la angustia depresiva <t( ••• ) con bre» [véase TERROR SIN NOMBRE].
curre al afán de sustitutos» (Klein, 1952, pág. 97). En una forma
diferente de huida de sus relaciones objetales perturbadas, el yo
se ve empujado desde los impulsos pregenitales hacia los genita
344 345
Bick, Esther (1968) «The experience of the skin in early object relations»,;
sión, en cambio, la realidad externa es respetada [véase REPRE
Int. J. Psycho-Anal. 49: 484-6; reimpreso (1987) en Martha Harris y Es
SION].
ther Bick, The Collected Papers ofMartha Harris and Esther Bick.
Como otros mecanismos de defensa primitivos, la desmentida
Clunie, págs. 114-8.
Desmentida Despersonalización
El estado del yo en que este ha perdido la sensación de ser una
La desmentida es Una idea psicoanalítica muy antigua, que origh
persona sustancial sobreviene a causa de Una excesiva identifi
nalmente fue denominada escotomización por Freud. Una piez~
cación proyectiva; esta hizo que en la fantasía el self quedara
de percepción es borrada. La desmentida interviene de manera
localizado en otros objetos, externamente. Klein ejemplificó este
específica en las defensas maníacas; en particular, la desmenti
proceso de manera cirCUnstanciada basándose en una novela de
da de la realidad de cierta parte de la psique, o de la realidad..i
dejan de lado los aspectos malos del objeto, tras lo cual se obtie".
Klein, Melanie (1955) .On identification». WMK 3, págs. 141-75.
ne Un objeto bueno impoluto (Rosenfeld, 1983) [véase OBJETO
IDEAL].
Según lo presentó Klein (1946), el mecanismo de la desmentí., •
da se Conecta COn la fantasía de aniquilación, y Una pérdida real Desprecio
de parte del yo o del oQjeto [véase ANIQUILACION]. En este senti
do, difiere de la represión, que Consiste más bien en remover El desprecio es uno de los componentes de la tríada de rasgos
de la Conciencia sólo la realidad de cierto suceso externo, o re claves de las defensas maníacas: los otros dos son el control y
cuerdo de este. Ahora bien, aunque se registra Una tendencia el triunfo (Segal, 1964). Es el foco de la desmentida defensiva
en los kleinianos a emplear el término «desmentida», mi~ntras (maníaca) de la importancia del objeto (Klein, 1935, 1940). Ataca
que los freudianos clásicos hablan de «represión», en la práctica. de manera específica, en consecuencia, la gratitud hacia un ob
no hay mucha claridad. Cabe trazar el distingo según el grado jeto, porque se percibe que esta gratitud daría origen a sentimien
de violencia y omnipotencia. La desmentida es Una borradura tos de dependencia y pequeñez, y desmantelaría el sentimiento
346
347
Véase DEFENSAS MANIACAS; 10. POSICION DEPRESIVA; GRATITUD
como si en realidad me hubiera presentado una deposición fecal
[faecal stoolJ. No se trataba de una mera expresión simbólica de
Klein, MeJanie (1935) «A contribution to the Psychogenesis of
su deseo de traerme sus heces. Creía que de hecho me las había
depressive states». WMK 1, págs. 262-89.
ofrecido» (Segal, 1950, pág. 104).
(1940) «Mouming and its reJation to manic-depressive states».
1, págs. 344-69. «Ahora bien, una vez formado, el símbolo no funcionaba como
SegaI, Hanna (1964) /ntroduction to the Work ofMelanw Klein. HeineT un símbolo sino que para todos los fines era equivalente al obje
mann; Hogarth, 1973.
to" (pág. 105).
348
349
«( ... ) forma parte de una perturbación en la relación entre Ecuación simbólica y contenimiento: En 1978, Segal mostró de
yo y el objeto. Partes del yo y de los objetos internos se proyeci manera expresa que los símbolos genuinos y la ecuación simbóli
tim dentro de un objeto [externo] con el que se las identifica:: ca se relacionan, respectivamente, con una identificación pro
La diferenciación entre el self y el objeto se difumina. Como en yectiva normal y patológica, Y un contenimiento logrado y fraca,.
este caso una parte del yo se confunde con el objeto, el símbolo. sado: .La ecuación simbólica se emplea para desmentir la sepa
-que es una creación y una función del yo- pasa a confundirse; ración entre el sujeto y el objeto. [Mientras que el símbolo
a su vez, con el objeto simbolizado» (Segal, 1957, pág. 53). genuino] es empleado para superar una pérdida aceptada» (Se- ,
gal, 1978, pág. 316). El uso defensivo (patolÓgiCO) de la identifi7'
El término ecuación simbólica se aplica a una fusión defensiva cación proyectiva es llevado hasta el punto de que el self y Ell
de self y objeto, y de objeto y símbolo: una fusión producida por objeto se fusionan, con la consiguiente igualación del símbolo i
una identificación proyectiva patológica. el objeto simbolizado (ecuación simbólica). "
350 8&1
de su música, se erradicaban con violencia para destruir la sen
sación de límite entre el yo y los oyentes.
Las críticas de Meissner presentan otra dificultad. Arieti, en
el examen de esta forma de lógica primitiva, la compara con el
llamado pensamiento primitivo de los niños y de las culturas ar
caicas, y se funda en las opiniones del antropólogo Heinz Werner
•
PENSAMIENTO PALEOLOGICO. La relación entre representación (1940), de quien extrae esta cita: «( ... ) la forma de pensamiento
concreta e identificación proyectiva fue cuestionada por Meiss avanzado característica de la civilización occidental es sólo una
ner (1980): forma entre muchas, y ( ... ) formas más primitivas no tanto ca-,
recen de lógica cuanto se basan en una lógica diferente» (Wer
«El ejemplo [presentado por Segal (1957) del pene igualado con ner, 1940, pág. 15). Mas no por ello todos los miembros de cultu
el violín porque se los puede tocar a los dos] tal vez represente ras arcaicas son esquizofrénicos. El argumento como un todo se
un caso de identificación proyectiva, porque la parte proyectada basa en concepciones estereotipadas sobre los «primitivos». Mu
(pene) se identifica con el objeto (violín), pero también puede chos antropólogos posteriores han registrado las interesantes for
no ser así. Quizás estemos simplemente ante un caso de lo que mas lógicas de las culturas no occidentales (Radcliffe-Brown,
Arieti (1974) presenta como una forma de pensamiento paleoló 1952; Lévi-Strauss, 1966) sin diagnosticarlas compuestas de indi
gico, en el que la lógica de los predicados sigue el principio de viduos psicóticos. Lo concreto es que el pensamiento paleológico
Von Domarus. En otras palabras, pene y violín se asimilan sólo (lo mismo que el llamado pensamiento moderno) puede ser él mis
porque comparten un atributo común, a saber, que son algo que mo de dos clases: (a) esquizofrénico o delirante, o (b) no psicóti
se puede tocar. En consecuencia, cabe poner en duda que todo' co y mítico; no es imprudente, por lo tanto, sostener que la iden
ejemplo de ecuación simbólica se pueda tomar primafacie como; tificación proyectiva participa de manera específica en el tipo
prueba de una identificación proyectiva» (pág. 60). delirante, según lo expuso SegaL
He ahí un cuestionamiento interesante.
Von Domarus (1944) definió la lógica esquizofrénica como una·
lógica pre-aristotélica en la que dos sujetos que tienen el mismo l Arieti, Silvano (1974) Inlerpretation ofSchizophrenia. Nueva York: Ba·
ba muere, por lo tanto los hombres son hierba. Esto se contrapo~'! Ferenczí, Sandor (1912) "Symbolism», Imago 1: 276-84.
ne al silogismo de estructura normal definido por Aristóteles: los Jones, Ernest (1916) .The theory of symbolism», British Journal qf
organismos vivos mueren, los hombres son organismos vivos, pot f Psychology 9: 181-229.
lo tanto los hombres mueren. .. Klein, Melaníe (1930) "The importance of symbol-formation in the deve·
Es cierto que la identificación que brota de la forma de lógicá i lopment of the ego». WMK 1, págs. 219-32.
tinente, puesto que Segal describe la producción psicodinámica}l Mílner, Marion (1953) «The role of illusíon in symbol-formation~. Int. J.
de esta forma de pensamiento, mientras que Meissner se centra.! Psycho-Anal. 34: 181-95; reimpreso (1955) en Melaníe Klein, Paula Hel
en la estructuraformal del pensamiento paleológico. Como dice' mann y Roger Money-Kyrle, eds. New Directions in Psycho-Analysis.
Arieti, «el principio de Von Domarus y las otras leyes paleológi-) Tavistock, págs. 82-108.
cas que mencionaremos brevemente no explican estos fenóme":), Radcliffe-Brown, A. R. (1952) Strncture and Function in Pr¿mitit,e 80'
nos en el plano dinámico sino sólo en el formal» (Arieti, 1974,1 ciety. Cohen & West.
pág. 235). Entonces la tesis de Meissner de que tal vez la identi~¡ Segal, Hanna (1950) "Sorne aspects of the analysis of a schizophrenlc~,
ficación proyectiva no constituya siempre la explicación psico Int. J. Psycho-Anal. 31: 268-78; reimpreso (1981) en The Wo'rk of Hanna
dinámica rehúye en verdad la cuestión, porque no proporcional Segal. Nueva York: Jason Aronson, págs. 101-20.
353
352
(i) Datos sensoriales en bruto: La experiencia se genera a partir (O Fairbairn (1952) desechó el concepto de instintos y lo rempla
de datos sensoriales en bruto (una realización) si se encuentra zó por la idea de que los impulsos son "estrategias» para relacio
con una expectativa preexistente (una pre-concepción) para dar narse con objetos, puesto que el individuo humano busca objetos
por resultado una concepción «provista de significado» [véase PRE~ más que placer. A juicio de Fairbairn, esto libraba al psicoanáli
CONCEPCION; PENSAMIENTO]. Pero en algunos casos ese encuentro sis de la dificultad que había llevado a Freud a postular un ins
puede fracasar (fracaso de la función alfa), con la consecuencia tinto de muerte más allá del placer [véase f'AIRBAIRN].
de que se acumulen partículas de datos sensoriales «no digeri
dos». Estos son los elementos beta. (ii) Klein adoptó un abordaje clínico del ello, que no sólo incluía
el instinto de muerte [véase INSTINTO DE MUERTE] sino que conce
(ii) Evacuación: Los elementos beta se pueden aglomerar en con bía los instintos más en la forma de su representación mental que
juntos (como el habla del tipo «ensalada de palabras. del esquizo en la de sus orígenes fisiológicos. Esto orientó su atención hacia
frénico). Estas acumulaciones se procesan por evacuación, no por la fantasía, y hacia una fantasía inconciente como representa
la actividad de pensar pensamientos para formar sueños y teo ción de los instintos [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
rías. El proceso de evacuación es el definido por Klein como iden
tificación proyectiva en su forma patológica [véase 13. IDENTIFI· Klein, por temperamento, se dijo leal al «modelo estructura}.. de
CACION PROYECTIVA].
Freud, pero de hecho el <cello» cambió de significado en sus ma
nos a medida que elaboraba sus propias teorías. Adoptó la teoría
(iiO El aparato mental: Bajo la presión de la acumulación de ele de Freud del instinto de muerte, aportándole puntos de referen
mentos beta, la mente se desarrolla como un aparato destinado cia clínicos así como su propio modelo del conflicto psíquico, que
a «( ... ) librar a la psique de la acumulación de objetos internos no consideraba el choque entre el instinto de vida y el instinto
354 355
de muerte como tales, sino entre sus representantes en la fanta ción proyectiva». Consideró indebida y rechazó la ampliación del
sía inconciente. Como, según la perspectiva de Klein, el conflic concepto de «identificación proyectiva» más allá de su referencia
to psíquico resulta del influjo del instinto de muerte sobre las a las fronteras yoicas perturbadas de los esquizofrénicos.
relaciones objetales, el «ello», en sus escritos, tendió a convertir
se en un representante del instinto de muerte. El conflicto freu Véase CUIDADO; 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA
diano entre el yo y el ello (movido por las exigencias que el su
peryó hace al yo) fue remplazado efectivamente por la noción
de Klein del conflicto entre el instinto de vida y el instinto de Klein, Melanie (1959) «Our adult world and its roots in infancy... WMK
Freud, Sígmund (1923) The Ego and the Id, SE 19, págs. 1-66, [El yo
Ensoñación
y el ello, en AE 19. 1979, págs. 1-66.]
Este término [revene] fue adoptado por Bion (1962) para deno
tar un estado psíquico que el infante requiere de la madre. La
psique de la madre debe encontrarse en un estado de receptivi
Empatia dad calma a fin de absorber los sentimientos del infante y confe
rirles significado [véase CONTENIMIENTO]. La idea es que, a tra
La empatía es una de las formas benignas de identificación pro vés de una identüicación proyectiva, el infante insertará en la
yectiva que se pueden incluir en la .identificación proyectiva nor psique de la madre un estado de angustia y de terror al que es
mal» [véase 3. IDENTIFICACION PROYECTIVA]. incapaz de conferir significado y que percibe como algo intolera
La expresión .ponerse en la piel de otro» es una descripción ble (sobre todo, el miedo de la muerte). La ensoñación de la ma
de la empatía, pero lo es también de un proceso por el que inser dre es un proceso que imparte a aquel estado algún significado
tamos una parte de nosotros mismos, cierta capacidad de auto~ para el infante; esta es la denominada «función alfa» [véase FUN·
percepción, en la posición de otro; en particular, eso que inser CION ALFA]. Gracias a la introyección de una madre receptiva y
tamos es una parte vivenciante de nosotros mismos, a fin de ga comprensiva, el infante puede empezar a desarrollar su propia
nar, en la fantasía, la experiencia del otro. Esta es una actividad aptitud de reflexión sobre sus propios estados psíquicos.
harto normal en personas sensibles, y se la puede incluir de ma En los casos en que por alguna razón la madre sea incapaz
nera lata en el grupo de fantasías de identificación proyectiva de esta ensoñación que devuelve significado, el infante no podrá
(Klein, 1959). recibir significados de ella; experimentará, en cambio, la sensa
Un aspecto importante de esta intrusión en otra persona es ción de una total carencia de sentido, que da lugar a la de lo
que no se produce pérdida de realidad ni confusión de identir ignoto terrorífico [véase TERROR SIN NOMBRE]. Esta insuficiencia
dad. Es característico de la omnipotencia de' la identificación pro· del estado de ensoñación obedece a diversas razones:
yectiva patológica [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA] que se
destruyan los límites entre el self y el objeto. Esto difiere de la (i) Inadecuación del objeto externo: La psique de la madre puede
empatía, en la que se mantiene intacta una correcta y realista estar absorta en otras preocupaciones, y así permanecer ausente
conciencia de quiénes somos y dónde estamos en el momento mis para el niño. En consecuencia, la psique de la madre es el com
mo en que se realiza la proyección. ponente importante del mundo externo para el infante [véase
Meissner (1980) sostuvo con acritud que es falso incluir la em OBJETO EXTERNO].
patía y otros fenómenos no psicóticos en el término «identific8I
356 357
(ii) Envidia: Puede ocurrir que el infante ataque la función con Envenenamiento
tenedora de la que él mismo depende [véase 12. ENVIDIA] Y de
ese modo limite sus oportunidades de introyectar un objeto com Una de las fantasías inconcientes innatas en el nivel oral es la
prensivo y bueno. de envenenar la leche (o la creatividad) de la madre por el ata
que y la invasión a sus pechos [véase 13. IDENTIFICACION PROYEC
El continente despojador: El infante puede tener un compo TIVA]. En ese caso se teme que el objeto en retorsión ponga ve
nente de envidia anormalmente grande, que, proyectado sobre neno en el sujeto [véase PARANOIA].
el objeto, lo convierta, en la fantasía, en un continente envidio
so que despoje de todo significado a sus proyecciones [véase CON Véase 12. ENVIDIA; OBJETO MALO
TENIMIENTO; TERROR SIN NOMBRE; EPISTEMOFILIA].
358
869
cripción excelente del movimiento hacia la posición depresiva, cas (Klein, 1930a, 1931). Las frustraciones y los consiguientes im
con la internalización del pecho (pezón) en torno del cual se pue pulsos sádicos que sobrevienen en torno de las teorías sexuales
de organizar la personalidad del infante. infantiles fueron el material clínico más inesperado que se des
Klein había presentado los movimientos que van desde la po plegó ante Klein en el momento en que empezó a atender a sus
sición depresiva hasta la posición esquizo-paranoide como una primeros pacientes niños. Pudo enlazar las frustraciones sexua
defensa paranoide frente a la angustia depresiva [véase DEFEN les, el sadismo y, después, la inhibición de preguntas e impulsos
SA PARANOIDE FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRESIVA]. Y Bion, sobre la sexuales, como una cadena causal [véase ::J. AGRESION].
base de su concepción de que la identificación proyectiva puede El afán de saber, como notable factor de frustración, la con
ser tanto normal como patológica, pudo concebir un paso no pa dujo a recoger el aserto de Freud (1917) de que la epistemofilia
tológico a la posición esquizo-paranoide. La tolerancia de cierto era un instinto parcial de la libido, relacionado con la escopofilia
grado de desintegración sin tener que recurrir a mecanismos de (voyeurismo/exhibicionismo). Al mismo tiempo, vio también que
defensa primitivos omnipotentes es esencial para el pensamien podían producirse problemas de aprendizaje serios a causa de in
to creador. hibiciones de una epistemofilia demasiado impregnada de impul
sos sádicos. A partir de esto, elaboró una teoría sobre el desarro
Véase VINCULACION llo intelectual y la simbolización o, más bien, sobre la perturba
ción de estos procesos (Klein, 1930a, 1931). La investigación de
estos problemas en los niños trajo como consecuencia dos resul
Bion, Wilfred (1963) Ele1nents of Psycho-Analysis. Heinemann. tados importantes:
Klein, Melanie (1923) «The role of the school in the libidinal develop
ment of the child•. WMK 1, págs. 59-76.
los primeros avances en la comprensión de las perturbaciones
(1931) «A contribution to the theory of intellectual development•.
WMK 1, págs. 236-47.
psicóticas del intelecto, y
(ii) la hipótesis de que estas 'perturbaciones psicóticas en los ni
ños eran mucho más comunes de lo que se creía en esa época
(Klein, 1930b), hipótesis cuya verdad se demostró después [véa
se PSICOSIS].
Epistemofilia
La elaboración de las teorías de Klein trajo consigo modificacio
La exigencia de saber sobre sexualidad es una experiencia que nes decisivas en sus puntos de vista sobre curiosidad y saber.
se agudiza en el niño porque, a causa del desacompasado retraso Tras comprobar que el desarrollo cognitivo en las fases primerí
en el desarrollo del ser humano, aquel tiene disposición sobre simas era mucho mayor del esperado (por ejemplo, la capacidad
su vida instintual antes de alcanzar la madurez física o social que de distinguir el propio ser de otro, y también de discriminar en
le permitiera tener satisfacciones sexuales. Los primeros escri tre estados y objetos «buenos» o «malos»), pareció posible cada
tos psicoanalíticos de Klein demostraron que existía un vínculo • vez más que existiera un saber innato, así como discriminacio
muy estrecho entre el sadismo y el deseo de saber. Su primer nes de un grado muy complejo, también innatas [véase SABER IN
trabajo trataba de la inhibición de preguntas sobre la sexualidad NATO]. En particular, el saber sobre un pene y una vagina, y so
y la liberación de la vida de fantasía después que se respondían bre un encuentro y una relación de los dos órganos, pareció in
esas preguntas. Demostró que eran en particular las respuestas nato, y no el resultado de haber presenciado de hecho la escena
a preguntas inconcientes no formuladas las que producían esa primordial [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA].
notable erupción de fantasías expresadas [véase ANALISIS DE NI Una de las dificultades con que tropezamos para comprender
ÑOS]. Klein se interesó a partir de entonces en el componente la noción de saber innato es que no parece dejar sitio al descubri
epistemofflico de la libido, y no fue sino natural que pasara a miento. Para las etapas más primitivas, esto puede ser así. Pero
estudiar perturbaCiones del aprendizaje (p.ej., Klein, 1923) y, des el saber es un tomar nota «emocional», un reconocimiento del es
pués, los problemas intelectuales de las perturbaciones psicóti tado intencional del objeto, benévolo o malévolo, que da origen
360 361
a estados yoicos de amor y odio. Son las perturbaciones genera sentido, que hace sentir al infante un terror interno de un objeto
das por esos estados las que conducen a una actitud manipulado envidioso introyectado que arrebata a las experiencias todo sig
ra del mundo de objetos, a una omnipotencia que pretende asi nificado (esto se denota como «menos K» (<<-K»)) [véase TERHORSIN
milarlo a un mundo «sabido» más congenial [véase 2. FANTASIA NOMBRE], y
INCONCIENTE]. Además, el reconocimiento, que emerge en la po
(iii) un estado de ausencia de «K» (<<no K»), en que la aptitud de
sición depresiva, de que estos objetos «sabidos» son de un carác saber ha sido destruida, y ha dado lugar a una condición psicóti
ter en extremo mezclado, y que la vida emocional del yo es ba ca paranoide en la que el yo ha resultado gravemente debilitado
rrida por corrientes de sentimiento devastadoras, acrecienta el por la escisión y proyección de su capacidad de «K», y tiene fren
sentimiento de que se necesita saber más. te a sí objetos hostiles en los que, fantaseadamente, se han intro
ducido con violencia fragmentos del yo.
El vínculo epistemofílico: Bion (1956, i962a) abordó en una se
rie de trabajos el problema de la deficiencia intelectual en los (i) El vínculo «K»: La aptitud de saber por el proceso del aprendi
esquizofrénicos, y pasó a elaborar una teoría del pensar basada zaje a partir de la propia experiencia es una función que debe
en la idea de que los pensamientos se generan por el conteni ser adquirida, y se la obtiene por la introyección de un objeto
miento de una percepción dentro de una expectación (una reali externo (la madre) capaz de comprender las experiencias del in
zación que se aparea con una pre-concepción). Exammó en deta fante en lugar de él y, después, de familiarizarlo poco a poco con
lle, en repetidas ocasiones, la naturaleza de esta relación de «con sigo mismo [véase FUNCION ALFA]. Lo común es que el vínculo «K»
tenimiento» [véase CONTENIMIENTO]. esté representado por el apareamiento de una pre-concepción con
una realización [véase VINCULACION; PENSAMIENTO]. El desarrollo
El vínculo de contenimiento. Bion parece haber elevado el deseo de esta función se ve plagado por problemas de naturaleza emo
epistemofílico de saber a la misma condición que tienen el amor cional. El pensamiento y la racionalidad dependen de la vida emo
y el odio en el ser humano [véase PENSAMIENTO]. El vínculÓ en cional más primitiva, y de hecho emergen de esta.
tre la mente contenedora y sus contenidos es, según lo describió
(1962b), de tres clases: «L», «H» y «K», que representan un vínculo (ii) El vínculo menos «K»: Desde fuentes internas, el infante pue
de amor [loving], de odio [hating] y de afán de saber [knowing] de rebosar de envidia, lo que tiene el efecto de destruir la com
sobre los contenidos. Todos estos son vínculos emocionales. En prensión y el aprendizaje. Esto es muy distinto del vínculo «K»:
tre ellos, «K» tiene una importancia enorme para el crecimiento «( ... ) el infante siente miedo de morir ( ... ) El pecho en K mo
y desarrollo de una mente y una personalidad. Es preciso que deraría el miedo parcial en el miedo de morir que había sido pro
la madre a veces se empeñe en un intento de comprender las yectado en él, y a su debido tiempo el infante reintroyectaría
experiencias y sentimientos de su hijo [véase ENSOÑACION]. Este una parte de la personalidad ahora tolerable y estimuladora del
tipo de vinculación de la madre con su infante desarrolla en este crecimiento. En -K, la envidia hace sentir que el pecho elimina
la aptitud para pensar, a través de la introyección de un objeto el elemento bueno o valioso en el miedo de morir, y devuelve
comprensivo. Ahora bien, el vínculo «K» puede resultar pertur con violencia al infante el residuo sin valor. El infante que co
bado por la envidia o por una efectiva destitución de esta fun menzó con un miedo de morir termina conteniendo un terror sin
ción por parte del objeto externo. nombre» (Bion, 1962b, pág. 96).
O'Shaughnessy (1981) presentó ejemplos clínicos de las tres
clases importantes de vínculo «K» descritas por Bion: El resultado es un vaciamiento grave del yo, y la internalización
de un objeto que despoja y denuda de significado; es una parti
(i) el intento de conseguir un saber sobre el objeto y el self a tra cular versión del superyó extremadamente severo: «Es una afir
vés de identificaciones proyectivas (<<K»); por ejemplo, el saber mación envidiosa de superioridad moral, pero sin principios»
que la madre tiene sobre el estado mental de su bebé; (Bion, 1962b, pág. 97). Ejemplos clínicos de este tipo de objeto
(ii) la experiencia proyectada del objeto es despojada de signifi denudador, moralizador y denigratorio han sido proporcionados
cado, lo que conduce a una experiencia denudada y carente de por Brenman (1985).
362 363
(iii) No «K}/: Desde fuentes externas, el infante puede carecer (1930a) "The importance of symbol-formation in the development of
de un objeto actual dispuesto a absorber sus identificaciones pro,' the ego». WMK 1, págs. 219-32.
yectivas y a devolvérselas en una forma modificada que resulte (1930b) "The psychotherapy of the psychoses». WMK 1, págs. 233-5.
tolerable. Las consecuencias serán unas continuas identificacio": (1931) "A contribution to the theory of intelIectual development».
nes proyectivas de fuerza cada vez mayor, que conducirán a un WMK 1, págs. 236-47.
progresivo vaciamiento del yo y a su pérdida de función, con una O'Shaughnessy, Edna (1981) «A commemorative essay on W. R. Bion's
364 365
(i) Escisión del objeto: La obra temprana de Klein se concentró
Escisión en los objetos y sus vicisitudes. Demostró que desde el comienzo
casi, los objetos no se perciben ni se comprenden con objetivi
La integridad de la psique humana fue cuestionada por la teoría dad; en verdad ocurre que se les atribuya una naturaleza jnapro
de Freud del inconciente. Sólo muy tarde discernió las formas piadamente buena o mala [véase OBJETOS-PARTES]. Los niños di
más graves de escisión de la psique (Freud, 1940). En cambio, viden sus objetos y, de este modo, las imagos parentales son do
Klein tuvo que admitir la importancia de las diversas formas de tadas por separado, en su juego imaginativo, de cualidades e
escisión desde los comienzos de su trabajo con niños. Demostró intenciones enteramente buenas y benévolas, o bien enteramen
que tenían una participación central en las maniobras defensi te malas. El término escisión pasó a emplearse, en consecuencia,
vas más tempranas del yo [véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRI para describir la manera en que los objetos resultan separados
MITIVOS]. en sus aspectos buenos y malos.
La experiencia del yo que de esta manera se fragmenta es una Después, la introyección y proyección de la versión buena o
manifestación del instinto de muerte [véase 11. POSICION ESQUIZO mala del objeto pasa a desempeñar un papel importante en el
PARANOIDE]. desarrollo de la personalidad [véase REALIDAD INTERNA]. La inte
gración de estas divisiones de los objetos en una discriminación
Primeras acepciones. El concepto de escisión fue tomado por realista se convirtió para Klein en el rasgo clave del desarrollo
Freud de la antigua idea de disociación. Se consideraba que la de la niñez. La percepción cada vez más realista de los objetos
mente existía en partes separadas, lo que explicaba el fenómeno es la que trae consigo, justamente, la posición depresiva [véase
de la personalidad múltiple. Estas ideas sobre la disociación, ori 10. POSICION DEPRESIVA].
ginadas en la filosofía del siglo XVIII, fueron empleadas por Bleu
ler para describir, y designar, la esquizofrenia. (ii) Escisión del yo: Freud describió una división del yo cuando
Ahora bien, Freud se apartó de la psicología asociacionista trató de «un grado en el interior del yo» (Freud, 1921, pág. 130
cuando descubrió lo inconciente y la teoría de la represión. Des [pág. 122]), que es el resultado de una identificación con un ob
de aquel momento inicial, el psicoanálisis fue una teoría del con jeto perdido. Esta explicación de la melancolía pasó a ser des
flicto de la psique. Para Freud, la mayoría de los sucesos psíqui pués la base que permitió comprender la división del yo primiti
cos podía llegar a comprenderse en la teoría sobre la base del vo en el yo posterior y el superyó (Freud, 1923). Abraharn, y des
concepto de represión, sin recurrir a una idea adicional de esci pués Klein, aplicaron en un sentido diferente las descripciones
sión. Pero muy tardíamente, en un trabajo escrito en 1938, in de Freud de 1917 y, con la introyección de objetos externos en
formó conocer el fenómeno de la escisión del yo. En ese trabajo el yo como aspecto regular de la percepción como tal, basaron
describió con claridad la adopción de dos puntos de vista distin el desarrollo del yo en su conjunto en modificaciones (-alteracio
tos por parte de la psique. El ejemplo que utilizó fue el del varón nes del yo», como las llamó Freud) que resultaban de la introyec
fetiChista que creía que la mujer había perdido su pene y que ción y, después, de la identificación de una parte del yo con ob
al mismo tiempo creía que la mujer tenía pene (representado por jetos internos nuevos [véase ASIMILACION].
el objeto fetichista). Este mecanismo no es resultado de una re Después de 1946, Klein se interesó más en la escisión del yo.
presión, por más que uno de los puntos de vista pueda estar re En particular, describió la segregación de aspectos del self temi
primido. Es semejante al caso del niño que cree en Papá Noel, dos como malos, seguida por lo común de la invasión proyectiva
y experimenta todo el entusiasmo y la respuesta emocional apro de un objeto con ellos [véase 13. IDENTIFICACIONPROYECTlVA]. Tam
piada la noche de Navidad, por más que conozca la realidad de bién describió un despedazamiento de objetos que trae consigo
que se trata sólo de «papá disfrazado». El comentario prejuicioso la consiguiente fragmentación del yo. Este último proceso de es
-Algunos de mis mejores amigos son extranjeros» deja ver una cisión, que da origen al miedo de aniquilación [véase ANIQUILA
similar actitud de segregación. CION], puede poseer un carácter activo, o sea, el yo puede frag
Existen diversas formas de escisión: (i) escisión del objeto, y mentarse [véase BlQN] o ser más pasivo y depender de la presen
(ti) escisión del yo. cia o ausencia de un objeto integrador [véase PIEL].
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Fragmentación. En la década de 1940, Klein y sus colaboradores Bion, Wilfred (1959) «Attacks on linking., Int. J. Psycho-Anal. 40: 308-15;
estudiaron a esquizofrénicos, y se vieron remitidos de nuevo a reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs.
no, que designaba un estado de escisión múltiple de pensamien Freud, Sigmund (1917) «Mouming and melancholía•. SE 14, págs. 237-58.
tos. Klein siempre se había interesado más por la escisión de es [«Duelo y melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
(1921) Group Psychology and the Analysis 01 the Ego. SE 18, págs.
tados emocionales. Esto era evidente en sus trabajos sobre los
65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, págs.
objetos divididos, que representaban las relaciones dominadas por 63-136.]
sentimientos buenos o malos: "Creo que el yo es incapaz de es (1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en
cindir el objeto sin que se produzca una escisión correspondiente AE 19, 1979, págs. 1-66.]
en el interior del yo» (Klein, 1946, pág. 6). Ahora bien, Bion (1959) (1940) .Splitting of the ego in the process of defence•. SE 23, págs.
definió este tipo de fenómenos como ataques a la vinculación 271-8. [.La escisión del yo en el proceso defensivo», en AE 23, 1980,
de los pensamientos. págs. 271-8.]
Para describir la fragmentación esquizofrénica, Klein la co
nectó con una escisión de objetos. En este caso no se trata de
una división nítida del objeto en bueno o malo; existe una esci
sión múltiple. Es un intento defensivo, emprendido en la fanta Escuela de las relaciones objetales
sía, de remover un objeto temido fragmentándolo en trozos. Es
ta clase de ataque fragmentaaor del objeto tiene por resultado La expresión "relaciones objetales. se impone de manera inad
que el yo se parta en un número correspondiente de trozos, rela vertida al lector de Klein. Terminó por dar origen a toda una co
cionados cada uno con los trozos del objeto. Este era el origen, rriente de teoría psicoanalítica, agrupada principalmente en la
en su opinión, del miedo de aniquilación percibido por el psicó Sociedad Psicoanalítica Británica. La ausencia de una definición
tico. precisa ha sido importante, porque dejó el campo libre a empleos
variados de aquella expresión.
Tipos de escisión. Existen en consecuencia muchas clases com La Escuela de las Relaciones Objetales incluye una cantidad
plejas de escisión que se pueden agrupar de manera sistemática de puntos de vista teóricos diferentes, y en general la integran
en cuatro tipos, con la ayuda de dos discriminaciones: aquellos analistas británicos que se centran ante todo en el esta
(a) una escisión del objeto o del yo, y do y el carácter de los objetos. Se la debe contraponer a la Es
(b) una división coherente (en bueno y malo) o fragmentante. cuela Clásica o Psicología del Yo, orientada más bien hacia los
impulsos instintuales que dotan de energía al interés [véase PSI
De este modo, los cuatro tipos posibles de división son: una divi COLOGIA DEL YO].
sión coherente en el objeto, una división coherente en el yo, una La Escuela de las Relaciones Objetales incluye a Fairbairn, Win
fragmentación del objeto y una fragmentación del yo. Desde lue nicott y Balint en particular, y, en general, a los llamados Psico
go, estos tipos se combinan entre sí. analistas Independientes (Kohon, 1986) de la Sociedad Psicoanali
tica Británica. Tienen en común una tendencia a dejar de lado
Escisión y represión. Klein afirmó que los mecanismos de defen los aspectos «económicos» de la energía instintual, y esto los dis
sa primitivos por ella descritos no remplazaban los conceptos de tingue de los psicólogos del yo. Klein singularizó su postura por
las defensas neuróticas, sino que les daban fundamento. Descri su aceptación del instinto de muerte. Existen dos corrientes en
bió una escisión vertical y horizontal [véase REPRESION]. La se la Sociedad Psicoanalitica Británica: (i) el marco originado en Fair
gregación de partes del self se convierte, en el curso del desarro bairn, que afirma categóricamente que el ser humano no es un
llo, en una segregación entre lo conciente y lo inconciente, o sea, buscador de placer sino un buscador de objetos, y (ii) diversas
la represión. En opinión de Klein, las formas más graves de esci posiciones intermedias, teorías de dos factores (Eagle, 1984), que
sión dan origen a formas de represión particularmente rígidas y. combinan la atención hacia los objetos con una teoría instintual.
resistentes. Todas estas posiciones se inspiran en Klein.
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Sin embargo, no pocos psicoanalL<;tas británicos sostendrían el sl\Íeto y el objeto, que es tIna relación interpersonal» (Kohon,
hoy que Klein no integra verdaderamente la Escuela de las Rela 1985, pág. 27).
ciones Objetales (p.ej., Kohon, 1986). Reservan esa pertenencia
a Fairbaim, Balint y Winnicott. Guntríp (1961), por ejemplo, con Los comienzos de la teoría de las relaciones objetales. Las rela
intención de ensalzar a Fairbaim, trazó un determinado mapa ciones del paciente cobraron cada vez más relieve a medida que
de los progresos de la teoría psicoanalítica durante los últimos Freud se veía obligado a conceder más importancia a la trasfe
cincuenta años. Ese mapa se extiende a lo largo de una dimen rencia [véase TRASFERENCIA]. La relación trasferencial es la pie
sión que tiene su punto de partida en la neurología científica de dra angular de la práctica psicoanalítica, y toda teoría que se ba
Freud, y que desemboca en una teoría psicológíca basada en sí se en la práctica efectiva (lo que parece constituir una caracte
misma y no contaminada por la biología. Esta idea es de una sim rística especial del psicoanálisis británico) inevitablemente situará
plicidad tentadora, pero se puede sostener que es un cuadro vi la trasferencia cada vez más en el centro de la teoría así como
ciado, más seductor que sustanciaL Es cierto, desde luego, que de la práctica; esto implica traer al primer plano las relaciones
un péndulo ha oscilado desde la neurología científica y la biolo del yo con sus objetos..
gía hacia la psicología pura, y esto es sin duda evidente, pero
el estilo melifluo de la pluma de Guntrip tiende a extremar el La traliferencia escenificada: El caso Dora [vease TRASFERENCIA]
recorrido del péndulo. No obstante, la dimensión que destaca Gun planteó a Freud un problema difícil, porque se lo había propues
trip es en efecto un rasgo notable del mapa. También lo señala to como un caso ejemplar con miras a una futura publicación.
ron Greenberg y Mitchell (1983) como un contraste entre un «mo Puesto que Dora abandonó su tratamiento muy prematuramen
delo estructura/pulsiones» y un -modelo estructura/relaciones». te, trascurridos tres meses, Freud tuvo que empeñarse en com
Tanto el .biologismo» científico del que Freud partió como el prender su error. Advirtió que había pasado por alto la trasfe
-psicologismo» puro de Fairbaim (y Guntrip) son puntos extre rencia negativa y la intensidad de unas relaciones que se sienten
mos. Los seres humanos son biológicos y psicológicos al mismo como si fueran reales en su escenificación con el analista (Freud,
tiempo, y una interpretación rígidamente biológica de Freud, lo 1905).
mismo que un estricto rechazo de lo instintual en la inspiración No obstante, fue otra clase de paciente la que planteó a Freud
de la psicología de Fairbaim, adolecen en definitiva de idéntica problemas que lo pusieron más firmemente sobre la pista que ter
falacia: intentan reducir la dimensión total (biologia-psicología) minaría por llevar (a otros) al abordaje de las relaciones objeta
a un único y simple campo de estudio. Irremediablemente, la psi les. Esos pacientes eran los psicóticos, que, según descubrió, no
que humana es atraída de continuo hacia uno y otro de estos dos desarrollaban una trasferencia apropiada con él. A partir del ca
polos que constituyen los extremos de la mencionada dimensión so Dora, estaba advertido de que no debía descuidar la trasfe
[véase PROBLEMA DE MENTE·CUERPO], y la teoría psicoanalítica tie rencia, pero en realidad pensó que obedecía a la naturaleza de
ne que reflejar esa dialéctica. También Klein, desde luego, estu la esquizofrenia que estos pacientes no invistieran al analista con
vo siempre dividida en este dilema, que en ella se expresó como energía instintual. Y por lo tanto era imposible utilizar esta para
un intento de equilibrar su lealtad hacia la experiencia de sus inducir al paciente a superar sus resistencias. Freud «analizó" al
pacientes con una lealtad hacia las miras científicas de Freud. ,. juez Schreber sobre la base de las memorias que este mismo ha
Se sintió siempre incómoda, tironeada entre la biología y la psi bía publicado, porque consideraba que era el único camino abierto
cología. para comprender la psique de un esquizofrénico (Freud, 1911).
Kohon (1985) ha propuesto volver a dibujar el mapa siguien Descubrió que el paciente había experimentado un .hundimien
do esta otra dimensión: la tensión que habitaba en Freud entre to de mundo»; enténdía por tal que el mundo había perdido todo
una biología científica de la psique y una psicología humanista interés para él, o sea, no se investía (catectizaba) ninguna ener
y literaria se ha dividido, después de la dispersión de los viene gía instintual en el mundo. En cambio, el esquizofrénico recons
ses, en una tensión entre psicoanalistas norteamericanos y britá truye un mundo imaginario de delirios y alucinaciones, como si
nicos, en que estos últimos elaboraron una teoría .que se ocupa fuera para llenar el lugar donde una vez estuvo el mundo real.
de la relación del sl\Íeto con su objeto, no de la relación entre Esta separación entre dos mundos, real y personal, tiene impor
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tancia como precursora del punto de vista de las relaciones obje también que la condición de la melancolía es clínicamente seme
tales [véase REALIDAD INTERNA]. jante en muchos aspectos a la del duelo, y que implica un similar
abandono de un objeto amado perdido. La diferencia, sostuvo,
El narcisisrrw: En este punto (hacia 1913) Freud coI\iugó ciertas consistía en que el melancólico no abandonaba al objeto, sino que
ideas enteramente novedosas. Lo movió a ello su deseo de en le daba un destino por entero diferente. Re-establecía el objeto
frentar y demoler las afirmaciones de Jung en el sentido de que en el interior de su propio yo, y allí seguía relacionado con él.
existían experiencias no libidinales. Jung era un psiquiatra con Freud apuntó que este proceder obedece a la existencia de un
experiencia en pacientes psicóticos, a diferencia de Freud. Este elemento de muy intenso odio y furia hacia el objeto amado, y
había trabajado en un sanatorio neurológico con pacientes histé que el resultado es un intenso odio y furia dirigido al yo como
ricos (neuróticos), y entonces, cuando Jung empezó a apartarse si fuera el objeto. "La sombra del objeto -dice Freud- cayó so
del movimiento psicoanalítico, Freud se resolvió a obtener una bre el yo» (Freud, 1917, pág. 249 [pág. 246]). Llamó a esto «iden
comprensión de los esquizofrénicos y a establecer las bases de tificación" [véase INTROYECCION; IDENTIFICACION].
una teoría libidinal de sus perturbaciones. Como consecuencia En este punto, Freud había pasado a describir una fenomeno
de todo esto, Freud en verdad comenzó a ver que en algún senti logía del objeto, dejando de lado la economía de las mociones
do la persona misma, o una parte de su self o de sus propias ideas, instintuales. Después de haber descubierto este proceso en ex
podía convertirse en objeto de sus energías instintuales. Así na tremo interesante de la identificación, que de hecho produce una
ció el concepto de narcisismo (Freud, 1914), desde el cual, final «alteración del yo», cuatro años después (Freud, 1921) mostró que
mente, se desarrolló un interés por el objeto como tal (self u otro) la psicología de las masas se basa en la identificación. Para en
que era investido con interés libidinal. tonces, había producido el habitual pase de prestidigitación que
ha sido el destino de tantos conceptos psicoanalíticos: si fueron
La introyección de objetos: El segundo gran paso innovador se descubiertos como fenómenos patológicos en pacientes, después
produjo en 1917 con el ensayo de Freud «Duelo y melancolía». se los llega a ver dondequiera, como un ingrediente esencial de
Durante algún tiempo, Freud había trabajado junto con Abraham la psicología normal.
en el intento de comprender las psicosis. El propio Abraham
(1911) había escrito además un trabajo sobre este tema hacia la La bifurcación de los caminos: Los pasos siguientes de Freud con
misma época en que Freud publicaba su ensayo sobre el juez es sistieron en presentar el desarrollo del superyó en tanto se basa
quizofrénico Schreber. No obstante, el trabajo de Abraham tra en este proceso de identificación que supone la institución inter
taba de la psicosis maníaco-depresiva, lo que le concedió cierta na de los objetos edípicos amados que debieron ser abandonados
ventaja sobre Freud. Lo interesante de la psicosis maníaco por el niño pequeño (Freud, 1923). Entonces la frontera del yo
depresiva es su carácter intermitente. El paciente atraviesa fa aparecía permeable a objetos, y no a una mera energía instíntual
ses en que su afección remite, y vuelve a ser en apariencia más orientada.
o menos normal. Abraham se propuso entonces analizar a estos Abraham, en el breve tiempo que le restaba hasta su muerte
pacientes durante los períodos de remisión. ¿Podría trabajar co prematura, ocurrida en 1925, elaboró esta intelección de Freud
mo lo hacía con un paciente neurótico? Descubrió que la respuesta sobre el proceso de intemalización, en especial en orden a su co
era que en efecto podía hacerlo (Abraham, 1924). Esto atrajo el nexión coh impulsos pregenitales. Retomó las sugerencias de
interés más a la afección maníaco-depresiva que a la esquizofre Freud de que la introyección se relacionaba de algún modo con
nia, y el ensayo de Freud sobre el duelo y la melancolía contiene el «canibalismo» y los impulsos orales y sádicos, y que tenía un
sus propias reflexiones sobre esta perturbación. El ensayo inclu proceso en espejo en la «proyección» o expulsión, conectada con
ye magníficas descripciones de las condiciones de duelo y de me los impulsos anales. La confluencia de ciertos mecanismos de de
lancolía (psicosis maníaco-depresiva), y en él produjo además un fensa básicos [véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS] con
extraordinario desarrollo de su pensamiento conceptual. Mostró los instintos parciales y sus zonas erógenas correspondientes de
que el trabajo del duelo es un abandono lento, detalle por deta· bió de parecer muy elegante, indicadora de una teoría que re
lle, de la catexis de un objeto amado que se ha perdido. Mostró dondeaba su completamiento. Abraham se vio llevado a ver que
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introyección y proyección atañen ante todo al destino de los ob tes libidinales (oral, anal, genital). Y se encontró con que el niño
jetos, a su localización dentro del yo o fuera de este, y al movi creía que el objeto rebosaba de intenciones y motivaciones acor
miento entre esas dos posiciones. Y empezó a ilustrar esta teoría des con los impulsos libidinales activos en particular en el niño
con ejemplos detallados y cuidadosos de expresiones vívidas que mismo en ese momento. El infante oral podía creer que el objeto
encontraba en la psicopatología de sus pacientes maníaco-depre era otro que, por frustración o venganza, podía morderlo. La re
sivos. lación del niño con el objeto es una fantasía en la que participan
unos actores y una narrativa. En consecuencia, los objetos eran
Análisis de niños: Después de la muerte de Abraham, el impulso la tela de la vida de fantasía de un niño, y no meros medios para
pasó a K1ein, a quien él había alentado a analizar niños y elabo satisfacciones instintuales. Pero también son esto último.
rar su técnica del juego, que por feliz casualidad le abrió una ven Los vínculos teóricos entre relaciones objetales e instintos pa
tana maravillosamente traslúcida sobre todo el campo de las re recían de difícil determinación, y en 1939 los kleinianos organi
laciones objetales. Entregaba a sus niños una colección de obje zaron un grupo de estudio, conocido como el Grupo de Objetos
tos Guguetes) y los observaba mientras los hacían entrar en toda Internos, que se reunió de manera intermitente durante los años
clase de relaciones. Entonces pudo ver los deseos instintuales re de la guerra para tratar de comprender y volver creíbles estos
presentados visualmente en presencia de ella como unas relacio puntos de vista sobre los objetos. Varios trabajos fueron el fruto
nes entre objetos de la manera más natural posible: la que es pro de esta labor (contribuciones a las Polémicas) [véase POLEMICAS).
pia del juego de los niños [véase 1. TECNICA; ANALISIS DE NIÑOS]. A Susan (saacs (1948) se debió el ensayo más importante, donde
expuso la manera en que los instintos encuentran una expresión
La teoría kleiniana de las relaciones de objeto. Lo que Klein des psíquica en una fantasía en la psique inconciente (fantasía in
cubrió enseguida con su técnica del juego fue que sus pacientes conciente): unafantasía de una relación con un objeto [véase
jugaban con objetos sus juguetes- y, además, escenificaban 2. FANTASIA INCONCIENTE). He ahí una conexión de dimensiones
dramas con la persona del analista. Parece que los niños muy biológica, psicológica y, en definitiva, social, dentro de la postu
pequeños tienen sentimientos en bien del objeto mismo, aunque ra de Klein de las relaciones objetales.
este sea imaginario [véase AMOR]. KIein comprendió entonces que,
desde el punto de vista del niño, sus objetos aparecían vivos, ama
bles y amorosos, amenazadores, patéticos, y así: algo por entero
Abraham, Karl (1911) -Notes on the psycho-analytic investigation and
diferente de los objetos tal como se presentaban en las descrip
treatment of manic-depressive insanity and allied conditions., en Karl
ciones de Freud. En síntesis, en la psique del niño existe una Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth, págs.
relación plena e intensa con el objeto concebido de la manera 137-56.
más animista y antropomórfica. Los objetos, incluidos los jugue (1924) .A short study of the development of the libido», en (1927)
tes, vivían, sentían y morían. Selected Papers on Psycho-Analysis, págs. 418-501.
Cualquiera puede hacer, en el juego de los niños, estas obser Eagle, Morris (1984) Recent Developments in Psycho-Analysis. Nueva
vaciones simples que se contraponen a las descripciones de des York: McGraw-HiII.
cargas instintuales sobre objetos pasivos. Freud, Sigmund (1905) «Fragment of an analysis of a case of hysteria•.
SE 7, págs. 1-122. [-Fragmento de análisis de un caso de histeria», en
Los objetos y los instintos: La lealtad de Klein a la teoría de Freud AE 7, 1978, págs. 1-107.)
de los instintos siempre le dio la sensación de estar inserta con (1911) .Psycho-analytic notes on an autobiographical account of a
case of paranoia». SE 12, págs. 1-82. [«Puntualizaciones psicoanalíticas
seguridad y firmeza en el psicoanálisis freudiano. Sin embargo,
sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográfi
se propuso describir la experiencia que el paciente hacía de sus camente», en AE 12, 1980, págs. 1-76.)
objetos, así como el contenido psicológico de las angustias referi (1914) .On narcissism: an introduction». SE 14, págs. 67-102. [«Intro
das a estos. Descubrió que podía conservar los dos conceptos «ob ducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.)
jeto» e «instinto» cuando advirtió que las relaciones con objetos (1917) .Mourníng and melancholia». SE 14, págs. 237-58. [-Duelo y
eran definidas exactamente por los impulsos originados en fuen melancolía-, en AE 14, 1979, págs. 235-55.)·
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(1921) Group Psychology and the Analysis of the Ego. SE 18, págs. nes corporales que pasan a ser la ocupación exclusiva [véase
65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, págs. AUTISMO].
63-136.] Este tipo de confusión entre self y objeto es secundario y per
(1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en sigue propósitos de defensa. Se contrapone a un estado primario
AE 19, 1979, págs. 1-66.]
de fusión y confusión regresiva que es descrito por los psicólogos
Greenberg, Jay y Mitchell, Stephen (1983) Object Relations in Psycho
delyo (sobre todo Mahler et al., 1975), quienes se atienen a la
Analytic Theory. Cambridge, MA: Harvard.
Guntrip, Harry (1961) Personality Structure and Human Interaction.
teoría ortodoxa del narcisismo primario [véase NARCISISMO]. Nar
Hogarth. cisismo primario es un marco teórico muy diferente, que aseve
ra que no existe una experiencia primaria de «a mÍ» y «no a mí",
Isaacs, Susan (1948) «The nature and function of phantasy.., Int. J. Psycho
Anal. 29: 73-97; reimpreso (1952) en Melanie Klein, Paula Heimann, Su- • ni frontera del yo en el momento de nacer, y, en consecuencia,
san Issacs y Joan Riviere, eds. Developments in Psycho-Analysis. Ho no hay yo en el comienzo de la vida. Esto no es aceptado por
garth, págs. 67-121. los kleinianos, que admiten un yo, funciones yoicas y una fron
Kohon, Gregorio (1985) "Objects are not people.. , Free Assns. 2: 19-30. tera del yo, presentes y activos desde el nacimiento. En conse
(1986) The British School of Psychoanalysis: The Independent Tra cuencia, una confusión del yo y el objeto es secundaria, y resul
dition. Free Association Books. tado de mecanismos de defensa primitivos omnipotentes.
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El self malo: Estas elaboraciones han tenido por resultado el re
encuentra en relación con sus objetos internos, y se identifica conocimiento de que el yo puede llegar a organizar un self malo
con ellos por períodos más o menos breves o prolongados, según dotado de cantidades especialmente grandes de impulsos del ins
resulte realista dadas la circunstancia y la oportunidad del mun tinto de muerte, que en lo sucesivo pueden dominar al "self bue
do externo. no» por intimidación o seducción.
En 1946, empero, Klein llamó la atención sobre la estructura Meltzer (1968) describió una seducción interna de la parte bue
del yo en tanto lo afecta la escisión. Esta puede consistir en las na del self por una parte mala que idealizaba la violencia: aque
divisiones entre objetos internos de identificación, o en otra for lla era inducida a abandonar el respeto hacia la realidad externa
ma de escisión y dispersión en el mundo externo, que se Consu para entregarse a un "desesperar voluptuoso». Esta idea fue ela
ma por una identificación proyectiva en objetos externos. borada por Money-KyrIe (1969) y sobre todo por Rosenfeld (1971),
quien describió con acopio de detalles clínicos esta "mafia" inter
La estructura en las posiciones esquizo-paranoide y depresiva: na que intimidaba a las partes buenas de la personalidad y hacía
En la posición esquizo-paranoide, el mundo interno, tanto los ob que el sujeto se identificara con una violencia triunfante. Las par
jetos como el yo, está dividido y puede resultar fragmentado, y tes buenas de la personalidad, aquellas que tolerarían la depen
la preocupación del yo es formar una integración de los diversos dencia, la gratitud, el amor y el perdón, se veían aprisionadas
objetos-partes y de las partes del self. y ocultadas, y en muchos casos se las diría desaparecidas. Este
Cuando adviene la posición depresiva, la estructura de perso avasallamiento de la personalidad por una organización narcisis
nalidad se altera de manera radical y se vuelve más integrada, ta omnipotente es característico, a juicio de Rosenfeld, de indi
con un objeto bueno en el núcleo del yo. Ese objeto bueno puede viduos fronterizos y francamente psicóticos (Rosenfeld, 1987)
resultar dañado o muerto, y está en relación con objetos que ayu [véase NARCISISMO].
dan o que arruinan, y que pueblan los mundos interno y exter Spillius (1983) ha conectado esto con el objeto de Bion (1959)
no. Esta estructura más integrada -que depende menos que en. que rechaza la identificación proyectiva [véase CONTENIMIENTO].
la posición esquizo-paranoide de la dispersión del mundo interno Bion describió experiencias en que el infante, rebosante de una
en objetos externos- constituye una frontera del yo más consis~ angustia intensa, intenta comunicarse con la madre por vía de
tente y da lugar a un sentimiento de identidad y de los conteni identificación proyectiva. Parte de la función de la madre con
dos del self más realista y, en consecuencia, estable. siste en aceptar y contener esas alarmas displacenteras, estado
Meltzer (1973) describió el desarrollo de una estructura psí pSíquico de ella que Bion denominó ensoñación [véase ENSOÑA
quica tal que pasa de la posición esquizo-paranoide a la depresi CION]. Ahora bien, ciertas madres tornan a entregar de manera
va de la mano de un mayor empleo de la introyección y del esta constante a sus hijos la experiencia de rechazar estas comunica
blecimiento de los padres combinados como una pareja situada ciones que se llevan a cabo por vía de identificación proyectiva.
en el núcleo del mundo interno [véase FIGURA PARENTAL COMBI- ... Bion afirma que el infante experimenta en devolución sus pro
NADA]. pios sentimientos proyectados, que se le ertiaretan despojados de
significado. De esta manera la madre resulta introyectada como
Organización interna. El desarrollo de la personalidad tiende a •
un objeto interno [véase TERROR SIN NOMBRE]. Producida la iden
producir constelaciones bastante estables de relaciones objetales tificación, este objeto se convierte en el «self malo» que triunfa
características, que encarnan impulsos, angustias y defensas co en tanto destruye todo significado y socava la capacidad de apren
munes de la personalidad. der de la experiencia.
En años recientes, psicoanalistas kleinianos se han interesa
do por la organización interna de aspectos del instinto de muerte Perversión del carácter: Joseph (1975), en una exposición ahora
(Segal, 1972; O'Shaughnessy, 1981; Reisenberg-Malcolm, 1981; clásica, describió la estructura de ciertos pacientes de ~difícil tra
Steiner, 1982; Brenman, 1985). Ciertos tipos de pacientes, que to», que de continuo preservaban su posición como observadores
suelen ser definidos como fronterizos, presentan organizaciones de aspectos de ellos mismos. Ese distanciamiento de las partes
estables particularmente claras de impulsos del instinto de muerte vulnerables y dependientes de su personalidad se presentaba co
y de defensas frente a aquellos.
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mo un rasgo estable y permanente. Joseph mostró, y lo reiteni tituir la realidad indeseada por otra más acorde al deseo. La po
después (Joseph, 1981), el carácter de disfrute perverso que pre,. sibilidad de ello la da la existencia de un mundo de fantasía, un
sentan estas maniobras de coartación y seducción dirigidas al anaT ámbito que en su momento fue segregado del mundo exterior
lista y a la parte del seIf que querria cooperar con este [véase real por la instauración del principio de realidad, y que desde
PERVERSION] . entonces quedó liberado, a la manera de una "reserva", de los
De manera similar, relaciones internas perversas entre las par reclamos de la necesidad de la vida» (Freud, 1924, pág. 187 [págs.
tes de la personalidad fueron descritas por Steiner (1982), quien 196-7]).
mostró que las partes buenas de la personalidad podían ser ex~
plotadas por las partes malas en una suerte de mascarada tras
la que esas partes malas se podían ocultar. Relaciones amorosas Bion, Wilfred (1957) «Differentiation of the psychotic from the non
esconden un carácter perverso de crueldad secreta en la que pue psychotic personalities», Int. J. Psycho-Anal. 38: 266-75; reimpreso (1967)
en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs. 43-64.
de regodearse la parte mala o perversa de la personalidad.
(1959) «Attacks on linking», Int. J. Psycho-Anal. 40: 308-15; reimpre
so (1967) en Second Thoughts, págs. 93-109.
Psicosis segregada: La segregación de aspectos malos o psicóti Brenman, Eric (1985) .Hysteria», Int. J. Psycho-ArwJ. 66: 423-32.
cos del mundo interno en un compartimiento separado fue des Freud, Anna (1936) The Ego and the Mechanisms qf Defence. Hogarth.
crita por Bion en 1957. En este marco de referencia, las angus Freud, Sigmund (1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo
tias y los objetos psicóticos tempranos permanecen segregados y el ello, en AE 19, 1979, págs. 1-66.]
en lo profundo <<( ••. ) figuras terroríficas ( ... ) relegadas a los es;. (1924) «The loss of reality in neurosis and psychosis•. SE 19, págs.
tratos profundos del inconciente» (Klein, 1958, pág. 241). Pare 181-7. [«La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis., en AE 19,
cen desconectadas del self no psicótico, pero siempre están Wsi" 1979, págs. 189-97.]
ponibles para ser reactivadas en ciertas circunstancias. Hartmann, Heinz (1939) Ego Psychology and the Problem ofA daptation ,
Sydney Klein (1980) comprobó en los sueños la presencia de traducción en inglés, 1958. Imago.
objetos firmemente encapsulados que contienen partes psicóti and its relation to the process of internalization», Int. J. Psycho-Anal.
1985) [véase ANIQUlLACION]. A fin de protegerse de la falta de un Joseph, Betty (1975) .Patients who are hard to reach», en Peter Giovac
objeto de amparo con el cual relacionarse adecuadamente, di chini, ed. Tactics and Techniques in Psycho-Analytic Therapy, vol. 2.
versos métodos de actividad muscular o verbal proporcionan al Nueva York: Jason Aronson, págs. 205-16.
niño una manera de enfocar su atención en un estado integrado, (1981) Defence mechanisms and phantasy in the psychological pro
cess", Bulletin of the European Psycho-Analytic Federation 17: 11-24.
que en el caso normal obtendria gracias al pezón y al pecho de
Klein, Melanie (1946) «Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3,
la madre.
págs. 1-24.
Rosenfeld demostró que los elementos de psicosis encapsula (1958) "On the development of mental functioning». WMK 3, págs.
da se podían identificar con órganos físicos del interior del cuer 23646.
po: «islas psicóticas» (Rosenfeld, 1978). Este dominio de psicosis Klein, Sidney (1980) «Autistic phenomena in neurotic patients>l, Int. J.
circunscrita no era en realidad una idea nueva, puesto que Freud Psycho-Anat. 61: 395-402; reimpreso (1981) en James Grotstein, ed. Do
la había expuesto con claridad: 1 Dare Disturb the Universe? Beverly Bills: Caesura, págs. 103-13.
Meltzer, Donald (1968) «Terror, persecution, dreadll, Int. J. Psycho-Anal.
«Ahora bien, el tajante distingo entre neurosis y psicosis debe 49: 396-400; reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States ofMind.
amenguarse, pues tampoco en la neurosis faltan intentos de sus Perth: Clunie, págs. 99-106.
381
380
(1973) Sexual States oi Mind. Perth: Clunie.
Money-Kyrle, Roger (1969) "On the fear of insanity» , en (1978) The recta con él. El estudio de los primerísimos estados de interac
Collected Papers oi Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 434-41. ción entre el factor constitucional y el ambiente se tiene que ba
O'Shaughnessy, Edna (1981) "A clinical study of a defence organization., sar en abordajes observacionales como el de la observación del
Int. J. Psycho-Anal. 62: 359-69. infante [véase OBSERV ACION DEL INFANTE] o el de los estudios de
Reisenberg-Malcolrn, Ruth (1981) "Technical problerns in the analysis of la psicología académica sobre la cognición temprana; también pue
a pseudo-cornpliant patient», Int. J. Psycho-Anal. 52: 477-84. de consistir en una indagación psicoanalítica de esas condiciones
Rosenfeld, Rerbert (1971) "A clinical approach to the psycho-analytic iniciales que se apoye en las «secciones congeladas» del desarro
theory of the life and death instincts: an investigation into the aggressi llo que presentan los estados de autismo (Meltzer et al., 1975;
ve aspects of narcissisrn», Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78. Tustin, 1981) [véase AUTISMO]. No hay duda de que muchas caracte
(1978) .The relationship between psychosornatic symptorns and la
tent psychotic states» (inédito).
rísticas psicológicas, lo mismo que las físicas, son heredadas. La
(1987) Impasse and Interpretation. Tavistock. genética de la esquizofrenia, por ejemplo, demuestra de manera
Segal, Ranna (1972) "A delusional systern as a defence against the re convincente que existe una definida precondición heredada, so
ernergence of a catastrophic situation», Int. J. Psycho-Anal. 53: 393-403. bre la cual actúan los factores ambientales (psicológicos) para pro
Spillius, Elizabeth Bott (1983) "Sorne developrnents frorn the work of . ducir la psicosis (Gelder, 1983).
Melanie Klein», Int. J. Psycho-Anal. 64: 321-2.
Steiner, John (1982) "Perverse relationships between parts of the self: Pesimismo biológico: Muchas de las críticas que se han hecho
a clinical illustration», Int. J. Psycho-Anal. 63: 241-53. a Klein se han dirigido a su insistencia en los factores ánternos»,
Syrnington, Joan (Cornwall) (1983) "Crisis and survival in infancy., que brotaría del supuesto pesimista de que lo dado en la consti
Journal oi Child Psychotherapy 9: 25-32. tución biológica es inmutable. Esta no era la concepción de Klein,
(1985) "The survival function of prirnitive omnipotence», Int. J. Psycho
y además es manifiestamente falsa en biología, porque los seres
Anal. 66: 481-7.
humanos están dotados de una psicología que es adaptable en
alto grado. En realidad, la tesis de que los instintos humanos se
caracterizan por una plasticidad extraordinaria singulariza a las
teorías de Freud. La dotación de un instinto sexual, por ejemplo,
Externalización no impide que un conjunto al parecer infinito de toda clase de
compañeros resulte atractivo sexualmente, y lo mismo vale para
Klein empleó el término «externalización» de manera profusa en
objetos fetiches de la más diversa especie que presentan un atrac
sus primeros intentos de comprender los mecanismos de la for~
tivo irresistible para ciertos apetitos. La incansable creatividad
mación del juego. Con posterioridad, trocaría este término por
de la industria de la moda no existiría sin una predisposición ex
el de proyección, del cual es en buena parte sinónimo.
traordinaria de la constitución sexual dada por la biología para
adaptarse y buscar novedades. De hecho, parte de la dotación
Véase 1. TECNICA; CREATIVIDAD; JUEGO
biológica humana consiste en verse atraído por el cambio y por
los objetos nuevos [véase DESARROLLO].
Se achaca a menudo a Klein un biologismo infundado por ha
ber aceptado el concepto de Freud del instinto de muerte. Sin
Factor constitucional embargo, la plasticidad del instinto de muerte, a la que se debe
lo vario, ingenioso y dúctil de la destructividad humana en pre
Enseguida del nacimiento, los factores constitucionales se com sencia de influjos psicológicos y sociales, no es menor que la del
binan con factores ambientales, y la prieta trama de cultura y instinto sexual.
natura hace que desde el comienzo resulte en extremo difícil de
sentrañar unos de otros. El problema se agrava por el enorme Envidia: Es cierto que Klein afirmó que las proporciones relati
monto de interacción que se acumula en el desarrollo de un indi
vas de libido y destructividad pueden estar determinadas por la
viduo antes que sea posible cualquier comunicación simbólica di
herencia. Los estudios de gemelos han acumulado pruebas de la
382 383
existencia de un factor genético en la esquizofrenia. Un desequi en Londres. Originalmente cursó estudios universitarios de lite
librio de los instintos en favor del instinto de muerte es una pre ratura clásica, pero después de la Primera Guerra Mundial se for
disposición constitucional hacia una envidia particularmente agu mó como médico y, luego, en psicoanálisis, que practicó en su
da desde el comienzo (véase Rosenfeld, 1965), que perturba al ciudad natal, en medio de un gran aislamiento, hasta que murió
niño y a la madre y que en definitiva termina con un niño esqui en 1964. Acaso por esta misma distancia fue la única persona ajena
zoide, una madre desesperada y un ambiente interpersonal es al círculo de Klein por quien ella se dejó influir considerablemen
quizofrenógeno en la familia. Una preponderancia de impulsos te. Fairbairn no participó mucho en la vida de la Sociedad Psi
destructivos se puede sumar a una debilidad innata del yo, lo coanalítica Británica, a causa de esa misma lejanía. No obstante,
que dará por resultado un umbral de frustración muy bajo [véa influyó sobre muchos analistas británicos (Sutherland, 1963; Gun
se 12. ENVIDIA]. trip, 1961; Padel, 1987), y en los Estados Unidos es uno de los
En el concepto de fantasía inconciente está implícito que exis pocos analistas respetados entre los que pertenecen a la corrien
ten bases constitucionales para el desarrollo de una psique [véa te británica de las relaciones objetales, acaso porque fue el más
se PROBLEMA DE MENTE-CUERPO], Y para que este desarrollo lleve temerario en la enunciación sistemática de sus objeciones a la
a representar todas las sensaciones y la experiencia como rela- • teoría de Freud de los instintos, a la vez que conservaba una es
ciones con objetos [véase SABER INNATO]. La opinión científica y tructura tripartita semejante al modelo estructural de Freud.
psicológica corriente difícilmente pondrá en duda que el desa
rrollo de una psique supone bases biológicas en el cuerpo. El pro APORTES CIENTIFICOS. Fairbairn había sido muy influido por
blema consiste en trazar el límite del self psicológico que se de Klein. Adoptó su término «posición», pero habló de la posici6n
bate con la dotación biológica [véase SUBJETIVIDAD]. Klein, sin ne
esquizoide en lugar de la posición paranoide, designación esta
gar la importancia del ambiente social, se acercó mucho a la última que Klein empleaba por entonces (en la década de 1930)
imagen de un self puramente psicológico que se enzarza en sus [véase PARANOIA]. Fairbairn, por medio del trabajo con individuos
propIOS estados intenlOs, en tanto que los factores constitucio esquizoides, investigó en profundidad las primeras etapas perse
nales (y los sociales) sólo actúan como límites constrictivos. cutorias de la vida, en un período en que Klein se ocupaba de
esbozar la posición depresiva para los períodos un poco posterio
Véase MUNDO EXTERNO; SABER INNATO
res del desarrollo infantiL Esta circunstancia hizo que él llamara
la atención sobre ciertas cosas que Klein, a quien no le gustaba
Bion, Wilfred (1956) «Development of sehizophrenic thought», Int. J.
que la sobrepasaran, abordaría después. En realidad, ella misma
Psycho-Anal. 37: 344-6; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thought.s.
se había interesado durante largo tiempo por los estados frag
Heinemann, págs. 36-42.
mentados de pensamiento que observaba en niños psicóticos, pero
Gelder, John (1983) Oa¡ford Textbook 01 Psychiatry. Oxford: Oxford Uni
a comienzos de la década de 1940 se ocupó de los esquizofréni
versity Press.
cos adultos, pacientes aquejados de grave perturbación psiquiá
Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y
trica a los que conoció sobre todo a través de las supervisiones
Wittenberg, !sea (1975) Explorations in Autism. Perth: Clunie.
del trabajo de algunos psiquiatras que en ese período se sumaron
Rosenfeld, Herbert (1965) Psychotic States. Hogarth.
al Grupo Kleiniano.
Franees (1981) Autistic States in Children. Routledge & Kegan
Paul.
Crítica a la posici6n depresiva: La objeción de Fairbairn consis
tió en sostener que Klein insistía demasiado en la depresión, con
lo cual obedecía al excesivo interés de Abraham por las obsesio
nes en las fases «psicóticas» tempranas. Fairbairn sostuvo que la
Ronald Fairbairn histeria había sido relativamente relegada por los psicoanalistas
desde 1912, cuando Abraham y Freud empezaron a volcar su in
Biografía. Fairbairn fue un extraño entre los psicoanalistas bri terés en las afecciones maníaco-depresivas. Fairbairn vinculó los
tánicos. Nació en 1889 y toda su vida trabajó en Edimburgo, no
estados de disociación de la histeria con la fragmentación de la
384
385
personalidad esquizoidé. Según su apreciación, si Freud hubiera .Se advertirá que algunas de las conclusiones que he de presen
continuado el estudio del superyó a través de la histeria y la es tar en este trabajo están de acuerdo con las conclusiones de Fair
quizofrenia, no habría seguido la trayectoria que después lleva bairn, mientras que otras difieren radicalmente. Fairbairn orga
ría a la «posición depresiva» de Klein. Creía que la estructura del nizó su abordaje sobre todo desde el ángulo del desarrollo del
superyó, de génesis oral, es una organización defensiva frente yo en relación con objetos, mientras que mi enfoque toma pre
a lo que hay soterrado. Lo reprimido es intrínsecamente estruc dominantemente el ángulo de las angustias y sus vicisitudes ( ... )
tural, y consideró que los sueños lo demostraban en tanto eran su particular insistencia en la relación intrínseca entre histeria
dramatizaciones de «( •.. ) (i) relaciones entre estructuras del yo y esquizofrenia merece cabal atención. Su término esquizoide se
y objetos internalizados, y (ií) interrelaciones entre las estructu ría conveniente siempre que se entendiera que abarca tanto el
ras del yo como tales» (Fairbairn, 1951, pág. 170). En particular, miedo persecutorio como los mecanismos esquizoides» (Klein,
el objeto «malo» internalizado se divide en un objeto excitante 1946, pág. 3).
y uno rechazador. En consecuencia, mientras que Klein, en su
trabajo sobre la posición depresiva, se había concentrado en la Klein había empezado a comprender que existía todo un conjun
angustia por el destino del objeto -la manera en que resulta da to de mecanismos de defensa primitivos que se dirigían de mane
ñado, dividido, etc.-, Fairbairn llamaba la atención sobre aspec ra específica contra el sadismo y el instinto de muerte, y enton
tos estructurales de la escisión y fragmentación del yo. ces admitió, con Fairbairn, que eran diferentes de los mecanis
Fairbairn argumentó que, a diferencia de lo que sucedía en mos obsesivos que originalmente había escogido como candidatos
la afección maníaco-depresiva, en la esquizofrenia había cierta para ser las defensas específicas frente al sadismo.
anormalidad del desarrollo que Klein había pasado por alto. Tra
jo entonces a la luz estados de disociación en la histeria y la es Objetos introyectados: Fairbairn aceptó que el estado inicial del
quizofrenia, y esto lo llevó a postular una «posición esquizoide» yo culminaba en la introyección de un objeto, pero consideró que
que, afirmó, precedía a la posición depresiva y era fundamental este era el objeto malo. No había necesidad de introyectar el ob
respecto de esta. Explicó y determinó la patología futura de la jeto bueno, sólo Gel malo era preciso defenderse por el recurso
personalidad, y pasó a exponer una categorizaciól1 sistemática de introyectarlo y, después, dividirlo. Esto se opone a la tesis
de condiciones con arreglo a las divisiones sufridas por el yo y de Klein, para quien desde el comienzo se introyectaban tanto
el objeto. el objeto malo como el bueno, y este último concurría a fijar la
Klein admitió que la base que servía para el comienzo de la estabilidad del núcleo del YOiella mostró las luchas del infante
posición depresiva era la previa reelaboración de una angustia en su empeño de protegerse y proteger a este objeto bueno del
de otra clase, no de tipo depresivo. Ella siempre había descrito objeto «malo» (Klein, 1946).
la paranoia que descubría en los niños, y la angustia persecuto Aquí debemos apreciar una importante diferencia de enfoque.
ria de estos, para lo cual empleaba el término <iposición paranoi Fairbairn consideró al yo anclado en la realidad externa, mien
de». Y si antes había considerado que la posición paranoide era tras los objetos interno e introyectado se establecían para defen
secundaria en cuanto a su importancia respecto de la posición derse del objeto externo malo (él decía para «reprimirlo»). Esto
depresiva, admitía ahora con Fairbairn que la posición previa te se contraponía a la perspectiva de Klein sobre el mundo interno
nía gran significación y, además, que la escisión era un elemento y el desarrollo del yo que, al menos inicialmente, tenía por resul
decisivo, no menos que las formas de proyección paranoide (ex tado una construcción del mundo externo basada en maniobras
ternalización) que ella había expuesto. Hizo un acto de reconoci~ cuyo propósito era establecer la seguridad del mundo interno.
miento al aporte de Fairbairn del término «posición esquizoide
porque lo combinó con su propio término para formar el prome Estructuras endopsíquicas: Los enfoques de Fairbairn y de Klein
tedor, si un poco escombroso, de «(posición esquizo-paranoide». de los fenómenos de la escisión y la fragmentación del self eran
No obstante, se empeñó en apuntar sus diferencias con Fairbairn radicalmente diferentes. Lo característico de las descripciones
en otros aspectos (sobre todo con relación al abandono de toda de Klein era la inspección multidimensional de un vasto panora
teoría de los instintos): ma de fantasías cambiantes y polifacéticas, que la persona expe
386 387
rimentaba en lo concerniente al estado de su ((self». En contras De esta manera, Fairbairn creyó haber superado la teoría del
te, Fairbairn parecía empeñado en reducir los fenómenos a seg instinto y el modelo energético de la psique que constituyen las
mentos categorizables de una manera estricta. Describió dos piedras angulares de la teoría psicoanalítica clásica. Klein, por
divisiones básicas que segregaban dos estructuras endopsíquicas su lado, de hecho superó la teoría de los instintos por un camino
de un yo central. Cada estructura comprendía (i) una parte del enteramente diferente. Guntrip (y otros; p.ej., Sutherland, 1963;
yo, (H) un objeto internalizado con el que se identificaba una parte Kernberg, 1980; Greenberg y Mitchell, 1983) reiteraron el punto
del yo, y (Ui) una relación interna entre el yo parcial y el objeto de vista de que la teoría de Klein no era más que una estación,
interno. Cada una de las estructuras endopsíquicas, entonces, se a medio camino de un enfoque cabal de relaciones objetales, cu
componía de este ((sistema de relaciones objetales» tripartito. Una yo itinerario había sido completado por Fairbairn. En realidad
de estas estructuras contenía un aspecto libidinal del yo (el yo no es así: los itinerarios seguían direcciones diferentes. Klein con
libidinal) con su objeto libidinal (excitante); y la otra estructura servó una teoría del instinto sólo después de redefinir el signifi
endopsíquica contenía un yo anti-libidinal (el saboteador inter cado de instinto, por más que no quisiera reconocer que hacía
no, que recuerda al superyó) con un objeto antí-libidinal (el obje esto último; e introdujo la noción de fantasía inconciente, que
to rechazador). Además, resta un yo central después que han si proporciona una perspectiva flexible y fluida sobre la estructura
do segregadas estas dos partes. interna. Fairbairn, por otro lado, introdujo un sistema monolíti
Este mundo interno de tres estructuras endopsíquicas parece co, en apariencia inflexible, de estructuras endopsíquicas (los sis
algo fijo y es evidente que guarda una relación laxa con el mode temas de relaciones objetales) a modo de una versión ingeniosa,
lo estructural tripartito de Freud: yo, ello (el yo libidinal) y su en términos de relaciones objetales, de la estructura ortodoxa
peryó (el yo antí-libidinal). No obstante, mientras que Freud creía ello/yo/superyó.
que las diversas estructuras de la psique se desarrollaban de ma Se podría decir que Klein reinterpretó el concepto de (dnstin
nera directa o indirecta a partir del ello, Fairbairn rebatió esto, to•• , que pasó a significar la experiencia de un objeto «dado pon.
y sostuvo que se desarrollaban a partir del yo primitivo y origi las sensaciones corporales del impulso instintual; en cambio, Fair
nalmente unificado. La noción de que existe un yo al comienzo bairn redefinió el instinto como la «energía)) que lleva a buscar
coincide exactamente con Klein y diverge de Freud. Pero Fair objetos.
bairn cuestionó a Klein por haber adherido «( ... ) de manera acrí
tica a la teoría hedonista de Freud de la libido» (Fairbairn, 1949, Escisi6n: El descubrimiento de la importancia de las segregacio
pág. 154). En realidad, Klein no había adherido de manera acrí nes dentro del sistema de yo parcial/relación/objeto se debe acre
tica a la teoría de Freud de la satisfacción libidinal [véase MODE ditar tanto a Fairbairn como a Kleinj ambos acicatearon las ob
LO ECONOMICO], pero así lo consideraba Fairbairn, y tal vez ella servaciones del otro. Es evidente que Klein siguió reflexionando
misma, sin darse cuenta de la gran modificación que había intro sobre el problema, y aunque no reconoció la similitud con el punto
ducido en los modelos de Freud. de vista de Fairbairn, jugó con una idea semejante: una clase es
pecial de escisión que dejaba un sistema primitivo inmodificado
Teoría de los instintos: Fairbaim se opuso a la teoría de los ins de relación de objeto en una parte «profundamente inconciente ••
tintos. Según Guntrip (1961), el gran discípulo y propagandista de la psique (Klein, 1958, pág. 241) [véase ESTRUCTURA].
de Fairbairn, este pensaba que era una teoría mecanicista y de
seaba encontrar una que fuera más humanista. En consecuen Amor: Fairbairn insistió muchísimo en la importancia de las re
cia, se ciñó a hablar de objetos. Se declaró en desacuerdo con laciones objetales en la experiencia humana. Demostró, en un
el término ((fase orab, por ejemplo, porque del mismo modo se tren más crítico que Klein, que las teorías clásicas de las satisfac
la podía denominar la "fase del pecho»j en efecto, es el pecho ciones instintuales (reducción del impulso) ven en los objetos in
(el objeto).lo que tiene importancia para el niño. Consideró que cidentes del sujeto, destinados meramente al alivio de las tensio
la boca expresaba una particular estrategia para relacionarse con nes. En contraposición a esto, destacó el genuino sentimiento en
el objeto. En este caso, la boca no es sino el instrumento innato bien de los objetos. Fue este rasgo, a saber: el intento de vincu
de esa estrategia (que no guarda relación alguna con un instinto). lar el amor y el cuidado humanos con la comprensión científica,
388 389
lo que lo volvió tan interesante para el sacerdote cristiano Gun «( ... ) la fantasía inconciente mantiene un vínculo muy impor
trip [véase AMOR]. tante con la vida sexual de la persona; en efecto, es idéntica a
la fantasía que le sirvió para su satisfacción sexual durante un
Elaboraciones posteriores: Las ideas de Fairbairn han sobrelle período de masturbación. El acto masturbatorio se componía en
vado bien la prueba del tiempo. Tuvo dos seguidores importan esa época de dos fragmentos: la convocación de la fantasía y la
tes -Guntrip (1961) y Sutherland (1963)- y ha recibido el am operación activa de autosatisfacción en la cima de ella. ( ... ) Ori
plio reconocimiento de muchos autores norteamericanos (p.ej., ginariamente la acción era una empresa autoerótica pura desti
Ogden, 1983). No obstante, los complicados ensayos teóricos de nada a ganar placer de un determinado lugar del cuerpo, que
Fairbaim no han obtenido elaboraciones significativas de sus pos llamamos erógeno. Más tarde esa acción se fusionó con una
teriores partidarios. representación-deseo tomada del círculo del amor de objeto»
(Freud, 1908, pág. 161 [págs. 142-3]).
Fairbairn, Ronald (1949) "Steps in the development of an object-relations Klein elaboró esta idea de la índole concreta y física de estas fan
theory of the personality.., Br. J. Med. Psychol. 22: 26-31; reimpreso (1952) tasías en una forma acorde con las relaciones objetales.
en Ronald Fairbairn, Psycho-Analytic Studies of the Personality. Rou Aunque tanto Abraham (1921) como Ferenczi (1921) habían
tledge & Kegan Paul, págs. 152-61. utilizado el síntoma del tic como prueba de la existencia de una
(1951) «A synopsis of the development of the author's views regar
ding the structure of the personality.. , reimpreso (1952) en Psycho-
fase autoerótica sin objetos, Klein decididamente los enfrentó
Analytic Studies of the Personality, págs. 162-79. . (Klein, 1925). Describió, en cambio, un caso de tic en que unas
Greenberg, Jay y Mitchell, Stephen (1983) Object Relations in Psycho fantasías acompañaban a los diversos movimientos físicos; cada
analytic Theory. Cambridge, MA: Harvard. movimiento, apuntó, representaba simbólicamente una parte de
Guntrip, Harry (1961) Personality Structure and Human Interaction~ un acto sexual con un objeto. Tomó esto para singularizar su pro
Hogarth. pio enfoque, que se concentraba en las relaciones objetales que
Kernberg, Otto (1980) Internal World and Exterru:tl Reality. Nueva York: participaban en los impulsos instintuales [véase NARCISISMO; 2.
Jason Aronson. FANTASIA INCONCIENTE]. Puso en tela de juicio la existencia de una
Klein, Melanie (1946) "Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3, fase primaria de autoerotismo y narcisismo, y afirmó que unas
págs. 1-24. fantasías masturbatorias inconcientes iban incluidas en toda ac
(1958) "On the development of mental functioning... WMK 3, págs.
tividad:
236-40.
Ogden, Thomas (1983) "The concept of internal object relations», Int:
J. Psycho-Anal. 64: 227-41.
«Ejemplificaré el efecto de las fantasías masturbatorias sobre la
Padel, John (1987) "Positions, stages, attitudes or modes of being.;
sublimación. Felix, de trece años, produjo en el análisis la siguien
Bulletin of the European Psycho-Analytical Federation 12: 26-31.
te fantasía. Jugaba cón unas hermosas niñas que estaban desnu
Sutherland, J. D. (1963) "Object relations theory and the conceptual model
o
das y cuyos pechos él tocaba y acariciaba. No veía las partes in
of psycho-analysis», Br. J. Med. Psychol. 36: 109-24.
feriores de sus cuerpos. Todos jugaban al fútbol entre ellos. Esta
singular fantasía sexual ( ... ) fue seguida durante el análisis de
muchas otras fantasías, algunas en la forma de sueños diurnos,
mientras que otras le llegaban de noche como sustituto del ona
Fantasias masturbatorias nismo; y todas se relacionaban con juegos. Estas fantasías mos
traron que algunas de sus fijaciones se elaboraban en un interés
Klein se interesó desde el comienzo de su obra en el contenido por los juegos. En la primera fantasía sexual ( ... ) el coito había
de fantasía de la angustia, y se concentró en las fantasías sexua sido ya remplazado por el fútbol. Estejuego, junto con otros, ha
les. Empleó la idea de fantasías masturbatorias que antaño acom bía absorbido por completo su interés y su ambición» (Klein, 1923,
pañaron una actividad de estimulación física, pero que despuál pág. 90).
se volvieron inconcientes:
390 391
Así demostraba Klein que el proceso de satisfacción narcisista
122-68.
392
393
(1932) .Thé dread of women», Int. J. Psycho-Anal. 13: 348-60. o separadamente; en las de la segunda ( ... ) su creencia en su
Klein, Melanie (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
omnipotencia sádica sobre los padres encuentra una expresión
más indirecta. Los dota de instrumentos de destrucción mutua,
trasforma sus dientes, uñas, genitales, excrementos, etc., en ar
mas y animales peligrosos, etc., y los figura, con arreglo a sus
Figura parental combinada propios deseos, atormentándose y destruyéndose entre ellos en
el acto de la copulación» (Klein, 1932, pág. 200).
Una de las experiencias más profundas del infante es el deseo
de penetrar el cuerpo de la madre movido por su ira y frustra
El comercio sexual que los padres realizan es peligroso para ellos
ción, y dañar los órganos y objetos que ahí encuentre, en parte
mismos y se abren hostilidades horrorosas entre el niño y esta
por celos de ella y de estos, en parte porque el niño quiere apro~
figura particularmente amenazadora. La figura parental Combi
piárselos. Esta depredación y latrocinio es el núcleo de una fan
nada es uno de los perseguidores más terroríficos entre los dra
tasía terrorífica sobre el cuerpo materno que contiene el pene matis personae de la niñez.
del padre.
El terror profundo y cada vez mayor es que la madre y los Envidia: La figura parental combinada fue una de las primeras
objetos que contiene se venguen del infante. Nace de los deseos
concepciones de Klein, y con posterioridad la fuente de esta vio
orales que condujeron a querer incorporar para sí todas estas co
lencia y este sadismo especialmente intensos, conectados con esa
sas, y el infante desemboca en medio de una fantasía en que to
figura de fantasía infantil, derivó de la envidia hacia el comercio
dos estos objetos vengativos lastimados merodean: como perse
sexual parental y la exclusión de que era objeto el niño separado
guidores internos en sus propias entrañas, como perseguidores [véase 12. ENVIDIA].
internos después que fueron introyectados ahí, y como la figura
Meltzer (1973) describió el desarrollo de la sexualidad y la crea
externa perseguidora. De esta manera, las fantasías agresivas so tividad en la personalidad en función de la lucha por rebasar es
bre el comercio sexual de los padres suscitan enormes montos
ta figura de objeto-parte para reconstruirla en objetos totales con
de paranoia [véase 8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS].
versiones más realistas de la madre y el padre, un proceso que
La fantasía de la figura parental combinada consiste en que
es inherente a la posición depresiva. Este comercio sexual pa
los padres o, más bien, sus órganos sexuales [véase OBJETOS
rental realista constituye un objeto interno que forma la base -o
PARTES] están trabados en un comercio permanente. Esta es la
se vive como la fuente- de la creatividad personal: sexual, inte
fantasía primera y más primitiva de la situación edípica: «Impar-' lectual y estética.
te una intensidad especial a esta situación de peligro el hecho
de que se trate de una unión de los dos padres ( ... ) estos padres
uni'lios son en extremo crueles y unos asaltantes muy temidos»
Klein, Melanie (1923) .The role of the school in the Iibidinal develop
(Klein, 1929, pág. 213). La figura parental combinada se expresa ment of the child•. WMK 1, págs. 59-76.
como madre con el padre dentro de ella: «( ... ) la idea del pene (1929) «Infantil e anxiety-situations reflected in a work of art and in
materno, que ciertamente se oculta dentro de la vagina» (Klein, the creative impulse». WMK 1, págs. 210-8.
1923, pág. 69). (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
La furia y rabia del infante lo llevan a atribuir a este comer Meltzer, Donald (1973) Sexual States of Mind. Perth: Clunie.
cio sexual tanta violencia entre los padres como la que él mismo
experimenta hacia ellos: Véase COITO
394
395
Formación de símbolo con decir, sino que la fantasía era un concomitante de profunda
importancia, si no el resorte principal, de la descarga física de
Los puntos de vista no desarrollados de Freud (1900) sobre la energía. De esta manera se invertía la relación entre la descarga
simbolización fueron elaborados por Jones (1916) y otros. Freud directa y la actividad simbólica.
pensaba que los instintos humanos se singularizaban por lo mo La propia Klein no se empeñó mucho en el intento de com
dificables; en consecuencia, prohibiciones sociales y superyoicas prender la diferencia entre estos dos mundos (de satisfacciones
podían hacer que la energía psíquica derivada de ellos no se vol físicas y de satisfacciones simbólicas), pero implícitamente seña
cara en satisfacciones corporales directas sino que se convirtiera ló la importancia de ahondar en el estudio de la formación de
en dirección a metas sociales: era el proceso de la sublimación. símbolo como logro humano singular.
La técnica psicoanalítica de la conversación destacaba la impor
tancia de los símbolos verbales: las palabras. En la memoria, sos Sustitución: Klein nunca hizo explícita su discrepancia con Freud,
tuvo Freud, hay dos clases de representaciones: el recuerdo de porque no quería provocar al universo del psicoanálisis ortodo
una cosa (o experiencia) y el recuerdo de su nombre (o designa xo. Aun así, muchas personas se quejaron después de la concep
ción verbal). E insistió mucho en esta distinción: el rasgo clave ción ~no-freudiaIl3.» de Klein sobre la fantasía (p.ej., Glover, 1945;
del preconciente (las representaciones-palabra) lo distinguía del Yorke, 1971) [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE1. En la primera parte
inconciente (las representaciones-cosa solamente). En la prácti~ de su carrera, trazó las vicisitudes de la formación de símbolo
ca, una importante característica de los esquizofrénicos es que y registró las causas y efectos de una simbolización insuficiente
no pueden trazar un distingo adecuado entre representaciones~ (Klein, 1929a, 1929b, 1930, 1931). Demostró que desde los es
cosa y representaciones-palabra; esto los hace fracasar en la dis tadios más tempranos, el infante empieza a buscar símbolos, y
tinción entre los sistemas psíquicos inconcientes y condentes. lo hace para aliviarse de experiencias penosas [véase JUEG01. Los
Ahora bien, el trabajo de Freud no hacía más que exponer conflictos y persecuciones que los objetos primordiales (p.ej., el
la diferencia entre la cosa y su símbolo verbal; y era más o me"' cuerpo de la madre) desatan en la fantasía dan lugar a la búsque
nos todo lo que él necesitaba, en tanto su técnica era verbal. Klein da de relaciones nuevas, exentas de conflicto, con objetos susti
se apoyó en las palabras, pero las complementó con el valor sim~ tutivos (símbolos). No obstante, estos conflictos tienden a conti
bólico del juego de los niños. La descarga de los niños en eljuegu nuar, y a menudo afectan la relación Con el objeto sustitutivo
era, a su juicio, simbólica en grado sumo, hecho que no habíá . (el símbolo), lo que llegado el caso promueve una nueva búsque
sido contemplado adecuadamente en las teorías de Freud, don'" da de otro sustituto. En este caso, Klein exponía un proceso de
de la acción física se asimila a una descarga directa de energía sustitución semejante al desplazamiento, que también a juicio de
instintual. Para Klein, el juego era equivalente a los sueños: Freud era uno de los factores que estaban en la base del proceso
de la simbolización onírica .
..En su juego, los niños representan simbólicamente fantasías, del. La sustitución de un objeto por otro se convierte en una for
seos y sus propias experiencias. Aquí ellos emplean el mismo leJt1 mación de símbolo en el sentido estricto cuando un objeto físico
guaje, el mismo modo de expresión arcaico, adquirido filogenéti •
que procura una satisfacción somática directa es sustituido, en
camente, con el que nos han familiarizado los sueños» (Kleni; el supuesto de una común aceptación social, por un objeto no
1926, pág. 134) [véase 1. TECNICA1. material de satisfacción.
Freud admitió los sueños como alternativa simbólica de las pal~1 . Símbolos y defensas: El interés de Klein por la simbolización de
bras para la descarga de energía psíquica, y lo hizo porque tanto clinó cuando se interesó más en el complicado proceso de definir
palabras como sueños evitan recurrir a la acción muscular. Klein, los contenidos de las fantasías, en lugar de reducirse a estudiar
por su parte, mostró que el juego era tan simbólico como las pa la naturaleza del proceso de su expresión. No obstante, hay im
labras, aunque supusiera una descarga muscular. Por lo tanto( plícita en sus primeros trabajos una teoría embrionaria de la for
no necesariamente era la fantasía un método de descarga susti.. mación de símbolo. Los símbolos son un recurso primario del
tutivo de la acción muscular, como Freud se había conformado yo para expresar, en un momento dado, y tanto interna como
396 397
externamente, la actividad de fantasía inconciente. La externa objetos [véase 2. FANTASIAINCONCIENTE], las experiencias de par
lización de estas fantasías en el juego simbólico y en las personi tes del cuerpo son objetos para el infante, con prescindencia de
ficaciones era movida por el afán de poner a distancia estados la causa efectiva de la sensación. Este es un universo mental de
internos de persecución. De esta manera, Klein mostraba que los concepciones, que son ya símbolos. Cuando finalmente el infan
símbolos, en su condición de sustitutos, forman una estrategia te percibe el mundo externo con objetividad, la plenitud de sen
defensiva; y el análisis del proceso de simbolización es un análi tido de esos objetos externos brota de la investidura de las rela
sis de las defensas. ciones concebidas mentalmente. Los objetos externos ya son sím
El psicoanálisis fue originalmente un análisis de los símbolos; bolos, y sólo tienen sentido a causa de los objetos internos. Por
lo fue, ejemplarmente, en el autoanálisis del propio Freud (1900). ejemplo, un bebé que ha esperado amamantamiento en un esta
Después el acento pasó al análisis de las defensas o de la resis do de frustración creciente puede apartarse del pecho cuando
tencia (Freud, 1915). Este punto de vista de Klein, según el cual este por fin le es acercado; lo que sucede es que con su ira y
la simbolización como tal era una maniobra defensiva, influyó su terror percibe el objeto externo que se aproxima, y le imparte
en profundidad sobre la técnica kleiniana y la comprensión de un significado identificándolo como el perseguidor «malo», que
la trasferencia [véase 1. TECNICA]. En el análisis de adultos, aun se propone infligirle dolor y daño.
el acto de verbalizar puede ser una forma defensiva de actuar
en la trasferencia. Por lo tanto, los símbolos representan una ex Inhibición de laformación de símbolo: La capacidad de vivir en
presividad creativa primaria [véase CREATIVIDAD] y también una un mundo de símbolos alejado del mundo de los objetos físicos
defensa frente a la angustia. La confluencia de un paso evoluti y biológicos es el rasgo distintivo del desarrollo humano. La ca
vo y un mecanismo de defensa es un descubrimiento común en pacidad de pasar a objetos sustitutivos nuevos (símbolos) es una
Klein [véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS; DESARROLLO]. escapatoria de la angustia, pero es también un avance evolutivo.
Klein fue la primera en comprender que la dificultad del eSe
Símbolos y partes del cuerpo: La primera actividad de simboliza quizofrénico para formar y emplear símbolos era una inhibición
ción -el juego- es un proceso en extremo personal e idiosincrá de este proceso de formación de símbolo. La capacidad de identi
sico. No presenta la cualidad social de los símbolos genuinos. Es ficar objetos por vía simbólica con cosas que son por completo
to llevaría a suponer que Klein en realidad no exponía un genui heterogéneas tiene una gran importancia y es el mecanismo que
no proceso de simbolización. No obstante, sus trabajos implican está en la base del desarrollo del intelecto. En el caso contrario,
que si bien el niño de manera espontánea, y sin tener en cuenta según lo descubrió Klein, el fracaso en simbolizar tiene por re
un cOI\Íunto de símbolos sancionado por la sociedad, recurre a sultado una falta de desarrollo intelectual que se asemeja a la
los propios, estos en realidad tienen validez social por el hecho esquizofrenia en los adultos (Klein, 1930).
de ser comunes. Y son comunes a los seres humanos porque en
definitiva son comprensibles en tanto experiencias de las partes Ecuación simbólica.. Segal (1950, 1957), que trabajaba dentro de
del cuerpo humano y su relación recíproca [véase 2. FANTASIA . la tradición kleiniana, empleó elegantes ejemplos clínicos para
INCONCIENTE]. Esto supone aceptar la concepción de Ferenczi, co establecer un importante distingo entre dos fenómenos:
sa que Klein reconoció (1930): «Ferenczi sostiene que la identifi
cación, la precursora del simbolismo, brota del empeño del bebé (i) Representación simbólica, en que un símbolo genuino pasa
por redescubrir en todo objeto sus propios órganos y el funciona a ocupar el lugar del original; su rasgo definitorio es que se reco
miento de estos» (pág. 220). Las partes del cuerpo que tenemos nocen al símbolo sus propias características, distintas de lo sim
en común son, en consecuencia, la base de la comunidad de ex bolizado, y
presión simbólica original y, a partir de allí, la base de toda ulte
rior comunidad de símbolos. (ii) Ecuación simbólica, que supone una forma irrealista de pro
yección en un objeto inocente (el símbolo). En la ecuación sim
Biología y psicología: Puesto que las sensaciones corporales (que bólica, el símbolo se convierte en el original, y atrae los mismos
dan origen a los impulsos) son representadas como relaciones con conflictos e inhibiciones que el originara causa de la fusión del
398 399
self y del objeto que sobreviene con la identificación proyectiva nes, que entonces irrumpían y la dispersaban como unas fuerzas
patológica [véase ECUACION SIMBOUCA]. enemigas podrían abrirse paso a través de las fuerzas empeña
das en contenerlas» (Bion, 1970, pág. 94).
Las identificaciones omnipotentes disminuyen con el progreso ha
cia la posición depresiva y hacia el reconocimiento de un objeto La relación entre el símbolo y el contenido que se le atribuye
total. A medida que esto ocurre, se experimentan los objetos con puede presentar diversos modos, incluidos los dos que Segal dis
sus cualidades propias, y se reconoce que hacen las veces de otro tinguió.
objeto que tiene propiedades y atributos por entero diferentes.
El movimiento que aleja de las ecuaciones simbólicas en direc El desarrollo de la simbolización. El desarrollo de los símbolos
ción a la representación simbólica sobreviene con la posición de puede avanzar entonces siguiendo varias etapas y en dos direc
presiva y la creciente percatación de la diferencia entre los mun ciones. Las etapas fueron establecidas por Money-Kyrle (1968):
dos interno y externo. Es un proceso que supone abandonar los
objetos externos y, por lo tanto, de duelo por su pérdida. .La teoría del desarrollo conceptual tiene que ser ampliada hasta
incluir, no sólo un crecimiento en el número y alcance de los con
Episternofilia y funci6n alfa: Con posterioridad, Bion adoptó la ceptos, sino también el crecimiento de cada concepto singular
idea de que existe un instinto epistemofílico [véase 3. AGRESION) a través de tres etapas por lo menos: una etapa de representa
y lo puso en pie de igualdad con los instintos de vida y de muerte ción concreta, que en rigor no es en modo alguno representati
al designar a los tres con símbolos comparables: «L», .H,) y .K». va, puesto que no se establece distingo entre la representación
«L» y .H» representan los vínculos de amor [loving] y de odio [ha- . y la situación o el objeto representados; una etapa de represen
ting) con los objetos .•K» [knowing] es la aptitud de explicar o tación ideográfica, como en los sueños, y una etapa final de pen
de dar significado a una experiencia o, más bien, la aptitud de samiento conciente y predominantemente verbal» (Money-Kyrle,
experimentar un sentimiento de significado en algo, de vincular 1968, pág. 422).
se con ello por aprendizaje a partir de la experiencia que procu
ra [véase EPISTEMOF1LIA]. Para Bion, los seres humanos tienen una La progresión por estos pasos coincide con la marcha del sujeto
capacidad innata para percibir sus sucesos físicos/fisiológicos co hacia la posición depresiva y con el recorrido de esta.
mo sucesos de un mundo de significados; y designó esta capaci
dad, de la manera más neutral posible, como .función alfa» [véa (i) Representación concreta: El momento de percatación de una
se FUNCION ALFA). sensación corporal da por consecuencia una fantasía concreta (in
Bion terminó por refundir las concepciones de Segal sobre la conciente) de un objeto que tiene una realidad plena.
formación de símbolo en su propio molde. La propia Segal afir
ma, en un reciente añadido a su trabajo (Segal, 1979), que ahora (ii) [deografos: La conversión de elementos beta en contenidos
considera importante la clase de la identificación proyectiva, y mentales utilizables da por fruto lo que Bion consideraba como
que podemos examinarla en función de contenedor y contenido «ideografos» o el' «mobiliario de los sueños» (elementos alfa).
[véase CONTENIMIENTO]. Así, en la función de los símbolos se puede
ver el contenedor de la identificación proyectiva de estados emo (iii) Verbalización: Los ideografos (elementos alfa), si han sido
cionales. Bion, en su última exposición, tendió a considerar la formados, se prestan para producir sueños con ellos, pero tam
manera en que se usan las palabras; por ejemplo, un hombre que bién para un ulterior desarrollo simbólico en representaciones
tartamudea, en un intento de expresarse: verbales.
-Las palabras que debían haber representado el significado que Terror sin nombre. Los dos pasos -desde (i) hasta (ii) y desde
este hombre deseaba expresar resultaban fragmentadas por las (H) hasta (iii)- dependen de que la función alfa opere de manera
fuerzas emocionales a las que él deseaba dar sólo una expresión adecuada. Cuando ello ocurre, las ~encionadas etapas se pue
verbal: la formulación verbal no podía "contener" sus emocio den recorrer. Pero si la función alfa fracasa (Meltzer, 1978), en
400 401
su remplazo aparece una función diferente que poco a poco des la creatividad artística se entrama con el empeño de devolver
poja de significado a los objetos, que se vuelven más y más per la vida a los objetos.
secutorios; y esto da origen a un estado de terror designado co Segal (1952) elaboró mucho este vínculo entre la experiencia
mo terror sin nombre [véase TERROR SIN NOMBRE]. estética y la posición depresiva. Mientras que para Rickman lo
La función alfa puede fracasar a causa de una frustración ex feo se debía a la destructividad, para Segalla posición depresiva
cesiva impuesta por el mundo exterior real, en casos en que el del artista incluía un penar depresivo por el objeto dañado y, al
acoplamiento de pre-concepciones con realizaciones sea tan es mismo tiempo, un esfuerzo por recrearlo con su arte. El arte es
caso que no se elaboren concepciones ni se afirme una aptitud un mundo otro, y Segal afirma que este es el mundo interno tal
de pensamiento en sentido propio; también puede suceder que como lo ha descrito Melanie Klein. La reparación del objeto por
el gradó de envidia innata del individuo sea tan alto que no Con el cual se pena da origen al arte estéticamente bello [véase 10.
siga vincularse con «K" sino sólo con una forma cruel «<- K») que POSICION DEPRESIVA]. O, para invertir la perspectiva: el esfuerzo
produce objetos de pensamiento en extremo persecutorios [véa de reparar el objeto interno, que constituye la esencia de la posi
se VINCULACION]. En estos casos sobreviene una «reversión de la ción depresiva, es una empresa artística que sólo el artista ex
función alfa» (Meltzer, 1978), y los conceptos vuelven a recorrer presa y vuelve comunicable directamente en forma física [véase
en sentido inverso los tres pasos, desde el pensamiento verbal REPARACION]. La obra de arte es una externalización en una rea
hasta los ideografos oníricos, y desde estos hasta la representa lidad física que pasa a ser una expresión simbólica del estado del
ción concreta y aun (en los trastornos psicosomáticos), por fin, mundo interno y del trabajo que se le ha dedicado.
hasta los estados corporales. Este retroceso es el aspecto cogniti Segal contrapuso esto a la reparación maníaca [véase REPA·
vo de un retroceso desde la posición depresiva hasta la posición RACION MANIACA], que da origen a lo primoroso: aquí, el artista
esquizo-paranoide [véase DEFENSA PARANOIDE FRENTE A LA ANGUS hace gala de un triunfo fácil sobre el estado de su mundo interno
TIA DEPRESIVA].
y, con ello, da muestras de su evasión del penar y de la culpa.
En contraste con la hondura artística que contempla el objeto
Ecuaciones simbólicas psicóticas. Este fenómeno, explicado por dañado y hace duelo por él, lo primoroso es un logro de la creati
Segal y bien conocido en pacientes psicóticos, es a todas luces' vidad superficialmente fácil, que no se duele por la destrucción;
resultado de la clase de la identificación proyectiva, y obedece se basa en una desmentida del daño y.la destrucción.
a la fragmentación excesiva de la psique asociada con la rever Stokes (1955), un crítico de arte, tomó con mucha fidelidad
sión de la función alfa. Como esta forma de identificación pro el abordaje de Segal y sostuvo que la esencia del buen arte es
yectiva está saturada de agresión, destruye los límites entre self la peculiar conjunción de una fusión con diferencias. Esta es una
y objeto, vacía al self y reduce el pensamiento a la etapa concre noción abstracta de la situación. psíquica que Segal señalaba cuan
ta de la descarga de elementos beta. Esta es la forma patolÓgica do presentaba la belleza como una cualidad de lucha por restau
de identificación proyectiva [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTI. rar un objeto que había sido despedazado y por el que se hacía
VA]. En los estados autistas, en los cuales evidentemente no se duelo. La oscilación entre fragmentos y totalidad es un tema re
produce simbolización, Bion (1962) y Meltzer (Meltzer et al., 1975) &
tomado después por Bion para exponer oscilaciones entre la posi
vieron la total incapacidad de establecer la función alfa [véase ción esquizo-paranoide y la posición depresiva, que están en la
AUTISMO] o de entrar en un proceso de «reversión de la función
base de toda empresa creadora, no sólo artística sino también
alfa» (Meltzer, 1978).
402
403
.Repression». SE 14, págs. 141·58. [.La represión», en AE 14,
1979, págs. Fragmentación
Glover, Edward (1945) .An examination oC the KIein system oC chíld
psychoIogy», Psychoanal. Study Child 1: 3·43.
Es una escisión grave del yo, que por lo común se relaciona con
Jones, Emest (1916) .TIle theory oC symbolism», British Journal 01
las dificultades encontradas en la posición esquizo-paranoide; da
Psychology 9: 181-229.
origen a un sentimiento de fragmentación, de despedazamiento
Klein, Melanie (1926) «The psychologicaI principIes oC early analysis». [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE]. Aunque es una experien
WMK 1, págs. 128-38. cia normal en condiciones de estrés o de agotamiento, es en ex
(l929a) «Personífication in the play oC children.. WMK 1, págs. tremo grave y central para los problemas del esquizofrénico [véase
199-209.
8. SITUACIONES DE ANGUSTIA TEMPRANAS].
(1929b) «InCantile anxiety-situations in a work oC art and in the crea
tive impulse». WMK 1, págs. 210-8.
Véase ANIQUILACION; ESCISION
(1930) «The importance oC symbol-Cormation in the development oC
the ego>. WMK 1, págs. 219-32.
(1931) «A contribution to the theory oC intellectual development».
WMK 1, págs. 262-89.
Meltzer, Donald (1978) .A note on Bion's concept "reversal oC alpha Anna Freud
Cunction"., en The Kleinian Development. Perth: Clunie, págs. 110-26;
reimpreso (1981) en James Grotstein, ed. Do 1 Dare Disturb the Universe? Biografía. Hija menor de Freud, nació en 1892 en Viena y fue
BeverIy HilIs: Caesura, págs. 529-35. su compañera hasta la muerte de él; lo siguió a Londres en 1938,
Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y donde ella permaneció en la casa de la familia después de la muer
Wittenberg, Isca (1975) Explorations in Autism. Perth: Clunie. te de Freud, hasta su fallecimiento en 1982. No sólo fue hija de
Money-Kyrle, Roger (1968) «Cogrütive development», Int. J. Psycho-Anal. Freud, sino que hizo importantes aportes originales al psicoaná
49: 691-8; reimpreso (1978) en The Collected Papers 01 Roger Money
Kyrle. Perth: Clunie, págs. 416-33.
lisis y levantó la bandera de la lealtad ortodoxa a la posición teó
Rickman, John (1940), «On the nature oC ugliness and the creative im
rica de Freud (Solnit, 1983; Yorke, 1983).
pulse», Int. J. Psycho-Anal. 21: 294-313.
Freud, Anna (1936) The Ego and the Mechanisms 01 Delence. Hogarth.
404
406
(1946) .Prefacio» de The Psycho-Analytic Treat1nent of Children. En los casos en que la función alfa no se aplica, los datos sen
Imago. soriales permanecen como elementos beta no asimilados, cuyo de
Geleerd, Elisabeth (1963) «An evaluation of Melanie Klein's Narrative sarrollo consiste en una expulsión de tipo violento (identifica
of a Child Analysis», Int. J. Psycho-Anal. 44: 493-506. ción proyectiva) [véase ELEMENTOS BETA]. En carácter de elemen
Hartmann, Heínz (1939) Ego Psychology and the Problem of Adaptation. tos de la función alfa, Bion postuló (i) una «pre-concepción»
Imago.
pre-existente, una suerte de anticipación, acaso innata, que, se
(1964) Essays on Ego Psychology. Hogarth.
Solnit, Albert (1983) «Anna Freud's contribution to child and applied
gún sostuvo, tiene que encontrar (H) una «realización», un suceso
analysis», Int. J. Psycho-Anal. 64: 379-90. de la realidad efectiva que calce, como la mano en el guante,
Yorke, Clifford (1983) «Anna Freud and the psycho-analytic study and con esa pre-concepción; esta unión de la una dentro de la otra
treatment of adults», Int. J. Psycho-Anal. 64: 391-400. produce (iii) una «concepción)" susceptible de empleo mental pa
ra un pensar ulterior [véase VINCULACION]. Este paradigma de la
En las exposiciones de Bion influyó su interés por las matemáti denota crípticamente «Ep-D)), que se relaciona con la teoría de
cas; su propósito era obtener teoremas de similar generalidad den Klein de la posición depresiva [véase Ep-D]. La acumulación de
tro del psicoanálisis. En un salto teórico singular, oscuro y muy elementos alfa (pensamientos) da origen a un aparato de pensar
sugerente, Bion (1962a, 1962b) produjo el término neutro «fun (conceptos, estructuras teóricas, etc.), al revés de lo que sucede
ción alfa» como una suerte de notación algebraica psicoanalítica en otras teorías del pensamiento, donde el aparato de pensar da
que se definiría por resultados prácticos pero que al comienzo origen a pensamientos. El fracaso de la función alfa [veáse ELE
•Pareció conveniente suponer una función alfa que convirtiera de c ontenidos indeseados.
los datos sensoriales en elementos alfa y de esta manera prove
yera a la psique del material empleado en los pensamientos oní Véase CONTENIMIENTO; PENSAMIENTO; ENSOÑACION
ricos y, por lo tanto, de la capacidad de despertarse o de dormir,
de ser conciente o inconciente» (Bion, 1962a, pág. 115).
Bion, Wilfred (1962a).A theory of thinking., en W. R. Bion (1967) Second
El concepto brotó de las investigaciones de Bion sobre el proble Thoughts. Heinemann, págs. 110-9; publicado originalmente (1962) Int.
ma en que se ve el esquizofrénico para atribuir significado a sus J. Psycho-Anal. 43: 306-10.
experiencias. Isaacs definió la fantasía inconciente como el «re (1962b) Learning frcnn Experience. Heinemann.
presentante mental del instinto», con lo cual se refería a algún (1970) Attention and Interpretation. Tavístock.
407
406
ham (1924). No obstante, Klein consideró que esta aptitud para bre la naturaleza de la fantasía, los misteriosos objetos internos
mirar en bien del objeto se origina en el momento de nacer. Se y el marco teórico de la posición depresiva. Pero el grupo se eclip
gún su punto de vista (Klein, 1957), tiene por contrapeso la envi só poco después. Susan Isaacs murió en 1948, Joan Riviere per
dia, una respuesta que disminuye o elimina la gratitud hacia el dió interés por el trabajo a medida que envejecía y quedó muy
objeto. desconcertada por la virulencia de la rivalidad con los analistas
clásicos de Viena, y Paula Heimann terminó por buscar un grado
Véase AMOR; 12. ENVIDIA
mayor de independencia profesional en 1956 [véase HEIMANN).
408 409
en especial desde América del Sur y, más recientemente, desde Véase OBJETOS-PARTES
ItaHa. Tras el breve período que pasó Bion en los Estados Uni
dos, un pequeño grupo de analistas de orientación kleiniana se
ha desarrollado en América del Norte. Hacia la década de 1980,
el Grupo Kleiniano había llegado a ser el más grande dentro de Abraham, Karl (1924) "A short study of the development of the libido»,
Grosskurth, Phyllis (1986) Melanie Ktein: Her World and her Work. Hod
109-224.}
Paula Heimann
Heces
Biografía. Paula Heimann nació en Danzig en 1899, de padres ru
Abraham (1924) consideró las heces corno el prototipo del objeto sos. Se formó en medicina y después en psicoanálisis, en Berlín.
interno: concreto, sensual, interno y, no obstante, expulsable. Tras el incendio del Reichstag fue encarcelada un tiempo; des
Freud (1905) las asimiló a bebés y a un pene. Desde el punto de pués emigró a Londres, en tanto que su esposo ya se había dirigi
vista de Klein de los objetos internos, las heces eran una fuente do a Suiza. En Londres, volvió a recibir formación psicoanalítica
posible de experiencia de los objetos internos -porque daban ori con Melanie Klein, y se convirtió en uno de los más sólidos apo
gen a sensaciones anales- y de la expulsión (proyección) de algo yos de esta Gunto con Susan Isaacs) durante los tiempos difíciles
[véase 5. OBJETOS INTERNOS]. de la década de 1940 en que el Grupo Kleiniano recibió los ata
En consecuencia, las heces representan un objeto-parte cuya ques de los analistas emigrados de Viena. Por razones que han
significación viene dada por la fantasía inconciente activa en el quedado en el misterio, ella y Klein empezaron a mostrar desa
momento, y es uno de los elementos de maniobra defensiva más cuerdo, aunque este nunca se hizo público, hasta que por fin,
tempranos para el infante, acaso con anterioridad al alumbra en 1956, Heimann abandonó el Grupo KIeiniano, para gran asom
miento y en el curso de este, no menos que después. Así, la defe bro del resto de la Sociedad Psicoanalítica Británica. Se convir
cación puede ser un recurso inicial del yo para generar fantasías tió después, hasta su muerte ocurrida en 1982, en un miembro
de expulsión de objetos internos hostiles. Conseguir la expulsión importante del Grupo Independiente de analistas dentro de la
física produce sensaciones anales que después se representan Sociedad.
mentalmente corno una fantasía inconciente de expeler un obje
to malo [véase 2. FANTASIAINCONCIENTE]. La excreción se presenta APORTES CIENTIFICOS. Heimann fue una de las principales pro
en la infancia en una conjunción tan regular con la lactación que tagonistas de las Polémicas de 1943-1944, en el curso de las cua
esto ha recibido un nombre médico: el denominado «reflejo gastro les leyó un trabajo donde exponía los puntos de vista kleinianos
cólico»; y la experiencia de estos sucesos fisiológicos regulares sobre los objetos internos, y además produjo un ensayo sobre la
construirá conjunciones no menos regulares del vivenciar: tornar regresión en colaboración con Susan Isaacs (los dos trabajos se
un objeto bueno y expeler un objeto malo. publicaron en 1952). Su labor en esa etapa consistió en esclare
Meltzer (1965) describió el empleo infantil de las heces en una cer, en sus aspectos clínicos y teóricos, los conceptos propuestos
variedad de masturbación anal destinada a suscitar fantasías in por Klein, en especial después que se introdujeron el concepto
concientes en aras pe sustentar un estado narcisista [véase FAN de posición depresiva y la idea de los objetos internos concretos.
TASIAS MASTURBATORIAS; NARCISISMO]. Este fue el terna de su ensayo de estudiante (Heimann, 1942).
410
411
Asimilación: Con posterioridad, Heimann retornó un aspecto im algunos aspectos la controversia sobre la técnica activa de Fe
portante de aquel ensayo, referido al destino del objeto interno. renczi (Balint, 1968). En efecto, ciertos analistas se interesaron
Esto se relacionaba con el enmarañado problema de averiguar por la contratrasferencia corno método que justificaba un com
si el objeto se introyectaba en el yo o en el superyó. Heimann promiso activo con sus pacientes: contactos físicos, ofrecerles té,
describió un proceso de asimilación del objeto en el que este se etc. (Little, 1951; Gitelson, 1952; Winnicott, 1971). Con posterio
convertía en una parte del yo, o potencialmente quedaba dispo ridad, Heimann publicó críticas a estas medidas menos ortodo
nible para una identificación introyectiva, a diferencia de aque xas (Heimann, 1960).
llos procesos por los cuales los objetos permanecían inasimilables
y se convertían en perseguidores internos hostiles (Heimann, La desavenencia con Klein: Al parecer (King, 1983), Klein pidió
1942) [véase ASIMILACION]. SU trabajo ha dado lugar a la visión a Heimann que retirara su ensayo (sobre la contratrasferencia)
del mundo interno corno un campo de relaciones objetales inter de 1950; tal vez, corno Freud, desconfiaba del potencial abuso
nas de diversas clases, y contenía los principios de una concep de la contratrasferencia: corren dudosas historias sobre supervi
ción kleiniana sistemática de la estructura de la personalidad. siones de Klein en las que habría criticado a los estudiantes con
Klein utilizó la idea de asimilación en su último trabajo sobre los mucho humor por su empleo de la contratrasferencia. Lo cierto
mecanismos esquizoides (Klein, 1946). es que Heimann no retiró su ensayo, con lo cual se acreditó una
innovación importante que otros consideraban por la misma época
ContratrlUiferencia: La parte más conocida y elaborada de la obra (véase Little y Langs, 1981; Racker, 1948). Este rechazo de Klein
de Heimann es la que se refiere al uso de la contratrasferencia pudo ser un duro golpe para Heimann, que condujera a su ruptu
corno una ayuda importante para el analista, .al mismo tiempo ra. Comoquiera que haya sido, parece que Heimann era un poco
que le trae un semillero de riesgos. Su trabajo de 1950 es la pri provocativa para Klein. Si bien fue la gran expositora de la teo
mera exposición circunstanciada que se publicó sobre el empleo ría de Klein sobre la posición depresiva en la década de 1940,
de la contratrasferencia, y pone en tela de juicio la idea del ana es notable que nunca mencionara la posición esquizo-paranoide
lista corno pantalla en blanco. El ensayo anterior de Racker (1948) ni la identificación proyectiva, o sea, las posteriores elaboracio
que sostenía puntos de vista similares no se publicó hasta 1953, nes teóricas de Klein de esa década. Es posible que estas nuevas
y es probable que Heimann no lo conociera cuando escribió el elaboraciones hayan nacido de colaboraciones con otros: la ge
suyo. Por esa época había mucho interés en revisar la naturaleza neración más joven de Herbert Rosenfeld, Hanna Segal, Wilfred
y el empleo posible de la contratrasferencia [véase CONTRATRAS Bion, y no con Heimann.
FERENCIA]. También pudo ocurrir que el trabajo de Heimann de 1950 cau
Heimann adoptó una actitud muy crítica frente a los intentos sara el enojo de Klein porque estaba escrito sin referencia a ella:
de los analistas por mantener una fría neutralidad a la manera se habría tratado de una de esas situaciones de retorsión en es
del cirujano cuando opera (véase Freud, 1912). Sostuvo, en cam cala cada vez mayor sobre las cuales tanto había escrito Klein.
bio, que los sentimientos del analista pueden presentar alguna El problema final para Heimann lo constituyó la teoría de Klein
correspondencia con los sentimientos trasferenciales del pacien de la envidia (Klein, 1957, presentada en un trabajo de 1955),
te, en cuyo caso constituirán una pista de la trasferencia o de que aquella no pudo aceptar aunque había admitido el instinto
aspectos ocultos de esta [véase 1. TECNICA; CONTRATRASFERENCIA}. de muerte (King, 1983); con posterioridad, Heimann abjuró de
Esto tiene sus peligros potenciales, porque podría dar rienda sus concepciones kleinianas sobre el instinto de muerte (Heimann
a
suelta los analistas para «acusar» al paciente de todos los esta y Valenstein, 1972).
dos anímicos que ellos experimentaran. El problema de distin
guir entre aquellos sentimientos del analista que derivan de una
posición que le es asignada por la trasferencia del paciente, y Balint, Michael (1968) The Basic Fault. Tavistock.
aquellos que son defensivos frente al paciente y su trasferencia, Brenman Pick, Irma (1985) .Working through in the counter-trans
ha sido desde entonces la fuente de muchos debates (Money ference», Int. J. Psycho-Anal. 66: 157-66.
Kyrle, 1956; Brenman Pick, 1985; Rosenfeld, 1987) y repite en Freud, Sigmund (1912) .Recommendations -to physicíans practising
412 413
psychoanalysis». SE 12, págs. 109-20. [«Consejos al médico sobre el trar.
un mismo objeto, y esta forma omnipotente de fantasía da ori
tarniento psicoanalítico», en AE 12, 1980, págs. 107-19.]
gen a confusiones entre self y objeto.
Gitelson, M. (1952) .The emotional position of the analyst in the psycho
Los objetos internos son fantasías, pero al comienzo las fanta
analytic situation., Int. J. Psycho-Anal. 33: 1-10.
sías son omnipotentes, así que a través de estas fantasías primi
Heirnann, Paula (1942) «A contribution to the problem of sublimation
(1950) <iOn counter-transference», Int. J. Psycho-Anal. 31: 81-4. la personalidad, que se pueden observar objetivamente. Se trata
(1952) «Certaín functions of introjection and projection in early in de procesos primitivos que se producen muy en los comienzos
fancy», en Melanie Klein, Paula Heimann, Susan Isaacs y Joan RivÍE~rej del desarrollo [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE], cuando
eds. (1952) Developments in Psycho-AnalysÍ8. Hogarth, págs. 122-67. existe escasa distinción entre la actividad de fantasía y la reali
(1960) .Counter-transference», Br. J. Med. Psychol. 33: 9-15. dad. La fantasía .es» la realidad, y la fantasía construye la reali- .
Heimann, Paula e Isaacs, Susan (1952) .Regression», en Melanie Klein, dad del mundo interno sobre la base de estas formas primitivas
Paula Heimann, Susan lsaacs y Joan Riviere, eds. (1952) Developments de identificaciones introyectívas y proyectivas.
in Psycho-AnalysÍ8, págs. 169-97.
Heimann, Paula y Valenstein, Arthur (1972) «The psycho-analytic con Identificación introyectiva: El yo contiene toda una sociedad de
cept of aggression», Int. J. Psycho-Anal. 53: 31-5.
objetos internos [véase 5. OBJETOS INTERNOS] Ycualquiera de ellos
King, PearI (1983) Comunicación inédita.
Klein, Melanie (1946) .Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3, es potencialmente apto para una identificación [véase ASIMILA
CION] que dará por resultado '«una alteración del yo., que es un
págs. 1-24.
(1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235. llegar a ser como el objeto. He ahí un proceso de identificación
Little, Margaret (1951) «Counter-transference and the patient's respon" introyectiva.
se to ít», Int. J. Psycho-Anal. 32: 32-40.
Little, Margaret y Langs, Robert (1981) «Dialogue: Margaret Little/Ro, Identificación proyectiva: La identüicación proyectiva es una fan
bert Langs», en Little, Transference Neurosis and Transference Psycho,,¡ tasía en que cierta parte del yo ha sido segregada [véase ESCI
siso Nueva York: Jason Aronson, págs. 269-306. SION] y relocalizada en un objeto externo [véase MUNDO EXTER
Money-Kyrle, Roger (1956) «Normal counter-transference and sorne Q( NO]. En este caso, la alteración del yo consiste en un vaciamien
its deviations», Int. J. Psycho-Anal. 37: 360-6; reimpreso en (1978) TM to de energía (sentimiento de vida) y de capacidades reales (Klein,
Collected Papers of Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 330-42:;
1955); por ejemplo: en presencia de un maestro culto y respeta
Racker, Heinrich (1948).A contribution to the problem of countertrans
ference», publicado (1953) Int. J. Psycho-Anal. 34: 313-24; reimpreso do, el sentimiento de que los propios aportes son imbecilidades
(1968) con el título «The countertransference neurosis», en Heinrich Rac~ [véase 13. IDENTIFlCACION PROYECTIVA].
ker, Transference and Countertransference. Hogarth, págs. 105-26. En años recientes, algunos analistas kleinianos (Bick, Melt
Rosenfeld, Herbert (1987) Impasse and Interpretation. Tavistock. zer) han expuesto un fenómeno que denominan identificación
Winnicott, D. W. (1971) Playing and Reality. Tavistock. adhesiva (o, simplemente, adhesión) [véase IDENTIFICACION ADHE
SIVA]. En ese estado, que se presenta con la mayor claridad en
los procesos de identificación del nIDo o el paciente autistas, existe
una identificación imitativa en la que el yo no tiene la capacidad
Identificación de introyectar nada, ni la de proyectar partes de sí en un objeto
[véase PIEL]. La insuficiencia parece situarse en la falta de desa
La identificación concierne al trato con un objeto sobre la base rrollo de un sentimiento de espacio [véase REALIDAD INTERNA],
de similitudes percibidas con el yo. Pero es un fenómeno com Y por esa causa no puede haber fantasías de proyección o de in
plejo que presenta diversas formas. El mero reconocimiento d~ troyección, porque es imposible fantasear sobre espacios inter
una similitud con un objeto externo, un otro a quien se le reco~ nos. Esto produce un mundo que carece de tercera dimensión,
noce existencia indep.endiente, constituye un logro no trivial. En y sólo resta la posibilidad de una suerte de aferramiento imitati
el nivel primitivo de la fantasía, objetos similares se ven como vo a la exterioridad de un objeto que no tiene profundidad.
414 415
Identidad: Desde el comienzo, el yo experimenta relaciones cOlil. «( ... ) tendía a dibujar casas, y se veía una casa de este lado de
objetos [véase OBJETOS]. Ahora bien, los elementos constitutivos la hoja, y una casa del otro lado de la hoja, y cuando se sostenía
del objeto y del yo varían considerablemente, de acuerdo con la hoja contra la luz, se advertía que las puertas estaban super
las fantasías de introyección y proyección. Estos mecanismos sé puestas, saben ustedes, era como una casa en que se abriera la
emplean para sintonizar lo que el yo contiene y lo que es (Freud1 puerta de calle y se saliera por la puerta trasera al mismo tiem
1925), y son eficaces en su forma primitiva cuando se cree en po" (Meltzer, 1975, pág. 300).
sidad de defenderse de los miedos del yo de ser atacado o de En el curso de esta colaboración, Bick y Meltzer comenzaron a
ataques perpetrados sobre el objeto amado que da seguridad, con discernir una pauta en estas formaciones de .segunda piel» [véa
su consiguiente pérdida.
se PIEL]. Bick la consideró en lo esencial un acto de mimesis. Pe
consideró importantes como instrumento de investigación de una Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y Wit
técnica analítiCa para niños autistas. Meltzer expuso el caso de tenberg, Isea (1975) Explorations in Autism. Perth: Clunie.
un niño que
416 417
El inconciente Incorporación
La noción del inconciente es uno de los pocos conceptos que El término «incorporación» denota una fantasía de absorción cor
permanecido relativamente inmutables en el curso del desarr(Ji1 poral de un objeto cuya presencia física se siente después en el
lio de todas las escuelas de psicoanálisis. El sistema inconciente¡l! interior del cuerpo, donde ocupa un espacio Y es activo. Esta es
según se lo concibe, se encuentra primitivamente activo la experiencia que el sujeto hace de un mecanismo de defensa
el comienzo; además, es ignoto, pero su influjo es dominante en cuya descripción objetiva la da el término .introyección•.
la vida de la persona. Es un hecho aceptado en psicoanálisis que'
la mayor parte de la vida mental no resulta asequible a la con',,) Véase INTROYECCION
ciencia (Freud, 1915).
Freud exploró los aspectos simbólicos del inconciente y averi..
guó determinadas reglas de la actividad mental inconciente: des'"
plazamiento y condensación. Estos términos describen el trata Inhibición
que los símbolos reciben en el inconciente. Klein y sus discipulos
respetaron estos conceptos sumándoles aportes y elaborándolos. La inhibición es un aspecto importante de la teoría psicoanalíti
En particular, los kleinianos han desarrollado la noción de tantaJ ca que describe e}bloqueo de una salida natural de la actividad
sía inconciente [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. psíquica. Freud (1900) elaboró la teoría mecánica de un bloqueo
El inconciente está estructurado como una pequeña sociedad.. de energía mental, pero Klein puso en cambio el acento en la
O sea que es una mezcla de relaciones entre objetos. Una fanta inhibición de una actividad simbólica y, sobre todo en sus prime
sía inconciente es un estado de actividad de una de estas relacio~ ros trabajos, del juego del niño. Este era uno de los síntomas más
nes objetales «internas» o de varias de ellas. Isaacs afirma que salientes de los niños perturbados, y Klein lo atribuyó a los efec
los instintos, en el momento en que están activos fisiológicaruen tos del sadismo [véase SADISMO] (o la retorsión que su sadismo
te, son representados psíquicamente como relaciones con obje~ podría provocar) que aterrorizaba a estos niños al punto de inhi
tos. Así, una sensación somática arrastra consigo una experien~ bir determinada actividad mental. En ocasiones, en los niños psi
cia psíquica de una relación con un objeto que causa la sensa" cóticos, toda actividad mental resulta inhibida (Klein, 1930; Ro
ción, al que se atribuye la intención de causarla, y que es amado drigué, 1955).
u odiado por el yo según que la sensación sea placentera o dis Klein (1932) amplió esta idea para mostrar que el sadismo te
placentera. De este modo, una sensación de dolor se convierte nia el efecto de inhibir el desarrollo en general y perturbaba el
en una representación mental de una relación con un objeto «ma despliegue natural (epigénesis) de las fases libidinales [véase LI
lo» que se propone infligir dolor y daño al yo. BIDO; DESARROLLO].
El inconciente -yen general la psique- está construido a par~
tir de sensaciones interpretadas como relaciones con objetos. Es
'te concepto terminó por apartarse de la teoría psicoanalítica clá • Freud, Sigmund (1900) The Interpretation of Dreams. SE 4-5. [La
sica de la energía mental [véase MODELO ECONOMICO]. interpretación de los sueños, en AE 4-5, 1979.]
Freud, Sigmund (1915) .The unconscious». SE 14, págs. 159-215. [.Lo (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2,
inconciente», en AE 14, 1979, págs. 153-213.] Rodrigué, Emilio (1955) .The analysis of a three-year-old mute schizoph
renic», en Melanie Klein, Paula Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. (1955)
New Directions in Psycho-Analysis. Tavistock, págs. 140-79.
418 419
Instinto de muerte Criticas del uso de Klein del concepto de instinto de muerte: Se
han hecho enconadas críticas a la aceptación kleiniana de la ma
La primera teoría de Freud de los instintos fue elaborada a par nifestación clínica del instinto de muerte. La franca pero suma
tir de su descubrimiento de los impulsos sexuales de la niñez. ria desautorización de la teoría kleiniana sobre este punto hecha
Miró a la libido en conflicto con la sociedad; después advirtió que por Kernberg (1969), con el argumento de que el instinto de muer
este conflicto enfrenta la libido y los instintos yoicos que deman te era «c1inicamente silencioso», fue refutada por Rosenfeld (1971),
dan de otros el amor, la aprobación y los medios físicos de super quien expuso, con ilustración clínica, la manifestación de una
vivencia [véase ANGUSTIA; UBIDO]. Mientras estudiaba condicio agresividad dirigida hacia adentro que después él denominó nar
nes narcisistas como las psicosis maníaco-depresivas, Freud (1914) cisismo negativo [véase NARCISISMO]. No obstante, Kernberg re
descubrió que el apego libidinal y el amor por un objeto pueden pitió su acerba desautorización en 1980: «Los principales expo
ser devueltos al yo, de manera que este se convierta en el objeto nentes de la teoría kleiniana han seguido adhiriendo a estos con
amado. En este caso, los instintos yoicos no son sino una versión ceptos, y su omisión en responder a las críticas que se les han
de la libido, vuelta sobre el yo, donde este es el objeto. dirigido es testimonio de su incapacidad de hacerlo o de su dog~
En 1920 introdujo una nueva dicotomía: entre instintos inna matismo" (Kernberg, 1980, pág. 41), como si no hubiera tomado
tos opuestos. La libido, que ahora incluía los instintos yoicos (de noticia del considerable volumen de material clínico publicado
supervivencia y vida) encontraba la oposición de un instinto de por Rosenfeld y otros kleinianos (Joseph, 1975; Sidney Klein,
muerte silencioso, oculto, que demandaba la disolución y todo 1974; Meltzer, 1968, 1976).
lo opuesto de la vida. Resultó un concepto de aceptación difícil Los kleinianos han apuntado además que las exposiciones ori
para la comunidad analítica, en parte porque a juicio de Freud ginales de Freud del instinto de muerte, las de 1920, incluían ob
las manifestaciones del instinto de muerte eran silenciosas. No servaciones clínicas. Freud se interesó por las neurosis de guerra
existía un camino conveniente para investigar su existencia. después de la Primera Guerra Mundial. Estas no eran sino repe
ticiones del trauma, a menudo en la forma de sueños recursivos.
El instinto de muerte y el superyó: Ahora bien, K1ein (haCia 1932) Registró también la repetición del trauma en la trasferencia y
comprendió que este concepto sería un poderoso instrumento para en la formación de síntomas. Enlazó esto con sus propias obser
ella. Le resolvía su mayor problema. Durante mucho tiempo ha vaciones de un niño que «jugaba» a perder y recuperar un objeto,
bía venido presentando pruebas clínicas de que el superyó se for y se convenció de la importancia de repetir el juego para domi
maba antes de lo que se pensaba, y era más severo de lo que narlo. En esta obra (1920), introdujo el concepto de la compul
se creía; y mientras más temprano, más severo [véase 7. SUPER sión de repetición parl,l destacar que existe algo que va más allá
yo). Esto la había puesto en confrontación directa con los ana de una simple búsqueda de placer a partir de la satisfacción de
listas vieneses, incluida Anna Freud, y el propio Freud se había impulsos libidinales.
inclinado a apoyar a su hija. Esto la colocaba en una posición
difícil: disponía de pruebas clínicas de algo que iba directamente La organización estructural del instinto de muerte: Aunque mu
en contra de Freud. Lo que hizo fue recoger el concepto de Freud chas personas han aceptado la existencia de una potencialidad
del instinto de muerte silencioso, y afirmar que no era silencio innata de agresión en los seres humanos, Klein y los kleinianos
so. Tenía manifestaciones clínicas profundas muy visibles: las del posteriores pusieron el acento en la concepción original de Freud
superyó severo como tal. En consecuencia, el s.uperyó era la ma de una fuerza que desde el interior de la personalidad pugnaba
nifestación, en el momento de nacer, de un instinto de muerte por la destrucción del yo. En la práctica y el pensamiento klei
que operaba una acción destructiva contra el individuo, como nianos recientes, esto ha permitido llegar a comprender una es
lo había sostenido el propio Freud (Klein, 1933). Así descubría tructura de personalidad en la que una organización interna ata
una manera de abordar al mismo tiempo dos notables problemas: ca las partes buenas del yo. Rosenfeld, quien escribía teniendo
resolver el enigma del origen temprano del superyó, e infundir muy presentes las crítiCI,lS de los partidarios de la psicología del
vida clínica a la esquemática teoría de Freud del instinto de muer yo, investigó en un estudio clínico la vuelta de la destructividad
te [véase 7. SUPERYO]. sobre el self (yo). Llamó a esto narcisismo negativo, por analogía
420 421
Véase INSTINTOS
con la teoría formulada por Freud, en sus exposiciones del narci
sismo, acerca de la vuelta de la libido sobre el self [véase NARCI
SISMO]. Freud, Sigmund (1914) "On narcissism: an introduction». SE 14, págs.
67-102. [«Introducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.}
..Cuando los aspectos destructivos predominan, la envidia es más (1920) Beyond the Pleasure Principle. SE 18, págs. 3-64. [Más allá
violenta y apareCe como un deseo de destruir al analista en tan del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.J
to aquel objeto que representa la fuente real de vida y de bon Joseph, Betty (1975) "The patient who is hard to reach», en Peter Gio
dad. Al mismo tiempo surgen violentos impulsos autodestructi vacchini, ed. Tactics and Techniques in Psycho-Analytic Therapy, vol.
vos, que me propongo considerar con más detalle. En los térmi 2. Nueva York: Jason Aronson, págs. 205-16.
nos de la situación infantil, al paciente narcisista le gusta creer Kernberg, Otto (1969) «A contribution to the ego-psychological critique
que se ha dado la vida a sí mismo y es capaz de nutrirse y cuidar of the Kleinian schoo¡", lnt. J. Psycho-Anal. 50: 317-33.
viduo parece determinado a satisfacer un anhelo de morir y de Meltzer, Donald (1968) "Terror, persecution, dread», en Donald Meltzer
saparecer en la nada, que se asemeja a la descripción de Freud (1973) Sexual States ofMind. Perth: Cluníe, págs. 99-106; publicado an
del instinto de muerte "puro", podríamos considerar que en esos tes lnt. J. Psycho-Anal. 49: 396-400.
estados tratamos con el instinto de muerte en desligazón com (1976) "The delusion of clarity of insight», lnt. J. Psycho-Anal. 57:
pleta. No obstante, analíticamente podemos observar que ese es 141-6.
Rosenfeld, Herbert (1971) "A clínical approach to the psycho-analytical
tado es causado por la actividad de partes envidiosas y destruc
theory of the ¡¡fe and death instinct: an investigation into the aggressi
tivas del self, que sufren una segregación grave y son desligadas ve aspects of narcissism», lnt. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
del self amistoso libidinal que parece haber desaparecido. Todo
el self pasa a identificarse con el self destructivo ( ... ) El pacien
te a menudo cree haber destruido a su self amistoso, su amor,
para siempre ( ... ) Parece que estos pacientes hubieran dado trá
mite a la lucha entre sus impulsos destructivos y libidinales con
Instintos
un intento de librarse de su cuidado y su amor hacia sus objetos, En el apogeo de la ciencia del siglo XIX, Freud se vio llevado
por la vía de matar a su self amoroso dependiente y de identifi a buscar una psicología «científica» que obedeciera a leyes de de
carse casi por entero con la parte narcisista destructiva del self terminismo psíquico análogas a las leyes de la física (Freud, 1895).
que les proporciona un sentimiento de superioridad y de auto
admiración.. (Rosenfeld, 1971, págs. 173-4). Determinismo psíquico: La base de la teoría mecanicista de Freud
fue la energía psíquica de los instintos. Se puede considerar que
Hoy existen numerosos trabajos que describen la organización de los orígenes de la vida y la actividad psíquicas se sitúan en el
una parte de la personalidad dedicada a la destructividad [véase cuerpo biológico y en la herencia genética que se expresa en el
ESTRUCTURA; NARCISISMO]; Y existen también muchas descripcio desarrollo corporal. Los instintos son el vínculo entre los oríge
nes de objetos internos, y de partes del self que se perciben co nes biológicos del individuo y sus porfías y desarrollo psicológi
mo malas y tienen un imperio perverso y destructivo sobre las cos. Al comienzo, Freud sostuvo que los instintos nacían de la
partes buenas, y las someten a una servidumbre intimidatoria. estimulación de las denominadas zonas «erógenas» (la boca, el ano
El individuo idealiza su propia violencia y destructividad hacia y los genitales), todas las cuales daban lugar a una forma espe
él mismo y hacia otros.
423
422
cial de estimulación neurológica. En esa estimulación ('1'>1'\";0*4\
en particular la energía psíquica. A continuación, pasó a G\lU:Ul:l.l:.1i una cooperación social impuesta. Pero introducir esta noción su
su disipación y descarga, como si se tratara de la carga de ponía la existencia en el ser humano de alguna fuerza que lo em
condensador eléctrico. pujaba a sobrevivir, y Freud concibió entonces un conjunto de
La teoría de los instintos experimentó continuos cambios instintos yoicos. Estos aseguraban que la persona velara por sus
rante la vida de Freud y po'r iniciativa de éL Sobre todo cuando propios intereses cuando se viera amenazada por una condena
se vio obligado a abandonar sus teorías neurológicas (a partir d~ social y por la pérdida de amor, de nutrición, etc. Por lo tanto,
1914), su interés por la naturaleza y la actividad del yo empez6 los instintos del yo constituían una categoría diferente de los ori
a predominar sobre su interés por los instintos. La teoría especu ginados en las zonas erógenas, que en su est;imulación presenta
lativa de los instintos propuesta en 1920 (Más allá del principio ban el carácter imperioso del erotismo. Se inclinó a dar por su
de placer) fue la recogida por Klein. puestos tales instintos yoicos, y no los abordó con mucho deta
Han sido muchos los esfuerzos que se han hecho en el curso lle. Sin duda, no le interesaban tanto como la libido. En esta
de los años para remover los constreñimientos de la teoría de perspectiva, el conflicto se planteaba entre dos conjuntos de ins
Freud de los instintos. La teoría de las relaciones objetales ha tintos, uno que interesaba a la supervivencia del individuo, y el
insistido más en las vicisitudes del objeto que en las de los instin otro, a la supervivencia de la especie. Estas ideas armonizaban
tos. Fairbairn, por ejemplo, eliminó toda referencia a instintos con una interpretación específicamente alemana de la teoría de
[véase FAIRBAIRN; ELLO]. La Psicología del Yo ha descrito aspec la evolución (p.ej., la noción de Weissman del plasma germinal
tos del yo que son independientes de la dotación instintual [véa opuesto al plasma somático).
se PSICOLOGIA DEL YO]. Reforzaba este punto de vista la teoría de Freud de la angus
tia de castración. El conflicto con la sociedad traía consigo una
Fantasía inconciente: Klein recogió la idea de los orígenes bioló amenaza (especialmente intensa en la fantasía) para los genita
gicos de los instintos. No obstante, modificó la concepción de la les del niño. Seguía siendo un conflicto con el mundo externo,
energía psíquica y el abordaje mecanicista de su descarga [véase que entra en oposición con los aspectos libidinales del cuerpo.
MODELO ECONOMICO]. En cambio de esto, sostuvo que la estimula Freud no parece haber decidido nunca las prioridades que se de
ción del cuerpo daba origen a sucesos psíquicos primarios que bían asignar a estas distintas concepciones del influjo de la socie
consistían en interpretaciones subjetivas de estímulos corpora dad [véase J<'ORMACION DE SIMBOLO]. A partir de 1914, perdió con
les que se consideraban provocados por un objeto. Susan lsaaes fianza en el distingo entre libido e instintos yoicos: estos últimos
demostró que estas interpretaciones, conocidas como "fantasías parecían consecuencia de un retraimiento narcisista de la libido
inconcientes», formaban, en realidad, la sustancia de la psique sobre el yo como objeto amado (Freud, 1914).
[véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
El instinto de muerte: La teoría de Freud de 'los instintos cambió
INSTINTO Y CONFLICTO. Freud originariamente había expues radicalmente en 1920. Acaso quedó impresionado por la escala
to la teoría de que la estimulación de las zonas erógenas, que de la destrucción producida durante la Primera Guerra Mundial.
demandaba una descarga inmediata y total, había puesto al yo O bien tuvo más tranquilidad después que Jung abandonó el mo
en conflicto con las normas culturales de la. sociedad. Este con vimiento psicoanalítico en 1919, y ya no se vio obligado a defen
flicto se planteaba en lo esencial entre las demandas sexuales der con tanta rigidez su teoría sexual de la neurosis y de la civili
de la persona y las restricciones de la sociedad. He ahí la base zación. Elevó la agresión al mismo nivel de importancia de las
de la primera teoría psicoanalítica. Lo malo era que no explicaba pulsiones sexuales, y lo hizo de una manera singular: átribuyó
ni las razones por las cuales aparece la sociedad ni el influjo civi al ser humano una pulsión agresiva innata contra su propia exis
lizador en la humanidad. tencia, el instinto de muerte. Este existía junto a los instintos
Con miras a resolver este problema, Freud sostuvo que la ade empeñados en la promoción de la vida.. Ahora dejaba de lado la
cuación a la sociedad es indispensable para la supervivencia de oposición entre el yo y los instintos sexuales, y los agnÍpaba en
la persona. La humanidad no puede sobrevivir en ausencia de tre los que eran contrarios al instinto de muerte. Diversas razo
nes lo llevaron a esta especulación teórica: por ejemplo, la obsti
424
425
les [véase SADISMO]. Klein por fin abandonó el nexo entre el sa
nada resistencia de ciertos pacientes a sacar provecho de acerta dísmo y la libido y se volcó de manera explícita a la última teoría
das interpretaciones psicoanalíticas, o sea, la reacción terapéutica de Freud de los instintos, que otros analistas no habían elabora
negativa; y la propensión de los pacientes neuróticos a repetir do verdaderamente. En 1932 aceptó que observaba las manifes
y volver a experimentar de continuo versiones nuevas de un trau taciones clínicas de un conflicto entre los instintos de vida y de
ma de su niñez (o, en el caso de las neurosis de guerra, de su muerte: «( ... ) en los primeros estadios del desarrollo, el instinto
edad adulta, sobre todo en los sueños). Asentó su teoría (lo que de vida tiene que ejercer su poder al máximo a fin de sostenerse
acaso es un relicto de su polémica con la religiosidad de Jung) frente al instinto de muerte» (Klein, 1932, pág. 150). La admisión
sobre una base fuertemente biológica y física, a punto tal que de la teoría reciente de los instintos le otorgó mayor libertad de
se la desdeñó como biología mística [véase INSTINTO DE MUERTE]. pensamiento para elaborar sus propias teorías: sobre la naturale
za y el desarrollo del superyó; sobre el sadismo, la persecución
Plasticidad: Es clave en la teoría de Freud de los instintos, y y la paranoia, como fenómenos coherentes que derivan del ins
en todas las teorías psicoanalíticas que provienen de ella, la tesis tinto de muerte, en interacción con el desarrollo de la libido, y
de que los in:>tintos humanos son especialmente plásticos. Pue sobre la cualidad específica de la angustia y la culpa en la posi
den ser canalizados por una notable diversidad de impulsos deri ción depresiva.
vados. La sociedad responde, por así decir, ofreciendo canales
a los retoños que divergen de los instintos. Se trata de un proce
so conocido como sublimación. Es característico de la plasticidad Freud, Sigmund (1895) «Project for a scientific psychology ... SE 1, págs.
el cambio de satisfacciones físicas y biológicas por canales cultu 281-397. ["Proyecto de psicología», en AE 1, 1982, págs. 323-446.]
rales y simbólicos [véase FORMACION DE SIMBOLO]. (1914) .On narcissism: an introduction». SE 14, págs. 67-102. [«Intro
El paso del organismo biológico al ser social es en gran medi ducción del narcisismo.., en AE 14, 1979, págs. 65-98.]
da un misterio, y las concepciones de Freud no ofrecen una solu Beyond the Pleasure Principle. SE 18, págs. 1-64. [Más allá
ción, sino sólo una descripción. Fairbairn soslayó este problema del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.]
negando que la psique sea biológica en aspecto alguno que inte Klein, Melanie (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
rese al psicoanálisis. Al afirmar que. la humanidad busca objetos,
dejó sentado que el dominio biológico ya no sería tomado en cuen
ta. También Klein hizo que el problema fuera redundante: sin
negar los instintos, consideró que el infante establecía relacio Integración
nes de objeto desde el nacimiento [véase 5. OB.JETOS INTERNOS; 2.
FANTASIA INCONCIENTE]. De esta manera se establecía la existen
Klein, desde muy temprano, vio que la psique operaba segrega
cia, desde el comienzo mismo, de un ser psicológico y social que da y ayeces de manera no integrada. En mayor medida que cual
no era un simple emergente de un nivel biológico. Con ello desa quier otro analista, resignó la integridad de la psique. En lugar
parece el problema que supone comprender la manera en que de la estructura interrelacionada de ello, yo y superyó, la inte
adviene el ser social, puesto que está ahí desde el comienzo. Por gración constituyó para ella la tarea evolutiva. Concibió esta ta
lo tanto, la cuestión se destierra de la psicología para ser devuel rea de manera diferente en diversos estadios de su obra:
ta a la filosofía [véase PROBLEMA DE MENTE-CUERPO].
(hasta 1932 aproximadamente) se ocupó de la lucha por inte
Las nuevas teorías: La gran divisoria en el desarrollo teórico de grar las imagos internas de los padres en un superyó maduro;
Klein ocurrió hacia 1932 y se relacionó con su concepción del
sadismo. En el curso de sus primeros trabajos, el sadismo fue co (ii) después (1935-1946) concibió la posición depresiva: con la in
brando más relieve y llegó a convertirse en una entidad separa tegración de objetos buenos y malos en el curso del desarrollo,
da, en un conjunto de impulsos que, si bien estaban vinculados la escisión se vuelve poco a poco más realista [véase 10. POSI
con las fases oral y anal de la libido, daban origen a una fenome ClON ESQUIZO-PARANOIDE], y
nología clínica independiente y a conjuntos de defensas especia
427
426
(iii) finalmente (desde 1946 en adelante) se interesó por la inte perimentado antes como externo, era resituado dentro de las fron
gración del yo como tal [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE]. teras del yo. Para él, se trataba de un proceso misterioso y des
concertante: por un lado era una actividad de fantasía [véase
La integración es promovida por la presión de la angustia para 2. FANTASIA INCONCIENTE], pero, por el otro, provocaba verdade
avanzar hacia un nuevo nivel de madurez, combinada con el em ramente "una alteración del yo» en la realidad objetiva: la perso
puje del desarrollo biológico. En la práctica clínica, la técnica klei nalidad, según la percibían otras personas, había cambiado.
niana ha venido poniendo el acento cada vez más en la última
de estas tres formas de integración: la integración de fragmentos Abraham: Impresionado también por esta demostración de un
segregados dentro del yo. El vínculo trasferencial se considera mecanismo que opera el desarrollo del yo, Abraham consideró
segregado en diversos aspectos, y muchos de estos son proyecta la posibilidad de que ocurrieran cambios físicos, y puso como ejem
dos fuera del consultorio analítico: se los experimenta en rela plo un cambio físico que le había sucedido a él mismo: ¡cuando
ción con objetos en apariencia extra-analíticos. Esta dispersión su padre murió, él amaneció con el cabello blanco! Se había tra
de relaciones y de experiencia es fruto de los procesos de esci tado sin duda de un proceso de identificación no menos que de
sión sumados a los procesos de identificación proyectiva [véase introyección. En su ejemplo, el encanecimiento le sobrevino en
1. TECNICA]. identificación con el de su padre. De este modo, la introyección
lo es de un objeto en el yo, lo cual causa un cambio en el yo.
Véase DESARROLLO Abraham demostró que ef proceso de introyección de un ob
jeto amado era muy frecuente; aun más: era un proceso normal
en las relaciones humanas. Las personas llevan a sus objetos ama
dos en su corazón y prosiguen con ellos un diálogo interno [véa
Introyección se 5. OBJETOS INTERNOS].
Aunque resulte sorprendente para un término que se vincula con La introyección y el superyó: Ahora bien, en 1923, Freud modi
la "proyección», de la que constituye la imagen especular, la his ficó el concepto de introyección cuando expuso el desarrollo del
toria y el significado de "introyección" son muy diferentes y mu superyó. En el momento en que los objetos edípicos amados (ma
cho menos problemáticos. dre y padre) se abandonan, son íntroyectados para formar el su
peryó, que pasa a ser un genuino objeto interno. No hay identifi
Ferenczi: El término fue creado por Ferenczi en 1909, cuando cación con él, y permanece como una estructura interna separa
algunos psicoanalistas (Freud, Abraham) se vieron inducidos, por da. Parece haber entonces dos posibilidades:
la asociación con Jung, a examinar pacientes psicóticos. Ferenc
zi estableció un distingo entre neurosis y psicosis sobre la base (i) la introyección de un objeto antes externo, con el que nos iden
de que los problemas neuróticos obedecían a una introyeccióh tificamos (identificación introyectiva), y
excesiva, lo cual espejaba los problemas de los psicóticos, que (ii) la introyección de un bbjeto con el que no hay identificación,
se centraban en una proyección excesiva. Ferenczi fue uno de como es el caso del superyó [véase ASIMILACION].
los primeros en señalar la correlación entre impulsos orales e in
troyección, e impulsos anales y proyección, que Abraham habría Objetos internos. Para Klein, objetos introyectados con los que
de retomar circunstanciadamente después en su trabajo con no hay identificación pasan a ser objetos internos, y concibió un
maníaco-depresivos. proceso variado y continuo que puebla el mundo interno de muy
numerosos objetos internos. Esta sociedad interna constituye, por
Freud: La primera vez que Freud tropezó con la importancia de un lado, una fuente de objetos de identificación [véase REALIDAD
las vicisitudes del objeto, en 1917, y después, en 1921, empleó INTERNA] y, por otro lado, un conjunto de experiencias acerca
el término identificación [véase IDENTIFICACION]. Ahora bien, es de aquello en lo cual el yo consiste. y de aquello que contiene
claro que entendió designar un proceso por el que un objeto, ex (bueno o malo).
428 429
La introyección como mecanismo de dt:{fensa: Aunque se emplea si fueran equivalentes. Esto se relaciona con el problema de los
,<introyección» para denotar la representación psíquica de un im dos niveles: una ciencia objetiva de lo subjetivo [véase SUBJETI·
pulso instintual oral, es también un mecanismo de defensa [véa VIDAD].
se PSICOSISJ. Esto significa, dentro del esquema de Klein, una fan
tasía inconciente utilizada con el propósito de defenderse de cier
tas experiencias [véase 2. FANTASIAINCONCIENTEJ. Para Freud, la Ferenczi, Sandor (1909) «Introjection and transference.., en First
introyección es una defensa frente a la pérdida del objeto exter Contributions to Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 30-79.
no; para Klein, en cambio, la experiencia característica es una Freud, Sigmund (1917) «Mourning and melancholia». SE 14, págs. 237-58.
angustia ante el mundo interno, que se percibe aterrorizador.Si [..Duelo y melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
en la fantasía se cree que el mundo interno contiene objetos muy (1921) Group Psychology and the Analysis of the Ego. SE 18, págs.
malos o persecutorios, qlle amenazan poner en peligro al yo, una 65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, págs.
fantasía es la de internalizar el objeto externo bueno. Por ejem-. 63-136.]
plo, el niño con hambre (que cree tener un objeto malo que roe (1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo y el ello, en AE
su pancita desde adentro) puede experimentar la internalización 19, 1979, págs. 1-66.]
430 431
naba batallas pero rara vez convencía a la op6sición [véase PO la intensidad de. la impresión y se adueñan, por así decir, de la
LEMICAS]. situación. Pero,por otro lado, es bastante claro que todos sus
SU gran aporte, que ha permanecido en el tiempo, fue su ex juegos están presididos por el deseo dominante en la etapa en
haustiva exposición del concepto de fantasía inconciente (Isaacs, que ellos se encuentran: el de ser grandes y poder obrar como
1948). Es difícil saber cuánto de ese concepto, con toda su hon los mayores. También se observa que el carácter displacentero
dura filosófica así como importancia psicoanalítica, fue creación de la vivencia no siempre la vuelve inutilizable para el juego.
de Isaacs, pero parece probable que la idea inicial, concebida por Si el doctor examina la garganta del niño o lo somete a una pe
Klein como clínica, haya sido recogida en sociedad por Isaacs, queña operación, con toda certeza esta vivencia espantable pa
en su condición de pensadora académica [véase 2. FANTASIA IN sará a ser el contenido del próximo juego. Pero la ganancia de
éONCIENTE] . placer que proviene de otra fuente es palmaria aquí. En cuanto
el niño trueca la pasividad del vivenciar por la actividad del ju
gar, inflige a un compañero de juegos lo desagradable que a él
Gardner, D. E. M. (1969) Susan Isaacs. Methuen. mismo le ocurrió y así se venga en la persona de este sosias»
Isaacs, Susan (1948) "The nature and function of phantasy», Int. J. PsycJw
(Freud, 1920, pág. 17).
Anal. 29: 73-97; reimpreso (1952) en Melanie Klein, Paula Heimann, Su
san Isaacs y Joan Riviere, eds. Developments in Psycho-Analysis. Ho
garth, págs. 67-121.
El acento recae aquí en la importancia del juego para el dominio
Isaacs, Susan y Heimann, Paula (1952) ccRegression», en Melanie Klein,
del mundo interno del niño. Este aspecto de las exposiciones de
Paula Heimann, Susan Isaacs y Joan Rtviere, eds. (1952) Developments
Freud, que discernía el vuelco de una experiencia pasiva en una
in Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 169-97.
activa, fue retomado por Waelder (1933) y Anna Freud (1936).
Bajo el estímulo de la controversia con Anna Freud, Klein
(1926, 1929) se esforzó en dilucidar el proceso interviniente en
el juego del niño. Sostuvo que el afán de jugar se componía de
Juego diversos ingredientes, la mayoría de los cuales están enumera
dos o sugeridos en el pasaje de Freud antes citado:
Klein desarrolló un método de análisis de niños basado en la ob
servación de su juego, que ella analizó como si fuera comparable (i) la psique humana piensa desde el comienzo en función de ob
con las asociaciones libres de los adultos y con los sueños [véase jetos en relación entre sí y con el sujeto;
1. TECNICA]. A causa de esto recibió las críticas de Anna Freud,
con el argumento de que la finalidad implícita en el niño cuando (ii) el niño busca alivio de las acechanzas de su mundo interno
juega es diferente de la finalidad del adulto en la asociación li por la vía de externalizar en el mundo externo las peores situa
bre. Esta última, sostenía Anna Freud, era resultado de una coo ciones de persecución;
peración con el analista en la empresa psicoanalítica, mientras
que el niño no puede comprender la finalidad del psicoanálisis. (iii) parte del desarrollo natural del niño consiste en buscar obje
A esto, Klein respondió demostrando (a) que tanto eljuego como tos nuevos como sustitutos de los anteriores; los juguetes y los
las asociaciones libres son expresiones simbólicas comparables del compañeros de juego son una de las formas de poner en práctica
contenido de la psique, y (b) que el niño, desde la primera inter una simbolización de esta clase; por último,
pretación, alcanza una comprensión (inconciente) de la natura
leza del psicoanálisis [véase ANALISIS DE NIÑOS]. (iv) el vuelco hacia objetos nuevos es movido también por con
Al comienzo, ajustó sus puntos de vista al interés que había flictos con el objeto temprano, de modo que encontrar un objeto
llevado a Freud a considerar el juego de los niños: nuevo (un símbolo) procura alivio.
«Se advierte que los niños repiten en el juego todo cuanto les Estos procesos son inconcientes y representan la psique del niño
ha hecho gran impresión en la vida; de ese modo abreaccionan en pugna con las dificultades que le plantean sus impulsos y sus
432. 433
fuerte patrocinio de Abraham, todo indica que el resto de la So
objetos. Eljuego, en la concepción de Klein, era asunto serio ciedad Psicoanalítica de Berlín la trató con desapego Y aun con
ra el niño, y no un mero disfrute trivial, ni tampoco un ejercicio desdén.
destinado a dominar el ambiente físico. En Berlín entró en contacto con algunos analistas ingleses que
habían ido a formarse con Abraham. Se contaban entre ellos Ed
Véase PERSONIFICACION; CRIMINALIDAD; EXTERNALIZACION; CREATI· ward Glover y Alix Strachey (la esposa de James Strachey). Esto
VIDAD hizo que la invitaran a dar conferencias en Inglaterra, donde sus.
puntos de vista encontraron repentino aplauso. Se vio tentada
de quedarse en Londres, y aceptó enseguida la invitación de Er
Freud, Anna (1936) The Ego and the Mechanisms of Defence. Hogarth. nest J ones (era la mayor autoridad de la Sociedad Psicoanalítica
Freud, Sigmund (1920) Beyond the Pleasure Principle. SE 18, págs. 1-64. Británica y fue su protector en Gran Bretaña). Parte del trato
{Más allá del principio de placer, en AE 18, 1979, págs. 1-62.] parece haber consistido en que ella analizara a uno de sus hijos.
Klein, Melanie (1926) .The psychoIogical principIes of early analysis». Su personalidad difícil e inflexible, junto con sus capacidades clí
WMK 1, págs. 128-38. nicas sin parangón, la convertían en una colega fastidiosa, Y mu
(1929) .Personification in the play of children». WMK 1, págs. 199-209. chos de los que se asociaron con ella se apartaron después. Sólo
Waelder, Robert (1933) "The psycho-analytic theory of play., Psycho los más talentosos Y fuertes permanecían con ella, y parece ha
Anal. Q. 2: 208-24.
ber tenido diversos grupos de sostenedores, de diferente compo
sición, en distintas épocas [véase GRUPO KLEIN1ANO]. Estos gru
pos fueron en consecuencia siempre pequeños, pero sus niveles
de exigencia, su cohesión y su actividad daban a otros la impre
Melanie Klein sión de que existía un grupo kleiniano vasto y poderoso. Klein
murió en Londres en 1960 y legó una rica tradición de ideas y
Biografía. Melanie Klein nació en Viena en 1882 pero no parece prácticas que, como las de Freud, no han dejado de evolucionar
haber tenido noticias de Freud hasta 1914-1915 aproximadamen desde entonces.
te, cuando en Budapest le aconsejaron que consultara a Ferenc
zi, quien la aceptó para su primer análisis. Se dice que se sentía
deprimida en esa época, tras la muerte de su madre y durante Freud, Sigmund (1909) .Analysis of a phobia in a five-year-old boy •. SE
el puerperio de su tercer hijo (Grosskurth, 1986). A causa de las 10, págs. 1-149. {«Análisis de la fobia de un niño de cinco años», en AE
tormentas políticas que agitaban a Europa, terminó (1920) por 10, 1980, págs. 1-118.]
emigrar a Berlín, donde continuó el estudio del psicoanálisis; y Grosskurth, Phyllis (1986) Melanie Kleín: Her World and her Work. Hod
sus primeros experimentos con el análisis de sus propios hijos, der, & Stoughton. .
siguiendo la inspiración del pequeño Hans (Freud, 1909), se de Segal, Hanna (1979) Klein. Fontana.
436
434
Freud, en efecto, expuso una economía de la libido, que esta fases, es decir, se presentaban juntos impulsos orales, anales y
ba sujeta a conservación cuantitativa. Conceptualizó una ener genitales, e impulsos sádicos. Esto no la llevó a desechar por com
gía psíquica exactamente análoga a una energía física, y consi pleto la secuencia; en realidad, ella (con muchos otros analistas,
deró que era generada por la estimulación de las zonas erógenas en medida cada vez mayor) empezó a pensar en una primacía
(boca, ano, genitales). Esta teoría de la libido (Freud, 1905) con de impulsos sobre otros impulsos. En la fase oral existen todas
sideraba que toda energía psíquica derivaba de fuentes sexua las clases de impulsos, pero los orales son dominantes, y lo mis
les, si bien en su fluir a través del aparato psíquico resultaba «de mo sucede con las otras fases [véase 4. COMPLEJO DE EDIPO; 7. su-
sexualizada». Denominó libido a esta energía. En resumen, la psi PERYO].
que trabaja dirigiendo la libido hacia algún óbjeto (que puede ser La intensidad de los impulsos sádicos se impuso de continuo
el yo del sujeto); es decir, el objeto es investido con atención e a Klein, y advirtió que una parte importante de la presión hacia
interés (catexis). Cuando alguien está enamorado, por ejemplo, el progreso a través de la secuencia de sucesivas dominaciones
su amor (su objeto) es investido con enormes montos de interés, provenía del sadismo, el miedo de retorsión, el deseo angustiado
que absorben cantidades gigantescas de energía mental [véase de reparar el daño [véase SADISMO]. Concibió entonces la posibi
INSTINTOS; MODELO ECONOMICO]. lidad de que el niño inconcientemente inhibiera de manera deli
berada algunos impulsos, lo que podía traducirse en un discurrir
Fases de la libido: En cada etapa del desarrollo del infante, la más lento de la secuencia libidinal. Consideró también que la fa
libido se organizaba de una manera diferente. Había tres fases se genital representaba un notable empuje de sentimientos libi
principales del desarrollo libidinal infantil: la etapa oral, en que dinales, y que en consecuencia podía sobrevenir una oleada pre
la boca era el foco de interés principal; la etapa anal, en que el coz hacia la fase genital a manera de reaseguro frente a los im
interés preocupado recaía sobre el entrenamiento de la bacinilla pulsos sádicos de las fases pregenitales. La libido, por lo tanto,
y los sustitutos simbólicos, y la etapa genital, en que los genita ocupó un lugar importante durante esta fase del trabajo de Klein.
les empezaban su prolongada hegemonía como fuente de un in El desarrollo de los instintos era el aspecto destacado del desa
terés instintual ávido y compulsivo [véase 3. AGRESION]. rrollo infantil [véase DESARROLLO], junto con los diversos modos
Abraham, con una precisión extrema, elaboró estas fases pre en que este resultaba afectado por la manipulación de las distin
sentando un horario de sub-fases. Cada una de las etapas de Freud tas clases de impulsos con miras a alcanzar el nivel mínimo de
se dividía en dos, con lo cual resultaban seis en total: (i) etapa angustia.
oral temprana (succión), pre-ambivalente; (ii) etapa oral tardía,
sádica (canibálica); (iii) etapa anal-sádica temprana, retentiva (ex Después de 1935: La orientación de KleÍn cambió en 1935 cuan
ceso de sadismo); (iv) etapa anal-sádica tardía, expulsiva; (v) etapa do introdujo la posición depresiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA].
genital temprana, fálica y sádica, y (vi) etapa-genital tardía, pos En ese momento, pasó a considerar la historia evolutiva del in
ambivalente, con genuino amor de objeto (objetos totales) (véase fante' en función de la cualidad de las relaciones objetales. A
Abraham, 1924). partir de entonces, puso el acento en la acumulación de los obje
tos internos: la clase a la que pertenecían, la condición en que
Las teorias de Klein de la libido. Se dividen en dos fases, antes se encontraban, y la relación con el self. Esta teoría de los obje
y después del período de 1932-1935, momento en el cual ella adop tos internos fue apuntalada además por la teoría de la fantasía
tó la teoría de Freud del instinto de muerte, pero como concepto inconciente. Con la fantasía inconciente, la teoría de los instin
clínico. tos quedó relegada otro poco [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
Como las fantasías inconcientes eran la representación mental
1920-1932: Klein, que trabajaba con el aliento de Abraham, em de los instintos, se podía discurrir sobre ellas sin referirse a es
pezó corroborando sus descubrimientos con niños. Halló que es tos, puesto que existía una traducción biunívoca desde las fases
tas fases en modo alguno eran tan marcadas como las habíanpre instintuales hasta la fantasía inconciente. Ahora bien, las fanta
sentado Freud y Abraham. Más aun, demostró que desde el co sías podían ser generadas, de una manera defensiva, reparadora
mienzo se observaba en lo esencial una mezcla de todas estas y creativa: con ello se perdía el aspecto cuantitativo de los ins
436 437
tintos [véase MODELO ECONOMICO]. La elaboración de la fantasía
inconciente implicaba que el yo era capaz de fabricar retoños ins Madre-con-pene
tintuales en lugar de limitarse a permitir su emergencia [véase
FANTASIAS MASTURBATORIAS; DEFENSA PSICOLOGICA]. Véase FIGURA PARENTAL COMBINADA; 4. COMPLEJO DE EDIPO
Véase INSTINTOS
págs. 418-50l.
Véase PADRE; FEMINIDAD
Freud, Sigmund (1905) Three Essays on the Theory of Sexuality. SE
109-224.]
438
439
interés por los niños psicóticos lo llevó a organizar un seminario co. En lo sustancial, Klein no hizo nada para modificar los mode
de investigación sobre el autismo de la niñez, en el que empleó los generales, aunque en algunos casos pudo elaborar el conteni
los conceptos de Esther Bick [véase PIEL] y Frances Tustin [véa do. Por ejemplo: modificó el orden del desarrollo infantil y tra
se AUTISM01 (Meltzer et al., 1975). bajó sobre la complejidad de la estructura interna en el modelo
Después, el interés de Meltzer por la enseñanza lo indujo a estructural. En realidad, se inclinó a negar que modificara cosa
producir varios comentarios importantes sobre escritos kleinia alguna de las teorías de Freud.
nos. TIte Kleinian Development (Meltzer, 1978) es un vasto in Es claro, sin embargo, aunque no sea universalmente com
tento de presentar los hilos pertinentes de. los escritos de Freud, partido, que las concepciones de Klein suponen un cambio radi
el historial clínico detallado de Klein (Narrative 01 a Chüd Analy cal respecto de la idea de la psique como un sistema de energías
sis, 1961) y el trabajo de Bion como una trama continua de ela que operara siguiendo estrictas reglas económicas. Freud elabo
boración intelectual y clínica. En opinión de Meltzer, el pensa ró sus puntos de vista en el marco de la física del siglo XIX, que
miento kleiniano fructifica en la consolidación del trabajo de Bion se basaba en la conservación de la energía. Introdujo este princi
sobre el pensar y el experimentar (Meltzer, 1987), y él mismo pio en la psicología psicoanalítica como una ley de la conserva
se ha empeñado en producir una epistemología psicoanalítica a ción de la energía psíquica, y su trabajo inicial estudiaba el des
partir de esto. tino de esta energía psíquica hipotética y su distribución cuanti
tativa (Freud, 1895) [véase INSTINTOS]. Pero Klein desarrolló sus
concepciones en el período en que la solidez de la ciencia del
Klein, Melanie (1961) Narrative 01 a Child Analysis. Hogarth. siglo XIX empezaba a resquebrajarse. También es probable que
Meltzer, Donald (1967) The Psycho-Analytic Process. Heinemann. la formación científica de Klein fuera deficiente y de menor in
(1968) «Terror, persecution, dread», Int. J. Psycho-Anal. 49: 396-400; flujo en ella, y esto le diera más libertad respecto de la exigencia
reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States 01 Mind. Perth: Clu científica rigurosa que Freud trajo a la psicología. En definitiva,
nie, págs. 99-106. la concepción de Klein de los instintos fue de hecho claramente
(1973) Sexual States 01 Mind. Perth: Clunie. no-freudiana. No respetó el principio de conservación, y de con
(1978) The Kleinian Development. Perth: Clunie. tinuo elaboró sus ideas como si cierta forma de impulso amoroso
(1987) Studies in Extended Metapsychology. Perth: Clurue. pudiera difundirse -multiplicarse, por así decir-, lo mismo que
Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, WeddeU, Doreen y Wit
los impulsos agresivos. Así, los impulsos dirigidos a objetos ex
tenberg, Isca (1975) EXplorations in Autism. Perth: Clunie.
ternos siempre se «difunden» a objetos internos, y a la inversa.
Rosenfeld, Herbert (1971) «A clirucal approach to the psycho-analytic
theory of the life and death instincts: an investigation into the aggressi Como lo han señalado con penetración Greenberg y Mitchell acer
ve aspects of narcissism., Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78. ca de Klein: «( ... ) el amor hacia un objeto no limita sino que
aumenta el amor hacia otros. En el amor adulto, por ejemplo,
el amado no lo es en cambio de los objetos edípicos originales,
sino por añadidura" (Greenberg y Mitchell, 1983, pág. 144). No
Memoria y deseo existe una ley de conservación del amor.
Algunos autores -por ejemplo, Yorke (1971)- pretenden que
Véase BION Klein dejó de lado la distribución cuantitativa de la libido en aras
de un interés por el equilibrio cuantitativo entre los instintos de
vida y de muerte. Esto no es estrictamente cierto, y tal vez la
idea proviene de la atribución no menos errónea de que para Klein
Modelo económico todo desarrollo es un despliegue predeterminado (innato). En rea
lidad, ella consideraba que los impulsos agresivos pueden dar lu
La teoría psicoanalítica compendiada de Freud, conocida como gar a una lucha por el desarrollo de impulsos amorosos, o pue
metapsicología, abarcaba una diversidad de modelos hipotéticos den acicatear el avance (acaso prematuro) hasta la posición ge
de la psique: tópico, dinámico, evolutivo, estructural yeconómi nitaL La fluidez de los impulsos, su multiplicación, así como la
441
440
manipulación en apariencia deliberada de ellos para dar prefe Greenberg, Jay y Mitchell, Stephen (1983) Object Relations in Psyclw
rencia al amor sobre la agresión, son puntos de vista completa Analytic Theory. Cambridge, MA: Harvard.
mente ajenos al modelo económico freudiano de la conservación Isaacs, Susan (l952) .The nature and function of phantasy», en Melanie
cuantitativa. Klein, Paula Heirnann, Susan Isaacs y Joan Riviere, eds. (1952) Develop
Estas ideas se desarrollaron como consecuencia de la especial ments in Psyclw-Analysis. Hogarth, págs. 67-121.
concepción de Klein sobre la naturaleza de los instintos y la fan Q'Shaughnessy, Edna (1981).A cornrnernorative essay on W. R. Bion's
tasía inconciente. Según llegó a formularlo Isaacs de manera ex theory of thinking», Journal of Child Psychotherapy 7: 181-92.
plícita: ..La fantasía es (en primera instancia) el corolario mental, Yorke, Clifford (1971) "Sorne suggestions for a critique of KIeinian psycho
el representante psíquico del instinto. No existe impulso ni por logy» , Psychoanal. Study Child 26: 129-55.
fía o respuesta instintual que no se experimenten como fantasía
inconciente» (Isaacs, 1952, pág. 83) [véase 2. FANTASIA INCONCIEN
TE]. Lo que la psique contiene es, en consecuencia, una ..repre
sentación», no una cantidad o cualidad física. Esto parece antici
Mundo externo
par el interés contemporáneo por la teoría de la comunicación,
El sujeto construye el mundo externo a partir de aspectos del
que se ocupa de la distribución de información. Como la infor
mundo objetivo, expectativas que se basan en la experiencia pa
mación, las fantasías sobre relaciones con objetos no están some
sada (recuerdos) y fantasías inconcientes de objetos proyectados
tidas a una ley de conservación.
[véase OBJETO EXTERNO].
El abandono implícito del modelo económico es una conse
Klein fue acusada -y lo sigue siendo- de desdeñar los rasgos
cuencia del relieve concedido a las relaciones objetales. Para
objetivos del mundo externo. Pero esto no es correcto, porque
Freud, la meta del principio de placer era la descarga de energía
precisamente se proponía comprender los desmayos de objetivi
psíquica, y el dolor (displacer) provenía de la acumulación de una
dad del paciente -en otras palabras: comprender las intrusiones
energía no descargada:
de lo subjetivo- y esto hizo que en apariencia pusiera el acento
..Melanie Klein describió algo similar al principio de placer, pero en lo interno. Además, tal orientación se propuso en parte con
desde otra perspectiva: un mecanismo temprano de defensa, que trariar la tendencia opuesta de los analistas que prestaban aten
ella denominó identificación proyectiva. En su concepción, el be ción excesiva a los objetos externos reales de la vida del pacien
bé defiende su yo de una angustia intolerable segregando y pro~ te. En su apoyo, Jones dijo en una conferencia ante los vieneses:
yectando en su objeto impulsos y sentimientos indeseados, etc.
Esta es una perspectiva de relaciones objetales respecto de la ,( ... ) los vieneses parecen reprochamos que atribuyamos dema
descarga de tensiones y estímulos displacenteros» (O'Shaughnessy, siado valor a la temprana. vida de fantasía a expensas de la reali
1981, pág. 182). dad externa. Y debemos responderles que no hay peligro de que
un analista descuide la realidad externa, mientras que siempre
Dentro del marco del modelo económico de Freud, una pulsión corre el riesgo de subestimar la doctrina de Freud acerca de la
de meta inhibida da origen a una frustración, mientras que den importancia de la realidad psíquica» (Jones, 1935, pág. 273).
tro del marco kleiniano, la misma situación engendra un estado
de duelo por un objeto (hacia el que se tiende) que no puede ser La propia Klein expuso con mucho detalle las interacciones que
hallado. La evacuación en un objeto de una angustia experimen había observado entre madres y sus infantes (Klein, 1952). Esto
tada a través de identificación proyectiva es algo por entero di fue muy ampliado después por la elaboración de una técnica de
ferente de la descarga de una energía psíquica hipotética de me observación del infante [véase OBSERVACION DEL INFANTE].
ta inhibida.
Realidad social: La dicotomía en apariencia simple de realidad
por oposición a fantasía, mundo externo por oposición a mundo
Freud, Sigrnund (1895) "Project for a scientific psychology». SE 1, págs.
interno, plantea otro problema: la tentación de suponer que existe
281-397. [«Proyecto de psicología», en AE 1, 1982, págs. 323-446.}
una realidad externa del ser humano,-susceptible de una investi
442
443
gación semejante a la que llevan a cabo los físicos en el mUIlUIíII en momentos en que toma su propio yo como el objeto de' un
n.
natural. El mundo de otras personas, el mundo social, es una amor libidinal. "d
lidad muy variable, que a menudo se modifica como consecuen\.l:
cia de la fantasía individual y colectiva [véase SUPUESTOS (ii) Narcisismo secundario, que es una regresión a un amor
COS; SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES]. En el mundo cisista del yo desde una relación objetal que ha causado decep"
no existe una «cosa en sÍ» permanente que se pueda descubrir. ción por pérdida del objeto o por un desdén de este, y
En una gran proporción, el mundo externo es construido y re~:
construido de continuo por el individuo y el grupo. Una proyec~f (iii) Relaciones objetales narcisistas, en que el yo ama a un obje
ción de fantasía de un objeto en el mundo externo no es un suce-' to en la medida en que este se parece al yo.
so innocuo; esa fantasía puede traer consigo una efectiva altera
ción del objeto en el mundo externo. Un infante que llore con Klein opinó de modo distinto y sostuvo que no existía narcisismo
terror persistente puede desalentar a su madre hasta el puntQ primario. Esta es quizá su diferencia teórica más fundamental
de que se retraiga, se vuelva fría y aun perseguidora en aras de con el psicoanálisis clásico y la psicología del yo [véase PSICOLO·
su propia autoconservación, pero de esa manera confirmará la¡ GIA DEL yo]. Se pueden reconocer diversas etapas en el desarro
fantasía del infante. Dentro de la realidad social hay ocasione& llo del concepto kleiniano de narcisismo:
en que la fantasía puede ser de hecho omnipotente.
Esta proclividad del mundo externo a ser construido desde: (1) coexistencia de narcisismo y relaciones objetales;
la fantasía es un factor importante para tomar en cuenta cuando (2) estados narcisistas por oposición a una etapa narcisista;
se considera la índole del examen de realidad. Este punto de vi'lta. (3) narcisismo y envidia;
sobre la construcción de la realidad tiene su contrapartida en la (4) narcisismo negativo, y
escuela de sociología del conocimiento representada por Mann"¡ (5) estructura de carácter narcisista.
heim (1936), Berger y Luckman (1967).
Coexistencia de narcisismo y relaciones objetales. Klein com
binó en su teoría única de los objetos internos las diversas for
Berger, Peter y Luckman, Thomas (1967) TIte Social Construction of Roo·
mas de narcisismo descritas por Freud [véase 5. OBJETOS INTER·
lity. Penguin. [La construcción social fk la realidad, Buenos Aires: Amo~
NOS]. Primero, en 1925, cuestionó la concepción de Ferenczi y
rrortu editores, 1968.]
Abraham según la cual el tic carecía de objetos [véase FANTA·
Jones, Ernest (1935) .Early female sexuality», 1m. J. Psycho-Anal. 16:.
SIAS MASTURBATORIAS]; «( ... ) sostuvo la opinión de que autoero
262-73.
tismo y narcisismo son contemporáneos en el bebé de la primera
Klein, Melanie (1952) .On observing the behaviour of young infants»..
relación con objetos» (Klein, 1952, pág. 51).
WMK 3, págs. 94-121. ;'
Mannheim, Karl (1936) 1fkology and Utopia. Routledge & Kegan Paul. .
Relaciones objetales narcisistas: «La fase en la que surgen el con
flicto edípico y sus fantasías masturbatorias sádicas concomitan
tes es la fase del narcisismo» (Klein, 1932, pág. 171). En vista
de esto, una etapa que carezca de objetos (autoerótica o narcisis
Narcisismo ta) yen la que existan relaciones objetales (el complejo de Edi
po) parece una contradicción. En aquella época, Klein escribía
Klein se apartó radicalmente de Freud respecto de la naturaleza sobre esta circunstancia como si no fuera contradictoria sino un .
del narcisismo. Freud (1914) discernió varios aspectos en el nar cabal desarrollo de teorías ortodoxas. Pero después admitió que
cisismo: esta «( ... ) hipótesis contradice el concepto de Freud de una gra
tificación autoerótica Y unas etapas narcisistas» (Klein, 1952, pág.
Narcisismo primario, que consiste en una etapa temprana 51); y distinguió entre la etapa narcisista según Freud, y unos
de la infancia, anterior a que el infante reconozca un objeto, y estados narcisistas. Aclaró que «( ... ) en la gratificación autoeró
445
444
tica y los estados narcisistas sobrev~ene una reversiónjustamen. Las etapas narcisistas de que hablaba Freud han pasado a ser,
te sobre este objeto internalizado» (Klein, 1952, pág. 51). para Klein y Heimann, estados narcisistas (Segal, 1983) en los que
se produce una reversión a un estado mental en el que se desta
Narcisismo e identificación introyectiva: Heimann (1952) fue can unas fantasías de identificación omnipotentes. La elección
quien enunció de la manera más clara en esa época la teoría klei de objeto narcisista es una organización más permanente de fan
niana del narcisismo: tasías omnipotentes en la estructura de las relaciones objetales
y de la personalidad. Klein la consideró al comienzo, junto con
«La diferencia esencial entre relaciones objetales infantiles y ma Freud, como la identificación de un objeto externo amado con
duras consiste en que, mientras que el adulto concibe el objeto una parte del self: el ejemplo clásico es la .homosexualidad, en
como algo que existe con independencia de él mismo, para el in que el pene de otro varón representa la masculinidad del propio
fante siempr~ es de alguna manera su reflejo. El objeto existe amante, amada por este.
en virtud de su función para el infante» (Heimann, 1952, pág.
142). (2) Estados narcisistas. El ulterior desarrollo del concepto klei
niano de narcisismo sobrevino con las exposiciones de Klein de
Describía así relaciones objetales parciales [véase OBJETOS-PARTES] la identificación proyectiva [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTI
en las que el objeto simplemente representa la causa fantaseada VA). El proceso por el cual una parte del self se identifica con
de las sensaciones del propio infante [véase 2. FANTASIA INCON~ un objeto fue completamente reformulado, elaborado, y se con
CIENTE]. El mundo tal como en efecto es, que hace intrusión en virtió en el núcleo del pensamiento kleiniano [véase 11. POSICION
el infante, es moldeado por las fantasías que este concibe acerca ESQUIZO-PARANOIDE): (l( ... ) la relación con otra persona sobre la
de las motivaciones del objeto hacia él (motivos buenos o malos). base de proyectar en ella partes malas del self es de naturaleza
Estos objetos no sólo se orientan hacia el yo del propio infan narcisista» (Klein, 1946, pág. 13), porque el objeto .( ... ) no se
te, sino que también son introyectados y se prestan a una identi percibe como un individuo separado sino como el self malo» (Klein,
ficación (son asimilados); en ese caso, el objeto queda identifica 1946, pág. 8). También partes buenas del self son puestas en ob
do con una parte del infante y la relación con el objeto pasa a jetos en la identificación proyectiva. Ahora bien, la importancia
ser una relación consigo mismo o con una parte de sí mismo. Hei que Klein atribuye a la identificación proyectiva como un me
mann da el ejemplo del infante que, cuando se chupa el pulgar, dio, en la posición esquizo-paranoide, de dar trámite a una an
gustia persecutoria y al instinto de muerte, vincula las relacio
«( ... ) se siente en contacto con el pecho deseado, aunque en rea nes objetales narcisistas con la angustia, la agresión y el instinto
lidad no hace otra cosa que chuparse su propio dedo. Sus fanta de muerte.
sías de incorporación del pecho, que forman parte de sus expe
riencias e impulsos orales, lo han llevado a identificar su dedo
con el pecho incorporado. Puede producir de manera indepen Omnipotencia y narcisismo: El uso de la identificación proyec
diente su propia gratificación ( ... ) recurre a su pecho bueno in tiva la ha vuelto casi un sinónimo del narcisismo en la bibliogra
ternalizado» (Heimann, 1952, pág. 146). fía kleiniana, y la posición esquizo-paranoide ha recibido la de
signación de .posición narcisista» (Segal, 1983). Pero resulta im
Un estado narcisista se ha convertido, para Klein, en una gratifi portante distinguir entre .identificación proyectiva normal» e
cación «autoerótica» que es proporcionada por un objeto interno «identificación proyectiva patológica» [véase 13. IDENTlFICACION
PROYECTlVA). Bion (1959) y Rosenfeld (1964) distinguieron dos cla
identificado con una parte del yo y amado como tal. Se trata de
una respuesta defensiva. ses de identificación proyectiva sobre la base del grado de omni
El concepto de narcisismo resultó modificado por la compren potencia en la fantasía. Cuando la fantasía es omnipotente, la
sión de la índole omnipotente de las fantasías que están en la identificación de una parte del self con el objeto tiene el resulta
base de los mecanismos de defensa primitivos [véase OMNIPOTEN· do de disolver ellJmite entre aquella y este, de manera que una
CIA; 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVOS). es el otro [véase OMNIPOTENCIA]. Esto se asemeja a las descrip-
Q
446 447
dones de Segal de la forma primitiva del símbolo, que ella deno del instinto de muerte (que originalmente se manifiesta como en
mina «ecuación simbólica» [véase ECUACION SIMBOLICA]. vidia primaria).
Rosenfeld (1964) sostuvo, del mismo modo, que la identifica
ción omnipotente a través de introyección tenía por resultado (4) Narcisismo negativo. Rosenfeld (1964) consideró que «( ... )
una similar pérdida de los límites, en razón de lo cual el objeto la fuerza y persistencia de las relaciones objetales narcisistas om
introyectado se fusiona omnipotentemente, en la fantasía, con nipotentes se relacionan de manera estrecha con la fuerza de la
una parte del self. El rasgo distintivo de los estado~ Ilarcisistas envidia del infante» (pág. 171). Elaboró la idea del aspecto agre
es una identificación omnipotente por proyección o introyección, sivo del narcisismo debido a la envidia y al instinto de muerte
consumada con una violencia que borra el límite entre 'el yo y (Rosenfeld, 1971). Reconoció una simetría entre la reversión de
el objeto, lo que provoca una pérdida de percatación de la reali la libido sobre el yo (según la describió Freud), por un lado, y
dad interna y externa [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE]. la reversión del instinto de muerte sobre el yo, por el otro. Deno
minó a esto último narcisismo negativo y lo relacionó además
(3) Narcisismo y envidia. Segal (1983) señaló que Klein, en Envy con la reacción terapéutica negativa:
and Gratitude (1957):
«Para un estudio del narcisismo con mayor detalle me parece esen
«( ... ) expone cabalmente el despliegue de la identificación pro cial diferenciar entre los aspectos libidinales y los destructivos
yectiva como una implementación de metas envidiosas y, ade del narcisismo. Si consideramos el narcisismo desde el aspecto
más, como una defensa frente a la envidia; por ejemplo: infil Iibidinal, podemos ver que la sobrevaluación del self desempeña
trarse en un objeto y apropiarse de sus cualidades. En este con un papel central, basada principalmente en la idealización del
texto no hace alusión al narcisismo, pero en el mencionado libro self. La autoidealización es mantenida por identificaciones om
está implícito que debe de existir una relación estrecha entre nar nipotentes introyectivas y proyectivas con objetos buenos y sus
cisismo y envidia. Según la exposición de Freud del narcisismo cualidades. De esta manera, el narcisista siente que todo lo va
primario, el infante se percibe como la fuente de toda satisfac lioso en relación con objetos externos y el mundo exterior es parte
ción. El descubrimiento del objeto da origen alodio». de él o es controlado omnipotentemente por éL De modo similar,
cuando consideramos el narcisismo descubrimos que los aspec
Por otro lado, la envidia primaria, según la presenta Klein, es tos destructivos de la autoidealización vuelven a desempeñar un
papel central, pero ahora se trata de la idealización de las partes
«una hostilidad devastadora ante la comprensión de que la fuen destructivas omnipotentes del self. Estas se dirigen contra toda
te de vida y bondad reside afuera. Para mí, envidia y narcisismo relación objetal libidinal positiva y toda parte libidinal del self
son dos caras de una misma medalla. El narcisismo nos defiende que experimente la necesidad de un objeto y el deseo de depen
de la envidia. La diferencia consistiría en esto. Si uno cree en der de este» (Rosenfeld, 1971, pág. 173).
la existencia de una etapa narcisista prolongada, la envidia sería
secundaria respecto de la desilusión. Si, con Melanie Klein, uno Entre el material clínico que expone en ese trabajo, Rosenfeld
sostiene que la noticia de una relación objetal y, por lo tanto, describió la organización de objetos y relaciones en lo interno bajo
la envidia, existen desde el comienzo, el narcisismo se puede ver la dominación de impulsos agresivos autodirigidos, superviven
como una defensa frente a la envidia y, en consecuencia, más cias del instinto de muerte original que no habían sido tramita
afín al instinto de muerte y a la envidia que a las fuerzas libidi das de manera acabada por la «externalización» primaria defini
nales» (Segal, 1983, págs. 270-1). da por Freud y Klein [véase INSTINTO DE MUERTE; ESTRUCTURA].
De este modo, el narcisismo -la identificación omnipotente por (5) Estructura del carácter narcisista. La disección de Rosenfeld
proyección o introyección- queda en mayor o menor medida asi de dos clases de narcisismo tiene una considerable significación
milado al conjunto de las luchas que libra el yo, en los momentos práctica y ha sido suscrita por otros. La estructuración de la per
inaugurales de la vida, a fin de organizarse frente a la amenaza sonalidad, según la expone Rosenfeltl, entre un self «malo" omni
"
448 449
potente y un self "bueno» atrapado ya había sido definida antes Heimann, Paula (1952) «Certain functions of íntrojection and projection
in early infancy», en Melanie Klein, Paula Heimann, Susan Isaacs y Joan
por Meltzer (1968) y Money-Kyrle (1969), pero Rosenfeld demos
Riviere, eds. (1952) Developments in Psycho-Analysis. Hogarth, págs.
tró la estabilidad de esta organización en ciertos tipos de perso
122-68.
nalidad, por lo común denominados fronterizos. Joseph, Betty (1982) .Addiction to near death., Int. J. Psycho-Anal. 63:
cisista simple, por un lado, y, por el otro, la estructura de perso Klein, Melanie (1925) «A contribution to the psychogenesis of tics». WMK
«( ... ) vemos números crecientes» (pág. 270). Esa estructura se (1932) The Psycho-Analysis 01 Children. WMK 2.
edifica por la <{ ..• ) reinternalización del objeto proyectivamen (1946) .Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3, págs. 1-24.
te poseído» (pág. 270). La estructura de personalidad se ha orga (1952) «The origins of transference». WMK 3, págs. 48-56.
nizado por vía defensiva contra la envidia. Trabajos más recien (1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235.
tes sobre la patología de las personalidades fronterizas ponen de Meltzer, Donald (1968) «Terror, persecution, dread», Int. J. Psycho-Anal.
49: 396-400; reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States 01 Mind.
nen de mecanismos y relaciones objetales en conexión con el ins Money-Kyrle, Roger (1969) .On the fear of insanity» , en (1978) The
tinto de muerte. Es uno de los métodos por los que el yo intenta Collected Papers 01 Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 434-41.
organizar las fantasías que expresan el instinto de muerte, y se Rosenfeld, Herbert (1964) "On the psychopathology of narcissism», Int.
diferencia de la modalidad más común que consiste en proyectar J. Psycho-Anal. 45: 332-7; reimpreso (1965) en Herbert Rosenfeld,
un objeto «malo», que fue expuesta por Klein: Psychotic States. Hogarth, págs. 169-79.
450 451
feld introdujo la expresión «narcisismo negativo» para describir modo, una pluralidad de objetos «malos»: -En realidad hay muy
un estado interno de destructividad del yo, que va dirigida hacia pocas personas en la vida del bebé, pero él las percibe como una
sí mismo. multitud de objetos porque se le aparecen bajo diferentes aspec
tos» (Klein, 1952, pág. 54). En las fases más tempranas tiene una
Véase NARCISISMO; INSTINTO DE MUERTE importancia particular el objeto bueno que en cada momento se
percibe como singular; en efecto, su introyección segura consti
tuye la base de la estabilidad del yo. Por su condición de núcleo
Kernberg, Otto (1969) .A contribution to the ego-psychological critique
del yo, su pérdida produce una inseguridad extrema en la posi
of the Kleinian School», 1nt. J. Psycho-Anal. 50: 317-33.
ción esquizo-paranoide. Después, en la posición depresiva, la pér
Meltzer, Donald (1968) «Terror, persecution, dread., 1nt. J. Psycho-Anal.
dida de un objeto interno bueno amenaza desde la pérdida de
49: 396-400; reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States 01 Mind.
un objeto externo, y da origen al duelo, la culpa y el impulso
Perth: Clunie, págs. 99-106.
de reparación [véase ANGUSTIA DEPRESIVA; 10. POSICION DEPRESI
Rosenfeld, Herbert (1971) .A clínical approach to the psycho-analytic
VA; REP ARACION).
theory of the life and death ínstincts: an investigation into the aggressi
En la posición depresiva, el objeto bueno puede ser manteni
ve. aspects of narcissism», 1nt. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
en que se vuelve posible la percepción a distancia, sobreviene sis», lnt. J. Psycho-Anal. 61: 53-60.
una prolongada lucha emocional [véase 10. POSICION DEPRESLVA] Grinberg, León (1962) "On a specifíc aspect of counter-transference due
para establecer el principio de realidad. to the patient's projective identification», lnt. J. Psycho-Anal. 43: 436-44.
454 455
Idealización y envidia: La idealización es un mecanismo de Rosenfeld, Herbert (1983) .Primitive object relations and mechanisms»,
fensa, y se vincula con una forma primaria de escisión (Rosenf' Int. J. Psycko-Anal. 64: 261-7.
feld, 1983), destinada a establecer relaciones con un objeto buer\
no. Los sentimientos malos son inherentes a la existencia del ins'"
tinto de muerte, e inicialmente suponen el riesgo de entrar el)
relaciones confusas con objetos [véase ESTADOS CONFUSIONALES], Objeto malo
en las que unas fantasías destructivas operen sobre objetos bue
nos: esta es la forma primaria de la envidia. La escisión dirigida En la temprana vida de fantasía [véase 5. OBJETOS INTERNOS; 2.
a mantener el objeto y los impulsos buenos separados del objeto FANTASIA INCONCIENTE] se atribuye a los objetos, de una manera
y los impulsos malos constituye una defensa que hace falta al animista, motivos hacia el sujeto. Una sensación corporal displa
comienzo de la vida para mantener el mundo definido con segu centera se interpreta como si proviniera de las intenciones de
ridad como bueno o malo. La idealización es una escapatoria de un objeto malo (motivado malignamente). Semejante objeto, en
los círculos viciosos horriblemente persecutorios en las relacio esta etapa, ofrece una impresión de realidad muy poderosa para
nes con objetos «malos» hostiles [véase PARANOIA; 11. POSICION el infante; pero es la realidad de la existencia y localización de
ESQUIZO-PARANOlDE] y, en consecuencia, representa una defensa un motivo, no de la impresión de un objeto identificado en tér
frente al surgimiento del conflicto instintual primario. minos físicos, como acostumbran concebirlo los adultos.
El objeto malo contrasta con el que es su opuesto polar -y
La idealización y la posición depresiva: Después, la escisión de coexistente-, el objeto ~~bueno»; que deriva de sensaciones cor
un objeto en dos partes y la idealización de una de ellas puede porales placenteras y al que se le suponen motivaciones benig
constituir una respuesta a las dolorosas angustias tempranas de nas. Por ejemplo, en las sensaciones de la lactancia, un objeto
la posición depresiva. La angustia depresiva de ambivalencia· se frustrador, que induce hambre (objeto «malo») es compensado por
evita por medio de una reversión paranoide que consiste en se un objeto que satisface, que alivia el hambre. Estas concepcio
parar los sentimientos buenos de los malos, lo que se consigue nes primitivas son indicadas por la notación: pecho «bueno)), pe
escindiendo los aspectos buenos del objeto de sus aspectos malos cho «malo»; y madre ••buena», madre «mala»; lo mismo vale para
para crear un objeto ideal y, de nuevo, un objeto persecutorio padre, pene, etc. (véase PECHO; MADRE; PADRE].
[véase DEFENSA PARANOIDE FRENTE A LA ANGUSTIA DEPRESIVA]. Al comienzo, estos pares de objetos se perciben estrictamen
te divididos y bien separados, aunque poco a poco se desarrollan
Perfección: La perfección a que se aspira como resultado de una percepciones más realistas, y se llegan a percibir objetos dotados
idealización puede en sí misma volverse muy persecutoria y po de características y motivaciones .buenas» y .malas» mezcladas
ner en acción otros mecanismos de defensa primitivos. El objeto [véase 10. POSICION DEPRESIVA].
real, que tiene sus tachas, llega a representar la experiencia per,
secutoria de un objeto perfecto dañado que en consecuencia 'l( ... ) Véase OBJETOS-PARTES
se percibe no atractivo, realmente una persona lesionada, incu
rable y, por lo tanto, temida» (Klein) 1935, pág. 270).
456 457
personal. Era algo sobre lo cual se descargaban impulsos de ener tro de la atención en cada momento. El objeto posee la caracte
gía, y que se discernía sólo a los fines de la búsqueda de placer, rística de estar motivado para causar la sensación corporal, a lo
de satisfacción y de alivio por parte del sujeto. que se suma un cOl\Íunto de datos sensoriales; estos se acumulan
En la década de 1930, las relaciones objetales se convirtieron poco a poco a partir del contacto cutáneo y de otros receptores
en el centro de atención de la escuela de psicoanálisis que se de a distancia que al comienzo son experimentados dentro de las
sarrolló particularmente en Gran Bretaña [véase ESCUELA DE LAS relaciones objetales primitivas. Por el hecho de encontrarse ra
RELACIONES OBJETALES]. Klein le proporcionó una base inicial de dicalmente reducidos a una única entidad motivada, estos obje
observación con su técnica del juego [véase 1. TECNICA], que lle tos son, desde un punto de vista objetivo, parciales, y se los co Ir"
vó a modificar el concepto de «objeto» [véase 5. OBJETOS INTER noce como objetos-partes [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE;
NOS]. Dentro del esquema de Klein, el objeto es un componente OBJETOS-PARTES] .
de la representación psíquica de un instinto.
Objeto total. La experiencia de los objetos-partes se contrapone
Objetos y fantasía. Lo representado en la fantasía inconciente a la de los objetos totales, cuyas características son notablemente
es una relación entre el self y un objeto, donde el objeto está diferentes. El infante, con su limitada capacidad para ver, oír
motivado por ciertos impulsos, buenos o malos, relacionados con y percibir, alcanza un discernimiento mínimo de la fuente real
las pulsiones instintuales -orales, anales, genitales, etc.""""""' del su de sus sensaciones. Esta capacidad se desarrolla con la madura
jeto [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. En sus orígenes, la fanta ción del sistema nervioso y de los órganos de recepción a distan
sía inconciente es omnipotente y el objeto se percibe dotado de cia (ojos y oídos), y también con la presentación, por las perso
existencia real, dentro o fuera del sujeto: Se entra en relación nas del ambiente, de los significados sociales de lo aprehendido.
con el objeto sobre la base de los impulsos que se le atribuyen Cuando aumenta esta aptitud de discernir el mundo externo, los
en relación con el yo. En sustancia, estas interpretaciones primi objetos que aparecen ante el infante se modifican; se trata de
tivísimas de las sensaciones instintuales inspiran intenso amor una modificación cuyo logro depende de la aptitud emocional para
y gratitud, o bien odio y envidia. Existe en el infante una activi tolerar la ambivalencia [véase ANGUSTIA DEPRESIVA]. Ya no se cree
dad psíquica innata. Klein creía que desde todo comienzo el in que la madre -mala. cause el hambre, ni que sea sin más la ma
fante existe en relación con objetos que distinguen primitiva dre simplistamente -buena. quien lo satisfaga. Algo de las dos
mente del yo: existen relaciones.objetales desde el nacimiento. está presente en el mismo objeto. El objeto se llega a ver más
Tomemos, por ejemplo, aLinfante con hambre. Sus sensacio como un todo, adquiere dos tonalidades, presenta una compleji
nes corporales, dadas por su fisiología, producen también una dad de motivos y atrae sentimientos mezclados del yo [véase AN
experiencia subjetiva y psicológica. El malestar es atribuido a la GUSTIA DEPRESIV Al. Esta constelación se conoce como posición de
motivación de un objeto malévolo alojado realmente en su pan presiva [véase 10. POSICION DEPRESIVA]. El desarrollo de la apti
cita, que se propone causarle la molestia del hambre. Bion desig tud de percibir objetos totales no depende solamente del mayor
na este objeto, de una manera ambigua, como un «no-pecho», con refinamiento de la percepción. En buena medida está determi
lo cual da por admitido que objetivamente hay una ausencia. Pe nado por la capacidad de tolerar los estados de angustia que in
ro, para el infante, no existe nada parecido a una ausencia, sino troduce la presencia de un objeto mixto (o contaminado). Este
la presencia de algo que le causa el dolor de la frustración: de desarrollo emocional es esencial; si no se consigue dar este paso,
hecho, el hambre roe. el individuo es proclive a retroceder hasta la posición esquizo
En este ejemplo, el objeto es atribuido al interior del yo, a paranoide [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE] y hasta la per
la pancita. Se lo denomina objeto interno. Un objeto interno bue cepción distorsionada de un mundo compuesto por objetos neta
no se experimenta cuando dan de mamar al infante y él siente mente «bl1enos» y «malos». Los analistas kleinianos consideran la
la leche tibia que le procura sensaciones de satisfacción en su relación con objetos totales como uno de los fines terapéuticos
pancita [véase 5. OBJETOS INTERNOS]. del psicoanálisis [véase DESARROLLO].
El infante vive en un mundo de relaciones objetales malas y
buenas, según sean las sensaciones corporales que ocupen el cen-'
Q
458 459
Las características de los objetos. Si bien Klein no fue sistemátit D», que denota una oscilación entre la posición esquizo-paranoide
ca en sus concepciones teóricas, de hecho sus descripciones de y la posición depresiva [Ep-D1.
objetos se pueden categorizar según varias dimensiones:
(i) Buerw por oposici6n a malo: En el estado primitivísimo, el (iv) Interno/externo: El yo tiene un límite desde el nacimiento
objeto de allegamiento presenta cualidades incontaminadas de mismo, y se experimenta en relación con el mundo exterior, in
bondad o de maldad, en el sentido de que hace bien o mal al natamente vivido como exterior. Objetos experimentados como
sujeto y, al propio tiempo, impone una relación en la que el yo el resultado de sensaciones corporales que provienen del inte
rebosa de sentimientos amorosos u hostiles, que a su vez él mis rior del cuerpo se perciben dentro del yo y, en consecuencia, son
mo percibe como buenos o malos. Desde un punto de vista obje objetos internos: por ejemplo, el «objeto-que-causa-el-hambre»,
tivo, en consecuencia, este tipo de objeto está «dividido» [véase que se interpreta interior a la pancita, donde están los dolores
ESCISION], lo que produce una división en el estado del yo y sus del hambre. A la inversa, objetos experimentados a través de la
sentimientos. piel se viven como situados afuera (objetos externos). El trabajo
de algunos de los colaboradores de Klein, en especial el de Bick,
(ii) Pulsiones instintuales: En principio, cada impulso da origen ha mostrado que el distingo entre adentro y afuera puede resul
a un objeto específico para las sensaciones corporales que son tar desquiciado de una manera catastrófica [véase IDENTIFlCACION
características de ese impulso: una madre que «causa» el ham ADHESIVA]. Muy al comienzo de la vida, se puede trocar la locali
bre, una madre que «satisface» el hambre, una que causa frío y zación de objetos de adentro o de ~fuera: un objeto interno pue
una que calienta, una que sostiene de manera precaria y una que de ser expelido afuera, o un objeto externo -el pecho del que
sostiene con firmeza, etc. [véase INSTINTOS; 2. FANTASIAINCONCIEN el infante mama- se llega a experimentar como si residiera den
TE]. Estos objetos designados como «madre.' en modo alguno se tro de la pancita, donde procura las sensaciones de tibia sacie
deben confundir con la madre real tal como la percibe un obser dad. Tales movimientos de objetos en relación con límites del yo
vador ajeno, puesto que las percepciones del infante son radical son interpretaciones de la sensación corporal [véase 2. FANTASIA
mente diferentes y se basan en estados internos de su cuerpo. INCONCIENTE] y, llegado el caso, de sensaciones corporales indu
Al comienzo de la vida apenas si hay discernimiento del tiempo cidas, como chuparse un pulgar [véase FANTASIAS MASTURBATO
y de la suplantación de un objeto por otro. Se debe observar tam RIAS]. La finalidad de estas relocalizaciones en la fantasía, y de
bién que estos objetos se presentan por pares: los que frustran la estimulación corporal que se puede emplear para originar es
y los que satisfacen. Cada par corresponde a la distinción de bueno tas fantasías, es proteger al infante de objetos temibles: por ejem
por oposición a malo del apartado (i), supra [véase OBJETOS plo, un objeto interno malo y lesivo que produce hambre, que
PARTES]. tiene la intención de lesionar o dañar la pancita del bebé [véase
9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITIVos1.
(iii) Objeto parcial por oposici6n a objeto total: Aquellos estados
primitivos [véase 11. POSICIONESQlliZO-PARANOIDE] en que el bebé
teme a los objetos malos,alojados adentro o afuera, dejan paso (v) Físico por oposición a mental: En el curso del desarrollo, el
al nuevo estado de objetos mixtos (objetos buenos contaminados) mundo de los objetos internos cambia, y una cualidad de psíqui
que suscitan sentimientos mezclados y relaciones ambivalentes co se separa de una cualidad de físico (Scott, 1948). Los objetos
[véase AMBIVALENCIA]. El nuevo estado, que es tan doloroso co internos retienen una cualidad física; pero en ese momento sur
mo el primero, pero lo es de manera diferente [véase ANGUSTIA ge una posibilidad de representación que no se perCibe como una
DEPRESIVA], se conecta entonces con la experiencia de objetos más presencia física, sino que se discierne como «mera» representa
completos, conocidos como objetos totales. El retroceso hacia re ción. Esto introduce las posibilidades del .mundo de representa
laciones de objeto parcial y el progreso hacia relaciones de obje ciones» (Sandler y Rosenblatt, 1962) y de representaciones de «self"
to total es una dinámica en fluctuación constante durante toda y de «objeto», términos que se emplean dentro del marco de la
la vida. Esa dinámica es representada por Bion con el signo «Ep pSicología del yo [véase PSICOLQGIA DEL Y01.
460 461
En cambio, representaciones e imágenes son contenidos psí
Objetos internos y representaciones. Es a menudo difícil apre
quicos que no presentan esa sensación de algo concreto y que
hender la distinción entre el concepto de ~objetos internos», se se disciernen como representaciones, tal como un símbolo genui
gún lo definen los kleinianos, y el de (.representaciones», en el no se discierne como un objeto que representa algo, pero de he
sentido que le dan freudianos ortodoxos como Sandler y Rosen cho no se lo confunde con la cosa cuyas veces hace [véase FOR
blatt. La omnipotencia de la fantasía temprana determina la ex
MACION DE SIMBOLO].
periencia de un objeto con presencia física real en el interior del Hemos planteado esta oposición con fines de esclarecimiento,
yo; se lo percibe físicamente dentro del cuerpo, y se lo suele iden
pero tanto los objetos internos como las representaciones coexis
tificar con una parte de este: un nudo en la garganta, mariposas
ten en la vida psíquica de los individuos. El mundo de represen
en el estómago, etc., son experiencias comunes por las que se taciones es aquella actividad psíquica que adquiere cada vez ma
cuela hasta la conciencia ese tipo de pensar concreto. La teoría yor relieve desde los comienzos de la vida y que se desarrolla
de los objetos internos sostiene que semejante creencia en una a medida que, con el inicio de la posición depresiva, la sensación
presencia concreta dentro del yo (self o cuerpo) es el rasgo dis
de realidad interna se verifica mejor y se vuelve más precisa [véa
tintivo de los procesos inconcientes [véase 2. FANTASIA INCONCIEN
se POSICION DEPRESIVA]. Pero parece correcto afirmar que proba
TE]; la omnipotencia de la fantasía de hecho engendra experien
blemente no exista representación en ausencia de un objeto in
cias y manifestaciones visibles de la personalidad que armonizan
terno, y tampoco un manejo mental de representaciones en ausen
con las creencias de la persona. Las personas son lo que ellas cia de una fantasía inconciente que le corresponda, referida a
creen ser. e
relaciones entre objetos internos. En circunstancias normales, la
Existe, en consecuencia, una similitud con la exposición so
índole concreta de los objetos internos no estorba la apreciación
bre la estructura y los objetos psíquicos que Freud ofreció al for
más realista del mundo procurada por las representaciones Y las
mular el modelo de yo, ello y superyó. Mientras que Freud pre
imágenes. No obstante, puesto que las fantasías inconcientes son
sentó ese modelo como un instrumento conceptual para que los
las manifestaciones psicológicas de los instintos, ellas dan color,
psicoanalistas 10 aplicaran en su trabajo, la concepción kleiniana
energía, pasión y sentido a la actividad psíquica; en consecuen
sostiene que también los pacientes conciben modelos de aquello
cia, son las fantasías inconcientes del mundo de objetos internos
en lo cual consiste de hecho su psique y su cuerpo, y creen efec
las que confieren significación a las representaciones e imágenes
tivamente en esos modelos. Segal (1964) informó sobre el sueño
manejadas en la mente conciente. El mundo de los objetos inter
de un oficial naval:
nos se corresponde aproximadamente con el concepto de «cate
xis afectiva» de representaciones, en la acepción que le dan los
«( ... ) una pirámide. :En la base de esta pirámide había una apre
tada muchedumbre de marineros que sostenían sobre su cabeza psicoanalistas ortodoxos (véase Sandler, 1987).
un pesado libro de oro. Sobre el libro estaba de pie un oficial
Véase 5. OBJETOS INTERNOS; REAUDAD INTERNA
naval del mismo rango que el soñante, y sobre los hombros de
aquel, un almirante. El almirante, dijo, parecía ejercer a su mo
do una presión no menos grande desde arriba, e inspiraba el mis
Sandler, Joseph (1987) From Safety ro Superego. Kamae.
mo temor, que la muchedumbre de marineros que formaban la Sandler, Joseph y Rosenblatt, Bemard (1962) .The eoneept of the repre
base de la pirámide y empujaban desde abajo» (pág. 21). sentational world», Psychoanal. Study Child 17: 128-45.
Siguió el paciente diciendo que su sueño lo representaba a él mis trie and psyeho-analytic implieations of the body sehema., lnt. J. Psycho-
mo, sus instintos desde abajo y su conciencia desde arriba. Pues Anal. 29: 141-55.
to que el paciente no sabía ni había leído nada sobre psicoanáli Segal, Hanna (1964) lntroduction ro the Work of Melanie Klein. Heine
sis, empleaba un modelo propio que habría hecho las delicias de mann; reimpreso (1973) Hogarth.
463
462
Objetos bizarros Bion, Wilfred (1956) "Development of schizophrenic thought», Int. J.
Psyclw-ArwL 37: 344-6; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts.
Durante la década de 1950, Bion empezó a elaborar una teoría Heinemann, págs. 36-42.
general de la perturbación de pensamiento esquizofrénica, basa (1957) "Differentiation of the psychotic from non-psychotic persona
lities», Int. J. Psycho-Anal. 38: 266-75; reimpreso (1967) en W. R. Bion,
da en las consecuencias de una escisión fragmentante del yo. De
Second Thoughts, págs. 43-64.
mostró que el esquizofrénico sufre de una escisión de cierta par
te del yo, el aparato perceptual:
466
467
Posición depresiva: Se trata de una relación nueva con la ma Objeto total
dre, en que la madre excepcionalísima y muy buena y entera
mente bien intencionada (un objeto-parte) se convierte en una Este término pertenece al trabajo de Abraham sobre las vicisitu
figura mixta -hasta contaminada- y deja de ser la fuente de des del objeto y su relación con el desarrollo de la libido (Abra
perfección que el niño desea. Esta relación nueva con la madre ham, 1924). Klein imprimió un sesgo radicalmente novedoso a
constituye el núcleo de la posición depresiva: «( ... ) sólo cuando la teoría de Abraham de los objetos parciales y del «amor parcial»
el yo ha introyectado el objeto como un todo ( ... ) es capaz de [véase OBJETOS-PARTES].
percibir cabalmente el desastre producido por su sadismo•• (Klein,
1935, pág. 269). El infante tiene que debatirse con el hecho de La posición depresiva: La aptitud de percibir una persona .tal
que odia, con la más irrestricta y paranoide intensidad, a la ma como es en realidad» constituye un logro que demanda algo más
dre en quien ahora ve también a la madre amada que lo ama que la maduración del aparato perceptual. El objeto .bueno" que
manta, lo cuida y lo ama. Esta confluencia de emociones es per satisface las necesidades del infante y el objeto «malo» que lo de
turbadora en extremo, y puede tropezar con una resistencia. Las ja esperando pasan a ser discernidos como una misma persona,
observaciones de Klein le sugirieron la idea de que el infante fluc un objeto total (Klein, 1935) [véase 10. POSICIONDEPRESIVA]. Pero
túa entre las relaciones paranoides y la posición depresiva. Las lo que se discierne no es la mera presencia física sino su realidad
constantes aproximaciones a la posición depresiva poco a poco emocional. El objeto total (i) posee su propia disposición de sen
permiten dominar el torbellino emocional [véase lO. POSICION DE timientos y motivos muy mezclados, y (H) se lo reconoce como
PRESIVA]. susceptible de su!rir, lo mismo que el sujeto. Los objetos ya no
Un catálogo de objetos-partes incluiría: «bebés», «objeto ma se definen por los sentimientos ni por las necesidades del sujeto
lo», «pecho», «cola". «niño», «figura parental combinada», «heces», mismo .
•padre», «objeto bueno», «leche», «madre», «madre-con-pene», «pe
ne», .útero», Amor y cuidado: Abraham había definido los objetos-partes co
mo aquellos que sólo procuran gratificación al sujeto porque sa
Véase PADRE; OBJETO MALO; FIGURA PARENTAL COMBINADA tisfacen sus necesidades; y el .genuino amor de objeto» nacía úni
camente cuando el objeto era apreciado como un todo. Ahora
bien, Klein entendió que amor y gratitud aparecían desde el co
Abraham, Karl (1924) .A short history of the development of the libi
mienzo. Todo objeto que gratifique aumentará la gratitud y el
do», en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Ho
amor, y uno que frustre provocará odio y paranoia. En el caso
garth, págs. 418-501.
de los objetos-partes, se producen saltos bruscos entre amor y
Bion, Wilfred (1959) «Attacks on linking», Int. J. Psycho-Anal. 40: 308-15¡
odio según sea el estado de necesidad o de satisfacción del infan
reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, pág<>.
te, pero en la posición depresiva los sentimientos hacia el objeto
93-109. adquieren una estabilidad y la dimensión novedosa del cuidado
Klein, Melanie (1927) .Criminal tendencies in normal children». WMK por el objeto. Esta aptitud para el cuidado constituye un logro
1, págs. 170-85. porque es penosa para el sujeto: el dolor del objeto es el dolor
(1929a) .Personification in the play of children•. WMK 1, págs:
199-209. del sujeto.
(1929b) «Infantile anxiety-situations reflected in a work of art and
in the creative impulse». WMK 1, págs. 210-8. Véase AMOR; 10. POSICION DEPRESIVA; OBJETOS-PARTES
(1935).A contribution to the psychogenesis of manic-depressive sta
tes». WMK 1, págs. 262-89.
(1936) .Weaning•. WMK 1, págs. 290-305. Abraham, Karl (1924) .A short history of the development of the libi
do., en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Ho-·
468
469
Observación del bebé su estado psíquico en tanto ambiente primario del niño. De he
cho, daba sustento al aforismo «Un infante es algo que no existe»
Véase OBSERVACION DEL INFANTE (Winnicott, 196Ó). Joseph (1948) discutió una observación breve
en torno del problema de hacer una intervención terapéutica.
Pero si dejamos de lado estas afortunadas observaciones, el inte
rés por los infantes hizo progresos lentos.
Observación del infante
Comunicací6n no simb6lica: Cuando se comprendió por fin que
Lo urgente en el análisis de niños después de la Primera Guerra existen diferentes variedades de identificación proyectiva (Bion,
Mundial era aportar pruebas para las concepciones de Freud acer 1957) [véase 13. IDENTIFICACIONPROYECTlVA}, se volvió posible bus
ca de la niñez, que él había formulado por extrapolación desde car un método de observación del infante. La identificación pro
la vida adulta. Y no menor urgencia suscitaron los descubrimien yectiva no es una forma de comunicación simbólica. Se advirtió,
tos sobre las experiencias del infante en su primer año, que se no obstante, que el influjo directo del estado psíquico de una per
habían obtenido sobre la base del análisis emprendido por Klein sona sobre otra puede adquirir un potencial comunicativo que
en niños mayores (de dos años y medio en adelante). A comien es ajeno al mundo simbólico (<<identificación proyectiva normal»).
zos de la década de 1950, se intentó observar este período evolu A veces hasta puede ocurrir que los símbolos sean un instrumen
tivo. to empleado con el propósito de producir ese influjo directo (co
El problema que se plantea es el de ser un observador extra municaciones no verbales por el tono de voz, etc.). Por este ca
ño que no dispone de un método directo para la escucha del mun mino, los analistas que empezaban a alertarse para el empleo de
do interno del infante. Se trata de un período evolutivo en que sus propias reacciones como instrumentos de comprensión [véa
la vida simbólica es mínima; en consecuencia, son igualmente mí se CONTRATRASFERENCIA} se encontraron con un método que no
nimas las posibilidades de comunicación (esta, por lo común, de requería expresiones simbólicas del mundo interno. Ahora bien,
pende de símbolos). En el caso de los adultos, el método se basa en el método de observación del infante, el influjo directo de es
en una comunicación verbal mutua; con los ni~os, consiste en tados psíquicos ha de referirse por fuerza a los que se establecen
su juego, que es observado y en el que a veces se participa [véa entre el infante y la madre. De esta manera, la madre se conver
se ANALISIS DE NIÑOS}. Y para los infantes hace falta un método tía en un vehículo que permitía volver manifiestas las interac
distinto. El infante lo conceptualiza todo en función de objetos ciones del infante con objetos; se había descubierto un equiva
relacionados con su cuerpo, con las partes de este y sus propias lente de los juguetes en el análisis de niños.
sensaciones y satisfacciones directas. ¿Es posible entrar en el
mundo del infante, en ausencia de alguna forma de comunica Observación del in/ante: Bick comenzó este trabajo en 1948, co
ción simbólica? mo ejercicio de formación para estudiantes psicoterapeutas y psi
Este problema se discutió con furia en las Polémicas de 1943. coanalistas de niños (p.ej., Magagna, 1987; Glucksman, 1987; di
Cuando el trabajo de Susan Isaacs de 1943 (<<The nature and func Ceglie, 1987). Inició observaciones sistemáticas de infantes con
tion of phantasy») se publicó al fin (1948), ella incluyó una intro su madre en el hogar sobre una base hebdomadaria para todo
ducción exhaustiva donde intentaba validar el proceso de la in el primer año de vida (Bick, 1964, 1968 y, póstumamente, 1986).
ferencia psicoanalítica: si Freud había extrapolado desde la vida Como era de esperar, los resultados confirmaron en parte los ob
adulta hacia la niñez, estaba justificado entonces que KIein ex tenidos por el análisis de niños y, en parte, aportaron teorías y
trapolara desde su trabajo con niños hacia la infancia. hechos nuevos, algunos de los cuales han quedado hoy un poco
También Klein hizo observaciones directas en infantes; inter excéntricos respecto del cauce principal del pensamiento klei
pretó, sobre la base de sus propios descubrimientos, la índole de niano [véase BICK}: la índole pasiva de ser cohesionado por el ob
sus experiencias psíquicas. Cosa interesante, cuando su trabajo jeto primero, y la naturaleza de la identificación adhesiva.
se publicó finalmente (Klein, 1952), se pudo comprobar la gran Bick describió los primerísimos intentos de introyectar un ob
atención que prestaba al ambiente representado por la madre y jeto que pueda cohesionar la personalidad [véase 11. POSICION
~
470 471
ESQUIZO-PARANOIDE]. Ella vio, en la interacción madre-infante, que significación de la omnipotencia se vinculaba a los miedos de una
este objeto primero se experimentaba en particular a través del destructividad omnipotente y al hecho de que ciertas activida
contacto de piel, y que la sensibilidad cutánea daba origen a un des de fantasía, en especial las que intervienen en los mecanis
objeto contenedor. mos de defensa primitivos (absorción, expulsión, aniquilación) tie
nen efectos permanentes y profundos sobre el desarrollo del yo
Véase PIEL; IDENTIFICACION ADHESIVA y sus relaciones objetales características. Klein consideró que es~
tas fantasías omnipotentes [véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRI
MITIVOS] eran defensas frente a la experiencia de separación, de
Bick, Esther (1964) «Notes on infant observation in psycho-analytic trai dependencia y de envidia.
ning», 1nt. J. Psycho-AruJ,l. 45: 558-66; reimpreso (1987) en Martha Ha
rris y Esther Bick, The Collected Papers 01 Martha Harris and Esther Omnipotencia de la fantasta. El infante experimenta como rea
Bick. Perth: Clunie, págs. 240-56. les las tempranas fantasías de absorción y expulsión, y ellas ori
(1968) .The experience of the skin in early object relations., 1nt. J. ginan una efectiva .alteración del yo». Estos mecanismos omni
Psycho-Anal. 49: 484-6; reimpreso en The Collected Papers 01 Martha potentes iniciales son en consecuencia responsables de desarro
Harris and Esther Bick, págs. 114-8. llos eficaces en el self y en el yo. En la fantasía se cree que .ciertos
(1986) «Further considerations of the function of the skin in early objetos residen dentro del self y forman parte de él: por ejem
object relations», Br. J. Psychother. 2: 292-9. plo, un objeto -bueno» introyectado, con el consiguiente desarro
Bion, Wilfred (1957) .Differentiation of the psychotic from non-psychotic
llo real de un sentimiento de seguridad y confianza. Y efectos
personalities», 1nt. J. Psycho-AruJ,l. 38: 266-75; reimpreso (1967) en W.
R. Bion, Second ThOughts, págs. 43-64. __ .!.
contrarios tiene la pérdida, sentida en concreto, del objeto inter
di Ceglie, Giovanna (1987) .Projective identification in mother and baby
no bueno. La experiencia interna del objeto malo se percibe co
relationship», Br. J. Psychother. 3: 239-45.
mo una amenaza paranoide a la vida [véase 5. OBJETOS INTERNOS;
Glucksman, Marie (1987) .Clutching at straws: an infant's response to
OBJETOS].
lack of maternal containmento, Br. J. Psychother. 3: 340-9.
Fantasías omnipotentes entran en la constitución psicológica
Isaacs, Susan (1948) .The nature and function of phantasy., 1nt. J. Psycho
de varias maneras:
AruJ,l. 29: 73-97; reimpreso (1952) en Melanie Klein, Paula Heimann, Su
472 473
Desarrollo. Lo normal es que el impulso para salir de este Segal, Hanna (1983) "Some clinical implications of Melarue Kle1n'e work.,
miento de omnipotencia provenga de la experiencia de desvaIt)· Int. J. Psycho-Anal. 64: 269-76.
miento, si esta es mediada por objetos externos contenedores qu~ 'ínnicott, Donald (1953) «Transitional objects and transitional pheno
puedan ser introyectados y con los cuales haya identificaci6n. mena», Int. J. Psycho-Anal. 34: 89-96; reimpreso (1971) en D. W. Winni
cott, Playing and Reality. Tavistock.
El abandono de la invasión o incorporación narcisistas de obje
tos es un paso esencial en el desarrollo de la posición depresiva
[véase 10. POSICION DEPRESIVA] y el reconocimiento de la reali~
dad de los objetos en sí mismos.
Padre
Omnipotencia e intrusión. Winnicott, en cambio, consideró que
la omnipotencia era desde el comienzo un área protegida que de Al nacer, toda experiencia que pase después a asociarse con «pa
bía resistir a la intrusión, punto de 'vista asimilable a la teoría dre» no es sino un objeto por entero construido. que se dibuja en
clásica del narcisismo primario [véase NARCISISMO]. En ausencia la vida de fantasía inconciente. Cuando el infante, en la posición
de distinción entre él mismo y su madre, el infante existe en un esquizo-paranoide, descubre que no hay objeto que lo satisfaga
estado de .omnipotencia primaria». El papel de la madre, según (si la madre en algún sentido está ausente), experimenta un ob
la concepción de Winnicott, consiste en proveer por el infante jeto malo [véase OBJETO MALO]. Este objeto malo, si ya operan
de manera que este mantenga la creencia ilusoria en su propia fantasías de nivel genital, se concebirá como una pareja odiada
omnipotencia. Para ello, proporciona la satisfacción anhelada (el y temida que se afana en una unión exclusiva, por lo común muy
pecho) en el lugar y el momento exactos en que el infante aluci violenta y dañina [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA]. Parte de
na su propia satisfacción del hambre. La segunda tarea decisiva esta unión es después un objeto parcial que ocupa a la madre
de la madre, según Winnicott, es registrar los momentos en que (el pene) o que ocupa el pecho de la madre (el pezón), y que lle
el infante empieza a estar listo para salir de su omnipotencia. gado el caso se atribuirá a un padre estricto y represor, cuando
Puede introducir entonces un momento de frustración, una falta se lo conozca mejor como una figura externa con vida propia.
de satisfacción, en el momento y el tiempo justos. La .madre lo En ocasiones aparecen fantasías protectoras que establecen
bastante buena» es la que dosifica bien esto. La transición de la al pene como guardián del espacio materno y que contribuyen
omnipotencia infantil a una realidad más fiel no se produce si a disminuir la angustia de impulsos demasiado violentos en el in
la confrontación con ll:1. madre ocurre con excesiva brusquedad fante.
o demasiado temprano. En ese caso, el infante sufre una expe
En un período levemente posterior, cuando el infante esta
riencia que Winnicott denominó intrusi6n.
blezca más figuras (objetos totales) en su vida, el padre será un
Winnicott (1953) describió un paso intermedio que lleva al in objeto al que poder volcarse si la madre decepciona (lo caracte
fante a salir del estado de narcisismo primario: busca y crea ob rístico es que esto suceda en el momento del destete, según Kleln),
jetos transicionales como etapas de medio camino para no tener un objeto susceptible de amor e identificación. El padre es la pri
que renunciar por completo a la omnipotencia infantil. Winni mera oportunidad para explorar objetos nuevos, y de aliviar en
cott parece regresar a una concepción más ortodoxa del narcisis parte, en consecuencia, la intensidad de la posición depreSiva.
mo primario, en el acto de denominarlo omnipotencia primaria.
El yo, si es que se le puede dar ese nombre en la concepción Género: Los objetos-partes «madre», «pene." «pecho», ~(pezón», etc.,
de Winnicott, tiene la única función primaria de experimentar surgen primeramente como objetos que pueblan la fantasía in
la amenaza de no existir en un mundo. El yo no posee mecanis conciente, y después son atribuidos a miembros de la familia. Es
mos de defensa propios, y está a cargo del ambiente defender importante recordar que si bien la atribución social de géneros
ese estado psíquico de omnipotencia no diferenciada. a la madre y al padre reales parece distribuir los objetos-partes
entre ellos -«madre. y .pecho» corresponderían a la madre real,
y «pene», al padre-, no es ese el modo en que procede el nitl.o.
Rosenfeld, Herbert (1987) Impasse and Interpretation. Tavistock. Antes de la socialización y de la aceptación más condente de es·
'"
474 476
tos atributos de género, el infante experimentará tales objetos impulsos agresivos y los círculos viciosos a los que daban origen
partes en ambos progenitores, y más adelante, a pesar de la in eran la perturbación esencial que entorpecía la capacidad de
terposición de actitudes socializadas, puede persistir una búsque amor.
da ardiente de los aspectos maternales de los hombres o de los
aspectos masculinos de las mujeres. En verdad, la unión de los Véase 12. ENVIDIA; INSTINTO DE MUERTE; PSICOSIS
padres perdura en el interior de la personalidad, y la madurez
consiste en una creciente capacidad de tolerar, admitir y valorar
esos dos aspectos abrazados dentro del self. Klein, Melaníe (1930) «The importance of symboHormation in the deve
lopment of the ego». WMK 1, págs. 219-32.
Véase OBJETOS-PARTES (1932) TIte Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
Paranoia Pecho
Desde el comienzo de sus trabajos, Klein quedó impresionada por Aquella parte de la madre con la que primero entra en contacto
la violencia del juego de los niños y de la vida humana de fanta el infante es su pecho. Klein comprendió que el infante tiene só
sía. Pronto vio que inhibiciones y problemas neuróticos en los lo percepciones parciales de los objetos de su mundo, por razo
niños nacían de un miedo intenso, engendrado por las fantasías nes que dependen de su neurofisiología y también de su desarro
de agresión. La prevalencia de los sentimientos y las relaciones llo emocional. En consecuencia, definió el objeto parcial como
objetales paranoides la condujo, en 1935, a contraponer la posi «el pecho•.
ción depresiva a una posición paranoide previa; esta última ex Aunque al comienzo se imaginaba que el pecho físico se expe
presión fue abandonada en 1946, cuando Klein introdujo el tér rimentaba como algo físicamente presente y separado del resto
mino "posición esquizo-paranoide» [véase 11. POSICION ESQUIZO de la madre física, el término ha llegado a adquirir el significado
PARANOIDE]. general del primer objeto parcial [véase OBJETOS-PARTES] que, con
posterioridad, denota el objeto materno continente y contrasta
El círculo vicioso paranoide: Klein se ocupó de continuo de la con el pene paterno y con los bebés rivales.
fuente de esta agresión. Las fantasías agresivas inspiran un mie Como objeto parcial, el «pecho» tiene diversas características
do intenso de retorsión. El miedo provoca más odio y violencia, posibles según las necesidades del infante en cada momento. El
que a su vez ocasionan más miedo de retorsión. Expuso esto co bebé sentirá que parte de su experiencia es buena, y entonces
mo un «( ••. ) círculo vicioso dominado por el instinto de muerte, concebirá el pecho como bueno (el pecho «bueno»), mientras que
en que la agresión origina angustia y la angustia refuerza la agre la experiencia mala lleva a la concepción del pecho «malo».
sión. (Klein, 1932, pág. 150). Describió la manera en que los ni
ños podían quedar entrampados en este círculo vicioso que indu Véase OBJETOS; OBJETOS-PARTES
cía pánico y pavor nocturnus (terror nocturno), y empezó a pre
guntarse por el nexo que había entre estos estados y las psicosis
paranoides de los adultos. Por fin descubrió, en un niño severa
mente inhibido, que este miedo paranoide era tan intenso que Pene
inhibía toda actividad, incluida la aptitud de crear símbolos. Klein
comprendió entonces que aquellos crescendos de agresión y mie El «pene» es un objeto parcial, que inicialmente es concebido en
do eran ciertamente la base de psicosis (Klein, 1930). la fantasía inconciente como una parte de la figura parental com
Aunque Klein sabía bien de la importancia de los sentimien binada. El infante lo cree residente dentro del cuerpo, abdomen
tos amorosos y buenos [véase AMOR], consideró siempre que los o pecho de la madre [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA].
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La violencia de la concepción inicial puede ser atribuida al En sus trabajos, Bion d.efinió varias concepciones del pensa
padre externo cuando por fin se produce el encuentro con él [véa miento diferentes (Spillius, 1988); las expuso a todas en sus dos
se PADRE]. Con el comienzo de la posición depresiva, el pene aca publicaciones de 1962: (1) el apareamiento de una pre-concepción
so se considere un aliado para reparar a la madre dañada. A me con una realización; (2) el apareamiento de una pre-concepción
dida que progresa su desarrollo, el varoncito puede obtener de con una ausencia, y (3) un proceso que depende de la función
su pene una gran seguridad, si este se identifica con el pene re alfa, provista originalmente por la mente materna en un estado
parador (' padre. Por otro lado, puede llegar a ser muy temido, de «ensoñación»; la mente materna constituye un objeto capaz
y aun desautorizado, si se lo identifica con el objeto violento de de comprensión, que puede ser introyectado y constituir enton
la fantasía inicial. ces la ba.¡:¡e de la función de pensamiento. El último de estos mo
Como sucede con otros objetos-partes, sus características pa delos fue el que Bion escogió para seguir desarrollándolo (Bion,
recen de determinación innata en alguna medida, y hace falta 1970), y otros lo han adoptado como una teoría kleiniana del pen
un trabajo para distinguir con mayor aproximación los objetos samiento.
externos,. en este ca.¡:¡o el padre, tal como en realidad son [véase
SABER INNATO].
(1) El apareamiento de una pre-concepción con una realización.
Véase PADRE; OBJETOS-PARTES; MASCULINIDAD
En el desarrollo de su teoría del pensamiento, Bion se basó en
los conceptos kleinianos de la posición esquizo-paranoide y la
identificación proyectiva. La idea que él sostiene sobre la vincu
lación de objetos afirma que existe una aprehensión innata de
Pensamiento la vinculación de dos objetos y de la relación entre estos, que
se basa en la expectativa innata de la relación entre boca y pe
La posición clásica de Klein en sus primeros trabajos la condujo zón, y entre pene y vagina. Bion intentó alcanzar un rigor de
a destacar la importancia de las luchas infantiles en torno de la tipo matemático en sus términos:
aceptación de la escena primaria, así como el pensar doloroso
y falso acerca de los misterios de la sexualidad parental (Klein, (a) Pre-concepción. Este término representa un estado de expec
1923). El interés de Klein por el componente epistemofílico de tativa. El término es el equivalente de una variable en lógica ma
la libido introdujo cambios importantes en la comprensión de la temática o de una incógnita en matemática. Reúne las cualida
curiosidad y el conocimiento, rasgos innatos que aparecen desde des que Kant atribuye a un concepto vacío, que puede ser pen
el comienzo de la vida (Klein, 1930, 1931) [véase EPISTEMOFILIA; sado pero no conocido.
SABER INNATO]. (b) Concepción. Es aquello que resulta cuando una pre-concepción
El interés de Klein por este aspecto de su obra se desdibujó se aparea con las impresiones sensoriales adecuadas (Bion, 1962b,
por un tiempo, pero cobró nuevo impulso cuando varios de sus pág. 91).
colaboradores empezaron a analizar esquizofrénicos. Estos en-.
frentaban perturbaciones de cognición graves. Rosenfeld y Segal Existe una expectativa innata de unión de dos objetos para for
presentaron material clínico donde analizaban el pensamiento mar un tercero que sea más que una suma de las dos partes. Bion
fracturado y la escisión de personalidad de estos pacientes [véa considera que esta relación es la propiedad que está en la base
se VINCULACION]. Ahora bien, Bion retomó esto e inició una vas de la construcción de pensamientos. Definió «una historia evolu
ta expedición teórica, cuyo punto de partida fueron las dificulta tiva» de un pensamiento (Bion, 1962a; b), que es como sigue: una
des que encuentran los esquizofrénicos para establecer vínculos pre-concepción innata, como la expectativa neural y anatómica
intelectuales (Bion, 1959) [véase VINCULACION]. El estudio de los de la boca por un pezón, encuentra una realización (el pezón
caminos anormales por los cuales los esquizofrénicos aplican su real entra en la boca), y el resultado es una concepción. Las con
aparato mental permitió a Bion alcanzar una comprensión del pen~ cepciones son los frutos de unas conjunciones satisfactorias [véase
samiento normal. PRE-CONCEPCION].
~
478 479
(2) El apareamIento con una ausencia. En homenaje a Freud, quien «es una desviación significativa respecto de los sucesos que Freud
consideraba que el desarrollo del pensamiento nacía de la ausen+ presenta como característicos del pensamiento en la fase de do
cia de una satisfacción, Bion consideró la situación en que un~ minación del principio de realidad. Lo que debió ser un pensa
pre-concepción se aparea con la ausencia de una realización: miento, un producto de la yuxtaposición de pre-concepción y rea
lización negativa, se convierte en un objeto malo, indistinguible
«¿Es un "pensamiento" lo mismo que una a\)sencia de una cosa? de una cosa-en-sí, y sólo apto para ser evacuado» (Bion, 1962a,
Si no hay "cosa", ¿es "no cosa" un pensamiento, y es gracias pág. 112).
. al hecho de que existe "no cosa" como reconocemos que "eso"
tiene que ser un pensamiento?» (Bion, 1962b, pág. 35). En tal caso no se desarrolla un aparato para pensar; lo que en
cambio se desarrolla es el uso de la identificación proyectiva:
Para el infante, la ausencia de un pecho es una presencia no me
nos concreta que la presencia misma del pecho; en tal caso, el
«El modelo que propongo para este desarrollo es una psique que
pecho ausente se sabe como el «no-pecho» [véase OBJETO MALO;
opera según el principio de que evacuar un pecho malo es sinó
OBJETOS]. Bion intenta descubrir la fuente de la cualidad que aler
nimo de obtener el sostenimiento de un pecho bueno. El resulta
ta a la conciencia sobre el hecho de que cceso» es un pensamiento
do final es que todos los pensamientos son tratados como si fue
y no una realidad o una alucinación. Esto depende de la capaci
ran indistinguibles de objetos internos malos; se cree entonces
dad del yo para tolerar la experiencia del objeto malo que lo ame
que la maquinaria apropiada no es un aparato que permita pen
naza y la experiencia de la pérdida del objeto bueno. Si esa tole- .
sar pensamientos, sino un aparato que libre a la psique de acu
rancia es posible, entonces el yo es capaz de experimentar el ccpen
mulaciones de objetos internos malos» (Bion, 1962a, pág. 112).
samiento» de un objeto al tiempo que reconoce su ausencia
efectiva. La aptitud para distinguir el pensamiento del objeto co
mo tal, o de la alucinación del objeto, es un prerrequisito del pen Función alfa: Por lo tanto, cuando todo sale bien, las impresio
sar [véase ECUACION SIMBOLICA; OBJETOS]. nes sensoriales resultan convertidas, por apareamiento con pre
La creación de un pensamiento, entonces, requiere el desa concepciones, en pensamientos utilizables; esto distingue aque
rrollo de ccun aparato que permita pensarlo»; y el pensar es defi llas frustraciones tolerables que se pueden utilizar para desarro
nido, por referencia a Freud, como la capacidad ccde salvar el abis llar el pensamiento (elementos alfa) de otros contenidos menta
mo de frustración entre el momento en que se siente una necesi les considerados aptos sólo para su evacuación (elementos beta)
dad y el momento en que la acción apropiada para satisfacerla [véase FUNCION ALFA; ELEMENTOS BETA]. La función alfa es el pro
culmina en su satisfacción» (Bion, 1962a, pág. 112). Estas rela ceso (no especificado) por el cual los datos sensoriales adquieren
ciones entre objetos pueden ser desquiciadas gravemente por 108 significado.
ataques edípicos tempranos, por la envidia o por una destitución
efectiva importante.
Pensamiento de nivel superior: Una vez establecidas, las con
cepciones pueden repetir la historia de las pre-concepciones: es
El objeto malo: En caso de que la tolerancia de la frustración decir que pasan a ser pre-concepciones para ulteriores realiza
no sea suficiente para salvar el abismo, entonces «La incapac1:, ciones (o realizaciones negativas, de ausencia) por una víajerár
dad para tolerar la frustración inclina la balanza en dirección ~ quica que genera el pensamiento complejo y la formación de teo
la frustración» (Bion, 1962a, pág. 112). En lugar de aquella uniól) rías. En cada paso, las funciones de satisfacción y frustración
de una pre-concepción con una realización negativa, se desarro7 desempeñan su papel en la promoción -o lo contrario- del apa
lla otra cosa, denominada objeto (cmalo•• , que entonces es ev~~ rato de pensamiento en evolución. Esta es una de las dimensio
cuado por los mecanismos de la identificación proyectiva. Así s~ nes de la grilla de Bion (1963), que en sí misma constituye una
evitan la frustración y el dolor por la expulsión de la frustració:q teoría sistemática (pre-concepción), elaborada para satisfacer las
y un fragmento conjugado del yo (la pre-concepción). Esta realizaciones de tipos efectivos de pensamientos [véase BION].
480 481
(3) Contenimiento. El tercer modelo del desarrollo del
El vínculo contenedor: Bion (1962) se propuso investigar las vici
afirma que la capacidad de desarrollar un aparato de pensar
situdes de la relación de contenimiento por la vía de definir la
pende de la introyección dé un objeto capaz de comprender
índole del vínculo entre la mente contenedora y los contenidos
experiencia del infante y de otorgarle significado. El concepto I
puestos en ella. Estos vínculos tienen tres potencialidades: «L»,
de Bion de la identificación proyectiva normal [véase CONTENI.!
«H» y «K", que representan amor [loving], odio [hating] y un de
MIENTO] distingue esta de la identificación proyectiva «excesiva»
482
483
(1931) .A contribution to the theory of intellectual development». que ciertamente había sido el punto de partida del psicoanálisis
WMK 1, págs. 236-47. [véase FAIRBAIRN; 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE].
Meltzer, Donald (1987) Studies in Extended Metapsychology. Perth: Clu
nie. Véase ANGUSTIA DEPRESIVA
O'Shaughnessy, Edna (1981) "A commemorative essay on W. R. Bion's
theory of thinking., Journal 01 Child Psychotherapy 7: 181-92.
Spillius, Elizabeth Bott (1988) Melanie Klein Today, Volume 1: Mainly
Theory. Routledge. Freud, Sígmund (1917) .Moumíng and melancholia». SE 14, págs. 237-58.
[«Duelo y melancolia», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
Kleín, Melanie (1940) .Mouming and its relation to manic-depressive sta
tes». WMK 1, págs. 344-69.
Pérdida
tuvieran por consecuencia un apartamiento hostil de la madre [nt. J. Psycho-Anal. 59: 45-53.
y un vuelco al padre. En este caso, la homosexualidad sería un Freud, Sigmund (1905) Three Essays on the Theory oi Sexuality. SE 7,
medio de dar trámite a una paranoia excesiva. págs. 123-245. [Tres ensayos de teoría sexual, en AE 7, 1978, págs.
109-224.]
Perversión de la trasferencia: El interés kleiniano ha fructifica (1911) «Psycho-analytic notes on an autobiographical account of a
do en un interés técnico por la manifestación de impulsos sádi case of paranoia•. SE 12, págs. 1-82. [.Puntualizaciones psicoanalfticas
cos hacia el analista (Etchegoyen, 1978; Spillius, 1983). Joseph sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográfi
camente», en AE 12, 1980, págs. 1-76.]
(1975, 1982) ha centrado su interés en la perversión de la rela
Gallwey, Patrick (1979) .Symbolíc dysfunction in the perversions: sorne
ción trasferencial, una forma de perversidad que se enlaza es related clínical problems», [nt. Rev. Psycho-Anal. 6: 155-61.
trechamente con la reacción terapéutica negativa [véase REAC Hunter, Dugmore (1954) .Object relation changes in the analysis of fe
crON TERAPEUTICA NEGATIVA]. Esta autora (1982) ha mostrado la tishism», [nt. J. Psycho-Anal. 35: 302-12.
importancia de descubrir si las manifestaciones que parecen ser Joseph, Betty (1971).A clínical contribution to the analysis of a perver
angustia no son en realidad una forma de disfrute masoquista sion» , [nt. J. Psycho-Anal. 52: 441-9.
del sufrimiento, y lo que parece ser una reacción paranoide no (1975) .The patient who is hard to reach", en Peter Giovacchini, ed.
es en verdad una seudo-paranoia destinada a generar una situa Tacticsand Techniques in Psycho-Analytic Therapy, vol. 2. Nueva York:
ción irritante. Jason Aronson, págs. 205-16.
(1982) .On addiction to near death", [nt. J. Psycho-Anal. 63: 449-56.
Klein, Melanie (1927) .Criminal tendencies in normal children». WMK
Perversión del carácter: Joseph (1975) expuso además el caso de
1, págs. 170-85.
pacientes que se comprometen sólo en parte, y que disfrutan mu
Meltzer, Donald (1968) «Terror, persecution, dread», [nt. J. Psycho-Anal.
cho manteniendo los aspectos más vitales de ~u personalidad a 49: 396-400; reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States oJ Mind.
una distancia inalcanzable para el psicoanalista. En ocasiones, Perth: Clunie, págs. 99-106.
estos vínculos perversos en la trasferencia se pueden acompañar (1973) Sexual Sta tes oi Mind. Perth: Clunie.
de una actuación transitoria de impulsos sexuales perversos en Money-Kyrle, Roger (1969) .On the fear of insanity» , en (1978) The
lo real (Gallwey, 1979). CoUected Papers oi Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 434-41.
Rosenfeld (1971) y otros han llamado repetidas veces la aten Rosenfeld, Herbert (1949) .Remarks on the relation of male homosexua
ción sobre las manifestaciones de una destructividad y un sadis líty to paranoia, paranoid anxiety and narcissism», [nt. J. Psycho-Anal.
mo ingobernables hacia el analista, y sobre la manera en que es 30: 36-47; reimpreso (1965) en Herbert Rosenfeld, Psychotic States. Ho
to se organiza como una parte de la personalidad: una perver garth, págs. 34-51.
sión del carácter [véase NARCISISMO; ESTRUCTURA]. La organización (1971) .A clínical approach to the psycho-analytic theory of the life
and death instincts», [nt. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
interna del instinto de muerte puede traer por consecuencia que
Spillius, Elizabeth 80tt (1983) .Some developments from the work of
unas partes «malas» del self intimiden a las partes "buenas» (p.ej., Melanie Klein,., [nt. J. Psycho-Anal. 64: 321-32.
Money~Kyrle, 1969; Rosenfeld, 1971), o las partes perversas del Steiner, John (1982) "Perverse relationships between parts of the self:
self pueden seducir a las partes "buenas. (Meltzer, 1968; Steiner, a clinical illustration», [nt. J. Psycho-Anal. 63: 241-52.
1982) [véase ESTRUCTURA].
Steiner (1982) expuso con detalle material de casos para ilus
trar las exposiciones más generales de Joseph (1975) sobre par
tes en apariencia buenas del self que podían ser instrumentadas Piel
y empleadas para seducir, distorsionar y pervertir la relación con
el analista; así, los que parecían impulsos de cooperación y amor Bick (1964) introdujo la observación del infante como una parte
ocultaban intentos secretos de controlar e invadir. de la formación de estudiantes psicoterapeutas y psicoanalistas
de niños [véase OBSERVACION DEL INFANTE]. Estando en esta ta
rea, empezó a registrar fenómenos específicos en la interacción
Q
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489
madre-infante, referidos a la estimulación de la pieL Parecía que «( ... ) en su forma más primitiva, las partes de la personalidad
el contacto por la piel constituía el elemento más destacado en se perciben desprovistas de una fuerza que las ligue, y por lo
las primerísimas relaciones y en las primerisimas introyecciones tanto es preciso mantenerlas unidas de una manera que ellas ex
del yo. perimentan pasivamente, por el funcionamiento de la piel como
un límite. (Bick, 1968, pág. 484).
El objeto primero es aquel que procura al infante el sentimien
to de existir: de tener una identidad, como se diría respecto de De hecho, Bick consideró y especificó el momento inicial en la
una etapa posterior del desarrollo. Observaciones de la interac existencia del yo. Klein había definido de diversas maneras la
ción del par madre-hijo le permitieron comprender dos estados función y el momento más tempranos del yo como (i) una pro
psíquicos opuestos para el infante: un sentimiento de existir con yección del instinto de muerte (Klein, 1932); (ti) una introyec
cierta coherencia, o lo opuesto, un sentimiento de disolución, in ción del objeto bueno para formar el núcleo del yo (Klein, 1935,
coordinación, aniquilación. En los días y semanas iniciales tras 1946) [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE], Y (iii) una escisión
el nacimiento, se puede ver que ciertos sucesos se asocian con primaria del yo destinada a prevenir una envidia excesiva (Klein,
movimientos incoordinados e inquietos de las extremidades, y 1957). Bick mostró que el bebé tiene que luchar para conseguir
con quejidos o gritos y llanto. Lo común es que esto se produzca la aptitud de introyectar, y que esta aptitud es un logro tanto
cuando desvisten al niño, le lavan la cara, lo sostienen de mane del infante como de la madre: "Ahora se puede ver que la etapa
ra precaria o se interrumpe el amamantamiento. Otros sucesos de la escisión e idealización primordial de self y objeto descan
reducen esa aparente incoordinación y ese malestar: cuando lo san en este proceso temprano de contenimiento de self y de ob
toman en brazos, lo visten después de bañarlo, lo amamantan jeto por sus respectivas "pieles"» (Bick, 1968, pág. 484).
o lo envuelven en las frazadas de la cuna. La tesis es que esos El objeto bueno interno, que Klein define como el núcleo del
estados, que se distinguen bastante bien, se corresponden con yo en las posiciones esquizo-paranoide y depresiva, reconoce una
estados psíquicos posteriores que Bick definió como la sensación condición que lo precede, y que consiste en la aptitud misma de
de despedazamiento (de aniquilación) o de contenimiento [véase introyectar:
CONTENIMIENTO] •
Para Klein, el infante tiene, al nacer, un yo que puede distin «( ... ) esta función interna de contenimiento de las partes del
guir objetos separados de él, pero Bick desconfiaba de esta capa self depende inicialmente de la introyección de un objeto exter
cidad cognitiva heredada: el yo como un todo podía quebrantar no que se experimente como susceptible de cumplir esta función
se, y con frecuencia esto le ocurría en los primeros días y sema ( ... ) El concepto de un espacio en el interior del self no puede
nas. Aunque Klein (1946) describió el despedazamiento del yo, surgir hasta qu~ las funciones de contenimiento no hayan sido
no explicó que un yo tan extremadamente frágil pudiera intro introyectadas. En tal caso sufre menoscabo la introyección, la
yectar y proyectar, funciones estas que requieren una firme cuota construcción de un objeto en un espacio interno» (Bick, 1968, pág.
de estabilidad y límites del yo. Más aun, Klein había descrito el 484).
miedo de aniquilación como una experiencia primaria del infan
te. En 1946, había mostrado los enredados detalles de las pro El primer logro consiste en adquirir el concepto de un espacio
yecciones e introyecciones en que se enzarza el infante en el pro que contenga cosas. Este concepto se obtiene en la forma de la
ceso de dar sustento a su yo y a su sentimiento de identidad, experiencia de un objeto que mantiene unida la personalidad.
y de protegerse del miedo de aniquilación [véase 11. POSICION
ESQUIZO-PARANOIDE]. Pero Bick expuso esto dentro de un marco La piel: El infante, cuando introduce el pezón en su boca, hace
diferente. la experiencia de adquirir un objeto así: que cierra el agujero en
el interior del limite que la boca parece representar. Con esta
El objeto primero: Mantener unida la personalidad y preservarla primera introyección adviene el sentir de un espacio donde los
de partirse. en fragmentos es algo que al comienzo se experimen objetos se pueden introyectar. Sobre la base de sus observacio
tapasivamente, como una función que se cumple desde afuera: nes del infante, Bick vio que- una vez que este ha introyectado
"
490 491
el objeto continente primario, lo identifica con su piel o, para primero es tal que recibe comunicaciones primitivas del infante,
decirlo de otro modo: el contacto por la piel estimula la expe producidas por vía de identificación proyectiva [véase VINCULA
riencia (la fantasía inconciente) de un objeto que contiene las CION; CONTENIMIENTO]. Bick, en cambio, expuso una situación an
partes de su personalidad tal como lo hace el pezón en la boca. terior; en esta, lo que se adquiere de un objeto es la aptitud mis
La piel es un órgano receptor en extremo importante en el niño ma para generar fantasías de un espacio contenedor. En conse
pequeño: «( ... ) a veces consideramos nuestra piel como nuestra cuencia, a juicio de Bick, la forma comunicativa de identificación
posesión más íntima, mientras que otras veces es sólo la envoltu proyectiva dependería de la experiencia de un objeto que man
ra de nuestro verdadero self y de lo que tenemos adentro» (Schil tiene unida la personalidad, y que deriva de las sensaciones de
der y Wechsler, 1935, pág. 360). la piel y la boca. Mientras que Bion expuso las experiencias pos
Además, existen «sustitutos» del pezón: teriores de un infante que intentaba proyectar sobre una madre
que resistía esas proyecciones, lo que Bick describió no fue un
«El ansia de objeto contenedor pareciera producir en el estado crescendo de proyecciones cada vez más violentas, destinadas a
infantil no integrado una búsqueda frenética de un objeto -una forzar al objeto a abrirse y contener, sino una situación en la que
luz, una voz, un aroma u otro objeto sensible- que pueda rete no existe objeto que proporcione la idea de un contenedor, lo
ner la atención y por ello mismo se lo experimente, al menos mo que excluye cualquier identificación proyectiva. En ese caso so
mentáneamente, como algo que une las partes de la personali breviene una fantasía de disolución total, completa, informe, de
dad. (Bick, 1968, pág. 484). la identidad y la existencia.
Pero no cabe trazar un distingo absoluto entre esos dos esta
Escurrimiento: Bick describió ocasiones en que este primer lo dos descritos por Bion y por Bick; al parecer, Bick consideró que
gro del yo fracasa; y proporcionó a Meltzer y sus colaboradores uno de esos problemas se trasformaba en otro, según fuera la
(Meltzer et al., 1975), que trabajaban con niños autistas, una teo seguridad con que se hubiera establecido el objeto interno con
ría de la falta de espacio interno característica del autismo. tenedor; a la inversa, el infante puede percibir este como una
En ausencia de un objeto interno capaz de mantener unida piel parcial, que tiende a llenarse de «agujeros".
la personalidad, el infante no puede proyectar en un objeto ex
terno que obre como contenedor. En tal caso, la personalidad La segunda piel: Bick pensaba que el infante recurría a una reac
no hace sino escurrirse inconteniblemente en un espacio sin lí ción específica cuando el objeto contenedor se había establecido
mites. El infante experimenta una disolución o aniquilación que de una manera particularmente insegura. A fin de mantenerse
Bick relacionó de manera específica con los horrores del espacio unido, el infante elabora un método: genera fantasías omnipo
exterior: tentes que evitan la necesidad de hacer la experiencia pasiva del
objeto:
"Cuando el bebé nace, queda en la posición de un astronauta pro
yectado al espacio exterior sin cápsula espacial ( ... ) El terror "Una perturbación de la función primordial de la piel puede lle
predominante del bebé es el de desintegrarse o licuarse. Se lo var a que se desarrolle una formación de "segunda piel", que
puede ver en su temblor cuando retiran el pezón de su boca, pe remplace la dependencia del objeto por una seudo-independencia,
ro también cuando lo desvisten» (Bick, 1986, pág. 296). a través del uso indebido de ciertas funciones mentales o aun
talentos innatos, que se empeñan en producir un sustituto de ese
SChmideberg, en el primer informe completo sobre un caso de contenedor cutáneo» (Bick, 1968, pág. 484).
análisis de niños, había apuntado también el importante «( ... )
papel del vestido para la superación de una angustia paranoide» Ejemplos típicos son el desarrollo precoz del habla -que procura
(Schmideberg, 1934, pág. 259). el sonido de la propia voz- y un desarrollo muscular que deja
al cuerpo palpablemente rígido y «unido". Symington (1983) y Dale
Escurrimiento e identificaci6n proyectiva patol6gica: Se plan (1983), por ejemplo, han demostrado la importancia que estos con
tea Un contraste con la hipótesis de Bion según la cual el objeto ceptos han adquirido en la más reciente- psicoterapia de niños,
"
492 493
y Symington (1985) expuso algunas de las señaladas manifesta Sehilder, Paul y Weehsler, David (1935) .What do children know aboÚ.~
ciones en un paciente adulto. El trabajo con niños muy pertur the interior of the body?», ¡nt. J. Psycho-Anal. 16: 355-60. \
bados (Bick, 1986) Y con niños autistas (Meltzer, 1975; Meltzer Schmideberg, Melitta (1934) .The play analysis of a three-year-old gir!»,
et al., 1975) permitió descubrir un fenómeno peculiar de «pego ¡nt. J. Psycho-Anal. 15: 245-64.
teo a» objetos en ausencia de espacios donde proyectar. Esto re Symington, Joan (Cornwall) (1983) .Crisis and survival in infaney»,
cibió el nombre de adhesión o de identificación adhesiva [véase Journal qf Chilá Psychotherapy 9: 25-32.
IDENTIFICACION ADHESIVA]. (1985) .The survival function of primitive omnipotenee», ¡nt. J. Psycho
Existe una similitud entre este fenómeno de segunda piel ex Anal. 66: 481-7.
Tustin, Franees (1981) Autistic States in Children. Routledge & Kegan
puesto por Bick y el fenómeno del «self falso» definido por Win
Paul.
nicott (1960). El self falso consiste en un conjunto de caracterís Winnicott, Donald (1960) .Ego distortion in terms oftrue and false self»,
ticas de personalidad, con frecuencia muy rígidas, que en la ex en D. W. Winnicott, The Maturational Processes and the Facilitating
periencia del individuo no son en realidad genuinas de él mismo, Environment. Hogarth, págs. 140-52.
sino que han sido desarrolladas para ocultar su falta de senti
miento de un ser genuino. Esta soterrada falta de identidad se
relaciona con la experiencia de aniquilación [véase ANIQUILACION).
En la visión de Winnicott, esa experiencia se origina en la viven Polémicas (1943-1944)
cia prematura de un objeto externo en tanto separado. Para Bick,
en cambio, la misma experiencia de aniquilación nace de una ex En las décadas de 1920 y de 1930, la Sociedad Psicoanalftica Bri
periencia deficiente de un objeto externo que pudiera asistir al tánica había elaborado un estilo característico de teoría y prácti
infante manteniendo unida su personalidad. Los términos «segun .ca psicoanalíticas. Esto causó un conflicto con el psicoanálisis vie
da piel» y «self falso» provienen de horizontes muy diferentes de nés. Las diferencias se enconaron en 1926-1927 en torno de la
supuestos teóricos, y por lo mismo traen consigo sugerencias di práctica de Klein del psicoanálisis de niños con empleo de la te
ferentes para la práctica clínica. rapia del juego [véase 1. TECNICA], pero se difuminaron en vir
tud de una tendencia de las dos sociedades a pasar por alto los
puntos de vista divergentes entre ellas. La cuestión se abordó
Biek, Esther (1964) -Notes on infant observation in psyeho-analytic trai
ning., ¡nt. J. Psycho-Anal. 45: 558-66; reimpreso (1987) en Martha Ha durante un tiempo, cuando Ernest Jones en Londres y Paul Fe~
rris y Esther Bick, The Collected Papers 01 Martha Harris and Esther dern en Viena empezaron a organizar las que pretendían ser Con
Bick. Perth: Clunie, págs. 240-56. . ferencias de Intercambio entre las dos Sociedades. Jones pronun
(1968) «The experience of the skin in early objeet relations», ¡nt. J. ció su primera conferencia en 1935 en Viena (Jones, 1936), y to
Psycho-Arutl. 49: 484-6; reimpreso en The Collected Papers 01 Martha có a Joan Riviere dar la segunda en 1936, también en Viena;
Harris and Esther Bick, págs. 114-8. Waelder respondió en 1936 con una conferencia en Londres
(1986) «Further considerations of the funetion of the skin in early (Waelder, 1937). Pero la situación polftica europea empeoraba
object relations», Br. J. Psychother. 2: 292-9. por esos días, y el conflicto psicoanalftico traspuso literalmente
Dale, Francis (1983) .The body as bondage., Journal 01 Chilá Psycho las puertas de la Sociedad Británica en 1938, cuando los psico
therapy 9: 33-44.
analistas vieneses se vieron forzados a emigrar. Freud y Anna
Klein, Melaníe (1932) The Psycho-Analysis 01 Children. WMK 2.
(1935) «A eontribution to the psychogenesis of manie-depressive sta
Freud se establecieron en Londres y constituyeron el foco de un
tes». WMK 1, págs. 262-89. grupo de analistas vieneses que se oponían a las concepciones
(1946) «Notes on sorne schizoid meehanisms». WMK 3, págs. 1-24. de Klein. Formaron un grupo de oposición junto con ciertos ana
(1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235. listas británicos, entre los que se destacaron Edward Glover y
Meltzer, Donald (1975) .Adhesive identification», Contemporary Psycho
Melitta Schmideberg (la hija de Klein), que se habían distanciado
Analysis 11: 289-310.
de las teorías de Klein tras la introducción del concepto de la
Meltzer, Donald, Bremner, John, Hoxter, Shirley, Weddell, Doreen y Wit
posición depresiva en 1935 (Steiner, 1985).
tenberg, Isea (1975) Explorations in Autism. Perth: Clunie.
En ese momento la Sociedad Británica se desgarró en una dls·
"
494 495
,~~sión porque Kleifl' y sus colaboradores reaccionaron negativa tonces se tendió a evitar las confrontaciones directas entre psi
mente a las críticas y se atrincheraron en intentos de imponer a los coanalistas kleinianos y psicoanalistas ortodoxos (o psicoanalis
recién venidos sus teorías y su material clínico. La actividad de tas del yo, como se los ha denominado); el debate entre Green
los comités en la Sociedad, ya dificultada por las dislocaciones son (1974, 1975) y Rosenfeld (1974) y la conferencia de 1985 sobre
de la Segunda Guerra Mundial en 1940 yen 1941, se volvió im la identificación proyectiva (Sandler, 1988) son raras excepcio
posible, sobre todo en lo atinente a la formación de nuevos psi nes publicadas.
coanalistas. Por fin se llegó a un armisticio, con un acuerdo para
organizar una serie de reuniones científicas mensuales donde se Véase 2. FANTASIA INCONCIENTE; 4. COMPLEJO DE EDIPO
discutirían los aspectos controvertidos de las teorías de Klein.
En un período de dieciocho meses, los kleinianos presentaron una
serie de cuatro trabajos sobre aspectos cuestionados de sus teo Brierley, Marjorie (1946) Trends in Psycho-Analysis. Hogarth.
Glover, Edward (1945) «An examination of the KleÍn system ofchild
rías: en 1943, «On the nature and function of phantasy», de Su
psychology», Psychoanal. 8tudy Child 1: 1-43.
san Isaacs, que se discutió en cinco reuniones; «Certain functions Greenson, Ralph (1974) .Transference: Freud or Klein?», Int. J. Psycho-
of projection and introjection in early infancy», de Paula Heimann,
Anal. 55: 37-48.
se debatió en dos reuniones; y «Reggression», de Paula Heimann (1975) .Transference: Freud or Klein? A reply to the discussion by
y Susan lsaacs, considerado en dos reuniones; y después, en 1944
(aunque para, ese momento la mayoría de los analistas vieneses
Herbert Rosenfeld», Int. J. Psycho-Anal. 56: 243.
Grosskurth, Phyllis (1986) Melanie Klein. Hodder & Stoughton. I
habían dejado de asistir a las reuniones y Glover había renuncia Jones, Ernest (1936) .Early female sexuality», Int. J. Psyche-Anal. 16: I
496 497
dad, el término designaba posiciones libidinales [véase LIBIDO]: como en el desarrollo normal las angustias y los mecanismos psi
homosexual, heterosexual, etc. (véase, por ejemplo, Klein, 1928, cóticos nunca predominan con exclusividad (hecho este que des
pág. 186). de luego he señalado), el término "fasespsicóticas" no es en ver
dad satisfactorio. Ahora empleo el término "posición" ( ... ) Me
Posición y relaciones de objeto: El término «posición» describe parece más fácil asociar con este término ( ... ) las diferencias
la postura característica que el yo adopta con respecto a sus ob· entre las angustias psicóticas evolutivas del niño y las psicosis
jetos. Aunque Klein siguió empleando los términos «oral», «anal», del adulto; por ejemplo, el brusco vuelco que se produce desde
«fálico», etc., cada vez más designaron clases de impulsos instin· una angustia de persecución o sentimiento deprimido hasta una
tuales en lugar de etapas: fantasías inconcientes típicas [véase actitud normal, vuelco que es tan característico del niño» (Klein,
2. FANTASIA INCONCIENTE] en lugar de períodos estrictos de desa 1935, pág. 276n).
rrollo. En efecto, las observaciones de Klein la habían llevado
a modificar considerablemente el horario clásico del desarrollo, Este término "posiciÓn», en la intención de Klein, indicaría un:
puesto que hizo retroceder los orígenes del complejo de Edipo punto de atracción regresiva hacia lo psicótico más que una psi
y del superyó hasta el primer año de vida. Con la idea de posi cosis franca. Habló en consecuencia de posiciones psicóticas, en
ción, deseaba comunicar la de un proceso de fluctuaciones entre contraposición a posiciones libidinales, porque las entendió refe
una posición y otra mucho más flexible del que normalmente se ridas a los métodos primitivos y violentos destinados a enfrentar
concibe cuando se habla de regresión a puntos de fijación en las las manifestaciones del instinto de muerte.
fases evolutivas. También quiso comunicar la importancia de las
relaciones. Por su trabajo con niños, ella estaba mucho más fa
miliarizada con la manera en que el yo situaba y manipulaba sus Klein, Melanie (1928) «Early stages of the Oedipus complex». WMK 1,
objetos. págs. 186-98.
(1935) .A contribution to the psychogenesis of manic-depressive sta
Posición o estructura defensiva: Al comienzo, Klein empleó el tes». WMK 1, págs. 262-89.
término «posición,) de manera lata, y definió una posición para Meltzer, Donald (1978) The Kleinian Develaprnent: Part Il, Richard Week
noide, una maníaca y una obsesiva, así como la posición depresi by-Week. Perth: Clunie.
va. Pero después restringió el uso del término: dejó de lado las
posiciones «paranoide., «maníaca- y «obsesiva» cuando advirtió
que no hacían sino designar estructuras típicas de defensas fren
te a las angustias; para Klein, estas «posiciones» denotaban confi Pre-concepción
guraciones patológicas (Meltzer, 1978). Con posterioridad, las dos
posiciones fundamentales -la posición depresiva, con angustia Aunque en medida mucho menor que la cría de otras especies,
depresiva, y la posición esquizo-paranoide [véase 11. POSICION el infante humano nace con capacidades innatas (véase SABER
ESQUlZO-PARANOIDE], con angustia persecutoria- adquirieron sig INNATO]. Una de estas es la capacidad de tener experiencias psi
nificación evolutiva. cológicas. Cuando se toca la cara del bebé, él gira la cabeza y
mama. Esta potencialidad está disponible desde el comienzo, y
Posiciones psicóticas: El cambio de empleo del término, de un toda potencialidad de experimentar psicológicamente esta clase
contexto patológico a uno evolutivo, indujo a confusiones sobre de sucesos es también innata. ¿Qué entidad psicológica es esta
lo que Klein quería significar. Muchos interpretaron que a sujui potencialidad inherente? Si suponemos que el recién nacido es
cio los niños eran normalmente psicóticos. Klein tuvo que corre capaz de tener experiencias, ¿qué es la experiencia del reflejo
gir esta idea: de succión antes que se haya activado por primera vez? Bion in
trodujo la idea de una pre-concepción, una entidad psicológica
«En mi trabajo anterior describí las angustias y los mecanismos en esperá de una realización que "se aparee. con ella. La pre
psicóticos del niño en función de fases de desarrollo ( ... ) Pero concepción «no experimentada», una vez que se aparea con una
498 499
realización, produce una concepci6n, a partir de lo cual pueden ., Freud no se sentía satisfecho con una concepción fisiológica
desarrollarse pensamientos y una actividad de pensar. del nexo entre mente y cuerpo porque contrariaba sus experien
cias personales, las que hacia con sus pacientes, a quienes dedi
Véase CONTENIMIENTO; BION; 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA; PEN
có su vida; también iba en contra de la tradición filosófica del
SAMIENTO
humanismo alemán, que, según Bettelheim, palpita en los escri
tos originales de Freud en lengua alemana (Bettelheim, 1983).
Freud no encontró un camino para salir de la psicología fisiológi
ca de la que había partido, y la mezcla del Freud neurólogo y
el Freud psicólogo es lo bastante intrincada para que Sulloway
Problema de mente-cuerpo (1979) pueda abogar por el Freud biólogo con no menos funda
mento que el aducido por Betthelheim para defender al Freud
La relación entre la mente y el cuerpo es un problema filosófico, humanista; los dos tienen pareja convicción, y ninguno es del to
un capítulo de la historia de las ideas. Pero de manera inevitable do convincente (Young, 1986). Como sostuvo Young (1986), lo
constituye también un problema para psicólogos y trae conse que se echa de menos en Freud (y todavía hoy en nosotros mis
cuencias profundas para los tratamientos psiquiátricos, la qui mos) es un lenguaje que nos permitiera discurrir sobre la mente
mioterapia y la psicoterapia. Por desdicha, este problema ha re y el cuerpo; en suma, sobre «la persona» (Strawson, 1959).
500 601
perimentan al comienzo como objetos físicos [véase 5. OBJETOS
ciente de relación con un objeto (que causa hambre). Por su par INTERNOS]. En el nivel infantil, el objeto no está presente físi
te, la mente puede elaborar una fantasía inconciente como una camente; el infante y su mundo son objetos emocionales, o sea,
maniobra defensiva frente a unas intensas angustias fantasea localizaciones a las que se atribuye una significación emocional
das (Segal, 1964). Estas elaboradas fantasías defensivas son ini primitiva. Esta su condición no física en manera alguna importa
ciadas por una manipulación del cuerpo (masturbación), sobre menoscabo a su condición de realidad para el infante. La distin
todo en las fases tempranas de la infancia. Por ejemplo, la expul ción entre mente y cuerpo se establece en el curso del desarro
sión de las heces se puede emplear para iniciar la fantasía de llo; es generada psicológicamente. En términos kleinianos, inter
expulsión de un objeto interno malo [véase HECES]. Más adelan viene un proceso inicial de escisión que distingue, dentro del es
te, la manipulación de representaciones simbólicas retiene esla pacio infantil primitivo, el cuerpo de la mente (Scott, 1948). No
bones somáticos (corporales). debemos dar por admitido que esa diferenciación fundamental
de la persona sea de carácter invariable, Y parece probable que
Biología y psicología: Fantasías de expulsión o incorporación dan socializaciones diferentes en culturas distintas den lugar a varia
lugar al sentimiento de sí y la identidad, y las fantasías específi ciones en las concepciones primeras de cuerpo y mente (Marse
. cas cohesionan el carácter particular del self. Además, unos pro
lla et al., 1987).
cesos proyectivos dan origen a las percepciones del mundo social
circundante, las cuales, a su vez, a través de procesos introyecti
vos, precipitan formas sociales en el individuo. El desarrollo del Bettelheim, Bruno (1983) Freud and Man's Soul. Hogarth.
infante humano es un movimiento que pasa de un mundo de sa Freud, Sigmund (1895) .Project for a scíentific psychology». SE 1, págs.
tisfacción corporal a un mundo de símbolos y de satisfacción sim 281-397. [.Proyecto de psicología», en AE 1, 1982, págs. 323-446.)
bólica. Hay un movimiento progresivo desde el cuerpo hasta el Marsella, Anthony, Devos, George y Hsu, Francís (1987) Culture and
mundo simbólico de la psique madura [véase FUNCION ALFA]. Es Self: Asian and Western Perspectiws. Tavistock.
te movimiento se produce en la generación de pensamientos, y Scott, W. Clifford M. (1948) .Some embryologícal, neurologíeal, psyehia
Como los símbolos son inherentes a la experiencia de partes Strachey, James (1957) .Editor's note to "The Unconscíous"». SE 14,
del cuerpo, constituyen en consecuencia una aptitud innata del págs. 161-5. [.Nota introductoria", en AE 14, 1979, págs. 155-9.]
infante humano desde el nacimiento. El se representa sus sensa Strawson, P. F. (1959) 1ndividuals: An Essay in Descriptive Metaphy
ciones como relaciones con objetos [véase 2. FANTASIA INCONCIEN sies. Methuen.
TE]. Puesto que el objeto tiene una presencia para el infante, in Sulloway, Frank (1979) Freud: Biologist 01 the Mind. Burnett.
dependientemente de la situación objetiva actual, ya se sitúa en Young, Robert (1986) .Freud: scíentist and/or humanist», ·Free ASSl1S.
503
502
El término «proyección» se emplea en diversos sentidos: (i) per «expresado en el lenguaje de las mociones pulsionales orales, las
cepción; (H) proyección y expulsión; (iii) conflicto externalizador; más antiguas: "Quiero comer o quiero escupir esto". Y en una
(iv) proyecdón e identidad, y (v) proyección de partes del self. traducción más amplia: "Quiero introducir esto en mí o quiero
excluir esto de mí". Vale decir: "Eso debe estar en mí o fuera
(i) Percepción: En el sentido fisiológico, ciertas experiencias se de mí". El yo-placer originario quiere, como lo he expuesto en
interpretan como si fueran proyectadas más allá de la extensión otro lugar, introyectarse todo lo bueno, arrojar de sí todo lo ma
efectiva del órgano perceptual. ASÍ, los rayos de luz inciden fi lo» (Freud, 1925, pág. 237 [pág. 254]).
siológicamente sobre la retina, pero la interpretación visual se
atribuye a una distancia mayor o menor en dirección frontal a (v) Proyección de partes del self: Otra acepción en que emplea
los ojos. De manera similar, el ciego que camine con su bastón ron el término «proyección" tanto Freud (1895) como Klein (1946)
blanco descubrirá un obstáculo a través de las sensaciones tácti fue la de atribuir ciertos estados anímicos a otro. Algo del yo se
les que recibe en la palma de su mano que empuña el bastón. percibe en otro. Esto es característico del modo en que se evitan
No obstante, él proyecta con precisión su noticia de un objeto sentimientos homosexuales. Por lo común se los atribuye a otro,
al otro extremo del bastón. Esta es la «proyección» según se la y Freud construyó una cadena compleja de «vicisitudes,,: «Yo lo
entiende en la psicología de la percepción. Sobre la base de sen amo» se convierte en .Yo lo odio», que a su vez se convie.rte en
saciones corporales, el infante proyecta del mismo modo un ob .El me odia., De esta manera, el odio se atribuye a la otra perso
jeto que causa tales sensaciones (véase INSTINTOS; 5. OBJETOS IN na. Freud (1914) inició un estudio de la fenomenología de este
TERNos1· En consecuencia, la proyección forma parte de un pro tipo de allegamiento en su trabajo sobre el narcisismo, cuando
ceso normal que lleva a interpretar los datos sensoriales del expuso la elección de objeto narcisista, diferente de la elección
sistema perceptual (véase FUNCION ALFA}. de objeto anaclítica. No obstante, el empleo del término .proyec
ción. resultó confuso porque Freud no había deslindado con cla
(ii) Proyección y expulsión: Freud (1895) ya ha:bía apuntado el ridad el objeto como campo de estudio independiente. Y esta con
nexo entre proyección y paranoia. Abraham (1924), mientras in fusión se perpetuó en el uso que le dio Klein.
vestigaba la melancolía y la importancia que en esta condición
tiene el «objeto perdido» o el miedo de perderlo, advirtió la signi El uso de Klein de ..proyección... Klein empleó el término «pro
ficación de la fantasía anal de expeler físicamente un objeto del yección- en varias de las acepciones que hemos apuntado: (a) pro
cuerpo. Enlazó el impulso de expulsión anal con el mecanismo yección del objeto interno; (b) apartamiento del instinto de muer
de la proyección, te; (c) externalización de un conflicto interno, y (d) proyección
de partes del self.
(iii) Conflicto externalizador: Klein descubrió que el mecanismo
de la proyección desempeñaba un papel importante en la exter (a) Proyección del objeto interno: Este uso del término fue toma
nalización de conflictos internos durante el juego con objetos ex do de Abraham (1924). Por ejemplo, un infante que llora ham
ternos (Klein, 1927). Esta misma forma de proyección en actos briento experimenta a madre/pecho/biberón ausente como una
criminales confirmó el análisis de Freud sobre los que delinquen presencia activa de un objeto malo hostil que produce los dolo
por sentimiento inconciente de culpa (Freud, 1916). res del hambre [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE] en su pancita.
Gritar y llorar (ya menudo defecar) hacen que el objeto se expe
(iv) Proyección e identidad: La proyección desempeña un papel rimente expelido fuera del cuerpo del infante, donde resulta un
primordial en la existencia del yo: "La proyección ( ... ) nace del poco menos terrorífico.
apartamiento del instinto de muerte hacia afuera y, en mi opi
nión, ayuda al yo a superar la angustia librándolo de peligro y (b) Proyección del instinto de muerte: Los puntos de vista de KIein
maldad» (Klein, 1946, pág. 6). La proyección es una de las activi sobre la proyección (o apartamiento) del instinto de muerte ha
dades de fantasía elementales que localizan objetos dentro del cia afuera suponen que existe una agresión primaria dirigida ha
yo o fuera de este: cia adentro, que se vuelca afuera sobre un objeto exterior. La
"
504 505
proyección de un objeto (o sea, una relocalización del objeto) ha (1914) .On narcissism: an introduction». SE 14, págs. 67-102. [.In
cia afuera significa un empleo del término «proyección» diferen troducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.]
(1916) "Sorne character-types met with in analytic work: 111. Crimi
te de la proyección de un impulso hacia afuera (reorientación
nals from a sense oC guilt•. SE 14, págs. 332-3. ["Algunos tipos de carác
de un instinto), sobre un objeto externo. ter dilucidados por el trabajo psicoanalítico: III. Los que delinquen por
conciencia de culpa», en AE 14, 1979, págs. 338-9.]
(e) Externalización de un conflicto: Las observaciones originales (1925) .Negation». SE 19, págs. 233-9. [.La negación», en AE 19, 1979,
de Klein recayeron sobre la escenificación de vínculos entre ju págs. 249-57.J
guetes en el mundo externo, donde el niño proyectaba el con Klein, Melanie (1927) .Criminal tendencies in normal children». WMK
flicto o el vínculo interno. Un interés morboso por la conducta 1, págs. 170-85.
criminal y su castigo penal puede ser un ejemplo de externaliza (1946) -Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3, págs. 1-24.
ción de conflictos internos relacionados con ciertos impulsos [véa
se SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES).
CRITICAS A LA PSICOLOGIA DEL YO. Existen varios campos es El papel de la destructividad: Los psicólogos del yo no han ceja
pecíficos de desacuerdo radical entre las influyentes elaboracio do en sus críticas al instinto de muerte como entidad fecunda
nes de los norteamericanos y el abordaje kleiniano. para la clínica (Kernberg, 1969; Dorpat, 1983) [véase INSTINTO DE
MUERTE].
El primer año de vida y la fusi6n: Se trata de la controversia
entre narcisismo primario y «relaciones objetales desde el naci Puntos de observación diferentes (subjetivo por contraposición
miento». La adhesión de los psicólogos del yo a la teoría de Freud a objetivo): La metapsicología kleiniana, que define las experien
del narcisismo ha dado lugar a diferencias de muy difícil solu cias y fantasías comunes del paciente y afirma que tienen efec
ción con los kleinianos. Spitz (1950) y Mahler (Mahler et al., 1975) tos estructurales y permanentes en la ILersonalidad, es criticada
510 511
por (i) reificar los fenómenos y (ü) confundir el nivel descriptivo
de la experiencia del paciente con el nivel de la teoría psicoana y un aparato de pensar son generados por un yo inmerso en tor
lítica. No se trata de un problema menor, y no se lo puede desde bellinos emocionales y conflictos, que pugna por gobernar sus
ñar diciendo que simplemente obedece a un pensamiento nebu objetos (internos y externos) [véase PENSAMIENTO].
loso. La ciencia de la subjetividad no puede perder de vista que La crítica radical en los Estados Unidos ha opinado que "El
su objeto de estudio es subjetivo y que el observador se vale de psicoanálisis ha cambiado su función en la cultura de nuestro
su propia subjetividad, en la forma de empatía e intuición, para tiempo» (Marcuse, 1969, pág. 190). El desarrollo del abordaje
alcanzar su comprensión científica. Discutimos esto en otra en adaptativo representa una corriente conformista en la cultura
trada [véase SUBJETIVIDAD], pero queremos apuntar aquí de pa norteamericana, tal vez sobre todo en sus secciones de inmigran
sada que la controversia gira en torno del estatuto que se debe tes. El abordaje adaptativo, que considera una integración nor
atribuir a las teorías que el paciente mismo se forma (incluidas malizada y no conflictiva del individuo en la sociedad, como lo
sus teorías inconcientes) acerca de su funcionamiento psíquico. hace Erikson [véase supra], ha tendido a dejar de lado los aspec
Por ejemplo, una fantasía inconciente de incorporación se puede tos «negativos» del individuo humano, aquellos que por sí mis
manifestar en un sueño como la absorción de cierto objeto repre mos son antagónicos de la conformidad social, y que Freud (1930)
sentado por el analista, y esta imagen es congruente en todas había señalado (Jacoby, 1975). El análisis ha tomado como foco
sus partes con el concepto que el analista tiene de una introyec mecanismos adaptativos en desmedro de mecanismos de defen
ción de él. No es fácil distinguir las fantasías del paciente de las sa frente a la sexualidad.
teorías del analista. La alianza de tratamiento: El psicólogo del yo considera al yo
del paciente en su empeño de gobernar los impulsos del ello. El
Adaptación o integración: Incluso la meta de la terapia psico yo, y el analista junto con él, se encuentran, por así decir, más
analítica se ha presentado de una manera radicalmente diver allá del torbellino de los instintos del ello. Se sostiene que el yo,
gente en la psicología del yo y en el psicoanálisis kleiniano. Pa con su dotación de funciones autónomas, tiene áreas exentas de
ra el enfoque kleiniano, la meta consiste en integrar aspectos de conflicto que el psicoanalista procura localizar a fin·de estable
la personalidad que están segregados entre sí o mantienen un cer la "alianza de tratamiento» (Zetzel, 1956).
conflicto constante unos con otros [véase DESARROLLO]. Esto En cambio, Klein pensaba que todas las actividades del yo se
no se asemeja a la meta propuesta por los psicólogos del yo: la enlazaban de manera inextricable con los conflictos entre amor
de dejar expedito el despliegue estatuido de una adaptación nor y odio. Una alianza positiva con el analista es algo que desde lue
mativa al mundo social, a través de una alianza con el paciente go existe, pero no está exenta de las intrusiones de partes agresi
que sea madura y esté exenta de conflictos. vas, destructivas y envidiosas del self. Aun más, la parte del yo
Segal sostuvo que el yo se desarrolla siempre en relación con que se empeña en una alianza con el analista puede ser el self
sus objetos y en el contexto de sus impulsos en el seno de esas infantil dependiente, o sea, la parte del self capaz de aceptar
relaciones: una dependencia.
Este desacuerdo introduce grandes diferencias en la técnica
«No puedo conceder que desdeñemos funciones autónomas del [véase 1. TECNICA]. El psicólogo del yo exhorta al paciente a ad
yo como el habla. Lo que señalé acerca de mi obra en que trato mitir con conciencia ciertos contenidos de su preconciente, reto
del simbolismo, y acerca del pensamiento de Bion, basta para in ños pulsionales que están cerca de la superficie en la psique de
dicar cuánta atención prestamos a esos procesos. La cuestión es aqueL Por este camino, el analista se suma al yo del paciente
que no los vemos como funciones autónomas del yo, sino como en su lucha con los impulsos del ello. Klein creía, en cambio, que
funciones que se han desarrollado en conexión estrecha con re a fin de establecer y sostener la situación analítica, el analista
laciones objetales» (Segal, 1977, págs. 380-1). tiene que producir interpretaciones profundas que localicen el
nivel de la angustia.
Bion ha elaborado una teoría del pensamiento que se basa en
los dos principios del acaecer psíquico de Freud; pensamientos Representaciones: Los psicólogos del yo han prestado mucha aten
ción a las exposiciones de Freud sobre la introyección y la «alte
512
513
ración del yo». No obstante, existe una diferencia radical de te" cista de su terminología. El interés se ha trasladado desde los
minología que arroja por resultado un gran malentendido. parIÍ mecanismos del yo hacia las relaciones objetales y la representa
Klein, la percepción de un objeto se acompañaba de una fantasffi. ción del self:
de incorporación de este, y daba lugar a un objeto interno: con
creto, real, interno y con sus propias intenciones concebidas de «Estos cuestionamíentos [de la psicología del yo] sostienen en sus
manera antropomórfica. Esto coexiste con el recuerdo complejo tancia que ciertos aspectos y rasgos críticos del desarrollo de la
en el que se contienen representaciones del objeto, reconocidas personalidad y de la psicopatología, concernientes a las relacio
como distintas de este. La representación del objeto en la memo nes objetales y al seIf, no entran Con facilidad en el modelo de
ria y la conciencia es algo por entero diferente de un objeto in ello-yo de la teoría tradicional. Por ejemplo, las descripciones del .
terno que no se distingue del externo. Es importante no enten desarrollo psicológico que han parecido más significativas a mu
der «objeto interno» como «representación de objeto» [véase 5. chos clínicos y teóricos recientes, no han sido las referidas al de
OBJETOS INTERNOS]. sarrollo psicosexual, sino exposiciones que tomaban por eje di
mensiones tales como la diferenciación self-otro, el proceso de
Psicoanálisis mecdnicista: Una terminología particularmente me separación-individuación, y el grado de cohesividad del yo» (Eagle,
canicista y objetiva es característica de la psicología del ,yo. Pa- : 1984, pág. 18).
rece haber sido influida en los Estados Unidos por la psicología.
conductista, que ve en el yo un principio de adaptación a la so Es claro que muchos de estos problemas clínicos son los mismos
ciedad. El desarrollo de la psicología humanista acaso fue una ' investigados por Klein y sus colegas en sus descripciones de la
reacción a lo que aparecía como una concepción mecanicista de posición esquizo-paranoide y la identificación proyectiva [véase
los seres humanos (Hinshelwood y Rowan, 1988). Ciertos psico 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE; 13. IDENTIF1CACION PROYECTIVA],
analistas han'protestado también contra el aspecto deshumaniza pero expresados en una terminología ajena.
dor del psicoanálisis norteamericano (Bettelheim, 1960; Fromm, Algunos analistas de los Estados Unidos han advertido esto,
1971; Schafer, 1976): y procuraron complementar la pSicOlogía del yo con préstamos
de la teoría de las relaciones objetales [véase 13. IDENTIF1CACION
«En los Estados Unidos, desde luego, se ha visto la tarea esencial PROYECTIVA]. Eagle (1984) discernió la existencia de cuatro ten
del psicoanálisis en "la cura de la enfermedad mental", del mis dencias principales:
mo modo como la cura de la afección corporal era la meta de
la medicina. Se espera que la persona que se someta a psicoaná (i) El abordaje combinado: Mahler (Mahler et al., 1975) y, en al
lisis alcance resultados tangibles de la misma clase de los que ob':' guna medida, Jacobson (1964) conservan la teoría tradicional de
tiene el médico para el cuerpo, y no tanto una comprensión máS los instintos, a la vez que intentan una síntesis con la teoría de
profunda de sí o un mejor gobierno de su vida ( ... ) de todos las relaciones objetales. Coinciden en esta posición Kernberg
los aspectos de la teoría freudiana, los mecanismos de ajuste sorl (1980) y Grotstein (1981). Langs (1978) y Ogden (1982), que han
los más considerados en los Estados Unidos. Esto revela el tipo puesto mucha insistencia en las relaciones objetales, lo han he
de recepción del psicoanálisis en ese país, en particular en vista cho empero conservando huellas del abordaje adaptativo inter
de que Freud se cuidó poco del "ajuste" y no le pareció valioso. personal. Emplearon específicamente el concepto de «identifica
Lo cierto ( ... ) es que el concepto de ajuste se introdujo en el ción proyectiva» para centrar la comprensión en el aspecto ínter
sistema freudiano porque era de primera importancia en el pa personal del encuadre psicoanalítico.
trón de valores del psicoanalista norteamericano, y esta altera
ción explica la vasta aceptación del psicoanálisis en los Estados (ii) La teoría de los dosfactores: Kohut (1971) y Modell (1975)
Unidos» (Bettelheim, 1983, pág. 40). trabajan tanto con la teoría de los instintos como con una teoría
de las relaciones objetales, y emplean una y otra según conven
Respuesta a las críticas. La psicología del yo parece haber res ga con determinados pacientes o en ciertas etapas del tratamien
pondido sobre todo a la última de estas críticas, el sesgo mecani to de un paciente.
"
514 515
(iii) Un rechazo de la teoría de los instintos: G. S. Klein (1976) (1926) Inhibitions, Symptoms and Anxiety. SE 20, págs. 75-175.
es representativo de una cantidad de psicoanalistas norteameri [Inhibición, síntoma y angustia, en AE 20, 1979, págs. 71-164.]
canos que han adoptado el abordaje de Fairbaim, desechando (1930) Civilization and its Discontents. SE 21, págs. 57-145. [El
toda teoría de los instintos. malestar en la cultura, en AE 21, 1979, págs. 57-140.]
Fromm, Erich (1971) The Crisis of Psycho-Analysis. Jonathan Cape.
Grotstein, James (1981) Splitting and Projeotive Identifioation. Nueva
(iv) La psicología del self: El trabajo de Kohut (1971) con pacien York: Jason Aronson.
tes fronterizos y narcisistas lo llevó a desarrollar una psicología Harlow, H. F. (1961) .The development of affectional patterns in infant
de las relaciones con el self. A partir de la idea de que el senti monkeys», en Brian Foss, ed. The Determinants of Infant Behaviour,
miento de sí es la primera lucha psicológica que debe librar el vol. 1. Methuen, págs. 75-88.
infante (cuando el narcisismo primario deja paso a la conciencia Harlow, H. F. Y Zimmermann, R. R. (1959) .Affectional responses in the
de un objeto, y de la relación con este), Kohut se centró menos infant monkey», Soienoe 130: 421-32.
en la relación con el objeto que en el self que se ve en la tarea Hartmann, Heinz (1939) Ego Psyohology and the Problem of Adaptation,
de establecerla. Es un punto de vista que en ciertos aspectos se publicado en inglés (1958). Nueva York: International Universities Press.
asemeja al elaborado por Klein y también por Winnicott, según Hinshelwood, R. D. Y Rowan, John (1988) -Is psycho-analysis humanis
Eagle, Morris (1984) Recent Developments in Psycho-Analysis. Nueva Mahler, Margaret, Pine, Fred y Bergman, Anni (1975) The Psychologioal
(1914) "On narcissism: an introductíon•. SE 14, págs. 67-102. [«Intro ce», Int. J. Psycho-Anal. 59: Í29-33; reimpreso (1978) en The Collected
ducción del narcisismo», en AE 14, 1979, págs. 65-98.] Papers of Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 343-52.
(1923) The Ego and the Id. SE 19, págs. 1-66. [El yo yel ello, en AE Ogden, Thomas (1982) Projective Identification and Psychotherapeutic
516 517
Rapaport, David (1951) .The conceptual model of psycho-analysis», tornó esto en serio, y consideró que representaba un sadismo real
Journal of Personality 20: 56-81. de los primeros años infantiles. El análisis de la pequeña Erna,
(1958).A historicaI survey of psychoanaIytic ego psychology», Bulletin llevado a cabo hacia 1925, le demostró que los niños pequeños
of the Philadelphia Assn. for Psychoanalysis 8: 105-20; reimpreso en pueden padecer de afecciones psicóticas: "A medida que el aná
The CollectedPapers ofDavid Rapaport. Nueva York: Basic, págs. 745-57. lisis avanzaba, fui descubriendo que la neurosis obsesiva grave
Schafer, Roy (1976) A New Languagefor Psycho-Analysis. New Haven:
enmascaraba u!1a paranoia» (KIein, 1927, pág. 160n). En ese aná
Yale.
SegaI, Hanna (1977) .Discussion on "Kleinian theory today"., J. Amer. lisis, la propia Klein, en el juego,
Psychoanal. Assn. 25: 363-85.
Zetzel, Elisabeth (1956) .Current concepts of transference.., 1m. J. Psycho He ahí una imagen del mundo del niño, en el cual no existe ayu
Anal. 37: 367-76. dante, sino que sólo existen perseguidores potenciales. Ataques
retorsivos a los perseguidores vuelven a estos más -y no menos
dañinos, porque en la fantasía se los supone todavía más infla
mados de violencia retorsiva. Este tipo de círculo vicioso repre
Psicosis senta un estado de hostilidad paranoide, con intensa desconfian
za hacia todas las figuras "buenas»:
Freud consideraba que las condiciones psicóticas (esquizofrenia,
incluida la paranoia, y psicosis maníaco-depresiva) resultaban in «C •.• ) una fantasía sobre la manera en que podría conseguir un
analizables. Esos pacientes presentaban una ocupación narcisis mejor puesto en el orden de méritos de la clase. Fantaseó que
ta con sus pensamientos y sus construcciones psíquicas, y desde aferraría a quienes lo superaban, los sacaría de allí y los mataría,
ñaban por completo el mundo externo, incluido el analista. Aho y descubrió, para su asombro, que ahora ya no se le aparecían
ra bien, Klein sustentó una concepción del narcisismo diferente corno compañeros, según lo habían sido hasta entonces, sino co
[véase NARCISISMO] Y pudo demostrar las relaciones objetales ca rno enemigos)) (Klein, 1923, pág. 61).
racterísticas de los psicóticos (Klein, 1930a). Estas incluían una
cuota enorme de sadismo [véase SADISMO] y confirmaban las es El nudo del problema que el psicótico enfrenta, y que no consi
pecificaciones de Abraham sobre los puntos de fijación de las psi gue superar, es lo excesivo de ese sadismo, que lo lleva a fanta
cosis [véase ABRAHAM]. El trabajo kleiniano sobre las psicosis co sías de retorsión temible por parte de los objetos y a una cesa
noció dos fases: ción total o parcial de la vida de fantasía (y de la vida interna).
Un año después de esta visión del estado emocional extremo del
(1) el descubrimiento de Klein de la paranoia en niños, y psicótico, Klein (1930a) publicó un trabajo sobre la inhibición del
(2) la investigación que ella y sus colaboradores hicieron de las desarrollo intelectual, donde demostró que ciertas palabras se con
definiciones de mecanismos esquizoides (Klein, 1946) por la vía vertían en el nudo (el punto de fijación) de fantasías agresivas
del trab~o directo con esquizofrénicos adultos [véase 11. POSI cruciales que aterraban al niño hasta el punto de que esas pala
CION ESQUIZO-PARANOIDE; 13. IDENTIFICACION .......... r"'''',-.mn bras no se podían aprender [véase FORMACION DE SIMBOLO].
(1) Paranoia de la nifiez. El juego de los niños abunda en proezas El círculo vicioso paranoide: PuestO que rebasa las fuerzas del
violentas perpetradas contra enemigos, y traspira el miedo de yo joven, la tarea de superar los círculos viciosos sádicos de la
sufrir esta misma tortura y muerte a manos de aquellos. Klein paranoia puede conducir a una inhibición del proceso de expul
..
518 519
sión y, en consecuencia, de simbolización. La inhibición de la sim VOS]. Estos mecanismos incluyen la escisión, la desmentida, la.
bolización distorsiona o detiene todo el proceso de desarrollo yoico idealización, la proyección, la introyección y la identificación.
e intelectual: Están saturados de omnipotencia y se consuman con gran vio
lencia en la fantasía [véase OMNIPOTENCIA].
«En Dick existía una incapacidad total, al parecer constitucional, Cuando Klein habló de fases «psicóticas» en el desarrollo de
del yo para tolerar la angustia ( ... ) El yo había dejado de elabo los niños, se la acusó de sostener que todos los niños eran psicó
rar una vida de fantasía y de establecer una relación con la reali ticos. No obstante, sus descripciones son claras: los niños aqueja
dad. Tras un comienzo endeble, la formación de símbolo había dos de esquizofrenia infantil están dominados por impulsos sádi
cesado en este niño» (Klein, 1930a, pág. 224). cos, y permanecen cautivos, sin escapatoria, en los intermina
bles círculos viciosos a que dan lugar las defensás omnipotentes
El grado de sadismo que ella descubría en tantos niños no dista frente al sadismo [véase PARANOIA]. Klein se defendió de aque
ba mucho del tipo de violencia que, según su hipótesis, señalaba lla crítica afirmando que no hacía sino describir puntos de fija
los puntos de fijación para las psicosis. La inhibición grave de ción para la psicosis.
Dick en su empleo de símbolos era un fenómeno común que se
descubría en el cuadro clínico de la esquizofrenia: (2) Esquizofrenia. La insistencia original de Klein en la afección
maníaco-depresiva fue rectificada tras la exhortación de Fairbairn
«( ... ) se caracterizaba por una ausencia casi completa de afecto a que se estudiaran las condiciones esquizoides (Klein, 1946). Se
y de angustia, un grado muy considerable de retraimiento de la interesó en consecuencia por los esquizofrénicos adultos, y así
realidad, así como de inaccesibilidad, una falta de rapport emo fue como llegó a definir la identificación proyectiva y.la posición
cional, una conducta negativista, que alternaba con signos de obe esquizo-paranoide. Todas estas condiciones presentaban una par
diencia automática, de indiferencia al dolor, deperseveración: ticular relación con el problema del sadismo y la retorsión.
síntomas todos que son característicos de la dementia praecox» En la década de 1940, Klein, junto con algunos colegas, estu
(Klein, 1930a, pág. 230). dió la esquizofrenia. Rosenfeld (1947) presentó un informe com
pleto sobre el primer psicoanálisis de un esquizofrénico llevado
Klein alimentó el entusiasmo de que estos descubrimientos llega a cabo con una orientación kleiniana. Empleó una técnica rigu
ran a ser importantes para la psiquiatría y el tratamiento even rosa, ciñéndose a la interpretación de la trasferencia (aunque el
tual de afecciones mentales graves (psicosis). Sostuvo que la psi paciente declinó algunos de los aspectos normales de la situación
cosis en niños era mucho más común de lo que se creía hasta analítica, como el uso del diván). Y pronto habría de seguirle Se
entonces, y que a menudo pasaba inadvertida aun para los pa gal (1950) con el análisis de un esquizofrénico hospitalizado. Es
dres: tos pacientes demostraron la importancia de comprender los me
canismos de la escisión y la identificación proyectiva que partici
«En mi opinión, la esquizofrenia es más común en la niñez de paban en la inestabilidad del yo y de su sentimiento de identidad,
lo que se suele suponer ( ... ) y creo que una de las principales en la pérdida de afecto, en las insuficiencias cognitivas y el dete
tareas del analista de niños consiste en descubrir y curar psicosis rioro de la formación normal de símbolo, así como la importancia
en niños" (Klein, 1930b, pág. 235). de poseer una técnica rigurosa para el análisis de la trasferencia
[véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIV A].
Defensas psicóticas: En vista de la intensidad y primitivismo de
la paranoia, Klein creía haber descubierto un nuevo nivel de ope Escisión y psicosis: Rosenfeld describió el caso de una paciente
ración mental y el más temprano de los problemas evolutivos. esquizoide que se enredó con el esposo de su mejor amiga en mo
A su parecer, existían defensas específicas que enfrentaban este mentos en que él pasaba por una crisis mientras su esposa per
nivel de angustia, agresión y miedo (distintas de las defensas fren manecía internada en espera de un segundo hijo. Cuando el hom
te a la libido). Las denominó mecanismos de defensa primitivos bre intentó seducir a la paciente, en ella había cierto deseo con
o defensas psicóticas [véase 9. MECANISMOS DE DEFENSA PRIMITI ciente de que lo hiciera, pero
"
520 521
.Toda su angustia giraba en torno de Si podría controlar los de analista, y que, a fin de consumar esa proyección, el paciente
seos y argumentos de él. Me repitió algunos de sus argumentos, recurre a un cuidadoso manejo escénico de la situación analfti
y era evidente que Denis hacía las veces de los voraces deseos ca» (Segal, 1956, pág. 121).
sexuales de mi propia paciente, quien tenía dificultades para go
bernarlos y, en consecuencia, los proyectaba sobre él» (Rosen Esta observación recibió fuerte apoyo de Klein (1960), quien co
feld, 1947, pág. 18). mentó que esta es la razón por la cual resulta tan difícil detectar
la depresión -y cabe suponer que otros afectos también- en el
Rosenfeld expuso otros (Úemplos de escisión, ahora de naturale esquizofrénico. Esto explica la aparente falta de trasferencia ob
za fragmentante. Con referencia a la cita que la paciente había servada por Freud, y acaso su pesimismo acerca de los esquizo- '
tenido con un pelúquero, ella había embarullado los tiempos: frénicos se debió a que experimentó la depresión que los pacien
tes le proyectaban.
«( ... ) salió de su casa en el momento en que debió estar allí. No
había olvidado que el viaje le demandaba treinta minutos, pero El yo dañado: La excesiva escisión del yo, de sus impulsos y de
este hecho, Y, la acción de viajar, se habían disociado por com sus experiencias, trae consigo algunas consecuencias: "Por lo que
pleto entre sí ( ... ) parecía como si todos los procesos de pensa se refiere al yo, la excesiva segregación y expulsión al mlmdo
miento, las acciones y los impulsos se hubieran dividido en innu externo de partes de él mismo lo debilitan considerablemente»
merables partes, aisladas entre sí, y se mantuvieran en un esta (Klein, 1946, pág. 8).
do de división. La paciente de manera espontánea mencionó su La cOI\Íunción de introyección y escisión no era menos impor
condición diciendo "Estoy dividida de nuevo" ( ... ) La escisión tante para Klein, porque la fantasía resultante suele ser una hui
de pensamientos y acciones se manifestaba en particular en re da hacia el objeto interno idealizado, que, si es excesiva, dificul
lación con la situación analítica; por ejemplo, sus frecuentes lle ta el desarrollo del yo: ,,( ... ) puede llegar a suceder que el yo
gadas tarde al análisis se debían a que dividía su comparencia se perciba enteramente servidor y dependiente del objeto inter
en muchas acciones parciales aisladas. Despertarse, vestirse, to no, una mera cáscara para este» (Klein, 1946, pág. 9) .
mar el desayuno, viajar en ómnibus hasta el consultorio de análi •Este yo debilitado ( ... ) se vuelve entonces incapaz de asimi
sis, y la sesión analítica como tal, eran otros tantos actos que lar sus objetos internos, lo que produce la sensación de ser ava
no le ,parecían en modo alguno relacionados entre sÍ» (Rosenfeld, sallado por estos ( ... ) [e] incapaz de recuperar las partes que
1947, pág. 27) [véase ESCISION]. proyectó en el mundo externo» (Klein, 1946, pág. 11). La inte
racción desequilibrada entre escisión y procesos introyectivos y
Confusión: Rosenfeld (1965) puso de manifiesto los grados ex proyectivos trae por consecuencia graves perturbaciones del yo
tremos en que los pacientes esquizofrénicos se confunden Con que tornan muy incierto el desarrollo ulterior e instilan una pro
el analista o con otros individuos, y fue muy explícito en su de pensión a contraer esquizofrenia más adelante.
mostración de las experiencias concretas del paciente de intro
ducirse en el analista o de ser eyectado. Partes del paciente se Contenimiento y función alfa: Bion logró importantes avances
experimentaban omnipotentemente localizadas en el objeto, y así teóricos sobre la base de su experiencia en el análisis de esquizo
confundidas con este. frénicos (Bion, 1967). Estas formulaciones en extremo originales
se exponen con detalle en otras entradas [véase BION], porque
Depresi6n proyectada: De manera similar, Segal (1956) describió los progresos de la teoría gracias al trabajo con esquizofrénicos
afectos que han sido segregados y proyectados: han tenido un profundo efecto sobre el cOI\Íunto de la teoría y
la práctica kleinianas. Bion distinguió una forma patológica de
«( .•. ) en el curso del desarrollo, los esquizofrénicos alcanzan la identificación proyectiva, que se encuentra en esquizofrénicos
posición depresiva y, encontrándola intolerable, le dan trámite y otros pacientes perturbados graves, de una forma más normal
por vía de identificación depresiva ( ... ) A menudo se descubre [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA; EMPATIA]. Junto con otros
que la parte depresiva del yo del paciente es proyectada en el autores, estableció que la identificación proyectiva constituía la
"
522 523
base de una comunicación en extremo primitiva, no verbal y no comprender este problema. El supuesto general ha sido que si
simbólica, entre madre e infante. Esto se ha conocido como «con la interpretación que provocó una reacción negativa en el pa
tenimiento» {véase CONTENIMIENTO] y ha adquirido importancia pa ciente ha sido correcta, tiene que existir no obstante una «más
ra el desarrollo de la técnica psicoanalítica [véase 1. n;cNIcA; CON correcta» que comprenda esta reacción negativa.
TRATRASFERENCIA]. Bion investigó en detalle los procesos que in Hubo varios intentos de comprender esta reacción:
tervienen en la función de contenimiento de la madre [véase
ENSOÑACION; FUNCION ALFA] o del analista, e indicó lo que podía (i) Culpa: Freud (1923) la atribuyó a la culpa, en especial una
fracasar en el caso de objetos que rechazaran la identificación culpa inconciente, que genera una necesidad de castigo; el pa
proyectiva [véase 13. IDENTIFICACION PROYECTIVA; CONTENTMIENTO; ciente consuma ese castigo sufriendo a causa de la enfermedad
PENSAMIENTO; FUNCION ALFA]. [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE].
524 525
intolerables de él mismo, a consecuencia de su envidia de la ca (1924) .The economic problem of masochism». SE 19, págs. 155-70.
pacidad del analista para contener sus propias experiencias y [«El problema económico del masoquismo», enAE 19,1979, págs. 161-76.]
las de sus pacientes. Horney, Karen (1936) .The problem of the negative therapeutic reac
Rosenfeld (1975) y también Etchegoyen et al. (1987) señala tion., Psychoanal. Q. 5: 29-44.
ron la necesidad de distinguir la reacción terapéutica negativa Klein, Melanie (1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235.
que deriva del impulso envidioso de arruinar los mejores esfuer Riviere, ,Joan (1936).A contribution to the analysis of the negative the
zos del analista y la reacción (acaso igualmente negativa) al ana rapeutic reactíon», Int. J. Psycho-Anal. 17: 304-20.
Rosenfeld, Herbert (1971) «A clínical approach to the psycho-analytic
lista cuyas interpretaciones son erróneas en tanto son defensi
theory of the life and death instincts: an ínvestígation into the aggressi
vas de su parte. ve aspects of narcissism., Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
(1975) «Negative therapeutic reacÚon., en Peter Giovacchini, ed.
Estructura del yo: Rosenfeld (1971) describió un narcisismo ne Tactics and Techniques inPsycho-Analytic Therapy, vol. 2. Nueva York:
gativo y la organización de la personalidad en estados fronteri Jason Aronson, págs. 217-28.
zos en que los impulsos negativos se dirigen contra la mejor par (1987) Impasse and Interpretation. Tavistock.
te del self y contra cualquier objeto (incluido el analista) que se Steiner, John (1987) «Interplay between pathological organizations and
aJíe con el lado cooperativo de la personalidad. Desde entonces the paranoid-schizoid and depressive posítions», Int. J. Psycho-Anal. 68:
esta estructura de las personalidades fronterizas ha sido descrita 69-80.
con frecuencia [véase ESTRUCTURA]. El socavamiento del análi
sis, a menudo con una reacción terapéutica negativa oculta, con
duce a menudo a una impasse por causas en apariencia descono
cidas; el paciente Realidad interna
,( ... ) se apropia de las capacidades del analista por la vía de una El pasQ inicial de Freud, grávido en consecuencias, consistió en
identificación proyectiva omnipotente que trae consigo un senti tomar en serio lo que le decían los pacientes neuróticos y psicóti
miento muy concreto de encontrarse dentro del analista y de con coso Partió del supuesto de que comunicaban algo comprensible,
trolarlo de ese modo, de suerte que toda la creatividad y com real para ellos. Realidad interna o psíquica es el convencimiento
prensión del analista se puedan atribuir al yo del paciente» (Ro sobre la realidad del mundo psíquico que existe inconcientemen
senfeld, 1975, pág. 223). te y se percibe dentro de la persona.
Klein elaboró esto con la teoría de los objetos internos; ella .
Toda la estructura de la personalidad se organiza en torno de
la envidia y de las defensas que se oponen a reconocer la capaci "hizo un descubrimiento que introdujo un agregado revoluciona
dad separada del analista [véase NARCISISMO]. rio al modelo de la psique, a saber, que no vivimos en un solo
mundo, sino en dos: que vivimos en un mundo interno que es
un escenario de vida tan real como el mundo externo ( ... ) La
Abraham, Karl (1919) «A particular form of neurotic resistance against
realidad psíquica podía ser tratada de una manera concreta» (Melt
the psycho-analytic method», en Karl Abraham (1927) Selected Papers
zer, 1981, pág. >178).
on Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 303-11.
526 527
que ese era el estado inicial del infante, el de su vivencia de sí informó Abraham se reitera en las descripciones kle1nianas de
y de su mundo al nacer, antes de que pudiera saber nada objeti las comunicaciones de pacientes acerca de la estructuración de
vo acerca del mundo circundante. Este era percibido en concre su psique. Esto llevó a que se objetara a Klein que (i) reificaba
to como un mundo interno de objetos reales (no de imágenes o los fenómenos de la fantasía y (ü) confundía los niveles de la des
representaciones) que entraban en relaciones entre ellos y con cripción con los de la teoría [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE). Pero
el sujeto. si la realidad interna del paciente es reificada, ello se debe a que
En la edad adulta es muy difícil traer a la conciencia esta cua el paciente mismo la reifica y funciona como si en realidad hu
lidad de lo real interno concreto, y demandó muchos años de dis biera en ella objetos físicos que entraran y salieran de su yo. Es
cusiones en las décadas de 1930 y de 1940 conseguir que se vol este mundo interior el que presenta la cualidad de una existen
viera aprehensible el distingo entre objetos internos (introyecta cia física denotada como el «mundo interno»; es perceptible para
dos) y representaciones. No se trata en el fondo de un distingo el paciente, no para el analista.
conceptual, sino de una diferencia de cualidad en la vivencia de
sí y de la propia actividad mental. Véase 5. OBJETOS INTERNOS; 2. FANTASIA INCONCIENTE
Rapaport (1957) intentó distinguir el mundo «interior» de las
representaciones mentales del mundo .interno» de la estructura Abraham, Karl (1924) «A short study of the development of the libido»,
psíquica. Así, el paciente tiene un mundo de recuerdos, ideas, en Karl Abraham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth,
presentaciones (Sandler y Rosenblatt, 1962), cuya cualidad es la Meltzer, Donald (1981) «The Kleinian expansion of Freudian metapsycho
de ser psíquico y diferir de una cualidad física. En cambio, el logy», Int. J. Psycho-Anal. 62: 177-85.
mundo de la estructura psíquica es aquello que el analista cons Rapaport, David (1957) «A theoretical analysis of the superego concept .. ,
truye para sí a fin de obtener un cuadro objetivo de la psique en (1967) The Collected Papers 01 David Rapaport. Nueva York: Basic.
del paciente en el marco de una metapsicologíá. Este distingo Sandler, Joseph y Rosenblatt, Bernard (1962) "The concept of the repre
de Rapaport, empero, fracasa, y en un aspecto importante. Una sentational world», psychoanal. Study Child 17: 128-45.
529
528
la fantasía, lo mismo que en sus juegos, una timidez, una alarma
ante su propia agresividad. (KIein, 1920, pág. 58n). La capaci a sus objetos, lo que después da origen al remordimiento y al cui
dad piadosa y el deseo de restablecerlo todo fueron evidentes dado:
para Klein en todos sus trabajos; en la descripción de una ópera
.( ... ) podemos ver a la madre cocida y comida, y a los dos her
que representaba de manera notable la situación de angustia co
manos repartiéndose su carne ( ... ) Pero semejante manifesta
mún infantil, escribió: «( ... ) cuando el muchacho siente lástima
ción de tendencias primitivas es seguida invariablemente de an
por la ardma herida, y acude en su auxilio, el mundo hostil se
trueca en un mundo amistoso. (Klein, 1929, pág. 214). gustia, y de acciones que muestran el intento del niño de reparar
y enmendar ahora lo que ha hecho. A veces trata de reparar a
En su trabajo de 1940, Klein demostró que existían diversas
formas de reparación: (i) la reparación maníaca, que contiene una los mismos hombres o trenes que acaba de romper. A veces, su
nota de triunfo porque se basa en una inversión de la relación actividad de dibl\io o de construcción expresa estas mismas ten
hijo-padre, que es humillante para los padres [véase REPARACION dencias reactivas» (Klein, 1927, pág. 175).
MANIACA]; (ii) la reparación obsesiva, que consiste en una repe
KIein demostró que los impulsos crueles se truecan en piedad y
tición compulsiva de acciones del tipo de la anulación retroacti
remordimiento. El juego es un intento de restablecer el objeto
va, carentes de un real elemento creador, y' destinadas a apla
dañado en la fantasía, o en la realidad, como suele sucede),; con
car, a menudo por vía mágica, y (iü) una variedad de reparación
un pequeño juguete:
que se basa en el amor y el respeto hacia el objeto, cuyo resulta
do son logros genuinamente creadores.
«( ... ) donde antes un niñito no hacía más que despedazar made
ritas, intentará ahora hacer un lápiz con esos pedacitos de made
Renwrdimiento y amor: Fue una gran sorpresa para KIein, tuvo
ra. Tomará trozos de mina de lápices que rompió, y los colocará
gran importancia y aun la conmovió mucho, descubrir tempra
en una rajadura de la madera, y después coserá un trozo de tela
namente, en sus pacientes más pequeños, su gran sensibilidad
alrededor de la tosca madera para darle mejor aspecto ( ... ) este
hacia las personas, los juguetes, los objetos con los que jugaban:
lápiz hecho en casa representa el pene de su padre, que él ha
destruido en la fantasía, y el suyo propio, cuya destrucción teme
"Fue conmovedora la impresión que recibí del modo en que in
va. (KIein, 1927, pág. 176). manifestaba rituales obsesivos destinados a preservar o restable
cer, que Klein concluyó, al comienzo, que los mecanismos obse
sivos se desarrollaban de manera específica para contrarrestar
Esto no confirmaba el punto de vista de que los niños utili
las manifestaciones de agresividad, concepción esta que coinci
zan los objetos para la simple satisfacción de sus necesidades, y
día con la de Freud. No obstante, el impulso de restablecer pare
los explotan para la descarga de una energía instintual. En lugar
cía ir mucho más allá de la preservación y la anulación obsesi
de ello, los niños tienen sentimientos hacia sus objetos, y su jue
vas. Suponía un gran cuidado y mucha actividad para dejar bien
go nos dice los sentimientos de que se trata y las razones a que
obedecen [véase AMOR}. las cosas, y movilizaba impulsos extraordinariamente creadores.
Consideró entonces que la reparación era una raíz importante
No menos sorpresa, y aun alarma, le prodl\io comprobar el
de toda actividad creadora: .( ... ) el deseo de hacer reparación,
grado enorme de violencia y crueldad con que los niños tratan
de enmendar el daño psicológicamente perpetrado en la madre,
530
531
y de restaurarla de ese modo, se agitaba en el fondo del afán
compulsivo de pintar aquellos retratos de sus parientes» (Klein, La reparación es suscitada de manera específica por las an
1929, pág. 218). En medida significativa, el concepto de repara gustias de la posición depresiva y, junto con el examen de reali
ción cobró preeminencia, en el pensamiento de Klein, a partir dad, constituye uno de los métodos principales para sobreponer
de las defensas obsesivas. se a la angustia depresiva. En la posición depresiva, el cuidado
recae sobre el destino del objeto amado «bueno», y no se reduce
a la necesidad de asegurar la supervivencia del niño mantenien
Reparación y sublimación: La sublimación es la conversión de do una madre que lo sustente y cuide, si bien este es un aspecto
impulsos libidinales en habilidades refinadas y creadoras. La re de la angustia. La reparación nace del cuidado real por el objeto,
paración, por otro lado, no es vista bajo esa luz. Como era carac de un penar por él. Puede suponer un gran autosacrificio en el
terístico de ella, Klein se interesó por el contenido psicológico mundo externo, adonde han sido proyectados unos objetos da
del proceso de conversión a que se refena Freud. Sin duda, la ñados. Intensos afanes reparadores suelen ser responsables de
reparación atañe a los impulsos, pero consiste en la fantasía de vidas dedicadas a fines humanitarios y vividas con gran austeri
enderezar los efectos de los componentes agresivos. También hay dad. He ahí una fantasía que se puede actuar con objetos exter
indicios de que para Klein la reparación era una fantasía engen nos; por ejemplo, dedicándose a una de las profesiones asisten
drada en particular por la agresión, mientras que respecto de la ciales.
sublimación se insiste sobre todo en los componentes líbidinales
o sexuales. Ahora bien, a su juicio era importante apuntar la in El fracaso de la reparaci6n: La reparación misma puede ser eS
teracción entre los impulsos agresivos y los libidinales: "El curso torbada. Donde operan vigorosas defensas maníacas frente a las
del desarrollo libidinal se ve de este modo estimulado y reforza angustias depresivas, pueden sobrevenir fantasías en extremo om
do a cada paso por el impulso de reparación y, en definitiva, por nipotentes, y.la reparación se concebirá por lo tanto con una om
el sentimiento de culpa» (Klein, 1945, pág. 410). La reparación nipotencia equivalente. Es una receta de fracaso, porque esfuer
es un resultado de la confluencia de los impulsos instintuales zos enormes harán falta para restablecer objetos dañados en ex
opuestos, y no el mero desplazamiento de un impulso sobre un tremo. Estados de depresión clínicas pueden establecerse si se
representante socialmente aceptable, como es el caso en la subli produce una identificación con el objeto dañado, y el sentimien
mación.
to de fracaso se proyectará en amigos, parientes, y los institutos
Con posterioridad, cuando Klein aflojó su compromiso con la asistenciales.
teona clásica, la idea de sublimación perdió parte de su impor Tales esfuerzos pueden tener por resultado una considerable
tancia, mientras que la idea de reparación se desarrolló y se con desvalorización de la importancia del objeto y una desmentida
virtió en la clave de bóveda de los procesos de maduración que de la dependencia [véase REPARACION MANIACA], o un gobierno
abren el camino para salir de la posición depresiva. y dominio estrictos sobre los objetos. Con la desvalorización o
El altruismo inherente a la reparación es una captación de
el gobierno excesivo, acaso se crea que el objeto ha sufrido más
los impulsos instintuales (véase INSTINTOS] por canales sociales.
daño, y esto conducirá a una mayor angustia depresiva por los
Es, en consecuencia, una categona de sublimación, proceso que
efectos deteriorantes y los impulsos destructivos, y estorbará el
Freud individualizó como el medio por el cual impulsos instin
desarrollo del niño.
tuales pueden ser canalizados en aplicaciones socialmente cons
"El mecanismo de la escisión está en la base de la represión (tal para su descarga por medio de una identificación proyectiva (pa
como lo implica el concepto de Freud); pero, a diferencia de las tológica), y la psique se desarrolla como un aparato que sirve pa
formas más tempranas de escisión, que llevan a estados de de ra la descarga de esas acumulaciones [véase PENSAMIENTO].
Freud, Anna (1936) The Ego and the Mechanism~ oj Dejence. Hogarth.
que puede surgir en etapas anteriores. Ahora bien, la medida en Klein, Melanie (1930) .The irnportance of syrnbol-forrnation in the deve
que se recurra a los procesos de escisión en los primeros meses loprnent of the ego». WMK 1, págs. 219-32.
de vida influirá vitalmente sobre el empleo de la represión en (1935).A contribution to the psychogenesis of rnanic-depressive sta
una etapa posterior. Porque si angustias y mecanismos esquizoi tes». WMK 1, págs. 262-89.
des no se han superado lo suficiente, el resultado puede ser, en (1952) «Sorne theoretical conclusions regarding the ernotionallífe of
lugar de una frontera fluida entre co'nciente e inconciente, una the infant». WMK 3, págs. 61-93.
barrera rígida entre estos» (KIein, 1952, pág. 87). (1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235.
110-9.
539
538
Narcisismo: Desde la década de 1960 en adelante, Rosenfeld se Meltzer, Donald (1968) «Terror, persecution, dread., Int. J. ~....
49: 396-400; reimpreso (1973) en Donald Meltzer, Sexual States Qf M~n4.
interesó por la naturaleza del narcisismo, que en la teoría klei
Perth: Clunie, págs. 99-106.
niana divergia de la concepción de Freud de un estado primario Money-Kyrle, Roger (1956) .Normal counter-transference and sorne 01
al que podía regresar el yo. Desde el punto de vista de Klein, its deviations», Int. J. Psycho-Anal. 57: 360-6; reimpreso (1978) en The
no existe un estado sin objetos (Klein, 1925), y lo que sucede con Gollected Papers of Roger Money-Kyrle. Perth: Clunie, págs. 330-42.
el narcisismo es que produce un retraimiento con absorción en Rosenfeld, Herbert (1947) «Analysis of a schizophrenic state with deper
objetos internos en lugar de externos. Rosenfeld investigó des sonalization», lnt. J. Psycho-Anal. 28: 130-9; reimpreso (1965) en Her
pués las manüestaciones clínicas del instinto de muerte y el nar bert Rosenfeld, Psychotic States. Hogarth, págs. 13-33.
cisismo negativo que es su resultado [véase 'NARCISISMO]. SU tra (1950) «Notes on the psychopathology of confusiona\ states in chro
bajo de 1971 fue una respuesta a una objeción importante hecha nic schizophrenia», lnt. J. Psycho-Anal. 31: 132-7; reimpreso (1965) en
al concepto de instinto de muerte (p.ej., Kernberg, 1969) sobre Psychotic States, págs. 52-62.
muerte [véase SADISMO]. Describe una estructura yoíca importan (1971) .A clinical approach to the psycho-analytic theory of the life
tísima, en la que una parte de la personalidad se organiza con and death instincts: an investigation of the aggressive aspects of narcis
miras a la expresión de impulsos del instinto de muerte y se ma sism., Int. J. Psycho-Anal. 52: 169-78.
nifiesta clínicamente como una idealización de la destructividad (1987) Impasse and lnterpretation. Tavistock.
y un ataque a las partes buenas del sujeto. Siguió a Meltzer (1968)
en esto, pero introdujo el término narcisismo negativo. La orga
nización siniestra del yo, que pervierte la trasferencia y todas
las relaciones humanas (Rosenfeld, 1987), ha sido un aspecto de Saber innato
numerosas investigaciones clínicas recientes llevadas a cabo por
kleinianos. Impresionó a Klein, al comienzo de sus trabajos, la naturaleza
Durante muchos años, Rosenfeld supervisó a analistas y psi inquisitiva de la mente infantil, y siguió el modelo establecido
coterapeutas en Gran Bretaña y otros países, y desarrolló una por Freud para el pequeño Hans (1909) en cuanto a la importan
sensibilidad intensa para la aptitud del analista de comprender cia de contemplar la curiosidad sexual de los niños. Consideró
al paciente. Se interesó mucho en diferenciar las reacciones ne evidente que el sadismo de estos [véase SADISMO] se ligaba con
gativas de pacientes ante interpretaciones que en el sentir de la frustración de sus investigaciones de la sexualidad, y que el
ellos no los comprendían bien, de sus reacciones destructivas (en miedo de su propio sadismo llevaba a inhibir esas investigacio
vidia) ante interpretaciones que en su sentir en efecto demostra nes y, además, a desactivar la curiosidad en general [véase EPIS·
ban la aptitud del analista para comprender y tolerar al paciente TEMOFlLIA; 3. AGRESION]. A causa de las críticas dirigidas a su téc
(Rosenfeld, 1987). nica del juego [véase L TECNICA; ANALISIS DE NIÑOS], Klein se in
teresó durante mucho tiempo por la elaboración del simbolismo
y su papel esencial en el desarrollo intelectual (Klein, 1930, 1931)
[véase FORMACION DE SIMBOLO].
Bion, Wilfred (1959) .Attacks on linking», Int. J. Psycho-Anal. 30: 308-15;
reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs. Fantasía innata: El interés por el simbolismo la condujo por fin
93-109. a la formulación de la fantasía inconciente (Isaacs, 1948) [véase
(1962) Learning from E::cperience. Heinemann. 2. FANTASIA INCONCIENTE]. Los instintos están representados en
Kemberg, Otto (1969) .A contributíon to the ego-psychological critique la psique como fantasías inconcientes de relaciones con objeto!.
of the Kleinian schoo¡", Int. J. Psycho-Anal. 50: 317-33.
Los diversos instintos dan origen a fantasías de objetos y relacio
Klein, Melanie (1925) «A contribution to the psychogenesis of tieso. WMK
1, págs. 106-27. nes activas con estos, que no se han conocido todavía en la reaU
641
540
dad externa. Las concepciones primitivas de objetos se basan en ma de saber muy diferente del saber adulto. El infante no ha
las sensaciones corporales intervinientes en los instintos. Este alcanzado el empleo cabal de los receptores a distancia, la audi
punto era polémico, y la teoría de la fantasía inconciente fue cri ción y la visión, y en consecuencia su saber se limita a su piel
ticada porque suponía que el infante podía fantasear acerca de y al ámbito interno deslindado por ella; el saber está circunscrito
morder, quemar, cortar en pedazos, restablecer, etc., sin haber a una sensación de identidad separada respecto de un objeto. Este
tenido una experiencia previa. tipo de saber, aunque muy modificado, forma parte y constituye
En el ejemplo del recién nacido que gira su cabeza en busca la base de la posterior experiencia (en tanto se opone a la per
del pezón para mamar cuando recibe un estímulo físico en la me cepción) de objetos, una vez que ojos y oídos, etc., se gobiernan
jilla, se trata simplemente de un reflejo. No obstante, la teoría cabalmente.
indicaba que el infante ha de tener cierta representación mental
de ese suceso. O sea, existirá una fantasía de un objeto hacia Función alfa: Bion (1962) se ocupó de estudiar el proceso por
el cual volverse y del cual mamar. Isaacs (1948), en su trabajo el cual los datos sensoriales se convierten en contenidos menta
principal, se extiende en el intento de comunicar la idea de un les utilizables. Denominófunción alfa [véase FUNCION ALFA] a la
saber somático inherente de hecho a las sensaciones físicas. Freud elaboración de datos sensoriales para formar la fantasía incon
ya había hecho una breve incursión en este debate con sus refle ciente de un objeto. Llamó pre-concepción [véase PRE-CONCEPCION;
xiones sobre el pequeño Hans: «( ... ) estaba en camino de postu PENSAMIENTO] al saber innato que está disponible en el comienzo
lar la vagina a partir de las sensaciones.de su pene» (Freud, 1909, para «aparearse» con una realización de ese objeto. El resultado
pág. 135 [pág. 108]). Klein fue más explícita «( ..• ) el niño muy de un apareamiento es, en los términos de Bion, una concepción.
pequeño, que en apariencia no sabe nada sobre cómo nacen los Quería decir que la realidad de los objetos tiene que satisfacer
niños, tiene un "saber" muy distinto sobre el hecho de que los una función del yo, que dará significado a las realizaciones.
niños crecen en el útero» (Klein, 1927, pág. 173). Hubo conside La cualidad de tener significado es de dotación innata, y es ela
rable resistencia entre los críticos de Klein a aceptar la existen borada poco a poco en el mundo de los objetos externos.
cia de un saber innato.
Véase FACTOR CONSTITUCIONAL
Dotación cognitiva innata: En la formulación esbozada por lsaacs,
pareciera que habría que postular ciertas capacidades innatas de
establecer distinciones: Bion, Wilfred (1962) Learning Jrom Experience. Heinemann.
(i) distinguir algo motivado con miras al bien (<<objeto bueno») de 10, págs. 1-149. [«Análisis de la fobia de un niño de cinco años», en AE
algo motivado con miras al mal (<<objeto malo»); 10, 1980, págs. 1-118.]
lsaacs, Susan (1948) «The nature and function of phantasy», 1nt. J. Psycho
(ii) distinguir el self del no-self (objetos). Anal. 29: 73-97; reimpreso (1952) en Melanie Klein, Paula Heimann, Su
Estas capacidades innatas [véase yo] son inherentes a las sensa garth, págs. 67-121.
ciones corporales. En el proceso de las representaciones menta Klein, Melanie (1927) «Criminal tendencies in nonnal children». WMK
les [véase FUNCION ALFA], estas sensaciones se experimentan co 1, págs. 170-85.
mo relaciones afectivas con objetos. Los objetos que en este caso (1930) «The im:portance of symboHormation in the development of
se fantasean no son físicos, ni son de hecho concretos en el sen the ego». WMK 1, págs. 219-32.
tido normal; se los dota de un sentido primitivo de localización, (1931) «A contribution to the theory of intellectual development..
dentro del self o fuera de él, y de motivaciones afectivas de be WMK 1, págs. 236-47.
nevolencia o malevolencia. Por lo tanto, son ante todo objetos
afectivos [véase OBJETOS-PARTES].
Los kleinianos presentaron este saber innato de objetos y de
actividades realizadas en ellos o por medio de ellos como una for
543
542
Karl (1911) "Notes oÍ! the psycho-analytic treatment of mante
Sadismo depressive insanity and allied conditions», en Karl Abraham (1927)
Selected Papers in Psycho-Analysis. Hogarth, págs. 137-56.
Las obras iniciales de Klein (1922, 1923) mencionan mucho el sa Freud, Sigmund (1917) "Mourning and melancholia... SE 14, págs. 237-58.
dismo de niños e infantes. Le impresionó el rasgo de violencia [.Duelo y melancolía», en AE 14, 1979, págs. 235-55.]
545
544
cación proyectiva patológica y un deficiente sentido de la reali
dad son, en su conjunto, un rasgo de la posición esquizo Self .¡ll."
paranoide. Estos trabajos (Segal, 1950, 1957) vinieron a confir 'l\l X ' 1
mar la hipótesis tentativa original de Klein según la cual los pun Tras la exposición de Freud del modelo estructural (ello, 'O';
superyó), se tendió a estudiar más el yo que el ello, así como'kM
tos de fijación de las psicosis se sitúan en la posición esquizo
modos en que el yo se relaciona con sus objetos y los usa. Kleln
paranoide.
escogió poner el acento en las relaciones con objetos. Se inclinó
Con la investigación de la formación de símbolo se relacionó
a emplear los términos «self», «yo» y «sujeto» indistintamente. El
una investigación sobre estética (Segal, 1952). También en este
término «yo» [ego] (también «sujeto») se emplea como el comple
caso Segal hizo aplicación fecunda del distingo entre las posicio
mento de «objeto». Mientras que «self», como sostuvo despu~s,
nes esquizo-paranoide y depresiva [véase FORMACION DE SIMBOLO].
«( ... ) se usa para abarcar el conjunto de la personalidad, que
La creación artística necesita que se haya alcanzado una posi
incluye no sólo el yo sino la vida instintual que Freud denominó
ción depresiva relativamente estable, desde donde ellmpulso de
el ello» (Klein, 1959, pág. 249), el yo es «( ... ) la parte organizada
reparación se movilice en una actividad constructiva. Este pun
del self».
to de vista fue tomado en serio y elaborado por el crítico de arte
La psicología del yo, en cambio, se ha interesado por el papel
Adrian Stokes (Stokes, 1963). Segal después escribió una serie
del yo en la estructura, y no tanto por la vida instintual de la
de trabajos sobre aspectos de la creatividad (Segal, 1974, 1977.,
cual brotan los objetos [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. La dife
1981, 1984).
rencia entre «yo» y «self» fue establecida de manera tajante por
No ha sido un logro menor de la importante obra de Segal ha
Hartmann (1950) cuando distinguió entre el yo como una organi
ber escrito resúmenes definitivos de las ideas de Klein (Segal,
zación psíquica descrita en términos objetivos y el self como aque
1964, 1979). En años recientes se ha interesado por las armas
lla representación que es catectizada en el narcisismo. El t~rmi·
nucleares y ha hecho declaraciones sobre este problema (Segal,
no «ego» es un término técnico creado por los pragmáticos tra
1987). .
ductores ingleses de Freud para realzar la objetividad de la ciencia
psicoanalítica; en consecuencia, es una distorsión del alemán «te",.
Segal, Hanna (1950) "Sorne aspects of the analysis of a schizophrenic», (yo), utilizado por Freud, que comunica una connotación mucho
Int. J. Psycho-Anal. 31: 268-78; reimpreso (1981) en Hanna Segal, The más personal o subjetiva (Bettelheim, 1983).
Work of Hanna Segal. Nueva York: Jason Aronson, págs. 101-20.
(1952) "A psycho-analytic approach to aesthetics», Int. J. Psycho-Anal. Véase YO
33: 196-207; reimpreso (1955) en Melanie Klein, Paula Heimann y Roger
Money-Kyrle, eds. New Directions in Psycho-Analysis. Hogarth, págs.
384-405; y (1981) en The Work of Hanna Segal, págs. 185-206. Bettelheim, Bruno (1983) Freud and Man's Saul. Hogarth.
(1957) "Notes on symbol formation», Int. J. Psycho-Anal. 38: 391-7; Hartmann, Heinz (1950) .Comments on the psycho-analytic theory of
reimpreso (1981) en The Work of Hanna Segal, págs. 49-65. the ego», Psychoanal. Study Child 5: 74-96.
(1964) Introduction to the Work ofMelanie Klein. Heinemann; reim Klein, Melanie (1959) "Our adult world and its roots in infancy». WMK
546 547
tación instintual del individuo. KIein analizó a sus pacientes y Ferenczi, Sandor (1921) «Psycho-analytic observations on tio, en Jilurther
expuso sus descubrimientos en función de las relaciones objeta Contributions to the Theory and Technique ofPsycho-Analysis. Hogarth.
les del yo que se d.ebate por qominar la angustia. Con este abor Freud, Sigmund (1926) Inhibitions, Symptoms andAnxiety. SE 20, págs.
daje, otros síntomas ocupaban un lugar secundario, y se los in 75-175. [«Inhibición, síntoma y angustia», en AE20, 1979, págs. 71-164.]
terpretaba en función de relaciones de objeto [véase ANGUSTIA]. Heimann, Paula (1952) «Certain functions of introjection and projection
in early infancy», en Melanie Klein, Paula Heimann, Susan Isaacs y Joan
Un momento decisivo se alcanzó en 1925, cuando Klein con
Riviere, eds. (1952) Developments in Psycho-Analysis. Hogarth, págs.
tradijo tanto a Ferenczi como a Abraham con respecto a la natu 128-68.
raleza del síntoma del tic. Ellos (Ferenczi, 1921; Abraham, 1921) Klein, Melanie (1925).A contribution to the psychogenesis of tics». WMK
entendían que el tic era un fenómeno narcisista primario, mien 1, págs. 106-27.
tras que Klein los contradijo con el aserto de que tenía una base Meltzer, Donald (1987) Studies in Extended Metapsychology. Perth: Clu
El examen de Klein de los síntomas solía extenderse muy po Riviere, Joan (1952) «General introduction», en Melanie Klein, Paula Hei
co a otros que no fueran la angustia. Consideraba que los sínto mann, Susan Isaacs y Joan Riviere, eds. (1952) Developments in Psycho
mas simbolizaban las relaciones objetales básicas que daban ori Analysis. Hogarth, págs. 1-36.
gen a la angustia; la interpretación requería "( ... ) descubrir las
relaciones objetales en que se basa» (Klein, 1925, pág. 121). En
consecuencia, el modo particular en que un síntoma se forma te
nía menos interés que su significado escondido, así como en la Sistemas de defensa sociales
práctica psicoanalítica lo que se interpreta es más el contenido
latente del sueño que los símbolos oníricos definitivos. En la década de 1940, en el curso de la movilización social de
la nación británica para la guerra, hubo considerable interés por
Síntomas de conversión, hipocondría y enfermedad psicosomá la psicología social. Una cantidad de analistas se ocupó de la ma
tica: Riviere (1952) y Heimann (1952) examinaron ciertos sínto nera en que los descubrimientos del psicoanálisis se manifesta
mas corporales en el contexto del narcisismo. La relación con un ban en los fenómenos de la psicología social. Entre estos analis
objeto interno puede alcanzar proporciones delirantes en que el tas estuvieron Bion, Bridger, Foulkes, Main y Rickman.
individuo desarrolle creencias concientes bizarras acerca de su Después de la guerra, estas ideas avanzaron en diversas di
cuerpo, basadas en las fantasías inconcientes de tener adentro recciones hasta crear el análisis de grupos (Pines, 1983, 1985),
un objeto maligno. Ese desarrollo obedece a una identificación la comunidad terapéutica (Main, 1946, 1977) Y una escuela de
de una parte del cuerpo con un objeto perseguidor «malo» que estudios de organizaciones con base en la Tavistock Clinic (con
ha sido introyectado. Meltzer (1987), al apuntar la diferencia en posterioridad, el Tavistock Institute) (Rice, 1963, 1965).
tre la enfermedad psicosomática, en la que se producen cambios El problema de una psicología social basada en los conceptos
patológicos reales en el cuerpo mismo, y las otras dos condicio de la psicología individual suele consistir en que el grupo social
nes (la hipocondría y los síntomas de conversión), enunció la hi se concibe en los términos de un individuo. Por ejemplo, el pri
pótesis (siguiendo a Bion) de que existe un vínculo entre ciertos mer intento de Freud de comprender la sociedad (Freud, 1913)
fenómenos psíquicos (la acumulación de datos sensoriales no pro fue concebirla como un agregado de individuos, una especie de
cesados) y una patología corporal. La perturbación, sostuvo, se supraindividuo empeñado en las fantasías que son característi
sitúa en el nivel de la traducción de instinto corporal en repre Cas de los individuos; pero después (1921) sentó las bases de una
sentación mental, cuando fracasa la función alfa [véase FUNCION comprensión de los lazos de agregación en la psicología indivi
ALFA]. dual, de los cuales surgían fenómenos sociales (Gabriel, 1983).
Jaques (1953) recogió las ideas de Freud de los lazos de agrega
ción: «( ... ) uno de los elementos cohesivos primarios que ligan
Abraham, Karl (1921) .Contribution to a discussion on tic», en Karl Abra a los individuos en una asociación humana institucionalizada es
ham (1927) Selected Papers on Psycho-Analysis. Hogarth. la defensa frente a una angustia psícótica» (Jaques, 1953, pág.
548 549
4); y mostró que esto es fruto de identificaciones de índole intro de Board, Robert (1979) The Psycho-Analysis ol0rg/l"tLe.-",
yectiva y proyectiva: tock. ,', .,.~.
Freud, Sigmund (1913) Totem and Taboo. SE 13, págs. l-lea. ~
"Los individuos pueden colocar sus conflictos internos en perso y tabú, en AE 13, 1980, págs. 1-164.) . ")1.'_
nas del mundo externo, pueden seguir inconcientemente el cur (1921) Group Psychology and theAnalysis 01 the Ego. SE 18, P....
so del conflicto por medio de identificación proyectiva, y pue 65-143. [Psicología de las masas y análisis del yo, en AE 18, 1979, P.....
den re-internalizar el curso y el resultado de un conflicto perci 63-136.)
Gabriel, Yannis (1983) Freud and Society. Routledge & Kegan Paul.
bido en lo externo, por medio de identificación proyectiva»
Hinshelwood, R. D. (1987) What Happens in Groups. Free Associatlon
(Jaques, 1953, pág. 21). Books.
Jaques, Elliott (1953) «On the dynamics of social structure., Human
La obra de Elliott Jaques fue central para el desarrollo del Tavis Relations 6: 3-23; reimpreso (1955) con el título .Social systems as a de
tock Institute, como lo fueron también las obras de Bion [véase fence against persecutory and depressive anxiety» , en Melanie Kleln,
SUPUESTOS BASICOS] y de Isabel Menzies, y todos ellos sacaron par Paula Heimann y Roger Money-Kyrle, eds, New Directions in Psycho
tido de los puntos de vista de Klein (1946) sobre los mecanismos Analysis. Tavistock, págs, 478-98.
de defensa primitivos de proyección e introyección, unidos a la Main, Thomas (1946) «The hospital as a therapeutic institution., BuUetin
identificación. 01 the Menninger Clinic 19: 66-70.
(1977) «The concept of the therapeutic community: variations and
Defensas colectivas: Jaques (1953) expuso el modo en que los in vicissitudes», Group-Analysis 10, Supplement; reimpreso (1983) en Mal
dividuos pueden usar instituciones sociales para sustentar sus pro colm Pines, ed. The Evolution 01 Group-Analysis. Routledge & Kesan
Paul, págs. 197-217.
pias defensas psíquicas, con lo cual estos métodos institucionales Menzies (Lyth), Isabel (1960) «The functioning of a social system as a
se convierten en formas colectivas de defensa que Jaques deno defence against anxiety», Human Relations 13: 95-121; reimpreso (1970)
minó el sistema de defensa social. Tales métodos pasan a incor en el Tavistock Pamphlet N° 3. Tavistock Institute of Human Relationl.
porarse a la vida rutinaria de la institución. Las instituciones hu (1988) Containing Anxiety in Institutions. Free Association Books.
manas, en consecuencia, presentan una sub-cultura que es in (1989) The Dynamics 01 the Social. Free Association Books.
conciente en el genuino sentido freudiano, y que es en extremo Miller, E. y Gwynne, G. V. (1973) ALife Apart. Tavistock.
determinante de la manera en que la institución conduce sus asun Pines, Malcolm (1983) The Evaluation 01 Group-Analysis. Routledse "
tos y de la eficacia con que los individuos abordan sus tareas con Kegan Paul.
cientes. (1985) Bion and Group Psychotherapy. Routledge & Kegan Paul.
Menzies (1960) empleó la idea del sistema de defensa social Rice, A. K. (1963) The Enterprise and its Environment. Tavistock.
(1965) Learning lor Leadership. Tavistock.
en el «psicoanálisis» de un sistema hospitalario, y mostró que en
las rutinas de cuidado del hospital se han instalado ciertos meca
nismos (las técnicas defensivas) que cada nuevo miembro del per
sonal tiene que aprender. Estos mecanismos, que buscan una de Sociedad
fensa frente a las angustias que produce el trabajo, suelen soca
var los objetivos terapéuticos de la institución: en este caso, el Aunque el psicoanálisis kleiniano ha mostrado particular rigor
cuidado de los pacientes. La idea de las defensas colectivas ha en cuanto a concentrarse en el mundo intrapsíquico, ya menudo
demostrado ser una aplicación fecunda del pensamiento kleinia se lo ha criticado por descuidar el mundo externo [véase MUNDO
no (Rice, 1963; Miller y Gwynne, 1973; de Board, 1979; Hinshel EXTERNO], ha dado origen a una tendencia, de tenacidad nota
wood, 1987; l\1enzies Lyth, 1988, 1989). El «sistema de defensa ble, a generar teorías acerca del mundo externo y la sociedad.
social» es una noción importante que pone de manifiesto la in En efecto, se han hecho no menos de tres grandes intentos de
serción del inconciente del individuo, de su fantasía y sus meca desarrollar una teoría psicoanalítica de la sociedad basada en con
nismos de defensa inconcientes, en procesos sociales, y ello sin ceptos kleÍnianos, Todos ellos se inspiran en el concepto de iden
reducir estos últimos a una psicología individual. tificación proyectiva, tal vez porque esta admite ser usada como
560 &&1
una teoría intrapsÍquica del mundo interpersonaL Las tres teo to de «( ... ) una nueva biología religiosa» (pág. 31). La ácida tira
rías son: (i) la de Jaques (1953) sobre los sistemas de defensa so da de Glover contra Klein propendía a defender la teoría ortodo
ciales [véase SISTEMAS DE DEFENSA SOCIALES]; (ii) la de Segal (1957) xa. Resumió muchas de las críticas que había expuesto en las Po
sobre la formación de símbolo [véase FORMACION DE SIMBOLO], y lémicas de 1943-1944 [véase POLEMICAS].
(iii) la de Bion (1962a, 1962b) sobre el contenimiento [véase CON
TENIMIENTO] • Lo objetivo y lo subjetivo: El problema de mente-cuerpo deja a
Además, la teoría de Bion sobre los grupos de supuesto básico los psicólogos en la duda sobre si escoger un abordaje objetivo
[véase SUPUESTOS BASICOS] presenta fuertes puntos de contacto o uno subjetivo de la psique. Podemos conocer un cerebro si ha
con una perspectiva kleiniana (Bion, 1961). Bion escribió sus tra cemos una investigación objetiva en la cabeza de alguien y, has
bajos donde exponía los supuestos básicos antes de formarse co ta cierto punto, si medimos parámetros de su conducta. Ahora
mo psicoanalista kleiniano, y no retomó sus ideas en esta nueva bien, también podemos llegar a saber algo acerca de un cerebro
condición. Parte de la concepción de los supuestos básicos (en si estamos, por así decir, dentro de él, y experimentamos subjeti
especial, el supuesto del «apareamiento») se trasformó en 1970 vamente nuestra propia psique. Estos dos portales de entrada
en una teoría del contenimiento social (Bion, 1970). al conocimiento de «nosotros mismos» no son congruentes entre
sí y no se los puede registrar en un mismo mapa [véase PROBLE
MA DE MENTE-CUERPO]. Cuando nos encontramos en una psicolo
Bion, Wilfred (1961) Experiences in Groups. Tavístock. gía de la experiencia personal, como lo es el psicoanálisis, nos
(1962a) «A theory ofthinking», lnt. J. Psycho-Anal. 43: 306-10; reim vemos precisados a (i) describir los fenómenos de la psique del
preso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann, págs. 110-9. paciente con arreglo a nuestra observación objetiva, o bien a (H)
(1962b) Learning from Experience. Heinemann. registrar la experiencia de él a través de nuestra experiencia en
(1970) Attention and lnterpretation. Tavistock. tanto nos identificamos con él subjetivamente [véase EMPATIA].
Jaques, Elliott (1953) «On the dynamics of social structure», Human Re
La primera de estas posibilidades se denomina metapsicología,
lations 6: 10-23; reimpreso con el título «The social system as a defence
against persecutory and depressive anxíety", en Melanie Klein, Paula
que es una estructura de términos técnicos que constituyen una
Heimann y Roger Money-Kyrle, eds. (1955) New Dírections in Psycho teoría sobre la psique humana. Es la actividad de una ciencia
Analysis. Tavistock, págs. 478-98. en el sentido ordinario, que se basa en las teorías de ciencias na
Segal, Hanna (1957) «Notes on symbol-formation», lnt. J. Psycho-Anal. turales como la física.
38: 391-7; reimpreso (1981) en The Work ofHanna Segal. Nueva York: El segundo abordaje, que registra experiencias individuales
Jason Aronson, págs. 49-65. de una persona (fenomenología), es diferente en varios aspec
tos: (O es la psicología de esa persona individual y no necesaria
mente resulta generalizable (o cuantificable); (H) está abierto a
Subjetividad la interpretación del observador que escucha el relato que de sus
experiencias le hace el sujeto, y (iií) cuando se trata de psicoaná
Dentro del pensamiento kleiniano existe una combinación de con lisis, el interés no recae sólo sobre la experiencia conciente acer
ceptos referidos a la experiencia objetiva del analista y a la ex ca de la cual se informa, sino también sobre las experiencias in
periencia subjetiva del paciente. Se han hecho diversas críticas concientes inferidas. Por lo tanto se plantean problemas muy vas
a esta posición; tal vez sea el aspecto de la obra de Klein cuestio tos de validez, generalizabilidad y comunicabilidad en una "ciencia
nado con más frecuencia. Brierley (1942) señaló: «Tenemos que de lo subjetivo».
distinguir entre el lenguaje del paciente (que describe sus fanta
sías) y el lenguaje científico; entre la experiencia viva y nuestras Fantasía y mecanismo: Los kleinianos emplean los términos -in
inferencias teóricas» (pág. 110) [véase REALIDAD INTERNA]. troyección» y "proyección» para denotar las experiencias subjeti
La confusión entre fantasías inconcientes sobre objetos bue vas de sus pacientes, pero esos términos se elaboraron original
nos y malos, y formulaciones científicas referidas a la estructura mente con el propósito de significar aspectos y procesos psicoló
psíquica según Freud, movió a Glover (1945) a hablar del inven gicos descritos de una manera científica "Objetiva, a saber, en la
'>
552 553
metapsicología freudiana. dntroyección» es un término objetivo ¿cómo su mundo subjetivo sería real para otra persona? Al...,·
afín a la experiencia subjetiva de «incorporación» o .internaliza sostuvo que los descubrimientos de Klein significaban que .1ftlIIriíl
ción,,; por su. parte, «proyección» se enlaza con «expulsión» y «ex lidad psíquica se podía tratar de un modo concreto como urI'.··
ternalización.; un «yo» descrito objetivamente se experimenta co gar ( ... ) donde se genera el significado de la vida para su di"
mo un «self". pliegue en el mundo exterior» (Meltzer, 1981, pág. 178); y distin
Una confusión de lo objetivo y lo subjetivo es perturbadora guió el nuevo tipo de conocimiento que esto suponía:
para científicos acostumbrados a considerar que el objeto es algo
separado del observador. «Esto nos vale abandonar», dijo Brier «Esta trasformación en una visión platónica está implícita en la
ley en una acalorada discusión, «nuestra pretensión de ser cien obra inicial de Klein, y en ese momento hizo que su psicoanálisis
tíficos y recaer en el estado primitivo del campesino cruno que dejara de ser una ciencia baconiana, que buscara explicaciones
interpreta un eclipse diciendQ que un dragón se tragó el sol» (Brier y esperara obtener verdades absolutas, o leyes, para convertirse
ley, 1943). en una ciencia descriptiva, que observara y describiera fenóme
Parecen existir dos lenguajes paralelos: (i) términos metapsi nos que eran infinitos en sus posibilidades porque se trataba de
cológicos acerca de los .hechos. conocidos objetivamente, y (ji) fenómenos de imaginación» (pág. 178).
un lenguaje fenomenológico sobre la intencionalidad y la fanta
sía personales del paciente. El término «introyección» se refiere Se vuelve difícil mantener separados los lenguajes .•Yo» es un
a la descripción científica objetiva de un suceso psicológico en término metapsicológico (lenguaje [iD, pero se crea a partir de
que cierto aspecto de un objeto externo pasa a ser parte del yo; los actos de una fantasía personal (lenguaje [ii]). La fantasía de
el término «incorporación" se refiere a la fantasía del individuo incorporar un objeto trae por consecuencia una "alteración del
de absorber algo del objeto. yo» objetiva, que el sQjeto experimenta y es visible para el obser
Pudiera parecer que la confusión entre diferentes categorías vador. La descripción según la cual el yo se forma a partir de
de lenguaje se aclararía con un empleo riguroso de los términos: la incorporación de objetos parece una explicación objetiva de
términos metapsicológicos para la descripción científica objeti lo que ocurre, al modo de «el sistema solar se formó a partir de
va, términos fenomenológicos para la experiencia subjetiva. No torbellinos de materia». Pero describir la formación del yo por
obstante, no parece que esto dé resultado. la incorporación de objetos es también una actividad de fantasía
personal acerca de uno mismo. Aun si distinguimos el «yo» (tér
Quiebra de la distinción: Cualquier separación de la descripción mino metapsicológico) del «self» (término personal de experien
objetiva del yo respecto de la experiencia subjetiva del mundo cia subjetiva) y reconstruimos la frase diciendo «el self se forma
de la fantasía inconciente conduce a problemas paradójicos co a partir de la incorporación de objetos», obtenemos una descrip
mo este: ción que no difiere de la frase «el yo se forma por la introyecci6n
de objetos». Parece que la distinción entre los lenguajes se vol
«( ... ) ella [Klein] a menudo considera que la fantasía es consti viera redundante. Un acto de fantasía es en sí mismo una teoría
tutiva de la realidad psíquica: en ella se construyen el superyó objetiva.
y el yo, y en ella existen todas esas partes del self. Pero, por La quiebra de la distinción entre fantasía y ciencia objetiva
otro lado, emplea el lenguaje estructural de la metapsicología freu proviene de la situación en que Ca) la fantasía es, en ese nivel,
diana, y considera que la fantasía es una actividad del yo» (Mac omnipotente, por lo cual, objetivamente, un yo que fantasea es
kay, 1981, pág. 196). también, subjetivamente, un self que se encuentra en un mo
mento de creación de sí, y (b) la fantasía es el mundo subjetivo
o sea: ¿es la introyección una de las funciones del yo, o es el donde se genera significado, y los significados que residen en las
yo un producto de la introyección (la fantasía de incorporación explicaciones objetivas nacen de la actividad de fantasía no me
de un objeto)? nos que los significados de la fantasía subjetiva. El significado,
¿Qué lenguaje emplear para referirnos a la realidad psíquica? en los mundos su,bjetivo y objetivo, es el mismo significado, aun
El de la realidad psíquica es el mundo real para el paciente, pero si el conocimiento de los mundos subjetivo y objetivo se convler
554 555
te en dos diferentes conocimientos y produce dos lenguajes dife Validez y conjiabilidad: El analista experimenta subjeti~
rentes. te a su paciente, y la interacción de dos mundos subjetivol, lft..
trapsíquicos, tiene que ser investigada siguiendo las compl~lda·
La ciencia de lo subjetivo: El problema es que no existe un pro des de la relación de trasferencia-contratrasferencia [véase CON·
ceso o suceso psicológico que no se experimente subjetivamente • TRATRASFERENCIA]. Esta forma de comunicación entre dos perso
y que no sea de hecho formado y moldeado por una experiencia nas que intercambian experiencias subjetivas presenta aspectos de
y fantasía subjetiva: «Una fantasía es algo ficticio y también una mía complicación extraordinaria, en la que hasta cierto punto
función» (Isaacs, 1943). Esto confiere su peculiaridad a la ciencia han puesto orden el concepto de contenimiento [véase CONTENI
de la experiencia subjetiva: no es posible describir su campo de MIENTO] y la comprensión de la comunicación no simbólica que
investigación como algo distante, o distinto, de la experiencia de se realiza por medio de identificación proyectiva.
la persona investigada: «( ... ) sabemos que en psicoanálisis exis Nos encontramos en una situación diferente cuando pasamos
te una relación orgánica entre material y técnica, y esto es algo a reflexionar sobre la comunicación de experiencias subjetivas
que otros científicos nos reprochan» (Segal, 1972, pág. 159). entre un analista y otro. Fue natural suponer que tales comuni
«Objetivo) opuesto a «subjetivo» forma una dicotomía simplis caciones se realizarían, como en otras ciencias, por medio de un
ta cuando se trata de las ciencias humanas: lenguaje de palabras especiales adaptadas a la profesión, la ter
minología metapsicológica. Pero es probable que cuando se trata
«( ... ) cuando el objeto de estudio es la psique misma, que cons de una ciencia de lo subjetivo debamos andar con cuidado en
tituye el dominio de lo subjetivo, tenemos que seguir siendo ob esto y admitir la posibilidad de que intervenga una complejidad
jetivos en nuestra actitud hacia los fenómenos que estudiamos, semejante a la que se puede registrar en las comunicaciones (de
pero debemos aceptar y recordar que la naturaleza del objeto trasferencia-contratrasferencia) entre analista y paciente. Al fi
es la de ser "subjetivo"» (Heimann, 1943). nal de su carrera de psicoanalista, Bíon (1970) se ocupó intensa
mente de los problemas de comunicación entre analistas acerca
de las experiencias que habían tenido, como analistas, de los mun
Mackay (1981) ha investigado la posibilidad de que la metapsico
dos subjetivos inconcientes de sus pacientes [véase BION].
logía de Klein sea fenomenológica, que se ciña de manera exclu
La confiabilidad de las observaciones e interpretaciones de
siva a las percepciones y experiencias subjetivas del individuo.
un psicoanalista viene determinada subjetivamente por su pro
Sin duda es ese el punto de partida del abordaje kleiniano, pero
pia personalidad. La puesta a prueba de su validez depende, en
experiencias psicológicas y procesos somáticos no van divorcia
consecuencia, de su propio análisis personal, que ha recibido en
dos en teoría. No es necesario afirmar, con Mackay, que resulte
su formación o después. Ese proceso de validación es privado,
inevitable una dicotomía «mecanicismo-fenomenología».
y el analista se valida sólo de la manera más aproximada, por
el hecho de que lo acepten en una Sociedad Psicoanalítica. Es
Contratrwiferencia: La imposibilidad de distinguir el lenguaje comprensible, por lo tanto, que validez y confiabilidad se res
científico y la experiencia subjetiva significa inevitablemente que trinjan de manera pública a la condición de miembro de una So
«introyección» e «incorporación» son la misma cosa. Además, se ciedad o de una descendencia de analistas que provienen de cierta
parar el lenguaje de manera artificial violenta al sujeto, puesto figura fundadora. Bion (1963) intentó establecer criterios dife
que da a entender que existe un agente fuera del sujeto y de rentes y objetivos para la discusión de lo que sucede en un psi
su experiencia, que opera con procesos distintos de los inheren coanálisis, y seleccionó una cantidad de «elementos»: la grilla [véa
tes al sujeto humano que se estudia. El psicoanalista emplea mé se BION], «L», .H.. y «K» [véase EPISTEMOFILIA] y la relación
todos subjetivos (empatía e intuición) para reunir su material. contenedor-contenido [véase CONTENIMIENTO]. No obstante, no pa
Según Bíon (1962) [véase PENSAMIENTO], el trabajo de pensamiento rece que Bion haya encontrado seguidores en la elaboración de
que el psicoanalista consuma en los datos que ha reunido subje esto como un método de comunicación entre psicoanalistas. En
tivamente sobre ~u paciente es también un proceso subjetivamen cambio, sus conceptos se han aplicado más a la práctica clínica
te determinado de fantasía inconciente. con pacientes.
o
666 567
Bion, Wilfred (1962) .A theory of thinking», 1nt. J. Psycho-Anal. 43: Meltzer (1983) consideró que sueños y fantasía inconciente
306-10; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heinemann,
eran sinónimos, y pensó que la vida despierta condente repre
págs. 110-9.
(1963) Elements of Psycho-Analysis. Heinemann.
sentaba el contenido manifiesto de un sueño. En esto siguió a
(1970) Attention and 1nterpretation. Tavistock.
Bion (1962), para quien los pensamientos-oníricos eran el primer
Brierley, Marjorie (1942) "Internal objects and theory», 1nt. J. Psycho producto mental de toda experiencia que deriva de datos senso
Anal. 23: 107-20. riales en bruto procesados por la función alfa [véase FUNCION AL
(1943) "Contribution to the Controversial Discussions 1943-1944 of FA]. En este sentido, los sueños son el espacio interno «( ... ) don
the British Psycho-Analytical Society» (inédito). de se genera significado» (Meltzer, 1981, pág. 178).
Glover, Edward (1945) «An examination of the Klein system of child
psychology», Psychoanal. Study Child 1: 1-43.
Heimann, Paula (1943) «Contribution to the Controversial Discussions
1943-1944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito). Bion, Wilfred (1962) Learning from Experience. Heinemann.
Isaacs, Susan (1943) «Contribution to the Controversial Discussions Meltzer, Donald (1981) .The Kleinian expansion of Freudian metapsycho
1943-1944 of the British Psycho-Analytical Society» (inédito). logy., 1nt. J. Psycho-Anal. 62: 177-85.
Mackay, Nigel (1981) .Melanie Klein's metapsychology: phénomenologi (1983) Dream-Life. Perth: Clunie.
cal and mechanistic perspective., 1nt. J. Psycho-Anal. 62: 187-98.
Meltzer, Donald (1981) .The Kleinian expansion of Freud's metapsycho
logy» , 1nt. J. Psycho-Anal. 62: 177-85.
Segal, Hanna (1972) .The role of child analysis in the psycho-analytic Supuestos básicos
training., 1nt. J. Psycho-Anal. 53: 157-61.
(1979) Klein. Fontana. El trabajo de Bion con grupos (Bion, 1948-1951; Rioch, 1970),
antes de su formación como analista kleiniano, se suele incluir
en el canon kleiniano. Posteriormente elaboró parte de sus con
clusiones con una fuerte orientación kleiniana (Bion, 1955, y des
Sueños pués, 1970); pero -de sus datos no se sigue necesariamente una
interpretación kleiniana de los supuestos básicos, aunque su ve
Con la elaboración de la idea de fantasía inconciente, la natura rosimilitud es considerable» (Trist, 1987); Meltzer (1984) ensalzó
leza de los sueños fue remodelada implícitamente. La teoría clá este trabajo presentándolo como «( ... ) las importantísimas for
sica de Freud consideraba que eran la ,actividad de una psique mulaciones de Bion sobre Grupos de Supuesto Básico), (Meltzer,
perturbada. Para preservar el dormir, el soñante construía, de 1984, pág. 89). Wilson (1983) expuso con cierto detalle que el
manera disfrazada, una solución fantasiosa del conflicto pertur modelo de Bion de supuestos básicos es una «metapsicología de
bador. En consecuencia, los sueños representaban un cumplimien los grupos equivalente en muchos aspectos al sistema que Freud
to de deseo. Pero los sueños de angustia, que despiertan al so concibió» (Wilson, 1983, pág. 157), equivalente en particular al
ñante, parecen un fracaso del proceso, determinado por la in modelo tópico de Freud.
tensidad de la perturbación.
La idea kleiniana de fantasía inconciente como roca de base Análisis del grupo: Bion (1961) trató grupos como un analista
omnipresente para todos los procesos psíquicos, proporciona una que se sienta con un paciente. El «grupo-como-un-todo» hace tras
nueva visión sobre la naturaleza de los sueños. El sueño es más ferencia sobre el líder del grupo en la forma de una cultura gru
bien una expresión (en forma disfrazada) de una fantasía incon pal que, según Bion mostró, está penetrada de supuestos tácitos
ciente, así como de defensas frente a su apreciación conciente. e inconcientes compartidos por todos los miembros del grupo. El
En esta perspectiva, los sueños de angustia dejan de ser un pro col\Íunto de supuestos sobre la naturaleza del grupo, sobre su
blema para la teoría psicoanalítica. El sueño representa, por lo líder, sobre la tarea del grupo y sobre el papel esperado de sus
tanto, la fantasía inconciente de unas relaciones objetales, esti miembros, presenta tres variantes. Los tres supuestos básicos se
mulada por los impulsos activos (buenos o malos) del momento. detectan en el tono de sentimiento que prevalece en el grupo:
~
558 559
O) primero, el supuesto básico dependiente [dependent basic as Esta concepción de la naturaleza triádica de los supu_• •
sumption] (BaD) da origen a un grupo de miembros suspendidos, grupo se ha difundido fuera del psicoanálisis (de Board,h~=
a menudo decepcionadamente, de las palabras sabias del líder Pines, 1985). Aunque Bion intentó al comienzo relacionar BU,I
del grupo, como si supusieran que todo conocimiento, salud y
vida se alojaran en él, y cada uno de los miembros, como indivi
cubrimientos con el concepto de Klein de identificación pr~
tiva (Bion, 1955), después abandonó estas ideas, y su trabajo eón
..
duo, los debiera obtener de él; grupos. Pero más tarde (Bion, 1970; Menzies Lyth, 1981) refor~
muIó la idea del supuesto de apareamiento, que pasó a ser mú
(ii) en segundo lugar, en el supuesto básico de lucha/fuga o menos básica para la vida de grupo en general; vio en ella el
[fight/flight basic assumption] (Baf) , los miembros se congregan principal método de examen de lafunción de contenimiento de
en torno de la idea irritada y violenta de que existe un enemigo los grupos y un modo adecuado de comprender el vínculo entre
que debe ser identificado, y que todos los miembros, como una el individuo y la sociedad, la mística y el régimen establecido [véa
falange conformista, serán conducidos por el líder para combatir se CONTENIMIENTO].
a ese enemigo o bien para huir de él. Ese enemigo puede ser la
misma «neurosis» en el grupo terapéutico, o uno de los miembros
del grupo, o algún objeto adecuado ajeno al grupo (un enemigo Bion, Wilfred (1948a) «Experiences in groups ¡., Human Relations 1:
314-20; reimpreso en Bion (1961) Experierwes in Groups. Tavistock, págs.
externo);
29-40.
(1948b) «Experiences in groups 11», Human Relations 1: 487-96; reim
(iti) por último, el supuesto básico de apareamiento [pairing ba preso en Bion (1961) Experiences in Groups, págs. 41-58.
sic assumption] (BaP) impregna al grupo de una esperanza mis (1949a) «Experiences in groups.III», Human Relations 2: 13-22; reim
teriosa, a menudo con apareamiento conductal entre dos miem preso en Bion (1961) Experiences in Groups, págs. 59-75.
bros, o de un miembro y el líder, como si todos compartieran la (1949b) «Experiences in groups IV.., Human Relations 2: 95-104; reim
creencia de que una gran idea nueva (o un gran individuo) habrá preso en Bion (1961) Experiences in Groups, págs. 77-91.
de emerger del comercio de la pareja (una creencia mesiánica). (1950a) «Experiences in groups V», Human Relations 3: 3-14¡reim
preso en Bion (1961) Experiences in Groups, págs. 93-114.
Los grupos de trabajo: Bion contrapuso el estado de supuesto bá (1950b) «Experiences in groups VI», Human Relations 3: 395-402; reim
sico de un grupo a lo que denominó el grupo de trabajo, en que preso .en Bion (19tH) ~"'xperiences in Groups, págs. 115-26.
(1951) «Experiences in groups VI!», Human Relations 4: 221-8; reim
los miembros abordan la tarea del grupo, definida y aceptada con
preso en Bion (1961) Experierwes in Groups, págs. 127-37.
conciencia. En este estado, el grupo funciona con un refinamiento (1955) «Group-dynamícs: a review», en Melanie Klein, Paula Helmil\n
de proceso secundario y atiende al examen de realidad dentro y Roger Money-Kyrle, eds. (1955) New Directions in Psycho-Analí/lU,
del grupo y fuera de él. Wílson (1983) apuntó la obediencia de Tavistock, págs. 440-7; reimpreso en Bion (1961) Experiences in ~,
Bion al modelo psicoanalítico de un funcionamiento refinado de págs. 141-91.
la psique que se alza sobre la caldera del inconciente. El estado (1961) Experiences in Groups. Tavistock.
de grupo de trabajo suele mostrar signos de estados activos de (1970) Attention and Interpretation. Tavistock.
supuesto básico, y Bion consideraba los supuestos básicos como de Board, Robert (1978) The Psycho-Analysis of Organizations. Tavta
«valencias» que de manera inevitable reunían a las personas y tock.
definían la pertenencia grupal. Meltzer, Donald (1984) "A one-year-old goes to nursery: a parable of con
fusing times», Journal of Child Psychotherapy 10: 89-104; reimpreso
(1986) en Meltzer, Studies in Extended Metapsyclwlogy. Perth: Clunie,
Bion intentó conectar características de supuesto básico con el
págs. 136-53.
funcionamiento de instituciones sociales: el ejército, por ejem Menzies Lyth, Isabel (1981) "Bion's contribution to thinking about groups.,
plo, representaba evidentemente el supuesto de lucha/fuga, y la en James Grotstein, ed. (1981) Do I Dare Disturb the Universe? Beverly
Iglesia, a su juicio, el supuesto de la dependencia. En cuanto al Hills: Caesura, pá;gs. 661-6.
supuesto del apareamiento, lo discernió en la aristocracia, una Pines, Malcolm, ed. (1985) Rion and Group Psychotherapy. Routledge
institución interesada en la reproducción. & Kegan Pau!.
~
560 1561
Rioch, Margaret (1970) .The work of Wilfred Bion on groups», Psychiatry Un objeto interno que despoja de significado da origen a un 1IIlt,
33: 56-66. peryó que produce órdenes sin sentido para regir la conductt., i~,
Trist, Eric (1987) .Working with Bion in the 1940s», Group Analysis 20:
263-70. f
Bion, Wilfred R. (1962a) "A theory of thinking., Int.. J. Psycho-Á1IAI,¡
Wilson, Stephen (1983) ."Experiences in Groups": Bion's debt to Freud», 43: 306-lO; reimpreso (1967) en W. R. Bion, Second Thoughts. Heln...
Group Analysis 16: 152-7. mann, págs. 110-9.
(1962b) Learning from Experience. Heinemann.
Stephen, Karin (1941) .Aggression in early childhood., Br. J. Med.
Psychol. 18: 178-90.
562 568
mo un fenómeno enteramente alejado de la persona real del ana pasado. Pero, en segundo lugar, Freud consideró tamb1é~.
lista; cuando se encontró con la ansiosa ternura de sus jóvenes lación entre Dora y él como una escenificación de algú.1\ ~
pacientes mujeres que lo requerían de la misma manera, se re especifico (Freud, 1915). ji,,,! •.
husó a aceptar que esto obedeciera a sus encantos varoniles. d\.H)
lií64 &615
las expresiones de los esfuerzos del niño por dar cabida a la ma el mundo subjetivo del paciente e intentan encontrar palabras
nera traumática en que experimentaba su vida cotidiana. para aprehenderlo. Estos abordajes de la práctica psicoanal(tlca,
Aplicada a la práctica del psicoanálisis de adultos, esta nueva que enzarzaron a sus protagonistas en aquel gran conflicto de
comprensión tuvo un efecto profundo sobre la teoría y la prácti la década de 1920 sobre la técnica del análisis de niños, siguen
ca. La trasferencia, que ya era vista como una escenificación en manteniendo hoy un claro contraste en el análisis de adultos [véa
el consultorio, pasó a ser considerada como una re-escenificación se 1. TECNICA; ANALISIS DE NIÑOS].
de experiencias fantaseadas actuales, del mismo modo como el
juego del niño re-escenificaba la elaboración que de sus traumas (6) Trasferencias divididas. Desde 1940 en adelante, Klein intro
él había hecho en la fantasía. Esta visión de la trasferencia, se dujo un nuevo desarrollo en la comprensión y la interpretación
gún la cual nace de las dificultades actuales, experimentadas en terapéutica de la trasferencia. Abraham (1919) y, con posteriori
el aquí-y-ahora de la sesión de análisis, se vio reforzada por el dad, muchos otros analistas, señalaron aspectos escondidos de
desarrollo de la noción de fantasía inconciente, y por la impor la relación del paciente con el analista: por lo común, sus aspec
tancia acordada a esta [véase 2. FANTASIA INCONCIENTE]. La prác tos negativos ocultos. Klein consiguió abarcar esto con su teoría
tica del psicoanálisis kleiniano se ha convertido en una compren en elaboración durante la década de 1940, cuando empezó a com
sión de la trasferencia en tanto expresión de una fantasía incon prender la importancia de la escisión. Pudo mostrar que todo el
ciente, activa en el aquí-y-ahora del análisis. Pero la trasferencia material producido en el curso de la asociación libre en una se
se modela con arreglo a los mecanismos infantiles con que el pa sión analítica es susceptible de presentar aspectos de la trasfe
ciente dio trámite a sus experiencias de otrora: rencia inmediata sobre el analista en el aquí-y-ahora, aunque el
material no se refiera a él de manera explícita o aunque en apa
«( ... ) el paciente está destinado a dar trámite a sus conflictos riencia se componga de recuerdos de la niñez:
y angustias re-experimentados hacia el analista con los mismos
métodos que empleó en el pasado. Es decir que se apartará del «Por <ejemplo, informes de pacientes acerca de su vida cotidiana,
analista como intentó apartarse de sus objetos primordiales» sus relaciones y sus actividades, no sólo proporcionan un insight
(Klein, 1952, pág. 55). del funcionamiento del yo, sino que revelan también -si explo
ramos el contenido inconciente- las defensas frente a las angus
Esta concepción de la trasferencia terminó a su vez por dar sus tias provocadas en la situación trasferencial ( ... ) él intenta divi
tento al concepto de fantasía inconciente. Estos dos conceptos dir las relaciones con este [con el analista], y mantenerlo como
se han desarrollado en reciprocidad como el núcleo de la prácti una figura buena o mala: difracta algunos de los sentimientos
ca kleiniana. y actitudes que experimenta hacia el analista sobre otras perso
nas de su vida actual, y esto forma parte de un "acting out"»
Las técnicas de la psicología del yo: Una de las diferencias en (Klein, 1952, pág. 56) [véase 1. TECNICA].
el abordaje de la trasferencia consiste en que algunos buscarán
en el material el testimonio de impulsos, retoños instintuales y La secuencia de asociaciones en el material es en efecto una ex
defensas frente a estos, mientras que otros pesquisarán objetos posición del cOI\Íunto (inconcientemente) pulverizado de restos
y las relaciones con ellos. de la relación con el analista, y a menudo de aspectos muy inma
Pero esta diferencia presenta un estrato más profundo. La pro duros de esa relación. La tarea del analista es comprender el mo
puesta de Klein fue una acentuación diferente en el examen del do en que lo representa esa miríada de aspectos en conflicto que
material producido por los pacientes. Se interesó por el contlmi tienen que ser reunidos en una «compilación de la trasferencia»
do de las angustias, y en esto se apartaba del interés anterior (Meltzer, 1968).
por los instintos y la descarga de energía. Los analistas se empe
ñan en abordar la estructura de la psique del paciente en térmi Contratrasferencia: En el curso de este itinerario histórico del
nos objetivos, construyendo un modelo de esa estructura y tra concepto de «trasferencia», el de «contratrasferencia» recorrió un
bajando para modificarla, o bien, por el otro lado, ingresan en camino bastante similar. También se la concibió al comienzo ca
~
566 567
",XI
mo un estorbo y algo desconcertante frente a lo cual el analista Vinculación iU""
debía estar muy alerta. Los psicoanalistas se atrincheraron tras
la idea de que podían presentar una pantalla en blanco a sus pa En su teoría de la esquizofrenia, Bion (1959) describió los ,1if.I
cientes, acaso porque los atemorizaba lo mucho que estos los mo ques perpetrados sobre el yo corno tal; estos representaban 111
vilizaban (Fenichel, 1941). Pero desde 1950 más o menos, la ima experiencias que Klein (1946) consideró corno los efectos delinl~
gen del analista corno un operador mecánico y en blanco cayó tinto de muerte que actúa adentro: el sentimiento de ser despe
en descrédito bastante rápidamente, por dos razones: Ca) en la dazado. Bion describió en particular un ataque a la percatac16n
práctica, un analista no puede mantener en secreto su personali de la realidad interna [véase 11. POSICION ESQUIZO-PARANOIDE; ANl·
dad, y (b) los sentimientos que un analista descubre en sí en el QUlLACION].
curso de sus sesiones tienen, si se los elabora con cuidado, una
considerable importancia para comprender el estado psíquico del Desgarramiento: El desgarramiento de pensamientos dentro de
paciente con quien se encuentra en ese momento [véase CONTRA- la mente es característico de los esquizofrénicos y fue descrito
por Rosenfeld (1947) y por Segal (1950):
568 1569
posible hacer que no se forme, quedará destruida al menos la pezón en el pecho o el pene en la vagina. El ataque al vínculo
conciencia de la realidad, aunque no pueda serlo la realidad mis entre dos objetos mentales internos es un ataque a la pareja pa
ma» (Bion, 1957, pág. 50). rental interna [véase FIGURA PARENTAL COMBINADA]. A causa de
la connotación de la parEÜa edípica, la conjunción de dos objetos
El resultado final es que el esquizofrénico vive en un mundo frag mentales no se limita a provocar un sentimiento de envidia sino
mentado con violencia, y tiene la mente poblada de ideas primi que se percibe como la base de una creatividad mental interna.
tivas inviables:
Contenedor y contenido: El acoplamiento de pene y vagina, o
"Ahora todos estos son atacados, hasta que al fin dos objetos no de boca y pezón, es tomado por Bion (1962) como un prototipo
pueden ser reunidos de una manera que deje intactas las cuali del modo en que objetos mentales se unen, uno dentro de otro.
dades intrínsecas de cada objeto pero les permita, por su conjun En consecuencia, poner experiencias en pensamientos, y pensa
ción, producir un nuevo objeto mental» (Bion, 1957, pág. 50) [véa mientos en palabras, entraña una cadena repetida de procesos
se PSICOSIS]. de vinculación que toman por paradigma el comercio físico entre
dos partes corporales [véase CONTENIMIENTO]. Con este modelo,
La destrucción de estas conexiones y conjunciones hace que el Bion siguió investigando la naturaleza del pensamiento mismo,
paciente se sienta «rodeado por ínfimos vínculos que, impregna y señaló que su base se encuentra en la colígazón de pensamien
dos ahora de crueldad, vinculan a los objetos cruelmente» (Bion, tos, en el apareamiento de pre-concepciones (expectativas) con
1957, pág. 50) [véase OBJETOS BIZARROS]. Bion denominó a estas realizaciones [véase PENSAMIENTO]. La clase particular de víncu
partículas «elementos beta» [véase ELEMENTOS BETA]. El efecto es los que entran en la formación del pensamiento se designa con
muy semejante al que Freud denominó «sepultamiento del mun la notación «K», y coexiste con otras clases de vínculos, «L" y «H»,
do» (Freud, 1911, pág. 70 [pág. 65]): que representan el amor y el odio hacia el objeto [véase EPISTE
MOFILIA].
"Este es un desastre para la vida mental, que entonces no se es
tablece del modo normal. En lugar de un pensamiento basado
en el principio de realidad yen una comunicación simbólica den
Bion, Wilfred (1957) .Differentiation of the psychotic from the non
tro del self y con otros objetos, sobreviene una ampliación anó psychotic personalities., Int. J. Psyclw-Anal. 38: 266-75; reimpreso (1967)
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Al retiro narcisista de la libido de los objetos reales, que Freud (1911) "Psycho-analytic notes on an autobiographical account of a
había definido como sepultamiento del mundo, se suma la idea case of paranoia». SE 12, págs. 1-82. [Puntualizaciones psicoanaliticas
de una división y proyección violentas y omnipotentes del yo. sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográfi
camente», en AE 12, 1980, págs.
El yo es el foco de la agresión, no del amor libidinal [véase NAR Klein, Melanie (1946) .Notes on sorne schizoid mechanisms». WMK 3,
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estableció una teoría formal. Consideró que esta actividad de apa Rosenfeld, Herbert (1947) .Analysis of a schizophrenic state with deper
reamiento se basaba en una predisposición innata a concebir el sonalization», Int. J. Psyclw-Anal. 28: 130-9; reimpreso (1965) en Her
vínculo entre un contenedor y sus contenidos, ejemplarmente el bert Rosenfeld, Psyclwtic States. Hogarth, págs. 13-33.
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101-20; publicado antes Int: J. Psycho-Anal. 31: 268-78. Klein no empleó el término «yo» [ego] en acepción tan precisa co
mo la que le atribuyó Freud en su modelo estructural <;lel yo, el
ello y el superyó. A menudo utilizó de manera indistinta .yO» y
.self». Para Klein, el yo existe al nacer, tiene una frontera y se
Voracidad identifica con objetos. Posee ciertas funciones de índole en ex
tremo primitiva: distingue (i) .a mí» de «no a mí»; (H) sensaciones
La voracidad se basa en una forma de introyección realizada con placenteras buenas y malas; (Uí) fantasías de incorporación y de
ira. La violencia de la incorporación oral, que supone morder, expulsión (introyección y proyección), Y (iv) la fantasía del apa
conduce en la fantasía a la destrucción del objeto. El estado final reamiento de pre-concepciones y realizaciones. Esto difiere de
es que no hay satisfacción oral, puesto que el objeto introyecta la psicología del yo y la psicología del self, que datan el origen
do carece de valor; o, peor, se ha convertido en un perseguidor del yo algunos meses después del nacimiento [véase PSICOLOGIA
retorsivo como reacción al ataque sádico oral perpetrado en el DEL yo].
proceso de incorporación. Existe un considerable debate sobre el uso del término «ego»,
En la posición esquizo-paranoide, el mundo interno puede acu que es una latinización introducida para la traducción de las obras
mular cada vez más objetos persecutorios y retorsivos que ame de Freud en inglés. Desde la exposición del modelo estructural
nazan al sujeto; esto da origen a un hambre cada vez mayor de de «ello», «yo» y «superyó" en adelante, hubo una tendencia en
objetos .buenos» que alivien el estado interno de dominación de la teoría analítica clásica y en la psicología del yo a describir al
objetos «malos» e impulsos odiosos y destructivos. Esto engendra yo en función de mecanismos.
una situación insaciable de angustia y de .introyección destruc Esta postura mecanicista parece acorde con las intenciones
tiva» (KIein, 1957, pág. 181). El hambre en el contexto de la an originales que Freud se trazó en su temprano «Proyecto» (Freud,
gustia persecutoria conduce, en la fantasía, a formas violentas 1895), pero es antagónica con el estilo más humanista de sus in
de introyección y al miedo de los objetos destruidos adentro: des tereses literarios y formación clásica, con su lenguaje y con la
truidos por los objetos malos y los impulsos «malos» que se han orientación general que impulsó en el curso de su trayectoria ha
movilizado. Hambre que genera más hambre es voracidad. cia la vivencia humana (Freud, 1925). Terminó por abandonar
El resultado final puede ser una inhibición de impulsos orales el intento de definir un determinismo neurológico (Schafer, 1976;
y una restricción de la introyección, destinadas a preservar los Bettelheim, 1983; Steiner, 1987). Klein nunca se sintió cómoda
objetos sobre los que recae el hambre; en consecuencia, el de con la estructura «científica» en la que Freud parecía porfiar [véa
senlace puede ser un estado anoréxico y un mundo interno va se 7. SUPERYO]. En cualquier caso, le interesó más comprender
ciado. el contenido de la angustia que la energía de la que derivaba:
Esta violencia introyectiva es una contraparte del ataque pro «Me aparté de algunas de las reglas hasta ese momento estableci
yectivo que sobreviene en la envidia, donde el objeto deseado das, porque interpretaba lo que me parecía más urgente en el
es invadido, en la fantasía, en un ataque de violencia destructi material que el niño me presentaba, y me encontré centrando
va, y arruinado o envenenado [véase 12. ENVIDIA]. mi interés en sus angustias y en las defensas frente a estas» (Klein,
1955, pág. 123).
Klein, Melanie (1957) Envy and GratituM. WMK 3, págs. 176-235. El self: El término "self», que Klein a menudo emplea como sinó
nimo de "yo», parece denotar la experiencia del sujeto, sus fanta
sías sobre sí mismo. Si el.yo)) significa una parte de la estructura
de la psique descrita objetivamente, «self» tiende a significar el
sujeto en sus propiasfantasías descritas desde un punto de vis
ta subjetivo. El .self» , entonces, tendería a expresar el aspecto
572
573
relacional de las teorías de Klein, lo mismo que «sujeto), que es 1925), si bien al comienzo esta es de índole muy narcisista [véase
más consistente con el empleo del término «objeto». Es verdad, 12. ENVIDIA; ESTADOS CONPUSIONALES].
sin embargo, que «yo», «self. y «sujeto» son en buena medida in
distintos en los escritos de Klein [véase SELF]. Esto es algo dife
rente de la concepción de la psicología del yo, donde el «self» es Bettelheím, Bruno (1983) F'reud and Man's Soul. Hogarth.
una representación catectizada (dotada de energía mental) por Bick, Esther (1968) «The experíence of the skin in early object relations.,
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tendencia a la desintegración, un despedazamiento•• (Klein, 1946, Klein, Melanie (1932) The Psycho-Analysis of Children. WMK 2.
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que admite una descripción objetiva referida a su estructura y (1957) Envy and Gratitude. WMK 3, págs. 176-235.
su función, Kléin concibió el yo de una manera diferente: como Kohut, Heinz (1971) The A nalysl1; of the Belf. Nueva York: International
la experiencia que de sí mismo tiene. Lo describió por referencia Universíties Press. [Análisis del self, Buenos Aires: Amorrortu editores,
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