SAP Madrid 24 de Julio de 2009
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Id Cendoj: 28079370282009100180
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Nº de Recurso: 390/2008
Nº de Resolución: 208/2009
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: ANGEL GALGO PECO
Tipo de Resolución: Sentencia
AUD.PROVINCIAL SECCION N. 28
MADRID
SENTENCIA: 00208/2009
Sección 28ª
SENTENCIA 208/09
Han actuado en representación y defensa de las partes, por la apelante HERMANOS VILANOVA,
S.A., el Procurador D. Santos de Gandarillas Carmona y el Letrado D José María Cabrales Acosta, y por la
apelada Dª Enriqueta , la Procuradora Dª Cayetana de Zulueta Luchsinger y el Letrado D. Luis Argüello
Alvarez.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Las actuaciones procesales se iniciaron mediante demanda presentada con fecha 24 de
marzo de 2006 por la representación de Dª Enriqueta , en la que, tras exponer los hechos que estimaba de
interés y alegar los fundamentos jurídicos que consideraba que apoyaban su pretensión, suplicaba al
Juzgado que tuviese por formalizada "demanda de impugnación de los acuerdos sociales adoptados en la
Junta General de HERMANOS VILANOVA, S.A. celebrada el trece de febrero de dos mil seis y, previa la
legal tramitación dicte sentencia por la que, estimando la presente demanda, declare la nulidad de la Junta y
de todos los acuerdos adoptados en ella por sus inválidas convocatoria y constitución o, subsidiariamente,
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declare la nulidad de los acuerdos adoptados en los puntos segundo a quinto, cuarto, sexto, séptimo y
octavo del orden del día, ordenando la inscripción de la parte dispositiva de la sentencia, en cuanto afecta a
acuerdos inscribibles, en el Registro Mercantil de la provincia y la publicación de extracto de la sentencia en
el Boletín Oficial del Registro Mercantil, y todo ello con expresa imposición a la parte demandada de la
condena al pago de las costas causadas en esa instancia, con expresa declaración de su mala fe a los
efectos legales oportunos".
SEGUNDO.- Tras seguirse el juicio por sus trámites correspondientes el Juzgado de lo Mercantil nº 7
de Madrid dictó sentencia, con fecha 30 de julio de 2007 , cuyo fallo es el siguiente: "Que debo de estimar y
ESTIMO la demanda interpuesta por el Procurador de los Tribunales Dña. Cayeta Zulueta Luchsinger, en
representación de Dª Enriqueta titular del 45,19% del capital social de la mercantil HERMANOS VILANOVA,
S.A., contra dicha sociedad, representada por el Procurador de los Tribunales Dª. Esther Muñoz Gómez y,
en su consecuencia, debo declarar y DECLARO nula la Junta de 13 de febrero de 2006 y por ende los
acuerdos allí alcanzados, por sus inválidas convocatoria y constitución; y se ordena la inscripción de la parte
dispositiva de la sentencia, en cuanto afecte a acuerdos inscribibles, en el Registro Mercantil de la provincia
y la publicación de extracto de la sentencia en el Boletín oficial del Registro Mercantil. Con expresa
imposición de las costas de este procedimiento a la parte demandada".
TERCERO.- Publicada y notificada dicha resolución a las partes litigantes, por la representación de
HERMANOS VILANOVA, S.A. se interpuso recurso de apelación que, admitido por el mencionado juzgado y
tramitado en legal forma, con oposición por parte de Dª Enriqueta , ha dado lugar a la formación del
presente rollo ante esta sección de la Audiencia Provincial de Madrid, que se ha seguido con arreglo a los
trámites de los de su clase.
La deliberación, votación y fallo del asunto se realizó con fecha 16 de julio de 2009.
CUARTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.
Ha actuado como ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. Angel Galgo Peco, que expresa el parecer del
tribunal.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En el escrito iniciador del procedimiento la parte actora y aquí apelada solicitaba que se
declarase la nulidad de la junta general de la entidad demandada celebrada el trece de febrero de dos mil
seis, así como de todos los acuerdos adoptados en ella, reputando nulas tanto la convocatoria como la
constitución de la misma por los siguientes motivos: 1) Por lo que se refiere a la convocatoria: 1.1)
Defectuosa constitución del consejo de administración que acordó convocar la junta, por falta de citación y
consiguiente inasistencia de uno de sus miembros. 1.2) Alteración en el anuncio de la convocatoria de lo
acordado en el consejo de administración convocante en relación con el lugar de celebración y el orden del
día. 1.3) Omisión en el anuncio de la convocatoria de la referencia al derecho de los socios a examinar y
obtener copia de los documentos relativos a las cuentas del ejercicio ecónomico 2004 que se sometían a la
aprobación de la junta. 2) Por lo que se refiere a la constitución: 2-1) Vulneración del derecho de
información de los socios, al no haberse facilitado a la parte actora la información correspondiente a las
cuentas anuales que habían de someterse a la aprobación de la junta ni el informe justificativo de la
ampliación de capital que figuraba como punto séptimo del orden del día. 2-2) Defectuosa formación de la
lista de asistentes, al atribuirse en la misma a la actora la titularidad de 35.123 acciones, en vez de las
47.094 acciones de las que es realmente titular. Subsidiariamente la parte actora solicitaba que se
declarasen nulos los acuerdos adoptados en relación con los puntos segundo a quinto, sexto, séptimo y
octavo del orden del día.
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3) D. Mario , quien figura en el Registro Mercantil como consejero de la entidad demandada, no fue
convocado a la sesión del consejo de administración que acordó convocar la junta general cuyos acuerdos
son objeto de controversia.
SEGUNDO.- Como primer motivo de impugnación la parte apelante denuncia que la resolución
recurrida incurre en vicio de incongruencia extra petium al pronunciarse sobre la nulidad del contrato de
fecha 15 de mayo de 1996 al que se hizo referencia anteriormente, alegando que tal pronunciamiento no se
corresponde con ninguna de las pretensiones deducidas por las partes y que este extremo resulta
intrascendente para la elucidación de las cuestiones suscitadas en el pleito.
Como se desprende de las actuaciones, la cuestión relativa a los efectos que debieran reconocerse al
contrato mencionado constituyó una de las cuestiones nucleares de la actividad alegatoria y probatoria de
las partes. Este punto resultaba, por ende, de necesaria decisión previa, en cuanto directamente
determinante de la admisibilidad de una de las causas de nulidad de los acuerdos sociales impugnados
expresamente invocada en el escrito de demanda, a saber, la defectuosa constitución de la junta por no
formarse correctamente la lista de accionistas, al atribuirse en la misma a la demandante la titularidad de un
número de acciones inferior al que, según su apreciación, realmente le corresponden, con incidencia en la
válida conformación de la voluntad social. Debemos, pues, concluir que nos encontramos ante una cuestión
explícitamente incorporada al debate procesal y ciertamente relevante para la decisión de la litis.
Ahora bien, una cosa es que el juzgador a quo deba conocer de esta cuestión y decidir sobre ella a
los solos efectos prejudiciales, como antecedente necesario para la resolución sobre la procedencia de los
pedimentos formulados en la demanda y sin que dicha decisión surta efecto fuera del propio proceso, y otra
cosa bien distinta es que tal decisión se convierta de forma más o menos explícita en parte integrante del
fallo (alcanzándole así el efecto de cosa juzgada), que es lo que aquí acaece al reputarse en el mismo a la
demandante "titular del 45,19% del capital social" de la entidad demandada, sin que tal declaración haya
sido solicitada en el petitum de la demanda. Al hacerlo así, la sentencia impugnada incurre en el vicio
denunciado, pudiéndose traer a colación, por todas, como indicativas de lo que constituye jurisprudencia
pacífica en esta materia, las recientes sentencias del Tribunal Supremo de 20 de mayo de 2009 , a cuyo
tenor: "El deber de congruencia que pesa sobre las sentencias consiste, como esta Sala ha declarado con
reiteración, en «el ajuste o adecuación entre la parte dispositiva de la resolución judicial y los términos en
que las partes han formulado sus pretensiones y peticiones, de manera tal que no puede la sentencia
otorgar más de lo que se hubiera pedido en la demanda, ni menos de lo que hubiera sido admitido por el
demandado, ni otorgar otra cosa diferente que no hubiera sido pretendido. La congruencia supone la
correlación o armonía entre las pretensiones de las partes oportunamente deducidas en el pleito y la parte
dispositiva de la sentencia (Sentencia de 9 de Diciembre de 1985 ). Por lo tanto, ha de apreciarse
comparando el suplico de los escritos alegatorios con el fallo de la sentencia. (Sentencias de 3 de Diciembre
de 1991, 15 de Diciembre de 1992, 16 y 22 de Marzo de 1993 , 23 y 22 de Julio de 1994)»- Sentencia de 21
de mayo de 2008, que a su vez cita la de 27 de marzo de 2003 -.", y la de 27 de mayo de 2009 que señala:
·La congruencia es la relación del suplico de la demanda con el fallo de la sentencia. Así ha sido
tradicionalmente definido por la Jurisprudencia en sentencias de 28 de junio de 2006, 20 de junio de 2007 y
4 de abril de 2008 , entre las más recientes. Por otra parte, se entiende por incongruencia extra petita
aquella en la que se produce un cambio en la petición contenida en el suplico, de suerte que no existe
coincidencia entre el petitum y el fallo, al concederse en este último cosa distinta de la solicitada -
Sentencias de 13 de mayo de 2002, de 29 de septiembre de 2006 y 17 de noviembre de 2006 ".
Como corolario de todo lo expuesto, el motivo de impugnación ha de ser estimado, con los efectos
que más adelante se especificarán.
Este motivo de impugnación no puede ser acogido. Como pone de manifiesto la parte actora y aquí
apelada en su escrito de oposición al recurso, en este alegato subyace la pretensión de alterar los términos
en que quedo fijada la litis introduciendo de forma extemporánea una cuestión nueva, lo que determina sin
más su rechazo. Ítem más, la parte apelante hace supuesto de la cuestión al partir de aseveraciones que se
enfrentan con la constatación de hechos probados que realiza el juzgador a quo sin especificar las razones
que le llevan a combatir la apreciación probatoria realizada por este último a partir del conjunto de la prueba
obrante en autos, limitándose a valorar de la forma que a esta parte interesa el documento en que quedó
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reflejado el contrato reputado nulo, con argumentos de escasa razón suasoria y sin referencia probatoria
alguna que, frente a lo mantenido por el juzgador de primera instancia, apuntale su criterio.
A la luz de cuanto antecede, se hace preciso examinar en primer lugar si existe base en la sentencia
apelada para poder impugnarla por este motivo, esto es, si la declaración de invalidez de la convocatoria
que se efectúa en el fallo comprende también esta causa. A este respecto cabe observar que, a diferencia
de lo que ocurre con la falta de citación de D. Mario (fundamento jurídico segundo, hecho probado tercero),
el juzgador de primera instancia no concluye de forma explícita que las anomalías a su juicio producidas en
la forma de efectuar la convocatoria den lugar a la nulidad de la junta. Ello no obstante, a la hora de
describir la forma en que se efectuó la convocatoria, el correspondiente apartado de la sentencia impugnada
(fundamento jurídico segundo, hecho probado segundo) comienza diciendo: "En cuanto a la nulidad de la
convocatoria publicada en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. y Diario de Madrid, Cinco Días.", y, tras
indicar que la convocatoria se hizo contradiciendo la norma estatutaria que había regido hasta entonces,
concluye: ". en claro intento de que dicha convocatoria fuera inadvertida por la demandante". Por otra parte,
el fundamento jurídico tercero de la sentencia apelada, al enumerar los preceptos que resultan de aplicación
al caso, incluye los artículos de los estatutos sociales relativos a la forma de convocar las juntas generales
(artículos 12 y 13 ). Todo ello ha de llevar, en apreciación de conjunto, a la conclusión de que, en efecto,
con independencia de que la parte actora no hiciera de ello fundamento de su pretensión impugnatoria, la
declaración de invalidez de la convocatoria contenida en el fallo de la sentencia apelada se fundamenta no
sólo en la defectuosa constitución del consejo de administración convocante (extremo que constituye el
objeto de otro motivo de impugnación que queda por examinar), sino también en la forma en que dicha
convocatoria se llevó a cabo. Existe, por lo tanto, base para que la parte apelante pudiese formular el motivo
de impugnación.
Entrando a examinar la procedencia del recurso en este concreto particular, a la luz de cuanto alega
la propia parte apelada ha de concluirse que la sentencia de primera instancia incurrió en una suerte de
incongruencia extra petita, pues la validez de la forma en que se llevó a cabo la convocatoria de la junta
nunca fue propiamente objeto de impugnación. Por otra parte, es de observar que la regularidad de la
convocatoria en este punto no fue objeto de denuncia por parte del representante de la actora al tiempo de
celebrarse la junta, lo que operaría en cualquier caso como factor obstativo a la prosperabilidad de una
pretensión impugnatoria que se fundamentase en un vicio de este tipo. Como ya tiene declarado esta Sala
(Sentencias núm. 17/2006, de 9 de marzo y 294/2008, de 1 de diciembre ), cuando las infracciones legales
que fundamentan una acción de impugnación de acuerdos sociales se refieren a las normas que regulan la
convocatoria, la constitución o la celebración de la junta societaria, es reiterada la jurisprudencia que exige,
en aras del respeto al principio de buena fe, que el socio lo manifieste en el momento de la constitción de la
junta o, de referirse la infraccion a algún extremo acaecido durante su celebración, que lo manifieste cuando
la infracción legal se produjo (SSTS de 29 de septiembre de 1971, 12 de mayo de 1976, 4 de abril y 12 de
mayo de 1978, 9 de mayo de 1986, 6 de febrero de 1987, 30 de abril de 1988, 17 de febrero de 1992, 17 de
mayo de 1995 y 18 de junio de 1998 , entre otras). Por todo ello, el motivo de impugnación ha de ser
estimado.
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acto presenta su dimisión como Consejero del Consejo de Administración de HERVISA. Los socios en este
acto aceptan la dimisión y se comprometen a proceder a su formalización en el Registro Mercantil en un
plazo máximo de un mes desde la fecha de otorgamiento del presente documento".
La proyección concreta de los anteriores razonamientos sobre el caso que nos ocupa determina la
prosperabilidad del motivo de impugnación en examen, toda vez que el referido contrato de fecha 11 de
octubre de 2004 (reconocido como auténtico por las dos partes) fue suscrito, además de por D. Mario , por
los restantes socios de la entidad demandada (la demandante, otros dos hermanos y la madre), todos ellos
miembros del consejo de administración (de hecho, de los seis consejeros existentes, sólo uno no concurrió
al otorgamiento del citado contrato), interviniendo expresamente la madre y los dos hermanos de la
demandante en su propio nombre y derecho y, simultáneamente, en nombre y representación de
HERMANOS VILANOVA, S.A., sin que, por otra parte, quepa entender que la renuncia de D. Mario
determinase riesgo alguno para la operatividad del consejo de administración, pues los estatutos sociales
(artículo 18º ) establecen que el consejo ha de contar con un mínimo de tres miembros, límite que, aún
después de la renuncia de D. Mario , se respetaba, estando facultado cualquiera de los consejeros a
solicitar la convocatoria del consejo para el nombramiento de suplente (artículos 19º y 20º de los estatutos).
SEXTO.- La estimación parcial del recurso de apelación determina, en materia de costas, que: 1º) las
derivadas de la primera instancia deben ser impuestas a la parte demandada, de conformidad con el artículo
394.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ; y 2º) no procede efectuar expresa imposición de las causadas en
esta alzada, a tenor de lo establecido en el artículo 398.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
FALLO
2.1. La declaración de que Dª Enriqueta es titular del 45,19% del capital social de la mercantil
HERMANOS VILANOVA, S.A, y
4.- No hacemos expresa imposición de las costas derivadas del recurso de apelación.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos los ilustrísimos señores
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PUBLICACION.- Dada y pronunciada fué la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la
firman y leída por el/la Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo el/la Secretario
certifico.