La Mente Naufragada
La Mente Naufragada
La Mente Naufragada
idea de que la moderna liberación de la rís en enero de 2015, en los que Lilla
política respecto de Dios no ha signifi- observa dos formas de reacción ante
cado la liberación del hombre respecto el suceso y sus consecuencias. Por un
del hombre. Más bien lo contrario, ya lado, la nostalgia por un pasado musul-
que la fantasía de crear un mundo sin mán imaginario y glorioso, y por otro,
religión, ha conducido a la creación de la nostalgia de los intelectuales que han
grotescas deidades laicas, por lo que visto el suceso como una confirmación
sin presunciones de autoridad sobre la de sus ideas fatalistas sobre el declive
moralidad y la mortalidad, que la reli- de Francia y la incapacidad de Europa
gión aporta, ninguna sociedad puede para afirmarse frente a un desafío civi-
mantenerse unida. lizatorio. Estas dos formas de reacción
En la segunda parte, se aborda el evocan y recuerdan que “el poder de los
análisis de dos movimientos intelec- mitos históricos para motivar la acción
tuales contemporáneos cuya retórica política no ha disminuido con el paso
también trafica con la nostalgia: el teo- de los tiempos”, y que lo único que
conservadurismo y los movimientos “queda es la sumisión a la fuerza cie-
de la extrema izquierda universitaria. ga de la historia”. El acontecimiento de
El teoconservadurismo constituye 2015, permite a Lilla concluir con una
una tendencia destacada de la derecha reflexión sobre el sempiterno poder
estadounidense que une a católicos psicológico de la nostalgia política, “co-
tradicionales, protestantes y judíos menzando por la tragicómica empresa
neoortodoxos que, a pesar de sus di- de don Quijote por revivir la Edad Do-
ferencias de doctrina, comparten una rada”. Una edad que remite al modelo
dura condena del declive y decadencia de “un universo de ficción atemporal
cultural de Estados Unidos, que atri- y no-espacial”, y es que toda Teocracia
buyen a movimientos reformistas en el aspira, “en el tiempo de una historia
seno de estas confesiones y lo que per- concreta y en la geografía de un espa-
ciben como ataques laicos a la religión cio inmanente, a la reproducción según
de manera más general. El movimiento el modo tomado del arquetipo concep-
universitario de izquierdas concibe la tual. Pues los planos de la ciudad de los
revolución como un acontecimiento hombres están archivados en la ciudad
político-religioso, y mira con nostalgia de Dios” (Michel Onfray, 2006).
los movimientos revolucionarios del
pasado, y tiene una fascinación por la Ignasi Brunet Icart
teología política y su teórico político
más destacado es Carl Schmitt.
En la tercera parte, se analizan los
mortales atentados terroristas come-
tidos por yihadistas franceses en Pa-