La Mente Naufragada

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Revista de Libros

La mente naufragada. Reacción filosofía política moderna quería es-


política y nostalgia moderna. capar. Concretamente del nexo divino
Mark Lilla entre Dios, hombre y mundo, del vín-
2017. Barcelona: Debate. culo entre la cosmología, la teología y
la política, y sustituirlo por una filo-
De Mark Lilla (Detroit, 1956), un his- sofía política centrada exclusivamen-
toriador del pensamiento social, pro- te en la naturaleza y las necesidades
fesor en la Universidad de Columbia, humanas. Filosofía que constituyó un
recordamos sobre todo El Dios que no desafío a las teologías de tradición bí-
nació, de 2007, traducido en 2010 por blica, un medio para escapar a la locura
DEBATE, la misma editorial que pu- teológico-político, al reino de la oscuri-
blicó Pensadores Temerarios. Los inte- dad, de los partidarios de la teocracia,
lectuales en la política, en 2004. Ahora, del patriarcado, del derecho divino de
en 2017, la misma editorial, publica La los reyes y las demás ideas derivadas,
Mente Naufragada. Reacción política de las que se les responsabilizaba de
y nostalgia moderna. Un libro que re- siglos de violencia política y religiosa.
flexiona sobre el concepto de reacción, Como afirma Michel Onfray (Tratado
y que sigue una línea de investigación de teología, 2006), las cristalizaciones
orientada a analizar a pensadores que sociales exigen “trascendencia; orden,
apoyan (o excusan) las realidades de jerarquía —etimológicamente, el po-
tiranías modernas como la Alemania der de lo sagrado…—. La política y la
nazi, la Unión Soviética, China y la re- ciudad pueden funcionar con mayor
pública teocrática de Irán. Ello con la facilidad cuando recurren al poder
meta de arrojar luz sobre la atracción vengativo de los dioses, representados
que sienten ciertos intelectuales por ti- en la tierra, al parecer, por los domi-
ranos a los que, imaginan, traduciendo nantes que, de modo muy oportuno,
sus propias ideas a la realidad política. llevan las riendas”.
Atracción que va a dar forma a las El libro El Dios que no nació (2010)
imaginaciones de los pensadores polí- surge a causa del renacimiento de
ticos y de los movimientos ideológicos la teología política en Alemania, fo-
del siglo xx: la nostalgia política. Esta mentada por pensadores protestan-
se posó como una nube en el pensa- tes (Barth, Rosenzweig,…) y judíos
miento europeo después de la Revolu- (Cohen, Troeltsch…), que aducían
ción Francesa y nunca, concluye Lilla, razones modernas para volver a la Bi-
se ha levantado por completo. blia en busca de inspiración política.
Nostalgia que además revela la Se trata de pensadores que afirmaban
continuidad de la dinámica fundamen- que no podía existir una vida política
tal de la teología política, de la que la decente sin la teología política; que no

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es posible mantener la especulación temerarios, seducidos por la tiranía, (


teológica apartada del discurso políti- Heidegger, Schmitt, Benjamin, Ko-
co. Pensadores hostiles al pensamiento jève, Foucault, Derrida…) describen
que había permitido que surgiera la las democracias liberales con tintes
democracia liberal; no pocos de ellos siniestros, como auténticas cunas de
defendieron el nazismo y el comunis- las tiranías, ya sea del capital, del im-
mo. Eran reaccionarios que veían el perialismo, del conformismo burgués.
futuro en términos teológico-políticos, Pensadores que Lilla llama el “coro fi-
“como un tiempo de redención que lotiránico”, fascinados del poder totali-
señalaría el final de una época oscura tario, de sus líderes carismáticos o sus
que había empezado con el nacimiento mesiánicas ideologías, y obsesionados
de la modernidad”. Lo más llamativo en la relación entre las ideas políticas
es que para estos pensadores la “era de y las teológicas, y en desenmascarar al
la religión” no ha terminado, y lo que liberalismo como el sistema que repre-
muestran es a la teología política como senta la ley del más fuerte. Un coro que
la forma primordial de pensamiento desde su incompatibilidad manifiesta
político (“ en la actualidad sigue siendo con los principios liberales, el llamar al
una alternativa viva para muchos pue- orden liberal caduco y opresivo, ha jus-
blos”). Esto significa que la creación y tificado feroces dictaduras, y cuya lista
el mantenimiento, en la era moderna, es muy largo: Lenin y Stalin, Hitler y
de un orden político factible, separado Mussolini, Mao y Ho, Castro y Truji-
de la religión es un experimento ex- llo, Amin y Bokassa, Sadam y Jomei-
cepcional. De hecho, “tenemos pocas ni, Ceaucescu y Milosevic.Pensadores
razones para esperar que otras civili- convencidos de que sus regímenes dic-
zaciones sigan nuestro insólito cami- tatoriales era liberadores y que sus crí-
no”, lo que resulta ser una innovación, menes y excesos eran nobles.
el liberalismo, relativamente reciente En La mente naufragada (2017),
incluso en Occidente, y que propone Lilla ofrece una serie de ejemplos y
diversos postulados sobre lo humano reflexiones en vez de un tratado siste-
y lo divino. mático sobre el concepto de “reacción”.
En Pensadores temerarios (2004), Ello nos permite continuar analizando,
Lilla se refiere a los oponentes de las en la actualidad, las mentes reacciona-
ideas liberales, convencidos reaccio- rias, afirmando qué desde el Brexit
narios de que la era moderna era en hasta el islamismo radical, pasando
realidad un error cósmico, de que el co- por figuras como Trump y Putin, el es-
lapso del orden religioso medieval del píritu reaccionario se está convirtiendo
mundo era la caída al abismo. Por esto, en una formidable fuerza histórica. Su
bajo esta perspectiva, estos pensadores ubicuidad está en tanto que el reaccio-

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nario político comprometido como el apocalíptica de la historia que “ve una


revolucionario comprometido, lo im- corriente en el tiempo que se ensancha
pulsan pasiones y creencias similares, cada año que pasa, distanciándose de
y ambos desarrollan teorías igual de una época que era dorada, heroica o
sofisticadas para explicar el curso de simplemente normal”. Su nostalgia en
la historia y para iluminar el presente. una Edad Dorada perdida convierte el
En este sentido, creer que los revolu- presente, no el pasado, en “un país ex-
cionarios “piensan y que los reacciona- tranjero. Por esto el espíritu reacciona-
rios solo reaccionan no es más que un rio se siente tan inclinado a soñar con
prejuicio. Sencillamente, no podemos un segundo acontecimiento que abra
entender la historia moderna si no las puertas del paraíso. Su atención se
entendemos cómo la nostalgia políti- centra en el horizonte que aguarda al
ca reaccionaria ha contribuido a darle Mesias, a la revolución, al líder, al fin
forma, ni podemos comprender el pre- del tiempo en sí”.
sente sin reconocer que, como exiliado La mente naufragada está organiza-
confeso, el reaccionario, no menos que da en tres partes. En la primera se estu-
el revolucionario, puede a veces ver con dian tres pensadores de comienzos del
más claridad que quienes se sienten có- siglo xx cuya obra está impregnada de
modos con él. Nos debemos a nosotros nostalgia moderna: Franz Rosenzweig,
mismos comprender sus esperanzas y Eric Voegelin y Leo Strauss. Pensa-
miedos, sus creencias, sus conviccio- doresque se apoyan en una intuición
nes, su ceguera y, sí, su perspectiva”. básica sobre la relación entre religión
En definitiva, el espíritu reacciona- y política, y sobre cómo las transfor-
rio desarrolla una teoría de la historia maciones en esa relación explican los
que condena todo lo que los demás desastres de la historia modera. Al
consideran progreso humano, sin por respecto, Rosenzweig nos propone un
ello ser considerados conservadores, nuevo pensamiento que dé la espalda a
ya que “son, a su manera, tan radicales la historia para retomar la esencia tras-
como los revolucionarios, y tienen el cendente y vital del judaísmo, en el sen-
mismo control firme sobre la imagina- tido de que la batalla contra la historia
ción histórica”. La profesión de fé del es, para este autor, la batalla por la re-
reaccionario en una historia predeter- ligión del siglo xx. En contra,Voegelin
minada de decadencia, divide el tiempo y Strauss idealizan una América perdi-
en épocas que constituyen un registro da, desde perspectivas distintas, pero
de la desesperación humana en espe- ambas terminaron a dar forma a la
ra de un acontecimiento escatológico imaginación histórica de los intelec-
que nos lleve más allá del tiempo. Pro- tuales estadounidenses de derechas.
fesión de fé que desarrolla una visión Una imaginación en la que sobresale la

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idea de que la moderna liberación de la rís en enero de 2015, en los que Lilla
política respecto de Dios no ha signifi- observa dos formas de reacción ante
cado la liberación del hombre respecto el suceso y sus consecuencias. Por un
del hombre. Más bien lo contrario, ya lado, la nostalgia por un pasado musul-
que la fantasía de crear un mundo sin mán imaginario y glorioso, y por otro,
religión, ha conducido a la creación de la nostalgia de los intelectuales que han
grotescas deidades laicas, por lo que visto el suceso como una confirmación
sin presunciones de autoridad sobre la de sus ideas fatalistas sobre el declive
moralidad y la mortalidad, que la reli- de Francia y la incapacidad de Europa
gión aporta, ninguna sociedad puede para afirmarse frente a un desafío civi-
mantenerse unida. lizatorio. Estas dos formas de reacción
En la segunda parte, se aborda el evocan y recuerdan que “el poder de los
análisis de dos movimientos intelec- mitos históricos para motivar la acción
tuales contemporáneos cuya retórica política no ha disminuido con el paso
también trafica con la nostalgia: el teo- de los tiempos”, y que lo único que
conservadurismo y los movimientos “queda es la sumisión a la fuerza cie-
de la extrema izquierda universitaria. ga de la historia”. El acontecimiento de
El teoconservadurismo constituye 2015, permite a Lilla concluir con una
una tendencia destacada de la derecha reflexión sobre el sempiterno poder
estadounidense que une a católicos psicológico de la nostalgia política, “co-
tradicionales, protestantes y judíos menzando por la tragicómica empresa
neoortodoxos que, a pesar de sus di- de don Quijote por revivir la Edad Do-
ferencias de doctrina, comparten una rada”. Una edad que remite al modelo
dura condena del declive y decadencia de “un universo de ficción atemporal
cultural de Estados Unidos, que atri- y no-espacial”, y es que toda Teocracia
buyen a movimientos reformistas en el aspira, “en el tiempo de una historia
seno de estas confesiones y lo que per- concreta y en la geografía de un espa-
ciben como ataques laicos a la religión cio inmanente, a la reproducción según
de manera más general. El movimiento el modo tomado del arquetipo concep-
universitario de izquierdas concibe la tual. Pues los planos de la ciudad de los
revolución como un acontecimiento hombres están archivados en la ciudad
político-religioso, y mira con nostalgia de Dios” (Michel Onfray, 2006).
los movimientos revolucionarios del
pasado, y tiene una fascinación por la Ignasi Brunet Icart
teología política y su teórico político
más destacado es Carl Schmitt.
En la tercera parte, se analizan los
mortales atentados terroristas come-
tidos por yihadistas franceses en Pa-

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