LIDIA
LIDIA
LIDIA
Se cree que pudiera haber sido una mujer viuda o soltera, ya que estaba al frente
de su hogar.
En torno al año 50 de nuestra era, Pablo puso pie por vez primera en suelo
europeo y comenzó a predicar en Filipos.* Cada vez que llegaba a una nueva
ciudad, Pablo tenía por costumbre visitar la sinagoga a fin de predicar primero a
los judíos y prosélitos que allí acudían. (Compárese con Hechos 13:4, 5, 13, 14;
14:1.) Ciertas autoridades señalan que la ley romana prohibía a los judíos
practicar su religión dentro del “recinto sagrado” de Filipos. De modo que, el
sábado, después de haber pasado “algunos días” allí, los misioneros hallaron
cierto lugar junto a un río, fuera de la ciudad, en el que ‘pensaron que había un
lugar de oración’. (Hechos 16:12, 13.) Al parecer, se trataba del río Gangites. Los
misioneros encontraron únicamente mujeres, entre ellas Lidia.
Pablo conoció a Lidia mientras ella oraba con un grupo de mujeres. Aunque no
era judía, Lidia estaba buscando a Dios. Fue, entonces, cuando Pablo comenzó a
compartir las buenas nuevas del Evangelio—de que Jesús pagó el castigo por
nuestros pecados, murió en la cruz y resucitó en tres días. Mientras Lidia
escuchaba, Dios abrió su corazón, convenciéndola de la verdad y en ese
momento, ella entregó su vida a Dios por fe. Pero su transformación no terminó
allí; Todos los miembros de su familia siguieron su ejemplo y se convirtieron en
creyentes, formando la primera iglesia de la región en su hogar.
Lidia era “adoradora de Dios”, lo que probablemente indique que era una
prosélita judía que buscaba la verdad en el campo de la religión. Aunque tenía
un oficio lucrativo, Lidia no era materialista. Por el contrario, dedicaba tiempo a
los asuntos espirituales.
En el libro de Hechos, Lucas señala claramente que “el Señor abrió el corazón de
ella para que estuviese atenta” a lo que Pablo decía. Evidentemente Lidia
respondió de manera positiva al mensaje de Pablo y creyó genuinamente que
Jesús era el Mesías del que hablaban las escrituras del Antiguo Testamento.
Lidia usaba todas las cualidades profesionales para juntar al pueblo judío para
orar. Además, ella se arriesgaba al alojar a Pablo y Silas en su casa. Por ese
motivo, algunos estudiosos la consideran la “madre fundadora” de la Iglesia en
Europa.
Fue bautizada junto con su familia (gr. Óikos) la cual incluía familiares y
siervos.
Rogó a Pablo y silas que fueran sus huéspedes. ( Hch 16:15)
Se puede pensar que el hogar de Lidia permaneciera como centro de la
actividad teocrática en la ciudad.
Bibliografía:
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