Fases y Causas Del Conflicto PDF
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Como todo proceso que se da en nuestras vidas, el conflicto también tiene sus
etapas, las cuales es preciso analizar para establecer, por una parte en qué proceso de
este me sitúo como interviniente, es decir como tercero imparcial o bien para darme
cuenta dentro de mis propios conflictos como puedo abordarlos de mejor manera e
impedir su escalada de manera creciente.
Quienes estudian el tema de los conflictos han identificado una serie de etapas
por la cual transitan las personas al resolver estos. Los conflictos tienen ciertas etapas
identificables, en primer lugar aparece el evento que nos crea conflicto, en segundo
lugar reaccionamos al conflicto de maneras diferentes (lo evitamos, escapamos o lo
enfrentamos) y finalmente, obtenemos el resultado.
En otras palabras las personas atraviesan por una serie de pasos cuando
resuelven conflictos; uno de los procesos es el que se propone a continuación:
Roger Fisher, sostiene que un elemento clave para comprender por qué suceden
las cosas, es saber por qué las personas toman decisiones del modo que lo hacen. Allí la
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importancia de analizar un conflicto, pues de lo contrario no se dispone de información
necesaria para su solución. Para ello debemos conocer a los protagonistas del conflicto,
su cultura para entenderlos mejor, los paradigmas que prevalecen, las causas que lo
originaron, los problemas de comunicación subyacentes, las emociones, las
percepciones de las partes, los valores y principios, formas de reaccionar, la influencia
de los factores externos, y sobre todo, las posiciones, intereses y necesidades de los
protagonistas.
Cabe señalar que algunos antecedentes presentes dentro de las etapas del
conflicto son tratados con mayor profundidad en otros documentos de este módulo.
Un ejemplo de ello podría ser el problema que surja por la rotura de una luna de
la ventana de un vecino, ocasionado por el hijo de una familia. Surgirá una
desavenencia entre la madre y el hijo (interpersonal) por la desobediencia de éste último
de no jugar pelota frente a la casa del vecino que podría verse agravado por intervención
del padre (intergrupal); y luego ampliado con la intervención del vecino cuando éste
reclame airadamente por el perjuicio que se le ha ocasionado, todo lo cual podría
ocasionar un problema mayor de relación entre las dos familias (intergrupal).
1.2.-Cultura
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conocerla, sino también para comprender la forma de actuar de los protagonistas, a fin
de encontrar aspectos que puedan servir para solucionar el conflicto.
Por otro lado, dentro de una cultura, pueden darse sub culturas. Así por ejemplo,
en una gran empresa que tenga sucursales en Lima, Huancayo, Arequipa y Piura, tendrá
una cultura organizacional, definida por los valores, políticas, procedimientos de
trabajo, etc., dentro de la cual están todos sus trabajadores independientemente del lugar
donde laboren. Sin embargo, cada una de las sucursales responderá a las influencias
particulares del medio: mayor o menor acatamiento a la disciplina, mayor o menor
vocación por el trabajo en grupo, mayor o menor cohesión y a los lazos de amistad, etc.,
que harán que existan cuatro sub culturas
Un conflicto puede originarse por una gran cantidad de factores, los cuales
pueden ser clasificados de distintas maneras. Esto es, por su sencillez y claridad
adoptaremos la clasificación en tres grupos propuesta por S. Robbins, en los cuales
ubica todas las posibles causas de un conflicto:
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Causas Personales
Otro ejemplo: Al llegar Juan a su casa en la noche, después de un día en el cual sufrió
humillaciones y fue desplazado de su trabajo habitual, ante la sola pregunta de su
esposa: de dónde estuvo, le responde con inusual agresividad, atacándola verbal y
físicamente. ¿Cuál fue la causa del conflicto desatado?: ¿ el deseo de la esposa de saber
dónde había estado Juan? ¿o la frustración, desengaño y angustia de Juan?. Juan sólo
buscó un pretexto para montar en cólera.
Otro ejemplo: las redacciones poco claras, dificultan la captación del mensaje y
pueden ser fuente de conflicto. Veamos la siguiente frase: “el antecedente de la sanción
es el opuesto contrario del “deber”; y el “deber” del deudor de la prestación, es aquella
conducta a la que tiene “derecho” el acreedor; es decir su “meta legítima”.
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trabajador); la escasez de recursos (no se tiene lo suficiente para cubrir los gastos de la
familia); el sistema de reconocimiento o premiación en el trabajo (puede generar
insatisfacción si se percibe injusticia); el estilo de mando duro y exigente, falta de
limites a la autoridad y responsabilidad, las funciones en el trabajo que no están
claramente definidas, metas antagónicas entre áreas de una misma empresa, posesión
irregular de bienes, etc.
Ejemplo: El despido del trabajo y las falta de oportunidades laborales pueden exasperar
a los miembros de una familia y ponerlos en condiciones de frecuentes conflictos que
día a día se van agravando.
Otro ejemplo: En las minas del País, por lo general se privilegia en exceso el
cumplimiento de las metas de producción diarias, generando una fuerte presión en los
supervisores responsables de cumplir con el tonelaje y la ley de mineral. Esta
circunstancia “obliga” a que el supervisor someta a una excesiva presión a sus
colaboradores (obreros), aún, en muchos casos, a costas de su seguridad. Esto genera
reclamos, y en algunas oportunidades paralizaciones (paros o huelgas) que resultan para
las partes, sumamente costosas, más aún si se produce un accidente incapacitante o
fatal.
S. Robbins sostiene que esta etapa “es importante porque es el punto donde se
suelen definir las cuestiones del conflicto. Es el punto del proceso donde las partes
deciden de qué trata el conflicto. Y a su vez esta “creación de sentimiento” es medular
porque la forma en que se defina un conflicto indicará, en gran medida, el tipo de
resultados que podrían resolverlo.”
III.- Tipos de Conflicto (este tema es tratado en extenso en el artículo del módulo que
lleva el mismo nombre)
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Al igual que en las otras fases, en ésta también se hace necesario que analicemos
el tipo de conflicto que enfrentan las partes a fin de determinar las formas de lograr su
solución.
Las cosas y los hechos no siempre son percibidos de igual manera por dos o más
personas. Los hechos son interpretados por las partes, entre otros aspectos, según la
historia en común que han tenido.
En este campo se ubican también los valores y principios, que son cuestiones
muy profundas, y son de muy difícil manejo, e incluso, pueden no ser solucionables.
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Un ejemplo adicional: El territorio físico-psicológico. Cuando estamos sentados en una
butaca del cine o de un avión teniendo a un extraño en el asiento contiguo, muchas
veces sentimos molestia e incomodidad de que nuestros brazos rocen con los de nuestro
vecino de asiento y preferimos acomodarnos hacia el lado opuesto. Esto se explica
porque sentimos que una persona extraña invade nuestro territorio psicológico, el cual
está ligado a nuestro sentimiento de seguridad.
3.2.- Conflictos Reales: Se derivan de causas estructurales o del entorno (económicas,
legales, condiciones de trabajo, ruidos molestos, posesión irregular de bienes, etc.)
Ejemplo: Juan arrendó hace tres años una vivienda por la merced conductiva de
S/.200.000.-. Por dificultades económicas dejó de pagar alquileres de los últimos seis
meses, teniendo pendiente, además, el pago de servicios de agua, luz y teléfono. El
propietario le exige la devolución de la vivienda y el pago de todo lo adeudado con
intereses, que Juan no puede pagar.
Esta parte del análisis del conflicto está referido al desenlace que podría tener el
conflicto. Considera al estilo que generalmente tienen las personas de actuar para
resolver sus problemas o discrepancias. El mediador o mediadora tiene que evaluar la
disposición que tienen las partes para prever como se resolverá el conflicto. El estilo o
forma de actuar de cada una de las partes determinará la posible solución. En esto tiene
gran influencia los aspectos culturales de cada una de las personas, que como ya se vio
anteriormente, condicionan la forma de sentir, de ver y actuar de las personas.
El otro extremo puede ser de una persona con principios que rigen sus relaciones
y sus formas de actuar frente al conflicto, mediante la persuasión y la cooperación. Su
estilo predominante será el de “GANAR-GANAR”. Si las partes comparten este estilo,
ambas saldrán beneficiadas con un acuerdo creativo y satisfactorio. Aquí el conciliador
tiene una excelente posibilidad de actuar, ayudando a las partes a encontrar una solución
creativa y que sea beneficiosa para ambos, orientándolos hacia la satisfacción de sus
intereses y necesidades
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Entre estos dos extremos, podemos ubicar distintas formas de actuar que tienen
las personas. Es decir, diversas estrategias de abordar el conflicto, lo cual se analiza con
mayor profundidad en otro documento de este módulo.
Por otra parte Highton E. Alvarez G. plantea otra definición de etapas del
conflicto: A partir de la diferenciación en el conflicto latente y el conflicto actual o
manifiesto, es posible establecer cinco fases en el ciclo de vida de un conflicto:
1) el conflicto latente
2) la iniciación del conflicto
3) la búsqueda de equilibrio de poder
4) el equilibrio de poder
5) la ruptura del equilibrio
El conflicto puede existir como latente cuando hay sólo una estructura del
conflicto generada por la existencia de intereses que tienen una tendencia a oponerse de
manera recíproca (etapa 1). El conflicto que puede permanecer latente durante muchos
años.
Ambas partes para equilibrar las posiciones pueden recurrir a la fuerza y hacer
uso del poder, o al derecho mediante requerimiento judicial que derive en una sentencia
también pueden intentar buscar el equilibrio del poder mediante medios no coercitivos
como la mediación (etapa 3).
Esta concepción del conflicto lo visualiza como una espiral continua, una hélice
que se pone en movimiento mediante el cambio, pero que se moldea a través del tipo de
poder o sociedad en el cual se manifiesta. Cuando el problema ha atravesado por estas
cinco fases, se completa una vuelta de la hélice. Estos cambios en valores y normas
pueden afectar la estructura sociocultural, a su vez, pueden producir nuevos conflictos
latentes (vuelta a la etapa 1) o directamente crear un conflicto manifiesto (vuelta a etapa
2) al actuar como un nuevo desencadenante, con lo que se repite el ciclo.
La mediación constituye uno de los proceso de búsqueda del equilibrio del poder
en las formas no coercitivas que puede utilizarse en dos momentos distintos de este
ciclo de conflicto. Es posible iniciarlo después de un acontecimiento desencadenante o
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acción que ha iniciado el conflicto, pasándolo hacia el campo de lo manifiesto. O bien,
puede instituirse cuando las personas participantes están concientes de una estructura de
conflicto o de una situación de conflicto. Con ello, se logra desviar el movimiento
progresivo de escalada del conflicto, eliminando la incertidumbre y la subsecuente
necesidad de conductas adecuadas al conflicto manifiesto como amenazas,
desconocimiento de derechos o violencia física. De hecho, el proceso de mediación
puede utilizarse para evitar que surja una conducta de conflicto manifiesto.
La mediación por su parte busca romper esta hélice o ciclo del conflicto, donde
se vuelva a presentar nuevamente un conflicto, ya que pone su acento en el futuro, no
sólo se busca generar estrategias para llegar a un acuerdo, sino que busca entregar
herramientas que permitan a las personas hacer frente a nuevos conflictos que se
presenten a futuro o bien que puedan prevenir la aparición de los mismo.