Subcultura Oso
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Subcultura Oso
ISSN: 0716-8039
[email protected]
Universidad de Chile
Chile
Benavides-Meriño, Daniel
Osos, conceptualizando sus masculinidades en Santiago de Chile
Revista de Psicología, vol. 25, núm. 2, 2016, pp. 1-18
Universidad de Chile
Santiago, Chile
Daniel Benavides-Meriño
Universidad de Santiago de Chile, Santiago, Chile
Resumen: La subcultura oso, amparada en el pro- Abstract: The bear subculture, based on the
blema de una escasa producción teórica que la vuelve problem of a scarce theoretical production that
fenómeno casi desconocido en el país, hace al pre- makes the phenomenon almost unknown in the
sente estudio pionero en la materia. La investigación country, makes the present study a pioneer in the
tiene carácter exploratorio con una muestra no pro- field. The research is exploratory with a non-
babilística por conveniencia, conformada por seis probabilistic sample for convenience, being
participantes de entre 21 y 30 años, homosexuales y made up of six participants aged 21 to 30 years
autoconcebidos “osos”. Se realizaron entrevistas se- old, gays and self-conceived bears. Semi-struc-
miestructuradas, cuyos datos fueron analizados me- tured interviews were performed, whose data
diante transcripciones y posterior categorización. were analyzed using transcripts and subsequent
Los hallazgos señalan una masculinidad subordi- categorization. The findings indicate a subordi-
nada, teñida de heteronormatividad, afirmada en la nated masculinity, tinted with hetero-identifica-
heteroidentificación y en un cuerpo fetichizado en tion, and affirmed in heteronormativity and in a
oposición a ciertos estereotipos de delgadez. La ex- fetishized body in clear opposition to some stere-
presión de su condición es relegada a la vida noc- otypes of thinness. The expression on their con-
turna y de entretención por experiencias teñidas de dition is relegated to night life and entertainment
discriminación y vulneración de derechos. La sexua- experiences dyed with discrimination and viola-
lidad del oso en Santiago de Chile presenta una ele- tion of rights. Bear sexuality in Santiago of Chile
vada actividad calificada como morbosa y promis- is highly rated as a morbid and promiscuous ac-
cua. Relativo a las prácticas se mencionan la tivity. Practices concerning the complete body
sexualización completa del cuerpo en desmedro de la sexualization are mentioned in detriment of the
genitalización. Paralelamente la figura del oso es genitalization. In parallel the figure of the bear is
concebida como significativamente intolerante y dis- conceived as significantly intolerant and discrim-
criminadora respecto de otro tipo de masculinidades. inatory with respect to other masculinities. Rele-
La relevancia de los resultados radica en entregar un vance of the results lies on providing a frame-
marco de análisis que permita comprender la reali- work of analysis to understand the reality of new
dad de nuevas identidades homosexuales masculinas male homosexual identities offering to competent
ofrenciendo a las autoridades competentes la posibi- authorities the possibility of visualization of new
lidad de visualizar nuevos actores sociales en la fron- social actors on the border of male sexuality.
tera de la sexualidad masculina.
Palabras clave: oso, argot gay, heteronormativi- Keywords: bear, gay argot, heteronormativity, fet-
dad, fetichización. ishization.
Contacto: D. Benavides-Meriño. Obispo Umaña #033, Depto. 1810 Torre Alerce, Estación Central. Santiago de
Chile. Correo electrónico: [email protected]
Cómo citar: Benavides-Meriño, D. (2016). Osos, conceptualizando sus masculinidades en Santiago de Chile. Re-
vista de Psicología, 25(2), 1-18.
http://dx.doi.org/10.5354/0719-0581.2017.44792
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La forma de taxonomía física más acepta- Otra posible lectura respecto de esta natu-
da a nivel mundial se relaciona directa- ralidad plantea la integración del modelo
mente con la edad, el rol sexual, la heterosexual dominante, lo que implica la
actitud, la vellosidad y la masa corporal. recuperación subsecuentemente de su
En este ámbito destaca el Natural Bears factor plumófobo1 –además de misógino y
Classification System (Sistema de clasifi- lesbófobo–, que consiste en acusar a “las
cación natural de osos) inventado por locas”2 de dar una imagen ridícula de los
Donahue y Stoner (como se citó en Gutié- gays. De este modo, se reivindica una
rrez, 2004). Además, en Recursos para masculinidad “normal” que busca la acep-
Osos. Los Códigos de los Osos (Donahue tación del colectivo heterosexual (Sáez,
& Stoner, 2001) existen subtipos que pa- 2005). En suma, la masculinidad oso no
tentan graduación de presencia para cada se concibe como reacción contra la mas-
uno de ellos –que no representan una va- culinidad en sí, puesto que pareciera estar
loración de los mismos–. En consonancia
se evoca al cuerpo del oso como el prin- 1 Se desconoce existencia de una definición conceptual
cipal parámetro de masculinidad, lo que oficial, mas se entiende como miedo y/o rechazo a los
gays afeminados.
lleva el porte a la actitud demostrada por 2 Término peyorativo para referirse a un gay femenino.
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más interesada en la revisión de la mascu- que la sensualidad en los osos desafía los
linidad convencional, sin resignificarla. supuestos hegemónicos de la sexualidad
masculina (Gilligan, 1982), ya que se
Lo anterior denota que la subcultura oso reivindican como formas de socialización
ha sido fuertemente influenciada por la afectivas entre hombres en lugar de me-
masculinidad hegemónica y, en menor ramente sexuales. La camaradería en lu-
medida, por la heteronormatividad, pero gar de la competencia patenta un tipo de
igualmente se reconoce la resistencia e masculinidad propio de esta subcultura
innovación sexual dentro de esta, lo que que se ausenta en otras de orden homose-
señala una recuperación parcial del cuer- xual (Hennen, 2005).
po y un descentramiento –también par-
cial– del sexo fálico. En este orden de Hennen (2005) enfatiza la forma en que la
cosas se produce un interesante cruce sensualidad divide la práctica sexual del
referencial de la propuesta oso con la lea- oso entre sexual y sensual, donde esta
ther –subcultura referente a la conducta segunda arista ayudaría a fomentar una
fetichista de mirar, oler y sentir ropa y actitud más responsable respecto al sexo.
objetos sexuales de cuero–, ya que se re- Esto es significativo, porque demuestra
conoce que ambas se volvieron aliadas y que para la mayoría de los osos el fomen-
permitirían el libre cruce de fronteras en to de la cultura sexual con penetración es
la flexible ubicación identitaria (Gutié- una elección consciente y deliberada. Por
rrez, 2004). tanto, “la sexualidad entre los osos es
sensualidad primero” (p. 38).
En “Masculinidad, piel y rudeza: subcul-
tura leather” (HAZLO.mx, 2014) se ex- En consecuencia, emerge el debate en torno
presa que los elementos que se identifican a las consecuencias que esta subcultura ha
con la virilidad en ambas propuestas di- tenido en la resolución y consolidación de
cen relación con uniformes, profesiones y falsos binomios que la presente investiga-
ambientes exclusivos de varones –como ción articula entre género, sexualidad e
el ejército o la marina–, por lo que se co- identidad para reconocer la importancia del
pian y se adaptan estos referentes como cuestionamiento de la performatividad de
cuestionamiento a los mismos. Sin em- género en lo referente al surgimiento de
bargo, se alejan del estándar heterosexual nuevas masculinidades. Paralelamente re-
predominante al practicar juegos sexuales calca la relevancia de análisis y/o transfor-
descentrados del pene erecto y la eyacula- mación de modelos de masculinidad donde
ción (Sáez, 2005). Este mismo autor seña- la categoría género sigue siendo central en
la: “Esta exhibición… de la Chile para segmentar y jerarquizar a los
vulnerabilidad genital supone un giro grupos sociales, puesto que cumpliría una
histórico en la representación de la mas- función legitimadora que permite sostener
culinidad, donde el presunto falocentris- desigualdades.
mo de las prácticas gays se ve
cuestionado radicalmente” (p. 144). Para- En lo nacional, probablemente, los dis-
lelamente en los osos conviven prácticas cursos públicos hayan cambiado, pero en
institucionalizadas como el abrazo del oso un nivel latente se mantienen actitudes
y el nuzzling3 de piel, que dan cuenta de negativas hacia los homosexuales, las que
surgen en contextos menos regulados o
3 que implican respuestas no deliberadas.
Práctica de tocar, frotar o presionar algo o alguien con
suavidad, generalmente con movimientos repetitivos. Este efecto implica el desvío de los roles
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ser considerada por los entrevistados como las predilectas como actitudinales, prin-
un episodio inicial y crítico en la cons- cipalmente en la performance sexual.
trucción de sus identidades homosexua- Pese a esto, atribuyen su apariencia oso
les. De esta forma, se consigna como solo como deseable para otros osos, en
quiebre que propició la búsqueda de una tanto que los no osos serían reticen-
identificación que acunara la mezcla de tes/renuentes al contacto sexual con ellos.
visibilización de su homosexualidad con
la performance genérica masculina en Relativo a las prácticas se mencionan la
desmedro de lo propiamente femenino sexualización completa del cuerpo do-
adscrito a la condición estereotipada del tando de significativo erotismo los en-
twink5. cuentros por medio de caricias, abrazos y
besos. Del mismo modo, se cree que
Provocación en el vivenciar oso existe alta convergencia con lo leather y
los juegos de rol, pese a reconocer escasa
Los entrevistados enfatizan en la exposi- y/o nula realización de prácticas de dicha
ción que el oso da al cuerpo, por cuanto índole en el plano personal.
adopta una actitud desafiante y transgreso-
ra respecto de una imagen corporal hiper- Rol sexual
masculina; esto contrasta con una actitud
femenina y/o queer con objeto de visibili- Es entendido como la preferencia por
zar un tipo diferente de masculinidad. otorgar y/o recibir la penetración durante
el encuentro sexual y la adopción de una
Sexualidad y erotismo posición dominante o receptora –activo y
pasivo respectivamente–. Se observa una
En las entrevistas se evidencia, también, fuerte tendencia a adscribir una perfor-
una sexualidad elevadamente activa defi- mance genérica que dota de cualidades
nida como hipersexual y morbosa, en la femeninas a los pasivos lo que tiene co-
que el sexo casual y la promiscuidad son mo consecuencia que se les valore aún
la tónica experiencial. Pese a reconocerse más peyorativamente cuando estos se
preferencias por un cuerpo oso al pensar identifican como osos.
en una posible pareja sexual, ello no sería
determinante al momento de concretar Socialización intra y extragrupal
encuentro alguno, pues manifiestan tener
una diversa gama de parejas previas. La socialización dentro de la subcultura
oso estaría fuertemente influenciada por
Entre las características personales que una constante comparación a nivel indivi-
los entrevistados creen que resultan dual y (auto)discriminación a nivel grupal,
atractivas para otros homosexuales desta- observada en la tendencia de medir los
can como factores físicos el vello corpo- propios atributos típicamente osos con los
ral/facial, la masa muscular y accesorios de un tercero a modo de contrastar cuali-
como tatuajes y piercings –calificados dades desde un prisma valorativo. En con-
como fetiches–. Aspectos como la rude- traposición, se evidencia una fuerte
za, autoconfianza y desinhibición serían preferencia entre osos de relacionarse con
similares para propiciar un sentimiento de
pertenencia y aumentar el propio atractivo
5 Varones homosexuales de aspecto joven, delgado, sexual en contextos sociales.
ectomorfo; usualmente lampiños y rubios. También
puede referir al acrónimo: Teenage, White, Into No Kink,
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varón gay como principal discriminado al (Hardman, 1993). Esta puede manifestarse
ser considerado como femenino o porta- en modalidad de atracción inconsciente, en
dor de una masculinidad de segunda cali- expresiones afectivas, en fantasías y/o
dad. Ello se manifiesta en la vivencia consumarse en el encuentro físico y disfru-
teñida de temor y recelo de la sexualidad te de los cuerpos.
y el afecto en público –extrapolable a lo
homosexual en general–, siendo esta re- Con respecto a las prácticas se mencio-
legada a espacios construidos fuera de la nan la sexualización completa del cuerpo
normatividad social como la vida noctur- en desmedro de la genitalización, lo que
na y aplicaciones de ligue. dota a los encuentros de un erotismo sig-
nificativo. Esta realidad coexiste en ar-
El cuerpo ocupa un lugar privilegiado en monía con las investigaciones de Gilligan
la construcción de la sexualidad al estar (1982) y Hennen (2005), quienes plan-
repleto de significaciones y reflejar un tean que la sensualidad y dispersión
sistema de símbolos y, por tanto, resulta completa del placer por el cuerpo se pre-
fundamental en la construcción identita- senta en desmedro del énfasis fálico. Pe-
ria y en el vivenciar sexual (Viveros Vi- se a esto, la innovación y evolución
veros & Garay Ariza, 1998). En este sexual teórica, que la propuesta referen-
sentido los resultados convergen con los cial leather y que el mismo autor señala-
planteamientos de Blázquez & Liarte ra, se remiten al imaginario de los
(2013), quienes erigen el cuerpo como el participantes al percibir la cuestión del
componente clave en la conformación cuero y sadomasoquismo como propia de
identitaria del oso, al expresar que una osos, pero ajena a su vivenciar y al de
serie de elementos corporales son reque- terceros conocidos.
ridos para definirse como tal.
Por su parte, la adopción de roles sexua-
Es importante señalar la presencia de una les en las relaciones ursinas resulta con-
asociación constante entre el volumen traria a los resultados de Blázquez &
corporal con el cariño y la ternura, lo que Liarte (2013) en la identificación de los
deriva en que a los participantes se les mitos respecto de la edad y concepción
visualice como individuos altamente con- de la gordura. Los participantes refieren
fiables y cariñosos. Estos valores son una noción fuertemente influenciada por
defendidos por la propuesta oso, pero la heteronorma al referir automáticamen-
también extrapolables a la cotidianeidad te al rol pasivo una performance genérica
heterosexual de la figura del marido, “el femenina y una valoración peyorativa de
gordo”, lo que hace pensar el cuerpo oso la misma. Se señala una escasa propor-
como estereotipo corporal que escapa a ción de osos pasivos al hallarse incompa-
una condición sexual particular. tible la hipermasculinidad oso con tal
preferencia.
La sexualidad del oso en Santiago de Chile
se presenta como una práctica de elevada Igualmente, un hallazgo importante es la
actividad y que se caracteriza como mor- significación otorgada por los participan-
bosa y promiscua con una performance tes a la homofobia internalizada, proceso
altamente erótica. Asimismo se destaca que se sustenta en la construcción e in-
por la capacidad para entablar lazos afecti- ternalización de roles de género rígidos
vos con una disposición sensual también (Delgado et al., 2016). Debido a esto,
conocida como bonding homoerótico este tipo de homofobia es una de las cau-
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y lampiño representa uno de los más A este respecto se observa una masculi-
apreciados rasgos culturales. nidad homosexual fuertemente influen-
ciada por la hegemónica, en la que un
Previo al trabajo de entrevistas se planteó prisma heteronormativo merma la revi-
que la masculinidad homosexual oso: 1) sión de la masculinidad convencional por
emerge del doble cuestionamiento a la lo que se resignifica escasamente. Así,
masculinidad hegemónica con una per- los varones oso en Santiago de Chile se
formance que muestra la fragilidad de la definen desde una perspectiva esencialis-
misma y a la relación asociativa entre ta de la masculinidad (Weeks, 1998), sin
homosexualidad y afeminamiento; 2) se considerar las diferencias de género como
apropia del cuerpo como espacio de dife- producto de construcciones sociohistóri-
renciación y oposición ante un estilo de cas, o bien, a través de una incorporación
vida gay dominante; y 3) enfatiza una acrítica de la propuesta ursina en la reali-
socialización afectiva y amistosa entre dad local. Por lo mismo, sus atributos se
gays por un esfuerzo humanizador de la sostienen y refuerzan por mandatos socia-
misma en desmedro de lo meramente les que son internalizados y forman parte
sexual. Además de corroborar los prime- de su identidad, en otras palabras, expre-
ros y desestimar el último punto, la in- san esa masculinidad dominante que es su
vestigación ahondó en: 1) el modo de referente.
vivir que se pretende enfrentar; 2) las
percepciones valóricas sobre las taxono- Sobre el segundo objetivo, referido al
mías corporales; y 3) las opiniones sobre cuerpo y práctica sexual, se piensa que
la existencia o no de una subcultura oso más que un abogar por el cuerpo grueso,
en Santiago de Chile. gordo y velludo, se adopta una actitud de
acercamiento y exacerbación a lo tradi-
Respecto al primer objetivo, se señala cionalmente considerado masculino. Esto
que esta configuración de masculinidad a modo de reorientación del deseo hacia
no solo reproduce una división binaria de la imagen masculina que se ha mercanti-
prácticas y discursos con respecto al gé- lizado en forma de fetichización del
nero, sino que también busca distancia de cuerpo, por medio de una cadena de ofer-
todo indicio de feminización de la homo- tas y demandas. Pese a que el cuerpo oso
sexualidad. De este modo, y de acuerdo a escapa de los parámetros de belleza ac-
la categoría de género propuesta por La- tuales, se hipotetiza la existencia de un
mas (1996), los osos de la capital produ- mercado sexual corpo-subcultural enten-
cen y reproducen relaciones tradicionales dido no solo como un cuerpo individual,
de subordinación y dominación entre sino que inserto en una estructura de ta-
hombres y mujeres, las cuales, si bien xonomías corporales que le aseguran una
están físicamente ausentes, no lo están comodidad ficticia y le proporcionan
simbólicamente. Es así como los osos alimento al ego.
construyen diferencias que distinguen los
sexos a través del uso de significantes de Le Breton (1995) afirma que el cuerpo,
poder como símbolos culturales que evo- en la modernidad individualista y narci-
can representaciones múltiples –“el cola sista, funciona como un límite fronterizo,
fuerte”, “el maricón pluma”–, conceptos pues se convierte en refugio y valor últi-
normativos –“ser masculino”– o de iden- mo del individuo y, en consecuencia, se
tidad –“ser gay oso”–. transforma en una propiedad y necesidad
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