Juan 10 Conv

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690 CURACIÓN DE UN CIEGO

tíno7Apol., I,61,13 (PG 6,421), nos dice que el baño del bautismo era
llamado iluminación. Es posible que también la <<unción» que aquí se
menciona (epiahriein = <<untar», vv. 6 y ll)1 cuya raíz griega se rela—
ciona con <<crisma» y <<crismar», pueda tener un significado bautismal.
En 1jn 22027 se habla de una unción que procede del Santo (¿el bau-
tismo.“), y en 2 Cor 1,21-22 se hace referencia a la unción y al don del
Espíritu.

Es también posible que la relación paulina entre el bautismo y la


muerte dejesús (por ejemplo, Rom 6,3) esté presente de algún modo
en _]n 9. En 9,3 se dice que la curación del ciego servirá para que se
revele la obra de Dios y el v. 4 insiste en que esa obra ha de ser llevada
21 cabo mientras aún es de día7 pues se avecina la noche. Algunos pien—
san que esto significa que Jesús desea curar al ciego justamente en
aquel día, a pesar de que es sábado. Sin embargo, la misma necesidad
de aprovechar el día aparece en 11,9—10, donde nada tiene que ver el
sábado. Esa necesidad se debe más bien al hecho de que la muerte ya
empieza a arrojar su oscura sombra sobre la vida dejesús. En Lc 13,32
aparece la misma idea: <<Mi1ra7 hoy y mañana seguiré curando y echando
demonios; al tercer día acabo.» En el cap. 8 se nos dice que <<losjudíos»
trataban de dar muerte ajesús; pensando en esa amenaza inminente de
muerte, jesús siente que no puede diferir la curación del ciego
mediante las aguas de Siloé. Veremos en el cap. 11 que conforme se
acerca la muerte de Jesús, su actividad vivificadora se intensifica. Si
tenemos razón al advertir un significado bautismal en la curación del
Ciego7 este simbolismo ha de tener como trasfondo la proximidad de la
muerte dejesús.

35. CONSEC UEAjCIAS DE LA FIESTA DE LOS TABERNÁC ULOS.


]ES US, PUERTA DEL RED1L YPASTOR
(10,1-21)

Ataque simbólica a [oxfaríseas

La(s) parábala(s)

10 ¡<<Pues sí, 0510 aseguro:


el que no entra en el recinto por la puerta,
sino saltando por otro lado,
es un ladrón y un bandido.
2El que entra por la puerta
es pastor de las ovejas;
3a éste le abre e] guarda.
Y las ovejas escuchan su voz
cuando llama a las suyas por su nombre
y las saca fuera.
4Cuando ha sacado fuera a [todas] las suyas,
camina delante de ellas,
y las ovejas lo siguen
porque Conocen Su VOZ.
5A un extraño no lo seguirán;
huirán de él1
porque no conocen la voz de los extraños.»

6_]csús les puso esta semejanza, pero ellos no entendieron a qué se


refería.

Explicaciones: &) La f)uerta

7I'nr esn_]csús [les] dijo [de nuevo]:

<<l'uus sí, ns lu z|scgum:


692

_]ESÚS, PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

yo soy la puerta de las ovejas.


8Todos los que vinieron [antes de mí]

eran ladrones y bandidos…,

pero las ovejas no les hicieron caso.


9Yo soy la puerta:

el que entre por mí

estará al seguro,

podrá entrar y salir

y encontrar pastos.

10El ladrón entra

sólo para robar7 matar y perder.

Yo he venido

para que vivan

y estén llenos de vida.

b) El pastor

11Yo soy el buen pastor.

El pastor bueno se desprende de su vida por las ovejas.

12El asalariado, como no es pastor

ni las ovejas son suyas,

cuando ve venir al lobo,

deja las ovejas y echa a correr,

y el lobo arrebata y dispersa;


13porque a un asalariado

no le importan las ovejas.


14Yo soy el buen pastor:

conozco a las mías

y las mías me conocen a mí,


15igual que mi Padre me conoce

y yo conozco al Padre.

Además7 me desprende de la vida por las ovejas.


15Tengo otras ovejas

que no son de este recinto;

también ¡¡ ésas tengo que conducirlas;


escucharán mi voz

y se hará un solo rebaño con un solo pastor.


17Por eso me ama mi Padre7

porque yo me desprenda de mi vida

para recobrarla de nuevo.

_… 10,141 693

18Nadie me la quitó,
la doy voluntariamente.
Está en mi mano desprenderme de ella
y está en mi mano recobrarla.
Este es el encargo que me ha dado el Padre.»

19También estas palabras causaron división entre los judíos.

20Muchos decían: <<Está loco de atar7 ¿por qué 10 escucháis?»

21Otros replicaban: <<Esas no son palabras de loco; ¿puede un loco


abrir los ojos de los ciegos?»

NOTAS

10,1. Pues sí, os lo aseguro. Bernard II, 348, insiste en que el doble
<<amén», que es 10 que esta frase traduce, nunca se utiliza tan abruptamente
para introducir un nuevo tema. En 3,11 y 5,19 representa únicamente una
nueva etapa de los comentarios dejesús sobre lo que antecede.

recinto. Había varios tipos de recintos para guardar el ganado. A veces se


trataba de un espacio cuadrado que se acotaba mediante una cerca de piedra
en la ladera de una colina; aquí parece tratarse de una especie de patio situado
frente a una casa, rodeado de una cerca de piedra rematada probablemente
por un barda].

puerta. Aunque thym es el término que se emplea habitualmente para


designar la puerta de una habitación (Mt 6,6), parece que su traducción más
adecuada es también <<puerta», con el significado de acceso a un cercado de
piedra.

bandido. El término lístís tiene el significado de <<salteador» (Mc 1 1,17),


pero en los evangelios se emplea también para designar a los guerrilleros y
bandidos revolucionarios al estilo de Barrabás, que se había visto envuelto en
una insurrección (Lc 23,19). Teniendo en cuenta que algunos creen que el v.
8 se refiere a los revolucionarios mesiánícos, la traducción <<bandídos» parece
la más adecuada. En Abd 5 aparece la combinación <<ladrón y bandido».

3. las suyas. Literalmente, <<las ovejas propias».

por su nombre. Parece ser que los pastores de Palestina acostumbran a


poner nombres o motes a sus ovejas favoritas: <<0rejas largas»7 <<Hocíco
blanco», etc. (Bernard 11,350).

Im- .wu'r¡_/hrrn. … vcrlm fxngríw aparece en algunos de los más importan-


tes |)usl;l_jvs (¡cl A'l' rc|uciunndus ron el (cula (|cl pustnr (LXX): F.7,
34,13; Nm

694 JESÚS. PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

27,17).
4. ha sacado fuem. Literalmente, <<echar fuera» (fkbal/eín) Probable-
mente se trata tan sólo de una variante de exagein, pero podría insinuarse la
s¡mac¡ón indefensa de las ovejas. Es frecuente que sea necesario empujar a las
nvc_]¡15 para que utraviesen la puerta.

[todas]… Algunos manuscritos omiten esta palabra y otros la colocan en


lugar distinto,

mmma delaan df ellas. En el pastoreo interviene ¡¡ veces un zaga] que


marcha a la zaga del rebaño.

5. a un rxtmño no lo 3Pguím'n. chard11,350, sugiere que en el aprisco


estaban reunidos varios rebaños distinlus, de forma que cuando un pastor lle-
gaba ¡¡ sacar sus ovejas tenía que empezar por separarlas (le las demás. No
parece que sea así, pues el evangelio en ningún momento alude a 111 presencia
de otras ovejas distintas en el rebaño.

6. esta semejanza. Literalmente, <<pronuncíó esta parábola». El término


gricgu es aquí [)a1'oímía, que frecuentemente signihca <<pmverbiu», por ejem-
plo, cn 2 Pc 2,22. En los LXX, pamímiu (como el término [… mban que usan
los siuópticos) sirve para traducir mástil, una palabra hebrea de significado
amplio que abarca prácticamente todos los tipos de discurso liguratívo.
Paraímía y [mmbnlí se usan como sinónimos en Eclo 47,17; en general no
difieren mucho en cuanto al significado, si bien en ¡¡a1'aimíu parece: ponerse
más de relieve la idea de enigma. El uso (le parnímía tiende ¿¡ inlen fícarsc en
las versiones griegas tardías del AT. Cf. E. Hutch, Essays in Bíblíml Greek
(Oxford 1889) 64-71; F. 11auck,paroimía, en TWNT V, 852—55. Aunque en
16,25 se indica que las parábo1as dc_]csús no eran fácilmente comprensibles,
el presente pasaje no deja la meuur duda de que_]esús habló con intención de
que se le entendiera perfectamente.

7. [las] [de muevo]. La tradición manuscrita sobre la inclusión, orden y


exclusión de estas palabras se presenta muy confusa.

la [merla (¡K 1115 awjtm. La versión sahídica dice <<el pastor», una lectura
que actualmente cuenta ya con un primer apoyo para el texto griego en el P75.
Black, 193”, sigue a Torrey al aceptar que <<pastor» del original se convirtió
en
<<puerta» debido a un error en la copia del arameo subyacente. De hecho, sin
embargo, <<puerta» es la lectura que menos cabía esperar y la más difícil; es
posible que los copistas introdujeran <<pastor» en un esfuerzo por dar mayor
consistencia a la explicación de la parábola. La idea de que_]esús no podía ser
al mismo tien1pola puerta y el pastor pudo causar cierta incomodidad.

8. Today. Se omite cn el Códice de Beza y en algunas versiones y citas


patrístxcas. Sl la expresión <<antes de mí» se entendió cnn… referida al
|)Ul'fl>(1()

JN num 695

(1CIAT, es probable que sonara demasiado dura la añrmación de que en e1AT


lodos fueron ladrones y bandidos.

[antes de mí] La omisión de estas palabras cuenta con 01 apoyo firme del
Códice Sinaítico y de muchas versiones; ha sido recientemente reforzada por
el P75. ¿Se tratará de una glosa para explicar el tiempo pasado (le <<viniemu»
0 reflejará más bien la diñcultad a que nos hemos referido hace un momento'.J

9. La puerta. Aquí está completamente claro que la imagen es la de 1a


puerta por la que entran y salen las ovejas. Bishop, art. cit ofrece un intere-
sante ejemplo moderno del pastor que se echa a dormir atravesado en la
pucrm, de forma que hace las veces de pastor y de puerta simultáneamente
para el ganado. En algunas sectas islámicas se aplica el título Bab (r<puerfa»,
por ejemplo, del conocimiento) a los grandes dirigentes religiosos.
10 El ladrón. Aquí el artículo determinado tiene probablemente una
intención parabólica, como en <<el sembradur» de Mc 4,3.

matar. Thyeín no es el verbo que habitualmente se emplea para expresar


la idea de <<malar» (apokteíneín) en otros pasajes dejuan; posee el matiz de
sacrificar y podría ser una hábil referencia a las autoridades sacerdotales. Cf.
un término semejante en Mt 9,13; 12,7,

y esfén llenos de vida. Hay algunos manuscritos a favor de la omisión de


esta frase (PGÍ¡*, Baza), que se debería ¡¡ haplogrufíu, ya que los (los últimos
versos del v. 10 terminan en griego con el verbo echowin (<<tener»). Una
expresión semejante de lu sol)rcahundancia aportada por Cristo, en Rom
5,20.

11. [mm. 0 <<noble». El término griego kalns significa <<bello», en el sen-


tido de idea] o modelo de perfección; ln veíamos usado en el <<vino bueno» de
2,10. Filón (De agria, VI, 10)1lab1a de un pastor blmm (agathos). No puede
establecerse una distinción absoluta entre kalosy agalhns, pero creemos que
en esta frase de juan iría mejor la traducción <<nohle» “ <<m0delo», en vez de
<<bueno». En el Midrash Rabbah 2.2 sobre Ex 3,1, David, el gran pastor del
AT, es descrito como ¿váf6h r6*eh, literalmente <<c] hello pastor» (cf. 1 Sm
16,12).

se desprende (If su vida. Es una expresión propia dejuan (13,37; 15,13;


1_]n 3,16), en contraste con (dar la propia vida» (Mc 10,45). <<Desprendersc
(le la vida» es una expresión rara en el griego secu1ar; el uso de juan podría
reflejar la frase rahínica hebrea máxñr na'fxñ <<entregar la propia Vida». La
suge-
rencia (le que cuadraría mejor aquí la traducción <<arriesgar su vida» (Cf.]ue
l2,3), si bien cncujuríu cn el presente contexto, no podría entenderse como
unuclnrnnlusióu¡11umucrtc de los vv. 17-18.

¡Iria lu.» uwjm, Hay un íl|(vrcsu||tc paralelo en 01 CS(T1KO u|><urulípticn

696 JESÚS, PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

¡judío de] siglo 11 d. C. 4 Esdras (5,18): <<No nos abandones como un pastor
(que deja) su rebaño en poder de lobos dañinos.»

13. porque. Este versículo parece ser una adición explicativa.

14. las mías. Jesús puede decir que las ovejas son suyas porque el Padre
ha puesto a 105 hombres bajo su custodia (6,37.44.65; 17,6—7).

15. me desprenda de hz vida. Hay testimonios muy fuertes a favor de la


lectura <<dar», que podría ser la original. <<Dar» aparece también comº
variante en el v. 1 1, pero aquí con mayor respaldo.

16. recinto. Este mismo término aparecía en el v. 1 con un matiz ligera-


mente distinto. Allí representaba a 105 que jesús ha venido a salvar; aquí se
refiere al grupo que, dentro de Israel, ya creía en él. La diferencia, sin
embargo, no parece ser tan neta como pretende Bultmann, 292.

escucharán mi voz. Este tema aparece en 8,47, 18,37 (cf. 3,29).

y Mr hara”. O <<serán». Los testimonios están equilibrados a favor de


ambas lecturas, si bien es verdad que la segunda es un poco más difícil.

un solo r£baño ran un xolo pastor. La lectura de _]cróním0, <<un solo


aprisco, un solo pastor», no cuenta con ningún apoyo textual, aunque, al pare»
cer, se debe a que leyó un manuscrito griego que decía aulí (<<aprisco») en vez
de poímng (<<rebaño»). Bernard (11,363), anglícanu, dice que <<un apriseo» es
erróneo tanto ideológica como textualmente, pues 10 que jesús deseaba es
que hubiera un solo rebaño, aunque éste viviera repartido en varios apriscos.
Sin embargo, esta interpretación de las ideas del evangelista parece anaeró-
nica y se sitúa más bien en la línea de las modernas preocupaciones a la vista
de una cristiandad dividida, así como de la teoría de una Iglesia con distintas
<<ramas»,

17. ama. Aquí, agapan; cf. nota a 5,20.

18. quitó. Hay numerosos manuscritos, incluido el P“, a favor del pre—
sente, pero el aorísto es la lectura más difícil y, casi con toda seguridad7 la
ori-
ginal. Esta alusión en pasado puede referirse a los intentos de darle muerte
(5,18; 7,25; 8,59). Sin embargo, podría tratarse también aquí de otro caso en
quejuan describe ajesús hablando en tiempo pasado durante su ministerio
acerca de su muerte y resurrección (cf. nota a 3,13).

en mi mano. Bernard 11, 365, propone interpretar esta frase cn el sentido


de <<tengu autoridad» (cf. nota sobre (dio el poder», en 1,12), pero esto
supone snbrevalorar el sentido técnico de exausia. La frase equivale a
<<puedo» (Lagrange, 283).

loco de atar. Literalmente, <<tiene un demonio», frase que ya humus tradu-


cido por <<estar loco» (7,20; 8,48). Esta acusación, por consiguiente, y lu (lv;

jN10.1-21 697

<<estar fuera de sí» son dos maneras distintas de decir la misma cosa, ya que se
creía que la locura era consecuencia de la posesión dlahóhca (cf. Mc 5,1-20).

21. laca. También aquí,]itera1mente, <<uno que tiene un demonio».

¿puede un loco abrir los ojo.; de los ciegos? Cf. nota a 9,16. Se ha sugerido
que en este caso el argumento general de que los milagros son de origen
divino está reforzado por un texto como el de Sal 146,8, donde se dice que es
al Señor el que abre los ojos de los ciegos.

COMENTARIO GENERAL
Secu encia

Ya hemos visto que los relatosjoánicos, especialmente los que sir—


ven para marcar las distintas secciones del Libro de los Signos, tienden
a mirar hacia adelante y hacia atrás a la vez; resumen temas que ya han
sido tratados y anuncian los que se tratarán más adelante. Tal parece
ser e1caso del discurso sobre la puerta y e1pastor que, si bien no marca
una división importante en el libro, sirve de conclusión a los discursos
de la fiesta de los Tabernáculos a la vez que introduce el de la Dedica—
ción. Creemos que si se tiene en cuenta esta doble orientación del dis-
curso podrán resolverse muchos de los problemas que plantea su
secuencia y que han preocupado siempre a los comentaristas.

Primero7 parece que está completamente clara la relación con todo


10 que antecede en el cap. 9. No se sugiere que el auditorio haya c.am—
biado, y tal como ahora se halla el texto evangé1ico, no hay m0t1vos
para creer quejesús no siga haciendo observaciones a los fariseos, a los
que hablaba en 8,41. Lo cierto es que en 10,21, después de queJest_ís
ha expuesto las imágenes de la puerta y del pastor7 su aud1tor10
recuerda el caso del ciego, mientras que otros repiten las acusaciones
de que está loco, como veíamos que ocurrió también durante 105 (115-
eursos de la fiesta de 105 Tabernáculos.

Pero a esta relación del discurso sobre la puerta y el pastor con 10


anterior se oponen dos objeciones: a) En 10,1»18 hay un cambio
abrupto de tema. En el cap. 9 dominaba por completo el tema de la luz
y no había alusión alguna a las imágenes pastoriles de] cap. 10. Esta
objeción tiene una fuerza considerable y podría significar que el eyan—
gclistu ]… unido unos discursos que originalmente eran independien—
tes, porn vn rculi(lu(l mula (li(-(- mntra lu ¡(lea de que el evangelista pen-

698 _]RSL'“S. PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

sara en un mismo auditorio para el final del cap. 9 y para el cap. 10. Y
aunque parezca que al principio del cap. 10 se produce un brusco cam-
bio de tema,10 cierto es que se mantiene el del ataque contra las auto-
ridades (ladrones y bandidos; los porteros descuidados; los extraños a
105 que las ovejas no reconocen; el cobarde pastor mercenario), que
apareció ya al final del cap. 9. Realmente, el ejemplo del ciego curado,
que se niega a seguir los criterios que tratan de imponerle los fariseos
y que se acerca a_]esús, no se diferencia mucho de1e_jemplo de las ove-
jas en 10,4-5, que no seguirán a 105 extraños, sino que escucharán
únicamente la voz de su pastor. l)) La segunda objeción es de carác—
ter cronológico. La fiesta de los '1'abernáculos se celebra en septiem—
l)re-uctubre, mientras que 121 de la Dedicación, que señala la siguiente
anotación cronológica (10,22), tiene lugar en diciembre. Esto significa
que el evangelio supone que transcurren tres meses entre los episodios
del cap, 7 y los de 10,22ss (probablemente hemos de pensar que el
evangelista quiere darnos a entender que las dos fiestas corresponden
al mismo año.) Ahora bien, ¿podemos relacionar 10,1-21 con la ante»
rior fiesta de los Tabernáculos, teniendo en cuenta que 10,26-27, que
se refiere claramente a la Dedicación, menciona el tema de las ovejas?
En otras palabras, 10,26—27 presupone el mismo auditorio que
10,1—21. Ello resulta poco plausible si las palabras de 10,1—21 fueron
pronunciadas meses antes y con ocasión de otra fiesta. Sin embargo,
esta objeción no es tan fuerte como podría parecer a primera vista. Ya
hemos advertido que, si bien el cap. 9 y 10,1-21 se sitúan en el con-
texto general de los Tabernáculos, estos capítulos no están tan firme-
mente vinculados a la fiesta como los caps. 7-8 (ef. supra, p. 682). Por
tanto, aun tomando al pie de la letra la secuencia actual, nada impide
pensar que el incidente del cap. 9 y el discurso de 10,1-21 tuvieron
lugar entr! las fiestas de 105 Tabernáculos y la Dedicación, por 10 que
no habría una separación de tres meses entre aquellos y las observa-
ciones de 102627. Y 10 que es más importante, deberíamos dar a este
problema la misma respuesta que dábamos & la laguna que separa los
caps. 5 y 7, en que, conforme a la cronología estricta del evangelio,
resultaría que jesús estaba hablando de la curación de] paralítico en
sábado mas de un año después de que ésta tuviera lugar (7,21-23 en
relación con el cap. 5). Parece que el evangelista no se preocupaba
mucho de aclarar la forma en que un auditorio de_]e5ús podía estar al
tanto de Ias acciones o palabras anteriores de éste; el evangelista se
dirige a unos lectores de su evangelio que acaban de leer lo referente a
esas acciones o palabras anteriores.

_|N 10,1-21 699

Segundo, el pasaje de 10,1—21 apunta hacia adelante y sirve de


transición a los incidentes relacionados con la fiesta de 1a Dedicación,
como lo demuestra la relación de 10,1-21 con 105 vv. 26—27, como aca»
bamos de decir. ans, art. cit., ha defendido con fuertes argumentos
la teoría de que en 61 discurso de la puerta y del pastor se hallan pre-
sentes motivos relacionados con la Dedicación (si bien va demasiado
lejos en cuanto & disociar el discurso del cap. 10 de los temas de 105
Tabernáculos). El acontecimiento histórico de la nueva Dedicación del
templo por_]udas Macabeo (cf. ínfra, nota al v. 22), que se conmemo-
raba en aquella fiesta, traía también a la memoria los recuerdos de unos
sumos sacerdotes que, como _]asón y Mcnelao, habían traicionado su
oficio al favorecer la profanación del 1ugar santo por los sirios. A ellos
podían aludir las palabras de jesús sobre ladrones, bandidos y merce-
narios que causaban estragos entre el rebaño. Más aún, A. Guilding,
129-32, ha demostrado, si su interpretación del ciclo de las lecturas
sinagogales es correcta, que todas las lecturas previstas para el sábado
más próximo a la Dedicación estaban relacionadas con el tema de las
ovejas y el pastor. Especialmente, Ez 34, que, como veremos, consti—
tuye el más importante trasfondo veterotestamentario dejn 10, era la
haphtamh () lectura profética para el tiempo de la Dedicación en gene-
ral, en el segundo año del ciclo.

Sí es correcta esta interpretación de la doble función de 10,1-21,


no podemos pensar que sea casua1 la posición que OCupa como nexo
entre los Tahernáculos y la Dedicación. La postura que trata de conec-
tar exclusivamente este pasajejoánico con una de las dos fiestas …en-
cionadas en su contexto es errónea, y así lo sugiere el hecho mismo de
que losjudíos relacionaban entre sían1bas fiestas. Para ellos, la Dedi-
cación era una segunda fiesta de los Tabernáculos, con la única dife—
rencia de que se celebraba en el mes de Chislev (2 Mac 1,9). Por otra
parte, nuestra interpretación hace innecesarias las numerosas reorde-
naciones del cap. 10, sugeridas por investigadores como Moffatt, Ber-
nard, E. Schweizer, Wikenhauser y Bultmann, ordenadas todas ellas a
ofrecer una <<mej0r» secuencia lógica 0 cronológica. Bernard, por
ejemp1o,propone este orden: cap. 9, 10,19—29; 10,1-19;10,30—39. En
esta teoría se presupone que 10,19—29 integraba una página del
manuscrito de juan que, accidentalmente, se traspapeló. Esta reorde-
nación hace que la mención del ciego en 10,21 quede más cerca del
("up. 9 y sitúa el (liscul'sn sobre la puerta y el pastordespués de la indi-
(".u'ión ('rnnnlógii'u (10 10.22 sobre la 1)c(li('¡lción. 1AI reconstrucción

700 _]ESÚS… PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

de Bultmann es más complicada; amplifica las observaciones dejesús


a propósito de los fariseos en 9,39—41 añadiéndolcs algunos versículos
de los caps. 8 y 12 y utilizando luego 10,19-21 como conclusión (lc
esas observaciones. El orden que propone Bultmann para el resto del
cap. 10 es: vv. 22-26, 11-13, 1—10, 14-18, 27-30, 31-39. Si bien es
cierto que cada una de estas rcordcnaciones contribuye a establecer
una secuencia más suave, el subjetivismo que las informa es un serio
inconveniente. Al analizar más adelante la estructura de las parábolas y
la explicación, veremos que Bu1tmann vulnera el plan deliberado & que
se atiene 10,1—21. Estamos de acuerdo, por tanto, Con Dodd, Fcuíllet y
Schneider y otros en aceptar el orden actual de juan como una dispo—
sición intencionada y no como el resultado de un accidente 0 una con—
fusión.

Parábola ) alegoría

Los investigadores discuten si se ha de hablar, a propósito del cap.


10 de juan, de parábola, de alegoría () de ambas cosas a 121 vez. La dis—
tinción entre parábola (simple ilustración 0 relato ilustrativo en que la
comparación se refiere a un solo punto) y alegoría (series amplias de
metáforas en que los distintos detalles y personajes poseen un sentido
figurativo) fue propuesta como base para una exégesis crítica de las
parábolas a finales del siglo pasado por A.]ñlicher; afirmaba este inves-
tigador que la alegoría era un recurso literario artificioso y que un pre-
dicad0r rústico comojesús, que hablaba en simples parábolas, nunca
lo hubiera sabido utilizar. Los cxcgctas cristianos eran los únicos que
interpretaban las parábolas de Jesús como si se tratase de verdaderas
alegorías. Así, por ejemplo, la exp11cación de la parábola del sembrador
(Mc 4,13—20), en que se da la interpretación de la semilla, los pájaros,
las distintas clases de terreno, etc., es una alegorización que ha de atri-
buirse al primitivo cristianismo más que al mismn_]esús.jíilicher siguió
el rastro de este proceso alegorizante hasta la era patrística, en que
adquirió un gran refinamiento.
En Parable andAllegmy Reconxidered: NovT 5 (1962) 36-45 (NTE
cap. 13) hemos tratado de demostrar que, si bien la teoría de jijlicher
tiene aún muchos seguidores, supone en realidad una Grasa simplifica—
ción.jíilicher tenía razón al señalar los peligros que entraña la alegorí-
zación excesiva de 1a exégesis patrística, pero se equivoca]… ¡|| estable—

_|N1(),1-21 701

cer una diferencia tajante entre parábola y alegoría en la predicación de


jesús. M. Hermaniuk, La parabol¿ évangélique (Lovaina 1947), ha
demostrado que en el pensamiento hebreo no encaja la distinción
tajante entre parábola y alegoría, que se debe a las precisiones de la ora-
toria griega; en hebreo hay un solo término, más'ál, para designar todas
las ilustraciones ñgurativas: parábola, alegoría, proverbio, máxima,
semejanza, metáfora, etc. En la predicación de jesús cabía perfecta-
mente una alegoría sencilla, como lo demuestran los ejemplos contem-
poráneos de Qumrán y la literatura rabínica. Un jesús que habla úni-
camente utilizando 10 que modernamente se entiende por parábola es
una creación de la crítica del siglo XIX.

Volviendo a la cuestión de si]n 10 es parábola o alegoría, espera-


mos demostrar más adelante que 10,1-5 consta de varias parábolas,
mientras que en 10,755 tenemos unas explicaciones alegóricas. Esto
último no es un indicio a priori de que ese material no proceda del
mismo jesús. Como veremos, parte del material de 10,755 podría
representar una explanación posterior de las observaciones del mismo
jesús… Por 10 que se refiere a los evangelios sinópticos7 también muchos
investigadores reconocen que en la explicación de las parábolas (por
ejemplo, Mc 4,13—20; Mt 13,37-43) se ha producido una cierta ampli-
ficación en beneficio de la primitiva catequesis cristiana. Sin embargo,
como hamos tratado de probar en nuestro artículo antes citado, bajo
esta amplificación catequética se encuentran rastros de una explica-
ción que bien podría proceder del mismojesús. Así ocurre también en
_]n 10, si bien todas las explicaciones de los vv. 755 han de atribuirse a
un mismo momento o a una misma ocasión, Pero esto no significa que
hayamos de excluir la posibilidad de que entre ellas se encuentren los
rastros de una sencilla explicación alegórica de las parábolas conteni—
das en 10,1—5. Es importante advertir, de acuerdo con Schneider, art.
cit., que las explicaciones se centran en torno a los tres términos que
aparecen en los vv. 1—5: a)1apuerta se explica en los vv. 7—10; (7) el pas—
tor se explica en los vv. 11-18; () las ovejas se explican en los vv. 26—30.
Reconocer que el cap. 10 responde a este plan deliberado es un factor
que, como veíamos, va en contra de una reordenación de los versícu—
los. Un eficaz recurso para advertir que en la explicación de las pará—
bolas tenemos una sencilla alegoría es contrastar 10 que se dice en 51
evangelio acerca de la puerta, el pastor y las ovejas con las elaboradas
alegorías putrísticas montadas en torno a_]n 10 (of. Quasten, art. cit.).
(lnrnclin ¿¡ Lápi(lc, c5|ugio (le la exégesis patrística en el siglo XIX, nos

702 _]ESÚS. PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

dice que el rebaño es la Iglesia, el dueño del rebaño es el Padre, e1por-


tero es el Espíritu Santo, etcétera. Este tipo de alegoría es el que resul—
taría anacróuico en labios dejesús.

COMENTARIO ESPECIAL
Versícz¿las 1—5: la(s) parábola(x)

Cerfaux, art. cit., ha señalado el hecho de que las imágenes de


estos versículos aparecen también frecuentemente en los sinópticos.
Mc 6,34 compara a las multitudes que acuden para escuchar a_]esús
con ovejas sin pastor.]esús denuncia1a falta de atención de los fariseos
para con los extraviados en Le 15,3—7 con la parábola de la oveja per-
dida. Al presentar a_]esús sirviéndose de unas imágenes pastoriles y al
hacer que con ellas sigajesús dirigiendo sus observaciones a los fari-
seos, iniciadas en 9,41,_]nan se mantiene perfectamente fiel al Cuadro
tradicional del ministerio dejesús. Merece también tenerse en cuenta
que estas parábolasjoánicas están relacionadas con el tema de los que
no pueden ver de 9,40, mientras que la primera parábola de Marcos
ilustra la idea de que algunos son capaces de Ver con sus ojos, pero no
[)6rcibm rea1mente (4,12 y par.). No es, por consiguiente, tan notoria la
falta de secuencia entre_]n 9 y 10 como podría parecer a primera vista.

a) La idea de la parábola de 10,1-33 está relativamente clara: hay


una manera correcta de acercarse a las ovejas, que es a través de la
puerta que franquea el portero. Toda otra forma de entrar en el redil es
malintencionada. Los vv. 1 y 2 se refieren a entrar a través de la puerta;
en el v. 33 aparece la primera mención del guardián. O”R0urke, art.
cit., quiere ver aquí dos parábo1as distintas, pero basa sujuicio en una
aplicación excesivamente rigurosa del principio de que todas las pará—
bolas han de reducirse a dos términos de comparación. john A. T.
Robinson, art. cit., considera los vv. 1-3a como una sola parábola, pero
centra la imagen en torno a la figura del guarda. Nos recuerda ciertos
pasajes sinópticos en quejesús se sirve de la imagen del portero (Mc
13,34) y de la imagen de la llegada del ladrón (Lc 12,39) con la finali—
dad de inculcar la vigilancia. Apoyándnse en estas comparaciones,
Robinson entiende que la parábola de juan es una advertencia a las
autoridades para que cumplan con su misión de vigilantes (¡el pueblo
de Dios, un tema frecuente en el AT (_]r 6,17; Ez 3,17; Is 62,6). lista

jN ¡(…-2; 703

advertencia relata un tono de urgencia escatulógica, que en otros pasa-


jes del NT se expresa en términos de un juicio que está ya a la puerta
(Mc 13,29; Ap 3,20).

Esta interpretación de la parábola contenida en los vv. l-3a es posi-


ble, pero se diría que los vv. 1—2 insisten en la imagen de la puerta más
de 10 que Robinson reconoce. (El artículo de Robinson ha de modifi—
carse en virtud de las Observaciones de P. Meyer, art. cit.). La explica—
ción de la parábola (vv 7-10) indicaría también que la idea real de la
parábola es la de entrar por la puerta. De ser ello cierto, el ataque con-
tra los fariseos se fundaría no en que descuidan su oficio de guardianes
vigilantes (33), sino en que se comportan como ladrones y bandidos
que no pueden llegar hasta las ovejas por la puerta. El hecho de que la
fiesta de la Dedicación (que ya estaría próxima, a_juzgar por 10,22)
traía a 151 memoria el recuerdo de los malos sumos sacerdotes de la
época de los Macabeos, que de verdad se compurtamn cnn… ladrones
y bandidos, sugiere que la intención de]esús sería que sus observacio—
nes alcanzaran por igual a saduceos y fariseos. En Mc 11,17—18 tanto
los sacerdotes como los escribas escuchan que se les acusa de haber
convertido la casa de Dios en una cueva de bandidas.

b) En los vv. 3b—5 destaca sobre todo la idea de las relaciones estre-
chas que median entre 61 pastor y las ovejas. Aquí podríamos traer a
colación un abundante material veterotestamentario como trasfondo.
La figura del verdadero pastor que saca a 135 ovejas y las guía al pasto
nos recuerda la descripción simbólica de josué (que lleva el mismo
nombre hebreo que Jesús) en Nm 27,16—17: <<Que... nombre unjefe
para la comunidad [LXX: synagogí]... que los lleve en sus entradas y
salidas. Que no quede la comunidad del Señor como rebaño sin pas—
tor» (cf. también Miq 2,12-13). Podríamos advertir de paso que Bruns,
388—89, ve en el pasaje citado de Números un eco de la ordenación y
del ideal sacerdotales; de ser exacta esta observación, nos daría otro
motivo más para pensar quejesús dirigía su ataque contra los sacerdo-
tes tanto como contra los fariseos en estas parábolas. Mc 6,34 nos
sugiere que el mismo_]esús entendía su ministerio en términos de este
pasaje de Números, y así 10 acredita la piedad que sentía por las multi»
tudes que acuden a él porque se encuentran como ovejas sin pastor,

En los sinópticos tenemos buenos paralelos en que se emplea la


imagen del pastor y el cuidado que dedica a sus ovejas para describir
las relacinnem1c_]esús con sus seguidores (Mt 26,31; Lc 12,32, <<reba-
ñitn») l)u(l(l. 'Ii'mlir¡án_ f$8lss, indica que el conocimiento personal

704 JESÚS, PUERTA DEL KED1L Y PASTOR

que el pastor tiene de sus ovejas, a las que llama una por una
(Jn 10,3b), se parece mucho al cuidado individual de que es objeto una
sola oveja en la parábola de la oveja perdida (Lc 15,3-7).

¿Constituyen 105 vv. 311 5 una parábola distinta o han de unirse a los
vv. 1-3a para formar conjuntamente una sola parábola? El hecho de
que se ataque ahora a 105 fariseos (¿y a los sacerdotes?) corno pastores
extraños al ganado en vez de como ladrones y bandidos (o como guar—
dianes descuidados), como ocurría en los vv. 1»33, sugiere que nos
hallamos ante otra parábola distinta. Los vv. 1-5, por consiguiente,
podrían considerarse como una doble parábola, hecho muy frecuente
en la tradición sinóptica (oveja perdida—moneda perdida: LC 15,3-10;
hombre que edifica una torre»rey que marcha a la guerra: Lc 14,28-32)
La afirmación de que las ovejas no seguirán a un pastor cuya voz les
resulta extraña podría ser un ataque especia1mente expresivo contra
los fariseos del cap. 9, cuyas advertencias había rechazado el ciego
curado.

Versículo 6: la reaario'n

No ha de sorprendernos el hecho de que la reacción ante las pará-


bolas esté caracterizada por la incapacidad para entender, pues en la
tradición sinóptiea las parábolas son también acogidas con la misma
falta de comprensión (Mc 4,13). Esa incapacidad para entender hace
quejesús se decida a explicar esta(s) parábola(s) de la puerta y el pas-
tor, del mismo modo que ocurrió en el caso de la parábola del sembra—
dor en la tradición sináptica. El fallo no consiste primariamente en un
problema de orden intelectual; se trata más bien de una negativa deli—
berada & aceptar el desafío que entrañan las parábolas. En los evange—
lios sinópticos ese desafío se centra en torno al reino de los cielos; cn
juan se centra en torno ajesús mismo. La conocida frase de los sinóp—
ticos <<el reino de Dios se parece a…» tiene su paralelo joánico en la
expresión <<yo soy [eg5 eími]...» (10,7.9.11.14).

Versículos 7-10: expliracía'n de la puerta


Partiendo de las imágenes de los vv. 1-3a, propone jesús su explica-

ción: <<Yo soy1a puerta.» Sin embargo, esta identificación metafórica es


susceptible de al menos dos interpretaciones:

JN10.1-21 705

a) La primera interpretación, que aparece en el v. 8, considera a


Jesús la puerta por la que e1pastor se acerca a las ovejas. Esta interpre—
tación está muy cerca de la parábola en sí, pues se vuelve a hablar de los
ladrones y bandidos que eluden entrar por la puerta. En cuanto a si la
afirmación de que <<todos los que vinieron [antes de mí] eran ladrones
y bandidos» se refiere a los fariseos (y sacerdotes) del tiempo dejesús,
Bu1tmann, 2864, lo niega, insistiendo en que debe referirse a un
momento escatológico, a una venida relacionada con las grandes oca—
siones salvíficas.

Piensa que en la fuente gnóstica que presupone para_[uan se trataba


de una condenación de Moisés y de los profetas, pero que en el evan—
gelio pudo reutilizarse aplicándola a los salvadores divinos del mundo
helenístico. Otros investigadores ven aquí una alusión a los falsos
mesías de la época de jesús () incluso al Maestro de justicia de Qum-
rán. Es cierto que antes de jesús apareció un cierto número de preten—
didos libertadores nacionalistas (josefo,Anl., XVII, 10, 4—8; 269-84),
pero no estamos seguros de que aspirasen a ser reconocidos como
mesías. A pesar de todo, el término lístís, <<bandido», cuadraría per—
fectamente ¿¡ aquellos insurrectos (cf. H. G. Wood, NTS 2 [1956]
265-66). Estas sugerencias son interesantes, pero en nuestra opinión
son los fariseos y los saduceos el blanco más probable de los ataques
dejesús. La desdichada sucesión de dirigentes sacerdotales y políticos
que va desde los tiempos de los Macabeos hasta los de Jesús cierta—
mente podría caracterizarse como una serie de falsos pastores, ladro—
nes y bandidos. Por otra parte, también los fariseos se habían man—
chado en las luchas por el poder político durante los períodos
asmoneo y herodiano. El duro lenguaje que se emplea en esta parte de
la explicación de la parábola puede muy bien compararse con el de Mt
23, dondejesús dirige sus ataques contra el injusto ejercicio de la auto—
ridad sobre el pueblo por parte de escribas y fariseos.

b) La segunda explicación en que aparece jesús como puerta se


encuentra en los vv. 9-10. Aquí se trata de la puerta que conduce a la
salvación, puerta no para el pastor, sino para las ovejas. Todos han de
atravesar la puerta que es_]esús para salvarse, pues él ha venido (v. 10)
para dar vida a las ovejas. Esta explicación tiene poco que ver con la
parábola de los vv. l-3a y es posible que se trate de una sentencia de
jesús adaptada de otro contexto. Si consideramos el v. 10 como una
sentencia aislada, se parece mucho en su estructura a Mc 2,17. La idea
del v. IU se |mrccc ¡¡ la de]" 14,6: <<Yo soy el camino... Nadie se acerca

706 JESÚS. PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

al Padre sino por mí» (cf. también Ap 3,7—8). La idea de la puerta de


salvación aparece en Sal 118,20: <<Esta es 1apuerta del Señor; por ella
pasarán losjustos.» A finales del siglo 1 d. C., cuando tenía lugar la
redacción de este evangelio en su forma definitiva, Clemente de Roma
(1 Cor., 48,3) ya aplicaba este versículo del salino a_]esús. No es inve—
rosímil que también jesús se sirviera de este salmo para explicar su
ministerio, pues la tradición sináptica 10 presenta utilizando otra com—
paración tomada del mismo (118,22): <<La piedra rechazada por los
constructores se ha convertido en piedra angular», citado en Mc 12,10
par. Todos 105 evangelios relacionan Sal 118,26, <<Bendito el que entra
en el nombre del Señor», con la entrada dejesús en]erusa1én.

La interpretación de_]csús como puerta que conduce a la salvación


aparece muy tempranamente en la exégesis patrística, pues ya Ignacio
dice (Fila., 9,1): <<El es la puerta [[,/Lyra, como en_]uun y Apocalipsis]
del Padre, por 121 que entran Abrahán, Isaac,jacob, los profetas, los
apóstoles y la Iglesia». La referencia a los personajes del AT puede ser
el recurso de que se sirve Ignacio para soslayar la condena indiscrimi-
nada de <<t0dos los que vinieron antes de mí», dejn 10,8. En Mt 7,13,
donde_]esús habla de la puerta ([Jylí) que lleva a la salvación, tenemos
un paralelo de la imagenjoánica de la puerta de salvación. El Paxtor de
Hermas, del siglo 11, en la comparación 9,12,3-6, parece conjugar las
imágenes j0ánica y sinóptica: la puerta (pylí) de acceso al reino de
Dios es el Hijo de Dios, nadie puede entrar sino a través del Hijo.

En el v. 9 tenemos el tema de 105 que entran y salen por la puerta,


que esjesús, y encuentran pastos. Antes hemos oído quejesús ofrece
el agua viva y el pan de vida; ahora ofrece el pasto de la vida, pues en el
v. 10 se aclara que al hablar del pasto,_]esús se refiere en realidad a una
plenitud de vida. El don de la vida se opone aquí a la mortandad que
se asocia con el ladrón. (En el discurso de los Tabernáculos, en 8,44,
se dice que el diablo es un asesino, de forma que la oposición entre e1
ladrón y el pastor vendría a ser reflejo de 13 que hay entre Satanas y
jesús.) El ladrón llega para destruir; en 3,16 decía jesús que Dios
entregó a su Hijo único para que todos 105 que creen en él no [wrezcan,
sino que posean1a vida eterna (cf. también 6,39). Dado que, a1parecer,
los vv. 8 y 9-10 son dos explicaciones distintas de la figura de jesús
como puerta (de las que el v. 8 es la que más se aproxima a la parábola
de los vv. 1-3a), no tenemos que pensar necesariamente que los ladro—
nes y bandidos del v. 8 (y del v. 1), a los que identificábamos como los
fariseos y los sacerdotes, han de ser los mismos que el ladrón del v. ….

_]N10,1—21 707

Este, que llega únicamente para robar, matar y destruir, se parece más
bien al que <<vicnc en su propio nombre» de 5,43, es decir, al repre-
sentante genérico de las tinieblas y rival del Hijo. Tenemos aquí un
ejemplo de la tendencia a convertir a los enemigos dejesús durante su
ministerio público en personificaciones del mal, cuando el mensaje se
predicaba ya en una época posterior y & escalamundia1.

Ve1'sículos 11-16: explicación del fmstor

La primera parábola (vv 1-3a) se refiere a la forma de acercarse a las


ovejas; la correspondiente explicación hablaba lógicamente de la
puerta. La segunda parábola (vv. 3b-5) trata de las relaciones entre el
pastor y las ovejas; la explicación en este caso se refiere al pastor. Del
mismo modo que tenemos dos interpretaciones del <<y0 soy la puerta»
(vv. 7 y 9), cada una de ellas con un matiz diferente, también son dos
las interpretaciones del <<yo soy el buen pastor» (vv. 1 1 y 14), cada cual
con sus matices peculiares. El admitir que cada parábola tiene su
correspondiente explicación y que las mismas explicaciones adoptan
direcciones distintas nos libera de la solución excesivamente simplista,
que arranca de la época patrística, consistente en hacer de todos estos
temas una alegoría continuada en que jesús aparece como puerta y
como pastor a un mismo tiempo.

a) Segun la primera interpretación (vv. 11-13),]esús es el pastor


modelo, el buen pastor, porque está dispuesto a entregar la vida para
proteger a sus ovejas. Este tema de morir por las ovejas se presenta más
bien abruptamente, pues nada 10 insinuaha en la parábola. (Meyer,
234, piensa que la puerta de los vv. 7-10 no es exactamente la persona
dejesu's, sino más bien su muerte, pues ésta es la que proporcionará 1a
vida a las ovejas [cf. 12,24]. Esta idea, atrayente de por sí, parece ir más
allá de las posibilidades que ofrece el texto). En otras sentencias atri—
buidas a_]esús (Mc 14,27;_]n 21,15-19) aparecen asociadas la muerte y
la condición de1 pastor. La parábola sináptica de la oveja perdida nos
presenta los trabajos que se toma el pastor para velar por la oveja per»
dida; la sentencia_joánica del v. 11 incluye la muerte entre los riesgos a
que ha de hacer frente el pastor.

En la pequeña escena de los vv. 1213 aparecen unos personajes


nuevos: el mercenario y el lobo, que no son mencionados en las pará-
bolas de los vv. l-5. Se diría, por consiguiente, que la interpretación

708 _]ESÚS, PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

del <<yo soy el buen pastor» (vv. 11-13) se apoya realmente en una
nueva parábola. Si esta parábola es un ataque contra los fariseos, éstos
estarían ahora representados por el pastor mercenario que traiciona a
su rebaño. La imagen del lobo aparece en Mt 10,16: <<0s envío como
ovejas en medio de lobos.» En la Iglesia primitiva se hizo tradicional el
simbolismo del pastor que protege a su rebaño. En Hch 20,28—29 ins-
truye Pablo a los ancianos u obispos de Efeso, encargándoles que cui—
den de su rebaño, pues están a punto de irrumpir en el aprisco lobos
feroces que no perdonarán & las ovejas. El paralelismo con la parábola
dejuan es doblemente interesante si es que este evangelio se compuso
en Efeso. Cf. también 1 Pc 2,25; 5,1—2.

b) En la segunda interpretación (vv. 14-16),Jesús es e1buen pastor


porque conoce íntimamente a sus ovejas (El v. 15, sin embargo,
demuestra que no ha sido olvidado del todo el tema de la muerte.)
Puesto que el tema de la parábola original (vv. 3b—5) cra el estrecho lazo
que une al pastor y a las ovejas, esta interpretación de jesús como el
pastor se parece mucho más a una verdadera explicación de la parábola
que la interpretación de los vv. 11-13. En el v. 14 (<<Conozco a las mías
y las mías me conocen a mí») se comentan los temas de que Jesús
conoce a las ovejas por sus nombres (v. 3h) y que ellas reconocen su
voz (v. 4). En el AT (por ejemplo, Nah 1,7) y en el NT (1 Cor 8,3, Gá1
4,9; 2 Tim 2,19) se proclama e1conocimicntoíntímo que Dios tiene de
su pueblo. Como la actividad de Jesús sigue siempre el ejemplo del
Padre (_]n 8,28), no ha de sorprendernos que tenga un conocimiento
íntimo de sus seguidores. El v. 16 insiste en que la finalidad de ese
conocimiento es la de estrec1larla unión entre todos los seguidores de
jesús (y, por supuesto, con el mismo jesús y con su Padre; cf. 17,21).
El tema de la misión entre los gentiles está representado por la imagen
de las ovejas que aún no pertenecen al redil (cf. también 1 1,52).

La misión entre los gentiles era una cuestión candente en la Iglesia


primitiva, y ello nos hace pensar si el V. 16 representará un tema propio
del ministerio dejesús () si no habrá sido introducido por los teólogos
cristianos posteriores. Es éste un complicado problema crítico, que ha
sido muy bien tratado por). jeremias, _7esusº Promise [a the Nations
(Londres 1958). Es verdad que la Iglesia ¡legó a una solución afirma-
tiva en cuanto a la misión entre los gentiles únicamente al cabo de labo-
riosas reflexiones y después de vencer una fuerte oposición. Sin
embargo, sería simplificar demasiado las cosas el pretender que estos
indicios de luchas y dudas impiden suponer que el mismo _|esús yu

jN 10,1-21 709

diera algunas orientaciones ¿¡ propósito de este tema. Todas las tradi—


ciones evangélicas incluyen afirmaciones de_]esús acerca de la conver-
sión de los gentiles (por ejemplo, Mt 8,11; Mc 11,17; algunas pará—
bolas); no resulta fácil explicar todas estas sentencias como
composiciones posteriores. Una solución aceptable es que la Iglesia
5610 muy lentamente llegó a entender e1 a1cance de aque11as afirmacio—
nes f1gurativas dejesús acerca de los gentiles, sentencias que precisa-
mente por su carácter figurativo, no fueron comprendidas en el
momento de ser pronunciadas Ahora bien, según se fue avanzando en
este proceso de un más profundo conocimiento de las sentencias de
jesús, es probable que éstas fueran abarcando un panorama cada vez
más amplio. Por ejemplo, en_]n 10,16 es probable que el evangelista
entendiera <<este recinto» en términos de la Iglesia de su tiempo; pero
si esta sentencia fue realmente pronunciada porjesús, <<este recinto»
tendría entonces un significado más modesto. Considerada en sí
misma, ¿resulta más anacrónica la referencia ¡¡ <<un recinto» durante el
ministerio de]esús que la alusión a sus seguidores como <<un rebaño»
(Lc 12,32; Mt 26,31, cxp1icitando las implicaciones de Mc 14,27)? Lo
que ha ocurrido enjuan es que una mera expresión parabólica ha sido
aplicada por el evangelista a una situación posterior de la Iglesia. Tam—
bién el contexto de Mt 18 ha tenido 1as mismas consecuencias con res—
pecto a la parábola de la oveja perdida (18,12—14)

Hemos de detenernos brevemente para ver el trasfondo veterotes—


tamentario sobre el que se produce la afirmación de]esús cuando dice
que él es 13 puerta (cf. C. K. Barrett,_]TS 48 [1947] 163—64). La civili-
zación patriarcal y la del mismo pueblo de Israel hasta mucho después
de la conquista era en gran parte una civilización de pastores, y de ahí
que en la Biblia sean frecuentes las imágenes relacionadas con la acti—
vidad pastoril. Incluso cuando la agricultura pasó a ser la actividad
predominante en Israel, nunca se perdió del todo la nostalgia de aque-
lla forma de vida. Podía compararse a Yahvé con el viñador y con el
sembrador, pero resultaba más familiar imaginarlo como pastor del
rebaño (Gn 49,24; Sal 23; 78,52—53). Los patriarcas, Moisés y David,
fueron pastores, de forma que el término <<pastor» llegó a convertirse
en una imagen que servía para designar a los jefes del pueblo de Dios;
esta costumbre, por lo demás, era común a todo el Oriente antiguo. De
los reyes impíos se decía que eran pastores malvados (1 Re 22,17;_]r
10,21; 23,1—2). Sobre todo Ez 34 constituye un importante trasfondo
(lc,|n 10. Allí (lcnunriu Dios u 103 pustnres (» gobernantes que no hi…

710 _]RSÚS_ PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

cuidado del rebaño (su pueblo) y 10 han expoliado, olvidándose del


débil, el enfermo y e1 descarriado. <<Y así se dispersaron por falta de un
pastor y se convirtieron en pasto de todas las fieras… mis ovejas se dis-
persaron por toda la superficie de la tierra sin que nadie ve1ara por 61135
o las buscara» (34,5-6). Dios promete que apartará de su rebaño a estos
pastores malvados y que él mismo será el pastor. <<Y0 1as traeré de en
medio de las naciones y las re1miré de todos 105 países; '() las llevaré a
su tierra y las apacentaré sobre 105 montes de Israel… Las apacentaré
con buenos pastos... Yo mismo seré pastor de mis ovejas... Buscaré a
1215 perdidas» (34,1 1-16). Dios promete que serájuez entre las ovejas y
los cabritos y que pondrá a su siervo David (es decir, al rey ungido)
como pastor único de las ovejas. El capítulo concluye: <<Vosotras, mis
ovejas, sois1a ovejas (Ie mi rebaño, y yo soy vuestro Dios.» Es evidente
que muchas de las cosas quejesús dijo en relación con este tema del
pastor, tanto enjuan como en los sinópticos, son un ref1ejo de Ez 34;
cf. especialmente Mt18,12-13 = Ez 34,16; Mt 25,32- 33 = Ez 34,20.

A pesar de estas semejanzas con el AT, Bu1tnianii, 279, insiste en


que muchos elementos del cuadro joánico sobre el pastor y el rebaño
no pueden explicarse partiendo (1e1AT. En_]uan,]esús no es un pastor
regio, como ocurre con el pastor de la simbólica veterotestamentaria,
en _]uan se insiste en las figuras de 121 puerta, los1adrones y los bandi-
dos, que no aparecen en la simbólica pastoril del AT; finalmente, e1AT
no insiste en el conocimiento que el pastor tiene acerca de su rebaño…
Según Bu1tmann, 1a tradición en que se inspira Juan es la de los man-
deos (cf. Introducción, pp. 675. Aparte de la dificultad que supondría
probar la anterioridad de los paralelos mandeos, sugerimos que Bult-
mann exagera las divergencias entre juan y el trasfondo veterotesta—
inentario. Cuando Jesús utiliza imágenes del AT, no por ello deja de
demostrar su originalidad personal; negar que existe un trasfondo
veterotesta1nentario por el hecho de que se confiera a los símbolos y a
las ideas del AT una nueva dimensión supone ignorar la actitud con
que jesús se sitúa ante el AT. La cuestión ha de plantearse, por tanto,
no en términos de si_]esús se atiene al pie de la letra a1 simbolismo de
Ezequiel o de cualquier otro pasaje del AT, sino tratando de ver si las
semejanzas son tales como para suponer fundadamente que el AT pm-
p0rcionó los materiales para una reinterpretación origina1, que luego
se prolongaría en la predicación de los apóstoles.

Se diría que la imagen de Dios (o del Mesías) como pastor trazada


por Ezequiel, en contraste con los pastores malvados que esquilmun cl

_|N10.1-21 711

ganado 0 lo dejan perderse, sirvió de modelo para que jesús se pre-


sentara como el pastoridea1, en contraste con Ins fariseos, ladrones que
roban el ganado y dejan que las ovejas se dispersen. Si en los pasajes
del AT no aparece la imagen de la puerta, ya antes hemos demostrado
que hay precedentes veterotestamentarios de la imagen de la puerta
que conduce a la salvación. En cuanto a conocer a las ovejas, ya hemos
visto que es tema frecuente el de Dios que conoce a su pueblo. Si tene—
mos en cuenta que en juan el conocimiento del rebaño no es pura<
mente intelectual, sino que implica el cuidado y el amor, veremos que
esta imagen no queda muy distante del cuadro que sobre la idea del
cuidado amoroso del rebaño nos trazan Ez 34,16 y 15 40,11. Y si el
conocimiento individual de las ovejas en juan es del orden de la aten—
ción que se dedica a cada una de las ovejas en la parábola de la oveja
perdida, estaremos también muy cerca de Ezequiel, que nos presenta a
Dios diciendo: <<Y0 buscaré las ovejas perdidas.» (Es de notar que una
antigua representación del <<Buen Pastor» joánico 10 muestra con la
oveja perdida a hombros.) Ciertamente, el conocimiento mutuo entre
pastor y ovejas va más allá de los paralelos veterotestamentarios, pero
este tema podría tener su origen en la idea de intimidad común a todo
el NT (Mt 11,27; Lc 10,22; Gál 4,9) más que en unas1ejanas tradicio-
nes gnósticas. El conjunto de imágenes que contiene el contextojoá-
nico inmediato, como las de la reunión de todas las ovejas y la de] pas-
tor único, procede de Ez 34,23.12-13 (cf. también Miq 2,12;_]r 23,3;
Is 56,8).

E1único rasgo nuevo que se advierte en la iniagenjoánica del buen


pastor es su disposición a dar la vida por las ovejas. Es un tema que no _
aparece del todo claro en el AT, si bien en 1 Sm 17,34—35 David
arriesga su vida frente al oso y el león para defender a las ovejas. No es
imposible quejesús hab1ase con mayor vaguedad acerca del riesgo en
que ponía su propia vida (cf, nota al V. 11) y que luego, a la luz de los
acontecimientos de su muerte, sus observaciones fueran reinterpreta-
das en términos de entrega voluntaria de la Vida por las ovejas (10,18).
En el único caso en que los sinópticos presentan ajesús relacionando
el tema del pastoreo y la muerte (Mc 14,27; Mt 26,31), se cita Zac
13,7. Taylor, Mark, 548, opina que esta cita es auténtica y que demues-
tra que_]esús había reflexionado sobre 1as consecuencias que su muerte
acarrearíu al pequeño rebaño. En otros pasajes joánicos hallamos la
idea (le la muerte asociada a1aimagen del corderu (el Cordero de Dios
(1cgnllu(1u pum quitan" los pecados (1e1 mundo; c1'. Ap 5,6,_]n 1,29), e1

712 JESÚS… PUERTA DEL REDIL Y PASTOR

Cordero del que brota la vida (Ap 7,17; 22,1). Esta imagen tiene
muchos puntos comunes con la del pastor que entrega su vida para que
otros puedan tener vida sobreabundante. Las semejanzas sugieren que
no es preciso salir del AT para encontrar el trasfondo de este aspecto
particular de la imagen_joánica del pastor, que sería resultado de una
combinación de descripciones veterotestamentarias del pastor y del
Siervo doliente (ef. xu[¡m, pp. 269-271).

Versículox ] 7-18: la entrega de la propia vida

Estos versículos parecen quedar un tanto al margen del cuadro


general de la parábola y su explicación, pues vienen a ser un breve
comentario de la frase recogida en el v. 15, <<Me desprende de 1a vida
por las ovejas», más que sobre un elemento de la simbólica pastoril. Sin
embargo, el hecho de que el evangelista () un redactorjuzgaran conve—
niente unir estos versículos 31 v. 16, que alude a la reunión de otras ove-
jas, podría significar que las otras ovejas no se unirán a1 rebaño sino a
través de la muerte y resurrección de jesús. En 12,20-23 veremos que
la venida de los gentiles está íntimamente relacionada con la glorifica-
ción de_]esús en virtud de su retorno al Padre.

Muchos comentaristas han tratado de atenuar el significado final


del v. 17: <<Yo me desprende de mi vida para recobrarla de nuevo» (por
ejemplo, Lagrange, 283); les resulta incómodo pensar quejcsús entre—
gara su vida con el propósito calculado de recuperarla nuevamente.
Pero esto significa no entender bien que en el pensamiento neotesta—
mentario la resurrección no es una circunstancia que sigue a la muerte
de Jesús. Sobre todo en el pensamiento joánico, la pasión, muerte,
resurrección y ascensión constituyen una sola acción salvíñca: el
retorno al Padre. Sijesús ha de dar vida por el Espíritu, tendrá que ser
glorificado antes (7,39), esto significa que la resurrección es la verda-
dera finalidad de su muerte. Como veremos en 12,24, el grano de trigo
tiene que morir, pero muere para brotar de nuevo y dar fruto.

Nntemos que en los vv. 17 y 18 es Jesús mismo el que vuelve a


tomar su vida. La expresión normal del NT no es quejesús resucitó de
entre los muertos, sino que elPadre10 resucitó (Hch 2,24, Rom 4,24;
Ef 1,20; Heb 11,19; 1 Fe 1,21; cf. también nota a 2,22). Fem como en
61 pensamiento_joánico el Padre y el Hijo comparten un mismo poder
(10,28-30), apenas supone diferencia alguna que la rcsurru-ción sc

_]N10,1721 713

atribuya a la acción del Padre 0 a la del Hijo. Tenemos aquí una pro-
funda visión teológica de la que sacará más tarde mucho partido la teo-
logía trinitaria.

E1v. 18 habla del mandato 0 mandamiento divino, un tema que rea-


parecerá frecuentemente en los siguientes capítulos. El <<mandato» del
Padre abarca la misma extensión que la <<voluntad» del Padre; refleja el
vínculo de amor que hay entre el Padre y el Hijo y en él se incluyen la
misión y la muerte por obediencia del Hijo; también es fuente de vida
para los hombres (12,49—50; 14,31). Los que siguen al Hijo han de
aceptar también el mandato divino y hacer que en sus vidas se mani-
fieste el amor que refleja (13,34; 15,12.17); si el mandato del Padre
hizo que el Hijo se desprendiera de la vida, la aceptación de este mismo
mandato por 103 seguidores de Jesús sugiere también por parte de
estos una disposición a entregar la propia vida (15,13). El v. 18 des-
cribe ¡¡ la vez la muerte dejesús y su resurrección como mandato del
Padre; ésta es la prueba decisiva de que cuando jesús se desprende de
su vida para recobrar1a de nuevo sus motivos no son egoístas. Fue el
Padre el que determinó que la muerte dejesús desembocara en la resu-
rrección y en el retorno de _]esúsjunto a él.

Versículo.s ] 9—21 : reacción de los judíos

La reacción ante la(s) parábola(s) de los vv. l—5 fue la incapacidad


para entender; el resultado de las explicaciones de 105 vv. 7-18 es la
división. Los versículos en que se describen los pareceres encontrados
constituyen una buena transición a 105 siguientes episodios relaciona-
dos con la fiesta de la Dedicación, en que algunos pondrán en duda las
pretensiones 1nesiánicas que]esús ha formulado al presentarse bajo la
imagen del pastor. Estos versículos recuerdan al mismo tiempo las
reacciones provocadas por jesús en la fiesta de 105 Tabernáculos, en
que también se dividieron 105 pareceres (7,12.25-27.31.40-41; 9,16) y
se le acusó de estar loco (8,20; 8,48).

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36. jES Ús EN LA FIESTA DE LA DEDICA CIÓN


]ESUS COMO MESÍAS E HIJO DE DIOS (10,22-39)

Consagración de jesús en lugar del altar del templo

10 22Era invierno y se celebraba la fiesta de 1a Dedicación enjeru—


sa1én. 23jesús se paseaba por el pórtico de Salomón; 24los judíos 10
rodearon y le preguntaron: <<¿11asta cuándo nos vas a tener en vilo? Si
eres tú 61 Mesías, dínoslo francamente.» 25jesús les respondió:

<<Os 10 he dicho, pero no 10 creéis.


Las obras que hago en nombre de mi Padre
dan testimonio en mi favor,
26pero no me creéis
porque no sois ovejas mías.
27Mis ovejas obedecen 1nivoz,
yo 1as conozco
y ellas me siguen.
28Yo les doy vida eterna
y no se perderánjamás,
nadie me las arrancará de mi mano.
29Mi Padre, en cuanto a 10 que él me 1121 dado,
es mayor que todos,
y nadie puede arrancar nada de la mano del Padre.
30Yo y el Padre somos uno.

31Cuando losjudíos tomaron [de nuevo] piedras para apedrear10,


32 Jesús les replicó: <<Muchas cosas buenas he hecho en vuestra pre-
sencia por encargo del Padre, ¿por cuál de ellas vais a apedrearme?» '”
Le contestaron los judíos: <<No te apedreamos por nada bueno, sino
por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.»
34_]esús les rep1ieó:

<<,:_Nn está escrito en vuestra Ley:

“Yu os digo que sois (1iuse.'”?

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