Pasión Según San Lucas 2019
Pasión Según San Lucas 2019
Pasión Según San Lucas 2019
+ «Los reyes de las naciones las dominan, y los que ejercen la autoridad se hacen llamar
bienhechores. Vosotros no hagáis así, sino que el mayor entre vosotros se ha de hacer como el
menor, y el que gobierna, como el que sirve.
Porque ¿quién es más, el que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que el que está a la
mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas, y yo preparo para vosotros
el reino como me lo preparó mi Padre a mí, de forma que comáis y bebáis a mi mesa en mi
reino, y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel».
C. Pilato, después de convocar a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo, les dijo:
Pilatos. «Me habéis traído a este hombre como agitador del pueblo; y resulta que yo lo he
interrogado delante de vosotros y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas de
que lo acusáis; pero tampoco Herodes, porque nos lo ha devuelto: ya veis que no ha hecho
nada digno de muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré».
C. Ellos vociferaron en masa:
Pueblo. «¡Quita de en medio a ese! Suéltanos a Barrabás».
C. Este había sido metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio.
Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo soltar a Jesús, pero ellos seguían gritando:
Pueblo. «¡Crucifícalo, crucifícalo!».
C. Por tercera vez les dijo:
Pilatos. «Pues ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ninguna culpa que merezca la
muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré».
C. Pero ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo su
griterío.
Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que le reclamaban (al que
había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su voluntad.
Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí
C. Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y
le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.
Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban
lamentos por él.
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:
+ «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad
que vienen días en los que dirán: “Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado
a luz y los pechos que no han criado”. Entonces empezarán a decirles a los montes: “Caed
sobre nosotros”, y a las colinas: “Cubridnos”; porque, si esto hacen con el leño verde, ¿qué
harán con el seco?».
C. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.
C. Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona,
porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz
potente, dijo:
+ «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».
C. Y, dicho esto, expiró.