Higiene Personal
Higiene Personal
Higiene Personal
Los gérmenes se
propagan cuando una
persona sana toca una superficie o un objeto contaminado por una persona
enferma. / ABC Color
Son varios los hábitos que comprende la higiene personal: baño diario, cambio de
ropas, lavado de manos y cabeza, cepillado de dientes, entre otros. La frecuencia
con la que deben realizarse estas actividades varía: algunas deben llevarse a
cabo varias veces al día y otras, con menos frecuencia.
Entre los hábitos mencionados está la higiene de las manos, una práctica a la que
no siempre se le da la importancia que merece.
Las manos son la parte del cuerpo que está en contacto de manera directa y
continua con los microbios del medio que te rodea. Muchos de esos agentes son
patógenos que pueden causar enfermedades, si entran en contacto con los ojos,
boca o nariz.
3. Frota enérgicamente.
Las manos deben lavarse la mayor cantidad de veces que sea posible por día,
pero es obligatorio después de usar el baño, antes de manipular alimentos, comer
o tocar heridas, al regresar de la calle y luego de tocar a tu mascota.
Debe usarse agua potable y jabón para el lavado, y emplearse el tiempo necesario
para retirar toda la suciedad, lo cual no se realiza en unos pocos segundos.
Las uñas deben mantenerse cortas y, en caso de tenerlas largas, se debe cuidar
que no se acumule suciedad debajo de ellas.
Para el secado de las manos debe usarse una toalla bien limpia, pues de nada
sirve haberlas lavado bien si luego usas un paño sucio.