Didi Huberman La Imagen Superviviente

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Nacimiento del discurso de la historia del arte no se dio sólo una vez.

Pues en cuanto al discurso


de la historia, podemos decir que no empieza nunca, sino que está en constante nacimiento. Ha
habido dos grandes épocas de la historia del arte; el discurso de Plinio el Viejo y Las vidas de
Vasaria que planteaban una muerte de la historia del arte por manos de la edad media, que luego,
renacería gracias a Giotto y Miguel Ángel.

Después de esto, en el denominado giro epistémico en el Siglo de las Luces, Winckelmann, bajo la
concepción moderna de historia, reformularía la historia del arte y la posicionaría en un estatuto
de ciencia, en cuanto se guía del giro epistemológico de la época que considera la obra de arte.
Esto daría lugar a un método histórico en cuanto su obra propone un corpus de las obras,
identificando características comunes entre ellas, relacionando monumentos, esculturas y obras
con su época y una investigación precisa de ella. En este sentido es que la historia del arte se
configura como científica, en cuanto guíada por un método propone descomponer las obras con el
propósito de clasificarlas, realizar un análisis y llegar a una síntesis, tal como el método hegeliano
lo propone, y reconocer las características precisas de cada obra.

Para Winckerlmann la historia del arte griego inicia teniendo al arte como “muerto”. Es por eso
que es necesario dar lugar al pensamiento del arte antiguo, en cuanto fue concebido como
muerto. El pensar la historia del arte antiguo no supone la re-surrección del arte, sino la evocación
de una presencia anterior, de un espectro que ya tuvo lugar; de un fantasma. No se quiere volver
actual el arte antiguo, ni su historia. Sino traer a consideración su aparición en la antigüedad. Y el
papel del historiador sería, entonces, el de transitar por las cosas pasadas. El movimiento
histórico, en el que está inmerso el historiador del arte implicaría una preferencia por lo pasado,
anhelando conocerlo y teniendo sólo la posibilidad de contemplar sus sombras. El historiador,
tendría como condición la melancolía, la cual condiciona a cada obra actual a ser considerada
parte de la decadencia del arte; pues no sería comparable a la perfección y grandeza de lo que ya
fue creado.

<<El objeto de una historia razonada del arte es remontarse hasta su origen (Ursprung) ,
seguir sus progresos (Wachstum) y variaciones (Veriinderung) hasta su perfección, y
marcar su decadencia (Untergang) y caída (Fall) hasta su extinción>>~Página 15 pdf

La empresa histórica de WInckelmann buscaría la manera de explicitar la esencia del arte


construyendo una historia que la recorriera de modo genealógico, considerando su origen, su
avance y su decadencia. La historia, a través de su método permitiría establecer los objetos
“buenos” e importantes del arte, y así supondría un acercamiento a la determinación de la historia
del arte.

Warburg, guíado por las empresas históricas de Winckelmann y Vasari se propone “deconstruir lo
que la historia del arte sigue considerando hoy como su momento iniciático”.

“Warburg sustituyó el modelo ideal de los <<renacimientos>> de las <<buenas imitaciones>> y de


las <<serenas bellezas>> antiguas por un modelo fantasmal de la historia en el que los tiempos no
se calcaban ya sobre la transmisión académica, sino que se expresaban por obsesiones,
<<supervivencias>>, remanencias, reapariciones de las formas.”

Preminencia del mito en Warburg, ¿seguimiento del ut pictura poiesis?


Warburg representa para la historia del arte una inflexión, una escición en la que ya no se
considera la historia del arte como una organización que se establece desde un génesis y se guía
por una grandeza o decadencia. Sino que sería un momento de inflexión en el que se ve lo
sintomático; la tensión, la exigencia de alteración. Y al contrario de la historia planteada por
Winckelmann, la historia del arte de warburg tendrá como pieza fundamental el pathos. Este
pathos que no sólo se da en los objetos, sino también en la mirada sobre él. (Mirar pathosformel)

Revisar cuestiones de pathosformel y nachleben: supervivencia, vivir-después

En un intento de exégesis de la obra warburgiana se ha caído en el error de reconocerla como una


historia de las mentalidades, una historia social del arte, un aliado esencial de la crítica feminista
(Cft. Didi-Huberman p. 30)

Oposición de Warburg a la historia de arte para personas cultas que sólo evalua las obras
figurativas en términos de belleza. “Pero, sobre todo, su desplazamiento a través de la historia del
arte, en sus bordes y más allá, creará en la disciplina misma un violento proceso crítico, una crisis y
una verdadera deconstrucción de las fronteras disciplinares.” (Didi-Huberman p. 32)

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