La Educacion Inicial en Santa Fe
La Educacion Inicial en Santa Fe
La Educacion Inicial en Santa Fe
Inicial en Santa Fe
Secretaría de Educación
Dirección Provincial de Desarrollo Curricular
y Relaciones Académicas I agosto 2017
Ministerio
de Educación
AUTORIDADES
Ministra de Educación
Dra. Claudia Balagué
Secretario de Educación
Dr. Oscar Di Paolo
Índice
Presentación............................................................................................................... 4
De la tradición a la identidad..................................................................................... 7
Los precursores europeos: primeros legados que hicieron tradición.
Orígenes históricos y pedagógicos del kindergarten en occidente........................ 9
La Educación Inicial en el contexto nacional. La realidad provincial
y los momentos de una identidad en movimiento.................................................14
La identidad fundacional: 1870-1960................................................................14
La identidad kindergarterina: el origen del jardín de infantes en Argentina
(1870-1905)............................................................................................................ 15
La identidad estancada: cuestionamiento y pugna del jardín
por defender su existencia (1905-1930).............................................................. 19
La identidad revitalizada: impulso y apertura a sectores desfavorecidos.
Función pedagógica y asistencial (1930-1960)................................................... 21
La identidad renovada (1960-1995)...................................................................25
Consolidación de un nuevo modelo pedagógico (1960-1976)........................... 26
La identidad vigilada (1976-1984)....................................................................... 34
La identidad en transición (1984-1994).............................................................. 39
La identidad vulnerada (1994-2004).................................................................47
La identidad restituida (2004-2008)..................................................................52
La identidad en tensión en Santa Fe (2006 -2017)...........................................54
La identidad reclama un movimiento que posibilite construir nuevos
sentidos para la Educación Inicial en Santa Fe..................................................57
Final que abre....................................................................................................................59
Referencias Bibliográficas............................................................................................ 62
Presentación
Este documento, el primero de una serie de materiales que forman parte del
dispositivo “Nuevo Diseño Curricular para la Educación Inicial de la Provincia de
Santa Fe”, asume el propósito de revisar la identidad pedagógica que nos carac-
teriza como nivel desde una mirada retrospectiva. La potencialidad de la mirada
histórica radica en que abre la comprensión de prácticas instaladas y naturaliza-
das en los jardines. El sentido es comprender de dónde viene aquello que se hace,
analizar su pertinencia actual y establecer las coordenadas que configuran la nue-
va cartografía que atraviesa la educación inicial en la provincia.
Mirar en perspectiva hacia el origen, y cómo se fue desarrollando la educación
de los más pequeños a nivel nacional y en particular en la provincia de Santa Fe,
nos permite reconocer que la enseñanza fue asumiendo distintos contenidos y for-
mas, en función de los contextos históricos, las coyunturas sociales y los proyectos
políticos-pedagógicos que se evidenciaron en las formas didácticas que caracte-
rizaron y caracterizan al nivel inicial. En otras palabras, las diferentes maneras
en que se han transitado los modos de hacer jardín en el tiempo, revelan nuestra
identidad; y esta, con acuerdos y diferencias, muestra las decisiones que en cada
época se han ido tomando respecto de lo que se ha considerado relevante enseñar.
La mirada que atraviesa este documento pretende, por tanto, ofrecer, a cada
equipo docente, una instancia para pensar en aquello que se hace y que en otro
momento se abordaba de otra manera o, de la misma forma, pero con otro sentido.
Tomar conciencia de la pertinencia de época que tienen las prácticas pedagó-
gicas, permite volver a mirar prácticas actuales que quizás han quedado naturali-
zadas con pérdida de propósito y que, en consecuencia, requieren ser transforma-
das. Recuperar la potencia de la enseñanza en términos de su provisionalidad nos
convida a cada uno de los que hacemos el jardín de infantes y el jardín maternal a
volver hacia aquello que enseñamos y a construir una propuesta didáctica adecua-
da para cada aquí y ahora.
En este recorrido invitamos a equipos de supervisores, directores y docentes a
revisar el conjunto de circunstancias a partir de las cuales se configuraron los pos-
tulados pedagógicos, las premisas didácticas y las prácticas de enseñanza que, en
occidente, dieron origen a lo que hoy se denomina Educación Inicial. Esta revisión
nos posibilitará analizar también los modos autopoiéticos (Maturana, 1994)1 que,
1 La autopoiesis es la propiedad básica de los seres vivos, puesto que son sistemas determinados en su estructura,
es decir, son sistemas tales que cuando algo externo incide sobre ellos, los efectos dependen de ellos mismos, de su
estructura en ese instante, y no de lo externo. Los seres vivos son autónomos, en los que su autonomía se da en su
autorreferencia y son sistemas cerrados en su dinámica de constitución como sistemas en continua producción de sí
mismos.
2 Ya desde la antigüedad Platón (488 - 387 a. C.) y Aristóteles (384 – 322 a. C.) le reconocían al juego un valor
dentro del proceso de instrucción como medio pedagógico para la formación del futuro ciudadano. Para ellos este
era un medio para ejercitar al niño en sus futuras labores o “actividades serias” a la cuales estaban destinados.
Pensado el juego de esta manera, los filósofos encargados de pensar la educación en su época, consideraban que el
maestro debía facilitar instrumentos similares a los verdaderos, así un buen arquitecto debería jugar desde pequeño
construyendo, un labrador removiendo la tierra. Como elemento motivador, fue M.F. Quintiliano (30 – 95) quien lo
introdujo como primer autor.
3 En el presente documento se implementa el uso genérico del masculino “niños” basado en su condición de tér-
mino no marcado en la oposición masculino/femenino. Así, refiere a un grupo mixto que incluye tanto a niños como
a niñas.
4 Las diferentes denominaciones pretenden ser la expresión viva de lo que interpretamos -conjuntamente con el
equipo de supervisores de Educación Inicial en mayo de 2017-, dando cuenta del sentir de cada una de las épocas, en
relación a los diferentes legados de los precursores europeos y de las pedagogas argentinas.
5 Supervisores, directores, maestros, familia, sociedad y niños.
De la tradición a la identidad
6 No debemos confundir “lo tradicional” con “la tradición”. Lo primero es aquello que haciéndose de una manera
determinada se resiste ante la necesidad de transformación; la tradición se refiere a aquello que llega hasta el pre-
sente con sentido actualizado en cada tiempo histórico y contexto geográfico.
dio natural y social en el que el niño vive (familia, entorno, mundo...) y que cons-
tituye el marco en el cual han de satisfacer sus necesidades. Para sistematizar
estos conocimientos se organizaba un programa de ideas asociadas dividido en
cuatro categorías: la de alimentarse para conservar y desarrollar la vida; la de
proteger, la de defenderse; y la de actuar y trabajar solidariamente.
En síntesis, queda como legado de Decroly a la educación inicial la función de
la globalización en tanto concepto psicológico que explica el procedimiento de
la actividad mental que consiste en captar la realidad no de forma analítica sino
por totalidades. El método global como procedimiento didáctico que se aplica
como programa o método de los centros de interés (coordinando contenidos
y actividades alrededor de un tema); como método de lectura y escritura y el
material educativo por él creado: sensomotores y de atención (motores, viso-
motores, audiomotores, visuales); y de iniciación a las actividades intelectuales
(iniciación a la aritmética, relacionados con el tiempo, iniciación a la lectura, de
gramática y comprensión del lenguaje).
Ana Malajovich (2000) advierte que la alianza del juego con la didáctica se
funda en los objetivos originarios del jardín de infantes y es, en este sentido, que
tanto para Montessori como para Decroly, el juego educativo comprendido como
un material netamente escolar se constituyó en un instrumento educativo. Para
la médica italiana el juego se daba en el marco de un trabajo libre ordenado, con
un fin determinado y no en el desenfreno ruidoso que dispersa la atención. Para
Decroly, estos juegos acompañaban al programa de ideas asociadas, y asimismo
eran una preparación para la vida, dándoles un valor primordial que le facilitaría
al niño la posesión de coordinaciones, base de futuras adaptaciones.
Amerita concluir este inicio del recorrido haciendo referencia al surgimiento
de la Escuela Nueva de la cual los precursores del nivel inicial, de alguna manera
también fueron protagonistas. Este movimiento surge hacia finales del siglo XIX
y principios del XX, principalmente vinculado a la educación primaria dado que
el Kindergarten aún no tenía gran desarrollo y expansión. Uno de sus principa-
les representantes, si no el mayor, fue el suizo Adolphe Ferriere7 (1879 - 1960),
quien frente a lo que hoy se concibe como la educación tradicional de la moder-
nidad, propuso una actitud pedagógica de respeto a las necesidades e intereses
de los niños. Una metodología eminentemente activa en contacto prioritario
con la naturaleza y el propósito de desarrollar en los alumnos un espíritu críti-
co y de cooperación. En contraste con el modelo de enseñanza tradicional que
7 Fue el principal pedagogo teórico y propagandista de la escuela activa. Divulgó sus bases filosóficas y propuestas
en obras como Transformemos la escuela (1920), La escuela activa (1922), El progreso espiritual (1927) y La liberación
del hombre (1942).
8 En 1889 se crea la famosa escuela inglesa de Abbostholme, a la que siguieron la de Bedales de la misma naciona-
lidad, la francesa de les Roches y los alemanes “Hogares del Campo”.
Con el paso del tiempo las ideas de Froebel y otros referentes europeos se fue-
ron incorporando a lo que pronto serían los cimientos de la tradición del Nivel Inicial
en Argentina. A la creación de la “Unión Froebeliana Argentina” en 1893 le sigue la
creación en Buenos Aires en 1899, de la “Asociación Internacional de Kindergarten”.
Este fue el marco institucional en el cual se crea una “Asociación Pro Difusión de
Jardines de Infantes” (1935) que edita libros, publica revistas, dicta conferencias
y otras acciones con las cuales se logra el ansiado reconocimiento esperado que
culminó con la creación del Profesorado Nacional de la especialidad que hoy lleva el
nombre de Sara Chamberlain de Eccleston (en Buenos Aires, 1939).
A través de una resignificación actual podríamos denominar a este grupo de
maestras kindergarterinas, como las precursoras del Nivel Inicial en Argentina, quie-
nes bajo los principios pedagógicos de vitalidad, actividad, libertad e individualidad,
enarbolaron la bandera del juego y empezaron a traccionar la pasividad con la que
en nuestro país, se pensaba a los niños de esa época11.
Se podría reflexionar acerca de estos tiempos conteniendo dos ideas contrapues-
tas respecto de la función del jardín y el papel -que respecto de la enseñanza- cum-
plía el juego: por un lado, el jardín debía posibilitar el juego del niño entendiéndolo
como un medio educativo bajo los principios anteriormente mencionados. Por otro,
se entendía al jardín desde una función netamente propedéutica, preparatoria para
la escuela, para lo cual había que encauzar la actividad infantil, adquirir conductas
sociales esperadas disciplinando la inteligencia, la obediencia y el orden.
elementos estables del jardín, y estos eran el niño y el docente, por lo que pensó en
centrar en ellos el porvenir del jardín y en materiales que no sean de repetición, sino
de creación: esta cualidad provocaría la renovación que tanto deseaba. Estudió al
jardín en el punto en el que estaba: educación de los sentidos, manualidades, jardi-
nería, actividades prácticas, hábitos de higiene, pero ella buscaba algo más.
Sus aportes y pensamientos giraron en torno a ejes claves:
- Movilidad y movimiento: consideraba que el principio de activi-
dad traducido en ejercicios y movimientos, no sólo se reducía
a ellos: entendía que también había actividad en la inmovilidad
de un niño que escuchaba intensamente o que tenía algo entre
las manos que lo apasionaba. Ella aspiraba a que la mano, eje
y centro de todas las actividades, no sea una mera ejecutora
de repeticiones o copias ya que para ella tenía una misión más
amplia que la de ejercitar la coordinación visomotora. La mano
activaba la función cerebral, era ejecutora del pensamiento y la
educación de la mano se daría a través del trabajo creador.
- Trabajo manual creador: partía de la base que la didáctica debía
ligarse a la actividad creadora, y para centrar en la mano la ac-
tividad del jardín, se le debían ofrecer a la maestra nuevas téc-
nicas vinculadas al trabajo manual y asentadas en la psicología
infantil y en la didáctica del jardín de infantes.
- Escenografía: sostenía que una vez realizado el material, había
que llegar a la escenografía lo cual suponía organizar una exposi-
ción del material didáctico que preparaban sus alumnas-maes-
tras donde cada una debía responder a las preguntas: ¿Qué
hice? ¿Con qué lo hice? ¿Para qué lo hice? Esta propuesta fue
reveladora ya que con la enumeración de las acciones realiza-
das, se llegó a la conclusión de que todas las actividades del jar-
dín se globalizaban en un solo trabajo, con una temática dada.
Para Rosario Vera Peñaloza la idea de llegar a la escenografía
era un nuevo concepto que daba lugar a un renovado enfoque
didáctico para el jardín.
Un aporte interesante fue la realización de variaciones argentinas desde los do-
nes de Froebel que se fueron especificando con detalle, para dar lugar a un mayor
número de ejercicios sensoriales que podían acompañar esa nueva propuesta de
materiales. Algunas de estas variaciones verapeñalozianas incluyeron el material de
desecho y de fabricación casera.
Al describir una estampa del jardín de infantes de estos tiempos, nos encontra-
mos con: niñeras llevando de la mano a los pequeños, con canastas llenas de golo-
sinas en su interior y los jarritos colgados del cuello, con trajes humildes o fastuosos
pero siempre limpios. Cuando la campana suena, hacen fila, cantan, marchan para
dirigirse a los bancos distribuidos en hileras y se disponen a ejecutar los juegos
previamente seleccionados. Los dones están listos para ser utilizados, las cajas con
los trocitos de madera sirven para contar, para hacer casitas, todas propuestas di-
rigidas por la maestra. La campana marca el cierre de una actividad y el comienzo
de una nueva. Si de bailar se trata, es necesario marchar para colocarse en fila y el
compás del piano rige los movimientos. La llegada del recreo también se advierte
por el sonido de la campana donde las celadoras atienden cuidadosamente a los
niños, prestando especial atención en los pupilos12.
Sin duda el niño que ha pasado por este jardín de infantes ha adquirido un caudal
de conocimientos preparatorios para la escuela primaria: el orden, el respeto, la
obediencia, hablar con relativa corrección, contestar cuando le preguntan, y resol-
ver ingeniosos juegos que pondrán en actividad sus fuerzas mentales.
18 En estos años de tanto impulso para los jardines de la provincia, se creó el jardín de infantes Nº1 “Merceditas de
San Martín” en la ciudad de Santa Fe.
19 Por ejemplo en Rosario estaban el jardín de infantes Nº 38 “Magdalena Güemes” y el Nº 27 “Merceditas de San Martín”.
20 Respondían a las tres corrientes pedagógicas que tenían una fuerte presencia: Montessori, Decroly, Froebel.
22 En 1965 se crea la OMEP en la ciudad de Buenos Aires luego de lo cual se abren delegaciones en distintas
ciudades del país: en lugar de mirar hacia Buenos Aires esperando ver qué nuevas producciones se generaban, se
comienza a reparar en lo regional, en las singularidades locales. Esta es la razón por la que aparece en Tucumán en
1967 Soledad Ardiles de Stein creando una Asociación de Maestras Jardineras que aglutina provincias del noroeste y
luego se crearon asociaciones en otras provincias como en Santa Fe capital y Rosario (Gladys Marteleur, Elda Torres,
Alida Charro y Elena Bonino).
con una función asistencial y, hacia fines de los ’60, comienzan a expandirse desde
el ámbito privado como servicio a la sociedad. El jardín maternal no formaba par-
te del sistema educativo en ningún punto de nuestro territorio. En este contexto,
surgen los primeros ensayos de lo que después Hebe San Martín de Duprat deno-
minará, en el año 1972, Jardín Maternal26 reconociendo su valor pedagógico. Ella
plasma sus estudios e investigaciones en el libro “Hacia el jardín maternal”, siendo
el primero sobre esta temática en nuestro país27.
Como consecuencia del “Primer Encuentro Nacional de Educación Preescolar”
organizado por el Consejo Nacional de Educación en el año 1971 docentes, direc-
tivos y supervisores de todas las provincias inician el proceso de elaboración28 del
primer documento que realiza una sistematización a nivel nacional (1972) bajo el
nombre de Currículo para el Nivel Pre-Escolar. La concepción pedagógica propues-
ta adscribe a una Pedagogía del Desarrollo apoyada en los principios de vitalidad,
libertad, individualidad y colectividad propios de las ideas de la Escuela Nueva, junto
con los aportes de la psicología evolutiva y profunda que, con sus interesantes escri-
tos, amplía los conocimientos sobre las posibilidades intelectuales y socioafectivas
de los niños pequeños para aprender y participar de la vida social. Este documento
versa sobre qué proponer (actividades) a niños de 3, 4 y 5 años, además de plantear
desarrollos y normativas respecto de las áreas de conocimiento a enseñar, la eva-
luación de los alumnos, los espacios, la organización de los tiempos, entre otros. Al
ser este un momento en el que se expande el Nivel Inicial y se abren salas infantiles,
también prescribe sobre cómo organizar los espacios y el mobiliario.
libros referidos al nivel como El arte de evaluar en el jardín de infantes (1983), Intro-
ducción al currículum y planeamiento educativo para el jardín de infantes (1984), Ar-
ticulación jardín de infantes - escuela primaria (1985). También publicaba de manera
recurrente en la Revista Eslabón Educativo (que estuvo vigente hasta la década de
los ‘80) y se desempeñó como coordinadora pedagógica de la Revista Pre-Elemental
(en el mismo período), ambas editadas en la ciudad de Córdoba. Realizó una intensa
labor a favor del nivel teniendo gran reconocimiento en nuestra provincia. Sus tex-
tos fueron muy consultados por las maestras santafesinas y utilizados en la forma-
ción docente, al igual que la asistencia a sus cursos. La influencia de esta educadora
en nuestra provincia fue importante, a tal punto que un jardín de infantes de la
localidad de Sunchales32, creado el mismo año de su fallecimiento, lleva su nombre.
Los siguientes fragmentos de decires de maestras33, entremezclan prácticas que
provienen del legado de los precursores, como también las ideas renovadas que
se gestaron de la mano de las pedagogas argentinas. Los centros de interés se en-
tendían como el planteo de algo que “supuestamente era del interés de los niños.
Por ejemplo, la fiesta de cumpleaños. No había contenidos tal como los conocemos
ahora, eran temas”. (relato de una maestra).
Las unidades didácticas partían de un tema: La primavera; La Familia; El circo.
La preparación de la clase y del material relacionado con el tema era el eje desde
donde se organizaban todas las actividades. Esta preparación de la clase consistía en
suscitar la motivación (que está latente en el niño y hay que despertar ya que atien-
de a un interés y/o necesidad), en organizar una serie de actividades que respondan
a las diferentes áreas educativas34 y en la producción del material necesario para
cada caso. Por ejemplo se preparaban actividades del lenguaje, “donde se buscaba
algún cuento y poesía sobre ello. Y si no lo había era tarea del maestro inventarla.
Todo, todo tenía que ser referido a ese tema (...) eran los primeros atisbos de globa-
lizar a partir de un tema” (relato de una maestra de nivel inicial). Además, se hacían
visitas vinculadas a éste, por ello la experiencia directa fue “la gran vedette de la
época, partíamos para todos lados”. Además se organizaban actividades de mode-
lado, dibujo, calcado, dáctilo-pintura que eran los trabajitos que hacían los chicos.
En los momentos siguientes se iba a jugar libremente en los rincones. Se llevaba
a cabo además, el momento de reunión (o momento de iniciación), donde se prio-
rizaba el intercambio oral entre los niños, aprender a hablar y a escuchar, esperar
32 En el año 1987 se crea el jardín de infantes provincial Nº 118 en Sunchales, gracias a las gestiones de la super-
visora de Nivel Primario: Sra. Berta Giacosa. En el año 1988 en un emotivo acto se le impone el nombre de “Myriam
Hayquel de Andrés” -con motivo de su reciente fallecimiento- en homenaje y reconocimiento a esta gran educadora.
33 Estos fragmentos son parte de entrevistas realizadas a diferentes maestras que trabajaron en esa época.
34 Áreas educativas: Socioemocional; Educación intelectual; Educación física; Educación musical; Cuento y poesía;
Actividad creadora y expresión gráfica.
turno. La pregunta disparadora por excelencia era: “¿Qué hicieron ayer? ¿Y el fin de
semana?”.
Los materiales tenían un lugar central como posibilitadores del juego y para la
ejercitación de las habilidades motrices. La cantidad a preparar era clave. Los ni-
ños se sentaban en la mesas a hacer la actividad manual en interacción con el
material que, en algunos casos elegían y en otros se direccionaba externamente.
“Es un maestro más” se decía, rescatando el legado montessoriano del material
autocorrector. En algunos jardines -como los de las Escuelas Normales que eran los
mejores dotados- tenían los materiales clásicos, como los dones de Froebel, que se
ofrecían en los rincones para su libre elección. Lo más innovador era la presencia de
las cajas de Decroly que contenían rompecabezas, loterías de todo tipo, secuencias
temporales, entre otros, realizadas con acetato. En los jardines de infantes de las
localidades más pequeñas, que no tenían asociación cooperadora, estos materiales
no llegaban. “Todo lo preparaba la maestra, con material de desecho, ya que no
había dinero ni fábrica de materiales”, señaló una entrevistada.
A mediados de los ‘70 Haydee Shaade empieza a trabajar con talleres y proyec-
tos en Venado Tuerto35, siendo una maestra muy innovadora. Fue pionera en nues-
tra provincia de esta modalidad de trabajo, la cual promovía desde su función de
Supervisora y Directora General de Educación preescolar en 1983. También apoyó
desde los diferentes roles que ocupó, la labor de las Asociaciones de Maestras Jar-
dineras, UNADENI36 y OMEP37.
Más allá de estas prácticas renovadoras, seguían vigentes otras: “Era la época
de la repetición, todo muy memorístico”. (relato de una maestra). Observamos así
la coexistencia de prácticas diversas y hasta contradictorias.
El aprestamiento tenía un lugar en la jornada escolar, con los ejercicios de grafis-
mos. “Primero había que trabajar con el cuerpo, y luego, sobre superficies grandes
para, finalmente llegar al cuaderno (...). La tijera tenía sus bemoles, primero se
cortaba derecho luego en V y luego en zigzag” (relato de una maestra). La secuen-
ciación de actividades, técnicas y materiales por orden de complejidad estaban a la
orden del día.
35 Maestra en el Jardín de infantes provincial Nº 8 de Venado Tuerto. Fue directora organizadora del primer jardín
de infantes oficial de esa ciudad, Supervisora titular y Directora general de Educación Preescolar.
36 La Unión Nacional de Educadores de Nivel Inicial nace un 27 de noviembre de 1971 como “UNADENI”, desde sus
comienzos tuvo como objetivo construir y fortalecer la identidad de la educación inicial, desde las concepciones más
actualizadas vinculándolas con los derechos de la infancia en la necesidad de generar mundos mejores.
37 Organización Mundial para la Educación Preescolar.
A fin de año se entregaba una carpeta con todos los dibujos y expresiones plásti-
cas que se hacían durante el año. Las mismas daba cuenta de todas las técnicas de
expresión que se realizaban en el año, en el marco de la importancia de se le daba
al quehacer creador.
Los vínculos con las familias eran variados. En las localidades más pequeñas
tenían una relación estrecha, en cambio, en las grandes ciudades “las familias no
entraban al Jardín. No existía el período de adaptación, ni reuniones de padres para
el seguimiento” relata otra entrevistada.
Como ya mencionamos, existían muy pocos jardines. A pesar de ello y dado el
espíritu expansionista que tenían las maestras jardineras, se llevaban a cabo accio-
nes con la comunidad para incentivar a las familias a mandar a sus hijos al jardín.
Se hacía el festejo del día de los jardines de infantes (28 de mayo) -sin conmemorar
a la gran pionera argentina, Rosario Vera Peñaloza- repartiendo por los negocios e
instituciones del barrio dibujos y/o carteles como manera de dar a conocer la labor
de los jardines de infantes.
En síntesis, la organización didáctica imperante de la época era de base decrol-
yana, pero reconceptualizada por Fritzsche, Duprat y Hayquel de Andrés. También
coexistían prácticas provenientes del momento anterior. Los centros de interés te-
matizaban (de modo universal) la realidad, y las nociones, que en el momento fun-
dacional se trabajaban de manera aislada (con el material didáctico y en el marco
de las tareas manuales), se contextualizan desde un tema. Toman fuerza los rinco-
nes como modalidad organizativa para el juego y, con ello, los materiales como con-
dición necesaria para el desarrollo. En Santa Fe, el período juego-trabajo no tuvo
prácticamente cabida. La denominación usada fue los rincones como momento de
juego libre. El aprestamiento tuvo su lugar, con actividades diseñadas especialmen-
te para ello, manteniéndose con fuerza la función propedéutica.
41 Directora del jardín de Infantes de la Escuela Normal Nº 2, Provincial Nº35 de Rosario y Directora Organizadora
del Jardín Maternal del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe en Rosario. Profesora en Institutos de Formación
Docente.
42 Esta pirámide planteaba la necesidad de partir de la experiencia directa, para avanzar hacia la experiencia simu-
lada, dramatizaciones, demostraciones, visitas y excursiones, exposiciones, televisión educativa, películas, imágenes
fijas, radio, grabaciones, pasando por los símbolos visuales hasta llegar por último a los símbolos orales.
43 Paulo Freire, Dermeval Saviani, Henry Giroux, Peter McLaren, Michael Apple, entre otros. La pedagogía crítica
concibe el aprendizaje como un proceso vinculado a los conceptos de poder, política, historia y contexto. Se promue-
ve un compromiso con formas de aprendizaje y acción en solidaridad con los grupos subordinados y marginados, con
centro en el autofortalecimiento y en la transformación social.
44 La organización cooperativa de la clase de J. Vigy (1980) y Actividades en talleres para guarderías y preescolar de
N. Du Saussois (1982) eran textos que circulaban en la formación docente. En esta línea, las ideas de Cousinet (1969)
sobre el trabajo libre en pequeños grupos también comienza a tener lugar. Franco Frabboni, pedagogo italiano con
su obra más conocida (1985) La educación del niño de 0 a 6 años y Miguel Zabalza, catedrático español, que escribe
Áreas, medios y evaluación (1987), entre otros, comienzan a ser conocidos desde sus publicaciones que ingresan de
la mano de editoriales españolas a nuestro país.
45 Centro Organizador Perfeccionamiento Educativo Argentino, con sede en la ciudad de Córdoba.
María Teresa González Cuberes (1987) publica “El taller de los talleres” que
se introduce en los jardines con modalidades diversas, algunas más cerca del
juego-trabajo, otras recreando un activismo encubierto. Es importante destacar,
como veremos más adelante, que los talleres tuvieron fuerte impacto en Santa
Fe.
Más allá de que el espontaneísmo estaba muy presente en las prácticas peda-
gógicas de los jardines de infantes, se comienzan a visualizar los primeros cam-
bios incorporando la presencia de contenidos y, con ello, el pasaje de la función
del docente de estimulador y acompañante del desarrollo, a una incipiente función
enseñante.
En el año 1989 se lanza la primera edición de la revista “Novedades Educati-
vas” (para todos los niveles y con llegada a todo el país) en formato tabloide, com-
pilando una serie de artículos, reflexiones y propuestas para el aula dando cuenta
de los cambios que se estaban gestando en el sistema educativo en su conjunto.
En el marco de estos procesos de innovación, Denies -en el año 1989- publica
“Didáctica del nivel inicial 2", que le otorga un lugar clave al contenido y al juego
como estrategia metodológica. La Municipalidad de Buenos Aires (1990) elabora
un diseño curricular, que es pionero en estos cambios. Desarrolla un extenso
marco teórico, recuperando los aportes de Piaget, Wallon, Erikson, Freud, Vi-
gotsky, entre otros. Intenta resolver la dicotomía entre acompañar el desarrollo
de las estructuras de pensamiento y enseñar contenidos, desde la posición que
argumenta que las estructuras de pensamiento no existen fuera del contenido,
el contenido necesita de la estructura para ser comprendido y significado por los
niños. Se valorizan desde esta perspectiva las situaciones pedagógicas que ofre-
cen un planteo problemático donde el niño pueda pensar por sí mismo, buscar,
indagar, descubrir, inventar y aportar soluciones construyendo así nuevos cono-
cimientos. Queda sin resolverse la cuestión de la enseñanza, ya que se hace una
suerte de reduccionismo del enseñar al educar, quedando la intervención docente
desdibujada. Plantea al juego como un medio educativo por excelencia, donde no
se disocia del esfuerzo que implica todo desafío, ni del trabajo placentero y crea-
tivo con otros y para el grupo. De este modo, mantiene el juego-trabajo, como
también las unidades didácticas y las experiencias directas en tanto elementos
constitutivos del modelo didáctico. Lo novedoso es que incorpora las disciplinas
curriculares (ciencias naturales y sociales, matemática, la lectoescritura, educa-
ción corporal, educación física, la música, la educación plástica, literatura infantil)
con sus correspondientes listados de contenidos y metodologías y/o actividades
sugeridas.
48 Instituto Municipal de Investigación en Psicología aplicada a la educación de Barcelona, España. Sus Genoveva
Sastre, Montserrat Moreno, Juan Delval, Montse Benlloch, son algunos de los pedagogos españoles.
49 Equipo de didáctica constructivista de Rosario - Escuelas participantes: Escuelas Nº 83 Juan Arzeno y Nº 64
General Ricchieri de Rosario, Santa Fe.
50 Este libro tuvo dos instancias de publicación: la primera impresión llevada a cabo por una imprenta local en el
año 1988 bajo el título “Buscando verdades” y otra llevada cabo por la Editorial Homo Sapiens en el año 1992 bajo
el título “Aquellas verdades”.
primaria, cuestión que por momentos se logró y por otros se siguió mimeti-
zando. Fueron tiempos de una fructífera producción teórica, de un nivel que
se empezó a pensar a sí mismo. En simultáneo otros campos del saber fueron
aportando conocimientos sobre el niño, sobre sus modos de aprender, buscando
casi en todos los movimientos de esta renovación el lugar del juego que aún en
tiempos de dictadura, pugnó por filtrarse en los intersticios que el momento del
patio o recreo daba lugar.
55 Se propone abordar los contenidos transversales desde ejes Educación para la paz y los derechos humanos,
Educación en la salud, en la sexualidad, ambiental, en el consumo, en el trabajo, en la ciudadanía, entre otros.
56 Desde el año 1974 que el Profesorado de Educación Preescolar (P.E.PE.) tenía un plan de formación de 2 años
y un cuatrimestre. En el año 1998 se elabora el Diseño Curricular del Profesorado de Nivel Inicial - Plan Decreto
1142/98, y en el año 2002 es reemplazado por el Diseño Curricular del Profesorado de Educación Inicial -Plan De-
creto 564/02- En ambos planes los espacios curriculares se organizaron en: Campo de la formación general, Campo
de la formación orientada y Campo de la formación especializada.
57 Aparecen así en la formación Matemática y su didáctica; Lengua y literatura y su didáctica, Ciencias Sociales y
su didáctica, Ciencias Naturales y su didáctica.
rización del jardín, pasando por una concepción de juego entendido como un medio
para enseñar. Reflexiona sobre la necesidad del tiempo de verdadero juego en la
jornada como así también superar las desarticulaciones entre el juego, el aprendi-
zaje y la enseñanza.
En diferentes provincias, se inicia un proceso de reelaboración de los diseños
curriculares -en reemplazo de aquellos producidos durante la vigencia de la Ley
Federal de Educación- utilizando una categorización de contenidos tanto en áreas
disciplinares como en otras nuevas -no disciplinares- como Juego; Formación per-
sonal y social; Formación Ciudadana, entre otros, tomando en consideración los
nueve núcleos de saberes relevantes.
Al compás de la revalorización del juego como valor cultural, aparece una abun-
dante bibliografía, que profundiza en sus distintos tipos (dramático, de construcción,
reglados y tradicionales). El juego comienza a cobrar mayor visibilidad y con ello el
diseño y desarrollo de propuestas de enseñanza centradas en cada tipo de juego.
Se revitaliza de esta manera el juego centralizador, el juego en sectores y el jue-
go-trabajo promovido en la identidad renovada, en un intento de articulación con
los contenidos.
A nivel nacional se inaugura la Cátedra Nacional Abierta del Juego que incluye
el anterior posicionamiento respecto del tema y promueve la organización de Lu-
dotecas Escolares60. El juego adquiere nuevamente centralidad en la organización
de propuestas de enseñanza y reencuentra su lugar como pilar de la didáctica de la
educación inicial.
En una suerte de continuidad con los CBC, los NAP reconocen el valor de la espe-
cificidad de los marcos disciplinares y didácticos y, a diferencia de aquellos, explici-
tan los modos en que deben abordarse, desde estrategias pedagógicas que contex-
tualizan saberes a través de recortes significativos de la realidad. Todos los campos
de conocimiento aportan saberes que permiten mayor comprensión y organización
de la realidad, enriqueciendo el desarrollo del juego y promoviendo la construcción
de conocimientos. Propone que las propuestas de enseñanza pueden adoptar for-
matos diversos como por ejemplo la unidad didáctica, los proyectos y las secuencias
didácticas. En un intento de superar la fragmentación disciplinar provocada por los
CBC, estos formatos de enseñanza se proponen como estructuras didácticas que
posibilitan articular contenidos. Las actividades cotidianas, como otro aspecto
60 Desde el Ministerio de Educación de la Nación se envían los materiales didácticos necesarios para equipar cada
uno de los jardines con ludotecas, encargando a las instituciones instalarlas en espacios diferenciados de las salas.
El propósito fue estimular el juego en los jardines de infantes y para ello se organizaron también capacitaciones
virtuales no obligatorias para todos los docentes del país. http://inicialcatedradejuego.blogspot.com.ar/
62 Griselda Callegari, Susana Gaitán, Silvia Brugnoni, Ma Renée Candia, Diana Urcola y Mónica Kac, entre otras,
publican sobre el Nivel Inicial. Dalmar Fay, Susana Mazzaglia, Estrella Matía, Marta Vennera, Carina Cabo, comparten
reflexiones sobre otros niveles también.
63 Los escenarios lúdicos son espacios diseñados con objetos sencillos pero atractivos, configurados para la “ac-
ción-transformación” por parte del niño. El docente promueve acciones de imitación, transformación simbólica,
exploración y apropiación de los espacios. Se pueden proponer escenarios al aire libre, con desniveles, con colgantes,
para la lectura, sonoros, de estimulación sensorial, temáticos (por ejemplo, “el garage”, “la farmacia”, “la cueva”)
entre muchos otros.
La belleza de la trama
le viene de lo complejo,
Requiere mucha paciencia
hacer un tejido nuevo.
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Documentos consultados
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Argentina (2004).
Núcleos de Aprendizajes Prioritarios para el Nivel Inicial
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Argentina (2006).
Núcleos de Aprendizajes Prioritarios para el Nivel Inicial. Serie Cuadernos
para el Aula. Volumen I.
Normativa
Ley N° 1420/84 de Educación Común.
Ley N° 24.195/93 Federal de Educación.
Ley N° 26.206/06 de Educación Nacional.