Monografías Tomo 2 PDF
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VCbUMEN XXX
MONOGRAFIAS
RUFINO GUTIERREZ
T O M O II
Bogotá—Colombia -S . A .
im p r e n ta n a c io n a l
1921
/
M O N O G R A F IA S
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ACADEMIA NACIONAL
DE H I S T O R I A Y A N T I G Ü E D A D E S
MONOGRAFIAS .
MAGANGUE
Barranquilia, de octubre de 1917
M A N IZALES
Cartago. diciembre 3x de 1917
i A don Enrique Otero D'Cpsta).
Mientras se presenta vapor para seguir á Oali voy a empezar a dar
algunas noticias sobre la ciudad de Macízales, que acabo de visitar des
pués de diez y siete años de no pasar por allí, y donde encontré progresos
realizados en ese tiempo que me han sorprendido.
Salí de Bogotá el 10 en tren atestado de pasajeros que iban a pasar
las vacaciones en tierra caliente.
Desde que lo tomó en Facatativá oí hablar de una huelga que se h a
bía declarado entre los obreros del Ferrocarril de La Dorada, pero no se N
tenían noticias precisas de ella, auuqae sí era general el concepto de que
ese movimiento era justificado; y lo peor es que a un alto empleado de la
línea de Gírardofc le oí manifestar el temor de que lo* obreros de éste si
guieran el ejemplo de los de aquél, porque se habían recibido reclamacio
nes en que se notaba la influencia de elementos extraños. Lo cierto es que
los peoües de carrilera, los freneros y otros empleados de inferior^catego*
ría trabajan en peores condiciones que los de las demás empresas do
su género.
12 Mañiza les
A! principio fue lugar muy próspero, donde bubo siete iglesias y tres
conventos. A la comunidad de uno éstos pertenecían los numerosos hatos
de ganado vacuno de que todavía hay restos en las sabanas al pie de los
nevados del Bniz.
El 16 de febrero de 1579 murió en esta ciudad ei Conquistador y Ade
lantado don Gouzakr Jiménez de Qaesada, de ochenta años de edad; se
le sepultó allí mismo* en el couvento de Santo Domingo, que estaba situa
do frente a la casa en que murió. Los cronistas dicen que murió de lepra.
Sus restos faerou llevados a Bogotá, donde se Ies colocó el 15 de julio de
1892 en un triste monumento frente al cementerio. <
Era tan rico en minerales este territorio en ios primeros años de la
Colonia, que Kodríguez Fresle^quien escribió sus crónicas en 1638, dice
que Gaspar de Mena Oyóla, vecino de Mariquita, casó a una hija suya
con el Gobernador de Santa Marta y “ diole en dote doce'cargas de a dies
arrobas de plataeusayada^y que se deeíaque tenía otras doce cargas para
casar otra bija con otro Gobernador, y agrega: 4Íy sin esto lo que le que.
daba en casa que no ha medido ni pesado. Aquel dote fue sin otros seis
mil pesos y matalotajes que envió a! yerno para que viniese por la mujer,
y po se cuenta aquí el ajuar y joyas que llevó la desposada, que dicen
fue grandioso.”
Los vecinos de la población secundaron, en junio de 1781, el movi
miento de los Comuneros al presentarse en ese lugar José Antonio Galán.
Mariquita fue capital de la Provincia de su nombre hasta fines del si
glo xvili, que se trasladó a Honda.
De los once árboles de canela de los andaquíes que sembró en Mari
quita el sabio sacerdorfce don Celestino Mutis, Director de la Expedición
Botánica y astrónomo del Bey, quien fue destinado al Nuevo Beino de
Granada por Cédula- de l.° de noviembre de 1783, no queda nada. Yo vi
dos q tres de ellos que se conservaban hace unos cuarenta años. No sé
cuándo los destruyeron : probablemente cuando el Gobernador del Toll
ina, General Frutos Santos, mandó demoler muchas de las ruinas de la
ciudad para levantar sobre ellas el panóptico que proyectaba.
Se relacionan con la historia de la viejá ciudad estos hechos: nació en
ella el 9 de abril de 1786 don José León Armero; el 28 de mayo de 1816
fuefasilada la joven hermana de Armero, Carlota ; el 28 de noviembre y el
12 de diciembre del mismo año, respectivamente, fueron fusilados Manuel
Montaña y José Perlaza; ei 26 de julio dé 1810 se adhirió el Cabildo ai
movimiento revolucionario de Bogotá; el 31 de octubre d© 1807 nació
allí el historiador don José Antonio P laza; en 1822 ordenó el Gobierno de
Bogotá establecer un colegio en este lugar, para lo cual le asignó
$ 50,000 de los capitales pertenecientes a los extinguidos conventos me
nores; el 11 de diciembre de 1840 se pronunció aquí e! Coronel José María
Vega contrae! Gobierno legítimo,yeso fue el resuitadode una conferencia
que tuvo en Honda con el General José Hilario López, quien regresaba de
Europa; el 6 de febrero de 18^5 las fuerzas del Gobierno hicieron prisione
ra aquí a una gran parte de la revolucionaria que había sido derrotada en
Honda el día anterior.
Segíin el censo de 1870, Mariquita tenía entonces 2,094 habitantes (l).
Conviene aprovechar la ocasión para hacer referencia a las minas del
territorio de Mariquita y recordar las cuarenta y cinco prudentísimas y
acertadísimas ordenanzas que en esta población dictó el 9 de marzo de
16i2 el Capitán General del Nuevo Beino de Granada, don Juan de Borja.
U) E l censo de 1918 le da. 5,666 habitantes.
Rufino Gutiérrez 15
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16 Panizales
das. A pesar de eso a lado y lado del camino hay bastantes abortaras y
numerosas habitaciones, porque como ésta era la vía de todo el sur de An-
tioquia y de una parte de lo que hoy es Departamento de Caldas para
comunicarse con el río Magdalena, el tráfico era muy activo, y los viajeros
y las recuas proporcionaban negocio lucrativo.
Hoy al camino no se le pone mano, y está completa y absolutamente
abandonado por la Nación, por el Departamento del Tolima y por los
Distritos interesados, y el tráfico es casi ninguno a causa de que el mo
vimiento de carga se hace por el cable aéreo; por eso van abandonando
aquellas aberturas y casas. Todavía se ven algunos cultivos de café en
reducidas sementeras, que es lo que sostiene allí a los avecindados, pues
cuesta poco poner el fruto a bordo de los vapores del río.
Adelante del Fresno está la partida para venir a Manizales por el
camino que se llamó de La Moravia, construido por privilegio, muy tran
sitado al principio y abandonado hoy por sus malas condiciones y por la
competencia del cable.
Después *do pasar la profunda hondonada de El Aguacatal, que es río
grande y correntoso y tiene muy buen puente, se asciende a la población
de Soledad, fandada y habitada en las mismas condiciones del Fresno,
en una cuchilla todavía más escabrosa, donde no hay más espacio llano
que la diminuta plaza : y sin embargo vi una.bicicleta, que no puede mo
verse más que dentro de la plaza.
En Soledad casi todas las edificaciones son de techo de astilla; se
carece de agua corriente, de alumbrado eléctrico y ^e reloj público (1).
A una legua del poblado está la última estación en servició del cable
aéreo, en el punto llamado Frutillo. Por allí pasé como a las tres de la tar
de del segundo día de viaje, a caballo, y no entré a las oficinas a adquirir
algunas noticias sobre esa importantísima obra, como precio del transpor-N
te de la carga, extensión construida y en servicio, número de toneladas
que se movilizan mensualmente, etc., porque sabía que el extranjero en
cargado de la obra es caballero muy amable, que me habría obligado, en
vista del aguacero torrencial que caía, a pasar allí la noche, y yo no
quería ser molesto, y además abrigaba la esperanza de obtener esos da
tos en Manizales; pero no sucedió esto. Sólo sé que los trabajos adelantan
de Frutillo a Manizales ; que las últimas torres se están construyendo de
madera por la dificultad de traerlas de hierro a causa de la guerra univer
sal; que se trata de adaptar más tarde el cable pata el servicio de pasa
jeros, pues hoy sólo lo presta para la carga dos veces por semana, que es
lo suficiente.; y que los dueños de carga economizan en el transporte $ 3
en el buen tiempo, cuando los fletes en bueyes o muías están bajos, y
muchísimo más cuando las lluvias, dañan los camines, y los fletes suben.
La vía de Frutillo a la línea que separa los Departamentos del Toli
ma y de Oaldas la conserva a su costa la Empresa del cable en el mejor
estado posible, para facilitar el movimiento de la carga, y eso porque
aquel Departamento no hace nada por ella; y la línea a Manizales la
atiende Oaldas. *
Dormí en una casucha llamada El Portón, tal vez porque es como ia
puerta del frío páramo. Al día siguiente pasó éste, donde se carece de casi
todo recurso y se ven a cada paso osamentas de animales de carga que
constantemente mueren alií, la mayor parte bueyes, de frío casi todos,
Monografías—Tomo 2?—-
18 Manizales
Manuel María Escobar, abogado del Cabildo de Neira; un 6 por 100 para
la edncaeión de niñas, y a los compradores se les rebajaría todavía el 8
por 100. La Compañía cedió gratuitamente el área de la plaza y calies, un
lote para iglesia, tres solares para cárcel y escuelas de ambcs sexos, y
además, para área ele la población, diez cuadras en toda dirección, a partir
de la plaza, ‘o cual equivale a 400 cuadras cuadradas, y 50 cuadras de
monte para beneficio de los pobladores. En términos semejantes se cele
braron en seguida transacciones con los Cabildos de Neira y Salamina.
Después de esto continuaron las diferencias y dificultades, hasta que en
virtud de autorización dada por el Congreso al Ejecutivo se firmó un
contrato de transacción entre el Secretario de Hacienda y la Compañía de
González, Salazar y Compañía, en el cual éstos procedieron con la ma
yor generosidad : dieron 10 fanegadas de tierra a cada habitante del te
rritorio, 12,000 fanegadas a la población de. Manizales, la cuarta parte
de todos sis bienes, derechos y acciones al Tesoro de la República, el 8
por 100 al doctor Escobar y el 6 por 100 del producto de las tierras
que se vendieran a la instrucción pública. La adjudicación de las 10 fane
gadas se hizo juntamente a 1,154 vecinos.
Don Elias González fue asesinado ese mismo año por gente de Sala-
mina que disputaba sobre la propiedad de los terrenos, aunque él, acorn-
panado por su sobriuo carnal Gregorio Gutiérrez González, acababa de
hacer grandes concesiones al Distrito y a los pobladores de Salamina.
Por acuerdo dei Cabildo de Manizales, de 23 de mayo de 1851, se des
tinó para el uso comúu de los vecinos el área cedida, y entonces se trazó
la población y se repartieron solares. El Acuerdo disponía que se diera a
cada vecino cabeza de familiarmayor de edad u hombre libre, un solar de
40 varas por cada lado.
El trazado de la plaza y las calles se hizo desde 1849 por Joaquín y
Antonio María Arango, según tradición que se conserva en Manizales,
y se encargó de la repartición de solares Antonio Cebados. Sin embargo,
en los papeles que dejó Codazzi se dice que é! trazó la plaza el 12 de fe
brero de 1852.
La Administración de Correos del Estado, que más tarde se naciona
lizó, fue creada en 1852, debido a los esfuerzos de don Agustín José P ati
no, con Juan de Jesús Ramírez como primer Administrador Nacional.
El 29 de agosto de 1860 el Presidente revolucionario del Estado del
Cauca, General Tomás Cipriano de Mosquera, atacó en Manizales a las
fuerzas legitimistas que comandaba el Generál Joaquín Posada Gutié
rrez ; fue rechazado, y tuvo que celebrar una esponsión que ha hecho mu
cho ruido en los anales revolucionarios de Colombia. Por parte de Posada
Gutiérrez fueron contratantes Marceliano Vélez, Braulio Henao y Elí
seo Arbeiáez, y por la de Mosquera, Policarpo Martínez, Juan A.
Salazar y Simón Arboleda. Mosquera se retiró al Valle del Cauca, y de
allí siguió a Bogotá a derrocar al Presidente de la República.
La Notaría y la Oficina de Registro se establecieron eu 1863, y en
1905 se creó la Notaría 2 /
Por Acuerdo de 16 de julio de 1864 se dividió el poblado en calles y
carreras y se dieron nombres a ellas y a las plazas. De esos nombres se
conservan muy pocos.
Por la Ley 13 de! Estado se creó el Juzgado del Circuito, en 1864.
La Oficina Telegráfica se estableció por cuenta del Estado de Antio-
quia en 1871, y fue primer Telegrafista Alejandro Restrepo.
El 5 de abril de 1976, después de combates parciales en los alrede-
Rufino Gutiérrez oí
Jj
t
dores, las faerzas legitimistas qae comandaba el General Julián Trujillo
ocuparon a Manizales, y quedó vencido el Estado de Antioquia.
Las faerzas triunfantes, compuestas en gran parte de negros, come
tieron muchas y muy graves tropelías en la población, saquearon muchas
casas de los campos, y las principales del poblado fueron ocupadas por
esas fuerzas, sin avisar siquiera a los dueños ni permitirles que las des- ‘
ocuparan de lo que en ellas tenían.
Ese mismo año fue trasladada allí la cabecera de la Provincia que
antes era en Salamina.
El 16 de noviembré*de 1896 se creó el Distrito Judicial del Sur de
Antioquia, por la Ley 113, y se estableció el Tribunal el 4 de abril de
1897, empezando a funcionar el Juzgado Superior y el 2.° de Circuito.
Hay actualmente dos Juzgados Superiores y cuatro de Circuito ; el 2.°
Superior empezó a funcionar el i.° de enero de este año, y el 4,° de Cir
cuito fue creado en 1916.
El 11 de abril de 1900 se erigió la Diócesis de Manizales.
Por la Ley 17 de 10 de-abril de 1905 se creó el Departamento de
Caldas con Manizales de capital, y se inauguró el 15 de junio del mismo
año, siendo don Alejandro Gutiérrez el primer Gobernador.
Por la Ley I a de 1908 se le dio el nombre de Departamento de Mani
zales y se ie agregaron algunos Municipios que habían pertenecido al
Cauca.
Por la Ley>65 de 14 de diciembre de 1909 se dispuso la reintegración
de los antiguos Departamentos, y llenadas las condiciones que exigía la
ley, se restableció éste con el nombre de Caldas, por Decreto número 340
de 16 de abril de 1910. A Gutiérrez lo han sucedido en lá Gobernación,
por su orden, don Marcelino Arango, don Ramón, Jaramillo, el doctor
Emilio Robledo y don José Ignacio Villegas, quien la ejerce actualmente.
En la creación de este Departamento tomé parte activa en las Asam
bleas Nacionales de 1905 y 1908, y venía trabajando con grande empeño
desde 1888, pues consideraba <que eso sería de mucho provecho para el
pueblo anfcioqueño, como ha sucedido. Mis labores hicieron que los diri
gentes de la política en Antioquia me consideraran desligado de la tierra
de mi nacimiento y mayor cariño, y áun traidor a ella, en términos que
cuando en la primera Administración Marroquín fui nombrado Goberna
dor de Antioquia, no acepté, entre otras razones, porque comprendí que
no sería bien recibido por mis conterráneos. Cuando hallándome confina
do en Yarum&l porque trabajaba a favor de un candidato antioqueño
para la Presidencia de la República, propusieron ios conservadores de
Sonsón y Abejorral mi candidatura para Representante al Congreso en
las sesiones de 1892 y 1894, para resolver ai la aceptaban y apoyaban los
directores de la política en Medellin, me preguntaron si persistía en mis
ideas divisionistas. A pesar de la contestación que di, lui elegido, quizá
sólo como protesta contra la persecución de que era victima.
La creación de este Departamento es uno de los actos de mayor tras
cendencia política de'la Administración del General Reyes.
La Provincia de Manizales ha tenido estos Prefectos :
1876. Eduardo Arango P., Siíverio Arango P. y Alejandro Gutié
rrez.
1877. Alejandro Londoño, Heraclio Uribe, Benicio Angei, Tomás
Reügifo, Carlos Latorye y Vicente Manilo.
3878. Rafael Toro, Julián Mora, Víctor Cordobés y Carlos Latorre.
1879. Víctor Cordobés y Francisco Sarmiento.
3880. Víctor Cordobés, Carlos Latorre y Pedro Uribe Ruiz.
22 Mañiza Us
R u fin o G u tié rr e z 25
Las calles y las carreras son angostas, con estrechos andenes casi
todas, onos de lajas de pizarra, otros de cemento, y los más de ladrillos
de malísima calidad, que se gastan pronto con el tráfico. Lo propio suce
de con las lajas de pizarra, las cuales se convierten a poco en polvo ne
gro, qoe vuelve una miseria la ropa. Casi todas las calles están empedra
das, y machas de ellas sólo a los lados, dejando en el centro una zona de
de tierra bien apisonada. Hay algunas casi llanas, pero las más son bas
tante pendientes a pesar de los banqueos y rellenos que se hacen cons
tantemente. Fuera del miedo, muy fundado, a los temblores, hay la cir
cunstancia de que no en toda el área de población pueden levantarse
edificios pesados, porque la . consistencia del terreno no permite echar
cimientos profundos y de resistencia.
En muchas de las casas que tenían patios más bajos que el nivel de
la calle y pendientes, se han aprovechado esos" abismos para construir so
bre ellos lujosos salones de recibo o vestíbulos, y en las más centrales,
en la Calle del Comercio, los patios se han convertido en productivos al
macenes en lo bajo, y lo alto en piezas de habitación cubiertas con tejas
de vidrio y separadas de los almacenes que quedan debajo por un piso de
ladrillos del mismo material, todo ello fabricado en la vidriería de Caldas,
en Anticquia.
Macízales está a 2,140 metros sobre el nivel del mar, según los textos
de Geografía, y a 2,220, según la excelente Geografía Médica del doctor Emi
lio Eobledo, y tiene 17 grados de temperatura media, y como está en una
cuchilla intermedia de los nevados de la Cordillera Central y los calores
‘•del río Cauca, su ambiente es húmedo, y ocurren frecuentes y muy sensi
bles cambios de temperatura; por consiguiente no escasean las enferme
dades de los pulmones. )
Su situación geográfica es 57°,47?10J’; la presión atmosférica, 77,3.
A pesar de eso son raras las casas, aun entre Sos de las gentes más
acomodadas, donde no se usen sólo sillas mecedoras de paja y todo el
mobiliario como de tierra ardiente, y donde, como se acostumbra en cli
mas muy cálidos, no se tengan constantemente abiertos balcones, puertas
y ventanas. De allí tántos casos de tisis y neumonía.
Los cronistas dicen que el 12 de marzo de 1595 hizo una gran erup
ción el volcán del Euiz. En sus flancos se encuentran señales de ella y de
otras anteriores, y la configuración del valle del Tolima revela la magni
tud de esas erupciones y de las dei Huila. La altura del Euiz es de 5,300
metros y de 5,100 la de su vecino el nevado de Santa Isabel.
No tiene el Distrito casa consistorial, y por eso todas sus oficinas es
tán alojadas en locales arrendados. Muy pocas son las poblaciones de
Antioquia y Caldas donde sucede eso.
Sus propiedades son éstas:
Plaza de mercado, avaluada en ........................ .$ 80,000
Un lote contiguo, en forma de plaza, en 20,000
Asilo de mendigos, en............. 10,000
Matadero de ganado mayor, con agua, incómodo y mal
situado, en.................................................. ’ 2,000
Matadero de ganado m enor................................................. 2,000
Un lote de una fanegada, que llaman Plaza de los Funda
dores, y otra fanegada adyacente, en la cual piensan formar
un p arq u e......................................................... j....... ............. 8,000
Una casa chica donde se hace el examen módico a las mu
jeres enfermas.. . . ............................. . • ••• 1,500
.
28 Manizales
sados en cinco semanas, y por eso para el rancho había que estar buscan
do dinero prestado y tomando al fiado víveres de mala calidad y a altos
precios. Se presuponen $ 7 mensuales para comida, lavado y peluquería
de cada individuo de Jaropa.
Lo que llaman Penitenciaría o Presidio es una casa de habitación de
dos pisos, situada en ia plaza de Caldas, por la cual paga arrendamiento
la Nación. Es muy incómoda y estrecha, e insegura, no sólo porque es
construcción de madera, sino porque ni aun tiene cerca el solar que queda
a la calle de atrás. Los excusados y dos baños son detestables; los dormi
torios de los presidiarios, piezas chicas, como que son de casa de familia, y
allí duermen ellos apiñados en ei suelo. La Reclusión, en casa contigua
de las mismas malísimas condiciones, está comuuicada por dentro con el
Presidio, pero las reclusos tienen eamitas en dos piezas chicas La cua
dra de los vigilantes no tiene mejores condiciones.
El establecimiento es sostenido por la Nación, quien costea un médi
co, pero no hay botiquín ni con qué comprar drogas. Como administrado
ra está encargada la Sociedad de San Vicente de Paúl de preparar los
alimentos de los presos mediante ei pago de un centavo diario por cada
uno de ellos, más el valor de los gastos.
Hay 166 presidiarios y 22 reclusos. Tres años hace que no se les da
un vestido, y sin embargo do se les ve muy mal, porque ellos o sus fami
lias hacen los gastos. Uasi todos son blancos, barbados, de buena presen
cia; de manera que si al entrar uno allí oo supiera que está en una socie
dad de criminales, en un presidio, podría creer que es una reuuión de
gente buena y acomodada.
Trabajan algunos en las piezas de dormitorio o en el patio al aire
libre, en sastrería, zapatería, carpintería, herrería y artefactos de cabuya;
pero carecen casi en absoluto de herramientas y de espacio para estable
cer un taller. A loa que no son reclusos se les hace salir a trabajar en
obras públicas y de particulares. Estos les pagan a $ 0-20 diarios, y el
Departamento y el Municipio, a l 0-10. El 30 por 100 de esto se reserva
para dárselo al preso cuando sale libre.
Hay un Director que gana %53-86 mensuales; un Secretario, con $ 25
y un Cuerpo de Policía especial de individuos contratados con ese objeto.
Y eso es todo.
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R u fin o G u tié rr e z 41
por Santa Rosa de Oabal; una para Qnibdó, por Ríosueio ; una para Me
dellin, por Ansermay Oaramanta; una para Soledad, y otra para María.
De encomiendas hay dos correos mensuales para Bogotá, Medellin, Cau
ca, Riosucio y Oaramanta.
El personal de la Oficina es éste: Administrador, con $ 100 de sueldo;
Contador, con $ 50; Ayudante de éste, $ 30; Oficial de Encomien
das del Exterior, $ 50; Oficial de Recomendados, &45; Ayudante de éste,
$ 25; Oficial de Encomiendas del Interior, $ 45; Oficial de Correspondencia
oficial, $ 35; Ayudante de éste, $ 30; Oficial de Giros Postales, $ 25; Ofi
cial de Lista, $ 35; Ayudante de éste, $ 15; Portero Escribiente, $20; Jefe
de Correos Urbanos, $ 50; Buzonero, $ 20, y cinco Carteros, a $ 15.
El local es arrendado y cuesta $ 110 mensuales.
Tomando un promedio de los últimos meses de este afio, la Oficina re
sulta con este movimiento mensual: venta de especies postales, $ 520;
se reciben 13,468 cartas porteadas y se despachan 11,089; recomendados
entran 700 y salen 300. En julio de 1914 se recaudaron $ 5,978 por dere
chos de encomiendas postales, y en el mismo mes de 1915 sólo $ 2,786, y
ha continuado el descenso en esa proporción. ,
El Correo Urbano se estableció el 10 de junio de 1916. El movimiento
en octubre último fue en él de 2,121 cartas, 1,436 tarjetas y 15,4u0 impre
sos de la ciudad; de otros destinos, 3,127 cartas y 2,694 impresos, y para
otros destinos, 2,280 cartas.
Hay colocadas 102 cajillas de apartados, que pagan a $ 4 por año.
De esta Administración Principal dependen 43 Subalternas, entre
ellas la del Chocó. Las encomiendas postales para esta región tienen que
venir a Manizales, entrando por Barranquilla; se liquidan y se devuelven
al Chocó para que se entreguen a los destinatarios y se paguen los dere
chos. Esto causa un crecido gasto en transportes, pérdidas y averías y
perjudica a los interesados con las demoras; cuando lo indicado es que
aquellas operaciones se hagan directamente en Cartagena.
En 1880 el producto del correo sólo ascendía a $ 49-85.
llares, que pagan S 20 por mes y $ 60 por apertura, y otro que paga $ 15 y
$ 40, respectivamente. Los hoteles sólo pagan $ 0-50 mensuales.
En 1880 sólo había en Manizales cuatro sastres, tres relojeros, cuatro
dentistas, dos encuadernadores, tres boticas y siete comerciantes, que h i
cieran introducciones del Exterior.
S A N T A ROSA DE C A BA L
Santa Rosa, diciembre_27 de 1917
Eugenio, tienen los Lazaristas ana bella hacienda qne fae donada a la
comunidad por el miembro de ella, presbítero Marcos Oayo, quien la com
pró el año de 1904 por $ 3,300, y hoy está avaluada en $ 16,000.
PEREIRA
Pereira, diciembre 27 de 1917
El 26 salí de Santa .Rosa de Cabal. El camino, de suave pendiente, donde
la hay, lo encontré ya en buen estado, porque varias cuadrillas se ocupan
en arreglar los malos pasos que se formaron con las lluvias anteriores. Se
han hecho numerosas variantes que lo mejoran mucho. Los ríos San Eu
genio y Otún, ambos de bastantes aguas, especialmente el último, se pa
san por muy buenos puentes.
Desde que se llega al valle de Pereira, que puede considerarse como
que hace parte de el del Cauca, empieza uno a ver casitas con techo de
guadua; y como ya es clima ardiente, no escasean los negros y mulatos.
El asiento de la actual próspera población de Pereira fue el de la pri
mitiva ciudad de Cartago, y por eso no hablaré de aquella remota fundación
sino al dar noticia de esta ciudad, para donde seguiré mañana. Me limito
pues a tratar de lo que se relaciona con Pereira.
Este valle hacía parte de la Provincia de Quimbayas; lo descubrió
en 1536 Francisco de Cieza, Teniente de Belalcázar. Después estuvo aquí
Jorge Robledo en comisión del mismo Belalcázar, y realizada la conquis
ta fundó la ciudad de Cartago, la cual empezó a decaer pronto; y ciento
cincuenta años después fue abandonada por sus moradores, para trasla
darse a la que empezaba a prosperar a orillas del río La Vieja.
Poco menos que desierta e ignorada permaneció la región hasta el año
de 1837, en que Fermín López hizo allí algunos desmontes, y los abandonó
dos años más tarde para establecerse en el lugar en que poco después
fandó con algunos compañeros la población de Santa Rosa de Cabal.
Parece que no hay descendientes de López de posición pecuniaria ;
pues de otra manera su nombre se habría recordado a esta generación y
las siguientes, dándoselo aunque sólo fuera a una calle en Macízales,
Santa Rosa o Pereira, por haber sido él el primero que se estableció en
los lagares en que se fundaron estas tres poblaciones.
Ciento sesenta y dos años después de abandonada la antigua ciudad
de Cartago, en 1862, varios vecinos de la nueva, entre ellos el doctor José
Francisco Pereira, el presbítero Remigio Antonio Cañarte y don Félix
de la Abadía, concibieron el proyecto de restablecer la población. El 24
de agosto de 1863 el presbítero Cañarte y Abadía, acompañados por el
presbítero Sebastián Montaño, Jesús María Ormaza, Jorge Martínez y
Elias Recio, emprendieron marcha de Cartago para realizar aquel pro
yecto-
E n el lugar escogido, que resultó ser el mismo del asiento de la ciu
dad abandonada, encontraron seis ranchos de guadua con techo de lo
mismo, y allí levantaron uno pajizo en el lote que hoy ocupa la parro
quia. El 1? de noviembre se dijo allí la primera misa y se hizo el primer
bautizo. Esa capilla se conservó hasta 1876.
Demarcaron seis manzanas en terreno entonces cubierto de fértil gua
dua!, para hacer la nueva fundación, y los primeros colonos que se esta
blecieron allí faeron Nepomuceno Baitrago, José Hurtado, Tomás Cortés
y otros antioqueños y caucanos.
R u fin o G u tié rr e z 55
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58 P e r e ir a
CARTAGO
Cartago, enero l.° de 1918
Mientras sale vapor para Cali y hago el viaje en él, aprovecho el
tiempo para empezar a dar algunas noticias sobre esta ciudad de Oarta-
go, llamada a prosperar notablemente cuando el ferrocarril de Amagá
venga a unirse aquí con el del Pacífico, que irá a enlazarse con el de Iba-
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64 G a rta g o
que llegó Pedro de Ayala, nombrado para ese cargo por Belalcázar, do
quien dependía, y no de Andagoya, ese territorio. Ayala fue reemplazado
el 9 de julio siguiente por Francisco de Eodas, nombrado Teniente de
Gobernador y Capitán General por el mismo Belalcázar, y feudas fae
reemplazado naeve días después en la misma forma. Estos frecuentes
cambios eran motivados por el temor de que los tenientes al realizar la
conquista de un nuevo territorio se independizaran de sus Jefes, como
acababa de hacerlo Belalcázar con Pizarro.
Después de despojado Robledo marchó para España, y de allí regresó
con el nombramiento de Gobernador de lo que había descubierto y con
quistado, y se presentó en Oartago, cuyo Cabildo lo reconoció “ cediendo
a la fuerza,” como lo expresó en el acta respectiva.
En los primeros años tuvo importancia la ciudad, porque era el cen
tro de operaciones sobre la rica Provincia de los quimbayas.
En 1565 el Rey Felipe n le concedió el escudo de armas, y ya había
allí un convento de Franciscanos, y también hubo tresJglesias, pero de
bieron de ser edificaciones may ligeras, porque no quedaron restos apre
ciables de ellas. En 1601 le causaron graves perjuicios los pijaoR, quienes
venían hostilizándola de tiempo atrás. En 1603 Jos mismos indios pusie
ron sitio a la ciudad; de allí siguieron a atacar a Ibagué; y entonces el
Gobernador de Popayán ordenó levantar faerzas en Oartago para ir
a perseguir a loa indios en combinación con las fuerzas de Ibagué y To-
caima. Ese mismo año representaron los vecinos a la Audiencia para de
cirle que los indios los tenían sitiados, sin dejarles pasar víveres, que les
mataban los ganados, y agregaban que estaban resueltos a emigrar. Ya
desde el año anterior de 1602 los vecinos habían tenido que cercar de ta
pias todo el poblado, que era pajizo, para defenderse más fácilmente de
los ataques de los indios, y habían tenido que recogerse allí con todo lo
que pudieron escapar de esos ataques.
La hostilidad de los pijaos, la despoblación de indios de trabajo a
causa de las pestes, especialmente de la de viruela, y de las duras labores
a que los sometían los conquistadores en el laboreo de las minas y de las
tierras, y muy particularmente el incremento que iba tomando un caserío
que se formaba en pleno valle, a orillas del río La Vieja, hicieron que el
día 21 de abril de 1691 todos los vecinos se trasladaran en solemne pro
cesión, presididos por la imagen de la Virgen de la Pobreza, al lugar que
hoy ocupa Oartago, que tenía la ventaja, entre otras, de uo estar aislado
como el que abandonaron, sino en vía que comunicaba a la capital del
Nuevo Reino de Granada con el sur de éste y con el Perá, lo mismo que
con el Chocó y las ciudades de Anserma, Antioquia y Toro. El camino del
Quindío ya había sido abierto por el Capitán Melchor de Valdés cuande fue
comisionado por el Gobernador de Popayán para perseguir a los pijaos.
El Cosmógrafo Mayor de Indias, don Juan López de Velasco, en su
descripción geográfica del siglo XVI, dice que Cartagode 1572 a 1575 era
pueblo de 17 vecinos encomenderos y los demás pobladores, y tratantes
otros tantos, con 4,000 indios tributarios, casa de fandición, Teniente de
Gobernador y dos Alcaldes Ordinarios. Agrega que estaban en la juris
dicción de la ciudad estos pueblos de indios: Tanipa, Lasegue, Noguo,
Co, Porraaga, Pegoyago, Taguambí, Tuscunda, Sautoma, Utanquea,
Pindaña, Quindo, Yamba, Sosaquibi, Pión, Oosota, Tarita, Crabamuy,
Chimbati, Sasacua, Andio, Gorrones, Tamansi, Ooinza, Tocaromisi, Pe-
rambosa, Permasí, Imato, Zango, Sasapa, Junilloy elpatán.
Monografías—Tomo 2?—5
66 Cartago
encuentran quienes les compren las nóminas ni con los más usurarios
descuentos.
En noviembre último se transmitieron 1,528 despachos porteados,
por $ 329-82, y se recibieron 1,281. No hubo cables. Los telegramas ofi
ciales transmitidos fueron 463, y 423 los recibidos. Los repetidos alcanza
ron a 18,885, y los cables repetidos a 3,424, uno de ellos de 5,400 palabras.
En materia do instrucción hay esto:
Colegio oficial de varones, costeado por el Distrito, al cual auxilia el
Departamento con $ 200 mensuales, en local que hace parte de lo que fae
convento de franciscanos, de propiedad de la Nación, con un Director,
trece Profesores, nn Inspector, un Tesorero, un Sectetario, un Portero y
128 matriculados;
Escuela urbana de varoues número 1, a cargo de un Director, con
$ 36 de sueldo, y tres Maestros, a $ 30, todos ellos de la comunidad de
los Marietas. El local es de propiedad del Departamento. Hay 310 ma
trículas;
Escuela urbana de varoues uúmero 2, con un Director y dos Maes
tros, a $ 36 y $ 30, respectivamente, en local del Departamento. Alum
nos, 130;
Escuela urbana de varones número 3, can un Director, que gana
' $ 36, y 100 alumnos, en local adquirido por el Distrito;
Escuela urbana de niñas número l.°, a cargo de cuatro Hermanas de
la Caridad, a quienes se paga a $ 20, en local dé propiedad del Distrito.
Matriculas, 252;
Escuela urbana de niñas número 2, con una Directora y una Maes
tra, que ganan a $ 32 y $ 30, eja local del Distrito. Matrículas, 130;
Escuela urbana de niñas número 3, con una Directora y dos Maes
tras, que ganan $ 32 y $ 30, en local alquilado por el Distrito, y 136 ma
triculadas;
Escuela de Tejidos y de Corte, a cargo de una Hermana de la Oaridad,
que gana $ 20, en local alquilado por el Distrito; 50 aíumnas; /
Cinco Escuelas rurales de varones, cinco de mujeres y siete alterna
das, en ocho locales de propiedad del Distrito y nueve alquilados, eon
498 varones y 528 niñas. A todas las Maestras se íes paga $ 20, y
Colegio de señoritas llamado de María Auxiliadora, con 215 alumnas.
Los educandos de Oartago son por junto 2,477.
El Colegio de María Auxiliadora, a cargo de Madres Franciscanas,
es costeado por el Municipio, quien suministra el local y paga $ 25 a cada
una de las Madres que se ocupan en la enseñanza, y $ 20 a un Capellán.
Para atender a los gastos está destinada la mitad del producto del puen
te de Bolívar, sobre el río La Vieja. El Distrito creó una Junta, que pue
de considerarse directiva de este Colegio, la cual le presta decidido apo
yo. Se dan allí enseñanza primaria y secundaria de música, modistería,
floristería, ididmas, pintura, etc., y para ello se cuenta con todos los ele
mentos necesarios y de buena calidad. Las Madres Franciscanas depen
den de la casa madre establecida en Tóquerres, que,fue el primer lugar
del país adonde vinieron, traídas por el Ilustrísimo señor Obispo de la
Diócesis, doctor Leonidas Medina, y por el notable benefactor y promotor
de toda buena obra piadosa y de beneficencia que se emprende en aquella
región dei Snf, don Angel León. El señor León les donó una magnífica
casa para*que se*establecieran en Túquerres, y después otra para el Co
legio que abrieron. La labor de las Madres en la enseñanza dio tan bue
nos resaltados, que hoy tienen establecidas muchas casas en diferentes
poblaciones del país, inclusive el Uaquetá y el Patumayo. Las de la casa
72 O ar ta g o
de Cartago son 18, y entre ellas hay alemanas, francesas, italianas, suizas
y colombianas. De las 215 alumnas, 66 son internas, procedentes de dife
rentes poblaciones del Valle, de Caldas y del Tolima, que pagan pensión
de $ 12 mensuales, Por cada diez alumnas que pagan pensión se concede
una beca gratuita, que es adjudicada por la Junta Directiva. El edificio,
de propiedad del Municipio, es muy cómodo y amplio, con buen jardín,
una bonita capilla elegantemente pavimentada, salones de estudio y aulas
con mobiliario fino; los dormitorios tienen elegantes catres de hierro con
sus toldillos; y todo allí es por el estilo. Este Colegio, que hace honor a
Colombia, es uno de los que más me han llamado la atención en todo
sentido. Al salir de la misa solemne hoy la comunidad, hombres y muje
res de todas las clases sociales se agrupaban en las esquinas y las puertas
a presenciar el desfile: eso y los comentarios que oí me revelaron lo satis
fecha que está la sociedad cartagüefía con su Colegio. Las niñas lleva
ban bonitos y sencillos uniformes y un catrecito cada una.
Los Hermanos Maristas se establecieron aquí desde 1898, y desde
entonces se puso bajo su dirección la Escuela urbana que regentan. El
local, de propiedad del Departamento, es una casa poco apropiada para
el objeto a que está destinada, por su estrechez y malas disposiciones y
la incomodidad de los patios. Tiene extenso huerto; el mobiliario es insu
ficiente y de mala calidad. Dos Hermanos habitan en casita contigua que
costea el Distrito.
Los locales de las otras Escuelas urbanas son casas viejas, incómo
das, y el mobiliario malo y escaso.
Don Cristóbal Botín, vecino de Popayán, dejó en su testamento
$ 45,000 para fundar un Colegio en Cartago, con la advertencia de que
si no se fundaba se destinaran $ 20,000 para un Colegio en ualí. La Cé
dula Real defandación del Colegio de Buga, de 30 de noviembre de 1743,
dice que esas donaciones no fueron aceptadas.
El hospital fue fundado por esfaerzos del presbítero don Tomás Es
cobar en 1888, cuando él regentaba aquí un Colegio, ayudado eficazmente
por Alejandro Concha, en casa de la cual cedió la mitad don Bonifacio
Zorrilla y la otra mitad la compró con mandas de vecinos. Está a cargo
de cuatro Hermanas de la Caridad, a quienes no se paga sueldo alguno.
Tiene dos piezas estrechas para enfermos varones, con camas de malos
tendidos; otras dos para mujeres, en las mismas condiciones; un depar
tamento para pensionados, y gran huerta que va hasta el río. Hay vein
tidós varones y veinticuatro mujeres, pero la mayor parte más que enfer
mos son ancianos asilados. También hay veintidós muchachas recogidas
a quienes se dan algunas enseñanzas, y prestan servicios eficaces en el
hospital; ellas tienen su departamento separado con camas bien arregla-
ditas. Tiene el establecimiento decretados auxilios de $ 25 por la Nación,
$ 45 por el Departamento y $ 70 por el Distrito, pero de eso no todo se
hace efectivo. Una ley nacional de 1915 votó $ 3,000 pata#ampli»r el edi
ficio, pero no se han pagado. Se le había destinado el producto de la ex
tracción de cacao, y desde hace algún tiempo ya no se cobra ese impues
to. El Hospital y el Asilo de niñas se sostienen con las limosnas de los
vecinos, y muy especialmente con las constantes que envía el General
Rafael Reyes por conducto de su cuñada, que es la Hermana encargada
del Asilo. El botiquín tiene buenos envases, pero está muy escaso de
drogas. Hay una buena capilla,.cuyo altar y ornamentación fueron cos
teados por los Generales Rafael Reyes y Euclides de Angulo.
El Cementerio primitivo era al Oriente, en lo que llaman el Llauo, a
larga distancia. En 1897 lo trasladó a! lugar en que está hoy, e! presbí-
R u fin o G u tié rr e z 73
74 Oartago
/
Rufino Gutiérrez 75
Distrito cobra $ 0-60 de matadero por cada res vacuna, y en ese mismo
mes le correspondieron $ 78-90 por el 15 per 100 del producto del de de
güello de ganado mayor.
Cuadros de la Oficina de Estadística de la capital del Departamento
dicen que en 1915 había en Cartago 48,000 cabezas de ganado vacnno,
20.000 de caballar, 26 del de cerda, 6,500 del lanar, 800 del cabrío,
7.000 del mular y 1,000 del asnal; cifras éstas que considero sumamente
elevadas, menos en la de ganado de cerda.
El mercado, no muy abastecido, es los lunes, y en escala reducida
hay todos los días. En la primera semana de los meses de julio y diciem
bre hay una gran feria de ganados, muy concurrida.
La renta de tabaco pertenece al Departamento. Antes pagaba $ 0-08
por kilogramo, pero desde el 6 de diciembre próximo pasado se aumentó
repentinamente ese impuesto a $ 0-50, loeual ha causado un grave trastor
no en la renta. En octubre produjo pon el gravamen de $ 0-08, $ 443-32,
y en novienbre con el dé $0-50 sólo subió a $ 1,675-18. De esa renta
no se cede nada a los Distritos, como en Caldas, pero una ordenanza
dispone que el 50 por 100 de su producto se invierta en edificar locales
para Escuelas. Esto me parece muy acertado mientras el Valle esté mane
jado por Gobernadores tan progresistas y prudentes como el actual, doctor
García Córdoba, y mientras no se despierte el espíritu público entre los
Concejeros. Aquí no se devuelve, como eu el Departamento de Caldas, el
impuesto correspondiente a la vena de! tabaco, y por consiguiente no se
dan facilidades a los defraudadores. El aüo pasado se denunciaron 453
plantaciones con 516,370 matas.
La renta de licores, que constituye un monopolio desde el año de
1891, está administrada directamente por el Departamento. El mes de
noviembre produjo en el Distrito $ 3,478-2L Deesa renta corresponde al
Municipio el 15 por 100.
El expendio de especies de timbre produjo $ 3,333-80 en 1916, y la
renta de consumo, $ 490-14.
La población permanece por la noche en completa oscuridad, pero
antes dedos meses estará dotada de alumbrado eléctrico en mny buenas
condiciones económicas y de servicio, conforme a contrato que celebró el
Concejo con lps dueños de la planta de Pereira para traer de allí la ener
gía. De esto di datos pormenorizados ai hablar de aquella población.
La ciudad de Cartago, una de las primeras fondadas en el país,
asentada a la orilla de un gran río qne corre casi al nivel del plano del
poblado, carece de agna potable dentro de ella, y los vecinos tienen que
llevar en vasijas de ese río la que necesitan en sas casas; cuando llueve
y baja el agua turbia, hay que dejarla decantar por días, pues rara es la
casa en que usan filtro. Por cansiguiente, donde hay excusados son en
seco. En las calles principales se han cubierto los caños, formando alcan
tarillas para recibir las aguas lluvias de las casas.
En 1873 se trajo la primera* imprenta, y ya hay tres. En aquel año
se publicó el primer periódico, que se llamó Fe, Esperanza y Caridad..
Hoy se publica uno político y otro que es órgano oficial de la Academia
del Colegio.
Sólo hay dos teléfonos, que van de la población al puerto de la Fres
neda y a una hacienda.
Establecimientos industriales hay:
Cuatro zapaterías. '
Diez galpones.
Oaatro dentisterías.
R u fin o G u tié rr e z 77
Cinco boticas.
Uúa fotografía.
Dos librerías.
Tres hoteles.
Ejercen sus profesiones cinco abogados y tres médicos graduados.
Prestan servicio un automóvil y cinco carros. *
Funciona una Sociedad de San Vicente, que no prospera.
Cuatro billares y una gabera, bastante concurridos.
No hay más extranjeros que cuatro comerciantes sirios.
Hace, mucha falta en cada población de la República, empezando
por la capital, un hombre de la escuela de Ricardo Olaoo y Jorge Ro
dríguez, de Medellin, o de Simón Araújo, de Bogotá, para que hagan
despertar el espíritu público entre gobernantes y gobernados, a fia de
que haya quien se interese por el mejoramiento y progreso locales.
ROLDAN1LLO
R oldanillo, enero 3 de 1918
El día l.° salí de Oartago a tomar el vapor en el puerto de la Fres-
nada, a una legua de distancia, por camino llano, sólo en parte bien
demarcado y el resto por entre potreros enmalezados, sin cercar, nada
bien conservado todo él; pero ya va muy adelantada la obra, en que se
trabaja con grande empeño por cuenta del Departamento, de convertir
esa vía en excelente carretera con puentes y alcantarillas de buen mate
rial sobre toda corriente que lo atraviese, por chica que sea.
Como a la media legua se llega al Corregimiento de Santa Ana, cuyo
caserío tiene iglesia y algunas casas de ladrillo, adobe y tapia pisada,
con techo de teja de barro, y muy antiguas, y las demás edificaciones son
áe bahareque o guadua con techo de paja; todas diseminadas en el llano
sin simetría y. con fértiles y chicas sementeras de plátanos y caña, cerca
das con guadna. 1
La Fresnada, que es el puerto de la Compañía Oaucana de Navega
ción, no tiene más que un casarón de teja que sirve de bodega, tan des
cuidado, que parece de construcción muy antigua, y sólo data de 1907.
Estaba casi desocupado de carga de importación y exportación. A corta
distanciado allí, bajando el río, hay un rancherío llamado Anacaro, que
es por donde se pasa de Oartago para Ansermanuevo.
E]l Cauca bajaba muy crecido. A las cuatro de la tarde tomó el vapor
Santander, de la Compañía Antioqueña de Navegación.
Por separado, cuando llegue a Cali, daré algunos datos sobre las
empresas y el servicio de la navegación y de lo que hay en materia de
canalización ; y por eso me limito hoy a decir que el servició es bueno, el
buque, cómodo, que por falta de un filtro teníamos los pasajeros que to
mar turbia el agua del río, y que aunque hay varios camarotes, muy es
trechos, de a dos camas, pasó la noche en cubierta, porque había bastan
tes pasajeros, especialmente señoras, que se habían embarcado en Puerto
Caldas y La Virginia.
Se navegó unas cuantas horas durante la noche, y a las cinco y media
de la mañana llegámos al puerto de Roldanillo, que queda a unas 15 le
guas de la Fresnada. Tiene allí una mala bodega cada una de las dos
Compañías de navegación.
Poco más de media legua hay de este puerto a la población por ca
78 R o l d a n il lo
38 y Dueve alternadas, con 421 niños y 517 niñas. Á todas las Maestras de
las rnrales se les paga a $ 20.
Los educandos en Roldanillo son 1,560,
Los locales de las Escuelas son incómodos y tienen mal mobiliario.
El edificio de la Escuela superior de señoritas parece bastante bueno,
y tiene uu gran jardín, pero no pude conocerlo, porque la Superiora de
las Hermanas .no me permitió entrar. Lo construyó el presbítero Jesás
María Oadavid, con limosnas de los vecinos, en terreno cedido a la igle
sia por el presbítero Elias Guerrero. El Distrito lo reclama como suyo, y
el Cura no lo reconoce como dueño, y por eso aquél paga de cuando en
cuando $ 8 mensuales, por vía de arrendamiento. Está contiguo a la er
mita, comunicado por dentro con ella y con frente a una plazuela que
tratan de convertir en parque.
lío posee el Distrito más que estos bienes: tres locales de Escuelas
urbanas, tres de Escuelas rurales.
La Casa consistorial, de dos pisos, muy buena y muy grande, es de
propiedad del Departamento, Allí están alojadas todas las oficinas de
éste, las del Municipio y la Cárcel. El Distrito paga 8 8 de arrendamien
to. El salón del Concejo es grande y demasiado modesto, con sólo dos
mesas y unos pocos taburetes. En la parte baja del edificio está bien
acuartelada la Policía Departamental, que consta de doce individuos
uniformados. El Distrito costea dos Agentes.
En 1917 hubo 197 nacimientos, de ellos 97 hijos naturales, 73 defun
ciones y 3? matrimonios.
Hay 577 propiedades inscritas en el catastro, avaluadas en $ 345,430.
El presupuesto para este año sube a $ 6,194-16; para instrucción pú
blica se destinan $ 740, y para obras públicas, $ 973.
La renta de degüello produjo en octubre último $ 608-96; la de lico
res, %3,013-53; la de tabaco, $ 922-80; la de registro e hipoteca, $ 81-72,
y la de timbre nacional, $ 74-29.
El censo de 1870 da a Roldanillo 3,324 habitantes; 7,304 el de 1905;
9,196 el de 1912, y 9,033 uno de 1914 (1).
En un cuadro estadístico de la oficina del ramo eu la cabecera del
Departamento aparece que Roldanillo en 1915 tenía 5,740 cabezas de ga
nado vacuno, 2,014 de caballar, 4,300 de cerda, 698 de lanar, 305 de cabrio,
203 de mular y 25 de asnal.
La ermita existe desde la época de la Colonia, pues hay dato de que
el Cura, doctor Francisco José Figueroa y Victoria, quien fue después
Obispo de Popayáu y Arzobispo de Guatemala, la hizo construir. Es
de regalar tamaño, de ladrillo, con frontis y torre muy desairados y
bastante desprovista de cuadros e imágenes.
La primera capilla que se construyá era de paja, y estaba del lado
de atrás de la actual parroquial. Esta tiene el frente a una calle, y uno
de los costados da a la plaza. La torre, que se avanza bastante hacia la
calle, es muy fea y de construcción reciente. Es iglesia amplia, cou bue
nos altares y pavimento de ladrillo, pocas bancas, lujosos reclinatorios,
muy aseada y de aspecto alegre.
Había un cementerio, que fue abandonado hace seis años. El nuevo,
que puede considerarse lujoso, está cercado con muros de ladrillo forman
do arcos. Tiene muy regalares monumentos, pero está bastante retirado
del centro y muy enmalezado.
No hay hospital, pero el rico capitalista José Antonio UrdinoU, que
hace poco murió, dio $ 1,000 para faudar uno, y se trata de esto.
En la plaza, que tiene pila, hay siete casas altas. Allí se hace el mer
cado tres veces en la semana, con poca concurrencia y escaso abasteci
miento.
Parten de la cabecera caminos para el puerto, para La Unión, para
Bolívar, para Versal les y para Cajamarca. Hay además una trocha, casi
intransitable, para el Chocó.
Se carece de alumbrado público. Como hay caídas de agua cercanas,
se habla de establecer una planta eléctrica que sirva a esta población y a
las de Bolívar y La Unión.
El servicio de aguas urbanas es del Municipio, quien ha puesto un
acueducto de hierro de cuatro cuadras, y tiene establecidas tres fuentes
públicas. A las casas particulares no va agua. No hay alcantarillado. Al
pierde la población, casi por su centro, pasa una abundante corriente de
agua, a poca profundidad.
Se carece de reloj público.
Las calles son muy irregulares, poco rectas; en casi todas ellas, así
como en la plaza, se ve el pasto tan crecido que es difíbil saber si están
empedradas; parece que lo están unas pocas; aun en las más centrales las
cercas de los solares son de guadua.
Hay tres hotelitos, uno de ellos, del señor Pablo Gálvez, bien servido
y de precios excepcionalmente módicos; una fotografía; dos dentisterías,
una de ellas servida por señoritas.
Había una gallera, que se cerró hace algún tiempo, y hay un billar.
Extranjeros no hay más que un francés, que es institutor.
Por iniciativa del señor Gura se está formando una biblioteca pú
blica.
No hay en el Distrito minas de oro ni salinas.
La principal industria es la pecuaria; pero la cría de cerdos, que én
otro tiempo hacía de esta plaza uno de los principales mercados del país
en ese ganado, ha disminuido mucho.
Lo propio ha sucedido con el cultivo de los cocos. Antes, al darse
una casa en arrendamiento de las muchas que tenían cocoteros en los so
lares, el precio se fijaba por el número de palmas; hoy no sucede esto,
porque han desaparacido casi todas, unas destruidas por rayos, y la ma
yor parte por los escarabajos que se introducen en los cogollos y las se
can; y los vecinos se preocupan tan poco por conservar ésta, que era
una fuente de riqueza, que no vi una sola palma nueva, y han dejado
que los muchachos maten o ahuyenten con caucheras los coclíes, que eran
los que destruían los escarabajos. Becuerdo que en 1891 la mayor parte
de los cocos que se consumían en el Valle procedían de Boldanillo, y que
por uno pedían $ 0-05 y por la docena de $ 0-40 a $ 0-50 de la moneda
de entonces (el cambio por oro era aH9ü por 100). Hoy vale aquí $ 0-10
oro un coco, y las principales poblaciones del Valle se proveen del fruto
de las costas del Pacífico.
Se cultivan algo el cacao y bastante los plátanos, pero en pequeñas
sementeras. Las inundaciones de fines del año antepasado y las actuales
perjudican mucho todos los cultivos y aun la ganadería, pues una llanura
de éstas inundada por semanas y hasta por meses no se restablece en sus
buenas propiedades nutritivas sino después de trancurridos dos o tres
años.
La parte alta de la Cordillera Occidental, excepción hecha de la re
gión de Oajamarca, completamente abandonada e inculta hasta hace po
cos años, empieza a ser cultivada por inmigración de agricultores antio-
Monografías—Tomo 2?—6
\
/
82 Cali
CALI
* Cali, enero 16 de 1918
En la tarde del día 3 tomé el vapor en el puerto de Roldanillo para
venir a esta ciudad. Había pocos pasajeros, porque a las poblaciones no
se da aviso de la hora a que debe llegar el vapor al respectivo puerto.
Navegamos hasta las diez de la noche, y el 4 llegamos a Puerto Isaacs a
tomar el tren que pasaba para acá.
El río estaba sumamente crecido, todavía más que en las avenidas
de fines del año de 1916, pues en el puente del ferrocarril señala ahora
cuatro pulgadas más de elevación el nivel que en aquel año.
De Tuluá para arriba, hasta muy cerca de Cali, las aguas habían
inundado ajado y lado una grandísima extensión de terreno, formando
un inmenso lago y echando a perder plantaciones y pastales, lo cual obli
gó a abandonar muchas casas y a llevar los ganados a otros lugares.
En este trayecto hace el río dos vueltas de leguas para volver casi al
mismo punto de partida, y si se cortaran mermarla mucho el tiempo que
se gasta en el viaje. La operación sería sencilla y poco cotosa, mucho más
habiendo una draga con excavadora. Hace poco que en el Departamem
to del Magdalena se abrió con una de esas excavadoras, en corto tiem-
po, un largo caño por donde entran hoy los vapores y demás embarcacio- '
nes de la Ciénaga a la población del mismo nombre. Aquí apenas se em
pezó a hacer el corte de una de aquellas vueltas, pero no con la draga.
Si no se rectifica el curso del río y se canaliza sobre todo en la parte
baja en que el agua tenga mayor cuelga y se desocupan en lo posible las
numerosas ciénagas que se han formado, las inundaciones serán mayores
de día en día, y la navegación por vapor llegará a hacerse poco menos
que imposible, porque todos los tributarios del Cauca arrastran a él gran
carga de detritos, y el oleaje que produce el paso de las embarcaciones
va desbarrancando visiblemente y en tal proporción las orillas de tierra
vegetal deleznable, que de un año para otro se nota claramente cómo se
ancha el cauce. Todos esos despojos van depositándose en el fondo del río,
de donde no se mueven por la poca corriente que tiene el agua, y natural*
mente su nivel está subiendo de manera constante, y con la menor aveni-
R u fin o G u tié rr e z 83
I
R u fin o G u tié rr e z 85
menos an alfiler; son tan buenos indios e tan sin malicia, que inclinan
los corazones de todos a que los quieran bien. Había en otra montaña
más de ocho mil indios, e no han quedado seiscientos de todos con el
continuo tra b a jo e n el acarreo de carga, que es la forma en que los blan
cos les exigen el tributo. v
El Cura y Yicario que había entonces era Juan Montano, y había
también un “monasterio de La Merced, con tres o cuatro frailes.”
El 11 de septiembre de 3735 nació en Oali el doctor José de Cuero
y Caicedo, quien fae Obispo de Cuenca y de Quito; y el 22 de agosto de
1773, don Joaquín Caicedo y Cuero, fusilado en Pasto el 26 de enero
de 1813.
El 30 de enero de 1790 se hizo en Cali la solemne jura del Rey Car
los 1Y.
Ai principio Cali dependía de la Audiencia de Lima, y más tarde se
le hizo depender de la de Quito.
A mediados del siglo x v n se sublevó el pueblo de Cali porque iban
a ahorcar a un hombre que había sido condenado a la pena de muerte,
lo sacó de la cárcel, despedazó la horca, y amenazaba de muerte a los
Alcaldes, quienes tuvieron que asilarse en una casa. El Yicario salió a la
calle con el Santísimo, y así calmó al pueblo; la agitación era tan grande,
que tuvieron que venir de Popayán el Gobernador y el Obispo.
Cuando en 1793 se declaró la guerra entre España y Francia, el Rey
pidió donativos a los súbditos de las colonias para sostenerla, y Cali con
tribuyó con 911 patacones, de ios cuales fueron 100 del Alférez Real don
José Micolta, y 100 de don Manuel Umaña.
Preocupado el sabio Caldas por las dificultades que encontraba el
comercio a su paso por el Istmo de Panamá, decía a don Santiago Arroyo
y Yalencia en carta de 5 de julio de 1797:
“ El Istmo de Panamá es una barrera inaccesible, por otra parte que
por el Arrastradero de San Pablo. Este tránsito era digno de inmortali
zar a cualquiera, rompiendo la pequeña ‘bolonia7que separa los ríos Atra
to y San Juan.”
. El 13 de julio de 1810 el Cabildo de Cali organizó una Junta de Se*
guridad Pública que propendía a influir en la variación del sistema po
lítico y de gobierno del Reino y para pedir que en la capital se instalara
una Junta Superior.
El l.° de noviembre de 1810 se instaló en Oali una Junta de Gobier
no, presidida por fray José Joaquín Escobar, para secundar el movimien
to revolucionario de Bogotá del 20 de julio. Esa Junta promovió, una fe
deración de las ciudades del valle, y acogida por ella la idea, eligieron
Diputados Cali, Buga, Caloto, Toro y Anserma, para una Asamblea que
debía reunirse aquí. Por disposición de ese Cuerpo se sembró en la plaza
mayor el “ árbol de la lib e rta d ,q u e fue una mata de cafe, y más tarde
se cambió por una palmera. Esta fue destruida el año de 1813, cuando
entraron los realistas. El 14 de noviembre de mismo año se juró solem
nemente en Cali ia Constitución española expedida el anterior en Cádiz,
y entonces se dio a la plaza mayor el nombre de Plaza de la Constitución.
Cuando en 1811 pasó por aquí el Coronel Antonio Bara^ a a atacar
al Gobernador realista Tacón, se le unieron 500 vecinos a las órdenes de
don José María Cabal. Obtenido el triunfo de Palacé por los patriotas,
la Junta de Gobierno de Cali, con el señor Cabal como Presidente, se
trasladó a Popayán, y al acercarse allí Sámano, en 1813, regresó a Cali,
donde volvió a levantarse el pueblo en favor de la libertad, el 22 de di
ciembre de este último año.
86 Cali
blanca, formada por las represas y los ríos Pance, Lili, Melendez y Ca-
fíaveralejo al desembocar en el Canea. Es esa laguna un criadero de zan
cudos y el origen del paludismo que aflige al vecindario. Por allí hay
bastante movimiento de embarcaciones menores para el comercio de vive
res con las poblaciones y haciendas que demoran al norte de ambos lados
del río.
Funcionan en Cali un Tribunal Superior, con tres Magistrados} un
Juez Superior, cuatro Juzgados de Circuito, de los cuales uno conoce en
asuntos criminales} dos Notarías, una Oficina de Registro, y Cónsules de
Alemania, Estados Unidos, Francia, Noruega, Ecuador y Bolivia.
El Tribunal fue creado en 1893, como unitario, con el nombre de
Tribuual del Pacífico; en 1907 se le hizo plural con el nombre de Tribunal
del Norte, y desde 19i2 se llama Tribuual del Distrito Judicial de Cali.
El Juzgado Superior fue creado en 1882; más tarde se le eliminó, y
volvió a establecerse en 1905.
El primer Juzgado del Circuito en lo Civil se creó en 1848; el segun
do, en 1905; el tercero, en 1916, y el de lo Criminal, en 1882. Desde 1916 se
considera éste como 4.° del Circuito.
En los protocolos de la Notaría hay escrituras que datan de la pri
mera época de la Colonia; pero la primera no fue creada hasta 1852, y la
segunda un poco más tarde.
Hay datos de que la Oficina de Registro funciona desde 1816.
La iglesia de San Pedro, hoy Catedral y parroquial a un tiempo,
tenía sólo este último carácter antes de crearse el Obispado, desde 1693.
La construcción de la actual se empezó el l.° de septiembre de 1772 y se
concluyó en 1841. Para eso dio la Corona de España 3o,009 patacones.
La torre se levantó el año de 1866, por iniciativa del Cura fray Damián
González, y el reloj público fue colocado allí en 1868. El terremoto del
25 de mayo de 1885 le causó graves daños, y con ese motivo recibió im
portantes reparaciones. Es un bonito y espacioso templo, con elegantes
frontis y torres, buenos altares, pavimento de ladrillo, un rico y artístico
sagrario, cuadros y estatuas de bastante mérito, 70 buenos escaños y
16U lámparas eléctricas. Hace lucido papel como catedral.
La otra parroquial, 8au Nicolás, fue construida a costa de una fami
lia piadosa en 1806. Es iglesia fea, achatada, de humilde frontis, malos
altares y peores imágenes. Está edificada en un rincón de la plaza; pron
to será demolida, y entonces ésta quedará de forma regular, pues en el
costado occidental de ella se está construyendo un nnevo y espacioso
templo. La primera piedra de él se colocó el 20 de noviembre de 1880, y
su fábrica ha adelantado muy poco. Hay que tener confianza en que el
actual Cura llevará la obra a feliz término rápidamente. Aunque hace
poco que se encargó de la parroquia, ya levantó al lado del nuevo templo
una buena casa cural de dos pisos.
La ermita es una capilla chica, de aspecto muy viejo, descuidada y
desmantelada, con una pobre torrecita. Fue construida a principios del
siglo XVili. Al lado de ella se han establecido las Carmelitas.
La iglesia de Santa Rosa fue la segunda que se levautó, del otro lado
del río, y porque la población crecía del lado de acá, y se dificultaba el
paso, se trasladó a su actual asiento. Es apenas no inferior a la ermita,
tiene dos cuadros regularas y una silla autigua de artísticos tallados y
dorados. Se edificó en 1690 la actual, lo mismo que el convento contiguo,
en el cual se estableció el Colegio de Padres Lazaristas en 1886.
La capilla de San Antonio se edificó en 1746, en una colina que do
mina la ciudad por el Occidente, en terreno de dos fanegadas, que con
92 Oal¡
ese objeto cedió don Juan Garcés de Aguilar. No tuve tiempo para ir a
visitar esa modesta capilla, que a todas horas veía cerrada.
El convento de La Merced se fundó en 1545 por Mercedarios que
trajo Belalcázar de España, a las órdenes de fray Francisco de Granada,
y cuando el Congreso de 1821 decretó la extinción de los conventos me
nores, el Gobierno cedió por poco tiempo a los Mercedarios el actual edi
ficio de Santa Librada. La primera iglesia reedificada en Cali fue la de
La Merced; es chica, muy aseada* de aspecto antiguo, regularmente pa
vimentada, con buen altar mayor de dorados fiaos y bonita capilla late
ral. Está al frente de una ampliación de la calle en forma de plazuela, ^
no tiene atrio; ei frontis es modesto, y en la parte de atrás hay una torre
correcta. Hoy, tanto la iglesia como el convento contigao, el cual es de
muy antigua construcción, están a cargo de veinte Madres Agustinas,
quienes por disposición legal tienen un asilo de muchachas pobres, en el
cual hay más de 50. A llí se les da enseñanza de primeras letras y de
mny variadas obras maun&les. Estas asiladas trabajan para la calle en
lavado, aplanchado, costuras, bordados, obras de cocina, etc. La primera
misa la celebró en Cali fray Santos de Añazgo, en La Merced.
No encontré dato preciso de la época en que se fundó el convento de
Dominicanos, pero fue a mediados del siglo XViii. Suprimida la comuni
dad por ley del año de 1821. el Gobernador don Eusebio Borrero destinó
la iglesia, adaptándola, a escuela de primeras letras en 1839, y más tarde
se construyó en sn asiento el actual Palacio de Justicia. El convento se
vendió, y en su área construyeron casas particulares. ^
El convento de San Francisco de Cali, lo .mismo que los de Popayáa
y Quito, fue fundado en 1761 por fray Fernando de Jesús Larrea, quien
dirigió la obra del convento y de la iglesia. Aquí murió y se conservan
sus restos. Para la fundación del de Cali dio 6,000 patacones fray Nico
lás de Hiuestrosa.
Desde 1750 vinieron de Quito algunos misioueros Franciscanos, y el
Key de España autorizó la fundación del convento por Cédula de 11 de
mayo de 1756. En 1766 se le declaró independiente de la casa de Po-
payán. Se empezó por comprar una manzana y por edificar el convento y
□na capilla, la cual fue reedificada por el vecindario en 1889 y dedicada
a Nuestra Señora de Lourdes. Sin embargo de lo qae dejo anotado sobre
losFranciscanos, el corógrafo don Juan López de Velasco dice que en 1575
tenía el ‘‘monasterio uno o dos religiosos.”
En 1800 se empezó a levantar el actual templo de San Francisco, y
se concluyó en 1827, por planos hechos por fray Pedro Herrera y Kiaseos.
El Obispo de Popayán, señor Jiménez Padilla, lo consagró en 1828. Esta
ba proyectada la obra desde 1791 en virtud de Cé lula de 2i de febrero
de ese año. En el terremoto de 1885 sufrió bastante, y después fue repa
rado. Cuando se expulsó a los Jesuítas ei siglq xviíi, la librería y los ar
chivos que tenían pasaron a poder de los Franciscanos.
Saprimida esta comunidad en la guerra de 1860, los Franciscanos se
dispersaron, y la Nación se apoderó del convento, el cual no se remató
porque no se presentaron postores, y estuvo sirviendo durante varios años
uñas veces de cuartel y otras de escuela. La Asamblea Legislativa de
1886 devolvió el edificio a los pocos frailes que vivían, y con éstos y per
sonal de origen español se reorganizó la comunidad.
El templo es de notable construcción, alto, espacioso e imponente,
con frontis severo y elegante; atrio bastante elevado, que ocupa todo el
frente y gran parte de ano de los costados. Tiene un buen altar moderno,
pero tal vez recargado de moldaras y adornos, y otros laterales de mejor
R u fin o G u tié rr e z 93
xviii a XXVII. Una Escuela rural de varones, una de mujeres y ocho al
ternadas, todas en locales arrendados, menos uno que pertenece al D is
trito. Los sueldos son todos a $ 23. Matrículas, 290 varones y 254mujeres.
Los establecimientos privados son:
i. Colegio de mucho prestigio establecido en el campo, en paraje lla
mado Yanaconas, a unos 8 kilómetros de la ciudad, por los Hermanos Ma-
ristas, en local de propiedad de ellos, del cual me informaron qae es un
gran edificio lleno de comodidades y planta eléctrica. Sólo tiene internado,
con 95 alumnos. No recibe auxilio oficial.
II; Colegio de San Luis Gonzaga, de los mismos Hermanos Maris-
tas. Sólo tiene externado, con 122 matrículas.
lir. Colegio del Valle, del señor Luis A. Toro, con 85 alumnos.
IV. Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, regentado por Hermanas
de la Caridad, con 98 alumnas. Pensión, $ 2 y $ 3.
V. Colegio de Nuestra Señora de los Dolores, de las señoritas Esco
bares, con 61 alumnas. Pensión, $ 3.
Vi. Colegio mixto del Sagrado Corazón, de la señorita Consolación
Paz, con 6 niños y 24 niñas.
vil. Colegio mixto de Hijas de María, de la señorita Carmen Sinis-
terra, con 15 niños y 38 niñas. Pensión, de $ 0-60 a % 6-80
viii. Escuela Seráfica, en el convento de los Padres Franciscanos,
con 24 alumnos.
IX. Escuela de muchachas asiladas en el convento de La Merced, de
las Madres Agustinas, con 30 alumnas.
X. Escuela de San Agustín, del señor Víctor Muñoz V., con 70
alumnos.
xi. Escuela de San Francisco de Asís, del señor Miguel Vicente
Mercado, con 34 alumnos.
xii. Escuela de Santa Isabel, de la señora Evarista A. de Alvarez,
con 33 alumnas.
XIII. Escuela de varones de la señorita María Garcós Campo, con
23 alumnos.
XiV. Escuela mixta de la señora Juana Alvear de Divas, con 23
niños y 13 niñas.
XV. Escuela mixta de la señora Catalina Jiménez, con 7 niños y
9 niñas.
xvi. Escuela mixta de la señorita Tomasa Arrechea, con 18 niños y
2 niñas.
Hay, pues, en Cali 27 establecimientos públicos de instrucción y 16
privados, con 4,805 educandos. En 1910 éstos eran 3,093.
El Obispado no tiene Seminario.
Las vacaciones de los estudiantes en el Departamento del Valle son
del 20 de julio al 2 de octubre.
Parece que anteriormente funcionaban Escuelas públicas fabriles, y
que se suspendieron por falta de partida en el último Presupuesto.
La primera Escuela pública de varones se fundó en 1777, en casa que
se compró con legado de ocho mil patacones del presbítero Manuel de
Cuero y Oaicedo, que es la misma en que está la Escuela que regentan
las Hermanas de la Caridad, y la primera Escuela de mujeres la fundó
el Gobernador Eusebio Borrero en 1830. El primer Maestro de aquélla
fue el presbítero José Cristóbal Vernaza.
Don Cristóbal Botín, vecino de Popayán, dejó en su testamento
45,000 patacones para fundar un Colegio en üartago, y dispuso que si no
se hacía esa fundación se destinaran 20,000 para uno en Cali, y por el
96 C a li
mismo tiempo dejó 30,000 para el qae estableciera en Oali den Pedro
Rodríguez. La Cédula sobre fundación del Colegio de Buga, de 30 de
noviembre de 1743, dice que esas donaciones no fueron aceptadas, pues
no se abrió el Colegio.
Por ley de 28 de julio de 1821, expedida por el Congreso de Cúcuta,
se suprimieron los conventos de Santo Domingo, San Agustín y La
Merced, por no tener el personal que exigía esa ley, y dispuso qué todos
los bienes y rentas de ellos se destinaran a la instrucción pública. F un
dado en esa ley, el Yicepresidente Santander, por Decreto de 29 de
-enero de 1823, mandó establecer en Cali un Colegio que debía llamarse
de Santa Librada, “ en conmemoración del día en que hizd^su revolución
la antigua Nueva Granada”; destinó para local el convento de San Agus
tín, con todas sus anexidades; dispuso que el Colegio tuviera Escuela de
primeras letras y cátedras de Mineralogía, de Flosofía y Matemáticas y
de Gramática española, latina y principios de Retórica; que todos los
bienes y rentas de aquellos conventos suprimidos formaran las rentas del
Colegio; que los jóvenes que vivieran en él pagaran $ 100 anuales por la
alimentación, y que hubiera cuatro becas para hijos de muertos en defen
sa de la patria, dos para hijos de indios de la Provincia de Popayán y
otras dos para hiios de indios de! Chocó.
El Colegio se inauguró el 18 de octubre de 1823, y su primer Rector
fue el presbítero Mariano del Campo Larrahondo y Valencia.
El Obispo de Popayán, don Salvador Jiménez de Enciso, cedió en
1824 a favor de este Colegio las cuartas que le correspondían en la pa
rroquia. .
Aunque la ley de 1821 dispuso que los bienes de los conventos su
primidos se aplicaran a la enseñanza en la respectiva localidad, el Gene
ra! Santander mandó en 1825 que ie los del convento de Santo Domingo,
de Buga, qup valían más de $ 7,000, se destinaran $ 4,352 al Colegio de
Santa Librada. En ese tiempo los capitales impuestos a censa a favor de
los extinguidos'conventos de Oali ascendían a unos $ 60,(100, asegurados
en fincas raíces.
A mediados del siglo pasado el Colegio tuvo su época de esplendor, y
trajo gabinete de física, laboratorio químico, instrumentos para el ^estudio
de las matemáticas, cartas, globos, etc., y se formó un gabinete de mine
ralogía. De eso no queda nada. La biblioteca llegó a contar más de 4,000
volúmenes.
Desde 1830 empezó a destinarse el edificio para cuartel cada vez que
estallaba una de nuestras frecuentes revoluciones, y mientras tanto na
turalmente no fancionaba el Colegio.
En 1891 se entregó a los Hermanos Maristas, y volvió a empezar a
prosperar, y en 1904 se puso de nuevo bajo la dirección de laicos. „
El edificio es de dos pisos, con techos muy bajos, y está bastante des
cuidado y desmantelado; el mobiliario es paupérrimo, y en materia de
comodidades en lo interior baste con saber qae los excusados son unos
caños sin cajones siquiera. Esto parece increíble en un Departamento y
en nna ciudad que en materia de mejoras públicas, de construcciones de
edificios para oficinas, y de otros ramos de progreso y bienestar, van po
niéndose a la cabeza de los más avanzados de Colombia.
El Departamento tiene en Oali estas propiedades: el Palacio de la
Gobernación, el cual será el de Justicia cuando se construya otro con
aquel destino, para lo cual se ha empezado ya a acopiar materiales en lo
que ha sido casa consistorial, situada en el Parque de Oaicedo; pues la
Gobernación dio al Distrito por este viejo edificio el actual Palacio de
R u fin o G u tié rr e z 97
con frondosas ceibas y otros árboles y una alegre alameda, y se han cons
truido buenas casas.
No pude encontrar dato de cuándo se empezó la construcción del
cuartel, que parece fue en 1905, y sólo obtuve el de que el extenso lote en
que está costó $ 5,000. En los libros no hay constancia de cuánto se in
virtió en la obra de 1905 al 2 de euero de 1907. De esta última fecha a
octubre de 1911 se gastaron $ 43,491-518, inclusive los $ 5,000 del lote;
pero falta el dato de lo invertido de 1.* de junio a l.°de diciembre de 1910.
En aquel gasto no se ha computado el valor de la obra de mano de con
siderable número de miembros del Ejército, que estuvieron trabajando
allí durante años, como si fueran obreros contratados. Tampoco sé cuándo
se suspendieron les trabajos ni qué se invirtió de octubre de 1912 hasta
esa suspensión.
Según el plano, el edificio del cuartel debía tener 80 metros por cada
uno de los cuatro costados, y ser de dos pisos, con cuatro torres en los
ángulos. Los muros de ladrillo de excelente calidad, están concluidos en
dos de los costados, con siete metros de elevación y uno de ancho. Los
cimieutos son muy profundos y sólidos y están construidos en todo el
contorno de la obra, y hay una amplia y sólida cañería para conducir
gran cantidad de agua del vecino río.
El dueño de un terreno cercano, donde hay una buena cantera y ma
terial de primera calidad para fabricar ladrillo y adobe, permitió explotar
esos materiales para emplearlos en la {fábrica del cuartel mientras estu
viera en obra, con la única condición de que se construyeran un galpón y
las enramadas necesarias y se le dejaran en propiedad al terminar o sus
pender la edificación. Se construyeron por cuenta del Gobierno un horno
de doce bocas, en el cual se producían de 12,000 o 20,000 adobes de a 36
libras por hornada, y un depósito de materiales de 75 metros de largo
por 17 de ancho; y como la obra se suspendió hace años, el dueño del
terreno reclamó el cumplimiento del contrato, y hubo que entregarle sus
propiedades con las mejoras.
Esta suspensión hace temer que el gran capital invertido en el mo
numental cuartel sea cosa perdida ya, y es una lástima.
Existe una biblioteca pública llamada del Centenario, fundada el 20
de julio de 1910. Está en la parte baja de la actual casa consistorial, en
amplio salón, con puertas ai Parque de Oaicedo, con buenos pupitres y
asientos para los lectores, excelentes anaqueles con vidrieras y cerradu
ras para ios libros, cartas murales, globos, abundante alambrado eléc
trico, etc. El Distrito suministra el local y costea el sueldo de! Bibliote
cario, que es de $ 50, y la luz. El Departamento sufragó los gastos para
mobiliario, compra de libros, útiles, etc. Se compone la biblioteca de
2,259 volúmenes, casi todos de obras escogidas y muy valiosas, de las
últimas ediciones, como las mejores enciclopedias modernas. Los libros
están muy bien catalogados por autores y materias. El promedio diario
de lectores que concurren, especialmente por la noche, es de 56. El único
Bibliotecario que ha habido es el señor Blas Soarpetta, quien fae nombra
do por la Junta del Centenario, y más tarde eí Concejo ratificó el nom
bramiento con mucho acierto.
Comúnmente los concurrentes a las bibliotecas públicas son personas
que tienen ocupadas las horas del día en la lucha por la vida. Si en la
Biblioteca Nacional de Bogotá se siguiera el ejemplo de Cali, se prestaría
un gran servicio a las personas estudiosas.
A principios del siglo XIX se estableció el primer acueducto, de
construcción primitiva, tomando el agua del Paso de Santa Rosa, para.
Rufino Gutiérrez
moa que asilo de mendigos. Aún d o sa ha dispuesto nada para que éstos
tengan allí alguna ocupación, a pesar de que hay extenso huerto. La casa
sa construyó con limosnas de los vecinos, y el Municipio auxilia el esta
blecimiento con $ 400 mensuales. Fue inaugurado el 6 del presente mes, y
su fundación se debe en gran parte ai interés que ha tomado don Miguel
Oalero.
Primitivamente el cementerio fue en las iglesias; más*tarde se esta*
bleció en Cali en lo que hoy es plaza de San Nicolás, y en 1850 lo trasladó
fray Damián González ai lugar que hoy ocupa, al oriente de la ciudad,
muy cerca de donde se construyó la estación de! ferrocarril. Está bien
cercado y tiene buenos monumentos.
El edificio de 3a Penitenciaría no pude visitarlo porque el individuo
que está de Director me recibió mal y me dijo que sin orden escrita del
Gobernador no me permitía entrar. Sé que allí están 185 presos por
cuenta de la NaciÓD, 27 del Departamento y que no los hay del Distrito;
que se les dan $ 0-20 diarios para alimentación, L cual es por contrato.
No sé si hay talleres establecidos para que trabajen los presos. El edificio
se empesó a construir el 20 de julio de 1910, y ya está terminado el frente,
de des pisos y de ladrillo, que da a la avenida Gribe Uribe, y es elegante
y de 50 metros de extensión.
El presupuesto de reatas del Municipio para este año asciende a
$ 368,906; para obras públicas se destinan $ 102,704, en ios—cuales se
computan I 15,500 que daba dar la Nación y $ 16,000 el Departamento
para ia obra del acueducto; para instrucción pública se presuponen
$ 32,048.
Al Distrito correspondió hasta el mes de junio del año pasado ei 10
por 100 del producto de las rentas de degüello y licores y el 35 por 100
de allí m adelante. Antes estaba destinado el 10 por 100 de la renta de
tabaco a los Municipios, y la última Asamblea retiró este auxilio y dis*
puso que el 60 por 100 de esta renta se invirtiera en ía construcción de lo
cales para Escuelas. La renta de licores, que constituye un monopolio que
me correspondió implantar en 1891 como administrador por cuenta de
una compañía rematadora, está ahora administrada, y también soreorga
nizas por administración las de tabaco y degüello. El impuesto de éste
es I 2 por res, sea macho o hembra.
El tabaco pagó $ 0-08 por kilogramo hasta el 6 de noviembre último,
y de allí en adelante paga $ 0-50; si es de procedencia de otro Departa
mentó eu que haya impuesto diferencial, paga el elaborado $ 0-97, y sin
elaborar $ 0-64, y si no existe ese impuesto en el lugar de procedencia,
sólo paga lo que en éste. Eu el Distrito no se ha denunciado más que una
plantación de 5,000 matas de semilla de tabaco de Virginia. El producto
de esta renta en septiembre último fae de $ 314-44, y en noviembre,
$ 12,150-07.
La renta de licores produjo en abril del año pasado $ 11,002-88, y en
mayo, $ 10,957-09.
La de degüello, en junio, $ 1,592, y ea julio, $ 1,630.
En el pasado año fiscal correspondieron al Distrito por su participa
ción en las tres rentas, $ 15,025-07.
El impuesto de consumo produjo en octubre $ 1.271,21, en noviem
bre, $ 1,432, y ea diciembre, $ 2,323-18.
El de timbre nacional en los mismos dos últimos meses, $ 1,588-80 y
$ 1,477-10, respectivamente.
El oatastro avalúa la propiedad urbaua en $ 7.474,120 y la rural en
$ 1.872,160.
no Ca l i
de $ 10, pero de ellas sólo se han emitido 10,000, que están pagadas. Sa
fondo de reserva es de $ 47,000. También hay la casa bancaria de Giraldo
y Garcés, de gran movimiento y crédito.
Hoy se publica un diario, El Correo del Cauca, que tiene ya larga
vida; un interdiario, Relator; un bisemanario, Los Principios; cuatro se
manarios; los órganos oficiales del Departamento, del Municipio, de la
Oámara de Comercio y de la Academia de Historia.
La primera imprenta fue traída de Cartagena en 1837 por fray José
Ignacio Ortiz. Más tarde, por allá de 1845 a 1850, introdujo elementos
para mejorarla el doctor Manuel María Alonso de Velasco, y entonces se
publicaron los primeros periódicos, que fueron La Vos del Sur y El Ariete.
El territorio de Cali, lo mismo que gran parte de el del Valle, es rico
en vetas de carbón, que de poco tiempo a esta parte se explotan con muy
buen éxito. Cuando en los hogares se acostumbren a consumirlo, lo cual
sucederá pronto, porque la leña y el carbón vegetal son escasos y caros;
cuando les vapores del Cauca lo empleen como lo está haciendo el ferro
carril de pocos meses a esta parte, y cuando se construya el muelle de
Buenaventura y pueda exportarse para el Ecuador, el Perú, etc., donde
es muy escaso, estos yacimientos serán una fuente de incalculable ri
queza.
Desde 1916 funciona la Cámara de Comercio, la cual trabaja con
grande interés por el progreso del Departamento y del Municipio, y pu
blica un interesante boletín mensual. Allí no pudieron darme el número
de introductores y exportadores de la ciudad, pero al hacer mis averigua
ciones resolvieron mandar levantar la matrícula de ellos.
Desde hace años se estableció una Academia de Historia coa personal
escogido. Ha publicado con intermitencia unos pocos números de un bole
tín con material importante.
El comercio de Cali es bastante animado y está diseminado en mu
chas calles de la ciudad, y además por todas partes se ven talleres bien
surtidos de numerosas industrias manuales.
No hay más banda de música que la del Ejército.
Ha empezado a implantarse, aunque en reducida escala todavía, el
cultivo de la vid con grande éxito. Los racimos de uvas que se dan a la
venta, a precios relativamente bajos, me parecieron no muy inferiores a
los que vi en los Estados Unidos y en Europa, y así los oí calificar a un
español y a un inglés.
A pesar de que los exagerados datos estadísticos que se mandan a la
Oficina Central dicen que en el reducido perímetro del Distrito hay más
de 15,000 reses Vacunas, la mantequilla aquí vale comúnmente de $0-60
a $ 0-70 la iibra, y sólo se consigue a $ 0-50 cuando llegan las grandes
remesas que se hacen de la hacienda de San Isidro, en Popayáu, a unas
24 leguas de Cali.
Ahora dos años funcionaban en la ciudad tres loterías, que hacían
sorteos de sumas no despreciables cada semana, y el público estaba acos
tumbrándose de tal modo y con tal entusiasmo a ese fanesto juego, que
todas ellas se sostenían con utilidad. Por fortuna la autoridad abrió ios
ojos y se suspendieron, de manera que ya no hay ninguna.
En 1806 concedió licencia el Obispo de Popayáu para establecer un
lazareto a orillas del río Cali, cerca de ia ciudad, y de él no queda noticia.
En 1807 el Cabildo hizo construir dos casitas para los leprosos en San
Fernando, y el Gobernador, don Maüuel Santos üaicedo, construyó allí
mismo una casa mejor, la cual fue reparada en 1885. Esa construcción
se destruyó, y más tarde el Concejo vendió el lote.
112 P a lm ir a
PALMIRA
Palm ira, enero 21 de 1918
Eu ei tren de ia mañana del día 21 vine de Cali, en poco más de
media hora. De este trozo del ferrocarril y de su estación hablaré cuan
do escríba sobre toda la línea, desde Buenaventura hasta aquí y hasta el
ramal del Sur, que ya está puesto en servicio en.Guachinte.
En la antigua hacienda de Llanogrande, que pertenecía a laCcmpa
ñíade Jesüs cuando fue expulsada por Carlos m , en el siglo xvm , empe
zó a formarse un poblado a la sombra de la comunidad y de la factoría de
tabaco que el mismo Rey mandó establecer allí, para !o cual dispuso que
una Comisión de agricultores prácticos examinara los terrenos y promo
viera el cultivo de la planta. Eu 1794 había ya una capilla dedicada a
Jesús Nazareno, lacasa de la factoría y 145 de particulares, y funcionaba
desde hacía años un Cura doctrinero. Los terrenos pertenecían entonces
al Maestro don Gregorio Saa y Rengifo y a doña Margarita Rengifo,
quienes cedieron el área necesaria para fundar la población
Estos terrenos, situados en pleno Valle del Cauca, en la banda crien
tal del río, son de lo más feraz de la región; están a 950 metros sobre el
nivei del mar, y tienen24° de temperatura, según geografías, pero una pu
blicación oficial hecha en Oali dice que son 1,002 y 26, respectivamente.
Ei Gobernador realista don Pedro Domínguez fue batido y pereció
con casi toda su fuerza, a principios de octubre de 1819, eu el Guanábano,
en combate con patriotas comandados por el Coronel Gutiérrez.
El Congreso de 1824 dispuso que el poblado, que ya tenía 207 casas,
ee llamara Villa de Palmira, y eu 1825 se la erigió en Municipio. Más
tarde una Asamblea del Canea le dio el título de ciudad, y en 1863 la
hizo cabecera de Provincia.
Rufino Gutiérrez 113
en adelante, y por ellos se ve que desde ese mes hasta el 18 del presente
se han denunciado 165 plantaciones con 409,720 matas.
La Ordenanza del año pasado que reglamenta esa renta contiene estas
principales disposiciones que anoto porque he visto con satisfacción que
muchas de las acertadas disposiciones sobre diferentes materias de que
doy cuenta se adoptan en otros lagares, y se evitan las que no lo son:
por cada kilogramo, peso neto, de tabaco de producción nacional ae
cobran 50 centavos. El tabaco elaborado en otros Departamentos sigue
pagando como antes, y se computa el empaque. Lo que se introduce del
Exterior no paga porque tiene gravamen nacional, pero debe presentarse
la guía correspondiente (nada o casi nada se introduce). Por el tabaco
que se exporta se devuelve el impuesto mediante comprobación. Los ci
garros y cigarrillos elaborados con materia prima extranjera y nacional
sólo pagan por ésta mediante comprobación. Si una introducción de otro
Departamento cansa impuesto menor de $ 100, se paga de contado, y si
mayor, se concede plazo para cubrirlo. Sólo el productor de tabaco puede
movilizarlo para otro Distrito del Departamento sin pagar previamente
el impuesto, y en el lugar del destino debe pagar. Todo el que compre ta
baco debe proveerse de nueva guía, pero sin pagar de nuevo, pues la
que se haya expedido al vendedor sólo sirve para él. El comprobante de
que el tabaco por el cual se haya pagado se llevó a otro Departamento debe
presentarse dentro de los primeros noventa días para que tenga derecho
a que se devuelva el valor de lo pagado por impuesto. No hay gravamen
ni embarazos para el cultivo de la planta, ni para la preparación y aliño
basta que se ofrece a la venta o se da a! consumo. Dispone la Orde
nanza que la Gobernación pida semillas a Cuba para repartir gratuita-
mente entre los cultivadores. El 50 por 100 del producto de la
renta, que está administrada directamente, se destina a costear la cons*
trucción de edificios para instrucción pública en los Distritos. Por las
nerviosidades o venas de la hoja no se devuelve el impuesto, como se
hace desacertadamente en el Departamento de Caldas. Se considera de*
fraudador al cultivador que vende tabaco sia dar aviso y al que lo elabora
sin pagar el impuesto. No hay decomiso del artículo sino pena de multas,
las cuales muchas veces no se hacen efectivas, o pueden pagarse con uti
lidad con el producto de lo que se vende o se compra fraudulentamente.
El censo de 1870 da a Palmira 12,390 habitantes; el de 1905, 26,400,
y sólo 24,3L2 el de 19L2 (1). En nn legajo oficial que hay en el Concejo
aparece que los habitantes en este último año son 23,471, y una publica
ción oficial hecha en Cali dice que en 1914 había 24,548. Estas diferencias
dependen de lo mal levantados que son los censos en el paío. De 1912 para
acá indudablemente ha aumentado bastante la población.
El año pasado hubo 982 nacimientos, 690 defunciones y 135 matri
monios. En diciembre último fueron 67 los nacimientos, de ellos 35 de
hijos ilegítimos, 45 defunciones y 8 matrimonios.
Diariamente se beneficia ganado; en diciembre se consumieron 437
machos y 278 hembras de ganado mayor j 211 cabezas del menor.
La propiedad raíz del Municipio está avaluada en $ 6.500,000.
Según datos suministrados por el señor Alcalde, hay en el Distrito
32,781 cabezas de ganado vacuno, 724 de cerda, 6,673 caballar, 110 cabrío,
1.701,000 matas de café y 312,500 árboles de cacao. Sin embargo, en ios
cuadros de la Oficina de Estadística de la capital del Departamento apa*
rece que en 1915 habla 38,712 cabezas de ganado vacuno, 3,096 caballar,
1,556 de cerda, 109 cabrío, 356 mular, 268 lanar y 22 asnal.
Las principales industrias son la pecuaria, el cultivo de tabaco, cacao,
caña de azúcar, cafó y plátanos. El ganado vacuno sufrió mucho hasta
hace poco a causa de la peste de carbón, pero ya se le defiende con éxito
con la vacuna. No sucede tomismo con la peste o plaga de garrapatas, que
está haciendo centenares de víctimas todas las semanas.
Hay varios hoteles, y entre ellos uno bastante regular llamado El
Oasis; una gallera, cuatro billares, cuatro imprentas, dos fotografías, tres
dentisterías, cinco teléfonos con empresas de fuera, además de el del ferro
carril, ocho automóviles, ocho coches y treinta y tres carros.
Hay varias casas introductoras y exportadoras, cuyo número no
pudieron precisarme, y varios extranjeros establecidos aquí.
La casa banoaria de Giraldo y Garcés, de Oali, tiene una sucursal
bien establecida.
No hay coliseo o teatro, ni corral para recoger los ganados que vagan
por las calles.
El Municipio cobra estos impuestos:
Derecho de alumbrado de uu centavo mensual por metro lineal de
oasa de planta baja, y dos centavos por las dedos pisos; por aseo, de $ 0-tQ
a $ 0-15, según la situación y valor de la casa; por patente o ins
cripción de cada carruaje, de cualquier clase que sea, $ 2, y por servicio
mensual, $ 0-20 por carro de dos ruedas con resorte, $ 0-40 si es de 4
ruedas, $ 2 y $ 4, respectivamente, si no tienen resortes, $ 1 por coche y
$ 2 por automóviles; $ 50 mensuales por cada prendería; $ 10 por gallera;
el derecho de matadero es $ 1 por cabeza de ganado mayor, y el impues
to sobre el menor $ 1 por cabeza; los gitanos deben pagar $ 20 mensuales
por su estada en el Municipio; los hormigueros urbanos $ 10 anuales y
los rurales $ 5, pero este impuesto no se hace efectivo.
Ejercen sus profesiones cinco médicos y cinco abogados graduados.
No hay fábrica de hielo, y lo más extraño es que estando Oali a poco
más de media hora por tren, no se trae de allí el artículo sino cuando
hay un enfermo que lo necesita.
Las comunidades religiosas establecidas aquí son las Hermanas de
íaOaridad, los Hermanos Marietas, las Madres Betlemitas y los Carmeli
tas descalzos.
Las fábricas de importancia que hay en el Municipio son:
Una de azúcar, llamada La Manuelita, una de cigarros, una de ciga
rrillos, tres de aguardiente, cinco de jabón y dos de cerveza.
El ingenio de La Manuelita fue fundado en 1866 por don Santiago
Eder, de origen ruso y naturalizado en los Estados Unidos, y desde en
tonces se le puso fuerza hidráulica; pareeeque hasta aquel año no se había
hecho uso de tal motor en el Oauca. Hoy pertenece la empresa a una
Compañía anónima formada por extranjeros, de la cual son principales
accionistas los señores Eder. Sn capital es de $ 100,000. Beneficia 600
fanegadas de caña y produce azúcar, ron y alcohol. El mercado del
azúcar es todo el antiguo Estado del Cauca, el Departamento de Caldas,
y con frecnencia se lleva el artículo hasta Bogotá y Medellin. Además
exporta gran cantidad en polvo; pronto debe llegar maquinaria podero
sa y moderna, y el Administrador cree que entonces podrá producir 10,000
toneladas anuales de azúcar morena parala exportación y que sea refinada
en el Extranjero. Seme informó que hay unos 400 obreros empleados, a los
cuales se paga por unidad de obra a la mayor parte, y a los demás jornal
de $ 0-55. Antes no se empleaba en nuestros trapiches el bagazo como
122 Palmira
BUGA
Buga, enero 24 de 1918
Antier salí de Palmira, y como era día de uuo de los mercados más
concurridos allí, encontré mucha gente en el camellón; ni una sola perso-
na llevaba carga a espaldas, como es tan común en Oucdinamarca y Bo-
yaeá. Por largo espacio estuve contando las que encontraba en el camino,
y formé el cálculo de que e! 60 por 100 de ellas iban a caballo y el 40 por
100 a pie.
Todos los víveres que llevan al mercado van cargados en bestias ca
ballares o mulares, suspendidos de las cabezas de las angarillas, sobre las
cuales indefectiblemente va un hombre, o una mujer montada a horca
jadas.
La vía es ancha, y a cada paso hay cuadrillas de peones arreglándola
muy bien para haceria carretera por cuenta del Departamento.
Hace treinta años no había de Oartago a Popayán—más de cincuenta
leguas—sino unos cinco o seis puentes sobre los ríos, que son invadeables.
Ahora no se ve uno solo, por chico que sea, ni corriente medianamente
caudalosa, que no tenga buen puente de hierro o de arco. Los antiguos
son generalmente estrechos, y como los ríos corren por acá casi al nivel
del valle, para hacer esas obras hubo necesidad de levantarlas mucho,
de manera que formaban una especie de espinazo o arco. Para evitar el
inconveniente qu8 eso presentaba para ei tránsito de carros, han tenido
que levantar largos terraplenes de lado y lado. Los modernos son anchos
y cómodos en todo sentido.
Con tal actividad se trabaja en la construcción de nuevos puentes,
que el doctor Sebastián Ospina, como contratista, ha hecho en el último
semestre nueve de cemento armado, de más de 4 metros de luz, nueve de
2 o 3 metros y siete alcantarillas de piedra o de cemento armado.
El camino viene por entre haciendas, muy valiosas y bien cultivadas,
donde se ven casas espaciosas de edificación antigua, todas de techos mus
bajos. Esto mismo he notado en todas las casas viejas de las hacienday
del Valle del Oauc.a, y no he podido explicarme porqué se adoptó seme
jante sistema de construcciones en tierra tan cálida como es ésta.
A poco de salir de Palmira se llega al Cerrito, que es población que
ha progresado notablemente de algunos años a esta oarte. El censo de
1879 le da 4,519 habitantes; el de 1905 le da 9,610, y ó,310 el de 1912 (1);
de manera que según nuestros benditos censos una población que pro
gresa en todo sentido pierde 3,300 habitantes en siete años.
dos. En éstos las hay de baharaque, cayos solares están cercados hacia las
calles con guadua o con tupidos y fértiles cactos, y todas se ven muy re
gularmente limpias y cuidadas. Los caños, anchoa, bien hechos y de abun
dante corriente de agua, van a trechos por el centro de las calles, cubier
tos con tapas de piedra o destapados, y entran a muchas casas a hacer
el aseo en ellas. Las calles y carreras más centrales han estado pavimen
tadas con grandes piedras redondas y muy finas, que se ponen extraordi
nariamente lisas cuando llueve y hacen peligroso el tránsito para los que*
no están acostumbrados a equilibrios. De algunos años a esta parte viene
corrigiéndose ese grave defecto. Las retiradas tienen empedrado de esa
clase en una zona central, angosta, pero no tedas ellas se desyerban.
Las aceras, y sólo en el centro las hay, son de mal ladrillo, y unas
pocas de cemento, de conveniente anchura y construcción.
Las plazas que hay son:
La antigua, prinoipal, convertida en frondoso parque llamado Cabal,
portel mártir de la Independencia José María Cabal, nacido aquí. Tiene
algunas bancas y cerca de alambre de púas. Allí colocarán una estatua
del prócer que le da su nombre, para lo cual hay ya un fondo de $ 5,00C;
de ellos, $ 3,000 votados por ei Departamento, $ 1,000 por la Nación, y el
resto de colectas públicas. El costado norte de este parque está ocupado
casi íntegramente por la elegante casa consistorial; el sur, por la iglesia
parroquial y una casa de dos pisos, que tiene apariencia de ser la más an=
tigua del poblado; el orienta), casi todo por un edificio particular de dos
pisos, con portales, y ei occidental, por casas de muy modesto aspecto.
La Plaza de Santa Bárbara, hoy Parque do la Victoria, la cual tiene
una alta y desairada columna inagurada en el centenario de ia Indepen
dencia para conmemorar la batalla de San Juanito, costó $ 1,000 que dio
la Nación. El Parque ocupa una fanegada, y está cercado con alambre tor
cido sostenido por columnas de ladrillo.
Al frente del templo del Milagroso hay un parquecito llamado Lour
des, qu8 está cercado con mallas de alambre grueso bi8n retorcido. En el
centro hay una estatua de ia Virgen, en regalar pedestal Este parquecito
está a cargo de ios Padres Re lentoristas, quienes lo cuidan con esmero.
A lado y lado del río, que pasa rozando la ciudad, se está plantando
un bosque, lo mismo que al freí)te del Hospital, y a éste lo llaman Fuen
ma
1río es de considerable caudal y de excelente agua; desciende aquí
mismo de la Cordillera Central, que por esa parte está poco cultivada. No
s© sabs cuál fae su nombre indígena, púas desde la Colonia se le llamó
Guadalajara, o en recuerdo de el del mismo nombre de España, de don
de, según ti cosmógrafo López de Velasco, era el Gobernador que ordenó
plantar aquí la ciudad, o porque, como dicen algunos, tiene piedras en el
cauce (esto es, “río de las piedras” en árabe). Sobre él hay un lujoso puen
te de catorce arcos, cuya construcción se inició en 1873.
Parece cosa cierta que la ciudad se plantó en la ribera izquierda del
río, el cual corría por 16 que es hoy calle 6.a, a una cuadra al sur de la
iglesia de San Francisco, y que por allá hacia 1600 echó por el actual
cauce. Así lo dice la tradición, y - quizá la configuiación del terreno la
confirma.
En la primera época de la Colonia el comercio de Buga con el Ex
tranjero se hacia por Oartago, Nóvita, Qaibdó, el Atrato y Cartagena.
Monografías—Tomo 2?—9
130 Buga
una carpiutería, una fundición y una trilladora de café. Para ésta se está
levantando el edificio.
La forma en que están colocados los cables por las calles, sin postes
que afeen y estorben, y las condiciones de las lámparas del alumbrado
páblico, es de lo más cómodo, elegante y lujoso que he visto en las pobla
ciones de Colombia j pero aun no se ha puesto alumbrado más que en las
calles centrales. El montaje de la planta es de Jo bueno que hay entre
nosotros, con la circunstancia de que no intervinieron extranjeros, pues
todo fue dirigido por don Daniel Saíazar, de Medeiiín.
Antes no había más servicios de aguas en la ciudad, que caños
anchos y abundantes que recorrían algunas calles, descubiertos a trechos o
tapados, que entraban a varias casas por canales bien hechas de ladrillo
y caí, para hacer en ellas el aseo, todo lo cual tiene su origen de la Colo
nia, y todavía se conservan aquí en gran parte, como sucede en la ciudad
de Anticquia. Los vecinos se proveían eu el río de agua potable llevándo
la a sus casas en vasijas. En 1905, estando encargado de la Gobernación
el señor Cíímaco Losada, se resolvió auxiliar al Municipio para que esta
bleciera un acueducto, yen 1906 se le dieron $3,000, a condición de que
fuera de tubería de hierro y se pusiera una fuente pública en la plaza
principal y otra en el barrio de Santa Bárbara, y se proveyera de agua a
las oficinas departamentales. Las condiciones se llenaron, pero posterior
mente la fuente del centro de la plaza se trasladó a lugar contiguo. Con
tando con esa b3se formaron ios vecinos una Compañía anónima con ca
pital de $ 25,000, dividido eu acciones de $ 50. El Distrito auxilió la obra
cou $ 7,650, parte en cemento, a condición de que le reconocieran 153 ac
ciones, y cuando ya iba adelantada, dio la Nación nn auxilio de $ 4,000.
La suma presupuesta no alcanzó, pues ia obra resultó costando
$ 40,941-68, !o cual se completó con $ 6,< 00 que aportaron los accionistas,
cou los auxilios nacional y departamental y con lo que producía el servi
cio. Las aguas se toman del río Guadalajara por una acequia contigua a
la que antes tenía el Municipio, a unos 500 metros de la población. Tiene
un grande y notable estanque de cemento para desarenador y repartición,
excelente tubería que va por todas las calles. Las fuentes públicas no son
más que Jas dos de que he hablado Fuera de las de los edificios públicos
hay colocadas 486 fuentes en casas particulares, por las cuales pagan
a $ 1-50 mensua’es por media pulgada, a $ 1-15 por tres octavos y a
$ 0-80 por cuarto de pulgada. Por la instalación del servicio se paga en
proporción a la extensión de la tubería. Por remover las calles para esta*
blecer y reparar cañerías no se cobra nada. Los desagües de las casas van
a los antiguos caños, y eso es todo lo que hay en materia de alcantarilla
do. En 1916 empezaron a repartir dividendos, y le correspondieron al Mu
nicipio $ 697 por sus acciones, y en 1917 ya esa participación subió a
$ 810-90. Tiene la Compañía eu sus depósitos grandes cantidades de ele
mentos de todas clases para prolongaciones y reparaciones del acueducto
y máquinas para los servicios de él. Este acueducto es de lo mejor cons
truido y reglamentado del país, y puede hacer uso de toda el agua que
quiera. Sólo le falta a la ciudad el arreglo del alcantarillado.
En esto, come en la fundación y sostenimiento del hospital, eu la
construcción del teatro y en todo lo que signifique progreso, el más eficaz
y desprendido colaborador ha eido el doctor Leonardo Tascón.
Hasta no hace mucho no se hacía feria pública de víveres, y los ve
cinos se proveían en tiendas o de vendedores ambulantes que iban de
puerta en puerta.
Rufino Gutiérrez 141
JU L U A
Tuluá, enero 27 de 1918
El día 25 salí de Baga y vine en cuatro horas. El camino es como el
que he dejado atrás entre aquella ciudad y Palmira: a cada paso se en
cuentran pequeñas rectificaciones del trazado hasta donde lo permiten sin
macho costo ios valiosos predios que lo bordean ; reparaciones bien he
chas; rellenos en depresiones y banqueos en prominencias insignificantes;
cuadrillas ocupadas en todos esos trabajos, y, sobre todo, puentes, ponto
nes y alcantarillas de ladrillo y cal o de cemento armado dondequiera
que hay una corriente de agua o puede presentarse cuando cae un
aguacero fuerte. Este carretero, que hoy es muy bueno, quedará excelente
el día que se concluya que será pronto. E! nombre del joven Gobernador
de! Valle, doctor García Córdoba, quedará vinculado a esta vía, la-cual
se deberá a él; y no es sino una maestra de lo que ha hecho en favor
del progreso y de la tranquilidad del Departamento que en buena hora
pusieron a su cuidado.
Después de dos horas de marcha se liega a la población de'San Po
dro, que es cabecera de Distrito y se halla a un lado del camino. A tres o
cuatro cuadras dedistancia se alcanza a ver ia iglesia parroquial de no
mal aspecto, E¿ un Distrito de 3,47L habitantes, según el censo de 1912,
y estaría tal vrz m»jor de Corregimiento de Bugs. En 1870 tenía 2,007
habitantes (1). Tiene Oficina Telegráfica. Ei cemeuterio, situado a la orilla
del Ccvrre ero, es un potrerito cercado con alambre de púas y tan enma
lezado, que no se ven las cruces.
Per otros datos que he recogido aparece que el fundador fue Bartolo
mé Gil de Estnpiñán, en lugar más alto que el que hoy ocupa; que los in
dios la destruyeron, y entonces se pasó a su actual asiento, con el nom
bre de Jerez, antes de 1600.
También dice el autor mencionado que primitivamente do se decía
Tu?uá, porque los indígenas llamaban tulú al plátano. A lo cual ob
servo que este fruto no era conocido por los indios antes de la Conquista.
El 6 de jubo de 1816 se hizo en Tuluá la solemne jura de Fernán
do vil.
La población, que está a 1,011 metros de altura sobre el nivel del
mar, tiene1»24° de temperatura, según textos de geografía, pero una pu
blicación oficial dice que son 974 y 26, respectivamente; se compone de
unas 84 manzanas, formadas por calles rectas, empedradas con guijarros
bastantes de ellas; no pocas con acaras de regular anchura y buen ladri
llo; en unas pocas los caños están tapados a trechos con l*jas de piedra
para recibir las aguas lluvias que salen de las casas. Los edificios del
centro del poblado son de ladrillo o de adobe, con techo de teja de barro,
pero no escasean los pajizos ni las cercas de guadua en los solares de
las casas. Ni éstas ni las calles tienen numeración. *
En la plaza principal hay cinco casas de dos pisos; es grande, sin
empedrar y sin un solo árbol.
Hay pocos negros y mulatos en el poblado, y de extranjeros sólo un
anciano inglés, que funciona como módico, y cuatro sirios.
La Notaría se creó en 1825.
Hay dos Juzgados de Circuito; el 2 ° fue creado en 1913.
Eo 1865 se levantaron los conservadores contra el Gobierno del Es
tado, capitaneados por el General Joaquín María Córdoba; obtuvieron
un triunfo a orillas del río Tuluá ei 23 de octabre, y el 26 del mismo mes
los derrotó ei General Elíseo Payán en el campo de La Polonia.
El 4 de julio de 1876 declaró el Jefe Municipal turbado el orden pú
blico por pronunciamientos de los conservadores.
El 11 de enero 1885 fueron derrotadas en las calles de la población
por el General Juan Evangelista Uiio* las fuerzas revolucionarias que
comandaba el Coronel Pizarro.
El primer libro de bautizos que hay en el archivo parroquial empieza
en junio de 1732, y firma las partidas como Cura de San Bartolomé de
Tuluá. hasta 1741, Lucas de Periáñez; siguen firmando las ptwtid&s en
este orden:
Doctor Manuel de Zúñiga, hasta 1766, y de allí en adelante fa tan
libros hasta 1787, probablemente porque la Asamblea dei Cauca, después
de la revolución da 1876, dispuso que los libros de las parroquias pasaran
a las Notarías. Quizá a eso se deba, en parte, el desorden que he encontra
do en ios libros de ésta y de otras parroquias del Cauca. De 1787 a i 796
firma el presbítero José María Rimos; fray José Tallado, hasta 1810;
fray Joaquín María Arizabaleta. hasta 1811; Cristóbal de Uaicedo, Pedro
José Raiz, Pedro José Dueñas y fray Miguel Dueñas aparecen firmando
hasta i 819, y encontré que es difícil precisar el tiempo en que cada uno
dé ellos sirvió el Curato, porque las hojas de los libros están en desorden
y sin encuadernar; Buenaventura Saavedra, hasta 182d; Fernando Lozano,
hasta 1832; Francisco José Soarpetta, hasta 1834; Angel Sarmiento, hasta
1843; al mismo tiempo aparecen muchas partidas firmadas por Serafín
Escobar y Crespa, como Cara, de 1829 a 1814; José María Le lesma, hasta
1846; Manuel Santos Escobar y Ramos, hasta 1848; después aparecen
firmados Víctor Bonilla y Pedro Ignacio Ramos; en 1853 se encuentran
1 44 Tuluá
BUENAVENTURA
Buenaventura, febrero 5 de 1918.
El 30 de enero salí de Cali, almorcé en La Cumbre y pernocté en Cal
das para tener el gusto de estar unas horas con mis antiguos compañeros
de labores en el Ferrocarril, y amigos, los doctores Rafael Alvarez Salas y
Juan de la Rosa Barrios, y llegué aquí el 31.
Rufino Gutiérrez 149
Por separado hablaré de la vía férrea, y por hoy me limito a dar no-
ticias sobre este puerto.
El 15 de febrero de 1540 el licenciado don Pascual de Andagoya salió
de Panamá en tres embarcaciones a hacer exploraciones en el Mar Pacífico,
y entonces entró, el primero, a la bahía que más tarde se llamó Buenaven
tura. Su Teniente Juan de Ladrillero, que venía en avanzada de explora
ción, descubrió una ensenada y fundó en ella una población que bautizó
con el nombre de Puerto de la Cruz. Oviedo al hablar de ésta dice que es
“una de las más hermosas ensenadas que hombres han visto, y entran en
ella muchos ríos grandes y pequeños,” y agrega que allí se dio principio
a la fundación de una población con el nombre de Buenaventura, y se
nombró a Ladrillero Teniente de la fundación. El corógrafo de Indias don
Juan López de Velasco dice que el Capitán Gutiérrez de la Peña, Tenien
te de Andagoya, fundó en esta bahía una población en 1540, y agrega que
en 1546 había sólo tres o cuatro vecinos oriundos de Cali, encargados de
despachar las mercancías, y que era tierra “enferma, áspera y muy llu
viosa.” Belalcázar hizo reducir a prisión a Andagoya y llevarlo a Cali, y
mientras tanto la familia del perseguido Licenciado y las mujeres espa
ñolas que él había traído de Panamá, murieron aquí a causa del mal cli
ma. La esposa de Andagoya se llamaba doña Mayor Mejía. Andagoya ha
bía explorado el valle del río Dagna y le dio el nombre de Atunceta,
creen algunos que por haber encontrado en el río abundancia de peces
llamados atún.
Fray Jerónimo de Escobar, Procurador y Visitador de la Diócesis de
Popayán, quien la recorrió toda, dice en relación que escribió en 1582 lo
siguiente, que parece indicar que el puerto primitivo no fue en la isla de
Cascajal sino en el río Dagua, un poco arriba; pero debe tenerse en cuen
ta que éste no es navegable por embarcaciones que hagan la travesía a
Panamá sino en la desembocadura a la bahía: “ Este puerto es en un río
a donde llegan los barcos desde la ciudad de Panamá, los cuales dichos
barcos navegan ciento o ciento cincuenta leguas por el mar, que es llama
do del Sur, hasta dar en este río; correrán estos dichos barcos por este
río, hasta dar en el puerto, ocho leguas.” Agrega que ya se hacia mucho
trato por el puerto.
Quillón Chaparro, quien escribió en 1583, dice: “El puerto de Bne-
. naventura es al pie de la montaña. Súbese al puerto por un río arriba, y
este río entra en ia Mar del Sur ”
Parece que a tiempo de la Conquista había en lo que desde entonces
se llamó isla de Cascajal, actual asiento de Buenaventura, algunos indios
que vivían de la pesca, pertenecientes a la tribu de los puacajaes, quie
nes tenían su asiento principal en las cabeceras del río Raposo. Tal vez
descienden de éstos los que actualmente viven en la ramificación de la
Cordillera Occidental, que da nacimiento al rio Patía, afluente del Saija.
Juan de Jiménez, Teniente de Andagoya, remontó en septiembre de 1545
el río Raposo enerando por la quebrada que se lianas hoy Aguamara, a
dar al río Anchicayá, y en una bella meseta de la parte alta fundó la po
blación de Raposo, que fae cabecera de Üantóu y de Provincia durante
mucho tiempo. El nombre de esta población tal vez se le paso por el ape
llido de uno de los conquistadores que entraron por el Pacífico.
El tránsito por Buenaventura y el Dagua, que era la vía de comuni
cación del Valle del Cauca con el Exterior, hizo que fueran estableciéndo
se algunas personas en la isla de Cascajal, en términos que en 1842 el Go
bierno de la Confederación Granadina, por acto legislativo, la cediera al
Cantón de Raposo para que se fundara aquí una población.
150 Buenaventura
ricos y pobres, para todos los servicios domésticos; y como los depósi-
sitos do tenían tapas, allí iban a dar las suciedades que llevaban fuer
tes vientos e infinidad de animalejos asquerosos que hay siempre en in
cultas playas marinas, sobre todo caando no hay aseo.
Alarmados el Gobierno y la Junta de Higiene por lo que estaba su
cediendo con la epidemia, resolvieron al fin hacer algo, y empezaron
por traer un médico norteamericano, quien debidamente apoyado por
todas las autoridades y por el vecindario, dictó medidas enérgicas y
eficaces, y nos enseñó lo que debíamos hacer en adelante para sanear el
puerto, donde sólo permaneció hasta junio de 1916. El primer caso de
fiebre amarilla se presentó en septiembre de 1915, y el último enjanio
de 1916; los atacados por ella fueron 92, y murieron 45.
La epidemia desapareció, pues, prontamente, sin propagarse en el
Valle del Oauca, como se temió al principio. Desde mayo de 1916 se
creó aquí una Oficina de Sanidad, que está servida ahora por un módi
co colombiano, un Secretario, un Jefe de Policía Sanitaria y cuatro Agen
tes que se ocupan constantemente en hacer visitas domiciliarias para vi
gilar el aseo; dos Aceitadores para petrolizar las aguas que haya en el
terreno poblado; dos Carpinteros, y diez peones gara recoger y bolear dia
riamente las basuras. Todos los depósitos de agua para el consumo fueron
cubiertos con mallas de alambre, para que no éntre a ellos un solo insecto,
y les pusieron llaves; y caando en las visitas diarias se encuentra un
daño en éstos y no se comprueba inculpabilidad, al dueño del depósito se
le impone una multa y se repone o remienda lo dañado.
El personal a sueldo caesta mensualmente $ 379-50, y ios Policías,
Carpinteros, Aceitadores y basureros, $ 76-80 por semana; en material se
gastan unos $ 400 mensuales.
Se declaró guerra a muerte a ratas y gallinazos, y desde el 9 de abril
de 1916 hastael 31 de mayo de 1917 se han destruido, pagándolas a $ 0-05,
4,313 ratas y 293 del 16 de enero de este año a hoy. De la primera
fecha anotada al 16 de octubre último se han muerto 474 gallinazos, pa
gados a $ 0-10, y con posterioridad ni ano solo, porque ya no se pre
sentan en la población.
Con estas medidas el estado sanitario del puerto, que era de lo peor
del país, ha mejorado muchísimo, y los zancudos, que no dejaban un mo
mento de tranquilidad a ninguna hora del día y de la noche, han des
aparecido de tal modo, que ya se puede dormir en Buenaventura sin mos
quitero. Para los que en otro tiempo hayan vivido aquí o estado unas
horas de tránsito, esta noticia, que algunos considerarán exagerada, les da
idea de lo que ha sido y es la labor de las Juntas de Higiene y de Sani
dad. Con este motivo creo de jnsticia consignar el nombre del doctor J e
naro Payán, inteligente y eficaz colaborador de la Junta Central de
Higiene, en sq carácter de Inspector del Pacífico, y el del actual Jefe de
la Jauta de Sanidad de! puerto, doctor Pedro A. Duque, a quien en gran
parte se debe el éxito de que estoy hablando.
Desafortunadamente este celo no será muy estable porque cambia
rán el personal o porque suprimirán el gasto.
Apenas se presentó la epidemia, la Junta de Bogotá mandó que se es
tableciera cuarentena rigurosa, y dictó las medidas que consideró pruden
tes; del resaltado qoe dieron ellas hablan el reducido número de víctimas
que hubo y la poca duración dei azote. Las. poblaciones del Valle del Cau
ca y de las vertientes del Pacífico están en condiciones más desfavorables
para una invasión de esa naturaleza que lo estuvieron las de Ocaña,.
Oúcnta, Neiva, Tocaim?, Guaduas, Espinal, etc., cuando en el últimoeaar-
R u fin o G u tié rr e z 159
to del siglo pasado faeron visitadas por la epidemia; y sin embargo en cual
quiera de éstas hubo más víctimas que ahora en todo la región del anti
guo Oauca,
A la cuarentena mandada establecer fueron sometidas unas 1,800 per
sonas. Por si el flagelo se prolongaba, y en previsión de lo que pueda
ocurrir más adelante con otras epidemias de las que con tánta frecuencia
se presentan en las costas del Pacífico, la Junta General de Higiene man.
dó construir un edificio en el lugar mejor escogido, en Puerto de Dagas,
para cuarentenas, el cual se concluyó cuando el azote había cesado, Hoy
está desocupado y a cargo de dos empleados subalternos encargados de
cuidar de él, quienes hacen esto con exquisito esmero y aun tienen gran
de y bello jardín, y han plantado extensa y variada arboleda. El edificio,
construido a tina docena de metros de la carrilera dei ferrocarril y a poco
más del río Dagua, entre los dos, y a la salida del famoso Boquerón de
este nombre, es grande, con departamentos bien separados para cuaren-
tenarios sanos, sospechosos y enfermosy para módicos y demás empleados,
de madera de bnena calidad y bien trabajada, coo base de cemento para
hacerlo inaccesible a las ratas, y techo metálico; está defendido por todas
partes con mallas de alambre, y tiene puertas con resortes; hay agua po
table en abundancia, baños, excusados, etc. Costó poco más de 8 9,000*
muy bien empleados, siempre que no 89 le abandone con el tiempo, como
sucede entre nosotros con toda obra buena.
La construcción de un muelle es una de las necesidades más imperio
sas de este puerto y del comercio de importación y exportación, pues hoy
para hacer embarques y desembarques hay que esperar a que el
alta marea esté en su plenitud para poder mover Ja carga entre los ba
ques y tierra, y eso en lanchas y otras embarcaciones menores. En la
baja marea sólo se maeven pasajeros y equipajes manuales, pero a es
paldas de negros o en diminutas canoas arrastradas con cuerdas sobre la
ancha faja de lodo que queda entre la población y el mar, y de allí hasta
a bordo en embarcación menor. Debido a esto, el transporte de pasajeros
y carga es sumamente costoso por falta de competencia.
Oaando don Francisco J. Gisneros fue contratista del ferrocarril, en
1883, construyó, con gran costo, un muelle de acero, que de nada sirvió, y
quedó relegado desde que se construyó, porque es corto y está localizado
donde hay bajíos de fondo de roca alrededor de él, y pasa por allí una fuer
te corriente de las mareas, que llaman el Mero; de manera que el pri
mer buque que atracó tuvo que retirarse con la baja marea, y después
no han vuelto a atracar, porque no pueden resistir esa corriente" sin
exponerse.
En el contrato de 1905 con la actual Compañía sobre construcción
y conservación del ferrocarril se estipuló que se la preferiría en igualdad
de circunstancias para la construcción de un muelle, pero ella no ha hecho
nada.
Gasas extranjeras y del país han hecho varias propuestas, más o me
nos formales, para encargarse de la obra con diferentes condiciones; y
por lo que yo recuerde por el momento sólo llegó a firmarse, y en eso
quedó, un disparatado contrato, hace como veinte años, con un español.
Entonces censuré por la prensa ese contrato y anuncié que sucedería lo
que se ha visto.
Ley de 1912 destinó el producto de los derechos del puerto para esa
obra, y la 3.a de 1915 mandó que se construyera.
En vista de que el Gobierno no toma providencias para hacer algo
en favor del comercio de los Departamentos del Valle, Caldas y Oauca
160 B u e n a v e n tu r a
Tiene dos entradas por el mar, 'la una al Este, entre la isla de La
Palma y el continente por la playa de Bazán, y la otra entre el costado
Norte del bajío de Los Negritos y la punta Sar de la playa de Jnancha-
co. La primera entrada no tiene mayor profundidad ni es regular o uni
forme en toda su extensión, y tiene muchos bancos de piedra que no se
ven sino en la marea baja ; en uno de ellos chocó y se perdió hace poco
el vapor Buenaventura de la línea costanera fluvial. En la otra, la parte
profunda es muy estrecha y no tiene capacidad para barcos de bastante
tonelaje y calado. Esta entrada va casi de Occidente a Oriente unos 4
kilómetros como buscando la depresión de la cordillera que da naci
miento al río Oalima, y tiene anchura variable de 1 a 3 kilómetros; la
tierra de los lados es baja generalmente, pantanosa y cortada a cada
paso por grandes esteros, como el de Guarataco, de más de 800 metros
de ancho. La tierra de las pequeñas colinas adyacentes a la ensenada es
blancuzca, cascajosa y deleznable, impropia para la agricultura, por lo
f cual no hay cultivos por aiií¡ Como es natural, porque caen en estas
costas aguaceros torrenciales casi diariamente y aquellas colinas están
pobladas de vegetación, se forman fuentes más o menos grandes que des
aparecen o disminuyen considerablemente con cuatro o seis días de seca.
Así es que puede considerarse que los terrenos que están cerca de la en
senada no tienen fuentes permanentes de agua potable suficientes para
atender a las necesidades de un poblado que se estableciera por allí, pues
loa ríos San Juan y Calima desembocan a gran distancia. El fondo en
toda su extensión es un arrecife de roca granítica tan irregular, que en
uu círculo de 50 metros se encuentran profundidades de una hasta cator
ce brazas. 3obre todo esto el mayor defecto de la ensenada es que está
desabrigada y no presta seguridad a las naves que allí anclen para defen
derse de los vientos que soplan con violencia de mayo a diciembre por el
Norte, y de junio a octubre por el Sur. Por esos lados no hay el más po
bre caserío, y en el archipiélago de islas pequeñas, estériles y sin agua de
que está poblado, no alcanzan a una docena los ranchos miserables de
gente infeliz que vive de la pesca. La bahía de Buenaventura tiene la
grandísima ven taja./sobre la de Málaga, de ser muy fácil de defender
de ataques de enemigos exteriores.
Si esta ensenada fuera aprovechable como puerto de medianas con
diciones, y si Jas tierras que la limitan fueran propias para la agricultu
ra, con seguridad que habría algo de población y cultivos.
Desde la Uonquista y durante la época de ia Colonia y de la Repú
blica fue una preocupación constante de gobernantes y hombres de ne
gocios y de empresa encontrar una salida expedita para el Pacífico, y no
se halló más que la vía del Dagua a Buenaventura. Los Gobiernos es
pañoles enviaron expediciones científicas a estudiar las coatas y los puer
tos de sus colonias, y ellas hicieron sondajes y levantaron planos. Por
cuenta del Almirantazgo inglés se ha hecho lo mismo repetidas veces.
Cuando todavía era Buenaventura un caserío sin mayor valor, el Go
bierno envío en 1857 al notable ingeniero don Lino de Pombo a estu
diar la ensenada de Málaga para ver si convenía trasladar allí el puerto,
y más tarde el señor Cisneros trajo del Extranjero ingenieros competen
tes para que estudiaran y decidieran cuál era el lugar más conveniente
como punto de partida del Ferrocarril coya con3trucción contrató, a fin
de ver si podía evitar el grandísimo gasto de rellenar extensos esteros
en malísimo clima y donde las provisiones de boca costaban un sentido,
y el no menor de construir el largo puente del Piñal para pasar de la
isla al continente. Si el Gobierno español no cambió el puerto; si don
166 F e r r o c a r r il d e l P a cífic o
frufcos del país, pues ni las bestias que condujeran éstos debían pagar.
Quedaron excluidos del pago los transeúntes a pie y los emigrantes y sus
equipajes. Se concedieron como auxilio 125,000 hectáreas de baldíos. Al
terminar los ochenta años, el camino quedaría de propiedad de la Pro
vincia de Buena ventura, y mientras se explotara por privilegio le corres
pondería a la Nación el 3 por 100 de) producto.
Un año más tarde el Congreso dictó el decreto de 30 de abril de
1855, por el cual concedió privilegio exclusivo por cuarenta años al señor
Juan Nepomuceno Núñez Oonto, sin perjuicio del privilegio anterior,
para abrir un camino de herradura que partiendo del estero de San An
tonio, en la bahía de Buenaventura, y tomando la ruta descubierta por
Joan Alberto Sinisterra, pasara por el sitio denominado Los Chancos,
en el valle del Salado, concluyera en el Valle del Cauca en el punto más
cercano a Cali. Se le autorizó para cobrar $ 1 por cada carga de efec-
tos extranjeros o cabeza de ganado mayor, y $ 0-40 por ganado menor.
Este contrato caducó porque no se hizo nada para cumplirlo.
Por Decreto número 46, de 27 de agosto de 1859, dictado por “ el
pueblo soberano del Cauca, y en su nombre por el Senado y Cámara de
Diputados del Estado,” se patrocina la empresa del camino; “ como ac
cionista más fuerte de ella” que’es el Estado, se autoriza a la Compañía
para elevar el capital social a $ 1.000,000, y se garantiza, comprometien
do todas las rentas, el 6 por 100 de interés anual del capital que se in
vierta, desde que el camino empiece a producir.
Por la Ley 29, de 19 de mayo de 1803, expedida por la Convención
de Bíonegro, se autorizó al Ejecutivo Nacional para contratar en el Ex
tranjero un empréstito hasta de un millón de pesos, aplicable exclusi
vamente a la apertura del camino de ruedas de Cali a Buenaventura,
asegurando el pago del empréstito con el derecho de rescate del ferro
carril de Panamá y el 15 por 100 del producto bruto de las salinas. Con el
millón debían tomarse acciones de la Compañía que había organizado el
General Mosquera. Ei empréstito se contrató en Londres per 200,000
libras esterlinas el l.° de octubre del mismo año, y por la Ley 31 de 6 de
junio de 1874 se autorizó a! Ejecutivo para amortizar ío que aún se
debiera de aquel empréstito.
Por la Ley 3, de 14 de mayo de 1864, se prorrogó por dos años el
término concedido por aquel privilegio para entregar concluida la ter
cera parte del camino.
Por la 40, del 28 del mismo mes, se autorizó al Ejecutivo para tomar
acciones en la empresa de ese camino, con el objeto de fomentar su aper
tura.
Por ia 29, de 8 de mayo de 1866, se aumenta eu dos años la prórroga
concedida por la Ley 3 de 1864, para que el concesionario “pueda hacer
de hierro aquella vía,” pudiendo abrir el tráfico como camino de herra
dura, y en este caso sólo cobraría la mitad de ios derechos estipulados.
La 14, de 15 de mayo de 1868, concedió otra prórroga de dos años
más, y ya nose refiere sino a camino de herradura; agrega la ley que
sí concluido el camino ios empresarios resuelven hacerlo caí retero o de
rieles, la prórroga será de seis años, a contar del l.° de julio de 1872, y
agrega que el Gobierno Nacional completará la suma destinada a
apertura del camino aplicando el producto de los derechos de importa
ción que se causen en las Aduanas do Buenaventura y Tamaco, deduci
dos loa gastos de administración y las cuotas destinadas a) pago do la
deuda exterior.
168 F e r r o c a r r il d el P a cífic o
ser hasta del 50 por 100 ; los contratistas debían construir un muelle en
Buenaventura en punto en que fondeen buques de alto bordo, con derecho
a cobrar $ 0-10 por cada persona y cada 50 kilogramos de carga que hieie
ran uso del muelle; los concesionarios debían depositar $ 25,000 en
el Banco de Bogotá, para garantizar el cumplimiento del contrato; el Go
bierno debía depositar en el mismo Banco, a la orden de los contratistas,
$ 105,000 en cada uno de los tres últimos años de plazo para la construc
ción y $ 210,000 anuales por el término de veinte años, a partir del día
en que se diera al servicio toda la vía; los primeros depósitos sa harían
en abono de los intereses del capital invertido y los otros para atender
al déficit que resultara en la explotación y conservación, más los intere
ses del capital invertido en ella, el cual se caleuló en %7.000,000 ; pero la
.República no estaba obligada a dar más de esa suma de $ 210,000 anua
les si^el déficit resultaba mayor, ni suma alguna si no había déficit; para
garantizar estos pagos se comprometieron los productos libres de las
Aduanas de Buenaventura, Tumaeo y Ríosacio, y en caso necesario, se
completarían con las demás rentas; se concedieron franquicias aduaneras
hasta para ios víveres qae consumieran las dependencias del camino; se
cedió a los contratistas el antiguo camino de herradura, con todas sus de
pendencias, excioyendo lo que a la Compañía de éste debieran la Nación
y el Estado del Cauca, y los contratistas se comprometieron a reconocer el
valor de las acciones que tuvieran en él los particulares; también se com
prometieron a poner en ei río Oauca uno o más v^jfores un año después
de terminado el Ferrocarril, siendo facultad de ellos establecer la tarifa
a su acomodo; y se les concedió el derecho de construir un Ferrocarril
hasta el río Magdalena, sin subvención.
El depósito de los $ 25,000, de la garantía, no !o hicieron los conce
sionarios, ni empezaron los trabajos, por lo cual se celebró nuevo con
trato, que fue aprobado por la Ley 64, de 9 de mayo de 1873, y por él se
concedió prórroga de ocho meses para hacer esa consignación y de dos
años para concluir el camino si en los cuatro fijados en el contrato primi
tivo tenían ya construida y dada al servicio más de la mitad de Sa obra.
Los contratistas no camplíau todos sus compromisos, aunque sí
habían hecho ya el depósito de los # 25,000 y practicado algunos estadios,
y por eso la Ley 32, de 6 de junio de 1374, autorizó al Ejecutivo para
que en el caso de caducidad del contrato emprendiera la obra por cuenta
de la Nación o celebrara otro.
Los concesionarios traspasaron el suyo a otra Compañía americana,
y el Gobierno no aprobó ei traspaso; mandaron a Bogotá comisionados
especíales para hacer reforma al primitivo, e hicieron nuevas propuestas,
que no se aceptaron.
La Ley del Oauca, número 43, de 20 de septiembre de 1885, autorizó
al Presidente del Estado paca aceptar el contrato que la Nación hiciera
sobre construcción del Ferrocarril y para tomar acciones en la Compañía
empresario.
Al fin uno de aquellos Representantes celebró en 1877 q q contrato
con el Estado del Cauca, sobre construcción del Ferrocarril, pero el Go
bierno Nacional no lo aprobó, y así terminó todo con aquellos contra
tistas.
Entonces la Nación celebró con el señor Ross contrato para hacer
exploraciones en la vía, y nada efectivo se hizo; y más tarde, el 2 de fe
brero de 1878, celebró otro con el señor Francisco J. Cisneros, el cual fae
aprobado, con algunas modificaciones, por la Ley 25, de 7 de mayo del
mismo año. Las principales estipnlaciones, las cuales extracto en parte
170 F e r r o c a r r il d el P a c ific o
del may interesante estadio que sobre el Ferrocarril publicó el doctor Al
fredo Ortega en los Anales de Ingeniería, fueron éstas: la línea debía ir de
Buenaventura al río Oauca, pasando de preferencia por Cali; anchura,
3 pies entre rieles ; gradiente máxima* 4 por 100, pudiendo ser del 6 en
casos excepcionales; los rieles que se emplearan, de treinta libras por
yarda linea!; los trabajos se empezarían a loaseis meses ; el costo de la
obra se calculó en $ 6.000,000, de ios cuales el Gobierno contribuiría con
g 3.000,000, y para pagar éstos se destinaron 50 unidades de ios produc
tos de las Aduanas del Pacífico; e! Estado de Antioquia ayudaría con
$ 200,000 por una vez, y el de! Oauca, con $ 2,000 mensuales, pero la ila
ción nose constituía responsable de estas dos subvenciones; el Gobierno
contribuiría gratuitamente con las zocas y con eí serviciode policía, y cedía
al contratista 200,000 hectáreas de baldíos; el privilegio se concedió por
sesenta años, pero el Gobierno podía comprar la empresa después de veinte
de estar en servicio; Cisneros debía construir un muelle en Buenaventura
como dependencia del Ferrocarril.
Los trabajos se inaguraron e! 15 de septiembre de 1878, y en noviem
bre se dio aviso de que estaban hechos los estudios de la línea hasta Oali
y que tendría 138 kilómetros de extensión, 15 túneles y 103 puentes.
Los Estados de Antíoqnia y Oauca no pagaron con puntualidad las
sumas ofrecidas, y entonces, por medio de otro contrato, de 15 de marzo
de 1880, aprobado por la Ley 54, de 5 de julio de ese afio, se convino en
que la Nación aceptaba la responsabilidad de esos pagos.
Los títulos da ios 200,000 hectáreas de baldíos fueron entregados, y
de ellas 20,000 estaban ubicadas en Panamá.
SI 20 do jallo de 1882 entregó el contratista construida la línea hasta
Córdoba (20 kilómetros), inclusive el puente del Piñal, que comunica la
isla de Cascajal, donde está edificado Buenaventura, con eí continente.
Este puente tenía 487 metros de largo, y costó § 163,336. También se
construyó el muelle, con costo de $ 80,235, y quedó abandonado desde ei
principio, porque los buques no podían atracar ©n él.
Ei sefior Cisterna no podo form ir una Compañía en el Extranjero, y
por eso propaso varias veces !a rescisión del contrato, a la cual no acce
dió el Gobierno; a la cuarta solicitud en ese sentido, y en atención a las
quejas que había porque la obra no adelantaba, ai fia, ei 22 de junio de
1885 se rescindió el contrato, de acuerdo con las opiniones del Cuerpo
Legislativo. El Gobierno recibió la obra el 20 de septiembre de ese afio.
La carrilera tenía 27 kilómetros de longitud, y el trazado estaba hecho
hasta el 52. Lo recibido se avaluó en $ 1.780,882, incluyendo el derecho de
indemnización que se reconoció; y como Cisneros había recibido $ 1.244,945,
quedó un saldo de $ 588,937 a su favor, inclusive $ 53,000 fijados por el v
perito tercero en puntos en qae no estuvo de acuerdo con los otros dos.
Resalta que los 27 kilómetros salieron costando a poco menos de $ 66,000.
El material rodante entregado por ei contratista fue sólo dos locomotoras
y diez y nueve carros.
Los títulos de los baldíos fueron devueltos por el sefior Oisneros, y
el Gobierno le pagó lo que le quedó debiendo.
La Nación cedió la empresa al Estado del Cauca el 9 de diciembre
de 1885, quien se comprometió a coronar la obra, pero nada hizo, entre
otras razones, porque en seguida se eliminó el Estado y entráñaos en el
régimen central; y mientras tanto lo poco que había se iba echando a
perder por defeetusa administración.
Por la Ley 144, de 26 de noviembre de 1888, se autorizó al Ejecu
tivo para comprar al Cauca los derechos que tuviera en el Ferrocarril,
R u fin o G u tié rr e z 171
deatinó hasta $ 600,000 oon ese objeto, y lo autorizó también para conti
nuar la obra por administración o contrato.
SI Gobierno se hizo cargo de ella, y destinó las 50 anidadea de las
Aduanas del Pacífico y los $ 300,000 que ía Ley 124, de 13 de junio de 1887,
votó cuando 'mandó hacer la emisión de $ 12.000,000 en billetes. La Admi
nistración hizo algunas reparaciones a la línea y al puente del Pifia?, que
se hallaban en malísimo estado, y adelantó algo los trabajos, coa gasto
de $ 786,166 en moneda corriente.
Cuando se rescindió el contrato Cisneros, se celebró uno con el apode
rado del Conde de Goueencourt, el l.° de junio de 1886, que fue aprobado
por la Ley 4.a de aquel afio. Se concedió al nuevo contratista privilegio
por noventa y nueve años para construir y explotar un Ferrocarril de Bue
naventura al río Cauca y otro de Bogotá al Magdalena, abajo de la des
embocadura del Oarare, y también en caso de que no se presentaran
propuestas más ventajosas, para uno de Medellin ai Magdalena o Carta
gena y para otro de Girardot a Cali o al Cauca. Los trabajos debían em
pezarse dos años después de la aprobación del contrato; las líneas serían
de 1 metro entre rieles; el Gobierno garantizaba con los productos de
las Aduanas el interés del 7 por 100 anual sobre el capital invertido, a ra*
zón de $ 42,000 por kilómetro. El contratista depositó $ 50,000 para ga
rantizar el cumplimiento de las obligaciones que contraía; se le autorizó
para fijar libremente las tarifas. El Conde celebró uo contrato con el De
partamento del Cauca, sobre cesión de los derechos de éste, y el Gobierno
no lo aceptó. Como los trabajos no se empezaron en el tiempo estipulado,
el Gobierno declaró caducado el contrato el 28 de marzo de 1889. El 8 de
mayo siguiente se celebró otro con el mismo Conde para construir un Fe
rrocarril de Buenaventura a Manizales, pasando por-Cali. Por este nuevo
convenio el privilegio se limitó a ses enta afios y se contrajo el compromiso
de garantizar el 7 por 100 sobre lo que se invirtiera en la reconstrucción
del trayecto ya construido, sobre la base de $ 40,000 por kilómetro. El
Conde traspasó esta concesión a una Compañía franco belga; y como los
contratistas oo pudieron cumplir sus compromisos y entablaron reclama
ción, el 30 de junio de 1892 se celebró un convenio, que fue aprobado por
la Ley 87, de 10 de diciembre de ese año, por el cual se declaró nulo el
privilegio concedido, y se convino en devolver el depósito hecho, con
interés al 7 por 100, y en dar 40,000 francos por ios gastos.
El 7 de agosto de 1890 se había celebrado contrato, que fue aproba
do por la Ley 16, de 18 de octubre de ese afio, con James L. Cherry, so
bre privilegio de construcción y explotación de nu Ferrocarril de Buena
ventura íTMaDizales, pasando p> r Cali, por setenta años, con derecho a
establecer otras líneas férreas a las fronteras del Ecuador, al Atrato, al
Magdalena y al Putumayo; los trabajos debían empezarse cuatro meses
despnés y estar construida la línea hasta Cali a los cuatro años; ei Go
bierno garantizó el interés del 4£ y por luí) sobre lo que set in
virtiera en la línea de Buenaventura a Mam'zales, a razón de $ 38,000
por kilómetro y durante diez y ocho años; para el pago de esos intereses
se destinó el 50 por 100 del producto de las Aduanas del Pacífico. El contra
to fue traspasado por Cherry a una Compañía americana, y por ésta a
otra. Los trabajos se iniciaron el 18 de septiembre de 1890; se estipuló que
el ancho de la vía fuera de 1 metro entre rieles, y después convino el Go
bierno en que no faera sino el de ío ya construido ; en marzo de 1892 se de
volvieron a Cherry $ 50,000 que había depositado para garantizar el cam
plimiento de los compromisos que contrajo, porque entregó construidos
14 kilómetros, ha^ta Sacre, aprovechando los trabajos muy adelantados
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1 72 F e r r o c a r r il d el P a cífic o
tu ra so b r e el n iv e l d e la s a g u a s , o tr a c o r n is a p a r a se n ta r la v ía q u e d io
d e n u e v o al s e r v ic io , y y a b a s t a C resta d e G a llo , en ju n io ú ltim o . D ie z y
n u e v e m e se s d e tra b a jo a sid u o co n 1,8 0 0 p e o n e s por té r m in o m e d io , co n
g a s t o d e caBi un m illó n d e p e so s , s e n e c e s ita r o n p a r a r e c o n str u ir lo q u e
e n p o ca s h o ra s d e s tr n y ó el rio. L o s m u r o s d e c o n te n c ió n le v a n t a d o s so n
u n o s 2 0 ,0 0 0 m e tr o s c ú b ic o s , y e l c e m e n to e m p le a d o , a lg o m á s d e 6 0 ,0 0 0
c a rg a s; p ara m o v iliz a r lo tu v o q u e o r g a n iz a r la C o m p a ñ ía u n a r e c u a d e
300 m u ía s.
“ P a r a d a r m a y o r se g u r id a d a la v ía , en 11 k iló m e tr o s t o d a s la s tr a
v ie s a s so n d e a cero , y d e g u a y a c á u en el r e s to d e lo r e c o n str u id o , to d o b ie n
b a la s ta d o . S e co lo ca r o n c u a tr o p u e n te s n u e v o s d e a c e r o , d e 3 0 m e tr o s
u n o , otro d e 50 y d o s d e 55. y s e a r r e g la r o n lo s d e m á s q u e h a b ía n q u e
d a d o so c a v a d o s .
“ E n tr e O ian eros y S a n J o s é , 18 k iló m e tr o s , tr o z o c o n s t r u id o por lo s
a n te r io r e s c o n tr a tis ta s e x tr a n je r o s, io s d a ñ o s n o fu ero n m e n o r e s . E n é l s e
h iciero n g r a n d e s v a r ia n t e s en la lín e a y s e c a m b ia r o n io s a n tig u o s r ie le s
d e 4 0 lib r a s por lo s d e 5 5 ,”
H a s t a S a n J o s é , en e l k iló m e tr o 3 7 , c o m o d e jo d ic h o , la v ía fé r r e a
r e s is te con v e n ta ja la c o m p a r a c ió n e n to d o s s u s d e t a lle s c o n c u a lq u ie r a
o tra d el p a ís . D e e s e lu g a r p a r a a c á e s s e n c illa m e n te u n a lá s tim a y u n a
v e r g ü e n z a , p ero n o por c u lp a d e la C o m p a ñ ía , a q u ie n s ó lo c o r r e s p o n d e
a te n d e r a la c o n s e r v a c ió n y e x p lo t a c ió n d e la lín e a a n tig u a , s e g ú n e l c o n
tr a to , q u e d a n d o a c a r g o d e l G o b ie r n o la r e c o n str u c c ió n y to d a o b r a n u e v a
d e e lla . S in e m b a r g o , a la so m b r a d e la c o n s e r v a c ió n s e h a n h e c h o a lg u
n a s v a r ia n t e s d e im p o r ta n c ia y s e h a n e lim in a d o d e c e n a s d e p u e n te s d e
m a d e r a , r e e m p la z á n d o lo s c o n a lc a n ta r illa s d e c o n c r e to . A ú n fa lta n por
h a c e r a lg u n a s v a r ia n te s in d is p e n s a b le s y c a m b ia r d ie z y s ie te p u e n te s ,
e lim in a r lo s o r e e m p la z a r lo s p or a lc a n ta r illa s .
L a s c u r v a s en e s t o s 3 7 k iló m e tr o s so n n u m e r o s a s y m u y fo r z a d a s ,
lle n a s d e co d o s; lo s r ie le s , d e 4 0 lib r a s por y a r d a lin e a l, d e tr e s o c u a tr o
c la s e s d is tin t a s , c o m p r a d o s d e s e g u n d a m a n o d o n d e ib a n s ie n d o d e s
e c h a d o s p ara r e e m p la z a r lo s c o n o tr o s d e m a y o r p e so . T a n m a lo s e s tá n , q u e
n o e s raro e l c a s o d e q u e s e r o m p a n a l p a s o d e n n tr e n , p o r q u e e s tá n
c r is ta liz a d o s . C on m a te r ia l fijo d e e s a c la s e , la s ju n tu r a s so n d e t e s t a b le s ,
y a l p a sa r por e lla s s a lta n lo s c a r r o s y s e q u e ja n q u e e s u n g u s t o , y m u
c h a s v e c e s , con d e m a s ia d a fr e c u e n c ia , s e d e sc a r r ila n .
T a n m a rca d o c o n tr a s te h a c e e s t e tr a y e c t o co n io c o n s tr u id o por la
a c tu a l C o m p a ñ ía , co m o a r m ó n ic o ju e g o c o n e l a m e n a z a n te p u e n te d e l
P iñ a l, q u e u n e la is la d e B u e n a v e n tu r a co n el c o n tin e n te , y co n lo s lo c a
le s d e la e sta c ió n do e s t e p u e r to , to d o e llo d e c a r g o d e l G o b ie r n o .
D e b id o a e sto , la s lo c o m o to r a s b u e n a s y p o d e r o s a s q u e h a in tr o d u
c id o la C o m p a ñ ía só lo p u e d e n fa n c io n a r d e C isn e r o s p a r a h r r ib a , o b li
g a n d o a si e l trá fico a c a m b io s m u y e m b a r a z o s o s p a r a la m a r c h a e x p e d it a
d el se r v ic io .
E l p u e n te d el P iñ a i, q u e u n e la is la c o n el c o n tin e n te , a 3 k iló m e
tr o s d e d is ta n c ia d e la p o b la c ió n d e B u e n a v e n tu r a , tie n e h o y 180 m e tr o s
d e lo n g itu d , e s d e h ierro y e s t á s o s te n id o p or p ilo te s d e m a d e r a , lo s c u a
le s h a y q u e e sta r r e p o n ie n d o c o n s ta n te m e n te , co n g a s t o m u y c r e c id o , y
h ab rá q u e rep o n erlo to d o él m u y p ro n to , p o r q u e e l d ía m e n o s p e n sa d o o c u
rre a llí un a c c id e n te d e fa t a le s c o n s e c u e n c ia s , p or h a lla r s e en m a lísim o
e sta d o . S e h a p r e s u p u e s to la su m a d e $ 9 3 ,0 0 0 p a ra r e e m p la z a r lo .
E n el tr a y e c to d e lo s 11 k iló m e tr o s e n el D a g u a , d o n d e to d a s la s
tr a v ie s a s son d e a cero , e s tá ta n b ie n c o n str u id a ia lín e a q u e p a r a su c o n
se r v a c ió n só lo s e in v ie r te nn jo r n a l por k iló m e tr o ; p u e s n o h a y m á s tra-
Rufino Gutiérrez 179
bajo que limpiar las cunetas, desyerbar ia vía y cambiar ios rieles y
traviesas qne rompen con frecuencia las piedras que se desprenden de las
©levadas rocas.
Hasta ei kilómetro 34 ios rieles son ahora de 40 libras por yarda,
pues aunque la Compañía recibió la línea con esa clase de materiales hasta
el 55, tuvo que reconstruirla desde ei 48, y en el resto del trayecto cambió
los rieles d 8 40 por de 55. De los retirados del servicio el Gobierno dio en
préstamo, y aún no se han devuelto ni pagado, 442 al Tranvía de Cali
para la nueva línea de Las Ceibas; y cedió 736 al Ferrocarril del Departa
mento de Caldas, 441 al acueducto de Oaii, 421 a la Gobernación del Valle,
para diferentes obras públicas, y 1,231 a¡ la Administración General de
Telégrafos, para emplearlos como postes de la línea de Buenaventura a
Cali; en esto los empleados se han dado el lujo de invertir doble número
de ríeles de los que se necesitan.
Cuando Qherry entregó la línea había 96 puentes y pontones de ma
dera, los cuales se han cambiado casi en su totalidad por de acero o reem
plazado con alcantarillas, cuando no eliminado en absoluto. Todavía hay
1 2 puentes de madera sin cambiar, porque ese gasto corresponde por
mitad ai Gobierno, quien no ha dictado providencias al respecto.
Hay actualmente de Buenaventura a Cali 41 puentes de acero, in
cluyendo el del P iñal; de ellos 6 son de 30 a 55 metros de luz, y 72 alcan
tarillas y tubos o desagües con tapas de cemento.
Cerca de Puerta del Dagua, en el paraje llamado Espinal, se depositó
en un gran almacén una cantidad muy considerable y valiosa de mate
riales, herramientas, útiles, etc., que el Gobierno recibió de la Compañía
cuando se terminó la reconstrucción de lo destruido por la creciente del Da
gua. Hace cuatro años que eso está allí casi abandonado, y va perdién
dose por extravío o por deterioro, sin que ei Gobierno tome providencia
eficaz para utilizarlo en forma algans. Lo propio sucede con dos puentes
de acero que quedaron abandonados al hacerse i a reconstrucción.
Antes de que se prolongara el camino de herradura hasta Córdoba,
Juntas (hoy Cisneros) fue lugar de alguna animación, porque era el puer
to fluvial donde se embarcaba y recibía toda la carga de exportación e
importación. De allí el camino de herradura subía por la hoya del rí^ P e-
pita, que desemboca en ese punto en el Dagua, y por eso se llamó Jautas,
ascendía al espinazo del contrafuerte, bajaba al valle del Salado, conocido
también con el nombre de Queremal, y seguía a buscar la mayor depre
sión de la Cordillera por allí y descender a Cali, Prolongado el camino de
herradora,el pobladito de Juntas decayó mucho, y volvió a animarse cuan
do llegó la vía férrea y se abrió la estación con el nombre de Cisneros;
pero cuando adelantó el enrielado y se estableció la estación de Caldas,
volvió a decaer, y hoy es na pobladito pajizo de medianísimo movimien
to y sin porvenir.
A la salida del Boquerón del Dagua hacia el interior, se baila el tris
temente célebre campo de Las Hojas, lugar en que siempre se establecie
ron campamentos durante la guerra de la Independencia y de nuestras
contiendas civiles y hubo algunos hechos de armas, por ser iugar estraté
gico de excepcionales condiciones.
De Oisaeros para acá forma el Dagua una estrecha vega hasta Cór
doba, de 35 kilómetros de longitud y que quizá no tiene 1 de anchara don
de más se amplía. Por allí se ven algunos cultivos de caña, bastantes ca
sitas pajizas habitadas por descendientes de los antiguos bogas, muchas
palmas de chaqnípay, o sea chontadaro, que es alimento muy nutritivo;
y, sobre todo, grandes sementeras de plátanos, de tamaño y calidad como
180 Ferrocarril del Pacifico
no los be visto iguales en nlngana otra región del país. Ahora cuatro años,
cuando la langosta destruyó los platanares del Valle del Oauca, las se
menteras del Dagua abastecieron a Oali en condiciones muy cómodas.
La línea férrea en genera», y particularmente en lo construido por la
Compañía, está balastada con piedra picada de excelente calidad; las cu
netas se mantienen limpias; donde no está cercada la línea es por culpa de
los dueños de los predios; los polines van reemplazándose todos por de gua.
yacáo, y para evitar accidentes con la entrada de ganados a la mesa del
camino, están colocados más de sesenta aparatos metálicos.
La estación de Tumbo, inaugurada el 19 de septiembre de 1914,
en el extremo oriental de la población de este nombre, tiene muy buenos
edificios para despacho y habitación de los empleados, bodegas amplias, y
empieza a formarse un bonito y extenso parque por cuenta de la Empresa.
El centro de movimiento de la población queda un poco retirado de ia es
tación, y por eso considero que no es acertado el que por hacer una mise
rable economía en arrendamiento de local para la Oficina de Correos y Te
légrafos Naciona'es, se haya trasladado últimamente ésta al edificio de
la estación. La población, situada al pie de la Cordillera Occidental,
adonde baja directamente ia línea férrea, es grande, bien trazada, no ca
rece de bnenas edificaciones, pero éstas están muy diseminadas, y el ma
yor inconveniente que allí hay es que las aguas no son abundantes ni de
buena calidad.
La estación de Punta de Yambo, hoy Isaacs, inagurada el 19 de oc
tubre de 1914. a 3 kilómetros de la anterior, en vía para Oali, a orilla del
río Canea, está a 13 ki ómetros de esta última ciudad, y en ese trayecto
forma la línea una recta. Los edificios son buenos, la bodega muy amplia.
Es estación de gran movimiento, aunqae el poblado que se va formando
a sa sombra crece muy lentamente. E*e es el puerto de mayor movimien
to del río en carga de importación y exportación Allí tiene sus oficinas y
talleres una de las Compañías de Navegación del Cauca, y la otra ha cons
truido an cómodo muelle. Entre las bodegas y oficinas y la línea está for
mando un parque la Compañía del Ferrocarril.
La estación de Cali, en el kilómetro 173, se inauguró el l.° de enero
de 1£»£, a gran distancia del centro de la ciudad, hacia el Occidente, cero»
del cementerio, porque el Concejo y algunos vecinos presentaron inven
cibles dificultades para que se estableciera en el otro lado del río de Cali,
en el lugar más apropiado para el objeto. En eso militaron intereses per
sonales y de suspicacia poco recomendables. A pesar de que el ramal del
tranvía que se tendió por frente & la estación, para comunicarla con el
centro de ciudad, y a la sombra del movimiento se ha desarrollado allí
bastante la población, todavía queda muy excéatrica la estación, y se di
ficulta comunicarse coa ella en días de lluvias. Con el tiempo ese b a
rrio adquirirá grande importancia, pues tiene buenas condiciones, está
bien alumbrado y se construyen allí varias fábricas. Es lástima que no
tes de qae los terrenos adquierau gran valor no compre el Concejo un
lote para formar una plaza en ese logar.
La estación es may cómoda y de buena y sólida construcción de la
drillo, adobe y cemento, con techos metálicos, superior a todas las del
país, excepción hscha de las de Bogotá y Medeilín ; tiene edificios de dos
pisos para oficinas y habitación de los empleados superiores, grandes bo
degas, separadas, para carga de importación, exportación y productos del
país y entrega y recibo de equipajes; salones bien amueblados para pasa
jeros de las diferentes categorías; ana casa con cuatro departamentos
para empleados secundarios del servicio de la estación, de los trenes y
Rufino Gutiérrez 181
mer semestre del año pasado: 7,417 pasajeros despachados y 8,240 llega
do?} 66,376 kilogramos de carga recibida y 589,866 despachada; el
moví mentó del segundo semestre, por el cual se ve cómo va desarro
llándose el tráfico, fue éste: 27,117 pasajeros llegados y 29,079 des
pachados; 319,616 kilogramos de carga recibida y 1,854,840 despachada.
Bu la misma proporción viene aumentando el movimiento en lo que va
corrido del presente año.
Para la prolongación hacia Cartago está heoho el estudio en toda su
exteusión, y la línea, en rectas casi continuas en sn totalidad, tocará en
todas las poblaciones de la banda oriental del Oauca. La explanación
va en el kilómetro 210, en el río Amaime, y se trabaja activamente en la
construcción de puentes y alcantarillas. En la estación de Oali están de
positados 63 puentes de acero de 10 pies de extensión para arriba, desti
nados a esta vía.
Tres gravísimos imconvenientes han impedido qne el Ferrocarril avan
ce con la rapidez qae es de desearse y se proponía la Oompañia: l.°, la
guerra universal, que no permite traer material del Extranjero ni conse
guir un empréstito; 2 !, el grandísimo atraso en los pagos que debe hacer
e! Gobierno, porque el producto de las 50 unidades de Aduanas dél Pací
fico se ha reducido tánto que no alcanza ni para los gastos más argentes,
y aun han llegado casos en que el Gobierno, por su aparada situación fis
cal, se ha visto obligado a echar mano de los productos íntegros de aque
llas Aduanas; y 3.°, la no entrega oportuna de las zonas que el Gobierno
tiene obligación de facilitar; y eso porque la mayoría de los dueños de
predios por donde pasa ¡a línea han pretendido aprovecharse de la oca
sión para explotar el Tesoro público, y porque la ley que regía hasta
hace poco no permitía efectuar la expropiación hasta después de terminado
el respectivo juicio y pagado por avalúo el valor de la zona. Jamás tnvo
en cuenta el daeñodel predio el beneficio qae a éste reporta la proximi
dad a la vía. Oasos se han presentado en que loa dueños de las zonas
convinieron en recibir determinadas sumas por ellas, y como la compra no
podía hacerse sin llenar las formalidades de la ley, al practicarse éstas
ante el Poder Judicial, con pérdida de machos meses y la consiguiente
paralización de los trabajos, los avaluadores oficiales dieron a es*? zonas
valores mucho mayores que los convenidos privadamente, y no hubo más
remedio que aceptar esos precios; y como el pago nunca lo hacía el Go
bierno puntualmente, los trabajos seguían paralizados.
La línea que debe seguir por el Sur hasta Popayán va ya en Gua-
chinte, en e! kilómetro 34 a partir de Oali, donde antes no había más qne
ana casa y ahora se va formando ana población a la sombra de la esta
ción del Ferrocarril, la cual se inauguró el 14 de marzo de 1916. En ese
trayecto hay siete rectas que suman por junto 32 kilómetros, y en los
otros dos las curvas son muy amplias. La pendiente de la línea es suave,
pues en la generalidad de ella fluctúa entre el cuarto y el uno y medio
por ciento. En dos kilómetros esa gradiente aumenta algo hasta llegar
al dos y medio en unos 300 metros. Pado evitarse esto, y así quiso hacer
lo la Oompañia echando la línea un poco al Oriente, pero el Gobierno se
empeñó en que se prefiriera el primitivo estudio del trazado, diz que por
que por donde se construyó la línea quedaba más corta, como si no fuera
más económico y cómodo para el porvenir hacer de una vez el gasto en
unas pocas decenas de metros más.
Pasa la carrilera por entre grandes haciendas de propiedad de Cale-
Sos, y por cousiguieate la región es ua poco despoblada hasta Jamundí.
Qaizá por las condiciones de esas propiedades no se han establecido casas
Rufino Gutiérrez i
187
ARMENIA
Armenia, febrero 8 de 1918
El día 6 salí de Buenaventura en tren de carga, pernocté en La Cum
bre, y de allí bajé en mesa de empuje a tomar el vapor en Puerto
Isaacs, de donde me puse en día y medio en Garfcago, y de esta
cindad salí el 9 por camino bastante quebrado y no muy descuidado has
ta el puente colgante de Piedra de Moler, sobre el río de La Vieja, que
está a unas dos Teguas de distancia. Ya empiezan a hacer en este trayec
to algunos cultivos, entre ellos de arroz, 5 se ven varias casas de guadua
íntegramente, o con techo de paja. En una veguita que forma el río hay
bonitos potreros poblados de buen ganado vacuno y una elegante y có
moda casa, faera de ia bastante regular que sirve a la administración del
pueüte, el cual, como dije ai hablar de Cartago, se construyó por con
trata de privilegio.
De allí se sube un repecho largo, y en seguida se marcha por cuchila
poco elevada, sin costear una sola de la innumerables pequeñas eminen
cias que forma, y por eso hasta la población de La Balsa, a dos leguas
próximamente de! río, no se encuentra una sola gota de agua, aunque a
corta distancia hay cañadas donde se ven y aun se oyen las corrientes que
cruzan estas tierras que forman parte de valle del Quindío.
Quien primero exploró este camino, en los tres primeros años del
siglo xvii, fue ei Capitán Melchor de Vsldós, cuando fue enviado hasta*
*
R u fin o G u tié r r e z 191
rroqnial. Esta es muy amplia, de base de cal y cauto, la caai tuvo que sa
carse de gran profundidad y levantarse bastante del lado de atrás, por la
desigualdad del terreno ; el pavimento es de madera ; el techo de teja de ba
rro, y el cuerpo de madera y guadua, por el estilo de las de Manizales.
Con limosnas de los fieles compró el señor Cura un solar en la plaza
y edificó en él la casa cural, de dos pisos.
Funciona una Conferencia de Ja Sociedad de San Vicente de Paúl.
Con fondos de la Asociación del Sagrado Corazón de Jesús, y por ini
ciativa del actual Gura, del doctor Alejandro Londoño y de la señora
María del Rosario Mejia de Jaramillo, se fandó el Hospital de Caridad
en regular cas», que tiene salones separados para hombres y mujeres,
para enfermes especiales y para pensionados, que pagan a $ 1 diario,
todos ellos con camas no muy mal tendidas. Hay un saloncito muy des
mantelado que llaman capilla. Está manejado el establecimiento por una
Junta de Beneficencia, y !u administra una señorita; tiene un médico, con
$ 20 desueldo; el botiquín es muy escaso, y se carece de instrumental, pero
el doctor Aurelio Botero Isaza presta el suyo y hace gratuitamente todas
las operaciones que son necesarias. Ayer había 25 enfermos. No cuenta
con más resta o auxilio que las limosnas de vecinos caritativos y el pro
ducto de la renta de registro, que sube a unos $ 2,000 anuales. Hay agua
pero no baños. Del Departamento no ha recibido más auxilio que $ 300
en 1916, y de la Nación nada.
El cementerio está cercado con tapias, es chico, aseado, sin capilla y
con humildes monumentos.
La Oficina de Correos y Telégrafos se estableció ea mayo de 1903, y
en marzo dé 1915 se separaron los dos ramos, quedando el de Correos a
cargo de Luis E. Botero como Administrador, a quien sucedió el actual,
que es el señor ülímaco Salazar, quien disfruta de $ 45 de sueldo, y tiene
un Ayudante, con $ 30; para pago de arrendamiento de! local, $ 7; para
útiles de escritorio, g 2, y $ 0-80 para alumbrado.
Se reciben y despachan un correo semanal por la vía da Manizales y
otro por la de Salento y el Quindío.
El año de 1917 hubo en la Oficina este movimiento:
Correspondencia recibida del interior: 18,686 cartas, 21,089 impresos,
1,333 notas oficiales, 1,681 autos civiles y criminales, ^ m u estras, 47 pa
peles de negocios, 188 cartas recomendadas, 81 objetos reeomendos, 85
valores declarados, con $ 2,355-29; encomiendas, 146, con $ 6,064-10,y 266
tarjetas.
Correspondencia despachada para el interior: 15,639 cartas, 11,601
impresos, 1,075 notas, 750 autos civiles y criminales, 53 muestras, 23 pa
peles de negocios, 150 cartas recomendadas, 64 objetos recomendados,
259 valores declarados, con $ 3,779-92; encomiendas, 141, con %8,228-74,
y 295 tarjetas. **»
Correspondencia recibida del Exterior: 981 cartas, 38 tarjetas, 2,466
impresos, 23 muestras, 25 recomendados y 39 encomiendas por $ 1,883.
Lo despachado para el Exterior fue 147 cartas, 25 tarjetas, 128 im
presos y 10 recomendados.
Se emitieron 465 giros postales por valor de $ 5,679-58, que produje-
ron por derechos $ 189-25, y se cubrieron 163 por $ 1,878-35.
La venta de especies postales en el año subió a $ 611-25.
Los comerciantes han hecho construir por su cuenta uu armario con
cajillas y llaves para que les sirvan de apartados de correo, y de ellas
hay colocadas 32, que pagan al Administrador de Correos a $ 0-30
por mes.
196 Armenia
emplea la energía para industria alguna, pero están montando una tri
lladora que hará uso de ella. En las calles no van los alambres sobre
postes que estorben el tránsito.
A la población de Oalarcá se lleva de aquí el alambrado eléctrico por
contrato hecho en las mismas condiciones del de Armenia, y hay allí co
locados 200 focos por junto.
En el censo de 1893 figura ya Armenia con 3,000 habitantes; el de
1905 le da 9,632, y el de 1912,13,720, pero de entonces a esta parte ha au
mentado mucho la población (1).
En 1917 hubo 845 nacimientos, de ellos 196 hijos ilegítimos, 308 de
funciones y 92 matrimonios. Estos datos son buena basa para juzgar del
clima del Distrito y de la moral de sus habitantes.
El mismo año se beneficiaron 3,402 cabezas de ganado mayor, de ellas
958 hembras, y 5,333 de ganado menor. Diariamente se degüella ganado.
La propiedad rafz está avaluada en $ 1.071,805,
El presupuesto de rentas asciende a $ 29,695-04. Para instrucción
pública se destinan $ 2,290-80; para obras públicas, $ 4,690-24, y para be
neficencia, $ 2,000.
La renta de timbre nacional produjo el año pasado $ 5,011-77; la de
consumo, $ 136,-38; la de tabaco, $ 36,387-92; la de licores destilados un
promedio mensual de $ 3,500.
Hay tres fábricas de cerveza.
Una de kola.
Dos de jabón y ?elas.
Una de cigarros y cigarrillos.
Una de chocolate.
Tres de moler café.
Dos galpones.
Dos tenerías.
Dos trilladoras de café, una de ellas movida por fuerza hidráulica y
la otra por vapor, un trapiche hidráulico y varios movidos por fuerza animal.
Oinco peluquerías. -
Tres prenderías, que pagan a $ 20 mensuales si dan dinero del 10
al 16 por 100 de ioterés mensual; $ 30 si cobran del 15 al 19, y $ 40 si co
bran más del 20 por 100 a! mes.
Un club no bieo recomendado, que pagó matricula de $ 40 y $ 15 de
impuesto mensual.
Una fotografía.
Una gallera.
Tres hoteles.
Cinco deutisterías.
Seis boticas.
Oinco billares.
Cuatro sastrerías.
Una ebanistería.
Cuatro zapaterías.
Dos talabarterías.
Dos automóviles, y dos carros.
E ü la memoria que escribió en febrero de 1583 ei Oidor de ia Real
Audiencia don Francisco Guilléu Chaparro dice que de dentro del río
Quindío salía una fueate de agua salada, de la que se hacía sal paro el
IBAGUE
Bogotá, febrero 24 de 1918
mente el comercio de Ibagué y del valle del Qaindío con las fincas de la
región que atraviesa el camino de este Dombre.
La Beal Audiencia encargó a don Andrés López de Galarza, herma
no del Oidor de este nombre, de capitanear una'expedioión contra los pan-
tágoras y fundar una ciudad en el vallecito de Las Lanzas (llamado así
porque los indios usaban lanzas), En esa expedición iba el Capitán üoe-
11o, quien se ahogó en el río a que dio su nombre. También formaban
parte de ia expedición Melchor Valdés y Bartolomé Talaverano. Los ex
pedicionarios fundaron a orillas de la quebrada Bermellón y del río Anai-
me, el 14 de octubre de 1550, una población, a ia cual dieron el nombre
de San Bonifacio de Ibagué. En 1551 la atacaron los indios pijaos, y por
eso hubo que trasladarla del valle de Las Lanzas a sa actual asiento,
donde se levantó inmediatamente una capilla pajiza en el lugar que ocu
pa la Catedral de hoy. Los primeros Alcaldes nombrados fueron el Ca
pitán Juan Cretón y Francisco Trejo; Alguacil Mayor, Pedro Gallegos;
Regidores, Juan de Mendoza Arteaga, Pedro de Salcedo, Domingo Uoello,
Gaspar de Taveray Miguel Oviedo; Escribano, Francisco Iñiguez.
El Padre Zamora dice que en ese tiempo se descubrió en el territo
rio de Ibagué una mina de azogue, la cual fue registrada en los libros
reales.
En el viaje que hizo en 1565 el Presidente de la Real Audiencia Ve
nero de Leiva, resolvió fundar, de acuerdo con el Vicario General de los
Dominicos, fray Andrés de Santo Tomás, un convento de la Orden en la
nueva población, y se levantó el primer edificio en lo que es hoy Colegio
de San Simón.
En 1602 cayeron los pijaos sobre Ibagué y asaltaron el hato del Al
calde Gaspar Rodríguez. Con este motivo los Dominicanos representaron
a la Audiencia diciéndole que si no enviaba fuerzas suficientes para de
fenderlos, abandonaban eí convento. En 1604 volvieron los pijaos y des
truyeron las estancias del Capitán Lorenzana. Para castigar estas
depredaciones se ordenó al Capitán Pedro de Herrera que se pusiera a la
cabeza de las fuerzas de Tccaima e Ibagué, y el Gobernador de Popayán
dispuso que su hijo don Pedro de Mendoza y su sobrino don Jerónimo de
Figueroa se pusieran a) frente de las fuerzas de Oartago y obraran de
acaerdo con el Capitán Herrera. A Mendoza y Figueroa los asaltaron loa
indios entre Buga, y Cartago, y 18S cortaron las cabezas. Esas expedicio
nes no dieron mayor resultado, porque los indios se habían internado en
la Cordillera después de destruir las sementeras, y por eso el Presiden
te del Nuevo Reino, don Juan de Borja, tuvo que ponerse a la cabeza de
un verdadero ejército y salir a campaña contra los pijaos, a los cuales
logró vencer en Chaparral en combate en que murió Calarcá, jefe de los
indios. El triunfo del Presidente don Juan de Borja sobré los pijaos y la
muerte de Calarcá, atravesado poruña lanza por el indio Baltasar, fue cele
brada en la iglesia del Rosario ea Ibagué con Te Deura, y la lanza se con
servó por muchos años en el arco toral de la iglesia.
El 19 de julio de 1606 volvieron los indios a atacar la ciudad, e in
cendiaron más de sesenta casas y las ermitas de Santa Lucía y el Humi
lladero, las cuales no se reconstruyeron.
En aquel tiempo dependían de Ibagué estos pueblos de indios, segán
el Cosmógrafo Mayor de Indias, don Juan López de Velasco : Anaima,
Oyaima, Doirna, Oombeima, Enaima, Ghinggataima, Matagaima, Buelna,
Itandaima. Biracacaima, Malaima, Yago, Chumba, Toiima y Biracai-
ma. De estos nombres se conservan la mayor parte, pero algunos de ellos
adulterados.
R u fin o G u tié rr e z 203
sí hay algunas buenas de uno a dos pisos, de ladrillo, adobe y tapia pi
sada, con techo de teja de barro, y muchas de bahareque y de teoho pa
jizo al lado de aquéllas; aun en la plaza principal hay todavía tres ran
chos pajizos; las de dos pisos allí son cinco, y también una chica de techo
metálico. En esa plaza, llamada de Bolívar, hay pila y bastantes árboles
de sombrío en notable variedad, y está sin empedrar. Loa andenes de las
oalles en que loa hay, son de ladrillo y de guijarros, poco anchos. En el
frontis de la Catedral hay reloj público. Fusra de esta plaza y de la de
mercado cubierto, cuenta Ibagué coa la de Santa Librada, aliado del
ouartel del .Regimiento; el Parque de Murillo Toro, muy chico, con verja
de hierro, una fuente publica y bancas; un lotecito llamado plazuela de
la Pola, y otro que está ai Occidente y tiene el nombre de Plazuela de
Boyacá.
En el territorio del Distrito catán el nevado del Tolima (toli) hielo;
ma) tierra), que tiene 5,61G metros de elevación; y el extinguido volcán
de Machín.
La Nación no tiene en Ibagué más propiedad que el edificio en que
está la Escuela pública que regentan los Marietas, el cual fue cuartel en
otro tiempo.
El Departamento tiene la Penitenciaría, la casa de Gobieno, la llama
da Palacio de Justicia, la en qne está acuartelada la Policía departa
mental, dos locales de Escuelas, e! edificio que ocupa la fuerza pública y
el de la planta eléctrica. La Nación le reconoce, pero parece que no paga,
$ 100 de arrendamiento por el cuartel y otros $ 100 por la Peniíetn
ciaría.
El Distrito tiene estas propiedades:
Gasa consistorial, de dos pisos, en ruinas, y por eso desocupada,
situada en la plaza principa!. Es !a misma casa del Oabildo de la época
colonial. La Alcaldía y otras oficinas municipales están en una mala y
estrecha casa arrendada; el salón del Concejo, en ia Oasa de Gobierno, muy
desmantelado y feo;
IJ d local de Escuela urbana de niñas, avaluado en $ 16,000;
Dos para Escuelas de varones, en construcción, avaluados eu $ 6.000;
Dos de Escuelas rurales, en $ 100;
Matadero público en construcción, de dos enramadas de techo metá
lico. con agua, cercado y con patio de piso cementado, y
Los ejidos.
Segün declaraciones tomades en 1774, les títulos de los ejidos esta
ban ya perdidos en aquel año, y entonces se decía que se extendían una
legua en contorno de la ciudad. Sin embargo, en la población se considera
al Municipio propietario de terrenos que se extienden de bastante más
abajo de ella hasta la cima del alto contrafuerte que la domina, y aun
hasta las vertientes del río Toohe» Particulares se han apoderado de
parte de esos terrenos desde tiempos remotos, sin pagar nada al Dispito
ni podérseles comprobar su falta de derecho. Los en que se reconoc la
propiedad del Municipio se arriendan para levantar habitaciones o para
cultivos en esta forma, según acuerdo de! Concejo, en que se hace minu
ciosa clasificación: solar urbano de primera clase, a $ 1-50 por año; de
segunda, a $ 1-80 ; de tercera y de cuarta, a $ 0-60. Al arrendatario que
construye casa de tapia y teja en el lote que toma, se le rebaja durante diez
años al 50 por 100, y el 25por 100 durante cinco años al que planta dos árbo
les de ornato al frente de la casa que construye. Por hectárea de terreuo ru
ral de quinta olase se pagan $ 1-80 por año; de sexta, $ 1-20; desóptima,
206 Ibagu é
Capellán, con $ 20; na Portero, con % 12, y varios Profesores que regentan
veinticuatro cátedras, a$ 10. Además los empleados desueldo fijo desempe
ñan cuatro cátedras. El año pasado se matricularon 90 estudiantes,
pero sólo cursaron 80. Ahora apenes se están abriendo las matrícu
las del año escolar. En 1917 hubo 14 internos, que pagaron pensión
de $ 12;
II. Escuela Normal de Institutores, en local del Departamento, con
un Director que gana $ 98; un Subdirector, $ 65-10, dos Pagantes Profe
sores, a $ 36-10; un Portero, $ 11-40, y diez y- seis Profesores, a $ 19.
Hay Escuela anexa, con un Director que gana, $ 70. El año pasado hubo
35 alumnos en la Norma', 42 en la anexa. De ios alumnos pagaron pen
sión 2 a I 12 mensuales;
ni. Escuela Normal de mujeres, en local del Departamento., con una»
Directora, $ 9a ; una Subdirectora, $ 65-10; dos Celadoras y Profesoras, a
$ 36-10; una Portera, $ 11-40; Directora de la anexa, $ 70. ES año pasado
hubo 56 alumnas internas por junto y 15 externas. Estas no pagan nada,
y de las internas pagaron 7 pensión de $ 12. Olvidó anotar el número de
los Profesores y las dotaciones, pero creo que son poco más o menos como
los de la otra Normal;
IV. Escuela urbana de varones número L°, a cargo de seis P a
dres Marietas, a quienes se pagan i 170 por contrato; es decir, a poco
menos de $ 30 cada uno. El local es el antiguo de la Escuela Normal y
cuartel, de propiedad de la Nación, bastante bueno, no desprovisto de
mobiliario, y, sobre todo, muy aseado y bien conservado. Matrículas,
325;
V. Número *2.°, eu local arrendado, con un Director que gana $ 40;
y 75 alumnos;
Vi. Número 3.‘, en local arrendado, con ua Director de $ 40; y 40
alumnos;
Vti a x. Escuelas urbanas de mujeres números l.° a 4.°, las tres prime
ras Escuelas en un solo local, y la cuarta en otro, todos ellos arrendados.
El año pasado hubo por junto en estas cuatro Escuelas 290 alumnas;
XI a xxx. Veinte Escuelas rurales, todas ellas alternadas, a cargo de
Maestras que ganan $ 17; siete de los locales son de propiedad de!
Distrito y los demás los facilitan Jos vecinos de las respectivas loeaüda
des. Los alumnos matriculados fueron 348 varones y 436 mujeres; y
XXXI. Escuela oficial de artes manuales, a cargo de las Hermanas de
la Caridad, en local arrendado que costea el Departamento, y además
da $ 10 mensuales para la comprado materia prima.Tiene una Directors,
con $ 30, y tres Profesoras, a $ 20. Las alumnas son 50,
Los establecimientos privados son:
I. Colegio Seminario, mayor y menor, regido por Padres La-
zaristas, en muy buen local de dos pisos, de propiedad de la Diócesis,
situado en la plaza principal , con 50 alumnos, de los cuales costea
17 el Departamento a $ 12 cada ano;
II. Colegio de la Presentación, regentado por Hermanas de la
Caridad, en local propio de la comunidad. Hay 194 alumnas, de
ellas 46 internas, y de éstas costea 12 el Departamento, a $ 12, fue
ra de dar un auxilio de $ 30 mensuales al Colegio. La pensión que
pagan las internas es $ 10, y las externas, $ 1. Este establecimiento
está facultado para expedir grado de Maestra;
ni. Escuela Murillo Toro, de varones, donde sed a ensefíaza gratuita
a 220 alumnos;
IV. Colegio de María, para señoritas, con 70 alumDas, que pa
gan a $ 1; y
208 lb a g u é
t
212 Ibagué
sindicados está menos bien cuidado que oí otro, y,se halla aún inconcluso.
Contigua a! Panóptico hay buena casa, bien amoblada, donde están las
oficinas y aun dorntftorios de algunos de los empleados. Independientes
de las prisiones se han establecido baños públicos" con siete albercas, los
cuales producen hasta $ 50 mensuales, que ingresan a la caja del Panóp
tico. En lote de una fanegada, arrendado a $ 1 por mes, se ha hecho una
gran huerta, que es cultivada potlos presos y da considerables rendi
mientos. Quizá convendría que el producto de los baños y las hortalizas
se destinara a montar una planta eléctrica para el servicio de la prisión,
lo cuai no sería costoso porque allí muy cerca hay caída de agua. En lo
calitos separados y con algo de herramienta hay talleres de herrería, car
pintería y zapatería, y se manufacturan en reducida escala el cuerno, el
algodón, el tabaco y la cabuya; las obras que hacen los presos las vende
la Dirección por cuenta del - respectivo obrero, y del producto se abona
a éste uua tercera parte para entregársela cuando saiga libre. Además
se ha implantado la práctica de dar dfariamente a todo preso que se ma
neja bien una especie de vale que representa un centavo, para amorti
zarlo el día que se le ponga en libertad.
Los^ empleados d e l. Panóptico que cortea el Gobierno Nacional, son:
el Director, con i 90 de sueldo; cuatro Inspectores, a $ 32; cuatro Sub
inspectores-, a $ 27; cuarenta Guardianes, a $ 2 2 ; una Inspectora, a $ i l ;
un OapelláD, a $ 20; un Módico, a $ 3í>, y un Maestro de detenidos, $ 20.
Hay 142 celdas, con camas de guadua; botiquín medianamente
provisto; un altarcito para los oficios divinos, y larga mesa fija para la
comida de los presos. %
Estos son 216 por cuenta de la Nación y 109 por cuenta del Depar
tamento y del Distritq. Los alimentos se les dan por administración, para
lo cual snfruga la Nación $ 0-20 por cada uno, aun por los deteni
dos. A los presos se les saca a trabajar en obras públicas y particulares
sin qne se les abone jornal, y hay 83 de los rematados que trabajan en
haciendas con el carácter de concertados, sin que en ellas les den los ali
mentos, sino sólo que pagan los dueños al establecimiento a $ 0-15
diarios porcada preso. Están vigilados allí por guardianes que-deveagan
sueldo de $ 2 2 . v k
• Encontré orden en la prisión.
Por iniciativa del presbítero Jesús María Restrepo y de don Fermín
Rocha, con eficaz coloboración de una Junta de Beneficencia, se empezó
per aüá en 1833 a construir con limosnas de vecinos caritativos un hos
pital; adelantado un poco el edificio^ en la guerra pasada se destinó a
cuartel. Terminada ésta, se devolvió el local a la Beneficencia, quien en
tonces lo mejoró algo; antioqueños residentes en Ibaguó empezaron la
construcción, por su cuenta, de un tramo, y la suspendieron prontamente
de manera definitiva. El edificio, autíque todavía'inconcluso, es de algu
nas comodidades; tiene departamentos separados para hombres y para
mujeres, con camas buenas y bien tendjias, regalar botiqaío, modesta
capiila, jardín, agua abundante siu baños y un'cuarto chico para pensio
nados; además, un departamento independiente para quince huérfanas
asiladas, con camas y tendidos bien arreglados. Estas niñas ayudan a las
faenas del hospital y reciben enseñanzas de primeras letras y de varia
das obras de mano. Está el establecimiento a cargo de cuatro Hermanas
de la jCandad, de la Presentación, y otras cuatro atienden al Asilo. La
Superiors de ellas va mejorando algo, aunque lentamente, el etlificio. Re
cibe auxilio de $ 150 mensuales del Departamento y de $ 100 del Munici
pio. Carece de sala de operaciones y de instrumentos de cirugía. EÍay ac-
214 Ibagué
ese ponto hasta Ibagnó tendrá 77 kilómetros. El material rodante con que
cuenta consta de cinco locomotoras, dos carros de primera, tres de se
gunda, seis vagones de carga, cuatro góndolas y tres plataformas, todo
nuevo y de buena calidad y apariencia. Del'material rodante que tenía el
contratista no hay nada, porque todo estaba inservible.
Los rieles eoípleados en la ííaea que encontró ! \ Administración ofi*
eial eran de 30 y 35, y unos pocos de 45 libras. Aqué'los se h*n cambia
do casi tolos por de este últim > p h ». y d-d Olrnoc*' fcn adelante no se
han empleado más que de los de 45 libras, que son d^ los que hvbía en
la parte baja leí ferrocarril de Girardot, los caa’es van reemplazándose
allí por los de 60. De ellos hay recibidos los suficientes para 15 kilóme
tros, y se espera que ea estos díis entregam para 5 más,* pero quedarán
faltando 27 kilómetros para completar e! enrielado hasta Ibagaé, los cua
les no sé si espera?» del Extraujero o de los que degech.m en Girardot; y
parece que en esta última empresa no hay suficientes de 60 libras para
reemplazarlos. Por supuesto que al enlazarse la carrilera de Ibaguó cou
la del Pacífico ios actuales rieles de aquella tendrán que cambiarse por
otros de mayor peso.
La sección de ingenieros encargados de la preparación del terreno en
la última sección U encontré instalada en Santa Elen?*, 3 kilómetros más
acá de Ibaguó, y desde allí hay servicio telefónico con la oficina central
de Fian les. La línea está colocada sobre postes, de rieles de 30 libras.
^ Guando se establezca el servicio hasta Ibagué, el tráfico numen
tara considerablemente, y muchísimo más cuando esta línea se enlace
con la del Pacífico; entonces no estará lejano el día en que se bag i nece
saria una doble vía entre Girardot e Ibagné, o por lo menos extensos y nu
merosos cambios y a parta!eres y se ve?á e! grave error que se ha cometido
ai no adquirir zona de más de 1 0 metros de ancho. Hoy atraviesa la
línea terrenos despoblados y sin cultivos, jje poco valor, en casi toda su
extensión, y mañana, cuando la necesidad imponga la ampliación de la
zona en toda su extensión o parte de ei!a, esos terrenos estarán llenos
de cultivos y de edificaciones, y su adquisición exigirá un valioso sacri
ficio pecuniario.
El itinerario vigente hoy es así: salen los treues de Fiandes los do
mingos, luní^y jueves a l»s 7 de la mañana y a las 3 de la tarde; de
Ohicoral a las 9J y a las 5; los martes y viernes, de Fiandes a las 7 y a
las 5J, y de Ohicoral sólo a las 9£ de la mañana; los miércoles y sábados
' de Fiandes a las 3 de !a tarde y, de Ohicoral a las 5J de la mañana y a las
5 de la tarde^
ÍJo se admiten pasajeros sino de brimera y tercera por esta tarifa:
de primera, de Fiandes a Espinal, $ 6-30; a Ohicoral, •$ 0-50, y de
Espina! a Ohicoral, $ 0-20; de tercera, a % ■0-15, $ 0-25 y $ 0-10, respec
tive men tfC^Para fletes. la tarifa divide la carga en tres clases: ía de
primera paga por (rada 62J kilogramos i 0-05 *de F¿andes al Espinal,
$ 0-08 a Ohicoral, * 0-05 del Espinal a Ohicoral; la de segunda, $ 0-07,
U 0 -io y $0-07, y la de tercera, $ 0-30, $ 0-40 y # 0-20, respectivamente.
El ganado mayor paga como pasajero (le primera, el menor como de
tercera y la^s aves $ 0 - 0 1 de Fiandes al Espinal y de este lugar a Ohi
coral, y $ 0-02 entre Fiandes y Ohicoral.
En 1915 movilizó e 5 ferrocarril 9.825,875 de kilogramos, 15,750 pasa
jeros de p r i m e r a , 110,035 de tercera y 1,825 cabezas de ganado mayor; en
1917. 9.857,428 de kilogramos, de ello-*, £.919,238 de frutos de! país; 24,307
pasajeros de primera, 145,100 de tercera y 4,002 cabezas de ganado. Los
productos de la Empresa en 1915 fueron $ 37,969-67, y los gastos de
\
222 S a lin a s m a r ítim a s
desde hacp ocho años: sal puede producirse allí, pero con tal costo que
los consumidores la obtienen a mucho menor precio introduciéndola de
Inglaterra, del Perú, de Ohilo o del Ecuador, pagando el actual impuesto
aduanero y aun el triple.
Las salinas de El Torno y Puerto Bolillo, situadas a corta distancia
de la ciadad de Barranquea, son de fácil y económica explotación, pro-
ducen sal blanca de no inferior calidad a la^de Curazao, de la calificada
oficialmente como de primera En una cosecha o cristalización uormal al
canzan a producir estas dos salinas hasta 3.000,000 de kilogramos.
La de Gaierazamba, de costosa explotación, porque está situada en
región distante de centros^ poblados y en costa de muy difícil acceso para
las embarcaciones, porque allí el-mar está constantemente agitado, ha
llegado a producir en ana sola cosecha más de 5.000,000 de kilogramos
de sal de buena calidad, aun cuando un poco inferior a la de El Torno y
Puerto Bolillo.
La de Bahíahonda, en la península de La Goajira, tiene una longitud
de 15 kilómetros próximamente a lo largo de la costa; no necesita de
obras de arte, como las tres anteriores, para preparar las cosechas. Se
beneficia con indios salvajes, quienes no siempre se prestan a ello, pues*
consideran que la salina es de su propiedad, porque, dicen, les fue cedida
por cédala real en la época de la Oolonia. Por eso en ocasiones se oponen
a que sea beneficiada por los blancos. En 1907, por ejemplo, atacaron e in
cendiaron el caserío de Pasheo, contiguo a la salina, que estaba habitado
por unas cuantas familias de blancos y mestizos, asesinaron a algunos de
ellos y arrojaron al mar grandes pilas de sal que había explotada. En se
guida atacaron el castillo de manipostería que defiende la bahía, hicieron
huir al Resguardo de la Aduana que allí se estaciona, y causaron graves
desperfectos en el edificio. Guando ios indios no se prestan para hacer la
recolección de la sal, hay necesidad de llevar peones, un piquete de la
íaerza páblici y toda clase de víveres y elementos para la vida, desde
Ríohachá o Santa Marta, por el tiempo que daren la explotación y el
acarreo. Por esto, y porque la distancia hasta el almacén central de depó
sito y expendio, en Barranquilla, es larga y la navegación difícil por lo
agitado del mar en aquellas costas, el artículo resulta más recargado que
en otra de las salinas. Sin embargo, incluyendo el empaque, que general
mente es un saco fuerte de yute, de capacidad de 75 kilogramos, mientras
el Banco Central manejó las salinas, nunca Silió costando la arroba (12¿
kilogramo*), puesta en los almacenes de BarranqailU, más d e '$ IM)6,
a pesar de que sólo los sacos pedidos directamente- a I ig! iterra re
sultaban & $ 0-11 cada uno. Esta eal, ano cnando considerada oficial
mente como de^segunda, es de tan buena calidad qoe cuando las cosechas
de E Torno y Puerto Bolillo son coi tas, se ha vendido en ocasiones como
de primera, sin que la rechácenlos consumidores. Por el conocimiento
personal que tengo de la salina, por Us cosechas que allí hice beneficiar
y por el consumo que hay en el país, calculo que Bahíahon ia produce sal
suficiente para abastecer a todo el país.
Las salinas de Lagunagraude y La Atascosa se inutilizaron hace al
gunos años abriéndoles bocas para que eutrara libremente agua del mar
en toda época, porque no convenía explotarlas.
Los pescadores de Oiónagagrande, qaeson millares y recogen el pes
cado por toneladas para el consumo de los Departamentos de la Costa y
auu de algunas de las Antillas, tenían 115 saliaas artificiales en la costa
de S-ilamruca para producir sal de espuma para la preparación de su pes
cado y para surtir a las poblaciones ribereñas del Bajo Magdalena, (lomo
224 S a lin a s m a r ítim a s
Virreinato” j y más adelante agrega a! hablar de las salinas, quo oon mo
tivo de uua grao escasea de sales que se experimentó en varios lagares
del Reino, despachó un comisionado a averiguar la causa del mal para
remediarlo, como lo verificó oportunamente j qae el Gobierno debe pre
ocuparse de la mejora del beneficio de las salinas, que hoy día se hace oon
muy poca diferencia por el método que practicaban los indios antes de
sn reducción. “ Ei arte—agrega—tiene recursos para todo, y las salinas
eon susceptibles de una multitud de reformas económicas eu los consu
mos de leñas y tiestos, en la fábrica de los hornos, en la recolección y
preparación de las aguas y ea la extracción de la sal piedra qoe llaman
vijúa. Saldrá entonces más barata, y se excusará la alteración del precio
en un artículo de tan general preciso aso.”
Don Luis OrjueSa, en su justamente aplaudida Minuta Histórica Z\-
paquireña, trae noticias muy interesantes sobre las salinas, de las cuales
se copia y extracta lo siguiente, qne tiene alguna relación con este es
tadio:
“ Por Cédalas reales de 1609,1760 y 1769, a que se refiere don Nicolás
Ortiz en su Estadística de las Salinas de la República, se ve que no había
monopolio en la época de la Colonia, siso sólo una contribución que pa
gaban ios vecinos por el derecho que se les concedía, para hacer uso del
aguasal, y eso sólo en algunas de las fuentes de Zipaquirá, pues todas las
demás salinas se beneficiaban libremente.
“ En los últimos anos del siglo x v u i trasladaron a Nemooóo a los in
dios de Zipaquirá y Tausa, que beneficiaban las salinas de estos dos lu
gares, y se declaró que ellas pertenecían al Estado; pero aquellos indí
genas faeron a participar de ia libre explotación de la Salina de Nemo-
cón, y loa vecinos de Zipsquirá continuaron teniendo cierta participación
y facilidades en el beneficio de las fuentes saladas de su lugar.
“ El despotismo español, del que sojuzga que no había derecho que
no estuviera dispuesto a conculcar, ae había conformado con restringuir el
uso de la materia prima, mediante !s exacción de una cuota a títalo de
arrendamiento, y había autorizado que la industria de preparar ia sal
fuera gaje de los habitantes radioado&eu los lugares salin ero s....
“ Vacilaron los Ráyes de España en estancar para la Real Hacienda
los usufructos do las salinas de ludias. Testimonio palpable de tal irre
solución es qae, oreado primeramente el monopolio por Rsal Cédula de
Felipe m , expedida en Madrid el 3L de diciembre de 1609, no habían pa
sado veintitrés años oaao lo Felipe IV, por Cédala dictada eu la misma
ciudad el 28 de marzo de 163J, volvía a dejar libre el uso de la sal oomo
So había estado desde la Conquista; y mantenida de este modo la liber
tad por un período de treinta y tres años, nueva Cédula del tiempo de
Carlos ii y la Reina Gobernadora ........ volvió aerear el monopolio en
aquellas salinas de cuya privación no resultase perjuicio a los indios.”
En 1768 el Fisoal Moreno y Escaudón encontró que los indios de
Zipsquirá beneficiaban las fuentes saladas de S m Pedro, El Manzano y
otras de menos importancia, y qae ios vecinos asofractaabau los mate
riales de Barranca, Ramada y Rate, mediante un corto tributo a la Real
Hacienda, y respetó esos derechos y regí unentó el uso que de ellos debían
hacer en adelaute.
algún Úía haya Ministro de EUoieada que se preocupe del estadio de las
reatas puestas a su cuidado, formo a continuación una especie dé índice
oroEo'ógico de todas Sas disposiciones legislativas y ejecutivas dictadas
sobre el ramo directamente, o que de alguna manera tienen relación con
él, y de las opiniones y noticias principales dadas por Ministros de E sta
do y demás altos empleados. No se extraSen iss lagunas motivadas por
la carencia y desarreglo de los documentos oficiales.
1820
Don Alejandro Osorio, como Ministro de Hacienda, presentó la Me
moria correspondiente a este afio. En ella sólo dice qne comparados los
productos de las salinas de ese afió con las del último del Gobierno espa-
fioL hubo un aumento del 100 por 100.
1821
Por Iiey de 25 de septiembre, qne revoca y anula onalqaiera otra
disposición oontrária, se fijan los derechos de importación por las Adna
cas; no se enumera expresamente la sal, pero por los términos del artículo
8.° se comprende que queda gravada con el 25 por 100 de su valor, ei el
artículo es traído en buque nacional; si se introduce en buque extranjero,
se recarga con el 5 por 1U0; si el baque ea nacional y viene directamente
áe Europa, tiene una rebaja del 7 por 100, y si es extranjero, del 5.
La Ley 27 del mismo mes enumera los artículos que estáu exentos
del pago del derecho de importación, y entre ellos no está comprendida
la sal, ni tampoco se enumera ea otra Ley de la misma fecha por la
cual se prohíbe la introducción al país de algunos artículos, como cafó,
cacao, aflil y azúcar.
1823
Al Congreso de este afio presentó la Memoria don José María
Castillo. Dice así:
“ Aliviados los pueblos de esas cargas onerosas (los impuestos sobre
ai tículcs alimenticios) qne los habían tenido sumidos en la miseria y en
la abyección, fueron consiguientemente restituidos al goce pleno de sus
preciosos derechos. T a los colombianos no son vejados por los esbirros
que oobraban la alcabala; ya nadie los detiene cuando conducen a los mer
cados los frutos de su trabajo; ya no comen los que hacen la base de sus
alimentos, recargados en el valor de aquel impuesto; ya tienen libre el
tráfico interior, que es el manantial de la riqueza pública; ya no seven
forzados a sostener oon el triste producto de sus fatigas, esas legiones
de guardas que oprimían y robaban a los infelices, y que protegen el frau
de de los ricos, ni a esa multitud de arrendadores y aun de administra
dores que absorbían cuatro quintos de lo que recaudaban de los contri
buyentes; ya no sufren el dolor de ver entrar en las cajas nacionales un
déoimo de cnanto se les arrancaba, y quedar los otros nueve para enriqae-
oer a los exactores; ya pueden recoger todo el fruto de sas propiedades
en el oultivo de la cafia, sin verse obligados, o a caltivar mny pooa can
tidad, o a destruir por el fuego cuanto excediese de ésta, disminuyendo
así sus capitales, el valor desús anticipaciones y la obra de su industria,
porque el único comprador no quería reoibirles más miel, ni ellos podían
levantar el precio; y ya, eu fin, los indígenas se vea restituidos al eér de
hombres, y a la clase de ciudadanos.
232 Salinas marítimas
dice que las minas de sal gema “ harán parte del fondo común de los Es
tados Unidos,” y se dispone que se tome de los productos de las minas de
esmeraldas, oro y plata, y de las salinas, lo necesario para el oago de los
intereses de la deuda consolidada de censos y renta sobre el Tesoro.
1862
El “ Presidente provisorio,” por Decreto de 16 de janio, dispuso que
los productos de las salinas marítimas situadas en la Provincia deSanta
Marta, “ que pertecen a la Nación,” se destinen a la reedificación y me
jora de Santa Marta, y los de las que están situadas en territorio goajiro*
al fomento de ia civilización de los indígenas.
1863
La Constitución de los Estados Unidos de Colombia, expedida este
año, dice en su artículo 30:
“ Los bienes, derechos y acciones, las rentas y contribuciones que
pertenecieron por cualquier título al Gobierno de la antigua Confedera
ción Granadina, y últimamente al de los Estados Unidos de la Nueva
Granada, corresponden al de los Estados Uaidos de Colombia, con las
alteraciones hechas o que se hagan por actos legislativos especiales.”
Por la Ley de 13 de marzo se fija el precio de la “sai que se elabora
en las salinas de propiedad nacional,” así por cada kilogramo: compac
tada, $ 0-06; de caldero, $ 0-04; vijúa, $0-03, y se grava la introducción de
la extranjera con $ 0-08 por miriagramo, menos por los puertos de Tuma-
co, Iscuandó y Buenaventura, por donde se declara exenta de derechos,
1864
El doctor Froilán Largacha, como Secretario de Hacienda, pre
sentó 1a Memoria al Congreso de este año. Nada dice sobre salinas ma
rítimas, y cree que el precio de $ 1-25 para la sal compactada por los
12¿ kilogramos, debe elevarse a $ 1-60 por la misma y $ 1-40 el de las
de caldero y vijúa.
La Ley 25, d e 3 de mayo,jdic8 en su artículo único:
' Cancélense al Estado Soberano del Magdalena/ por veinte años,
ios prodaetos de las Salinas de Changue, Barlovento y Sotavento, de la
ciudad de Bíohacha, para que lo aplique exclusivamente a la instrucción
primaria de ambos sexos.”
1865
La Memoria de este año está firmada por el doctor Tomás Caenca.
Hace una larga exposición sobre las salinas, pero nada dice expresamen
te sobre las marítimas. Los conceptos que se rozan algo con éstas son los
sigaientes: varias causas conspiran a reducir la renta desaliñas: la exen
ción de derechos He importación de la sal extranjera, por Buenaventura
y Tumaco, la supresión del derecho de internación y la explotación libre
de algunas salinas. “ La pequenez del derecho de importación y la
falta del de internación aparejan, como la explotación libre de determi
nadas salinas, dos gravísimos males: el ano, el disminuir la renta nacional;
el otro, el proporcionar gratuitamente a la sal marina un extenso radio
de consumo, que no tendría si fuera libre la explotación de todas las sa
linas, facilitándose a los que trafican con ella que la vendan al consu
midor a un precio elevado por el monopolio, sin beneficio para la Nación.”
244 Salinas marítimas
1867
La Memoria de este año es de don Alejo Morales, y no contiene nada
sobre salinas marítimas. Déla renta en general da esta noticia:
“ El producto de la renta de salinas sólo está gravado, según la Ley
de 19 de mayo de 1863, con el 15 por LOO para el pago del empréstito de
£ 200,000, contratado en Londres, con el objeto especial y único de to
mar acciones por cuenta de la dación en la Empresa del camino de la
Buenaventura.7'
De los cuadros aparece que en el año llegaron a Ríohacha, proceden
tes de La Goajira, y se despacharon para Santa Marta y Cartagena,
175,700 kilogramos de sal.
La Ley 21, de 24 de abril, fija el derecho de la internación de la sal
marina en $ 0-25 por cada miriagramo, y lo mismo el de importación
de la extranjera, y dice que no podrá exceder del siguiente el precio para
la venta de la de las salinas terrestres, por cada 12J kilogramos: com
pactada, § 0-80; caldero y vijúa, $ 0-70.
1868
La Memoria presentada al Congreso de este año es del doctor Jorge
Gutiérrez de Lara. Es él de opinión que el Gobierno deje de ser compac-
tador de sal, daplique el precio de la compactada, conservo el de la de
caldero, divida en dos clases para la venta de vijúa, según su calidad, y
venda agua salada a 20° de saturación, a un precio proporcionado al gas
to, para producir la sal que se elabore. Dedica un capítulo a la de mar,
en el cual sólo dice, en sustancia, que “ la internación de sal de mar na
cional o extranjera que en grandes cantidades se está haciendo al Estado
de Santander y parte del de Boyacá, es una de las causas que están in
fluyendo más poderosamente en que los productos de esta renta no
crezcan en la proporción que debiera esperarse.77“ De la que 88 interna
por Cúcuta, en cuya Aduana se deposita con protexto de que va de
tránsito para Venezuela, suben por el Magdalena miles de cargas que se
desembarcan ea Paer^o Nacional o Barran caber® ej a,7’ y se vende la
la carga a dos pesos menos que la del Gobierno. Esta competencia no
puede sostenerla la sal del monopolio oficial, y para acabar con ella
conviene no permitir internación de sal de mar por el Magdalena. Agre
ga que esta medida puede afectar la navegación de los ríos, pero que si
se quiere conservar la renta y “ que exista el monopolio, es necesario acep
tarla con todas sus consecuencias.,7
Por los cuadros anexos se ve que en el año se importó sal marina de
las siguientes procedencias: de las Antillas, 125,472 kilogramos; del
Ecuador, 7,592; de Venezuela 1.308,240; del Perú, 664,289, y de diferen
tes procedencias, 16,280. De Ríohacha se despacharon para Santa Marta
338,125 kilogramos.
La Ley 30, de 2 de junio, deroga el aumento del 25 por 100 decre
tado en 1866.
La Ley 83, de 22 de octubre, expedida por la Legislatura del Esta
do del Magdaleua, dice:
“Son rentas del Estado: el producto de las Salinas de Ohengue y
las de Barlovento y Sotavento de la ciudad de Ríohacha, cedidas al Es
tado por el Decreto legislativo de 3 de mayo de 1864.77
Otro artículo manda que se saquen a remate, y que puede el Ejecu
tivo permitir que los particulares las beneficien, si no se rematan, pagan
do $ 0-40 por cada 100 kilogramos de sal.
246 S a lin a s m a r itim a s
1869
Al Congreso de este año presentó la Memoria como Secretario don
Miguel Samper. Dedica un extenso capítulo a las salinas y al derecho de
internación. Se copian y extractan a continuación las noticias y los con
ceptos principales que contiene la Memoria en lo que se relaciona con
la sal marina. La sal importada en el año por las Aduanas de Buenaven
tura, Oarlosama, Tumaco, Cartagena, Sabanilla y Cúcuta fue 1.646,982
kilogramos. “Sin duda alguna, sal de mar, se introduce por el Magda'e-
na y el Bajo Cauca en cantidades de importancia” a Antioquia. “La sal
que se produce en las costas del Atlántico se calcula por los Adminis
tradores de las Aduanas do Sabanilla, Santa Marta y Ríohacha así:
“Salina de Galerazamba, de propiedad particular, en Bolívar, 25,000
fanegas de 18 arrobas, kilogramos........................................... 5.625,000
“Salina de Ohengae, cedida por veinte años al Estado del
Magdalena ................... ....A ..;... 562,500
“ Otra salina del mismo Estado.............................................. 68,500
“Sal introducida a la Aduana de Ríohacha y producida
en aquella costa.................................................. 764,000
“ Sal recogida en la costa goajira..... ................................... 630,000
“ Sal introducida por Santa Marta ............. 1.800,000
“Total, kilogramos....................... 9.450,000”
El consumo en toda la República lo calcula el señor Samper en
21.645,335kilogramos, y las importaciones del Extranjero por otras Adua
nas en 1.646.972 kilogramos.
La riqueza que produce la sal marina ai Estado de Bolívar, al pre
cio de $ 3-20 la fanega, vale $ 80,000, y al Magdalena, a $ 3, es $ 54,400,
según la Memoria.
Propone que se uniforme el impuesto sobre la sal que se produzca
en toda la República, fijándolo en $ 0-40 por cada 12¿ kilogramos, y que
así no habría necesidad de gravar la internación de la marina. Por el de
recho de internación se recaudaron en el año $ 957-22|.
“ Mi opinión decidida—continúa—es que este derecho debe ser abo
lido aunque el Congreso no acoja formalmente la idea de uniformar y ge
neralizar el impuesto sobre la sal. Bajar los precios de venta o hacer ca
minos buenos son los medios de luchar con la competencia de la sal
de mar.”
“El cobro del derecho de internación se organizó en Honda, Zapato-
ca, Girón, Bacaramanga y Pamplona, puertos que se juzgaron más a
propósito para defender el radio da eoasumo de la sal que se - expende
por cuenta de la Nación.” El. derecho fijado para la internación de la sal
marina y la extranjera fue de $ 0-01| por kilogramo.
“Los pueblos de Santander repugnan el pago de este impuesto, cuyo
objeto principal es obligarlos a comprar la sal a más alto precio del que
fijaría la libre competencia entre la de mar y la nacional.” “La Adminis
tración Ejecutiva tiene la fortuna de pensar de acuerdo con los pueblos
de Santander, y se unirá a ellos para pedir al Congreso que los libre para
siempre de) derecho de internación.”
“Se cobra nn derecho de importación a toda la sal extranjera, dere
cho que tanto pagan los consumidores de ella en las regiones en que su
internación es libre, como en aquellas en que ésta es gravada. Si pues
Rufino Gutiérrez 247
tro vertientes saladas en Iqs Distritos de Guaca y San Andrés; pero sin
duda son insignificantes, cuando no han merecido hasta ahora esfuerzo
alguno de los habitantes para elaborarlas.”
1872
El mismo doctor Oamacho Roldáu firma la Memoria presentada al
Oongreso de éste año. Que se relacione, aunque sólo indirectamente, con
las salinas marítimas, no contiene ese documento más que esto :
“Los acreedores aceptaron en principio la propuesta sobre amortiza
ción de la deuda, con estas modificaciones: que se les garantizara un pro
ducto de $ 500,000 de las salinas, que sólo las recibían como prenda
para administrarlas ellos directamente, convertir la deuda en una de
$ 10.000,000 al 5 por 100 anual, darles 2 000,000 de hectáreas de baldíos con
obligación de cultivarlas y poblarlas con inmigrantes extranjeros, apli
car a la amortización de la deuda cualquier suma que produzcan las sali
nas sobre los $ 500,000 y una parte del valor de los baldíos, y qua ai
quedar amortizada la deuda las salinas volverían a poder de la República,
pero los acreedores quedarían con derecho a la mitad de sus productos a
título de censo. El Ejecutivo avisó que aceptaba como base las modifica
ciones anteriores, con estas variantes : que no se entregan las salinas sino
que se dan como hipoteca las mismas o las Adaanas, que se creau un fon
do de amortización de $ 500,000 en los primeros cinco años y de $ 100,000
en ios restantes, que se introduzcan 50,000 inmigrantes extranjeros y que
amortizada la deuda cesa toda obligación de la República.” “Por mi parte
—dies el doctor Oamacho Roldán—ingisto en creer que la propuesta origi
nal es preferible.”
“ Entre ios monopolios que nos legó la Metrópoli española, el de la
sal es incuestionablemente el más funesto para la riqueza pública, el
más odioso y el más injusto.” “ Restringir el comercio de la sal, es ata
car las relaciones entre los hombres y disminuir ios vínculos que debie
ran unirlos.” “El único medio positivo y práctico de iniciar la abolición
del monopolio es vender las principales salinas.” “ ¡Qué ocasión más pro
picia que la de realizar en una sola combinación : el fia del monopolio, la
enajenación délas salinas al mejor precio posible y la amortización de la
deuda exterior.!”
La renta de saliaas “ amenazada seriamente por la invasión de la sai
marina, si el Oongreso decretase la abolición de los derechos de interna
ción, o no autorizase su cobro ea las Aduanas, qne sería lo mismo, no
tiene ni puede tener, por su nataraieza de monopolio, un porvenir sufi
ciente para atender a fuertes desembolsos.”
Eu el año se introdujeron, según los cuadros anexos a la Memoria,
2.315,939 kilogramos de sal extranjera. Se internaron 1.153,394= kilogra
mos de sal marina nacional, que produjeron por derechos de internación
* 19,865-30.
La Ley de 25 de noviembre, expedida por la Asamblea de Bolívar,
dice en en artículo I?: “ El Estado reserva para sí el derecho de explotar
o producir sal marina en todo su territorio, sujetándose a la reglamenta
ción que pueda hac<p el Gobierno de la Unión eu materia de internación,
mientras sus disposiciones no afecten los derechos y soberanía del Estado.
Los particulares dueños de salinas podrán explotarlas, siempre que pa
guen al Tesoro del Estado un impuesto que no excederá del que el Go
bierno del Estado cobre a los explotadores de sus salinas.”
Esta misma disposición se repitió textualmente eu la Ley 26, de 7 de
252 Salinas marítimas
1874
El mismo doctor Parra presentó la Memoria de este alio. Sobre sal
marina no dice más que esto:
‘‘Tres causas de disminución del producto de esta renta se pusieron
en acción durante el año económico próximo anterior: la eliminación del
derecho de internación de sal marina; la reducción desprecio de la sal vi
júa y de la de grano de caldero, y la franquicia concedida en el Tratado
público que se celebró últimamente en el Perú, a favor d& la sal proce
dente de ese país que se introduzca por los puertos habilitados del P a
cífico.” __
La importación de sal extranjera en el año, según los cuadros esta
dísticos, fue de 13,089 kilogramos.
Por Decreto ejecutivo de 4 de febrero, número 47, se fija en $ 0-60
el precio de la sal compactada. El de la de caldero era de $ 0-40, y el de
la vijúa de $ 0-30.
Por el 211, de 25 de junio, se elevaron los precios anteriores a razón
de $ 0-05 por mes cada ciase, hasta quedar en $ 0-80, $ 0-60 y $ 0-50,
respectivamente. Los derechos de importación y de internación se elevan
por ese Decreto a $ 0-26J y a $ 0-20.
Por el número 933, de 30 de septiembre, se elevó a $ 0-30 el derecho
de internación.
1875
También tocó en este año al doctor Parra presentar la Memoria al
Congreso. No contiene datos sobre la cantidad y el producto de la sal im
portada e internada en el año; y que se relacione con salinas marítimas,
sólo dice que el producto de esta renta en el año económico fue inferior ai
del año anterior en las cantidades de $ 135,233 por la rebaja del precio de
la sal “y ia suspensión del cobro del derecho de internación de la sai ma-
riña,” pero que esas causas desaparecieron desde septiembre porque vol
vió a elevarse el precio de la sal del interior y a restablecerse el
impuesto de internación. ‘'Casos ha habido—agrega el dootor Parra,—es
verdad, en que la abolición de ciertos impuestos ha sido una necesidad
económica o social de todo panto ineludible, como sucedió, por ejemplo,
con el monopolio del tabaco.” “¿Sucede otro tanto con el monopolio de la
sal! No,seguramente. La sal es un producto que por su naturaleza no pue
de llegar nunc* a ser objeto de exportación; pero ni siqaiera de libre ex
plotación en el país.” La Ley destinó el rendimiento de las salinas a la
obra del ferrocarril del Norte, y así la objeción de que el impuesto no es
general, “queda desvanecida con el hecho de dar a su producto una
aplicación qne tiende a favorecer más directamente a las poblaciones que
lo pagan.” “ Dije en otro lagar que las salinas del Gobierno no pueden
darse a la libre explotación: agrego ahora que ellas deben administrarse
en todo tiempo por el Gobierno General.”
El aumento del precio de la sal fae gradual hasta pagar de diciembre
de 1874 en adelante, $ 0-80 por la arroba de sal compactada, $ 0-60 por la
de caldero y $ 0-50 por la vijúa, y lo propio sucedió con el impuesto de
internación, cayo máximo se fijó en $ 0-30. El producto de este derecho
se destinó a las mejoras materiales del Estado en que se hiciera efectivo.
Por Decreto número 402, ;de 3 de agosto, se manda elaborar por
cuenta del Gobierno la Salina de Zipaquirá.
254 Salinas marítimas
1876
La Memoria de este año fae presentada por ei doctor Nicolás Esgue-
rra. Nada contiene que se reñera directamente a las salinas marítimas.
Estos conceptos tienen relación, aun cuando remota, con ellas: “ La ren
ta de salinas por sa importancia es la segunda del Presupuesto; pero
como ttndré ocasión de demostrado en otro lugar, el producto líquido de
ella no está en relación con ei gravamen que ei monopolio impone, el cual
es tanto más odioso cuanto no pesa siquiera sobre todos loa habitantes
de la Unión, sino solamente sobre los de algunos Estados?* “ Por modes
to que sea nuestro presupuesto de reatas, y por mucha urgencia que
tengamos de ellas para vivir y progresar, unos pocos miles de pesos
en la balanza no puedeu inclinar é*ta, si del otro lado está la redención
del pueblo de un odioso monopolio.” “ Ea el ramo de salinas debiera li
mitarse el Gobierno a la explotación de las que hasta hoy están descubier
tas y son de sa propiedad, vendiendo laicamente la materia prima, y
declarando que las que se descubran en lo sucesivo pertenecen al dueño
del terreno.”
En el mismo año fue el señor Secretario a la Costa Atlántica en co
misión oficial, y rindió informe que se halla publicado en la Memoria, pero
eu él no dice una palabra sobre las salinas de aquella región.
Por Decreto número 2¿, firmado el 20 de enero por don Santiago P é
rez, como Presidente de la República, y el doctor Esguerra, como Secre
tario de Hacienda, se declara libre la elaboración de la sal, se manda que
con el agua salada que no alcance a venderse se fabrique sal de caldero
por cuenta de la Nación, y que u los terrenos, bosques, herramientas, v e
hículos y demás elementos de fabricación de sal de propiedad nacional,
que existan eu las diversas salinas, serán, rematados por dinero sonante
en pública subasta y en el mejor postor.”
Por Decreto número 22L, de 2 de junio, firmado ya por don Aquileo
Parra como Presidente, y don Garlos Nicolás Rodríguez como Secretario,
se suspende la ejecución de! anterior Decreto.
Por el 475, de 31 de agosto, se eleva el precio de la sal por cada arro
ba-, o sea los 12£ kilogramos, así: compactada, $ 1-60; caldero, $ 1— 50;
vijúa, $ 1-40, y la de Upín, $ 1.
1877
El doctor Januario Salgar presentó al Congreso de este año la Memoria
como Secretario de Hacienda. Ni una palabra contiene ella sobre las sali
nas marítimas, y sólo sí estos conceptos sobre la renta en general: “ Las
salinas pueden ser comunes. Lo que uo puede ser común debe ser apro-
piable. Lo que es apropiable puede ser materia de monopolio. Y el mono
polio es una institución socialmente nociva.” “ üaando el monopolio ee
ejercita para todos, desaparece la condición odiosa que condena su estable
cimiento, y nada pueden temer de él los que lo soportan, caando es en su
propio nombre y representación que él se impone y administra.” “ Las
salinas son, pues, de los consumidores el último análisis, y el monopolio
que ellos soportan, lo establecen ellos mismos, lo regulan y lo explotan con
destino al servicio común de sus intereses generalesP
Dice el doctor Salgar qae en enero de 1876 el Ejecutivo declaró
libre la elaboración de la sal, pero que la nueva Administración, el 2 de
junio del mismo año, derogó esa disposición, y que su opinión es contraria
a tal libertad.
Rufino Gutiérrez 255
1881
Don Antonio Roídán fae el Secretario que presentó en este año la
Memoria, Todo lo relacionado con las salinas marítimas se limita, en sus
tancia, u lo siguiente:
“La libertad de ias salinas, con tánto afán solicitada por afganos
espiritas apasionados como ana medida salva tora para nuestras masas
abatidas por la miseria, no solamente empeoraría la condición de los con-
sumideros de la sal, porque con elia pasaría el monopolio a manos egoís
tas, que acaso no tendrían por el desvalido las mismas consideraciones
de que ahora disfruta, sino que ocasionaría entre los grandes y ios pe
queños productores, es decir, entró los que están en posesión del capital
y de todos los elementos indispensables para la producción, y los que no
cuentan para entrar en la locha del trabajo sino con sus fuerzas y su
energía, una competencia desastrosa que engendraría !a ruina de loe s
últimos y daría lugar al desorden, a la inseguridad y encarecimiento ar
tificial del producto disputado
“ Hoy con el monopolio oficia! es ei público mismo el que administra
las salinas por medio de sus representantes legítimos.
“ B! monopolio de la sal, examinado coa imparcialidad y caima, si
bien tiene defectos, no es un cáncer social, y por tanto, más que en des
truirlo importa pensar en ios medios de modificarlo.”
Dice que el impuesto no está bien distribuido, pues “ Antioquia,
el Canoa, una parte del Tolíma y los Estados de la Costa Atlántica oo
pagan dicho impuesto,” porque !a Nación les cedió o abandoaó las salinas
que en ellos existen, mientras que “ Cundinamarca, Boy acá y Santander
soportan exclusivamente la carga que debe pesar sobre todos los Estados
de la Unión.” “Sin embargo, si conforme al Derecho, o sea ante la Cons
titución, los habitantes de los Estados que acabo de citar pagan sólo la
contribución de la sal, los habitantes de Antioqnia, del Cauca y de! Toíi-
m& son en el hecho de peor condición que aquéllos, y los de la Costa
Atlántica están gravados por el consumo de la sai para el sostenimiento
de sos propios Gobiernos. Bu !a Costa Atlántica las salinas marítimas
eran de ia Naoión hasta el año de 1874, en que, por disposición legisla
tiva, fueron cedidas temporal mente a los Estados en que están situadas,
como medida de fomento.”
En el año a que se refiere la Memoria se fijó el precio de la sal del
interior, así: compactada, $ 0-90; de caldero, 8 0-70, y vijaa, $ 0-60.
“Era natural creer que esta cesión produjera el resultado de hacer
bajar el precio de la sai en los Estados agraciados; mas se nota que ha
sucedido todo lo contrario, acaso por haberse creado en ellos derechos de
consumo sobre la sal marina extranjera, la caá!, sometida así a un doble
gravamen (el de importación y el de consamo), no puede entrar a los
mercados de la Costa Atlántica a establecer la competencia.”
El 14 de mayo pasó el Presidente doctor Rafael Núñez un mensaje
a) Sanado, en qne lo excita a que se dé a la renta desatinas “distinto
carácter de estricto monopolio oficial que ha tenido hasta ahora,” y agre
ga qne “ por el momento lo que importa es qae la ley ponga límite al pre
cio de la sal, y qne queden de raíz corregidos los inconvenientes de la
arbitrariedad ejecutiva.”
La Ley número 46, de 6 de junio, fija el precio de la sal para cada
1 2 ¿ kilogramos, así: compactada, $ i; de caldero, $ 0-90, y vijúa, $ 0-70.
Monografías.—Tomo 29—17
258 Salinas marítimas
Dispone que este precio sea uniforme para todas las salinas, menos la de
Upio, y que en los almacenes qae se establezcan en los Estados o Terri
torios pueda el Ejecutivo rebajar hasta el 50 por 100 de costo de trans
porte, y lo autoriza también para rebajar o elevar los precios en determi
nadas circunstancias, dando aviso al público con anticipación.
E! Decreto número 502, de 20 de julio, disponó que desde el l.° de
octubre sólo se dé a la venta en las salinas de Oundinamarca sal vijúa y
de caldero, menos en la de Gachetá, donde continuará vendiéndose agua
salada. Bu Ohita, Muneque y Ohámeza continuaría compactándose
mientras se montaban calderos para producir sal de grano.. La compao-
tacióa quedaría libre en üundinamarca y en Onmaral y Upín. Desde la
expresada fecha los precios de venta serían: de caldero, $ 0-70 la arroba¿
vijúa de Oundinamarca, $ 0 60, y de Oamara!, $ 0-40; agua salada de
Gachetá, S 9-07, La compactada que sobrara eii Oundinamarca y laque
se elaborara en Ohita, Muneque y Ohámeza, se vendería a $ 0-90,
Por Decreto número 550, de 29 del mismo mes, se d isp u so que ía sal
vijúa “ de mala calidad qae se extraiga de los bancos de Zipaquirá y
Nemocón” se vends a $ 0~42¿.
Por e! número 891, de 2 8 de noviembre, se rebaja así el precio de la
sal: de caldero, I 0 - 0 0 5 vijúa, $ 0-40, y la de mala calidad, t 0-30; la
compactada de Ohita, Muneque y Chámeza, lo mismo que la que haya
en los almacenes oficiales y “ la que entreguen los contratistas da las sa
linas de Oundinamarca si el Gobierno resolviere compactar en ellas,
i 0-90 por cada arroba; la sal que se iatrolazca por el río Magdalena a
los Estados de Antioquia, Santander y Tolima, pagará como derecho
de consumo a razón de $ 0 - 2 0 por arroba, los cuales deben hacer efec
tivos los respectivos Administradores y Recaudadores de Hacienda,
El Oónsal de Colombia en Curazao dice en un informe que publica
el Diario Oficial, que el Gobernador de Bolívar hizo comprar ec aquella
isla por cuenta del Estado 4,000 barriles de a 145 kilogramos de sal, ^
que costaron, puestos en los puertos de Cartagena y Sabanilla, a $ 0-90
cada barril, esto es, a poco menos de $ 0-08 cada arroba. Conviene compa
rar este precio coa los de los diferentes contratos celebrados por cuen
ta de la Nación sobre compra de la misma sal ea diferentes años. Cuando
estuve en Curazao visité las salinas y estudió el punto, por lo cual puedo
asegurar que el señor Cónsul no se equivocó en su informe con respecto a
precio.
1882
B\ mismo doctor Roldáu presentó ia Memoria en este año. Ea él se
dictaron varias disposiciones sobre la reata de salinas, que indirectamen
te se relacionan con las marítimas, como tres decretos sucesivos, que fija
ron el precio de venta de la sal dei interior así. respectivamente: com
pactada, $ 1 - 1 0 , $ 1 -2 0 y $ ) • de caldero, $ i, $ 1 - 1 0 y $ 0-90, y vijúa,
$ 0-90, $ 1 y $0-70; y otro por el cual se restablece la libre elabo
ración y se dispone que en las salinas de Oundinamarca sólo se venda
sal de caldero y vijúa a $ 0-70 y $ 0-60, respectivamente ; vijúa en Cuma-
ral, a $ 0-40, y agua salada en Gachetá a $ 0-07.
Los principales conceptos de la Memoria que interesan a este esta
dio son: •
“Es un sistema fiscal absurdo el de moderar la cuota de los impues
tos conservando los gravámenes que existen sobre sus rendimientos,
porque así se llega a la eliminación de éstos para la entidad política que
Jos establece, mayormente si tales gravámenes tienes por objeto f*vore-
Rufino Gutiérrez 259
®er ñ los contribuyentes; y siendo indudable que los productos de í& reu
ta de salinas disminuirán de una manera notable, por haberse rebajado
es más del 50 por 1 00 les precies a que se vendía la sal desde el año de
1810 , do ee razonable continuar repartiendo los productos cutre los
listados.
{,Si se considera que existen dos causas generales de decadencia de
la renta que contrarían las medidas q ie se dictan para fomentarla, se
comprende fácilmente que ella es susceptible de un gran progreso,”
Las dos cansas que apuntasen la instabilidad en los precios de la sal y
la competencia de la sal marina. Sobre esto último dice que antes se recau-
daba estrictamente el impuesto sobre internación para evitar la coro pe»
tencia a la sal oficial, y por ello “ llenó en absoluto su objeto, pues la ren
ta de salinas, libre de toda competencia, progresó d© una manera tan rá*
pida que en once años (de 1865 a 1876) las ventas del articulo subieron
de 1 2 a 16 millones de kilogramos”; y agrega que ya no se cobran esos
derechos porque los Gobiernos de Bolívar y del Magdalena, a cuyo car
go están desde 1874, ios cedieron a una Compañía que no tiene interés
en hacerlos efectivos.
‘‘Por la cuenta de las sumas entregadas a los Gobiernos de Bolívar y
el Magdalena en pago de lo que les correspondió ea el último ano económi
co por derechos de internación, aparece que pasaron por las Aduanas de
Cartagena y Bíohacha 8.427,881 kilogramos de sal procedente de las sa
linas marítimas de nuestra Costa Atlántica, pues la cantidad pagada al
canza a 9 491,538-31), y el derecho se cobra a razón de $ 0-60 por cada
1 2 | kilogramos.” Hace en seguida el cómputo de ia población que tienen
aquellos Estados y del consumo máximo de sal, y saca la consecuencia
de que más de cinco millones de kilogramos debieron venir a competir con
la sal del interior.
Para combatir ei mal que denuncia dice que dsbe derogarse la Ley
que ceáió ios derechos de internación, porque ios Estados de ia Costa,
“con oí hecho de no hacer efectiva la concesión, además de privar a la
dación de una de sus rentas, impide que el impuesto sobre la sal délas
salinas del interior sea tan módico como puede y debe serlo, y semejante
situación es inaceptable”; y repite más adelante:“Si los agraciados en
logar de aprovecharse de las concesiones las abandonan, dañando a la
Nación y estableciendo un privilegio inaceptable, no queda otro recurso,
para evitar el daño y anular el privilegio, que volver atrás derogando la
Ley.” *
14 Todo se conciliaria satisfactoriamente—concluye—dándole a cada
ono de aquellos'Estados, en cambio de loa derechos de internación, un
s u b s id io d e $ 2 5 ,0 0 0 a n u a le s .”
Oree el doctor Roidáu que si algún día nos fuera dado desprendernos
de Sa renta de salinas, el medio sería disminuir el precio de la sal hasta
que sólo fuera un servicio que el Gobierno prestara.
Por la Ley 46, de 18 ds agosto, se permite a los particulares com-
pactar sal con la vijúa o el agua salada que se expenden en das sali*
ñas de la Nación ; se prohíbe al Ejecutivo dar en arrendamiento a
los particulares los hornos y demás elementos de propiedad nacio
nal; se fijan los precios de ía sal, así: compactada, $ 1 - 1 0 ; de caldero,
$ 0-80; vijúa de primera, $ 0-65; de eeguDda, $ 0-5»; de tercera, $0-40;
vijúa de ÍTpín, $0-40; se autoriza a! Ejecutivo para rebajar hasta el 30
por 1 0 0 de estos precios en loa almacenes de fuera de (Jundinamarca y
Boyaoá; se fija el derecho de introducción de la sal extranjera por las
Aduanas de! Atlántico en $ 0-60 los 12f kilogramos, y el de internación
260 S a lin a s m a r ítim a s
las otras clases hasta que lleguen a estos precios fijos: compactada, $ 0-60;
de caldero, $ 0 - 3 5 ; vijaas, $ 0-30, $ 0 - 2 0 y $ u -i 6 , según su clase, Se eli
mina por otra ley el impuesto de internación de la sal.
Por Decreto ndinero 1060, de 2 0 de diciembre, se fijan estes precios
para la sal por cada 12$ kilogramos: compactada, S 1-15; de caldero,
I 0-90; vijúa de primera clase, $ 0-77J; de segunda, $ 0-67¿ ; de tercera,
$ 0-52; la de Upía, $ 0-77J, y por 60 kilogramos de agua saluda, $ ü-50,
1885
El doctor Felipe Angulo presentó la Memoria ai Congreso dé este
año. Dice que la situación de la renta de salinas ha mejorado notable
mente en el último año con respecto al anterior, pero que todavía está su
rendimiento muy por debajo del que dio el año de 1879 a 1880, lo cual
atribuye especialmente a la rebaja del precio de la sal y no a !a libre ela
boración, a la cual augura los mejores resultados para el porvenir. Cree
que debe suspenderse la franquicia concedida a la sal de! Perú, y agrega
que como la internación de sai de la Costa Atlántica ha tomado “ propor
ciones verdaderamente alarmantes,” se ha iniciado un arreglo coa los Es
tados de Bolívar y Magdalena para que las salinas de aquellas regiones
se administren por cuenta de la Nación.
Por Decreto número 55, de 14 de enero, se fijan estos precios ala s a i:
compactada, $ 2-25; de caldero, $ 1 -5 0 ; vijúa da primera, $ 1-37J; de
segunda, $ 1 - 12 J ; de tercera, g 0-75; vijúa d@ Upín, $ 1-37J, y agua sala
da, los 60 kilogramos, $ 1-25.
Por el n ómero 84, de 19 dei mismo mes, se rebaja a $ 0-80 el precio
de la sal de Upín.
Por Resolución de la Secretaría de Hacienda de la Nación, de 28 del
mismo mes, ee redocen a una sola las tres clases de sal vijaa, con el pre
cio señalado en el Decreto número 55 a ía primera.
B 1 artículo l.° del Decreto de carácter legislativo número 281, da 23
de marzo, dictado por el Ejecutivo Nacional, dice :
“ Establécese en beneficio del Gobierno Nacional y durante la actual
perturbación del orden público, el monopolio absoluto de la elaboración
y venta de sal en las salinas nacionales.”
Por el número 296, de i.° de abril, también de carácter legislativo, se
dispone en el artículo l.° :
“ Establécese por cuenta y a beneficio del Gobierno Nacional el mo
nopolio de la elaboración, explotación y venta de sal en el territorio de ia
Un ión.”
El mismo Decreto prohíbe a los particulares la introducción e inter
nación de sal marina a los Estados de Bolívar, Magdalena, Sautauder,
Antioquia, Tolitna, Boyacá y Oundinatnarca, y agrega en su artículo 3.°:
“ El Poder Ejecutivo proveerá a dichos Estados cíe la sal que necesi
ten para el consumo, y celebrará convenios particulares con ios de Bolí
var y Magdalena, dueños de las salinas dei litoral, a fin de otorgarles una
indemnización por los perjuicios que sufran con esta medida de interés
público ”
Por el número 317, de 10 de abril, se aumentan los precios de la sal,
así: compactada, $ 5 ; de caldero, $ 3-50,y vijúa, $ 3.
Por el número 329, de 23 de! mismo mes, se eleva a $ 4-70 el precio
d© la sal en Ohámeza.
262 Salines marítimas
1886 a 1888
Don Felipe F. Paúl presentó él Informe al Congreso como Ministro
de Hacienda. Se refiere a! año económico de 1885 a 1886, al resto de este
último y a todo el de 1887. Dice que en el año de 1885 a 1886 se importa-
ron 1.255,707 kilogramos de sa! extranjera, y 1.014,144 en 1887. La Me
moria no dice cuánto prndojo esta sal por derechos de importación.
El producto líquido de las salinas marítimas en aquel año económico
dice que fue d e .. . . . . . . . . . . . . . ........... ,. 47,648 10
E g el último cuatrimestre de 1886.......................... 51,916
B» 1887------ ...» . . . . . . 2
Suma. . . . $ 397,847 ..
& fin deque pudiera proveerse de; artículo el mayor aámero posible'de
personal; y agrega: “La sal peruana, que han principiado ya a introducir
Jos particulares en virtud de Ja casi eliminación del impuesto eobre ella,
la están vendiendo aquí (en la estación de Sin José, en el ferrosara! de
Buenaventura), a $ 3-50?í la arroba.
Rescindido el contrato para proveer al Cauca, ei Gobierno hizo llevar
allí sal desde la Costa Atlántica.
El doctor Daniel Reyes, como Inspector dei monopolio de sal, celebró
los siguientes contratos eu febrero de 1895. y faeruu aprobados por el
Gobierno: con Manuel íosigoares S4> para la explotación por dos años
de la salina de Galerazamba. Eí Gobierno se comprometió a pagarle
el saco de cinco arrobas da sa!, inclusive el empaque, entregado en los
almacenes oficiales, a $ 1-50;
Oon Rafael Salcedo, para la explotación de la salina de El Torno,
en las mismas condiciones;
Con Manuel Insignares 8., para las salinas de Mondonga! y Tasajera,
eoo las mismas coa liciones, pero se id vierte que el Gobierao ao estaba
obligado a tomar de esta sal más de 40,090 arrobas por año ;
Oon Luis Garlos Riveira, para la salina de Bolombolo, se le pagaría la
sai que entregara ensacada y arrumada eu liíohacha y Barranquüla, a
$ 1-75 y a $ 2, respectivamente, por saco de cinco arrobas, y
Oon Lázaro BÍ2 SC0 S, para las salinas de Santa Marta y Pozos Colo
rados, con las mismas condiciones, y ios precios serian : en Santü Marta,
$ 1-50 el saco, y en Barracquilla, $ 2,
Oon posterioridad retiró el Gobierno ia aprobación qua habla dado
al contrato que se celebró con Riveira, y entonces el Inspector celebró
otro, en marzo, con el apoderado de Julio J. Pinedo, para explotar por
dos años la salina de Bolombolo, comprometiéndose a pagarle la sal que
explotara dorante dos años y entregara ensacada eu los almacenas, a
$ 1-80 el saco de cinco arrobas en Barranquilla, y a $ L35 en Eíohaeha.
Antonio Araájo L. propuso mejorar el contrato hecho con lasig
nares para explotar la salina de Galerazamba, rebajando el precio de ia
arroba de $0-30 a $ 0-27, y entonces ei Inspector resolvió llamar a lici
tación sobre esa base.
En septiembre siguiente hizo el Inspector, señor Reyes, un contrato
con el señor O. G. Müller, por el tiempo que eí Gobierno tuvisra que
mandar sal a los puertos del Pacífico, para transportarla de Puerto Üo-
lombia y Cartagena a aquellos puertos, eu cantidad no menor de dos
cientas cincuenta toneladas mensuales, a dos libras y un chelín cada
tonelada. El contrato fue aprobado por el Gobierno.
Eí mismo Inspector decretó en enero el establecimiento de un al
macén de sal en el Oarmeu de Bolívar, y dispuso que allí se vendiera la
arroba de la marina de grano a $ 1-69, y la de espuma a $ 1-39. Este
Decreto fue aprobado por el Gobierno.
Por Decreto ejecutivo de 28 de junio de 1895, número 243, se
manda trasladar a üali el almacéa de San José, y que se venda la sal
en su nueva residencia a $ 2 la arroba.
En julio siguiente hizo contrato don Garlos Uribe, como Ministro de
Hacienda, con el General Diego de Castro, por el cual el Gobierno com*
pró a éste 375,000 kilogramos de sai de Curazao, pueRta al costado del
muelle de Puerto Colombia, a razón de $ 0-37 cada 12J kilogramos; Oas
tro por bu parte se obligó a suministrar en las mismas condiciones igual
«antidad cada mes, durante cinco meses.
Bi mismo mes hacía en Barranquílla el señor Rafael M. Gran, como
Bufino Gutiérrez 271
El día l.° del mes siguiente se celebró otro contrato, adicional del
anterior, entre el mismo Ministro y I03 señores Nemesio Camacho y José
María Sierra, Gerentes del Banco Oentra!, que fae el fondado de acuerdo
con el anterior contrato, el primero, y de las Rentas Reorganizadas (que
entonces se llamaba Nuevas Rentas), el segundo, por el cual se incluye
ron en la administración contratada la de salinas marítimas y la de las
Salinas de Oumarai y Upín, con la expresada comisión del 10 por 1.00 y
la facultad de introducir sal marina sin pagar derechos de aduana cuando
se perdiera parcial o totalmente la cosecha de las salinas marítimas.
El 29 de enero de 1907 se celebró otro entre el Ministro de Hacienda,
señor Tobías Valenzuela, y ¿1 Gerente del Banco Central, doctor Neme
sio Camacho, por medio del cual m retiraron algunos bienes y rentas de
la administración de dicho Banco, se redujo la comisión a la mitad, o sea
el 5 por 100 del producto líquido, y se prorrogó el término de duración del
contrato hasta el l.° de junio de 1914. La renta de salinas marítimas con
tinuó manejada por el Banco.
Entre el Secretario de Hacienda encargado dei Ministerio, don Bal
domcro Sanín Cano, y el Gerente del Banco Ceutraí, don Félix Saiazar,
se celebró el 8 de diciembre de 1808 un contrato por el cual se redujo al
2 por 100 del producto líquido la comisión por administración de las
rentas.
El 14 de junio de 1909 se celebró el último contrato entre el Sub
secretario de Hacienda encargado dei Despacho, doctor Jnstiniano Ca
ñón, y don Félix Salazar, como Gerente del Banco, por medio del cual
declaran resueltos desde el l.° de julio siguiente “ todos ios contratos so
bre administración de las Rentas Reorganizadas” y de bienes nacionales.
Por Decreto número 387 bis, de 27 de abril de 1905, se fijaron eRtos
precios para la sai marina en los almacenes de Barranquilla, Cartagena,
Santa Marta y Ríohacha, por cada 12£ kilogramos: sal de Curazao, El
Torno y Puerto Belillo, $ 1; para la de Manaure, Bolombolo, Bahíahonda
y Galerazamba, $ 0-80; para la de Santa Marta y Pozos Colorados, $ 0-70,
y para la de espuma, Mondonga!, Tasajera y Flamenco, $ 0-50. La do
otras salinas se asimiló a las mencionadas, según su calidad.
Don Ramón B. Jimeno, en representación del súbdito italiano señor
Joan B. Mainero y Truco, propuso, a principios de 1906, al Gobierno en
cargarse de la administración de ia renta de sai marina, con estas condi
ciones: primera, se le entregarían todas las salinas con su» dependencias;
segunda, se le entregaría la existencia de sal que tuviera ei Gobierno en
los depósitos, en las salinas, “ sea qae exista bajo su nombre o el de otra
institución o particular,” para venderla Mainero por cuenta del Gobierno
al precio qae éste fijara, sin cobrarle comisión ni gasto alguno; tercera, el
Gobierno suministraría la fuerza pública que le pidieran el contratista o
sns agentes; cuarta, se declararía obra nacional la administración para
no pagar impuesto alguno; quinta, el Gobierno podía nombrar un agente
qae inspeccionara las operaciones que se ejecutaran, paro “sin inmis
cuirse de ningún modo en las operaciones que se ejecuten para realizar el
negocio,” quedando los contratistas “libres en absoluto para administrar
esos productos sin sujeción a ninguna ley ni autoridad, verdaderamente
autonómos y sólo responsables por los cargos que pueda llegar a hacer
los la Corte de Cuentas” ; sexta, el precio de venta de la sal la fijarían li
bremente los contratistas, sin que fuera mayor que el fijado por el Gobier
no para las salinas terrestres; séptima, podía el contratista anticipar los
fondos para los gastos de explotación, movilización y administración en el
primer año, reconociéndosele el interés dei 1 por 100 mensual; octava, del
R u fin o G u tié rr e z 279
1912
Don Francisco Res trepo Plata presentó el Tu forme al Congreso de
este año. Dice que la libre elaboración de las salinas terrestres ha dado
muy buenos resultados en favor de la ren ta; que las marítimas dieron en
1911 uo producto bruto de $ 565,459-35, y líquido de $ 511,33í-19 ; que al
año siguiente tendrá la renta descenso considerable porque en el d9
1911 la explotación fue muy abundante, y se acumularon fuertes existen
cias, en términos que la primera cosecha de 1912 se dejó perder, pues los
particulares no hicieron solicitudes para la recolección ; que en 1911 se
llevaron al Pacífico 11,138 sacos de sal del Atlántico, los cuales dieron
$ 3,547-55 de utilidades al Tesoro j y quede acuerdo con la Ley 30 de
1911, que exime de derechos toda clase de la sal nacional destinada al P a
cífico, se ha llevado allí uua cantidad muy considerable; y agrega: “Es
oportuno observar que en el deseo de facilitar el consumo de la sal del
R u fin o G u tié rr e z 2S5
1913
*
El Informe presentado al Congreso do este ano es del mismo señor
Restrepo Plata. Refiriéndose a las salinas de Tausa, Gachetá y Sesquilé,
“ cuyos gastos de explotación son excesivos,” dice: “ Está demostrado
pues prácticamente que desde el punto de vista fiscal no tiene razón de
ser la explotación de esas pequeñas salinas. Ya se nota disminución en
los rendimientos de la de Nemocón por cansa de las otras salinas, sin que
h a y a compensación, pues los productos de éstas, obtenidos con grandes
2815 S a lin a s m a r ítim a s
Producto líquido........................... . 2 7 1 , 1 1 8 45
Rufino Gutiérrez 289
cerloe en loa demás lugares que estime conveniente} que la sal se venda m
esos almacenes a precio de principal y gasto, más un 10 por 100, y que
cuando aquellos Departamentos estén provistos de sal para el consumo,
se cobre un peso de derechos por introducción de cada 12¿ kilogramos
de sal extranjera ; pero que ese derecho paede rebajarse a $ 0-10 cuando
no]pueda proveerse convenientemente de sal a las regiones diohas. Bata
Ley repite la autorización que dio la 30 de 1911 para producir sal.
1915
Bi señor Daniel J. Reyes, en su Informe al Congreso de 1915, dice lo
siguiente, refiriéndose a la sal del Atlántico que se envía al Pacífico:
“ La sal destinada a los Departamentos del Valle, Cauca y Narifio no
paga impuesto alguno, y oomo no se podrán vender las sales en Buena
ventura, Cali y Tumaco a precio mayor que el de principal y gastos, más
un 10 por 100, resulta que en razón directa del menor costo será más exigua
la utilidad que se derive de la venta de sal en las ciudades mencionadas.
Suponiendo que a todo costo, inclusive almacenes y empleados, salga una
arroba a $ 0-50 en Buenaventura, Cali y Tumaco, el Gobierno no podrá
venderla a más de $ 0-55. Derivaría, por consiguiente, una utilidad de
$ 0-05 mientras que por cada arroba de sal que deje de importarse per
derá el impuesto actual de $ 0-25.”
Conceptúa que debe elevarse el precio de venta de la sal oficial “ si-
qniera a $ 0-75 o a $ 0-80.”
Por el artículo 3.° de la Ley 66, de 20 de noviembre de 1915, se con
ceden por cinco años al Municipio de Ríohacha cien toneladas anuales
de sal marina para contener los avances del mar eu aquel puerto.
1916
El doctor Diego Mendoza, como Ministro de Hacienda, dice en su
Informe al Congreso de 1916:
“ Ouéntanse como de propiedad particular las salinas artificiales de-
Tasajeras, Monlongal, Flamenco y Punta Agachada, a más de otras de
menos significación,” y las de Sabanilla y Paerto Belillo.
Todas esas salinas, a excepción de la de Sabanilla, que fue abierta
recientemente por el señor Armenia, y la cual está dando buen rendi
miento a él y al Fisco, se explotaban como de propiedad nacional, sin
que nadie hiciera la menor observación más que sobre la de Paerto Bo
lillo.
El doctor Mendoza compara los precios que regían en 1816 para per
mitir la explotación de las salinas, con los de venta de la sal cuando el
Banco administró la renta, y hace observaciones en favor del nuevo
sistema, como las han hecho otros Ministros, atenidos a los mismos
datos, sin tener en cuenta que el explotador que paga $ 0-45 por ex
traer una arroba de sal de primera, por ejemplo, no puede venderla
a ese precio porque tiene que atender a gastos de explotación, transpor
te, sacos, depósitos, empleados, útiles, interés del capital invertido, pérdi
das por mermas, riesgos contigentes, etc., y la vende poco más o menos
al mismo precio que se vendía antes, y aun a mayor, sobre todo cuando
se presenta un año de malas cosechas, o cuando, como sucede todos los
días, se forman compañías d© particulares para monopolizar la explota
ción y el expendio. El mismo doctor Mendoza dice en su Informe:
Rufino Gutiérrez 291
Años. Productos
líquidos,
1897. 121,006 04
1898. 103,216 82
1899. 68,706 30
1900. 28,337 10
1901 a marzo de 1905(ao hay datos a causa de la guerra).
1905 (nueve meses)......„ .......... .......................... .......... 14,256 48
1906.. '. . . . ... ................................................................. 312,933 08
1907 .......... ....___ . .. . 285,184 27
1908 ... 291,996 95
1909 (cuatro meses) ............... ,.......................................... 143,193 96
1909 (ocho meses).................... ...................... .. ...... 340,678 20
1910.. . ...................................................... ............... 163,620 57
1911.............................. ...................................... ............... 511,331 19
1912 ................ .................................................................... 102,851 54
1913 . ................. . 235,898 66
1914 ............ ........................... . .... .......... 4,.,.,,.., 265,524 62
1915 108,109 62
1916 221,985 68
1917, 72,628 12
Al principio, después de la administración de la renta por cuenta del
Banco Central, los gastos fueron muy reducidos, y por consiguiente el
producto líquido aparece más elevado que en otros años, y eso porque el
Gobierno recibió de aquella Administración 153,229 bultos de sal empa
cados y depositados en diferentes almacenes y 101,623 sacos vacíos, todo
lo cual, al precio de entonces, representa $ 696,209-93, que no causaron
el menor gasto a la Administración oficial.
En uso de la autorización concedida por la Ley 50 de 1917, por De
creto número 689, de 2 de mayo de 1918, se autorizó al Administrador Ge
neral de las Salinas para contratarla explotación de la del Torno y a!
Subalterno de Cartagena para la de Galerazamba.
La Ley 47, de 16 de noviembre de 1917, en su artículo 3.° fija así el
derecho de introducción de sal extranjera por cada kilogramo : por las
Aduanas del Pacífico, $ 0-02 • por las de Arauca y Orocuó, $ 0-03; por la
fle Cúcuta, $ 0-04, y por las del Atlántico, $ 0-05.
Por la Ley 50, de 16 de noviembre de 1917, se dispone que el Go
bierno explote ias salinas marítimas del Atlántico y venda la sai en al
macenes de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta al precio de costo
más un 20 por 100 de recargo, más los derechos correspondientes a toda
clase de sal, pero que las salinas de La Goajiray las de propiedad par
ticular deben continuar explotándose “ por el actual sistema,” y manda
también la Ley que se hagan las gestiones necesarias para que en el Fe
rrocarril del Pacífico se rebaje el flete de la sal extranjera que por él se
transporte.
1918
El Ministro de Hacienda, doctor Tomás Suri Salcedo, en su informe
al Congreso de 1918, dice:
“ Libertad en la elaboración de sales en las salinas terrestres y liber
tad en la explotación de sales en las marítimas, es lo que conviene a !os
intereses del Fisco y a los particulares.
296 Salinas marítimas