Mecanismo de Acción
Mecanismo de Acción
Mecanismo de Acción
MECANISMO DE ACCIÓN
Los analgésicos opioides producen analgésica fisiológica pues simulan
la acción de las endorfinas del cuerpo, se unen a sitios específicos denomiASPECTOS
BÁSICOS DE LA FARMACOLOGÍA CLÍNICA 3
DE LOS ANALGÉSICOS OPIOIDES
MARIANA VALLEJO & FRANKLIN RUIZ
nados receptores opioides, localizados dentro y fuera del sistema nervioso
central (SNC). En el SNC se encuentran en el nivel pre y postsináptico, en
la región medular (espinal) y supramedular (supraespinal). El principal
efecto de los opioides es la disminución del componente sensorial y de la
respuesta afectiva al dolor. El efecto analgésico se consigue a través de dos
mecanismos de acción
Cuarto Escalón
Segundo Escalón Tercer Escalón Segundo Escalón
Primer escalón AINES + Opioides Opioides Mayores
AINES Débiles
Escalones Tratamiento
Primer escalón: Dolor leve a AINES (Analgésicos antiinflamatorios y
moderado derivados: paracetamol, metamizol,
ibuprofeno, diclofenac, ketorolaco).
5
5.1dolor- inflamacion
5.1. Analgésicos antipiréticos.
5.2. Fármacos antiinflamatorios no esteroidales (AINEs).
5.3. Analgésicos opiáceos.
5.4. Preparados combinados.
5.5. Tratamiento del dolor en cuidados paliativos.
ANALGESICOS-ANTIPIRETICOS
Se trata en este capitulo:
- Paracetamol
- Salicilatos
- Metamizol
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La morfina tiene una serie de efectos secundarios que, sin embargo, en muy rara ocasión
impedirán su utilización. En todos los casos, debe realizarse un diagnóstico preciso de la
causa, no siempre atribuible al uso de morfina. Aunque en los capítulos correspondientes se
estudiarán con mayor profundidad, resumimos los más frecuentes, o los que más dificultad
puede entrañar para su control. Son:
1. Inmediatos
No es raro que en bastantes enfermos se presenten una serie de efectos indeseables durante
los primeros días de tratamiento con morfina. La mayoría de las veces desaparecerán con o sin
tratamiento específico después de 5 ó 6 días.
Cuando aparecen, la mayoría de las veces es con carácter transitorio y suelen controlarse bien
con antieméticos. Los daremos de forma profiláctica al instaurar el tratamiento con morfina, en
aquellos enfermos con estado nauseoso previo o que vomitaron al tratarles con opioides
débiles (algunos autores prefieren hacer prescripción inicial a todos y luego de 3-días
suspender).
Entre los antieméticos más útiles, disponemos de los gastroquinéticos, cuando el vómito sea
por retraso de vaciamiento gástrico (metoclopramida y domperidone, este último existe en
supositorios), las butirofenonas (haloperidol) y fenotiazinas (clorpromazina), que actúan más
sobre el SNC. El haloperidol es menos sedante y además, al ser acuoso, se puede usar
fácilmente por vía subcutánea.
La morfina no es la única causa de náuseas y vómitos de estos enfermos, por lo que habrá que
investigar muy bien otras posibles causas (aumento de la presión intracraneal, ansiedad,
hipercalcemia, el propio estreñimiento, etc.)
Boca Seca
Constituye uno de los síntomas más frecuentes en enfermos terminales (60-70%) y es el
ejemplo más claro de que con medidas extraordinariamente sencillas, se puede mejorar de
forma muy importante el bienestar de los enfermos. Una boca en buenas condiciones es
imprescindible para poder realizar cosas tan importantes como beber, comer, hablar y besar.
Para la humidificación, pequeños sorbos de agua, zumos de fruta con cubitos de hielo,
manzanilla con limón (anestésico local y estimulante de la saliva respectivamente) y/o salivas
artificiales a base de metilcelulosa, esencia de limón y agua (fácilmente preparables por
cualquier farmacéutico). Hay que utilizarlos con frecuencia, cada 2-4 horas. En casos de
halitosis por boca séptica y/o neoplasia
oral, puede ser útil hace gargarismos de povidona yodada al 7.5%. Tener en cuenta siempre la
posibilidad de candidiasis oral, muy frecuente y molesta y que precisará un tratamiento
específico.
Somnolencia
¿No estará el paciente más grave de lo que parece? Puede habérsenos pasado inadvertida la
auténtica gravedad del enfermo, precariamente compensado, y que tras una dosis "standard"
de morfina, se haya descompensado. Disminuir la dosis.
•
Si tiene una insuficiencia hepática o renal probar a reducir la dosis de morfina Recuérdese que
estas circunstancias nos obligarán a comenzar con dosis de morfina más bajas que las
habituales50
¿Existirá una metástasis cerebral y la morfina ha aumentado la presión intracraneal? Cabe esta
posibilidad aunque raramente. Si la morfina es realmente necesaria, valorar la posibilidad de
añadir dexametasona.
¿Está cianótico el paciente por una insuficiencia respiratoria agravada por la morfina? Disminuir
la dosis de morfina y reevaluar. Recuérdese que la insuficiencia respiratoria no supone una
contraindicación para usar morfina, pero sí que obliga a ser más cuidadoso en su dosificación y
requiere de una reevaluación más frecuente.
¿Está en tratamiento con psicotropos? ¿Son necesarios? ¿Se pueden reducir o interrumpir? En
no pocas ocasiones un médico poco solícito intentará compensar su falta de disponibilidad con
psicofármacos. Frecuentemente llegan los enfermos con medicamentos de este tipo, no
siempre necesarios. Después de un cuidadoso abordaje individualizado, etc. muchas veces los
podemos suprimir o cuando menos, disminuir.
Si toma fenotiazinas como antiemético ¿se puede cambiar por haloperidol o metoclopramida?
Es más difícil en el caso de la metoclopramida ya que actúa a nivel gástrico
fundamentalmente.El haloperidol, sin embargo, tiene un mecanismo de acción más similar y
produce menos somnolencia que las fenotiazinas.
Astenia
En la mayoría de los enfermos desaparecerá después de unos días, suponiendo que haya sido
provocada por la morfina. No olvidar que la astenia es precisamente uno de los síntomas de
mayor prevalencia en los enfermos de cáncer, tomen o no morfina.
Síntomas Confusionales (confusión, Obnubilación, Alucinaciones), Generalmente
Producidos Por Neurotoxicidad.
Los pacientes pueden presentar algún síntoma de neurotoxicidad en el curso del tratamiento,
dificultad en la concentración, delirium (síndrome confusional agudo), alucinaciones,
mioclonias, entre otros. Existen grupos de mayor riesgo, como las personas con edad
avanzada, con insuficiencia renal o hepática, con trastornos cognitivos previos, con tratamiento
prolongado o con altas dosis de opioides. Es preciso informar a los pacientes y familiares de
esta posibilidad y explicar que existen alternativas de tratamiento para solucionar estos
síntomas y mantener el alivio del dolor (cambio de opioide, neurolépticos, tratamiento de
complicaciones clínicas concurrentes). Resaltar la importancia del reporte precoz para evitar
síntomas mayores.
Inestabilidad
Igual que en el caso anterior, los pacientes ancianos pueden sufrir crisis de vértigo o
inestabilidad, probablemente debido a hipotensión ortostática.
Sudoración
Algunos enfermos presentan sudoración profusa que puede ser muy incómodo. Suele
aumentar por las noches y es más frecuente cuando existe afectación hepática. No pocas
veces se agrava cuando el enfermo tiene fiebre causada por el cáncer. A algunos enfermos se
les controla bien con corticoides (15 - 30 mg de prednisona ó 2 - 4 mg de dexametasona
diarios)
Prurito
2. Constantes
A veces (pocas), estos efectos secundarios se mantienen durante el tratamiento con morfina, lo
que obliga a mantener la medicación para controlarlos (antieméticos, etc.), sobre todo el
estreñimiento. Los más frecuentes son los siguientes:
Estreñimiento
Además del uso de la morfina, los enfermos de cáncer avanzado y terminal tienen otros
factores de riesgo, como suelen ser el uso de otros fármacos facilitadores (antidepresivos),
inactividad, debilidad, etc. Por este motivo, la utilización de laxantes, será casi una norma en
estos enfermos. Se dice que la misma mano que receta un opioide, deberá recetar al mismo
tiempo un laxante. Si en ese momento el enfermo no tiene problemas de evacuación, cuando
menos habrá que prevenirle seriamente. Tener que tratar un estreñimiento, puede significar el
fracaso de no haber sabido prevenirlo (no olvidar que puede ser más complicado controlar el
estreñimiento que el dolor).
Nosotros solemos utilizar con buenos resultados una mezcla, a partes iguales, de un laxante
detergente (parafina líquida), un osmótico (lactulosa) y cuando no está contraindicado (íleo), un
purgante (senósido). Como siempre, la dosis se regulará individualmente
Astenia
Sudoración