Ribes y Lopez Teoria de La Conducta 1985
Ribes y Lopez Teoria de La Conducta 1985
Ribes y Lopez Teoria de La Conducta 1985
EDITORIAL nfc
TRILLAS
México Argentina £spa<*»a
Colomoia. Puerto Rico Venezuela
Reconocimientos
KARL.R.POPP£R,1972
10
como consecuencia de la obtención de "mejores" datos o de resultados
guíente, con los efectos o "resultados" en comportamiento que sean experimentales "cruciales". La producción de datos no es significativa
considerados de interés teórico. El papel central del concepto de refor- por sí misma, en la medida en que su pertinencia como conocimiento
zamiento y la tasa de respuesta como unidad de medida de la conducta, depende de los esquemas categoriales bajo los cuales se sistematizan y
han restringido la investigación experimental a la búsqueda de efectos seleccionan dichos datos. Las anomalías, paradojas y excepciones con-
cuantitativos de incremento o decremento de formas particulares de tinuarán apareciendo en la medida en que permanezca inmodificado el
conducta susceptibles de ser afectadas de esta manera. Muchas de las con- marco conceptual en que se han producido estos datos, el cual, por ra-
ductas que son pertinentes funcionalmente, no sólo en el ser humano, zones diversas, no les imprime coherencia interna. El problema es,
sino en los organismos que despliegan formas de comportamiento psico- fundamentalmente, de índole conceptual. La teoría debe cambiar, no
lógico, son interacciones que no se caracterizan por ser repetitivas o por sólo para resolver las irregularidades empíricas que se han generado bajo
su alta densidad de ocurrencia; por el contrario, un signo de los com- su orientación, sino también para abrir nuevos campos de investigación
portamientos funcionales frente al entorno es la precisión con que ocu- que puedan alterar la jerarquía valorativa de los datos actualmente
rren las acciones de los organismos, y no su mera repetición frecuente ni contrastados. Esto no significa que los datos existentes refuten las pro-
la distribución de dicha ocurrencia. Este énfasis, entendíble en térmi- posiciones y enunciados de la teoría de la conducta contemporánea;
nos del paradigma que fundamenta la selección de las unidades analíti- más bien, implica que dicha teoría, como todo marco conceptual, posee
cas, condujo a igualar, en forma incorrecta, la probabilidad de respuesta limitaciones para organizar los resultados de su confrontación empírica
con su frecuencia. Es menester aclarar, sin embargo, que esto no signi- con la realidad estudiada y que, en consecuencia, aun reconociendo su
fica que la frecuencia y la tasa de respuesta, como indicadores indirectos validez inicial desde una perspectiva histórica, es necesario buscar nuevas
de propiedades fundamentales de la conducta (intensidad, duración, formas de aproximarse a los datos, formas que generen y sistematicen,
geografía y topografía), no sean medidas útiles y reinterpretables, incluso, en igualdad de condiciones, lo que estructura armónicamente la teoría
en términos de un examen paramétrico posterior relativo a las dimensio- disponible. Además, también debe describirse de modo consistente lo
nes de segmentación de la conducta bajo diferentes formas de organiza- que constituyan anomalías o paradojas para ella, planteando nuevas
ción de contingencias. relaciones empíricas que dicha teoría no pueda contemplar a partir de
Por último, es importante señalar que las limitantes sistematizadoras sus categorías.
que impone la naturaleza de las categorías empleadas, ha promovido, Junto con Kuhn (1977, ed. original; 1982, traducción al español),
ante el enorme caudal de datos experimentales que se producen, la apa- consideramos que para reconocer las insuficiencias y limitaciones de la
rición de paradojas, contradicciones y fenómenos permanentemente teoría, en primer término, debe tomársele como punto de partida pro-
huérfanos de concepto. A continuación se expone una lista de ejemplos visional, estableciendo un firme compromiso con su lógica. Como
de anomalías cotidianas relacionadas con la lógica que impone el para- Kuhn lo expresa:
digma de la triple relación de contingencia con base en su formulación
inicial; los efectos reforzantes de los estímulos eléctricos; la posposi- ... el preludio a muchos descubrimientos y a todas las teorías nuevas no es
ción de alimento; los efectos cuantitativos de reforzadores no contin- la ignorancia, sino el reconocimiento de que algo anda mal en lo que se sabe y
gentes; la ubicuidad de la "superstición"; los efectos mantenedores de en lo que se cree ... [las anomalías] deben estar en conflicto explícito e inequí-
tasas elevadas por estímulos breves; la imposibilidad efectiva de manipu- voco con alguna afirmación que se encuentre en algún lugar clave de la estruc-
lar los parámetros de demora; la interacción de respuestas genuinamente tura de la doctrina científica presente. Por consiguiente, reconocerla y evaluarla
concurrentes y la preocupación "purista" por evitar la contaminación depende de un firme compromiso hacia la tradición científica contemporánea.
(Págs. 258-26C.)
por "superstición"; la alteración de los patrones de ejecución bajo pro-
gramas de reforzamiento ya estabilizados por la simple exposición Nuestro esfuerzo se inició con el intento de interpretar rigurosamen-
prolongada; la dificultad para incorporar en un mismo marco interpre- te las anomalías y contradicciones dentro del marco conceptual de la teo-
tativo los fenómenos de variación local en la tasa —compensación, ría del condicionamiento, tal como lo formuló Skmner (véase por
contraste, explosiones, etc.—, que trascienda la circularidad de un argu- ejemplo, Cabrer, Daza y Ríbes, 1975). La necesidad de considerar las
mento matemático que define lo que incluye en su descripción; la re- irregularidades en función de la estructura global de la teoría nos hizo
ducción de la tasa ante los estímulos diseriminativos y el aumento de la evitar proposiciones puntuales para fenómenos particulares, al margen
tasa ante los estímulos delta, etcétera. del valor predictivo específico que dichas formulaciones pudieran tener.
En contra de lo que podría pensarse, esta problemática no se resuelve
Prólogo 13
12 Prólogo
Por consiguiente, esta obra es una crítica y una opción a la teoría del no; otra, la imposibilidad de distinguir entre lenguaje y conducta social
condicionamiento, si bien parte de su interior y se ubica en sus testimo- a partir de la definición de conducta verbal formulada por Skinner
nios empíricos como el punto de inicio. (1957), lo cual nos remitió a buscar nuevas formas categoriales para de-
No debe pensarse, sin embargo, que esta obra es un producto acaba- limitar las diferencias entre los comportamientos animal y humano.
do y construido en un solo "ensayo". Es una proposición con cierta La teoría de campo formulada por J. R. Kantor (1924-1926) y el
coherencia, tanto interna como ex tema, resultante de un largo y sinuoso concepto de interconducta (que aparece en sus escritos de los años cua-
proceso de confrontación crítica con la teoría de la conducta, el cual renta), constituyeron el marco de referencia para elaborar una taxonomía
se inicia en 1973 como "motivo" y en 1977 como esfuerzo más o menos del comportamiento que rompiera con la dicotomía respondiente-ope-
formal y dirigido. El resultado final difiere cuantitatiYa y cualitativa-. rante, y superara las limitaciones semánticas de la teoría del condiciona-
mente de sus principios. Como antecedentes de este proceso están dos miento. La comprensión cabal del esquema conceptual formulado por
obras (Ribes y colaboradores, 1980; Ribess 1982) en las que se pueden Kantor fue un proceso lento, gradual y no excento de dificultades y
apreciar, sin dificultades, los cambios conceptuales que tuvieron lugar retrocesos. La posibilidad de discutir con y reconocer de él directamen-
en un corto tiempo. te aspectos no siempre explícitos en sus escritos fue un factor crítico en
Cronológicamente, nuestro contacto académico con W. N. Schoen- el desarrollo de esta obra y sus antecedentes.
feld, a partir de 1973, abrió la posibilidad de reconocer la existencia de Kantor, al igual que Skinner, se inscribe en la tradición filosófica del
anomalías empíricas como consecuencia de la estructura categorial de la conductismo, es decir, dentro de la concepción especial de la psicología
teoría del condicionamiento operante. El cuestionamiento de las caracte- como la ciencia del comportamiento. Aun cuando Kantor se autodistin-
rísticas moleculares del esquema conceptual del condicionamiento, y gue de la línea conductista "reflexológica" —incluyendo al conductis-
los problemas intrínsecos a la formulación de categorías como el refor- rno radical— y se autodenomina Ínter conductista, consideramos que en
zamiento y la respuesta, nos condujo a buscar soluciones dentro del lo fundamental ambos, Kantor y Skinner, se enmarcan en una misma fi-
mismo paradigma del reflejo, desplazando las preguntas a un nivel de losofía de la ciencia. Los distingue, sin embargo, la forma particular en
mayor molaridad y de ubicación de los conceptos en la sistematización que desarrollaron sus formulaciones categoriales. Kantor, desde un
paramétrica de las dimensiones de la conducta. Este ejercicio teórico, si principio, aun antes de acuñar el término interconducta, concibió la
así puede llamársele, no fue estéril, aun cuando no produjo los resultados psicología como una ciencia con un ámbito de conocimiento distinto al
esperados. Permitió profundizar en la identificación de las limitaciones de la biología y, por consiguiente, consideró la necesidad de construir
conceptuales deí paradigma del reflejo como teoría del condicionamien- un paradigma específico para dicho objeto. Este paradigma, propio de
to, y de este modo, ubicar las anomalías empíricas corno resultado de la psicología y ajeno a la noción de la teoría como modelo, se dio en la
dichas limitantes; sin embargo, no condujo a la formulación de opciones forma de concepto de campo psicológico u organís-mico —posterior-
más consistentes y amplias en el tratamiento organizativo de los datos mente interconductual —, y permitió desarrollar categorías que reco-
existentes. En este sentido, las reflexiones conceptuales de W. N. Seho- gieran la tradición objetiva del conductismo, sin verse afectadas por
enfeld constituyeron nuestra inspiración crítica, aun cuando, como él influencias mecanicistas. En cambio, aun cuando explícitamente Skin-
mismo lo planteara permanentemente, no podía ofrecer las soluciones. ner procuró desbiologizar la categoría del reflejo y superar el dualismo
Los intentos de formular una opción conceptual a la teoría del con- intrínseco en las formulaciones estímulo-respuesta, continuó operando
dicionamiento se dieron, de manera sistemática, en el contexto de la tácitamente bajo algunos de los supuestos generales de la teoría del re-
estructuración teórica del proyecto curricular Iztacala, ya reseñado (Ri- flejo como paradipna heredado de la mecánica cartesiana.
oes y colaboradores, 1980), En lo teórico, el objetivo fundamental del Cuatro conceptos, de distintos niveles descriptivos, fueron claves
esfuerzo curricular era integrar bajo un mismo esquema conceptual al para desarrollar la presente taxonomía a partir del marco teórico de
comportamiento animal y al comportamiento humano. Este intento de campo formulado por Kantor. Estos fueron los de interconducta, me-
integración se planteó primeramente como un proceso de complejiza- dio de contacto, implícitos y campo psicológico. Su influencia
ción paramétrica, que culminaba en el comportamiento social. Durante fue plasmada en diferentes momentos del proceso de elaboración de
la tarea de estructurar esta perspectiva surgieron dos dificultades insu- nuestra propuesta y, por ello, desempeñaron diversos papeles en dicho
perables: una, la carencia de datos obtenidos con criterios paramétricos proceso.
en sujetos humanos, especialmente por la reducida contribución experi- El concepto de interconducta es fundamental porque, de hecho,
mental del análisis de la conducta al estudio del comportamiento huma- define una forma precisa de entender el objeto de estudio de la psicolo-
14 Prologó
gía. A partir de la categoría de conducta, hace hincapié en la interacción para ubicar conceptualmente de manera correcta el seudoproblema de
como objeto analítico; la interacción comprende la inseparabilidad de la los eventos privados en psicología (Ribes, 1982c), los eventos implícitos
actividad del organismo (o conducta biológica) y los eventos del am- son una categoría necesaria para examinar la convencionalidad, pues, de
biente. Esta proposición elimina muchos de los problemas implícitos una manera u otra, las propiedades convencionales desempeñan, con
en la concepción de la conducta como actividad y no como interaetivi- frecuencia, funciones implícitas respecto de las dimensiones fisicoquí-
dad. Aun cuando el medio de contacto carece de la propiedad de ser un micas de los eventos y objetos de estímulo. La posibilidad de introducir
concepto aplicable a los eventos psicológicos en cuanto tales, permite contingencias nuevas en un campo de interacción mediante la conven-
delimitarlos respecto de las variables inscritas en niveles de conocimiento cionalidad y sus. funciones implícitas, nos llevó a formular la mediación
pertenecientes a otras disciplinas. sustitutiva, y a .conceptuaíizar el campo interconductual como un siste-
Esta delimitación, que los excluye como concretos empíricos, los ma de contingencias con diversos niveles de mediación funcional.':
incluye, pudiéramos decir, dialécticamente, como dimensiones en donde Es fundamental aclarar que, aun cuando el paradigma del que par-
se dan lo? concretos empíricos de lo psicológico. Y precisamente su timos es la teoría del campo de Kantor y sus categorías funcionales, la
carácter de dirnensionadores de lo psicológico es lo que permite catego- presente taxonomía no es un desarrollo directamente tomado de este
rizar la diferencialidad de niveles cualitativos de los eventos que se des- autor. En algunas cuestiones se dan puntos de vista encontrados, en es-
criben, necesariamente, en un primer nivel, con criterios fisicoquúnicos. pecial en lo que toca a la incorporación del concepto de contingencia
La distinción, autorizada en ( y por) Kantor, de medios de contacto como concepto central para entender las formas particulares de interde-
de diverso nivel, nos condujo a postular el medio de contacto normativo pendencia que se dan en un campo interconductual. Esta divergencia
como abstracción necesaria para ubicar los eventos psicológicos que —basada en, y reconociendo el mismo origen— respecto a las formula-
ocurren como consecuencia y dentro de la vida social humana. La nor- ciones particulares de Kantor, en gran medida se debe a que el análisis
matividad implica, por necesidad, convención, y la convencionalidad es por él realizado se circunscribe a la crítica de los conceptos de la psico-
la característica de los eventos psicológicos típicamente humanos. No logía dualista tradicional, sin que haya producido un conjunto de cate-
obstante, es esencial señalar que la convencionalidad, corno dimensión gorías que sistematicen datos surgidos directamente de la tradición
de lo psicológico humano, puede darse a su vez en diferentes niveles y conductista, y que posean propiedades heurísticas para abrir nuevas
que, por consiguiente, no sólo representa el instrumento conceptual áreas de explotación experimental. En este sentido, podemos afirmar
para distinguir la conducta humana de la animal, sino también para dis- que la gran contribución, a la vez que la principal limitación de Kantor,
tinguir diferentes formas funcionales de comportamiento humano. fue circunscribir su trabajo a la metateoría de la psicología, sin incidir
En los primates superiores, como lo demuestran experiencias recien- en categorías que pudieran derivar en un lenguaje de datos con proyec-
tes sobre estudios de comunicación paralingüística con chimpancés y ción empírica.
gorilas, se puede otorgar funcionalidad conductual a las convenciones Como ya lo mencionamos anteriormente, esta obra se da como una
que caracterizan sólo al comportamiento humano. Sin embargo, y esto opción que emerge críticamente de las contribuciones realizadas por B.
es lo que resulta crucial, en la medida en que es una convencionalidad F. Skinner. A pesar de las limitaciones conceptuales de la teoría del
aparente, dichos organismos subhumanos no pueden responder a la condicionamiento operante, su aparición en la escena científica de la
convencionalidad como tal, es decir, son incapaces conductualmente de psicología representó un corte histórico de trascendencia. Creó la me-
generar convenciones, aun cuando actúen bajo ellas. todología y el lenguaje de datos que produjeron, por vez primera, rela-
En niveles superiores, podemos identificar formas de comportamien- ciones consistentes, altamente controladas en organismos individuales, y
to que "describen" —es decir, que son respuestas convencionales a los se propuso la formulación de un análisis integral del comportamiento
eventos convencionales como contingencia segmentada en la forma de como problema, al incursionar en el análisis experimental de la conduc-
función de estímulo integral— las convenciones que generan y bajo las ta humana. Las aportaciones metateóricas de Kantor no serían recono-
cuales actúan. Un último nivel, no accesible a todos los seres humanos cibles ni pertinentes al interior de la disciplina, si no fuera por el avance
por razones que todavía desconocemos, es el de generar convenciones empírico y experimental tan potable que impulsó la obra de Skinner
que a su vez generan otras convenciones, es decir, crear metalenguajes. metodológicamente. Este progreso —caracterizado por Kuhn como
Para Kantor, los eventos implícitos son aquellos que sustituyen a los ciencia normal - permitió identificar la existencia de un paradigma tácito
ev ntos originales ante los que se interactúa con base en ciertas propie- ajeno a la psicología, y la imposibilidad de resolver las anomalías e irre-
dades situacionales. Independientemente de la importancia que tienen gularidades crecientes en el nivel empírico con base en sus categorías.
17
16
La taxonomía que hemos elaborado se fundamenta, por ello, en el ajusten a predicciones circulares basadas en modelos econométrieos, son
paradigma de Kantor como opción válida ante las-anomalías de la ciencia hechos que ilustran problemas que "desaparecen" automáticamente
normal desarrollada por y gracias a Skinner. Como oposición concep- bajo un nuevo orden conceptual, y
tual no pretende agregar solamente nuevas categorías a las ya existentes, 4. finalmente, la taxonomía propuesta se vuelve un sistema heurís-
sino que significa un intento de sustitución de dichas categorías. Cree- tico que visualiza horizontes empíricos vedados al esquema conceptual
mos, con Schoenfeld (1983), que la teoría del condicionamiento ya dio anterior. Esta visualización se da de dos maneras: una, demostrando
todo de sí, y que debe ser reemplazada como corazón de la teoría de la que pueden examinarse problemas separados como variantes de una
conducta. Sin embargo, el reemplazo de un esquema conceptual, no re- misma dimensión paramétrica más simple, pero más general. La dimen-
presenta el rechazo de los datos y las bajo su sión así identificada la exploración de nuevos fenómenos que
orientación. Aun cuando los datos siempre seleccionados y catego- pueden de su sistemático; la otra, señalando campos de
rizados bajo una óptica teórica particular, y en esa medida no son obje- relaciones no por un categorial diferente. De
tivos en sí mismos, siempre son recuperables, en cierta medida, por modo, la teoría no sólo explica mejor que la anterior ai cubrir mayor
opciones conceptuales alternativas. En el proceso de recuperación, sin número de fenómenos conocidos bajo conceptos más generales, sino
embargo, se modifica en forma sustancial la significación e importancia que también abarca eventos no reconocidos ni generables por la teoría
que se les asigna. No es un proceso mecánico de "reabsorción". ' previa.
La taxonomía que proponemos es un sistema de clasificación con-
ceptual alternativo a la teoría del condicionamiento, aun cuando parta Las consideraciones vertidas en introducción nos permitirán
de los datos generados por dicha teoría y pueda seguir utilizando, en precisar qué es este libro. Abundaremos primeramente en lo que no es;
algunos casos, los procedimientos experimentales en su des-
arrollo. El propósito de esta taxonomía es cuádruple: No es una obra didáctica; el discurso empleado presupone
familiaridad con los problemas y antecedentes históricos de la teoría
1. en primer término, intenta proporcionar una organización con- moderna de la conducta. En este sentido, los argumentos que hay en el
ceptual de los eventos empíricos que elimine las anomalías, excepciones, libro son concisos y éste — ¿por qué no adelantarlo? —puede parecer os-
paradojas e irregularidades fácticas juzgadas así con base en la teoría curo y denso; debe quedar claro que es un riesgo calculado.
contemporánea de la conducta; No es una integración teórica: no pretendemos combinar los con-
2. en segundo lugar, pretende recuperar datos y problemas genera- ceptos provenientes.de teorías y demostrar que cada una de
bajo tradiciones conceptuales ajenas al conductismo, en la medida apunta a problemas legítimos y significativos. En la medida en que con-
en que representan problemas abordados en forma deficiente o que han sideramos que los conceptos de las distintas teorías son inconmensura-
sido totalmente ignorados por el análisis experimental de. la conducta bles, no podernos abordar 'una tarea integradora de tal naturaleza. Por
como metodología, y por la teoría del comportamiento en su conjunto. el contrario, pensamos que las teorías son rechazadas por teorías que
Se reconoce, no obstante, que este proceso no debe adoptar la forma de sistematizan mejor los datos y que abren nuevas perspectivas, es decir,
una "traducción*' de conceptos y términos, pues en la medida en que por mejores teorías. La ciencia es acumulativa en el sentido de que una
los conceptos se fundamentan en epistemologías generales o específicas nueva teoría tiene que incorporar las observaciones de la teoría previa,
distintas, son inconmensurables entre sí. Los problemas, como cuestio- pero nunca en el sentido de deba incorporar sus conceptos. En
nes empíricas por dichos conceptos, los que plantean una rigor, conceptualmente, la es y no-acumulativa.
primera de recuperabilidad, y cuando dichos proble- No es una nueva "teoría": no hi-
mas no representen reificaciones del lenguaje ordinario, como pótesis viejos problemas, ni un cuantitativo de
suele acontecer; ción expedita y A diferencia de las teorías acabadas, que
3. también es importante subrayar la necesidad de redefinir los presuponen la naturaleza de sus datos y predicciones, se de un sis-
problemas empíricos de la teoría de la condacta, como cuestiones legí- tema de clasificación de las interacciones conductuales, que provee de
timas o como seudoproblemas que se derivan de condiciones categoriales una lógica para distinguir los de organización del comportamien-
insuficientes. La separación tradicional de los procesos de *'re forza- to, así como los parámetros correspondientes. Por consiguiente, pre-
miento" y "castigo" como dos áreas no vinculables del del com- sentamos un sistema conceptual que explica en la medida en que ordena,
portamiento, así como- la búsqueda de relaciones cuantitativas que se sistematiza, delimita, y observaciones. No es una teoría
Prólogo 19
18
en el sentido tradicional de configurar la ' justeza" de los datos y obser-
vaciones con base en su correspondencia con las predicciones formuladas. observaciones, bajo los mismos supuestos generales respecto a la natura-
Finalmente, no se proponen nuevos "métodos": aun cuando reco- leza del campo de eventos estudiado. Por ello, parafraseando comple-
nocemos que el o los métodos especiales de una ciencia se construyen a mentariamente a Kant, podríamos decir que la taxonomía está consti-
la par que el andamiaje conceptual y la representación paradigmática, tuida por enunciados analíticos —a posteriori, en la medida en que se
un cambio conceptual no requiere, por necesidad, la reposición de la originan en las observaciones empíricas, pero que no puede demostrarse si
antigua metodología por una nueva. La antigua metodología, como lo son falsos o verdaderos con base en su correspondencia directa con los
demuestra la historia de la química, por ejemplo, puede seguir siendo datos. La taxonomía propuesta tendrá utilidad siempre y cuando orga-
válida y útil. No obstante, es de suponer que, en la medida en que la nice y sistematice conceptualmente las observaciones disponibles, recu-
nueva conceptualización plantee parámetros no contemplados, así pere los problemas —y no las categorías— de tradiciones conceptuales
como áreas de problemas empíricos no reconocidos previamente, pueda relativamente inconmensurables, y propicie nuevos campos de eventos y
generar nuevos métodos. Sin embargo, la validez de la taxonomía pro- problemas.
puesta no depende de, ni está justificada por la novedad metodológica La taxonomía formulada, como toda teoría o marco conceptual en
que pudiera aportar inmediata o eventualmente. ciencia, no es un sistema cerrado: lo concebimos como un sistema abier-
El planteamiento teórico aquí propuesto es, en lo fundamental, una to, autocorrectivo frente a los datos que organiza y propicia, y provisio-
taxonomía de la organización de la conducta. Consideramos que es el nal, en tanto puede —e inevitablemente así ocurrirá— ser superado por
tipo de teoría que se puede y debe hacer dadas las características con- formulaciones opcionales que representen, a futuro, las mismas venta-
ceptuales de la psicología y su particular desarrollo histórico. La taxo- jas lógicas y empíricas que las que ahora consideramos tiene respecto a
nomía se fundamenta en dos premisas básicas: 1. la ubicación de las la teoría tradicional del condicionamiento. Su validación se dará en el
funciones de estímulo-respuesta, como formas particulares de interac- permanente proceso de contrastar su capacidad sistemática y heurística
ción, en un campo de contingencias afectado por el contexto y la histo- en la práctica de la investigación, con otros abordajes conceptuales. Por
ria interconductual del organismo individual, y 2. el reconocimiento de el momento, sin embargo, consideramos que es un instrumento lógico de
niveles jerarquizados de organización de la conducta, que representan utilidad para resolver muchos de los problemas que enfrenta la teoría
formas cualitativas distintas de función estímulo-respuesta. Por ello, el de la conducta, y para abrir nuevos campos de análisis bajo un sistema
examen de cómo se constituyen estas funciones, y su relación recípro- categorial integrado y comprensivo.
ca en el desarrollo, es el esqueleto que estructura el análisis conceptual La lógica de la taxonomía aquí propuesta posee la consistencia in-
propuesto. terna y externa suficiente para ser valorada en ia práctica científica.
Las categorías que describen un campo interconductual cualquiera No obstante, la lógica que la define no fue elaborada previamente, sino
permiten delimitar los factores que forman un sistema de contingencias. que surgió junto con ella en el proceso de examen de las categorías ne-
Por otra parte, el concepto de función, como mediación de las contingen- cesarias para sistematizar y abordar coherentemente las diversas interac-
cias y nivel específico de desligamiento frente a las propiedades fisico- ciones que constituyen el universo de la ciencia de la conducta. Por
químicas que las definen, permite diferenciar formas cualitativas de ello, es importante aclarar que la lógica que provee la sintaxis de esta
organización de la conducta. Nuestra aportación original se ha centrado formulación no fue elaborada o seleccionada antes de desarrollar la
más bien en este segundo aspecto. Como categorías taxonómicas, las taxonomía, sino que es el producto, o consecuencia formal, de haber
funciones estímulo-respuesta se fundamentan en un criterio empírico llegado al conjunto de categorías necesarias para describir los diferentes
de identificación de los eventos, pero, a la vez, son clases vacías en lo niveles de organización de la conducta en forma consistente, y que, por
que toca a los eventos concretos particulares que incluyen. De este ende, pueden transformarse junto con la taxonomía.
modo, la lógica de clasificación de las funciones se basa y parte del uni- Este libro está organizado en cuatro secciones temáticas generales.
verso de observaciones existentes y factibles que debe sistematizar la En el primer capítulo se examinan los problemas vinculados a ia estruc-
teoría del comportamiento. Sin embargo, dicha lógica no prescribe la tura paradigmática de la psicología, y a ias limitaciones que dicha es-
correspondencia de las categorías con propiedades particulares de even- tructura impone a las formas actuales de la teoría de la conducta. En los
tos particulares; por consiguiente, no se le puede refutar o verificar di- capítulos segundo, tercero y cuarto se describen las categorías genera-
rectamente con los datos, sino solamente con una mejor teoría, es decir, les del concepto de campo como sistema de interdependencias, los di-
con un sistema clasificatorio que organice mejor un mayor número de versos tipos de mediación y desligamiento que conforman las funciones
de estímulo-respuesta, y las premisas o supuestos que fundamentan esta
20'
21
taxonomía en forma de tesis teóricas. Los capítulos quinto a noveno,'
tratan las diferentes funciones como niveles de organización de la
conducta, examinando sus antecedentes históricos en la teoría psico-
lógica, su estructura paradigmática y los parámetros que definen su opera-
tividad, y analizando un fenómeno como ejemplo de reinterpretación.
Finalmente, el décimo capítulo incluye algunas consideraciones acerca
de la teoría de la conducta, de la taxonomía particular aquí desarrollada
y de sus relaciones con una tecnología científica, así como sus aplica-
ciones sociales.
Para concluir esta introducción, deseamos hacer patente que, como
todo producto humano, esta obra no es original en ningún sentido. Se
nutre de las ideas y aportaciones de muchos pensadores externos e in-
ternos a la psicología, así como de los intercambios cotidianos con cole- índice de contenido
gas y estudiantes que, en ocasiones inadvertidamente, nos han dado las
pistas indispensables para continuar el trabajo teórico cuando éste esta-
ba estancado o han procurado los elementos críticos necesarios para
modificarlo. A todos ellos, nuestro agradecimiento.
Reconocimientos 5
Prólogo a manera de introducción 9
EMILIO RIBES IÑESTA Cap. 1. Limitaciones de la teoría contemporánea de la conducta 25
FRANCISCO LÓPEZ VALADEZ Causalidad y explicación, 28, Análisis atomista, 30. Horizontali-
dad de los procesos. 32. Carencia de una teoría evolutiva de la
conducta. 33. Carencia de una teoría comparada de la conducta.
Octubre de 1983. 35. Extrapolación de los conceptos analíticos a procedimientos
tecnológicos o aplicados, 37.
22 Próloqo 23
Cap. 6. La función suplementaria 133
Las relaciones de mediación suplementaria y sus antecedentes his-
tóricos, 133, Descripción paradigmática, 141. Análisis paramé-
trico, 148. Análisis de un fenómeno. 154.
24 Índice de contenido 25
tercambio concepto-realidad definitorio de la ciencia como modo de tienen que incorporar, inevitablemente, las representaciones paradigmáti-
conocimiento (véase, por ejemplo, Popper, 1972). cas más cercanas a la nueva definición, aun cuando éstas sean concep-
La psicología, aun cuando planteada como una división de la ciencia tualmente ajenas, en su origen, al campo de eventos bajo estudio. El
unificada por los griegos (véase De Anima, de Aristóteles, y la concep- conductismo histórico —así lo denominaremos— como filosofía espe-
tualización de la psicología como una sección de la física), sólo podrá cial de la nueva ciencia del comportamiento, recurrió a un paradigma
ser considerada como una ciencia especial cuando cumpla con dos re- que sustentaba los análisis conceptuales y empíricos del marco teórico
quisitos: primero, la formulación de un objeto de conocimiento propio de la fisiología del reflejo y, posteriormente, la metodología de los
y específico que no se yuxtaponga al de otras disciplinas científicas ya reflejos condicionales. Este paradigma es el del reflejo, y en la medida
existentes y segundo, que dicho objeto teórico de conocimiento tenga en que la concepción del reflejo fue formulada originalmente p?ra abor-
las características de correspondencia empíricas necesarias para demos- dar el estudio del movimiento de los cuerpos sólidos y líquidos en la
trar la adecuación descriptiva y explicativa de sus conceptos en relación mecánica cartesiana —junto con la peculiar significación que el concep-
con una realidad empírica concreta (independientemente de que la fal- to de materia, como inundo contrapuesto al espíritu, tenía en esta filo-
seabilidad o la verificabilidad se tomen como criterios de adecuación). sofía de la ciencia renacentista—, se transparentar! las razones por las que
Por ello consideramos que aun cuando las efemérides de nuestra disci- la nueva ciencia impuso tácitamente al estudio de su campo de eventos
plina fijan en 1879 el nacimiento de la psicología como una ciencia las limitaciones propias que un sistema de representación conceptual
autónoma, con la fundación del primer laboratorio de psicología expe- ajeno conllevaba.
rimental en la Universidad de Leipzig por Wilhelm Wundt, su emergencia El paradigma del reflejo fue transferido a la psicología a partir de la
propiamente dicha se da en 1913 con la publicación del Manifiesto biología, por lo que hasta el momento presente son pocos los científicos
conductista, de Watson. La justeza de esta proposición se puede valorar del comportamiento que se percatan de la forma especial de causación
por el consenso que la psicología contemporánea ha adoptado respecto y descripción mecánicas implícitas en dicho sistema de representación
a su objeto y método de conocimiento. Aun aquellas aproximaciones a conceptual, independientemente de los términos particulares que se usen
la psicología explícitamente no conductistas. aceptan que para estudiar y de los propósitos epistemológicos que se planteen en forma expresa.
lo que definen como objeto propio de conocimiento (la mente, la expe- En las siguientes secciones examinaremos algunas de las limitaciones
riencia, el procesamiento de información, la afectividad, la personalidad, que el paradigma del reflejo impone a la teoría contemporánea de la
etc.) deben partir, como método, de los indicadores que proporciona el conducta. Por el momento, es suficiente dejar por sentado el hecho his-
comportamiento. En nuestra época nadie justifica el acceso directo a la tórico de que la teoría de la conducta ha venido funcionando bajo su-
mente o a cualquier otra entidad conceptual. Todo método de conoci- puestos conceptuales extraños a su propio objeto de conocimiento. La
miento debe partir de la conducta o de sus productos. carencia de una representación paradigmática específica no sólo ha in-
Cuando se plantea la psicología como ciencia especial del comporta- fluido negativamente en el proceso de construcción de la teoría de la
miento, existen todavía, como formas dominantes de concebir a la psi- conducta y su correspondencia con problemas significativos del campo
cología, las diversas derivaciones del cartesianismo que consideran a la de eventos bajo estudio, sino que también ha impedido formular con
disciplina con el encargo de estudiar empíricamente un mundo no mate- precisión el objeto de conocimiento de la disciplina. El concepto de
rial, que interactúa con el mundo material a través del cerebro en la conducta, tal como ha sido expresado históricamente en los últimos
forma de entidad mental. El intento por superar el dualismo como setenta años, ha sido yuxtapuesto y confundido con las características
dogma oficial provino de la ciencia biológica y, fundamentalmente, de defmitorias de la reactividad estrictamente biología, constituyéndose
las tradiciones fisiológicas alemana y rasa. El trabajo de I. P, Pavlov en una formulación fundamentalmente organocéntrica que conduce a
sobre ios reflejos condicionales, basado en los antecedentes procurados problemas de difícil solución ("las dicotomías interno-externo, subjetivo-
por i. Sechenov y V. Bechterew. constituyó el único soporte metodoló- objetivo, cubierto-manifiesto, privado-público, etcétera). Esta condi-
gico y conceptual de los esfuerzos de conocimiento de la nueva ciencia. ción prcparadigmática de la psicología - empicamos aquí el concepic
La influencia de la teoría de la evolución, y el concepto de hábito incor- en un sentido Kuhniano—, ha provocado una formulación imprecisa del
porado por el funcionalismo en ese contexto, completaron el marco de objeto de conocimiento de la disciplina y su gradual transformación tá-
referencia pertinente. cita, sin reconocimiento explícito del proceso y sus consecuencias con-
Por estos motivos, cuando se formula un objeto propio de conoci- ceptuales empíricas. Por ello consideramos que es preciso abordar los
miento específico de la psicología, la teoría y la metodología de análisis problemas específicos de la teoría de la conducta contemporánea his-
38 Limitaciones de la teoría 39
concepción organocéntrica de la conducta, la reduce, por definición, al lo biológico, son abstracciones reconocidas de lo genérico, pero no abs-
análisis del organismo como centro de interés y, por consiguiente, con- tracciones de lo concreto específico. El concepto de organismo, de
cibe al comportamiento como un evento estrictamente biológico. El medio fisicoquímico, de medio ecológico y de medio normativo-institu-
concepto de interconducta, al romper con la reducción biologicista que cional, son abstracciones necesarias para situar a lo psicológico, pero no
impone la identificación del comportamiento con toda o alguna forma se las recoge como abstracciones de lo concretamente psicológico. A las
de actividad, permite, a la vez, establecer los límites teóricos necesarios disciplinas particulares les corresponde tomar a dichas abstracciones
para distinguir lo psicológico de lo biológico y lo social Esta distinción como categorías de sus concretos específicos de análisis. Así como para
no es sólo de naturaleza morfológica, aun cuando tal dimensión sea per- la ciencia social (incluimos a la sociología, la economía y la potitología
tinente en parte, sino que incide en la delimitación de formas funciona- cuando menos) el individuo es una abstracción necesaria para reconocer
les de interacción que intersectan lo biológico y lo social, sin que su las relaciones sociales como un concreto empírico, para la psicología es
análisis pueda reducirse a las categorías específicas de las disciplinas necesario reconocer el organismo biológicamente determinado y a los in-
correspondientes a dichos objetos teóricos. dividuos operando bajo una normatividad social, como abstracciones
En la descripción de las categorías fundamentales de la representa- necesarias para que se dé lo psicológico como interconducta. Sin embar-
ción de campo, abundaremos en los modos específicos en que se expre- go, lo psicológico no es reductible a sus abstracciones limítrofes: lo
sa esta delimitación de lo psicológico en relación con lo biológico y lo social y lo biológico, pues posee una especificidad concreta en lo empíri-
social. No obstante, examinaremos algunos aspectos generales del con- co que las categorías delimitantes al exterior no cubren adecuadamente.
cepto de interconducta, como herramienta delimitadora de lo específi- Así, mientras lo psicológico comprende la interacción del individuo
camente psicológico. (organismo humano o subhumano) con su medio (fisicoquímico, ecoló-
El proceder científico constituye un modo de conocer la realidad gico y/o social) en la forma de objetos, eventos y otros organismos y/o
que penetra en las propiedades de los objetos y eventos trascendiendo individuos, la biología se interesa por el organismo como sistema de re-
su concreción, pero su naturaleza abstracta no es independiente de los laciones. El organismo incluye los eventos exteriores en la medida
contenidos empíricos que describe analíticamente. La validez de un en que afectan su estructura y funcionalidad como tal. La interacción ee
objeto teórico de conocimiento depende, parcialmente, de la manera sí con el medio no es el punto de interés, sino la interacción que produ-
en que puede relacionarse con los objetos de otras disciplinas específicas cen los eventos del medio al interior del organismo (cualesquiera que
que también se proponen estudiar analíticamente un segmento de la sea la unidad estructural y funcional considerada como organismo). In-
realidad. Por ello, la utilidad del concepto de interconducta tiene que cluso cuando el medio es tomado como marco de referencia fundamen-
legitimarse no sólo al interior de la disciplina, sino por contraste con las tal, como ocurre en el caso de la ecología, el medio mismo es concebido
categorías definitorias de otros objetos teóricos que pueden sobreponer- como un sistema biológico total en ei que se analizan sus relaciones in-
se o tener rela'ción empírica con el universo de datos de la psicología. ternas. Cada organismo, o estructura biológica unitaria o genérica, es
En este contexto, es indispensable demostrar cómo el concepto de in- considerada como un elemento de un macrosistema más amplio.
terconducta puede delimitar la especificidad de lo psicológico, frente a En lo que toca a la ciencia social, ésta no puede concebir a ias insti-
las disciplinas científicas que circunscriben empíricamente el comporta- tuciones, a las prácticas sociales ni a las relaciones de producción o a las
miento del organismo individual: la biología y la ciencia social. políticas al margen del reconocimiento de que éstas se dan en y entre
En los casos de ambas fronteras de conocimiento, el concepto de individuos, pero no puede dejar de considerar que lo concreto social es
interconducta, como objeto definitorio de la psicología, se ve obligado el sistema de relaciones como tai, independientemente del actuar par-
a reconocer la existencia de un organismo biológicamente configurado ticular de cada uno y de todos los individuos particulares inmerso* en
que interactúa con los objetos del medio circundante. Dichos objetos y dichas relaciones. Lo psicológico, en cambio, es el vínculo que este sis-
eventos del entorno poseen tanto propiedades fisicoquímicas como bio- tema de relaciones sociales tiene como prácticas y normas llevadas a
lógicas y sociales, y en esta segunda instancia componente de la defini- efecto por individuos con otros individuos. Lo que preocupa epistemo-
ción, es en la que se inserta el reconocimiento de lo social. Sin embargo, lógicamente a la psicología es la interacción de lo social manifestada
y esto es fundamental subrayarlo, lo biológico y lo social se dan como como relación entre individuos. El concepto de interconducta, en este
abstracciones necesarias que no trascienden categorialmente en su espe- sentido, recoge esta interacción como su rasgo específico, reconociendo
cificidad a determinar lo psicológico. Para expresarlo de una manera como condición necesaria la existencia y el funcionamiento del sistema
consecuente, dentro del marco conceptual de la psicología, lo social y general de relaciones en que se da dicha interacción.
48 Cap, 2, La conducta os de 49
contingencia, ambas relacionadas con el análisis y la definición del re- pichón, Skinner presentó un procedimiento de tiempo fijo de entrega de
forzamiento. comida irrespectiva del comportamiento del animal. Como consecuencia
En el condicionamiento operante, el reforzamiento representa una de este procedimiento sostenido, se observó que, al no predeterminar
forma especial de intercambio entre el organismo y los eventos del en- una respuesta particular sobre la cual evaluar (y restringir) el efecto del
torno. Si nos atenemos a la designación misma de la respuesta como estímulo no contingente sobre una acción particular, el animal des-
operante (o que opera sobre el ambiente), este intercambio significa que arrollaba patrones más o menos estereotipados que se transformaban
los cambios producidos en el ambiente son importantes, funcionalmen- gradualmente en el transcurso de las sesiones, y que se repetían de ma-
te, en el grado en que dependen de la emisión de la respuesta. En otras nera consistente durante el intervalo entre estímulos. Era evidente que
palabras, las consecuencias de estímulo que definen a la relación operan- los estímulos producían un efecto sobre el desplazamiento y la topogra-
te, son las consecuencias producidas por la respuesta del organismo y no fía del comportamiento del animal, aun cuando su presentación no
cualquier cambio de estímulo que siga en tiempo a la respuesta. En este fuera contingente a dichas dimensiones. Los parámetros vinculados a la
sentido, se puede decir que el re forzamiento, como evento de estímulo, geografía y el momento del contacto del estímulo con el comporta-
es contingente a la respuesta, es decir, dependiente, condicional o cir- miento del animal parecieron ser decisivos para conformar los patrones
• cunstancial a la acción particular del organismo. El segundo aspecto de conducta modulados por la comida. Skinner interpretó estos hallazgos
importante de este intercambio contenido en la relación operante es el considerando, primero, que al seguir la comida al patrón de conducta
efecto que el estímulo tiene, a su vez, sobre la acción del organismo. Al conformado se trataba de conducta controlada por las consecuencias v ,
margen de que la relación comprendida en el intercambio organismo- por ende, de conducta operante; segundo, que la contingencia significa-
ambiente, descrito por el método de la operante libre, puede ser más ba solamente que el estímulo seguía en tiempo a la respuesta. De ésta
compleja y amplia que lo que la triple relación de contingencia incluye, manera, la contingencia quedó caracterizada como un efecto consecuen-
el re forzamiento, como categoría descriptiva de dicha relación, también te sobre la respuesta —sin considerar el efecto sobre el ambiente—, y
implica un efecto sobre la respuesta del organismo. Este efecto se formu- corno un efecto determinado solamente por la contigüidad temporal
la como un cambio cuantitativo en la respuesta del organismo, preferen- — estando implícita la contigüidad geográfica— entre la respuesta afecta-
temente en ocasiones semejantes, que se observa como un aumento en da y el estímulo.
la frecuencia de la respuesta, o como cambios en la tasa de respuesta, Tal como fue formulada en el análisis experimental de la conducta,
según los criterios temporales y de razón que la contingencia de reforza- la contingencia quedó convertida en un concepto descriptor de futuros
miento prescribe. efectos producidos por un estímulo subsecuente y próximo a la respues-
En resumen, el reforzamiento comprende dos aspectos definitorios ta afectada. Quizá la característica más pertinente —el hecho de que el
como contingencia. Primero, la presentación del estímulo condicional a estímulo dependiera de la respuesta-, las más de las veces quedó como
la ocurrencia de la respuesta predeterminada por la contingencia. Se- un mero recurso de procedimiento para asegurar el efecto deseado en
gundo, cambios posieriores en la frecuencia o tasa de respuesta con base términos de "reforzamiento". Al omitir conceptualmente. como crite-
en los criterios prescritos por dicha contingencia. Este cambio en la res- rio, la dependencia del estímulo respecto a la conducta del organismo,
puesta se interpreta en términos de la funcionalidad adquirida por la la clasificación dicotómica del comportamiento en operante y respon-
acción del organismo para producir los cambios contingentes en el am- diente se redujo a una pura sensibilidad diferencial de las respuestas a
biente que la afectan. Sin embargo, en The Behavior of Organisms variables que las anteceden o que las signen en tiempo. No se consideró,
O Q 38k Skinner analiza el reforzamiento solamente en términos de los teóricamente, la importancia clave de ia participación de! organismo en
efectos producidos sobre la frecuencia subsecuente de la respuesta. De la organización misma de las dependencias entre los eventos de! ambiente
este modo, caracteriza al "reflejo" operante por su dependencia respec- que lo afectaban recíprocamente. Esta observación no se hizo explícita
to al reforzamiento ípágs. 61-62), y al cambio resultante como efecto hasta que Schoeníeid y colaboradores (1973) señalaron que en d condi-
sobre la respuesta en términos de la relación temporal del estímulo con cionamiento operante la contingencia significaba que IH distribución
la respuesta (pág. 62). temporal de los estímulos dependía de la distribución de las respues-
Este interés —podríamos decir tecnológico— sobre los efectos de la tas, y que, al mismo tiempo, esta distribución era afectada por los estímu-
operación de estímulo en la frecuencia de la respuesta que lo produce, los en la medida en que el procedimiento empleado restringía el contac-
condujo a la segunda caracterización de la contingencia, como ya se to temporal y espacial de éstos a una respuesta predeterminada que los
apunta en la última referencia. En el estudio de la "superstición" en el producía.
Hacia unataxonomía
funciona! de la conducta
las propiedades que permiten identificarlo como tal, pero dichas propie- Consideramos que cuatro factores confluyen en el proceso de desli-
dades no producen ninguna respuesta inevitable corno morfología con- gamiento de la conducta: a) la diferenciación sensorial, b) la diferencia-
vencional en la biología reactiva del organismo. Tampoco los eventos ción motriz, y en especial la capacidad de manipulación y de motricidad
de estímulo convencionales guardan ninguna forma especial de corres- fina, c) la vida en grupo intraespecífico con formas interactivas de orga-
pondencia, son morfologías convencionales o no convencionales de nización social —aunque primitivas — , y d) la existencia de un ambiente
respuesta predeterminadas. Estas correspondencias se establecen a lo normativo estructurado con base en convenciones, es decir, acuerdos
largo del desarrollo interconductual del individuo. Segundo, en tanto las tácitos o expresos —construidos históricamente— que trascienden las
propiedades convencionales de los eventos pueden ser producidas como circunstancias inmediatas de la ''naturaleza". La observación sistemática
graíismos. tienen la capacidad física de trascender el momento particular de las diversas formas de conducta que se Jan a lo largo de la escala fi-
Je la interacción. En este sentido, las propiedades de los eventos con- logenética, indica que estos factores pueden ser claves del proceso de
vencionales no tienen que ser necesariamente evanescentes, y en tanto desligahilidad funciona! del comportamiento.
se objetizan como producto del comportamiento de otros individuos, La diferenciación sensorial permite formas coordinadas y diversifi-
pueden tener efectos permanentes y a distancia en tiempo y espacio. Esta cadas de reactividad a los eventos en el ambiente, que permiten las prime-
última propiedad, de traslación temporoespacial de los efectos de es- ras formas del desligamiento: responder a los eventos en témanos de su
tímulo de una acción conductual, es esencial para comprender las carac- relación contextual en el ambiente. La motricidad fina y la capacidad de
terísticas distintivas deí comportamiento humano, posibilitadas por su manipular objetos permite alterar directamente las relaciones entre los
naturaleza convencional, es decir, social específica. eventos del ambiente y el organismo, en la medida en queeí propio orga-
nismo puede producir la presentación de los eventos o ponerlos en con-
tacto funcional por medio de su desplazamiento. La convivencia en
EL DESLIGAMIENTO FUNCIONAL gruño con miembros de la misma especie —siempre y cuando esta vida
grupal implique interacciones ecológicas reales— permite desarrollar for-
Las diversas funciones de estímulo-respuesta describen formas de mas de reactividad diferencial ante otros organismos como condiciones
desligamiento funcional del organismo respecto de las propiedades de los de estímulo, y por consiguiente, potencia a los eventos con morfologías
eventos del ambiente. El concepto de desligamiento significa funda- organísmicas desde un punto de vista funcional. La aparición de inte-
mentalmente la posibilidad funcional que tiene el organismo de responder racciones preconvencionales sólo es posible en organismos que viven en
en forma ampliada y relativamente autónoma respecto a las propiedades grupo, como lo atestiguan las formas sociales relativamente complejas,
fisicoquímicas concretas de los eventos, y de los parámetros espaciotem- pero todavía prehumanas, de algunos primates superiores. Finalmente,
porales que las definen situacionalmente. el ambiente normativo es fundamental como sistema de contingencias
El desligamiento es esencial para definir la conducta psicológica o por "atribución", es decir, convencionales.
interconducta, pues lo que la distingue del comportamiento biológico es Debido al lenguaje — y no sólo al hablado, sino, de manera muy des-
su plasticidad interactiva con el ambiente. Esta diversificación, trans- tacada, al lenguaje escrito — , en la sociedad humaría los individuos pueden
formación y ampliación de la funcionalidad de la conducta del organismo responder con morfologías y ante morfologías que carecen de las res-
ejemplifica el desligamiento, dado que. corno ya hemos subrayado, la tricciones que impone ía reactividad biológica frente a las características
conducta biológica constituye la reactividad invariante del organismo fisicoquímicas del rnedio. La convencionalidad d? las respuestas y los
frente a las características y modalidades energéticas de ios objetos del eventos conduce también a la convencionalidad de. las reglas que esta-
entorno. La conducta biológica se convierte en interconducta en el gra- blecen las relaciones de condicionalidad entre ellas, y a la posibiliJad de
do en que las respuestas particulares se desligan funcionalmente de sus responder a dichas reglas transformándolas. El hombre es la única espe-
formas ulogenéticamente determinadas, de reactividad biológica rnús o cie que a partir de la naturaleza ha creado un mundo y lo ha modificado,
no sólo en !o que toca a su- propiedades físicas y biológicas, sino zaiii-
menos fija. bién en cuanto a las contingencias que determinan la significación de
¿De qué depende la posibilidad de desligamiento funcional de la ac-
dichas propiedades en los objetos. El hombre crea contingencias que.
ción del organismo y en qué nivel se presenta dicho desligamiento? Po- a pesar de su circunstanciaiidad social, son más poderosas en lo funcio-
demos adelantar algunas especulaciones al respecto, las cuales pueden nal que las contingencias derivadas de las necesidades físicas y biológi-
cobrar sentido al analizar el nivel de organización de la conducta que cas. La normatividad tácita o expresa del ambiente social representa
han alcanzado en sus particularidades funcionales las diversas especies.
El desüQsm 19.110 funcionas
58 Cap. 3, Hacia una taxonomía funciona!
relaciones de contingencia que, de una manera u otra — y obviamente medida en que la nueva relación reactividad-ambiente depende direc-
con limitantes manifiestas—, subordinan funcionálmente las condiciona- tamente de la historia particular de interacción del organismo individual.
lidades fisicoquímicas y biológicas a su operatividad. Este desligamiento De este modo, podemos caracterizar el primer nivel de desligamien-
del ambiente que permiten la convencíonalidad y los sistemas reactivos to con base en el hecho de que la reactividad biológica específica ante
específicos del ser humano, son lo que, a la vez, libera al hombre de las una modalidad de estimulación (fisicoquímica) se expande diferencial y
contingencias no sociales, y lo envuelve en otra red de circunstancias y sistemáticamente a formas y modalidades de estimulación que no pro-
condicionalidades en ocasiones menos flexible, por depender, en gran ducen dicha reactividad desde el punto de vista exclusivamente biológico
medida, de la acción de los otros hombres. La historia de las formacio- (por ejemplo, salivar ante una campana). Este desligamiento funcional
nes sociales y la historia de la cultura ilustran este proceso de liberación de la respuesta es consecuencia de la historia de interacción del orga-
del hombre respecto de la naturaleza, y su sometimiento a sus semejan- nismo individual con circunstancias situacionales que comprenden rela-
tes y a las reglas y normas por él creadas. ciones consistentes entre eventos del ambiente.
¿Qué formas de desligamiento funcional son identificables en la La segunda forma de desligamíento se da en relación con la modi-
organización jerarquizada de la conducta? A continuación planteamos ficación de las relaciones temporoespaciales que guardan los eventos
cinco formas de desligamiento que nos permiten, a la vez, describir cinco ambientales ante los que se responde diferencialmente. En tanto las re-
formas cualitativas de organización funcional de la conducta, laciones de contingencia entre los eventos ambientales a los que se res-
En la medida en que la reactividad estrictamente biológica implica ponde son independientes del hacer del organismo, éste sólo puede
formas invariantes de responder —específicas y/o inespecíficas— a mo- limitarse a modular su reactividad diferencialmente ante dichas consis-
dalidades energéticas del ambiente en la forma de objetos y estímulos tencias ambientales, pero no puede alterarlas. La posibilidad de alterar
(por ejemplo, salivar ante el aumento de salinidad de la cavidad bucal dichas relaciones —acelerándolas, retardándolas, incrementándolas, dis-
por la introducción de alimento, flexionar una extremidad "ante una des- minuyéndolas, haciéndolas cíclicas o variables, produciendo relaciones
carga electromecánica, etc.). la primera manifestación del desligamiento, que no se dan sino mediante la participación activa y transformadora de la
funcionálmente hablando, es que ciertas formas de reactividad se mani- acción del organismo—, permite que la reactividad se desligue de las con-
fiesten sistemáticamente ante objetos y modalidades de estímulo que sistencias extrínsecas al propio hacer y que, por consiguiente, el orga-
no las producen biológicamente. nismo module su comportamiento ya no sólo con base en las consistencias
La reactividad ante objetos y estímulos en forma compartida por
externas a las que puede responder, sino a las consistencias alteradas,
una situación más o menos específica constituye, sin lugar a dudas, una
que por definición son acíciicas, irregulares, intermitentes y dependien-
manifestación primaria de desligamiento funcional. El organismo ya no tes, parcialmente al menos, de la conducta que reacciona a ellas produ-
responde sólo con base en la biologicidad que implica la relación de es- ciéndolas.
pecificidad funcional de parte de sus tejidos con modalidades energéti- En este nivel de desligamíento, el organismo ya no sólo se orienta y
cas estimulantes en el ambiente, sino que ahora la misma clase de acción desplaza en el ambiente para hacer contacto diferencial con las relaciones
se expande como respuesta diferencial a relaciones sistemáticas de estí- entre eventos a las que se extiende su reactividad biológica simple, sino
mulos en situaciones determinadas. Cuando en los experimentos clásicos que ahora responde consistentemente a relaciones que, en la msdida
de Pavlov, el perro comienza a salivar o a segregar jugos gástricos ante en que su propia acción las altera, parecen inconsistentes. Esta interde-
el sonido de una campana que condiciona la entrega de alimento seco, pendencia se manifiesta en formas de orientación, desplazamiento y
se tiene un ejemplo de modulación plástica de la reactividad biológica manipulación que producen o críticas para el contacte con relacio-
ante nuevas formas de estimulación sistemáticamente interrelacionadas. nes de contingencia entre eventos ambientales. No se trata det perro
Por ello, la reactividad ampliada y diferenciada del organismo también que segrega saliva ante la presencia "señalizada" de comida, sino del
es sistemática. No importa que se den formas de respuesta biológica "al perro que se orienta frente a particulares en un cuarto con señales,
margen de su propósito" y contexto "natural" —como en la conducta
que se desplaza hacia la caja que contiene el alimento y opera sobre ella
vacua—, lo fundamental es que la reactividad biológica ocurra en forma
para tomarlo. Los parámetros temporales y espaciales de esta relación
consistente ante circunstancias también consistentes, y que estas formas
entre eventos -presencia de la caja, "señal" y alimento en la boca- de-
nuevas de relación de la biología reactiva del organismo con el entorno
no puedan atribuirse a una. invariante funcional biológica autónoma de penden de las formas particulares en que el animal actúe. Aun cuando
dicha circunstancialidad interactiva. El desligamiento se produce en la la disponibilidad se dé en ciclos, los tiempos reales dependen del com-
portamiento del organismo. El organismo, de este modo, modula su con-
Finalmente, la quinta forma de desligamiento funcional se identifica Como niveles cualitativos de mediación de contingencias, las funcio-
con una total autonomía de la reactividad respecto a los eventos bioló- nes estímulo-respuesta permiten identificar las formas más complejas
gicos y fisicoquímicos. En el cuarto caso de desligamiento se mantiene de organización de la conducta realizada por un organismo o individuo,
todavía una reactividad específica a un evento, aunque al margen de pero de ninguna manera representan un nivel único de interacción o un
sus propiedades fisicoquímicas en tanto tales y de las dimensiones situa- modo homogéneo, general, de interconducta. De hecho, como describi-
cionales de su ocurrencia. En la forma más amplia de desligamiento, no remos más adelante, se pueden delimitar niveles jerárquicos de organiza-
hay reactividad a eventos específicos, porque éstos son los productos y ción de la conducta al interior de cada una de las funciones de estímulo-
las acciones convencionales de la reactividad propia o de la de otros in- respuesta. Dichos niveles pueden coexistir en un mismo organismo o
dividuos. La interacción convencional entre los individuos se vuelve individuo, así como pueden hacerlo diferentes funciones generales. Esta
innecesaria en la medida en que se responde a los eventos convencionales coexistencia de niveles distintivos de aptitud interactiva, tiene lugar
de la propia conducta, o al producto de la de otros como eventos en é! debido al desarrollo desigual que caracteriza a las diversas competencias
mismo. conductuales. a través de las cuales se manifiesta la interconducta como
Los productos de sistemas reactivos convencionales son eventos de forma más específica de relación con los eventos del medio,
estímulo irrespectivamente del individuo que los produce. En los casos Las competencias conductuales son clases interactivas definidas en
en que estos productos de sistemas reactivos convencionales se dan en la términos de las propiedades morfológicas de los eventos de estímulo y
forma de registros permanentes, como en todo sistema reactivo graficado de respuesta. En este sentido, una misma competencia, entendida como
(la escritura, el dibujo, etc.), los eventos convencionales se dan objetiva- disponibilidad interactiva respecto a morfologías de conducta y eventos,
mente y trascienden como objetos a la interacción particular en la que se puede tener funcionalidad en diferentes niveles de organización cualita-
presentan. tiva de la conducta. La aptitud de leer, como competencia fonológica y
E?ta forma de desligamiento posee dos características. La primera, de reconocimiento ante estímulos textuales más o menos específicos,
es que, como lo ejemplifican la ciencia y el arte, en la medida en que se por ejemplo, puede darse en formas funcionales diferentes que van desde
puede trascender la situacionalidad de los objetos y eventos, se pueden la simple identificación de los textos, su "texteo", la comprensión del
establecer formas interactivas más plásticas y ricas en consecuencias. contenido, la posibilidad de captar diversos significados en un mismo
que cuando la realización se restringe a los eventos en su situación de texto, la identificación de estructuras estilísticas o gramaticales en el tex-
ocurrencia. La segunda es que, dado que los eventos convencionales to, etcétera. La competencia particular, leer, es la misma desde un punto
siempre son producto de los individuos, pueden constituirse en un siste- de vista morfológico, pero la funcionalidad de dicha competencia es dis-
ma de contingencias y relaciones que en lugar de enriquecer y diferenciar tinta. Esta distinción entre competencia y función es fundamental por
la realidad fisicoquímica y biológica, la sustituyan empobreciéndola. varias razones.
Los mitos, las supersticiones, los prejuicios, la magia y muchas otras La evolución psicológica se da, como proceso, en la transición de los
creaciones del hombre ilustran esta segunda posibilidad. niveles funcionales simples a los más complejos. Los niveles funcio-
nales están definidos por la mediación de las relaciones de contingencia
sn un campo, y por el tipo de desligamiento de la reactividad frente a
LAS TRANSICIONES ENTRE las propiedades fisicoquímicas de los eventos de estímulo. Dado que la
FUNCIONES Y EL DESARROLLO evolución opera como un proceso en espiral, las formas de organización
DE LAS COMPETENCIAS de la conducta más simples no desaparecen ni son excluidas por ios ni-
veles .más complejos que surgen, sino que, por el contrario, son incluidas
Como ya hemos reiterado, las funciones de estímulo-respuesta son corno componentes de esas nuevas formas o niveles de organización. Así.
formas de mediación cualitativas de campos de contingencia, que repre- se da por sentado que las funciones complejas incluyen, como compo-
sentan niveles diferenciales de desligamiento de la reactividad frente a nentes, las formas de organización que caracterizan a las funciones
las prioridades fisicoquímicas de los eventos del entorno. El proceso de menos complejas. Por ello, para interactuar en un nivel determinado de
evolución psicológica consiste en la transición de las formas de función funcionalidad se requiere poseer aptitudes funcionales en el nivel próxi-
estímulo-respuesta menos complejas a las más complejas, dadas las posi- mo inferior dentro de la jerarquía de los modos de mediación de las
bilidades reactivas y ambientales de los individuos o miembros de una es- contingencias. Esto no significa, sin embargo, que al pasar de una forma
pecie. ¿Qué características guarda, en lo general, .este proceso evolutivo? de aptitud funcional a otra se transformen automáticamente todas las
73
racterísticas del objeto de investigación definido en el modelo teórico to, lo que se discute no es la cientificidad de la disciplina psicológica,
empleado. Por esta razón, no es posible hablar del "método científico" sino su carácter social o natural. Es evidente, sin embargo, que sólo
de manera abstracta. Un método es una forma concreta de producir desde una perspectiva simplista y esquemática se puede reducir un pro-
conocimiento acerca de eventos y relaciones identificables desde una blema a categorías producidas para abordar cuestiones que se encuentran
perspectiva teórica particular. en niveles diferentes. Es decir, la distinción entre "ciencias de la cultura"
Corno reflexión sistemática acerca de la naturaleza de una ciencia de y "ciencias de la naturaleza" es de gran utilidad para enfatizar los rasgos
la conducta, el trabajo presentado en este capítulo debe ser ubicado den- distintivos de la actividad humana y sus productos culturales. Ello no
tro del marco general del conductismo, es decir, como una filosofía de implica, sin embargo, que el mundo humano se encuentre "fuera", "de-
la ciencia de la conducta. A diferencia de otras aproximaciones filosófi- trás" o * más allá" de la naturaleza. Por esta razón, no es pertinente
cas en boga, nuestro esfuerzo se encuentra encaminado a hacer explícitos discutir si la psicología es una ciencia social o natural, puesto que, pre-
los supuestos que han sido conformados en el ejercicio de la ciencia psi- cisamente-, su función consiste en describir y entender la forma en que
cológica. En consecuencia, nuestro sistema psicológico no ha sido de- un ser biológico transforma la naturaleza, sobre la base de un desarrollo
rivado formalmente de una filosofía, sino que ésta es una descripción posibilitado por una sociedad. Por ello, la psicología constituye un ni-
de los aspectos generales de nuestra práctica científica. vel de especificidad particular que no puede ser idéntico al estudiado
De acuerdo con lo anterior, la forma de presentación de este meta- por la biología o por las ciencias sociales. En otras palabras, una taxo-
sistema como un conjunto de tesis (epistemológicas, lógicas, metodoló- nomía adecuada de las ciencias no sólo requiere señalar las diferencias
gicas) no debe ser confundida con el método de investigación que hemos entre la actividad humana y sus productos, sino mostrar, además, los
empleado para producirlas. En otras palabras, la presentación de las te- estrechos vínculos que la unen con la actividad de otros organismos y
sis será seguida de una descripción general de las cuestiones psicológicas con el resto de la naturaleza.
en que se fundamenta, lo cual debe distinguirse de una derivación lógi-
ca de los problemas a partir de las tesis propuestas. En otros casos, por
razones de claridad, haremos alusión a ejemplos construidos en forma Tesis 2
coloquial e intuitiva. Estos ejemplos, sin embargo, deben ser entendidos
sólo como recursos didácticos en la exposición del tema. Lo psicológico reconoce como condición necesaria, mas no_ suficiente, de su
existencia, los niveles descritos por las ciencias fisicoquímicas y las biológicas.
TESIS EPISTEMOLÓGICAS Esta tesis describe ja relación básica entre la actividad psicológica de
los organismos, su estructura biológica y los componentes fisicoquími-
r>/-»c Hf» loe r\Kiotnc TM/^i-io r0ncepoión nos zyiíúi 2 trc.cccndcr, per une.
T ff^^f*
v.ai¿>
"I
i
parte, el reduccionismo ingenuo del mecanicismo, que pretende circuns-
Lo psicológico constituye un nivel de especificidad particular en la articulación cribir la actividad de los organismos a un nivel exclusivamente físico íen
del conocimiento científico, nivel que no es reductible a lo biológico ni a lo el sentido de la mecánica clásica).
social Por otra parte, el impacto de la teoría de la evolución sobre la psico-
logía permitió que el postulado de la continuidad biológica entre el
Esta tesis sintetiza un rasgo fundamental en el desarrollo, largo y hombre y el animal fuera malinterpretado. de tal manera que reducía la
difícil, de ia ciencia psicológica. Hace menos de un siglo, Pavlov discu- actividad humana a la de los animales se que interpretaba esta ultima en
tía, con fundamento en la opinión de los propios psicólogos (por ejemplo, términos de la actividad humana). Esta reducción ha conducido a un
James y Wundt), acerca de la cientificidad de la psicología. problema análogo al que planteamos en relación con las ciencias sociales;
Por otra parte, la gran flexibilidad con que se ha empleado el con- es decir, a negar la estrecha vinculación que existe entre el comporta-
cepto de ''ciencia" permite la aglutinación conceptual de actividades miento humano y el medio social en el que se encuentra.
heterogéneas, con la consecuente imprecisión en el significado del tér- Lo psicológico requiere, evidentemente, de la existencia de lo físico,
mino. Por ejemplo, la distinción neokantiana entre ciencias del espíritu lo químico y lo biológico para su existencia; pero esos niveles, como
y ciencias de la naturaleza ha sido retomada en la literatura marxisti hemos indicado, no son suficientes para explicarlo. Por ejemplo, cuando
bajo el nombre de ciencias naturales y ciencias sociales. En este contex- escribo con un lápiz sobre la superficie de un papel, me doy cuenta de
Tesis 7
6
Las diferencias de especificidad cualitativa de lo fisicoquímica (o inorgánico) Cada uno de los niveles organizativos de la realidad, tal como se manifiestan en
están descritas por las leyes de la termodinámica, y de algún modo representan las diversas especificidades del conocimiento científico, constituyen universos
la historia de lo infinito, lo sin principio y sin fin determinados. La historicidad de complejidad creciente, que parten de lo fisicoquímica hasta llegar a lo social.
de lo biológico está descrita por la evolución de lo orgánico y se representa en Estos niveles no son mutuamente excluyentes; por eJ contrarío, ios más simples
ia filogenia. La ontogenia de lo biológico está subordinada a la filogenia. La se ven incluidos progresivamente en los más complejos.
historicidad de lo psicológico se manifiesta en el cambio ontogenético, que aun
cuando contextualizado por la filogenia es promovido y liberado por la interac- La íesís siete expresa en forma diferente el método de clasificación
ción con el medio ambiente. Finalmente, la historicidad de lo social es total- empleado en las tesis anteriores. AJ reunir diversos aspectos de la reali-
mente construida y colectiva y, en última instancia, sus leyes de desarrollo dad en un solo concepto se corre eí riesgo de ser demasiado general, de
subordinan a los tres niveles anteriores. ignorar las características específicas de cada uno de ellos. Por otra parte,
la distinción sistemática puede conducirnos a una colección de objetos
El desarrollo de esta tesis permite determinar claramente la forma sin relación entre sí. Por esta razón, la agrupación debe proporcionar-
en que las ciencias abordan ios diferentes problemas. El desarrollo de nos siempre la posibilidad de hacer las distinciones necesarias, que, a su
las actividades psicológicas, por ejemplo, se inicia a partir de la evolución vez, nos deben permitir elaborar nuevas clases. En otros términos, la
íilogenética de las diferentes especies. Cada uno de los miembros de unidad conceptual no es incompatible con la diversidad de la realidad.
Una de las diferencias fundamentales entre el hombre y el animal es Esta tesis puede ser considerada como una síntesis del sistema psi-
que, para este último, no existe manera de desprenderse de los objetos cológico que presentaremos en ios siguientes capítulos. Su importancia
físicos que se encuentran presentes en un lugar y un espacio determina- se manifiesta cuando abordamos ciertos problemas centrales del com-
dos. Los sistemas reactivos característicos de su especie marcan los lí- portamiento humano, por ejemplo, e] referente a la "relación entre los
mites del campo con que pueden interactuar. Esto es cierto aun en las diferentes aspectos de su actividad". Desde los tiempos de la filosofía
Tesis 9 Tesis 11
No es posible determinar empíricamente todos los cambios en los valores y re- En la delimitación de un campo de interacción los componentes funcionales no
laciones que se dan en los componentes de un campo de eventos e interacción. son idénticos a los formales u operaáonales. Por consiguiente, el análisis de
Su determinación pertenece a un nivel teórico de análisis enmarcado por una proceso implica la integración funcional de componentes formales u operado-
concepción probabilistica de la intermediación en lo cuantitativo. nales aparentemente autónomos.
Tesis metodológicas 95
94 Cap, 4» Tesis fundamentales de la taxonomía
la complejidad del campo al que pertenece, puesto que, por las caracte-
Tesis 15 rísticas convencionales del texto, éste se encuentra integrado a una fun-
El análisis de proceso puede darse en dos niveles: uno, cualitativo, centrado en ción que describe un contacto más amplio entre el organismo y el medio.
la determinación de las diversas transiciones en el tipo de contacto y organiza-
ción del campo característicos de un nivel funcional; otro, cuantitativo, enfocado
a la evaluación paramétrica de los elementos involucrados en la interacción de TESIS LÓGICAS
campo.
Tesis 1
En esta tesis se conjugan dos criterios metodológicos generales: el
nivel de análisis (molar o molecular) empleado y el estudio de los proce- Un sistema teórico comprende conceptos de diverso nivel, a saber: a) defini-
sos psicológicos. Por una parte, el análisis de proceso con enfoque mo- ciones taxonómico-funcionales; b) definiciones operacionales; c) conceptos
lecular se restringe al estudio de la forma en que los diferentes valores descriptivos cuantitativos (medidas y lenguaje de datos); d) conceptos de pro-
de una variable —por ejemplo, el orden en el que son presentados— al- ceso, v e ) conceptosmetasistémicos,
teran los aspectos característicos de toda interacción psicológica. El
análisis de proceso enfocado molarmente pretende comprender la forma La descripción de un modelo o sistema teórico es una actividad
en que las diferentes funciones psicológicas se conforman gradualmen- poco frecuente en la literatura tradicional del análisis experimental de la
te a partir de la existencia de formas más simples. En el primer caso, se conducta (Skinner, 1938). Esta situación deriva, por una parte, de la fal-
trata de analizar las diferentes posibilidades en que una variable pue- ta de comprensión del papel y la función de la teoría psicológica. El
de alterar los diversos aspectos de una función; en el segundo, se intenta rechazo de teorías pertenecientes al conductismo de tipo metodológico
conocer cómo cambia la misma interacción. Por ejemplo, un análisis y/o metafísico pareció confundirse con un rechazo a "la teoría", inde-
cuantitativo de proceso puede consistir en el estudio de la manera en pendientemente de sus características específicas. Por otra parte, la
que el tamaño y/o forma de las letras afecta la adquisición de la lectura. investigación experimental contemporánea parece estar más dirigida a
En el caso de un proceso cualitativo nos interesaría conocer la forma en explorar eventos que parecen constituir excepciones a principios o con-
que se adquiere funciónalmente la conducta de leer. Desde este punto ceptos de cierta generalidad, que a integrar la gran cantidad de datos
de vista, resulta claro que las reglas propuestas para el análisis molar y mo- que están dispersos debido a que han sido producidos para apoyar o
lecular son aplicables al estudio cualitativo y cuantitativo de los procesos. refutar "minisistemas" conceptuales. La necesidad de una teoría siste-
mática de la conducta es cada vez más evidente sise considera la creciente
especialización y sofisticación de los trabajos de investigación empírica»
Tesis 16 de ia que no es posible derivar una visión congruente ni integrada de la
conducta psicológica. Por otra parte, la suposición de que es posible
Procesos cualitativos de distinto orden pueden compartir procesos cuantitati- realizar investigación sin teoría resulta enteramente artificial, puesto
vos, por lo que no se supone una correspondencia biunívoca entre ambos tipos que "los niveles" considerados en esta tesis están presentes (en forma
de proceso. explícita o implícita) dentro de cualquier trabajo empírico. En este
sentido, podemos afirmar que, puesto que no se puede carecer de una
teoría al desarrollar una actividad científica, es conveniente formularla
Esta tesis la podemos considerar como el corolario de alguna de las de manera explícita y en forma sistemática. En consecuencia, las tesis
tesis anteriores, puesto que la concepción de ios eventos como siste- lógicas representan un esfuerzo por explicitar y sistematizar las estrategias
mas de interacciones, implica la posibilidad de que funciones con diversos que hemos empleado en la elaboración de nuestro sistema psicológico.
grados de complejidad compartan elementos cuantitativos. En otras
palabras, no es el tipo de elementos que integran un campo lo que deter-
mina su naturaleza psicológica, sino la forma en que están organizados. Tesis 2
Retomando el ejemplo expuesto en la tesis anterior, es claro que la
forma y/o tamaño de los objetos puede ser una característica relevante Las definiciones taxonómico-funcionales son el punto de partida de todo siste-
para ciertos tipos de actividad animal (por ejemplo, la discriminación). ma teórico, en tanto que establecen los criterios lógicos para clasificar todas las
En el caso de la lectura, la acción de este parámetro es transformada por
Antecedentes históricos
107
don,, como categoría explicativa (causal) y de proceso, desempeñara un 16, no desempeñó un papel conceptual de importancia en la medida en
papel destacado en las primeras formulaciones teóricas de la disciplina. que la representación refleja prescindió de la espacialidad como una
El concepto de asociación fue compartido tanto por aproximaciones dimensión variante. El reflejo condicionado se estudió en organismos
estrictamente mentalistas —por ejemplo, el caso de Wundt—, como por artificialmente inmovilizados; curiosamente, los controles más moder-
abordajes de naturaleza materialista —como lo ilustra la teoría misma nos consisten en la inmovilización fisiológica a través del curare y de
del condicionamiento—. otras drogas.
La asociación no sólo amparaba el concepto de causalidad por con- Pavlov interpretó la integración de nuevas funciones de estímulo
tigüidad en las impresiones sensoriales, postulado por Hume, sino que como relaciones de señalización asociativa determinadas por la contigüi-
además proporcionaba un "mecanismo" sensorial y cognoscitivo suscep- dad temporal. Supuso que esta contigüidad estaba representada en el
tible de correlación potencial con conexiones en el sistema nervioso sistema nervioso del organismo (en la corteza cerebral) en la forma de
central. De ahí que fuese incorporada como categoría a formulaciones conexiones temporales de tipo excitatorio e inhibitorio. De este modo
psicológicas contrapuestas incluso en su concepción de lo "mental". La la asociación se naturalizó en el mecanismo de! condicionamiento, abar-
asociación representó la categoría idónea para tratar en términos teóri- cando los procesos de relación excitatoria e inhibitoria como formas
cos fenómenos definidos atómicamente, los cuales requerían ser analiza- de conexión positiva y negativa. Se explicó la conducta como inferen-
dos en sus dimensiones temporales de ocurrencia. cia de las asociaciones temporales en la corteza cerebral. Así, el modelo
Dada la temática de esta obra, nos limitaremos a examinar la influen- de descripción y explicación enmarcado en la asociación por contigüi-
cia del concepto de asociación en el ámbito de la teoría de la conducta, dad configuró la denominada psicología estímulo-respuesta. La do-
y la problemática que se desarrolló en su derredor, minancia de esta representación conceptual se expresó mediante la re-
El concepto de asociación ingresó formalmente en la teoría de la ducción de todo proceso de aprendizaje (leitmotiv sustantivo de la teoría
conducta por medio de la representación paradigmática del reflejo. Se- de la conducta en los primeros cincuenta afios de este siglo) a formas de
chenov (1866) desarrolló el primer intento sistemático por abordar el aprendizaje asociativo y, en última instancia, de condicionamiento clási-
objeto de conocimiento de la psicología desde una perspectiva estricta- co pavloviano.
mente materialista. El planteamiento tornó la forma de análisis neuro- Tanto en la teoría del condicionamiento derivada de las formulacio-
lógico, en el cual los fenómenos mentales eran conceptualizados como nes pavlovianas (véase, por ejemplo, Konorsky y Kupalov) como en las
reflejos del cerebro, en términos de los mecanismos asociativos apenas enmarcadas dentro de la psicología del aprendizaje animal (Thorndike,
propuestos para el estudio de los reflejos espinales. La formulación de Cutirme, Hull, Mo wrer), los procedimientos de análisis del comportamien-
Sechenov fue llevada a sus últimas consecuencias por Bechte-rew en su to que no se ajustaban estrictamente a las circunstancias paradigmáticas
elaboración de la reflexología. La concepción dei arco reflejo y el des- del condicionamiento clásico fueron interpretadas en términos de los
cubrimiento de la sinapsis y de sus bases morfológicas, constituyeron el mecanismos asociativos por contigüidad, característicos de este abordaje
marco de referencia obligado para I, P. Pavlov, cuando descubrió acci- conceptual. De este modo, el denominado condicionamiento instrumen-
dentalmente las "secreciones psíquicas" en sus estudios sobre la fisiolo- tal se redujo al encadenamiento de respuestas condicionadas clásica-
gía de la digestión, mente, o sólo se reconoció una clase de condicionamiento. Aun en
Al estudiar los "reflejos" condicionales, Pavlov entró en contacto autores como Skinner, —que pugnan por una teoría explícitamente fai-
con dos problemas fundamentales: primero, la modulación de nuevas factorial de la conducta—, el mecanismo explicativo subyacente al con-
funciones de estímulo a partir de la reactividad biológica descrita por dicionamiento clásico contaminó las interpretaciones funcionales de los
las "leyes del reflejo*'; segundo, la influencia determinante de la conti- procesos de condicionamiento operante. Debe recordarse que en el
güidad espacial y temporal en el establecimiento de las nuevas funciones experimento sobre la superstición en el pichón, la contingencia (relación
de estímulo. La contigüidad en y espacio fue la dimensión que de condicionalidad de! reforzador respecto a la respuesta operante) se
regulaba la condíeionaíidad de las nuevas relaciones entre los estímulos, interpretó como un mero acontecimiento de sucesión temporal del es-
y el rompimiento de la rigidez funcional de la reactividad biológica fren- tímulo respecto a la conducta, es decir, como pura asociación por conti-
te a los eventos del ambiente. El condicionamiento, tanto como proce- güidad. En las teorías del aprendizaje concebidas en relación con el
dimiento como en teoría, representó las relaciones de condicionalidad condicionamiento instrumental, en la medida en que el reforzamiento
de los eventos de estímulo y su modulación de la reactividad biológica, no formaba parte intrínseca de lo aprendido, constituía fundamental-
en la forma de asociaciones temporales. El espacio, como ya se seña- mente un componente motivacional (reductor de la pulsión), cognosci-
S, Las di la
tívo (confirmador de las expectativas) o exclusivamente segmentado! de De acuerdo con la tradición psicológica esbozada filosóficamente
las asociaciones (interruptor del acto). En las teorías contemporáneas, por Descartes e incorporada en el trabajo experimental de los sistemas
explícita o implícitamente derivadas de la psicología estírnulo-respues- psicológicos formulados por Pavlov (1927) y Skinner (1938), las rela-
ta, la contingencia sigue siendo interpretada como un proceso de asocia- ciones más simples que es posible establecer entre un segmento de la
ción realizado por el organismo, o bien como un proceso anticípatorio actividad del organismo (R) y un aspecto del ambiente (E) corresponden
ante señales regidas por la contigüidad de los eventos involucrados, a los nexos denominados "'reflejos", es decir, a la acción directa del E
Finalmente, cabe mencionar que, aun cuando inscritas tangencial- sobre una R relativamente estereotipada. Esta relación puede ser repre-
mente en la teoría de la conducta, no se pueden dejar de considerar las sentada gráficamente de la manera siguiente:
influencias que ejercieron, como problemática destacada, los fenómenos
examinados por los investigadores interesados en el aprendizaje por re- Ex ——-———** Rr
petición en el marco del estudio de la "memoria", en la percepción, y
en los procesos de razonamiento, como la estructuración de campos de en donde la flecha indica que R es condicional (contingente) a la presen-
estimulación, y el comportamiento de organismos unicelulares y pluri- cia de E, y que dicha condicionaíídad se produce en forma directa. Las
celulares simples. En los tres campos de problemas la asociación se x a! lado de las letras R y E indican que las respuestas y los estímulos
asoma como categoría destacada —aun cuando en ocasiones no se le son concebidos como clases_genéricas; x representa la propiedad, definí-
nombre en forma explícita. Así, la asociación por repetición (y su equi- tpria de la clase. Reflexionemos sobre estas características:
valente en la ley del ejercicio, de Thomdike) desempeñó un papel cen- En primer término, la relación refleja es directa, en tanto su consti-
tral en los análisis de Ebbinghaus sobre la memoria y el olvido. Para tución no depende de una relación adicional. Su existencia es posible
Loeb y Jennings, en el estudio del comportamiento unicelular, los tropis- debido a que las características del sistema reactivo del organismo invo-
mos y taetismos, como movimientos forzados, subrayaban la necesidad lucrado en la relación, son susceptibles de ser alteradas por las propieda-
del contacto directo y, por ende, de la acción mecánica. Posteriormen- des fisicoquímicas de ciertos objetos del ambiente. Por ejemplo, si en
te, otros autores intentaron interpretar estos eventos en términos aso- circunstancias "normales" introducimos ácido en la boca de un perro,
ciativos mediante criterios cuantitativos, como el del "ahorro" de ensayos éste salivará en forma profusa:
en la conducta adaptativa posterior y otros más. En lo que toca a los
procesos perceptuales y de razonamiento, los psicólogos de la gestalt, ácido en la boca salivación
como posición contraria a la del asocíacionismo empirista, plantearon la
acción de mecanismos de restructuración del campo de estímulos en En segundo lugar, como una consecuencia que puede desprenderse
forma repentina, con base en ciertas leyes de la "buena forma". Sin de ia característica anterior, podemos afirmar que la experiencia no
embargo, un análisis cuidadoso de estas leyes muestra que no son ajenas modifica la relación refleja. En este sentido señalamos anteriormente
a una interpretación asociativa el agrapamiento, la contigüidad, la ten- que ia R condicionada por la presencia de E es "relativamente estereo-
dencia al "cierre" —contacto por cercanía—, etc. tipada". Siguiendo con nuestro ejemplo, cada vez que pongamos ácido
en la boca de un perro, se producirá cierta cantidad de saliva.
Debido a que nuestra delimitación de los eventos psicológicos supo-
Las relaciones de mediación ne la influencia de factores históricos, constitutivos de! desarrollo onto-
genético, las relaciones reflejas no forman parte del campo de estudio
Si consideramos que la conducta —entendida como una interacción de la psicología, razón por la cual no abundaremos más en ellas. Esta de-
entre el organismo y el medio— transcurre en un continuo espacio-tem- cisión se fundamenta plenamente en el hecho de que este tipo de rela-
poral, el análisis de ios elementos constitutivos de una función psicoló- ciones son comunes a los diferentes miembros de una especie.
gica debe ser referido a la manera en que ciertos aspectos de la actividad En otras palabras, la noción de "reflejo" designa, en el presente
de los organismos, respuestas (R), se relacionan, en el espacio y en el trabajo, una forma de relación organismo-ambiente estrictamente bio-
tiempo, con los diferentes objetos de su medio, estímulos (E). Como lógica, en tanto hace referencia a la manera en que un organismo, como
ya indicamos en otro capítulo, dichas relaciones se refieren a la forma miembro de una especie, establece relaciones con su ambiente, como con-
en que uno de los elementos condiciona y/o es condicional al resto, junto de propiedades fisicoquímicas.
formando de esta manera, un campo o ^estructura funcionar'. Por último, en esta clase de vínculos, R es "contingente" a las carac-
Z"ZZJ
120 Cap. 5. La función contextúa!
121
en donde Ev y Ez representan diversos segmentos específicos de estimu- ANÁLISIS
lación que se encuentran vinculados entre ellos y con Ev y Ex, de manera
estereotipada, de tal forma que integran a una totalidad funcional que Como ya indicamos en la introducción de este capítulo, la función
"configura" diversos segmentos de respuesta dentro de una unidad. A contextual contempla aquellas relaciones psicológicas en las que el orga-
continuación ilustraremos este caso mediante un ejemplo típico de la li- nismo se relaciona con uno o varios segmentos de estimulación debido a
teratura experimental, que normalmente opera como la intercondicio- la relación de dichos segmentos con otros estímulos. Por esta razón el
nalidad de asociaciones de estímulos, análisis de parámetros se circunscribe a la relación espacio-temporal de
Supongamos que, en condiciones experimentales semejantes a las los diferentes elementos que la integran. Debido a que el organismo no
descritas en el caso de asociación, establecemos inicialmente una relación condiciona ninguna de dichas relaciones, los parámetros involucrados se
de condicional entre dos segmentos de estímulo, ninguno de los cuales reducen a la relación entre los diferentes segmentos de estimulación y a
se encuentra relacionado en forma directa con la respuesta con la que se las diferentes propiedades de cada uno de ellos.
evalúa el procedimiento:
Ev Parámetros de la interrupción
i
Ez Como el caso de interrupción se encuentra definido en términos de
la presentación de un segmento específico de estimulación dentro de una
En una segunda etapa, sólo uno de los elementos (Ey, por ejemplo) situación general, y las variaciones paramétricas que pueden ser estable-
condiciona la presencia de Ex: cidas se refieren a la distribución espacio-temporal de Ex respecto de
las características de Ev, se pueden identificar:
Ey Ex
1. Características generales de Ey (forma, tamaño, ilumina-
Por último, si ha sido formada una unidad funcional entre los diver- ción, temperatura, etc.).
sos segmentos de estímulo y la actividad del organismo, la forma de res- 2. Topografía y naturaleza fisicoquímica de Ex.
puesta respecto de Ez debe corresponder a la forma en que el organismo 5. Geografía de Ex relativa a un punto de referencia de ¿y.
responde a la relación formada por Ey -* »- Ex: 4. Intervalo Ex-Ex.
5. Duración Ex.
f 6. Intensidad de Ex.
Ey 7. Contacto topográfico de Ex sobre Rw.
8. Latencia de Rx.
Ez 9. Duración de Ex.
10. Geografía de Rn relativa a Ex,
Rvzx -*-
Con el objeto de ilustrar la manera en que actúan dentro de esta es-
en donde la relación Ez —*- Ryzx indica que el organismo no se rela- truc tura psicológica algunos de estos parámetros, examinaremos a conti-
ciona con Ey y Ez como si se tratara de dos segmentos de estimulación nuación un caso tomado de la literatura experimental.
f uncí analmente independientes, sino de una manera integrada, Ez no Desde la aparición del experimento de "superstición"1 que previa-
sólo condiciona ia actividad del organismo en términos de su propieda- mente habíamos descrito, varios investigadores han inten tado determinar
des fisicoquímicas, sino en términos de su relación con Ey, que, a su vez, la forma en que la distribución temporal de Ex "modula" las diferentes
funge como condición de Ex. Esta forma de estructura psicológica ha actividades del organismo. En el experimento realizado por Skinner, el
sido llamada "precondicionamiento sensorial" en la terminología pavlo- dispensador de alimento (Ex) aparecía cada 11 segs; es decir, el intervalo
viana. Otros fenómenos que cubre este caso son el estereotipo dinámi- entre Jas sucesivas presentaciones de Ex fue lo suficientemente corto
co, algunas ilusiones visuales, las constancias perceptuales y otros. para impedir que el sujeto experimental diversificara sus actividades.
133
132 Cap.S.
aquellas relaciones organismo-ambiente, iniciadas por el organismo (con- entre los estímulos o las situaciones y los movimientos o respuestas de
siderando siempre la arbitrariedad relativa del punto de corte del seg- los organismos, conexiones que no se fortalecían o debilitaban por la
mento en cuestión), en las que la estimulación consecuente que sigue a simple repetición o ejercicio, sino que dependían de los efectos que
la(s) respuesta(s) sugjejmenta a la relación definida por la relación ante- seguían a la conducta. Si eran placenteros o satisfactores (recompensas)
cedente entre otro(s) estímulo(s) y esa(s) respuesta(s). Sin embargo, fortalecían la conexión; si eran displacenteros o perturbadores (casti-
este enriquecimiento de lar interacción altera el límite del campo que las gos) debilitaban la conexión. La conexión se planteaba como un estado
contextúa incrementando la acción de los elementos físicamente pre- neural entre las vías aferentes y eferentes, y 4ílo satisf actor o perturba-
sentes. Además, hay otra interacción en que el organismo cambia la na- dor" como condiciones que afectaban la trasmisión nerviosa.
turaleza de ese ambiente físico, ya sea eliminando estímulos presentes o A pesar de que, como Pavlov, Thorndike postulaba la existencia de
produciendo la presencia de eventos ausentes en un momento determi- conexiones (aunque de diversa índole), nunca suscribió el modelo del con-
nado, y cuya "aparición" o "desaparición" es contingente y sólo con- dicionamiento para enmarcar su trabajo experimental. Pensó que eí
tingente, (léase dependiente) de la acción del organismo. aprendizaje por ensayo y error (posteriormente denominado instrumen-
tal) constituía un tipo de aprendizaje cualitativamente distinto al condi-
cionamiento. Las razones parecían obvias. La respuesta se especificaba
Antecedentes histéricos como un resultado, sin predeterminar una morfología particular; a la
vez, ocurría como un evento discreto, es decir, con límites temporales
Aun cuando el paradigma que vamos a examinar fue formulado a precisos —a diferencia de la respuesta incondicional que, estando prede-
partir del marco general de la teoría del condicionamiento, histórica- terminada por la naturaleza del estímulo incondicional, consistía en la
mente surge como una opción teórica a este último. Anteriormente, se alteración temporal cuantitativa de una dimensión de actividad conti-
abundó sobre el surgimiento del paradigma contextual a partir del para- nua del organismo. Por otra parte, en el procedimiento de condiciona-
digma fisiológico del reflejo y su extensión por Pavlov a! condicionamien- miento clásico se manipulaban condiciones de estímulo previas a la
to clásico o respondiente. De los estudios de Thorndike sobre solución respuesta, mientras que, en la situación instrumental, el estímulo promi-
de problemas en gatos se originó el paradigma suplementario y lo que nente desde el punto de vista experimental era el efecto de la respuesta,
después se denominó aprendizaje instrumental simple (Hull, Tolman, la consecuencia, es decir, la recompensa. Había pues pocas similitudes
Guthrie y otros). para englobar las dos situaciones bajo un mismo rubro conceptual.
Históricamente, la formulación del condicionamiento operante de Casi coetáneamente a Skinner existen otros dos antecedentes expe-
Skinner representa la primera aproximación a una segunda variante rimentales: el trabajo de Konorski y Miller (1939) y el de Bechterew
del paradigma y un intento por sistematizar las tres^ "grandes" formas de (19Í3), formulador de la "reflexología", qus amplió el procedimiento
aprendizaje en un solo marco teórico: la teoría del condicionamiento. pavíoviano al empleo de la estimulación eléctrica incondicional y las
Revisemos los antecedentes del problema. respuestas de tipo motor; la flexión de una extremidad, A esta situación
A finales del siglo pasado e inicios del presente, Thorndike realizó se le denominó condicionamiento clásico de evitación y, en ella, un
sus experimentos sobre el aprendizaje por ensayo y error en animales. perro recibía un choque eléctrico precedido del sonido de una campana.
Thorndike pensaba que el aprendizaje por ensayo y error era un mecanis- La respuesta "incondicional" o de "escape" era flexionar la pata, reti-
mo de aprendizaje distinto al condicionamiento clásico —por él conside- rándola del contacto con la superficie que administrábala estimulación
rado sustitución de estímulos— y a otros más. La situación experimental eléctrica. La respuesta condicional era la flexión anticipada o "-evitación"'
estudiada se componía de una caja de trucos, en la que un animal (un ante la sola presentación de! sonido de la campana. Aun cuando el pro-
gato) encerrado y hambriento tenía que mover un dispositivo para abrir cedimiento de aplicación de los estímulos podía enmarcarse en el con-
la jaula y poder comer el alimento colocado fuera de su alcance. La in- dicionamiento clásico, la respuesta producía un efecto (que consistía en
fluencia del pensamiento evolucionista llevó a Thorndike a pensar en terminar o evitar el estímulo eléctrico), con lo cual se asociaba al apren-
términos hedonistas cuando postuló su ley del efecto. Observó que el dizaje instrumental tipo.
gato emitía movimientos al azar para abrir la puerta y que, cuando lo- Thorndike, Konorski y Miller combinaron ambas situaciones, la de
graba operar el dispositivo de salida, tendía a repetir dicho movimiento Thorndike y la de Bechterew, y llamaron al aprendizaje resultante con-
en cada vez menor tiempo, lo que se consideraba como efecto del apren- dicionamiento tipo II, para diferenciarlo del pavíoviano o tipo I. En
dizaje que tenía lugar. El aprendizaje se concebía como una conexión este procedimiento se aplicaba un estímulo eléctrico antecedido por un
134 Cap. 8. La función suplementaria Las de 135
tono o campana, pero cuando el animal flexíonaba la extremidad no sólo contingente al estímulo, o sea el condicionamiento respondiente, o bien
terminaba con el choque sino que producía también la entrega de ali- mediante la prescripción de un estímulo contingente a la respuesta, o
mento, es decir, por procedimiento implicaba tanto al condicionamiento sea el condicionamiento operante.
clásico como al de Thorndike, con un doble efecto de la respuesta: de Esto quiere decir que, para Skinner, el condicionamiento era simple-
"evitación y/o escape" y de "recompensa'*. mente disponer las contingencias entre estímulos y respuestas, y uno y
Sobre esta base, Skinner formuló el trabajo teórico experimental otro se determinaban con base en el elemento que fuera contingente.
(1931, 1935, 1938) que le permitió proponer el modelo del condiciona- Así, ambos tipos de procedimiento podían ser analizados bajo un marco
miento operante. El condicionamiento operante, sin embargo, tenía teórico común, la teoría del condicionamiento, y el aprendizaje instru-
como procedimiento ciertas características distintivas, las cuales, aun mental podía considerarse como una variante molar y discreta del con-
cuando lo hacían análogo en algunos aspectos al aprendizaje instrumen- dicionamiento operante, en tanto el control funcional parecía ser ejercido
tal, lo distinguían cualitativamente. Por una parte, el condicionamiento por la consecuencia de la conducta, y no por los estímulos precedentes
operante rompía con los ensayos discretos característicos de la experi- (recuérdese que Hull, entre otros, redujo todo aprendizaje al condiciona-
mentación de la época. La conducta podía darse libremente en tiempo, miento clásico).
sin ninguna restricción física. De este modo, la cámara experimental Posteriormente, Skinner, apoyando a otros autores, supuso que
estándar —conocida ahora como "caja de Skinner"—, disponía de una cada tipo de condicionamiento representaba un proceso general distinto,
palanca o tecla permanente sobre la que podía responder en cualquier que era determinado por la naturaleza de! sistema fisiológico de respues-
momento el animal Por otra, aun cuando en este tipo de condiciona- ta involucrado, es decir, el sistema inervado ganglionarmente o el de fibra
miento había estímulos presentes, éstos no producían incondicionalmen- estriada.
te la respuesta predeterminada (apretar la palanca, picar la tecla, etc.), Sin embargo, todavía es necesario aclarar Ja forma en que Skinner
sino que guardaban una relación de "ocasión" o contexto. En cambio, el pudo establecer la equivalencia de'ambos tipos de condicionamiento sin
estímulo prominente, desde un punto de vista operacional es, corno en violentar el origen neurofisíológico de la concepción pavloviana. El
Thorndike, un efecto de la respuesta; sin embargo, a diferencia de él, el primer trabajo teórico de Skinner —neurofisiólogo por formación tam-
animal lo "introduce" a la situación experimental, pues tiene la propie- bién— se remonta a 1931 ("El concepto del reflejo en la descripción de
dad de ser probable o potencial, mas no se encuentra dentro del campo la conducta"), y sirve de base, junto con otros artículos, a su primera
configurado por la condición experimental. Este último es el rasgo distin- gran obra: La conducta de los organismos (1938). En este artículo
tivo que hace que el condicionamiento operante en particular represente sienta las bases para emplear el concepto de reflejo, originario de la fi-
la situación paradigmática más compleja de ía interacción suplementaria. siología, como unidad analítica de la conducta. El término fue usado
El trabajo teórico de Skinner abarca dos aspectos: uno, integrar en la desde Descartes, por Sechenov, Sherríngton, Pavlov y otros.
teoría del condicionamiento al condicionamiento clásico y a la eonduc- Al examinar el significado preciso de "lo reflejo", Skinner demostró
ducta operante; otro, identificar el aprendizaje instrumental con el condi- que su referencia principal era una covariacíón entre dos clases de ele-
cionamiento operante. mentos: estímulos y respuestas. La aferencía y eferencia de la relación
Skinner hizo una distinción fundamental en la conducta, la dicotomía refleja, incluso en su preparación aislada más simple, no era otra cosa
respondiente-operan te. Consideró que había una forma de conducta en que la covariación sistemática entre una energía aplicada sobre el orga-
la que era identificable el estímulo precedente, que guardaba una rela- nismo en la forma de estímulo y su respuesta a ella. El arco reflejo no
ción de producción o provocación; la llamó conducta respondiente. constituía más que un concepio respecto a la naturaleza de dicha cova-
También había una conducta emitida, aparentemente espontánea, en la riación, pero no formaba parte esencial de ella, como lo demuestra su
que no eran obvios los estímulos provocadores —en caso de que ios hu- sustitución por circuitos de reiroaiimentación de doble vía en ia neuro-
biera. Esta conducta era controlada por los estímulos que la seguían, es fisiología moderna.
decir, las consecuencias: Ja denominó conducta operante. De ühí que, una vez que quedó el concepto de reflejo como un
Skinner pensó que el condicionamiento era fundamentalmente el constructo descriptivo de la correlación o covariación de estímulos y
arreglo de las contingencias, es decir, el establecimiento de las relaciones respuestas, desapareció para Skinner el obstáculo para que la psicología
de condicionalidad entre la conducta y las circunstancias de estímulo a pudiera adoptar el término sin heredar necesariamente su contenido fi-
las que se asociaba funcionalmente. Por otro lado, consideró que el siológico específico. Fue así como Skinner habló de reflejos respondien-
condicionamiento podía hacerse mediante la definición de una respuesta tes y operantes, sin tener que recurrir a una teorización reduccionista a
Ey Ryn
Kx
4_
En Ex • • • » lA-
jíyxv * f^
1
Ev
Ey- Ryv —. Ex
c)
i .
TjLyxn
En nv
Ex Rx
Cap. 6.
piedad funcional de la respuesta mediadora puede definirse por exclusión 5. Duración del ciclo T [criterio temporal de la definición de lap
de una Ry particular, en la forma de y, los parámetros 4, 5. 6, 8 y 10 (Ex)].
pueden ser aplicables a la relación en que Ry es sustituida por ]&v. 6. Probabilidad de-Ex dada Ry en, T (pR/T)..
7. Probabilidad de Ex dada Ry en T (p)._
8., Probabilidad de Ex dada Ry en t/T (T).
Parámetros en la contingencia intermitente 9. Posición temporal de Ex en T.
10. Posición temporal de Ry en T.
Como se señaló previamente, la contingencia intermitente segmenta 11. Probabilidad de Ex dada Ry en S T (p/T).
funcionalmente elementos de estímulo y respuesta independientes en la
contingencia simple. La posibilidad de que Ry haga contacto proximal Los parámetros 6 a 11 pueden aplicarse a una JOiy definida como ele-
tanto con Ex como con ]Ex, así como el hecho de que esto la haga fun- mento mediador de la interacción.
cionalmente similar a $j;, que a su vez también se ve asociada con Ijbt
proximalmente, y con Ex, interpolada entre ocurrencias de Ry distal-
mente, obliga a tomar en cuenta tanto a Ry como ifcy en el análisis de la Parámetros de la contingencia compuesta
integración de la función de respuesta.
La contingencia intermitente se expresa como la probabilidad de La contingencia compuesta representa una modificación de la con-
que una Ry particular produzca en tiempo, momento particular, la pre- tingencia simple semejante a la de la intermitencia, sólo que consideran-
sentación de un estímulo Ex particular. De ahí que las dimensiones do las características de la función de estímulo vinculadas a la condición
nuevas que surgen para identificar los parámetros que se superponen antecedente de estímulo.
funcionalmente a los de la contingencia simple sean: la localización La condición antecedente de la función de estímulo se compone de
temporal de los eventos, la ciclicidad con respecto a la cual se define la más de un estímulo discreto, de modo que la funcionalidad de Ey, l£y,x
probabilidad de Ex respecto a Ry, la relación conjunta del momento y se vuelve condicional a un nuevo estímulo Ev (o sucesiones de estímu-
la respuesta particular identificada con algún criterio relativo o ajeno a los) que se agrega(n) a dicha condición antecedente. De este modo.
Rx. En este contexto, por consiguiente, la probabilidad no se formula- también se rompe la constancia de los elementos integrantes de la fun-
rá como una derivación sola de la frecuencia de la respuesta (Skinner, ción de estímulo» pues existen propiedades de Ey en tiempo que, con
1938), ni de la frecuencia relativa de coincidencias entre condiciones de base en otras dimensiones o valores de estímulo, se asocian con flx. Este
estímulo y respuesta (Skinner, 1957), sino como un parámetro que defi- efecto se ve magnificado cuando la condición antecedente de E>J, vincula-
ne precisamente las variaciones en que se dan dichas relaciones o me- da a |¿x, se especifica en la forma de Jfiv, pues ello aumenta la variabilidad
didas. de las propiedades de estímulo no relacionadas con Ex,
La denotación de dichos parámetros sigue la terminología formulada Las razones expuestas implican que los parámetros pueden especifi-
por Schoenfeld y colaboradores (1972) para describir los sistemas T y carse tanto en referencia a las propiedades E como a las $.
T de programas de estímulo. Por consiguiente, dado que dichos autores La descripción del parámetro p, que indica la probabilidad del estí-
la describen con claridad, a la vez que fundamentan su conveniencia, nos mulo, aporta dos innovaciones respecto a su empleo en la literatura
limitaremos a referirla con base en un análisis de contingencias más am- experimental (exceptuando algunos estudios aislados). En primer tér-
plio que el que se ha efectuado con los sistemas T-T. mino, se supone la posibilidad de que la probabilidad de Eyv sea inde-
De acuerdo con lo señalado hasta aquí, los siguientes parámetros pendiente a ia de Ex (tenga o no el mismo valor), ío que puede traducirse
pueden ser considerados pertinentes al caso de la contingencia intermi- en que dados valores de Ex menores de 1.0 la probabilidad de Eyv no
tente, en la inteligencia de que se adicionan o comprenden a los previa- tenga que ser semejante. También puede ocurrir que Ex sea de 1.0 y
mente estipulados para la contingencia simple, Eyv menor de 1.0, o que los valores de ambos estímulos varíen simétri-
ca o asimétricamente en forma autónoma. La independencia de la pro-
1. Topografía de Ry relativa a Rx. babilidad de Eyv respecto a Ex supone también la variabilidad de los
2. Topografía de &y relativa a jbc. intervalos Eyv—Ex y la localización temporal de Eyv respecto a Ex.
3. Topografía de $y relativa a Ry. En el enlistado de parámetros no se incluye la probabilidad de Ex por
4. Topografía de Ry relativa a Jbt. estar ya comprendida en la contingencia intermitente, y no porque
Finalmente, conviene señalar que los parámetros examinados pueden 1. La relación respondiente, como criterio definitorio, requiere de
aplicarse al caso de que cualesquiera de las respuestas suplementarias la definición inicial de una respuesta incondicional que permita la valo-
sean especificadas por exclusión, como |í. ración funcional de un estímulo determinado como condicional, además
de procurar la dimensión de respuesta respecto a la cual observar el efec-
to mismo de condicionamiento. En supresión condicionada la identifi-
ANÁLISIS DE UN FENÓMENO cación de este elemento crítico y esencial para describir un "proceso"
(o cuando menos, un procedimiento) de condicionamiento clásico, ha
Con el objeto de ilustrar el cambio de perspectiva que implica el sido suplantado por la inferencia de una respuesta que se manifiesta
presente sistema conceptual, procederemos a analizar el caso de la supre- como "exclusión" de otra. No es necesario subrayar que la no ocurren-
sión condicionada, como ejemplo. cia de algo no constituye, ni empírica ni lógicamente, prueba válida de
La supresión condicionada, tal como fue reportada inicialmente por la existencia y efecto funcional de un evento adicional a la operación de
Estes y Skinner (1941), constituye un procedimiento en el que, opera- estímulo explícita. Las respuestas incondicionada y condicionada en la
cionalmente, se combinan formas de presentación de estímulos caracte- supresión condicionada no constituyen más que una inferencia sobre
rísticas del condicionamiento respondiente y del condicionamiento bases lógicas y empíricas muy frágiles;
operante. 2. la presentación no contingente de estímulos asociados respecto
El estudio original consistió en el uso de un programa de intervalo al responder del organismo no obliga a considerar necesariamente a esta
de reforzamiento en alimento para mantener la respuesta de presionar la operación como exclusiva del condicionamiento clásico. De hecho,
palanca. Una vez estabilizada la ejecución bajo dicho programa de refor- como ya se ha señalado previamente, los casos de interrupción y de aso-
zamiento, previas evaluaciones separadas de los efectos de los estímulos, ciación cubren fenómenos como el automoldeamiento, la impronta y la
se presentaron, en forma no contingente a la ejecución operante, un superstición que no han sido consideradas instancias del condiciona-
tono, y un choque eléctrico asociado inevitablemente con éste. La pre- miento respondiente;
sentación de esta asociación de estímulos se daba con base en un ciclo 3. finalmente, los datos observados experimentalmente en los
entre "ensayos" mayor que el intervalo entre reforzadores del programa últimos años arrojan dudas respecto al supuesto de que la supresión
de reforzamiento. Después de varías presentaciones de la asociación condicionada constituya en realidad una situación paradigmática de la
tono-choque, se observó que la supresión momentánea ante el choque interacción respondiente-operante. En primer término, los estudios de
inevitable se "extendía" al periodo de ocurrencia previa del tono, Á Meltzer y Brahlek (1970) demuestran que, modificando la duración del
esta supresión ante el tono se le denominó supresión condicionada, "estímulo condicional", se puede producir aceleración condicionadas! se
Estes y Skinner interpretaron este efecto de supresión condicionada mantienen los mismos elementos de estímulo (tono y choque). La pre-
como representación paradigmática de la ansiedad, y lo atribuyeron ten- gunta que se plantea en este caso es ¿cómo ia duración del estímulo
tativamente a la interferencia, en forma de bloqueo de la operante al condicional puede no sólo afectar la respuesta respondiente producida
apretar la palanca, por una respuesta respondiente condicionada ante el por el choque sino, además, determinar una inversión del efecto? En
choque. La magnitud de la supresión de la tasa de apretar la palanca segundo término, Hake y Powell (1970) y Hurwitz y Roberts (1971)
sería un índice de la magnitud de la "ansiedad" condicionada. Esta in- han demostrado efectos sistemáticos de supresión condicionada median-
terpretación fue aceptada consensualmente en tal grado que. a partir de te el empleo de reforzadores positivos y estímulos ''punitivos" sobre
este estudio, se emplea la situación de supresión condicionada como re- líneas base mantenidas tanto por reforzamiento positivo como por
169
Cap..?.
• funcionales debido a los cambios ocurridos en -Es o en la relación Es-Ex.
Ex. El Es constituye eí evento selector de las propiedades contextúales ""También puede tener lugar el hecho de que Ey varíe con relación a Es,
de Ey. La interacción selectora se presenta como realización directa del pero que se mantenga funcionalmente constante respecto a Ex.
Es sobre Ey, pero mediada a la vez por la correspondencia funcional
que implica el segmento Es-Ex. Por consiguiente Es, como en el caso
anterior, tiene una doble influencia: a) la acción sobre Ey, en la medi-
da en que la funcionalidad de las propiedades fisicoquímicas particulares LA DOBLE CONDICIONALIDAD DE LA
de Ey dependen directamente de las propiedades de Es, y b) la acción RELACIÓN SUPLEMENTARIA
condicional sobre Ex, y de esta relación a su vez sobre Ey, en tanto la En este se cuatro elementos de estímulo' y dos seg-
propiedad funcional particular que representa a Ey depende no sólo de mentos claramente distintivos. Por una parte, hay dos estímulos selec-
las características de Es, sino de Es en relación a Ex, dado que Ex es tores, y por- la otra, el evento- contextual y el suplementario.
variable por definición en este caso. Estos cuatro elementos de estímulo están integrados en dos segmentos
Esquemáticamente, este caso podría ser descrito de la siguiente de -estímulo,, uno con, sus funciones estrictamente- selectoras y otro con
manera: .propiedades puramente suplementarias —incluyendo las contextúales.
Los elementos son Esj, Es2 , Ey, Ex y los segmentos Es i -Es2 , Ey-Ex.
Pe *
Jt<S * * Fv Ey Esquemáticamente, podría Ser descrito de la siguiente
manera:
donde la función selectora, aun cuando depende críticamente en el even-
to de estímulo representado por las propiedades fisicoquímicas de Es,
reside en el segmento que constituye la relación Es-Ex. Esv\ Ex
En este caso, al igual que en eí anterior, la acción de Es es unidirec-
cional sobre Ey. Ey depende doblemente, tanto de la propiedad Es donde la función selectora está representada por una relación de estí-
como de la relación Es-Ex. A diferencia de ella, sin embargo, la acción mulos selectores, y la relación suplementaria se ve afectada funcional-
sobre Ex es interdependiente en tanto que la selectividad de Es sobre
Ey no puede darse autónomamente, es decir, independientemente de la mente en forma integral.
En este caso, la interacción es semejante a la del primer caso de la
fuente de suplementación ante la que Ey se relaciona contextualmente, mediación selectora, con la diferencia de que el estímulo selector es una
Por ello, en este caso, Ey desempeña funciones aparentemente paradóji- variación entre eventos. Esto constituye una forma de reactividad con-
cas, en tanto depende de las propiedades de Es y de la correspondencia dicional extremadamente compleja, en la medida en que la propiedad
prescrita por la relación Es-Ex pero, a la vez, en la medida en que Ex Ey-Ex. que puede variar corno correspondencia funcional, depende ya
—en su varianza morfológica y cuantitativa de ocurrencia— depende de no sólo de las propiedades fisicoquímicas de un evento selector, o de la
Ey como evento contextual, determina la factibilidad de la correspon- relación de un evento selector con uno de los elementos de estímulo de
dencia a la que es condicional. la relación suplementaria (ya sea Ey o Ex ), sino que ahora es condicio-
Las relaciones de concurrencia posibles en este caso son múltiples. nal a una relación de propiedades de dos (o más) eventos selectores. Por
Por una parte, puede haber concurrencia de Es respecto a Ex. Por consiguiente, se trata de una relación condicional a otra relación,
otra, puede haber concurrencia de Ex respecto a Es. Existe además Por una parte, no está de más agregar que los parámetros de concu-
la concurrencia de Ey respecto a cualquier relación Es-Ex, así como la rrencia posibles, en este caso de la mediación selectora, son trias amplios
concurrencia de esta misma relación respecto a las opciones Ey. Final- que en los demás que hemos examinado previamente y, por ctia, las
mente, y como consecuencia de la intercondicionalidad particular repre- posibilidades de relaciones de constancia-variación de las propiedades
sentada por este caso, puede haber concurrencia de Ex respecto a Ey. fisicoquímicas de los eventos comprendidos en la interacción se poten-
Es importante señalar que la doble condicionaliáatí de Ey respecto a cian en forma notable, especialmente en Jo que toca a los desplazamien-
Es y la relación Es-Ex imprimen características particulares a Ey desde tos de naturaleza transrnodal. Cabe señalar que el desligamiento funcio-
un punto de vista morfológico. Puede ocurrir que Ey varíe en propieda- nal que representa el responder diferencialmente ante las propiedades
des morfológicas en correspondencia funcional con Es y/o con la relación contextúales de una suplementación, condicionales a una relación entre
Es-Ex, pero puede también ocurrir que Ey se mantenga constante en eventos que cambia de momento a momento, constituye la antesala
sus propiedades morfológicas, aun cuando varíen sus características
La doble condtcionatidad de ía relación suplementaria 171
170 Cap, 7, La función
funcional de la mediación sustitutiva referencial, en la que el individuo 2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Es
responde a los eventos con las respuestas convencionales a sus propias y Ey-Ex.
respuestas biológicas no convencionales. Esta posibilidad de sustituir 3. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
contingencias por parte del individuo mediador en la relación referencial Ey y Ex.
se desarrolla a partir de la reactividad frente a la doble condicionalidad 4. Intervalo Es-Ey, Ex.
selectora. 5. Intervalo Es-Ey.
6. intervalo Es-E*.
7. Intervalo Ey-Ex.
ANÁLISIS PARAMETRICO 8. Intervalo Ex-Es.
9. Duración de Es, Ev y Ex.
El análisis parámetrico de los diversos casos de la función selectora 10. Duración relativa de Es respecto a Ey.
debe partir de la delimitación de las diversas formas de condicionalidad 11. Duración relativa de Es respecto a Ex.
que esta mediación establece, y de los efectos que conlleva en las di- 12. Duración relativa de Es respecto al intervalo Ey-Ex.
13. Probabilidad diferencial de Ey a dado Esj.
mensiones temporales y morfológicas de los elementos comprendidos
en la relación. Este análisis de condicionalidad es cubre tanto a las de 14. Probabilidad diferencial de Eyj. -Exi dado EÍJ .
naturaleza secuencial como a las de carácter concurrente, así como las 15. Probabilidad relativa de Exl dado Esí ante Eyt, Eyn.
reglas de correspondencia que se establecen fundamentalmente entre el 16. Probabilidad relativa de E y ^ , Eyn dado Esí.
evento selector y el evento contextual. 17. Probabilidad relativa de Ey j , Eyn dados Esí, Es 2 .
18. Probabilidad relativa de Ey1 -Ex¿, Eyn -Ex« dados Esí, Es2 -
19. Probabilidad diferencial de Eyt dados Esí, Es2.
Parámetros de la condicionalidad de Ja 20. Probabilidad diferencial de Ey i -Ex1 dados Es-i. Es2.
relación suplementaria 21. Contingencia de Es 3., Es2 respecto a Ro (respuesta previa).
22. Contingencia diferencial de Esi, Es2 respecto a Roa o 2).
En el caso de la condicionalidad de la relación suplementaria, el es- 23. Contingencia de Eyt, Eyn respecto a Rs.
tímulo selector constituye un segmento discreto de estimulación con 24. Contingencia diferencial de Ejj., Eyn respecto a Rso o« ).
relación al segmento integrado por el estímulo contextual y el estímulo 25. Contingencia de Eyl, Eyn respecto a R/.
suplementario. Esta interacción impone ciertas restricciones a las varian- 26. Contingencia diferencial de Ey, Ey« respecto a R¿ (i o «).
tes paramétricas posibles, en la medida en que los elementos de estímulo 27. Contingencia de Exj, Exn respecto a Ey-Ry.
comprendidos dentro de cada segmento definen, por una parte, los in- 28. Contingencia diferencial de Ex, respecto a Ey. Ry, Ey2 -Ry 2 .
tervalos pertinentes y, por la otra, las relaciones topográficas intraseg- 29. Reglas de correspondencia Es-Ey (identidad, inclusión, exclu-
mento reguladas por eí número de elementos y propiedades funcionales sión, disyunción, conjunción, arbitrariedad, etc.).
que cada uno de ellos contiene. Esto influye, paramétricamente hablan-
do, en los aspectos relativos a las probabilidades concurrentes y secuencia- De hecho, estos parámetros están agrupados en seis categorías más
les intra e intersegmentos dentro de la interacción. amplias. Primero, la naturaleza morfológica y topográfica de los even-
En el caso particular que nos ocupa, la ubicación de la función se- tos de estímulo, que incluye a los primeros tres parámetros. Después.
lectora con base en un solo evento de estímulo, y no en una relación de los factores temporales que afectan la relación que incluyen a ios si-
estímulos, establece correspondencias directas que no se presentan en el guientes nueve parámetros. Los parámetros 13. 14, 19 y 20 se agrupan
resto de Jos casos y, por consiguiente, torna más transparente el funcio- como probabilidad secuencial intra e intersegmento. mientras que lo?
namiento de los parámetros temporales y los de condicionalidad secuen- parámetros 15. 16. 1 7 y 18 tienen que ver con la probabilidad concurren-
cial y concurrente. te intra e intersegmento. Los parámetros que van del inciso 21 al 28
Se pueden enumerar los siguientes parámetros pertinentes: inclusive se vinculan con la relación de contingencia entre los eventos de
estímulo selector, contextual y suplementario con las respuestas que lo
1, Morfología, geografía y topografía de Es, Ey y Ex tanto en lo preceden, y la posibilidad de contingencias diferenciales (contingencia-
que toca a valores intradimensionales corno interdirnensionales. no contingencia) respecto a un par concurrente de eventos de estímulo.
175
174 Cap. 7, La función selectora
19. Probabilidad diferencial de Ey^ dados Exí-Es1,Exí -Esn. 2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
20. Probabilidad relativa de Eyít Ey2 dados Esj-Ex 4 j Esn- Exn Esn-Esv y Ej-Ex.
21. Probabilidad relativa de Eyl} Ey2 dados ESi-Ex l 5 Esn- Exj 3. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
22. Probabilidad relativa de E>'j, Ey2 Esn-Esv y Ey.
23. Probabilidad relativa de Ey l s Ey2 Exn-Esn 4. Intervalo Esn - Esv.
24. Probabilidad relativa de Eyi} Ey2 5. Intervalo Es/i-Es-y, E>>-Ex.
25. Probabilidad relativa de E y í } Ey2 6. Intervalo Ex, Esw-Esv.
26. Probabilidad relativa de Eyt dados Ex x -Es¡_, Ex«-Es n . 7. Intervalo Esn -Esv, Ey.
27. Probabilidad relativa de E>> j dados Esj -Exj, E$n -Ex«. 8. Intervalo Esn - Esv, Ex.
28. Contingencia de Es-Ex respecto a Rj. 9. Duración de Es* y Esv,
29. Contingencia de Ex-Es respecto a Ro. 10. Duración relativa de Esn respecto a Esv.
30. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Rs, R^. 11. Duración relativa de Esn -Esv respecto a Ey.
3 i. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Ro. 12. Duración relativa de Esn -Esv respecto a Ex.
32. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a R¿. 13. Duración relativa de Es« -Esv respecto a Ey-Ex.
33. Contingencia de Ex-Es respecto a Rx. 14. Probabilidad diferencial de Eyt dado En-E v .
34. Contingencia de Es-Ex respecto a R/. 15. Probabilidad diferencial de Eyt -Exj dado En-Ev.
16. Probabilidad diferencial de Ey * ~Ex 2 dado E« -E v .
Adicionales a los parámetros cancelados en el caso anterior, se 17. Probabilidad diferencial de Ey l -Ex t dado En -E0.
omiten todos los específicos a dicho caso exceptuando el 4 y el 5. 18. Probabilidad diferencial de Ejj-Ex 2 dadoE«-E 0 .
19. Probabilidad relativa de Ey j , Ey2 dados En-E0,En-Ev.
Parámetros de la doble condicionalidad 20. Probabilidad relativa de Ey j -Exi, Ey7 dados En -E0) En ~EV,
de la relación contextual 21. Probabilidad relativa de Ejj, E>-2 dado En -Ev.
22. Probabilidad relativa de Exl dado En -Ev ante Ey¡, Ey2.
En la mediación de la doble condicionalidad de una relación con- 23. Reglas de correspondencia En -EVí Ey.
textual, la función selectora se localiza en un segmento cualitativa- 24. Contingencia de E« -Ev respecto a Ro.
mente distinto ai de la relación estrictamente suplementaria, que está 25. Contingencia diferencial de En, Ev respecto a Ro.
integrado por dos estímulos. La relación de correspondencia entre 26. Contingencia de Ey respecto a Rsn, Rs>-.
ambos estímulos determina las características de la correspondencia 27. Contingencia diferencial de Ey respecto a Rs«, Rsv.
entre el evento contextual y el suplementario, A diferencia del primer 28. Contingencia diferencial de Ey respecto a Rs« -Rs?.
caso, en el que la relación suplementaria es condicional en sus propie- 29. Contingencia de Ey respecto a Rs« -Rsv.
dades fisicoquímicas a las de un evento selector, en el caso que nos 30. Contingencia de Ey respecto a Rs/i, Rs v -R^.
ocupa, es la relación entre las propiedades de dos eventos selectores lo
que determina las propiedades del evento contextual, así como las de En este caso se cancela la funcionalidad de los parámetros de los tres
correspondencia Ey~Ex en su conjunto. La relatividad de las propieda- casos precedentes.
des dentro del propio segmento selector torna más variables las relacio-
nes de condicionalidad entre los segmentos selector y suplementario. ANÁLISIS DE UN
Obviamente, ello afecta todos los grupos de parámetros pertinentes a la
inieracción general.
Sidman y Tailby (1982) han examinado recientemente el problema
Se pueden enumerar, además de los de los casos anteriores, los de la discriminación condicional y la han distinguido, como proceso, de
siguientes parámetros pertinentes: lo que denominan igualación de la muestra. Esta diferenciación se basa
en el supuesto de que la discriminación condicional es un fenómeno
1. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre unidireccional del estímulo que condiciona al estímulo discriminativo y
Esn y Esv. que, por consiguiente, en dicha medida, en la discriminación condicio-
176 Cap, 7, La función selectora de un fenómeno 17?
nal no se pueden establecer clases de estímulos que trasciendan los pro- conjunto finito de estímulos. Por estas razones, no puede decirse que
cesos característicos de la generalización primaria y secundaria del se establece una discriminación condicional a partir de la observación
estímulo respondiente y operante no complejos. del hecho de que un organismo interactúa como un procedimiento for-
La distinción de la igualación de la muestra con respecto a la discii- mal de tal naturaleza.
minación condicional simple, se basa en la posibilidad de establecer Ante una situación de discriminación condicional, el organismo
nuevas clases de estímulo definidas por relaciones arbitrarias en sus puede muy bien interactuar en un nivel estrictamente suplementario, e
propiedades fisicoquímicas. El establecimiento de dichas clases de estí- incluso contextúa!. Un ejemplo de esto es el hecho de que un mismo o
mulo se identifica en términos de la equivalencia de estímulos, con base distintos estímulos pueden funcionar como secuencias condicionales
en tres criterios: la reflexividad, la simetría, y la transítividad. uno del otro en programas concurrentes encadenados, sin que ello im-
La reflexividad radica en que la igualación de un evento Es con un plique que tenga lugar una discriminación condicional. De hecho, la
evento Ey implica la posibilidad de igualar cada evento consigo mismo, característica definitoria de esta relación es la variabilidad particular de
es decir, Es con Es y Ey con E>'. La simetría se refiere a la reversibilidad la propiedad fisicoquímica de los eventos, siempre y cuando se manten-
de la relación de condicionalidad entre Es y Ey. posibilitada por una ga constante la correspondencia funcional de dicha variación.
bidireccionalidad funcional subyacente en dicha relación entre estímulos, La distinción entre la discriminación condicional, la discriminación
La simetría se identifica en la medida en que la contingencia Es-Ev pue- operante simple y las clases de estímulos equivalentes señalados bajo el
de intercambiarse por la contingencia Ev-Es. Finalmente, la trausitividad rubro de igualación de la muestra, no puede ser formulada desde la
se presenta en forma de respuestas compartidas ante estímulos discrimi- perspectiva categorial de la teoría del condicionamiento operante. La
nativos diterentes que nunca han sido asociados directamente, con base delimitación de dichos fenómenos ha surgido como consecuencia de
en el hecho de que cada uno de los estímulos tiene una relación de tipo variaciones de procedimiento y de su identificación empírica subsecuen-
condicional con un mismo estímulo compartido por ambos. Así, si te, pero no como resultado de una exploración conceptual sistemática
Esi-Ey1} y si Ey^-Eyn entonces dado Esl debe responderse ante Eyn. de las relaciones de contingencia entre estímulos —ni en otras relaciones
Sidman y Tailby suponen que la discriminación condicional ocurre ya examinadas. La distinción de los procesos con base en operaciones,
automáticamente, en tanto se pueda identificar la interacción del orga- pruebas y formas de entrenamiento, es frágü y poco convincente desde
nismo con el procedimiento correspondiente, mientras que la igualación un punto de vista conceptual.
de la muestra, como formación de una clase de estímulos equivalentes. La simetría, reflexividad y transitividad son características que de-
sólo puede valorarse mediante pruebas adicionales que midan las rela- penden de parámetros implicados en diversos niveles del funcionamien-
ciones de reflexividad, simetría y transitividad. En el caso particular de to selector. Así, por ejemplo, el procedimiento de pares comparados
los individuos humanos, los resultados por ellos obtenidos parecen seña- bajo demora, de Shímp y Moffit (1977), corresponde al cuarto caso
lar que el uso de respuestas nominativas de tipo verbal no constituye el descrito como la doble condicionalidad de una relación suplementaria.
factor indispensable para establecer la equivalencia de estímulos, como Los parámetros que operan en un procedimiento de esta naturaleza son
lo sugieren las propuestas derivadas de los enfoques cognoscitivo-fun- diferentes a aquellos en los que nunca se dan variaciones dentro de las
cionalistas dentro de la tradición de la metodología de los pares asociados. correspondencias de los estímulos, como es el caso de los estudios de
Deben hacerse varias observaciones en relación con este fenómeno Sidman y Tailby. No es viable identificar los procesos funcionales en la
descrito por Sidman y Tailby. En primer término, es discutible que la discriminación condicional si no se visualiza diferencia cualitativa
simple interacción del organismo con el procedimiento de discriminación en las formas interactivas y las contingencias mediadas, con respecto
condicional sea suficiente para identificar la ocurrencia de dicha rela- a situaciones en las que ei organismo se ve afectado por las consecuen-
ción. Para estos autores, la discriminación ccndicional se define como cias al responder diferencialmente entre estímulos contextúales.
la relación de dos pares de estímulos en forma condicional: dado EA La variabilidad momento a momento de las propiedades fisicoquí-
entonces EB; dado EC entonces ED. Esta definición es incompleta, en micas de los eventos de estímulo, y la posibilidad de que existan corres-
tanto que la relación dado... entonces... sólo es aplicable si existe más pondencias funcionales que intersecten morfologías iguales en puntos
de un estímulo como opción a la relación condicional prescrita y si, diferentes de la relación, son factores críticos déla discriminación condi-
además, la propiedad del estímulo que condiciona la relación (el estí- cional. Las características reflexivas, transitivas y simétricas, observadas
mulo muestra o selector) puede variar de momento a momento, y no en este tipo de procedimientos, son posibles en la medida en que se da
especifica únicamente relaciones constantes entre dos o más pares en un un desligamiento de las propiedades particulares del evento contextúa!
La función
sustitutiva referencial
La función sustitutiva referencial es un sistema de relaciones de
contingencia que comprende una diversidad de elementos nuevos, o
de niveles de integración de elementos formalmente presentes o disponi-
bles en un campo. Estos nuevos elementos se podrían identificar por
las siguientes características: a) la necesidad de que las interacciones se
den a través de un sistema^reactivo convencional; b) la interrrelación,
entendida como contactos que requieren de dos momentos de respuesta
(los cuales pueden o no implicar necesariamente" a dos organismos); c)
el desligamiento funcional de la relación respecto de las propiedades
situacionales espacio-temporales de los eventos con los que se interactúa,
y d) la emergencia de relaciones de condicionalidad que no dependen
directamente de las propiedades fisicoquímicas y biológicas de los even-
tos y elementos de respuesta involucrados.
Antecedentes históricos
La función sustitutiva referencia! está inmersa en la teoría psicológi-
ca del lenguaje, y muy en particular en ios planteamientos formulados
dentro del marco de la teoría de la conducta. El lenguaje ha sido abor-
dado tradicionalmente desde aproximaciones no conductuales, de dos
maneras principalmente. En una. el lenguaje se considera como un sim-
ple mecanismo de "expresión" de lo mental, especialmente de las "ideas";
en otra, el lenguaje se analiza como "internalización" de estructuras
cognoscitivas o gramaticales, que en realidad no son más que extrapola-
Cap. I. La 181
dones de otros niveles descriptivos del lenguaje como producto. No de estímulo como por los de respuesta del lenguaje y, en esta medida,
profundizaremos en estos problemas, porque el examen crítico que de no se considera necesario, por lo menos en lo conceptual, identificar al
ellos ha hecho Kantor (1936) es completo y exhaustivo. Prestaremos lenguaje en términos exclusivamente fonéticos, o con algún criterio
atención, no obstante, a ios antecedentes históricos de la forma en que formal como lo es la palabra.
la teoría de la conducta vinculada al paradigma del condicionamiento En la medida en que el interés se centra en el lenguaje como respon-
ha enfocado el problema del lenguaje. der ante condiciones de estímulo particulares, el análisis de las contin-
En el examen del lenguaje, la teoría del condicionamiento ha adop- gencias de reforzamiento adquiere un papel destacado. De hecho, las
tado tres modelos. Uno de ellos se basa en el condicionamiento clásico, contingencias de re forzamiento son el instrumento metodológico para
el cual hace hincapié en los problemas referidos a la "significación" del distinguir e] lenguaje, corno conducta verbal, de otras formas de con-
lenguaje. Otro toma como punto de partida el condicionamiento operan- ducta. La conducta verbal se define por consiguiente, como aquel tipo
te y el problema de la interrelación entre ciertas condiciones de estímu- de comportamiento que no produce efectos mecánicos en el ambiente,
lo y las topografías verbales. Finalmente, un tercero es una combinación es decir, aquella conducta cuyo reforzamiento (léase, efectos mecáni-
de ambos, es decir, de los condicionamientos operante y clásico, cos) es mediado por otra persona; ésta, identificada como el "escucha",
En~ el caso dei análisis del lenguaje con base en el condicionamiento ha sido condicionada especialmente por la comunidad verbal para res-
clásico, además de las formulaciones iniciales de Pavlov acerca de un ponder de dicha manera ante el locutor o parlante.
segundo sistema de señales, destaca el planteamiento de Osgood (1953). Así. las contingencias de re forzamiento se convierten en el proceso
De acuerdo con esta formulación, las palabras (o frases, en el caso de mediante el cual se establecen las relaciones entre formas particulares de
que se especifiquen unidades mayores) son los estímulos condicionales, estímulos y respuestas, e incluyen como tipos de repertorio los que otras
asociados por contigüidad con objetos, personas y eventos. En la medida aproximaciones consideran, en sí mismos, mecanismos. Así, por ejem-
en que les objetos y eventos físicos producen respuestas incondicionales, plo, la imitación es analizada en términos de la relación de control ecoico,
se considera que las palabras, como estímulos, adquieren la capacidad y aunque no en la forma explícita en que se le trata posteriormente
de evocar una fracción de la respuesta incondicional en la forma de res- (Skinner, 1969), se estudian las formas de respuesta adquiridas por re-
puesta condicional. Las fracciones que se "condicionan" son aquellos forzamiento, siguiendo el criterio de la conducta gobernada por reglas.
componentes de la respuesta ante los objetos y eventos que son desliga- Por esta razón, el papel de los reforzadores condicionados y el de los
bles de ellos, es decir, aquellas formas de respuesta que pueden darse en reforzadores generalizados asume una función importante en la descrip-
ausencia de los objetos mismos. Osgood distingue tres tipos de fraccio- ción de hs relaciones que exigen un control discriminativo fuerte.
nes desligables: las de tipo sensorial, las de tipo emocional y las de tipo A excepción de una ciase especial de operantes verbales, ios mandos,
motor. que son probabilizados por condiciones motivacionales específicas y
La posibilidad de responder en forma de un desligamiento parcial mantenidos por consecuencias también específicas (aun cuando se men-
respecto al estímulo original asociado a la palabra, permite examinar el cionan los mandos generalizados), se plantea que las demás operantes
lenguaje como un problema acerca de los significados de las palabras en verbales son mantenidas por reforzadores generalizados condicionados,
tanto estímulos. Los significados no son más que las propiedades que independientes de toda condición motivacional particular. El control
las palabras tienen, en tanto estímulos condicíonaies, para evocar una funcional que ejerce una consecuencia inespecífica permite analizar, no
respuesta fragmentaria de la respuesta incondicional ante ios objetos o sin problemas lógicos, otras operantes verbales en términos del control
eventos con los que se asocian. Así, los significados pueden darse su- antecedente ejercido por los estímulos discriminativos, lo cual, a dife-
puestamente como imágenes de los objetos o eventos (sensaciones con- rencia dei enfoque basado en el condicionamiento clásico, incluye el
dicionadas), como emociones (respuestas vegetativas condicionadas) y tratamiento de las fundones de estímulo del lenguaje junto con las de
cerno significados cornatjvos (es decir, romo respuestas motoras paicia- sus propiedades como forma de responder.
ies o abreviadas). En esta formulación, la adquisición del lenguaje como La clasificación de las operantes verbales, y por consiguiente el aná-
respuesta es secundaria, y se supone que el mecanismo fundamental des- lisis de la forma particular de los procesos involucrados, se efectúa en
cansa en la imitación (por ejemplo, Mowrer, 1960). términos de las dimensiones formales de estímulo y respuesta compren-
En el caso del modelo analítico del lenguaje basado en el condicio- didos en el control del estímulo. Así, los tactos, las intraverbales, las
namiento operante, destaca la formulación de Skinner (1957). En este ecoicas, las textuales, las respuestas de transcripción y las de traducción,
marco de análisis existe una preocupación teórica tanto por los aspectos resultan del planteamiento de una taxonomía fragmentada de las pro-
f
EJÓ
r t
RAyg-
_*
EAoOOó
1
RBs(Ay)
->
EBo (Aj)
J
*
unidireccional entre dos individuos. Por ello es importante señalar que,
en la mediación referencial, la función crítica reside en el que media la
sustitución de contingencias -es decir, el referidor-, aun cuando se
sobreentiende que debe existir un individuo susceptible de ser mediado.
o o — 0 O o (BfAj]) Además, esta mediación siempre está vinculada a un evento concreto. El
/ / f ¿ ¿ (y) _— desligamiento se da con respecto a las contingencias situacionales del
evento, pero no en relación con el evento, pues entonces se perdería la
posibilidad de mediar la interacción del referido.
A continuación describiremos los casos de la función sustitutiva re-
ferencial. La organización lógica de estos casos -que permite de algún
En esta descripción Eyó es el evento referente que es indispensable modo trazar la génesis de la sustitución referencial (véase Ribes, 1981. y
para producir la mediación referencial, pues ésta siempre tiene como Ribes, en prensa a)- se fundamenta en la consideración de la restricción
antecedente de la relación de contingencia a un evento concreto. de las contingencias situacionales y en el aumento del desligamiento con
RA>'o representa la respuesta diversa (convencional y no convencional) respecto a las dimensiones tiempo-espacio-apariencia. Como estos casos
se clasifican con base en la caracterización del referente, el referido y el
del mediador o referidor a las propiedades del referente. Dicha respuesta réferidor, omitiremos la descripción esquemática de las dependencias
produce los estímulos correspondientes; se interactúa con los de natura- con el propósito de una mejor comprensión.
leza convencional, en la medida en que definen el acto de referir, susti-
tuyendo las contingencias (como relaciones) frente a la respuesta del
individuo B o referido. La respuesta de B produce consecuencias de es- I. La referencia de eventos independientes
tímulo que interactúan y afectan funcionalmente las propiedades de
estímulo del evento referido, de la acción de referir, del estímulo conven- En este caso, la mediación referencia! comprende a un evento distin-
cional de referencia y de la propia conducta de responder a la referencia. to de los individuos que fungen como referidor y referido. RA refiere
188 Cap, 8. La función sustitutiva Descripción paradigmática ÍES
el evento ECy a RB. Esquemáticamente, este caso podría ser descrito propia relación referidcr-referido. El referidor responde al referido en
de la siguiente manera: una doble dimensión funcional, y el referido responde al referidor como
evento vinculado a diferentes suplementaciones funcionales: las vincu-
ECy RAy EAy RB(Av) ladas al referido con el referidor, y las que tienen que ver con las del
referido en su respuesta al referente. En la medida en que la sustitución
Aquí se da por sentada la naturaleza convencional de los segmentos dis- de contingencias no es independiente de la interacción re feridor-referido
tintos a ECy. ECy puede ser un objeto, la acción de un objeto u obje- per se, al margen de un referente autónomo de ella, el desligamiento de
tos, o la acción verbal o no verbal de una persona. La referenciación la interacción implicada descansa fundamentalmente en la función su-
por RA de un evento ECy diferente de su propia acción y de la del refe- plementadora múltiple del referido. La correspondencia funcional del
rido (RB), permite que la suplementación de las contingencias sustitui- acto de referir un referente es totalmente dependiente de la conducta
das con base en la respuesta de RA, pueda ajustar su correspondencia del referido.
funcional inicial a las restricciones que la normatividad colectiva impone Debe observarse, sin embargo, que la conducta o propiedades de B
a la convencionalidad de su respuesta. Podría decirse que esta forma (referido) siempre son susceptibles de ser moduladas como referente y,
de referenciación, lleva implícita la posibilidad de que la sustitución de por consiguiente, por una suplementación adicional, por la acción de un
contingencias sea relativa a las propiedades del ECy como condición ne- segundo referido (N) distinto. La propiedad de estímulo del referente
cesaria para mantener la funcionalidad de la respuesta convencional con todavía es diferencial de la conducta de referir.
respecto a las características del entorno referenciado. La responsividad
separada de RA y RB a un tercer evento ECy, permite modificar la su-
plementación sustituida en términos no sustitutivos, lo que es impres- III. La referencia del referidor
cindible para que el desligamiento referencial no ocurra bajo la influencia
de dimensiones funcionales que no corresponden a su normatividad En este caso, el referidor es a la vez el evento referente, es decir, el
convencional. Un tercer evento independiente del referidor y el referi- individuo que habla de sí mismo a otro, relación que se puede represen-
do asegura la posibilidad de que, aun cuando el desligamiento se dé en tar como sigue:
tiempo y espacio, las dimensiones funcionales de la apariencia puedan
afectar diferencialmente al referidor y al referido, y en esa medida
modular la correspondencia de la múltiple suplementación con las pro- EA>' RA(Av) EA(Av) RB[A(Aj)]
piedades del evento referido y la sustitución mediada por el referidor en
el referido. donde E Ai' es el evento que inicia funcionalmente la mediación sustitu-
tiva, RAÍ Ai 1 ) es la respuesta del mismo referidor a sus propias acciones
o propiedades de estímulo, y RB[A(A v )l es la respuesta del referido a
II. La referencia del referido RA como referidor y referente.
En este caso, la doble dimensión funcional pasa del referido al refe-
En el segundo caso, el referente es una propiedad o acción del refe- ridor. es decir, el referidor no sólo define las propiedades del evento que
rido, de modo que la interacción podría describirse así: son pertinentes para la interacción referencial, sino que, además, deter-
mina las características deí proceso sustitutivo come rsferencíador. Es
EBv RABj EABv RB[A(Bj)] simultáneamente el que habla y aquello de lo que se habla. El paso del
caso II al caso III es genéticamente de gran importancia, pues consti-
donde EBv es una acción o propiedad del individuo B a la que A res- tuye la transición social del lenguaje como referencia de eventos ajenos
ponde (RAB>>). El referidor "habla" acerca del referido. En este caso, el al individuo, al lenguaje como referencia de uno mismo; es el fundamen-
desligamiento espacio-temporal y de las propiedades aparentes se am- to del proceso de individuación socializada, y sólo puede darse en la
plía, en la medida en que el evento referente no es independiente de las medida en que la referencia a otros, corno acciones y propiedades indi-
relaciones de suplementación que están implicadas en la relación referi- viduales, se da como referencia de una doble dimensionalidad, la de
dor-referido. Aun cuando la sustitución de contingencias se inicia con referente y la de referido, lo cual permite suplementar adecuadamente
base en un referente de estímulo concreto, no es independiente de la las normas convencionales de la correspondencia funcional de la refe-
203
de reorganización de las condicionalidades convencionales, y puede En la concepción cartesiana acerca de la realidad, existen dos sus-
ocurrir en un solo individuo o entre individuos. Sin embargo, y esto tancias diferentes, una material, extensiva, y otra espiritual, no espacial.
debe subrayarse, en el grado en que no se presenta una interacción sus- La ciencia física de la mecánica describe y explica los fenómenos natura-
tituida con un evento concreto, sino solamente con relaciones conven- les; Ja metafísica reflexiona sobre el mundo del espíritu, y la psicología
cionales dadas como reactividad y circunstancias lingüísticas, no hay racional se encarga de las interacciones paramecánicas entre el alma y el
relación referidor-referido ni entre individuos, ni en un mismo individuo. cuerpo material. El dualismo que oficializa la mitología de dos mundos
Los individuos y un mismo individuo pueden hablarse, escribirse o leer- diferentes que se relacionan entre sí, da lugar a lo psicológico como la
se, sin que ello implique una relación referencial (o de comunicación dimensión en que esta interacción tiene lugar. De esta formulación,
hablante-escucha en su forma más común). primero ontológica y después epistemológica, surgen dos supuestos que
han permeado la lógica del lenguaje ordinario que describe las acciones
humanas y, por consiguiente, la formulación de los "problemas" de
conocimiento científico del quehacer humano (un proceso semejante
tuvo lugar con los fenómenos de la vida social y su asignación a la ética
racional).
El primer supuesto que surge del dualismo cartesiano es el de que, en
Antecedentes históricos la medida en que los fenómenos psicológicos se dan como "racionali-
dad" o causación de lo material por lo racional, son exclusivamente
El campo empírico que cubre la sustitución no referencial tiene re- humanos, y el de que el estudio del comportamiento humano puede
lación histórica con los problemas tradicionales de la psicología racional abordarse en forma autónoma a los fenómenos vinculados al comporta-
y con la moderna psicología de la cognición, muy particularmente en lo miento no racional, menos complejo, de los animales. El segundo su-
relativo a los procesos simbólicos y de solución de problemas. puesto es que dada la independencia de lo racional o mental con respecto
Ya se ha señalado que en la sustitución no referencial, el comporta- a los procesos materiales que "causa", o sobre los que influye, el estu-
miento convencional fonético puede tornarse silente, no audible, es dio de lo mental sólo puede darse como inferencia a partir de lo material
decir, no aparente mas que para el propio individuo implicado en el observable, pero sin identificar dicha objetivación de la acción men-
acto mediador; esto ocurre en la medida en que se pierde la relación con tal con lo propiamente mental (versión no filosófica del conductismo
un referente como instancia singular y que, por consiguiente, se vuelve metodológico),
innecesaria la distinción funcional referidor-referido. Sin embargo, Dichos supuestos se han concretado históricamente de dos maneras,
esta característica de no apariencia de las respuestas involucradas en la Una , la que corresponde a la aceptación explícita del dualismo, cuando
sustitución no referencial, no define al proceso sustitutivo, pues éste menos respecto a la naturaleza del conocimiento de los fenómenos psi-
puede ocurrir como proceso aparente, tal como sucede en las discusiones cológicos (y sociales) frente a los fenómenos "naturales materiales".
entre dos individuos, o en las interacciones que se dan como conducta Otra, la que se refiere a los intentos por superar el dualismo, ofreciendo
objetizada en forma de escritura. Concomitantemente, hay interaccio- una solución materialista que, paradójicamente, asume algunas de las
nes no sustitutivas que implican componentes no aparentes, por lo que premisas del dualismo: la sustancialidad de lo material y la necesidad
esta característica tampoco es exclusiva de los procesos sustitutivos. Los de relacionar le no espacial con lo espacial. Esta posición se ha manifes-
enfoques tradicionales subjetivistas ya han subrayado esta característica, tado en diversas versiones, pero, en esencia, todas ellas entienden la
la no apariencia, como definitoria en lo que han denominado cognición superación del dualismo como reducción de las dos sustancias a una sola,
humana o procesos simbólicos racionales, es decir, la materialización sustantivada del espíritu; en ambos casos,
La concepción moderna subjetivista de la "racionalidad" puede tra- subyace una posición compartida: la identificación de lo espiritual o
zarse históricamente hasta Descartes, aun cuando la problemática se mental con algo, ya sea un evento que ocurre como distinto de lo mate-
remonta en realidad a Platón y a Aristóteles, así como a la interpretación rial biológico, o como idéntico de la acción biológica (sea central o peri-
que de su pensamiento hacen los patriarcas de la Iglesia y los pensadores férica).
renacentistas. Descartes es, sin embargo, el responsable de la formula- El error que subyace en el dualismo es, en lo fundamental, la sustan-
ción de la "doctrina oficial" de los dos mundos (Ryle, 1949), que ha tivación de lo que se da como relación. Aun cuando las relaciones im-
orientado el pensamiento científico y filosófico occidental de los últi- plican objetos o eventos singulares que pueden describirse por separado
mos cuatro siglos.
Las relaciones sustitutivas no refsrepciales 205
204 Cap, 9. La sustitutíva no referencia!
uno del otro, no son reductibles a los eventos relacionados en cuan- dadera ciencia: la ciencia de lo físico. Puede apreciarse cuánto se acerca
to tales. Las relaciones sólo pueden entenderse como procesos y no nuevamente este supuesto a la argumentación cartesiana sobre la ciencia
como cosas. El dualismo convirtió en sustancia, en espíritu, a las rela- y las sustancias material y espiritual.
ciones que tenían lugar entre el individuo, otros individuos y los eventos Paradójicamente, en el curso de la historia de la psicología, el dualis-
del exterior mediante la acción sustitutiva del proceso lingüístico. En la mo ha intentado aproximarse "científicamente" al "mundo de lo men-
medida en que esas relaciones no aparecían como cosas, y dado que su tal" importando modelos descriptivos y explicativos de las ciencias
espacialidad se enmarcaba como espacialidad del y en el individuo, los "duras", con la expectativa de que la formalización y cuantificación por
procesos lingüísticos se internalizaron como interacción de una sustancia ellas lograda permita niveles de certidumbre lógica que compensen la
no extensiva con la materialidad fisicobiológica de la persona. La inter- fragilidad intrínseca del dato psicológico o "mental". Por este motivo,
nalidad de los procesos "racionales" y "simbólicos" resultó ser el coro- el estudio de la cognición y de los procesos llamados "simbólicos" o
lario lógico de su identificación con una sustancia no extensiva, y de "superiores", se ha visto matizado por modelos tomados directamente
ningún modo la fundamentación de su no apariencia, como lo sostienen de la matemática o la física teórica (teoría de decisiones, teoría de jue-
los argumentos del sentido común. gos, teoría de información, lógica operatoria, etc.), o por modelos que
Las versiones modernas del dualismo no sostienen expresamente la describen campos empíricos con propiedades isomórficas supuestas (quí-
existencia e interacción de dos sustancias, pero sí la existencia de dos mica combinatoria, procesadores y máquinas autogobernadas, óptica
tipos de procesos, aquellos que son procesos extensivos, materiales y, geométrica, etc.). Los conceptos importados de estas disciplinas han
por consiguiente, mensurables, y aquellos que no son localizables en el prestado una falsa seguridad lógica y cuantitativa al estudio del compor-
espacio, y que no son directamente mensurables u observables. Son tamiento humano complejo, en la medida en que, además de no eliminar
sistemas de representación que se expresan como eventos interiores o el dualismo históricamente intrínseco a estos abordajes, le añaden el
como lenguaje, pero que, como tales, carecen de espacialidad. Son pro- reduccionísmo inherente a toda analogización de un campo formal o
cesos que tienen un estatus causal, en la medida en que, al suponerse empírico diferente.
como "interiores", preceden a lo exterior. Su temporalidad es previa a En ío que toca a los que han rechazado el dualismo, las soluciones
la conducta manifiesta, observable. Su no-apariencia, su no-espaciali- ofrecidas al estudio del comportamiento humano complejo han sido de
dad, sólo permite inferirlos a partir de la conducta manifiesta a la que dos clases. Una ha sido identificar los eventos mentales con las funcio-
influyen causalmente en interacción con las acciones del medio externo. nes biológicas superiores: la del Sistema Nervioso Central. Otra ha sido
La mente, se supone, es material en la medida que se da entre lo identificar los eventos mentales con conducta cubierta, no observable
extensivo, pero no como lo extensivo. Se da como proceso de conoci- públicamente. En el primer caso, se habla de los fenómenos mentales
miento y de causalidad de lo extensivo biológico y del mundo externo. como función cerebral, o bien como productos de la actividad nerviosa
No puede identificarse, sin embargo, con lo extensivo y, por consiguien- superior, y la materialización de lo mental ocurre como reducción a la
te, las descripciones de los sucesos mentales no son de la misma clase función cerebral misma o como descripción de lo mental como epifenó-
que las que se hacen acerca de los eventos físicos y materiales. Dos pro- meno de lo biológico. En ninguno de ambos casos se evita el problema
blemas se desprenden de esto, además de los ya señalados anteriormente, de la sustantivación de las interacciones en la forma de procesos localiza-
El primero se refiere a la manera de correlacionar los eventos extensivos bles espacialmente, ni el de la naturaleza "consciente" de lo mental, es
con los no extensivos, es decir, la manera de identificar dimensiones de decir, de la propiedad de un proceso de auto descripción fenomenológica.
correspondencia entre lo físico y lo mental. Las soluciones que se ofrecen En la medida en la que la "materialidad" se aborda desde ia perspectiva
son muy diversas, pero ninguna satisfactoria (Davidson, 1963; Popper de la sustancialidad de las fenómenos, se acepta y se cae inevitablemen-
y Eecles, 1977). El segundo tiene que ver directamente con la naturaleza te en los argumentos del dualismo.
del conocimiento, de lo mental. En la medida en que el nivel de cer- Cuando se identifica lo mental con la conducta cubierta, no mani-
teza está regido por la pública verificación y repetición de los eventos, fiesta, no se elimina el dualismo, aun cuando el planteamiento reviste
y en que en el caso de los sucesos mentales, por carecer de extensión, no otras características. No se supone que la explicación de lo mental resi-
se dan en el mismo grado que los sucesos físicos, los primeros no pue- da en un nivel descriptivo distinto al de la conducta, sino que lo mental
den ser descritos con la misma objetividad que los fenómenos materiales. se aborda como el proceso de objetivación, por medio del lenguaje, de
En este contexto, la ciencia de lo mental no puede compartir, por lo los eventos internos que sólo son accesibles al sujeto que se comporta.
tanto, ni los métodos ni la exactitud descriptiva y explicativa de la ver- La problemática consiste, por consiguiente, en identificar ías estrategias
Como ya se señaló, aun cuando los tres elementos funcionales impli- a) De una etapa.
cados en la interacción poseen historia referencial directa —o cuando ¿?) Única, diversa.
menos así ocurre con dos de ellas (Rx, Ry)~-, la mediación no referen- c) Lingüística, no lingüística.
251
Harzem, P., y Mfles, T. R., Conceptual Jssues in Operant Psychology. Chiches- Ribes, E., "Reflexiones sobre el concepto de inteligencia y su desarrollo." Revista
ter.' Wiley, 1978. Mexicana de Análisis de la Conducta, 1981, 7, 107-116.
Higard, E., Theoríes of Leaming. N. Y.: Appleton Century Crofts, 1948 (ed. Ribes, E., El Conductismo: Reflexiones Criticas. Barcelona" Fontaneíía, l9H2(a}.
española: Teorías del aprendizaje, Editorial Trillas). Ribes, E., "¿Se ha abordado el lenguaje desde el análisis de la Conducía." En, El
Hodos, W., y Campbell, C. B., "Scala naturae: why there is no theory in compa- conductismo: reflexiones críticas. Barcelona: Fontaneíía, 1982(¿>).
rativo psychology." PsychologicalReview, 1969, 76. 337-350. Ribes, E., "Los eventos privados: ¿Un problema para la teoría de la conducta?"
Hunter, W. S., "Conditioning and extinction in the rat." Brítish Journal of'Psycho- Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 1982(c), 8, 11 -29.
logy, 1935, 26,135-148. Ribes, E., "La psicología ¿una profesión?" En, El conductismo: Reflexiones Criti-
Hurwitz, H. M., y Roberts, A. E., "Conditioned suppression of an avoidance respon- cas. Barcelona: Fontaneíía, 1982 (d).
se."' Journal of the Experimental Anatysis of Behavior, 1971,16, 275-282. Ribes, E., "¿Es suficiente el condicionamiento operante para analizar la conducta
Kantor, J. ^Principies of Psychology (vols.! y II). N. Y.: Alfred Knop, 1924-26. humana?" Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 1983,9,117-130.
Kantor, J. R., An Obfective Psychology of Grammar, Bloornington: Indiana Uni- Ribes, E., "Las conductas lingüística y simbólica como procesos sustitutivos de con-
versíty, 1936, tingencias." En P. Harzen y E. Ribes, Lenguaje y Conducta, México: Trillas,
Kaatm.J.'R.JnterbehavioralPsycholog}'. Chicago: Principia Press, 1959. en prensa (a).
Kantor, J, ^Psychological Linguistics. Chicago: Principia Press, 1977. Ribes, E., "Human behavior as operant behavior. an empirical or conceptual
Kefleher, R. T., "Concept formation in chimpanzees." Science, 1958,128, 777-778. issue?" En C. F. Lowe, M. Richelle, D. E, Blackman y C. M. Bradshaw: Beha-
Kitcfaener, R. F., "Behavior and behaviorism." Behaviorism, 1977, 5, 11 -72. viour Anaíysis and Contemporary Psychology. Hillsdale: L. Erlbaum, en prensa
Konorsky, J., Integrative Activity of the Brain. Chicago: University of Chicago (b).
Press, 1967. Ribes, E., Fernández, C., Rueda, M., Talento, M., y López-Valadez, F.,Enseñanza,
Konorsky, J., y Miiier, S., "On two types of conditioned refiex." Journal of Gene- ejercicio e investigación de la psicología: un modelo integral México: Trillas,
ral Psychology, 1937,16,264-272. 1980.
Kuhtt, T. S., La tensión esencial. México: Fondo de Cultura Económica-CONAC- Ryle, G., The Concept ofMind. N. Y.: Barnes and Noble, 1949.
yT, 1982. Schoenfeld, W. N., "Problems of Modero Behavior Theory." Conditional Reflex,
Lashíey, K. S., "Conditional reactions in the rat." Journal of Psychology, 1938, 6, 1972,7,33-65.
311-324. Schoenfeld, W. N., "The 'response' in behavior theory." Pavlovían Journal, 1976,
Lindsley, O. R., "Experimental anaíysis of cooperation and competition." En Th. 11, 129-149.
Verhave: The Experimental Anatysis of Behavior, N. Y.: Appleton Century Schoenfeld, W. N.. "Contemporary state of behavior theory." Revista Mexicana
Crofts, 1966. de Análisis de la Conducta, 1983, 9, 55-82.
Mach, E., Conocimiento y Error. (Traducción española, Buenos Aires: Espasa-Cal- Schoenfeld, W. N., y Colé, B. K., Stimulus Schedules: The t-Z Systems. N. Y.:
pe, 1948), 1905. Harper, 1972.
Meltzer, D., y Brafalek, J. A., "Conditioned suppression and conditioned enhance- Schoenfeld, W. N,, Colé, B. K., Lang, J., y Mankoff, R. "Contingency" in Behavior
ment with the same positivo UCS: an effect of CS duration." Journal of the Theory. En F. J. McGuigan y D. B. Lumsden, Contemporary Approaches to
Experimental Anatysis ofBehavior, 1970, 13,67-74. Conditioning and Learning. N. Y.: Winston, 1973.
Mowrer, O. H., Leaming Theory and Symbotic Processes. N. Y.: Wiley, 1960. Schoenfeld, W. N., y Farmer, J., "Reinforcement schedules and the behavior
Osgood, C. E.,Method and Theory in Experimental Psychology. Oxford: Oxford stream." En W. N. Schoenfeíd, The Theory of Reinforcement Schedules. N.
University Press, 1953. Y.: Appleton Century Crofts, 1970.
Pavlov, !., ConditionedReflexes. Oxford: Oxford University Press, 1927. Sechenov, I., Los Reflejos del Cerebro. (Original ruso. 1866). Barcelona: Fontane-
Popper, K. R,, La miseria del historiásmo. Madrid: Tamus, 1961. Ha, 1978.
Popper, K. R., Objective Knowiedge, Oxford: Clarendon Press, 1972. Shimp, C. P., y Moffitt, M., "Short term memory in the pígeon: Delayed-pair-
Popper, K. R., y Eccles, J. C,, The Self and its Brain. Berlín: Springer-Verlag, comparison procedures and some results." Journal o f the Experimental Analv-
1977. sis ofBehavior, 1977, 28. 13-25.
Quine, W. V. O., Word and Object. N. Y.: Wiley, 1960. Sidman, M. S., y Tailby, W., "Conditionai discrimination as matching to sampie: An
Razran, G M Mínd in Evolution: an East- Wesi synthesis of leamed behavior and expansión of the testing paradigm," Journal of the Experimental Analvsis of
cognition, Boston: Houghton Mifflin, 1971. Behavior, 1982,37,5-22.
Ribes, E., "El desarrollo del lenguaje gramatical en niños: un análisis teórico y Skinner, B. F., "The concept of the reflex in the descriptíoa of behavior." Journal
experimental." Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 1979, 5, 83-112. of General Psychology, 1931, 5, 427-458.
Ribes, E,, "Consideraciones metodológicas y profesionales sobre el análisis conduc- Skinner. B. F., "The generic nature of the concepts of stimulus and response."
tual aplicado." Revista Mexicana de Análisis de la Conducta. 1980, 6, 89-102. Journal of General Psychology ,1935,12, 40-65.
índice onomástico
Anrep, 49 Hyten, 159
Aristóteles, 26, 81,204
Austin, 159 James, 74
Jennings, 110
Bechterew V., 26, 135
Bitterman, 36 Kant. 21
Brahlek, 155 Kantor, 15, 16,49,104, 182
Bnmer, 159 Kitchener, 28
Konorski, 135
Cabrer, 13 Kuhn, 13, 17
Campbell, 36 Kurt Lewin. 49
Cassirer, 37
Colé, 10 Lashley, 160
Córate, Augusto, 81 Lindsley, 159
Loeb,110
Darwin, 83
Daza, 13 Mach. Ernst, 29
Descartes, 111, 137,204 Meltzer, 155
Donaldson, 159 Miller, 135
Moffit, 179
Estes, 154
Osgood. 182
Farmer, 10
Pavlov, I. P., 49, 69, 74. 98, 109, 182
Goodnow, 159 Platón, 204
Popper. 26, 30
Halce, 155, 159 Powell, 155
Harlow, 159, 162
Hilgard, 37 Quine, 212
Hodos, 36
Huí, 137 Razran, 82, 121
Hurwitz, 155 Ribes, 13-14, 17,201,208
25S
Roberts, 155 Staddon, 36
Índice analítico
Técnicas de modificación de
conducta