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Sistema de Dirección
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Como las trayectorias a recorrer por la ruedas directrices son distintas en una curva (la rueda
exterior ha de recorrer un camino mas largo por ser mayor su radio de giro, como se ve en la
figura inferior), la orientación que debe darse a cada una distinta también (la exterior debe
abrirse mas), y para que ambas sigan la trayectoria deseada, debe cumplirse la condición de
que todas las ruedas del vehículo, en cualquier momento de su orientación, sigan trayectorias
curvas de un mismo centro O (concéntricas), situado en la prolongación del eje de las ruedas
traseras. Para conseguirlo se disponen los brazos de acoplamiento A y B que mandan la
orientación de las ruedas, de manera que en la posición en linea recta, sus prolongaciones se
corten en el centro C del puente trasero o muy cerca de este.
Esta solución no es totalmente exacta, sino que existe un cierto error en las trayectorias
seguidas por las ruedas si se disponen de la manera reseñada. En la practica se alteran
ligeramente las dimensiones y ángulos formados por los brazos de acoplamiento, para
conseguir trayectorias lo más exactas posibles. La elasticidad de los neumáticos corrige
automáticamente las pequeñas variaciones de trayectoria.
Las ruedas traseras siguen la trayectoria curva, como ya se vio, gracias al diferencial (cuando
el vehículo tiene tracción trasera), que permite dar a la exterior mayor numero de vueltas que a
la interior; pero como estas ruedas no son orientables y para seguir su trayectoria debe abrirse
más la rueda exterior, resulta de ello un cierto resbalamiento en curva, imposible de corregir,
que origina una ligera perdida de adherencia, más acusada si el piso está mojado, caso en el
que puede producirse el derrape en curvas cerradas tomadas a gran velocidad.
Un tipo de dirección es el que utiliza una barra de acoplamiento dividida en tres partes
(1, 2, 3, en la figura inferior).
El engranaje (S) hace mover transversalmente el brazo (R) que manda el acoplamiento, a su
vez apoyado por la palanca oscilante (O) en la articulación (F) sobre el bastidor.
Para transformar el giro del volante de la dirección en el movimiento a un lado u otro del brazo
de mando, se emplea el mecanismo contenido en la caja de la dirección, que al mismo tiempo
efectúa una desmultiplicación del giro recibido, para permitir al conductor orientar las ruedas
con un pequeño esfuerzo realizado en el volante de la dirección. Se llama relación de
desmultiplicación, la que existe entre los ángulos de giro del volante y los obtenidos en la
orientación de las ruedas. Si en una vuelta completa del volante de la dirección (360º) se
consigue una orientación de 20º en las ruedas, se dice que la desmutiplicación es de 360:20 o,
lo que es igual 18:1. El valor de esta orientación varia entre 12:1 y 24:1, dependiendo este valor
del peso del vehículo que carga sobre las ruedas directrices.
Existen varios tipos de mecanismos de la dirección, están los de tornillo sin fin y los de
cremallera.
Sistema lineal: el mas sencillo de todos ellos es el adaptado en los vehículos Simca y
Renault, que consiste en unir directamente la barra de cremallera (2) a los brazos de
las ruedas (6) a través de las bieletas o barras de acoplamiento (4). Estas bieletas se
unen por un extremo a la cremallera (2) y, por el otro, al brazo de acoplamiento (6), por
medio de unas rótulas (5); de esta forma se hace regulable la unión con las ruedas.
Este sistema, completamente lineal, transmite el movimiento directamente de la
cremallera a las ruedas directrices.
Sistema no lineal: el fabricante Peugeot utiliza un mecanismo que consiste en unir las
ruedas por medio de una barra de acoplamiento (2) en paralelo con la cremallera (1),
de lo cual resulta un ensamblaje no lineal, sino paralelo rígido y sin desmultiplicación.
La barra (2) se desplaza, al mismo tiempo, con la barra de cremallera (1), ya que
ambos elementos van unidos por medio de un pivote de acoplamiento o dedo (3). A los
extremos de la barra se unen unos pivotes roscados (4) y el guardapolvos (8) que
enlazan con las bieletas (6) de acoplamiento a las ruedas.
Columna de la dirección
Tanto en el modelo de la figura inferior como en otros, suele ir "partida" y unidas sus mitades
por una junta cardánica, que permite desplazar el volante de la dirección a la posición mas
adecuada de manejo para el conductor. Desde hace muchos años se montan en la columna
dispositivos que permiten ceder al volante (como la junta citada) en caso de choque frontal del
vehículo, pues en estos casos hay peligro de incrustarse el volante en el pecho del conductor.
Es frecuente utilizar uniones que se rompen al ser sometidas a presión y dispositivos
telescopicos o articulaciones angulares que impiden que la presión del impacto se transmita en
linea recta a lo largo de la columna.
En la figura inferior se muestra el despiece e implantación de este tipo de dirección sobre el
vehículo. La carcasa (Q) o cárter de cremallera se fija al bastidor mediante dos soportes (P) en
ambos extremos, de los cuales salen los brazos de acoplamiento o bieletas de dirección (N),
que en su unión a la cremallera están protegidas por el capuchón de goma o guardapolvos (O),
que preserva de suciedad esta unión. El brazo de acoplamiento dispone de una rótula (M) en
su unión al brazo de mangueta y otra axial en la unión a la cremallera tapada por el fuelle (O).
Esta disposición de los brazos de acoplamiento permite un movimiento relativo de los mismos
con respecto a la cremallera, con el fin de poder seguir las oscilaciones del sistema de
suspensión, sin transmitir reacciones al volante de la dirección.
La columna de la dirección va partida, por las cuestiones de seguridad ya citadas, y para llevar
el volante a la posición idónea de conducción. El enlace de ambos tramos se realiza con la
junta universal (B) y la unión al eje del piñón de mando (K) se efectúa por interposición de la
junta elástica (D).
El ataque del piñón sobre la cremallera se logra bajo la presión ejercida por el muelle (S) sobre
el pulsador (R), al que aplica contra la barra cremallera de la parte opuesta al engrane del
piñón, mientras que el posicionamiento de esté se establece con la interposición de las
arandelas de ajuste (H).
Rótulas
La rótula es el elemento encargado de conectar los diferentes elementos de la suspensión a las
bieletas de mando, permitiendose el movimiento de sus miembros en planos diferentes. La
esfera de la rótula va alojada engrasada en casquillos de acero o plásticos pretensados. Un
fuelle estanqueizado evita la perdida de lubricante. La esfera interior, macho normalmente, va
fija al brazo de mando o a los de acoplamiento y la externa, hembra, encajada en el macho
oscila en ella; van engrasadas, unas permanentes herméticas que no requieren mantenimiento,
otras abiertas que precisan ajuste y engrase periódico.
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Dirección asistida
Debido al empleo de neumáticos de baja presión y gran superficie de contacto, la maniobra en
el volante de la dirección para orientar las ruedas se hace difícil, sobre todo con el vehículo
parado. Como no interesa sobrepasar un cierto limite de desmultiplicacíon, porque se pierde
excesivamente la sensibilidad de la dirección, en los vehículos se recurre a la asistencia de la
dirección, que proporciona una gran ayuda al conductor en la realización de las maniobras y, al
mismo tiempo, permite una menor desmultiplicación, ganando al mismo tiempo sensibilidad en
el manejo y poder aplicar volantes de radio mas pequeño.
La dirección asistida consiste en acoplar a un mecanismo de dirección simple, un circuito de
asistencia llamado servo-mando. Este circuito puede ser accionado por el vacío de la admisión
o el proporcionado por una bomba de vacío, la fuerza hidráulica proporcionada por una bomba
hidráulica, el aire comprimido proporcionado por un compresor que también sirve para accionar
los frenos y también últimamente asistido por un motor eléctrico (dirección eléctrica).
El mas usado hasta ahora es el de mando hidráulico (aunque actualmente los sistemas de
dirección con asistencia eléctrica le están comiendo terreno) del que se muestra el esquema
básico en la figura inferior. Puede verse en ella que el volante de la dirección acciona un piñón,
que a su vez mueve una cremallera como en una dirección normal de este tipo; pero unido a
esta cremallera se encuentra un pistón alojado en el interior de un cilindro de manera que a
una u otra de las caras puede llegar el liquido a presión desde una válvula distribuidora, que a
su vez lo recibe de un depósito, en el que se mantiene almacenado a una presión determinada,
que proporciona una bomba y se conserva dentro de unos limites por una válvula de descarga.
Ventajas e inconvenientes de la servodirección
Ventajas:
1ª.- Reducen el esfuerzo en el volante, con menor fatiga para el conductor, ventaja muy
conveniente en los largos recorridos o para las maniobras en ciudad.
2ª.- Permiten acoplar una dirección mas directa; es decir, con una menor reducción con
lo que se obtiene una mayor rapidez de giro en las ruedas. Esto resulta especialmente
adecuado en los camiones y autocares.
3ª.- En el caso de reventón del neumático, extraordinariamente grave en las ruedas
directrices, estos mecanismos corrigen instantáneamente la dirección, actuando
automáticamente sobre las ruedas en sentido contrario al que el neumático reventado
haría girar al vehículo.
4ª No presentan complicaciones en el montaje, son de fácil aplicación a cualquier
vehículo y no afectan a la geometría de la dirección.
5ª.- Permiten realizar las maniobras mas delicadas y sensibles que el conductor
precise, desde la posición de paro a la máxima velocidad. La capacidad de retorno de
las ruedas, al final del viraje, es como la de un vehículo sin servodirección.
6ª.- En caso de avería en el circuito de asistencia, el conductor puede continuar
conduciendo en las mismas condiciones de un vehículo sin servodirección, ya que las
ruedas continúan unidas mecánicamente al volante aunque, naturalmente, tenga que
realizar mayor esfuerzo en el mismo.
Inconvenientes:
Los inconvenientes de estos mecanismos con respecto a las direcciones simples con
prácticamente nulos ya que, debido a su simplicidad y robustez, no requieren un
entretenimiento especial y no tienen prácticamente averías. Por tanto los únicos
inconvenientes a destacar son:
1ª.- Un costo mas elevado en las reparaciones, ya que requieren mano de obra
especializada.
2ª.- El costo mas elevado de este mecanismo y su adaptación inicial en el vehículo,
con respecto a la dirección simple.
Como hemos visto hasta ahora la dirección asistida se divide en lo que hemos llamado
dirección simple o mando mecánico y en el sistema de asistencia a la dirección o mando
hidráulico.
El limitador o regulador de caudal está formado por una válvula de pistón (1) y un resorte
tarado (2), intercalados entre la salida de la cámara de presión y el difusor de la bomba; hace
retornar el caudal sobrante al circuito de entrada. El limitador de presión esta formado por una
válvula de asiento cónico o una esfera (3) y un resorte tarado (4), que comunica la salida de
aceite con la parte anterior del difusor.
El accionamiento de la bomba se efectúa por una polea y correas trapeciales acopladas a la
transmisión del motor.
Servodirección hidráulica coaxial
Esta servodirección se caracteriza por llevar el sistema de accionamiento hidráulico (cilindro de
doble efecto) independiente del mecanismo desmultiplicador, aplicando el esfuerzo de
servoasistencia. coaxialmente, es decir, en paralelo con el sistema mecánico.
La servodirección coaxial puede aplicarse a cualquier tipo de dirección comercial, ya sea del
tipo sinfín o de cremallera.
El circuito hidráulico esta formado por un depósito (1) y una bomba que suministran aceite a
presión a la válvula distribuidora de mando (2). Esta válvula acoplada a la dirección, es
accionada el mover el volante y tiene como misión dar paso al aceite a una u otra cara del
émbolo del cilindro de doble efecto (3). El cilindro puede ir acoplado en el cuerpo de válvulas o
acoplado directamente al sistema direccional de las ruedas (bieletas) como ocurre en las
direcciones de cremallera.
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El depósito
La bomba hidráulica con regulador de presión (caudal)
Mecanismo de dirección con caja de válvulas (válvulas distribuidoras)
Velocímetro controlado electrónicamente
Módulo de servodirección (calculador electrónico)
Convertidor electrohidráulico
Barra de torsión
Distribuidor giratorio
Manguito de control
Embolo de reacción
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Como se puede ver, este sistema de dirección se simplifica y es mucho mas sencillo que los
utilizados hasta ahora.
Sus inconvenientes son:
Estar limitado en su aplicación a todos los vehículos (limitación que no tiene el sistema de
dirección hidráulica) ya que dependiendo del peso del vehículo y del tamaño de las ruedas,
este sistema no es valido. A mayor peso del vehículo normalmente mas grandes son las
ruedas tanto en altura como en anchura, por lo que mayor es el esfuerzo que tiene que
desarrollar el sistema de dirección, teniendo en cuenta que en las direcciones eléctricas todo la
fuerza de asistencia la genera un motor eléctrico, cuanto mayor sea la asistencia a generar por
la dirección, mayor tendrá que ser el tamaño del motor, por lo que mayor será la intensidad
eléctrica consumida por el mismo.
Un excesivo consumo eléctrico por parte del motor eléctrico del sistema de dirección, no es
factible, ya que la capacidad eléctrica del sistema de carga del vehículo esta limitada. Este
inconveniente es el que impide que este sistema de dirección se pueda aplicar a todos los
vehículos, ya que por lo demás todo son ventajas.
Estructura y componentes
En la dirección asistida electromecánica cuenta con doble piñón. Se aplica la fuerza necesaria
para el mando de la dirección a través de uno de los piñones llamado "piñón de dirección" y a
través del otro piñón llamado "piñón de accionamiento". El piñón de dirección transmite los
pares de dirección aplicados por el conductor y el piñón de accionamiento transmite, a través
de un engranaje de sin fin, el par de servoasistencia del motor eléctrico para hacer el gobierno
de la dirección mas fácil..
Este motor eléctrico con unidad de control y sistema de sensores para la servoasistencia de la
dirección va asociado al segundo piñón. Con esta configuración está dada una comunicación
mecánica entre el volante y la cremallera. De esa forma se sigue pudiendo dirigir
mecánicamente el vehículo en caso de averiarse el servomotor.
Funcionamiento
La corrección de marcha recta es una función que se deriva del retrogiro activo. Aquí se genera
un par de servoasistencia para que el vehículo vuelva a la marcha rectilínea exenta de
momentos de fuerza. El sistema distingue entre un algoritmo de corto y uno de largo plazo.
El algoritmo de largo plazo está dedicado a compensar las discrepancias a largo plazo
que surgen con respecto a la marcha rectilínea, por ejemplo debido al cambio de
neumáticos de verano por neumáticos de invierno (usados).
1. Una fuerza lateral constante, por ejemplo la del viento lateral, actúa sobre el vehículo.
2. El conductor tuerce un poco el volante, para mantener el vehículo en marcha recta.
3. Analizando el par de dirección, la velocidad de marcha del vehículo, el régimen del
motor de combustión, el ángulo de dirección, la velocidad de mando de la dirección y
actuando en función de las curvas características implementadas en la unidad de
control, ésta calcula el par que debe aportar el motor eléctrico para la corrección de la
marcha recta.
4. El motor eléctrico de la dirección es excitado correspondientemente. El vehículo adopta
la trayectoria de marcha recta. El conductor ya no tiene que dar «contravolante».
Diagrama de los elementos que intervienen en la gestión electrónica de la dirección
electromecánica
Sensor de ángulo de dirección
El sensor de ángulo de dirección va situado detrás del anillo retractor con el anillo colector para
el sistema airbag. Se instala en la columna de dirección, entre el mando combinado y el
volante.
Suministra la señal para la determinación del ángulo de dirección, destinándola a la unidad de
control para electrónica de la columna de dirección a través del CAN-Bus de datos.
En la unidad de control para electrónica de la columna de dirección se encuentra el analizador
electrónico para estas señales.
El disco de codificación consta de dos anillos, el anillo exterior de valores absolutos y el anillo
interior de valores incrementales.
El anillo de incrementos esta dividido en 5 segmentos de 72º cada uno y es explorado por una
pareja de barreras luminosas. El anillo tiene almenas en el segmento. El orden de sucesión de
las almenas es invariable dentro de un mismo segmento, pero difiere de un segmento a otro.
De ahí resulta la codificación de los segmentos.
El anillo de absolutos viene a determinar el ángulo. Es explorado por 6 parejas de barreras
luminosas.
El sensor de ángulo de dirección puede detectar 1044º de ángulo (casi 3 vueltas de volante).
Se dedica a sumar los grados angulares. De esa forma, al sobrepasar la marca de los 360º
reconoce que se ha ejecutado una vuelta completa del volante.
La configuración especifica de la caja de la dirección permite dar 2,76 vueltas al volante de la
dirección.
Si por simplificar la explicación se contempla solamente el anillo de incrementos, se aprecia por
un lado del anillo la fuente luminosa y por el otro el sensor óptico (figura inferior)..
La medición del ángulo se realiza según el principio de la barrera luminosa. Cuando la luz
incide en el sensor al pasar por una almena del anillo se engendra una señal de tensión. Al
cubrirse la fuente luminosa se vuelve a interrumpir la tensión de la señal.
Al mover ahora el anillo de incrementos se produce una secuencia de señales de tensión.
De esa misma forma se genera una secuencia de señales de tensión en cada pareja de
barreras luminosas aplicadas al anillo de valores absolutos.
Todas las secuencias de señales de tensión se procesan en la unidad de control para
electrónica de la columna de dirección.
Previa comparación de las señales, el sistema puede calcular a qué grados han sido movidos
los anillos. Durante esa operación determina también el punto de inicio del movimiento en el
anillo de valores absolutos.
Sensor de par de dirección
El par de mando a la dirección se mide con ayuda del sensor de par de dirección directamente
en el piñón de dirección. El sensor trabaja según el principio magnetorresistivo.
Está configurado de forma doble (redundante), para establecer el mayor nivel de fiabilidad
posible.
El sensor del par de giro acopla la columna y la caja de dirección a través de una barra de
torsión. El elemento de conexión hacia la columna posee una rueda polar magnética, en
la que se alternan 24 zonas de diferente polaridad magnética.
Para el análisis de los pares de fuerza se emplean dos polos respectivamente.
La contrapieza es un elemento sensor magnetorresistivo, que va fijado a la pieza de conexión
hacia la caja de la dirección.
Al ser movido el volante se decalan ambas piezas de conexión entre sí en función del par que
interviene.
En virtud de que con ello también se decala la rueda polar magnética con respecto al elemento
sensor, resulta posible medir el par aplicado a la dirección de esa forma y se lo puede transmitir
a la unidad de control en forma de señal.
Aplicaciones de la señal
El sensor de régimen del rotor trabaja según el principio magnetorresistivo y su diseño es igual
que el del sensor del par de dirección.
Detecta el régimen de revoluciones del rotor que tiene el motor eléctrico para la dirección
asistida electromecánica; este dato se necesita para poder excitar el motor con la debida
precisión.
Aplicaciones de la señal
La señal del sensor de régimen del motor es utilizada por la unidad de control del motor para
detectar el número de vueltas del motor y la posición exacta del cigüeñal.
Motor eléctrico
El motor eléctrico es una versión de motor asíncrono sin escobillas. Desarrolla un par máximo
de 4,1 Nm para servoasistencia a la dirección.
Los motores asíncronos no poseen campo magnético permanente ni excitación eléctrica. La
característica que les da el nombre reside en una diferencia entre la frecuencia de la tensión
aplicada y la frecuencia de giro del motor. Estas dos frecuencias no son iguales, en virtud de lo
cual se trata de un fenómeno de asincronía.
Los motores asíncronos son de construcción sencilla (sin escobillas), lo cual los hace muy
fiables en su funcionamiento. Tienen una respuesta muy breve, con lo cual resultan adecuados
para movimientos muy rápidos de la dirección.
El motor eléctrico va integrado en una carcasa de aluminio. A través de un engranaje de sin fin
y un piñón de accionamiento ataca contra la cremallera y transmite así la fuerza de
servoasistencia para la dirección. En el extremo del eje por el lado de control va instalado un
imán, al cual recurre la unidad de control para detectar el régimen del rotor. La unidad de
control utiliza esta señal para determinar la velocidad de mando de la dirección.
Como ejemplos se han seleccionado aquí respectivamente una familia de características para
un vehículo pesado y una para uno ligero de entre las 8 familias de características
implementadas para el Golf
2004. Una familia de características contiene cinco diferentes curvas asignadas a diferentes
velocidades del vehículo (p. ej. 0 km/h, 15 km/h, 50 km/h, 100 km/h y 250 km/h). Una curva de
la familia de característica expresa el par de dirección a que el motor eléctrico aporta mas o
menos servoasistencia para hacer mas fácil y preciso el manejo de la dirección teniendo en
cuenta variables como por ejemplo: el peso del vehículo.
Efectos en caso de avería
Si se avería la unidad de control para dirección asistida se la puede sustituir completa.
La familia de características correspondiente en la memoria no volátil para programas de la
unidad de control tiene que ser activada por medio del sistema de diagnosis.
Baterías descargadas
El sistema detecta tensiones bajas y reacciona ante éstas. Si la tensión de la batería desciende
por debajo de los 9 voltios se reduce la servoasistencia para la dirección hasta llegar a su
desactivación y se enciende el testigo luminoso en rojo.
Si surgen caídas breves de tensión por debajo de 9 voltios el testigo luce en amarillo.
Diagnosis
Los componentes del sistema de la dirección asistida electromecánica son susceptibles de
autodiagnosis.
El captador de par y ángulo del volante, utiliza dos discos solidarios unidos por una barra de
torsión que esta debilitada en su centro, esto es para que permita un cierto retorcimiento
cuando las fuerzas son distintas en sus extremos. Unos rayos de luz atraviesan las ventanas
practicadas en los discos, esto sirve en primer lugar para conocer la posición angular del
volante, es decir para saber cuanto se ha girado el volante. En segundo lugar cuando las
fuerzas que se aplican en los extremos de la barra de torsión son distintas, las ventanas del
disco superior no coinciden con las del disco inferior, esto provoca que el rayo de luz no llegue
en su totalidad y parte de la luz que envía el emisor no es recibida por el receptor del captador
óptico.
El fabricante Opel (General Motors) utiliza este tipo de dirección electromecánica
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Ángulo de salida
Ángulo de caída
Ángulo de avance
Cotas conjugadas
Convergencia de las ruedas
Los nombres con que se han identificado los ángulos son los mas habituales, pero en
bibliografía de origen no hispano pueden encontrarse que al avance se le llama Caster, a la
salida kin-pin inclination, a la caída Camber, la convergencia Toe-in y la divergencia Toe-aut.
Ángulo de salida
Se llama ángulo de salida al ángulo (As) que forman la prolongación del eje del pivote, sobre el
que gira la rueda para orientarse, con la prolongación del eje vertical que pasa por el centro de
apoyo de la rueda y cuyo vértice coincide en A´. Este ángulo suele estar comprometido entre 5
y 10º, siendo en la mayoría de los vehículos de 6 a 7º.
Esta disposición del pivote sobre el que se mueve la mangueta reduce el esfuerzo a realizar
para la orientación de la rueda ya que, depende directamente de la distancia "d" (figura inferior)
cuanto menor sea "d" menor será el esfuerzo a realizar con el volante para orientar las ruedas.
Este esfuerzo será nulo cuando el eje del pivote pase por el punto "A", centro de la superficie
de contacto del neumático con el suelo. En este caso solo habría que vencer el esfuerzo de
resistencia de rodadura (Fr) correspondiente al ancho del neumático, ya que el par de giro seria
nulo. En la practica "d" no puede ser cero ya que, entonces la dirección se volvería inestable.
De la inclinación del eje del pivote resultan fuerzas de retroceso, las cuales, después del paso
de una curva, hacen volver a las ruedas a la posición en linea recta en sentido de la marcha.
Esto es debido a que al orientar la rueda para tomar una curva, como gira sobre el eje de
pivote y éste esta inclinado. la rueda tiende a hundirse en el suelo, y como no puede hacerlo,
es la carrocería la que se levanta, oponiendose a esto su propio peso, por lo cual, en cuanto se
suelte el volante de la dirección, el peso de la carrocería, que tiende a bajar, hará volver la
rueda a su posición de marcha en linea recta.
Además el ángulo de salida, minimiza el efecto de las irregularidades de la carretera en el
ensamblaje del conjunto de dirección.
La presión de inflado de los neumáticos tiene una importancia vital en este ángulo, pues con
menor presión, el punto "A´" se desplaza mas hacia abajo, aumentando la distancia "d" y, por
tanto, el esfuerzo para girar las ruedas.
Ángulo de caída
Se llama ángulo de caída al ángulo"Ac" que forma la prolongación del eje de simetría de la
rueda con el vertical que pasa por el centro de apoyo de la rueda.
Este ángulo se consigue dando al eje de la mangueta una cierta inclinación con respecto a la
horizontal. Tiene por objeto desplazar el peso del vehículo que gravita sobre este eje hacia el
interior de la mangueta, disminuyendo así el empuje lateral de los cojinetes sobre los que se
apoya la rueda.
La mangueta esta sometida a esfuerzos de flexión equivalentes a peso que sobre ella gravita
(P) por su brazo de palanca (d). Con el ángulo de caída lo que se busca es reducir el brazo de
palanca o distancia (d), por ello al inclinar la rueda, se desplaza el punto de reacción (A) hacia
el pivote, con lo que el brazo de palanca o distancia (d) se reduce y, por tanto, también se
reduce el esfuerzo a que están sometidos los rodamientos de la mangueta.
El valor del ángulo de caída (Ac), que suele estar comprendido entre treinta minutos y un
grado, hace disminuir el ángulo de salida (As), aunque mantiene se mantiene dentro de unos
limites suficientes.
Ángulo de avance
Se llama ángulo de avance, al ángulo (Aa) que forma la prolongación del eje del pivote con el
eje vertical que pasa por el centro de la rueda y en el sentido de avance de la misma.
Cuando el empuje del vehículo se realiza desde las ruedas traseras (propulsión), el eje
delantero es arrastrado desde atrás, lo que supone una inestabilidad en la dirección. Esto se
corrige dando al pivote un cierto ángulo de avance (Aa), de forma que su eje corte a la linea de
desplazamiento un poco por delante del punto (A) de apoyo de la rueda. Con ello aparece una
acción de remolque en la propia rueda que da fijeza a la dirección, haciendo que el punto (A)
de apoyo tienda a estar siempre en linea recta y por detrás de (B) punto de impulsión.
Al girar la dirección para tomar una curva la rueda se orienta sobre el punto (B) fijado para el
avance: esto hace que el punto (A) se desplace hasta (A´), creandose un par de fuerzas que
tiende a volver a la rueda a su posición de linea recta ya que, en esta posición, al ser (d = 0),
desaparece el par.
De esta forma se consigue dar a la dirección fijeza y estabilidad, ya que las desviaciones que
pueda tomar la rueda por las desigualdades del terreno, forman este par de fuerzas que la
hacen volver a su posición de linea recta.
El avance debe ser tal, que cumpla la misión encomendada sin perturbar otras condiciones
direccionales. Si este ángulo es grande, el par creado también lo es, haciendo que las ruedas
se orienten violentamente. Si el ángulo es pequeño o insuficiente, el par de orientación también
lo es, resultando una dirección inestable.
El ángulo de avance suele estar comprendido entre 0 y 4º para vehículos con motor delantero y
de 6 a 12º para vehículos con motor trasero.
Cotas conjugadas
Las cotas de salida y caída hacen que el avance corte a la linea de desplazamiento por delante
y hacia la derecha de punto (A). De ello resulta que, para vehículos de propulsión trasera, el
empuje que se transmite el eje delantero pasa de éste a la rueda por el pivote, teniendo su
punto de tiro en la rueda sobre el punto (B). Como la resistencia de rodadura actúa sobre su
punto de apoyo (A), resulta un par de fuerzas que tiende a abrir la rueda por delante, debiendo
dar una convergencia a la rueda para corregir esta tendencia.
La convergencia será tanto mayor cuanto mas adelantado y hacia la derecha se encuentre el
punto (B). Esta posición viene determinada por los ángulos de caída, salida y avance, lo que
quiere decir que la convergencia depende directamente de estas tres cotas.
En vehículos con tracción delantera, la fuerza de empuje está aplicada al mismo punto de
apoyo de la rueda, siendo las ruedas traseras remolcadas sin ejercer efecto alguno sobre la
dirección. No obstante, se les da un pequeño avance para mantener estable la dirección
resultando, junto a las cotas de salida y caída, una convergencia que pueda ser positiva o
negativa.
Convergencia
La convergencia o paralelismo de las ruedas delanteras es la posición que ocupan las dos
ruedas con respecto al eje longitudinal del vehículo. Este valor se mide en milímetros y es la
diferencia de distancia existente entre las partes delanteras y traseras de las llantas a la altura
de la mangueta; está entre 1 y 10 mm para vehículos con propulsión y cero a menos 2 mm
para vehículos con tracción.
El ángulo de caída (Ac) y el de salida (As) hace que la rueda esté inclinada respecto al terreno
y que al rodar lo haga sobre la generatriz de un "cono" lo que implica que las ruedas tienden a
abrirse. Para corregir esto se cierran las ruedas por su parte delantera, con lo que adelanta el
vértice del cono en el sentido de la marcha.
El que el valor de la convergencia pueda ser positivo o negativo (divergencia) depende de los
valores que tengan los ángulos de caída, salida y, ademas, de que el vehículo sea de tracción
delantera o propulsión trasera. El valor de esta convergencia viene determinado por los valores
de las cotas de caída, salida y avance.
La convergencia, determinada en función del resto de las cotas de dirección, debe mantenerse
dentro de los limites establecidos por el fabricante ya que, cualquier alteración produce la
inestabilidad en la dirección; además debe ser igual en las dos ruedas.
Una convergencia excesiva, al producir mayor tendencia en la orientación de las ruedas para
seguir la trayectoria en linea recta, produce un desgaste irregular en los neumáticos que se
manifiesta por el desgaste lateral que se produce en su banda de rodadura.
Una excesiva convergencia respecto a la que nos da el fabricante, provoca un desgaste lateral
en la zona exterior de los neumáticos. Una convergencia insuficiente provoca un desgaste
lateral en el interior de los neumáticos.
Suspensión independiente
Las cotas de dirección varían de forma sustancial según sea el vehículo con dirección montada
sobre eje rígido o sobre suspensión independiente. Excepto el ángulo de salida que apenas
varia los demás ángulos varían sensiblemente, debido al diferente montaje de las ruedas, que
se mueven y separan entre sí, de forma distinta a como lo hacen las montadas sobre eje rígido.
Otra característica a tener en cuenta es el creciente aumento del grosor de los neumáticos y
disminución de la presión de los neumáticos. Los constructores de automóviles han
determinado experimentalmente para cada caso los valores mas convenientes
Así ocurre que el avance es mucho menor y en bastantes casos negativo, o sea, que el pivote
va hacia atrás en vez de apuntar adelante. La caída es prácticamente nula (de 3/4º positivo a
1º negativo). La convergencia aun es positiva en la mayoría de automóviles (de 0 a 6
milímetros, como eje rígido); pero ya algunos la tienen negativa, o sea, que las ruedas abren
hacia delante (divergencia).
Comprobación
Así pues, salvo deformación aparente por largo uso, carga excesiva o golpe, las cotas que
deben comprobarse son: avance, caída, y convergencia, y precisamente por este orden, pues
cada una influye en las siguientes. Si se tiene cuidado de no dar golpes de refilón a las ruedas
contra los bordillos, piedra grandes, etc., no es fácil que se desregle la dirección por torceduras
del eje o doblado de las bielas y palancas de la dirección, y, por tanto, el ajuste se limitará casi
siempre a la convergencia, la mas sencilla de medir y corregir. La convergencia al ser una cota
resultante directa de las otras tres cotas (salida, caída y avance), cualquier variación en
cualquiera de ellas produce una desviación en la convergencia. Siendo esta cota la única fácil
de corrección en el vehículo, para pequeñas desviaciones en la cotas de salida, caída y
avance, en muchos talleres ante la dificultad de corrección en ellas se actúa corrigiendo la
convergencia para compensar el efecto conjugado del conjunto.
Los síntomas que denuncian alteración de las cotas y que aconsejan revisión especial son los
siguientes:
Desgaste de las cubiertas mas acentuado en una mitad de la banda de rodadura que
en la otra: la causa será un ángulo de caída excesivo si el desgaste es hacia afuera del
vehículo; si por el lado de dentro, caída insuficiente.
Un achaflamiento con desgaste en borde afilado, si éste queda hacia dentro del
vehículo denota exceso de convergencia; si por fuera, falta.
En general, cualquier anomalía en el desgaste de las cubiertas aconseja revisar
inmediatamente la alineación de las ruedas.
El ángulo de viraje (Avi ) para un determinado radio de giro (R), según los triángulos
rectángulos 0AB y 0CD de la figura inferior, se obtiene por la función trigonométrica de los
ángulos que forman las ruedas en función de la batalla (b) del vehículo y del ancho de vía (a).
Teniendo en cuenta que el radio de giro mínimo en los vehículos suele ser aproximadamente el
doble de la batalla o distancia entre ejes: R = 2 b. El ángulo de viraje máximo entre las ruedas
es:
Influencia del estado de los neumáticos en la Dirección
Se ha estudiado, al explicar las cotas de dirección, la gran influencia de una presión del
neumático defectuosa. Un neumático con presión baja es el peor defecto que puede permitirse
en las ruedas, en cuanto a su economía. Además de desgastarse desigualmente, por los
bordes de la banda de rodadura, según se muestra en la figura inferior, detalle 1, la destrucción
es muy rápida, por la gran deformación a que está sometida la cubierta que, al rodar, produce
tensiones y deformaciones con roces en los flancos que elevan su temperatura produciendo el
corte de los tejidos que sirven para reforzar la goma.
Una presión excesiva hace que la dirección sea mas suave, pero aumenta las trepidaciones y
aumenta la fatiga en todas las articulaciones, desgastando la cubierta desigualmente por el
centro de la banda de rodadura.
Los defectos en la alineación de las ruedas influyen mucho en el desgaste rápido y desigual de
las cubiertas e incluso con la sola observación de una rueda prematuramente desgastada un
técnico puede deducir, aproximadamente la cota o cotas que han dado lugar al desgaste
anormal.
En líneas generales podemos decir que, excepto el avance que aunque sea excesivo no
produce desgaste de los neumáticos, las otras cotas suelen producir los siguientes:
Una caída anormal tanto positiva como negativa, crea en el neumático diámetros
variables lo que hace que el diámetro más pequeño frote contra el suelo desgastando
con gran rapidez los bordes de la banda de rodadura (parte exterior con exceso de
caída y parte interior con exagerada caída negativa).
La salida suele ser fija en casi todos los vehículos modernos, e influye en la caída por
lo tanto si la primera se deforma, los desgastes producidos por la salida son los
mismos que los que se deben a la caída.
La convergencia, por poco que varíe, influye mucho en el desgaste de las cubiertas, si
ésta es pequeña desgasta la parte interior del neumático derecho y si es superior a la
debida desgasta la parte exterior del neumático izquierdo, en vehículos con conducción
por la izquierda y lo contrario, en aquellos que ruedan por la derecha. El desgaste
debido a esta cota, produce un leve reborde que puede apreciarse, pasando la mano
por la banda de rodadura de dentro hacia fuera, y el debido a una divergencia anormal
se aprecia pasando la mano en sentido contrario.
Los desgastes anormales son siempre producidos por frote de la cubierta con el pavimento y
es muy difícil establecer con exactitud la causa que puede producirlo, pues pueden ser varias a
la vez.
Además de las mencionadas por defecto de las cotas, influyen también, de una forma muy
acusada, el "shimmy", presión de inflado, deformación del chasis, etc.
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El sistema 4WS
Desde 1980, varios modelos de diferentes fabricantes aplicaron el sistema de dirección a las 4
ruedas (4WS - four wheel steering system). Y es que, este concepto permite realizar maniobras
con menor diámetro de giro y permite trazar las curvas a cierta velocidad con mayor seguridad.
Este sistema lo equiparon automóviles como el Toyota Célica, Honda Prelude, Mitsubishi
Galant y Mazda RX7. También lo implementaron algunos automóviles europeos como el
Citröen ZX, el Xsara y el Peugeot 306. Actualmente lo montan muy pocos modelos nuevos, un
ejemplo lo tenemos en el Renault Laguna en alguna de sus versiones mas deportivas.
Tenemos dos sistemas de dilección a las 4 ruedas básicamente, uno sencillo que se basa en
girar las ruedas traseras, por medio de un pequeño giro de la suspensión que soporta a las
ruedas y que no esta unida fijamente a la carrocería, sino que la unión se hace a través de una
unión elástica que permite un pequeño giro de 3 a 5º. Un ejemplo de este tipo, es el eje trasero
autodireccional que monta el Citröen ZX. El otro sistema utilizado para hacer girar las ruedas
traseras, es el utilizado por la marca Honda en su modelo Prelude. Este sistema es mucho mas
complejo que el anterior. El volante de la dirección ademas de hacer girar las ruedas
delanteras, hace girar también a las ruedas traseras, para eso cuenta con un mecanismo que
actúa sobre las ruedas delanteras y traseras al mismo tiempo.
La función de girar las ruedas en varios ejes de un vehículo no es nada nuevo ya que este
sistema lo vienen utilizando desde hace tiempo, camiones, maquinaria pesada y también
vehículos militares como las tanquetas, que buscan principalmente una buena maniobrabilidad
utilizando el menor espacio posible.
La función del eje trasero en el sistema de dirección de un automóvil tiene su importancia, por
eso estudiaremos que procesos se suceden cuando el vehículo toma una curva o cambia de
dirección.
Cuando el automóvil toma una curva en el eje delantero se produce un ángulo de deriva de las
ruedas delanteras que generan una fuerza lateral. Lo mismo que en el eje delantero ocurre en
el eje trasero, con la diferencia que la fuerza lateral llega con un cierto retraso, ya que las
ruedas del eje delantero son las primeras en tomar la curva. Este retraso en el eje trasero
provoca, sobre todo a elevadas velocidades, una cierta tendencia del vehículo a querer rotar
sobre su eje vertical. Este efecto provoca un balanceo de la carrocería que no resulta peligroso
si se mantiene con firmeza el volante.
Este defecto puede corregirse si a las ruedas del eje trasero se le permite dar una cierta
orientación en el sentido conveniente, sobre todo a altas velocidades que es cuando mas se
nota este problema.
El otro efecto que se busca cuando se pueden orientar las ruedas del eje trasero, es que en las
maniobras a bajas y medias velocidades se puedan conseguir menores diámetros de giro, lo
que facilita las maniobras en ciudad y garajes.
El conseguir orientar las ruedas del eje trasero teniendo en cuenta la orientación que toman las
ruedas del eje trasero no es tarea fácil, como vamos a ver a continuación. Teniendo en cuenta
los estudios que han realizado los fabricantes que han desarrollado estos sistemas, la
orientación de las ruedas traseras deberán orientarse de la siguiente manera. En la figura (A)
las ruedas están orientadas un cierto ángulo que no es grande, en este caso las ruedas
traseras están orientadas en el mismo sentido. En la segunda figura (B) vemos que las ruedas
del eje delantero están orientadas un ángulo mucho mayor que el anterior caso, en este
supuesto se puede ver que las ruedas del eje trasero estarían orientadas en sentido contrario.
El supuesto (A) visto en la figura anterior corresponde, por ejemplo, a una maniobra de cambio
de carril en una autopista a alta velocidad. En la figura inferior podemos ver este supuesto
donde el color rojo representa la posición del automóvil con un sistema 4WS y el color negro
sin dirección a las 4 ruedas.
El supuesto (B) por el contrario corresponde a una maniobra a baja o media velocidad en un
espacio pequeño o en una curva muy cerrada. En la figura inferior podemos ver este supuesto
donde el color rojo representa la maniobra con un vehículo con 4WS y el color negro sin 4WS.
Se puede apreciar como el vehículo con 4WS necesita menos diámetro de giro para realizar la
maniobra.
En este ultimo caso, al tomar una curva cerrada, aunque sea a baja velocidad, la estabilidad es
mucho mayor en un automóvil dotado de 4WS, que en uno sin este sistema. Todo esto
teniendo en cuenta que se toma la curva mas cerrada y a la misma velocidad. Para hacer esta
maniobra las ruedas del eje trasero están orientadas en sentido contrario a las ruedas del eje
delantero.
En la figura inferior podemos ver una caja de dirección trasera (4WS) se trata de un sistema de
engranajes planetarios que crean la desmultiplicación necesaria para el movimiento de las
ruedas traseras siempre con un ángulo muy inferior al alcanzado en las ruedas delanteras. La
presencia de una corredera provista de su correspondiente guía permite lograr un pequeño
desplazamiento que necesita el sistema y que transmite a las ruedas a través del reenvío a la
bieleta que acciona directamente a las ruedas.
El funcionamiento teórico del sistema mecánico 4WS de Honda esta representado en el gráfico
inferior. Como podemos ver si empezamos a girar el volante, las ruedas delanteras se orientan
un cierto ángulo mientras que las traseras también se orientan en el mismo sentido, pero con
un ángulo mucho menor. Cuando hemos girado el volante 140º las ruedas delanteras se
orientan un ángulo cuyo valor es 8º, mientras que en el eje trasero solo giran un ángulo de 1,5º.
Seguimos girando el volante hasta alcanzar los 240º, para este valor las ruedas delanteras se
orientan un ángulo de 15,6º mientras que las ruedas del eje trasero retroceden en su
orientación y se quedan en el punto inicial de 0º de ángulo. Seguimos girando el volante hasta
450º y las ruedas delanteras se siguen orientado con un mayor ángulo de 30,3º, mientras que
en las ruedas del eje trasero se orientan un ángulo de 5,3º pero esta vez en sentido contrario a
la ruedas delanteras.
Como podemos ver en la gráfica anterior, el ángulo de giro de las ruedas del eje delantero no
guarda proporción con el ángulo de giro de las ruedas del eje trasero. Ademas se puede ver
como a medida que aumenta el ángulo de giro en las ruedas del eje delantero, el ángulo en el
eje trasero disminuye, hasta un momento en el que cambia el sentido de orientación de las
ruedas traseras con respecto a las delanteras.
El dispositivo encargado de orientar las ruedas traseras el ángulo adecuado y hacer que
cambien de sentido de orientación es la caja de dirección trasera. Esta caja actúa de forma
automática accionada solamente por el movimiento que recibe del mecanismo de reenvío a
través del árbol de transmisión. Un esquema de la estructura interna de este mecanismo lo
tenemos en la figura inferior.
El eje excéntrico tiene el control del engranaje planetario, que es el encargado de desplazar a
la derecha o izquierda la barra de accionamiento de la bieleta de mando. El tetón de este
engranaje actúa directamente sobre la guía de la barra de accionamiento. El engranaje
planetario se desplaza por el interior de la corona cuando el movimiento que proviene del
reenvió de la caja de dirección delantera le llega desde el eje excéntrico.
Siguiendo en la figura inferior, tenemos que el movimiento de entrada que gira en el sentido de
las agujas del reloj como muestra la flecha se transforma en la salida en un movimiento hacia
la izquierda como indica la flecha. Ahora bien, si el giro de entrada supera el ascenso del
planetario por la corona (que esta fija), este pasa a la posición contraria y entonces empuja la
barra de accionamiento de la bieleta de mando en la dirección opuesta.
Este es el principio básico de funcionamiento de la caja de dirección trasera.
En la figura inferior podemos ver el actuador de la dirección trasera. Este elemento sustituye a
la caja de dirección trasera de los sistemas "mecánicos".
Otros fabricantes de automóviles tambien incorporaron el sistema 4WS electrónico en sus
vehículos. Por ejemplo, Mitsubishi en su modelo Galant incorpora este sistema, con la
particularidad de que solo funciona para que el vehículo pueda trazar bien las curvas a altas
velocidades. No funciona a bajas velocidades cuando se quieren hacer maniobras o trazar
curvas muy cerradas. El sistema, por lo tanto, no dispone de la posibilidad de orientar las
ruedas traseras en sentido contrario a las ruedas del eje delantero.
Por ejemplo, para conseguir el mismo giro, sin el sistema de cuatro ruedas directrices se
requiere 16º de ángulo de volante, mientras que con él únicamente es necesario un ángulo de
13,5º. Cuando las ruedas traseras han cambiado de dirección al máximo (3,5º), sólo es
necesario un ángulo de volante de 12º.
Además de mejorar la maniobrabilidad, la otra función del «4Control» por debajo de 60 km/h es
aumentar la guiñada cuando es aconsejable. Eso permite que el coche sea más ágil, más
capaz de cambiar de dirección, por ejemplo en un eslalon o en una curva muy lenta de
carretera de montaña.
A partir de 60 km/h, las ruedas traseras cambian de dirección en el mismo sentido que las
delanteras con objeto de disminuir la guiñada. Si el coche realiza dos cambios de dirección
rápidos —por ejemplo, en una maniobra de esquive o en curvas enlazadas—, la dirección
trasera se puede utilizar para evitar un eventual sobreviraje. Normalmente, en estas
condiciones el giro de las ruedas traseras no es mayor de 2º (se tendría que dar una situación
extremadamente violenta para que llegara al máximo de 3,5º).
Otra función de sistema de dirección trasera es evitar una eventual pérdida de trayectoria
durante una frenada sobre superficie de adherencia desigual. Si las ruedas de un lado entran
en una superficie resbaladiza pero las del otro lado no lo hacen, se produce una cierta guiñada
que el control de estabilidad debe controlar. Con el «4Control» es posible orientar las ruedas
traseras para compensar esa guiñada y que el coche frene en línea recta.
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El eje trasero autodireccional es una forma sencilla de hacer directrices las ruedas traseras.
Este es un sistema sencillo y barato que permite una leve desviación de las ruedas traseras en
el sentido de marcha. Este sistema es utilizado por marcas como Citroën en su modelo ZX. El
sistema solo funciona a una velocidad determinada. En parado o baja velocidad no actúa.
El eje trasero esta montado sobre unas fijaciones elásticas que le permiten un cierto ángulo de
giro. Cuando el vehículo toma una curva el eje trasero en conjunto se desplaza y, al hacerlo,
orienta al mismo tiempo las dos ruedas del tren trasero en la misma dirección que las ruedas
directrices.
El resultado final se traduce en que el tren trasero colabora en el mejor trazado de la curva de
una forma parecida a como ocurre en un sistema de dirección en las cuatro ruedas, lo que
favorece la mayor estabilidad del vehículo y le facilita un cierto aumento de la velocidad a que
puede desenvolverse el automóvil en carreteras viradas y elevada velocidad, ya que el
conductor llega a percibir la ayuda del eje trasero para mejorar la toma de las curvas. Además
el eje trasero autodireccional reduce la inclinación de la carrocería durante el trazado de las
curvas, lo que todavía proporciona al conductor una mayor impresión de seguridad. El sistema
resulta, por lo tanto, de un funcionamiento automático y, por tanto, como veremos, tampoco
comporta una complicación mecánica importante ni un encarecimiento del producto, desde
luego muy lejos de los sistemas de dirección en las cuatro ruedas.